América sin nombre, no 16 (2011) 171-180 ISSN: 1577-3442 / eISSN: 1989-9831

Carmen de Mora Catedrática de literatura hispano- americana en la Universidad de Sevilla. Es autora de numerosas publicaciones sobre narrativa his- panoamericana contemporánea, relato breve y literatura Colonial. Entre sus libros figuran: Teoría y práctica del cuento en Cortázar (1982), Las siete ciudades de Cí- EN TORNO A LOS DETECTIVES bola. Textos y testimonios sobre la expedición de Vázquez Coronado (1992), En breve. Estudios sobre el SALVAJES DE ROBERTO BOLAÑO cuento hispanoamericano contem- poráneo (2ª ed. 2000) y Escritura CARMEN DE MORA e identidad criollas. El Carnero, Universidad de Sevilla, España Cautiverio feliz e Infortunios de Alonso Ramírez (2010). Es editora [email protected] de Nuevas lecturas de La Flori- da del Inca (2008) y Humanismo, mestizaje y escritura en los Comen- tarios reales (2010). RESUMEN

En el presente artículo se examinan algunas cuestiones fundamentales de la obra de Bolaño en general y de Los detectives salvajes, en particular: el lugar que ocupa el escritor en la narrativa hispanoamericana de los últimos años; la estructura tripartita de la novela con las peculiaridades espaciales y las alteraciones cronológicas que presenta; la proyección autobiográfica y el mito de la vida artística; y el género policial como «architexto» de la novela. Por último, se profundiza en aspectos compositivos de Los detectives salvajes que tienen que ver con las razones que mueven la escritura postdictatorial de Bolaño. Palabras clave: Roberto Bolaño, Los detectives salvajes, narrativa chilena última, novela policial.

ABSTRACT

This contribution examines some fundamental aspects of Bolaño’s works in general and of Los detectives salvajes, especially: the writers’ place in current Hispanoamerican narrative; the Cubierta Los detectives salvajes. tripartite structure of the novel with its spatial particularities and chronological alterations; the autobiographical projections and the myth of artistic life; and the detective story as the novel’s «architext». Lastly, the article goes more deeply into some compositional aspects which are connected with the motivations of Bolaño’s post-dictatorial writing. Keywords: Roberto Bolaño, Los detectives salvajes, current Chilean narrative, detective novel.

Introducción tes: La literatura nazi en América y Estrella distante, ambas de 1996. Como se sabe, Roberto Bolaño (Los Án- Entre las generaciones más recientes de geles, Chile, 1953-, 2003) empezó a escritores latinoamericanos, Bolaño se ha ser un escritor reconocido y de extraordinario convertido en un referente, sobre todo desde éxito a raíz de la publicación de Los detecti- que a partir de la década de los noventa su ves salvajes en 1998, obra con la que ganó en obra llegó a un considerable número de lec- España el premio Herralde de novela y con tores. Este reconocimiento se materializó en la que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos, el Encuentro de Autores Latinoamericanos el más prestigioso que se concede en Hispa- promovido por la Editorial Seix Barral –más noamérica. Consiguió también el del Consejo exactamente, por Adolfo García, director del Nacional del libro y del Círculo de Críticos sello– y celebrado en la sede de la Fundación de Arte de Chile. Antes de publicarla, ya ha- Lara, que tuvo lugar en Sevilla, en junio de En torno a Los detectives salvajes de Roberto Bolaño bía sacado a la luz otras dos obras importan- 2003, cuando apenas le quedaban a Bolaño CARMEN DE MORA

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unos días de vida. Algún episodio de aquel acompañado de una imagen reduccionista de encuentro ha sido recreado por Volpi en su la novela acorde con las expectativas de los libro de ensayos Mentiras contagiosas (2008). lectores americanos: de un lado, la rebeldía En él participaron, además de Bolaño: José idealista de la juventud y la afición por la María Conget, Jorge Franco, Rodrigo Fre- poesía, identificada con los 70; de otro, las sán, Santiago Gamboa, Gonzalo Garcés, consecuencias morales que se desprenden Fernando Iwasaki, Mario Mendoza, Ignacio de llevar tales actitudes hasta sus últimas Padilla, Cristina Rivero Garza, Edmundo consecuencias, pues casi todos los persona- Paz Soldán, Iván Thays y Jorge Volpi. Las jes desaparecen o terminan de forma trágica Actas de aquella reunión se publicaron con (Pollack, 2009, p. 361). También la prestigiosa el título de Palabra de América (Editorial escritora Susan Sontag contribuyó al éxito Seix Barral y Fundación José Manuel Lara, de su recepción cuando sentenció: «Bolaño Edición en inglés de Los detecti- Barcelona, 2004), prologadas por Guillermo es el más influyente y admirado novelista en ves salvajes. Cabrera Infante, con epílogo de Pere Gim­ lengua española de su generación» (Manzoni, ferrer. Al debatir sobre la identidad de la Gras, Brodsky, 2005, p. 72). literatura latinoamericana actual y las nuevas Además de los conocimientos enciclopé- generaciones llegaron a la conclusión de que dicos que poseía en lo referente a literatura y 1 Borges era tal vez el escritor más fecundo e cine, las circunstancias personales de Bolaño El temido agente literario Andew Wylie, El Chacal, se ha hecho influyente del siglo pasado para las letras his- sin duda jugaron un papel: la vida azarosa que con algunos inéditos de Bolaño, panas actuales y que el más influyente de la llevó durante años, la experiencia que vivió entre ellos, la novela El Tercer 2 Reich y Los sinsabores del ver- actualidad era Bolaño, el que estaba abriendo en la cárcel cuando le sorprendió en Chile . dadero policía, publicadas en caminos nuevos. donde se encontraba de paso, el golpe mili- 2010 y 2011 respectivamente. La fama y el éxito del escritor chileno tar, la relación de algunas de sus obras con el 2 han trascendido las fronteras de habla hispa- subgénero de las novelas de las dictaduras del Algunos conocidos suyos han na. ¿Cómo se explica el fenómeno Bolaño? Cono Sur, la grave enfermedad que padecía y negado tal experiencia y tam- bién que estuviera en Chile ¿Qué factores han determinado que se haya la muerte a los cincuenta años, todo ello ha re- cuando ocurrió el golpe. Sin convertido en un escritor de culto a nivel in- percutido en la dimensión internacional de su duda, el mismo Bolaño fomentó la mitificación de su biografía a ternacional? No cabe duda de que el mundo figura y en la imagen de Bolaño que se ha que- sabiendas de que podía resultar editorial y los medios han jugado un papel en rido vender en Estados Unidos3: la del joven un complemento de su literatura la canonización del escritor1. contestatario, idealista y rebelde de los años con cierto atractivo para los lectores. La lectura que se ha hecho en Estados infrarrealistas; de ahí que la foto del escritor Unidos de la obra de Bolaño es muy distinta a que aparecía en la edición norteamericana 3 Entre las leyendas que circulan la europea, según ha explicado Sarah Po­llack, fuera una de juventud, con melena y aspecto en Estados Unidos sobre su bio- profesora de la City University de Nueva hippie, y no la del hombre maduro y respon- grafía está la de su adicción a la heroína que supuestamente le York, al examinar el fenómeno Bolaño en sable que era cuando la escribió. En la prensa habría provocado una enferme- el mercado editorial norteamericano en su se le comparó con James Dean, Kurt Cobain, dad hepática irreversible. artículo «Latin America Translated (Again): Jim Morrison4 o Jack Kerouac. Con el añadi- 4 Roberto Bolaño’s The Savage Detectives in do de que la crítica, probablemente inducida Él escribió con Antoni García the United States». La autora encuentra detrás por el propio Bolaño, ha encontrado en el Porta Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de de la construcción del mito Bolaño tanto un chileno el digno sucesor de los escritores del Joyce (1984). operativo de marketing editorial como una Boom, pues tras el agotamiento del realismo redefinición de la imagen de la cultura y la mágico, cuyo paradigma está representado literatura latinoamericanas que se ha difundi- por la literatura de García Márquez, los mer- do entre el público lector. Este fenómeno se cados demandaban un producto que ofreciera produjo cuando Jonathan Galassi, editor jefe una imagen nueva de la literatura latinoame- de la estadounidense Farrar, Straus & Giroux ricana. Y es ahí donde Bolaño, al menos por (FSG), una de las firmas más selectas del mun- ahora, con el «realismo visceral» ha llegado a do editorial neoyorkino, publicó la versión en cubrir un vacío. En efecto, la transformación inglés de Los detectives salvajes con el título del infrarrealismo en «realismo visceral» –ex- de The Savage Detectives, en 2007. Las obras presión que evoca y rechaza al mismo tiempo anteriores a esta se habían publicado en una el «relismo mágico»– así como su instalación prestigiosa editorial independiente y mino- en Barcelona, sede editorial del «Boom», in- ritaria, New Directions. No obstante, como vitan a pensar que Bolaño era muy consciente En torno a Los detectives salvajes de Roberto Bolaño Pollack demuestra en su ensayo, el éxito de del espacio que se estaba disputando en el CARMEN DE MORA Los detectives salvajes en Estados Unidos iba campo literario latinoamericano.

