Los Orígenes De La Relación Jazz–Flamenco: De Lionel Hampton a Pedro Iturralde (1956 – 1968)
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REVISTA DE INVESTIGACIÓN SOBRE FLAMENCO La madrugá Nº13, Diciembre 2016, ISSN 1989-6042 Los orígenes de la relación jazz–flamenco: de Lionel Hampton a Pedro Iturralde (1956 – 1968) Juan Zagalaz Universidad de Málaga Enviado: 14-07-2016 Aceptado: 22-10-2016 Resumen Este artículo aborda la relación de las culturas jazzística y flamenca a través del análisis histórico, cultural y musical de las fuentes escritas y sonoras disponibles. El objetivo principal es ofrecer una perspectiva crítica de las primeras grabaciones comerciales en las que ambas músicas aparecen relacionadas, entre 1956 y 1968, que abarcan trabajos de Lionel Hampton, Miles Davis, John Coltrane y Pedro Iturralde. Se ha observado que los intentos de integrar elementos procedentes de ambas músicas en los distintos contextos todavía se encuentran en fase experimental en el periodo trabajado, si bien sientan un importante precedente para el desarrollo de aproximaciones artísticas futuras, como las desarrolladas por Paco de Lucía, Jorge Pardo o Chano Domínguez. Palabras clave: flamenco; jazz; flamenco–jazz; jazz–flamenco; Hampton; Davis; Coltrane; Iturralde; Andalucía. Abstract This article approaches the relationship between jazz and flamenco cultures through the historical, cultural and musical analysis of bibliographical and recorded sources available. The main objective is to offer a critic perspective of the first commercial recordings in which both music appear related, between 1956 and 1968, covering the works done by Lionel Hampton, Miles Davis, John Coltrane and Pedro Iturralde. The attempts of connecting elements from 93 © SERVICIO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA http://revistas.um.es/flamenco both music in the different contexts are still on an experimental stage in this time period, although they establish an important precedent for the develop of the future artistic approaches, as performed by Paco de Lucía, Jorge Pardo or Chano Domínguez. 94 REVISTA DE INVESTIGACIÓN SOBRE FLAMENCO La madrugá Nº13, Diciembre 2016, ISSN 1989-6042 1. Introducción El flamenco goza en la actualidad de una vigencia global que hace que los límites sobre su conocimiento, así como las propias fronteras de su alcance cultural y estilístico, estén en constante cambio y ampliación. El reciente reconocimiento por parte de la UNESCO del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad es buena prueba de ello, sin entrar a valorar lo oportuno de la candidatura, ya que la riqueza musical e histórica de este arte transciende más allá de meras etiquetas u homologaciones externas que acrediten su validez. El entramado cultural que ha desembocado en el flamenco es de tal complejidad que la única respuesta que puede tener el ámbito académico español y andaluz es la de una defensa decidida de su patrimonio. El jazz, por su parte, aun no habiendo obtenido todavía la insigne distinción de la UNESCO, parece no desprenderse de la catalogación de “música popular” con la que fue etiquetado tras su enorme popularidad en el segundo lustro de los años 30, cuando se convirtió en música de consumo masivo desde la irrupción en escena del “Rey del Jazz” blanco, Benny Goodman. El mundo académico ha tendido a obviar este tipo de expresión artística americana, y pese que en los últimos 25 años los estudios sobre jazz hayan mejorado gracias al gran trabajo de académicos como Schuller, Owens, Woideck o DeVeaux, o a la aparición del primer Master en Investigación Jazzística en Rutgers1, Universidad de Nueva Jersey, el jazz, dada la magnitud de su país de origen, desarrolla un papel todavía frágil en la sociedad americana (Deveaux, 1997). Este hecho sorprende, sobre todo porque a poco que se indague en expresiones posteriores a la reluciente Era del Swing, el grado de complejidad en la improvisación de los jazzmen del Bebop y épocas 1 Fundado en 1997 por Lewis Porter. 95 © SERVICIO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA http://revistas.um.es/flamenco subsiguientes ha alcanzado cotas nunca vistas previamente en la historia de la música occidental. Ambas músicas, mestizas por naturaleza, han confluido en multitud de ocasiones. Jelly Roll Morton, figura central en la generación del jazz temprano, además de personaje curioso y excéntrico2, decía que para tocar jazz era necesario tener spanish tinge3, aunque el concepto “español” en la Nueva Orleans de principios de siglo XX debe ser tomado con cautela. En cualquier caso, los músicos de jazz americano siempre han mirado con respeto al flamenco; y los flamencos más contemporáneos también se han acercado al arte americano. Fruto de esta aproximación se ha acuñado la catalogación de jazz – flamenco o flamenco – jazz, concepto recurrente de límites más que difusos y de definición todavía más turbia. Pero la principal