JACOBO MORALES

En 1990 “Lo Que Lo Pasó A Santiago” fue, para shock de este escritor y orgullo de boricuas y de los hispanos en general de EEU, nominada para mejor película extranjera. Al haber escuchado mucho sobre este tema en casa cuando joven, viene mi interés por la obra de quien es, hoy por hoy, uno de los mejores cineastas de America Latina. Jacobo Morales, natural de Lajas, Puerto Rico nació en 1934; empezó una precoz carrera a los 14 años como actor de teatro y radio y hoy se destaca en más de 30 obras teatrales como actor y dramaturgo ademas de haber publicado libros de poesia y hecho importantes programas televisivos para el pueblo como “Jacobo y El Arte”.

Pero sin duda alguna su mayor contribución y legado ha sido en el campo del Septimo Arte. Empezando por sus inolvidables papeles en las películas hollywoodenses Bananas con Woody Allen y Up The Sandbox con Barabara Streisand ( uno como revolucionario y el otro como ! ) hasta llegar a realizar su propia producción cinematográfica con Dios Los Cria (1980) y Nicolás y los Demás (1985) sus primeras dos películas; ambas, agudas observaciones de la sociedad moderna y sus pasiones desenfrenadas.

Premiado en La Habana con el Premio Coral a Mejor Película y actuación Dios Los Cria se compone de 5 cuentos, todos distintos pero a la vez relacionados; con aspectos sorpresivos a lo Buñuel y ‘quirurgicos’ comentarios en los dos extremos del sentir del Caribe urbano contemporáneo. En Nicolás y los Demás ya se vislumbra la formaciónn de un cine de autor, con sus malabarismos narrativos e intrigantes requiebres argumentales; Jacobo destaca a un protagonista y una forma de vida asediados por la decadencia y la nostalgia vengativa.

Lo Que Le Pasó A Santiago (1989) significa un verdadero momento histórico en lo que al cine nacional boricua se refiere. No sólo por sus logros en cuanto a crítica sino también porque dio la idea de un cine puertorriqueno. Se comprobó a nivel internacional que existía una isla y una idiosincrasia y que había una expresion filmica borincana que merecía mayor apreciación. La historia de un “viejito” que descubre el amor a los 60 años, fue un logro pleno en todos los ordenes (cabe destacarse la maravillosa interpretación de Gladys Rodriguez como el ‘obscuro objeto del deseo’ ) y de allí que la popularidad del filme no haya bajado con los años.

Jacobo siguió después con Linda Sara (1995) y Jugando En Serio (1998); el primero protagonizado por y , une la exploración poética de la memoria y lucha de clases; el segundo, que es una parte de la serie de cuentos de Gabriel Garcia Marquez adaptados para conmemorar el centenario del cine, es una lección valiosísima sobre la juventad y la importancia de continuidad del cine puertorriqueño.

De Jacobo sólo se pueden esperar nuevas aportaciones de grandeza, es hombre y obra convertidos en institución, como suelen decir del Gran Combo de Puerto Rico y como aquella agrupación popularizó en un tema que este merecido homenaje pareciera corroborar.....”Lo que me quieran dar que me lo den en vida....”

Sinnel Sandoval