ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

INAH SEP

El tesoro de Cuauhtémoc Tiempo libre y disfrute del patrimonio arqueológico en

TESIS

QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE

MAESTRA EN ARQUEOLOGÍA

PRESENTA

Patricia Ledesma Bouchan

DIRECTOR DE TESIS: Doctor Manuel Gándara Vázquez

MEXICO, D.F. 2012

A mis padres, Yolanda y Arturo

A Rodd y Mau

“Habiendo nacido para trabajar, sería un contratiempo que abusaran del descanso. La mejor máquina es siempre la más capaz de trabajo continuo, con la lubrificación mínima y suficiente para no quedar trabada, alimentada sin excesos, si es posible en el límite económico de la simple subsistencia, pero sobre todo de sustitución fácil si se avería o envejece, los depósitos de esta chatarra se llaman cementerios, o bien se sienta la máquina en el portal, toda ella herrumbosa y gimiente, a ver pasar, qué, nada, mirando sólo sus manos tristísimas, quién me vio y quién me ve.”.

José Saramago

Levantado del suelo

“Las mas valiosas y permanentes contribuciones a la civilización de un siglo XX cargado de los más portentosos inventos de la historia no han sido la aeronáutica o los vuelos espaciales, la física nuclear o las tecnologías de la información, sino la seguridad social y la educación obligatoria, la emancipación laboral y sexual de la mujer y el sufragio universal. Y, por supuesto, la regulación y reducción de la jornada laboral y el surgimiento de una cultura del tiempo libre… En la primera mitad del siglo XIX... sin vacaciones, sin respeto garantizado al día de descanso semanal, sin jubilación garantizada, la vida era un largo, continuo e inacabable horizonte de trabajo.”

Ramón Jáuregui, Francisco Egea y Javier de la Puerta

El tiempo que vivimos y el reparto del trabajo

It’s been a hard day’s night, And I’ve been working like a dog It’s been a hard day’s night, I should be sleeping like a log

Lennon & McCartney

AGRADECIMIENTOS

Resulta una tarea complicada pretender atrapar entre la urdimbre y la trama de la tinta y el papel la marejada de emociones que surgen al redactar esta sección. He tenido la suerte de encontrar por el camino a tantas personas que no han hecho nada más que apoyarme y auxiliarme de manera totalmente desinteresada, por lo que dedicarles unas palabras resulta una verdadera obligación y al mismo tiempo surge el temor de que con ello no sea suficiente o no alcance a expresar todo lo que esto implica. La generosidad se paga con gratitud.

Quizá sea conveniente dividir en dos esta sección, para poder abarcar con justicia a los involucrados en el desarrollo de esta tesis. El concepto tutor en jardinería se refiere a las estructuras externas que dirigen el crecimiento de una planta sin forzarla o quebrarla; en el terreno legal y docente es la persona encargada de velar por alguien más. Durante una reciente discusión se reflexionaba sobre la pertinencia de volver las tutorías docentes un programa escolar. Un investigador argumentó que era imposible hacerlas obligatorias en vista de que forman parte de la personalidad de cada investigador, algunos tienen el “don”: adoptan, forman y velan por los estudiantes para convertirlos en dignos profesionistas y colegas. Cuando se discutió el tema instintivamente reflexioné mi situación y me di cuenta de lo afortunada que soy al haber estado rodeada de tantos tutores natos. En alemán al director de una tesis se le llama Doktorvater y es precisamente lo que el Dr. Manuel Gándara Vázquez ha sido durante todos estos años: el guía y encargado de dirigir mi formación. Hablando en algún momento del fenómeno tan conocido de los “Padres Cronos” entre el ámbito profesional, no me puedo imaginar a alguien tan alejado del concepto como Manuel Gándara. Su constante preocupación por mi formación profesional y personal han sido un pivote que me ha dirigido para alcanzar lo que hasta ahora he logrado. Espero que este trabajo a sus ojos sea digno producto de la inversión que me ha confiado y un escalón más en la productiva labor conjunta que hemos realizado por poco más de una década. Agradezco de igual manera la asistencia del Dr. Luis Felipe Bate Petersen, en este primer ejercicio de trabajo juntos. Resultó un verdadero placer encontrar a una persona tan comprometida y consecuente entre la teoría y la praxis, lo cual no hizo más que aumentar la admiración que ya de por sí inspira en las aulas. Estos mismos elementos resultan el faro esperanzador del marxismo del que muchos tomamos como punto de referencia para aventurarnos a zarpar por áreas aún no exploradas. Espero que este trabajo reditúe sus generosas contribuciones, anotaciones y recomendaciones, y le resulte satisfactorio el esfuerzo de haber apadrinado un escrito que pretende contribuir al corpus de la arqueología social ameroibérica. Quizá el reto más grande fue tener como asesor al Dr. Eduardo Matos Moctezuma. Trabajar junto a una persona de su talla implicó la mayor seriedad y estándares académicos que debí cuidar en todo momento para poder responder a la enorme confianza que depositó en mi, al haberme regalado serias revisiones de mi trabajo disfrazadas de animadas charlas cafeteras entre olor a libros nuevos. Resultaron abrumadoras tanta atención, confianza y dedicación que el Dr. Matos me brindó, por lo que siempre quedará un breve resquicio de duda sobre si este trabajo retribuye lo que se me ha invertido de manera tan desinteresada. Aunque oficialmente sean dos los asesores, este trabajo fue cobijado por varias personas más que deberían aparecer en esta sección. Quien debe considerarse como cuarto asesor es la Dra. Sylviane Levy, quien prácticamente modeló este trabajo con su aguda, honesta y certera visión sobre los juegos y las herramientas multimedia, además de su crítica visión sobre el pasado precolombino. Quiero agradecer especialmente al Arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo, por su constante apoyo no sólo durante la elaboración de este trabajo; sino por haberse mantenido cerca en todo momento para brindarme su amparo y consejo desde que tuve la fortuna de conocerlo durante la realización de mi tesis de licenciatura. Además, me abrió las puertas de uno de los sitios arqueológicos más increíbles: Tlatelolco y del vasto conocimiento que tiene sobre él. Me siento afortunada por haberme encontrado con un académico tan generoso que no ha hecho más que apoyarme en mi formación, dirigirme y corregirme cuando lo juzgó pertinente. Consciente de haberme separado un poco del terreno que me acogió con tanta generosidad durante 2007 y 2008, espero que este trabajo sea a sus ojos un producto satisfactorio del “equipo tlatelolca”. En el ámbito profesional pero un tanto más académico es justo agradecer a mis tres asesores colaterales, es decir a los integrantes de la Línea de Gestión y Conservación del Patrimonio del Posgrado en Arqueología. A la Dra. Rosa María Reyna Robles quien detrás de la figura de autoridad incólume se encuentra una persona sensible, siempre preocupada por la situación de sus alumnos y abierta al diálogo; figura ejemplar, para quienes tuvimos la fortuna de tenerla en aula. Al Dr. Carlos Olvera Vázquez, quien muchas veces resultó ser el punto de equilibrio de nuestro equipo y quien nos introdujo al mundo museístico proporcionándome herramientas que marcaron de forma imprescindible este trabajo y mi trayectoria futura. A pesar de no formar parte de la línea de Gestión, también debo agradecer el apoyo del Dr. Stanislaw Iwaniszewski, quien resultó uno de los bastiones epistémicos de mi formación; quedo en deuda con él ya que siempre se ha mostrado afable y atento ante mis ideas e inquietudes. De manera particular quiero agradecerle al Dr. José Alejandro Villalobos Pérez, director de la ENAH, ya que se involucra en la ejecución de este trabajo tanto en el ámbito profesional-académico como en el profesional-laboral. Por un lado, sus clases fueron de suma provechosas y es mi deber agradecerle el apoyo brindado durante mi estancia en la maestría. Por otra parte, tuve la fortuna de encontrar en él un jefe comprensivo que defendió este trabajo de críticas enemigas y presiones políticas; le agradezco enormemente la confianza que depositó en mi. En el ámbito laboral también quiero agradecer a mi jefa inmediata, la Dra. Lourdes Mondragón Barrios, quien siempre se mostró comprensiva hacia mis inquietudes y me apoyó para la culminación de este proyecto. En la parte operativa es mi deber agradecerle a la P. A. Lucía Sánchez de Bustamante actual directora del sitio arqueológico de Tlatelolco, y a personal del sitio en general, quienes me permitieron realizar el estudio de visitantes. En este mismo ámbito al Ingeniero Sinuhé Maceda y a Noé Alejandro Rivera quienes participaron en su ejecución y a Freire Rodríguez por haberme compartido información sobre este tipo de trabajos. Regresando al área académica quiero agradecer al Dr. Stephen Castillo Bernal todo su apoyo tanto en el ámbito académico como en el laboral. De igual forma al Mtro. Héctor Patiño, al Dr. Guillermo Acosta Ochoa, a Ángeles Medina y a los museólogos Miguel Ángel Correa y David García Aguirre, con quienes discutí ampliamente los temas que ahora nos competen. Finalmente a la Dra. Ana María Álvarez Palma, quien dejó una huella imborrable en mi formación profesional.

En el ámbito personal, a mis padres Yolanda y Arturo, que les debo todo lo que soy y espero que este trabajo reditúe todo lo que me han dado. A mis hermanos Rodrigo y Mauricio que compartieron conmigo esta experiencia. A mi abuelita Herlinda Suárez Barrera, mis tías y tíos, y a todos mis primos quienes de cierta manera están presentes e influyen en mi manera de pensar y actuar, por lo que este trabajo debe verse como producto de un esfuerzo colectivo. De manera particular debo agradecerle a la persona que compartió mi camino durante todo este proceso, gracias Alejandro, sin tu apoyo y compañía definitivamente este trabajo no hubiera logrado la forma que ahora tiene. A mis amigas-hermanas Mary Carmen, Ana Cris, Gaby, Karen, Paola y Susy, espero que ahora vean recompensadas todas esas salidas que tuve que cancelar por quedarme a redactar este trabajo. A mis compañeros en arqueología: Judith, Abigail, Iziar, Edwin, Ricardo, Luis y a mi familia del dragón quienes siempre tuvieron tiempo para atender mis ideas, dirigirme y corregirme. A Irán, Paty, Erika, Omar, Ricardo y Mario, mis compañeros de la generación de la maestría en arqueología. Merecen mención aparte mis compañeros de la línea de Gestión del Patrimonio: Sonia, Lidia, Omar, Natzin y Samuel. Dicen que de las adversidades se sale más fuerte y en nuestro caso creo que todas las piedritas que nos pusieron en el camino únicamente sirvieron para que encontráramos apoyo entre nosotros, creando una unión que sobrepasó lo académico y logró una comunicación que permitió un crecimiento que quizá de otra manera no hubiera sido posible. A mis nuevos compañeros en este camino, Lilia, Heriberto y Tere que estuvieron presentes y me tendieron la mano generosamente para que este último trecho fuera menos complicado. Finalmente a mis becarios y futuros colegas: Sara, Vane, Rommel, Aniela, Christianne y Héctor, quienes fuero testigos de este proceso durante el último año y de quienes solamente he recibido apoyo y cariño. ¡Gracias Muchachos!

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 3

I. EL DISFRUTE EN EL TIEMPO LIBRE, BENEFICIO SOCIAL DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO 1. El debate por el patrimonio arqueológico 9 El patrimonio arqueológico como satisfactor de necesidades colectivas 13 2. El conflicto en torno al concepto de tiempo libre 16 ¿Tiempo libre u ocio? 16 Esbozo histórico de la lucha por el tiempo libre 18 3. La definición de tiempo libre 22 Tiempo libre y reproducción social 23 La definición 25 4. Contenido del tiempo libre 30 La postura del marxismo: ¿se trabaja para vivir o se vive para trabajar? 36 El concepto de trabajo de Marx 39 ¿Homo ludens u homo faber? 41 Consumo y escape de la realidad: espejismos hedonistas ofrecidos por el tiempo libre y el turismo del siglo XXI 48 El caso mexicano 54

II. APRENDIZAJE, DISFRUTE Y EL CONTACTO CON EL PATRIMONIO 1. Pero ¿qué es el disfrute? 70 2. Aprendizaje al contacto con el patrimonio: curiosidad, interés y flujo (flow) 75 La teoría del flujo de conciencia (flow) y la posibilidad del goce en el aprendizaje 76 Recomendaciones para ofrecer actividades de flujo en los sitios patrimoniales 84 3. El enfoque de la interpretación temática 93 4. Visita autoguiada lúdica. Medio interpretativo autónomo 98 ¿Podemos jugar en los sitios patrimoniales? 98 Consideraciones en torno al juego 100 Recorrido autoguiado lúdico 103 Las visitas autoguiadas interpretativas temáticas 104 Los contenidos didácticos 107 El celular como medio interactivo multimedia 115

III PLAN INTERPRETATIVO: “EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. Y TÚ ¿POR QUÉ TE JUGARÍAS LA VIDA?” 1. Caracterización del recurso 122 Contexto físico 123 Contexto social 124 2. Caracterización del visitante 128 3. Programa interpretativo: visita autoguiada lúdica 130 Público objetivo 131 Elementos interpretativo temáticos 133 Medio interpretativo ¿Celular, C.D. o Internet? 145 4. Diseño conceptual de la visita autoguiada lúdica 147 a) Características del juego 148 b) La estructura narrativa y el recorrido 148 c) El recorrido 156

CONCLUSIONES 179

ANEXO 1 PERO ¿QUIÉN FUE CUAUHTÉMOC Y QUÉ TESORO PERDIÓ? DOCUMENTO BASE 1. Cuauhtémoc 185 Orígenes 187 Primeros años 190 El enfrentamiento con el invasor 194 Los últimos días 210 2. El tesoro de los mexicas 214

ANEXO 2. ESTUDIO DE VISITANTES TLATELOLCO 2009-2010 1. Planteamiento inicial 233 Objetivos generales 235 Metodología 236 Cronograma 236 2. Revisión 237 Contexto general 237 Evaluaciones similares 239 Evaluaciones anteriores realizadas en Tlatelolco 240 3. Resultados 242 Justificación y descripción de las técnicas empleadas 242 Encuesta 242 Seguimiento o rastreo (Tracking) 246 1. Entrevista 246 Procedimiento de aplicación y corrección 247 Resultados obtenidos y análisis 249 Tamaño de la muestra 249 2. Encuestas 252 3. Seguimientos (Tracking) 255 4 Conclusiones generales 259 5. Anexos estadísticos 262 Anexo 1. Entrevistas, transcripción 262 Anexo 2. Encuestas, estadísticas 271 Anexo 3. Cuadros de seguimientos 278

