Pdf Traslación De Los Cuerpos Reales De Granada a San Lorenzo De El
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TOMO LX. Enero, 1912. CUADERNO I BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA INFORMES i TRASLACIÓN DE CUERPOS REALES DE GRANADA Á SAN LORENZO DE EL ESCORIAL Y DE VALLADOLID Á GRANADA Siete cartas inéditas del rey D. Felipe II. Entre los muchos documentos que han llegado á mis manos, heredados unos y adquiridos otros, existen siete preciosas cartas reales del Rey D. Felipe II, dirigidas á D. Pedro Deza, Presidente de la Real Cnancillería de Granada, con fechas de 16 de Octu bre, 4 y 30 de Noviembre, 4 y 6 de Diciembre de 1573 y 15 de Marzo de 1574) disponiendo la traslación de los restos de Reyes y Príncipes de la Casa, de Austria, que desde 1559 se hallaban depositados en la Real Capilla de la Catedral de Granada, al Mo nasterio de San Lorenzo del Escorial, recién concluido de edifi car, y en donde, identificado con el deseo y el pensamiento del Emperador Carlos V, su padre, tenía determinado construir el Panteón definitivo de los Monarcas de España y Príncipes de su augusta familia. Ya en 8 de Junio de aquel mismo año había hecho trasladar al depósito preparado debajo del altar mayor de la iglesia antigua parroquial de aquel pueblo, los restos de su ter cera esposa, D.a Isabel de Valois, que desde su fallecimiento, el 3 de Octubre de 1568, yacían en el convento de las Descalzas 6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA Reales de Madrid, y el del Príncipe D. Carlos, su hijo primogé nito, también fallecido el 24 de Julio del mismo año, y depositado en la bóveda del convento de Santo Domingo el Real; pero su propósito era reunir en el nuevo Monasterio, y en los Panteones que proyectaba, toda la descendencia del Emperador su padre, como si en este intento le dominase la idea de hacer una com pleta separación entre la España dividida en varios Estados inde pendientes, durante la reconquista y hasta las conquistas de Gra nada, de Navarra y el Rosellón, y la España unificada definitiva mente en el hijo excelso y heredero de D.a Juana de Aragón y Castilla y de Felipe I de Austria, dando hasta en el sepulcro este nuevo símbolo de unidad y de integridad completa á la Monar quía de cuyo espléndido solio era tan celoso guardador. A los Reyes Católicos se les había labrado artística sepultura en aquella Granada, que representaba para su alto espíritu pa triótico la mayor de. las empresas de su genio, de su política y de su espada. Allí dormía también el sueño de la muerte aquel Ar chiduque D. Felipe, llamado el Hermoso^ que, esposo de la des venturada D.a Juana, había dado su nuevo nombre de estirpe á la dinastía de que el Rey Felipe Ií era el segundo gloriosísimo vastago. Pero allí aún no habían ido todavía á reposar las ceni zas de la desgraciada D.a Juana; y todos los hijos y nietos de estos excelsos cónyuges, que habían muerto, tenían dispersos sus cuerpos en diversas provincias y en diversos lugares de la Mo narquía. El del Emperador Carlos V, su padre, permanecía en el Monasterio de Y usté, desde que en él exhaló el último suspiro en 1558; la Emperatriz Reina D.a Isabel de Portugal, muerta en Toledo en 1539, desde 1559 había sido trasladada con otros cuerpos reales, aunque interinamente, á la Real Capilla granadi na. De las augustas hermanas del Emperador, D.a Leonor de Aus tria, Reina que había sido de Francia, y que murió en. Talave- ruela, cerca de Badajoz, en 1558» permanecía depositada en Mérida; y la que fué Reina de Hungría, D.a María, muerta en Cigales, en el convento de San Benito el Real, de Valladolid. Otros dos hermanos suyos, que murieron niños, el Infante Don Fernando en 1529 y el Infante D.Juan en 15 38, yacían, el pri- TRASLACIÓN OE CUERPOS REALES 7 mero en el Real Convento de San Jerónimo del Prado, en Ma drid, y el segundo en el Colegio Vallisoletano de San Gregorio, Estos dos Príncipes, fueron llevados á Granada en 1559, con la- Emperatriz su madre y la primera esposa del mismo Rey Feli pe II, D.a María de Portugal, que había estado depositada des de 1545? en que ocurrió su muerte, en el convento de San Pablo de Valladolid. Justo era que los restos de todos estos siete Prín cipes tuvieran lecho mortuorio definitivo en el Panteón común que había de erigirse en el nuevo A'íonasterio del Escorial, y á realizarlo se dirigían las cartas del Rey al Presidente de la Real Cnancillería de Granada, cuyas copias completan estos apuntes. Para preparar este difícil traslado en aquel tiempo, el Rey pidió primero á I). Pedro de Deza los antecedentes originales que de terminaban las etiquetas y ceremonias