Inventario Del Archivo Parroquial De San Agustín De Hipona, Municipio De Atotonilco El Grande, Hidalgo, Arquidiócesis De Tulancingo
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INVENTARIO DEL ARCHIVO PARROQUIAL DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA, MUNICIPIO DE ATOTONILCO EL GRANDE, HIDALGO, ARQUIDIÓCESIS DE TULANCINGO Homero Tolentino Hernández Coordinador ADABI de MÉXICO A.C. PARROQUIA DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA, MUNICIPIO DE ATOTONILCO EL GRANDE, HIDALGO, ARQUIDIÓCESIS DE TULANCINGO María Isabel Grañén Porrúa Lucio Delgadillo Presidenta Párroco Stella María González Cicero Christian Eliel Hernández Directora Colaborador Jorge Garibay Álvarez Coordinador de Archivos Civiles y Eclesiásticos Homero Tolentino Hernández Coordinador México. Hidalgo. Archivos Parroquiales. Inventario del Archivo Parroquial de San Agustín de Hipona, Municipio de Atotonilco el Grande, Hidalgo, Arquidiócesis de Tulancingo / coord. Homero Tolentino Hernández - México: Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México A. C., 2013. 24 pp.: il.; 16 x 21 cm- (Colección Inventarios, núm. 292) ISBN: 978-607-416-285-1 1.- México. Hidalgo. Archivo Parroquial de San Agustín de Hipona, Municipio de Atotonilco el Grande, Hidalgo, Arquidiócesis de Tulancingo - Archivos. 2.- México - Historia. I.- Tolentino Hernández, Homero. II. Series. Primera edición: julio de 2013 © Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C. www.adabi.org.mx Corrección de estilo: Candy Ornelas Formación: Rosa María García Hernández Cuidado de la edición: Priscila Saucedo García ISBN: 978-607-416-285-1 Se autoriza la reproducción total o parcial siempre y cuando se cite la fuente Derechos reservados conforme a la ley Impreso en México ÍNDICE Presentación 7 Síntesis histórica 11 Cuadro de clasificación 18 Inventario del archivo parroquial 19 PRESENTACIÓN Este año Adabi de México A.C. conmemora su primera década, motivo por el cual manifestamos nuestra alegría. Ahora somos testi- gos de que cada vez existe mayor diálogo, integración y cooperación de la comunidad por salvaguardar la memoria escrita de México. En Adabi hemos dedicado nuestra vida a la reconquista de la palabra escrita, nuestra misión es evitar el silencio, rescatar para con- servar y propiciar las condiciones de consulta que requiere la so- ciedad. Sumando esfuerzos por un objetivo común, hemos logrado que las instituciones y el personal respondan con mayor compro- miso al apoyo otorgado por la Fundación Alfredo Harp Helú a través de Adabi. Nunca nos hemos detenido, por ello a diez años de creación, más de 300 archivos civiles y eclesiásticos de todo el país han sido res catados e inventariados no sólo para permitir la organización y consulta de los materiales, sino para el desarrollo de la sociedad, rea firmar el amor a la patria, a sus habitantes, a sus costumbres; puesto que son testimonio del patrimonio nacional resguardado por las instituciones. En Adabi día con día nos esforzamos para ser dignos deposita- rios del legado que dejaron nuestros antepasados. Es gratificante para todos los que nos dedicamos a esta labor, cumplir una década de vida con resultados tangibles. Resultados que son fruto de nues- tro compromiso, generosidad y amor por México. Dra. Stella María González Cicero Directora de ADABI de México, A.C. 7 PARROQUIA DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA, MUNICIPIO DE ATOTONILCO EL GRANDE, HIDALGO, AQUIDIÓCESIS DE TULANCINGO SÍNTESIS HISTÓRICA San Agustín de Hipona, Municipio de Atotonilco el Grande, Hidalgo, Arquidiócesis de Tulancingo I Atotonilco el Grande es un municipio que pertenece al Estado de Hidalgo y se ubica casi en la parte central de éste, aproximadamen- te a 37 kilómetros, de Pachuca, ciudad capital del estado. Colinda al norte con los municipios de Metztitlán y Metzquititlán, al oeste con Huasca de Ocampo, al sur con el Mineral del Monte y Mineral del Chico, y al oeste con Actopan. El nombre de este lugar, se debe al histórico dominio de la tripe alianza, ya que dentro de los pueblos tributarios a Tenochtitlan en el dominio de Tlacopan,1 se encontraba Atotonilco, cuyo nombre en náhuatl deriva de los vocablos atl: “agua”, totonqui: “caliente, ar- diente” y la posposición co: “de, por, hacia, sobre”,2 por lo que su significado es “Lugar de agua caliente”. Cabe mencionar que en el Estado de Hidalgo existe otro pueblo que se llama Atotonilco y que también formaba parte de los tributarios, por lo que, para distin- guirlo del otro pueblo, se le llamó en náhuatl Huei Atotonilco, pues huei en náhuatl significa “grande” o “viejo”3 y así se le quedó Atoto- nilco el Grande, cuyo glifo se puede ver en la parte inferior izquier- da de la foja 9 del códice llamado Matrícula de Tributos, en el que aparece una olla de barro colocada sobre unas piedras a manera de fogón, y en la parte superior de la olla el símbolo del agua. 1 Pedro Carrasco, Estructura política-territorial del imperio tenochca. La triple alianza de Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan, México, fce, 1996, pp. 187-195. 2 Cfr. Remi Siemeon, Diccionario de la lengua del náhuatl o mexican, México, Siglo xxi, 2010. 