REFLEXIONES SOBRE EL FUNCIONAMIENTO TERAPEUTICO DE ORIENTACIÓN PSICOANALÍTICA, EN DOS NIÑOS Y UNA ADOLESCENTE QUE ASISTEN A UNA INSTITUCIÓN DE PROTECCIÓN EN LA CIUDAD DE NEIVA

MARIO ALBERTO DÍAZ RODRIGUEZ

NUBIA ESPERANZA TORRES CALDERON

(Director y Co-autor)

PROYECTO TRABAJO DE GRADO

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA DE ORIENTACIÓN PSICOANALÍTICA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE PSICOLOGIA

BOGOTÁ

2015

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RESUMEN

En el trabajo se presentan los resultados de un proyecto de investigación que buscó reflexionar sobre el funcionamiento psicoterapéutico de orientación psicoanalítica de un terapeuta con dos niños y una adolescente, realizado en una institución de protección de la ciudad de Neiva. A partir del análisis del material recopilado, en protocolos de sesión en los tres casos, se buscó someter a revisión meditativa quince sesiones en cada uno, lo cual hizo posible esclarecer el proceso de transformación como psicoterapeuta niños con orientación psicoanalítica en el curso de la formación y la atención de niños en condiciones de vulnerabilidad y riesgo psicosocial y sobretodo a un proceso de supervisión continuada a lo largo de seis meses. Al final de esos recorridos de revisión terapéutica, en los cuales aparece el silencio, la respuesta en eco, o las hipótesis interpretativas, en los distintos desarrollos de las sesiones, se logra un producto reflexivo que se usa con los pacientes y se comparte con la institución en el que se enmarca la atención psicoterapéutica.

Palabras Claves:

Funcionamiento psicoterapéutico, Transferencia-Contratransferencia, Funcionamiento psíquico. Dimensionalidad, Experiencia emocional.

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TABLA DE CONTENIDO

1. JUSTIFICACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA...... 5 2. MARCO TEÓRICO ...... 13 2.1 Contextualización institucional y la clínica de orientación psicoanalítica ...... 13 2.2 Aberastury y la contextualización sobre una técnica Kleiniana con niños...... 14 2.3 Klein: la técnica psicoanalítica y su significado ...... 15 2.4 Klein: el cuarto de juegos y los juguetes...... 17 2.5 Winnicott y la psicoterapia con niños ...... 18 2.6 Los objetos y fenómenos transicionales en Winnicott ...... 18 2.7 Teoría del Juego en Winnicott ...... 20 2.8 Cecilia Muñoz y la relación analista-paciente ...... 21 2.9 Cecilia Muñoz y Los factores de la función analítica receptiva ...... 23 2.10 Cecilia Muñoz y la función analítica interpretativa ...... 23 2.11 Meltzer y la Dimensionalidad del espacio psíquico ...... 24 2.12 Meltzer y las características de la familia patriarcal y matriarcal ...... 25 2.13 Meltzer y el funcionamiento de Supuesto Básico de la organización familiar ...... 27 2.14 Meltzer y La Experiencia Emocional ...... 28 2.15 Etchegoyen: los materiales e instrumentos de la psicoterapia ...... 29 3. OBJETIVOS ...... 29 3.1 Objetivo General ...... 29 3.2 Objetivos Específicos ...... 30 4. METODOLOGÍA ...... 30 4.1 Tipo de investigación ...... 30 4.2 Diseño de investigación ...... 31 4.3 Participantes ...... 31 4.4 Contexto institucional ...... 32 4.5 Instrumentos ...... 32 4.6 Aspectos Éticos ...... 33 4.7 Análisis de la Información: ...... 33 5. MATERIAL CLÍNICO: ELEMENTOS DE ANÁLISIS Y REFLEXIÓN ...... 35 5.1 Introducción y presentación de los casos ...... 35

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5.2 Fabio o de la mente hecha pedazos ...... 35 5.2.1 Descripción del caso...... 35 5.2.2 Descripción del proceso psicoterapéutico: ...... 36 5.2.3 Momentos en el proceso terapéutico y funcionamiento psíquico del paciente ...... 37 5.2.4 El funcionamiento del terapeuta: ...... 53 5.3 María o del descubrimiento de la transferencia y sus efectos ...... 67 5.3.1 Descripción del caso...... 67 5.3.2 Descripción del proceso psicoterapéutico ...... 67 5.3.3 Momentos en el proceso psicoterapéutico y funcionamiento psíquico del paciente ...... 68 5.3.4 Funcionamiento del terapeuta ...... 83 5.4 Jorge o entre la actuación omnipotente-sádica y la apuesta por el pensamiento ...... 100 5.4.1 Descripción del caso: ...... 100 5.4.2 Descripción del proceso psicoterapéutico ...... 100 5.4.3 Momentos en el proceso psicoterapéutico y funcionamiento psíquico del paciente ...... 101 5.4.4 Funcionamiento del Terapeuta ...... 113 6. REFLEXIONES FINALES...... 133 6.1 El funcionamiento terapéutico y su respuesta ante la primacía de un contenido adhesivo/proyectivodoloroso-rabioso-vengativo ...... 134 6.2 La función terapéutica y su respuesta ante un contenido/no contenido en la búsqueda exitosa/infructuosa de un continente que la escuche ...... 138 6.3 La función terapéutica y su posible correspondencia con un objeto vivo/pensante ...... 141 7.BREVES CONCLUSIONES ...... 148 8. BREVES RECOMENDACIONES ...... 150 9. BIBLIOGRAFÍA ...... 151

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1. JUSTIFICACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La presente investigación tiene como fundamento la situación actual de la infancia en el país y en el Huila, más específicamente en el Municipio de Neiva, en donde un porcentaje importante de la población infantil presenta condiciones de vulnerabilidad psicosocial, que surgen de la pobrezay el bajo nivel cultural, en donde se dan fuertes condiciones de maltrato, negligencia, abandono, deserción escolar, trabajo infantil, embarazos tempranos,y carencias afectivas. Estos factores que afectan a los niños, suelen reproducirse de una generación a otra.

Las políticas a nivel regional y nacional han buscado atender la población afectado con programas de prevención de los riesgos asociados a estos factores, por ejemplo los programas de subsidio como los que se establecen con la política de Familias en Acción, por parte del Ministerio de Protección, o en el caso del Instituto de Bienestar Familiar, buscar la prevención y protección integral de la primera infancia, niños y niñas, adolescentes y familias, especialmente aquellos que se encuentran bajo condiciones de amenaza, insolvencia o vulneración de sus derechos, a quienes apoya nutricionalmente al que lo necesite, escolarizando al desescolarizado, o prestando servicios de salud para aquel que no esté cubierto por el sistema.

En el cumplimiento de sus misiones el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar crea a su alrededor una red de instituciones que se constituye en sus operadores. Así es como se crean las instituciones con modalidadesde proteccióny rehabilitación religiosas o cívico privadas. Las fundaciones se constituyen con la finalidad de extender la protección y atención a niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y contribuyen a restituir derechos vulnerados como el derecho al estudio, a la salud, a o la alimentación. Es así como los operadores ofrecen espacios paraque los niños elaboren tareas, sean apoyados con refuerzo escolar, participen en actividades recreativas, mejoren su nutrición y tengan espacios de capacitación vocacionales o atención psicosociales.

La pregunta que surge, es ¿por qué a pesar de tantos esfuerzos estatales y privados el problema del abandono no se resuelve? ¿Qué hace faltapara que el país salga de

5 estesituación? En medio de la normatividad vigente para la infancia y las políticas desde donde se acogen los niños, niñas y adolescentes en las instituciones de protección, los niños pasan muchos años bajo su cuidado como parte de grupos que muchas veces se reintegran a sus hogares y otras veces son adoptados o simplemente permanecen en ellas hasta los 18 años. Desde el Instituto Colombiano de Bienestar familiar, se han hecho grandes esfuerzos en torno a la concepción de individuo que sostenga sus acciones. Es el caso del modelo solidario por ejemplo, tratar de pensar el individuo no como objeto, sino como sujeto, es uno de ellos. Así la familia por ejemplo, de ser un objeto pasivo del conocimientopor parte de sujetos expertos, pasa a ser considerada como un proyecto que se construye en la interacción que transforma a sus miembros y a quienes pretenden conocerla. Los operadores institucionales se convierten en unidades de atención encargadas de generar y cuidar el contexto propicio para dicho proyecto de conocimientoy atención. “Las teorías,que se aplican rápidamente se convierten en normativas, y dejan de ser el producto de un proceso reflexivo sujeto-objeto, dentro de un contexto histórico-social, pero su validez es contextual y transitoria”; los conocimientos existentes sobre violencia familiar son hipótesis para orientar la comprensión de cada casopero no logran resolver el problema de abandono, maltrato, y abuso que persiste (ICBF, 2007).

En un intento por superar el desconocimiento de la condición del individuo como sujeto,no se logra que las instituciones entiendan que no solo se trata de suplir y asistir al niño de aquello que se encuentra desprovisto, como el derecho al estudio, a la salud, a la alimentación, entre otros; la apuesta institucional de todas maneras no interioriza o introyecta estas formas de funcionamiento que podríamos llamar mental. Como un continente cerrado para nuevos y distintos contenidos, se muestra la institución que siempre parece apostarle a lo mismo. El eterno retorno de lo mismo en donde las actuaciones sustituyen el pensamiento en favor de formas de funcionamiento “bidimensionales” (Meltzer, 1997, p. 199).

Es en esta dirección donde el psicoanálisis apunta. Se trata entre otras de saber, de escuchar, de tomar en cuenta las palabras, en últimas pensar. El asunto es que, al igual que la institución que se le encomienda ver al individuo como un sujeto, siéndole imposible este hecho, el terapeuta de igual manera, puede encontrase en similar encrucijada de resistencia a lo nuevo. Acceder a una nueva dimensión relacional y de ver las cosas, no resulta fácil para él tampoco.

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Para esto, lo que se requerirá, acceder a una postura de verdad terapéutica le demandará mucho esfuerzo. Lo que él requerirá para acceder a la dimensión de lo psíquico, tiene que ver con unas cualidades personales genuinascaracterizadas por una “sinceridad” real instaladas en el terapeuta, las cuales correrán por cuenta de una formación sustentada en la teoría, la atención psicoterapéutica por parte de los estudiantes supervisada por profesionales con mayor experiencia, acompañada de un proceso psicoterapéutico propio; sin embargo este enfoque no puede garantizarsiempre un resultado exitoso.

En relación con el trabajo terapéutico psicoanalítico, se va a describir el recorrido que este abordaje ha tenido que hacer desde sus inicios hasta la actualidad, sus trasformaciones y su necesidad de ajustarse a los contextos nuevos, al mismo tiempo que su permanencia en el foco de la atención y en el establecimiento de una relación sujeto-sujetoque favorezca su desarrollo psíquico. Este recorrido evolutivo del trabajo psicoterapéutico en manos de los que desde el principio hasta la actualidad son los verdaderos creadores, parece estar en correspondencia con el recorrido que he tenido que hacer para sostener una relación sujeto- sujeto, convirtiéndome a mí mismo en un profesional que intenta reflexionar sobre su propio quehacer psicoterapéutico.

En el principio se reconoce el aporte iniciado por Freud con sus trabajos sobre técnica psicoanalítica, publicados desde 1911 hasta 1915, y que se convirtieron en una necesidad para el autor, una vez se convierte en psicoterapeuta. Los antecedentes allí, hablan de la existencia de algunos casos clínicos. En esos casos clínicos se observa en Freud una postura distinta. Tenemos solo trozos del análisis del hombre de las ratas donde registra su propio funcionar como terapeuta. También Freud da a conocer sus textos sobre técnica como un intento de responder las preguntas sobre la forma como operaba como psicoterapeuta. Reparte entonces un pequeño memorándum de preceptos y de reglas de técnica, inicialmente, de forma privada entre sus partidarios más cercanos, y posteriormente al publicarlos se convierte en documento público de carácter normativo.

La clara exigüidad de los escritos de Freud sobre técnica, sugieren una cierta renuencia de su parte a dar a publicidad esta clase de material. La verdad, pareciera ser que le disgustaba la idea de que los pacientes conocieran demasiado sobre la técnica, pero sobre todo porque era muy escéptico en cuanto al valor que pudiera tener para los principiantes estos escritos. En

7 el texto Sobre la iniciación al tratamiento, aparece algo que confirma esto último. En ese texto él habla de la “extraordinaria diversidad de las constelaciones psíquicas intervinientes (incluida la del terapeuta) que se opone a la fijación mecánica de una regla” (Freud, 1998, p. 79).

En ese sentido es posible que para Freud, tales reglas solo tuvieran valor si se apropiaran y comprendieran desde la experiencia concreta del psicoanálisis y los fundamentos de comprensión que se fueron derivando del trabajo y constituyendo de manera progresiva y flexible lo que hoy denominamos el hecho clínico. Una vez que se ha ingresado en el universo teórico- clínico de la escena del inconsciente es posible entender las reacciones del paciente (y del analista) más allá de lo percibido de manera directa y de formarse un juicio hipotético sobre los probables efectos y méritos de cualquier procedimiento técnico, en relación con la búsqueda de las motivaciones inconscientes de los pacientes.

De todas maneras, a pesar de eso, hay que decir que Freud nunca dejó de insistir en que el apropiado dominio sólo podría adquirirse a partir de la experiencia clínica y no de los libros; de la experiencia clínica con los pacientes, pero también de la experiencia que adquiere el terapeuta, en su propio proceso terapéutico.

Es sí como con ese marco, autores como Greenson plantean la idea de escribir sobre técnica psicoanalítica. En ese sentido Greenson habla de lo peligroso que resulta permitir que se trasmitan de palabra divergencias y desviaciones técnicas. Hace resaltar la idea de que si bien, antes se ha hablado de técnica, no se describe con suficiente detalle lo que el psicoterapeuta hace realmente cuando trabaja con un paciente. Como consecuencia se obtiene por ejemplo, que al hacer psicoterapia analítica, “una resistencia puede significar una cosa para un analista y algo extrañamente diferente para otro” (Greenson, 1986, p. 88).

Este asunto parece encontrar su sustento en los desacuerdos entre los psicoterapeutas, así como en las muchas vacilaciones para revelar sus procedimientos. La palabra psicoterapia psicoanalítica, se aplica a una vaguedad de métodos terapéuticos muy diferentes, basados en los postulados teóricos personales del autor. Los que desean proponer innovaciones o modificaciones de procedimiento no suelen hablar con los que sostienen un punto de vista

8 más tradicional. Tienden a formar grupos aparte y a trabajar clandestinamente, o por lo menos apartados de la corriente principal del pensamiento analítico.

Greenson(1986)considera que:

Es posible que los innovadores pierdan el contacto con aquellos grupos de psicoterapeutas psicoanalistas que podría ayudarles a validar, aclarar o enmendar sus ideas nuevas. Los innovadores solitarios tienden a convertirse en analistas silvestres, mientras que los conservadores, por su propia singularidad, propenden a la ortodoxia rígida. En lugar de influirse unos a otros de forma constructiva, va cada quien por su camino como enemigos, ciegos a cualquier beneficio que les pueda otorgar el debate franco y continuo (p. 114). Sin embargo, existe una razón de peso para mantener libre a los psicoterapeutas frente a un funcionamiento técnico, y es el hecho de hacer posible el contacto con otras técnicas distintas a las de sus enseñantes. La desventaja de aprender la técnica de unas cuantas fuentes, es la posibilidad de que el psicoterapeuta que está en formación, conserve ciertos sentimientos y actitudes transferenciales neuróticas para con quienes le enseñaron, que pueden dificultarle descubrir la técnica más apropiada a su personalidad y orientación teórica.

El cambio o progreso en la técnica, depende de un factor decisivo, y es la complicada relación entre el que estudia el psicoanálisis y el enseñante, relación que es consecuencia inevitable de los métodos empleados en su enseñanza. Greenson(1986) manifiesta cómo:

El análisis didáctico que se lleva a cabo como parte de la formación deja un residuo considerable de reacción transferencial que restringe y tuercen al estudiante en el campo del psicoanálisis. Cuando un analista intenta una terapia con fines didácticos, complica su relación con el paciente asumiendo inconscientemente la responsabilidad de los progresos profesionales del estudiante. Pierde así su incognito acostumbrado, escinde las motivaciones del paciente y aumenta las tendencias del candidato a las identificaciones y la dependencia (p.48). La renuencia de los psicoterapeutas analistas a exponer la forma como funcionan como psicoterapeutas procede en parte de los problemas transferenciales y contratransferenciales no resueltos. Esto se da porque la labor del analista depende de muchos procesos íntimos y personales que se producen en su interior. Como buena parte del material son soluciones instintivas, y como el entendimiento analítico de un paciente depende de una intimidad empática especial con su interior, pueden producirse reacciones de vergüenza, hostilidad o temor cuando se necesita descubrir esa situación.

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La profesión del psicoterapeuta de orientación analítica es solitaria y uno se siente confortado de pertenecer a un grupo, pero esto bloquea u obstaculiza el progreso científico y favorece el conformismo. Sin embargo, si en el hecho de formar parte de un grupo hay un riesgo, en la soledad de la práctica está el otro. La ausencia de un otro de formación analítica, que vea el desarrollo de la situación analítica, puede llevar a que su labor no sea merecedora de confianza y suela deformarse en alguna dirección idealizada; el asunto es que, el psicoterapeuta trabajando solo, al abrigo del escrutinio de sus pares, está predispuesto a una actitud tendenciosa y poco crítica respecto de su propia técnica.

Cuando uno describe con cierto detalle lo que uno haceen su labor psicoterapéutica, no solamente revela algo de su implicación afectiva íntima con el paciente, sino también, en general, mucho de su vida personal. El instrumento más importante y esencial para el trabajo del psicoterapeuta es la actividad de su propio aparato psíquico. Es inevitable que si ha de ponerse a contar cómo y por qué abordó tal situación en el análisis, se ve llevado a revelar bastante de sus fantasías, ideas, rasgos de carácter, etc. La humildad y la actitud defensiva ordinaria le harían propenso a evitar la revelación innecesaria de su ser íntimo.

Tal vez una tesis que describa la práctica, personal, de la psicoterapia de orientación psicoanalítica, contribuya a estimular el debate sobre la técnica psicoanalítica. En esta dirección, podrían así, esclarecerse confusiones, favoreciendo el progreso de la técnica psicoanalítica, aunque solo sea en el personaje que les habla, que se encuentra en formación como psicoterapeuta (de niños); en consonancia con esto, está la posibilidad de una salida del aislamiento o la marginalidad en la cual se ha caído, encontrando un interlocutor con quien inaugurar una forma de lazo social psicoanalítico.

Ahora bien, cuando se habla de la psicoterapia de orientación psicoanalítica surge un nuevo problema relativo: ¿qué tan equiparables, en términos técnicos, pueden llegar a ser la psicoterapia que se realiza con un adulto a la que se realizar con un niño? ¿Se puede llegar a hacer psicoterapia con el niño, de la misma manera que se hace con un adulto, es decir, sin incluir variaciones? Si bien los personajes con los cuales se trabaja son seres de corta edad, es decir niños entre 6 y 14 años, las preguntas se reconducen ahora a la necesidad de enfocar la terapia, si es necesario hacerlo, de tal forma que donde aparentemente faltan muchas condiciones para el éxito de la psicoterapia, el exceso de nuevas condiciones sea la constante.

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Para Klein, la necesidad de enfocar la psicoterapia con el niño de una forma distinta a como se la enfoca con el adulto es una verdad de Perogrullo. Para esta autora, en el niño faltan muchas condiciones que favorezcan el éxito de la psicoterapia. Por un lado, en el niño la relación con la realidad es débil; lo que hace que aparentemente no haya ningún atractivo que le haga soportar las reglas de la psicoterapia analítica, ya que por regla general, no se sienten enfermos; y por el otro lado, siendo esto lo más importante para ella, el niño todavía no ofrece un grado suficiente de aquellas asociaciones verbales que son el instrumento fundamental en el tratamiento psicoterapéutico de orientación psicoanalítica con adultos.

Sin embargo, fueron justamente estas diferencias entre la mente infantil y la adulta las que le revelaron, no desde el principio pero si paulatinamente con la acumulación de experiencias, el modo de llegar a las asociaciones del niño y comprender su inconsciente. Estas características especiales de la psicología infantil, han suministrado las bases para la inclusión en la técnicadel juego. El niño expresa sus fantasías, sus deseos y experiencias de un modo simbólico por medio de los juguetes y el juego. “Las formas simbólicas de representación empleadas por el niño están asociadas a otros mecanismosde comunicación. En sus juegos actúa en vez de hablar., lo que constituye la parte más importante de su conducta”. (Klein, 2001, p. 23).

Con todo esto, acercarse al niño con la técnica de psicoterapia de adultos, es seguro que no se penetrará en los niveles más profundos, y sin embargo, el éxito y el valor, en la psicoterapia de niños como en la de adultos, depende de que se lo consiga. Pero si se considera las diferencias que existen entre la psicología del niño y del adulto, y si se pueden captar correctamente los modos de pensamiento y expresión característicos del niño, entonces desaparecerán los inconvenientes y desventajas pudiéndose esperar que la psicoterapia del niño llegue a ser tan profunda y extensiva como la del adulto.

Para terminar quisiera decir que todo lo anterior conduce a que la presente investigación se centre en indagar el proceso de funcionamiento y sus movilizaciones de un psicoterapeuta en formación que trabajó con niños en condiciones de vulnerabilidad y abandono, física y psíquica, lo que por su condición representa un reto mayor por cuanto demanda comprensiones nuevas y acercamientos creativos en contextos diferentes al que usualmente se presenta en la práctica privada.

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2. MARCO TEÓRICO

2.1 Contextualización institucional y la clínica de orientación psicoanalítica

La Fundación Sembrando Futuro con Afecto, es una institución operadora adscrita al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. En la actualidad atiende 113 niños y adolescentes, con edades comprendidas entre los 6 a 16 años, en jornada alterna a la escuela. Los componentes de atención con los que cuenta la institución, son: el Socio Legal, el de Proyecto de Vida y Orientación Vocacional, el Pedagógico, el Familiar y el Psicológico.

El componente Psicológico ha sido estructurado de tal manera que cuenta con un cuarto terapéutico en el cual se realiza psicoterapia de orientación psicoanalítica. La orientación psicoanalítica ha podido diferenciarse de otras orientaciones, incluso de la misma orientación psicoanalítica pero en el campo privado, debido a la manera como maneja los factores tiempo y dinero, las cuales sufren –en este marco institucional– alteraciones considerables.

Cuando una psicoterapia de orientación psicoanalítica se realiza en el ámbito privado no podemos anticipar el lapso de su duración, aunque se supone que por los padecimientos se debe contar con tiempos largos. En la institución el tiempo de tratamiento, llamémoslo de esta manera, debe ir de acuerdo con la medida otorgada, la cual va de seis meses a dos años. El tiempo de la sesión es de cuarenta minutos, y los procesos a veces se encuadran cada quince días o cada mes. Respecto de esto quiero decir que, si los plazos o tiempos no existieran de esta manera, no habría posibilidad de promover asistencia psicología a la numerosa cantidad de niños o adolescentes que se constituyen en beneficiarios de la institución.

El dinero queda articulado al análisis mediante el pago que el paciente le efectúa al analista de forma periódica. Freud nos advirtió tempranamente del valor simbólico que posee el dinero, sin embargo es importante destacar, que el dinero no entra en el trabajo que se hace actualmente en la institución con los niños, siendo en esencia un trabajo realizado de forma gratuitaque no tiene ningún costoespecial para el niño o su familia. Es de anotar de que a pesar de los intentos de instalar el pago simbólico a la manera como lo implementa Dolto en

13 el trabajo con sus pacientes de institución, aquello no logró sostenerse en el trabajo psicoterapéutico que se realiza actualmente en la institución.

A continuación hago referencia a los marcos teóricos, técnicos y clínicos desde donde se alimenta el trabajo psicoterapéutico realizado en la institución.

2.2 Aberastury y la contextualización sobre una técnica Kleiniana con niños

En la psicoterapia de orientación psicoanalítica, es Melanie Klein es la que basa su técnica en la utilización del juego. Es ella la que lo introduce en el trabajo psicoterapéutico realizado con niños, siendo la forma como aquel “nos comunican sus vivencias, vence realidades dolorosas y domina miedos instintivos, proyectándolos al exterior, en los juguetes; mecanismo que es posible porque muy tempranamente tienen la capacidad de simbolizar” (Aberastury,1979, p. 42).

Para Aberastury (1979):

El desplazamiento de las situaciones internas hacia el mundo externo aumenta la importancia de los objetos reales que, si en un principio eran una fuente de odio porque los cargaba con sus propios principios destructivos, se hacen durante y mediante el juego un refugio contra la ansiedad, surgida de ese mismo odio. Así, el juguete permite vencer al niño el miedo a los objetos, así como vencer el miedo a peligros internos, le hace posible una prueba por la realidad, siendo por eso un puente entre la fantasía y la realidad. En este sentido, lo que se ha observado en el niño permite afirmar que si juegan suficientemente y a su debido tiempo se adaptan progresivamente a la realidad. Cada etapa de desarrollo exige determinados juegos que hay que comprender para no trabar su evolución normal(p. 42).

Las funciones del juego es la de elaborar las situaciones excesivas para el yo – es decir, las situaciones traumáticas-, cumple una función catártica y de asimilación lenta mediante la repetición de los hechos diarios y los cambios de roles, por ejemplo, haciendo activo lo que se ha sufrido pasivamente. El juego no suprime sino que canaliza tendencias, por eso el niño que juega reprime menos que el que tiene dificultades en la simbolización y dramatización de los conflictos mediante esta actividad.

Más adelante Aberastury (1979) manifiesta que fue Freud que vio que:

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Cuando el niño juega con su carretel, haciéndolo aparecer y desaparecer, intentaba vencer la angustia que le causaba el abandono de la madre. Otro niño Joaquín, de menos de dos años, al que le había nacido un hermanito, en los días previos de navidad jugó durante horas a un juego en el que ahogaba, destruía, aniquilaba al niño Jesús para luego salvarlo y restaurarlo, descargando así sus efectos contradictorios e intentando adaptarse a la situación. Es frecuente que el niño que ha sufrido la experiencia penosa de una operación la elabora en el juego, en el que otro o un muñeco la padecen, mientras él toma el rol de cirujano (p.42). Aberastury (1979) para ilustrar lo expuesto anteriormente presenta el caso de Pedro. Dice que:

Pedro, de 10 años se analizaba por presentar múltiples síntomas neuróticos, entre ellos dificultades de aprendizaje y conexión con el mundo exterior, temores de envenenamiento y agresión homosexual, durante muchas sesiones de análisis quemaba algodón. Comprendía que eso le recordaba algo y que ese algo despertaba en él una gran ansiedad e irritación sintiéndose impotente para recordarlo. Durante una de las sesiones en las que jugaba monótonamente a jugar algodón, me relato que su madre había sido injusta con él ese día y lo había castigado severamente sin que se lo mereciera. Tuvo a continuación una crisis de ansiedad intensa y recordó un incidente sufrido cuando tenía 5 años: estaba interno en un colegio en el que sufrió castigos severos e injustos por parte de una de las maestras y siempre escondió, por temor, sus deseos de venganza contra ella, esperando el día primero de agosto, fiesta nacional Suiza, en la que según él “todo era permitido”. Ese día intento quemarle la blusa que era de algodón; no pudo hacerlo y guardo una amarga sensación de impotencia frente a ella y a sus maestras y a toda injusticia. Mientras recordaba este y otros episodios penosos con maestras dijo: “esa es la que yo quería quemar cuando quemaba el algodón”. Estas primeras vivencias traumáticas en la relación con las maestras, que repetían experiencias abrumadoras en los dos primeros años de su vida, determinaron en él una enorme dificultad en el contacto con el mundo exterior y el aprendizaje (p.43).

2.3 Klein: la técnica psicoanalítica y su significado

El trabajo de Melanie Klein está lejos de constituirse un trabajo que no ha experimentado cambios, desde el primer paciente Fritz hasta Ricardito; cosa que se sucede en una distancia grande de tiempo. Así pues en un principio Klein (1955) consideraba que:

Sería suficiente influir en la actitud de la madre. Le sugería que debería incitar al niño a discutir con ella las muchas preguntas efectuadas que no se encontraban obviamente en el fondo de su mente e impedían el desarrollo intelectual. Esto tuvo buen efecto, más sin embargo las dificultades neuróticas no fueron suficientemente aliviadas, por lo que se tomó la decisión que el niño debería ser psicoanalizado. Al hacerlo se desvió de algunas de las reglas existentes hasta ahora, pues se interpretó lo que parecía más urgente en el material que el niño presentaba y el interés de la terapeuta se focalizó en las ansiedades y en sus defensas contra ellas (p.130).

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Los primeros tratamientos de Klein, son efectuados en las casas de los niños y con sus juguetes, con los que los niños podían expresar sus fantasías y ansiedades principalmente jugando, que al aclararle consistentemente su significado, aparecía material adicional en el juego. Así pues Klein (1955) manifiesta que:

Al interpretarle no solo las palabras del niño sino también las actividades en los juegos, este enfoque pasaba a corresponder a un principio fundamental del psicoanálisis: la libre asociación. Al interpretar no sólo las palabras del niño sino también las actividades en los juegos, Klein aplicó este principio básico a la mente del niño, cuyo juego y acciones -de hecho, toda su conducta- son medios de expresar lo que el adulto manifiesta predominantemente por la palabra(p.130). Posteriormente Klein tiene otras experiencias con otros casos de niños, que se constituyen en decisivos para el desarrollo de la técnica del juego, hasta el punto de terminar pensando en un trabajo en un cuarto de juegos. Es así como Klein (1955) emprende un trabajo con Rita:

Rita es una niña que padecía de terrores nocturnos y fobia a animales, era muy ambivalente hacia su madre, aferrándose a ella hasta tal punto que escasamente se la podía dejar sola. Tenía una marcada neurosis obsesiva y por momentos se deprimía mucho. Su juego estaba inhibido y su inhabilidad para tolerar frustraciones hacía su educación extremadamente difícil. La primera sesión, cuando Rita quedó sola en su habitación, mostró en seguida signos de transferencia negativa: estaba ansiosa y callada; y muy pronto pidió salir al jardín, cosa que fue consentida; todo esto se hizo bajo los ojos atentos de su madre y su tía, quienes lo tomaron como una señal de fracaso. Se sorprendieron mucho cuando la terapeuta y la niña volvieron a la habitación unos diez o quince minutos más tarde. La explicación de este cambio era que mientras estaban afuera la terapeuta había estado interpretando su transferencia negativa (también eso en contra de la práctica usual). Por algunas cosas que ella dijo, y porque estaba menos asustada cuando se encontraban afuera, se concluyó que estaba particularmente atemorizada de algo que yo podía hacerle cuando estaban a solas en la habitación. Le interpreté eso, y refiriéndome a sus terrores nocturnos, ligó su sospecha de la terapeuta como una extraña hostil con su temor de una mujer mala que la atacaría cuando se encontrase indefensa por la noche. Cuando minutos después de esta interpretación, le sugerí que volvieran a la habitación, aceptó en seguida. La inhibición de Rita al jugar era marcada, lo único que hacía era vestir y desvestir obsesivamente a su muñeca. Pero pronto comprendí las ansiedades subyacentes en sus obsesiones, y las interpreté(p.131).

Este caso fortaleció la convicción creciente en Klein que una precondición para el psicoanálisis de un niño es comprender e interpretar las fantasías, sentimientos, ansiedades y experiencias expresadas por el juego o, si las actividades del juego están inhibidas, las causas de la inhibición.

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2.4 Klein: el cuarto de juegos y los juguetes.

En relación con el cuarto de juego y los juguetes, para Klein deben ser simples. Los juguetes de cada niño son guardados en cajones particulares, y así cada uno sabe que sólo él y el analista conocen sus juguetes, y con ellos su juego, que es el equivalente de las asociaciones del adulto. La caja presentada es parte de la relación privada e íntima entre el analista y el paciente, característica de la situación de transferencia psicoanalítica. Klein no sugiere que la técnica psicoanalítica del juego dependa enteramente de la selección particular de material de juego. A menudo los niños traen espontáneamente sus propios objetos y el juego con ellos entra como cosa natural en el trabajo analítico. Pero los juguetes provistos por el analista debieran ser en general del tipo que se ha descrito, es decir simples, pequeños y no mecánicos.

Para Klein (1955), los juguetes no son el único requisito para un análisis del juego. Para ella:

Muchas de las actividades del niño se efectúan a veces en el lavatorio, que está equipado con una o dos pequeñas tazas, vasos y cucharas. A menudo él dibuja, escribe, pinta, corta, repara juguetes, etc. A veces, en el juego, asigna roles al analista y a sí mismo, tales como en el juego de la tienda, del doctor y el paciente, de la escuela, de la madre y el hijo. En esos pasatiempos, con frecuencia el niño toma la parte del adulto, expresando con eso no sólo su deseo de revertir los roles, sino también demostrando cómo siente que sus padres u otras personas con autoridad se comportan con respecto a él. Algunas veces descarga su agresividad y resentimiento siendo, en el rol del padre, sádico hacia el niño, que es representado por el analista. El principio de interpretación sigue siendo el mismo si las fantasías son presentadas por juguetes o por una dramatización. Pues cualquiera que sea el material usado, es esencial que se apliquen los principios analíticos subyacentes en la técnica(p.134). La agresividad se expresa de varios modos en el juego del niño, directa o indirectamente. Para Klein (1955):

Un niño a veces rompe un juguete o, cuando es más agresivo, ataca con un cuchillo o tijeras la mesa o pedazos de madera; desparrama agua o pintura y generalmente la habitación se convierte en un campo de batalla. Es esencial permitir que el niño deje surgir su agresividad; pero lo que cuenta más es comprender por qué en este momento particular de la situación de transferencia aparecen impulsos destructivos y observar sus consecuencias en la mente del niño. Pueden seguir sentimientos de culpa muy poco después de que el niño ha roto, por ejemplo, una figura pequeña. La culpa aparece no sólo por el daño real producido, sino por lo que el juguete representa en el inconsciente del niño, por ejemplo, un hermano o hermana pequeños, o uno de los padres. Algunas veces se puede deducir de la conducta del niño hacia

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el analista, que no sólo la culpa sino también ansiedad persecutoria son la secuela de estos impulsos destructivos y que él teme la represalia(p.134).

2.5 Winnicott y la psicoterapia con niños

En el psicoanálisis hay otros autores que han aportado notablemente a la psicoterapia de niños, siendo el caso de Winnicott. Para Winnicott (1972):

La psicoterapia se da en la superposición de dos zonas de juego: la del paciente y la del terapeuta, ésta relacionada con dos personas que juegan juntas. Cuando el juego no es posible, la labor del terapeuta es llevar al paciente de un estado en que no puede jugar a uno en que le es posible hacerlo(p. 61). Para Winnicott (1972)vinculado el tema del juego de forma estrecha con la masturbación, afirma que:

El juego debe ser estudiado como un tema por sí mismo, complementario del concepto de sublimación del instinto (...) Cuando un niño juega falta en esencia el elemento masturbatorio, es decir que cuando el compromiso instintivo se hace evidente, el juego se detiene(p.62). El análisis infantil de Winnicott se centra, como el Melanie Klein, en el juego del niño. Sin embargo, considera Winnicott que Melanie Klein cuando se ocupaba del juego simplemente se ocupaba del uso de aquel, es decir, como una forma de buscar la comunicación del niño, cuando se sabe que por lo general no posee un dominio tal del lenguaje. En esta dirección, ocurre el hecho de que el terapeuta se detenga poco a observar el niño que juega, para escribir sobre el juego como una cosa en sí misma.

2.6 Los objetos y fenómenos transicionales en Winnicott

Para Winnicott el significado del jugar adquirió un nuevo color desde que siguió el tema de los fenómenos transicionales y busco sus huellas en todos sus sutiles desarrollos, desde la primera utilización del objeto o la técnica transicionales hasta las últimas etapas de la capacidad de un ser humano para la experiencia cultural.

Para Winnicott (1972), es bien sabido que:

Los recién nacidos tienden a usar el puño, los dedos, los pulgares, para estimular la zona erógena oral, para satisfacer los instintos de esa zona. También se sabe que al cabo de unos

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meses los bebes encuentran placer en jugar con muñecas, y las madres les ofrecen algún objeto, esperando que se aficionen a él(p.17). Winnicott plantea que existe una relación entre estos dos grupos de fenómenos, separados por un intervalo de tiempo, y el paso del primero al segundo puede ser de provecho para la comprensión clínica. Entonces, pasa el autor a hablar de las primeras posesiones. Así Winnicott (1972) manifiesta que:

Quienes se encuentran en estrecho contacto con los intereses y problemas de las madres tendrán ya conocimiento de las riquísimas pautas que exhiben los bebes en el uso de las primeras posesiones no-yo, advirtiéndose una amplia variación en la secuencia de hechos que empiezan con el puño en la boca y a la larga lleva al apego de un osito, una muñeca o un juguete, blando o duro (p.18). En el desarrollo de un niño aparece, una tendencia a entretejer en la trama personal objetos distintos al propio yo. Continúa Winnicott (1972):

En el caso de algunos bebes, el pulgar se introduce en la boca mientras los demás dedos acarician el rostro mediante movimientos de pronación y supinación del antebrazo. La boca, entonces, se muestra activa en relación con el pulgar, pero con respecto a los dedos, los que acarician el labio superior o alguna otra parte, pueden o no llegar a ser más importantes que el pulgar introducido en la boca; más aún, se puede encontrar esta actividad acariciadora por sí sola, sin la unión más directa de pulgar y boca; o con un objeto exterior que se introduce o no, como ser un trozo de tela, lana; o movimientos de masticación, acompañados por sonidos. Se puede suponer que estas experiencias funcionales van acompañadas por la formación de pensamientos o de fantasías; a todas estas se las denominan fenómenos transicionales(p.18). Posterior a esta elaboración, Winnicott (1972) introducen los términos, “objetos transicionales” y “fenómenos transicionales” así:

Introduzco los términos (…) para designar la zona intermedia de experiencia, entre el pulgar y el osito, entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto, el parloteo del bebe y la manera en que un niño mayor repite un repertorio de canciones mientras se prepara para dormir, se ubican en la zona intermedia, como fenómenos transicionales, junto con el uso que se hace de objetos que no forman parte del cuerpo del niño aunque todavía no se los reconozca del todo como pertenecientes a la realidad exterior (p.18). Así para winnicott, puede surgir algo, un objeto o algún fenómeno, que llega a adquirir una importancia vital para él bebe en el momento de disponerse a dormir, y que es una defensa contra la ansiedad depresiva. Puede que el niño haya encontrado algún objeto blando, o de otra clase, y lo use, y entonces se convierte en lo que yo se llama objeto transicional. Este objeto sigue siendo importante, y los padres llegan a conocer su valor y lo llevan consigo cuando viajan; la madre permite que se ensucie y aun que tenga mal olor, pues sabe que si lo

19 lava provoca una ruptura en la continuidad de la experiencia del bebe, que puede destruir la significación y el valor del objeto para este.

La pauta de los fenómenos transicionales empieza a aparecer desde los cuatro a seis meses hasta los ocho a doce meses. Las pautas establecidas en la infancia pueden persistir en la niñez; la necesidad de un objeto o de una pauta, que comenzó a edad temprana, puede reaparecer más adelante, cuando se presente la amenaza de una privación. En la vida el niño adquiere poco a poco ositos, muñecas y juguetes duros; no existe una diferencia apreciable entre los varones y las niñas, en su uso de la primera posesión “no - yo”, que se denomina objeto transicional.

Cuando el bebé empieza a usar sonidos organizados, puede aparecer una palabra para nombrar al objeto transicional; por lo general contiene en parte una palabra empleada por los adultos; por ejemplo, la palabra puede ser “naa”, y la “n” proviene del empleo de la palabra “nene” por los adultos.

A veces no existe un objeto transicional aparte de la madre misma; o él bebe se siente tan perturbado en su desarrollo emocional, que no le resulta posible gozar del estado de transición, o bien se quiebra la secuencia de los objetos usados; este estado, sin embargo, puede mantenerse oculto.

2.7 Teoría del Juego en Winnicott

Es posible para Winnicott describir una secuencia de relaciones vinculadas con el proceso de desarrollo y buscar donde empieza a jugar. Así para Winnicott (1972):

A. El niño y el objeto se encuentran fusionados. La visión que el primero tienen del objeto es subjetiva, y la madre se orienta a hacer real lo que el niño está dispuesto a encontrar. B. El objeto es repudiado, reaceptado y percibido en forma objetiva. Este complejo proceso depende de que exista una madre o una figura materna dispuesta a participar y a devolver lo que se le ofrece (…) Ello significa que la madre (o parte de ella) se encuentra en un “ir y venir” que oscila entre lo que el niño tiene la capacidad de encontrar y (alternativamente) ser ella misma, a la espera de que la encuentren (…) Si se puede representar ese papel durante un tiempo, sin admitir impedimentos (por decirlo así), entonces el niño vive cierta experiencia de control mágico, es decir la experiencia de lo que se denomina “omnipotencia” en la descripción de los

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fenómenos intrapsíquicos (…) En el estado de confianza que se forma cuando la madre puede hacer esta cosa que es tan difícil (pero no si es incapaz de hacerla), el niño empieza a gozar de experiencias basadas en un “matrimonio” de la omnipotencia de los fenómenos intrapsíquicos con su dominio de lo real. La confianza en la madre constituye entonces un campo de juegos intermedio, en el que se origina la idea de lo mágico, pues el niño experimenta en cierta medida la omnipotencia (…) C. El niño se encuentra solo en presencia de alguien. El niño juega entonces sobre la base del supuesto de que la persona a quien ama y por lo tanto es digna de confianza se encuentra cerca, y que sigue estándolo cuando se la recuerda, después de haberla olvidado (…) D. El niño se prepara para permitir ahora la superposición de dos zonas de juego y disfrutar de ella. Primero, por supuesto es la madre la que juega con el bebé, pero cuida de encajar en sus actividades de juego. Tarde o temprno introduce su propia forma de jugar, y descubre que los bebés varían según su capacidad para aceptar o rechazar la introducción de ideas que les pertenecen (…) (p.71-72)

2.8 Cecilia Muñoz y la relación analista-paciente

Cecilia Muñoz (1989), trabajando la relación analista-paciente, manifiesta que:

Una de las partes, el paciente, se encuentra en situación, en la que hay vivencias que no logra entender, hay confusiones intensas que impiden total o parcialmente algunas de sus funciones, hay ideas dolorosas o persecutorias que llenan su mente y le impiden ocuparse de nada. El analista en la medida en que posee una preparación, una técnica, que le permite entrar en una relación especial con el paciente, se convertirá en quien presente al paciente con claridad, sus malos entendidos, sus falsas teorías, sus falsas visiones del mundo y será quien le ayude para que tenga una experiencia nueva de relación de objeto. Al final el terapeuta será quien le pueda ayudar al paciente a entender y superar impedimentos emocionales a su descubrimiento de lo que innatamente ya sabe: el reconocimiento del pecho como un objeto bueno, el reconocimiento del coito de los padres como acto creativo y el reconocimiento de lo inevitable destiempo y de la muerte(p.p.451-452). Cecilia Muñoz (1989), teniendo como marco el esquema de Bion para pensar la mente, el aparato para pensar y el pensamiento que conllevan una matriz básica “continente –contenido y fragmentación-desintegración” pudo pensar las observaciones de lo que sucedía entre el paciente y el terapeuta. Así pues:

La relación analista-paciente como un desencuentro (...): En esta forma de relación, el paciente se constituye en un contenido que quiere encontrar en el psicoterapeuta un continente para que le ayuden a entender sus experiencias de incomprensión con los otros, el psicoterapeuta no es un continente adecuado, no está en disponibilidad de recibir y participar para darle la idea de que está siendo comprendido (…) En esta forma de relación, la posibilidad de poder utilizar alternativamente la función continente-contenido falla en la analista, quien es solamente un contenido que busca desesperadamente un continente, pero

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que falla en su función continente para tomar contacto con el estado del paciente, lo cual sería el contenido inicial al cual debería prestar atención. La falta de continente, en los dos casos, deja a los pacientes con sensación de desintegración, de ensayo frustrado, de vacío. Los contenidos se vuelven persecutorios, intrusitos o se pierden (…) La relación analista-paciente como un choque (…): En este caso, el analista introduce en el paciente un contenido que no corresponde a la situación analítica. Es un contenido no interpretativo. Parece un contenido de regulación de encuadre, pero está formulado en forma rígida y autoritaria, sin ninguna consideración a la situación que el paciente vive. El paciente devuelve rabia y desesperación y la introduce en el analista. Son dos contenidos que chocan entre sí, y que no producen una interacción transferencial, ni una interacción tentativa, previa a la comprensión y a la interpretación. Este choque produce, en los dos, fragmentación. El paciente se deshace de su experiencia emocional traumática, expulsando los pedazos y el analista se defiende de su desintegración, aislándose en su propia desintegración (…) La relación analista-paciente como un vacío (…):En este tipo de relación, el paciente no tiene posibilidad de comunicar nada y la analista tampoco está en capacidad de interpretar nada. Se aleja con su modorra, deja al paciente en el vacío del cuarto, con sus pensamientos silenciosos, mientras ella misma entra en un vacío de adormecimiento. Son dos seres que comparten un mismo espacio pero sumidas en la soledad del vacío de cada una. No hay ni continente, ni contenido. Falla la capacidad comunicativa de la paciente y falla la capacidad interpretativa de la analista. Podría pensarse, sin embargo que este periodo de vacío puede ser vivenciado por un tiempo, antes que el analista entienda que es el vacío lo que debe interpretar. En todo análisis hay momentos de vacío, desencuentro y choque, pero con rescate por parte del analista y entonces todos estos estados son preparatorios para llegar al acople. Pero si estas situaciones se prolongan por mucho tiempo, todas pueden llevar a un rompimiento del contrato analítico y con razón, por cuanto el paciente no recibe nada que pueda significarle nueva comprensión, nueva vivencia (…) La relación analista-paciente como un acople (…):En esta forma de relación, el analista hace intentos para permitirle al paciente que tome contacto con su propio estado y con la presencia del analista, a pesar de las dificultades que el paciente tiene, en sus momentos autistas, de entrar en contacto con la analista. En esta forma de intervención, se produce una modificación en el estado del paciente y origina reacciones específicas en el comportamiento y la actitud del analista. Allí se ve el paso de continente a contenido y viceversa que desempeñan los dos. Cómo la analista contiene al paciente, antes de que éste pueda expresarse, y cómo cuando se expresa, y el analista entiende, trata de llevarlo a esta comprensión, que produce modificación en la reacción del paciente, quien vuelve a emitir conductas y palabras que le permiten a la analista entender el proceso que allí se da(p.p.452 - 460). Para Cecilia Muñoz (1989), todas estas formas de relación tienen unas implicaciones:

El desencuentro, el choque o el vacío prolongado implican un impasse. Lo único que permite que un análisis avance es el acople, en que tanto el paciente como la analista hacen constantemente de continente y contenido para el otro, de manera tal que la compresión que parte de uno llegue al otro y estimule nuevo material, que a su vez sea material que facilite nueva comprensión(…). El análisis ha de concebirse como un encuentro entre un continente- analista que recibe un contenido-paciente, emite una interpretación-contenido que produce un insight-continente-contenido. Todo esto junto sería el proceso analítico. En esta situación, la interpretación no debe concebirse como un contrapunteo de adivinanzas, como a veces se observa en algunos análisis, sino un proceso en el cual el analista no solo utilice su intuición para extraer lo que el paciente quiere decir, sino que pueda pedir explicaciones para que la comprensión sea sobre una realidad del paciente y no sobre suposiciones del analista (p.161).

