Tres Increíbles Semanas Con Meher Baba
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Tres Increíbles Semanas con Meher Baba Del 11 al 30 de Septiembre de 1954 Primera Parte - El Diario por Charles Purdom y Malcolm Schloss Segunda Parte - Las Facetas del Diamante por Devotos Occidentales de Baba Copyright © 1954, 1955 by Circle Productions, Inc. Copyright © 1979 Avatar Meher Baba Perpetual Public Charitable Trust, Ahmednagar (M.S.), India. Todos los derechos reservados. Traducción al castellano Fundación para las Artes Amigos del Amigo Avatar Meher Baba Ninguna parte de este libro podrá ser reproducida, almacenada o transmitida en ninguna forma ni por ningún medio ya sea este electrónico, mecánico, fotocopiado o grabado, o cualquier otra forma sin el consentimiento previo del editor excepto por quien desee citar breves fragmentos en conexión con comentarios para incluir en revistas, diarios u otros medios con la correspondiente cita. Introducción El Diario Entre el 7 y el 10 de septiembre de 1954, veinte hombres1 de Occidente, discípulos y devotos de Meher Baba, arribaron a Bombay. Vinieron de Europa, Australia y los Estados Unidos de América. Tenían entre 25 y 80 años de edad. Sus ocupaciones eran muy variadas. Había varios literatos, un químico especia- lizado en petróleo, un decorador de interiores, un importador y exportador, un funcionario del correo, un maletero, un com- prador de antigüedades para una tienda de Londres, un urba- nizador y un economista. El 11 de septiembre partimos hacia Ahmednagar en dos ómnibus alquilados por Meherji Karkaria y Nariman Dadachanji, dos cercanos discípulos de Baba, de Bombay, quienes también acompañaron hasta Ahmednagar al grupo. Allí nos reunimos con dos devotos más de Inglaterra, que habían llegado antes. Se había programado que los visitantes occidentales se aloja- rían en las casas de varios discípulos de Baba, en Ahmednagar, pero finalmente Baba llegó a la conclusión de que sería más fá- cil para ellos y para él tenerlos a todos juntos bajo el mismo techo. Entonces decidió dar un paso sin precedentes. Sobre la colina de Meherabad había una casona de dos pisos que duran- te años había servido como retiro a las discípulas de Baba, que vivían recluidas. Baba había sido el único hombre que pisó ese retiro, con excepción de un discípulo hindú, el doctor Nilkanth quien, por ser médico, lo llamaban para consultarlo cuando era necesario. Baba decidió que el retiro se utilizara ahora para los Fuera de la Tumba, en la colina de Meherabad, Meher Baba con los occidentales quienes fueron conducidos hacia allí el 11 de sep- occidentales que asistieron a estas tres semanas increíbles. tiembre, ya entrada la noche. Al piso de arriba lo convirtieron en dormitorio, en el que co- locaron en hilera, a ambos lados de esa gran habitación, veinte por Charles Purdom y Malcolm Schloss camas de hierro con flejes, colchones, sábanas, almohadas, fra- 2 1 21, contando a Zandor Markey que asistió a la Última Reunión. zadas y mosquiteros. Los orientales, que vivían en el ashram comida que se preparaba y cocinaba. Ella contaba con la ayuda de planta baja, dormían en colchonetas extendidas en el piso de de Savak Kotwal, quien vivía con nosotros y observaba que to- lajas de piedra. Había varias mesas y una cantidad de roperos. do marchara sobre ruedas. Savak se levantaba a las cuatro de la Cada visitante fue provisto de un toallón de baño y una toalla mañana, despertaba a los sirvientes a las cuatro y media, y se para la cara. Además del dormitorio había dos habitaciones en iba a dormir después de nosotros, lo cual solía ser a las diez y planta baja, con espacio para varios hombres. En planta baja ha- media de la noche, aunque algunos de nosotros a veces traba- bía también un salón comunitario. jábamos hasta medianoche. Del aspecto sanitario y de nuestra Detrás de la casa había un refectorio con tres mesas extendi- salud en general se encargaba el doctor Donkin, quien todas las das a lo largo, una junto a la otra, bajo un techo de chapa acana- mañanas aparecía con varias clases de atomizadores, insectici- lada. Tres camareros servían allí las comidas. Un poco más allá das y otros suministros necesarios. estaban las cocinas, en las que trabajaba un cocinero con dos o No se descuidaba nada que razonablemente pudiera contri- más ayudantes; cinco cuartos de baño, tres lavabos con jabón buir a nuestra comodidad o bienestar. Baba resultó ser tanto un y agua corriente fría y espejos para afeitarse, y cinco retretes. anfitrión perfecto como un Maestro Perfecto. Varios sirvientes traían al cuarto de baño, a la mañana tempra- Lo que sigue es un relato, día por día, de lo que sucedió ex- no, baldes llenos hasta la mitad con agua caliente de acuerdo a ternamente, desde la mañana del 12 de septiembre hasta el lo que se solicitaba, y allí los mezclaban con agua corriente fría, anochecer del 30 del mismo mes, cuando nos retiramos de de las canillas