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Los detectives salvajes (1998) do por preguntas metafísicas. Los personajes de Bolaño son menos especulativos, se da en Extensa y muy ambiciosa, es una novela de ellos un instinto de supervivencia, un vitalis- 609 páginas, que recuerda los grandes proyec- mo que los empuja a la aventura y la acción, tos novelísticos de los escritores del «Boom», aunque a la postre todo resulte inútil. pero la actitud literaria de Bolaño toma sana García Madero es un muchacho huérfano distancia de sus precursores latinoamericanos. de 17 años, estudiante de derecho, que vive El título es un oxímoron porque «detective» con sus tíos y cuya verdadera vocación es es un tipo específico de policía, el que practica la literatura. Está inspirado en Juan Esteban Roberto Bolaño. investigaciones basadas en la deducción, y Harrington: productor audiovisual chileno 5 «salvaje» entre otros significados quiere decir: que en la época del infrarrealismo tenía 15 Las dos palabras están presentes instintivo, incontrolado, no cultivado, primi- años. Se inscribe en el taller de poesía de Julio también, aunque separadas, en Los perros románticos, poemario 5 6 tivo . «Salvaje», que podría ser sinónimo de César Álamo , en la Facultad de Filosofía y de textos escritos entre 1980 «visceral», por tomar una palabra archiutiliza- Letras, entra en contacto con los militantes y 1998. da por el propio Bolaño, le resta a «detective» de un grupo poético vanguardista, el realismo 6 todas las connotaciones de racionalismo y visceral, cuyos predecesores en los años veinte Se trata de Juan Bañuelos, poeta mexicano perteneciente al grupo orden que pudiera insinuar. Creo que el título fueron contemporáneos de los estridentistas, La Espiga Amotinada, integrado apunta a la idea de una búsqueda desesperada y de ese modo queda integrado en la pandilla. por Jaime Augusto Labastida, que necesariamente ha de resultar infructuosa Los verdaderos líderes del grupo son Ulises Eraclio Zepeda, Jaime Augusto Shelley y Oscar Oliva. Este gru- e inútil, y que se disuelve en el vacío. La figura Lima, en realidad el poeta mexicano Mario po defendía posiciones políticas heterodoxa del detective o del salvaje resulta Santiago, íntimo amigo de Bolaño, y Arturo enmarcadas en las grandes uto- pías del siglo XX; denunció la una imagen del poeta. El viaje de los protago- Belano, chileno y alter ego del escritor; ambos pobreza y la marginación de los nistas al desierto de Sonora no es más que una llevan una vida un tanto misteriosa en esta indígenas de México. metáfora de la estética nihilista de Bolaño: la primera parte, casi nunca están con el grupo, 7 literatura, el mundo, nosotros, todo camina sólo aparecen de vez en cuando, y García Mara Larrosa y Vera Larrosa, en hacia la disolución. Madero sospecha que viven del reparto de la vida real. En su estructura la novela consta de par- marihuana a domicilio. 8 tes que llevan los subtítulos de: Mexicanos per- Los demás personajes son las hermanas Apodo real de Jorge Hernández, actor y realizador de performan- 7 didos en México (1975), Los detectives salvajes María y Angélica Font , la fallecida poeta ces que trabaja en París. (1976-1996) y Los desiertos de Sonora (1976). Laura Damián (un verdadero símbolo para el 9 grupo, doble, por tanto, de Cesárea Tinajero, Se trata de Carla Rippey, artista Primera parte que sería una predecesora suya), la joven visual norteamericana, fue muy prostituta Lupe, Piel Divina8 y la pintora amiga de Bolaño y corresponsal suya hasta poco antes de su 9 Está narrada por Juan García Madero, el Catalina O’Hara . De otra generación pero muerte. más joven de los real visceralistas, en forma también colaborador del grupo es el padre 10 de diario, igual que la tercera parte, su con- de las hermanas Font, un arquitecto medio Manolo Larrosa, en la realidad, tinuación. En cierto modo, García Madero chiflado llamado Joaquín o Quim.10 Los real padre de las hermanas Larrosa. es una especie de alter ego de Bolaño: la uti- visceralistas son iconoclastas que comparten 11 lización de la primera persona y la forma de el deseo de transformar la poesía mexicana Comentan Idez y Baigorria que diario invitan a tomar en cuenta esta hipótesis. que se encontraba estancada entre el imperio la formación del grupo tuvo lu- gar a raíz de la expulsión de la Comienza esta parte en noviembre de 1975 y de Octavio Paz y el imperio de Pablo Neruda, UNAM, en 1974, por la actitud termina el 31 de diciembre de ese mismo año «entre la espada y la pared». de rechazo que mantuvieron con el poeta Juan Bañuelos en en casa de la familia Font. En las anotaciones, Cafés, bares y librerías, la casa de las herma- el taller de poesía de Difusión comprendidas en 124 páginas, se refieren epi- nas Font y varios apartamentos son los lugares Cultural de la Universidad que él dictaba: «Lejos de dispersarlos, sodios de una bohemia mexicana (literatura, de reunión y puntos de encuentro del grupo. el rechazo unió aún a los insu- alcohol y sexo) que nos trasladan inevitable- A través de los libros que roban, se muestran e misos, que fijaron algunas de mente al mundo de las novelas de Cortázar, intercambian podemos seguir sus preferencias sus costumbres más arraigadas, como emprender caminatas in- principalmente Rayuela. También aquí hay un literarias, por ejemplo, el Manifiesto del Mo- terminables por México DF, leer grupo de amigos apasionados por la lectura, vimiento Eléctrico francés (de Michel Bulteau, toda la poesía que caía en sus manos y trasnochar recitando y con aficiones intelectuales y literarias, y vi- Matthieu Messagier y Jean-Jacques Faussot, discutiendo sus textos unos con cisitudes amorosas. También ellos padecen la entre otros), escritores como Alain Jouffroy, otros». (Cfr. Idez y Baigorria, angustia existencial de una generación que no Sophie Podolski o Raymond Queneau. 2008). encuentra las respuestas adecuadas a sus in- Es en esta primera parte donde mejor se En torno a Los detectives salvajes de quietudes. Aunque hay diferencias notables: proyecta la imagen de la ciudad a través de los Roberto Bolaño no aparece ningún Horacio Oliveira paraliza- itinerarios de la pandilla11 que practicaba una CARMEN DE MORA