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2.9 Cecilia Muñoz y Los factores de la función analítica receptiva

Inicialmente Cecilia Muñoz (1996) diferencia cuatro dimensiones en la función analítica receptiva. Así pues:

Recibir y tolerar la transferencia y la contratransferencia: Recibir y tolerar la transferencia incluye aceptar del objeto envidioso, sádico aterrador, muerto, confuso, denigrado, amoroso, tierno, interesado, transferido; el vínculo amoroso, odioso, envidioso, ausente entre los objetos; las partes denigradas, confusas, muertas, amorosas, envidiosas, sádicas, aterradas del sí mismo. Esto equivale a decir, en términos conocidos tolerar las identificaciones proyectivas del paciente. Recibir y tolerar la contratransferencia incluye aceptar la aparición de sensaciones, sentimientos y pensamientos sobre el paciente que no son producto de la observación sino que provienen de lo proyectado por el paciente o de áreas propias del analista no esclarecidas anteriormente (…) Recibir y tolerar la desorganización del paciente y la propia desorganización: Recibir y tolerar la desorganización del paciente implica una capacidad de contener expresiones cognitivas, y afectivas desorganizadas y confusas por parte del paciente, y dejarse impregnar por ellas hasta que el analista vivencie su propia confusión y desorganización, situación que lo lleva de la comprensión propia a la del paciente (…) Interés y capacidad de indagar sobre la realidad onírica, el lenguaje y el comportamiento no verbal: El interés y la capacidad de indagar sobre la realidad onírica, es la manera más clara de llegar al mundo interno del paciente (vía regia al inconsciente). La exploración, el análisis y la interpretación de los sueños en una actividad importante en la situación analítica. El interés y la capacidad de indagar sobre el comportamiento verbal del paciente permiten llegar a estructuras y contenidos de la realidad interna del paciente. El interés y la capacidad de indagar sobre el comportamiento no verbal del paciente permiten acceder al mundo interno que se expresa también a nivel de gestos, posturas, movimientos, dolores enfermedades corporales (…) Indagar bajo un esquema de pensamiento abierto: Explorar la realidad interna bajo un sistema de pensamiento abierto implica la utilización del esquema de conocimiento por Bión: preconcepción-realización-concepción-concepto que a su vez vuelve a convertirse en preconcepción(p.p. 15-17).

2.10 Cecilia Muñoz y la función analítica interpretativa

Después de terminar el trabajo sobre la función psicoanalítica receptiva, Cecilia Muñoz (1996) pasa a trabajar la Función Analítica Interpretativa. Parar ella la interpretación, concebida como la intervención analítica por excelencia, puede ser definida como:

Una intervención verbal mediante la cual el analista le hace saber al analizando su comprensión sobre algún evento psíquico emitido por el paciente y que ha sido objeto de observación por parte del analista. La observación puede haber recaído sobre el contenido del material verbal del paciente y dentro de éste sobre anécdotas de la cotidianidad, lo onírico, lo introspectivo. Puede haber recaído también sobre los gestos, los ademanes, una serie de acciones consecutivas o dispersas del analizando o sobre el silencio del mismo. Todo este material ha sido recibido, junto con las identificaciones proyectivas, e identificaciones adhesivas por el analista dentro de su contexto vivencial analítico, personal, social y cultural,

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que es objeto de cierta reflexión antes de ser emitido al paciente en forma de interpretación (…) Se considera la función interpretativa como cierto estado mental del analista que le permite acercarse de una cierta forma a su propio conocimiento para transmitirlo al analizando. El trabajo se refiere más a una función de la personalidad que a la interpretación misma, a una cierta capacidad y un cierto interés por parte del analista (p. 31). Teniendo en cuenta lo anterior, Cecilia Muñoz (1996), puede llegar al establecimiento de varios factores:

Capacidad del analista para hacer de la interpretación, un instrumento que ayude a desarrollar la capacidad de sentir y pensar del analizando y de él mismo,(…) Capacidad del analista para convertir la interpretación en una experiencia emocional y de conocimiento entre analista y analizando,(…) La capacidad del analista de hacer la interpretación un aspecto interesante de seguir siendo explorado por él y por el analizando,(…) Capacidad para verbalizar en la interpretación la observación consensual entre analista y analizando,(…) Capacidad para hacer interpretaciones veraces evaluables conjuntamente con el analizando,(…) Capacidad para considerar varias interpretaciones y elegir una de ellas,(…) Capacidad del analista para conservar en la interpretación el máximo contenido del material del analizando,(…) Capacidad para aceptar que puede haber interpretaciones desafortunadas,(…) Capacidad del analista para reconocer que la interpretación produce un cambio en la situación que observamos,(…) Capacidad del analista para incluir en las interpretaciones los patrones y las reacciones leves observadas en el paciente,(…) y la Capacidad para incluir la transferencia y la contratransferencia en la interpretación (…) Respeto al último factor, La Capacidad para incluir la transferencia y la contratransferencia en la interpretación, hace referencia a la capacidad del analista para encontrar en el material verbal y gestual del paciente, especialmente en el material onírico, elementos que le permiten mostrar la transferencia al analizando, es decir, al objeto o a las partes del self o bien a la relación que están siendo proyectadas en el analista, y que éste acepta y expone al analizando, creando un ambiente de cercanía emocional (…) Este factor se refiere a la capacidad que el analista tiene, una vez que ha tomado contacto con su contratransferencia inconsciente a través de sus percepciones, sentimientos y pensamientos, de utilizar la interpretación para devolver al analizando sus objetos, partes del Self y relaciones que han sido proyectadas, en forma de pensamiento y no en forma de acción contratransferencia. O bien después de recuperarse de la acción contratransferencial, a través del conocimiento(p.p. 32-36). Los anteriores factores hacen referencia a las capacidades del analista que le permiten hacer de la interpretación un instrumento útil para el proceso del desarrollo en términos de tolerancia a las experiencias emocionales con el fin de convertirlas en pensamiento, utilización del material del paciente de tipo verbal, onírico, de comportamiento como hechos de observación que permiten encontrar patrones descriptivos de funcionamiento psíquico y formas simbólicas de significación sobre las experiencias vividas o por vivir. Apoyado siempre en sus propias experiencias y en sus propias vivencias.

2.11 Meltzer y la Dimensionalidad del espacio psíquico

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Para Meltzer, las alteraciones respecto del espacio vital, tienen su expresión en el trabajo interpretativo mucho antes de que fueran convertidas en formulaciones teóricas. Cuando logran ser convertidas en teoría, para Meltzer (1984) la experiencia se puede ser organizada en niveles, así:

Unidimensionalidad: en esta dimensión, una relación lineal de tiempo-distanciaentre sujeto y objeto da lugar a un mundo con un centro fijo en el sujeto y con un sistema de rayos en dirección y a distancia de los objetos concebidos como potencialmente atractivos o repelentes. Allí solo parece fortuito que alejarse de un objeto simultáneamente acercara el sujeto hacia otro. El tiempo no se distingue de la distancia, y no se conduce a la emocionalidad fuera de la forma más simple y polarizada. En el autismo el mundo es unidimensional, si mente donde no hay más que eventos o hechos no disponibles para la memoria o el pensamiento (…) Bidimensionalidad:en este estado la significación de los objetos se vivencia como inseparable de las cualidades sensuales que pueden captarse de sus superficies, la concepción del sujeto es limitada, se vivencia como superficie sensible tal y como lo presentó Freud en El yo y el ello. Esta superficie es sensible a las cualidades superficiales del objeto pero sus objetivos están cercenados por una empobrecida imaginación, pues carece de medios para construir en sus pensamientos objetos o hechos distintos a aquellos experimentados de manera concreta. Según Bion, el yo no tendría medios para distinguir entre un objeto ausente y la presencia de un objeto ausente persecutorio. Esta limitación del pensamiento y la imaginación reside en la carencia de espacio interno dentro de la mente, en la cual pudiera tener lugar la fantasía como una acción de ensayo, como un pensamiento experimental (…) Tridimensionalidad: Cuando el objeto se vivencia como resistente a la penetración de modo que los problemas emocionales ya no parecen consistir en estar meramente a uno u otro lado de un objeto fino como papel, el escenario está preparado par que surja el concepto de orificio en el objeto. Puede entonces comenzar la pugna acerca de la forma de guardar o cerrar estos orificios. Con el comienzo de esta nueva lucha la visión del mundo en su totalidad se eleva a un nuevo nivel de complejidad, el nivel de la tridimensinalidad de los objetos, y del self por identificación como continentes de espacios potenciales. La potencialidad de un espacio, de un continente solo se da cuando se hace efectiva la función de esfínter. La capacidad de un objeto de proteger, de controlar sus propios orificios es una condición previa para que el self realice un movimiento en esta dirección, de continencia como de resistencia a la penetración agresiva. La operación continua de la omnipotencia da forma a la fantasía de identificación proyectiva. Es así como no solo se reafirma la reversibilidad de la diferenciación del self respecto del objeto, sino que se proclama la reversibilidad de la dirección del tiempo. Surge el tiempo oscilatorio en las concepciones mentales del mundo (…) Tetradimensionalidad: cuando se ha montado la lucha contra el narcicismo y ha disminuido la omnipotencia (ambos imponen la intrusión y el control sobre los objetos en los mundos interior y exterior) puede comenzar la formación de un mundo tetradimensional. El desarrollo aparece como posibilidad. La envidia y los celos que no podrían encontrar otro alivio que la afirmación de la voluntad del individuo, le abren camino a la esperanza que se inspira en el proceso de una nueva identificación introyectiva diferente a las narcisistas. En ella el renunciamiento al controles su condición necesaria, el tiempo es su amigoy la esperanza su marca de ley. (p.p 197-200).

2.12 Meltzer y las características de la familia patriarcal y matriarcal

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Meltzer (1990) considera seis categoría se organización familiar que corresponden a seis tipos de organización de la personalidad de los miembros individuales; sin embargo acá solo desarrollaremos dos. Define roles y funciones no con un carácter sociológico sino como producto de extrapolaciones de investigaciones psicoanalíticas sobre la estructura interna de la personalidad. Así pues:

Las funciones de la vida familiar son la contención y distribución del dolor mental conectado con el crecimiento y el desarrollo de los miembros de la Familia en la Comunidad. Para el psicoanálisis: 1)no hay desarrollo sin dolor y 2) toda regresión en la personalidad involucra la removilización del dolor mental ligado a la estructuración de la personalidad en períodos previos del crecimiento. La clasificación dinámica y económica primaria que se aplica a la Familia (mascotas, casas, bienes familiares) como “en crecimiento”, “estabilizadora” y “en regresión”. Esto tiene relación directa con el nivel de dolor mental tolerado por el individuo como adecuado, crítico o inadecuado para el crecimiento. En la familia hay unos papeles nominales representados porlos padres, los bebés, los niños en edad pre-escolar, los niños e edad escolar, los miembros de la comunidad adolescente, abuelos y miembros de la familia extensa. También existirán unas Funciones que serán oscilatoriamente: generar amor, promulgar odio, promoveresperanza, sembrar desesperanza, contener el dolor depresivo, emanar angustia persecutoria, crear confusión, pensar. Funciones instrumentadas mediante acciones o comunicaciones, abiertas o encubiertas; mediante verdad o mentiras (acciones o declaraciones con significado falso). Funciones delegada en miembros individuales en conflicto con contrapartes. Si desempeñan funciones para otros se habla de dependencia funcional. Funciones asumidas pro individuos o impuestas por otros miembros, en suspenso sin que nadie las realice o foco de caos con angustia catastrófica implícita (p.p. 35-36). Según Meltzer (1990):

La Familia matriarcal:Cuando quien hace de Madre se arroga las funciones introyectivas, deja fuera por insuficiente o débil al que hace de Padre o muestra la fuerza y vitalidad de la mujer. Si el sabor es anti-masculino, lo matriarcal se convierte en pandilla de chicas-delincuente. Pero si no es así la Madre combina los atributos de carácter y aspecto, habilidad y fortaleza tan bisexuales, que el matriarcado va más hacia una familia de pareja en su ethos. La Comunidad en la Familia es matriarcal, la función paterna la desempeñas, tíos o abuelos. Si el Padre está afuera desempeña la funciona en espíritu a través de otras imágenes masculinas. Pero también se espera que la Comunidad cumpla esa función y servicios, cuando priman los aspectos anti-masculinos y la Familia cae en Supuesto Básicode dependencia con la Comunidad, no hostil ni parásita sino por la benevolencia y generosidad de las figuras masculinas de autoridad (banqueros, asistentes sociales, ministros religiosos, médicos y abogados). Educación y salud de los hijos requieren de apoyo financiero, moral e intelectual y como la Madre suele ser atractiva ((o mostrarse necesitada realmente)) recibe el apoyo de estos miembros. Pueden sobrevenir enredos sexuales pero estos se rechazan a menos que el matrimonio sea posible. La casa se maneja y apoya en la disciplina por la culpa. Los criterios son moralistas y están orientados a la adaptación a los supuestos de la Comunidad. Prima: ¿qué pensarán los vecinos?, de forma persecutoria que cuestiona el estatus moral de la Madre, especialmente cuando es divorciada o tiene hijos ilegítimos. La Familia no logra contener desajustes de tipo anti-social, sicótico o defectuoso. Si los hijos padecen estas perturbaciones se entregan a parientes sin hijos, a los abuelos, o al cuidado dela Comunidad. La Madre no logra desempeñar las cuatro funciones, una o más son dejadas de lado (…) La Familia

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patriarcal:Domina el Padre, y la Madre es la incapacitada por alcohólica, deprimida o enferma mental o físicamente. Un paternalismo suave se asemeja a la familia matriarcal y a la conyugal cuando existe una bisexualidad en el carácter del Padre. Pero cuando se impone el Padre se vuelve agresivo y grandioso. Cuando la Madre deserta y se da una disciplina muy rígida con niños y niñas y de otro lado una hermana o una abuela anciana complementan el cuadro. Regaños intimidatorios y punitivos vienen después de una paliza y restos de religiosidad apuntalan al Padre. Es como un sistema feudal con control económico en el centro, del cual los adolescentes huyen y son vistos como desagradecidos por el Padre. Las niñas pueden mantenerse en una sumisión masoquista cuasi-sexual hasta los veinte, para proteger a los más chiquitos de la dureza del Padre y por el apego erótico al Padre. Luego sobrevienen matrimonios inadecuados. La relación de la Familia patriarcal con la Comunidad es de orgullosa independencia dependencia no reconocida, pues el Padre no nota cuanto cuidado buscan y obtienen sus hijos en vecinos, maestros, parientes etc. Se denigra a la mujer, la ternura se considera blandura o debilidad y mentir es el peor crimen pues hunde a la Familia en una atmósfera paranoide. El Padre es de carácter sólido, abnegado y devoto salva de dureza al ambiente. El Padre puede desempeñar algunas de las funciones introyectivas como promover esperanza, contener la depresión o pensar, pero lo común es que generar amor se convierte en la función de los abuelos, La función del pensar se desplaza al niño mas adelantado en la escuela si el padre tiene bajo nivel educacional (…). (p.p. 36-45)

2.13 Meltzer y el funcionamiento de Supuesto Básico de la organización familiar

En el modelo de Meltzer (1990) este autor afirma la existencia de Grupos de Supuesto Básico. Este autor afirma que una familia puede pasar momentáneamente de un nivel de organización como la familia invertida, a un nivel de organización de supuestos básicos, en donde por medio de la identificación proyectiva, los miembros del grupo adquieren un estado mental homogéneo y en donde se comparte un mito original inconsciente. LosGrupos de Supuesto Básico pueden surgir siempre y cuando haya dos o más personas y también pueden tener miembros ausentes. Aunque los roles de la familia no sufren modificaciones, la distribución de las funciones se altera de manera exponencial, dando forma a una tribu primitiva más que a una familia, como lo mencionan Meltzer.

Para Meltzer (1990) los Grupos de Supuesto Básico pueden ser:

Grupos de Supuesto Básico de dependencia: se caracteriza porque el líder representa, pero no lleva a cabo las funciones del pensamiento, la planificación y la responsabilidad. Esta Función de liderazgo recae, naturalmente, en manos del miembro más silenciosamente grandioso del grupo. El líder genera en la comunidad una atmósfera de benevolencia, paz y generosidad y ubica el mal a kilómetros de distancia donde casi es imperceptible. El mito del grupo se basa en una inferioridad histórica, en una falta de confianza y adaptabilidad, sin hablar necesariamente de la malignidad. Sus dogmas y actitudes están basados en la relación entre su historia familiar y las diferentes áreas de la sociedad: económica, política. Los autores

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también afirman que “el chivo expiatorio puede ser un miembro importante y una fuerza de cohesión” (…).Grupos de Supuesto Básico de lucha y fuga el liderazgo recae en el miembro más violento sin importar su edad, sexo o función en la familia. La violencia, tomada erróneamente como fuerza y convicción, genera una actitud de voracidad despiadada hacia la comunidad circundante, ya sea en atención a ‘ver que se haga justicia’ y ‘hacer valer nuestros derechos’, o con el fin de recolectar provisiones como preparación para huir a un nuevo vecindario. No existe tiempo para detenerse a pensar, por eso hay que actuar rápidamente bajo un método de ensayo y error. Es posible que se busquen alianzas con familias que se encuentran en la misma situación, pero no tarda en surgir un pesimismo que envenena el ambiente que los lleva a huir dañando todo aquello que pueda serle de utilidad al bando enemigo. Si no hay posibilidad de huida, surge la violencia en mayor medida desatando una guerra entre la familia y la comunidad, en donde la primera busca por todos los medios aprovechar, parasitar y malgastar los recursos de la segunda (…).Grupos de Supuesto Básico de apareamiento: carece de líder pero vive a la expectativa de su llegada (puede ser la expectativa de llegada de un bebé, un negocio, una idea, una pareja). El sexo o, por lo menos, la atmósfera de pasión sexual, invade los pensamientos y actitudes, como si hacer el amor tuviera un sentido cuasi industrial, con el amor como bien vendible o al menos transmisible, como su actividad central. Busca aislarse de la comunidad (geográfica y emocionalmente) porque se piensa que todo el mundo está contra ellos, sin embargo, por más que se aíslen, la idea paranoide se mantiene y se sienten rodeados por fuerzas hostiles. Se ven obligados a enviar a sus hijos a las escuelas en contra de su voluntad ya que se cree que allí van a ser corrompidos. Intenta utilizar el dinero lo menos posible ya que predomina una ilusión de auto-suficiencia, rechazando la tecnología y cualquier representación de la civilización (…) (P.P. 30-34)

2.14 Meltzer y La Experiencia Emocional

Según Meltzer (1990) una experiencia emocional es:

Un encuentro con la belleza y el misterio del mundo que despierta un conflicto entre L, H y K y –L, -H y –K. En tanto que el sentido inmediato es experimentado como emociones quizás tan diversas como los objetos capaces de evocarlas en esa forma inmediata, su significación siempre se refiere, en última instancia, a las relaciones humanas íntimas (…) El sentido implica un complejo de experiencias preceptúales que deben ser exploradas por la imaginación, usando la simbolización, en primera instancia. El único parámetro de diferenciación es subjetivo: nos interesa o no nos interesa. Si se ve al sentido de esta forma, donde la emoción es la manifestación primaria, la significación debe ser vista como su elaboración, dentro de la misma imagen general del mundo construida por la imaginación. Cada vez que una emoción da a luz a una nueva idea, se desencadena un cambio dramático anunciado por la ansiedad catastrófica, ya que toda la imagen-del-mundo (Money-Kyrle) debe reordenarse para dar paso a la nueva idea. Los primeros indicios de ansiedad catastrófica hacen sospechar inmediatamente la existencia de una nueva idea incipiente (…) Las relaciones humanas “íntimas” como las experiencias emocionales son capaces de desencadenar pensamiento. La armadura exterior del carácter social, adquirida de forma desmentalizada, a través de formas primitivas de identificación, entrenamiento, mímica, condicionamiento, etc. Esto es necesario para sobrevivir, pero compite con los procesos de las experiencias emocionales y el aprender de ellas a través del pensamiento, a partir del cual, la imaginación construye una imagen–del-mundo (p.22).

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2.15 Etchegoyen: los materiales e instrumentos de la psicoterapia

En Los Fundamentos de la Técnica Psicoanalítica, Etchegoyen (1988) plantea que:

El psicoterapeuta dispone de varios instrumentos, a los que divide en tres grupos: El primero son los utilizados para influir sobre el paciente, los cuales ejercen una influencia directa sobre el paciente con el propósito de hacer que cambie, que mejore, como son el apoyo, la sugestión y la persuasión. El segundo es el utilizado para recabar información, los cuales serán, la pregunta; al cual se apela a éste cuando no se ha escuchado, no se ha entendido o se desea conocer más sobre algún dato pertinente a las asociaciones del paciente; el señalamiento; intervención que tiene como fin llamar la atención del paciente, que se detenga en sus asociaciones, observe y sea capaz de brindar mayor información; confrontación; intervención que, como subtipo del señalamiento, dirige la atención del paciente hacia puntos contradictorios de sus procesos de pensamiento, actitudes o conductas manifiestas. El tercero, es el utilizado para ofrecer información, como son: la información; instrumento que ofrece al paciente conocimientos extrínsecos a él, datos de la realidad o del mundo; la interpretación; intervención que tiene como intención el hacer consciente aquella información (conocimiento) referida al paciente, de la cual éste no es consciente y que produce cambios estructurales; y el esclarecimiento; en estos casos la información del psicoterapeuta está destinada a poner en claro lo que el paciente ha dicho, debido a que a pesar de ser dicho por él, no la puede captar (p.p. 273-283)

3. OBJETIVOS

3.1 Objetivo General

Esclarecer el proceso de transformación como psicoterapeuta de niños bajo un marco de orientación psicoanalítica en el curso de su formación, a partir de su trabajo con niños en condiciones de vulnerabilidad y riesgo psicosocial.

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3.2 Objetivos Específicos

1. Establecer las distintas funciones que el terapeuta realiza en las sesiones y las motivaciones teóricas, técnicas o inconscientes (transferencia-contratransferencia) para ello.

2. Analizar el uso que hace el terapeuta del lenguaje verbal y del silencio en el curso de los procesos terapéuticos con los pacientes presentados

3. Encontrar las posibilidades y dificultades del terapeuta para la comprensión de los materiales gráficos de los niños y/o el juego que realizan en sesión

4. Hacer una revisión del proceso transferencia-contratransferencia que permita entender el funcionamiento del terapeuta más allá de la discusión teórica.

5. Hacer recomendaciones a la institución sobre la atención de niños en condiciones de vulnerabilidad y riesgo psicosocial.

4. METODOLOGÍA

4.1 Tipo de investigación

El presente estudio es de tipo cualitativo, dado que plantea el conocimiento como una producción constructiva interpretativa, este carácter es generado por la necesidad de dar sentido a las expresiones del sujeto estudiado. La interpretación es un proceso en el que el investigador integra y reconstruye de forma constante, significaciones que van adquiriendo una complejidad progresiva, dentro marcos de organización conceptual cada vez más elaborados. “El carácter interpretativo del proceso de producción de conocimiento enfatiza

30 en la relación intersubjetiva entre investigador investigado, otorgando un valor esencial a los diálogos en los que los sujetos se implican emocionalmente y que permiten vislumbrar nuevas zonas de sentido, brindando una comprensión profunda de los fenómenos de estudio” (González, 2000).

Respecto a la investigación en el psicoanálisis, Laverde (2007) se ha planteado que:

La metodología clínica es originalmente holística, heurística y cualitativa que utiliza un método intersubjetivo. Considerando que el psicoanálisis y la psicoterapia derivada tienen como objeto de estudio al ser humano en la dimensión de sus motivaciones inconscientes, lo que determina el método intersubjetivo es la transferencia y la contratransferencia, basadas en las premisas básicas del psicoanálisis: existencia de un inconsciente dinámico, tendencia a la repetición de patrones vivenciales, de pensamiento y conducta, determinados originalmente con las primeras relaciones interpersonales y su tendencia a repetirlas ulteriormente, y la importancia de estas relaciones tempranas en la estructuración y funcionamiento psíquico ( p. 12). Así la presente investigación empleará el método de la investigación clínica, su registro se hace en términos personales, de tipo cualitativo y basándose en la relación entre paciente y terapeuta, dentro de un encuadre especial de trabajo. Desde el punto de vista clínico, el encuadre contiene la regresión, la neutralidad del analista, la asociación libre y la atención flotante. Tiene una doble utilidad: metodológica y clínica. Después del trabajo clínico, se sucede una segunda etapa en la investigación y se inicia el proceso secundario y la construcción de la teoría clínica. “Esta etapa permite la construcción de ideas, nociones, conceptos y modelos” (Laverde, 2007).

4.2 Diseño de investigación

La investigación se trata de un diseño de caso múltiple con unidad de análisis simple. Se estudiaron tres casos clínicos para observar, describir y analizar el funcionamiento terapéutico.

4.3 Participantes

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Se analizaron los casos clínicos de tres pacientes tratados con psicoterapia de orientación psicoanalítica: María, una adolescente de 13 años de edad con quien se llevaron a cabo 35 sesiones; Fabio, un niño de 9 años de edad con quien se llevaron a cabo 45 sesiones y Jorge, otro niño de 8 años con quien se llevaron a cabo 30 sesiones de psicoterapia.

4.4 Contexto institucional

Estos casos fueron atendidos en La Fundación Sembrando Futuro con Afecto, organización no gubernamental, institución de protección, modalidad intervención de apoyo, adscrita al Sistema Nacional de Bienestar familiar (SNBF). En la actualidad atiende 113 niños, con edades de 6 a 16 años, remitidos con medida de protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), quien es la entidad que respalda legalmente a La Fundación en el trabajo de atención integral llevado a cabo con los niños.

La institución responde a la política gubernamental de familia, que asume como fundamental actuar a favor de la familia para restablecer los derechos vulnerados de niños, niñas, adolescentes, y sus familias. Desde luego, también tiene un representante legal, de quién, de igual manera, se tienen en cuenta los requerimientos legales para la atención de niños y quien da el consentimiento para el uso de la información para investigación.

Los niños asisten en media jornada, complementando las actividades de la escuela, recibiendo apoyo en tareas, participación de los talleres vocacionales, asesoría en proyecto de vida y acompañamiento psicosocial.

4.5 Instrumentos

Protocolos de sesión. Este instrumento es el registro de lo sucedido en sesión de trabajo psicoterapéutico, luego de que le sesión ha culminado. Incluye el material verbal y no verbal del paciente y el terapeuta, de igual modo que el registro de la experiencia emocional vivida por la pareja en la sesión. Su utilidad es que permite al profesional volver sobre lo ocurrido, de modo que pueda ser revisado por un supervisor o por el propio terapeuta y encontrar hipótesis sobre el funcionamiento psíquico del paciente, teniendo como punto de partida el registro y la experiencia de transferencia-contratransferencia de cada encuentro.

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4.6 Aspectos Éticos

La presente investigación se rigió según las normatividad propuesta por el código deontológico y bioética del Psicólogo Colombiano, Ley 1090, en particular en lo concerniente al artículo 5 sobre la confidencialidad de la información obtenida de las personas en el desarrollo del trabajo investigativo y el artículo 6 sobre el bienestar del usuario, donde se plantea el respeto a la integridad y bienestar de las personas con los cuales trabajan. (Se anexa consentimiento informado para la atención y para la uso del material con fines investigativos)

4.7 Análisis de la Información:

El proceso de análisis de la información tuvo los siguientes pasos: 1. Realización de los encuentros terapéuticos de orientación psicoanalítica dentro de la institución 2. Registro de la información de cada sesión en un protocolo 3. Supervisión del trabajo por parte de profesores de la Maestría 4. Realización de la Revisión Meditativa de 15 protocolos de cada uno de los niños. Respecto a la Revisión Meditativa Bión(2000) dice que: Se construye con el objeto de que al final del día el psicoterapeuta, pueda revisar algún aspecto de su trabajo sobre el cual tenga dudas. La preocupación puede centrarse en una frase, recordando la sesión, el contenido del enunciado, la entonación del paciente, el psicoterapeuta puede ubicar el enunciado en una categoría, que a la luz del conocimiento posterior, piensa pertenecer. La revisión puede efectuarse también sobre las intervenciones del terapeuta, al adecuar una columna en la tabla, a la par de la columna para la revisión de lo dichopor el paciente (p. 132).

5. Establecimiento de categorías descriptivas del proceso terapéutico de cada uno de los pacientes, presententando los estados mentales de los mismos 6. Análisis del la relación entre la comprensión del funcionamiento psíquico de cada participante y del funcionamiento del terapeuta en la sesión. 7. Establecimiento de categorías emergentes descriptivas transversalesdel funcionamiento del terapeuta para los tres casos: Uso de la comunicación verbal: Esta categoría se refiere a la manera como el terapeuta usa el lenguaje verbal con el paciente y la función que tiene en la sesión.

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Uso del material gráfico o de juego: El valor comunicativo, relacional o simbólico que el terapeuta le otorga a estas producciones Uso del proceso transferencia-contratransferecia o de la vivencia del terapeuta: Esto se refiere a la experiencia emocional en curso entre la pareja terapeuta-paciente, la capacidad de intuisión y conciencia que pudo o no tener el terapeuta de este proceso y la utilización en el trabajo. 8. Análisis interpretativo de las categorías emergentes en cada uno de los casos 9. Elaboración de la Discusión y Conclusiones Finales

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5. MATERIAL CLÍNICO: ELEMENTOS DE ANÁLISIS Y REFLEXIÓN

5.1 Introducción y presentación de los casos

Los tres casos analizados se presentan teniendo en cuenta el proceso terapéutico con el niño y el funcionamiento del terapeuta. El primero, en donde se reflexiona sobre el proceso llevado por el niño durante la psicoterapia. Este primer punto el proceso será organizado en momentos,de modo que se pueda aclarar al lector el tipo de condición psíquica y el ambiente emocional que vivió cada uno de ellos y que fueron el campo de desempeño del terapueta. En en segunda instancia y basado en los materiales pesentados, se hace un análisis del funcionamiento del terpeutailustradoy organizado alrededor de las tres categorías transversales descritas en la metodología, con el fin de que permitan hacer un seguimiento de las dificultades presentadas en el trabajo, tanto como los movimientos del terapeuta en el proceso.

5.2 Fabio o de la mente hecha pedazos

5.2.1 Descripción del caso

Fabio es un niño de 9 años de edad, cursa cuarto de primaria y asistió en jornada alterna a la escuela a la institución. Su familia está compuesta por la madre, el padre, su hermana 2 años mayor, y su hermana menor de 5 meses de edad. En la casa también vive un primo por línea materna, figura de la cual Fabio hablará en consulta.

La relación de los padres con Fabio era de maltrato, expresado en golpes y malas palabras; esto por lo que dice en las sesiones Fabio. La relación de los padres también es difícil, debido a las continuas peleas entre ellos. Las peleas eran por asuntos económicos, porque el padre tomaba o por infidelidad. La relación con otros niños de la escuela o de la institución, también incluía peleas y golpes. Las relaciones siempre fueron tensas para Fabio.

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En el grupo era visto por las educadoras de la institución como el niño que “lanza la piedra y esconde la mano”, por lo que en ocasiones las reprimendas no se dejaban esperar. De todas maneras era un niño que se le dificulta la convivencia, con su mirada siempre hacia el piso, irritable y con quejas permanentes por la interacción con sus otros compañeros

5.2.2 Descripción del proceso psicoterapéutico:

El proceso de atención del niño se pudo dividir en dos. En el año dos mil ocho es atendido más o menos duranteseis meses. En el año dos mil diez se le atiende por un periodo de diez meses, mientras que en el dos mil once lleva un periodo de atención de tres meses. Inicialmente se atiende en consulta mensualmente, como parte de los requisitos de valoración de la institución; sin embargo, poco después se lo atiende semanalmente, cambio que se produce de acuerdo con las agentes educadoras y las propias observaciones sobre las necesidades y dificultades de socialización de Fabio. En el último tiempo se lo atendió dos veces por semana, dado los nuevos aprendizajes en la formación como psicoterapeuta, además de que los procesos escolares y la relación que establece con sus pares hicieron que se atendiera continuamente.

El motivo de ingreso a psicología, inicialmente se da como parte del proceso de atención que se les ofrece en la institución a la que se inscribe. No existe ni un interés por parte del niño, ni por parte de la familia frente a lo psicológico. El niño inicialmente llega a la institución para el apoyo en tareas y para que “mejoren el comportamiento” ya que van mal en el colegio y debido a que a la madre se le dificulta estar pendiente de él por las dificultades que se han presentado en su embarazo y periodo de lactancia de su hija menor.

En ese contexto Fabio fue recibido en psicología para su valoración y posterior seguimiento del caso. En los primeros acercamientos me doy cuenta que se trata de un niño que le da gran valor a las comunicaciones verbales y el juego, pero al mismo tiempo que experimenta gran malestar y sufre. Lo primero que el niño manifiesta es que, “me gustaría aprender karate para defenderme de otros niños que me molestan en la escuela”, dándome cuenta con esto

36 que, quiere defenderse de unas relaciones que son amenazantes y con las que en ocasiones resulta maltratado.

5.2.3 Momentos en el proceso terapéutico y funcionamiento psíquico del paciente

Se incluye el material clínico que le permita al lector entender al paciente y al proceso, a la vez que permita seguir las categorías analíticas establecidas para revisar el funcionamiento del terapeuta. Los momentos son divididos en tres:

1. Primer Momento: La queja y la evacuación.

En este momento se presenta una forma habitual en Fabio de usar el espacio terapeutico. El niño venía continuamente a relatar sus quejas frente a los otros, padres, compañeros, profesores. Los personajes relatados no podían precisarse pues pasaban de una descripción a la contraria sin ningún elemento que lo explicara. Así en la sesión Junio 10 del 2010:

T: Hola Fabio. P: yo me comprometí con mi mama a que nunca más volvería a tratarla así… entonces ya mi mamá me prometió que nunca volvería a maltratarme… como siempre uno cree todo… T: ¿uno cree todo? ¿Siente que su mamá incumplió? P: si… ella me dijo que nunca volvería a pegarme, nunca me volvería a maltratar, nunca, nunca. Mi mamá me cantó esa canción de… esa de no se…. Esa de ángel mío. Me canto todas las canciones y entonces nos pusimos a llorar y le prometí yo también a mi mamá que no volvería a pasar eso. Entonces mi mamá si me prometió y yo también… Entonces después de llorar terminamos y… nos dimos un abrazo bien fuerte. T: ¿se comprometió usted a que nunca volvería a tratarla mal? P: si, a que nunca le volvería a decir así, que nunca volvería a ser grosero con ella ni con mi papá. (En este punto introduce entonces a su primo Carlos)… Bueno eso no es nada, con mi primo Carlos, hum, me va peor ya que él todo los días me pega. Pero no solo a mí me pega, pues ayer a Sofía le pego, yo no mire pero escuche, le pego. Aunque a mí también me pegó. Todo comenzó cuando yo me senté allá en la cama de él, comenzó a darme y a darme puños en la rodilla y después yo le metí puños, puños en la cara para que aprenda. Después de eso vino mi mamá y me dijo que vaya péguele el puño; (en esto el niño no es claro respecto a sí le advirtió o lo incitó, si su intervención iba dirigida a él o a su primo, etc.). Aquí, como siempre, mi papá me trató de defender, aunque también mi mamá hizo como mi papá. Pero luego vino Carlos, y como si fuera un macho man, me pego en un lado del pie y eso me calentó, lo que hizo que yo me tratara de defender con las patas. Entonces vino mi mama cuando me escucho gritar; es aquí cuando mi mamá vino como si fuera mi papá, se cogió el cepillo del patio y le quería pegar a Carlos. Pero mi hermana que se metió, y no la dejaba. Yo le decía a mi hermana que deje a mi mama, que ella me está defendiendo. También le dije a Wendy, que también se metió, que dejara a mi mamá que le pegue. Yo me acuerdo los días que Carlos le pegaba a mi mamá, sin embargo las cosas ahora habían cambiado. Pero mi 37 hermana no quería dejar que mi mamá le pegara. En este punto exclama: ¡qué tal si mi mamá fuera yo y yo fuera mi mama!, cogía el palo y le pegaba a ese Carlos. (En este momento hay un silencio después de lo cual continua, pero sin advertirse nada por parte del terapeuta. De todas maneras algo relacionado con mamá como papá y él como mamá, me había quedado sonando). Estoy bravo con Carlos. La verdad, me gustaría que se largara de la casa. Yo ya no me aguanto vivir más con él, puesto que todos los días vive pegándome, todos los días diciendo mentiras para que mi mamá y mi papá me pegaran. Lo que más me molesta es que él como siempre, fresco; en este punto aparece algo relacionado con su mamá, y en general a las mujeres, para hacer una ilustración con la postura de su primo Carlos. Sin embargo, luego también dice que: mi mamá trataba de defenderme de Carlos, pero no, pero no me defendía porque ella, (nannumummm), no más le quitaba la escoba no podía hacer nada más; la postura tranquila de mamá, o de incapacidad según él, debido a que podía ser otra cosa, un acto heroico, por ejemplo, aparece como inducida por una situación de riesgo para ella. Entonces luego dice: si mi mamá se enfrenta a Carlos, es peligroso porque puede morir. Si esto pasa, entonces, ¿yo qué? Quedo jodido sin mi mamá; (en este punto aparece un nuevo silencio, en momento en el que descubre la realidad de la muerte, pero también la vida sin su madre). Sigue entonces diciendo: yo no me aguanto vivir más con él. Sinceramente con él está que se me estalla la cabeza. El es el que comienza los problemas no yo, porque él le dice todos los días a mi mamá puras mentiras para que mi mama me pegue. Sin embargo, ya mi mama me está creyendo que Carlos le está diciendo puras mentiras. Por eso a Carlos lo odio, porque él me genera muchos problemas y problemas, mejor dicho un mundo de problemas. Yo no comienzo los problemas, es él el que los comienza, siendo así desde cuando él vino la primera vez, cuando yo era chiquito y estudiaba en la escuela de Buenos Aires, que empezó todo. El entonces me pegaba hasta puños y cachetadas en la cara. Yo la verdad no quiero que echen a Carlos de la casa, sino que lo echen para… T: para la mierda, quiere decir. P: si, pero mejor dicho que lo echen para, para un viaje. T: que lo maten. Tu sabes que cuando alguien muere es como si realizara un viaje al más allá. P: no, no sabía. Pero no, no es eso lo que quiero. Quiero solo que se vaya de la casa, pero con qué plata. Es que él quiere viajar a todas partes, quiere viajar a Bucaramanga, a Cali, pero como no tiene plata, entonces le toca seguir acá, de paso fastidiándome. T: Pienso tal vez en que le gustaría estar usted solo con su mamá, cosa que lo lograría si él se va de la casa. Podría tener usted solo su madre para usted. P: Si, es verdad, pero ahí está mi papá. T: quieres decir que no podría estar nunca bien, es decir, solo con su madre. P: si, aunque Carlos es peor que mi papa; T: lo cual algo lo aliviaría estando con su papá y no con Carlos, le completo. P: Mi papá también casi todos los días también me maltrataba. Pero a él si le dice a mi mamá: vaya que le pegue a Fabián y vera; cosa que no puede hacer con Carlos, la madre si puede detener al padre, mostrándose mucho más poderosa que él. Con Carlos por eso soy así, por eso le pegue en la cama, porque yo me acuerdo alguno de estos días, desde pequeño me acuerdo que él me metía hasta puños en la cara, me metía hasta cartazos, hasta cachetadas, me pegaba, me pegaba mucho; él me jodió… Luego que se repone me dice: antes Carlos me quería, me acariciaba pero no… ya se ha vuelto lo peor, y por eso yo lo odio, hasta el punto en que siento que me va a estallar la cabeza. Insiste en que: mi mamá como siempre, me trata de defender…; después de esto viene un silencio, después de lo cual le permite cambiar la línea de idas que venía trabajando. Mi mama me perdonó, y me dijo que nunca volvería a maltratarme, y me dio un montón de caricias… no mas era todo…En este momento entonces, como después de haberlo dicho todo, toma unos palitos y empieza a

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colocarlos uno encima del otro, para construir algo. Sin embargo, mientras construye me doy cuenta que continua hablando. T: ¿qué construye? P: No sé. Insiste con la última parte que antes había abandonado. Mi mama me dijo que nunca me volvería a pegar. Ella entonces ya me quiere, con ella ya se arreglaron las cosas, pero con Carlos no porque es peor que una…burguetatri… trillando… T: ¿una qué?, le pregunto. P: Carlos es peor que una burgueta trillando… porque hum… como siempre molesta mucho, es cansón…; trillado es algo parecido a disco rayado, es decir que se repite insistentemente. Hay ocasiones en que me dice que saque la ropa de nosotros aparte, me dice también que me va a dar plata, pero él no me da plata, sino pura ropa. Como yo sé matemáticas él no me da plata. Yo le dije entonces que si no me daba nada le ensuciaba la ropa para que tuviera que lavarla; este aparte que es un tanto incomprensible, creo que tiene que ver con el hecho de que le pide que le lave la ropa y él le paga, pero al parecer él no le cumple, entonces amenaza con ensuciarlo. Luego insiste que con todos, mamá, papá, y con hermana la pasa bien, menos con Carlos. T: Con todos bien, menos con Carlos. P: ujum, porque él molesta mucho, mucho, mucho… con mi mamá no hay problemas, algunos días me canta canciones. Cuando me canta canciones, nos ponemos a llorar. Me canta la de ángel mío, me canta el de…y cuando me canta esa, me dan ganas como de llorar. Ella ha cambiado, un día se puso a jugar lo que jugábamos cuando era pequeño, a la culebra. Antes le hacía estallar a uno la cabeza de un grito, como pasó con Sofía, quién comenzó a llorar por el grito. Le dijo a ella que no le volviera a pegar a mí, entonces le pega con un escobazo bien duro… (Silencio después de esta intervención en la que él parece estar de acuerdo y no con lo pacifica que se ha vuelto su madre; esto es confuso pues pareciera que echara de menos una madre fuerte)… y ahí termino el problema. Pero con Carlos ya no me aguanto, para mí se ha vuelto una basura… Con mi mamá estoy bien, prometimos ser sinceros, ella me está prometiendo que va ser la mama más linda de todos, la más responsable. En este punto me dice, si le pregunta mañana dígale todo lo que le estoy diciendo, para que mi mama se dé cuenta que es lo que yo estoy diciendo aquí… T: Bueno, dejamos acá por ahora.

En esta sesión se notó como Fabio no podía entender debido a que todos los personajesy las pasiones estabanindeferenciadas. Había como una nube que ocultaba lo sucedido y que no permitia hacer diferenciaciones ni de intensiones, ni de responsabilidades, ni de razones ni de alianzas. Se pudo observar también como los objetos estában todos hechos pedazos, lo que hacia que no se pudiera saber qué ni cómo eran. Lo que se imponia en la sesión eran solo relatos impresisos y cambiantes.

Gracias a la pelea con un personaje que atrae toda su atención, con un vínculo de odio, Fabio podía reconocer aspectos de la madre aunque escindidos. Si la agresión se dirigia a Carlos, Fabio podía ver a una mamá que intentaba estar de su lado y también que podía morir en este intento, como una aliada que no lograba consolidarse claramente, pero la ponía al lado suyo. Había un reconocimiento recortado y parcial, que requeriría ser hilado y organizado, pero de

39 todos modos habíaalgo con lo que tal vez se podía contar: Pasaba de ser el enemigo, a un aliado débil para luego ser un objeto que necesitaba ser cuidado.

El mundo de Fabio se organizaba momentánea y transitoriamente cuando aparecia un objeto que atraía su atención de manera odiosa o violenta. En ese momento del paciente se pudo observar que la evacuación que traia dejaba ver que existia una confusión entre Fabio y los personajes de su vida. Se queja de los otros, de lo que hacen, sin darse cuenta que estába hablando de sí mismo. Así en la sesión de Junio 17 del 2010:

T: Buenos días Fabio; en esta sesión una vez me saluda da en hablar inmediatamente de las dificultades con la madre. P: Buenos días. Mi mama que si yo la sigo desobedeciendo, me seguía cogiéndome a garrote. Pero ya luego, mi mamá se ha vuelto buena y amable; (En este momento sobreviene un silencio, después de lo cual prosigue). Mi mamá no me ha vuelto a pegar, sin embargo me ha dicho que si yo no le sigo haciendo caso a ella, se va a enojar nuevamente. En este momento como interrumpiendo lo anterior el niño me dice: tengo ganas que mi papa me comprara una cosa, un álbum… T: ¿un qué? (pregunta en eco) P: yo tengo ganas que mi papa me compre un álbum, pero no tienen plata, ellos son pobres, mi mama no tiene nada. Ayer por la noche como a mi papa le gusta jugar futbol, se fue a jugar con Arnoldo, y se demoro mucho; es que mi papá nunca hace caso. Cuando llegó era tarde y estaba oscuro, entonces le alumbre con una linterna de mi tía Olga, para que él pudiera ver por donde andaba, pero entonces mi papá grito por toda la calle “apague eso”. Yo la apague, pero entonces volví a prenderla, y mi papa me regaño más fuerte, como si fuera un cocodrilo. Fue tan fuerte su regaño que casi despierta a toda la gente. Cuando mi papá llega tarde saca a mi hermanita y la hace dar gripar. Por eso le digo que mi papá no hace caso, porque mi mama le dice que no la saque porque hace un frio y mi papa no hace caso (silencio). Después: Uno ya sabe cómo… T: ¡cómo! P: Sin embargo, ya me estoy acostumbrando a que mi a papa me grite, pero yo no quiero que mi papa siga llegando tarde… aquel día cuando vino, yo le dije ¡llego tarde!, pero él como siempre echándose cremallera en la boca, y no respondiendo nada. Cuando mi papá llega tarde, cosa que hace todos los días, mi mama dice que puede ser que él tiene otra esposa por ahí… ayer cuando llego, cuando mi mamá le decía que no sacara la niña al sereno pero él no hacía caso. También le dijo a mi hermana que no tenía plata, y mi mamá le decía que se la había dado a los amigos. Ese día le compró un tarro de leche pequeñito, cuando su mamá le había dicho que uno grande. Mi mamá empezó a alegar con él y le decía un montón de cosas gritando; a mí me aburren estos gritos. La verdad yo entiendo a mi mamá que ella se desespera porque mi hermanita Sofía aguanta hambre. Mi papá no le hace caso a mi mamá. T: ¡Qué desobediente que es su papá¡ P: Si, con mi mama T: con su mama P: Si, porque él no le compra nada a mi mama. A mí, mi papa me está comprando los útiles escolares, pero nada para mi mama, no le compra ni una cosa para ella. Esto es por lo que mi mamá se está volviendo muy desesperante… (Silencio) Después retoma diciendo: mi papa nunca me hace caso, ni le hace caso a mi mamá. Mi mama le dice que vaya compre tarros de leche para la niña, pero él se hace el pendejo, cuando la niña no está tan gorda, lo necesita

40 puesto que come mucho. Por esto, mi mamá esta que se separa de él, se va a ir de la casa. La verdad yo no creo en eso, porque con que plata, mi mama no tiene ni para comprar una casa. En una ocasión dijo que iba a alistar sus cuatro chiros y ustedes vivan con esa… T: ¿con esa…? P: moza, es que mi papa consiguió una y mi mama ya la pillo era como una más flaquita que todas. Los vio cuando se estaban besando. Yo también lo pille con mi hermana. Mi mama está a punto de separase de él, pero mi papa no quiere separase de ella. Si mi mama se separa de él, lo va a demandar a la fiscalía, y a mí me van a mandar al bienestar. Mi primo Carlos me dijo que, como yo estoy poniendo quejas acá con usted, lo mismo pasó con mi mama, por eso me iban a mandar al bienestar... Pero si a mí me llevan a Bienestar, lo muerdo y me escapo, mejor dicho hago cualquier cosa para escaparme. Eso es muy duro. En el bienestar le ponen columpio, lo que sea para que uno este allá, pero no. Tal vez si mi papa pasa todos los días al bienestar... Cuando paso por Bienestar, no veo a un solo niño jugando en esos columpios, solo he visto niños barriendo en el patio, trapeando, y haciendo oficio. A pesar de que me digan que el Bienestar es fácil, no es cierto, eso es muy duro. Cuando mi primo Carlos me llevo al Bienestar en la moto de mi papa, vi a un niño que estaba trapeando. Yo le pregunté, ¿lo pusieron a trapear? El dijo que al principio había pensado que el bienestar era muy facilito, pero no, era muy duro. Por eso no quiero. Tal vez hay otros niños que están enseñados a que se los lleven la policía, que se los lleven el bienestar, que esto puede ser fácil… Mi hermana piensa que es muy facilito y yo le digo que no, que eso es muy duro, pero ella no cree. Como siempre mi hermana, uno diciéndole y diciéndole que no vaya pal bienestar que eso es muy duro, pero ella diciendo que es facilito. Todo el tiempo mí hermana me lleva la contraria, ¡Quiero ir al bienestar! ¡Quiero ir al bienestar! Mi papá una vez se enojó y la saco para la calle, para que los del bienestar familiar la recogieran. A mí también casi me saca. Yo le insistía a ella que no, pero ella decía que era rico, y gritaba ¡Bienestar! ¡Bienestar! ¡Bienestar! A mi papá ahí sí, más rabioso se puso. La dejó en la calle hasta que ella se puso a llorar. Mi papá se está volviendo un toro, que no se aguanta a mi hermana. Entonces ella golpeaba en la puerta, yo le iba abrir, pero mi papa dijo que no porque si no le pego. No abrí la puerta. Ella pum, pum, pum, le daba patadas a la puerta, pero mi papa no, allá comiendo tranquilo. Mi papa sinceramente se está volviendo lo peor, como dijo mi mama. Mi mamá le dijo como se le ocurre sacar a mi hermana. Pero desde entonces mi hermana se calló la boca, y se acostumbró de no decir más bienestar. También mi papa la está cuidando, y además ya no se enojaba. Antes se ponía la cara roja como si fuera un tomate, pero ahora sinceramente mi papa ya está cambiando. Yo también estoy cambiando, ya no digo más bienestar, bienestar, porque a mi papa se le comienza a subir la birriluina… T: entonces por eso prefieres quedarte callado, para que no se suba la birriluina. P: porque dice mi papa, cada vez cuando le dicen eso, esto se pone todo rabioso y mi mama le dice ay ya vino el, el capitán planeta… jaj le dice así… porque él no hace nada solamente prefiere el futbol… él nunca ayuda y mi mama esta mejor dicho, esta que separa con él. Mi papá no le compra nada para la bebe, no le dice nada. Cuando dice algo, es no tengo plata, y ya mi mama, comienza a alegar por eso. Cuando yo le digo a mi papa, papi cómpreme un paquete de papas esas, y él tiene plata, nos engaña y trata de engañar a mi mama, porque él si tiene plata, puesto que le han pagado. (Silencio). Mejor dicho, mi papa está peor… peor… pero bueno, ya mi hermana sabe cómo es mi papa… (Silencio) También mi hermana no ha vuelto a decir bienestar… (Silencio) y ahí… hasta ahí no más me acuerdo. T: Bueno, pero algo ha cambiado. Su hermana sabe cómo es su papá y también ha dejado de decir Bienestar. P: si, es que a mi hermana le gusta decirle a mi papa ¡quiero ir al bienestar! Y mi papa le dice que no. Entonces ella insiste en que se quiere ir para allá. El Bienestar Familiar ya sabe, porque una vez vino y casi se la llevan. Pero bueno ella está cambiando. Pero todo eso es por mí

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T: ¿por usted? ¿Es que usted le decía que no repitiera eso? P: Si, es que yo le decía que el Bienestar se hace cargo de los niños, y si ella se va para allá a poner la queja se la llevan. Entonces ella me hacía caso y ya no decía más… Ella creía que el bienestar es muy rico pero no, es muy duro… hasta ahí no más me acuerdo… yo sé que todavía no llego la hora de acabarse la sesión, pero quiero dejar acá…una cosita más, una cosita más… ya mi hermana le dijo a mi mama que no volvería a decir eso del bienestar familiar… (Silencio)… se está calmando. Bueno, ahora sí, dejemos acá, ya no tengo más palabras por decirle… T: entonces vamos a dejar aquí. P: aja… ya… gracias

El paciente sigue hablando de su madre, la cual se ha vuelto buena. Pasa de ser mala a ser buena, e inmediatamente pasa a ser intimidante. Este es un personaje con el que chocaba permanentemente y al parecer, debido a que ella habia estado desconectada de la emocionalidad de su hijo. Sin embargo, se hace buena porque ahora lo malo habia sido colocado en el padre, cuando no entiende las intenciones del niño, y solo reacciona a la molestia con molestia, como un “cocodrilo” amenazante; el padre amenaza con devorarlo. Además hay otro motivo de queja y evacuación y es, que tanto en él como su papá, no hay diferencia. Los dos deben hacer caso a la madre.

