Estudio Sobre La Ermita De La Sangre De La Adrada
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TRASIERRA, 5, 2002 · 7 TRASIERRA, 5, 2002 · pp. 95-116 E. Martínez Estudio sobre la Ermita de la Sangre de La Adrada “Cualquier objeto rescatado de la tierra es un docu- rante toda su historia, que bien podría denomi- mento histórico importante que esconde multitud de cla- narse la Ermita del Silencio, es la ruina- ves para conocer nuestro pasado y a nosotros mismos, estercolero de la Ermita de la Sangre. por tanto merece ser conservado y estudiado. Algunos de Desde esa Asociación, nos autoadjudica- estos objetos arqueológicos no poseen otro valor que el do- mos la obligación de intentar recuperarlas para cumental...” el pueblo, o al menos dignificar esas ruinas; nuestro inicial desconocimiento sobre las difi- Alicia Perea, científica titular del CSIC1 cultades del asunto nos hizo pensar que aquello sería coser y cantar. ¡No podíamos imaginar cuántos interrogantes, sin respuesta histórica o 1.Introducción. de voluntarios silencios, íbamos a encontrar en En el Ciclo de conferencias que la SEVAT orga- el doble intento de escribir sobre la Ermita, des- nizó el año 1998, hablando sobre las posibilida- de y hasta donde nos fuera posible, y de ir po- des turísticas de La Adrada, decíamos que “pie- niendo los medios para su recuperación! Lo pri- dras tenemos pero desperdigadas o enterradas, sin conce- mero fue difícil; lo segundo, hasta este momen- derles todo el valor que tienen; y que esas piedras, recupe- to, parece imposible. radas, son las que el turista busca y agradece encontrar en Queremos dar las gracias a todos aquellos los pueblos que visita, y también es por esas piedras por las que, al saber de nuestras dificultades, nos ani- que respeta profundamente a las gentes de esos pueblos, maron e incluso nos ayudaron cuanto pudieron; porque detecta en ellos la sensibilidad de la que tan escaso ellos saben quienes son y huelga el que aquí anda el grosero mundo que nos ha tocado estar viviendo”2 aparezcan sus nombres. Con motivo de esas conferencias, meses Deseamos expresar nuestro agradecimien- más tarde, nació Tietar: Valle y Montaña (Aso- to a Dña. Elisa Martínez, hija de D. León Mar- ciación Amigos de La Adrada), entre cuyos fi- tínez, por la agradable y profunda charla que nes tiene conservar y mejorar el entorno natu- nos permitió mantener con ella sobre la Ermi- ral, proteger el legado de sus tradicionales cos- ta de la Sangre y los problemas familiares rela- tumbres, vestidos y bailes, edificios, ferias y c i o n a d o s c o n l a m i s m a . fiestas, potenciando así el ambiente cultural de Nuestro agradecimiento a D. Vicente Serra- La Adrada. no, de 83 años, que había trabajado en la serre- Uno de esos edificios seculares —extramu- ría, junto a la Ermita de la Sangre, por la amis- ros de la Villa, en el cruce de caminos “que se ha- tosa charla, sentados en el “Cauce”, junto a la ce a la olivilla”— olvidado hasta tal extremo du- Residencia; y también a D. Anastasio, prodigio 1 Perea, Alicia. ¡Enhorabuena British!, ABC, 11/07/01. 2 Martínez, Emilio. Posibilidades turísticas de La Adrada.Trasierra (Boletín de la SEVAT), año III, núm. 3, págs. 55 y 59. 8 · TRASIERRA, 5, 2002 de memoria y de muchas más cosas, quien re- de lo profano: se santigua al salir de casa, al cordaba, cuando él era joven, cómo se mante- pasar frente a una iglesia o frente a una cruz en nían las paredes y una puerta de la Ermita. medio del campo; reza al alba (dando gracias al Sería injusto no agradecer la colaboración Señor por dejarle ver la luz de otro día), a me- prestada por el Ayuntamiento de La Adrada y, diodía (el Angelus) y por la noche (a las almas sobre todo, a D. Cesáreo García Blázquez, cura benditas del Purgatorio para que lo despierten párroco de la Villa, y a Don Justo García Gon- a la hora que necesita levantarse), con oracio- zález, Archivero Diocesano, sin cuyas colabora- nes en un latín que ya no entiende; cuando na- ciones, algunos puntos de esta historia hubieran ce un pollito le da tres granos de trigo, en quedado incompletos. nombre de la Santísima Trinidad, para que sea buena ponedora o un buen reproductor; se arrodilla ante las procesiones, se descubre ante 2. Siglo XV: Unas pinceladas de historia. un cura o religioso y hasta en el juego debe re- cordar que Dios está presente: 2.1.Aspectos religiosos en Castilla. “La baraja de los naipes Intentaremos comprender - de la mano de Hui- 3 yo te la voy a explicar zinga , un clásico en la historia del medievo eu- para que de Dios te acuerdes ropeo y de Emilio Mitre4, gran conocedor de cuando vayas a jugar”. nuestra Edad Media - cuáles eran y cómo se ex- presaban los sentimientos religiosos en el s. XV Las Ordenanzas de la Villa de La Adrada, en Castilla y, como consecuencia, en La Adrada. aprobadas por D. Antonio de la Cueva, que no La religión, la cultura y el tiempo en que son más