BIBLIOGRAFÍA 285

INTRODUCCIÓN

La pérdida del patrimonio arqueológico en México es un hecho, y es lamentable. Con estas dos aseveraciones pretendemos iniciar un trabajo tanto de reflexión como de propuestas concretas en dirección a la solución de lo que consideramos un problema de orden principalmente social. Evidentemente cualquier objeto que se atenga a las leyes físicas del planeta tiende a su inevitable transformación y el patrimonio no escapa de ello. La exposición a los rayos solares, la lluvia, los fenómenos climáticos y demás hacen mella en él. Sin embargo hay un agente que también interfiere y que es posible atenuar considerablemente: el hombre y sus reglas sociales. Si pudiéramos graficar la pérdida del patrimonio, ésta reflejaría un incremento acelerado en los últimos 20 años debido principalmente a la construcción de áreas habitacionales y de servicios en las periferias de las ciudades que no habían sido intervenidas mayormente en años anteriores. Implica un reto lograr la conservación de ese patrimonio ante la depredación voraz de las manchas urbanas. Por ello es preciso idear estrategias que involucren a la sociedad en la conservación y protección del patrimonio sin que esto implique una carga indeseable para los actores sociales. Es necesario que como arqueólogos reflexionemos las razones sociales por las que se está perdiendo el patrimonio. De otra manera, el hecho se naturalizaría y nos convertiríamos en resignados cómplices del asunto, en vista de que nosotros somos los re-sponsables1 de éste. Consideramos imprescindible la reflexión sobre la importancia del patrimonio, para que se considere su pérdida una condición no solo reprobable,

1 Concepto que en este caso se comprende como el “tomar a cargo” de Enrique Dussel (1990:289). 4 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

sino lacerante, y como siguiente paso identificar quiénes son los afectados de esta pérdida. La reflexión clara y honesta de estas tres cuestiones2 permitirá rodearnos de argumentos que sean punta de lanza para emprender la protección de patrimonio. Son estos los motivos para desarrollar una tesis no “convencional” en arqueología, que más allá del reporte de excavaciones, o interpretaciones sobre el devenir histórico del hombre a través de los restos materiales que le han sobrevivido, se aborda un tema que se inclina en partes más hacia la sociología mientras que en otras hacia la cuestión pedagógica y didáctica, y que a pesar de ello resulta en una reflexión que consideramos urgente y necesaria en estos momentos. Durante nuestra estadía en la maestría de la ENAH el tema se discutió ampliamente, considerando que la participación de la sociedad civil es imprescindible para logar una protección eficaz. Es preciso idear estrategias que apoyen nuestros argumentos sobre la importancia del patrimonio para que ésta se sume a nuestros esfuerzos de manera voluntaria y convencida. Para ello es imprescindible que el arqueólogo logre acercarse a la sociedad civil y transmitirle el conocimiento que produce. La cuestión ha sido advertida por Gándara desde hace más de 15 años en México: debemos cambiar nuestras estrategias de divulgación del conocimiento a aquellas “centradas en el público” para poder mejorar la situación de la protección patrimonial bajo la premisa de que “no se puede conservar lo que no se quiere y no se puede querer lo que no se entiende.” (Freeman Tilden en Gándara 1999a:461). Bajo esta óptica, nuestro trabajo parte de que una estrategia efectiva consiste en manejar al patrimonio como un recurso compartido en cuya convivencia diaria la sociedad encuentre utilidad. Para instrumentar nuestra propuesta se eligió el sitio arqueológico de Tlatelolco. Inserto en el corazón del Distrito Federal, en una de las áreas más

2 1. El patrimonio se está perdiendo. 2. Es un hecho lamentable. 3. Su pérdida afecta. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 5 Introducción

conflictivas de la ciudad, resulta una buena oportunidad para explorar posibilidades de acercamiento entre el sitio con su comunidad circundante. Podemos adelantar que el segmento social que nos interesa son los jóvenes ya que nuestro trabajo en el sitio nos permitió observar que éstos se encuentran particularmente desvinculados del sitio arqueológico. Es preciso aclarar que en modo alguno pretendemos proponer una panacea que solvente de un plumazo todos los problemas que trae consigo el mantenimiento, aprecio, organicidad y conservación del patrimonio arqueológico. En estos momentos de complejidad social se debe atacar el problema en distintos frentes estudiando varias alternativas. Para los efectos de nuestro trabajo se eligió abordar el problema de un sitio enclavado en un área predominantemente urbana que goza de cierta fama, por lo que estamos conscientes de que nuestra propuesta instrumental –que no la base teórica en la que nos soportamos—no se puede aplicar libremente en todos los sitios arqueológicos. Es preciso indicar que durante la redacción de este trabajo, el Dr. Manuel Gándara innovaba y agregaba un sinnúmero de estrategias para mejorar la propuesta original de la interpretación temática, logrando un giro que implicó su manejo bajo una definición distinta. Primeramente propone un enfoque antropológico, ya que no olvidemos que la estrategia nace para parques y bosques naturales, por lo que no se puede importar de manera unívoca. Posteriormente, involucró propuestas provenientes de la dramática, el teatro y la psicología cognitiva, y actualmente continúa innovando en la metodología. Debido a ello, la originalmente conocida interpretación temática se ha transformado en divulgación significativa del patrimonio. Desafortunadamente el término no alcanzó a ser adoptado en este trabajo, por lo que para evitar confusiones en el lector se maneja el viejo término de interpretación temática; a pesar de que nos declaramos partidarios total y convencidamente de lo justo del nuevo término que utilizaremos en futuros trabajos. De esta forma identificamos la presente tesis como de corte instrumental (Gándara 2008) ya que busca mejorar las estrategias para la conservación del 6 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

patrimonio arqueológico. Para ello, el argumento toral de nuestro trabajo propone que uno de los usos no lucrativos del patrimonio para beneficio social, que auxiliaría en su valoración por parte de la sociedad civil, es su aprovechamiento durante el tiempo libre. El tema obliga a sumergirnos en las implicaciones de lo que ocurre durante este tiempo libre y las ideologías detrás del actuar humano. Por ello fue precisa una evaluación del estado de la cuestión de este tema, al que dedicamos el capítulo 1, para finalizar con la perspectiva del marxismo al respecto. Una vez que se solventa que el patrimonio es utilizado durante el tiempo libre y que el marxismo lo concibe como un momento de disfrute para el desarrollo humano individual y social, nos preguntamos cuáles serían las actividades ideales para ello y cómo se engarzarían con lo que ocurre en un sitio patrimonial. En 2000 Manuel Gándara tenía algunos años manejando las ventajas de la interpretación temática para la divulgación del patrimonio, e indicaba que no se habían explorado muchos de los medios interpretativos. Por ello decidimos explorar la posibilidad de uno en particular: la visita autoguiada en la modalidad del juego. Para defender nuestra propuesta, consideramos que el juego es una actividad idónea para lograr entretenimiento y aprendizaje, combinación que aventaja a los sitios patrimoniales en la competencia con otros lugares del tiempo libre y permite de paso el disfrute bajo los parámetros marxistas. En el segundo capítulo desarrollamos entonces la idea de que se puede aprender de manera placentera; y resumimos algunos de los conceptos centrales de la divulgación significativa del patrimonio arqueológico. El tercer capítulo es la instrumentación de un juego que involucra entretenimiento y aprendizaje en el sitio arqueológico de Tlatelolco con base en los lineamientos de la interpretación temática. Para tal efecto se realizó un estudio de los visitantes al sitio y se realizó una investigación profunda del tema elegido para el juego, en este caso, la vida de Cuauhtémoc y la suerte de los tlaquimilolli –o bultos sagrados— mexicas. Ambos temas fueron reportados in extenso en los apéndices 1 y 2. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 7 Introducción

Esperamos que el lector encuentre en nuestra labor un aporte para el tema, tanto urgente como apasionante, de la conservación integral del patrimonio arqueológico. 8 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

CAPÍTULO I. EL DISFRUTE EN EL TIEMPO LIBRE, BENEFICIO SOCIAL DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO.

1. El debate por el patrimonio arqueológico

En 1999 Manuel Gándara planteó a la comunidad arqueológica una cuestión inquietante: ¿qué debemos responder a la sociedad cuando pregunta: “¿por qué tengo que preservar el patrimonio?”? Imaginemos que nos encontramos sentados en una mesa que debate esta cuestión. En un lado están las personas relacionadas con la construcción de obras públicas y civiles, por otro se encuentran individuos que tienen dentro de su comunidad algún elemento considerado como patrimonio arqueológico, en otro empresarios y políticos interesados en invertir sus capitales en el asunto, y finalmente nosotros: los científicos sociales relacionados con el patrimonio arqueológico. Al interior de una sociedad equitativa y justa como a la que aspiramos, todos tendrían el derecho a opinar, a ser escuchados y a intervenir pero, sobre todo, a dar respuesta a los reclamos de los demás participantes. De lo contrario, el asunto se tornaría en una disputa interminable, que puede terminar incluso en tragedia. Y la consideramos una disputa de acuerdo a la diferencia que propone Heller (2002) entre un conflicto, un debate y una disputa. La disputa es un choque entre intereses particulares, usualmente entre personas que se encuentran en igualdad de condiciones; el conflicto se distingue de la disputa en vista de que lo que está en juego son valores morales. La diferencia primaria es que en el conflicto se da un verdadero debate: “Debates y discusiones sólo se dan ... cuando uno escucha los argumentos del otro. En la disputa, por el contrario, las 10 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

personas no se responden; cada uno repite sus argumentos, los correspondientes a sus intereses y afectos particulares.” (Heller 2002:650-651). De esta manera, la disputa es un callejón sin salida, en cambio la resolución de un conflicto puede resultar en un cambio en la manera en que se vive o puede ir implicando valores cada vez más abstractos, ya que están en juego distintas concepciones del mundo. Menos tajante, Dascall (en Estrada 2002) maneja la controversia como una lucha entre distintas posiciones teóricas. Se trata de un momento intermedio entre la disputa y la discusión, ya que concibe que hay encuentros en los que no se llega a conclusiones definitivas: “De modo que no se obtienen soluciones conclusivas como en la discusión, pero tampoco se llega a arbitrariedad de las disputas, sino a acuerdos y negociaciones razonables aunque no absolutas.” (Estrada 2002:31). Consideramos que el tiempo de las disputas entre el arqueólogo y el resto de los contendientes en torno al patrimonio no han dado buenos resultados. La tendencia debe ser, en este nuevo milenio, hacia la controversia y el conflicto, es decir, a encuentros donde se escuchen los argumentos de los otros, dentro de un ambiente de igualdad social, y se aseguren resultados que no lesionen a las demás partes, dentro de lo razonable y factible. Agreguémosle mayor dificultad a nuestra escena original. Imaginemos que los argumentos de la primera tercia de los participantes están en contra de la conservación del patrimonio: “Obstáculo para el desarrollo y la modernidad”, “Preferimos un campo de fútbol en su lugar, o un Wal-mart”, “Es muy caro su mantenimiento y no hay ganancia en ello”. En este caso ¿qué debería hacer el arqueólogo? ¿alejarse de la mesa, y ser un espectador que toma notas para después compartirla con los colegas? ¿Alzar su mano y aprestarse a esgrimir argumentos bien fundamentados a favor de la conservación del patrimonio? Quizá sea conveniente tener en cuenta que durante este debate está en juego también la pertinencia de la arqueología. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 11 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

Ante este panorama preferimos considerar que el arqueólogo es un elemento activo dentro de su sociedad, su opinión vale, y quizá tenga mayor peso en vista de que, como intelectual, su función es reflexionar. Recordemos además que, en México, su función es clara:

“Art. 2. Son objetivos generales del Instituto Nacional de Antropología e Historia la investigación científica sobre Antropología e Historia relacionada principalmente con la población del país y con la conservación y restauración del patrimonio cultural arqueológico e histórico, así como el paleontológico; la protección, conservación, restauración y recuperación de ese patrimonio y la promoción y difusión de las materias y actividades que son de la competencia del Instituto.” (Ley Orgánica del INAH 2002).

Continuemos con la escena. El arqueólogo pide la palabra: “Compañeros, tanto el patrimonio arqueológico, como mi trabajo que deviene de éste tiene un beneficio social para nuestra sociedad y por ello debe ser protegido y conservado porque ....”. Y he aquí el gran reto de ese nuevo siglo. Ya no son los tiempos donde el arqueólogo escudado por el poder federal podía imponer sus decisiones. Tampoco es tiempo de reproducir sistemas de gobierno autoritarios y jerárquicos. La sociedad civil demanda nuevas relaciones entre ella y su gobierno, donde sea escuchada y tomada en cuenta, y ante la cual el arqueólogo debe responder. Porque actualmente: “Todo mundo quiere un pedacito del patrimonio para sacarle jugo” (Gándara 1999c:279) y es nuestra responsabilidad argumentar a favor de su conservación. Sin embargo, no pretendemos polarizar la situación y reducirla a una postura maniquea. Es evidente que no solo los arqueólogos se preocupan por la protección del patrimonio y es justo tener en cuenta a los demás agentes y reconocer sus aciertos. Prácticamente desde el siglo XVII se han realizado esfuerzos y certeras acciones al respecto por distintos sectores de intelectuales, legisladores y sociedad civil, entre otros. Quizá, el punto que debemos atender en este caso, es en el móvil detrás del interés por invertir en la protección y 12 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

conservación de patrimonio. Pensemos por ejemplo que los intereses de un político son distintos para preservar el patrimonio, que los intereses de un empresario dispuesto a edificar un hotel cerca del sitio para atender al turismo, o aquellos que bailan religiosamente todas las tardes frente a Templo Mayor1. No obstante, el arqueólogo debe también ser claro acerca de cuáles son sus intereses a la hora de proteger el patrimonio, y confiamos que en este punto encontremos la clave para lograr convencer a otros sectores sociales de unirse a la conservación de éste. ¿Cuál sería entonces la razón que convenciera a la sociedad civil de unirse a nuestra labor protectora? Si se enarbola la bandera del valor científico, la respuesta podría venir de lado de la utilidad de la ciencia para la sociedad, sin embargo, esta no es tarea fácil. Como ya lo han indicado Olivé [2008] y Jáuregui et al (1998), también se han acabado los tiempos en los que se pensaba que la ciencia como por arte de magia influiría y mejoraría a todos los individuos dentro de la sociedad que la sustenta:

“Tenemos fe ciega en la tecnología, pero, en realidad, ya no esperamos nada de ella. Confiamos en que seguirá produciendo prodigios pero no en que mejore nuestras vidas, soluciones nuestros problemas (la guerra o el hambre) o nos dé un tiempo liberado (liberándolo del trabajo o alargando la vida) que tenga sentido vivir.” (Jáuregui et al. 1998:42).

