Don Campbell EL EFECTO MOZART
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Don Campbell EL EFECTO MOZART 1 Don Campbell EL EFECTO MOZART Don Campbell El efecto Mozart Aprovechar el poder de la música para sanar el cuerpo, fortalecer la mente y liberar el espíritu creativo. EDICIONES URANO Argentina - Chile - Colombia - España México -Venezuela 2 Don Campbell EL EFECTO MOZART Mozart Effect@ [Efecto Mozart] es la marca registrada de Don G. Campbell, Inc. y su utilización en el libro cuenta con la debida autorización. ADVERTENCIA AL LECTOR: Tenga presente, por favor, que, junto con los métodos sanadores explicados en este libro, es recomendable buscar la orientación de un médico o profesional de la salud. Si hay algún motivo para suponer que podría tener una enfermedad grave, es esencial que con- sulte a un médico cuanto antes. Título original: Tlie Mozart Effect Editor original: Avon Books, Nueva York Traducción: Amelia Brito Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos. © 1997 by Don Campbell © 1998 by EDICIONES URANO, S.A. Aribau, 142, pral. - 08036 Barcelona http://www.edicionesurano.com ISBN: 84-7953-257-2 Depósito legal: B. 8.055-2002 Fotocomposición: Autoedició FD, S.L. - Muntaner, 217 - 08036 Barcelona Impreso por Romanyá Valls S.A. - Verdaguer, 1 - 08786 Capellades (Barcelona) Impreso en España - Printed in Spain 3 Don Campbell EL EFECTO MOZART A Donna Lee Strieb, que me ha inspirado toda mi vida 4 Don Campbell EL EFECTO MOZART Índice Agradecimientos ...................................................................................... 6 Obertura: La voz de los ángeles y los átomos..................................... 8 Introducción: Una brisa de sonido sanador......................................... 9 1. Comienzos sónicos............................................................................ 18 El efecto Mozart 2. El sonido y la escucha................................................. La anatomía del sonido, la audición y la escucha 3. El sonido y la curación ............................................ Las propiedades sanadoras del sonido y la música 4. El sonido y la voz .................................................... El instrumento sanador original 5. Medicina sónica.......................................................... Empleo de la música en terapia y rehabilitación 6. Imágenes sónicas ..................................................... Orquestar la mente y el cuerpo 7. Intelecto sónico ........................................................ Estimular el aprendizaje y la creatividad con música 8. Espíritu sónico ......................................................... El puente entre la vida y la muerte Coda: La canción eterna ................................ Postludio: Historias milagrosas de tratamientos y curaciones . EL EFECTO MOZART Recursos sónicos ......................................... Lecturas recomendadas..................................... Notas bibliográficas ....................................... 5 Don Campbell EL EFECTO MOZART Agradecimientos Siento una profunda gratitud hacia los cientos, tal vez miles, de músicos, terapeutas y artistas creativos que me han dado una visión de la música más amplia que la que nunca imaginé cuando era estudiante. Un agradecimiento especial a Nadia Boulanger, que cuando yo tenía trece años me admitió en la gran «Boulangerie» de fabulosos estudiantes en París. A Bess Hieronymus, que llenó mi infancia de buena música coral y de órgano; a Dale Peters, Me- rrill Ellis y Finn Videro, los cuales me guiaron suavemente a lo largo de mis estudios universitarios. Gracias a Norman Goldberg, quien ha respaldado de forma brillante la publicación de innovador material músico docente y terapéutico para hacer llegar la música a muchas generaciones. Siento una especial gratitud hacia el doctor Alfred Tomatis, que durante casi treinta años ha investigado el uso de la música de Mozart y que me intro- dujo al efecto Mozart. En lugar de enumerar a los cientos de otras personas que nombro individualmente en este libro, debo agradecerles colectivamente las horas de entrevistas, conversaciones y preparación de estudios e historias que han hecho de ellos personalidades importantes en la música y en la salud. Agradezco a Vidya Shankar de Madras, Pat Cook de Seattle y Jean Houston, que me enseñaron el poder de las músicas indígenas sanadoras de culturas de todo el mundo. También quiero agradecer a los músicos intui- tivos que con sus improvisaciones me han enseñado que la música no ha de estar siempre estructurada de modo impecable para generar reposo y tranquilidad en nuestro caótico mundo. Este trabajo fue inspirado