3 Víctor Manuel García Ballesteros, Monografía del municipio de Atotonilco el Grande, Hi- dalgo, México, Instituto Hidalguense de la Cultura, Colección Lo Nuestro, 1993, p. 31. 11 La historia de Atotonilco estuvo ligada a la jurisdicción de Tu lancingo, pues una vez conquistados por los aztecas, quedó como cabecera de una “provincia” que agrupaba a Tollantzingo ( Tu- lancingo), Acaxochitlán, Cuachquetzaloyan (hoy Huasca), Singui- lucan (Itzihuquilyocan) y Hueyapan, que junto con estos lugares tributaba periódicamente.4 En la Conquista, los españoles some- tieron estas tierras desde 1521, sin embargo, se suscitaron diferen- tes rebeliones y fue hasta 1557 cuando la Corona tuvo el control de estos lugares, quedando Tulancingo como el centro de la admi- nistración.5 En la época de la Colonia, el primer encomendero de Atotonil- co el Grande fue Pedro de Paz, quien tuvo como objetivo educar a los indígenas en la religión católica.6 Para 1536 llegaron los primeros frailes de la orden de los agustinos bajo el control de fray Alonso de Borja, tiempo después bajo el mandato de fray Juan de Sevilla se construyo el templo dedicado a san Agustín, aproximadamente en- tre 1542 y 1562.7 En 1571 fray Juan Pérez hizo una descripción del pueblo y su comarca señalando la existencia de algunos pueblos como: Yautengo, Amaxac, Quauhtla, Huasca, Los Reyes, Santa Ca tarina, San Martín, Tepexixipuchco, Mizquitlán, Zultepec y Ce- tlihuetzian. La labor evangelizadora de los agustinos terminó en 1754, cuando tomó posesión el cura Joseph Bautista de Estrada,8 dependiente del arzobispado de México. Más tarde, para la erección de la diócesis de Tulancingo (hoy arquidiócesis) en 1862, se aprovecharon las delimitaciones territo- riales ya establecidas desde la Corona, para instaurar los lugares que 4 Ibidem, p. 5. 5 Peter Gerhard, Geografía histórica de la Nueva España 1519-1821, México, unam, 2000, pp. 344-345. 6 Ibidem, p. 345. 7 García Ballesteros, op. cit. p. 6. 8 Archivo Parroquial de San Agustín de Hipona (apsah), Atotonilco el Grande, sección Sacramental, serie Bautismos, f. 67 v., vol. 1, caja 2. 12 abarcaría la diócesis.9 Por lo que Atotonilco el Grande ha formado parte, desde aquellas fechas, de la arquidiócesis de Tulancingo. II En la parroquia de Atotonilco Hidalgo, dedicada a la advocación de san Agustín de Hipona, se encuentra el archivo parroquial, cuyos documentos registran la identidad histórica de las personas de esta región, en el tramo de tiempo de 1652-1937. Así, se encuentra en la sección Sacramental el registro más antiguo, que data de 1652 y que corresponde a la serie Defunciones, en el que se puede leer que fue enterrada una mujer casada el primero de junio de nombre Jhoa- na de Valencia, dicha acta fue firmada por fray Antonio de Ribero. La información que se puede encontrar en la sección Sacramen- tal da cuenta de la condición o calidad racial, pues hay libros de bautismo y matrimonios, en un periodo aproximado entre 1696 y 1885, en donde claramente se dividen los registros de indios por un lado y los registros de españoles, mestizos y demás castas, por otro. Así mismo, en los volúmenes de bautismos, matrimonios y defun- ciones, se puede indagar sobre los nombres de quienes reciben el sacramento o el servicio, su edad, estado civil y el lugar de proce- dencia; también el nombre sus familiares ya sea padres o cónyuges, de igual manera el nombre de sus padrinos o testigos dependiendo sea el caso. En esta misma sección, en los registros sobre información matrimonial, que abarca las fechas de 1728 a 1937, el contenido es- crito es mucho más detallado, pues además de los datos generales que se pueden encontrar en las otras series, en estos documentos se anotaron otros aspectos de la vida de los implicados, testigos y de más involucrados, tales como: ocupación, parentescos, afinidad, motivos de su compromiso, así como declaraciones sobre su vida 9 Pío IX, Bula In Universa Gregis. Para la creación de la diócesis de Tulancingo, Roma, 26 de enero de 1862. 13 privada y pasada. En esta sección, la serie correspondiente a confir- maciones es poca y en su mayoría más reciente en lo que a fechas se refiere. Los sacramentos en este archivo ocupan aproximadamente el 75 % de la documentación, pues de las 80 cajas que se ocuparon 62 de ellas fueron utilizadas para esta sección. Los datos históricos sobre la parroquia y los asuntos concer- nientes a la administración de la misma, los encontramos en la sec- ción Disciplinar, en donde se debe resaltar la serie Cofradías, pues en ellas sus miembros encontraban seguridad espiritual, beneficen- cia social, financiaban las festividades y fabrica de templos, etcétera. Así, en Atotonilco existieron hermandades dedicadas al señor de Tesoquipan, a nuestra señora de la Caridad, al padre Jesús Nazare- no, al señor san Nicolás, a san Agustín, a san Vicente, como las más importantes del curato. La importancia que tenía Atotonilco también se ve reflejada en el archivo, ya que en las actas de cordilleras, se registra como cabe- cera de un grupo de parroquias en las cuales se encontraban Huas- ca, Real del Monte, Mineral del Monte, Omitlán y Atotonilco el Chico (hoy conocido como Mineral del Chico), por lo que, a este curato llegaban los avisos, mandatos, edictos y demás diligencias de la arquidiócesis de México y en su momento de la diócesis de Tulan- cingo.