El arqueólogo debe esforzarse por ofrecer argumentos y acciones acordes con las más profundas bases de su posición valorativa, correspondiente a dos cuestiones fundamentalmente: la pertinencia de la ciencia en la sociedad y la pertinencia de la arqueología, como ciencia social. La primera cuestión ha sido reflexionada y discutida por un sinnúmero de especialistas, por lo que en este trabajo, simplemente nos adscribiremos a la postura de Olivé [2008] que hallamos coherente con nuestras ideas. Olivé

1 Agradecemos al Dr. Eduardo Matos por habernos señalado este punto. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 13 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

propone un nuevo “contrato social” que transforme la relación jerárquica y piramidal entre ambas:

“Según el “nuevo contrato social sobre la ciencia y la tecnología”, la sociedad sostiene a éstas como medios idóneos para satisfacer los valores de desarrollo cultural, bienestar, equidad y justicia social (entendida como la satisfacción de las necesidades básicas de todos los miembros de la sociedad). Las comunidades científicas merecen ser apoyadas porque ellas y sus productos tienen un valor para la sociedad.” (Olivé 2008:41).

Ahora bien, si apoyamos la postura de Olivé, debemos extender esta reflexión particularizándolo al caso de la arqueología. De esta forma, la pregunta sería ¿Que satisfacciones sociales puede ofrecer el conocimiento arqueológico? Es precisamente en este punto que se inserta nuestro trabajo, en hallar argumentos que apoyen la utilidad de la arqueología y, por ende, de la necesidad de conservación del patrimonio arqueológico.

El patrimonio arqueológico como satisfactor de necesidades colectivas

Cuando imaginamos la mesa de debate, resultó significativo que esas tres personalidades con opiniones particulares en torno al patrimonio fueran coincidentemente las que Olivé (2008:41) concibe como tres sectores distintos: Estado, empresarios y ciudadanos. Quizá deberíamos darle respuesta distinta a cada uno de estos tres sectores en torno a los beneficios que pudieran obtener de él. Sin embargo, para efectos de este trabajo, preferimos acotar nuestra respuesta al ámbito de la ciudadanía, en vista de que de alguna manera, tanto políticos como empresarios pueden considerarse también parte de la sociedad civil no especialista en temas arqueológicos. La reflexión acerca de un beneficio que cobije a la mayoría, nos condujo a proponer que tanto el patrimonio como lo que el arqueólogo produce se utiliza por 14 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

la gran mayoría durante su tiempo libre, que a grandes rasgos es un tiempo “no laboral”. Es decir, a excepción de aquellos que se “ganan la vida” a través y gracias al patrimonio arqueológico –como pueden ser guías de turistas, comerciantes, maestros a cargo de un grupo, arqueólogos y custodios—la gran mayoría de las personas entran en contacto con el patrimonio mientras no están trabajando. Es por ello que consideramos que uno de los argumentos más sólidos en torno al beneficio social del patrimonio arqueológico y la arqueología, radica en su uso durante el tiempo libre del individuo. Sin embargo, debemos aclarar que no consideramos que ésta sea una panacea capaz de solucionar todos los problemas que acarrea el manejo y la conservación del patrimonio; aunque confiamos sea un frente eficaz para tales efectos. De esta forma la hipótesis de nuestro trabajo puede ser expresada de la siguiente manera: Metaproblema 1 El patrimonio arqueológico está siendo destruido a pesar de que hay estrategias para protegerlo Pregunta: ¿Cómo podemos mejorar las estrategias para proteger el patrimonio arqueológico? R. En parte ofreciendo beneficios en su uso para la sociedad que incentiven su protección. Metaproblema 2 ¿Cómo podemos ofrecer beneficios en su uso que no impliquen su destrucción? R. En parte manejándolo como un recurso compartido en los momentos reproductivos de la sociedad, específicamente durante su tiempo libre para autorrealizarse individual y socialmente. Metaproblema 3 ¿Cómo se lograría la autorrealización individual y social durante el tiempo libre? R. En parte, a través del disfrute. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 15 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

Metaproblema 4 ¿Cómo se lograría el disfrute del patrimonio arqueológico? R. En parte permitiendo el contacto con éste y con la información que produce la investigación científica.

Problema ¿Cómo puede la sociedad disfrutar del patrimonio arqueológico y la información científica que deviene de éste para su reproducción y autorrealización individual y social durante su tiempo libre? R. En parte a través de medios basados en la interpretación temática con un enfoque antropológico que le permitan al hombre alcanzar un estado óptimo físico, mental y emocional.

Hipótesis Si se promueve el disfrute del patrimonio arqueológico durante el tiempo libre, con contenidos elaborados bajo una estrategia interpretativa-temática con un enfoque antropológico que fomenten la autorrealización individual y social de los visitantes, la sociedad entenderá mejor su importancia y lo conservará.

Con esta hipótesis como eje rector de nuestro trabajo, la primer variable a resaltar será el tema del tiempo libre.

2. El conflicto en torno al concepto de tiempo libre

Hemos dado el primer paso en nuestra respuesta: tanto el patrimonio arqueológico como el conocimiento producido con base en éste son útiles, entre otras cosas, para la sociedad durante su tiempo libre. Sin embargo consideramos que debemos ser más específicos, ya que ha entrado a escena un concepto que es preciso aclarar: la noción de tiempo libre. Y es en este momento cuando se 16 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

hacen patentes las especificidades de la posición teórica bajo la cual nos adscribamos, ya que la segunda pregunta sería: ¿útil para qué? ¿para generar ganancias, para pasar el tiempo o para poder desarrollar las facultades de las personas? Sostenemos que el concepto que se tiene del tiempo libre involucra una postura valorativa, ya que las cualidades que se le atribuyen no son uniformes. Consideramos que éste se fundamenta a partir del concepto que se tenga de su contraparte: el trabajo; y ambos dependen a su vez del concepto que se tenga del hombre y la razón de ser de la vida humana. Si no aclaramos nuestra postura valorativa en torno a estos temas, estaremos dándolos por obvios, pudiendo caer en contradicciones y llegar a consecuencias que quizá sean las opuestas a lo que pretendemos. Adelantamos al lector que una definición bien establecida de lo que se considera tiempo libre aclara el panorama en torno a cuestiones adyacentes, como el concepto del turismo en el que típicamente está involucrado el patrimonio arqueológico y su producción social.

¿Tiempo libre u ocio?

Resulta significativo que mientras en español estén aparejados ambos términos, en otros idiomas se maneje uno sólo –leisure en inglés, loisir, en francés— (Toti 1975), por lo que se debe tener cuidado con los textos que nos llegan traducidos al español, ya que éstos pueden privilegiar alguno de los términos irreflexivamente. Ocio proviene del latín otium, traducción del griego scholé. La scholé entre los griegos era la actividad opuesta al trabajo, en particular el físico, y guardaba una connotación positiva, contrario al trabajo que era considerado una actividad degradante. De manera similar, en Roma otium se contraponía a neg-otium que implicaba trabajo, negocio o comercio (Sue 1995). EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 17 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

El término tiempo libre, en cambio, es de más reciente factura; aparece en la Europa del siglo XVIII, y su primera aparición lo hace –contrario a lo que se pudiera pensar—en un trabajo de pedagogía, donde se hacía referencia al tiempo libre infantil, considerado como las horas libres de las obligaciones escolares (Lakatos 2002:10). Son pocos los autores que aclaran su preferencia en el uso de uno u otro término, aunque hemos observado que no se utilizan como sinónimos y que una vez que se elige uno se excluye el otro. En nuestro caso, consideramos que tiempo libre lleva implícita una carga política más fuerte que ocio, tal como deja entrever el trabajo de de Masi para quien tiempo libre es una definición burocrática sindical de tradición industrial (2000:18). El tiempo libre como definición se estructuró a partir de las luchas sindicales que iniciaron a fines del siglo XVIII, por lo que en este trabajo se privilegiará su uso, considerando que de lo que actualmente gozamos en las sociedades modernas es de tiempo libre, ganado por luchas políticas, intelectuales y sociales de los movimientos obreros. Sin embargo, cabe destacar que ya sea el término ocio o tiempo libre, carecen actualmente de una definición consensual entre los investigadores (Sue 1995).

Esbozo histórico de la lucha por el tiempo libre

“La historia de la jornada [laboral] muestra que los límites morales de lo que cada época considera “humano” son extraordinariamente flexibles y pueden ser forzados según los intereses predominantes en cada momento.” Ramón Jáuregui, Francisco Egea y Javier de la Puerta El tiempo que vivimos y el reparto del trabajo

Como hemos indicado, el término tiempo libre implica una carga ético- política que bajo una postura marxista se debe tomar en cuenta debido a las condiciones históricas de su aparición. 18 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

A finales del siglo XVIII e inicios del XIX, el sistema capitalista industrial se consolida y entre muchos otros efectos, se inicia un éxodo rural hacia las ciudades, en la mayoría de los casos forzado por los poderes políticos coludidos con los económicos (Bauman 2008, Lakatos 2002 para el caso mexicano). La perversidad del sistema capitalista industrial alcanza la cumbre de la inhumanidad al no tener freno político que detenga su codicia; lo que Marx llamaba la hambruna del plustrabajo. Teniendo al aumento de la producción como único objetivo, el obrero se reduce a una tuerca más que es posible de suplir sin miramientos, lo que provoca un sinnúmero de abusos en su contra, llegando a causarle la muerte por exceso de trabajo y las malas condiciones laborales. Como indican Jaúregui et al., en esos momentos “..la vida era un largo, continuo e inacabable horizonte de trabajo.” (1998:166). Amparándose bajo la “libertad” de un contrato, los empresarios se adueñaron de la vida de los trabajadores asalariados; ante la pregunta ¿cuántas horas debe trabajar un hombre? llegan al absurdo de considerar una jornada laboral que rebasa el número total de horas de un día –36 horas de trabajo ininterrumpido como reportan los periódicos de la época (Marx 2004 I)— y aceptan que ésta no puede ser eternamente continua, como ellos quisieran, debido al “inconveniente” de que el ser humano necesita reproducir su fuerza de trabajo (Toti 1975, Jáuregui et al. 1998, Marx 2004)2. Como reacción ocurre un fenómeno social impresionante. En Europa y Norteamérica, principalmente, grupos de obreros comienzan a exigir la reducción de las horas de trabajo y la legalización de una jornada laboral a 12 horas. Entonces, aparejada con la lucha física, ocurre una verdadera lucha entre intelectuales orgánicos de cada grupo interesado. Éste es quizá uno de los mejores ejemplos de lo que un intelectual orgánico –bajo la definición de

2 “¿Qué es una jornada laboral? (...) A estas preguntas, como hemos visto, responde el capital: la jornada laboral comprende diariamente 24 horas completas, deduciendo las pocas horas de descanso sin las cuales la fuerza de trabajo rehúsa absolutamente la prestación de nuevos servicios. Ni qué decir tiene, por de pronto, que el obrero a lo largo de su vida no es otra cosa que fuerza de trabajo...” (Marx 2004 I:319).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 19 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

Gramsci— debe hacer: formalizar la concepción del mundo del grupo social al que pertenece. Los intelectuales que se oponían a la reducción de la jornada enarbolaban la ideología protestante y católica en la que el trabajo es el valor fundamental de la sociedad, por lo que el tiempo libre es negativo por improductivo y consumista. Como indica Lakatos (2002), los argumentos en su mayoría eran de corte ideológico moralista, más que economista, donde se advertían los peligros de la holganza que conduciría a las personas apocalíptica e irremediablemente al “...alcoholismo y la ruina” (Toti 1975:50). Los argumentos a favor, se centraban en la viabilidad del tiempo libre, más que en su contenido, que en general se concebía como un tiempo necesario para recuperar la fuerza perdida en el trabajo. Por su parte, los socialistas utópicos como Fourier, criticaban ácidamente la falsa idealización del trabajo (Toti 1975, Sue 1995, Jaúregui et al. 1998, Lakatos 2002). La lucha –ideológica, legal y física—por la reducción de la jornada recorrió el siglo XIX, donde a veces triunfaban sus opositores y otras sus promotores. Cerca de la mitad del siglo, en Estados Unidos ocurre un avance en las demandas laborales, ahora no sólo se pide tiempo para la recuperación física, sino verdadera libertad, derecho a elegir la actividad que se plazca, en especial para la instrucción personal (Toti 1975). En la segunda mitad de ese siglo, aparecen los escritores torales sobre el tema. Engels (1965) demanda que ante el trabajo industrializado –repetitivo y alienado—el tiempo libre es necesario para recuperar lo que se pierde en el trabajo; e indica que aunque muchos hombres durante el tiempo libre se dediquen a actividades ilícitas o a los vicios, esto no es más que una rebelión seminal contra el sistema. Marx, por su parte, dedica gran parte de su actividad a estudiar la naturaleza y condiciones del trabajo y en particular del trabajo alienado, criticando su excesiva idealización, ya que éste desvía el centro de la vida del hombre hacia la producción, concluyendo que la verdadera riqueza es el tiempo de libertad del individuo (Marx 1976:92). Además, en sus estudios encuentra que 20 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

la jornada de trabajo está determinada no solo con lo producido para la subsistencia del trabajador, sino con un plus trabajo, verdadera ganancia del burgués, por lo que la jornada laboral no solo tiene límites físicos sino también sociales y varían dependiendo de la avaricia del capitalista (Marx 2004 I:278). A finales del siglo XIX, en Norteamérica, se comienza a exigir una jornada de 8 horas, cuya causa será enarbolada por Paul La Fargue (1970), socialista utópico quien critica la idealización del trabajo y reclama que la prédica del burgués es mera hipocresía, ya que éste trabaja poco y su tiempo de ocio es dedicado al consumo, acción negativa para esta ideología. Por ello, La Fargue insta a la lucha por el derecho al descanso del proletariado, en vista de que el trabajo es desgastante y deshumanizante. Es importante señalar que la reducción a 8 horas se argumentó por el movimiento obrero norteamericano bajo el sencillo pero poderoso razonamiento de un médico de un siglo atrás: “...ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas dedicadas a las comidas, a la gimnasia y a la diversión.” (Von Hufeland en Toti 1975:70). Las exigencias comienzan a ser en muchos lugares parte de un plan de completa revolución del sistema social. Las inquietudes del naciente programa político comunista tenían muy en cuenta al tiempo libre como uno de los pivotes para la revolución: “No podía haber emancipación proletaria sin una cultura revolucionaria, y esa cultura podía crecer solamente con la conquista de un tiempo de libertad durante el cual los cuadros obreros tuvieran la manera de desarrollarse.” (Toti 1965:47). El Vaticano, con su acostumbrada predilección por el statu quo, emite en esos momentos la Rerum Novarum en 1891, reaccionando en contra de las exigencias obreras y del incipiente socialismo. En ella, se justifica y apoya la propiedad privada, estableciendo los “derechos y deberes” tanto de proletarios como de los ricos. Además se reitera al trabajo como fuente de todos los valores sociales, y al tiempo libre como recompensa o derecho para los que han cumplido con su trabajo (León XIII: 1891, de Masi 2000). EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 21 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

A inicios del siglo XX, se logra la reducción legal y garantizada para todos los obreros de una jornada de 8 horas, contando además con periodos vacacionales. De esta forma florecen las actividades recreativas, deportivas, turísticas y artísticas que antes estaban vedadas para las mayorías (Toti 1965, Jáuregui et al. 1998). Muchos investigadores coinciden en que la lucha por la reducción de la jornada laboral ha sido un verdadero triunfo de la modernidad, aunque no estuvo exento de sacrificios y sangre: “Antes del nacimiento del movimiento obrero, por miles de años y por siglos, la jornada de trabajo no conoció reglamentaciones fuera de las fijadas por las costumbres o por el capricho de los potentes.” (Toti 1975:18). Como hemos observado, la definición de tiempo libre contrae una serie de compromisos éticos y políticos que no son gratuitos históricamente. De ahí que una clara definición, ahora que hemos comprendido las vicisitudes que ha tenido que vencer y el papel que jugaron los pensadores torales del materialismo histórico, sea necesaria. De lo contrario podrían seducirnos las posturas que tachan negativamente al tiempo libre o de las más recientes que lo pretenden reducir al consumo, como veremos más adelante; ya que la lucha por el tiempo libre, lejos de haberse terminado, se encuentra en un acalorado debate entre investigadores de todo el mundo.