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12 suerte de nomadismo urbano: en bares, como del acoso de Alberto, Ulises y Arturo van, En realidad se trata del café La Habana: «un reducto de pe- el «Encrucijada Veracruzana», calle Bucareli, además, tras la pista de Cesárea Tinajero, la riodistas y escritores en el que donde solían reunirse (17 y ss.); en cafés: el mítica fundadora del real visceralismo en los podía llegar a verse a Juan Rulfo 12 tomándose el penúltimo tequila café «Quito» (Habana), un poco más arriba años veinte, que se encontraba en el norte con Augusto Monterroso. No del Encrucijada, otro punto de encuentro del país, en los parajes desérticos del Estado sólo era un lugar idóneo para (23); en las múltiples librerías y, por último, de Sonora. Esta mujer, después de fundar el conspiraciones poéticas: veinte años antes Fidel Castro le expli- en las zonas y calles. La mayoría de estos grupo, de editar un número, el único, de la caba en una de esas mesas al lugares adquieren una connotación artística revista Caborca13, de mudarse de la capital y Che Guevara cómo liberarían juntos una isla del Caribe ha- y literaria similar a la que tenía el Café en las de pasar una temporada en compañía de los ciendo pasar un pocillo de café vanguardias, al margen de la literatura insti- estridentistas, había desaparecido sin dejar por el yate Gramma». (Idez y Baigorria, 2008). tucional y en medio de la vida. Baste recordar rastro. Mientras ellos huyen de Alberto y el Sanborn’s, donde se reunían los Contem- siguen la pista de Cesárea Tinajero, a su vez 13 poráneos, el Café París, donde se hacía la son perseguidos por Alberto. Es lo que se Amadeo Salvatierra correspon- 14 de a Rodolfo Sanabria, pintor revista Letras de México, y el Europa, punto cuenta en la tercera parte con evidentes estridentista. Poseía el único nú- de encuentro de los estridentistas, situado en guiños cinematográficos. Probablemente el mero que había aparecido de la revista Caborca dirigida por la avenida Jalisco, lugar donde se inauguró más llamativo es el Impala blanco, un modelo Cesárea Tinajero, ejemplar que la primera exposición del estridentismo. A de 1958 que aparece en la película American les enseña a Belano y Lima se- ñalándoles que es «lo único que él le dedicó Arqueles Vela El Café de Nadie. Graffiti (1973), dirigida por George Lucas, queda de Cesárea Tinajero» (Bo- Bolaño, en Los detectives salvajes, le hace bajo la producción de Francis Ford Coppola. laño, 1998, p. 20). En lo sucesi- un guiño al Europa a través del Encrucijada El film se sitúa en el verano de 1962 en que vo citaré por esta edición). En esa misma revista figura el único Veracruzana. un grupo de adolescentes pasan sus últimos poema de Cesárea, un poema La originalidad de Los detectives salvajes días juntos antes de marcharse a estudiar a hecho de líneas geométricas ti- tulado «Sión». El hecho de que en la recreación de la capital mexicana es que, distintas universidades. Rebeldes y provoca- Caborca etimológicamente signi- siendo chileno el autor, consigue apresar tan dores, ante el cambio de vida que les espera, fique cerrito o pequeña loma, de que esté situada al noroeste del bien la atmósfera de la ciudad que se diría es- viven al límite esos últimos momentos y dis- Estado de Sonora, lugar adonde crita por un nativo: «Estamos ante una de las frutan de la vida en pandilla, fiestas, carreras se fue a vivir Cesárea Tinajero, más brillantes novelas mexicanas» –ha escrito de coches, los grandes éxitos de rock de los induce a pensar que su poema «Sión» se refiere a Caborca. el escritor mexicano Juan Villoro (2002, p. cincuenta, etc. Sobre todo porque Caborca es 78.). Bolaño, en efecto, ha captado magistral- En cuanto a Cesárea Tinajero, se trata una ciudad famosa por los nu- merosos petroglifos que posee mente la ciudad de los setenta, un momento en realidad de Concha Urquiza, una poeta con diferentes formas como re- histórico que forma parte del período (1950- michoacana (1910-1945) que murió muy presentaciones animales, figuras humanas, grecas, laberintos, fi- 1980) en que «la capital abandona su orga- joven y cuya poesía ha sido relacionada con guras geométricas, etc. Es decir nización razonable, se extiende hasta incluir la mística y el erotismo; aunque su obra que los dibujos representados todo el Valle de México y se transforma en conocida es escasa se la ha comparado con en el poema guardan cierta afi- nidad con los motivos de los megalópolis o cadena de ciudades» (Monsi- los grandes poetas religiosos, como Sor petroglifos. váis, 1985, p. 16). Juana, por su originalidad y profundidad.