que refundición de las ya existentes ( en ambos se dan, constituyen una tríada imbricada esta villa teníades muchas ordenanças, así hechas anti- esencialmente en el hombre que vive ese tiem- guamente muchos años á ) comienzan: En el Nom- po, bebe esa cultura y practica esa religión; pues bre del Padre e Hijo e Espiritu Sancto, que son bien: en los estertores de la Edad Media el tres personas y un solo Dios verdadero... hombre castellano vive inmerso en la fe y todas Los signos de la gracia divina se multiplican sus acciones son puestas en relación con la fe continuamente: junto a los Sacramentos se exi- en Cristo y con las entidades custodias de esa gen multitud de sacramentales, como el agua fe, sean los reyes o el clero. bendita, las bendiciones o las fuentes de los El pensamiento de las clases altas se des- santos; de las reliquias, con suma facilidad, se envuelve entre la pena por la pérdida del pla- pasa casi al amuleto: escapularios, hábitos, túni- cer, de la belleza o el poder terrenal y el mie- cas y caperuzas en determinados momentos; do a la privación de la gloria eterna, o, más los santos aparecen por doquier, a quienes se concretamente, el miedo al infierno; para la convierten en factores directos más que en in- gran masa del vulgo, a quien le importa un co- termediarios; cada mal tiene el santo que lo re- mino las intelectuales demostraciones de los media y si no existe se inventa por el mismo grandes predicadores, porque no las entiende, vulgo; es cuando crece el número de Órdenes la fe la canaliza en sus actos cotidianos me- Religiosas, Congregaciones, Institutos, Cofra- diante referencias concretas; tanto empapa su días, Hermandades y Comunidades. vida de religión que, en muchas ocasiones, “El desarrollo de una religiosidad popular de sig- aquella fe del labriego no alcanza a distinguir no escatológico y apocalíptico ha sido una de las carac- dónde está lo auténticamente religioso y dón- terísticas del Bajo Medievo “5. El Dies Irae y los tra- 3 Huizinga, Johan, El otoño de la Edad Media, Madrid, 1984, Alianza Universidad, 6ª Edición. 4 Mitre, Emilio. La España Medieval, Madrid, 1984. Ediciones Istmo, 2ª Edición. TRASIERRA, 5, 2002 · 9 tados del Ars moriendi ponen de manifiesto a ta que había actuado como un príncipe del una sociedad torturada por el pensamiento Renacimiento. constante en las postrimerías; tanto que, en La hegemonía marítima aragonesa, en muchas ocasiones, como en los herejes de Du- 1443, había instalado en Nápoles al rey Alfon- rango, 1442 y 1445 -comunidad de gente de so V de Aragón, que trata de imponer su auto- extracción humilde, con una vida de exaltado ridad a toda Italia. Para evitar la oposición de misticismo, inspirada en las doctrinas de los Roma (el Papado se entiende), que nunca ha- fratichelli-, traspasa los límites de la ortodoxia bía cesado de obstaculizar cualquier suprema- y cae en la herejía. cía política sobre la península, “Alfonso consiguió Desde principios del s. XV, las tremendistas la elección de un papa español: Calixto III (1445- predicaciones de San Vicente Ferrer conducen a 1448) un Borja...”7 multitud de penitentes por los caminos cristia- A la muerte de Nicolás, en el cónclave de la nos de la península, arrastrando cruces, a pie elección de su sucesor, y como durante mucho descalzo, vestidos de saco unos y otros con las tiempo atrás, Colonnas y Orsinis se disputaban túnicas y capuchas más dispares, azotando, a ve- la tiara pontificia, jugando sus bazas los prime- ces, sus desnudas espaldas. ros por el Cardenal Capránica y por el griego El 26 de Enero de 1502 entra en España Besarión los segundos. Juana de Castilla, heredera del trono de las Es- Besarión habría triunfado si el Cardenal pañas, seguida de la nobleza castellana que la Alain de Avignon no hubiera abortado el nom- acompañó desde su marcha a Flandes seis años bramiento mediante sus agrias acusaciones so- antes; viene con ella su esposo, Felipe el Her- bre el neoconverso griego en cuyas barbas que- moso, seguido de un gran número de nobles daban todavía los resabios del Cisma Occiden- flamencos, entre los que se encontraba Antonio tal. de Lalaing, su cronista. Los Cardenales, con la influencia del rey de El 4 de febrero entran en Vitoria, el 12 en Aragón, se inclinaron por una elección de puro Burgos y el 28 en Valladolid. El viernes 25 de compromiso y nombraron a un Cardenal de 76 Marzo, Viernes Santo aquel año, después de años, español y poco amigo de las artes, el va- atravesar tierras de Ávila y Segovia, entran en lenciano Alfonso de Borgia, un jurista, doctor in Madrid: utroque iure, canónigo que fue de Lérida, secreta- “Ante la vista de los asombrados flamencos se des- rio y asesor de Alfonso V y Cardenal desde plegó un nuevo espectáculo: el de los disciplinantes, con el 1444, el primer español que ocuparía legítima- torso desnudo, castigando sus carnes a puro latigazo: Y mente la Cátedra de Pedro.