3. La definición de tiempo libre

Si efectuáramos un “estado de la cuestión” sobre el tiempo libre, podríamos darnos cuenta de que no existe una definición bien establecida sobre el concepto y esto incluye también el caso marxista. Marx no ofreció una definición para el tiempo libre. Consideramos que se debió a que en el momento que le tocó vivir, la lucha estaba centrada más en 22 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

justificar su existencia política, económica y éticamente. No obstante, a través de sus escritos es posible obtener información que delinee el concepto al que posteriormente podremos pulir con las herramientas que el mismo materialismo histórico provee. Iniciemos indicando que Marx utilizó el concepto de tiempo libre –en vez de ocio— en sus trabajos, aunque no explica las razones de su elección. Sin embargo es posible apreciar que consideraba una diferencia entre ambos términos, concibiendo al ocio como parte del tiempo libre: “El tiempo libre –que es tanto tiempo de ocio como tiempo para una actividad superior—ha transformado naturalmente a su poseedor en otro sujeto y en cuanto este otro sujeto entra él entonces en el proceso de producción inmediato.” (Marx 1976: 98). A continuación delimitaremos la posición que tiene el tiempo libre en el esquema general de la sociedad para después proponer una definición para el mismo. Posteriormente, nos adentraremos en el contenido del tiempo libre, y estableceremos cuál podría ser la postura del materialismo histórico de acuerdo a lo que el mismo Marx propuso.

Tiempo libre y reproducción social

Para poder desarrollar una definición satisfactoria sobre el tiempo libre, es preciso atender el avance de otros investigadores marxistas al respecto. De nuestro interés es el esquema realizado por Bate (1998) de los componentes de la Formación económico-social (FES) y más tarde, la caracterización de Bate y Terrazas (2002) del modo reproductivo de la sociedad. En el cuadro 1 podemos observar que tanto el modo de producción como de reproducción forman la infraestructura de cualquier sociedad. Ambas están imbricadas entre sí, sin embargo en éste último ocurre la reproducción bio-social del individuo: “El concepto de modo de reproducción se refiere al sistema de relaciones sociales y actividades que median y realizan la reproducción biológica EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 23 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

de la especie y la reposición cotidiana de la vida humana.” (Bate y Terrazas 2002:13). De esta forma, el modo de reproducción se subdivide en reproducción de la población y en reposición de las condiciones de vida. Esta última se considera como el momento en que se satisfacen necesidades no sólo biológicas, sino también psicológicas y sociales (Bate y Terrazas 2002:19), tal y como afirmaba Marx:

“Durante el día natural de 24 horas un hombre sólo puede gastar una cantidad determinada de fuerza vital. (...) durante una parte del día la fuerza debe reposar, dormir, mientras que durante otra parte del día el hombre tiene que satisfacer otras necesidades físicas, alimentarse, asearse, vestirse, etc. Aparte de ese límite puramente físico, la prolongación de la jornada laboral tropieza con barreras morales. El hombre necesita tiempo para la satisfacción de necesidades espirituales y sociales, cuya amplitud y número dependen del nivel alcanzado en general por la civilización.” (Marx I 2004: 278-279).

24 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Cuadro 1. Tomado de Bate (1998:64). Que esquematiza los componentes de la FES y en el que podemos ubicar al tiempo libre como parte del modo de reproducción en la subdivisión de la reposición de las condiciones de vida.

Teniendo en cuenta esta caracterización, consideramos que el tiempo libre englobaría ciertas actividades del modo de reproducción, en particular de lo que se subdivide como reposición de las condiciones de vida3.

3 No debemos pasar por alto que el modo de reproducción del individuo está mediado por la superestructura que a su vez también precisa reproducir el sistema entero. Debido a ello, existen componentes subjetivos y elementos institucionales operando en el modo de reproducción del individuo, que se encargan de mantenerlos dentro del sistema (Heller 2002, Bate comunicación personal 2009). Sin embargo la discusión de este tema requeriría un desarrollo que excedería el presente texto. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 25 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

La definición Actualmente la mayoría de los investigadores sobre el tiempo libre concuerdan en que no existe una definición clara debido a la dificultad de establecer límites para las actividades que ocurren en esos momentos (Dumazedier 1971, Sue 1995). Sin embargo la mayoría se ha contentado con reutilizar la definición propuesta por Joffre Dumazedier, quizá debido a su influencia política, ya que fue asesor de la UNESCO en los años 70 sobre el tema. Sin embargo habrá que poner atención a su propuesta, ya que concibe que el ocio es un fenómeno difícil de definir, por ser ambiguo al presentar “... múltiples y contradictorios aspectos.” (Dumazedier 1971: 14). De manera similar a lo que ocurre en la arqueología con los postulados del Particularismo histórico, Dumazedier concibe que la definición no debe apresurarse, sino que debe esperar a futuras encuestas y estudios globales que arrojen resultados que nos permitan realizar una definición a posteriori. No obstante, contradiciendo sus propios supuestos, emite una definición “funcional, banal, pero completa”, según sus propias palabras, que no ha cambiado sustancialmente desde su primera aparición en 1963:

“El ocio es el conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria, sea para descansar, sea para divertirse, sea para desarrollar su información o su formación desinteresada, su participación social voluntaria, tras haberse liberado de sus obligaciones personales, familiares y sociales.” (Dumazedier 1971: 20).

De esta definición resalta la condición de la voluntad en contra de la obligatoriedad de las actividades a realizar, agrupadas en 3 objetivos: descanso, diversión y desarrollo personal.

26 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Estamos de acuerdo en la presencia de la voluntad –libertad de elección para nosotros—como característica de las actividades del tiempo libre, incluso en los 3 conjuntos que propone; aunque consideramos que la definición está incompleta y comienza a presentar problemas en su última parte: ¿quién impone las obligaciones personales, familiares y sociales? ¿cuáles son las obligaciones personales y, si son personales, serán obligatorias? Quizá debido a ello, Dumazedier considere que el tema del ocio es ambiguo por naturaleza. Lejos de posturas posmodernas como la de Heller, para quien es virtualmente imposible emitir definiciones sobre elementos de la esencia humana como trabajo, sociedad o libertad (Heller 1998:76), consideramos que es posible esgrimir una definición que se acople a lo empíricamente observado partiendo de nuestros supuestos teóricos. Proponemos que la base de la definición debe remitirse a los efectos de las actividades realizadas y que serán distinguidas a partir del esquema que Bate (1998) propone y que ya hemos revisado. De esta manera, la primera característica de las actividades del tiempo libre es que son actividades que no involucran dos de los cuatro elementos del modo de producción: producción y distribución de bienes, es decir no se generan ni bienes ni servicios, mientras que están presentes el intercambio y consumo. Debido a que el tiempo libre se encuentra dentro del modo de reproducción, su segunda característica es que se involucra la satisfacción de alguna necesidad ya sea física, social o psicológica.

Finalmente la tercer característica de estas actividades es que son libre y conscientemente realizadas. De esta manera en términos lógicos tenemos que:

TL⇒ ¬Mp [¬P, ¬Dn]∇ Sn[ FΛ P] ∇ Lr

Donde: TL Tiempo libre Mp Modo de producción EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 27 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

P Producción Dn Distribución Sn Satisfacción de necesidades F Necesidades físicas P Necesidades psicológicas Lr Libre realización

Que se enunciaría de la siguiente manera: Las actividades del Tiempo libre son aquellas donde no intervienen dos de las cuatro actividades del modo de producción (no se producen o distribuyen ni bienes ni servicios), que satisfacen alguna necesidad ya sea física o psicológica y que son realizadas libre y conscientemente.

Curiosamente, Dumazedier reporta una definición muy parecida a la que acabamos de presentar, sin embargo la rechaza por juzgarla incompleta: “...actividad libre no pagada, que aporta una satisfacción inmediata” (Dumazedier 1971: 19). Desafortunadamente en su texto no hay referencia alguna al autor o texto responsable de esta definición. Retomando nuestra definición se deben afinar sus tres componentes: a) Modo de producción. La distinción entre una actividad correspondiente al modo productivo de una que no lo sea en la sociedad capitalista no resulta tan fácil. La cuestión se complica aún mas si consideramos que durante el tiempo libre no sólo se consumen bienes, sino que también se goza de servicios, en los que el satisfactor es el trabajo vivo y no pasado, y la mayoría de las veces se intercambia por dinero. Esto nos afecta particularmente, pensemos por ejemplo en el caso de que un guía de turistas les ofrece el conocimiento producido por los arqueólogos a sus clientes. Podemos apoyarnos en los escritos de Marx quien indica que el tiempo libre surge cuando el tiempo sobrante después del trabajo necesario no se utiliza para dedicarse al plustrabajo: 28 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

“Aquí entra entonces el desarrollo de los individuos, y por lo tanto, la reducción del tiempo de trabajo necesario no para crear plustrabajo, sino la reducción en general del trabajo necesario de la sociedad a un mínimo, al que corresponde entonces la formación artística, científica, etc., de los individuos gracias al tiempo devenido libre y a los instrumentos creados para todos ellos.” (Marx 1976: 91).

Por lo que el tiempo libre entendido así es un tiempo de no-trabajo:

“La creación de mucho tiempo disponible, al margen del tiempo de trabajo necesario para la sociedad en general y para cada miembro de la misma (es decir, espacio para el desarrollo pleno de las fuerzas productivas del individuo, y por tanto, también de la sociedad), esta creación de tiempo de no-trabajo se presenta, desde el punto de vista del capital, como en todos los estadios anteriores, como tiempo de no-trabajo, como tiempo libre para algunos individuos.” (Marx 1976: 93).

b) Satisfacción de necesidades. En este caso, debemos tomar en cuenta que las necesidades están socialmente condicionadas, incluso las físicas:

“La producción le da al consumo su determinación, su carácter, su finish. (...) En suma: el objeto no es un objeto en general, sino un objeto determinado, que tiene que ser consumido de una forma determinada, que ha de ser a su vez mediada por la producción misma. El hambre es hambre, pero el hambre que es saciada con carne guisada comida con cuchillo y tenedor es un hambre diferente de aquella que es saciada devorando carne cruda con la ayuda de las manos, las uñas y los dientes. No sólo el objeto de consumo, sino también la forma de consumo es producida, en consecuencia por la producción, no sólo objetiva sino también subjetivamente. La producción crea, por lo tanto a los consumidores.” (Marx 1976: 15).

También existen necesidades artificialmente creadas, como Marx advirtió y Fromm posteriormente amplió: “...las necesidades falsas son experimentadas como si fueran tan urgentes y reales como las verdaderas...” (Fromm 1970:73). A EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 29 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

últimas fechas, estas necesidades son utilizadas por el capitalismo para fomentar el consumo.

c) El tema de la libre elección es quizá el más peliagudo. Entre una de sus muchas aristas la que más nos interesa es aquella referente a las actividades que tienen que ver con la satisfacción de necesidades vitales como el comer o dormir, ya que aunque estén socialmente determinadas son imposibles de prescindir, por lo que nos preguntamos si se deben considerar actividades del tiempo libre o no. Es preciso que definamos primero lo que entendemos por libertad. De acuerdo al Diccionario de pensamiento marxista, Steven Luckes (1983:146), indica que la libertad va mas allá de las actividades no determinadas por la coerción. Más bien radica en que el hombre, como parte de una colectividad, tenga control sobre la naturaleza y las condiciones sociales de producción. Es bajo esta aclaración que comprendemos mejor lo que Marx consideraba el reino de la libertad, en la que no necesariamente se prescinde de lo necesario, sino que se controla.

“De hecho el reino de la libertad sólo comienza allí donde cesa el trabajo determinado por la necesidad y la adecuación a finalidades exteriores; (...) Allende el mismo [reino de la libertad] empieza el desarrollo de las fuerzas humanas, considerado como un fin en sí mismo, el verdadero reino de la libertad, que sin embargo sólo puede florecer sobre aquel reino de la necesidad como su base. La reducción de la jornada laboral es la condición básica.” (Marx 2004, III:1044).

Por ello, en nuestra definición preferimos cualificar a las actividades del tiempo libre como “libremente realizadas” en lugar de “libremente elegidas”. Cada una de nuestras categorías se pueden cotejar empíricamente4, cuando menos en las actividades que se desarrollan al interior de los sitios y

4 Sin embargo, aceptamos que hay muchas cosas qué discutir al respecto, por ejemplo ¿en qué lugar quedan los actos delictivos, el vandalismo y el tan advertido alcoholismo? ¿Un asesinato es una actividad del tiempo libre? Ciertamente es posible que sea una actividad no productiva, 30 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

museos arqueológicos, base de nuestro trabajo. De esta forma es posible identificar aquellas personas que se encuentren en un sitio en un tiempo de no- trabajo, satisfaciendo necesidades físicas (como aquellos que hacen lo que califica Gándara como “arqueología aeróbica”) o sociales (como sería la visita en grupos familiares y sociales); y llevando a cabo una visita bajo su control (que podría distinguirse, por ejemplo, sabiendo si son ellos los que deciden cuándo dar por terminada la visita y si fueron ellos quienes eligieron asistir al sitio)5.