En medio de todo eso se configuraba un sí mismo impotente en medio de una guerra. El niño vivia en un mundo de guerra, de descarga, castigo, gritos, mentiras, en el que observa y se acomoda para sobrevivir, para evitar un mal mayor. En la relación con el terapeuta pareciera que su queja tuviera el propósito de poner sobre aviso a alguien y también parecia una confesión que buscaba un aliado. Todo es confuso. La forma como habla no ayuda a entender.

La evacuación y la queja de Fabio permitieron también entender las confusiones presentes en niño. Así en la sesión de Septiembre 2 de 2010

T: buenos días Fabián P: buenos días… No me acuerdo nada para decirle. P: No. Ni de mi papa, ni de mi primo Carlo… ni de nada… O sea como dice mi mama, si no sabe que decir, pues empiecen a charlar T: ¿empiecen a charlar? P: si, así dice mi mama: si no sabe nada, entonces comience a charlar. Es que ella es así siempre… (el niño entonces empieza a charlar) Es que aquel día, yo iba a meterle tantico la mano a la computadora de Carlos; es que lo hago porque no puedo hacerlo con la fotocopiadora de él, porque le vale más que el computador. ¿Recuerda que dañe el computador? T: sí, tú me habías hablado del computador. ¿Qué pasó? P: Carlos dijo que la fotocopiadora le valía más que el computador porque, como la fotocopiadora es más grande que el computador. Entonces yo no le metí la mano a la

42 fotocopiadora, pero tampoco se la metí al computador. Aquel día, dice Carlos que yo le metí la mano al computador y yo no sé la metí; es que se le quemo otra vez el computador. Empezó a alegar. (Esto acá es confuso) T: ¿se quemó? P: si, y yo no dije nada, o si dije algo, que eso era pura mentiras. Y si ve si de Carlos. Yo no le metí la mano al computador. Y si ve cosi si ve como son mis papas, empiezan a alegar. Y él como siempre…es que… mi papa siempre, todos los días es así… T: ¿comienza a alegar? P: ujum… (Silencio, y empieza a hablar de su padre y su tendencia displacentera a botar) es que mi papa, todo lo que encuentra lo bota… él siempre es así… T: ¿todo lo que encuentra lo bota? P:ujum todo lo que encuentra lo bota. Como dice mi mama: como se le ocurre botar las cosas que son de… y si, ella como siempre... y es que mi papa compra y compra cosas. Pero mi papa luego las bota… mi mamá dice que eso le valió plata, que eso tal cosa…es que mi papa, uno no entiende porque siempre él es así, él todo lo que encuentra lo bota y si no lo bota pues lo daña, y si no lo daña pos que va hacer…pues si no lo vende… T: lo vende P: y si no, si no lo vende, lo regala, lo compra… es que casi uno no entiende porque él siempre es así…como yo le digo, que yo soy un niño y cuando sea grande, no voy ni a botar ni una sola cosa que yo compre… le digo así T: lo vas a guardar todo. Distinto a su papá- P:ujum. Es que mi mama dice eso le cuesta plata. T: Su mamá no está de acuerdo que su papa bote las cosas ¿no? P: ujum y siempre ella dice que nosotros no tenemos casi plata y lo daña… (Silencio) Es que uno casi no entiende porque ella es así T: no se ponen de acuerdo sus padres, porque uno quiere botar las cosas y la otra quieres guardarlas. P: sí… aquel día mi papa, cuando mi hermana le conto, ¿recuerda el día que mi mama dijo que yo le dañe el computador? ¿Recuerda? T: mmm sí recuerdo P: ese día cuando, cuando mi papa se enteró… mi papa se enteró que otra vez dañe el computador, y que casi se daña la fotocopiadora de Carlos… tampoco sirvió el televisor grande. Como aquel día yo me puse a ver un CD de “Toystory”, luego pusimos otra vez en DVD, en ese momento le servía el audio, el cable de audio. Pero después mi papa dijo que nos pusiéramos a jugar viendo televisión y entonces se dañó el televisor… mi papá dijo que yo lo dañe. Y dice también que yo también dañe el televisor pequeño, pero yo ni siquiera le he dañado una sola cosa… y él como siempre (Silencio) es que… uno casi no entiende porque él casi es así y siempre… T: le echa la culpa de algo que usted siente que no ha hecho P: es que… uno casi no entiende porque él siempre es así… Por ejemplo, él dice que quiere comprar una casa y una nevera, es decir todo que sirva para una casa, pero dice, para qué si lo daña. T: mmm P: y es que uno casi no entiende porque él siempre es así… pero yo no sé casi la tecnología, porque si supiera las arreglaría… (en algún momento el niño empieza a tomar algunos objetos para construir un escenario; esto coincide con unas repeticiones de su discurso) T: mmm casi no sabe la tecnología, para reparar. Si supera la repararía y así dejar tranquilo a su padre. P:ujum sí…pero él como siempre T: dañándolo otra vez P:ujum…y es que… casi uno no entiende porque él siempre es así…

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T: mmm. La otra vez habíamos hablado de eso ¿no? Que tal vez él tiene sus problemas. P:si… T:lo importante es que tu estas ahí para arreglar y construir lo dañado ¿no? P:si por eso uno casi no toca nada. Si supiera tecnología, las tocaría y si se dañaran, las arreglaría. Pero, yo casi no sé arreglar los computadores, pero se arreglar las linternas de alumbrar. Si la linterna está dañada pues yo me consigo unas cositas y lo… arréglelo con cinta… entonces como siempre… casi uno no entiende porque ellos son siempre así… T: mmm parecido al volcán de la otra vez ¿no? El volcán que eructa y pum daña todo P: pero ya no voy a hacer eso. No vuelvo a tocar nada. Pero si vuelve y pasa, lo guardo, para que cuando tenga plata, lo haga arreglar de un señor que sepa más que yo… es que casi uno no entiende porque él siempre es así…por qué mi papá es así T: mmm P:y siempre… (Silencio) y como siempre él… es que casi uno no entiende porque él siempre es así, y yo no entiendo porque ellos dicen que están calientes ajaj T: ¿calientes? P:ujum… ellos eso es lo que están diciendo. (En este momento ha llegado en su construcción al final. Entonces empieza el terapeuta a preguntar por lo que ha realizado) T: eso qué es ¿una cámara? P:si… es que por acá no se le pueden poner porque se le caen… entonces se pone la cámara aquí donde estas estas cosas que la paran… por acá delante es la cámara y por acá atrás es el señor donde dice, donde habla que, sobre sí, sobre los animales… T: ¿hablan sobre los animales? P:ujum… que él lo está mirando aquí en la cámara. La cámara está en frente de la calle y está afuera y una en la calle, una cámara está adentro del zoológico… es decir por acá por ejemplo por estos lados… por acá por donde los vigila T: Se trata de un zoológico donde los están vigilando a los animales. P: mirándolos y vigilándolos T: y por qué los vigilan o miran. Están grabando las cosas que hace el padre P:pos no, están mirando a os otros. Los papas ya se murieron ajaj T: ahhh no, yo creí que lo estuvieran vigilando o gravando, para que los demás pudieran ver os que hacen en el zoológico. P:no… (sigue el dialogo interrumpido) es que casi uno no entiende porque él siempre es así… T: mmm, vigilar. Si tienes razón entonces no es porque, para cuidarlos sino para vigilarlos de que ellos no hagan nada… P:es decir por ejemplo; para que ellos no se escapen, ni para que los ladrones se los coman…(Silencio, luego de lo cual cambia de tema) es que uno casi no entiende porque los otros se envidian de mí, que usted siempre me llaman. Me dicen, a usted siempre lo llaman, en cambio a nosotros no. T: ¿Qué piensas de eso? P:pos yo no sé… de pronto usted me llama para que yo le ponga problemas… yo no sé T: ¿sientes que te llamo porque me gustan los problemas? P:mmm T: ¿o por qué siento que tienes más problemas? P:mmm sí… T: mmm y de que serían esos problemas P:pues de mis papas T: si… P:de mi mama, de la familia es decir… T: mmm que te dañan… P:ujum

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T: ¿sientes que ellos te dañan? P:si… T: y dañan tus cosas, y dañan las cosas que tú quieres tener… P:ujum… también otra cosa desde que, desde que a mí me matricularon acá, en la fundación yo tenía miedo… porque como siempre uno cree que es una escuela T: mmm ¿creías que era una escuela? P:ujum… y como siempre todos nosotros…en la casa T:¿ porque te da miedo la escuela? P:uhhh… profe, usted no sabe qué es esto? T: no, ¿Qué es eso? P: pues es como si fuera una grúa… pasa una cosa que… que chupa agua y pone, cuando esta así bota el agua a alta velocidad y cae acá para que ellos, los demás animales boten agua… y dice como siempre, como siempre uno dice en televisión… cámaras de, cámaras de alta seguridad así… dijo este una grúa de… una grúa que bota el agua a alta velocidad… T: mmm P:y si chupa agua lo devuelve acá y cuando usted llega la grúa lo echa para allá lentamente, y pum acá chupa agua, chupa aire y por acá se devuelve el agua y chupa aire y se devuelve por aquí el agua y pum sale a alta velocidad… y… menos mal que esto sale del agua y esto no se daña con el agua… y esta nos se daña con el agua pero si hace mucho así… y es que yo no sé cómo poner esto porque está muy flojito… T: mmm P: … ay… T: se cayó y daño… mmm P:y yo voy a hacer una escalera mmm (Silencio) Y como siempre… mmm y como siempre… y como dice mi mamá, como para cuidar un niño será más difícil… ajaj como la señora que está diciendo ya, quieto que juicioso que tal cosa… T: mmm P:y yo necesito estas cosas para hacer una escalera… cuando el señor salga acá se sube en una escalera, si las cámaras se dañan pos… el lleva la pantalla acá y ñiñiñiñi ¡vigila!.. Lo que pasa cuando uno lleva la escalera para hacia atrás se daña… y pues como siempre… y listo esta es la cámara de seguridad pero ella no funciona, solo el señor tiene el código, él sale y pone el código para, para esa escalera… y después del código él se para en la escalera y comienza a vigilar… T: mmm P:y como siempre… y esto no lo voy, lo voy a hacer como si fuera un grupo de escaleras… eso uno lo arrastra y cuando uno no le sirve la escalera, le suelta el palo y pum… entonces el señor no le importa la escalera, entonces contrata el código de bloquearlo y apagar los cable y después no le gustó la escalera, lo hace unas cuantas veces para que la escalera se caiga… entonces y como dice aquí no solo una vez, unas cuantas veces para que caiga… así por así es la escalera T: mmm P:la parte más alta se cae más ligero… la de abajo, siempre es la más alta y se cae… y se cayó hacia… hacia atrás, entonces ellos dijeron que no, no van a gastar más fuerza… y entonces le quitaron el palo y la maquina más comenzó más alto y con más potencia, entonces la máquina que hizo el zoológico entonces, ella va bajando y, no puedo porque como esta cosa es tan larga. o si le toco subir otra vez y pum T: daño la escalera P: la subieron otra vez… y… T: ahí está papa dañando, papa máquina dañando P:ujum… miro que ya se dañaron T: mmm papa maquina y Fabio maquina dañando y dejando despedazado

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P:ajaj T: la escalera P:y si, y después tuvieron que… después le devolvieron el palo ahí y le quedó eso en trizas, después ellos dos se, se hicieron una torre, normal una escalera una torre… T: cuales dos papa? una mitad suya y la otra mitad también suya, las dos mitades de Fabio. P:ajaj T: Fabio, nos toca dejar acá por ahora P: asch…. Y… y… después lo tumbaron… puedo guardar el otro día, echar todos los animales acá, y cuando usted me llama el otro día puedo sacarlos nuevamente más rápido, porque después así se gasta más tiempo ¿sí? T: si… lo puedes hacer. P:Bueno…yo no sé para que hicieron estos baldecito de estas cosas, de metales, suena mucho…yo le quería decir que el otro día cuando usted me llame, cuando diga, quisiera tener un poco más de tiempo… esto no lo tengo que recoger porque se dañan las llantas… pero todo esto será plástico… que se parece a la grúa y la deja completa…casi vuelve en su tiempo… Espere porque me falta el resto…ahhh listo

Junto a la confusión, o algo confuso, aparecia en la sesión la evitación y la mentira como forma de protección. Pasaba de sí mismo a otro, pero pasaba porque el sí mismo y el otro no tenían ninguna conexión. Fabio no distinguía que era útil y que era basura, qué estába bueno y que estába dañando. La aparente distinción es hecha de un discurso repetido de la madre que surge como forma de contacto con el mundo y los objetos. En este punto los preceptos, que vienen de la madre, aparecen en lugar del yo, Pero todo es dicho de una forma confusa de tal manera que nada puede se entendido.

2. Segundo momento: Uso de Los preceptos para relacionarse

En este momento en el paciente se pudo observar como no había un yo enunciando. Toda su queja y crítica, fueron como la copia de un objeto adulto que criticaba, que hacia juicios y buscabaalidados. Para el niño, las quejas se constituyeron por copia en una forma de acercarse. Así en la sesión de Junio 24 de 2010

T: Buenos días. P: Buenos días. Le iba decir que venía de allá, y un niño que no sabe hablar bien, y que le dicen “amigo”, el Fabián le echo colbón en la cabeza y después lo cogió a puras patadas. No sé por qué permitieron que volviera. Cuando yo lo conocí la primera vez, era respetuoso pero no, ahora se ha vuelto muy cansón y grosero. ¿Le digo porque? A la profesora de danzas, le dice que quiere… mejor dicho un montón de palabras groseras… no le digo porque mejor dicho… ese Fabio comienza a chismosear y llega a saber…le dice a la profesora de danza que quiere ser su esposo… mejor dicho… estará que… T: que… ¿Qué? P: no le puedo decir esas guachadas. Le pregunta a la profesora, ¿profesora quiere ser mi esposa? La profesora entonces le dice que no, respete. A niño que no sabe hablar bien,

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Fabián lo cogió y le dijo unas guachadas. Yo quiero que saquen a Fabián de aquí, es que esta inaguantable, se está volviendo como si fuera mejor dicho… los niños grandes dicen guachadas, pero es que Fabián ya se pasa. Fabián les estaba mostrando el coso ese a todos los niños y todos se taparon la boca… (Uyyy se me soltó)… hasta los niños de allá, no se saben qué hacer con ese Fabián… bueno uno ya sabe cómo es Fabián, es cansón, molestó, pero también a veces es bueno y recochero… T: ¿sientes que se pasa? P: ujum… yo no sé porque no sacan a Fabián de ahí, es que se está volviendo una pesadilla… T: ¿Cómo es eso de una pesadilla? P: Si, es que Fabián es muy grosero… ¿le digo porque Fabio es muy grosero? Porque a los niños comienza a hacerle, quieren ver mi coso?Usch… Usch… un montón de guachadas, y todos los niños le llamaron a la profesora, al niño que le echó silicona, encendió esa, la pistolita que, la pistola de silicona le echó a un niño y lo quemó, y ya los niños se están aburriendo con Fabián… porque Fabian se está volviendo muy indisciplinado… indisciplinado y es muy grosero… ahhh, pues cogió al que no sabe hablar bien, al que siempre dice “amigo”, pero él lo mordió… Cuando vino la profesora ay si se sentó, pero no lo regaño. Le dijo a la profesora una mentira, y ya. Como Fabián miente, siempre… miente, entonces uno no sabe qué hacer con Fabián…. se está volviendo sinceramente muy cansón… por dónde anda uno se lo encuentra… uno ya no sabe qué hacer con Fabián… a veces es recochero pero a veces muy cansón. T: a veces es bueno y otras veces no. P: ujum… T: Por eso tal vez, a veces lo quieres pero otra veces no… P: ujum… pero ya Fabián se está volviendo como si fuera peor… porque Fabián mejor dicho es como si fuera una pesadilla, pero bueno… Fabián se está volviendo muy cansón aunque a veces recochero… Sin embargo, es muy cansón. Cogió la pistolita esa que es de silicona, la grande la que casi no funciona… e iba a echarle a todos… ya es muy cansón… uno sabe cómo es Fabián es muy cansón, molesto, pero a veces es recochero. Lo que no me gusta es que nunca respeta la profesora… regaña a las profesoras. T: ¿regaña a las profesoras? P: no las grita pero si… es muy inquieto con las profesoras. La profesora le habla y le habla, trata de resolver el problema así por así… pero no… él es muy cansón como siempre, parece como si fuera puro un niño chiquito molestando… como dice mi mama entre más días, más se está volviendo cansón T: y eso tal vez es lo que le preocupa… volverse cansón y que su mama se canse… P: esto aquel día Fabián le pegó a un niño… y el niño trato de defenderse. Pero como los chinos más grandes tienen más fuerza… entonces el niño se estaba defendiendo, así como uno que a veces trata de defenderse, y no, más lo cogía, más lo cogía, más lo cogía y le pegaba… Fabián ya se está volviendo muy cansón… a veces es recochero pero muy molesto… porque Fabio es muy, como dicen las profesoras indisciplinado… T: ¡indisciplinado! P: ujum… es que yo no sé cómo se dice la palabra… T: pero fíjate que dijiste indisciplinado P: ujum… es que yo no sé cómo se dice la palabra… T: ¿que significara eso? P: ujum…que se está volviendo grosero, mejor dicho un montón de guachadas le dice a la profesora de danzas que si quiere ser, etcétera, etcétera, etcétera, hum… mejor dicho la profesora no… esta que lo retira pero él más se entra. T: Con Fabián es como si estuviera entre el amor y el odio P: porque se está volviendo muy grosero… la profesora quiere sacarlo pero no puede… entonces ya los profesores no saben qué hacer con él. Ahora cuando usted llame a Fabián y

47 le cuente todo lo que yo dije… todo lo que yo dije a él, ay si comienza… a… como siempre molestar, para que le dijeras a él… T: ¿le preocupa que yo pueda llamar a Fabián y le cuente lo que usted me dijo? P: ujum… porque como siempre, la profesoras le dice lo que yo le digo, y Fabián me pega en la hora del recreo. El le dice a uno, por qué le contó, y pum, pum… porque uno como siempre los ladrones, le fastidia que le cuenten a la profesora. Aquel día mi papa vino acá pero llego muy tarde… los papas tienen que venir para para ver qué es lo que los niños le hacen a nosotros, pero entonces los papas llegan tarde… ya la profesora se está volviendo muy… como siempre le cuenta a los otros niños… T: les cuenta a los otros niños y a su papá lo que dices P: ujum… T: entonces aquí tú temes que yo también les cuente a los otros niños lo que tú me cuentas… P: a Fabián T: ¡a Fabián! P: a mí me da mucho miedo es con Fabián… porque mejor dicho, se está volviendo como si fuera una pesadez… diciendo esas palabras, es que ya la profesora se aburre T: ¿sientes que tiene que ver con el hecho de que se haya vuelto aburrido el hecho de que no toleren? P: ujum… y eso yo no sé qué harán con él, lo sacaran o no lo sacaran o… mejor dicho ya todos los niños se están aburriendo con él. Ya todos los niños le tienen fastidio y ya la profesora no sabe qué hacer con Fabio… T: es un poco lo que te pasa a ti, no sabes qué hacer con Fabian no P: ujum… y eso no es un problema ni es mentira, es verdad… como siempre dice mi mama, sabe que si usted fuera yo lo entendería. Aunque también lo entendería si usted tuviera una cámara en vigilancia y fuera viendo todo lo que hacía Fabián… ay si los niños tenían la verdad… pero no a uno no le creen, pero ya con una cámara escondida le creen, todo lo que uno hace las personas le pesan en una cámara… es que ya uno se aburre con Fabián, como siempre todos los días Fabián… a veces le dice la profesora: deje de molestar bebe, mejor dicho la profesora le habla un montón de palabras y no… sigue haciendo lo de siempre… T: sigue haciendo y deshaciendo… P: ujum… y, y por eso como yo digo, lo que hace es conseguirse un montón de problemas… porque ya… hasta ahí no más me acuerdo… pero Fabián a veces se comporta muy bien, pero no tan bien, él es muy grosero…le dice a los niños que: quien quiere sentarse acá (señalando la parte genital), quien quiere… mejor dicho y yo le dije al niño que, al que no sabe hablar, usted huele como si fuera espermatozoide y él me dijo ¿Por qué?, porque… porque él como siempre… (Silencio) Fabián se está poniendo muy indisciplinado… Fabian como siempre. Antes que usted me llamara yo escupí el piso porque el niño de allá huele feo. A uno le da asco lo que sale por la cola, como si fuera pedos, cuando se tira eso, uno empieza a escupir, uno o los niños no saben porque él comienza a escupir, porque el niño… T: ¿porque el niño? P: porque es algo que huele como si fuera pedo. T: y antes de venir escupiste porque olía feo, a pedo. P: si porque… porque ya mejor dicho…y yo por eso le dije al niño usted huele como si fuera espermatozoide… era un apodo que yo le dije porque huele muy a feo… T: espermatozoide P: ujum… pues es que ese niño huele muy feo. Es que uno ya sabe, no debe ponerse la ropa sucia. Imagínese lo que dirá la gente, que asco… (retoma luego lo de Fabián, y su deseo de que no le diga nada) Fabián se está volviendo un niño muy pesado. Es el único que tiene el problema y después dice: ¡porque todo a mi…! Después dice: ¡porque todo a mi…! Y uno cuando le pregunta ya se hace el pendejo, comienza a temblar, comienza a hacer un montón de cosas… Cuando uno le dice la verdad a Fabián ahí si comienza a golpear a los que le

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dijeron. Por eso es mejor que no le diga nada a él. Cuando las profesoras lo ven, él dice: porque yo, que le hice. Las profesoras a decirle que “tatata”, que etcétera, él sigue más. Es que a veces uno no le cree y otras veces sí le cree. Los otros niños que vienen acá, no le dicen porque le creen y no quieren que saquen. Quieren que Fabián siga chocando a los otros, pero vaya que Fabián le pegue a ellos, ahí si comienzan a decir: ¡sáquenlo! ¡Sáquenlo! Uno ya conoce a Fabián, pero vaya, llame a los otros y averigüe, pida que le cuenten que pasa con él, ahí si comienzan a decir mentiras para que saquen a Fabián. Uno si dice la verdad, ero los otros la mentira. Pero Fabián es muy inquieto, y uno se aburre, todos los días molestando. Ya no me lo aguanto. T: Una parte tuya no lo aguanta. P: si porque le dice a la profesora quiere ser mi esposa. Y la profesora le dice que “aprenda a valorarme”, pero le sigue diciendo a la profesora y le sigue diciendo. Se está volviendo como pesadez… T: Algo pesado, que te cansa y que no quieres por eso cargar más. P: sí. Ya las profesoras y todos no se aguantan más Fabián, pero él sigue y sigue. A veces las profesoras si le creen, pero otras veces no. T: ¡unas veces le creen y otras veces no le creen! Es confuso par ellas Fabián, como tal vez para usted también lo es, ya que unas veces pareces también creerle, pero otras veces no. P: Si. T:Fabio nos toca dejar acá P: Espere guardo esto. Le falta el cosito, pero lo guardo así. Hasta luego.

En esta sesión, de nuevo aparecieron la confesión y la necesidad de alguien adulto que cumpliera la función de organizar y proteger. Pero la forma como lo decía casi no se escuchaba, manifestándose como un secreto. El relato le sugería la presencia de estimulaciones de tiposexuales y por eso no se atrevia a enunciarlas. En definitiva, el paciente tuvo un parecido a un adulto, copiaba y repetia preceptos, palabras de otro, (slogans).

En medio de todo lo que el niño decía, se pudo establecer como el yo estabadesperdigado.La atención pasaba de un objeto a otro sin hacer conciencia, solo habia pedazos de conversaciones de adultos que parecian darle una organización transitoria. Lo que terminaba de desorganizar la mente de Fabio era la exacervación de los impulsos sexuales y agresivos en ese momento confuso. Con Fabio solo se trataba de cualidades intercambiables, superficales y por tanto, sin sustancia.

3. Tercer momento: Aparecen sentimientos de tristeza acompañados con llanto.

Hay un tercer momento en el proceso tarapeutico llevado con Fabio en el que empieza a darse una emergencia inestable del yo y de los objetos, con diferenciaciones. Así en la sesión Julio 8 del 2010:

En la presente sesión, el niño llora intensamente

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P:…no tengo nada que contarle. Tengo ganas de contarle algo pero no T: Pero bueno, lo veo distinto, ¿ha pasado algo? P: me molestan los otros niños. Amigo me cogió. Yo le dije que no se había cepillado la boca. Yo estaba recochando, pero vino y me pego. Se metieron los otros. Se metió Fabián… de un momento a otro me di la vuelta hacia la fundación, pero otra vez vino Amigo, y me casco con el bolso. También el chico grande que hay veces se pone la cachucha al revés me hizo pum, pum… y yo no me aguanto más T: mmm P:(El niño empieza a llorar) entonces como siempre, yo no le hago nada a ese niño y él otro se mete… como si él fuera policía… (llorando no se le entiende)Me metió un puño en la cabeza T: mmm P:(llorando) yo me voy para la casa, y de seguro, pasa algo, no encuentro la cachucha, entonces mi papa me pega… entonces por eso me quede un rato en la calle y luego si arrime a la casa… para llegar a la casa, antes de entrar mi papa abrió la puerta… me toco correr, para que no me encontrara, y ahí si… en un escondite me quede, hasta que ellos se entraran… en la fundación pasó los mismo, me quedé un rato por fuera hasta que ellos se calmaran. Pero al rato que volví amigo si estaba… yo le dije que no molestara, entonces vino mi hermana y como yo estaba peleando entonces mi hermana, (llorando el niño cuenta todo esto) ay que porque está pelando… y mi hermana nada, mi hermana nada que me defendió…. eran dos contra uno, y no uno contra uno. Se metió el niño de la cachucha, que con amigo me coge a pura pata… T: mmm P:(llorando) y nada entonces… me quede así allá afuera, me dijeron que no entrara antes de mi hermana venir…entonces yo ya me devolví… por que de pronto había un ladrón y me robaba, pero sobre todo porque empezó a llover, me toco entrarme… y así fue, y empezaron a golpearme la cabeza… la profesora, lo que hace es decir que soy yo… pero al otro no le hacen nada, y él si se mete… T: mmm P: entonces yo estoy aburrido… (llorando) ese niño es muy cansón… al otro día cuando yo vine a la fundación me dijeron que quítese, y me querían pegar otra vez. Pero yo no me deje entonces comenzó a regañarme la profesora, si sigue molestando lo mando para la casa… entonces me fui para dentro de la fundación para que no me miraran mal. Otro día fue con lo de la carpeta que me la quitaron, después yo no sé, me golpeó la cabeza con un, con el bolso y no importa dijeron ellos. Las profesoras si dijeron: quien fue el que hizo esto y si… yo no dije nada, yo sabía pero yo no dije nada, pero otro niño si dijo. Yo luego me anime y dije que Luis le echo cono en la camisa… la profesora, me quito el bolso y me dijo: que vaya donde la otra profe… váyase disculpando T: mmm P:y como dice mi mama es que ella no siente lo que yo siento… pero bueno como dice mi mama, vaya que yo le pegara a él, a ver si es bueno, a ver si no hubiera dicho nada… es por la culpa de A… y V… y J… que no se peinan la cabeza, que a toda hora están mandando a decirle vaya péguele, vaya péguele, porque él solo no hace nada. Son ellos los que mandan a pegarme…entonces yo me trato de defender pero no se puede, uno solo contra todos ellos… así nadie aguanta… todo esto es peor que lo que viven mi papa y mi papa que no se agradan… Me tiene preocupado eso, mire que tal niño me pego, mire, eso es pura mentira para que usted lo molesta, que pum me pega, por eso yo no me voy para la casa… T: mmm P:y yo ya le dije a mi hermana, cuando yo almuerce me voy para la casa y me voy porque no me aguanto… y como siempre mi Hermana, mi hermana ni me defiende, dice él es un hombre, si yo soy un hombre pero como se le ocurre cuatro contra uno… no hay hombre que pueda.

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Cuatro y yo no, yo no tengo ni dos, ni seis ni nada… cuatro contra uno y pum… eso duele…yo le dije a mi hermana mejor vamos por la otra salida y dijo que no, que no, que por donde mismo. Pero por allá me los encontré y me dieron un puño en la cara y me dolió más el corazón…me sacaron el aire… cuando ellos me pegaban duro me quedaba palpitando el corazón, porque cada nada pum, pum, a cada rato, es que eso me cogía como si fuera preso… yo casi no entiendo T: mmm P: y si él como siempre… y yo no sé si, cuando yo estaba escondido por allá cerca de la tienda donde siempre vinieron que a buscarme… yo dije mire profe a Luis, mírelo, mírelo… pero la profe me miró y si yo no sé a quién estaba llamando… de pronto me está llamando a mí porque yo no quiero ir a la fundación… es que casi uno no se aguanta… y como siempre ellos… eran cuatro, pero estaba oscurito y… es que es decir uno no, uno casi no se aguanta con ellos…es que ellos no les duelen como a mí me duele… T: mmm P: así fue la vez anterior, antes que yo viniera a la fundación, mi primo Carlos jalo unos chinos, él fue el que empezó a molestar, es que por ese lado no sé, y comenzó a molestar en la casa de ellos. Ellos estaban tirando bolsas de agua de caño… entonces yo, yo cogí agua normal, y con una bolsa más ese chino se gano una bolsa en la cara…y mi primo Carlos le dio rabia y le echó agua… pero, pero Pedro no se mojó ni los ojos… después mi hermana se encontró con nueve bolsas, por ahí había diez bolsas… ya son diez bolsas y boto bolsas… cuando tiró una más ya son diez … es que ya casi uno no se aguanta… después comenzó Pedro a salir de la casa y comenzó mi primo Carlos … lo estaba ahorcando…y pum se le metió en el ojo… eso aburre T: mmm P:dice mi primo Carlos que aunque uno quiera estar transquilos, los papas no lo dejan estar tranquilo, tampoco, en la escuelas tampoco los profesores, tampoco en la fundación las profesoras, entonces en cual parte? Solo en la casa… es, es como yo digo es mejor vivir, pero solo sin mis padres porque, mi papa y mi mama también son iguales. En todo lugar hay chinos molestones y como siempre uno dice: uno casi no se aguanta… T: te gustaría vivir solo, sin padres, ni hermanos, ni chinos molestones, solo. Completamente solo. P:aja T: lejos de todos, quiero decir. P:sí…en la fundación, en las escuelas… en toda parte… en la calle y así es en toda parte donde yo estoy T: mmm P:algunos me dicen que yo soy tontico que por ser tonto me pegan … pero yo que puedo hacer, nada, como yo no tengo celebro para nada, entonces, entonces todos me pegan, me pegan por no ser inteligente y yo digo yo no tengo casi, casi mentalidad como ustedes, porque cuando estaba pequeño, mi mama no me decía nada, se parecía como un tarrito, eso que le hace borrar todo, toda la inteligencia, ese tarrito… me dieron de aquel olor y yo no sabía y sí ellos como siempre… casi uno no se aguanta… T: ¿Sientes que sus padres son los responsables? P: si, me dicen que es por ellos. Ellos me dicen que yo en la cabeza tengo salsa de tomate. Mi papá ni se peina, y cuando hay veces me levanto tarde pa la fundación y me dice “no se peine” que no haga, entonces porque si yo me peino más sobra el gasto para irme para la fundación, entonces yo me fui así… mi mama siempre le dice que me peluquee porque yo tengo arto cabello y dice, y aquel día mi papa tuvo y él no más se peinó uno solo y a mí no, él dijo que, él dijo cuando yo salí, sin peinarme dijo que tocara calviarlo, y yo dije entre mí solo, entonces si me calvea, entonces yo corro… es que mi papa me, me lleva donde la peluquería más tonta, la peluquería como si fuera de mujer, uno dice este papel de hombre

51 pero que peluquería… no sé cómo es la palabra, como de mujer… y por eso me dice gay, porque mi papa, cuando yo aquel día siempre cuando yo voy con mi papa a la peluquería, él se va a la peluquería más mejor pero a mí, a la peluquería peor… (Silencio) es que uno ya casi no se aguanta con ellos T: mmm P: a mi hermana le pasa lo mismo, no se aguanta con ellos. T: ¿tampoco se los aguanta? P:no, yo no sé… es que como es decir, como ella, quisiera estar solo y solo y… solo no más…cuando yo este grande entonces también solo… es que yo tengo es decirle a mi mama que me deje libre o me voy… es que yo tengo ganas de irme o… o vivir solo en paz… y, y yo no le cuento porque de pronto ella le da rabia y pum me pega T: mmm pero fíjate que siempre a donde vayas va a ver otra gente ¿no? P:aja sí, entonces yo les digo las dos decisiones, la primera porque la segunda casi no le conté bien porque la segunda, es que me quiera otra familia T: mmm no estar solo, ni vivir sin nadie si no tener otra familia… mmm pero será que si hay una familia, que no tenga que aguantársela o… es decir la pregunta sería que si hay una familia que fuera perfecta y que no sea mmm como son tus papas, como son en la escuela, que tu tengas que aguantar y aguantar… P:es que mi papa me deja en las escuelas más torpes… donde hay más niños molestones, en buenos aires también me pusieron en la otra escuela, en la única escuela que yo, que no molestarían sería en las del centro… es en la única escuela que nadie molesta T: en la escuela del centro donde nadie molesta P:es que yo hay veces que tengo mucho miedo a las escuelas, es que a mí no me gustan las escuelas… pero me toca… es que casi uno no se aguanta…yo no se porque lloro, si lloro por el dolor o por otra cosa…y si como siempre ellos… y yo prefiero vivir en la calle, mejor porque… es que ya uno no aguanta, uno no se aguanta más… y ese es el problema más duro de mi vida… es que como siempre ellos… el día del paseo Carlos se estaba volviendo noble, pero cuando Carlos volvió ay si mejor dicho no se volvió menos noble…es que casi, yo cada que no me aguanto el dolor T: mmm P: a Armando… ni le pegue ni en la cabeza ni en el corazón, ni le pegue. Le hice así como una patada pero no le pegue, quedo libre sin un dolor, pero cuando usted le pregunte, ¿él le pegó? Él dice que sí… pero es pura mentiras, porque yo ni le pegue, si quiere revise su camisa y su pantalón… es puro bóxer, usted le mira por todo el cuerpo a él, ni un colorado, pero en cambio a mí… yo si tengo unos colorados… y mi hermana ni es capaz de defenderme ¡no es capaz! Es que mi hermana se está enamorada de Kevin…porque cada que nosotros nos vamos para la fundación mi Hermana se va sola con Kevin entonces me persiguen pero cuando yo voy solo a la fundación , sin ella…ese día en la escuela antes de la reunión, me hubiera contado todo lo que yo quisiera contar pero entonces no, porque si usted le cuenta o yo sé que le cuenta, si mejor dicho uisch… me matan… así fue el día de la reunión que mi mama dijo que no se…pero yo no sé quién le conto eso… T: ¿Sientes que pude haber sido yo él que le conté? P: yo no sé…yo creo que eso… como siempre ellos…uno ya no se aguanta con ellos… si ellos como siempre…dice siempre mi mama, que no sea nena, que tal cosa, que… T: ¿aguante? P: aguante… y yo le digo: pero como usted, usted ni me defiende… ni nada… T: mmm por estar enamorada de su papá no le pone cuidado ni le defiende P:aja… es que yo le digo a mi Hermana que… que usted está enamorada de Kevin… y ella dice que no, pero eso es pura mentira… T: tu sientes que si… que si está enamorada

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P:ujum… es que es como decir… cuando yo escucho la música donde ellos… yo no sé qué es lo que están haciendo ellos? T: Tal vez divirtiéndose, mientras usted la pasa mal. P:eso, divirtiéndose, divirtiéndose, T: mientras tú aquí… P:ujum como siempre… (Silencio) y sí… y eso es todo, lo único que yo sé… yo no entiendo porque ellos siempre me pegan es a mi… siempre a mí me pegan…y yo no sé pues… si esos chinos cuando sean grandes van a ser traquetos o van a matar gente, porque ellos todos los días molestan y molestan y molestan y molestan…es que ellos son muy cansones… es que… es que casi uno no se aguanta el dolor…y mi hermana igual ella no trata de defenderme ni nada… T: Bueno Fabio, se acabó el tiempo por hoy. P:Bueno, nos vemos otro día T: sí… vea tan pronto ibas a empezar a jugar. P: aja iba a jugar que cada uno de ellos cogiera una ficha, la ficha indica que va a seguir… tiene que perseguir la ficha… si la ficha le cae a la boca de una serpiente muere y todo se acaba, si ya todas las fichas se acaban… las otras fichas que están mordidas por la serpiente siguen vivas… al que se le acabaron todas las fichas ya pierde … y siguen las fichas mordidas… y es que si, mi cabeza me palpita como si fuera un tambor, yo no sé… bueno profesor lo pongo aquí, para que el otro día este todo listo y no perder tiempo.

La experiencia del dolor emerge en conjunción con un consultorio que sirve como refugio apacible. Estos elementos son los que favorecen la organización o emergencia frágil pero presente del yo. El yo de estar perdido entre los objetos, pero empieza a rescatarse y a ser enunciado. Fabio empieza a decir ¨yo soy esto¨, ¨yo soy lo otro¨, asunto que marca una diferenciación y rescata de la con-fusión total e invasiva en la que se encontraba al principio del proceso.

5.2.4 El funcionamiento del terapeuta:

A. La comunicación terapeuta-paciente entre el silencio y la expresión verbal

1. La comunicación del paciente donde predomina silencio por parte del terapeuta: la confusión de la pareja

A diferencia de los casos anteriores, con Fabio su comunicación es predominantemente verbal, en el que el terapeuta sigue con su silencio lo que el paciente dice. Así, en la siguiente viñeta clínica:

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P: yo me comprometí a que nunca le volvería a decir así, que nunca volvería a ser grosero con ella ni con mi papá. (En este punto introduce entonces a su primo Carlos)… Bueno eso no es nada, con mi primo Carlos, hum, me va peor ya que él todo los días me pega. Pero no solo a mí me pega, pues ayer a Sofía le pego, yo no mire pero escuche, le pego. Aunque a mí también me pegó. Todo comenzó cuando yo me senté allá en la cama de él, comenzó a darme y a darme puños en la rodilla y después yo le metí puños, puños en la cara para que aprenda. Después de eso vino mi mamá y me dijo que vaya péguele el puño; (en esto el niño no es claro respecto a sí le advirtió o lo incitó, si su intervención iba dirigida a él o a su primo, etc.). Aquí, como siempre, mi papá me trató de defender, aunque también mi mamá hizo como mi papá. Pero luego vino Carlos, y como si fuera un macho man, me pego en un lado del pie y eso me calentó, lo que hizo que yo me tratara de defender con las patas. Entonces vino mi mama cuando me escucho gritar; es aquí cuando mi mamá vino como si fuera mi papá, se cogió el cepillo del patio y le quería pegar como a Carlos. Pero mi hermana se metió, y no la dejaba. Yo le decía a mi hermana que deje a mi mama, que ella me está defendiendo. También le dije a Wendy, que también se metió, que dejara a mi mamá que le pegue. Yo me acuerdo los días que Carlos le pegaba a mi mamá, sin embargo las cosas ahora habían cambiado. Pero mi hermana no quería dejar que mi mamá le pegara. ¡Qué tal si mi mamá fuera yo y yo fuera mi mama!, cogía el palo y le pegaba a ese Carlos. Estoy bravo con Carlos. La verdad, me gustaría que se largara de la casa. Yo ya no me aguanto vivir más con él, puesto que todos los días vive pegándome, todos los días diciendo mentiras para que mi mamá y mi papá me pegaran. Lo que más me molesta es que él como siempre, fresco...mi mamá como que trataba de defenderme de Carlos, pero no, pero no me defendía porque ella, (nannumummm), no le quitaba la escoba, no hacía nada…

La ilustración en el cual el terapeuta guarda silencio sobre las comunicaciones del paciente, tiene por contenido unas dificultades con la madre, las peleas con su primo Carlos, y de este último con la madre. En esta ocasión la madre interviene en la pelea que tiene Fabio con el primo Carlos; también intervienen otros miembros de la familia. Sin embargo, no es claro si la madre incita a que golpee a su primo o le advierte frente a cualquier golpe, etc. Todo es muy confuso, puesto que en esta escena todos los objetos y las pasiones son indiferenciadas. Todos parecen estar contra todos. Hay como una nube que oculta lo sucedido y que no permite hacer diferenciaciones ni de intensiones ni de responsabilidades, ni de razones ni de alianzas.

Entonces, el silencio del terapeuta obedece en parte a la confusión de la escena en su propia mente, que se vuelve parálisis de su propio funcionamiento psíquico. Esto no permite pensar a los personajes de la historia ni la función del terapeuta. Se queda sin nada que decir, pues aún no se entiende nada. En este caso se podría nombrar la confusión, y mostrar que no se entiende nada, pero esta posición requiere de tolerancia a la incertidumbre, cosa que por el momento no la hay en el terapeuta. Al revisar nuevamente el material es claro también, que no contaba con categorías analíticas que le permitieran dar orden a la confusión o al menos

54 poder dar cuenta de ella. En lugar de esto, el terapeuta está perplejo, sin palabra. Aunque pareciera que el niño no espera que la tenga, solo busca descargarse de una situación vivida. La gran cantidad de ansiedad hace que no haya en este lugar un sujeto en la escena, sino una especie de objeto presente frente al cual el niño se descarga, pero que no entiende nada de lo que pasa.

2. El silencio del terapeuta ysu disociación:

Más adelante en otro aparte de sesión, continúa el silencio del terapeuta. Este silencio que se hace continuo, parece en este lugar encontrar otro fundamento para su realización. Así.

P: Mi papá también casi todos los días también me maltrataba. Pero a él si le dice a mi mamá: vaya que le pegue a Fabián y verá; cosa que no hace mi mamá. Con Carlos por eso soy así, por eso le pegue en la cama, porque yo me acuerdo alguno de estos días, desde pequeño me acuerdo que él me metía hasta puños en la cara, me metía hasta cartazos, hasta cachetadas, me pegaba, me pegaba mucho; él me jodió…antes Carlos me quería, me acariciaba pero no… ya se ha vuelto lo peor, y por eso yo lo odio, hasta el punto en que siento que me va a estallar la cabeza... mi mamá como siempre, me trata de defender…Mi mama me perdonó, y me dijo que nunca volvería a maltratarme, y me dio un montón de caricias… no mas era todo…

El terapeuta esunsujeto silencioso, pero presente. No entiende, pero se queda escuchando loslos contenidos verbales del paciente, sin prestar atención a lo que el niño hace durante la sesión.Está atónito pero disponible para el paciente. El paciente entonces, descarga, descarga, y descarga, pedazos de historias en los que se pueden ver vestigios de experiencias de excitación muy confusas, de caricias, golpes y seducción, que el terapeuta escucha sin poder dar forma nuevamente,como si los relatos del paciente se rebararan en una mente que está cerrada, tal vez por todo el caos en que se convierte lo vivido por el niño debido al predominio de la excitación.

Después de la descarga hay espacio para empezar a jugar o al menos a intentarlo; eso será analizado más adelante cuando reflexionemos sobre el juego. Sin embargo, el terapeuta no atiende el juego. Solo las palabras siguen siendo objeto de su atención, pero sin poder obtener nada de ellas, debido a la desorganización con que se presentan, pero también la confusió que lo embarga. De todas maneras además de ser contenedor el terapeuta, es consistente, en su permanencia al lado del paciente y en su interés, aunque no se manifieste abiertamente. Pareciera que el terapeuta entendiera que no hay pacientes perfectos, siendo esto por lo que

55 consultan. La tarea del terapeuta es trabajar con lo que llega, entender lo que le pasa y ofrece una relación de contraste que le permita al paciente re-iniciar el desarrollo psíquico que tiene muchos refentes de entendimiento.