por Eileen Cope, mi visionaria agente literaria. Gracias especiales a Alex Jack y a mi editora Rachel Klayman, los que juntos vertieron mi sonido, idea y voz en palabras claras. Quiero expresar mi reco- nocimiento especial a Lyne Besner-Lauzon,Wendy Young, Brenda Rosen, Mary Mayotte, Janet Benton y Barbara Lowenstein, cuyas dotes editoriales han mejorado enormemente este libro.Y agradezco a Mozart, Hildegarda de Bingen,Vivaldi, Bach y Paul Winter, cuya música serena sonaba suavemente mientras escribía este libro. La mayor aportación a mi trabajo a lo largo de los diez últimos años la han realizado mis alumnos y colegas profesionales, quienes llegaban con sus 6 Don Campbell EL EFECTO MOZART visiones, esperanzas y deseos de encontrar mayor sentido a la vida a través de la música. La confianza, las preguntas y los inmensos desafíos, que traían con ellos en cuánto profesionales de la salud, artistas y amantes del sonido, me han ofrecido la oportunidad de navegar en este vasto océano de música y sonido con avivada atención. 7 Don Campbell EL EFECTO MOZART Obertura La voz de los ángeles y los átomos Qué poderoso es tu sonido mágico. MOZART, La flauta mágica ¿Qué es ese medio mágico que nos conmueve, nos hechiza, nos da energía y nos sana? En un instante, la música es capaz de animarnos; nos despierta el espíritu de oración, de comprensión y amor. Nos despeja la mente y se sabe que nos hace más inteligentes. La música es capaz de llevarse nuestras tristezas en su ritmo y melodía. Evoca recuerdos de amantes perdidos o de amigos fallecidos. Incita a los personajes que llevamos dentro: al niño a jugar, al monje a orar, a la vaquera a moverse al compás, al héroe a superar todos los obstáculos. Ayuda a los que han tenido una embolia cerebral a reencontrar el lenguaje y la expresión. La música es un espacio sagrado, es una catedral tan majestuosa que en ella podemos sentir la magnificencia del Universo, y es también una casucha tan sencilla que ninguno de nosotros puede conocer sus más profundos secretos. La música hace crecer las plantas, puede volver locos a nuestros vecinos, induce el sueño en los niños y anima a los hombres a marchar hacia la guerra. La música es capaz de expulsar los malos espíritus, entonar las alabanzas de la Virgen, invocar al Buda de la Salvación Universal, hechizar a líderes y naciones, cautivar y tranquilizar, resucitar y transformar. Sin embargo, la música es más que todo esto. Es el sonido de la tierra y el cielo, de las mareas y las tempestades; es el eco del tren en la distancia, las reverberaciones de los martillazos del carpintero en acción. Desde el primer grito de vida hasta el último suspiro de la muerte, desde los latidos del corazón hasta los vertiginosos vuelos de la imaginación, estamos envueltos en el sonido y vibración en todo momento de nuestra vida. Es el aliento primordial de la creación, la voz de los ángeles y átomos; es, en último tér- mino, la materia de la que están hechos la vida y los sueños, las almas y las estrellas. 8 Don Campbell EL EFECTO MOZART Introducción Una brisa de sonido sanador Hay dos maneras de vivir la vida. Una es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro. ALBERT EINSTEIN Algo estaba terriblemente mal. La agradable brisa de montaña no hacía nada para aliviarme los martilleos que sentía en la cabeza, y desde el porche de mi casa, que mira hacia los afilados y férreos contornos de las montañas de Boulder, escasamente lograba distinguir entre la luz blanca del pálido cielo de marzo y los relámpagos de luz que veía en el lado izquierdo de la cabeza. Un golpe en la cabeza me había producido todos esos síntomas, y en lugar de ir disminuyendo con el paso de los días, habían empeorado. Casi no lograba ver con el ojo derecho y el párpado comenzaba a caerse. Los dolores de cabeza eran tan fuertes que tenía que hacer siesta por la tarde, y después por la noche casi no podía dormir. Me era imposible relajarme; todas las fibras de mi cuerpo estaban despiertas por el dolor. Advertí que las sensaciones en la cabeza me impedían sacar la voz con normalidad en mis clases. Dado que el trabajo de mi vida era el de compositor, músico, y era una autoridad en los aspectos sanadores del sonido y la música, era especialmente sensible a todo esto, y me causaba miedo. Después de tres alarmantes semanas de luces relampagueantes, dolores de cabeza y deterioro visual, fui a ver a un neurooftalmólogo; el diagnóstico fue síndrome de Horner, que es una inflamación en parte del quinto nervio cra- neal, que afecta a los nervios del ojo y del párpado. El siguiente paso fue determinar la causa; así pues, el 1 de abril, que era Viernes Santo y Día