Trauma Femenino En La Teta Asustada De Claudia Llosa
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Letras Hispanas Volume 10.2, Fall 2014 TITLE: Habrá cantos sobre oscuros momentos: trauma femenino en La teta asustada de Claudia Llosa. AUTHOR: Rebeca Maseda AFFILIATION: University of Alaska Anchorage ABSTRACT: Several trauma scholars have argued about the impossibility of adequately representing trauma and the risks inherent in attempting it: vicarious traumatization, voyeurism, aestheti- cization, and trivialization. Additionally, representing the kind of atrocities that provoke the main traumas women suffer—abuses and rape—poses an added problem of objectification and victimization. Other scholars, however, argue that it is more advisable to tell the stories inad- equately than to relegate trauma to a mystified silence, especially when the dominant groups silence the traumas of minorities in order to escape accountability. The use of creative alternative strategies to literal visual representations of female trauma presents an attractive tool to produce a testimony and a committed political stance that avoids, at the same time, the morbid exploi- tation of women’s abuses. In this article, issues of political positioning of representing female trauma and non-traditional portrayals of female trauma strategies will be discussed in light of Peruvian Claudia Llosa’s The Milk of Sorrow (2008). KEYWORDS: Trauma, female trauma, trauma cinema, Peruvian cinema, Latin American cinema, Quechua women, Claudia Llosa. RESUMEN: Varios estudiosos del trauma han discutido acerca de la imposibilidad de representar adecuadamente las experiencias traumáticas y sus efectos. Asimismo, desde un punto de vista feminista, representar los principales eventos traumáticos de mujeres—violaciones y abusos— presenta problemas añadidos, como son la objetificación, la existencia de la violencia contra las mujeres como espectáculo y la construcción de una imagen simplificada de la mujer como víc- tima. Sin embargo, el rechazo a representar el trauma femenino, con la insistencia en mantener las experiencias femeninas en el silencio no es una opción válida ya que las mujeres han sido, y siguen siendo, las grandes olvidadas de los discursos públicos. El uso de estrategias creativas alternativas a las descripciones literarias y narrativas ofrece una posibilidad atractiva para pro- ducir una ética del testimonio y una postura política comprometida que evite, al mismo tiempo, la explotación morbosa de la imaginería del trauma y su efecto en los espectadores. En este artículo se discutirán asuntos concernientes a la postura política de la representación del trauma femenino y a estrategias de representación no tradicionales del trauma femenino a colación de La teta asustada de Claudia Llosa (2008). PALABRAS CLAVE: Trauma, trauma femenino, cine peruano, cine hispano, mujeres quechua, Claudia Llosa. DATE RECEIVED: 04/07/2014 DATE PUBLISHED: 01/26/2015 BIOGRAPHY: Rebeca Maseda is Assistant Professor of Spanish in the Department of Languages at the University of Alaska Anchorage. She is the author of multiple articles on gender and cinema, female pornography, film and schizophrenia in Medem’s Sex and Lucía, and the book Essay on Contradiction: Virginia Woolf on Screen (Ed. Universitat D´Alacant, Spain). She has published several articles on the changing portrayal of war-related PTSD in American cinema and on fe- male trauma in European and Hispanic cinema. ISSN: 1548-5633 18 Letras Hispanas Volume 10.2, Fall 2014 Habrá cantos sobre oscuros momentos: trauma femenino en La teta asustada de Claudia Llosa. Rebeca Maseda, University Of Alaska Anchorage In the dark times, will there also be singing? Yes, there will be singing. About the dark times. Motto de Bertolt Brecht. (cit. Kaplan y Wang 176)1 La teta asustada (2008) de Claudia Llo- interno de las décadas de los ochenta y no- sa comienza con una pantalla en negro que venta del siglo XX en el Perú. Con el canto da paso, poco a poco, a un plano corto de una la madre denuncia e inscribe en la historia el mujer moribunda que, cantando en quechua, silenciado, y por ende subversivo, discurso de relata la traumática historia de cómo fue vio- las supervivientes. Por su parte, además de lada y torturada, y cuyo marido fue asesina- continuar con la tradición cronista del canto, do ante ella. A pesar de que sus palabras y su la hija ejerce control sobre su propio cuerpo historia resuenan a lo largo de la película, ésta y desarrolla tácticas físicas de autodefensa es, principalmente, la historia de la hija que con el objeto de evitar activamente el abuso llevaba en su interior cuando sucedió. La vida sexual. Al insertar un tubérculo en su vagi- de Fausta empezó cuando, desde el vientre de na para “dar asco” a los potenciales atacantes, su madre, fue testigo de los eventos violentos Fausta está saboteando el poder del hombre cometidos contra sus padres. “La teta asusta- de violar. Por medio de la denuncia de los da” es el nombre que recibe en el Perú indíge- abusos que las mujeres recibieron durante el na la enfermedad que