3. El terapeuta hace intentos de existir mediante la palabra: El eco sirve para indagar.

El terapeuta trata de salir del silencio en la que se ha encontrado hasta el momento, para devolverle algo al paciente. Esto tal vez es lo que lo lleva a hacer intentos por existir, siendo consistente con la confusión. Así, en el siguiente aparte de sesión: P: Mi mamá me decía que si yo la sigo desobedeciendo, me seguía cogiendo a garrote. Pero ya luego, mi mamá se ha vuelto buena y amable…Mi mamá no me ha vuelto a pegar, sin embargo me ha dicho que si yo no le sigo haciendo caso a ella, se va a enojar nuevamente. En este momento como interrumpiendo lo anterior el niño me dice: tengo ganas que mi papá me comprara una cosa, un álbum… T: ¿un álbum? P: yo tengo ganas que mi papá me compre un álbum, pero no tienen plata, ellos son pobres, mi mama no tiene nada. Ayer por la noche como a mi papá le gusta jugar fútbol, se fue a jugar con Arnoldo, y se demoró mucho; es que mi papá nunca hace caso. Cuando llegó era tarde y estaba oscuro, entonces le alumbre con una linterna de mi tía Olga, para que él pudiera ver por donde andaba, pero entonces mi papá gritó por toda la calle “apague eso”. Yo la apagué, pero entonces volví a prenderla, y mi papá me regañó más fuerte, como si fuera un cocodrilo. Fue tan fuerte su regaño que casi despierta a toda la gente. Cuando mi papá llega tarde saca a mi hermanita y la hace dar gripa. Por eso le digo que mi papá no hace caso, porque mi mamá le dice que no la saque porque hace un frio y mi papá no hace caso...Uno ya sabe cómo… T:¿cómo? P: Sin embargo, ya me estoy acostumbrando a que mi a papá me grite, pero yo no quiero que mi papá siga llegando tarde… aquel día cuando vino, yo le dije ¡llego tarde!, pero él como siempre, echándose cremallera en la boca, y no respondiendo nada. Cuando mi papá llega tarde, cosa que hace todos los días, mi mama dice que puede ser que él tiene otra esposa por ahí… ayer cuando llego, cuando mi mamá le decía que no sacara la niña al sereno pero él no hacía caso. También le dijo a mi hermana que no tenía plata, y mi mamá le decía que se la había dado a los amigos. Ese día le compró un tarro de leche pequeñito, cuando mi mamá le había dicho que uno grande. Mi mamá empezó a alegar con él y le decía un montón de cosas gritando; a mí me aburren estos gritos. La verdad yo entiendo a mi mamá que ella se desespera porque mi hermanita Sofía aguanta hambre. Mi papá no le hace caso a mi mamá.

El terapeuta habla para existir, asunto que el paciente no reconoce y sigue. Sin embargo la existencia del terapeuta se va notando lentamente en lo que va diciendo. Esto es lo que abre la puerta para que el terapeuta se anime a hacer una intervención que tiene inicialmente la forma de un eco, aunque posteriormente, en una recuperación paulatina respecto de la confusión, la forma de señalamiento, indagación y a veces de hipótesis interpretativas.

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En el aparte de sesión anterior, se observa cómo el terapeuta le sigue ofreciendo el espacio para la asociación libre del niño, y el niño sigue utilizando el espacio para satisfacer su necesidad de evacuar. De nuevo el objeto y el sí mismo pasan de un extremo a otro. El terapeuta acude a la pregunta en eco, para hacer posible que el paciente continúe hablando sobre un tema, algo que le intriga al terapeuta, por ejemplo el álbum. Frente a este intento, el niño sigue, como si lo hubiera escuchado, asintiendo, pero sigue su camino de relatos o narraciones de voces de otros en pedazos, de preceptos, en el que el mayor ausente es el yo y su funcionamiento.

El paciente se refiere al padre como quien no da lo que necesita, quien no hace caso, como una figura que tiene algunas características infantiles, pero que él enuncia repitiendo los enunciados escuchados en su propia madre. Y frente a este personaje, el niño no sabe ni qué esperar, ni quién es él. Los papeles y lugares de uno y otro se traslapan o se intercambian sin ningún juicio que pueda organizar alguna diferenciación.

Por su parte, el padre sólo reacciona a la molestia con molestia, en forma de cocodrilo amenazante, otro objeto que al parecer ni entiende ni contiene. El objeto es además un objeto poco confiable. El niño se encuentra en medio de una atmósfera de guerra y gritos, en el que él no existe sino como objetivo militar de alguno de los otros personajes y que reacciona frente a los otros con los mismos mecanismos de acción-reacción, bajo el miedo o la oportunidad, del golpe o de alguna atracción del entorno.

En esta sesión aparece cómo el niño oscila entre pegarse al padre y luego a la madre en movimientos alternantes pero desligados de cualquier comprensión; parece estar operando solo por la necesidad de poderse pegar o alejar de alguno de ellos.

4. El terapeuta y la realización de hipótesis interpretativas

La recuperación paulatina del terapeuta hace que se anime a hacer una interpretación que ya no se refiere al eco, sino a una relación entre lo que hace y puede sentir, a manera de indagación inicial bajo la cual se encuentran las hipótesis. Así en el aparte de sesión siguiente:

P: yo me comprometí con mi mamá a que nunca más volvería a tratarla así… entonces ya mi mamá me prometió que nunca volvería a maltratarme… como siempre uno cree todo… T: ¿uno cree todo? ¿Siente que su mamá incumplió?

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P: si… ella me dijo que nunca volvería a pegarme, nunca me volvería a maltratar, nunca, nunca. Mi mamá me cantó esa canción de… esa de no sé…. Esa de ángel mío. Me canto todas las canciones y entonces nos pusimos a llorar y le prometí yo también a mi mamá que no volvería a pasar eso. Entonces mi mamá si me prometió y yo también… Entonces después de llorar terminamos y… nos dimos un abrazo bien fuerte.

La hipótesis interpretativa tiene relación con lo que el niño puede estar sintiendo sobre su madre. Trata de ir a más allá del eco, para lo cual como decíamos, hacer una indagación a la que subyace una hipótesis definitoria sobre lo sucedido. Se trata entonces de una comunicación verbal ubicada más allá del eco y que intenta darle sentido a las cosas.

Lo que aparece es una relación con la madre que da prioridad a los impulsos. Se trata de unos impulsos que no se pueden contener. Se trata también de una acción y reacción, que no puede ser pensada. El malestar con la madre está ahora en torno al maltrato, pero también frente a lo que ha prometido y no ha cumplido. El objeto es un objeto falso. No se puede confiar en ella. Hay una especie de concesión en lo hablado. Lo que se dice se debe cumplir, pero en este caso lo que se dice no es lo que se hace. El paciente no puede entender la diferencia entre el decir y hacer.

5. La palabra del terapeuta que trata de completar lo que dice el paciente.

Los objetos de Fabio están todos hechos pedazos, lo que hace que no se sepa qué son ni cómo son, como se decía antes. Sin embargo, en este contexto el terapeuta recurre a un nuevo recurso en su intervención, que es el completar una frase suspendida. Así, en el siguiente aparte de sesión:

P:… si mi mamá se enfrenta a Carlos, es peligroso porque puede morir. Si esto pasa, ¿entonces, yo qué? Quedo jodido sin mi mamá…yo no me aguanto vivir más con él. Sinceramente con él está que se me estalla la cabeza…Carlos es el que comienza los problemas no yo, porque él le dice todos los días a mi mamá puras mentiras para que mi mamá me pegue. Sin embargo, ya mi mamá me está creyendo que Carlos le está diciendo puras mentiras. Por eso a Carlos lo odio, porque él me genera muchos problemas y problemas, mejor dicho un mundo de problemas. Yo no comienzo los problemas, es él el que los comienza, siendo así desde cuando él vino la primera vez, cuando yo era chiquito y estudiaba en la escuela de Buenos Aires, que empezó todo. El entonces me pegaba hasta puños y cachetadas en la cara. Yo la verdad no quiero que echen a Carlos de la casa, sino que lo echen para… T: para la mierda, quieres decir. P: si, pero mejor dicho que lo echen para, para un viaje. T: ¿que lo maten? Tu sabes que cuando alguien muere es como si realizara un viaje al más allá.

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Gracias a la pelea con un objeto que atrae toda su atención, con un vínculo negativo de odio, Fabio puede reconocer aspectos del objeto materno aunque escindidos. Si la agresión se dirige a Carlos, Fabio puede ver a una mamá que intenta estar de su lado y también que puede morir en este intento, como una aliado que no logra consolidarse claramente, pero que la pone al lado suyo. Hay un reconocimiento recortado y parcial, que requeriría ser hilado y organizado, pero de todos modos hay algo con lo que tal vez se puede contar.

En este sentido, los objetos para Fabio pueden pasar de ser enemigos, a unos aliados débiles, para luego ser unos objetos que necesitan ser cuidados. El mundo de Fabio se organiza de tal manera que cuando aparece un objeto que atrae su atención de manera odiosa o violenta, (vínculo de odio), el otro inmediatamente se puede convertir en bueno y protector. Se trata pues de un funcionamiento de supuesto básico, como lo señala Bion y Meltzer(1984). Según este funcionamiento, el odio puede ser utilizado para organizarse. Con esta sensación logró ser algo, aunque inestable y transitorio, “ser el hijo de mamá” que tiene derechos y obligaciones, entre los que se encuentran las reacciones defensivas para con ella y la de atacante contra su enemigo.

6. La comunicación verbal del terapeuta que trata llevar a la superficie lo interno del paciente

En este aparte, se demuestra como el terapeuta intenta poner al paciente disponible de un conocimiento sobre la experiencia interna. El terapeuta entonces logra acercarse al paciente, viviendo los dos un momento de conexión, producto de un saber que circula entre los dos. Así en el siguiente aparte de sesión:

P: no, no sabía. Pero no, no es eso lo que quiero. Quiero solo que se vaya de la casa, pero con qué plata. Es que él quiere viajar a todas partes, quiere viajar a Bucaramanga, a Cali, pero como no tiene plata, entonces le toca seguir acá, de paso fastidiándome. T: Pienso tal vez en que le gustaría estar usted solo con su mamá, cosa que lo lograría si él se va de la casa. Podría tener usted solo su madre para usted. P: Si, es verdad, pero ahí está mi papá. T: quieres decir que no podría estar nunca bien, es decir, solo con su madre.

El terapeuta trata de conectar al paciente con la idea del Edipo como una relación incestuosa, dadora de satisfacción, pero nunca realizable, debido a que siempre va a ver un tercero que se entrometa. El paciente toma esta dirección en sus asociaciones, respondiendo con la idea de que si no es uno, es el otro, existiendo siempre rivales, a los que parece necesitar. En

59 definitiva con esta intervención del terapeuta, se trata de la posibilidad de que el paciente pueda pensarse y sentirse en una dirección nueva, revelándole nuevos dominios de ignorancia, de oscuridad, y de Vacío. Las intervenciones no le llegan al paciente, porque no hay un continente para los contenidos del terapeuta, pero en esta ocasión, aunque brevemente en el proceso, parece que hay contenidos, y un nuevo funcionamiento mental. Se trata de un chispazo de experiencia tridimensional.

B. El uso por parte del terapeuta del juego y el dibujo en la sesión de trabajo terapéutico.

1. El terapeuta no muestra interés por los dibujos de la paciente.

Durante el proceso se presentan ocasiones en que Fabio dibuja para hacerse entender o comunicar la fantasía inconsciente. En ocasiones toma un lápiz o los colores y empieza a trabajar sobre la hoja de papel de forma espontánea; esto sucede de la misma manera que como toma un juguete y juega. Entonces, las asociaciones verbales no se detienen sobre el dibujo, ocurriendo que la mayor parte de las veces prosigue hablando de un tema ya iniciado sin interrumpirse. Así, aparece el siguiente aparte de sesión para ilustrar lo que el habla mientras dibuja: P: … entonces yo no entiendo porque él siempre es así… por qué él me persigue… y yo como siempre no entiendo porque me persigue… y como siempre él… yo no sé porque él siempre es así… todos los días son así… es que amigo como siempre, y no entiende porque él es así… Diego me pego así, yo le pegue así a amigo pum… con el codo pa que nunca molestara más… entonces él comenzó… a molestarme… y yo no entiendo porque… es que amigo siempre me persigue… me persigue, me persigue y me persigue…

T: ¿lo persigue? P: si,…aquel día fue amigo a la actividad y no, solamente me comenzaba es a pegarme, me buscaba es para pegarme… y yo no sé porque él es así… es él siempre todos los días son así… él siempre como siempre…

Hay momentos en que el terapeuta no presta atención a lo que el niño hace, sino más bien a lo que dice, sus expresiones verbales, excluyendo el dibujo de la comunicación. Entonces todo esto da lugar a que Fabio refuerce lo verbal, pero ello como un monologo o una queja repetitiva, cada vez más confusa y mecánica de palabras. Lo que se obtiene entonces es, un discurso deshilvanado del cual no se puede extraer provecho alguno.

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Lo verbal entonces se convierte en algo que no sirve para comunicar, en la medida en que el sentido se retuerce en las repeticiones, las que a su vez han sido llevadas hasta allí por la no inclusión del dibujo. Ahora bien, a pesar de todas estas confusiones que sobrevienen, el terapeuta sigue siendo una figura continente respecto de los contenidos del paciente, objetos hechos pedazos, sobre el que no se logra saber qué son ni cómo son. La angustia parece exacerbarse por momentos, pero se mantiene aislada.

2. El terapeuta hace uso del dibujo para representar un papel cercano con el paciente.

El paciente al no ser ayudado por el terapeuta, queda en la incomprensión de la situación emocional importante. Sin embargo, hay unos momentos en los cuales provoca la experiencia del dibujo, logrando acercarse al paciente, al mismo tiempo que sacarlo de las confusiones verbales. Así, esto se puede ver en el aparte de sesión siguiente: P:… me persigue para todos lados. Yo no entiendo porque amigo me persigue, ayer fui al parque y me toco jugar con Arnulfo para que él no me persiguiera… ¿entiende? T: no, no entiendo. Podrías dibujarlo. P: sí. Yo estaba por acá… (El niño toma una hoja y empieza a dibujar para mostrarme). Digamos que esta es la fundación y acá era el parque… yo iba para acá para el parque y acá amigo por todas partes, me estaba persiguiendo en el parque… ¿entiende? T: estoy tratando de entenderlo. P: Entonces llegue acá a la fundación y aquí amigo me iba a perseguir otra vez, pero yo… amigo termino primero de comer y después yo y deje a mi hermana sola, me fui para la casa… amigo me persiguió hasta mi casa, entonces yo llame a mi mamá… él pum se fue para la casa de una… ¿entiende? Entonces uno no entiende porque amigo es así… cuando me matricularon la primera vez, amigo me quito la chancleta, como le conté el día anterior… (Ay se me cayó)

A pesar de que se manifiesta que es preferible que el niño durante una sesión dibuje libremente, en algunos casos, si no se comprende lo que está expresando de forma verbal o se piensa que de este dibujo se puede obtener más, se puede interrogar sobre algunos detalles del dibujo o lo que este representa, e incluso, se debe propiciar permanentemente el dibujo, hasta el punto de que la comunicación se pueda dar desde allí.

Así, lo que hace el terapeuta en este momento es reconducir al paciente hacia el dibujo, marcándole el camino a Fabio por estos lugares, sosteniendo ahora una escucha desde estas producciones gráficas. Cuando esto se hace posible, el resultado es un niño que se hace más organizado en sus comunicaciones o menos confuso.

3. El terapeuta un participante no disponible para el juego.

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Es importante decir que, de un momento a otro, y en casi todas las sesiones el niño está hablando, pero también está haciendo algo, principalmente jugando con los cubos de madera, los animalitos salvajes y domésticos, los carros, la plastilina, etc. Mientras está concentrado en esto, me va hablando, pero no de lo que está realizando, sino de un tema que casi siempre ha empezado con el inicio de la sesión. Así en el siguiente aparte de sesión:

(En este momento entonces, como después de haberlo dicho todo, toma unos palitos y empieza a colocarlos uno encima del otro, para construir algo. Sin embargo, mientras construye me doy cuenta que continua hablando.) T: ¿qué construye? P: No sé. (Insiste con la última parte verbal que antes había abandonado). Mi mama me dijo que nunca me volvería a pegar. Ella entonces ya me quiere, con ella ya se arreglaron las cosas, pero con Carlos no porque es peor que una…burguetatri… trillando…

El terapeuta no atiende el juego y el estado emocional nuevo. Solo las palabras son tenidas en cuenta. La comprensión se hace más difícil pues hay una disociación entre lo que hace y lo que dice y lo que dice se desorganiza más. Como el terapeuta no entiende ni puede seguir lo que el niño dice, presta atención al juego, pero el paciente parece no oír.

El niño entonces parece meterse en un mundo de palabras y emociones inconexas y no puede salir de ahí, puesto que ha perdido el camino de regreso. Al no poder prestar atención, ni tampoco puede hacer conciencia, se sucede como un desmantelamiento al decir de Bion, en donde todos los objetos son inconsistentes y esto se expresa en su propia organización no psíquica. Sin embargo, el terapeuta además de constituirse en continente, sigue siendo consistente.

4. El terapeuta hace intentos de incluir el juego.

Hay un momento en el que Fabio empieza a hablar del padre que daña, de sus propios daños, etc. Mientras hace esto, también aparece el juego de armar torres con los palitos, torres que luego se derrumban. También en este momento aparece el juego de organizar un zoológico, con cámaras, muros, y animales. Cuando estas cosas de las que hablamos que implican convertir los objetos en juguetes, esto se convierte en un discurso portador de un sentido creativo y portador de un sentido emocional; algo así como lo que ocurre con un la experiencia onírica. Así, en el aparte de sesión siguiente:

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(En la sesión ha incluido mariales como la plastilina, los tronquitos y algunos animalitos. Desde el principio ha estado construyendo durante toda la sesión el zoológico, utilizando estos materiales. Sin embargo, mientras realiza esto, sigue hablando sin detenerse a hablar de la construcción. Es en este momento en el que el terapeuta interviene.) T: ¿eso qué es?... ¿otra cámara? P: si es otra cámara de vigilancia. La pongo ahí, porque por acá no se le puede poner porque se caen. Entonces pongo la cámara aquí, donde están estas cosas que la paran… Por acá por delante es la cámara y por acá por atrás está el señor donde dice, que está mirando, y donde habla sobre los animales… T: ¿es que el señor los está mirando? P: Si, aquí en la cámara. La cámara está en frente de la calle, otra está afuera en la calle, y otra cámara está adentro del zoológico… T: mmm P: es decir por acá por ejemplo por estos lados… por acá por donde los vigila T: ahhh está mirándolos, filmándolos o tal vez vigilándolos P: vigilándolos T: ¿y de qué o quién? ¿Será que los vigilan para que no se salgan? P: ahhh…: es decir por ejemplo; para que ellos no se escapen, ni para que los ladrones se los coman…

En el aparte anterior, aparece la primera mención del juego. Hasta ahora el terapeuta no había registrado el juego, a pesar de haber otros momentos en los cuales Fabio había jugado. Sin embargo, el terapeuta solo escucha el discurso del niño no haciendo uso del sentido del ojo para observar lo que hace Fabio. Al no haber una descripción de lo que ve, no puede imaginar nada al respecto o ser reconducido hacia un contenido utilizable en favor del proceso. Por otro lado, al no usar el ojo, solo el oído, el terapeuta es llevado además de no poder imaginar, a no poder hacer uso del “sentido común” y por eso se le escapa la comprensión de lo que sucede

Al intentar pensar ahora las realizaciones de Fabio, una cámara que observa y registra, podría significar una manera de saber cómo son las cosas en verdad, como el niño necesita a alguien o algo que le ayude a ver las cosas más claramente; aunque también alguien que vigile. Vigilar y castigar, pero no entiende la diferencia. Solo son cosas que pasan pero no puede conectar bien. El terapeuta de todas maneras, intenta organizar los pensamientos.

C. Uso de la experiencia emocionalen la comprensión o no comprensión de los estados emocionales del paciente.

1. Ansiedad e identificación con los objetos ansiosos.

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La ansiedad experimentada por Fabio es grande. Esto hace que no tenga disponibilidad de contenidos simbólicos utilizables por el pensamiento, sino de pedazos de conversaciones, quejas y alegatos, de los padres, inservibles para el análisis. Los elementos bizarros, apelmazados e indiferenciados unos de otros, o clises es lo que suele agregarse como el producto de identificaciones adhesivas, hace que la atmosfera del consultorio sea invadida por una nube oscura que no permite hacer diferenciaciones ni de intensiones ni de responsabilidades, ni de razones ni de alianzas. Esa nube implica además inconsistencia, confusión e inestabilidad Así, en el siguiente aparte de sesión:

P: si, a que nunca le volvería a decir así, que nunca volvería a ser grosero con ella ni con mi papá. (En este punto introduce entonces a su primo Carlos)… Bueno eso no es nada, con mi primo Carlos, hum, me va peor ya que él todo los días me pega. Pero no solo a mí me pega, pues ayer a Sofía le pego, yo no mire pero escuche, le pego. Aunque a mí también me pegó. Todo comenzó cuando yo me senté allá en la cama de él, comenzó a darme y a darme puños en la rodilla y después yo le metí puños, puños en la cara para que aprenda. Después de eso vino mi mamá y me dijo que vaya péguele el puño; (en esto el niño no es claro respecto a sí le advirtió o lo incitó, si su intervención iba dirigida a él o a su primo, etc). Aquí, como siempre, mi papá me trató de defender, aunque también mi mamá hizo como mi papá. Pero luego vino Carlos, y como si fuera un macho man, me pego en un lado del pie y eso me calentó, lo que hizo que yo me tratara de defender con las patas.

El silencio del terapeuta obedece al hecho de que la nube de confusión de la escena, no le permite pensar, como tampoco les permite pensar a los personajes de la historia. Los personajes de la historia, como el terapeuta, se quedan sin nada que decir, porque no se entiende nada.Se podría en estos casos nombrar la confusión, y mostrar que no se entiende nada. Esta posición requiere de tolerancia a la incertidumbre. En lugar de esto, el terapeuta está perplejo.

En este punto entonces deviene la ansiedad que hace que el terapeuta en ocasiones intervenga con interpretaciones que no se ajustan al estado mental del paciente en ese momento, y que por consiguiente no le lleguen. Cuando no le llegan, entonces la ansiedad parece exacerbarse más, poniendo en riesgo el proceso. La fuerza que emana del convencimiento y el amor por el método entran en crisis.

De todas maneras pasa algo producto del uso de lo intuitivo. Ante una transferencia de pensamientos tan confusa y desajustada el terapeuta hace intervenir desde su silencio, las preguntas o las insinuaciones o señalamientosque intentan aclarar. El paciente no va a

64 comprenderse, pero puede a partir de una tarea de contención, fabricar un aparato que le permita emitir pensamientos en el camino de la comprensión.

2. La contratransferencia no es usada para entender la transferencia

El paciente habla del padre que cambia. Luego de él mismo, el que cambia. No lo amenaza con El Bienestar Familiar, para que el padre no se ponga rabioso. La transferencia está por el lado del terapeuta rabioso y con el cual corre riesgos, como ocurre con el padre. Así, en el siguiente aparte de sesión:

P: porque dice mi papá, cada vez cuando le dicen eso, esto se pone todo rabioso y mi mamá le dice ay ya vino él, el capitán planeta… jaj le dice así… porque él no hace nada solamente prefiere el fútbol… él nunca ayuda y mi mamá esta mejor dicho, está que se separa con él. Mi papá no le compra nada para labebé, no le dice nada. Cuando dice algo, es no tengo plata, y ya mi mamá, comienza a alegar por eso. Cuando yo le digo a mi papá, papi cómpreme un paquete de papas deesas, y él tiene plata, nos engaña y trata de engañar a mi mamá, porque él si tiene plata, puesto que le han pagado. (Silencio). Mejor dicho, mi papá está peor… peor… pero bueno, ya mi hermana sabe cómo es mi papá… (Silencio) También mi hermana no ha vuelto a decir bienestar… (Silencio) y ahí… hasta ahí no más me acuerdo.

¿De quién es esa historia de la cual él no se acuerda? El paciente habla del padre como aquella figura que ordena, pero que también es inútil. La madre denigra y hasta se burla del objeto padre. El niño también denigra del padre inútil, que no ayuda a la madre. No da lo que le pide. En el fondo es un engaño, porque sí tiene dinero, sí tienen lo que le pide, solo que no quiere darlo, lo quiere solo para él. Se enfurece con el objeto y se retracta, como si sintiera que pueden suceder cosas peores.Como si el terapeuta y el paciente se encontraran ahí con otros seres que los rodean.

El terapeuta deja pasar todo esto, sin poner al paciente en contacto con estos contenidos. Experimenta una confusión y una angustia, pero no utiliza esto en favor del proceso. El terapeuta entonces se ha quedado sin un aparato apara pensar y deja proseguir la confusión sin hacer referencia a ella. Como si el terapeuta estuviera pegado al paciente, sin poder observarlo. Como si entre los dos hubiera una cámara con tentáculos.

3. La contratransferencia que surge dada la confusión del niño y no tener un concepto analítico.

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El terapeuta no puede pensar, esta como bloqueado, su capacidad de fantasear o de construir imágenes que le permitan encontrar un significado a las vivencias, no se pone al servicio de la comprensión de lo que pasa con el paciente. Los sentidos no logran unirse, el terapeuta sigue el discurso, pero no logra entender nada. Exclusivamente percibe la ansiedad y el sonido de las palabras.Así en el siguiente aparte de sesión:

P: Si, es que Fabián es muy grosero… ¿le digo porque Fabio es muy grosero? Porque a los niños comienza a hacerle, quieren ver mi coso?Usch… Usch… un montón de guachadas, y todos los niños le llamaron a la profesora, al niño que le echó silicona, encendió esa, la pistolita que, la pistola de silicona le echó a un niño y lo quemó, y ya los niños se están aburriendo con Fabián… porque Fabián se está volviendo muy indisciplinado… indisciplinado y es muy grosero… ahhh, pues cogió al que no sabe hablar bien, al que siempre dice “amigo”, pero él lo mordió… Cuando vino la profesora ahí sí se sentó, pero no lo regaño. Le dijo a la profesora una mentira, y ya. Como Fabián miente, siempre… miente, entonces uno no sabe qué hacer con Fabián…. se está volviendo sinceramente muy cansón… por dónde anda uno se lo encuentra… uno ya no sabe qué hacer con Fabián… a veces es recochero pero a veces muy cansón.

Esta contratransferencia que surge se da por la confusión y por el hecho de que el terapeuta, no tiene un concepto analítico que pueda usar para darle orden a lo que sucede. Por ejemplo las dimensiones psíquicas del funcionamiento mental. Con esto el yo queda desperdigado, la atención pasa de un objeto a otro sin hacer conciencia, solo hay pedazos de conversaciones de adultos que parecieran darle una organización transitoria. No hay contacto con la tristeza por toda la situación vivida.

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5.3 María o del descubrimiento de la transferencia y sus efectos

5.3.1 Descripción del caso

María es una adolescente de 13 años de edad, que vive con los padres, dos adultos jóvenes, que permanentemente protagonizan peleas. Ella empieza a asistir a la institución de protección del Instituto de Bienestar Familiar para intervención de apoyo después de unas de esas peleas familiares en las que sale afectada.

La adolescente es de contextura física gruesa, haciendo visible en ocasiones sus músculos. Sin embargo, es femenina en su forma de ser. El interés por encontrar a alguien del que pueda enamorarse, para irse de la casa y no tener que soportar las peleas de los padres, es una constante. También piensa en ser adoptada por otros padres.

5.3.2 Descripción del proceso psicoterapéutico

Desde que María llega a la institución es atendida por el psicoterapeuta dos veces por semana. En el primer encuentro María habla de lo aburrida que se encuentra por las peleas entre sus

67 papás, la “moza” del padre, y de su abuela “chismosa” que en ocasiones la hace llorar. Desea que le otorguen la medida de internado para vivir lejos de sus padres, con la ilusión de que otras personas se hagan cargo de ella.

A lo largo del tratamiento María representa tres personajes, la adulta, la adolescente y la niña. Cuando desempeña el papel de la adulta asocia libremente sentada o recostada en el sofá, cuando el papel representado es el de la niña juega con las vasijas y muñecas, pero en cambio, cuando el personaje escenificado es el de la adolescente, aparece con un celular y chateando con otros adolescentes.

El terapeuta escucha yle ofrece un espacio para que ella pueda elaborar la queja en relación con sus padres y representar los distintos papeles. La paciente entonces, logra comunicarse de diferentes maneras de acuerdo al papel representado. Sin embargo, el terapeuta no se hace partícipe de sus juegos actuados, guarda silencio o responde en eco frente a la transferencia de la paciente María, haciéndose imposible al final un dialogo fluido paciente - terapeuta.

5.3.3 Momentos en el proceso psicoterapéutico y funcionamiento psíquico del paciente

La reflexión que opera a continuación incluye el material clínico que le permita al lector entender al paciente y al proceso, a la vez que permita seguir las categorías analíticas establecidas para revisar el funcionamiento del terapeuta. Los momentos son divididos en tres:

1. Intentos de acercamiento: el quedarse con un objeto.

La paciente hace uso de los objetos del consultorio a manera de disculpa para entablar una comunicación, por ejemplo el chat, la maquina o las preguntas. No utitiza los objetos para representar aspectos de su mundo interno y sus vivencias, sino para realizar un acecamiento que contiene elementos paternos y sexuales. Así en la sesión de Julio 22 del 2010:

P: profesor y de qué hablamos… T: pues no sé de qué quieras hablar. Recuerda que se trata de que pueda hablar de lo que usted quiera. P:ummm… que hago, que hago, que hago… ummm… pues es que, qué hago… no se qué hacer….¿profe usted nunca ha chateado?… chateado con otra persona?… T: si claro que sí. He chateado con otra persona.

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P:ummm…verdad que usted no tiene hijos? entonces… no puedo pedirle el correo de sus hijos, pero verdad que no tiene hijos… ¿Qué es eso profe? T: Es como una máquina… P: es para recoger tierra ¿cierto profesor? T: Si creo que sí P: También sirve para abrir rotos y echar semillas. Por decir algo, esto se abre ¿cierto? Luego esto se queda acá, entonces esto abre un hueco, ¿si los ve? Acá hace ñiiiiiiiiinnnn… se abre y queda en forma de un rastrillo y ahí se echan semilla se echan agua y quedan de una vez para… se hace así tantico y listo y como ya dos semanas o tres, ya nacen las semillas… tan chévere ¿A dónde compro este carro? En donde profe… T: No recuerdo muy bien, creo que fue una donación. P: profe me regala uno… T: Usted sabe que los juguetes deben permanecer en el consultorio. Además, es la única máquina que tengo… P: regálemelo profe… ¿sí? hágale, hágale profe… yo le traigo un carrito mejor ¿sí? T: ¿un carrito mejor? P:si profe ¿me la regala? pues yo le traigo otra máquina, pero diferente que esta… usted si ha visto una amarillas, de cesas que tocan grande… unas así de esas mismas pero diferentes… hágale profe… yo le traigo una de esas amarillas… Después…. profe, el rojo y el verde combinan ¿cierto? T: el rojo y el verde no se ven mal… aunque dependen del gusto… P: profesor usted ya recibió la carta que dice: carta a la virgen de Guadalupe… T: carta a la virgen de Guadalupe… no, no he recibido nada P: En esa carta hay una virgen a este lado y otra virgen a este lado… que dice: hermanos sáquenle fotocopia a esta carta y den fotocopias. Dicen que el presidente de Brasil recibió esta carta la echo a la basura y al otro día su hija se había muerto. Profe me dice la hora. Es que ahorita mismo llega la profesora y me toca irme. Tengo que ir a acompañar a mi abuelita al médico como ella le toca una cita médica hoy entonces tengo que irme ahorita, además ella no tiene a nadie más… tiene a mi mama, pero ella… T: ¿qué pasa con su mama…? P: es que ella necesita ir también al médico con chucho, con mi hermanito chiquito, le toca que ir entonces por eso no puede… por eso no puede ir a acompañarla… Nosotros a qué horas es que terminamos aquí la charla… T: quizás en 35 minutos P: como que no voy a poder estar toda esa hora profe… profe, ¿eso no se puede volver a escuchar ahorita? Es que quiero escuchar lo que estuvimos hablando… T: si, claro que se podría escuchar. P: Ay si tan chévere… no escucha nada… no señor… creo que no gravo nada. Profe, cuanto le valió esta grabadora profe, es que me gustaría averiguar cuánto vale una grabadora para comprar una. Me gustaría gravar a mi papá y a mi mamá cuando este peleando. Ellos pelean, y uno los grava. Si dicen, no, no, nosotros no estábamos peleando, pues claro ellos caen y tin, tin se escucha la grabación jahhh… T: Tal vez usted a veces siente que sus padres no reconocen las cosas o quieren ocultar lo que hacen, como por ejemplo cuando ellos pelean o se golpean. P: si. Es que ellos a veces los ve uno moreteados. Es de noche y al otro día aparecen todos moreteados pues, yo les digo, dicen ¿qué paso?... esto que pasótin, tin, tin escuchen… ahhh… y pueden escuchar lo que pasó. Se puede dejar por la noche prendido y ahí se escucha, ahí se suena mejor dicho todo… lo que hacen todo… T: le interesaría dejarla prendida con la noche con el objeto de poder gravar todo lo que hacen por la noche, las peleas y quizás otras cosas. ¿Qué más será lo que pasa por la noche?

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P:no se lo puedo decir . Sin embargo, al otro día amanecen pues tin, tin, se escuchaba lo que dicen… profe aquí terminamos porque me tengo que ir a donde la profesora. ¿Siempre me va a regalar la maquina? Usted me da esa, uy pues, para que no se quede sin ninguna, yo le traigo una profe… bueno profe aquí terminamos porque tengo que irme… el otro martes ay si… dialogamos, dialogamos, si no me sale nada claro, o si no me sale trabajo o si no me pasa nada, confiando en Dios que no me pase nada… hasta luego T: Hasta luego.

Los objetos son usados para entablar un contacto, una comunicación simple que muestra el deseo de acercarse. Cuando logra la atención, sigue explorando el uso del objeto para estar cerca. Ella hace todo un cuento, juega con la maquinita en frente del objeto como tratando de atraer al terapeuta, de animarlo. Casi a la manera como un niño intenta atraer la mirada de su madre deprimida/ o atraer la mirada y el deseo del padre. Puede tratarse también del Edipo, es decir el deseo de poseer al padre, a través de seducción infantil.

Posteriormente se repetirá esta situación. Aparecerá una “chiquita esperando que el padre la complazca”, pero ahora serán otros los objetos o temas. En la sesión Agosto 3 del 2010: P:¿Qué más profe? T: ¿como está María? P:pues bien… profe esto no echa más aire… no da si no el tres; mirando el ventilador. Es que da mucho calor. T:¿La vez pasada no vino, qué había pasado? P:¿Qué es esto profe?; mirando un control remoto que ha ubicado en los juguetes. (No responde lo preguntado) T: eso es un control remoto. P: control remoto… (tose)… silencio… yo quiero contarle… es que yo tengo…silencio….es que agosto es el día de mi cumpleaños. Tan prontamente y no viene ahhh… esto viene con esto ¿cierto profe? y de ahí se saca eso… todas las cositas T: esos son todos los juguetes de esa caja P: ahhh… tan bonito ese osito de peluche ¿me lo regala profe? Si me va hacer ese favor si… por favor… no sea tan malo, no me diga que no…ay regálemelo, yo lo pego, yo lo pongo bonito, hermoso…por-fa hágale profe yo le hecho… yo lo arreglo… T: ya habíamos hablado de eso, la idea es que los juguetes puedan permanecer en el consultorio, para cuando vengas a jugar (Golpean a la puerta) P:La profe Olga, (abre la puerta y se da una conversación corta. Cierra y luego prosigue…)… profe regálemelo si, si, si… Usch… mire profe que tengo unos ¿Cómo es que se dice?... entonces regáleme este tetero…ay tan bonita la vajilla… (Escudriña en los juguetes)… pues si esta todo… el candelero. (Golpean a la puerta nuevamente y abre. sostiene una conversación con otro niño). Bobo…es la porquería esta… (Silencio) (Interactúa con algunos juguetes) esta grande aja… (Interactúa con algunos juguetes) yo no quiero participar en nada e las actividades profe… ni en arte, yo lo único que quiero es danzas. Sin la danza no hay nada. Si no hay nada ¿Qué se puede hacer? … ay profe regáleme el peluche, no sea malito. Es para yo ponerlo bonito, hermoso, hermoso, hermoso como es él…

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T: Tal vez sientes que están muy descuidado mis juguetes acá, y por eso quieres que te lo de, para poder arreglarlos, repararlos. P:sí, yo tengo todos mis peluches bien bonitos, todos bien cuidados… T: Tal ve es como si sintieras que yo tengo una partecita sucia, dañada y por eso la quisieras reparar, para que estuviera bien, así como todas tus partecitas, todos tus objetos… todos tus peluches… que sientes que están bien. P:sí. Que es esto acá profe… ahhh… el rompecabezas. No me gusta el rompecabezas… son horrible; empieza de todas maneras a armarlo. (murmura) usted, profe se vio esa que dice juguemos a los jueguitos malos? T: ¿juguemos a los jueguitos malos? P: sí. Pues jugar juegos malos… ¿entiende como son los juegos malos?... ¿no entiende?... juego malo significa, por decir usted juega; ¡juguemos a robar!, entonces sí. ¿Y que dice? como hacemos… usted roba y yo te espero y te denuncio y conseguimos eso, ¿si ha escuchado? T: no, no lo he escuchado. P:… esa canción que dice… dice… hum es vieja; esto al escuchar una canción fuera del consultorio… no me acuerdo como es que se llama… Es que no sé cómo es (tararea). (Mientras habla de esto, se encuentra manipulando algunos juguetes. Toma una muñeca y quiere meterla en una caja con forma de tina). Ya se bañó en la tina… pal baño a vestirse…ya está vestida. Mire que estoy tan aburrida. T: ¿Qué pasa? P:Nico vendió el celular… y no me llama T:¿Quién es Nico? P: como le dije, como le dije, él es mi novio. Me toca entonces chatear porque no tiene celular… ¿profe usted cuanto le costó estos sillones? T: no sé porque ese los compro la directora P: ahhh… (Mirando, escogiendo y manipulando algunos juguetes)… (Murmura)… ay mire este es con esto ¡tan chévere!; al encontrarse un tornillo con una tuerca. Tengo que… ponerle… esto… ummm… sopa de tornillos. (Manipulando los juguetes de la cocina, y poniendo los tornillos allí)… Yo nunca he atendido a mi mami. En cambio a mi hermanito sí. T: Estaba pensando que la última vez que hablamos me dijiste que no podías venir porque estabas cuidando a tu hermanito… P: Profe, usted se ha visto el chavo. Se acuerda cuando don ramón, sacaba una cucharones y sacaba un plato y hacer así de mentiras que había una olla y sacaba y echaba y sacaba y echaba… ¿usted se lo vio? T: que estaba como sonámbulo o ¿algo así? P: eso sonámbulo… T: tal vez aquí María esta como don ramón, haciendo una comida para dársela a alguien. P: no… pues sacando comida sí. (Silencio)… y por aquí que ha pasado profesor…yo me fui para villa vieja… a conocer Polonia… que más va a pasar… van a poner un hotel en el desierto… una cabaña, hotel o cabaña, donde se quedan los turistas… ir a Polonia aunque es feíto, también es muy lindo, ahí no se escuchaba grosería ni nada de eso… era silencio, mucho silencio… diferente a esta ciudad que… que horror, a veces sentía que me iba a quedar, mucho silencio..Pero qué suerte la mía que tuve amigos que conocen por esa ciudad… conocí amigos, conocí un poco de amigos en el desfile… todos me dieron el celular ajaj me acuerdo ajaj…anoche, anoche me acosté temprano. Claro y como esta mañana nos levantamos tempranito entonces claro… que sueño, profe por ahí usted no tiene una moñita que me preste… T: ¿una moña? no. ¿Se levantaron temprano hoy?

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P: uy sí, nos levantamos a las cinco y toco que esperar a la profe María Edith… es que mi hermano va a estar por la mañana ahí… si… que horror o de pronto estudiemos juntos… profe por ahí no hay una peinilla que me haga el favor y me preste… T: no tampoco. ¿Su hermano va a estar acá? ¿Qué horror? P:hum… si… yo dejo eso así; referencia a algo que hacía mientras hablaba. Profe dejamos acá. (se levanta y cuando lo hace dice). Ay profe ¿estoy bajita de peso? O ¿estoy gordita?; mirándose el cuerpo. T: y ¿cómo se ve usted? ¿Bajita de peso o gordita? P: pues yo me veo con buen cuerpo, pero no sé si estoy gorda o estoy… dígame usted la opinión. T: ¿la opinión mía?... P:ay profe los que le dije del peluche. T: maría, la idea es que los juguetes permanezcan acá… lo podamos mantener acá para cuando usted vuelva. P: que lastima profe. Bueno, chao profe T: hasta luego María

En algún momento, cuando introduce lo del oso, para María seria como el logro, una manifestación de afecto por parte del “profe”, que él se lo diera. Cuando no hay una respuesta a su pedido por parte del terapeuta, aparece una chiquita rogándole al padre que la complazca, de lo contrario el profe es malo. Ahora aparecen los celos y una parte de ella más agresiva. La parte infantil se muestra enojada, no querida, no complacida.

2. La seducción, curiosidad y amenaza de alejamiento.

En este momento la paciente viene a dejarle algo al terapeuta, a cumplirle pero también a contarle que ha podido disfrutar, y que se va otra vez a ello. La paciente se quiere ir, pero antes quiere dejar algo para el terapeuta. En la sesión Julio 27 del 2010:

P: profe me da un lápiz… La adolescente entonces comienza a hacer puntos sobre la hoja, pues ha empezado a dibujar. Hace algo alusivo aun paseo al que fue el día anterior. T: ¿Eso son como puntos?¿qué es lo que estás realizando? P: Estoy haciendo a Rivera, porque como ayer fui y me bañe más delicioso. ¿Usted conoce Rivera profe? T: si, conozco algunos lugares. P: es que en el lugar en el que estábamos, era así, como una piscina natural… ¿sabe qué significa? como si fuera una quebrada… profe, nosotros hasta que horas vamos en la consulta. Es que me toca irme para la piscina. Nos van a llevar a la piscina de las tres cruces. En el dibujo entonces escribe mi nombre, y luego me pregunta, Mario que profe? T: ¿mi nombre? Mario Díaz P: si era lo que estaba pensando… En la quebrada nos bañamos, nos divertimos. ¡Fue un paseo familiar! T: ¿esto aquí que es? ¿Que es todo esto que dibujó? P: una manguera donde bajaba el agua para lavar, otra para echarle agua la piscina y se llenara, y esta es otra manguera para al guarapo…Al almuerzo nos dieron sopa con carne y 72

pollo, chocolate con pan, al refrigerio nos dieron dulces… después no me acuerdo que nos dieron, después nos volvieron a dar un boom-boom-bum, después nos dieron otra vez comida, nos dieron carne, nos dieron ensalada, arroz, yuca, mejor dicho mucha comida… y nos dieron guarapo, nos llenamos… ay pero estuvo más chévere… T: ¿Los llenaron? P: no, sino que estuvimos chévere porque… nos fuimos y bañamos… (Al ver que escribe en la hoja, y al darme cuenta que juega triqui le digo,) T: Tal vez le gustaría jugar conmigo, sin embargo, al no estar yo disponible, prefieres hacerlo sola P: profe, ¿podemos dejar acá hoy? Es que ahorita nos vamos para piscina y no sé si ya se fueron, porque ya es la una y veinte… hasta el otro martes… T: Hasta el otro martes La paciente en la sesión describe las sensaciones agradables que tiene, y sus satisfacciones. Manifiesta como estuvo chévere sin el terapeuta y como ahora puede jugar sola. María trata de quedarse un poco para poderse ir a disfrutar con los demás. La transferencia está ahora más en el lado del padre deseado que se ha renunciado.

Sin embargo en la sesión siguiente nuevamente María salta de un tema a otro, al parecer de forma inconexa: la grabadora, las tarjetas, Germán, el papá del terapeuta, el no volver, entre otros. En la sesión Julio 29 del 2010:

T: hola María P: Hola profe… ¿está grabando? Profe, ¿no tiene dibujos animados? ¿Esos que son como en forma de tarjeticas? ¿No tiene de esos? T: No, únicamente tengo estos. P: Profe, ¿usted ha ido donde German? ¿Este es su papa?; (al ver un listado que he dejado a la mano y ella ha mirado). T: he ido en alguna ocasión. ¿Por Qué? P:ahhh… porque yo pensaba que… T: (al ver que ella no continua) Hace ocho días la fui a buscar para la consulta y no estaba, ¿Qué paso? ¿Por qué no vino? ¿Alguna resistencia? P: Es que yo había dicho que no iba a volver, pero es que… finalmente vine por mi mamita. Ella me dijo que volviera y yo dije: ay pero mami, yo no quiero ir. Ella insistió, entonces vine por mi mami. No sé porque… porque no quería venir. La verdad es que cuando yo vine la vez pasada, me empezaron a poner apodos. Pero ya me dejaron de decir apodos, entonces yo dije: ay ya no voy a eso… (Silencio) T:ahhh… entonces por eso regreso y, y quién le ponía apodos, que era lo que pasaba? P: acá en la fundación… profe, ¿no tiene regla?; ella hasta el momento ha estado dibujando. Entonces ahora me hace un pedido. Entonces, en eso aprovecho para preguntarle por su dibujo. T: María, cuénteme, ¿que esta dibujando? P: espere profe…eso es… ¿profe sabe hacer una estrella? T: una estrella, ¿tal vez? P: si profe. Pero es que yo no sé hacerla. ¿Me la hace acá? acá en el espacio blanco… T: uhh, creo que así es una estrella, P: quedo parecida como una estrella gnóstica. Profe, es que yo no soy católica…

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T: ¿los gnósticos no son católicos? P: no… (Después de esta intervención sigue dibujando). Ay como es que es… (Silencio) ¿ya sabe que es profe? Es como una casa. Esta es una ventana… (Silencio) aquí ya está… ahi a ver… T: ¿Qué paso? P: nada… adivine que es, adivine que es. T: esto es como la cabeza de una persona… P:no… pero adivine que es… T: ¿es una casa? P: Si, es la choza de Jesús… de Jesús, José y María… ósea mírela, mírela… eso es lo que estoy haciendo ahí… T: pero esto es, es una choza más lujosa, no ?… porque tiene ventana… P: si, es lujosa, pero así estaba en una fotocopia que nos dieron ayer… así estaba… Nos la dio la profesora Sandra de despedida. Que pesar… ella se fue… ummm… (Silencio) así estaba… T: ¿estaba el bebé adentro? P: si… T: Estaba María y José pero usted luego los borro, ¿qué pasó? P: estaba trinca… la profesora lo puso pegado… Además José tiene mucho pelo entonces por eso fue trinca… lo voy a hacer…ya acabe a José… profe no tiene más colores…profe, estos colores son los que me gustan a mí… Profe, ahora me toca ir a odontología, porque me van a sacar un diente… me van a sacar un diente, porque tengo un diente despicado entonces quiero que me los saquen pero eso duele… tengo miedo… no me gusta la aguja… ay qué miedo ajaj ay Dios ajaj… me quedo feíto pero bueno ay… los vamos a arreglar…quedo más lindo que todos… la otra vez haciendo este dibujo lo pinte y me quedo chévere… yo entonces gané. Era un concurso de pintura… estoy feliz, feliz, feliz como una lombriz… porque voy a poder hacer mi primera comunión… profe acabe de pintar… ay profe hoy es hasta las dos y media… T: ¿Porque quiere estar hasta las dos y media, si la consulta va hasta las dos? P: ay porque si… T: porque no quiere irse para odontología… ¿y quiere estar hoy más tiempo conmigo? P:uyyy si… que miedo… a mi si me da miedo odontología… esa doctora lo mata a uno con esa jeringa… con esa jeringa que le pone a uno… estoy un poco engripada es como, así… ajaj… ¿Quién escribió eso? T: eso lo escribió… creo que eso lo escribió, no recuerdo creo que una niña que vino acá… P: Jesica, la grande esa…. Si… yo la conozco… yo sé que ella es arrogante… ola celeste… ah ola, en este mundo estoy dando trazos un profesor… es que yo le conozco bien la letrica a esa niña… la cara… es que yo sabía que era ella, le digo porque profe… porque como yo sé que le gusta molestar en cualquier lado entonces… claro… T: sentiste que ella era la que había molestado aquí… P: la que había… que iba decir… es que ella es más inquieta…profe porque no lo pone… yo dije bueno, es Jesica la que ha escrito… la que escribe eso… (Silencio) a mi todos me dicen que yo no soy capaz de hacer un dibujo… pero yo no me pongo a poner cuidado que si soy capaz o no… (Silencio). Si, ayer yo pinte eso, pero más bonito claro… ajaj… (Silencio) ay profe… (derrama la pintura, producto de un accidente)… me quedo feo el dibujo… me pongo a mirarlo y quedo feo, feo… es que a mí no me gusta lo que yo hago… me pongo a observarlo bien, bien y me quedo feo… T: ¿sientes que te quedo feo? P: si profe, la pintada… bueno yo digo que pues sí… pues si los muñecos los únicos que, los dos únicos muñequitos que me quedaron feos fue José y… pues la verdad no se… por eso me pongo a pintarlos bien bonitos… pero me quedaron horrendos… José me quedo muy

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cabezón… María me quedo toda con el cuello estirado… bueno, sigamos a ver cómo me queda… espero dejarlos bonitos a las cuatro…. T: ¿a las cuatro? P: no a las dos y cuarto, si yo no, si yo no alcanzo a colorear usted me guarda esto, para el otro martes… ay el otro martes no puedo profe… mentiras… Estoy haciendo mi primera comunión… el lunes le traigo una tarjetica para que vaya allá a la iglesia y después… uy Dios mío… ¿usted conoce el barrio Bogotá?… entonces para que vaya… ¿las dos y cuarto ya son?… la última pintadita… pinto esta y listo… y me la guarda para el martes… escríbame ahí también… Me voy porque ahorita le toca a diego y después a óscar… bueno profe entonces escribo el nombre… chao profe! T: hasta el martes.