con que los reales cuer pos fueron conducidos y recibidos; le prevenía formase junta con varias autoridades, así eclesiásticas como políticas, para que deli berasen sobre los medios y propusieran lo que conviniese; ponía decidido empeño en que no se renovasen entre el Arzobispo de Granada y el Capellán Real de la Real Capilla ningún linaje de diferencias, y después de zanjados estos asuntos, le comunicaba todas sus instrucciones para el orden, día y medios con que se había de llevar á cabo todo y las personas que habían de acom pañar la luctuosa comitiva. Con aquel extremo de providenciales detalles, con que el Rey Felipe II preparaba, disponía y hacía ejecutar todos sus manda tos, la traslación, en efecto, se verificó, entrando en El Escorial el 4 de Febrero de I574> á un tiempo mismo, los cuerpos que procedían de Granada, así como los que eran transportados, por una parte, de Extremadura, y por otra, de Valladolid, Los comi sarios de Granada, á cuyo frente se hallaban, por disposición del Rey, el Duque de Alcalá y el Obispo de Jaén, fueron los encar gados de llevar, de retorno á aquella capital, el cuerpo de la Reina D.a Juana, para que en un mismo sepulcro se uniera con el de su augusto consorte, el Archiduque Ü. Felipe el Hermoso. La sexta de estas cartas, cuya copia facilito, habla de la remi sión de los diseños, para construirles el monumento escultórico 8 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE . LA HISTORIA de su ostentosa sepultura al lado de la de sus excelsos padres, los Reyes D. Fernando y D.a Isabel. Madrid, g Diciembre 1911. EL DUQUE DE T'SERCLAES. i El Rey. Don Pedro de Deza Presidente de la nuestra audiencia y cnan cillería que reside en la Ciudad de Granada, Por que havemos acordado que los cuerpos de la Emperatriz y Reyna mi señora y de la Sereníssima Princessa doña María mi muy chara y muy amada muger que sancta gloría ayan, y. de los Infantes don Fer nando y don Joan mis hermanos que como sabéis están deposi tados en la capilla real de essa Ciudad se traygan y transladen al monasterio de Sanct Lorenzo el real que yo he fundado, y que assí mismo el cuerpo de la cathóüca reyna doña Joana mi señora y amuela que sancta gloría aya se llebe y translade desde el di cho Monasterio de Sanct Lorenzo á essa dicha capilla para que se ponga y entierre en ella juntamente con el cuerpo del Rey don Phelippe mi señor y ahuelo su marido y desseamos que esto se execute con la más brebedad que seer pueda y que sehaga con el cumplimiento y solempnidad que se requiere, para lo qual man daremos nombrar brevemente las personas que convenga que han de venir y volver en acompañamiento de los dichos cuerpos á quien Mandaremos dar la orden é instrución que en todo han de guardar, me a parescido avissaros dello y encargaros lo que sobre esto se ha de hazer en essa Ciudad para que desde luego comencéis aprevenir las cosas que para este effecto será neces- sario especialmente las para cuya prevención será menester mas tiempo, assí en la orden que se a de tener en los officios que se han de hazer y en el alzar los depósitos y en la entrega salida y rescibimiento de los cuerpos como en todo lo demás que con venga comunicándolo con el Arzobispo de essa Ciudad á quien TRASLACIÓN DE CUERPOS REALES 9 escrivimos en vuestra creencia avisándole desta determinación y con el cappellán mayor de essa dicha capilla llegado que sea ay al qual havemos mandado que parta luego avisándole de lo que cerca desto se os ha ordenado. Y Por que nos será de mucho contentamiento que en esta Ciudad y capilla real estén prevenidas y en orden todas las cosas necessarías para que lo sobredicho se haga con el auctoridad y decoro que se requiere y como se a acostumbrado hazer en se mejantes casos. Os encargamos y Mandamos que para este effec- to vos y algunos de los oydores más antiguos de essa audiencia os Juntéis y el dicho Arzobispo y nuestro corregidor de essa Ciudad y algunos de los veinti quatros della que tuvieren más noticia de estas cosas y el dicho nuestro capellán mayor y en tretanto que llega con algunas de las personas de la dicha capilla que os paresciere entre todos platiquéis confiráis y ordeneys lo que fuere necessario y conviniente para que todo se haga con la solempnidad de que yo os mandaré avisar del tiempo para quan- do havrá de estar todo apunto y vos lo haréys siempre de lo que conviniere que sepamos cerca de lo sobredicho y á su tiempo os mandaré embiar las cartas que convenga para el cabildo de essa Iglesia y para el corregidor y Ciudad y las otras personas que nos paresciere para que assistan y entiendan en lo que con viniere y fuere menester.