transmite el miedo y el conflicto armado, la negativa de la madre de sufrimiento de madres a hijos a través de la avergonzarse, y el activo control de Fausta so- leche materna. Esa extraña enfermedad, que bre su cuerpo y su mente, la película ofrece en el Perú es expresada en términos físicos, una lectura de la mujer victimizada llena de encuentra un equivalente psicológico en el potencial subversivo y coraje. mundo eurocéntrico: el trauma vicario o trau- La posibilidad de representar tanto la ma de segunda generación. Si bien la película memoria como los efectos traumáticos ade- puede ser criticada por ofrecer una imagen cuada y fidedignamente ha sido discutida de la mujer indígena como víctima de la vio- extensamente dentro de los estudios del trau- lencia y la superstición, este artículo pretende ma. La peculiar naturaleza de las memorias demostrar que la película ofrece otra visión traumáticas, la necesidad de mantener la dig- menos condescendiente y victimizante de lo nidad y el velo de aquéllos/as involucrados/ que podría parecer a primera vista. Madre e as, de evitar hacer del sufrimiento de alguien hija demuestran poseer rasgos de agencia y un espectáculo, y la posible insensibilización resistencia. Llosa va a utilizar la figura de la debida a un exceso de imágenes traumáti- viuda (warmisapa) y sus cánticos en quechua cas, todo ello ha impulsado a varios autores (qarawi) para hablar de los devastadores y a pensar en la imposibilidad de representar multigeneracionales efectos del trauma en las adecuadamente las experiencias traumáticas mujeres, producido por el conflicto armado y sus efectos. Al mismo tiempo, existen otras Rebeca Maseda 19 voces que hablan de la obligación moral de culture;” la aflicción pública relacionada con hablar de trauma, de hacer al mundo conoce- los eventos traumáticos se ha convertido en dor de sucesos históricos y de movilizar la re- algo cotidiano (“Traumaculture,” 28). El su- flexión crítica de espectadores/lectores. Esta jeto moderno se ha hecho, al mismo tiem- última postura es más acuciante en el caso del po, inseparable de las categorías de shock y trauma femenino ya que las mujeres han sido, trauma.2 Los efectos psicológicos y físicos y siguen siendo, las grandes olvidadas de los de las experiencias traumáticas han sido un discursos públicos. Desde un punto de vista fenómeno que las personas han experimen- feminista, sin embargo, representar visual- tado durante milenios. Sin embargo, no han mente los principales eventos traumáticos recibido una atención general hasta hace re- de mujeres—violaciones y abusos—presenta lativamente poco. Las investigaciones acerca problemas añadidos, como son la objetifica- del trauma ligado a los eventos históricos ción, la existencia de la violencia contra las (como por ejemplo el Holocausto judío) y el mujeres como espectáculo y la construcción reconocimiento del trastorno por estrés pos- de una imagen simplificada de la mujer como traumático (TEPT)3 por la Asociación Psi- víctima. quiátrica Americana en 1980 (y su extensión El rechazo a representar el trauma fe- a otros contextos geográficos), han ofrecido menino, con la insistencia en mantener las un espacio donde aquéllos que sufren secue- experiencias femeninas en el silencio, sin em- las pueden sentir que la sociedad reconoce su bargo, no es una opción válida. Por tanto, el malestar y proporciona medios para su recu- uso de estrategias creativas alternativas a las peración. De esta forma, el reconocimiento descripciones literarias y narrativas ofrece médico y público del TEPT como trastorno una posibilidad atractiva para producir una legítimo ha ayudado a aliviar un sentido de la ética del testimonio y una postura política injusticia y la incomprensión hacia las vícti- comprometida que evite, al mismo tiempo, mas y a proveer los medios para su recupera- la explotación morbosa de la imaginería del ción. Por otra parte, la aceptación generaliza- trauma y su efecto en los espectadores. Re- da de este trastorno parece estar íntimamente tratar a las mujeres que sufren secuelas del ligada a la recuperación de la noción de “ver- miedo no tanto como víctimas pasivas, sino dad histórica” y justicia a través del testimo- como activas supervivientes permite de- nio de supervivientes de eventos traumáticos. nunciar la victimización de la mujer en los En este caso, trauma y memorias traumáticas, conflictos armados sin caer en la idea de la recordar y reprimir, no son simplemente algo mujer como ser desprotegido y vulnerable, personal, sino también social e histórico. susceptible de ser subyugada. En este artículo En este ambiente de aflicciones públi- se discutirán asuntos concernientes a la pos- cas omnipresentes y abundantes discursos tura política de la representación del trauma teóricos y culturales sobre trauma, la limita- femenino, al análisis del rol de “víctima” y a da atención pública hacia el trauma femeni- estrategias de representación no tradiciona- no nos hace preguntarnos por los motivos. les del trauma femenino a colación de La teta Ann Kaplan explica cómo el trauma de los asustada de Claudia Llosa.