En la Sesión aparece el dibujo como algo que ella hace mientrar trata de hablar. Por momentos aparece una relación más cercana, tanto la paciente como el terapeuta hablan de lo mismo. Ella quisiera que “el profe” pudiera adivinar, saber lo que pasa. Aparece un pequeño acercamiento alternando el distanciamiento y el deseo de huir. Entonces la paciente se anima otra vez a pedir algo. Al final, ella sabe que no va a pasar, entonces se va otra vez, realzando la idea de que en otro lugar si puede haber la posibilidad de un suceso como el que ella busca. La ilusión no se pierde, por más que con el terapeuta no haya podido realizar su deseo.

3. La frustración: Aparición de un tercero. Un tercero activo. El alejamiento del proceso. La alternancia de un acercamiento con un alejamiento se detiene: aparece un tercero. Ella se aleja con la idea de un tercero presente y vivo. En la sesión de Agosto 5 del 2010:

T: hola María P:¿Qué ha hecho profesor? T: ummm… atender en consulta todo el día P:hum… a este Fabián Bastidas lo atendió hoy, ¿cierto? T: Fabián Bastidas ummm…si, claro. P:ummm…asch ¡que calor!...ay profe mire que me van a dar un celular T: ¿un celular? P: si…ay que calor profe, profe prenda el ventilador que tengo calor…al tres profe T:… me decía que le van a regalar un celular P:pues si pero no sé, si quiero la fiesta o quiero el celular T: ummm… P:entonces todavía…no me he decidido. Me dicen que si quiero la fiesta o que si quiero el celular, usted que prefiere profe ¿el celular o la fiesta?... para mi es más recomendable el celular, porque ahí le doy el número a todo el mundo, no a todo el mundo a los que conozco, a los que yo conozca, para que me llamen… ay tan chévere y le pongo minutos y todo eso… prefiero el celular T: Parece que es mucho mejor el celular P:parece que si… pero pues no se T: ¿todavía no está decidido, porque siente que también la fiesta puede ser chévere? 75

P:no que digamos no tanto, me gusta más el celular porque es que todas mis compañeras tienen celular y yo ay ¡que oso! T: ummm… P:entonces prefiero el celular…asch no tengo ganas ni de dibujar…es que estoy tan, mejor dicho tan… pensativa… (murmura)…no sé si quiero dibujar, no sé si quiero pensar no se asch hay tantas cosas que hay pero… no sé (murmura) T: ¿hay tantas cosas? P:ajaj T: dibujo del celular de cámara, dibujo de la fiesta o… (en ese momento empieza a dibujar, mientras yo enumero lo que hace)…este es el dibujo de un celular de cámara, este es de la fiesta de cumpleaños y este de acá que… ¿es el que tacho ahora? P:ay no, no sé… no sé… no sé…es que me gustan tantas cosas, tantas y tantas y tantas que… a veces quiero esto, quiero eso con esto, quiero juntas cosas… juntas esas dos cosas T: celular de cámara y cumpleaños, P: quiero a veces esto… esto no lo quiero… que aburrimiento (sigue escribiendo entonces yo leo) T: ha escrito: ir a villa vieja y de paso irme con Nico, con Nicolás a Bogotá ummm… otro deseo más P:ajaj T: ajaj… Nico me está invitando a Bogotá ¿a conocer? Ummm…asunto de trabajo o asunto de un trabajo P:un trabajo de él…como él es dueño de una empresa ummm… no sé si ir ummm… P:ajaj T: otro dilema… ¿no? ¿Y qué pasa? Porque no sabe si ir… ¡Estoy pensativa! Ummm… eso es un signo de interrogación ¿estoy pensativa? P:ahí sí… ajaj…anoche la pasé más chévere en la casa…la pasé chévere pero no le cuento… Julio cuando viene acá, ¿qué hace? (se interesa por un adolescente que también atiendo) T: pensar, hablar… P:¿él no escribe? T: en ocasiones P:¡milagro! T: ummm… ¿por qué? P:no, que digo yo… T: ummm… habla de sus cosas también, de sus cosas personales P:ahhh de él T: aja así como usted comentándome sus cosas intimas y personales P:ummm… personales ajaj y como que cuenta T: no, son cosas de él nada más P:¿a qué horas salieron de acá? T: la sesión dura cuarenta minutos P:¿cuánto es? ¿a qué horas salieron? ¿nueve y diez? T: nueve y cuarto P:nueve y cuarto T: sí… P:uy…voy a escribir en el tablero… ¡que escribo! A julio, ¿hoy le toca? T: no… P:a él le tocaba ayer ¿cierto? T: ayer le tocó P:no, entonces no escribo. El martes escribo mejor, ¿a julio le toca después de mí? T: no a él le toca los miércoles, ayer fue miércoles y a usted le toca los martes y los jueves…

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P:asch… pero… yo soy la primera ¿cierto?...póngame de última profe, para que a nadie le toque después de mí. T: ¿tal vez porque no quieres que nadie mire lo que escribes en el tablero? P:uhh… no, mejor antes de que él venga me llama a mi ¿sí? T: ¿antes de que él venga?¿quieres que le vea lo que escribes’ P:sí T: … bueno el asunto es que no tengo otro horario para usted… P:si…que le puedo decir profe…que lastima T: ummm… decías que quieres venir después de él para escribir en el tablero P: antes de… antes de que se venga este… como es que se dice ¡julio!...escribirle una cosa a julio en el tablero…no, entonces mejor lo pego acá y usted se lo entrega T:quiere que yo se lo dé a él P:sí T: ummm… bueno ummm… si usted me lo autoriza, claro P:sí… T: ¿y que le gustaría escribirle? P:una cosa…algo así, algo así… no, mejor esto se lo escribo a otra persona T: ¿a otra persona? P:ajaj profe… ¡profe que lastima! Ay… milagro esto si paga… profe milagro, el sábado… no, mañana, mañana… ¿mañana que es profe? T: mañana es miércoles P:¡ay no…!mañana cumplo, cumplo años yo… ay no… asch, asch que changoles…cierto que mañana no hay fundación ¿cierto? T: no mañana no hay fundación P:¡que lastima!... aunque mañana siempre me toca que venir… por mi mama, por mi papa… profesor, ¿este me lo puedo llevar yo? T:¿se lo lleva y se lo entrega usted personalmente? P: si… pero siempre me queda pendiente uno…me pongo a pensar profe… asch no se profe, usted sabe tanto de tantas personas, ¿Qué significa un sueño que uno por decir uno tiene?... ¿Se lo puedo contar? T: sí… aquí son importantes los sueños. La idea es que usted lo pueda recordar lo mejor posible… P: mire que antier y ayer tuve un sueño todo raro, todo mejor dicho, antier tuve un sueño con mis dos tías y que nosotros estábamos por allá en plana… en planadas Tolima, aquí por decir en una casa que era toda horrible ay… que cosa que había, que yo me había cambiado de piscina que todas estábamos en calzones… ajaj y que, qué bueno que yo me había puesto la primera ropa y que esto que… ellas se me… que había un niño chiquito, chiquitico así como un bebe que se metía a la piscina profe… ay pero que ellas no sabían que hacer y que el niño sabía nadar, sabia de todo ay… y que yo queda, que yo quedaba aterrada y todo eso ay ¡qué cosas! ay… que luego… yo me tiraba y me ahogaba ay ajaj no todo raro…ayer tuve con mis dos primos… T: otro sueño ayer P: sí… este con mis primos uno llamado Yeny que es ingeniera de petróleos y la, el otro es un primo, que yo estaba por allá en pie de Palermo ay… Palermo, no me acuerdo sí como en forma sí, Palermo sí que había como forma, que yo había conocido al diablo uy…. Uy no profe que yo había visto al diablo en persona y que había visto a esta, a esta muñeca… uy… había visto toda la familia de esta muñeca y por eso yo casi esa muñeca no le tengo casi ajaj y que yo lo había visto y que mi primo estaba hablando con ellas y ellos habían hecho pacto ay no profe… ajaj T: ¿habían hecho que un pacto?

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P: ¡un pacto! Ay que… entonces después que yo me iba y que a mí me tiraban por el barranco, bueno ay no ajaj…que a mí me tiraban por el barranco y yo rodaba y que yo caía a la carretera y que yo me paraba, que venía un carro que casi me tropella, que yo alcance a pararme y a… a correr cierto y que cuando yo… mi mama se había ido, y que yo había ido, mi mama se había venido pa acá… y que mi prima se había quedado con migo y que yo me tocaba que porque había dicho mi prima ¡gorda! Y que esta niña se había puesto como que toda brava con migo y que no me quería dejar salir del cuarto, me… me había tenido encerrada, que no quería dejar venir, que no me da pal bus que tal… y que a lo último ella me veía que yo estaba sufriendo y que me montaba en un carro… que yo me venía y que yo le contaba todo a mi mama, y que mi mama no me creía y que ella se había vuelto esta muñeca ay no Dios mío yo no sé porque tengo estos sueños así tan raros… T: ummm… P:y también con Julio ay no… con Julio disque soñé que Julio y yo nos conocíamos, yo no sé si pasara julio y yo hoy, no hoy no, que un día esto, que julio, que julio estaba sentado y que yo estaba dentro y que yo le… que yo le había, lo iba a decir, oiga julio llegue yo primera que usted y entonces él me decía sí de verdad ¡me gano! Y entonces que él se comportaba como todo raro y que… que julio ajaj y que entre julio y yo quedábamos solos en la fundación, no sé eso como que me lo soñé… si eso me soñé ayer… T: Ayer… entonces fueron tres seguidos sueños P:y que, y que no pero que fue un día que, que no, que… que fue asch… que era un día que nos encontramos, que nosotros, que nosotros que yo le decía: ¡julio vamos a la fundación! Que había peladitos por todo pero hum… todos se desparecían… entonces como así rayitas… T: ummm… P:como si fueran espantos así… hum… se desaparecían… ay… que nosotros estábamos asustados cuando salía el diablo ¡ay Dios mío! Que cosas que nos salía el diablo y nosotros arrancábamos, arrinconábamos a la puerta y nadie nos escuchaba y que después fum… habrían la puerta y la profesora, una profesora no me acuerdo bien, pero si es la profesora nueva… no sé T: ¿la profesora nueva? P:que abría la puerta y nosotros arrancábamos a correr y nos íbamos y que más adelante nos salía otra persona pero, es que todos los… que salían profesoras nuevas así como si no nos conocieran… ¿Qué significara eso? T: apara usted que significa que pueda significar… P:no sé profe, no sé… T: ummm… P:de verdad no sé… T: porque valdría la pena que intentara usted pensarlo ¿no? P:ay no ajaj T: que podría significar P:pues… mejor le pregunto a una persona que yo sí sé que me puede ayudarme… T: ummm… P:ay tengo tantos sueños con julio profe… no sé… y que día tuve un sueño con Nicolás, con julio con armando, bueno mejor dicho con un poco, yo no sé ni, ni sé que hablar, ni sé que decir ¡ay por Dios! ¿Qué significara eso? Ajaj T: ummm… P:¿usted a quien le muestra esa grabación? T: no esa grabación no se la maestro a nadie P:yo no quiero ni que la oiga Julio, ni que la oiga nadie…profe mire que tengo una… una cosa de esta muñeca y que es mala, que tiene cola y que tiene de todo T: como si fuera un diablo P:sí

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T: ummm… P:que dice… asch no sé qué sea, no me acuerdo que era. T: ummm… porque ese diablo aparece en los sueños no y hello Katy también… hello Katy… P:¡hola demonio! T: ¡hola demonio! P:yo ya me sé toda la historia de niña fea… T: ¿y cuál es la historia? P:y ya ve usted que significa hello Katy… ¿sabe qué significa? T: ¡hola demonio! P:hello ¡hola! Usted si ha visto que dice así ¡helloteacher! T: hum… P:hola ¡hola profesora! O hello Katy, ¡hello Katy! …hola demonio, eso lo creo una señora por parte de una niña profe, porque la niña tenía cáncer en la boca, ella estaba que se moría, la vida iba a terminar y entonces ella hizo un pacto con el diablo, el diablo le dijo que criara una muñeca o un personaje que fuera relacionado con él y que él le curaba la niña y él curo la niña y ella hizo un personaje con él y todo eso, taratatan… así fue creado ese muñequito…sabe qué profe, ese sueño lo voy a borrar para ¡siempre! De mi vida T: ummm… P:todos los sueños de mi vida ¡no quiero tener imaginación! T: ¿Cómo es eso de que no quiere tener imaginación? P:no, no quiero soñar con nadie… T: quiere ser concreta P:¿Qué? T: quiere ser concreta, no tener imaginación P:si, solamente tener la imaginación solamente para matemática y leer de todo, no soñar contra ninguno huaw… T: ummm… P:que mi mente quede así en blanquito, así… sin ningún rayón, que diga ni julio, ni que diga nadie… T: ummm… que quede plana P:blanca, blanca todo eso T: ummm… porque en el primer sueño que me cuenta esto aparece ¿no? Ese deseo de que… un niño sepa más que usted P:es que un niño que… T: es que su mente queda tan plana que un niño queda sabiendo más que usted… P:no obvio que no, que digo T: ummm… P:que mi mente quede plana, que no piense ni en demonios, ni en, ni en, ni en, ni en julio, ni en Nico ni en nadie… T: solo en matemáticas, español P:matemáticas, aprenderse todo eso y sacar un die… un diez punto cero T: ummm… sientes que… te perturba, siento yo que la perturba el hecho de que pueda pensar en eso… tener imaginación P:uno tiene que tener ¡valor! Pa, pa aguantar todos T: ummm… P:no pensar ni en mi mama, ni en mi papa ni en nada de eso T: ¡no pensar! ¡No tener imaginación! P:no tener sentimientos, eso no quiero, tener sentimientos con una persona, pero porque tenemos que la mujer tiene que ser tan débiles ajaj T: ajaj

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P:porque tiene que ser mujer señor, quería ser un gatico, un caballo, un perro… ay no… prefiero ser eso profe, que ser una mujer o un hombre o un macho o cualquier cosa uy… desearía ser… no tener sentimientos por nada, por nadie, ser una mujer de las duras… y eso lo voy a cumplir, ahora de aquí para delante, una mujer seria sin risa, pero los sentimientos no me van a dejar ajaj T: sin risa ajaj P:ajaj pero que lastima que los sentimientos no se le vayan a uno, pero pues eso es lo que quiero que se me vayan, se me vayan los sentimientos y se me vaya mejor dicho todo, que hizo tina Turner ehhh… T: ¿tina Turner? P:no tiene… asch como es que se llama… T: recuerdo P:¿Qué? T: no tener recuerdo P:de pronto si pero no T: no tener memoria P:no tener memoria eso… no tener… ay profe… que será… ¿profe verdad que me he vuelto flaca? T: ¡se ha vuelto flaca! P:sí T: ¿ha perdido peso? P:milagro T: ummm… P:cuerpo uno a… ahhh… ajaj T: ajaj sientes que… que los sentimientos también te hacen perder peso P:no, no los sentimientos no hacen nada T: ¡no hacen nada! Ummm… te gustaría vivir de la imagen, ahí está la imagen P:no tener imaginación T: no tener imaginación, imagen P:solamente mirar, mirar a las personas, que se ríen, que se hagan de todo pero ya… yo ser una niña que hum… seria, sin sonrisa, sin nada, sin ver que diga ¡uy que hay! Que usted esté pasando por ahí todo chusco y que yo, que yo diga por decir ¡uy, uy profesor Mario! Y que tal mi hermana por decir digamos (unaunanu) ¡uy mire como esta de chusco ese papasote! Usch que oso… T: sientes que esos te… sentimientos te hacen decir esas cosas que te hacen sentir como el oso P:¡como un oso! ¿Quién daño esto profe? Una tarde y siempre le echan la culpa a la jordana de la mañana T: ummm… P:¿cierto? T: no tengo claro quien lo daño, pero fue alguien de… no creo que se zafó porque venía… ya venía así P:todos los muñecos se están dañando ¿cierto profe? T: ummm… los sentimientos te hacen caer ante los hombres, los sentimientos hacen a veces equivocar y tal vez por eso, estaba pensando que siento que tal vez los sentimientos hacen equivocar y por eso no le gustaría tener y en este caso te hacen equivocar con… P:ya se le perdió toda la comida de eso ¿cierto? T: bueno María Angélica ahora si vamos a dejar acá, bueno dejemos aquí P:ahora si quiero… T: quieres… (ella entonces queda en silencio y sale)

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Pero alejamiento de la paciente no es definitivo. Como se pudo ver en la sesión, ella introduce primero la idea de que alguien va adar lo que ella pide, primero su familia y luego Nicolas. Ella hace el dibujo de algunos objetos e incluso habla de ellos. Habla del celular y luego de la fiesta, preguntándole al terapeuta cúal es mejor. Se da nuevamente un acercamiento con la intensión de obtener algo. En este momento ella llega a dibujar y a hablar de sus sueños. Lo delgada o gorda que está, es otro asunto que incluye. Sin embargo, en la sesión de Agosto 17 del 2010:

T: nos volvimos a ver ¿no? y ¿que paso, me quedé esperando hace ocho días? P: no podía venir… T: ummm… P:que calor hace…es que no podía venir profe T: y eso, que fue lo que pasó, porque no podía venir… no sé si quieras hablar de eso P:…ahhh pues porque tenía muchas cosas que hacer en la casa…son esos dias si… ¿a qué horas terminamos nosotros? ¿diez en punto? T: ummm… la consulta dura cuarenta minutos…se supondría que a las diez y diez terminamos P:asch me da hasta pereza… ver… y que, que ha hecho profesor? trabajar y trabajar T: trabajar y trabajar como dice el presidente, atender y atender. ¿Y usted que ha hecho? P:pues yo, estudiar, trabajar todo eso… yo… T: ummm… ummm… estudiar, trabajar, estudiar, trabajar P:si profe… he visto profesores nuevos por ahí en la fundación. Son de matemáticas. parecen más de… sopas de letras T: ummm… ¿como así de sopas de letras? P:si, si, si saben mucho de sopas de letras ajaj se más yo que ellas de matemáticas T: ummm… P:lo que ocurre es que con matemáticas yo casi no me le mido porque ay que… pereza…¿hace rato con quien estaba profe? Con… este… asch… yo adivino Fabio T: ummm… P:uyuyuy… él es chévere… ay… uno trabaja para que profe? T: a veces sientes que trabajar no tiene sentido P:si profe porque es que ahhh… uno se aburre trabajando todo el tiempo T: ummm… P:por ejemplo yo la paso sabroso en mi casa y no viniendo acá T: en tu casa P:de las palmas T: ummm… P:allá tengo mis hermanos S y… y… Y… y tengo mi mama Y… y tengo a mi papa… T: la casa de las palmas… ummm… P:no sabía profe que yo tenía otra familia T: no, no sabía P:si, la familia losada, a no, no sé cómo se llamara la familia ajaj T: ummm… y es con esa familia que estas contenta P:si… T: ummm… P:ummm… yo creo que me voy todos los viernes

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T: ummm… a pero no estas permanentemente allá, solo va los viernes P:si, pero como va a llegar las vacaciones de octubre ¿cierto profe?en vacaciones me voy para allá más tiempo…y dejo de asistir acá T: ummm… P:y cuando regrese… porque, que se puede hacer… es que yo prefiero estar allá…en la casa es bien horrible… T: porque te toca trabajar será… que te toca trabajar P:no, es que todo me lo pone a mí, a mí… entonces ahhh yo me canso T: te agota, te gustaría descansar, te gustaría estar descansada P:si, en lugar de que me pongan a eso… T: ummm… en cambio allá en la casa de las palmas sientes que estas más descansada ¿no? P:si porque como mis hermanos… bueno yo con mis hermanos, yo con mis hermanos no… no me la, pues si hablo y todo eso, sino que asch me gusta más con las planticas que tengo allá… T: ummm… ummm… ¿qué paso ahí se equivocó? Escribió otra cosa…es una carta o algo así, que escribiste… P:¿la profesora L M está ahí…? ¡Profe! T: ummm… no sé ahora que subí no la vi… ¿Por qué? ¿Por qué? P:nada profe T: ummm… tal vez para entregarle la carta… P:yo la puedo dejar allí, en la secretaría? T: si usted quiere P:no o encima del escritorio de ella entonces se la dejo… T: ummm… P:profesor ¿tiene colbón profe? T: si… P:me lo presta….profesor tiene un pedacito de hoja profe… T: ummm… una carta para la directora… ¿y que le escribiste? P:cosas profe… cosas, cosas T: ummm… P:¿cierto profe que tengo los labios rojos? T: rojos P:como si me hubiera echado labial…pero no. no me eché… T: no sé si quieres hablar de eso que escribiste… ¿no? P:no que se lo doy de cariño porque ella siempre nos ha ayudado y todo eso… T: ummm… ¿sientes que ella te ha ayudado? Y en que te ayudado, quiero saber, en que te ha ayudado… o cómo es eso P:en cosas profe… T: ummm… estas muy silenciada ¿Qué habrá pasado? Te quedaste callada como si hubiese pasado algo… P:no profe… estuve más chévere por allá en las palmas, estuve toda chévere…el otro día de pronto me voy para Bogotá… me voy para Cali… no mentiras yo no sé para donde me vaya el otro viernes…yo ya no mantengo ni los viernes, ni los sábados, ni los domingos, ni los lunes allá en la casa… pero cuando son festivos no, pero si no me devuelvo los domingos… es que yo me aburro mucho en la casa… profe me tengo que ir… ay tengo un sueño…¿me presta un marcador profe? T: sí, claro… ahí esta P:pero eso quita verdad…rapidito que es esta cosa… (Silencio) ajaj… asch siempre me equivoco y siempre me toca borra profe T: qué hiciste?

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P:ummm… pues hice un retrato que le iba a hacer a la profesora. Le puse acá en la carta…escribí, hola J usted es lo mejor que ha pasado, que me ha pasado… T: que me a… P:pasado, los quiero mucho por lo que son bien educados, porque les deseo lo mejor, les envió besitos…mire que me veo gorda… que voy hacer, pesé tres kilos T: ¿pesó tres kilos? P:si pero tengo que bajar a… no me ves como gorda? Es que como para engordar… T: ahhh… P:que hago para tener el cuerpo light… ya me estoy volviendo maure, esa la de usted se ha visto es ala de… amor sincero T: amor sincero P:Marbel… T: si, si P:que es la que vuelve así de gorda ayayay… gorda… ajaj diez y diez… yo pensaba que era plasti… T: bueno nos toca dejar aquí como habíamos dicho… P:bueno esto me lo llevo… T: bueno María P:hasta luego profe… Los sueños se constituyeron en el tema más reciente con el cuel la paciente busca comunicarse y acercarse al terapeuta. Otras cosas ella empieza a explorar pero que dan cuenta de su preocupación seductora. De todas maneras lo que antecede a todo esto es la ausencia a las sesiones de la semana anterior y su deseo inicial de irse pronto de la sesión. La ambivalencia parece ser el estado actual de la transferencia por el camino de lo paterno idealizado que no le puede ser dado a la paciente, mientras el tercero que si está vivo se convierte en una posibilidad de dárselo y satisfacer su deseo. La paciente se va después de un espacio largo en el que se acerca y se aleja del terapeuta.

5.3.4 Funcionamiento del terapeuta

La reflexión que opera a continuación sobre el material de la paciente, se hace con el propósito de analizar el modo de funcionamiento terapéutico, para entender las reacciones del paciente y del terapeuta ante los procedimientos técnicos. Este análisis se realizó, partiendo del material más temprano de la paciente, para terminar sobre el análisis de un material más tardío en el ejercicio de la cura.

A. La comunicación terapeuta-paciente entre el silencio y la expresión verbal

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En este primer momento se va a presentar la forma como se fue dando la interacción verbal entre el terapeuta y María, tratando de ofrecer comprensiones sobre el significado de lo sucedido.

1. El silencio del terapeuta ante las comunicaciones verbales dela paciente

Hay momentos en los cuales el terapeuta permanece en silencio frente a las intervenciones de la paciente. A continuación ilustramos uno de esos momentos. Así, en el aparte de sesión de julio 22 de 2010:

P: Profe usted me puede averiguar cuánto vale una grabadora… T: silencio P: Es para aprenderla a manejarla. Cuando mi papá y mi mamá estén peleando pues claro pum… ahí caen rapidito… T: silencio P: si dicen que no, nosotros no estábamos peleando, pues claro ellos caen al escuchar la grabación. (En este punto es claro que la grabadora puede ser utilizada en contra de los padres, con el objeto de poner en evidencia en torno a las peleas que están protagonizando, y que no quieren reconocer.) T: silencio P: y así, rápido caen… y si al otro día aparecen todos moreteados pues yo les digo. Y si ellos me preguntan, ¿qué pasó?... esto que pasó, escuchen…Entonces claro ahí se escucha… También puedo por la noche dejarla prendida y ahí se escucha, ahí se suena mejor dicho todo… lo que hacen todo… T: Silencio

En este aparte se hace evidente como el silencio del terapeuta recae en un momento en el que la paciente está hablando de cómo utilizar la grabadora para que pueda ser grabado todo lo que sus padres hacen por la noche, y que al parecer, no quieren reconocer, pero que los convierte en sujetos de unos impulsos agresivos y eróticos, y a ella en espía y juez.

Este silencio del que se hace cargo el terapeuta, se da por que no alcanza a vislumbrar lo que hay en juego en su palabra y en la medida en que ha perdido de vista los motivos por los cuales se encuentra la paciente en atención conél, es decir, la afectación por los conflictos no reconocidos entre los padres. No puedo entender que ella necesita que alguien reconozca la falla del ambiente en el que ha vivido y reconozca su voz, aunque sea de esta manera.

2. El terapeuta hace intentos de existir mediante la palabra: Predominio de la respuesta en eco.

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Posteriormente se presentan otros momentos en el cual la paciente sigue con la comunicación, con el objeto de hacerse entender. Ahora bien, en esas nuevas comunicaciones el yo pensante y compresivo del terapeuta continúa haciéndose inoperante frente a la experiencia verbalizada por la paciente. El único cambio subrayable es que el silencio es sustituido por un eco, pero en donde el resultado continúa siendo el mismo, ausencia de pensamiento, comprensióny comunicación.

Así, la paciente llega a la consulta e inmediatamente después de que se pregunta sobre qué hablar, hace una alusión al chat y su deseo de establecer una comunicación con el terapeuta desde allí. El terapeuta no se muestra muy receptivo ante dicho pedido, originando un movimiento hacia otra cosa, un objeto nuevo, que le haga a la paciente posible comunicar la experiencia emocional. Así, en el aparte de la siguiente sesión:

P:..Profesor y de qué hablamos…no mejor, ¿qué hago? ¿Qué hago?... (María sigue pensando, después de lo cual) ¿profe usted ha chateado?… T: ¿chateado? P: ¿Le gustaría chatear?... Inmediatamente después: Profe, ¿verdad que usted no tiene hijos? Me gustaría pedirle el correo de sus hijos para chatear. Pero, ¿verdad que no tiene hijos?(Con posterioridad me doy cuenta que María quiere familiarizarse más conmigo, más sin embargo, no lo hago posible, y en su lugar respondo concreta y empáticamente) T: jejeje, no tengo hijos. P:ummm…verdad que usted no tiene hijos. Yo quería pedirle el correo de sus hijos para poder chatear con ellos...(En este momento se acerca a los juguetes, y pronto se encuentra en el reconocimiento de unos de ellos, especialmente una máquina que le llama la atención. Luego pide que se la regale)

En el presente aparte de sesión, vuelve y ocurre que no hay una significación por parte del terapeuta frente a lo comunicado por la paciente. Sin embargo, como lo vamos a ver, en ese aparte eso se debe a que lasfunciones terapéutica pensante, comprensiva o continente del terapeuta, fallan debido a que su aparato para pensar se encuentra en un estado de protección contra la inundación de contenidos y fantasías, o lo que es lo mismo, de súper saturación; este exceso de desintegración hacía imposible recibir, contener y simbolizar dichos deseos que ahora a la distancia aparecen por parte de la paciente, en este caso, solicitudes de acogimiento paterno.El terapeuta no se da cuenta de la demanda de María de ser oída por cualquier medio. La paciente grita y nadie la oye.

3. La comunicación verbal concreta del terapeuta: La palabra del terapeuta sirve para indagar.

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Durante el proceso se presentan ocasiones en el que la paciente toma también un lápiz y empieza a trabajar sobre la hoja de papel de forma espontánea. En ocasiones son solo corazones o nombres, los que decora para convertir en una esquela, mientras que en otras ocasiones se trata de dibujos de casas o personajes, que forman una especie de trama; sucede que mientras va dibujando, va ilustrando con una comunicación verbal.

En relación con estos dibujos, hay momentos en que el terapeuta no presta atención a lo que la paciente realiza, sino más bien a lo que dice, sus expresiones verbales, excluyendo el dibujo de la comunicación. Sin embargo, a pesar de ese interés por sus comunicaciones verbales, no logra el terapeuta hacer evidente mediante el pensamiento la transferencia, sino que sus comunicaciones se quedan en algo de la realidad exterior concreta. Así, en elsiguiente aparte de sesión: Después que ha llegado y me ha saludado, toma una hoja y empieza a trabajar. T: Qué está haciendo? P: Estoy poniendo unos puntos… se hacen como si usted golpeara. Como si golpeara o más bien como si martillara Mientras está realizando los puntos, me dice señalándome uno de ellos: P: ¿Rivera? Ummm… ¿aquí es Rivera?... Rivera, si… Es que como ayer fui a esta parte, entonces por eso la dibuje. Profe, es que fui, y allá me bañe más delicioso… ¿usted conoce Rivera? T: Rivera? P: ¿usted conoce la escuela de Rivera? T: ¡la escuela de Rivera!...; en este momento intento un dialogo, pero muy corto. No, no la conozco. De Rivera solo conozco el parque y las termales; de hecho rivera es un pueblito turístico cercano a Neiva. (Reconozco en este momento el miedo frente al paciente) P: las termales, yo no las conozco. ¿En las termales uno tiene que pagar? T: si P: por allá cerca a los termales ¿hay charco? T: hay charcos y hay piscinas. P: El lugar al que fui, era como una piscina pero natural. T: ummm… ¿y por qué me pregunta por la escuela? ¿El charco al que fue, queda cerca la escuela? P: si

Después de superar el eco, como se puede ver, el resultado es un dialogo o intento de dialogo por parte del terapeuta para lo cual hace referencia a asuntos superficiales y de información. Esa apuesta, o intento de apuesta, como se quiera llamar, es un cambio de postura del terapeuta en la cura. La cura hasta el momento se ha caracterizado por dos momentos, un primer momento en el cual la respuesta del terapeuta al paciente ha sido de mucho silencio, y luego, un segundo momento en el cual la respuesta es de eco. Lo que sucede ahora es la

86 aparición de un tercer momento, el dialogo; no será este el último momento, pero si uno determinante; desde luego no es un dialogo fluido, sino un dialogo entrecortado, de contenido superficial, pero ya de por sí valioso, en donde el sentimiento de miedo del terapeuta a la paciente empieza a desaparecer.Rivera entonces se convierte en un punto de encuentro. Los charcos de agua por lo menos en algo común.

En este punto del trabajo reflexivo, hay que hacer alusión a la presencia fantasmagórica que logra tener la paciente para el terapeuta, y con esto, el influjo que esto tiene en la captación de la experiencia del otro por el pensamiento. Este fantasma, que se convierte en un tercero con gran poder en el proceso compuesto por una diada, es el encargado de hacer prevalecer el aburrimiento de la intervención concreta del terapeuta, aplazando la emocionante apuesta por lo simbólico, la ensoñación, el juego y la transferencia en la situación terapéutica; la presencia fantasmagórica como tercero, ha de entenderse como aquello que viene a poner obstáculo o hacer posible la captación del sujeto paciente por la palabra del terapeuta.

4. El terapeuta hace el intento de incluir símbolos en la comunicación verbal

En el proceso terapéutico se hace necesario que el terapeuta, conectado todo el tiempo con los múltiples sentidos que se pueden desprender del texto hablado, del lenguaje verbal, se disponga también receptivamente a las simbolizaciones realizadas a partir del lenguaje del juego con el objeto de construir con el pacientes mitos que amplíen la comprensión de lo puesto en escena. Así en el siguiente aparte de sesión:

P: Estoy haciendo a Rivera, porque como ayer fui y me bañé más delicioso. ¿usted conoce Rivera profe? T: si, conozco algunos lugares. (Cuando la pregunta se contesta, se anula la imaginación) P: es que en el lugar en el que estábamos, era así, como una piscina natural… ¿sabe qué significa? como si fuera una quebrada… profe, nosotros hasta que horas vamos en la consulta. Es que me toca irme para la piscina. Nos van a llevar a la piscina de las tres cruces. En el dibujo entonces escribe mi nombre, y luego me pregunta, Mario que profe? (La paciente viene a dejarle algo al terapeuta, a cumplirle pero también a contarle que se va otra vez a disfrutar. Que se quiere ir, dejando algo para él). T: ¿mi nombre? Mario Díaz P: si era lo que estaba pensando… En la quebrada nos bañamos, nos divertimos. ¡Fue un paseo familiar! T: esto aquí que es? que es todo esto que dibujó? P: una manguera donde bajaba el agua para lavar, otra para echarle agua la piscina y se llenara, y esta es otra manguera para al guarapo…Al almuerzo nos dieron sopa con carne y pollo, chocolate con pan, al refrigerio nos dieron dulces… después no me acuerdo que nos dieron, después nos volvieron a dar un boom-boom-bum, después nos dieron otra vez comida, 87

nos dieron carne, nos dieron ensalada, arroz, yuca, mejor dicho mucha comida… y nos dieron guarapo, nos llenamos… ay pero estuvo más chévere…( Describe las sensaciones agradables que tiene, las satisfacciones) T: ¿Los llenaron? P: no, sino que estuvimos chévere porque… nos fuimos y bañamos… (Al ver que escribe en la hoja, y al darme cuenta que juega triqui le digo,)(Estuvimos chévere sin usted. Ahora puedo jugar sola). T: Tal vez le gustaría jugar conmigo, sin embargo, al no estar yo disponible, prefieres hacerlo sola? P: profe, ¿podemos dejar acá hoy? Es que ahorita nos vamos para piscina y no sé si ya se fueron, porque ya es la una y veinte… hasta el otro martes… T: o irte temprano para otro lado…. A disfrutar a otro lado

Esto es una interpretación realizada por el terapeuta, y en el que él hace referencia al deseo, el cual no se puede cumplir con el terapeuta dado su indisponibilidad, es decir, en la medida en que le saca el cuerpo a una transferencia paterna- amorosa-erótica, manteniéndome a distancia. De todas maneras la paciente prosigue, con la comunicación verbal, el cual es seguido por el terapeuta, haciendo de eso un pensamiento simbólico, con la posibilidad de hacer referencia a otro nivel de pensamiento y sentimiento que es el experimentado con el terapeuta y luego con el padre.

B. Más allá de las uso de las palabras. El uso por parte del terapeuta del juego y el dibujo en la sesión de trabajo terapéutico. 1. El terapeuta un participante no disponible para el juego.

En ese mismo aparte de sesión que revisábamos anteriormente, en el momento en el que sabíamos escuchar el insistente “qué hago, qué hago…” de la paciente, el terapeuta puede constatar que aquellos giros lingüísticos, se constituían además de una búsqueda insistente de un quehacer por parte de la paciente, es decir, o bien chatear-jugar-hablar-dibujar. Así, en el siguiente aparte de sesión:

P:¿Qué es esto profe?; mirando un control remoto que ha ubicado en los juguetes. (No responde lo preguntado) T: eso es un control remoto. P: control remoto… (tose)… silencio… yo quiero contarle… es que yo tengo…silencio….es que agosto es el día de mi cumpleaños. Tan prontamente y no viene ahhh… esto viene con esto ¿cierto profe? y de ahí se saca eso… todas las cositas T: esos son todos los juguetes de esa caja P:ahhh… tan bonito ese osito de peluche ¿me lo regala profe? Si me va hacer ese favor si… por favor… no sea tan malo, no me diga que no…ay regálemelo, yo lo pego, yo lo pongo bonito, hermoso…por-fa hágale profe yo le hecho… yo lo arreglo…

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T: ya habíamos hablado de eso, la idea es que los juguetes puedan permanecer en el consultorio, para cuando vengas a jugar (Golpean a la puerta) P:La profe Olga, (abre la puerta y se da una conversación corta. Cierra y luego prosigue…)… profe regálemelo si, si, si… Usch… mire profe que tengo unos ¿Cómo es que se dice?... entonces regáleme este tetero…ay tan bonita la vajilla… (Escudriña en los juguetes)… pues si esta todo… el candelero. (Golpean a la puerta nuevamente y abre. sostiene una conversación con otro niño). Bobo…es la porquería esta… (Silencio) (Interactúa con algunos juguetes) esta grande aja… (Interactúa con algunos juguetes) yo no quiero participar en nada e las actividades profe… ni en arte, yo lo único que quiero es danzas. Sin la danza no hay nada. Si no hay nada ¿Qué se puede hacer? … ay profe regáleme el peluche, no sea malito. Es para yo ponerlo bonito, hermoso, hermoso, hermoso como es él… T: Tal vez sientes que están muy descuidado mis juguetes acá, y por eso quieres que te lo de, para poder arreglarlos, repararlos. P:sí, yo tengo todos mis peluches bien bonitos, todos bien cuidados… T: Tal ve es como si sintieras que yo tengo una partecita sucia, dañada y por eso la quisieras reparar, para que estuviera bien, así como todas tus partecitas, todos tus objetos… todos tus peluches… que sientes que están bien. P:sí. Que es esto acá profe… ahhh… el rompecabezas. No me gusta el rompecabezas… son horrible; empieza de todas maneras a armarlo. (murmura) usted, profe se vio esa que dice juguemos a los jueguitos malos? T: ¿juguemos a los jueguitos malos? P: sí. Pues jugar juegos malos…entiende como son los juegos malos?...¿no entiende?... juego malo significa, por decir usted juega; ¡juguemos a robar!, entonces sí. ¿Y que dice? como hacemos… usted roba y yo te espero y te denuncio y conseguimos eso, ¿si ha escuchado? T: no, no lo he escuchado. P:… esa canción que dice… dice… hum es vieja; esto al escuchar una canción fuera del consultorio… no me acuerdo como es que se llama… Es que no sé cómo es (tararea). (Mientras habla de esto, se encuentra manipulando algunos juguetes. Toma una muñeca y quiere meterla en una caja con forma de tina). Ya se bañó en la tina… pal baño a vestirse…ya está vestida. Mire que estoy tan aburrida. T: ¿Qué pasa? P:Nico vendió el celular… y no me llama T:¿Quién es Nico? P: como le dije, como le dije, él es mi novio. Me toca entonces chatear porque no tiene celular… ¿profe a usted cuanto le costó estos sillones?. T: no sé porque ese los compro la directora P: ahhh… (Mirando, escogiendo y manipulando algunos juguetes)…(Murmura)… ay mire este es con esto ¡tan chévere!; al encontrarse un tornillo con una tuerca. Tengo que… ponerle… esto… ummm… sopa de tornillos. (Manipulando los juguetes de la cocina, y poniendo los tornillos allí)… Yo nunca he atendido a mi mami. En cambio a mi hermanito sí. T: Estaba pensando que la última vez que hablamos me dijiste que no podías venir porque estabas cuidando a tu hermanito… P: Profe, usted se ha visto el chavo. Se acuerda cuando don ramón, sacaba una cucharones y sacaba un plato y hacer así de mentiras que había una olla y sacaba y echaba y sacaba y echaba… ¿usted se lo vio?

De todas maneras, no sin titubeos y silencios de parte del terapeuta, la paciente prosigue en las asociaciones, preguntándome nuevamente algo, sin que ese ramaje asociativo pudiera ser

89 confirmado o develado como en ese momento se había visto, en el juego. En su lugar, como una forma de salir del lugar en el que se encuentra, la paciente termina por desviarse de la acción, incluso lúdica, dentro de la terapia.

Con esto se hace evidente que el terapeuta no pudo, en este momento por lo menos, asumir o desempeñar una función que le diera espacio al juego, el cual pudo haber sido sugerida a la paciente por parte del terapeuta. Por otro lado, lo que se suscitó después de ello, tampoco pudo ser pensado por el terapeuta, por lo que entonces la paciente, sigue haciendo esfuerzos para proporcionarme los medios para que ello sea posible.

2. El terapeuta no hace intentos de llevar al paciente a un estado de jugar.

La paciente intenta llevar al terapeuta al dialogo o al juego y no lo logra.La paciente entonces continúa interesándose en un juguete que se encuentra en el consultorio o el juego con el terapeuta pero sin terminar en una realización. Esto lo realiza como continuación de la actividad de dibujo y se hace sin la estructuración de un juego propiamente hablando; de hecho durante el proceso la paciente no jugara. Lo que se da en mayor medida es el surgimiento de un interés por hacer del encuentro terapéutico un dialogo verbal, a partir de un objeto juguete. No es la primera vez que esto ocurre, puesto que con anterioridad había existido otro objeto desde donde la paciente había dado muestras de interés a pesar de su ausencia, y que había tenido la connotación de un juguete; hay que recordar que anteriormente le ha solicitado al terapeuta un computador en el cual ella pudiera acceder al chat, que es de su interés, y desde allí poderse comunicar conél. Así en el aparte de otra sesión nuestra toma el carro y dice:

P: ¿Qué es eso profe? T: Es una máquina, como un buldócer, o algo así. P: ¿es para recoger tierra? Si, aunque pienso que sirve también para abrir rotos y echar semillas. T: ¿para echar semillas? P: (mientras me muestra moviendo la maquina) Esto se abre ¿cierto? Esto queda acá, entonces esto abre un hueco acá, así ñiiiiiiiiinnnn. Entonces se abre y queda en forma como de un rastrillo y ahí se echan semilla. Se le echa agua, se esperan como dos semanas o tres, ya nacen las semillas… tan chévere ¿A dónde compro este carro? En donde profe… T: este carro yo lo traje con los otros juguetes… estaban en el otro lado, la sede pedagógica.

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En este momento, ella está interesada en una máquina de juguete, la forma como funciona, y aquello para lo cual pudiera servir. La ha encontrado en el cajón de los juguetes, la ha sacado de allí, y la ha traído hasta su sillón. En este aparte se nota como el terapeuta todo el tiempo trata de salir del silencio o del eco, pero para responder desde la realidad exterior, sin tener la posibilidad de llevar el vínculo paciente-terapeuta a un nivel distinto del que ocurre en un diálogo convencional entre dos personas fuera del recuadro terapéutico. Por otro lado, la postura del terapeuta no toma el acontecimiento como un intento de la adolescente por incluir el juego como una forma de comunicar su fantasía, y no se dispone a jugar; a pesar de que lo realiza tímidamente, hay en la paciente un interés por el juego, o un deseo de jugar, que no es aprovechado convenientemente por el terapeuta.

Respecto del juego y los juguetes, pero también la imposibilidad de jugar, Winnicott manifiesta que ¨la psicoterapia se da en la superposición de dos zonas de juego, la del paciente y la del terapeuta. Manifiesta que esta misma terapia debe estar relacionada con dos personas que juegan juntas, siendo para él muy importante el juego. Sin embargo, el corolario de ello es que cuando el juego no es posible, la labor del terapeuta debe orientarse a llevar al paciente, de un estado en el que no puede jugar a uno en el que le es posible hacerlo¨ (Winnicott, D. 1972. P. 122). Sin embargo, como ocurre el aparte posterior, de la sesiónsiguiente, María juega sola al no encontrar al terapeuta disponible para jugar:

Después de dejar el dibujo, empieza en otra hoja a jugar ella sola triqui. Entonces el terapeuta le pregunta: T: ¿A qué juegas María? P: A triqui. T: silencio. P: profe, ¿no podemos dejar acá hoy? T: ¿quieres dejar acá? P: si, nos vamos para piscina. T: María, los encuentros son de media hora. P:(Silencio) ¿y no podemos dejar acá profe? T: Si claro. P: hasta luego profe.

El campo del juego se clausura entre el paciente y el terapeuta debido a la indisposición del segundo. De igual manera en ese aparte se observa los efectos de esa postura de exclusión de la actividad del juego: el paciente quiere terminar la consulta. El terapeuta al no buscar la comunicación de la adolescente mediante el juego, sabiendo como lo sabe que el lenguaje

91 verbal hasta ahora no posee las infinitas sutilezas que se necesitan para el sostenimiento de la experiencia analítica hasta el final, adelanta un falso fin, o mejor un fin no verdadero, al no aceptar la experiencia lúdica.

4. El terapeuta muestra interés por los dibujos de la paciente.

Durante el proceso se presentan ocasiones en el que la paciente toma también un lápiz y empieza a trabajar sobre la hoja de papel de forma espontánea En ocasiones son solo corazones o nombres, los que decora para convertir en una esquela, mientras que en otras ocasiones se trata de dibujos de casas, personajes o letras, que forman una especie de trama; sucede que mientras va dibujando, va ilustrando con una comunicación verbal.

En relación con estos dibujos, hay momentos en que el terapeuta no les presta atención a lo que la paciente hace, sino más bien a lo que dice, sus expresiones verbales, excluyendo el dibujo de la comunicación. Sin embargo, hay otros momentos en los que el terapeuta trata de prestar atención a lo que está haciendo, pero no logra hacer evidente la transferencia, siendo esta experiencia, dentro del proceso, lo resistido; es decir lo desestimado o rechazado. Así, en el siguienteaparte de sesión: P:me lo presta….profesor tiene un pedacito de hoja profe… T: ummm… una carta para la directora… ¿y que le escribiste? P:cosas profe… cosas, cosas T: ummm… P:¿cierto profe que tengo los labios rojos? T: rojos P:como si me hubiera echado labial…pero no. no me eché… T: no sé si quieres hablar de eso que escribiste… ¿no? P:no que se lo doy de cariño porque ella siempre nos ha ayudado y todo eso… T: ummm… ¿sientes que ella te ha ayudado? Y en que te ayudado, quiero saber, en que te ha ayudado… o cómo es eso P:en cosas profe… T: ummm… estas muy silenciada ¿Qué habrá pasado? Te quedaste callada como si hubiese pasado algo… P:no profe… estuve más chévere por allá en las palmas, estuve toda chévere…el otro día de pronto me voy para Bogotá… me voy para Cali… no mentiras yo no sé para donde me vaya el otro viernes…yo ya no mantengo ni los viernes, ni los sábados, ni los domingos, ni los lunes allá en la casa… pero cuando son festivos no, pero si no me devuelvo los domingos… es que yo me aburro mucho en la casa… profe me tengo que ir… ay tengo un sueño…¿me presta un marcador profe? T: sí, claro… ahí esta P:pero eso quita verdad…rapidito que es esta cosa… (Silencio) ajaj… asch siempre me equivoco y siempre me toca borra profe T: qué hiciste?

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P:ummm… pues hice un retrato que le iba a hacer a la profesora. le puse acá en la carta…escribí, hola J usted es lo mejor que ha pasado, que me ha pasado… T: que me a… P:pasado, los quiero mucho por lo que son bien educados, porque les deseo lo mejor, les envió besitos…mire que me veo gorda… que voy hacer, pase tres kilos T: ¿peso tres kilos? P:si pero tengo que bajar a… no me ves como gorda? Es que como para engordar… T: ahhh… P:que hago para tener el cuerpo light… ya me estoy volviendo maure, esa la de usted se ha visto es ala de… amor sincero T: amor sincero P:Marbel… T: si, si P:que es la que vuelve así de gorda ayayay… gorda… ajaj diez y diez… yo pensaba que era plasti…

Después del monologo, como se puede ver, el resultado es un dialogo paciente-terapeuta, pero donde este intercambio verbal incluye devoluciones superficiales y de información o anecdóticas. Esa apuesta, se constituye, es un cambio de postura del terapeuta en la cura, si se tiene en cuenta que la cura hasta el momento se ha caracterizado por un primer momento en el cual el monologo se ha nutrido del silencio y las respuestas en eco del terapeuta. Lo que sucede ahora es la aparición de un segundo momento, el dialogo pero sobre la base de otro tipo de intervenciones del terapeuta; no será este el último momento, pero si uno determinante. Desde luego no es un dialogo fluido, sino un dialogo entre cortado, con momentos de mucho monologo por parte del paciente.