cuestión antes de abordar una investigación más profunda al respecto es: ¿existe realmente el flamenco – jazz? Como ya se ha comentado, si las propias definiciones tanto de “jazz” como de “flamenco” son fuente de controversia, aunar ambos conceptos de forma unitaria presenta no menos dificultades. Este articulo pretende esbozar la aproximación inicial entre ambos mundos desde un punto de vista histórico, social y musical, para discernir lo apropiado del término, el grado de transferencia cultural mutua y el posible asentamiento de bases para un posterior desarrollo estilístico entre los años 1956, en el que se produjo el lanzamiento del disco Jazz Flamenco de Lionel Hampton, y 1968, en el que se publicó el segundo volumen de Jazz Flamenco, de Pedro Iturralde. 2 Entre otras afirmaciones, Morton aseguraba haber inventado el jazz. 3 Toque español. En 1938, el periodista Alan Lomax entrevistó a Morton, quien afirmó que el spanish tinge era un ingrediente necesario para que una música pudiera considerarse jazz. 96 REVISTA DE INVESTIGACIÓN SOBRE FLAMENCO La madrugá Nº13, Diciembre 2016, ISSN 1989-6042 2. Flamenco – Jazz o Jazz – Flamenco, precedentes ibéricos. En el año 1956, la legendaria figura del Jazz americano Lionel Hampton4 visitaba España por segunda vez con su banda5. Así, los días 12 y 13 de marzo actuaba en el Windsor Palace de Barcelona, con dos pases cada día, auspiciados por el Hot Club de Barcelona y el Club 49, y los días 14 y 15 en el Teatro Carlos III de Madrid, patrocinados por la Casa Americana de la Embajada de los Estados Unidos y el Hot Club de Madrid, en el mismo formato de dos pases. La prensa reflejaba lo acontecido del siguiente modo: La figura del día aquí — del día de hoy y del ayer — es el negro Lionel Hampton el rey del “jazz” el loco del tambor, que con su orquesta ha dado dos conciertos. Los aficionados a la música, sean o no aficionados al “jazz”, alaban y no paran a este loco que los ha vuelto locos. En unas declaraciones, Lionel ha dicho que un músico extraordinario de “jazz” en España es Vicente Montoliu, de Barcelona (La Vanguardia Española, 16 de marzo de 1956, p. 7). La mención del pianista catalán Tete Montoliu es de especial trascendencia, dado lo acontecido en el primer concierto de Barcelona. Durante la actuación de Hampton en el Windsor, cuando la banda estaba interpretando uno de sus últimos números, el público ovacionó a un joven invidente mientras se incorporaba a través del pasillo central del patio de butacas como un espectador más. Hampton fue informado de que se trataba de uno de los pianistas con más proyección del país. Tras el concierto, fueron presentados, y el encuentro derivó en una jam session nocturna (pese a que Hampton tenía otras dos sesiones al día siguiente) y en la petición expresa del vibrafonista americano a los organizadores del evento de invitar a participar al pianista catalán en la segunda fecha de la ciudad Condal (Pujol, 2005). Pocos días después, Montoliu era entrevistado en La Vanguardia: 4 La figura de Lionel Hampton es de gran importancia central para el jazz, ya que desempeñó un papel central en el histórico cuarteto de Benny Goodman. 5 En 1955 había realizado su primera actuación en Barcelona, también en el Windsor y promovida por el Hot Club de Barcelona y el Club 49 de Granollers. 97 © SERVICIO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA http://revistas.um.es/flamenco Yo toqué para él, la primera noche, después de la función, sin público, y por lo visto le gusté; hicimos un poco de música, él con su vibráfono y yo con el piano y llegamos a la conclusión de que parecía que habíamos tocado juntos toda la vida. Al terminar, me dijo que al día siguiente tocaría ante el público; total: que espero un telegrama para grabar discos con él en Paris y, luego, incorporarme a su orquesta (La Vanguardia Española, el 24 de marzo de 1956, p. 19). La prensa de Madrid también reflejó el gran éxito que obtuvo la orquesta en sus dos actuaciones de marzo en el Teatro Carlos III. En un artículo firmado por Antonio Fernández–Cid, publicado en el diario ABC el 15 de marzo de 1956 (p. 57), el autor explicaba: “el espectáculo es alucinante. Al borde, a veces, de lo demencial, […] pero extraordinario, lleno de fuerza.” Esta exitosa serie de conciertos derivó en el cierre de más actuaciones en verano, tanto en Madrid como en Barcelona. Así, las nuevas fechas para la banda de Hampton, que se encontraba inmersa en una extensa gira europea, fueron los días 25, 26 y 27 de junio en el teatro Carlos III de Madrid6, y los días 13 y 14 de julio, en la Monumental de Barcelona, donde Montoliu figuraría como invitado especial del músico americano (figura 1). En Madrid, pese a no contar con la presencia de Montoliu, el éxito volvió a ser tal que los responsables de RCA España propusieron la grabación de un álbum a Hampton en el que se reflejaran las experiencias musicales que estaba viviendo en el país (Pujol, 2005).