14 El día de la cena de fin de año, de 1976, en Murió ahogada en las aguas de Ensenada, En 1993, en Blanes, Bolaño casa de los Font, Quim, el padre de María y Baja California. escribió el poema largo «Los Neochilenos» dedicado a Ro- Angélica, decide que Belano y Lima se lleven drigo Lira, el joven poeta chi- hacia el Norte a Lupe, una joven prostituta Segunda parte leno que se suicidó durante la acosada por el «padrote» (proxeneta) Al- dictadura, poema que poste- riormente constituyó la segunda berto, quien la explota para vivir a su costa. La parte más extensa y ambiciosa, la se- parte de Tres, un poemario del Para favorecer la huida, pone a disposición de gunda, de 413 páginas, es la que da título al autor publicado en Barcelona, El Acantilado, 2000. Es un texto ellos su Ford Impala blanco. García Madero libro, abarca veinte años y sucede en muchos que recuerda el viaje a Sonora se une a ellos y así termina la primera parte. lugares –México, Nicaragua, Estados Unidos, de Ulises Lima, , García Madero y Lupe en Los Mientras que Lupe y García Madero escapan Israel, Francia, España, Angola, Austria, etc. detectives salvajes. Aquí se trata también de un viaje hacia el norte desde Santiago de Chile hacia el desierto y de allí a Perú, no en un Impala sino en una camioneta, pero recrea varios se dirigían hacia Lima, las tiempos conviven, dijo Pancho errantes, como los ha definido de los motivos que aparecen referencias a los libros que Ferri/, el vocalista. O con- su amigo Vila Matas: «seres en la novela: la precariedad leían, el azar, la superposición fluyen,/ Vaya uno a saber.» que a mí me parece que va- económica, el tráfico de dro- temporal: «El viaje comenzó (Bolaño, 2000, p. 55). Los gan en lugares extraños, en gas, los pares («Jetachancho un feliz día de noviembre/ personajes de Bolaño en el unas afueras que no poseen En torno a Los detectives salvajes de y Caraculo»), el fracaso y el Pero de alguna manera el via- poema, en Los detectives salva- un interior, como astillas a la Roberto Bolaño vacío, la compañía de una je ya había terminado/Cuan- jes y en Llamadas telefónicas, deriva supervivientes de un CARMEN DE MORA prostituta que se suma cuando do lo empezamos./Todos los entre otros textos, son seres todo que nunca ha existido».

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El momento axial del que surge esta parte perderse de nuevo en la guerra de Liberia, 15 Un procedimiento característico tiene lugar en enero de 1976, cuando Amadeo donde Urenda le pierde la pista. de Bolaño en esta y en otras Salvatierra15, el último de los estridentistas, novelas, especialmente relevante en esta segunda parte es la compañero de ruta de Maples Arce, List Tercera parte mezcla de personas reales con Arzubide, Arqueles Vela, Luis Quintanilla y personajes ficticios: Carlos Mon- otros, le refiere a un interlocutor innominado Titulada «Los Desiertos de Sonora siváis, Octavio Paz, Juan Marsé, quien consigue una beca de es- la entrevista que le habían hecho Belano y (1976)», consta solo de 150 páginas y en ella tudio para la madre enferma de Lima. Dicha entrevista discurre a lo largo de García Madero continúa el diario en el punto Belano, Maples Arce, Verónica Volkow, bisnieta de Trostky y el trece sesiones y en ella se encuentra prefigu- en que lo dejó en la primera parte. Se narra poeta francés Michel Bulteau, rada la búsqueda de los «detectives salvajes». aquí el desenlace de la huida y búsqueda entre otros. En la entrevista con Monsiváis (1985, pp. 160-1) Es más, temporalmente, coincide con el mes emprendidas por los cuatro amigos en la el blanco de las críticas de los y el año en que los viajeros del Impala se di- línea de On the Road (1957), la novela de jóvenes es Octavio Paz, quien rigen a Sonora16. Salvatierra conserva el único Jack Kerouac, de carácter autobiográfico, aparece en otros momentos de la novela, siempre en términos ejemplar de la revista que publicó la mujer basada en los viajes que Kerouac y sus ami- caricaturescos, solo comparables y el único poema que quedaba de su poesía: gos hicieron por Estados Unidos y México, a los que se utiliza para caracte- rizar a Cesárea Tinajero. «Sión«, una línea recta, otra curva, otra que- a través de la mítica carretera 66, entre 1947 brada y en cada una un pequeño rectángulo y 1950. A Cesárea la localizan finalmente 16 17 Algo nada trivial, puesto que, (un pequeño barco) . El poema es una broma, en Villaviciosa, un pueblucho perdido en el mientras que en la entrevista sa- dijeron ellos, es muy fácil de entender. Cesá- desierto, pero al mismo tiempo, Alberto y el len a relucir los datos obtenidos rea, fundadora del movimiento real viscera- policía que lo acompañaba los encuentran a por los real visceralistas para llevar a cabo el viaje, en la 3ª lista, atestiguó el crepúsculo de la Revolución ellos. En la pelea, mueren Alberto y Cesárea, parte, por la misma fecha, se Mexicana y desapareció sin otro legado que y el policía resulta malherido. Después se se- está realizando el viaje. su leyenda. Los restantes son testimonios paran los cuatro: Ulises y Arturo se marchan 17 en contrapunto, sobre Lima y Belano, de en el Camaro hacia el oeste, Lupe y García Sión es, como se sabe, una de las colinas sobre las cuales está aproximadamente cincuenta personajes que Madero regresan en el Impala a Villaviciosa edificada Jerusalén. El sionismo, se habían relacionado con ellos, y están plan- y duermen en el cuarto de Cesárea, donde el bajo su forma mística, se mani- teados como si fueran respuestas a preguntas joven poeta se hace con la herencia intelec- festó durante muchos años en la creencia de que la vuelta a formuladas en una entrevista o en un inte- tual y poética de ella: los cuadernos de tapas la tierra prometida sería obra rrogatorio policial. Pero además contienen negras que había ido reuniendo todos estos de Dios, a través del Mesías. Creo que Bolaño juega aquí con otras muchas informaciones sustanciosas. años; finalmente, deshacen el camino para re- esa tierra mítica que para los Estos personajes están siendo interrogados gresar al DF. El viaje de García Madero es un real visceralistas era Cesárea Tinajero y que resulta ser un porque se cree que los dos representantes del viaje iniciático; él, el más joven del grupo, es fiasco cuando la encuentran en real visceralismo estaban desaparecidos, pero el destinado a tomar el relevo generacional, la tercera parte de la novela. Es- hay testimonios que son posteriores y tienen a desentrañar en los cuadernos de Cesárea to explica que cuando Amadeo Salvatierra, intrigado sin duda lugar cuando ya los dos se habían marchado su legado poético y desde ahí, con toda la por el poema, les pregunta a a Europa. experiencia de vida y las numerosas lecturas Lima y Belano qué han sacado en claro del poema, ellos respon- Antes de marcharse de México, aunque asimiladas seguir avanzando. La novela ter- dan sin dudar: «es una broma, Lima y Belano lograron su propósito y en- mina con unas enigmáticas imágenes que el Amadeo, el poema es una bro- ma que encubre algo muy serio» contraron a Cesárea Tinajero («La Ítaca de novelista no quiso aclarar. (Bolaño, 1998, p. 376). esta Odisea» –como afirma Jorge Edwards) En la configuración temporal de Los en los desiertos de Sonora, el hallazgo resultó detectives salvajes alternan una linealidad una decepción porque la mujer, transcurrido apocalíptica que tiende a la disolución del medio siglo desde su aventura estridentista, mundo novelesco y un movimiento circular se había convertido en una lavandera de de eterno retorno que sugiere una especie de pueblo, un personaje derrotado por la vida renovación o renacimiento. La circularidad y enajenado, a quien, además, por una serie está sugerida en los saltos temporales con de malentendidos, sus propios discípulos retornos abruptos –el verdadero final está la conducen a la muerte. Después de estos en el segmento 26 de la segunda parte y no hechos, Belano y Lima regresan a la capital. en la tercera– y en la trama misma de la no- El primero decide irse al extranjero, y antes vela, basada en las vicisitudes de un grupo de marcharse a Europa en 1977 publica una poético directamente inspirado en otro an- antología definitiva de la joven poesía la- terior que había surgido medio siglo antes. tinoamericana. De allí se irá a África como Estos nuevos real visceralistas idean incluso En torno a Los detectives salvajes de periodista independiente, conoce al fotógra- una revista, diseñada por Quim Font, que Roberto Bolaño fo argentino Jacobo Urenda y acabará por pretendía imitar a la Caborca de los prime- CARMEN DE MORA