C. Uso de la transferencia – contratransferencia en la comprensión o no comprensión de los estados emocionales del paciente. 1. La parálisis: Cualquier cosa que se haga o diga es peligrosa.

La paciente se siente perdida, entonces hace un pedido de una figura paterna que le pueda servir de guía. El terapeuta en lugar de convertirse en una figura paterna que le proponga una tarea concreta, la invita a imaginar. Por el momento tampoco realiza una interpretación de esta trasferencia paterna, o mejor, de su acercamiento que contiene elementos paternos y sexuales. Por otro lado, como la paciente no puede usar las palabras para contactarse, busca el hacer con tal fin. Entonces hace uso de los objetos del consultorio, a manera de disculpa, para entablar una comunicación., pero no para representar aspectos de su mundo interno y sus vivencias. Así en el siguiente aparte de sesión:

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P: Profe, usted se ha visto el chavo. Se acuerda cuando don ramón, sacaba una cucharones y sacaba un plato y hacer así de mentiras que había una olla y sacaba y echaba y sacaba y echaba… ¿usted se lo vio? T: que estaba como sonámbulo o ¿algo así? P: eso sonámbulo… T: tal vez aquí María esta como don ramón, haciendo una comida para dársela a alguien. P: no… pues sacando comida sí. (Silencio)… y por aquí que ha pasado profesor…yo me fui para villa vieja… a conocer Polonia… que más va a pasar… van a poner un hotel en el desierto… una cabaña, hotel o cabaña, donde se quedan los turistas… ir a Polonia aunque es feíto, también es muy lindo, ahí no se escuchaba grosería ni nada de eso… era silencio, mucho silencio… diferente a esta ciudad que… que horror, a veces sentía que me iba a quedar, mucho silencio..Pero qué suerte la mía que tuve amigos que conocen por esa ciudad… conocí amigos, conocí un poco de amigos en el desfile… todos me dieron el celular ajaj me acuerdo ajaj…anoche, anoche me acosté temprano. Claro y como esta mañana nos levantamos tempranito entonces claro… que sueño, profe por ahí usted no tiene una moñita que me preste… T: ¿una moña? no. ¿Se levantaron temprano hoy? P: uy sí, nos levantamos a las cinco y toco que esperar a la profe María Edith… es que mi hermano va a estar por la mañana ahí… si… que horror o de pronto estudiemos juntos… profe por ahí no hay una peinilla que me haga el favor y me preste… T: no tampoco. ¿Su hermano va a estar acá? ¿Qué horror? P:hum… si… yo dejo eso así; referencia a algo que hacía mientras hablaba. Profe dejamos acá. (se levanta y cuando lo hace dice). ay profe ¿estoy bajita de peso? O ¿estoy gordita?; mirándose el cuerpo. T: y ¿cómo se ve usted? ¿Bajita de peso o gordita? P: pues yo me veo con buen cuerpo, pero no sé si estoy gorda o estoy… dígame usted la opinión.. T: ¿la opinión mía?... P:ay profe los que le dije del peluche. T: maría, la idea es que los juguetes permanezcan acá… lo podamos mantener acá para cuando usted vuelva. P: que lastima profe. Bueno, chao profe T: hasta luego María

Lo que aparece de manera central en este aparte de sesión, es la pregunta de la paciente sobre qué tipo de relación es esta. Qué tipo de acercamiento puede tener y los intenta todos. Puede ser el padre? O tal vez un familiar cercano? O un amor? O el profesor? El terapeuta siente y se intimida por algo que no puede pensar claramente y menos expresar en una comprensión útil para la paciente. La paciente hace rodeos de acercamiento, insinuaciones no explícitas pero entendibles; se pregunta por la relación que tiene el terapeuta con otras personas, si tiene una relación distinta con ella.

Frente a estos embates, el terapeuta se paraliza y no tiene otra salida mas que “sacarle el cuerpo” a las preguntas, de manera literal, porque vislumbra el peligro. La salida que encuentra es el seguimiento del encuadre en términos de tiempo y lugar, y de además del

94 cuidado de no incurrir en nada que sea “sospechoso”, de cualquier asunto que pudiera ser motivo de acusación con niños y las niñas: pedofilia, abuso, de propiciar diálogos inapropiados con ellos, etc. Todos estos temores que se fundamentan en una realidad institucional inmediata y más global no eliminan las ansiedades personales despertadas, productos de deseos profundos reprimidos, lo que lleva al terapeuta a su inmovilidad, a no moverse de una línea discursiva porque es imposible saber lo que puede suceder.

La paciente pone en escena todos sus intentos por acercarse, por contactarse, no importa cómo. Su avidez de un objeto con quién pegarse hace que tantee de manera sus posibilidades frente al terapeuta que si bien no responde, no se va. Una de las cosa que aparece es la transferencia paterna- amorosa-erótica, de tipo seductor con el pedido del juguete, camión para abrir huecos y sembrar, a la manera de una niña que quiere con el padre/enamorado tener la tarea de la siembra. Es en este punto donde aparecen las ideas de huecos, semillas, y su deseo de cultivar, cuanto menos la relación con el terapeuta.

Estos pedidos rebotan como el eco, devolviendo su propia voz y su propio contenido pero no la respuesta que espera. Esto la lleva a ella a explicarle a ese papá “bobo” lo que no sabe ni entiende, pero que no se mueve de su lugar, inmovilidad que los protege a ambos, tratando de esta manera de mantener la distancia con la paciente; lo que se dice arriba es que tampoco la interpreta.

En este momento, la paciente hace uso de los objetos para entablar un contacto, una comunicación, o para poder acercarse al terapeuta. El terapeuta entonces, repite lo dicho, pareciendo como tentado por la proposición de cambio del objeto por uno mejor, pero finalmente no se dispone a actuar la transferencia. Cuando la paciente logra la atención del terapeuta, sigue explorando el uso del objeto para estar cerca. Ella hace todo un cuento, juega con la maquinita en frente del objeto terapeuta como tratando de atraerlo, de animarlo. Casi a la manera como un niño intenta atraer la mirada de su madre deprimida o atraer la mirada y el deseo del padre. El terapeuta recurre a la norma, frente a la manifestación del deseo de la joven. Otra vez el terapeuta defiende lo único que tiene, mientras ella dramatiza de forma inconsciente, el Edipo, es decir el deseo de poseer al padre, a través de seducción infantil. El objeto tiene una función simbólica.

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2. La exhibición del goce afuera, lejos, otra manera infructuosa de interesar al terapeuta

El terapeuta no hace una intervención sobre la transferencia de la paciente, en este caso la del padre deseado; no piensa la relación en términos de lo paternal, es decir, la nueva relación en términos de la vieja. La paciente entonces, al no logra sus objetivos de hacerse a esta figura comprensiva, procede a contarle sobre los disfrutes que ha tenido, como una forma de hacerse entender, pero también para saber si el “profe” también los tiene. Así en el siguiente aparte de sesión:

P: profe me da un lápiz… La adolescente entonces comienza a hacer puntos sobre la hoja, pues ha empezado a dibujar. Hace algo alusivo aun paseo al que fue el día anterior. T: Eso son como puntos, ¿qué es lo que estás realizando? P: Estoy haciendo a Rivera, porque como ayer fui y me bañe más delicioso. ¿ usted conoce Rivera profe? T: si, conozco algunos lugares. P: es que en el lugar en el que estábamos, era así, como una piscina natural… ¿sabe qué significa? como si fuera una quebrada… profe, nosotros hasta que horas vamos en la consulta. Es que me toca irme para la piscina. Nos van a llevar a la piscina de las tres cruces. En el dibujo entonces escribe mi nombre, y luego me pregunta, Mario que profe? T: ¿mi nombre? Mario Díaz P: si era lo que estaba pensando… En la quebrada nos bañamos, nos divertimos. ¡Fue un paseo familiar! T: ¿esto aquí que es? ¿Que es todo esto que dibujó? P: una manguera donde bajaba el agua para lavar, otra para echarle agua la piscina y se llenara, y esta es otra manguera para al guarapo…Al almuerzo nos dieron sopa con carne y pollo, chocolate con pan, al refrigerio nos dieron dulces… después no me acuerdo que nos dieron, después nos volvieron a dar un boom-boom-bum, después nos dieron otra vez comida, nos dieron carne, nos dieron ensalada, arroz, yuca, mejor dicho mucha comida… y nos dieron guarapo, nos llenamos… ay pero estuvo más chévere… T: ¿Los llenaron? P: no, sino que estuvimos chévere porque… nos fuimos y bañamos… (Al ver que escribe en la hoja, y al darme cuenta que juega triqui le digo,) T: Tal vez le gustaría jugar conmigo, sin embargo, al no estar yo disponible, prefieres hacerlo sola. P: profe, ¿podemos dejar acá hoy? Es que ahorita nos vamos para piscina y no sé si ya se fueron, porque ya es la una y veinte… hasta el otro martes…

En este aparte, a partir de unas producciones gráficas de la paciente, aparece tanto la forma como él terapeuta cierra la posibilidad de la imaginación de la paciente cuando contesta concretamente, como también más adelante, una apertura a la misma imaginación con su intento de interpretación y referencia al deseo fallido de la paciente. El deseo fallido de la paciente consiste en tener al terapeuta como una posesión más. Ahora, a diferencia de los

96 momentos anteriores, se trata de que ella parece renunciar al objeto debido a la insatisfacción que experimenta por su no respuesta.

La paciente viene a dejarle algo al terapeuta, a cumplirle pero también a contarle que se va otra vez a disfrutar, cosa que no puedo hacer con él. Sin embargo, todo lo que hace sin él es sano, algo con la familia y nada más. Describe las sensaciones agradables que tiene, las satisfacciones experimentadas allí, lo chévere que está, demostrando como ahora puede jugar sola. La paciente trata de quedarse un poco para poderse ir a disfrutar con los demás. La transferencia, como se dice, está ahora más en el lado del padre deseado que se ha renunciado.

Sin embargo el terapeuta sigue sin reaccionar. El resultado entonces sigue siendo, estar frente al deseo de la joven, que paciente sigue dramatizado de forma inconsciente el Edipo, es decir el deseo de poseer al padre, a través de seducción infantil, sus deseos también de renunciar a él, todo esto a la espera del que el terapeuta lo pueda ver y lo haga disponible como representación para ella.

3. La transferencia –contratransferencia está centrada en la disponibilidad, la resistencia, en pequeños acercamientos alternados con necesidad de distancia y de huida.

Acá aparece una relación más cercana. Los dos hablan de lo mismo. Ella quisiera que el profe pudiera adivinar, saber lo que pasa. Es la sagrada familia. Y ella no es católica. La transferencia –contratransferencia está centrada en la disponibilidad, en pequeños acercamientos alternados con necesidad de distancia y de huida. Así en el siguiente aparte de sesión:

T: María, cuénteme, ¿que está dibujando? P: espere profe…eso es… ¿profe sabe hacer una estrella? T: una estrella, creo que no P: profe, es que yo no sé hacerla. ¿Me la hace acá? acá en el espacio blanco… T: uhh, creo que así es una estrella, P: quedo parecida como una estrella gnóstica. Profe, es que yo no soy católica… T: ¿los gnósticos son católicos? P: no… (Después de esta intervención sigue dibujando)...hum… pero adivine que es… T: ¿es una casa? P: Si, es la choza de Jesús… de Jesús, José y María… ósea mírela, mírela… eso es lo que estoy haciendo ahí… T: pero esto es, es una choza más lujosa, no… porque tiene ventana…

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P: si, es lujosa, pero así estaba en una fotocopia que nos dieron ayer… así estaba… Nos la dio la profesora Sandra de despedida. Que pesar… ella se fue… ummm… (Silencio) así estaba… T: ¿estaba el bebé adentro? P: si… T: Estaba María y José pero usted luego los borro. P: estaba trinca… la profesora lo puso pegado… Además José tiene mucho pelo entonces por eso fue trinca… lo voy a hacer…ya acabe a José… T: Dentro en la choza esta María y José P: profe no tiene más colores…profe, estos colores son los que me gustan a mí… Profe, ahora me toca ir a odontología, porque me van a sacar un diente… me van a sacar un diente, porque tengo un diente despicado entonces quiero que me los saquen pero eso duele… tengo miedo… no me gusta la aguja… ay qué miedo ajaj ay Dios ajaj… me quedo feíto pero bueno ay… los vamos a arreglar…quedo más lindo que todos… la otra vez haciendo este dibujo lo pinte y me quedo chévere… yo entonces gané. Era un concurso de pintura… estoy feliz, feliz, feliz como una lombriz… porque voy a poder hacer mi primera comunión… profe acabe de pintar… ay profe hoy es hasta las dos y media… T: Porque ¿quiere estar hasta las dos y media?La consulta va hasta las dos P: ay porque si… T: porque no quiere irse para odontología… P:uyyy si… que miedo… a mi si me da miedo odontología… esa doctora lo mata a uno con esa jeringa… con esa jeringa que le pone a uno… estoy un poco engripada es como, así… ajaj… ¿Quién escribió eso? T: eso lo escribió… creo que eso lo escribió, no recuerdo creo que una niña que vino acá… P: Jesica, la grande esa…. Si… yo la conozco… yo sé que ella es arrogante… es que yo le conozco bien la letrica a esa niña… la cara… es que yo sabía que era ella, le digo porque profe… porque como yo sé que le gusta molestar en cualquier lado entonces… T: Entonces sentiste que ella era la que había molestado aquí…¿Se siente molesta por eso? P:Si, es que ella es más inquieta…profe porque no lo pone… yo dije bueno, es Jesica la que ha escrito… la que escribe eso… (Silencio) a mi todos me dicen que yo no soy capaz de hacer un dibujo… pero yo no me pongo a poner cuidado que si soy capaz o no… (Silencio). Si, ayer yo pinte eso, pero más bonito claro… ajaj… (Silencio) ay profe… (Derrama la pintura, producto de un accidente)… me quedo feo el dibujo… me pongo a mirarlo y quedo feo, feo… es que a mí no me gusta lo que yo hago… me pongo a observarlo bien, bien y me quedo feo… T: ¿sientes que te quedo feo? P: si profe, la pintada… bueno yo digo que pues sí… pues si los muñecos los únicos que, los dos únicos muñequitos que me quedaron feos fue José y… pues la verdad no se… por eso me pongo a pintarlos bien bonitos… pero me quedaron horrendos… José me quedo muy cabezón… María me quedo toda con el cuello estirado… bueno, sigamos a ver cómo me queda… espero dejarlos bonitos a las cuatro…. T:¿a las cuatro? P: no a las dos y cuarto, si yo no, si yo no alcanzo a colorear usted me guarda esto, para el otro martes… ay el otro martes no puedo profe… mentiras… Estoy haciendo mi primera comunión… el lunes le traigo una tarjetica para que vaya allá a la iglesia y después… uy Dios mío… ¿usted conoce el barrio Bogotá?… entonces para que vaya… las dos y cuarto ya son?… la última pintadita… pinto esta y listo… y me la guarda para el martes … escríbame ahí también… Me voy porque ahorita le toca a Diego y después a Oscar… bueno profe entonces escribo el nombre… chao profe!

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La paciente otra vez se anima a pedir algo, pero sabe que no va a pasar, entonces se va otra vez. Puede hablar de su sensación y continúa con el dibujo, en el que aparece el plural, es decir en donde parece incluir al terapeuta; (… me quedo feíto pero bueno, ahí los vamos a arreglar…). También aparece la fantasía se ser ella la mejor, la ganadora y que el terapeuta sepa. La paciente está feliz. Ella ahora ya quiere quedarse, se presenta una pequeña conexión con el terapeuta. Quiere refugiarse para evitar a odontología. Luego viene la pregunta por el quién más viene. Se trata con esto de unos celos, que tienen por objeto otra paciente que comparte el consultorio y al terapeuta con ella.

Posteriormente, se ponen de manifiesto las partes denigradas que sobreviven en la paciente. El “accidente” (derrama la pintura, producto de un accidente) está a favor de la denigración del sí mismo: “… Me quedo feo el dibujo… me pongo a mirarlo y quedo feo, feo… es que a mí no me gusta lo que yo hago… me pongo a observarlo bien, bien y me quedo feo…”. Al final, el consultorio se constituye en el lugar en el que la paciente pude arreglar sus cosas con el terapeuta, si se le da el tiempo. Para eso quisiera que el tiempo se alargara, ya que el terapeuta puede ser el depositario de sus producciones que pueden arreglarse con este trabajo. Sobreviene entonces las invitaciones, como la invitación a su primera comunión, con la cual el terapeuta tiene que disculparse de no poder asistir debido al papel que en ese momento le otorgaba a la distancia y a la neutralidad terapéutica. En el trabajo terapéutico es considerado importante la distancia y neutralidad, en especial en personas que han vivido una historia de mal trato y despojo, como es el caso de la paciente actual; así como los otros niños vistos en la consulta psicoterapéutica. Se trata entonces de la pregunta de cómo no volverse el padre pero a la vez como tener de presente siempre las satisfacciones simbólicas

Esta sesión es realmente conmovedora, debido a que la paciente logra una organización gracias a la paciencia y receptividad del terapeuta. En esta sesión se pueden ver también los movimientos de cercanía y alejamiento, pero también un aumento de la confianza en el sí mismo y en los objetos.

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5.4 Jorge o entre la actuación omnipotente-sádica y la apuesta por el pensamiento

5.4.1 Descripción del caso:

Jorge es un niño, que en el momento en el que empiezan las consultas tiene seis años de edad, y se encuentra cursando primero de primaria. Viene remitido a la institución por el Bienestar familiar, por problemas de hurto. La entrevista inicial que realiza la psicóloga del Bienestar refiere que debido a un descuido de la abuela materna, con quien se encontraba realizando compras en el centro de la ciudad, el niño fue sorprendido con otros niños hurtando en un almacén cercano. La policía al no encontrar a la cuidadora lo pone a disposición del Bienestar.

La familia del niño lo conforma cuatro miembros, entre ellos, la abuela materna, dos primos y el niño. Los padres no se encuentran presentes en el contexto familiar. Estas figuras, en especial la madre y una tía, se encuentran viviendo en otra ciudad, de donde envían dinero para el sostenimiento del niño. Del padre se presume que está en la cárcel.

5.4.2 Descripción del proceso psicoterapéutico

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En relación con el proceso psicológico, tan pronto entra por primera vez, se interesa por los juguetes, y el juego se convierte en la forma privilegiada de comunicación; aunque por momentos utiliza la plastilina, dibuja y pinta. Es sobre la base del juego, el dibujo o la pintura, es que se va a realizar las permanentes intervenciones del terapeuta. En el último periodo del proceso, y por espacio de un año, trabajo con el niño todos los días

5.4.3 Momentos en el proceso psicoterapéutico y funcionamiento psíquico del paciente

1. El patrón: yo nunca pierdo. Omnipotencia que niega las diferencias.

El paciente usa los juguetes para representar su situación psíquica. Entonces vive la omnipotencia con el terapeuta, negando las diferencias. Así en la sesión Febrero 5 del 2014:

El niño llega, e inmediatamente busca algo con que jugar. Entonces me dice: P: ¿con qué voy a jugar? Se dirige entonces hacia la caja de juguetes, en donde encuentra un dominó, el cual trae para jugar. Las coloca sobre la mesa, empieza a armar castillos y soldados que cuidan los castillos. Al verme que solo lo miro, pero que tengo intensiones de involucrarme en su juego, me dice: P: Usted, arme también castillos. Divide las fichas en dos, unas para mí y otras para él. Hace entonces tres castillos con dos fichas verticales y una horizontal posada sobre ella; los tres castillos tienen la misma forma. Los soldados los coloca frente a los castillos como protegiéndolos, desde luego de terapeuta que se encuentra frente a él. El terapeuta hace lo mismo, tres castillos y soldados resguardándolos de él. Ahora me dice: P: ahora sí, ataque. Hagamos de cuenta que los soldados son misiles. Lance usted primero. Al lanzarlo derrumbo unos soldados y un castillo. Entonces él lanza y derrumba unos soldados y un castillo mío. Luego lanzo nuevamente y derrumbo otro poco, él lanza y otro poco. A la tercera vez que lanza un soldado-misil, ya ha vencido. Me dice: P: Yo nunca pierdo. Deja de jugar esto, y se va para la cajita que contiene unas monedas y unas fichas de Ben Diez y Dragón Ball Z. Cuando las encuentra empieza a decirme: P: este es Gohan, este otro es Vegeta fusionado con Gocu. Este otro es Juego Pantanosos. Gocu es el papá de Gohan. El padre murió en la explosión del planeta que era de caucho y que se reventó. Cuando pasa el entusiasmo por lo que recientemente ha descubierto, vuelve a las monedas y me dice: P: Esto va a ser el tesoro Se va para el cajón, busca unas fichas de lego, y me dice: P: Voy a armar una ametralladora con las fichas grandes. Con las fichas pequeñas voy a armar una ametralladora pequeña. Cuál quiere usted. T: quiero la grande.

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Sin embargo, después de armar las dos ametralladoras, me da la pequeña y no la grande como le había solicitado. P: vamos a jugar que peleábamos por el tesoro. Nos vamos esconder, yo disparo y usted dispara. El que muera pierde. Aunque yo nunca pierdo. Se empieza el juego, y efectivamente él me mata. Entonces va al cofre y cuenta las monedas, llegando a mil millones. P: me he apoderado de parte del botín. Se reanuda el juego en tres ocasiones. Los disparos, él me mata, va al cofre, y se apodera de una parte del botín. Al final queda vacío los contenidos del cofre. Después de esto me dice: P: como nos hemos matado los dos, a usted le corresponde parte del botín; siento que en este momento no quiere que pierda, entonces: T: Tú nunca pierdes, pero tampoco quieres que pierdan los otros, en este caso yo. Sin embargo, P: Hagamos de cuenta que, sus soldados llevan dinero en los bolsillos. Cuando aparecen los guerrilleros, los matan, y les roban la plata de los bolsillos de los soldados. Luego de ello, me dice: P: Le voy a dar entonces, todas las monedas de quinientos. Se toma el trabajo de seleccionarla dentro de todo el revoltijo de monedas y me las da. Pero antes me advierte que las cuente: T: son diez mil millones. Él también las cuenta y me dice: P: Tengo dos mil millones. Yo nunca pierdo. T: Nunca pierdes, pero los otros sí, y tal vez esto te da placer y también culpa. En este momento le surge una idea, al ver el juego del jenga. P: juguemos a armar torres. Colocamos los palitos, empezamos a quitarlos, el que lo haga caer pierde. Jugamos en tres ocasiones, y en las tres, soy yo el que hago caer la torre, cuando intento quitar uno de los palitos. Con un gesto de placer en la cara me dice, P: si ve yo nunca pierdo. Juguemos ahora a otra cosa, a piedra papel o tijera. El que gane se lleva los juguetes. Juega en varias ocasiones, sin embargo en alguna de ellas, soy yo el que gano, y él pierde. En el momento en el que pierde, renueva el juego, no haciendo valido el anterior, hasta que finalmente me gana. En el momento en el que se los va a llevar, le digo: T: Tal vez dentro de ti hay algo de angustia por tenerte que llevar los juguetes, aun cuando sabes que en alguna ocasión yo también gane. Por qué no mejor los guardamos en una caja. Metemos en la caja los juguetes que te has ganado. Cuando vuelvas, puedes jugar acá nuevamente con ellos. Mientras tanto los sigo teniendo yo. Después de una renuencia leve, P: Bueno, está bien. Los guardamos en una caja y luego en el cajón. Va y busca otros juguetes, entre ellos carros y los agrega en la caja. Sale tranquilo y el terapeuta queda tranquilo. Luego lo escucho diciendo afuera: P: hehehe, le gane al profe. Profe, nos vemos el lunes.

En la sesión el niño se interesa con la figura del héroe musculoso y con poderes. Entonces aparece la idea de uno de los héroes y su padre muerto en una explosión. En la sesión se repite la fantasía de triunfo sobre el padre. La configuración edípica sale a escena y se puede realizar una parte muy satisfactoria, el triunfo sobre el otro en la competencia por el objeto. Jorge muestra su superioridad hacia el otro, apareciendo la idea de que nunca pierde.

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2. De la omnipotencia a la aparición de la revancha como mecanismo para mantener vivo al objeto.

El paciente acomoda las cosas de tal manera que desmiente cualquier posibilidad de pérdida. Esta desmentida pone en escena precisamente lo contrario, que vive perdiendo. Así en la sesión Junio 3 de 2014:

Llega a consulta, e inmediatamente lo hace, va a buscar la caja donde tiene los juguetes que ha escogido y guardado. Saca de ahí las cartas de poker y las monedas. Me señala entonces el cofre donde están otras cartas y monedas. P: Saque de ahí sus cartas y monedas, que yo ya saqué las mías. Vamos a jugar. Lanza un seis (espadas), después de lo cual yo lanzo un seis pero de bastos. P: La espada vence al basto, yo gano. Tiene que darme mil pesos. Lance otra vez. Lanzo un 12 de copas, y él lanza un 12 de bastos. P: yo gano porque los bastos destruyen las copas. Deme ochocientos pesos. Estoy teniendo harta plata. Lanzo un 4 (oro) y él un 4 (basto). P: usted me compra el basto (no hay que dar dinero). Lanza un 4 (basto) y yo un 4 (basto). P: Hay un empate. Coloquemos estas cartas a un lado. Cuando necesite, usted puede robar de ahí. T: ¿robar de ahí? P: si, cuando usted necesite puede cogerlo de ahí. A estas alturas del juego, empiezo a darme cuenta que él quiere que gane, o no quiere que pierda, se preocupa por mi, más sin embargo, en otro momento, esto desaparece. El momento e el cual quiere que gane, se da de una manera extraña y desafiando toda regla conocida. P: Lance un diez, si no tiene un diez, usted gana todo. Como no tiene, usted gana todo. Me coloca toda la plata suya, la que ha ganado hasta el momento, más la que tenía antes, a mi lado. P: cuente, vaya contando, 1000, 2000… En algún momento toma de mi cofre un billete de 20000. Posteriormente se apodera de todas las cartas y de todo mi dinero y o coloca en su caja. T: A veces haces intentos de que o pueda tener algo de dinero y cartas, pero en otras ocasiones quieres todo para ti, dejándome si nada. Tal vez esto es lo que pasa con las otras personas y te llena de angustia y culpa. En ese momento, sin decirme nada, va a su caja y saca dos automóviles y dos grúas. Los toma y empieza a estrellarlos entre ellos. Inicialmente esto pasa con los automóviles. T: tal vez esos automóviles representan dos partes tuyas enfrentadas o que pelean. P: si, es que a mi no me gusta ser pequeño, me gustaría ser grande. T: su parte grande, peleando con su parte pequeña. Luego empieza a golpear los automóviles con las grúas. T: Tal vez la grúa soy yo, una grúa que ayuda a llevar el automóvil-Jorge. El hecho de que golpes a la grúa, tiene que ver con tu deseo de golpearme. P: no, es un juego, solo un juego. Además usted es más grande que yo, y por eso usted me ganaría. T: Tal vez por eso no te gusta tu parte pequeña, porque se hace vulnerable conmigo. P: uff, también con Milton. Es que Milton es más grande que yo y me gana… Profe, ¿sabe qué? Me gustaría llevarme los carros. ¿Le digo por qué? ¿Se acuerda de las canicas (bolas)

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que tenía? Es que como yo soy malo para jugar, hubo un chino que me las peló. Entonces, ahora no tengo las bolas, y paso todo aburrido en la casa por esto. No tengo nada con qué divertirme. Si usted me deja llevar los carros, me voy a divertir mucho. T: Cuando te quitaron las bolas te dejaron todo aburrido. Tal vez el venir ahora conmigo, es tener la posibilidad de recuperar lo perdido, y volver a divertirte. P: si, profe. Hagamos una apuesta. Piedra, papel o tijera. Después de tres veces sale un ganador. Efectivamente, después de, no tres veces, sino cinco veces, él termina siendo el ganador. P: Nos vemos mañana. Como mañana hay piscina, nos vemos antes. Yo le traigo los carros. Sale de todas maneras cauteloso, no como en otras ocasiones, tal vez esperando o temiendo, que yo pueda detenerlo. Al final, me doy cuenta que ha olvidado su camisa, la cual se ha quitado, y ha dejado en el respaldo de la silla.

El paciente va dando lugar a otro tipo de experiencias en donde no solo se hace ganador. De todas maneras tampoco aparece como perdedor. Las reglas son para que él gane, sin embargo en la sesión se puede ver que ni él ni el otro son perdedores. Hay un posible ajuste de la realidad externa, puesto que en el mundo exterior con otros niños se hace perdedor y hay un temor con los impulsos de los otros. Los otros niños le quitan sus objetos y tiene que guardar silencio. Entonces el juego se constituye como el lugar en el que puede representarse, y el espacio terapéutico en el que puede reinventarse. Lo nuevo de la sesión es que, sin perder, el terapeuta pude ser un ganador como él. Esto puede ser visto también como un sentimiento de piedad hacia el otro cuando no muestra ser peligroso en modo alguno o cuando logra ser controlado.

3. Las fantasías de fusión con el objeto y el peligro de la fusión.

En este momento se hace visible como el paciente hace desaparecer el terapeuta ante él, como él mismo aveces desaparece ante otro. Entonces deviene un momento de Con-fusión y oscuridad. Ahora terapeuta y paciente no son distintos, son gemelos, luego la diferenciación es urgente. Y eso produce un cierto estado de excitación-destrucción. En la sesión de Junio 5 de 2014

P: Invente un juego. No espere. Toma la pintura, vierte un poco de contenido de color rojo sobre una hoja. P: Tome un pincel que vamos a hacer ciencia. Qué color escoge usted, yo ya escogí el de color rojo. T: Rojo como su cabello. Yo escojo el naranja. P: se van a revolver, a ver quien gana. Se convirtió en rojo, la suya desapareció. Ahora escoja otro color. T: azul Al revolverlos nuevamente, todo se vuelve negro, desapareciendo los colores anteriores.

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P: el color rojo ya no está, tampoco el azul. T: Ni usted, ni yo estamos. Desaparecimos. Todo se volvió negro. P: Páseme otra hoja. Lo voy a poner encima, para hacer ciencia. La pone encima de la hoja que ha llenado de pintura, toma un tronquito, esparce la pintura, y luego la retira. P: vea lo que aparece, un gemelo. Colóquela allá para que se seque. Dónde está la plastilina. Toma tres pedazos de distinto color. P: Escojo estas. Usted también escoja tres. Voy a escoger un pedazo rojo. Tome este pedazo para usted. La roja es mala. Ella se llama blu, la otra bla, y la otra tre. Se van a enfrentar las partes buenas con las partes malas. Las malas se tragan las buenas. Hágalo usted también. T: la plastilina roja lo representa a usted y su parte mala, que tal vez quiere devorar a las partes buenas de usted mismo. P: pero también sus partes malas que quieren atacar a sus partes buenas T: sientes que lo que le pasa a usted me pasa a mí. P: si, pero vamos a ganar. Ayúdeme a sacar soldados buenos; comienza a sacar trocitos de plastilina de color, a lo cual yo le ayudo; vamos a vencer a los malos. T: Piensas que las partes buenas suyas, unidas a las mías, solo en unión conmigo, puedes vencer a las inclinaciones malas. P: para vencer a las partes malas de los dos. Juntamos partes buenas, para vencer a las malas, pero de los dos. T: Tal vez sientes que lo que le pasa a usted, me pasa a mí, que tengo partes malas con las cuales estoy en una lucha. P: si, vea lo que pasa. Se la come y crece más. Hagamos más soldados buenos, juntémoslos y enfrentémoslos. Se las come otra vez y crece más y más. Pero no importa hagamos más. En algún momento la parte buena se hace más grande, pero de todas maneras, los malos, después de una demostración de fuerza, sale nuevamente vencedor. T: por más esfuerzos que haces-hacemos, parece ser que las partes malas siempre van a vencer. El niño incluye un carro, el cual aplasta, a pesar de los cual no pasa nada. Al final, cuando nos despedimos me dice que espere, después de lo cual destapa el tarro de vinilo rojo, introduce un dedo con el cual va a untar un poco de esta pintura en la cara. La forma como lo hace es, una vez cerrado el ojo, lo pasa por encima de este, de tal forma que cuando lo abre, la raya de pintura roja le queda cruzando. Me recuerda la herida del dibujo de una sesión anterior. T: Tal vez, cuando no logras vencer, o pierdes la batalla, te sientes herido, con una herida sangrante y tal vez dolorosa. P: sí. Al final, como la otra vez, olvida un anillo que deja sobre la mesa. Entre tanto, la camisa que ha olvidado en una sesión anterior, sigue al respaldo de la silla, tal y como la dejó.

El paciente en la sesión reconoce vivencias similares entre él y el terapeuta. Hace captura de un conflicto en el terapeuta, sucediéndose una especie de consuelo por esta vivencia. Con todo esto se trata de una vuelta a la con-fusión. El paciente aparece en una lucha entre lo bueno y lo malo, y realiza mediante el juego la alianza con el terapeuta. También aparece la fatalidad de lo bueno, frente a lo malo. El juego es el encargado de representarlo o simbolizarlo. El paciente se adentra en una lucha impotente frente a lo malo. Por más partes,

105 objetos o sentimientos buenos, siempre los malos se imponen. Hay una representación de una herida por esto y una tendencia en el paciente al abandono del objeto, relacionado con el dolor por la perdida. Hay uan perdida inconsciente en el interés por el mundo

4. La aparición de la rabia destructiva y la necesidad de protección.

En este momento, la representación también hace alusión a la dominación de la realidad o mundo psíquico de lo bueno y lo malo, la desesperanza y el dolor, la rabia destructiva y su necesidad de protección. Esto desde luego aparece más claro en la sesión Junio 11 de 2014:

En esta ocasión llega y retoma el trabajo con la plastilina. Construye un pedazo de plastilina después de fusionar varias partes, la toma y se dispone a jugar con ella. Antes de esto me dice, P: Tome usted también un pedazo. Haga soldaditos. Yo también voy a hacerlos. Todos son soldaditos buenos. Los malos entonces se apoderan de los buenos. Hágalo usted también. En este punto me doy cuenta que algunos soldados malos no han podido apoderarse de los buenos. De todas maneras prosigue. Toma pedazos de plastilina, de aquella con la que ha trabajado antes. La moldea de tal forma que se convierte en plastilina larga. Algunas de esas se convierten en esposas, como las que utiliza la policía, mientras que otras son, digámoslo así, los esposados. El par de plastilinas cilíndricas, alargadas y una encima de la otra, forman una cruz. Después de esto me dice, P: las han atrapado. A todas las atrapan; esto último lo dice mientras va colocando pedazos de plastilina encima de las otras. Pero ellos se escapan; ahora después de que las va despegando de la mesa. Una vez termina esto, vuelve y repite el juego, solo que ahora, trata de asegurarlas mejor. Primero coloca una esposa cruzada más grande, luego pegadas con más cuidado en los extremos, y finalmente dos esposas cruzadas, haciendo que el otro pedazo de plastilina quede más firme a la mesa. De todas maneras se escapan. Al ver que unas se escapan, pero se parten, mientras otras no, me dice, P: Esta es débil, mientras esta otra no, es fuerte. Toma y mezcla dos pedazos de plastilina, que antes eran los esposados o los que pretendían ser asegurados firmemente a la mesa. Al hacer esto, las esposas tienen que hacerse más grandes. En este momento, por algo que recuerdo, de algo relacionado con su padre en la cárcel, le digo, T: tal vez ese que quieres esposar es tu padre P: ese es el padre y los otros dos los hijos. T: los hijos a los padres. P: sí. Junta a hora los pedazos de plastilina utilizados en el juego anterior. Toma otro pedazo de plastilina grande, y los enfrenta unos contra otros. Se fusionan, pero luego los fragmenta en pedacitos. Unos pedazos de plastilina los coloca a un lado, mientras los otros al otro lado. P: va a empezar la guerra. Este se lanza a aquel. Pero este se queda y no se lanza. Pum, van quedando muertos. Luego otros se lanzan, y aparecen más muertos. Nuevamente estos pedazos de plastilina se juntan, pero ahora toma un pedazo de madera. P: Pum, son cañonazos.

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Caen partecitas, cuanto menos, quedan con agujeros. En otros momentos modela la plastilina, y una, quiere penetrar en la otra. Luego el aparece dándole patadas a la plastilina, de una forma fuerte. Son golpes que se renuevan, una vez la plastilina cae, y se va desbaratando. También el carro trata de aplastar. En el momento en el que nos despedimos, mezcla varios pedazos de plastilina. Cuando pienso que se los va a llevar, las deja ahí y me dice, P: Ahí se las dejo. Hasta luego.

El paciente incluye en la sesión la guerra y los muertos, el caos y la confusión, y la Integración-desintegración. Sobre todo la impotencia. Hace distintos intentos de destruir el objeto, frente a los cuales fracasa; hay también allí dudas. Es en este momento en el que aparece en el paciente la idea de una competencia y la necesidad de una defensas más fuertes. En la relación con el otro, cada vez que aparece un rival-competidor o un aliado, sus barreras se endurezcan o debilitan. En la sesión Junio 17 de 2014:

Después de su llegada, me dice, P: hoy es día de juego. ¿A qué jugamos? Ya sé, juguemos a la batalla. Prepare su castillo, porque lo voy a atacar. T: tal vez hoy, como el otro día, quieres atacarme. Sin embargo, esto te angustia, porque sientes que puedes hacerme daño, por eso me pide que me proteja. P: sí. Tome estas fichas, incluso las del jenga, que yo tomo estas otras. Toma todos los tronquitos y los coloca en el suelo. P: vamos a armar un castillo. Usted también arme un castillo. Su castillo toma la forma de un pórtico, derivado en tres dimensiones. Luego intenta colocar unos palitos parados al frente, como lo ha hecho antes para representar los soldados protectores. T: tal vez sientes que lo voy a atacar y le voy a causar daño. Por eso se protege haciendo un castillo y colocando soldados, para resguardarse de mí. P: si, pero usted también constrúyalo. T: Tal vez, así como sientes que yo le puedo causar daño, también sientes que me puede causar daño, y por eso me dice que construya un castillo y unos soldados, para que me pueda proteger de sus ataques y de sus intentos de daño. P: ahora coloquemos los soldaditos enanos y los soldados grandes. Empieza a páralos frente al castillo. P: ahora usted también. Cuando terminamos de pararlos, empieza a construir un muro. El muro lo coloca entre sus soldados y mi persona. P: Esto es para que se protejan los soldados En ese momento se da cuenta que tiene pocos soldados en comparación con los míos y me dice, P: voy a destruir el castillo, porque necesito más soldados. T: yo también voy a destruir mi castillo, porque igual necesito más soldados. Ahora que él tiene más, no puedo quedar en desventaja. P: voy a reforzar el muro con unos palitos más grandes. Le voy a colocar una regla; toma la regla y la coloca detrás del muro conformado por los palitos. T: tal vez la colocas ahí, porque te gustaría que la batalla tuviera reglas.

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P: si, usted solo puede tumbar de uno. Si me tumba dos, entonces yo le tumbo cuatro. Empiezo yo. Me lanza un disparo, tumbándome unos soldados. P: dele ahora usted. Le doy, pero me doy cuenta que mi disparo tenía mucha fuerza, de tal manera que tumbo una gran cantidad de los suyos. Entonces, inmediatamente, por este exceso de mi parte, el lanza un disparo, que destruye todo de una vez y sin dejar a ninguno sin vida. Se trata pues de una actuación contundente P: jajá, murieron todos, y no quedó ninguno con vida. T: todos murieron, no solo los míos, sino también los suyos. P: si, no quedo ninguno. Vamos a volver a jugar, pero ahora repartimos igual los soldados. Yo los cuento. (Empieza a contarlos, de tal forma que se asegura que quedamos con partes iguales). Vamos a colocar los soldados para la batalla. Usted también colóquelos. Vamos a jugar sin reglas (Toma la regla y la coloca a un lado. Luego toma un tronquito, lo lanza hacia mis soldados matando algunos. Luego me toca mi turno, lazo un tronquito y también hago caer algunos soldados suyos. Pero luego, como en una de las sesiones pasadas, veo que se lanza masivamente a matar los míos, de tal forma que aparentemente no queda ninguno). No, ellos quedaron con vida. Pum, pum. Ahora sí, los mate a todos. En cambio a mí me quedaron unos enanos. Los enanos son los mejores. Estos son los sobrevivientes. Les voy a poner cascos y los voy a dejar acá. No los voy a guardar. (Coge la plastilina, y antes de irse le coloca a sus soldados enanos, tronquitos más pequeños, cascos. Estos cascos son del tipo utilizado por os conquistadores españoles.) Los voy a dejar ahí para que se endurezcan. Hasta luego. (Cuando se va, quedan sobre la mesa los soldaditos con casco protector, sin necesidad de resguardar en la caja, y un reguero de troncos, producto de la destrucción ocurrida durante la sesión). T: Tal vez sientes que te puedes ir tranquilo ahora que has dejado a tus soldados protegidos con cascos. Siente que de esa manera, durante su ausencia, no les va a pasar nada. Los otros niños que vienen acá, no les van a hace nada. P: si. Hasta luego.

En la sesión el paciente establece unas reglas del juego, para que el terapeuta las siga, más sin embargo pone la ventaja de su parte. El terapeuta dispara y destruye algunos, lo que hace entonces que el paciente destruya todo como retaliación. En ese momento se ríe gozoso. Los actos de violencia generan placer. Posteriormente el paciente repite el juego, como posibilidad de un nuevo o distinto desenlace. En la medida en que la inhibición y la cautela invaden el juego, ahora lo hace sin reglas, acabando con todos a su antojo. El terapeuta destruye y el paciente también. Al final él gana.

5. La vuelta a la euforia omnipotente.

En este momento el paciente se sumerge en un estado de euforia omnipotente, que es personal y cultural. Hace invitaciones al terapeuta pero no son reales. El necesita a un terapeuta en el lugar de espectador pasivo para poder desplegar su omnipotencia, que en este caso es una experiencia de omnipotencia puesta en juego. Así en la sesión Junio 18 de 2014:

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El niño llega en esta ocasión cantando. P: piedra, papel o tijera, Colombia (estribillo que repite en varias ocasiones y que es una alusión al triunfo del equipo de Colombia en el mundial de futbol. Triunfo del que el acaba de ser espectador). Me voy a pintar la cara (toma un pincel, destapa el color amarillo y se lo aplica en la cara, luego el azul y luego el rojo). ¿A qué jugamos? Invente algo. (Antes de cualquier propuesta del terapeuta, él mismo propone la actividad, toma una hoja, un plumón de color rojo y empieza a dibujar un planeta). Este es un planeta. T: Tal vez ese planeta es usted El planeta que ha realizado lo divide en cinco franjas verticales, con el mismo plumón rojo le hace puntos en las franjas, mientras los hace los va contando. P: uno, dos, cincuenta, ciento diez… Cambia el plumón rojo por uno negro y hace puntos negros. Continua el conteo pero con cierta dificultad porque no se sabe los números. P: ciento diez, ciento once, ciento doce… ciento cincuenta y nueve, ciento ochenta. T: Tal vez estas son las partes que usted siente que tiene dentro, las partes rojas lo representan a usted y las partes negras tal vez me representan a mí. P: Si, pero son las partes buenas de los dos, sin embargo, pero ahora hay una amenaza (toma la pintura de color azul y la esparce sobre el planeta). Esta es la parte mala y amenaza con apoderarse del planeta, pero vienen al rescate los buenos (toma la pintura naranja, luego la azul y finalmente la negra, sucesivamente las va esparciendo sobre el planeta, luego toma una hoja blanca y la coloca sobre el planeta) Cuando esto ocurre me dice P: Se va a clonar. (En el momento en el que quiere despegar las hojas, la segunda hoja se destruye) P: El clon se destruyó, pero vea, revivieron los buenos (esto al quedar destapados los puntos que había hecho al principio). Cuéntelos haber cuántos hay, cuántos rojos y negros sobrevivieron. T: Hay treinta y dos sobrevivientes rojos y trece negros. P: Si, esos son los sobrevivientes. Después de esto deja a un lado las hojas y dice: P: A qué jugamos ahora ¿Invente algo? (va hasta la caja de juguetes, riega el contenido, escoge unas fichas de lego y empieza a pegarlas) P: Voy a hacer una ametralladora. ¿Usted qué va a hacer? T: Creo que voy a hacer unas pistolas. P: Escóndase, que yo también me voy a esconder. Juguemos a los pistoleros. (Empieza el tiroteo, el él me dispara y yo le disparo). P: Escóndase bien o sino lo mato. T: Tal vez a veces tienes deseos de hacerme daño. Sin embargo, también te da angustia que sus ataques me puedan causar daño, por eso me pides que me esconda bien. P: Sí, porque lo puedo herir o matar. (Mientras seguimos disparando. En un momento del tiroteo, toma la pintura roja y se pinta un ojo. Sin embargo, cuando lo está haciendo, mucha de la pintura le cae en la ropa). P: no importa, le echo pintura blanca y no se nota. (Toma la pintura blanca, lo cual hace que se disimule la roja) T: Tal vez a veces, como ahora conmigo, en los juegos con los otros sales herido. Sin embargo, así como ahora conmigo, quieres disimularlo para que no se note. Que no se note la sangre que sale de la herida que le han causado. En ese momento, me dice que sí, pero luego sale rápidamente sin decir nada más.

El paciente llena de contenidos el planeta dibujado, de izquierda a derecha, cada franja del planeta. Aparece en lo inconsciente un paciente grandote como un planeta, pero que no sabe contar. El paciente habla de una amenaza que recae sobre los dos, sobre las partes buenas de

109 los dos, por unas partes malas. Sin embargo, siempre viene alguien en apoyo de las partes buenas, lo cual hace que estas sobrevivan. Su estado mental sique sigue siendo esquizoparanoide, peo tiene un aliado bueno, el terapeuta. Ahora los dos enfrentan amenzas externas al vínculo. El desarrolla mecanismos de protección, omnipotentes.El paciente quiere comunicarse mediante el juego. Aparece una parte amenazante del paciente. El otro queda expuesto ante sus amenazas. El paciente se esconde como una forma de salir ileso del combate. El otro puede disparar al igual que él. El mismo necesita esconderse del otro, porque el otro también le puede hacer daño. El paciente habla de salir herido del encuentro con el otro. También puede herir al otro. Representa la herida mediante la pintura. El terapeuta en el juego lo ha herido. Sin embargo, quiere ocultar las heridas.

6. El rival vencedor lo destruye temporalmente hasta que vuelve a tomar fuerzas

En este momento de nuevo el paciente demuestra su interés por lo que sucede en las sesiones. Tal vez su excitación no lo deja construir nada y pasa de una actividad a otra. Puede armarse y le pide al terapeuta que se arme también. Se reanuda el juego de siempre. El gana de nuevo y se regocija en su éxito y en el fracaso del terapeuta. De nuevo aparece el gesto de reconocimiento del perdedor. Sin embargo, la pelea se empata, apareciendo ataque, destrucción, venganza, y trampa. Así en la sesión Julio 20 de 2014:

El paciente llega como siempre, a la hora acordada, pasando inmediatamente a la mesa en donde encuentra la plastilina. Esta allí un tiempo, tratando de hacer algo con la plastilina. Sin embargo pronto lo deja, saca el lego, y me dice, P: juguemos con las fichas. Tome usted estas, que yo me quedo con estas; reparte entonces las fichas. Empieza a armar una especie de edificaciones También arma unos personajes que van a ser los protagonistas de su juego. P: arme usted también su rey T: bueno, ya lo armo. Armo tres personajes como él, y después de que lo he realizado, me dice, P: juguemos ahora a la batalla. Empiece disparando. Disparo, y destruyo algunas construcciones suyas. El dispara y de igual forma destruye algunas mías. Me destruye los personajes, yo destruyo dos suyos. Al final, después de tres juegos, sale vencedor. P: soy el vencedor, soy el vencedor; me dice cada tanto. En la cuarta ocasión que jugamos, nuevamente coloca los personajes, uno de los cuales coloca en la parte más alta, y los otros en distintos lugares. P: este es mi rey T: bueno, este también es mi rey. P: dispare usted primero T: Bueno, tome. Le he destruido un soldado.