Sin embargo, una definición como esta no basta para poder caracterizar el tiempo libre. La verdadera prueba cuya respuesta reflejará claramente qué postura teórica tenemos radica en el siguiente paso: ¿qué hacer durante ese tiempo libre?

4. Contenido del tiempo libre

En páginas anteriores hemos indicado que los argumentos en torno al tiempo libre durante el siglo XIX se centraron principalmente en las razones por las que debía ser garantizado para todos, es decir en exigir un “mas-haber” en vez de un “mejor-ser” (González, 1975). Después de luchas enconadas, sangre derramada, litros de tinta invertidos en el tema y profundas reflexiones que lograron el triunfo del bando que exigía tiempo libre bien establecido y defendido por la ley, el tema no se agotó. A partir del primer tercio del siglo XX comienzan distintos bandos a proponer y discutir las actividades que se debían realizar durante el tiempo libre, saliendo a relucir las tendencias de cada uno. Consideramos que la mayor parte de estas reflexiones

realizada bajo completo control del asesino y que satisface una necesidad –por bizarra que ésta pueda parecer. 5 Resulta interesante que Screven (1992) logre avisorar estas mismas características para los visitantes de los museos que estudia. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 31 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

surgieron debido a que, si bien los “profetas de las desventuras” (como los llama Toti 1975:148) no vieron cumplidas sus advertencias apocalípticas en torno a la ampliación del tiempo libre, tampoco ocurrió lo contrario, como indica Arents: “¿Se han visto, con esta extensión de los ocios, afluir bruscamente hacia las bibliotecas, los museos, los conciertos, estas multitudes de trabajadores, liberados del abusivo ascendiente del trabajo en su vida?” (Arents 1971:183). Quisimos someter los escritos a los que tuvimos acceso y que actualmente discuten el tema a la pregunta: “¿Ahora que hacemos con lo ganado? ¿A qué nos deberíamos dedicar durante nuestro tiempo libre?”. La respuesta, evidentemente, de nadie fue impositiva o reduccionista, sin embargo pudimos distinguir en los escritos distintas jerarquías hacia las actividades que se deberían propiciar durante este tiempo. En general, distinguimos 3 respuestas que nos permitieron agruparlas de la siguiente manera: 1. Respuestas en función al tiempo laboral: a) Se prefieren las actividades encaminadas a una especialización laboral. b) Se prefieren las actividades que nos ayuden a reponer las fuerzas que perdemos durante el trabajo. 2. Respuesta en función a la homeostasis del sistema capitalista: a) Se prefieren las actividades en las que se consuma, principalmente en las que se involucre el intercambio monetario. b) Se prefieren las actividades en las que se tenga “ocupada” a la población. 3. Respuesta en función de las necesidades propias del ser humano: a) Se prefieren las actividades que promuevan la autorrealización del ser humano y la solidaridad social.

1 a. El tiempo libre como momento para la especialización en la producción. Éste es, quizá, el argumento mas utilizado en cuanto al uso del tiempo libre. Fue el que logró las primeras victorias del movimiento obrero, ya que 32 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

se hicieron públicos los resultados de estudios que indicaban que la producción mejoraba si los trabajadores tenían descansos, y además en muchas fábricas los obreros se comprometieron a utilizar ese tiempo libre negociado con sus patrones para mejorar su cualificación laboral (Ignatiev y Ossipov 1971, Toti 1975, Jáuregui et al. 1998). Como indica Pizzorno (1971), estamos frente a una variante de la idea de acumulación, tan cara a la ideología burguesa capitalista, que en este caso no es acumulación material sino de experiencia: “Las relaciones mantenidas en los tiempos de ocio son funciones directas de las relaciones y de las aspiraciones de carrera.” (Pizzorno 1971:136). De esta forma, se aprovecha cualquier espacio libre para mantener y aumentar la cualificación laboral y así estar preparados para la lucha por conquistar, mejorar y mantener el empleo. Esta visión es acorde con el pensamiento católico y protestante que observa al tiempo libre como un mal necesario del que hay que sacar el máximo provecho: “Hay que preservar al trabajador de la falsa idea de que el hombre trabaja para gozar del tiempo libre, mientras en realidad tiene el tiempo libre para hacerse física y espiritualmente más apto para el trabajo” (Pío XII citado en Toti 1975:267). Para completar las influencias que llevan a pensar de esta manera, se han encontrado razones psicológicas que privilegian esta visión laborista ya que a últimas fechas, frente a la decadencia social que actualmente nos invade, las personas se sienten más seguras en el trabajo que en el hogar, como reportan las encuestas norteamericanas: “...el trabajo se ha convertido en una especie de hogar y el hogar se ha convertido en un duro trabajo.” (Hochschild en Jáuregui et al. 1998:370). Sin embargo, la obsesión por el trabajo no es exclusiva de las sociedades capitalistas, como lo reflejan los filósofos comunistas de la extinta URSS, Ignatiev y Ossipov, al reportar cómo se manejaba el tiempo libre en ese contexto: “El tiempo libre se utiliza por los trabajadores para el desarrollo de sus capacidades, EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 33 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

las cuales se realizan, se materializan en formas nuevas del trabajo y en una nueva actitud de cara al trabajo.” (Ignatiev y Ossipov 1971:159). La reacción mas extrema de este pensamiento es su propia negación, al ocupar el tiempo libre en un segundo trabajo. Y aunque pudiera parecer exagerado, esto es lo más común entre las personas, de acuerdo a reportes en Norteamérica y sospechamos que también en países como el nuestro (Jáuregui et al. 1998). Las principales razones para buscar un segundo trabajo tienen que ver con la falta de seguridad y confianza en la estabilidad del sistema económico (Ripert 1971), aunque a últimas fechas el consumo y sus ilimitadas aspiraciones aparecen como una fuerte influencia para reducir el tiempo libre a cambio de conseguir mayor remuneración económica (Sue 1995, Aparicio 2009).

1 b. El tiempo libre como reposición de lo perdido durante el trabajo. El descanso es la primera característica que le otorga Dumazedier al tiempo libre y es en general el contenido más evidente. Este descanso tiene como objetivo la recuperación física y psicológica del desgaste causado por el trabajo. Actualmente la fatiga mental ha sido más común que la física, llegando a provocar verdaderas enfermedades (Dumazedier 1971, Jáuregui et al. 1998, de Masi 2000) y a quebrar seriamente la naturaleza humana, como el siguiente testimonio obtenido de una secretaria entrevistada por González Llaca hace 30 años:

“Así es; el sábado y el domingo me la paso en la cama y me paro, pues, a lo indispensable... Bueno, a veces mi familia me lleva fuera del Distrito Federal, a visitar algún pariente... Mi angustia termina cuando me acuesto y los convenzo de que no estoy enferma; simplemente que prefiero quedarme descansando que salir...” (González 1975:43).

Con imágenes como ésta en mente, privilegiar el tiempo libre como un recuperador de lo perdido toma un nuevo cariz, que resulta ser de los más socorridos: es necesario para recuperar la humanidad y todo aquello que durante 34 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

el trabajo se nos arrebata. Como una especie de válvula de escape, entonces, el tiempo libre se concibe como el regulador de las presiones, injusticias y demás perjuicios que ocurren en el trabajo para, claro, regresar al día siguiente con nuevos bríos al martirio. Éste correspondería a lo que Dumazedier entiende como diversión, y es compartido por autores como Fougeyrollas (1971) o Sue: “...las actividades de esparcimiento deberían permitir al hombre encontrarse a sí mismo y experimentar con las potencialidades reprimidas en la vida laboral. El ocio debería permitir al hombre todo aquello que el trabajo le prohíbe.” (Sue 1995:41).

2 a. El tiempo libre como consumo. Ésta es de las actividades menos declaradas como principales para el tiempo libre, aunque es la que ha guiado la mayoría de las políticas en el mundo moderno de la vida capitalista de los últimos 40 años. Para nadie es desconocido que las actividades relacionadas con el tiempo libre actualmente son las que producen la mayor cantidad de divisas, desde la compra de equipos especializados para practicar alguna de ellas hasta el turismo en masa. Por ello, no resulta sorprendente que sean las actividades que más se están privilegiando en los programas de trabajo políticos, como el caso mexicano, donde se han puesto todas las esperanzas en la explotación turística (González 1975, Jáuregui et al. 1998, Getino 2002). Y así, aunque no se cumplió lo que los profetas de la desgracia aseguraban respecto a la entrega sin freno a las adicciones alcohólicas, actualmente vivimos al acecho de la adicción al consumo, promovida por su hermana la publicidad. Las razones por las que el consumo ha ganado un puesto importante como contenido de las actividades del tiempo libre, serán explicadas más adelante. Por el momento bástenos con indicar que los objetivos de aquellos que ven que el tiempo libre es básicamente consumo se enfocan típicamente en la producción en masa que se trata de “...producir bienes de consumo en gran serie y sacar de EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 35 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

ellos el máximo provecho posible” (Ripert 1971:151) dirigido principalmente hacia las distracciones.

2b. El tiempo libre como distractor. Este argumento ha sido en pocas veces abiertamente referido por los investigadores a los que tuvimos acceso. Sin embargo no quisimos dejarlo de lado, ya que quienes lo declararon con más convicción fueron los investigadores en uno de los pocos simposios dedicados al asunto en México (Victoria 1995). En este caso el tiempo libre toma un cariz de engorroso privilegio o espacios vacíos entre el trabajo, que deben ser liquidados lo más pronto posible, ya que por lo general, se aduce a ser semillero de males sociales. Por ello, las actividades del tiempo libre se consideran “...pequeñas ocupaciones cuya principal función es ocupar a la gente” en palabras de André Gorz (citado en Jáuregui et al. 1998:319). Así, estas actividades son por lo general concebidas como pasa-tiempos o más bien mata-tiempos6, normalmente las que dominan en el entretenimiento de masas (Toti 1975, Jáuregui et al. 1998).

3 a. El tiempo libre como promotor de las facultades del ser humano y de la solidaridad social. Ésta es para muchos investigadores, la menos promovida de las actividades del tiempo libre en la actualidad (Dumazedier 1971, Kaes 1971). Pero también para muchos es la razón de ser de la lucha por el tiempo libre: “...para satisfacer la totalidad de las necesidades que, en tiempos anteriores sólo estaban justificadas para la burguesía: cultura intelectual, física, económica y social, cultura general, formación del gusto, viajes, vacaciones.” (Kaes 1971:64). Tienen como característica principal ser actividades cuyo objetivo no rebasa el desarrollo de ella misma, es decir, es autotélica y sus beneficios van más allá de lo económico, principalmente dirigidos a la salud y felicidad tanto del

6 Jáuregui indica que de esta visión proviene el término entretener o “tener entre dos tiempos” como sinónimo a pasa-tiempo (Jaúregui et al. 1998:404 nota al pie). 36 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

individuo como de la colectividad (González 1975, Dumazedier 1971, Jáuregui et al. 1998) y pueden abarcar actividades tan amplias como: “..la amistad y el amor, la conversación y la familia, el arte, la cultura y la formación, el disfrute de la naturaleza convertido en deporte y excursión.” (Jáuregui et al. 1998:30). En general Dumazedier los conjunta en lo que concibe como desarrollo de la personalidad y es posible que cualquier medio pueda ser utilizado para lograrlo, por ejemplo, la tan satanizada televisión que puede ser ocupada para “...alcanzar un mejor conocimiento del mundo y de sí mismo.” (Domenach 1971:216).

La postura del marxismo: ¿se trabaja para vivir o se vive para trabajar?

Como hemos mencionado al inicio de este punto, Marx no se dedicó in extenso al tema del tiempo libre. Es cierto, como indican sus críticos, que no vivió o siquiera se imaginó un mundo con televisión (de Masi 2000), sin embargo, consideramos que es posible saber cuál sería la jerarquía preferente si atendemos a sus escritos y –claro—también los de sus sucesores teóricos como Marcuse y Fromm. Iniciemos por el inciso 2 a y b que son los que presentan menos complicaciones para su descarte. El consumo no tenía en épocas de Marx el auge que ha cobrado hoy día, sin embargo su capacidad analítica le permitió observar sus riesgos. Marx concibe que el capitalismo con su obsesión por incrementar las ganancias no encuentra límites morales, por lo que el consumo no se escapa de su manipulación. Recordemos que consideraba que las necesidades – relacionadas con el consumo que se comprende como la satisfacción de una necesidad— están socialmente condicionadas y, junto con Fromm, que existen necesidades artificialmente creadas, que en el caso del capitalismo son promovidas para generar una adicción consumista:

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 37 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

“...todo hombre especula con la creación de una nueva necesidad en otro para obligarlo a hacer un nuevo sacrificio, para colocarlo en una nueva dependencia y atraerlo a un nuevo tipo de placer y, por tanto, a la ruina económica. Cada hombre trata de establecer sobre los demás un poder ajeno, para encontrar así una satisfacción de su propia necesidad egoísta.” (Marx 1970: 149).

De esta manera, el capitalismo anhela generar “públicos cautivos”, donde las aspiraciones de consumo ilimitadas –esa “voluntad de tener” (Maget 1971)— encadenen al individuo al proceso productivo. Además en el consumo del mundo capitalista, el control ejercido sobre el consumidor ha demostrado ser bastante débil; el productor es quien lleva la batuta, ofrece productos “que no se han pedido” y no existe la posibilidad de participación de la mayoría en las decisiones de la oferta. Nuevamente ocurre un monopolio de los “medios de producción” en el tiempo libre (Tourraine 1971). Por ello, no consideramos que el marxismo deba promover el consumo como objetivo primario del tiempo libre: “Ocio, no es necesariamente sinónimo de consumo.” (Pizzorno 1971:121). Más adelante retomaremos este tema para discutir sus consecuencias en vista de que es la tendencia actual. Sobre el inciso 2b –es decir el tiempo libre como distractor— la implicación es más que nada política y tiene que ver con las estrategias del sistema opresor para mantener bajo control a sus subordinados. De esta forma, los marxistas perciben que detrás de las advertencias de los “profetas de la desgracia”, se encuentra el temor a dejar en libertad a la gran mayoría porque entonces podrían revelarse contra el sistema:

“La defensa consiste principalmente en un fortalecimiento de los controles no tanto sobre los instintos como sobre la conciencia, que, si es dejada en libertad, puede reconocer la obra de la represión en la más amplia y mejor satisfacción de las necesidades.” (Marcuse 1983:96).