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18 ros. El anagrama de la publicación también Pablo de Rokha y Huidobro», declaró en una Otro detalle autorreferencial bas- tante irónico sobre la novela tiene sugiere el eterno retorno y constituye una entrevista. Sin embargo, en otra entrevista lugar cuando, en París, Ulises cita autorreferencial de la novela18: «una con la escritora mexicana Carmen Boullosa la Lima se cita con Michel Bulteau. En el testimonio de Bulteau sobre serpiente (que tal vez sonreía, pero que más valoración de Bolaño con el movimiento que aquel encuentro, alude a una probablemente se retorcía en un espasmo de lideró no deja de ser crítica: historia que le cuenta Lima y dolor) se mordía la cola con expresión golosa que evidentemente alude a la trama de LDS: «(…) mientras el y sufriente, los ojos clavados como alfileres El infrarrealismo fue una especie de Dadá a la mexi- mexicano iba desgranando en un en el hipotético lector» (Bolaño, 1998, p. 80). cana. En algún momento hubo mucha gente, no sólo inglés por momentos incompren- sible una historia que me costaba poetas, sino pintores y sobre todo vagos y ociosos, entender, una historia de poetas La proyección autobiográfica: los poetas y que se consideraron a sí mismos como infrarrealistas, perdidos y de revistas perdidas y de obras sobre cuya existencia el mito de la vida artística en Bolaño pero en realidad el grupo sólo lo integrábamos dos nadie conocía una palabra, en personas, Mario Santiago y yo. Ambos nos vinimos medio de un paisaje que acaso Georges Duhamel en La misión de la a Europa en 1977. Después de algunas aventuras de- fuera el de California o el de Ari- zona o el de alguna región mexi- literatura le sugiere a quien quiera ser es- sastrosas, una noche en la estación de trenes de Port cana limítrofe con esos estados, critor que viva intensamente la vida y que Vendres, en el Rosellón, muy cerca de Perpignan una región imaginaria o real, pero desleída por el sol y en un emprenda un largo viaje sin pensar en ser y de la estación de trenes de Perpignan, decidimos tiempo pasado, olvidado o que al escritor. Estas palabras podrían servir para que el grupo como tal se había acabado» (Boullosa, menos aquí, en París, en la déca- da de los setenta, ya no tenía la aproximarnos al estímulo vital que alienta la 2002, p. 112). menor importancia. Una historia escritura del chileno, una creatividad que nace de los extramuros de la civiliza- en un ámbito próximo a la experiencia para A excepción del primer manifiesto (1976), ción, le dije» (Bolaño, 1998, p. 240). En cuanto a la circularidad, transformarse artísticamente y trascenderla. de los artículos que publicó en la revista está también en las continuas José Promis, uno de los mejores exégetas de Plural, en 1976 y 1977, todos pertenecien- repeticiones con variantes que contiene la novela, por ejemplo, Bolaño, considera que su literatura busca tes a Bolaño, y de las antologías Pájaros las preguntas de métrica y retóri- manifestar un realismo visceral, una visión de calor. Ocho poetas infrarrealistas (1976)20 ca hechas por García Madero en la tercera parte, mientras viajan interior que pugna por exteriorizarse sin y Muchachos desnudos bajo el arco-iris de en el Impala, evocan las pregun- claudicar frente a órdenes que no emanen fuego. Once jóvenes poetas latinoamericanos tas sobre retórica que este mismo de ella misma, ofreciendo, en este sentido, (1979)21, apenas existen testimonios poéticos personaje le hacía a Julio César Álamo en el taller de poesía, en una construcción de la realidad alternativa ni personales, a pesar de que muchos de ellos la primera parte de la novela. y rupturista por naturaleza (Promis, 2003, sobrevivieron, como los poetas Rubén Medi- Las pesquisas en Sonora sobre el paradero y destino de Cesárea, p. 51). Esta actitud es la que configura Los na, Mario Santiago y Bruno Montané. mediante preguntas a gente que detectives salvajes, novela basada –según es El retorno que Bolaño lleva a cabo en Los supuestamente la conocieron, son paralelas a las contenidas en sabido– en una experiencia personal, cuando detectives salvajes hacia la vanguardia de los la segunda parte de la novela junto al poeta Mario Santiago Bolaño fundó años veinte y al infrarrealismo de los 70 impli- sobre Belano y Lima. El encuentro en México el «infrarrealismo»19, movimiento ca, salvando las distancias, una identificación de Ulises Lima con Octavio Paz en el Parque Hundido reproduce dadaísta y anárquico –representado en revis- con aquellas posiciones estéticas, de ahí que simbólicamente el encuentro con tas y editoriales como Correspondencia Infra, tanto esta novela como algunos de sus cuen- Cesárea Tinajero en Sonora. Rimbaud vuelve a casa o Berthe Trépat– que tos y poemas evoquen la persistencia de los 19 se transforma paródicamente en la novela en principios «infrarrealistas» de juventud a que El término ya existía en el vocabu- lario de Mariátegui para referirse «real visceralismo». Este movimiento supuso aludía Miguel Donoso Pareja en el prólogo de a Philippe Soupault., según señala un homenaje y un retorno a los vanguardistas la antología Muchachos desnudos bajo el arco- el crítico ecuatoriano Miguel Do- noso Pareja en el prólogo de la de los años veinte, en particular a los estriden- iris de fuego. Los postulados defendidos por Antología Muchachos desnudos tistas mexicanos, con quienes compartía una el escritor chileno en el primer manifiesto, en bajo el arco-iris de fuego, de los poetas infrarrealistas, publicada actitud literaria irreverente y desafiante frente efecto, no quedan lejos de las historias ensar- por R. Bolaño en 1979. a los cánones. El interés de Bolaño por este tadas en Los detectives salvajes: 20 grupo data exactamente de 1976 y 1977, años La antología contenía poemas de en que publicó tres artículos en Plural: «Tres Un nuevo lirismo, que en América Latina comienza Roberto Bolaño, Mario Santiago, Bruno Montané, José Peguero, estridentistas en 1976: Arqueles Vela, Maples a crecer, a sustentarse en modos que no dejan de ma- José Vicente Anaya, Rubén Me- Arce, List Arzubide»; «El estridentismo» ravillarnos. La entrada en materia es ya la entrada en dina, Cuauhtémoc Méndez y (1976) y «La nueva poesía latinoamericana: la aventura: el poema como un viaje y el poeta como Mara Larrosa. ¿Crisis o renacimiento?» (1977). El infra- un héroe develador de héroes. La ternura como un 21 Llevaba prólogo de Miguel Do- rrealismo representaba principalmente una ejercicio de velocidad. Respiración y calor. La expe- noso Pareja y epílogo de Pere mirada de admiración desde el presente hacia riencia disparada, estructuras que se van devorando Gimferrer. el período de las vanguardias en Hispanoamé- a sí mismas, contradicciones locas. (…) DÉJENLO En torno a Los detectives salvajes de Roberto Bolaño rica: «El momento más brillante de la literatu- TODO, NUEVAMENTE/LÁNCENSE A LOS CARMEN DE MORA ra chilena fue cuando estaban vivos Neruda, CAMINOS («Déjenlo todo, nuevamente»)