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P: a sí, ahora tome. Yo le destruyo los suyos. T: Pero vea, yo también le destruyo los suyos. Si ve, no quedó ninguno. He ganado. En este punto siento un disfrute por lo ocurrido, disfrute según pienso, no había ocurrido antes. Después de esto, le señalo, T: hemos terminado Mientras el niño sale, sin decir nada.

El niño sale perdedor. La historia de su vida se repite sin posibilidad de pensar. Se repite en la fantasía del niño y en el juego algo que conoce bien y que devastador.

7. Vuelta a la arena de combate. El sí mismo fortalecido

Hay una interrupción que el establece y que él mismo termina. No le interesa pensar en lo sucedido. Pero ahora puede volver. No le gusto y devastó, pero ya está listo para el nuevo combate. Ahora busca los aliados, las armas. Así en la sesión Septiembre 2 de 2014:

Al verme en el salón, me señala que quiere venir a la consulta. Ha terminado el tiempo de interrupción del proceso; pienso. Una vez en el consultorio va directamente a los juguetes. Sin embargo, antes de jugar le digo, T: antes que nada, pienso que sería importante que pensáramos,¿que fue lo que pasó, por qué no había vuelto? P: No sé. T: ¿será que tuvo que ver con el último encuentro que tuvimos, en el que jugamos y yo destruí sus reyes? P: No sé; todo esto lo dice mientras mira los juguetes. T: Pienso que es posible que algo hubieses sentido, y por ello no hayas querido venir P: No sé; mientras manipula los juguetes. T: (en esta ocasión de forma más directa) Tal vez no le gusto que haya vencido a sus reyes. Claro cómo le gané, entonces es posible que no hay querido venir. P: si, no me gustó. Pero ya estoy acá nuevamente. He regresado para derrotarlo. (Riega de nuevo los juguetes, y busca los soldados de la vez pasada. Encuentra dos y una parte del tercero; a este le falta las piernas). Jejeje., está chunco. Tal vez eso fue un niño que vino acá, lo cogió y lo dejó chunco. T: Piensas que otro niño pudo haberle causado eso al soldado. Sin embargo, nadie después de él ha cogido sus soldados. Eso fue el producto de la batalla entre los dos de la vez pasada. Esos se lo hice yo en la batalla. Pienso también que por eso no había vuelto, por lo que le había hecho a su soldado. Eso tal vez le causó mucho miedo de que también se lo pudiera legar a hacer a él. P: No, jamás; (en este punto me doy cuenta que está buscando las piernas entre los juguetes). Encontré las piernas. Ahora si prepárese para la batalla. T: que miedo, pelear contra sus soldados que ya no les falta nada, que están completos Aunque no, los míos también tienen pene, están completos, y creo que los podré vencer. Que miedo para usted con mis soldados completos y poderosos P: usted nunca más me ganara (Jugamos en tres ocasiones, y en las tres me doy cuenta que esta más agresivo y que me vence más fácilmente. Tan solo me doy cuenta que logro tumbarle algunos soldados, mientras él arremete te contra todo. Pienso en una salida sádica o de un sadismo exacerbado, a partir de la sesión pasada)

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La negación se aumenta y aparece la reparación maniaca. El Sadismo no se atempera porque su contrincante no le ayuda a contener y a comprender sus impulsos sádicos. Entonces el paciente retoma el vínculo para la guerra en el que es vencedoren la sesión como una posibilidad nueva. Desde luego subsiste el peligro de que no haya manera de que las cosas sean la representación de otra cosa. Así en la sesión de Septiembre 10 de 2014:

Al verlo me dice que quiere venir. Entra y ve un lapicero. Me dice: P: Uy, ese lapicero era más largo. ¿Fue que usted lo cortó? T: no, está igual. No lo he tocado. Tal vez usted lo ve más corto, pero está igual. P: no, usted lo cortó, porque era más largo. La profesora tiene un lápiz de esos y es más largo. T: tal vez hoy ve mi lápiz más corto, en comparación con el de la profesora. Pero no lo he cortado, está igual a como me lo dieron. Además ningún otro niño, que me haya dado cuenta lo ha cogido. P: Uhh… profe voy a jugar con la plastilina. (Coge la plastilina, las moldea en partes iguales y luego con las tijeras, empieza a recortarlas en partecitas pequeñas. Las cuenta de tal forma que la cantidad suya es similar a la mía) Organicemos los pedacitos en filas. Listo. Ahora cuando diga ya, empezamos a pegarlas. Ya. Ahora vamos a hacer unas gordas y le vamos a quitar con las tijeras la grasa, lo que sobre. Tome también dos tronquitos y o que sobre es grasa. Ahora sí, voy a hacer un robot. Usted también haga su robot. T: si, también voy a hacer un robot P: si, tome, pum, pum…jajaja., quedo destruido. Haga usted lo mismo con el suyo. T: si, tome, pum, pum….jajaja., quedo destruido. P: si, quedó destruido. (Coge las partes de su robot, y lo mismo hago yo. Vuelve a la mesa, y lo sigo.) Uy, la cabeza e quedó toda destruida. Le voy a cambiar la cabeza. (Le cambia y nuevamente cogemos a patadas los robots. Recoge las partes y ahora me doy cuenta que empieza a construir un muñeco distinto. Le hace cresta, le pone dos cuernos, el pinta de con pintura roja la cresta, y el rostro con marcador negro.) Estas son unas puñaladas. T: su personaje es como un personaje satánico, como si fuera el diablo P: si pero el suyo parece un fantasma (Aparecen nuevamente las patadas y la destrucción. Después de recoger las partes, en donde el terapeuta busca cuidadosamente para que no falte nada recompone la cabeza y dice) P: Me quedo chimba la cabeza del católico T: del católico P: si, es que satánico y católico son lo mismo T: ¿son igualmente malos quieres decir? ¿O tal vez buenos? P: malos En ese momento ve que unos niños juegan afuera, se interesa y después se despide del terapeuta.

El paciente reproduce lo que imagina que el terapeuta hizo. Al final de ser aliados pasan a ser cómplices. Ser iguales da tranquilidad solo un momento. Hay que volver a la diferencias en fuerzas y poderes. Así entonces deviene la alianza con el diablo. Una pelea entre el diablo

112 y un fantasma. El niño no puede diferenciar. En este estado de guerra interna todos los distintos son enemigos

5.4.4 Funcionamiento del Terapeuta

A. La comunicación terapeuta-paciente entre el silencio y la expresión verbal

1. El silencio del terapeuta ante las comunicaciones del paciente

A diferencia de los casos anteriores, con Jorge la comunicación se centra en el escenario del juego, en el que el terapeuta participa siguiendo y sometiéndose a los papeles demandados por el niño. Así, en la siguiente viñeta clínica:

El niño llega, e inmediatamente busca algo con que jugar. Entonces me dice: ¿Con qué voy a jugar? Se dirige entonces hacia la caja de juguetes, en donde encuentra un dominó, el cual trae para jugar. Las coloca sobre la mesa, empieza a armar castillos y soldados que cuidan los castillos. Al verme que solo lo miro, pero que tengo intensiones de involucrarme en su juego, me dice: Usted, arme también castillos. Divide las fichas en dos, unas para mí y otras para él. Hace entonces tres castillos con dos fichas verticales y una horizontal posada sobre ella; los tres castillos tienen la misma forma. Los soldados los coloca frente a los castillos como protegiéndolos, desde luego de terapeuta que se encuentra frente a él. Luego me dice: Ahora sí, ataque. Hagamos de cuenta que los soldados son misiles. Lance usted primero.Al lanzarlo derrumbo unos soldados y un castillo. Entonces él lanza y derrumba unos soldados y un castillo mío. Luego lanzo nuevamente y derrumbo otro poco, él lanza y otro poco. A la tercera vez que lanza un soldado-misil, ya ha vencido. Me dice: Yo nunca pierdo.

El terapeuta en esta situación está sin palabra. De hecho el niño no espera que la tenga, pues cuando pregunta no lo hace al otro sino al sí mismo. No hay lugar a la palabra del terapeuta. Es el niño el que habla todo el tiempo y su comunicación es una forma de señalar y reforzar su poder sobre el otro. El silencio del terapeuta revela su no saber qué hacer al tiempo que su función de acompañamiento y contención de lo que va ocurriendo. No es un sujeto en la escena, es un objeto que el niño usa para poner en juego su anhelo de omnipotencia.

2. El terapeuta hace intentos de existir mediante la palabra: El eco

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Esto tal vez es lo que lleva al terapeuta a hacer intentos por existir, como puede verse en el siguiente aparte de sesión: Cuando pasa el entusiasmo por lo que recientemente ha descubierto, vuelve a las monedas y me dice: Esto va a ser el tesoro. Se va para el cajón, busca unas fichas de lego, y me dice: Voy a armar una ametralladora con las fichas grandes. Con las fichas pequeñas voy a armar una ametralladora pequeña. Me pregunta: Cuál quiere usted? Yo le digo: quiero la grande.Sin embargo, después de armar las dos ametralladoras, me da la pequeña y no la grande como le había solicitado. Me dice: vamos a jugar que peleábamos por el tesoro. Nos vamos esconder, yo disparo y usted dispara. El que muera pierde. Aunque yo nunca pierdo.Se empieza el juego, y efectivamente él me mata. Entonces va al cofre y cuenta las monedas, llegando a mil millones. Me dice: me he apoderado de parte del botín. Se reanuda el juego en tres ocasiones. Los disparos, él me mata, va al cofre, y se apodera de una parte del botín. Al final queda vacío los contenidos del cofre. Después de esto me dice: como nos hemos matado los dos, a usted le corresponde parte del botín; siento que en este momento no quiere que pierda, entonces yo le digo: Tú nunca pierdes, pero tampoco quieres que pierdan los otros, en este caso yo.

El terapeuta habla para existir, asunto que el paciente no reconoce y sigue. Sin embargo la existencia del terapeuta se va notando lentamente en sus comentarios, como cuando lo hace cómplice, o como cuando intenta complacerlo dejando que gane un poco. Esto es lo que abre la puerta para que el terapeuta se anime a hacer una interpretación que se refiere inicialmente a un eco, aunque posteriormente a otra cosa, en una recuperación paulatina. Así pues, respecto a una comunicación en eco:

Después de encontrar los juguetes que ha guardado. Saca de ahí las cartas de poker y las monedas. Me señala entonces el cofre donde están otras cartas y monedas. Me dice: saque de ahí sus cartas y monedas, que yo ya saqué las mías. Vamos a jugar.Lanza un seis (espadas), después de lo cual yo lanzo un seis pero de bastos. P: La espada vence al basto, yo gano. Tiene que darme mil pesos. Lance otra vez. Lanzo un 12 de copas, y él lanza un 12 de bastos. P: yo gano porque los bastos destruyen las copas. Deme ochocientos pesos. Estoy teniendo harta plata. Prosigue el juego. Lanzo un 4 (oro) y él un 4 (basto). P: usted me compra el basto (no hay que dar dinero).Lanza un 4 (basto) y yo un 4 (basto). P: Hay un empate. Coloquemos estas cartas a un lado. Cuando necesite, usted puede robar de ahí. T: ¿robar de ahí? El paciente me dice: si, cuando usted necesite puede cogerlo de ahí.

3. El terapeuta y la realización de hipótesis interpretativas

La recuperación paulatina hace que el terapeuta también se anime a hacer una interpretación que ya no se refiere ni al eco, ni a la respuesta superficial sino a una relación entre lo que hace y puede sentir, a manera de hipótesis. Así en el aparte de sesión siguiente:

Al revolverlos nuevamente, todo se vuelve negro, desapareciendo los colores anteriores. P: el color rojo ya no está, tampoco el azul. 114

T: Ni usted, ni yo estamos. Desaparecimos. Todo se volvió negro. P: Páseme otra hoja. Lo voy a poner encima, para hacer ciencia. La pone encima de la hoja que ha llenado de pintura, toma un tronquito, esparce la pintura, y luego la retira. P: vea lo que aparece, un gemelo. Colóquela allá para que se seque. Dónde está la plastilina. Toma tres pedazos de distinto color. P: Escojo estas. Usted también escoja tres. Voy a escoger un pedazo rojo. Tome este pedazo para usted. La roja es mala. Ella se llama blu, la otra bla, y la otra tre. Se van a enfrentar las partes buenas con las partes malas. Las malas se tragan las buenas. Hágalo usted también. T: la plastilina roja lo representa a usted y su parte mala, que tal vez quiere devorar a las partes buenas de usted mismo.

La hipótesis interpretativa tiene relación con lo que puede estar sintiendo el paciente cuando manifiesta que nunca pierde. Se trata de un silencio alternándose con una comunicación verbal ubicada más allá del eco y que intenta darle sentido a las cosas. De todas maneras el niño no parece escuchar a pesar del esfuerzo del terapeuta. Así, después de su intervención:

P: pero también sus partes malas que quieren atacar a sus partes buenas T: sientes que lo que le pasa a usted me pasa a mí. P: si, pero vamos a ganar. Ayúdeme a sacar soldados buenos; comienza a sacar trocitos de plastilina de color, a lo cual yo le ayudo; vamos a vencer a los malos. T: Piensas que las partes buenas suyas, unidas a las mías, solo en unión conmigo, puedes vencer a las inclinaciones malas. P: para vencer a las partes malas de los dos. Juntamos partes buenas, para vencer a las malas, pero de los dos. T: Tal vez sientes que lo que le pasa a usted, me pasa a mí, que tengo partes malas con las cuales estoy en una lucha. P: si, vea lo que pasa. Se la come y crece más. Hagamos más soldados buenos, juntémoslos y enfrentémoslos. Se las come otra vez y crece más y más. Pero no importa hagamos más. En algún momento la parte buena se hace más grande, pero de todas maneras, los malos, después de una demostración de fuerza, sale nuevamente vencedor. T: por más esfuerzos que haces-hacemos, parece ser que las partes malas siempre van a vencer. El niño incluye un carro, el cual aplasta, a pesar de los cual no pasa nada. Al final, cuando nos despedimos me dice que espere, después de lo cual destapa el tarro de vinilo rojo, introduce un dedo con el cual va a untar un poco de esta pintura en la cara. La forma como lo hace es, una vez cerrado el ojo, lo pasa por encima de este, de tal forma que cuando lo abre, la raya de pintura roja le queda cruzando. Me recuerda la herida del dibujo de una sesión anterior. T: Tal vez, cuando no logras vencer, o pierdes la batalla, te sientes herido, con una herida sangrante y tal vez dolorosa. P: sí. Al final, como la otra vez, olvida un anillo que deja sobre la mesa. Entre tanto, la camisa que ha olvidado en una sesión anterior, sigue al respaldo de la silla, tal y como la dejó.

4. La comunicación verbal del terapeuta entre lo interno y lo externo

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Más allá de estas manifestaciones de omnipotencia, el terapeuta hace intentos de comunicarle verbalmente al paciente un sentido que parece estar en el límite entre lo externo e interno, o por lo menos parece incluir algo distinto al eco,y a la respuesta superficial. Todo sucede de tal forma que parece darse en una especie de evolución semántica, si así se puede llamar al hecho de que ya no se utilicen monosílabos. Así en el siguiente aparte:

En algún momento la parte buena se hace más grande, pero de todas maneras, los malos, después de una demostración de fuerza, sale nuevamente vencedor. T: por más esfuerzos que haces-hacemos, parece ser que las partes malas siempre van a vencer. El niño incluye un carro, el cual aplasta, a pesar de los cual no pasa nada. Al final, cuando nos despedimos me dice que espere, después de lo cual destapa el tarro de vinilo rojo, introduce un dedo con el cual va a untar un poco de esta pintura en la cara. La forma como lo hace es, una vez cerrado el ojo, lo pasa por encima de este, de tal forma que cuando lo abre, la raya de pintura roja le queda cruzando. Me recuerda la herida del dibujo de una sesión anterior. T: Tal vez, cuando no logras vencer, o pierdes la batalla, te sientes herido, con una herida sangrante y tal vez dolorosa. P: sí.Al final, como la otra vez, olvida un anillo que deja sobre la mesa. Entre tanto, la camisa que ha olvidado en una sesión anterior, sigue al respaldo de la silla, tal y como la dejó.

5. La comunicación verbal concreta del terapeuta

La comunicación verbal del terapeuta en algunos momentos incluye la respuesta concreta sobre el material del paciente, alejándose el acento de lo simbólico, con su consiguiente dificultad para que el paciente pueda entender. Así en el siguiente aparte de sesión:

P: si, no me gustó. Pero ya estoy acá nuevamente. He regresado para derrotarlo. (Riega de nuevo los juguetes, y busca los soldados de la vez pasada. Encuentra dos y una parte del tercero; a este le falta las piernas). Jejeje., está chunco. Tal vez eso fue un niño que vino acá, lo cogió y lo dejó chunco. T: Piensas que otro niño pudo haberle causado eso al soldado. Sin embargo, nadie después de él ha cogido sus soldados. Eso fue el producto de la batalla entre los dos de la vez pasada. Esos se lo hice yo en la batalla. Pienso también que por eso no había vuelto, por lo que le había hecho a su soldado. Eso tal vez le causó mucho miedo de que también se lo pudiera legar a hacer a él.

Esta comunicación verbal intenta romper la negación del niño, pero no la interpreta. Una interpretación habría podido ir en el sentido de mostrar la dificultad de aceptar que puede perder en el juego porque para él es la repetición de lo que siente que le ha ocurrido en su historia. Esto haría énfasis en la diferencia entre jugar y la realidad a la vez que sus conexiones, pero esto no lo logra.

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6. La inclusión de símbolos en la comunicación verbal

Hay otros momentos en los que la comunicación verbal del terapeuta incluye el símbolo, y con esto, la posibilidad de que el paciente pueda pensar o representarse una parte de la historia de su vida o de su realidad interna, avanzándose más allá de la contra-identificación y una contra-actuación que se hacía insistente, repetitiva, en el transcurso de las sesiones. Así en el siguiente aparte de sesión:

El niño me ve y al hacerlo me solicita para consulta. Al entrar al consultorio se dirige a la mesa, en donde toma una hoja de papel, una regla y un lápiz. En esa hoja, hace una figura rectangular, la cual internamente divide, de tal forma que queda compuesta por compartimientos. Luego toma la pintura y empieza a pintar cada espacio interno. Al principio cada espacio tiene un color distinto, pero luego ya toma un solo color y termina por pintar el resto de cajones; en este aparte el terapeuta realiza la misma actividad de dibujo y pintura, ya que él le ha pasado una hoja y se lo ha solicitado. El terapeuta sigue al paciente en esto. Una vez termina de pintar toma otra hoja en blanco y la pone encima de la hoja pintada. Las presiona, de tal forma que las dos hojas quedan como pegadas. Luego toma las tijeras y recorta los bordes que han quedado sobrando, emparejando las dos hojas. Luego toma la cosedora, y refuerza la unión de las dos hojas con una gran cantidad de ganchos. P: sabe qué es esto. T: déjeme pensarlo. Una hoja pegada con otra hoja. Ya sé, tal vez un símbolo. El símbolo de una unión que él quiere que sea indisoluble. Una hoja puede ser él y la otra puedo ser yo, pero quizás también otra persona, con la cual él quiere estar unido fuertemente. Quien más puede ser? No sé. Pero, por qué no me cuenta, quién será aquel al cual también se quiere pegar fuertemente. P: no sé. Hay cosas que son un secreto. ¿Cuándo es que salgo? ¿Seis meses? En seis meses lo sabremos. Aunque también lo podemos saber antes.

El terapeuta mediante su señalamiento, da la posibilidad de que el paciente pueda pensarse y sentirse en una dirección nueva, revelándole nuevos dominios de ignorancia, de oscuridad, y de vacío. En este sentido, la interpretación se constituye en un instrumento mediante el cual se le hace llegar al paciente sus maneras de utilizar el pensamiento y el sentimiento, mostrándole un nivel de abstraccióndistinto y una capacidad de moverse entre niveles de aquellos mismos.

Sin embargo, en la medida en que el pensamiento es sustituido por la acción;ya que el paciente después de esta intervención del terapeuta se dirige a la mesa pequeña en donde está la cajita de juguetes; coloca al pensamiento en un lugar exiguo para este momento, y en relación con la actuación sádica. De todas maneras es claro el avance, para lo que venía

117 sucediéndose, y un preámbulo para lo que posteriormente vendrá:la recuperación y afianzamiento del pensamiento y una reducción del sadismo.

B. El uso por parte del terapeuta del juego y el dibujo en la sesión de trabajo terapéutico.

1. El terapeuta un testigo no participante.

Hay algunos momentos en el que el niño juega o dibuja. La postura del terapeuta es la de alguien que observa el juego o el dibujo sin hacer parte de él. Así en el siguiente aparte de sesión:

En esta ocasión llega y retoma el trabajo con la plastilina. Construye un pedazo de plastilina después de fusionar varias partes, la toma y se dispone a jugar con ella. Antes de esto me dice: P: Tome usted también un pedazo. Haga soldaditos. Yo también voy a hacerlos. Todos son soldaditos buenos. Hágalo usted también; esto lo dice al observar que no participo. Luego hace también otro soldados malos. Los malos entonces se apoderan de los buenos.En este punto me doy cuenta que algunos soldados malos no han podido apoderarse de los buenos; lo cual, pienso, es un aliento porque no solo lo malo domina el mundo psíquico.

El terapeuta no se incluye en el juego a pesar de que el niño insiste en que lo haga. Toma la plastilina pero se queda quieto, solo observa lo que el niño realiza. Siente que si se dispone a la realización de lo que el niño pide, distrae su atención del juego del niño. Esto es similar al uso de eco que inicialmente se observaba con María. La relación en escena es de un director que demanda a un actor pero el actor solo es un ojo que observa. Lo que se le devuelve al niño no es una relación apasionada, sino un objeto observador, que por su quietud y dificultad para entrar en el juego se asemeja a una cámara que capta, pero no devuelve.

2. Los primeros intentos silenciosos de jugar por parte del terapeuta.

Ante la no respuesta del terapeuta, el niño sigue insistiendo en animarlo a jugar, asunto que finalmente puede realizarse, puesto que el terapeuta termina apostándole al juego. Al terapeuta experimentar permanentemente ese llamado del paciente, y termina involucrándose en el juego, esto es, jugando con el niño, vence una parte de su resistencia movilizándoseasí algo distinto en la sesión. Tal como se ve en el aparte de sesión:

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Deja de jugar esto, y se va para la cajita que contiene unas monedas y unas fichas de Ben Diez y Dragón Ball Z. Cuando las encuentra empieza a decirme: Este es Gohan, este otro es Vegeta fusionado con Gocu. Este otro es Juego Pantanosos. Gocu es el papá de Gohan. El padre murió en la explosión del planeta que era de caucho y que se reventó. Cuando pasa el entusiasmo por lo que recientemente ha descubierto, vuelve a las monedas y me dice: Esto va a ser el tesoro Se va para el cajón, busca unas fichas de lego, y me dice: Voy a armar una ametralladora con las fichas grandes. Con las fichas pequeñas voy a armar una ametralladora pequeña. Me pregunta: ¿Cuál quiere usted? T: quiero la grande. Sin embargo, después de armar las dos ametralladoras, me da la pequeña y no la grande como le había solicitado. Me dice: vamos a jugar que peleábamos por el tesoro. Nos vamos esconder, yo disparo y usted dispara. El que muera pierde. Aunque yo nunca pierdo. Se empieza el juego, y efectivamente él me mata. Entonces va al cofre y cuenta las monedas, llegando a mil millones. Me dice: me he apoderado de parte del botín. Se reanuda el juego en tres ocasiones. Los disparos, él me mata, va al cofre, y se apodera de una parte del botín. Al final queda vacío los contenidos del cofre. Después de esto me dice: como nos hemos matado los dos, a usted le corresponde parte del botín; siento que en este momento no quiere que pierda.

El niño al hacer las invitaciones a jugar, por ejemplo le da los tesoros a ver si se anima, pues solo con un compañero el juego tiene sentido. El terapeuta finalmente entra, con una animación que el niño no espera ni acepta, pues esto no está dentro del guion que él tiene pensado para este juego. Necesita al terapeuta para poderlo vencer y por eso no puede darle ninguna ventaja más. Las presencias realísticas están presentes y son desestimadas: tamaño y fuerza. Luego de salirse con la suya, vencer al terapeuta, intenta reanimarlo ubicándolo en el lugar del cómplice que disfruta el botín alcanzado entre los dos. Esto parece hecho con el fin demantener la motivación por el jugar para ambos.

3. El uso de juego para responder e intercambiar tareas.

Hay algunos momentos en los que el juego da la posibilidad al paciente de hacer pedidos e intercambiar tareas con el terapeuta. En estos momentos el terapeuta, que se ha involucrado en el juego, ocupa el lugar asignado por el paciente, y responde de acuerdo a lo solicitado por él, sin salirse del esquema relacional preconcebido por el paciente. Así pues: Me lanza un disparo, tumbándome unos soldados. P: dele ahora usted. Le doy, pero me doy cuenta que mi disparo tenía mucha fuerza, de tal manera que tumbo una gran cantidad de los suyos. Entonces, inmediatamente, por este exceso de mi parte, el lanza un disparo, que destruye todo de una vez y sin dejar a ninguno sin vida. Se trata pues de una actuación contundente P: jajá, murieron todos, y no quedó ninguno con vida. T: todos murieron, no solo los míos, sino también los suyos. 119

P: si, no quedo ninguno. Vamos a volver a jugar, pero ahora repartimos igual los soldados. Yo los cuento. (Empieza a contarlos, de tal forma que se asegura que quedamos con partes iguales). Vamos a colocar los soldados para la batalla. Usted también colóquelos. Vamos a jugar sin reglas (Toma la regla y la coloca a un lado. Luego toma un tronquito, lo lanza hacia mis soldados matando algunos. Luego me toca mi turno, lazo un tronquito y también hago caer algunos soldados suyos. Pero luego, como en una de las sesiones pasadas, veo que se lanza masivamente a matar los míos, de tal forma que aparentemente no queda ninguno). No, ellos quedaron con vida. Pum, pum. Ahora sí, los mate a todos. En cambio a mí me quedaron unos enanos. Los enanos son los mejores. Estos son los sobrevivientes. Les voy a poner cascos y los voy a dejar acá. No los voy a guardar. (Coge la plastilina, y antes de irse le coloca a sus soldados enanos, tronquitos más pequeños, cascos. Estos cascos son del tipo utilizado por os conquistadores españoles.) Los voy a dejar ahí para que se endurezcan. Hasta luego. (Cuando se va, quedan sobre la mesa los soldaditos con casco protector, sin necesidad de resguardar en la caja, y un reguero de troncos, producto de la destrucción ocurrida durante la sesión). T: Tal vez sientes que te puedes ir tranquilo ahora que has dejado a tus soldados protegidos con cascos. Siente que de esa manera, durante su ausencia, no les va a pasar nada. Los otros niños que vienen acá, no les van a hace nada. P: si. Hasta luego.

El niño hace pedidos como los hace un jefe de una empresa a su subalterno. Con este escenario y personajes, el terapeuta sale del silencio y se encuentra jugando con el paciente de acuerdo a la orden recibida. La experiencia anterior ha demostrado que el paciente no está dispuesto a dejar que el terapeuta este por encima de él, lo cual parece ser aceptado por el terapeuta. Sin embargo, en el juego aparece el conflicto entre dar y recibir. Si toma todo, siente que pueden aumentar los enemigos y perseguidores. Si entrega algo, se empobrece y entonces necesita re-iniciar el ciclo

4. Señalamientos derivados del juego

Hay unos momentos en los que el terapeuta hace otra cosa que responder a las ordene del paciente, por ejemplo hacer una especie de señalamientos sobre algo que parece llamarle la atención. Así en el aparte de sesión siguiente:

P: Le voy a dar entonces, todas las monedas de quinientos. Se toma el trabajo de seleccionarla dentro de todo el revoltijo de monedas y me las da. Pero antes me advierte que las cuente: T: son diez mil millones. Él también las cuenta y me dice: P: Tengo dos mil millones. Yo nunca pierdo. T: Nunca pierdes, pero los otros sí, y tal vez esto te da placer y también culpa. En este momento le surge una idea, al ver el juego del jenga.

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P: juguemos a armar torres. Colocamos los palitos, empezamos a quitarlos, el que lo haga caer pierde. Jugamos en tres ocasiones, y en las tres, soy yo el que hago caer la torre, cuando intento quitar uno de los palitos. Con un gesto de placer en la cara me dice, P: si ve yo nunca pierdo. Juguemos ahora a otra cosa, a piedra papel o tijera. El que gane se lleva los juguetes. Juega en varias ocasiones, sin embargo en alguna de ellas, soy yo el que gano, y él pierde. En el momento en el que pierde, renueva el juego, no haciendo valido el anterior, hasta que finalmente me gana. En el momento en el que se los va a llevar, le digo: T: Tal vez dentro de ti hay algo de angustia por tenerte que llevar los juguetes, aun cuando sabes que en alguna ocasión yo también gane. Por qué no mejor los guardamos en una caja. Metemos en la caja los juguetes que te has ganado. Cuando vuelvas, puedes jugar acá nuevamente con ellos. Mientras tanto los sigo teniendo yo. Después de una renuencia leve, P: Bueno, está bien. Los guardamos en una caja y luego en el cajón. Va y busca otros juguetes, entre ellos carros y los agrega en la caja. Sale tranquilo y el terapeuta queda tranquilo. Luego lo escucho diciendo afuera: P: hehehe, le gane al profe. Profe, nos vemos el lunes.

En este momento el terapeuta empieza a rescatarse como sujeto. Hay entonces, un pedido sobre una especie de claridad sobre lo dicho, el cual es confirmado por el paciente. La intervención parece un eco, pero es un señalamiento a una palabra buscando también el otro sentido, el sentido de la transgresión que ahora se pone en el juego

5. El juego y la imposibilidad de pensar

El terapeuta sigue el juego, en algunas ocasiones con mucha más actividad. Al no tolerar perder, necesita usar las mismas estrategias del niño. Sí en el siguiente aparte de sesión:

En la cuarta ocasión que jugamos, nuevamente coloca los personajes, uno de los cuales coloca en la parte más alta, y los otros en distintos lugares. P: este es mi rey T: bueno, este también es mi rey. P: dispare usted primero T: Bueno, tome. Le he destruido un soldado. P: sí, ahora tome. Yo le destruyo los suyos. T: Pero vea, yo también le destruyo los suyos. Si ve, no quedó ninguno. He ganado. Jorge se queda quieto mirando al terapeuta, desconcertado. En este punto el terapeuta siente un disfrute por lo ocurrido, disfrute que no había ocurrido antes.

Es en este aparte de sesión en el que se observa una contra-identificación y una contra- actuación que le impide al terapeuta pensar. Entra en la competencia, tan intensamente, que pierde su lugar. Mientras hace esto, no le da la oportunidad de decir nada y él mismo no puede decir nada. Lo único que quiere el terapeuta entonces es quedarse con la victoria.

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6.El uso del juego para interpretar

En este momento el juego empieza a ser utilizado con el objeto de emitir una interpretación, entendida esta como la emisión de un nuevo pensamiento, de tal forma que le vayan permitiendo al paciente comprender; el psicoterapeuta como remitente de un saber, y no mero acompañante silencioso o con unas comunicaciones verbales tipo eco de un juego.

El psicoterapeuta toma el material desintegrado del paciente y mediante un hecho seleccionado que proviene de la teoría y del cual el material es una realización, lo convierte en una interpretación, que no es más que un intento de convertir en elementos alfa, la experiencia emocional del paciente y del analista y transformarlas en la formulación de la interpretación (Muñoz, C., 2012). Así pues en el aparte siguiente de sesión:

El niño llega en esta ocasión cantando. P: piedra, papel o tijera, Colombia (estribillo que repite en varias ocasiones y que es una alusión al triunfo del equipo de Colombia en el mundial de futbol. Triunfo del que el acaba de ser espectador). Me voy a pintar la cara (toma un pincel, destapa el color amarillo y se lo aplica en la cara, luego el azul y luego el rojo). ¿A qué jugamos? Invente algo. (Antes de cualquier propuesta del terapeuta, él mismo propone la actividad, toma una hoja, un plumón de color rojo y empieza a dibujar un planeta). Este es un planeta. T: Tal vez ese planeta es usted El planeta que ha realizado lo divide en cinco franjas verticales, con el mismo plumón rojo le hace puntos en las franjas, mientras los hace los va contando. P: uno, dos, cincuenta, ciento diez… Cambia el plumón rojo por uno negro y hace puntos negros. Continua el conteo pero con cierta dificultad porque no se sabe los números. P: ciento diez, ciento once, ciento doce… ciento cincuenta y nueve, ciento ochenta. T: Tal vez estas son las partes que usted siente que tiene dentro, las partes rojas lo representan a usted y las partes negras tal vez me representan a mí. P: Si, pero son las partes buenas de los dos, sin embargo, pero ahora hay una amenaza (toma la pintura de color azul y la esparce sobre el planeta). Esta es la parte mala y amenaza con apoderarse del planeta, pero vienen al rescate los buenos (toma la pintura naranja, luego la azul y finalmente la negra, sucesivamente las va esparciendo sobre el planeta, luego toma una hoja blanca y la coloca sobre el planeta) Cuando esto ocurre me dice P: Se va a clonar.

Sin embargo, a veces ocurre que la palabra sea usada para intentar una comprensión que se queda en el objeto externo y no en el funcionamiento psíquico. Por ejemplo, la angustia de perder el objeto externo, la cosa material, más no el significado de una perdida, que es algo del orden de lo narcisista. Este funcionar tapa también la propia angustia infantil activada, la cual tiene que ver con una amenaza de castración, la cual se siente, pero no se puede volver un pensamiento útil para el paciente. Así en el siguiente aparte de la sesión:

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(En el momento en el que quiere despegar las hojas, la segunda hoja se destruye) P: El clon se destruyó, pero vea, revivieron los buenos (esto al quedar destapados los puntos que había hecho al principio). Cuéntelos haber cuántos hay, cuántos rojos y negros sobrevivieron. T: Hay treinta y dos sobrevivientes rojos y trece negros. P: Si, esos son los sobrevivientes. Después de esto deja a un lado las hojas y dice: P: A qué jugamos ahora ¿Invente algo? (va hasta la caja de juguetes, riega el contenido, escoge unas fichas de lego y empieza a pegarlas) P: Voy a hacer una ametralladora. ¿Usted qué va a hacer? T: Creo que voy a hacer unas pistolas. P: Escóndase, que yo también me voy a esconder. Juguemos a los pistoleros. (Empieza el tiroteo, el él me dispara y yo le disparo). P: Escóndase bien o sino lo mato. T: Tal vez a veces tienes deseos de hacerme daño. Sin embargo, también te da angustia que sus ataques me puedan causar daño, por eso me pides que me esconda bien. P: Sí, porque lo puedo herir o matar. (Mientras seguimos disparando. En un momento del tiroteo, toma la pintura roja y se pinta un ojo. Sin embargo, cuando lo está haciendo, mucha de la pintura le cae en la ropa). P: no importa, le echo pintura blanca y no se nota. (Toma la pintura blanca, lo cual hace que se disimule la roja) T: Tal vez a veces, como ahora conmigo, en los juegos con los otros sales herido. Sin embargo, así como ahora conmigo, quieres disimularlo para que no se note. Que no se note la sangre que sale de la herida que le han causado. En ese momento, me dice que sí, pero luego sale rápidamente sin decir nada más.

En otra ocasión, el terapeuta hace intentos de expresar sus sentimientos internos, pero lo hace de una forma incomprensible para el paciente, es decir, comunica una hipótesis que no le llega. Así en el siguiente aparte de sesión:

El paciente me dice: cuente, vaya contando, 1000, 2000… En algún momento toma de mi cofre un billete de 20000. Posteriormente se apodera de todas las cartas y de todo mi dinero y lo coloca en su caja. T: A veces haces intentos de que no pueda tener algo de dinero y cartas, pero en otras ocasiones quieres todo para ti, dejándome si nada. Tal vez esto es lo que pasa con las otras personas y te llena de angustia y culpa. En ese momento, sin decirme nada, continua con otra actividad.

Cuando esto ocurre, se emite una interpretación incomprensible, no hay retroalimentación del paciente. El paciente todavía no se conecta con los contenidos internos, dándose entonces un cambio de juego con la posibilidad de precisar sus sentimientos. En este tipo de relación, el paciente tiene posibilidad de comunicar algo pero el terapeuta no está con la suficiente claridad para devolverle algo igualmente comprensible al paciente. Se trata de una especie de desencuentro, a pesar de los intentos comunicativos del terapeuta.

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Ahora bien, cuando el terapeuta emite una interpretación comprensible, la cual se da a partir del juego, el paciente entiende por primera vez lo que le ha dicho el terapeuta, y en su lugar deviene la retroalimentación o lo que es el dialogo propiamente hablando. Así en el siguiente aparte de sesión.

… va a su caja y saca dos automóviles y dos grúas. Los toma y empieza a estrellarlos entre ellos. Inicialmente esto pasa con los automóviles. T: tal vez esos automóviles representan dos partes tuyas enfrentadas o que pelean. P: si, es que a mí no me gusta ser pequeño, me gustaría ser grande. T: su parte grande, peleando con su parte pequeña. Luego empieza a golpear los automóviles con las grúas. T: Tal vez la grúa soy yo, tal vez también los grandes que le quitan cosas. El automóvil lo representa a usted. El hecho de que golpes a la grúa, tiene que ver con su deseo de golpear a los grandes, en este caso también a mí, porque tal vez siente que en algún momento le he quitado sus cosas. P: no, es un juego, solo un juego. Además usted es más grande que yo, y por eso usted me ganaría. T: Tal vez por eso no le gusta su parte pequeña, porque se hace vulnerable conmigo. P: uff, también con Milton. Es que Milton es más grande que yo y me gana…

En el aparte anterior, cuando el terapeuta intenta comunicarle al paciente sus sentimientos destructivos internos y su ambivalencia con el objeto, el paciente entiende por primera vez lo que le he dicho el terapeuta. Aparece entonces el conflicto con lo pequeño. El paciente hace sentir al terapeuta lo que él mismo siente por ser pequeño: que le quitan arbitrariamente los objetos. Con este aparte, se dice que hay una especie de encuentro de acople entre el terapeuta y el paciente, y en el que se usa la transferencia y la contratransferencia para hacer posible la interpretación; la referencia faltante en este aparte, es la del padre u otro personaje adulto de su realidad social, con la cual pudiera estar escenificando las experiencias que ahora repite conel terapeuta.

C. Uso de la transferencia - contratransferencia en la comprensión o no comprensión de los estados emocionales del paciente. Como interpretación o como contra-actuación

1. Omnipotencia- aburrimiento

Hay numerosos apartes durante el proceso en el cual el juego deja ver lo sentimientos de omnipotencia del niño. En la medida en que se repiten esas experiencias, el terapeuta va experimentando a su vez una especie de aburrimiento. Como sucede en el siguiente aparte de sesión:

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Ahora sí, ataque. Hagamos de cuenta que los soldados son misiles. Lance usted primero.Al lanzarlo derrumbo unos soldados y un castillo. Entonces él lanza y derrumba unos soldados y un castillo mío. Luego lanzo nuevamente y derrumbo otro poco, él lanza y otro poco. A la tercera vez que lanza un soldado-misil, ya ha vencido. Me dice: Yo nunca pierdo. El terapeuta sin embargo, no hace visible por el momento su aburrimiento, pero tampoco pudo ser pensado y usado en la sesión; la sesión continua siendo un espacio para la experiencia omnipotente del niño. Frente a esta actuación del niño, el terapeuta se hace espectador silencioso de la omnipotencia, de la negación de las diferencias y de su triunfo sobre el terapeuta. En esto, de una manera tranquila sin entrometerse, sigue al niño haciendo lo mismo que él en la forma como se arma o responde, y operando con una función que podríamos llamar empática y de espejo, imitación que le permite al niño ser el dueño del juego, el personaje principal, en el acto analítico. Ahora bien, más adelante:

Vamos a jugar que peleábamos por el tesoro. Nos vamos esconder, yo disparo y usted dispara. El que muera pierde. Aunque yo nunca pierdo, me dice. Se empieza el juego, en el que yo juego con él, pero él me mata. Entonces va al cofre y cuenta las monedas, llegando a mil millones. Me dice: me he apoderado de parte del botín; pienso en este momento en su tensión con los otros, y sus continuas pérdidas en la relación con ellos, lo cual hace que me reconcilie con su omnipotencia, pues siento que es un resarcimiento a su impotencia. Sin embargo, no comunico nada. El terapeuta acepta la transferencia que se contrapone con las características externas de ambos. El terapeuta en ese momento se da cuenta de la escena psíquica puesta en el juego y por tanto no se interpone a ella, se dispone al otro, lo sigue. Más allá de las elaboraciones verbales comprensiva, hipotéticas, está la actitud de receptividad del terapeuta. Lo que no es comprendido es su aburrimiento en aumento.

La actitud receptiva del terapeuta es entendida como ese estado de disponibilidad, de atención flotante, que espera pacientemente a que el paciente emita un contenido para iniciar su proceso de comprensión, sin congelarse de antemano en prejuicios, o por falta de espacio, siendo indispensable para que el proceso psicoanalítico se inicie. Según Bion, cualquier estado que se llene de antemano con recuerdos o con expectativas de futuro, lo que va a venir del paciente, impide que el analista se convierta en el continente para comenzar a dejarse impregnar por la transferencia del paciente y por su propia contratransferencia, impide que el elemento desintegrado penetre (Muñoz, C., 1989). Esta función parece estar activa en el anterior aparte de sesión, pero como vamos a ver, lo que no fue observado conscientemente

125 fue el sentimiento de aburrimiento del terapeuta y su posible significado, lo que va a ocasionar un impase que más adelante se reporta.

2. Omnipotencia - sentimiento de castración (herida narcisista)

En los encuentros, el niño se interesa con la figura del héroe musculoso y con poderes, o bien por que los puede dibujar, casi siempre con armas grandes, o bien, porque los descubre en la fichas que encuentra a su disposición. Genero una hipótesis sobre la identificación del paciente con el héroe, pero la callo. Otra hipótesis que callo es la de los motivos de la identificación, la cual se encuentran en el triunfo sobre el terapeuta-padre. Así pues, en el siguiente aparte de sesión:

P: hoy es día de juego. ¿A qué jugamos? Ya sé, juguemos a la batalla. Prepare su castillo, porque lo voy a atacar. T: tal vez hoy, como el otro día, quieres atacarme. Sin embargo, esto te angustia, porque sientes que puedes hacerme daño, por eso me pide que me proteja. P: sí. Tome estas fichas, incluso las del jenga, que yo tomo estas otras. Toma todos los tronquitos y los coloca en el suelo. P: vamos a armar un castillo. Usted también arme un castillo. Su castillo toma la forma de un pórtico, derivado en tres dimensiones. Luego intenta colocar unos palitos parados al frente, como lo ha hecho antes para representar los soldados protectores. T: tal vez sientes que lo voy a atacar y le voy a causar daño. Por eso se protege haciendo un castillo y colocando soldados, para resguardarse de mí. P: si, pero usted también constrúyalo. T: Tal vez, así como sientes que yo le puedo causar daño, también sientes que me puede causar daño, y por eso me dice que construya un castillo y unos soldados, para que me pueda proteger de sus ataques y de sus intentos de daño.

Generalmente cuando pasa el entusiasmo por lo que recientemente ha descubierto o ha demostrado mediante el dibujo, el paciente retoma sus juegos; de nuevo está la observación del terapeuta, y su experiencia seguimiento en silencio para permitir la emergencia de la configuración del paciente. En estos juegos que escenifica en la relación con él, reproduce la relación de competencia por el objeto con el otro, es decir con una figura de autoridad dictatorial, tal vez el padre o algunos sustitutos que han estado en su lugar, mediante una disputa que es violenta. Así en el aparte de sesión siguiente:

Vuelve a las monedas y me dice: Esto va a ser el tesoro. Se va para el cajón, busca unas fichas de lego, y me dice: Voy a armar una ametralladora con las fichas grandes. Con las fichas pequeñas voy a armar una ametralladora pequeña. Me pregunta: Cuál quiere usted? T: quiero la grande.

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Sin embargo, lo que verbaliza el terapeuta no es una comprensión, ni un eco o un silencio, sino una respuesta producida por la incomodidad de lo transferido. En ese sentido, la experiencia actual del paciente, sigue siendo inconsciente de la configuración edípica que sale a escena en su presencia y que implica, la rivalidad, envidia y negación de la diferencia, pero también de la experiencia de la castración.

En ese episodio se trata entonces, de un terapeuta que empieza a sentirse amenazado de ser castrado, lo cual hace que tenga una experiencia infantil insoportable, frente a la cual, mediante una acción verbal, se revela. Aquello entonces, en vez de convertirse en un pensamiento, disponible para una interpretación, amenaza con ser actuado verbalmente. Se trata entonces de una actividad para sobrevivir a la herida narcisista, que no implica ninguna experiencia comprensiva. Entonces la angustia de perder el objeto externo, la cosa, sustituye el significado de la pérdida narcisista, la angustia infantil del terapeuta activada como amenaza de castración, la cual se siente, sustituye el pensamiento de la castración, útil para el paciente.

3. Omnipotencia – Contra-actuación (identificación con los objetos masculinos, sometedores y gigantes-fuertes). Se pone en escena la masculinidad basada en estas características.

La omnipotencia en algunos momentos, incluso cuando se hace psicoterapia con niños, puede implicar las mayores dificultades para el terapeuta. En la medida en que el terapeuta la deje instalar, siendo condición necesario para la cura, debe tener cuidado en que aquella no lo lleve a caer en la llamada contra-actuación sin hacerla útil para el proceso.

Los complejos infantiles del terapeuta presentes y comprendido hacen posible sin bloquear, en el sentido de interferir, el curso normal del proceso. Si no es así, el terapeuta necesita disponerse a la tarea de analizar estos aspectos, siendo esta la forma como se puede sortear los posibles impasses.

Según Cecilia Muñoz (1996) una de las funciones del terapeuta es poder “recibir y tolerar la transferencia, lo que incluye aceptar del objeto envidioso, sádico aterrador, muerto, confuso, denigrado, amoroso, tierno, interesado, transferido. Por otro lado, la función de recibir y tolerar la contratransferencia implica la capacidad de “aceptar la aparición de sensaciones, sentimientos y pensamientos sobre el paciente que no son producto de la observación sino

127 que provienen de lo proyectado por el paciente o de áreas propias del analista no esclarecidas anteriormente” (p.36). Así, en el siguiente aparte de sesión:

P: juguemos con las fichas. Tome usted estas, que yo me quedo con estas; reparte entonces las fichas. Empieza a armar una especie de edificaciones También arma unos personajes que van a ser los protagonistas de su juego. P: arme usted también su rey T: bueno, ya lo armo. Armo tres personajes como él, y después de que lo he realizado, me dice, P: juguemos ahora a la batalla. Empiece disparando. Disparo, y destruyo algunas construcciones suyas. El dispara y de igual forma destruye algunas mías. Me destruye los personajes, yo destruyo dos suyos. Al final, después de tres juegos, sale vencedor; el niño se las arregla para salir vencedor P: soy el vencedor, soy el vencedor; me dice cada tanto. En la cuarta ocasión que jugamos, nuevamente coloca los personajes, uno de los cuales coloca en la parte más alta, y los otros en distintos lugares. P: este es mi rey T: bueno, este también es mi rey. P: dispare usted primero T: Bueno, tome. Le he destruido un soldado. P: así, ahora tome. Yo le destruyo los suyos. T: Pero vea, yo también le destruyo los suyos. Si ve, no quedó ninguno. He ganado. En este punto siento un disfrute por lo ocurrido, disfrute según pienso, no había ocurrido antes. Después de esto, le señalo, T: hemos terminado Mientras el niño sale desconcertado, sin decir nada.

En el caso al que hacemos referencia, fue claro en algún momento que la trasferencia omnipotente del paciente, en este caso lo que permanentemente hacía en su juego y que dejaba como perdedor aburrido al terapeuta, se hizo imposible de continuar siendo contenido sin la presencia de angustia por parte del terapeuta. En su lugar devino la contra-actuación la cual fue la encargada de generar una situación en la que el proceso amenazó con suspenderse.