que había en la pared. En lo alto, había un estan- Meherabad hacia Bombay y emprendimos viaje a nuestro lu- te con jabón y una jofaina para bañarse y echarse agua. gar de origen. Realmente, lo que sucedió externamente fue só- Las comidas eran nutritivas, variadas y deliciosas. Para el de- lo importante como manifestación del amoroso esmero con el sayuno había frutas, cereales, huevos, tostadas, manteca, merme- que fuimos tratados por Baba y por los más humildes de los lada, queso, leche, té y café. El almuerzo y la cena eran igualmen- servidores. Hasta la enseñanza que nos impartió, con la que te abundantes. Cuando era necesario se encargaban de nuestra pasó horas de esmerada plática, no fue mayormente importan- ropa lavándola y planchándola. Despachaban nuestra corres- te. En realidad fue un recreo cuyo propósito era el de satisfa- pondencia y nos entregaban la dirigida a nosotros, y se suminis- cer nuestro intelecto mientras Baba trabajaba en los niveles más traban medicamentos a quienes los necesitaban. profundos de nuestra consciencia. Como dijo Baba, durante un Sarosh Irani y su encantadora esposa Viloo se encargaban de pequeño programa de darshan que él dio en la tarde del 26 de organizar todo esto. Sarosh nos suministraba todo, desde ciga- septiembre, para encargarse de unas dos mil quinientas perso- rrillos hasta camionetas, y secundado por su muy eficiente se- nas2 que no habían podido asistir al gran darshan colectivo del cretario, Savak Damania, atendía toda nuestra documentación día 12: “Ninguna explicación y ningún discurso pueden com- necesaria y demás trámites burocráticos. Viloo estaba ocupa- pararse con este contacto personal”. ¡Y nosotros, por alguna ra- da desde muy temprano hasta entrada la noche, programando zón que sólo Baba conocía, tuvimos el privilegio de vivir ínti- nuestro menú, consiguiendo las provisiones, supervisando la mamente asociados con él durante tres semanas maravillosas! 3 2 Darwin Shaw da un total de ocho mil. El Último Darshan Masivo de Meher Baba Domingo 12 de septiembre Respondiendo a una invitación de Meher Baba para que asis- tiéramos a sus importantes reuniones en Meherabad, en sep- tiembre de 1954, dieciocho3 discípulos y devotos de Baba, prove- nientes de Europa, Australia y los Estados Unidos de América llegamos a Meherabad ya caída la tarde del 11 de septiembre. Nos levantamos temprano en la mañana del día 12 y, poco después de las ocho, fuimos trasladados al Parque Wadia, en Ahmednagar, sitio en el que se celebraría el Último Darshan Masivo de Baba. Al llegar a ese parque alegremente ornamen- tado, fuimos conducidos hasta un enorme pandal (o tienda sin laterales), que habían erigido especialmente para la ocasión. Habían llegado unas diez mil personas, y sentados bajo el pan- dal y al lado de éste, estaban los hombres en un lado y las mu- jeres en el otro, como se acostumbra en la India. Sarosh Irani, antiguo alcalde de Ahmednagar, elegido mientras se hallaba en los Estados Unidos con Baba en 1952, nos saludó afectuosamen- te y nos condujo hasta el estrado, en el extremo de la tienda, en la que Baba se sentaría durante el darshan. Allí fuimos pre- sentados al Swami Sahajanand Bharathi, líder del Partido del Congreso del Distrito de Ahmednagar, al señor P. R. Kanawade miembro del Parlamento del Distrito de Ahmednagar, y al se- ñor K.G. Pardeshi actual alcalde de Ahmednagar, todos los 3 Dos llegaron después. 4 cuales pronunciarían discursos en honor de Baba. En el estra- Mensajes de Meher Baba do estaban también catorce discípulas del segundo Maestro de Baba, Upasni Maharaj, quienes habían venido de Sakori, acom- I pañadas por la discípula predilecta de Upasni, Godavri Mai, que en ese momento estaba a cargo de su ashram, las familias Jessawalla y Deshmukh de Nagpur, varios devotos de Baba del Si ustedes me preguntaran por qué no hablo, les diría que no Sur de la India, y diversos mandali de Baba. estoy en silencio, y que hablo más elocuentemente con gestos y con la tabla alfabética. Baba llegó a las nueve en punto. Dando la impresión de un Si me preguntaran por qué no hablo, les diría que, principal- poder infinito pero completamente controlado, se encaminó ha- mente, por tres razones. La primera, porque siento que estoy ha- cia el estrado y deletreó en su tabla alfabética: “No como hom- blando eternamente a través de todos ustedes. La segunda, para bre a hombre sino como Dios a Dios, me prosterno ante ustedes evitarles el tedio de hablar incesantemente por medio de sus for- para evitarles la molestia de prosternarse ante Mí”. mas, yo guardo silencio en mi forma física. Y tercera, porque toda Descendiendo los escalones hasta el borde del estrado mien- charla en sí misma es cháchara. Las conferencias, los mensajes, las tras se propalaba este anuncio en inglés y marathi mediante declaraciones y los discursos de cualquier clase, espirituales o de parlantes, Baba se prosternó ante la multitud allí reunida.