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(…) El riesgo siempre está en otra parte. El verdadero inminencia que finalmente no se produce. De 22 El manifiesto, redactado entera- poeta es el que siempre está abandonándose. Nunca otro, entre los personajes de Bolaño la figura mente por Bolaño, fue publicado demasiado tiempo en un mismo lugar, como los gue- dominante del poeta o del escritor es un in- en la revista INFRA o Revista Menstrual del movimiento Infra- rrilleros, como los ovnis, como los ojos blancos de vestigador heterodoxo de lo real, un detective rrealista. Octubre-Noviembre de los prisioneros a cadena perpetua22. salvaje cuyas búsquedas se disuelven en la na- 1977. Ciudad de México. Javier da. Por tanto, sin olvidar la exploración de las Campos cita también como in- tegrantes a José Peguero, Bruno Los infrarrealistas se acercaron también vinculaciones entre la literatura y el mal –otro Montané, Rubén Medina, Carlos a dos grupos vanguardistas de los 60 y 70: tema recurrente en la obra del chileno suscep- David Malfavón, Javier Suárez Mejía y Mario Santiago. Para el ecuatoriano de «Los Tzántzicos» (1960- tible de conectarse con el género negro–, lo Campos, el manifiesto «no es otra 1969), que practicaron una poesía combativa policial en Bolaño podría considerarse, desde cosa que un reprocesamiento ac- tualizado, en esos 70, de toda la y revolucionaria, y el peruano «Hora Zero» mi punto de vista, una estrategia de escritura poética surrealista de comienzos (1971), cuyo lema era «construir lo nuevo- y de lectura que, desvinculada del razona- del siglo 19 y principios de 20 destruir lo viejo». miento deductivo original, y precisamente más la fuerte influencia de dos grupos vanguardistas latinoame- Aunque posteriormente Bolaño se inclina- por ello mismo, dejaría en evidencia la estética ricanos de los 60 y 70. Primero ra a reducir aquel movimiento «infrarrealista» nihilista del escritor. Carlos Franz, uno de los era el grupo ecuatoriano llamado «Los Tzántzicos» (1960-1969), a una diversión o entretenimiento poético de mejores escritores chilenos actuales, refirién- nombre tomado de los indígenas juventud, es indudable que en esos años se dose a 2666, traduce el pensamiento nihilista reducidores de cabezas de la sel- va amazónica, «Los Tzántzicos» gestaron los rasgos fundamentales de su poé- de Bolaño en términos de un pesimismo hicieron una poesía de denuncia tica y de su práctica literaria, y ellos constitu- esencial, de una profunda melancolía: «(…) combativa y revolucionaria pero yen la fuente de la historia contada en Los de- la literatura, al igual que nosotros, al igual se negaron a publicar poemas puesto que serían destinados a tectives salvajes. Pero, sobre todo, a partir de que el mundo, va derecho hacia ese matadero satisfacer el gusto de capas so- aquella experiencia el mito del poeta, «aquel en el desierto que es Santa Teresa. (…). Por ciales élites e insensibles (…). El segundo era el grupo peruano que camina hacia el abismo por su propia tanto toda acción es inútil, ya que la literatura «Hora Zero» que en 1971 se voluntad», en cuanto individuo marginal que –y con ella los escritores– están destinados definía como «construir lo nuevo- destruir los viejo». O sea, no escribe fuera de la ley o contra la ley, y de la solamente a los desiertos (que es como decir había mucha diferencia en am- vida artística se incorporaron a su obra. En el a los osarios) de Sonora, es decir, al matadero. bos grupos realmente –aunque discurso pronunciado en Caracas, cuando re- Olvido, extinción, desaparición en vida por mucho más vanguardista radical eran «Los Tzántzicos»– que luego cibió el premio Rómulo Gallegos, reconoció: la falta de lectores –como no sean los lectores Bolaño readaptó e incorporó en otros escritores» (Franz, 2008, pp. 106 y 107). el manifiesto construyendo una poética reprocesada que él llamó En gran medida todo lo que he escrito es una carta «infrarrealista». De allí que Ulises de amor o de despedida a mi propia generación, los ¿Qué hay detrás de la escritura de Bolaño? Lima venga a ser claramente en la novela un poeta cien por cien que nacimos en la década del 50 y los que escogimos «tzántzico». En otras palabras, el en un momento dado el ejercicio de la milicia, en este Los detectives salvajes termina con una poeta infrarrealista debía subvertir caso sería más correcto decir la militancia, y entrega- pregunta «¿Qué hay detrás de la ventana?» lo cotidiano a través de una ima- ginación igualmente subversiva mos lo poco que teníamos, lo mucho que teníamos, y un dibujo con un cuadrado vacío de tra- para descubrir mundos nuevos. El que era nuestra juventud, a una causa que creímos zado discontinuo. En retórica, constituye un poeta debía ser un francotirador, un aventurero. Debía tener otra la más generosa de las causas del mundo y que en «dubbio», esto es, una pregunta final dirigida manera de mirar, opuesta a la cierta forma lo era, pero que en la realidad no lo era al lector o a un interlocutor interno, una invi- mirada complaciente del arte bur- gués. El poeta debía fijarse en lo (Bolaño, 2008, p. 40). tación a juzgar o interpretar lo narrado. diverso del mundo, especialmente Algunas reflexiones pueden contribuir a en la diversidad de la urbe y El género policial como «architexto» de la despejar el enigma. Esta novela, igual que el asimilarla a su poesía» (Campos, 2006). novela resto de la narrativa de Bolaño, se inscribe en el llamado posmodernismo cultural. La com- A imitación de Poe, Borges y tantos escri- paración, siquiera superficial, con Rayuela tores del siglo XX, Bolaño recurre a la estra- permite apreciar la diferencia de las nuevas tegia hermenéutica del policial en la mayoría producciones literarias con respecto a la na- de sus novelas. Sin embargo, no basta rela- rrativa del Boom. En Rayuela existía un des- cionarlo sin más con este género; de un lado, mantelamiento de la tradición: de la metafísica el lector de novelas policiales se encuentra en tradicional, del género novela, del papel del los libros de Bolaño en una situación de pre- lector, de las limitaciones del lenguaje, entre cariedad, buscando afanosamente un sentido otros aspectos. La aspiración de la búsqueda en los hechos narrados que el texto se niega era en Rayuela el centro del mandala, el cielo a facilitar. A semejanza de las novelas kafkia- de la rayuela, el kibbuts, el Iggdrassil, la Edad En torno a Los detectives salvajes de nas, parece que hubiera un enigma a desvelar, de Oro, el Edén, la Arcadia, etc., metáforas Roberto Bolaño un secreto que el texto finge esconder, una con las que se aludía a una realidad utópica CARMEN DE MORA