En la situación descrita, el aburrimiento y malestar no pensado del terapeuta hace eclosión en forma de venganza, revancha y triunfo sobre el niño. Es claro que se trataba de un juego pero en esta escena este juego adquiere características de repetición con formas de derrota y sometimiento que el niño con seguridad ha experimentado en su vida social y familiar. Por otra parte, en esta misma escena aparece la contra-identificación no pensada por parte del terapeuta, haciendo de la escena una ocasión de vengar también su parte infantil que se siente sometida. Este proceso pone de manifiesto un juego de identificaciones proyectivas de doble sentido, haciendo de lo vivido una experiencia de confusión en la que la distinción Self – objeto se desvanece para ambos participantes de la sesión. 128

En relación con los sentimientos de omnipotencia, y la angustia que se moviliza, permean al terapeuta quien necesita contenerlos y dotarlos de significación. Una vez esto ocurra, los sentimientos sirven como indicador de lo que puede estar sintiendo el paciente, para ser utilizada en su debido momento de manera adecuada, y no movilizar una contra-actuación de la transferencia incómoda. La angustia frente a la omnipotencia no es la mejor solución que se le puede dar a la experiencia. Ha de esperarse una salida más tranquila frente al evento, en donde impere el pensamiento, siendo esta una verdadera resolución de la situación.

4. La revancha-Tolerancia del terapeuta (función de contención de la necesidad de omnipotencia del niño y la angustia de castración del terapeuta).

El paciente interrumpe por un tiempo la consulta, después de esa contra-actuación del terapeuta; Interrupción que el establece y que él mismo termina. Luego entonces, él mismo solicita ir nuevamente a la consulta. Así en el siguiente aparte de sesión:

Al verme en el salón, me señala que quiere venir a la consulta. Ha terminado el tiempo de interrupción del proceso; pienso. Una vez en el consultorio va directamente a los juguetes. Sin embargo, antes de jugar le digo, T: antes que nada, pienso que sería importante que pensáramos,¿qué fue lo que pasó?, ¿por qué no había vuelto? P: No sé. T: ¿será que tuvo que ver con el último encuentro que tuvimos, en el que jugamos y yo destruí sus reyes? P: No sé; todo esto lo dice mientras mira los juguetes. T: Pienso que es posible que algo hubiese sentido, y por ello no haya querido venir P: No sé; mientras manipula los juguetes. T: (en esta ocasión de forma más directa) Tal vez no le gusto que haya vencido a sus reyes. Claro cómo le gané, entonces es posible que no haya querido venir. P: si, no me gustó. Pero ya estoy acá nuevamente. He regresado para derrotarlo.

Una vez en el consultorio el terapeuta empieza a preguntar por lo ocurrido. El paciente entonces, empieza a negar la experiencia, pues no le interesa pensar en lo que pasó. Sin embargo el terapeuta intenta pensar y hablar sobre lo sucedido, hasta que el paciente puede reconocer que aquello no le gustó, aunque el terapeuta, intenta romper la negación del niño, no se refiere a otra dimensión de significación que esta derrota pudo tener. El asunto queda entonces en un nivel descriptivo- concreto, en el que la negación se aumenta, y aparece la venganzamaníaca. Es entonces cuando surge que ha regresado para derrotarme; mi intervención no le gusto y devastó, pero ya está listo para el nuevo combate. Entonces, busca

129 aliados y armas. Se encuentra con los supuestos daños de los otros a otros, excluyendo lo sucedido anteriormente entre los dos participantes. Así en el siguiente aparte de sesión:

(Riega de nuevo los juguetes, y busca los soldados de la vez pasada. Encuentra dos y una parte del tercero; a este le falta las piernas). Jejeje., está chunco. Tal vez eso fue un niño que vino acá, lo cogió y lo dejó chunco. T: Piensas que otro niño pudo haberle causado eso al soldado. Sin embargo, nadie después de usted ha cogido sus soldados. Eso fue el producto de la batalla entre los dos de la vez pasada. Esos se lo hice yo en la batalla. Pienso también que por eso no había vuelto, por lo que le había hecho a su soldado. Eso tal vez le causó mucho miedo de que también se lo pudiera llegar a hacer a usted. P: No, jamás; (en este punto me doy cuenta que está buscando las piernas entre los juguetes). Encontré las piernas. Ahora si prepárese para la batalla. T: que miedo, pelear contra sus soldados que ya no les falta nada, que están completos Aunque no, los míos también tienen pene, están completos, y creo que los podré vencer. Que miedo para usted con mis soldados completos y poderosos P: usted nunca más me ganara (Jugamos en tres ocasiones, y en las tres me doy cuenta que está más agresivo y que me vence más fácilmente. Tan solo me doy cuenta que logro tumbarle algunos soldados, mientras él arremete contra todo. Pienso en una salida sádica o de un sadismo exacerbado, a partir de la sesión pasada)

La postura inicial del terapeuta es una invitación a pensar lo sucedido y poder aceptar de esta manera la posición de perdedor. Esta intención inicial se pierde y nuevamente se reanuda la . Ahora surge mayor riesgo de devastación, aumentando el sadismo y destruyendo los gérmenes del cuidado por el otro, e impidiendo que se dé la posibilidad de configuración del espacio terapéutico como lugar en el cual puedan ser introyectados los contenidos indispensables para el inicio del proceso reflexivo. Sin embargo, en este aparte aparece otra cosa, y en que la interpretación habría podido ir en el sentido de mostrar la dificultad de aceptar que puede perder en el juego porque para él es la repetición de lo que siente que le ha ocurrido en su historia. Esto permitirá poner énfasis en la diferencia entre jugar y la realidad a la vez que entre sus conexiones.

Sin embargo, la intervención del terapeuta, como lo vamos a ver más adelante, pareciera más bien que lo estuviera retando, de una manera que es difícil para él de entender, pues se lo continua alejando de lo simbólico y poniendo el acento en lo concreto del juego. La forma en que responde el terapeuta es señal de una dificultad para dar cuenta, una vez por todas, de la transferencia, y con esto, de la inclusión de otra manera de ver las cosas o lo que es lo mismo, que las cosas sean la representación de algo más que la forma concreta de afuera.

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5.Transferencia-contratransferencia. Utilizada como forma de comprensión necesaria para la comunicación- interpretación

Hay un momento en el que la transferencia puede ser visualizada y utilizada como forma de comprensión necesaria para la comunicación- interpretación por parte del terapeuta. Una muestra de ello es lo que sucede en la sesión pasada. Así:

T: Bueno, ya volveremos a pensar sobre eso, nos animaremos a pensar quién es ese otro con el cual quiere estar pegado fuertemente. P: si, jeje. Busquemos las fichas para armar torres. El que arme la torre más grande. Una vez se han seleccionado las fichas, en donde él escoge unas y yo escojo otras, se empieza la construcción de las torres, tarea que toma una gran cantidad de tiempo. P: ¿Usted le va a colocar un capitán encargado de manejar y controlar? T: no sé todavía. Estoy pensando. Si no le coloco, ¿qué puede pasar? P: se destruye. El mío tiene controlador y cabrilla, en cambio el suyo no. Jeje, se va a destruir. T: uhh, sí. Puesto que no tengo controlador, ni cabrilla, me voy a destruir. Entonces… P: Pues colóquele un controlador y busque una cabrilla que por ahí debe haber. T: jeje, gracias. Ahora si no me voy a destruir. P. póngale unas defensas. T: bueno, voy a buscarlas. Encuentro un personaje y lo pongo a dirigir mi torre. Luego encuentro la cabrilla y le pongo las defensas. En algún momento él objeta el personaje que inicialmente he escogido. P: no, ese capitán no sirve, tiene que ser uno con sombrero. T: Bueno, lo voy a buscar. Creo que este sí sirve. Sí, está mucho mejor. Sí, parece todo un capitán. En cambio el otro no parecía un capitán. Parecía más bien un primitivo (la figura efectivamente era la de un primitivo cazador). Un primitivo dirigiendo mi torre. ¿Como sería eso? ¿Pura rabia y nada de pensamiento? P: jeje. Empieza la pelea. En la pelea misma pasa que me dispara Fuertemente y me destruye; me doy cuenta que en ocasiones sus disparos llegan hasta golpearme de verdad y siento internamente rabia. Esto pasa en las tres batallas realizadas. Al final le digo, T: siento que a veces tiene mucha rabia adentro, pero a veces pasa que no la puede pensar, y me la pone a mí para que yo la pueda sentir y a la vez pensar. ¿Qué será lo que a veces lo pone tan rabioso acá? ¿Seré yo? Si soy yo, por qué?¿Será porque no le he ayudado a entender lo que le pasa? ¿O, será por lo que represento? P: Nooo, no es nada de eso. T: pero, no puedes negar que a veces siente rabia conmigo, pensándolo mejor, siente rabia con lo que yo represento. P: esto es solo un juego T: Un juego en el puedes sentir rabia por otro. Después de todo este diálogo le señalo, P: Bueno Jorge, nos toca dejar acá. Tengo el sentimiento de que fue muy bueno lo que pasó hoy, y querría prolongarlo, pero tenemos que suspender. P: Espere un momento. Se va para el cajón en el que guarda los juguetes acumulados en el pasado y que son el producto de sus victorias. Saca algunos y los coloca donde está el resto, mientras los otros los toma para llevárselos. El terapeuta siente estos juguetes como fálicos, pero contiene la ansiedad y la procesa internamente, de tal forma que puede separarse de ellos sin

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complicaciones. El niño sale contento con su trofeo y el engaño. Esta última ansiedad destructiva no es señalada

Con esto se desata algo que va a ser muy significativo para el proceso, puesto que llevan a que se movilicen internamente unos sentimientos de rabia en el terapeuta; se trata entonces de la parte primitiva que se impone o quiere imponerse en la relación terapéutica y que tiene sus efectos contrarios a unasalida en donde prime el pensamiento. De todas maneras, lo importante acá es que el terapeuta contiene la expresión de rabia (no responde a ella con más rabia) y la utiliza para el pensamiento mismo. A pesar de todo, puede seguir pensando. El pensamiento se impone por encima de todo lo que ocurre en la sesión, tratando de sobreponerse a la acción.

Con esto se dice que la contratransferencia da la posibilidad de pensar la transferencia, es decir, la angustia del terapeuta, permite sacar a flote la angustia del paciente. Inicialmente la transferencia provoca la contratransferencia, y con posterioridad, esta hace posible pensar la transferencia. El resultado paulatino con la introducción de otra representación de las cosas, es que el sadismo que no se atemperaba, porque su contrincante no le ayuda a contener sus impulsos sádicos, ahora sí se logra.

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6. REFLEXIONES FINALES

En el presente trabajo de investigación, se realizó un seguimiento y análisis sobre el funcionamiento psicoterapéutico en tres casos, dos niños y una adolescente atendidos en una institución de protección, en condiciones de vulnerabilidad y riesgo psicosocial. En esosmomentos hay que decir que uno de ellos fue objeto de maltrato por parte de los padres, la otra fue espectadora de las agresiones entre los padres y el últimofue objeto de abandono por parte de los padres. Todas y cada una de estas situaciones, que podrían ser caracterizadas como síntomas, están determinadas por la forma de vinculación, los antecedentes histórico- evolutivos, el bajo nivel de escolaridad y la situación socio-económicaen que viven estas familias.

En el análisis del material se tuvieron en cuenta las condiciones psicológicas al ingresode los pacientes. Si bien se podría establecer algunos cambios de cada uno de estos pacientes, asociados con una especie de pensamiento y emoción verdaderos, cierta aceptación de lo escolar, promoción de curso, disminución de malestares consigo mismo o con los objetos, y en las formas de asumir las relaciones de forma distinta, el presente trabajo no se enfocó en el análisis en su desarrollo psíquico. Este trabajo de investigación intervención centró su

133 análisis en la forma como el psicoterapeuta iba asumiendo el proceso, desde el inicio de cada caso, hasta el final, lo que por supuesto está en estrecha relación con lo que el paciente trae a sesión y con su funcionamiento psíquico. El proceso en cada caso, a la vez que las transformaciones que se fueron dando de un caso a otra, permitió entender los movimientos y las transformaciones en la forma de trabajardel terapeuta, en particular la emergencia de unapostura distinta hacia el juego, una capacidad mayor de presencia emocional frente a los niños y, derivado de lo anterior, una comprensión progresiva del papel en el conocimiento y en el trabajo de intervención del proceso de transferencia-contratransferencia.

A continuación se va a dilucidar el proceso de transformación del psicoterapeuta en la terapia realizada con cada paciente, pero también la transformación ocurrida entre un paciente y otro gracias a la confluencia de la formación teórica y la practica clínica.

6.1 El funcionamiento terapéutico y su respuesta ante la primacía de un contenido adhesivo/proyectivodoloroso-rabioso-vengativo

El recorrido sobre el análisis alcanzado sobre las funciones del terapeuta se presentan en lo que sigue teniendo en cuenta en primer lugar los estados emocionales del terapeuta y lo que se deriva de ello en la escena terapeutica. En pirmer lugar, como se vió con Fabio en el aparte de los resultados, las fluctuaciones permanentes en sus relatos, cargados se sensaciones desorganizadas que no correpondían a objetos claros, sino más a descripciones alternantes, no le permiten al terapeuta comprender nada de lo que sucedía en la escena. Su poca respuesta verbal se acompaña de un estupor emocional que lo deja paralizado, presente pero sin poder aclarar algo en su mente sobre lo que le sucede al niño.

Frente a esto hay varios elementos principales para tener en cuenta; en primer lugar, es claro que el terapeuta no tenía en la mente una herramienta conceptual que le permitiera entender este encuentro y este funcionamiento del niño. Su mente estaba saturada de elementos teóricos poco útiles en este caso y de una “idea” de funcionamiento “analítico” distante, frio y “neutral” que se había pre-formado anteriormente y que se anudaba de forma armónica con su capacidad de respuesta y falta de disposición emocional en general. La idea de la escucha

134 de las palabras, que en el caso de Fabio eran dehilbanadas, difíciles de seguir, produjo un encuentro fallido. A la manera de un des-encuentro entre historias deshechas que ruedan sin que haya un contiente que ordene, dé forma y organización, y cumpla con la función de pensar, diferenciar, aclarar, condición que por supuesto Fabio no tiene, pero que el terapeuta tampoco. En este caso no existe el encuentro debido a que no hay continentes o un continente disponible en la mente del terapeuta. Cecilia Muñoz dice que “en esta relación el paciente es como un bebé angustiado, que no encuentra un pecho-pezon para depositar sus angustias y tomar alimento” (Muñoz. C., 1989. P. 453).

Este aspecto personal se convirtió durante mucho tiempo en el terreno de batalla de sus supervisiones y sus desencuentros con la novedad que le presentaba en la formación como terapeuta de orientación psicoanalítica desde otro vértice, como es la propuesta inglesa, que pone el acento en el conocimiento y la transformación en la “experiencia emocional”. Para Meltzer una experiencia emocional hace referencia a aquella que puede estar sujeta a “el Pensamiento, personalidad, experiencia emocional, formación simbólica, juicio, decisión, transformación, lenguaje, o bien al comportamiento, instinto, respuesta social aprendida, hábito, respuesta automática, comportamiento no emocional, resultando de cada una distintos fenómenos, por ejemplo en este ultimo caso, la evacuación, los “incrementos de estímulos de la mente, en alguna forma, siendo la ruta de evcuación, la alucinación, perturbaciones psicosomáticas, lenguajes o acciones sin sentido (pantalla beta), comportamiento grupal (Meltzer, 1990. P. 18).

Esto fue lo que pasó en el caso Fabio. Al terapeuta no poder pensar o poder simbolizar la experiencia emocional del paciente, el resultado fue el lenguaje y las acciones sin sentido, pedazos de conversaciones, quejas y alegatos, que resultaron inservibles para el análisis. Elementos bizarros, apelmazados e indiferenciados unos de otros, o clises que suele agregarse como el producto de identificaciones adhesivas, que hicieron que la atmosfera del consultorio fuera invadida por ¨una nube oscura¨. Esto desde luego, en lugar de la atmosfera claray nutritiva producto de una reproducción de un “Insight-continente-contenido”, en donde abunde entre otras el juicio y la decisión.

Si el desencuentro estaba presente, entonces tenemos que pensar que otras cosas hacían parte de la escena. Como ya se mencionó, el terapeuta se había formado una idea “rigurosa” del 135 trabajo, que se expresaba entre otras cosas en el mantenimiento del encuadre “analitico” tal y como puede ser establecido en las instituciones. El terapeuta estuvo presente, de cuerpo presente para el niño, de manera constante y repetida, produciendo una ritualidad que a su vez fue generando un proceso entre los dos. No existían las interpretaciones, ni otro vivo emocionalmente que jugara con él, pero había un escenario tranquilo, en el que el niño descargaba una y otra vez esos elementos que le irritaban, sin que existiera tampoco la respuesta habitual de su entorno familiar y social.

La ritualidad del encuentro fue haciendo que el encuadre tuviera la función del continente que hacía falta en la pareja que se cobijaba en esta “cueva” silenciosa y en paz, como una atmósfera que sin duda fue permitiendo lentas y progresivas recuperaciones del funcionamiento de la pareja.La sesión-cueva-encuadre funciona en este caso como un elemento tercero que los reune en la diferencia, a la manera paradójica, tal y como lo formula Winnicott:

Es decir como una experiencia que acoge elementos contrarios, un terapeuta y un niño que no se entienden, perdidos el uno del otro y de lo que sucede más allá de la observación concreta, que no se han podido conectar, pero tienen la ilusión de lograrlo (…) Cuando se tolera y respeta la paradoja se otorga al pensamiento un carácter dialéctico, un movimiento que origina y sostiene una tercera tópica: el espacio potencial o transicional. La paradoja implica precariedad y, por tanto, riqueza de significación: riqueza psíquica (…) en un primer tiempo de la paradoja, “el bebe no existe”, es decir, depende totalmente del cuidado materno. Pero a la vez, en un segundo tiempo de la paradoja, el bebé en su omnipotencia cree que el mundo es parte de mí (me), hasta que la madre le desilusiona y le ayuda a ingresar en la realidad, donde el mundo es distinto de mí (not me). Una dialéctica paradojal (el bebé no existe y además cree que el mundo es parte de él), o tercer tiempo de la paradoja, que Winnicott “acepta pero no resuelve” en el espacio transicional, un espacio de significación de los objetos (Winnicott. 1972, p.p. 12-30).

Así se produce un encuentro que va permitiendo poco a poco la re-vitalización del terapeuta. En primer lugar, surgen las palabras del terapeuta como una forma de existir, que el niño no escucha inicialmente pero que ponen el acento en que hay alguien más en este lugar, no solo el niño con sus excitaciones y palabras deshibanadas. Luego aparecen las preguntas que hace el terapeuta, que tienen un elemento de curiosidad sobre lo que al niño le ocurre, creando pequeñas diferenciaciones, aclaraciones entre los personajes, y, con esto, la experiencia de otro que se interesa poco a poco en sus relatos y en lo que hace, en su juego; progresivamente van apareciendo otro tipo de intervenciones, hipótesis interpretativas que dan cuenta de un

136 ejercicio de comprensión y tanteo del terapeuta que abren la puerta a una relación intersubjetiva, en el que la existencia de ambos está presente a la vez que una comunciación de ida y vuelta.

El contiente ya no solo está afuera, en el encuadre, sino que empieza a aparecer en la mente de los participantes, lo que hace que también el niño pueda hablar-sentir con el terapeuta sus dolores y sus miedos, en lo que claro que existe entonces un yo emergente en el niño, inestable, pero que puede ahora cumplir con funciones que inicialmente no estaban presentes, que puede oir y que puede ser escuchado, transformación que se fue produciendo poco a poco en el terapeuta, en donde ahora si es posible que esta experiencia compartida pueda tener o comenzar a tener la cuilidad estética a la que se refiere Meltzer (1990):

Estar sentado en un consultorio unas dos mil horas por año mirando las sombras en la pared de la propia mente parecería indudablemente algo ascético o fanático para hacer, si no fuera por el íntimo compañerismo con los pacientes. No puede existir ninguna ilusion de poder mirar en la mente de otra persona, pero la situación y el método ciertamente fomentan y desarrollan una capacidad para mirar dentro de la propia y un interés por los hechos allí encontrados (p. 202).

Entender el papel y el lugar de origen del desarrollo de la experiencia emocional fue un trabajo que poco a poco se fue realizando, y que significó para el terapeuta una transformación fundamental en lo teorico, técnico y clínico. Esta transformación de la que aquí se habla hace posible el abandono esquemático y rígido de Freud-Lacan por un arribo a la triada Klein-Bion-Meltzer, en un sentido que aparece claramente descrito por el mismoMeltzer (1990) en uno de sus escritos, refiriéndose a las preocupaciones diferenciales de dos autores:

Cuando Freud pasó a un modelo estructural, lo llevó desde una ciencia explicativa preocupada por las causas, a una ciencia de tipo descriptivo más preocupada por el significado. Aunque se encontraba aún influido por la tradición filosófica, según la cual la razón se encuentra ligada al lenguaje y el pensamiento es sinónimo de lógica. Para él el sistema inconsciente seguía siendo muy confuso, en tanto que el pensamiento que estaba en el preconsciente donde las representaciones-cosa eran reemplazadas por representaciones- palabra. El pensamiento empezaba con la adquisición del lenguaje (…) Fue Bion quien planteó que el pensamiento forma parte de la historia natural de los seres humanos, cuando empezó a observar las perturbaciones del pensamiento e incapacidad para pensar en algunos de sus pacientes. Fue el primero en llamar la atención hacia el problema de la génesis del pensamiento. Una de las ideas centrales de su pensamiento consiste en que si ocurre una experiencia emocional y ésta no es procesada para formar representaciones simbólicas que puedan ser usadas para sueños, pensamiento, memoria, juicio, decisión y acción será

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necesario evacuar los “incrementos de estímulos de la mente, en alguna forma. Las rutas de evacuación son: alucinación, perturbaciones psicosomáticas, lenguajes o acciones sin sentido (pantalla beta), comportamiento grupal (p.p. 16-36).

6.2 La función terapéutica y su respuesta ante un contenido/no contenido en la búsqueda exitosa/infructuosa de un continente que la escuche

En el proceso psicoterapéutico con Mariaincluye al incionarraciones que hacen presentes los conflictos familiares y las peleas entre los padres. Ella en ocasiones se hace participe pasiva o activa de los conflictos entre los padres y en otros momentos se pone al margen. En ocasiones habla de su hermano y su deseo de protegerlo, se queja de la madre y luego del padre. En algunos momentos ella pierde la esperanza en que su familia se recomponga, haciendo cada vez más alusión al deseo de tener otra familia o vivir lejos de la suya. Tambien en este momento busca al terapeuta para pegarse como una calcomanía se pega en la pared o para estar con él en una convivencia emotiva.

El recorrido que se inicia con Maria, de igual manera que el tratamiento con Fabio, se presenta teniendo en cuenta los estados emocionales del terapeuta y lo que se deriva de ello. En primer lugar, como se vió en Maria en la parte de resultados, su ser en sí, y luego los pedidos que ella hace,pedidos frente a los el terapeuta no tiene recursos de contensión, que le producen angustia y en ese estado que no puede contener ni comprender, hace que no pueda contener ni comprender lo que ocurre allí en la escena. El silencio, la respuesta en eco, o la respuesta verbal concreta se acompaña también de cierta manera de un estupor emocional, que hace que el terapeuta no pueda recibir, contener ni simbolizar el estado emocional de la paciente.Por esto Maria no pudo reconocer su voz emocional, a pesar de los muchos intentos emocionales que ella efectuó. A la manera de un niño con una “madre muerta”, que utiliza todos sus recursos para regresarla a la vida, sin éxito. El terapeuta no pudo más que morirse psíquicamente para evitar los embates peligrosos que hacía María y que se convertían en un riesgo de descontrol cada vez mayor. La anestesia psíquica en este caso operó como defensa ante el “fulgor” de la joven adolescente. Por supuesto esto nos recuerda los peligros ya adevertidos por Freud en 1912, sobre la transferencia erótica:

Es cierto que a primera vista no parece que del enamoramiento en la transferencia pudiera nacer algo auspicioso para la cura. La paciente, aun la más dócil hasta entonces, ha perdido de pronto toda inteligencia del tratamiento y todo interés por él, no quiere hablar ni oir más

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que de su amor, demanda que le seacorrespondido; ha resignado sus síntomas o los desprecia, y hasta se declara sana. Sobreviene un total cambio de vía en la escena, como un juego dramático que fuera desbaratado por una realidad que irrumpe súbitamente (por ejemplo una función teatral que se suspende al grito de ¡fuego!). El medico que lo vivencie por primera vez no hallaría fácil mantener la situación analítica y sustraerse del espejismo de que el tratamiento ha llegado a su fin (p.p. 165-166).

De nuevo con María falta el contacto, la contención, comprensión y simbolización de la experiencia emocional que es retraída de la escena pero en este caso debido a que fueron las sensaciones y el riesgo de ellas lo que hizo que el terapeuta optara por la riguidez, el silencio y la distancia. Es decir, predominaron sensaciones lo que imposibilito la experiencia emocional misma. Vale la pena pensar acá volver sobre su significación. Para Meltzer (1990) una experiencia emocional:

Un encuentro con la belleza y el misterio del mundo que despierta un conflicto entre L, H y K y –L, -H y –K. En tanto que el sentido inmediato es experimentado como emociones quizás tan diversas como los objetos capaces de evocarlas en esa forma inmediata, su significación siempre se refiere, en última instancia, a las relaciones humanas íntimas (…) El sentido implica un complejo de experiencias preceptúales que deben ser exploradas por la imaginación, usando la simbolización, en primera instancia. El único parámetro de diferenciación es subjetivo: nos interesa o no nos interesa. Si se ve al sentido de esta forma, donde la emoción es la manifestación primaria, la significación debe ser vista como su elaboración, dentro de la misma imagen general del mundo construida por la imaginación. Cada vez que una emoción da a luz a una nueva idea, se desencadena un cambio dramático anunciado por la ansiedad catastrófica, ya que toda la imagen-del-mundo (Money-Kyrle) debe reordenarse para dar paso a la nueva idea. Los primeros indicios de ansiedad catastrófica hacen sospechar inmediatamente la existencia de una nueva idea incipiente (…) Las relaciones humanas “íntimas” como las experiencias emocionales son capaces de desencadenar pensamiento. La armadura exterior del carácter social, adquirida de forma desmentalizada, a través de formas primitivas de identificación, entrenamiento, mímica, condicionamiento, etc. Esto es necesario para sobrevivir, pero compite con los procesos de las experiencias emocionales y el aprender de ellas a través del pensamiento, a partir del cual, la imaginación construye una imagen–del-mundo (p.22). Y como Meltzer insiste en su obra, es la experiencia emocial la que da lugar al desarrollo psíquico y no las estrategias a las que se recurre para eludir el dolor mental, que en últimas, en el mejor de los casos, apuntan a la sobrevivencia psíquica. Así el terapeuta se mantuvo durante todo el tiempo del trabajo con María protegiendo su sobreviencia.

La teoría que el terapeuta utilizó a manera de racionalización para enmarcar el caso, la idea de funcionamiento terapéutico distante y neutral que se anudaba armonicamente con su capacidad de respuesta y falta disposición emocional. La idea de escuchar palabras, incluso

139 más allá de las vivencias oníricas de Maria, para sacar a flote lo reprimido sexual, no condujeron ni a la comprensión de aquello que se suponía en el transfondo, y en su lugar, lo único presente fue la distancia emocional. Hay nuevamente un desencuentro a la manera como lo plantea Cecilia Muñoz (1989):

La paciente es un contenido que quiere encontrar un continente para que le ayuden a entender sus experiencias de incomprensión con los otros. Pero la analista no es un continente adecuado, no está en disponibilidad de recibir y participar para darle la idea de que está siendo comprendida. En esta relación la paciente es un bebé angustiado, que no encuentra un pecho- pezón para depositar sus angustias y tomar alimento. Repite experiencias similares a las que vivió con su propia madre. La paciente no puede entender qué le pasa a la analista. Percibe, adecuadamente, que la analista está ausente, pero no hay quien le diga que está en lo cierto, ni quien corrija la actitud que motiva la incomprensión. Esta búsqueda de continente, sin encontrarlo, desintegra y convierte la experiencia emocional en impensable, no es posible convertir los elementos Beta con elementos Alfa (…) La posibilidad de poder utilizar alternativamente la función continente-contenido falla en la analista, quien es solamente un contenido que busca desesperadamente un continente, pero que falla en su función continente para tomar contacto con el estado de la paciente, lo cual sería el contenido inicial al cual debería prestar atención. La falta de continente, en los dos casos, deja a los pacientes con sensación de desintegración, de ensayo frustrado, de vacío. Los contenidos se vuelven persecutorios, intrusitos o se pierden (P. 453). Las comunicaciones verbales que fue haciendo el terapeuta, las cuales se hicieron en ausencia de otras referencias teóricas que le permitieran la comprensión tan necesaria para su labor, hizo que elaparato para pensar dela paciente se mantuvieraen un estado de saturación y desintegración que imposibilitaronproducir-recibir verdaderamente y simbolizar algo más que lo ubicado en la superficialidad; algo que le imprimia un toque de aburrimiento y nuevamente de incomprensión a la sesión. Ella se queda entonces por un tiempo haciendo pedidos o mostrando interés con objetos para atraer al terapeuta y tal vez despertarlo o hacerlo reaccionar; como cuando le hablaba de lo que le gustaba, hacia aparecer “terceros” o no asistía a la consulta. El asunto es que si esto estaba presente, y la presencia del terapeuta había llevado al paciente a tal estado de desconexión de las emociones, con-fusión e incomprensión, como hacer coincidirlo con los logros mencionados desde antes y que también aquí se hicieron presentes en este caso.

Como ya se mencionó en el caso Fabio, para este caso el terapeuta se había formado también una idea “rigurosa” del trabajo. El terapeuta estuvo presente con su cuerpo (no con su mente) para la adolescente, de manera constante y repetida, produciendo una continuidad y ritualidad que en este caso no fueron generando un proceso entre los dos. No existían las

140 interpretaciones, ni otro vivo emocionalmente que pudiera abrirle espacio al juego con ella, pues el terapeuta sigue sin reconocer las emociones y lo emocional. En este caso, la primacía de lo sensorial llevó a la inovilidad del terapeuta, que se convirtió en un escudo protector de actuaciones que prodrían tener el sello de la transgresión. El terapeuta hizo lo que mejor pudo para contenerse y evitar la confusión que puede darse en estos casos, dada la intensidad de las demandas y su variabilidad que iban desde la necesidad de ser cuidada hasta la urgencia de seducir al padre para poder tener algún objeto, en un tiempo en que esta seducción era posible.Y esto ya representa una experiencia con un objeto masculino que se mantuvo en un esfuerzo de cuidarla como objeto de deseo, sin aprovecharse ni confundirse con sus aspiraciones.

La continuidad del encuentro fue haciendo que subsistiera en la paciente, al decir de Freud (1998)“la necesidad y la añoranza como unas fuerzas pulsionantes del trabajo y la alteración (…) evitando la actuación o la repetición en su vida de algo que solo debe ser recordado, reproducido como material psíquico y conservado en el ámbito psiquico”(p.p. 168-169). Así se produce un encuentro que va permitiendo poco a poco que la paciente pueda hablar de un tercero como objeto de interés y de amor, las condiciones o características de esa relación, algunas fantasiasde su “añoranza sexual” y en parte la “hostilidad de la mujer desairada”. Es en este punto donde puede pensarse en una verdadera terminación del proceso o de un alejamiento de la paciente del proceso terapéutico, en parte tambien frustrada por un deseo no cumplido.

6.3 La función terapéutica y su posible correspondencia con un objeto vivo/pensante

Jorge, el tercer caso expuesto, es un niño que a pesar de llevar una vida lejos de los padres, no dramatiza la ausencia de estos. Hasabido encontrar en la abuela y en los comic un objetorefugiosustituto para sobrevivir. En Jorge esta ausente el dolor y la rabia de su palabra, pero esta presente en su cuerpo y en sus acciones, en sus necesidades de ganar en el juego.De hecho Jorge actuapedazos de escenas que coloca en el consultorio y tienen como argumento principal las batallas de Goku contra sus enemigos. Jorge casi siempre encarna a este personaje poderoso y destructivo, colocando al terapeuta en ocasiones como su rival o su aliado.

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Para el terapeuta estos juegos que se dan desde el principio del proceso, hacen que se imprima en Jorge un sentido falso, pues en ocasiones da la impresión de seruna especie de figura poderosa e invulnerable, es decir, realmente fuerte, o mejor, como si no sufriera. Sin embargo, más allá de esto, se trataba de una figura frágil, como se decía antes, con un dolor y una rabia interna que no ha logrado ser puesto en palabras. Es como si se tratara de una personalidad contenida por la piel, a modo de una segunda piel como lo llama E. Bick referenciada por Meltzer (2007):

Como se da en las personas que no pueden contener sus objetos o de esos niños que logran contenerse a través de lo que se puede llegar a denominar como piel muscular, en el que los músculos tratan de contener los objetos; otros tratan de contenerse y mantenerse integrados a través del lenguaje, entendiendo por este lenguaje aquel que no tiene en cuenta el significado de las palabras sino el que se constituye en el habla de cosas sin sentido (P. 181).

Con Jorge, al igual que Fabio y María, las sesiones de psicoterapia empezaron con mucho silencio por parte del terapeuta. Sin embargo, con Jorge el silencio del terapeuta revela su no saber qué hacer, una especie de estupor, pero al tiempo que su función de acompañamiento respecto de algo distinto que esta sucediendo: el juego. El asunto es que con Jorge desde el principio las comunicaciones se centraron a partir dela experiencia del juego. Jorge desde el principio de las sesiones está jugando.

Con losprimeros juegos y las invitaciones a jugar de Jorge surgen algunas preguntas y dudas para el terapeuta: tenía que jugar o en su lugar quedar restringido para el juego. Si bien el niño jugaba desde el principio, el lugar que tenía el terapeuta ante el juego era distinto. En algunos momentos intentaba jugar, mientras en otros momentos no lo hacía, se ubicaba como un observador pasivo. Cuando jugaba lo hacía de una forma tímida y poco comprometida. Esto era un asunto complicado, más cuando el paciente ya lo había solicitado, ya lo había invitado a jugar, y era notable que no fuera a estar si el terapeuta no jugaba, y antes que eso, propusiera una relación desapacionada.

En los trabajos con Fabio y María, especialmente con el primero, ya había experimentado el terapeuta los efectos de la no disponibilidad respecto al juego. En ese momento el terapeuta había sentido la indisposición frente al juego, pues si se disponía a realizarlo, distraía su atención frente a lo que el paciente le comunicaba verbalmente. La relación en escena se hace

142 similar a la de un director que demanda a un actor actuar pero el actor solo se constituia en un ojo que observa. Lo que el terapeuta le devuelvíaa Fabio y a María de esa manera no era una relación apasionada, sino un objeto observador, que por su quietud y dificultad para entrar en el juego se asemejaba a una cámara que capta, pero no devuelve imágenes ni sonidos. Los resultados fueron entonces “Comportamiento, instinto, respuesta social aprendida, hábito, respuesta automática, comportamiento no emocional”. Ahora con Jorge el riesgo era repetir.

Sin embargo, una cosa jugará en favor del juego como una actividad comprometida por parte del terapeuta. Con Jorge el terapeuta no tiene espacio para estar estatico o como un ojo que nada más mira, como ocurría con Fabio o María, porque cuenta con un “despertador” permanente que le dice que “es la hora de jugar”. Desde que Jorge entraba a las sesiones se pregunta también “con qué jugar”, llevando insistentemente al terapeuta a hacer parte de se juego con un “hágalo también” o “tome estos tesoros”. Hay un momento en el cual el terapeuta no se resiste a ello, se deja invitar por Jorge, quien lo arrastrará a lo más profundo del juego de forma permanente mientras permanece con vida.

El terapeuta vence entonces una parte de su resistencia movilizando por los impasses anteriores. Ahora bien, al entrar el terapeuta en el juego, cuando se anima a jugar como un objeto vivo, se empieza a observar un desarrollo lógico en el proceso terapéutico con Jorge, relacionado esto con el acto de jugar. Primero que todo el niño se siente interesado en el tratamiento o en la relación terapéutica, queriendo que el terapeuta lo atienda todos los día de la semana. Por otro lado, el juego como forma comunicativa opera y los juguetes sirven para comunicar la realidad interior, abriendo una buena posibilidad para el dialogo paciente- terapeuta, al estilo de un acople como lo llama Cecilia Muñoz (1989), y en el que el “terapeuta puede permitierle al paciente que entre en contacto con su propio estado” anímico (p. 460).

Así en el juego el paciente encontraba una manera de hacer útil al terapeuta creandole papeles para hacerlo participe como seguidor o sometiéndolo omnipotentemente. Cuando esto ocurría, el terapeuta no tenía la palabra, pero el paciente tampoco esperaba que la tuviera, porque todo el tiempo quería tenerla para reforzar su poder sobre el otro; el asunto era queel terapeuta debía limitarse en sus juegos tan solo a ser utilizado como un objeto vencido y

143 lograr una realización de la visión subjetiva que se tenía del objeto. Para el paciente también se trataba de que en los juegos el terapeuta fuera un padre bueno con el bebé, para hacer posible la realización del acto de fusión, haciendo real lo que se encontraba dispuesto a encontrar. Desde luego también había una posibilidad de realización que no debía ser quebrantada, y era la de que el terapeuta debía constituirse en un objeto que puediera ser repudiado, aceptado, otra vez repudiado para nuevamente ser aceptado.

Se tienen numerosas sesiones en las que paciente y terapeuta juegan como si fueran dos niños, uno de los cuales el paciente representaba cierta experiencia de control mágico, es decir, la experiencia de lo que se denomina la omnipotencia de objeto. No hay ninguna dificultad en el juego propuesto. Sin embargo, hay un momento en el que el paciente sigue entonces repitiendo inquebrantablemente sus sentimientos de omnipotencia en el juego, de tal manera que el terapeuta va experimentando a su vez una especie de aburrimiento, que no hace visible, pero tampoco puede pensar y ser utilizada como una comunicación en la sesión. La angustia de castración del terapeuta, asociada con el aburrimiento, tampoco logra ser comunicadas en ningún momento del proceso, como tampoco le era comunicado nada por parte del terapeuta, cuando Jorge lo hace complice en sus juegos o cuando intenta complacerlo dejandolo ganar un poco. En su lugar aparece la actuación del terapeuta o la contra-actuación.

Si bien, el terapeuta logra aprender que la disposición a abrirse al juegoy participar en el juego son fundamentales, queda pendiente en el tratamiento con Jorge un asunto, y es que no logra el terapeuta hacer posible el pensamiento en medio de todo ese juego, entre otras cosas, para hacer de la experiencia terapéutica lo que es, y no meramente un encuentro entre dos para jugar, siendo el terapeuta todo el tiempo sometido en silencio o con el que se continúan las actuaciones sin pensamiento; es decir lo sádico-masoquista.Un bloquemiento del terapeuta que operaba en estos momentos era que, a pesar de estar sintiendo muchas cosas y que todo eso que sentía era despertado por el paciente en la relación actual, no eran utilizados en favor del propio proceso. La intuición del terapeuta no había hecho posible conectarlo con los propios sentimientos, con el objeto de que encontrara el momento de su realización en una comunicación verbal al paciente. Había una desconexión entre lo que hace y puede sentir el paciente apartir de lo que hace y puede sentir el terapeuta mismo, a manera de hipótesis;

144 esto no se da más que de una forma precaria cuando Jorge le manifiesta que “nunca pierde” o quiere convertir en aplastante perdedor al terapeuta.

Así, hubo un momento en que la capacidad comprensiva-interpretativa del terapeuta hace intentos deseleccionar hechos para hacer posible su realización en una interpretación.Entonces el psicoterapeuta toma el material desintegrado del paciente y lo convierte en una interpretación, que no es más que un intento de convertir en elementos alfa, la experiencia emocional del paciente y del terapeuta. Sin embargo, a veces ocurre que la palabra es usada para intentar una comprensión que se queda en el objeto externo y no en el funcionamiento psíquico, mientras en otra ocasión, el terapeuta hace intentos de expresar sus sentimientos internos, pero lo hace de una forma incomprensible para el paciente, es decir, comunica una hipótesis que no le llega. Cuando esto ocurre, se emite una interpretación incomprensible, el paciente todavía no se conecta con los contenidos internos, dándose entonces un cambio de juego con la posibilidad de precisar sus sentimientos. En este tipo de relación, el paciente tiene posibilidad de comunicar algo pero el terapeuta no está con la suficiente claridad para devolverle algo igualmente comprensible al paciente. Se trata de una especie de desencuentro, “en el que la madre no es un contenido que encuentra un continente en el bebé o pero a la vez la madre no es un continente para la experiencia del bebé” a pesar de los intentos comunicativos de ambos.

Ahora bien, si el desencuentro estaba presente, entonces de igual manera que en los casos anteriorres de Fabio y Maria, se tiene que pensar en dónde radica el valor del tratamiento realizado. Si bien no existían las interpretaciones, existía un otro vivo emocionalmente que jugara con él, y que le permitiera ser activo respecto de aquellas cosas en las cuales con el otro era pasivo a propósito de su entorno familiar y social. De hecho se presentan algunos momentos en los que el juego da la posibilidad al paciente de hacer pedidos e intercambiar tareas con el terapeuta. En estos momentos el terapeuta, que se ha involucrado en el juego de forma activa, ocupa el lugar asignado por el paciente, y responde de acuerdo a lo solicitado por él, sin salirse del esquema relacional preconcebido por el paciente. El paciente entonces puede satisfacer su omnipotencia, encontrando para ello un espectador activo e incondicional. Winnicott (1972) describe esto como paso en el desarrollo:

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Al principio el niño y el objeto se encuentran fusionados. La visión que el niño tiene del objeto es subjetiva, y la madre se orienta a hacer real lo que el niño esta dispuesto a encontrar. Posteriormente el objeto es repudiado, re aceptado y percibido en forma objetiva. Este complejo proceso depende en gran medida de que exista una madre o figura materna dispuesta a participar y a devolverle lo que le ofrece. Ello significa que la madre se encuentra en un ir y venir que oscila entre ser lo que el niño tiene la capacidad de encontrar y (alternativamente) ser ella misma, a la espera de que la encuentren. Si la madre puede representar este papel durante un tiempo, sin admitir impedimentos, entonces el niño vive cierta experiencia de control mágico, es decir, la experiencia de lo que se denomina la omnipotencia en la descripción de los procesos psíquicos. Esto se encontrará a medio camino del desarrollo de la capacidad de encontrarse solo en presencia de alguien. El niño juega bajo el supuesto de que la persona que ama y es digna de confianza se encuentra cerca. Por otro lado también se encuentraa medio camino hacia la posibilidad de permitir una superposición de dos zonas de juego y disfrutar de ella. Primero por supuesto es la madre la que juega con el bebé, pero que cuida de encajar en sus actividades de juego. Tarde o temprano introduce su propia forma de jugar, y descubre que los bebés varían según su capacidad para aceptar o rechazar la introducción de ideas que le pertenecen (P. 61)

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7. BREVES CONCLUSIONES

 Al haber abordado los casos de Fabio, María y Jorge fue posible establecer unos cambios en la forma de trabajar y hacer psicoterapia con niños. Desde luego estos cambios fueron posibles por la conjunción de la teoría y la práctica. En este caso no hubo práctica aliviadora solo hasta cuando hubo una teoría afirmada. Cuando el terapeuta empieza a leer teoría y a relacionarla con los casos empieza a darse cuenta de lo que sucede en ellos y su forma de relacionarse con ellos cambia. Esto pasó cuando pudoadentrase en la teoría de Bion-Meltzer sobre La experiencia emocional y pudoentenderlos. En ese momento toma consciencia sobre qué hacer en cada nueva apuesta terapeutica. En el caso de Jorge, que fue el caso que más se nutrió de estos adelantos,empezó a confiar en sus propias emociones a la hora de pensar en las emociones del paciente; esto a pesar de que para ello, antes deban sucederse uno que otro impasse. El resultado es la compresión de una gran parte de la vida del paciente a partir de una recuperación, como lo dice Bion (1990),“del estado de desmentalización del terapeuta, es decir, ubicado fuera del área en la cual las experiencias emocionales son aceptadas, observadas y pensadas mediante la simbolización del significado de las emociones evocadas”(p. 31).

 En el caso del juego y los juguetes, la teoría también tuvo unos efectos positivos. Cuando el terapeuta abordóa Fabio o María, no existía en él una teoría del juego incorporada y que le permitiera orientar la practica de manera aliviadora. Sin embargo, cuando asume a Jorge, un niño que todo el tiempo se comunicaba por el juego y hacía invitaciones a jugar, su interés por la teoría del juego se despierta. Entonces empieza a leer a Winnicott, sus definiciones sobre el objeto y los fenómenos transicionales, o el concepto de paradoja. Entonces el proceso terapéutico y en particular el juego comienzan a ser entendidos de forma distinta. El terapeuta setranquiliza porque empieza a ver indicadores de desarrollo psíquico en lo que hace: jugar. De creer que estaba perdiendo el tiempo con el juego, empieza a verse encaminado con Jorge a la conquista de algo que entonces ubicaba más allá del narcisismo, es decir, el movimiento que inscribe lo vivo, el desarrollo de la capacidad

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para estar solo y preocuparse por el otro de una forma verdadera. El trabajo que aun se sigue realizando con Jorge le apuesta en esa dirección.

 En lo que tiene que ver con la transferencia-contratransferencia había algo que también era confusopara el terapeuta y que se hizo visible principalmente en los casos de Fabio y María, y en menor medida en Jorge. El problema era que no entendía qué era la transferencia, como se manifestaba y cual era el lugar del terapeuta frente a ello. Solo sabía que debía ser contenedor de la transferencia (emoción), que en algún momento debía interpretarla, pero no sabía de qué manera se hacía.La claridad vino con Jorge y por vía de la transferencia quese instauro y la contratransferencia que se despertó en él. Con Jorge reafirmó la idea que no solo basta ser contenedor de la transferencia, sino hacer posible su comprensión, es decir constituirla en un acto de pensamientoque se comunica. Aprende a hacerla acto de pensamiento no viéndola aislada, o como un elemento separado de la contratransferencia, sino en correspondencia con ella. Según Cecilia Muñoz, “la transferencia es en esencia inconsciente, e implica el objeto envidioso, sádico aterrador, muerto, confuso, denigrado, amoroso, tierno o interesado, es decir algo que puede llegar a contraponerse a las características externas del terapeuta”. Por otro lado, afirma que la contratransferencia es algo de las mismas características de lo que vive el paciente pero que se despierta en el terapeuta en la relación con el paciente. A la hora de significar la transferencia el terapeuta no debe perder de vista que los sentimientos que se despiertan en él pueden servir como indicador de los sentimientos del paciente. El terapeuta en algún momento experimenta sentimientos negativos hacia el paciente, el asunto es que logra hacer con eso, teniendo dos posibilidades, ya que ellos pueden ser usados como actuaciones o como pensamientos, parte del pensar que se comunica al paciente.

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8. BREVES RECOMENDACIONES

De acuerdo a lo anteriormente dicho, con los análisis de resultados y las reflexionesde los casos, es relevante a modo de conclusiones, realizar una sugerencia en lo querespecta al trabajo psicoterapéutico, en instituciones de protección.

 A propósito de la intimidad paciente-terapeuta. Es muy importante que el equipo operativo y la directora de la institución se puedan dar por enterados sobre lo que se hace en el cuarto terapéutico y sobre lo que se puede llegar a movilizar en los pacientes como transferencia negativa sino se le ofrecen las condiciones de trabajo estables. Para la institución puede resultar en ocasiones incómodo las condiciones en que se lleva un proceso terapéutico de orientación psicoanalítica, tanto por los horarios fijos, como por el pago simbólico, o por la prioridad que pueden llegar a tener unos pacientes sobre otros. En ocasiones por desconocimiento pueden llegar a movilizarse en contra de esa intimidad hasta el punto erigir ataques encubiertose incluso abiertos contra el vinculo. Citaciones a reunión, programación de estudios de caso, participación en talleres o capacitaciones, deben poderser negociadas con la institución hasta el punto que las interrupciones en las sesiones se disminuyan lo más posible. La constancia, la consistencia, o la permanencia deben ser atributos también valorados por la institución respecto del trabajo que realizan los psicoterapeutas de orientación psicoanalítica, y otorgarle valor al trabajo aliviador que allí se da.

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