38 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Miedo que se hizo patente durante el Congreso de Lieja, donde se discutió el derecho de los trabajadores a:

“...emplear su tiempo libre según sus propias inclinaciones y sus propios gustos personales. Se discutió sobre la cuestión de si los obreros eran bastante “juiciosos” –es esa la palabra que quedó en los documentos oficiales—para poderlos dejar libres de pasar las horas libres de descanso.” (Toti 1975:93).

Por ello, para el sistema es preferible que ante el tiempo libre que de mala gana el capitalismo cedió, los individuos se dediquen a las “pequeñas ocupaciones” de Gorz. No lo podríamos observar más claro que en la siguiente declaración del entonces Procurador de Justicia de Veracruz:

“Habría que sostener la tesis de que lo que hay que evitar es que exista el tiempo libre y ahora diré por qué: estar ocupado implica estar haciendo algo, ello evita el desvío del tiempo libre hacia la infracción de la normatividad, basado en un antiguo refrán... “la ociosidad es la madre de todos los vicios.”.” (Andrade 1995:120).

Ahora la elección se centra entre los incisos 1 y 3: ¿el tiempo libre debe ser una extensión del trabajo o estar dedicado al desarrollo del ser humano? Muchos autores han considerado a Marx economicista, por lo que la respuesta para ellos sería la primera: “...Marx tenía la misma idea fundamental del trabajo: “el trabajo es la esencia del hombre”. La ascensión del ocio amenaza tanto los valores de Marx como los de Ricardo...” (Dumazedier 1971:13). Sin embargo, debemos efectuar una lectura más profunda de los escritos de Marx, principalmente en lo referente a su concepto de trabajo que refleja cuál era su postura acerca de la vida humana. Para ello debemos tomar un pequeño desvío.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 39 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

El concepto de trabajo de Marx El concepto de trabajo es quizá uno de los más discutidos entre el círculo marxista. Para efectos de esta tesis, retomaremos el análisis de Noguera (2002) quien propone 4 ejes para abarcar el concepto: a) Marx concebía que si bien el trabajo puede contener un valor social y cultural positivo, no llegó a extremos idolátricos, ya que no manifiesta que sea la única fuente de progreso humano o desarrollo moral (Noguera 2002:150)7. b) El segundo eje resalta el concepto amplio que Marx tenía del trabajo, ya que no sólo lo concibe bajo una dimensión instrumental –a pesar de que se haya concentrado en este aspecto8. Noguera indica que Marx no considera al trabajo como un fin en sí mismo, sino que su razón de ser es la socialidad del hombre a través de él, agregándole que puede ser una vía para la creatividad y la autorrealización (Noguera 2002:163). c) El tercer eje, abarca el no productivismo de la postura marxista ya que: “...la producción económica nunca se planteó como un fin en sí mismo... por el contrario, la prioridad para él era el desarrollo humano, de tal manera que el ser humano domine y controle la producción, en vez de verse controlado por ella...” (Noguera 2002:151). En este caso, Marx fue bastante claro en torno a que el trabajo debería estar orientado a la satisfacción de las necesidades y no tener como finalidad la producción9.

7 “El trabajo es, en primer lugar, un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso en que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza. (...) Pone en movimiento las fuerzas naturales que pertenecen a su corporeidad, brazos y piernas, cabeza y manos, a fin de apoderarse de los materiales de la naturaleza bajo una forma útil para su propia vida.” (Marx I-1 2004:215). 8 “El proceso de trabajo... es una actividad orientada a un fin, el de la producción de valores de uso, apropiación de lo natural para las necesidades humanas, condición general del metabolismo entre el hombre y la naturaleza, eterna condición natural de la vida humana y por tanto independiente de toda forma de esa vida, y común, por el contrario, a todas sus formas de sociedad.” (Marx I-1 2004:223). 9 “Es evidente, asimismo, que la composición del personal obrero, la combinación de individuos de uno u otro sexo y de las más diferentes edades, aunque en su forma espontáneamente brutal, capitalista –en la que el obrero existe para el proceso de producción, y no el proceso de producción para el obrero—constituye una fuente pestífera de descomposición y esclavitud, bajo las condiciones adecuadas ha de trastocarse, a la inversa, en fuente de desarrollo humano.” (Marx 2004 I:596). 40 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

d) El último eje analiza que el trabajo no juega el papel central en la sociedad, ya que no es el modelador de las demás instancias sociales y culturales.

A partir de este breve resumen del análisis de Noguera, podemos comprender que Marx no manejaba una postura determinista económica: ni el trabajo, ni la producción cualifican al hombre. Como bien apunta Noguera, el hombre para Marx no es un “homo faber” sino un animal social: “...el hombre es por naturaleza, si no, como afirma Aristóteles, un animal político, en todo caso un animal social” (Marx 2004 I:397). Sobre la valoración del trabajo, también podemos considerar que éste tiene una connotación positiva, ya que: “...puede ser una vía entre otras para la generación de solidaridad social y para el logro de la autorrealización de los individuos.” (Noguera 2002:163). Las capacidades analíticas de Marx le permitieron correr el velo historicista para analizar el trabajo y descubrir que hay varias aplicaciones de éste, logrando identificar que no es lo mismo trabajo que trabajo alienado. En este caso, el trabajo alienado sí tiene una connotación negativa y es blanco de las más ácidas críticas de nuestro filósofo alemán:

“¿Que constituye la enajenación del trabajo? Primero, que el trabajo es externo al trabajador, que no es parte de su naturaleza; y que, en consecuencia, no se realiza en su trabajo sino que se niega, experimenta una sensación de malestar más que de bienestar, no desarrolla libremente sus energías mentales y físicas sino que se encuentra físicamente exhausto y mentalmente abatido. El trabajador sólo se siente a sus anchas pues, en sus horas de ocio, mientras que en el trabajo se siente incómodo. (...) No es la satisfacción de una necesidad, sino sólo un medio para satisfacer otras necesidades.” (Marx 1970:108).

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¿Homo ludens u homo faber? Volvamos a nuestra pregunta acerca de cuáles actividades serían las más importantes a realizar durante el tiempo libre. En las sociedades capitalistas, como hemos indicado, el argumento que se utilizó para negociar la reducción de la jornada laboral fue el aumento de la producción al dedicarse los obreros a una especialización durante el tiempo libre. Esto evidencia que el interés de los capitalistas no era el mejoramiento humano, sino su propia conveniencia:

“Si en el pasado los patronos aceptaron intercalar descansos en determinados trabajos enajenantes, no fue por simple humanidad sino por el convencimiento de que una relajación física y mental aumenta la producción y disminuye los errores de trabajo. (...) El tiempo libre no provocará impulsos humanitarios en los patronos, a menos que se les convenza de que éste incide directamente en sus ganancias.” (González 1975: 15).

Por ello, es comprensible que tener como jerarquía del tiempo libre actividades que tengan que ver con una mejor calificación laboral sea lo más promovido por el sistema. Sin embargo para el marxista, sostener un argumento así implicaría que percibe al trabajo como la razón de ser de la vida, que ya hemos visto, no era lo que Marx proponía10. De la misma forma, muchos países socialistas concibieron que el trabajo era el centro al rededor del cual gira todo lo demás. Así, aunque concebían que el tiempo libre era importante, éste debía subordinarse al trabajo, de manera que su uso principal fuera mejorar las capacidades y aumentar los conocimientos productivos de los individuos, como lo reportan Ignatiev y Ossipov (1971) y Kaes (1971). Se llega a puntos verdaderamente obsesivos de enaltecimiento al trabajo, donde las actividades del tiempo libre comúnmente eran “...veladas de

10 “El ahorro de tiempo de trabajo equivale al aumento de tiempo libre, es decir, al aumento de tiempo para el pleno desarrollo del individuo, que a su vez repercute como la fuerza productiva máxima sobre la productividad del trabajo. Desde el punto de vista del proceso de producción inmediato puede ser considerado como producción de capital fijo; siendo este capital fijo el hombre mismo.” (Marx 1976:97). 42 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

trabajadores... en el curso de las cuales se discuten las cuestiones de la organización del trabajo y... se organizan... excursiones a las empresas industriales vecinas y a los kolkoses, de cara al intercambio de experiencias.” (Ignatiev y Ossipov 1971:162)11. Es cierto que para Marx el trabajo era una parte importante de las actividades humanas pero, como hemos indicado, no era la principal. Por lo tanto exaltarlo a niveles francamente obsesivos no sería congruente. Lo único que acarrearía es que repitamos el máximo cinismo que fue alcanzado hace mas de 50 años, evidenciado en la frase en alemán ubicada sobre un acceso: “El trabajo libera”12. Por otro lado debemos considerar que la obsesión y exaltación del trabajo es una característica común en las ideologías del catolicismo, el protestantismo y el capitalismo, donde un hombre es tal en tanto que trabaje y si no lo hace simplemente no existe para el sistema –muy al estilo de La Metamorfosis kafkiana. Dudamos que el marxismo quiera compartir dicha ideología, ya que el mismo Marx lo condenó:

“Pero el trabajador tiene la desgracia de ser un capital viviente, un capital con necesidades, que pierde su interés y en consecuencia su modo de vida en cada instante que no está trabajando. Como el capital, el valor del trabajador varía de acuerdo con la oferta y la demanda y su existencia física, su vida, fue y es considerada como una oferta de mercancías, semejante a cualquier otra mercancía.” (Marx 1970:119).

En cuanto al segundo inciso de esta jerarquía, son pocos los que han adivinado su intención reproductiva (Kaes 1971, González 1975, Toti 1975). Así,

11 Ante esta situación, los ataques de los países capitalistas no se hicieron esperar, sin embargo consideramos certeras sus críticas: “...jamás serán otra cosa que apariencias de ocio con la agravante de tener que sufrirse colectivamente... Que la sociedad haga trabajar a los hombres, pase; pero que organice su diversión y para colmo en los propios sitios de trabajo, eso no…” (Domenach 1971:214). Sin embargo, observamos que estas mismas tácticas se utilizan en las fábricas de las sociedades capitalistas. 12 “Arbeit macht Frei” leyenda ubicada en una de las entradas del campo de concentración nazi de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 43 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

para muchos investigadores ésta sería la posición ideal del tiempo libre: un momento en que el hombre recupera todo lo perdido en el trabajo alienado. Muchos pusieron la esperanza del cambio social en este punto: el hombre no tardaría en darse cuenta y hartarse de una “vida doble” donde tuviera todo en su tiempo libre y nada en su trabajo, por lo que comenzaría a exigir mejores condiciones de trabajo y finalmente un mejor sistema social. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que el tiempo libre se ha manejado como un narcótico ante el “embrutecedor trabajo” (Domenach 1971) y ha probado ser tan efectivo que la anhelada exigencia social no ocurrió y por el contrario, el sistema sigue reproduciéndose gracias a que el tiempo libre ofrece una ilusión anestésica para la situación:

“El control básico del ocio es logrado por la duración del día de trabajo mismo, por la aburrida y mecánica rutina del trabajo enajenado; éste requiere que el ocio sea una pasiva relajación y una recreación de energía para el trabajo. Sólo en el último nivel del la civilización industrial… la técnica de la manipulación en masa ha tenido que desarrollar una industria de la diversión que controla directamente el tiempo de ocio...” (Marcuse 1983:58)

Por lo que esta postura no ha tardado en ser criticada: “No puede el trabajador perder su dignidad en el trabajo y encontrarla como por milagro en el tiempo libre” (Cáceres en González 1975:61), argumentando que en esta visión el hombre es incapaz de cambiar la situación que lo martiriza. Por ello para el marxismo el tiempo libre tampoco debe ser dirigido a actividades de evasión, aunque sí es preciso tomarlo como momento de recuperación física y mental en vista de que todo trabajo requiere esfuerzo y desgasta al individuo.

Esto nos lleva a considerar la última posibilidad: que el tiempo libre sea utilizado para actividades donde hombre desarrolle sus facultades y fomente la solidaridad social. Aunque a primera instancia es la respuesta más obvia, 44 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

debimos realizar un justo descarte observando los puntos en los que contradecían las demás opciones al pensamiento marxista. Y en este caso, también debemos apoyarnos en sus postulados. Comencemos indicando que para Marx el tiempo libre o liberado era de capital importancia: “Una nación es realmente rica, cuando en lugar de trabajar 12 horas, trabaja 6.” (Marx 1976:92). El desarrollo de las capacidades del hombre es importante para muchos investigadores (Kaes 1971, Maget 1971) y como hemos visto, no tiene que ver con el consumo monetario, es decir, está alejado de la lógica de la ganancia. De esta forma, convendría caracterizar al tiempo libre como una actividad que no tiene precio, es decir, no importa cuánta ganancia pueda generar (Domenach 1971, Toti 1975). En este caso, son acciones autotélicas, es decir, “...un tiempo reposado sobre sí “inservible” para ninguna finalidad más allá de su propio disfrute” (Jáuregi et al. 1998:40). Si tuviésemos la necesidad de volver el tiempo libre un tiempo que produzca y encontrarle resultados nos llevaría de vuelta a las tendencias que mantienen una lógica utilitarista (Ripert 1971, Toti 1975, Leff 2002).

En este punto entra a escena el tema del disfrute: ¿el marxismo permite el goce?, ¿las actividades del tiempo libre pueden ser hedonistas? En este caso, la respuesta es afirmativa. De esta forma, el marxismo se opone nuevamente a la ideología católica, protestante y capitalista de corte productivista, criticada por Marx:

“Su tesis principal es la renuncia a la vida y a las necesidades humanas. Cuanto menos comas, bebas, compres libros, acudas al teatro, a los bailes o al café y cuanto menos pienses, ames, teorices, cantes, pintes, practiques la esgrima, etc., más podrás ahorrar y mayor será tu tesoro que ni la polilla ni la herrumbe deteriorarán: tu capital.” (Marx 1970:152).