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ansiada por todos. En muchos sentidos Bo- continuidad temporal o la estabilidad espacial, laño es un neovanguardista, como Cortázar, deja sin responder las numerosas preguntas que adopta como premisa de su narrativa la que suscita en el lector. Así, éste no podrá transgresión, pero aquellos referentes con saber en detalle qué fue de los real visceralis- que contaba Cortázar ya no asoman en Bo- tas que sobrevivieron, adónde fueron a parar laño sino parodiados, porque aquí la utopía García Madero y Lupe, cuál era el contenido –Cesárea Tinajero– se ha transformado en de los cuadernos de Cesárea custodiados tras un personaje grotesco, y el encuentro con su muerte por el joven García Madero, qué ella, en un desencanto parricida. El nivel de significado tiene el poema de Cesárea, o las la enunciación se sostiene con frecuencia ventanas que cierran la novela, etc.23. Tales Roberto Bolaño. sobre voces que han perdido su seguridad características ponen de manifiesto que el narrativa o sobre un dialogismo discursivo texto está escrito desde el escepticismo y la que puede resultar contradictorio. Incluso la desconfianza sobre las posibilidades del arte 23 presentación, en la primera parte de la novela, de narrar. El destino de García Madero –y con él de los cuadernos de de los real visceralistas como un grupo de Ahora bien, existe un trasfondo histórico Cesárea– y Lupe no se conoce. poetas y artistas con intereses afines, resulta y político de derrota, representado en la nove- Ella quería quedarse en Sonora o marcharse a algún lugar de Es- un espejismo, ya que, sin razones explícitas, la por el golpe de estado en Chile y la matanza tados Unidos, pero nada vuelve Ulises Lima lleva a cabo por su cuenta una de la plaza de Tlatelolco que ayuda a entender a decirse de ellos en la novela. purga que irrita a los expulsados y genera en parte la crisis que viven los personajes y 24 enemistades que terminarán por disolverlo. el vacío de sus vidas. Hechos aquellos que Idelber Avelar relaciona directa- Todo en la novela produce una visión caótica no deben considerarse aislados sino como mente la situación de la literatura postdictatorial con la experien- y desesperanzada de la realidad que desprende manifestaciones del horror vivido por varios cia de la derrota histórica: «La una gran melancolía. países latinoamericanos en la segunda mitad irreductibilidad de la derrota es para Piglia, Santiago, Eltit, Noll Y, no obstante, esta visión, o, mejor di- del siglo XX. Así, aunque aquellos sucesos no y Mercado, el fundamento de cho, la voluntad de dar cuenta de esta visión, constituyan el centro de la novela, la determi- la escritura literaria. Todos ellos escriben bajo la conjunción de constituye el fundamento de la escritura y nan. La escritura de Bolaño comparte con la dos determinaciones fundamen- la origina. En las producciones del final del de otros escritores latinoamericanos actuales tales, el imperativo del duelo y la milenio el caos se considera más fecundo que su naturaleza postdictatorial, la aceptación de decadencia del arte de narrar» (Averlar, 2000, p. 34). el orden, la incertidumbre se prefiere antes la derrota como determinación de la escritura que lo predecible y la fragmentación se con- literaria en Latinoamérica. En toda su narra- sidera más real que la unidad. «Entre más nos tiva parece recordar una y otra vez aquella acercamos al final del siglo XX –afirmó Luz conocida frase de Walter Benjamín «Jamás se Mary Giraldo– las artes muestran el espíritu da un documento de cultura sin que lo sea a la errante del vacío y las expresiones lo mani- vez de la barbarie» (Benjamin, 1989, p. 182), fiestan como consigna y espíritu de nuestro y la coloca en la perspectiva de la historia la- tiempo. Los escritores dan testimonio de tinoamericana que se inicia hacia fines de los la pérdida del centro y la prevalencia del sesenta (con la represión de los estudiantes vacío» (Giraldo, 2000, p. 36). La inclinación en el México de 1968) y desemboca en los a romper límites, testimoniar la despersona- genocidios de la década del setenta en Chile, lización y el desarraigo en los espacios urba- Argentina y en otros países. El logro radica nos, recurrir a distintos tipos de discursos, en haber sabido incorporar el contexto histó- recuperar las estéticas del pasado bajo la rico latinoamericano a sus novelas mediante parodia, desterrar el idealismo ingenuo y el un proceso de representación simbólica y romanticismo engañoso de la vida cotidiana, ficcionalización sin caer en la facilidad de una manifestar el desencanto de las utopías y el literatura testimonial. mundo acelerado en que nos ha tocado vivir, El mundo de la novela es, por tanto, uno así como la metaficción o autoconciencia en el que las ilusiones se han derrumbado literaria, son rasgos de la estética de Bolaño tanto por los traumas políticos del siglo que comparte con otros muchos escritores XX, como por el fracaso de los ideales del final del milenio. revolucionarios. Y con ellas también la En cuanto a la composición, conforme confianza en el papel de la ficción24. Es ese se avanza en el proceso narrativo aumenta la telón de fondo el que ayuda a entender en resistencia al paradigma de las expectativas buena medida la vida sin metas de los per- En torno a Los detectives salvajes de Roberto Bolaño (Kermode, 2000, pp. 27 y ss.): además de sonajes: la literatura se convierte para ellos CARMEN DE MORA burlar la inercia propia de la linealidad y la en una tabla de salvación que sin embargo

178 América sin nombre, no 16 (2011) 171-180 no les servirá para mantenerse a flote por Bibliografía mucho tiempo. Los finales de las tres partes de la novela Avelar, Idelber (2000), Alegorías de la derrota: resultan esclarecedores para la lectura. El final la ficción postdictatorial y el trabajo del de la primera parte y el final de la tercera no duelo, Santiago, Editorial Cuarto Propio. son muy distintos: en el primero, el joven Benjamin, Walter (1989), «Tesis de filosofía de García Madero vuelve la cabeza hacia atrás la historia», en Discursos interrumpidos I, y mira por la ventanilla mientras el Impala Madrid, Altea, Taurus, Alfaguara. avanza; en el segundo, mientras conduce el Bolaño, Roberto (1998), Los detectives salva- Impala le pregunta a Lupe «¿qué hay detrás jes, Barcelona, Anagrama. de la ventana?». Ese mirar hacia atrás mientras – (2000), Tres, Barcelona, El acantilado. Angelus Novus de Paul Klee. se avanza se corresponde con la caracteriza- – (1977), «Manifiesto algo», INFRA o Re- ción que hace Ulises Lima de los real visce- vista Menstrual del movimiento Infra- ralistas, en las primeras páginas de la novela, rrealista. Octubre-Noviembre de 1977. al afirmar que caminaban hacia atrás: «De Ciudad de México. espaldas, mirando un punto pero alejándonos – (2008), «Discurso de Caracas», en Edmun- de él, en línea recta hacia lo desconocido» do Paz Soldán y Gustavo Faverón Patriau (Bolaño, 1998, p. 17). Viene al caso relacionar (eds.), Bolaño salvaje, Barcelona, Editorial este leitmotiv de unos personajes que avanzan Candaya. mirando hacia atrás –que representa, en suma, Boullosa, Carmen (2002), «Carmen Boullosa la actitud del escritor en la novela- con el entrevista a Roberto Bolaño», en Celina comentario que hace Walter Benjamín de un Manzoni (Compilación, prólogo y edi- cuadro de Klee llamado Angelus Novus en su ción), Robeto Bolaño. La escritura como Tesis de filosofía de la historia: tauromaquia, Buenos Aires, Ediciones Corregidor. En él se representa a un ángel que parece como si Campos, Javier (2006), «El Primer Manifiesto estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene de los Infrarrealistas’ de 1976: su contexto pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, y su poética en Los detectives salvajes», la boca abierta y extendida las alas. Y este deberá ser Crítica. cl. Revista digital de crítica, en- el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro sayo e Historia del arte. Publicado el hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifies- 06/12/2006: http://critica.cl/literatura/el- ta una cadena de datos, él ve una catástrofe única primer manifiesto-de-los-infrarrealistas- que amontona incansablemente ruina sobre ruina, de-1976-su-contexto-y-su-poetica-en-los- arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, detective-salvajes-1. Consultado el 16 de despertar a los muertos y recomponer lo despedaza- febrero de 2011. do. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha Franz, Carlos (2008), «‘Una tristeza insopor- enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel table’. Ocho hipótesis sobre la mela-cholé ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irre- de B», en Bolaño salvaje, Barcelona, Edi- frenablemente hacia el futuro, al cual da la espalda, torial Candaya. mientras que los montones de ruinas crecen ante él Giraldo, Luz Mary Giraldo (2000), «Fin del hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llama- siglo XX: por un nuevo lenguaje» (1960- mos progreso (Benjamin, 1989, p. 183). 1996), en Jaramillo, María Mercedes, Oso- rio, Betty y Robledo, Ángela I. (compi- Kafka, en su Diario (28 de enero de 1922) ladores), Literatura y cultura. Narrativa recuerda que para él los hombres no tienen colombiana del siglo XX. Diseminación, otra elección que ésta: o buscar la Tierra pro- cambios desplazamientos, vol. 2, Colom- metida del lado de Canaán, o buscarla del lado bia, Ministerio de Cultura. de este otro mundo que es el desierto, «ya Idez, Ariel y Baigorria, Osvaldo (2008), «La que no existe para los hombres una tercera pandilla salvaje», Página/12. Radar, Do- región» (Kafka, 1953, p. 394). Bolaño fundió mingo, 10 de Agosto de 2008. Consulta- las dos opciones de Kafka y situó la Tierra do en Internet el 16 de febrero de 2011: prometida en el desierto; así lo hizo en dos http://www.pagina12.comar/diario/suple- de sus obras mayores, Los detectives salvajes mentos/radar/9-4753-2008-08-10.html En torno a Los detectives salvajes de y 2666. Kafka, Franz (1953), Diarios 1910-1923. Roberto Bolaño Compilación de Max Brod. Traducción CARMEN DE MORA

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de J.R. Wilcock. Buenos Aires, Emecé Savage Detectives in the United Status», Editores, S.A. Comparative Literature, Duke University Kermode, Frank (2000), El sentido de un fi- Press, 61, pp. 346-365. nal, Barcelona, Editorial Gedisa, S.A. Promis, José (2003), «Poética de Roberto Bo- Manzoni, Celina, Gras, Dunia, Brodsky, Ro- laño», en Patricia Espinosa H., Territorios berto (2005), Jornadas homenaje a Rober- en fuga. Estudios críticos sobre la obra de to Bolaño (1953-2003): Simposio interna- Roberto Bolaño, Santiago, Frasis Editores. cional, Barcelona, ICCI Casa Amèrica a Villoro, Juan (2002), «El copiloto del Impala», Catalunya. en Celina Manzoni (compilación, prólogo Monsiváis, Carlos (1985), «La Ciudad de y edición), La escritura como tauroma- México: un hacerse entre ruinas», en El quia, Buenos Aires, Ediciones Corregidor. Paseante, 15-16, Madrid. Pollack, Sarah (2009), «Latin America Trans- Fecha de recepción: 03/07/2011 lated (Again): Roberto Bolaño’s The Fecha de aprobación: 18/10/2011

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