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Siendo así, para el capitalismo la satisfacción de necesidades que vayan más allá de aquellas inevitables por parte de los individuos se considera casi un exceso, principalmente si es la clase trabajadora la que lo goza: “Así, todo lujo de la clase trabajadora le parece condenable y todo lo que vaya más allá de la necesidad más abstracta (ya sea un placer pasivo o un manifestación de actividad personal) es considerado como un lujo.” (Marx 1970:152). Todo el tiempo que el trabajador se dedica a sí mismo se considera un robo ya que el capitalista se concibe como dueño de la vida de trabajador: “El tiempo durante el cual trabaja el obrero es el tiempo durante el cual el capitalista consume la fuerza de trabajo que ha adquirido. Si el obrero consume para sí mismo el tiempo a su disposición, roba al capitalista.” (Marx I-1 2005:280). De igual forma, las implicaciones acerca del uso del tiempo libre en la administración política de la sociedad también son importantes, incluso estratégicamente. Recordemos que el marxismo concibe que la participación política debe involucrar a todos los individuos y no sólo a unos cuantos. Por ello, las actividades colectivas durante el tiempo libre también son importantes para el marxismo. Esto lleva implicado otro elemento: la situación de clase en las sociedades capitalistas no permite un disfrute uniforme del tiempo libre. Así, por ejemplo, para Sue (1995) la clase media es a quien van dirigidas la mayoría de las actividades. Para el caso mexicano, éste es de los principales aportes de García Canclini, quien logró mostrar los intereses de clase detrás de las grandes producciones culturales del país. En este caso, sería útil tomar en cuenta lo que propone de Masi (2000) en torno a la administración del tiempo libre, concebido en tres partes: la primera dedicada al cuidado personal, la segunda a las relaciones familiares y afectivas y la tercera a la organización civil y política.

Por todo lo anterior, comprendemos porqué para Marx el tiempo libre y las actividades que en él se desarrollan son importantes para el hombre ya que es el 46 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

único momento en que pueda efectuar algunas13, que durante el trabajo no serían posibles de realizarse:

“Lo que Marx llamaba el “general intellect” es decir ese conjunto de competencias y capacidades más comunes –capacidad de interpretar, de autoorganizarse, de comunicar, de imaginar, de anticipar, de tratar lo imprevisto, etc.—que no se aprende ni se enseña en las escuelas, los centros de formación o las empresas. Más bien se aprende y se desarrolla por la práctica cotidiana en los barrios, los cafés, los grupos de discusión, los teatros, los estadios, las lecturas, los clubes de judo, las relaciones amorosas, etc. es decir, en cualquier lugar donde los individuos en su tiempo disponible, se producen y producen el universo de interacciones comunicacionales que tejen la cultura de lo cotidiano.” (Gorz 1998:433).14

El último punto que deberíamos discutir es acerca del control o las pautas a seguir sobre el tiempo libre. Muchos insisten en que pretender regular legalmente las actividades del tiempo libre lleva a un control totalitario indeseable, por ello, se sugiere la reducción de la ingerencia del Estado. En cambio se encuentran otros (González 1975) que advierten que en las actividades del tiempo libre se involucran elementos que tienen que ver con la personalidad del hombre por lo que debe existir regulación que proteja a los individuos de los excesos, donde el Estado “...respetando la diversidad de tendencias, ponga límites muy estrictos a la ingerencia de los intereses privados en las actividades del ocio.” (Ripert 1971:155).

13 “...tiempo libre significa, viaje, cultura, erotismo, estética, reposo, deporte, gimnástica, meditación y reflexión. Todo lo que podemos hacer sin gastar un peso con nuestro tiempo disponible. (...) En suma, dar sentido a las cosas de todo el día, en general lindas, siempre iguales y siempre diversas, que infelizmente son despreciadas por el uso cotidiano.” (de Masi 2000:391- 392). 14 Heller, al respecto opina de manera similar, considerando que en el trabajo no se pueden desarrollar cierto tipo de facultades: “...la vida cotidiana mantiene ocupadas muchas capacidades de diverso tipo: la vista, el oído, el gusto, el olfato, el tacto, y también la habilidad física, el espíritu de observación, la memoria, la sagacidad, la capacidad de reaccionar. Además operan los afectos más diversos: amor, odio, desprecio, compasión, participación, simpatía, antipatía, envidia, deseo, nostalgia, náusea, amistad, repugnancia, veneración, etcétera.” (Heller 2002:159-160). EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 47 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

Estos también han indicado que las ofertas de las actividades a realizar deberían surgir de la sociedad misma y no de las imposiciones de la iniciativa privada, por lo que la actuación del Estado como competidor en el que no prevalezca la lógica de mercado es necesaria (Jáuregui et al. 1998). Es justo indicar que no sólo el Estado ha pretendido controlar el tiempo libre, la Iglesia también ha tenido ingerencia de manera bastante efectiva en países como el nuestro donde se ocupa de censurar las actividades que considera inapropiadas y organiza diversiones o espectáculos propios (Toti 1975)15. Las empresas privadas también han intentado controlar el tiempo libre de sus trabajadores, organizando actividades extra-laborales y apoyando a su mejor aliado: la televisión, que desgraciadamente ha desplazado al sistema educativo en muchos lugares16. La cuestión no es fácil y es una de las discusiones más actuales sin respuesta consensual. Es verdad que el Estado no debe privilegiar determinadas actividades ni ejercer presión en un afán homeostático, sin embargo es necesaria su presencia regulatoria, ya que como Sue (1995) indica, fue importante para la lucha obrera el reconocimiento institucional y también su participación en la creación de organismos que regularan e impulsaran las actividades del tiempo libre y que viera por los intereses de todos sus gobernados y no sólo de la élite.

En conclusión, para el marxismo el tema del tiempo libre es de capital importancia ya que conlleva un compromiso personal17 ético y político de alcance histórico. De ahí que el uso del tiempo libre implique una responsabilidad con todos aquellos que dieron su vida por exigirlo y defenderlo, y además con uno

15 Bástenos mirar la historia de Acción Nacional y la situación del Bajío en estos momentos donde la Iglesia controla incluso a las propias organizaciones obreras y hasta organiza sus propios sindicatos. 16 De acuerdo a las estadísticas, actualmente un niño pasa más horas viendo la televisión que en la escuela (comunicación personal Dr. Luis Felipe Bate, enero 2010). 17 “Cuanto menos tiempo necesita la sociedad para producir… tanto más tiempo gana para otro tipo de producción material o espiritual, de la misma forma que en el caso de un individuo aislado, la universalidad de su desarrollo, disfrute y actividad depende de su ahorro de tiempo.” (Marx 1976:102). 48 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

mismo, ya que el hombre no tiene mayor tesoro que su propio tiempo porque “...cada minuto de su vida es insustituible.” (Toti 1975: 279)18. Por ello, la lucha contra el tedio –concebido como un exceso de tiempo libre y de la inexistencia de compromisos para usarlo (De Masi 2000)—es una de las más importantes. Es por estas razones que para el marxismo el tema del tiempo libre es fundamental y uno de los parámetros para medir el verdadero desarrollo social: “Nada pues, como el tiempo libre para descubrir las incongruencias entre la idealidad y la realidad de un sistema político determinado; para fijar la madurez de una civilización y el nivel histórico de un gobierno.” (González 1975:73).

Consumo y escape de la realidad: espejismos hedonistas ofrecidos por el tiempo libre y el turismo del siglo XXI

Este subtema resultó necesario, ya que usualmente la visita a museos y sitios arqueológicos se consideran actividades turísticas. Sin embargo, lo que se pasa de vista es que el turismo es una actividad que forma parte del tiempo libre, por lo que los debates y características que hemos desarrollado para el tiempo libre son totalmente aplicables para el turismo. Actualmente consideramos que el concepto de turismo y tiempo libre que dominan son los que ponderan el consumo o un escape de la realidad. La cuestión del consumo es la más preocupante debido a las consecuencias que implica, y quizá habrá que remontarnos a mitad del siglo XX para entender el origen de su dominio, fecha en la que terminamos nuestro esbozo histórico líneas atrás. Le debemos a uno de los padres del capitalismo moderno la preeminencia del consumo que vivimos: Henry Ford. Este empresario, además de haber

18 “..si los trabajadores conquistan el fin de semana sin una consciencia clara de superación personal de responsabilidad familiar y nacional, del estado que guarde su lucha, la ganancia será para la televisión y le estarán cediendo su sangre...” (González 1975:92).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 49 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

promovido la producción en serie, consideraba que era posible obtener ganancias de la reducción de la jornada laboral ya que era el momento en que sus trabajadores consumían (Toti 1975, Valerdi 2005). De esta manera comienza a pervertirse una de las mayores victorias del movimiento obrero:

“...ni Lafargue ni todos los demás brillantes polemistas marxistas de su época nunca hubieran creído posible, en realidad, que ese “derecho a la pereza” que ellos reivindicaban paradójicamente se transformaría... en el elemento fundamental de la ideología del tiempo libre difundida por la propaganda de la industria cultural de masa, es decir, de la cultura oficial del régimen capitalista en su último estadio.” (Toti 1975:156).

Bajo la propuesta fordista, entre los años 1950 y 1975, se crea un excedente incalculable del capital y comienza a ponderarse el consumo que hasta ese momento había sido restringido por la moral capitalista que promulgaba “...la ganancia, el trabajo, el ahorro y la sobriedad...” (Marx 1970:155). Entonces gran parte de la ideología capitalista se reformuló, ahora el consumo se liberaba de su carga negativa y comenzaba a privilegiarse como la actividad responsable de que el sistema entero marchara bien e incluso sea quien lo rescate de las crisis constantes: “La esperanza... de que las cosas se reanimen se basa en que los consumidores vuelvan a cumplir con su deber: que otra vez quieran comprar, comprar mucho y comprar mas.” (Bauman 2008:48). Es así como comprendemos la gran valía que ha tomado el turismo, por ejemplo, que se concibe como una actividad “prometedora” que genera empleos y derrama económica en la que se basan las esperanzas de muchos programas políticos (Honey 1999, Getino 2002). De esta manera, la nueva ideología consumista invade todos los sectores, principalmente el del tiempo libre y el turismo. De ahí que las actividades del tiempo libre, y en especial las turísticas, se tornan cada vez más especializadas, necesitadas de equipo e incluso de asesores especialistas en el tema. Así, surgen los paquetes vacacionales “todo incluido”, que planean viajes que antes las personas planeaban sin ayuda y que “taylorizan” el tiempo, es decir, su objetivo 50 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

es efectuar las tareas en el menor tiempo posible, mediante horarios rígidos y hasta esquizofrénicos, pero “productivos” (Arents 1971, Sue 1995, Jáuregui et al. 1998, de Masi 2000). Sin embargo, las implicaciones ideológicas van más allá. El fomento del consumo tiene que reunir ciertas características para que pueda garantizarse el beneficio del productor y que los individuos se transformen en “termitas consumidoras permanentes” (Toti 1975:219). Una de las más importantes para nuestro estudio es el que tiene que ver con la experiencia placentera del consumo per se –y no como satisfactor de alguna necesidad. De esta forma, la intensidad de la experiencia y la novedad que pudiera implicar son los elementos básicos de cualquier publicidad, no obstante éstos deben ser pasajeros para que un nuevo producto pueda ser consumido y la rueda siga girando (Fromm 1970, Bauman 2008, Aparicio 2009). Este punto también es importante para comprender el rumbo que ha tomado la promoción del turismo y de muchas actividades del tiempo libre que ofrecen vivencias más que experiencias, como lo explica Bauman:

“En resumen: la estética del consumo gobierna hoy, allí donde antes lo hacía la ética del trabajo. Para quienes completaron con éxito el entrenamiento para el consumo, el mundo es una inmensa matriz de posibilidades, de sensaciones cada vez más intensas, de experiencias más y más profundas, en el sentido de la noción alemana de Erlebnis (vivencia) diferente de Erfahrung (experiencia). Una es “las cosas por las que atravieso a lo largo de la vida” y la otra “la experiencia que me enseña a vivir”. (Bauman 2008:56).

Por lo que es comprensible que el turismo de masa, tan exitoso en la actualidad corresponda a la famosa caracterización de las 4 “s”: sol, mar, arena y sexo (sun, sand, sea, sex en inglés) todas relacionadas precisamente con vivencias hedonistas más que con experiencias (Honey 1999). En esta misión la publicidad ha jugado un papel sumamente importante, al promocionar el tesoro más anhelado por el hombre: la felicidad, que se puede alcanzar a través del consumo (Aparicio 2009). Consiguiendo de paso fomentar lo EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 51 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

que a Marx le parecía tan aborrecible: la voluntad descontrolada del tener19. Esta publicidad se ha mostrado bastante carente de principios, fomentando necesidades definidas por Marx y Fromm como sintéticas, para garantizar el consumo. No encontramos mejor descripción de lo que pasa que la penetrante visión de González quien criticaba anuncios que utilizaban imágenes de mujeres para promocionar sus artículos:

“..el apetito sexual del individuo no es satisfecho, sino sólo manipulado para que adquiera un satisfactor que no corresponde a la necesidad estimulada, sino a otra que se crea a partir de tal manipulación, para que el individuo adquiera la calidad de consumidor permanentemente.” (González 1975:81).

Bajo esta idea, no resulta sorprendente saber que la tercera atracción turística de Estados Unidos sea un centro comercial en Minneápolis (Jáuregui et al. 1998). Y ahora resulta claro, por qué solo las actividades que generan cierto tipo de ganancia sean interesantes para los estudios estadísticos como han denunciado varios investigadores (Toti 1975, Sue 1995):

“Las innumerables horas que pasamos viendo fútbol en la televisión sirven para engrosar los índices de audiencia que generan miles de millones en ingresos publicitarios que se reparten las empresas de comunicación y los clubes deportivos. Las horas que pasamos formándonos, leyendo, hablando o jugando con nuestros hijos o mejorando nuestra vivienda no cuentan para la sociedad. Unas y otras transcurren en el ámbito doméstico, pero unas generan dinero y se añaden al PIB y las otras constituyen una realización humana inconmensurable y una base de capital social fundamental para el futuro.” (Jáuregui et al. 1998:322).

19 “La propiedad privada nos ha hecho tan estúpidos y parciales que un objeto es sólo nuestro cuando lo poseemos, cuando existe para nosotros como capital o cuando es directamente comido, bebido, usado como vestido, habitado, etc., es decir, utilizado de alguna manera, aunque la propiedad privada misma sólo concibe estas diversas formas de posesión como medios de vida y la vida para la cual sirven como medios es la vida de la propiedad privada: trabajo y creación de capital. (...) Así, todos los sentidos físicos e intelectuales han sido sustituidos por la simple enajenación de todos esos sentidos: el sentido de tener.” (Marx 1970:140). 52 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Sin embargo, el espejismo de la felicidad a través del consumo ha durado poco. Primeramente este sistema mantiene a los excluidos como tales; por mas que se esfuerce en maquillar la opresión, ésta sigue presente. Bástenos observar quién mantiene el control y la dirección de la producción de las actividades turísticas y del tiempo libre. Muchos investigadores han indicado que la sociedad civil ha tenido poca ingerencia en las actividades del tiempo libre, y poco a poco vemos que éstas han sido monopolizadas por la iniciativa privada, quien detenta el control de las estructuras del tiempo libre ganándole terreno a la participación estatal en el tema (Arents 1971, Kaes 1971, Sue 1995, Jáuregui et al. 1998). Por otro lado, se han llevado a cabo estudios que indican que el nivel de felicidad no es alcanzado simplemente con consumir, sino que depende de la relación entre las aspiraciones de consumo y los medios de consumo. Ésta desciende si las aspiraciones son mayores que los medios y viceversa. Así los aumentos en el consumo no inciden directamente en la felicidad, sino que dependen de las aspiraciones del consumo: “En suma, un aumento en el consumo puede provocar un aumento en el nivel de felicidad si las aspiraciones de consumo son menores o iguales que los medios de consumo.” (Aparicio 2009: 144). Y aunque aumenten las posibilidades reales del consumo la felicidad, aún así, no es perdurable: “...un incremento en el ingreso provee inicialmente satisfacción momentánea, pero después de un tiempo, el individuo se acostumbra y ya no resulta más feliz que antes. Esto es especialmente relevante cuando el ingreso se utiliza para el consumo de bienes y servicios.” (Aparicio 2009:137). Aparicio agrega que el sistema ha exacerbado las aspiraciones de consumo exponencialmente, ya que es más fácil que elevar los medios de consumo –ya que están sujetos a la realidad y las aspiraciones no—bajo una ortodoxia economicista que propone que: “...una mayor cantidad de consumo siempre será mejor y redundará en bienestar para el consumidor.” (Aparicio 2009:147). Pero esto lleva a una inminente frustración en vista de que el aumento en las aspiraciones no puede crecer al mismo ritmo que los medios de consumo, que EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 53 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

está atado no sólo a las veleidades de la publicidad, sino a factores objetivos económicos y sociales. Bauman (2008), por otro lado, indica que los valores de la estética del consumo han provocado más marginación que la ética del trabajo, ya que la pobreza en la segunda no era utilizada para marginar socialmente, cosa que no ocurre con la primera, ya que si no se tienen los medios para un gran consumo, la felicidad permanece en un lejano horizonte inalcanzable. En pocas palabras el ser “pobre pero honrado” bajo la estética del consumo ya no es loable. Y para completar el cuadro, las aspiraciones de consumo excedidas paradójicamente provocan un aumento en la jornada del trabajo y una disminución en el tiempo libre:

“El ocio-consumo alimenta un sistema productivista en el cual difícilmente podrá disminuir el horario de trabajo; de ahí la contradicción que existe entre el deseo de contar con más tiempo de ocio y la necesidad de trabajar durante el mismo número de horas para “pagarse” las diversiones.” (Sue 1995:46).

Si es que, claro, el individuo ha elegido este tipo de actividades del tiempo libre que implican un gasto económico, un ingreso al PIB, como ya nos han comentado Jáuregui et al., en el que prácticamente está vendiendo lo más preciado del tiempo libre:

“A cambio de las comodidades que enriquecen su vida, los individuos venden no sólo su trabajo, sino también su tiempo libre. La vida mejor es compensada por el control total sobre la vida. (...) Tienen innumerables oportunidades de elegir, innumerables aparatos que son todos del mismo tipo y los mantienen ocupados y distraen su atención del verdadero problema –que es la conciencia de que pueden trabajar menos y además determinar sus propias necesidades y satisfacciones.” (Marcuse 1983:100).

Finalmente la oferta del tiempo libre y del turismo en la actualidad tienen otra cara a promocionar: la de ser una evasión de la tortura del trabajo y la cotidianidad. 54 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Consideramos sintomático que casi desde su nacimiento, el turismo haya estado impregnado de esta especie de huída. Francia fue de los primeros países en legalizar los periodos vacacionales. El primer periodo de descanso, en 1936, se convirtió en un verdadero “éxodo” hacia el campo (Kaes 1971, Toti 1975). Es por ello que sea tan fácil reducir al turismo y al tiempo libre a escapes de la realidad y la mancuerna con la ideología del consumismo es compatible al ofrecer este escape como un valioso medio de diversión. No es gratuito que el producto que comercializaba Ford –el automóvil—sea el medio por excelencia para esta huida, que se puede observar fácilmente en la publicidad (Toti 1975, Sue 1995). En este caso, no hemos hallado escritos que analicen este punto, como se ha hecho con el tema del consumismo. Sin embargo, a nuestro juicio el marxismo debería interesarse por discutirlo, ya que la evasión o el escape de la situación social contribuye a la reproducción de un sistema opresor, como hemos indicado anteriormente: “La diversión evasiva es reaccionaria. Obstaculiza la formación de la conciencia de clase, inhibe la participación social y el espíritu crítico.” (González 1975: 46).

El caso mexicano

No cabe duda de que, en el bosque de las ofertas, la caperucita del tiempo libre ha presentado muy poca resistencia. Edmundo González Llaca Alternativas del Ocio

Quisimos terminar el presente capítulo con un breve análisis de la situación en torno al tiempo libre y al turismo en el contexto mexicano con los elementos que hemos presentado. El lector seguramente ya habrá cotejado la situación que vivimos con lo que hemos propuesto, principalmente en torno al turismo, sin embargo hay algunos puntos que necesitan precisión. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 55 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

Consideramos que en México domina una visión de consumo en las actividades del tiempo libre, aunque está combinada con trazas de la idealización del trabajo. Como lo reporta González Llaca (1975), en las instancias políticas del país predomina la visión que mantiene al trabajo como virtud y la felicidad nacional basada en el desarrollo económico. Ejemplo de esto son CONCANACO, CONCAMIN y CANACINTRA quienes manejan como premisa fundamental la ética del trabajo (Lakatos 2002). A pesar de ello, el giro hacia la economía del consumo ocurrió a partir de mediados del siglo XX. Hasta 1960 dominó la ética del trabajo por lo que el tiempo libre era pasivo, involucraba poco consumo y, como debía ser provechoso, era común visitar museos, practicar deportes, convivir con la familia e instruirse (Lakatos 2000). Pero en los años 70 comienza el ajuste hacia el consumo. Así, aparecen las primeras plazas comerciales en el país y se privilegian los lugares de “sol y playa” como Acapulco, Cancún, Ixtapa-Zihuatanejo y Huatulco20 (Lakatos 2002, Getino 2002) dirigiendo la oferta hacia el mercado internacional principalmente el norteamericano. El asunto se afianzó con la explosión masiva de los viajes del primer al tercer mundo ocurridos gracias a la oferta y mejora del transporte (Honey 1999). De esta forma, México fue coherente con su modelo de dependencia económica del capital extranjero principalmente del estadounidense. Adelantado a su tiempo, Monzón (1953) efectúa de los primeros estudios de público en el Museo Nacional de Antropología e Historia. En éste es significativo que el autor considere como turista únicamente al extranjero y que resultaran predominantes en sus resultados los visitantes norteamericanos. Cabe señalar que éstos siguen siendo mayoría de acuerdo a los datos proporcionados por el CNEP (2008) que representó el 27% entre los turistas extranjeros, seguidos muy atrás por los españoles con el 9%.

20 El Dr. Felipe Bate (comunicación personal, enero 2010) nos ha indicado que cada sexenio presidencial desarrolló un centro en particular. El orden en que los hemos enunciado es cronológico. 56 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

El enfoque y las esperanzas puestas en el turismo como potencialidad para ganar dividendos económicos y lograr el despegue social se ha hecho mas evidente con los años. Actualmente el turismo se promueve como una industria “no contaminante” en tanto que no implica producción y puede aumentar el empleo y el producto nacional (Flores 1998, Honey 1999). También podemos observar que al consumidor se le hace responsable del éxito de la empresa del tiempo libre, recordándole su deber: “Asiste y apoya el teatro en México”, “Apoya el cine nacional”, “Vive México” sin basar los argumentos en la calidad que el producto ofrece o las razones por las que estas acciones beneficiarían al público. Sin embargo, con todo y el despegue de las actividades de tiempo libre y turismo, resulta significativo que en México las discusiones en torno al tiempo libre sean prácticamente nulas en comparación con lo que ocurre en otros países (INEGI 2002, CONACULTA 2004, CNEP 2008). Parece que ha perdido fuerza y no sólo en las aulas, sino en la realidad. Los pocos estudios que encontramos no toman en cuenta el contexto social y económico del país y predomina más bien el “opinionismo” y la miopía que la preparación académica o los estudios estadísticos y sociológicos. Así por ejemplo, Sarukhan (1995) aduce a que la falta de asistencia a las “ofertas culturales” de la ciudad de México sea más por desconocimiento que por falta de opciones, considerando que el Distrito Federal está a la altura de cualquier otra metrópolis en cuanto a la variedad de opciones. Victoria (1995) opina de la misma manera indicando que la carencia de “cultura” en el tiempo libre y la deficiencia en los canales comunicativos son los verdaderos problemas del tiempo libre. Lo que se les escapa es que México, aunque tuviera la misma cantidad de cines que París, no es Francia donde existe todo un cuerpo científico y político dispuesto a defender los derechos laborales y la jornada de trabajo21. En

21 Alesina et al. (2005) efectúan una comparación entre la jornada laboral de Estados Unidos y Europa y aducen que la reducción en la jornada europea, a diferencia de la norteamericana, se debe principalmente a la fuerza de las organizaciones obreras y la férreas leyes laborales de Francia y otros países euorpeos.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 57 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

México por el contrario, los derechos laborales y sindicales van a la baja, la jornada laboral ha aumentado en vez de reducir. Personas como la secretaria que entrevistó González Llaca, postrada en su cama, quebrada física y anímicamente, cada vez son más comunes en nuestra sociedad, como se puede observar en los datos de la OCDE (2009) donde México es el país, entre 18, que menos tiempo libre tiene. Al respecto los investigadores internacionales han observado dos bandos: aquellos países, principalmente europeos, donde la disminución de la jornada laboral continúa, como Francia que actualmente tiene 18 horas a la semana; frente al bando que ha aumentado su jornada como Japón y Estados Unidos donde se trabaja un promedio de 25.13 horas a la semana (Alesina et al. 2005). En el primer grupo se observa una concepción distinta en torno al trabajo y al tiempo libre, ante la opción de ganar más trabajando lo mismo o trabajar menos sin que aumente el salario, los franceses responden en las encuestas que prefieren la segunda y además manifiestan que valoran más las satisfacciones en lo personal que en lo laboral (Sue 1995, Jáuregui et al. 1998, Alesina et al. 2005). México, con su eterna pasividad frente al vecino del norte, se adheriría al segundo bando si tomamos en cuenta el más reciente estudio del INEGI (2002). En la Encuesta nacional sobre trabajo, aportaciones y uso del tiempo (ENTAUT) se reporta que el tiempo dedicado a las actividades recreativas es de 23.1% de horas a la semana, mientras que a la educación se le dedica el 11%. En el mismo rubro, la población en edad productiva son los que reportaron menor tiempo libre, apenas 16 horas a la semana, a comparación de los jóvenes de 15 a 29 años (19 horas a la semana), seguidos de los niños y los adultos mayores (INEGI 2002). De ahí que sea comprensible que en las encuestas de asistencia a museos, la población mayoritaria sean jóvenes y niños y que se observe un brusco descenso a partir de los 20 años (CNEP 2008). Sin embargo, nuevamente es notoria la falta de análisis del contexto social y económico en estos estudios que concluyen feliz e ingenuamente que la alta proporción de asistencia del público infantil y juvenil es debido a que: 58 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

“México es un país de jóvenes, y el mayor consumo cultural se da entre las nuevas generaciones. En prácticamente todos los temas que aborda la encuesta los menores de 30 años, entre ellos los más jóvenes —de 15 a 22 años—, presentan los índices más altos de consumo cultural.” (CONACULTA 2004:157).

Por otro lado, la percepción sobre el tiempo libre aún está impregnada por una carga negativa, en vista de que en México pervive la ideología católica y capitalista que idealiza el trabajo. Por ello, las actividades del tiempo libre son concebidas como “semillero de vicios”, por lo que se considera necesario fomentar actividades que sean pasa-tiempos y que “...alejen de una nociva inactividad y empuje a desarrollar conductas hostiles hacia la sociedad.” (Figueroa 1995:30) opinaba el entonces funcionario de la CONADE. Aunque pudiera parecer que en 15 años la perspectiva pudo haber variado, nuestra actual Directora de los Centros de Integración Juvenil (CIJ)22 del gobierno federal Carmen Fernández Cáceres declaraba al periódico Universal el pasado 31 de julio de 2011 su preocupación por que recién llegaban las vacaciones de verano escolares: “Cuando coinciden adolescentes con mucho tiempo libre el riesgo de consumir drogas, sobre todo alcohol aumenta (…) Consideramos de suma importancia que los padres inscriban a sus hijos adolescentes en algún taller de verano, porque el ocio siempre ha sido un factor de riesgo para las adicciones.” (Fernández en Sánchez 2011:C2), para rematar mostrando claramente la visión negativa sobre el tiempo libre: “La idea es ofrecerles algo interesante y entretenido para matar el tiempo libre, pues creemos que deben tener bien ocupado su tiempo para no dejarles el camino libre que muchas veces los lleva a caer en adicciones” (Fernández en Sánchez 2001:C2). No es fortuito que en el mismo artículo de Cinthya Sánchez se subraye que ante el terrible semillero de vicios se proponga la opción más previsible bajo una ideología laborista: ofrecer trabajos. En el mismo artículo se comenta: “Desde el gobierno

22 Los CIJ están bajo la tutela del IMSS. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 59 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

hay iniciativas por mantener ocupados a los adolescentes en esta temporada. El Instituto de la Juventud del Distrito Federal, por ejemplo, ofrece actividades en pro del medio ambiente con un sueldo de 800 pesos al mes a través del Programa de Empleo de Verano.” (Sánchez 2011:C2). Es también significativo que los principales organismos estatales que organizan las actividades del tiempo libre sean la CONADE y el IMSS –enfocado principalmente al turismo—y no CONACULTA o la SEP y que los estudios sobre el tema sean escasos en el entorno académico. Subirats indica que para 1995, únicamente la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) tenía una licenciatura de administración del tiempo libre, mientras que se habían realizado escasos cursos sobre el tema por parte de las autoridades federales e instituciones de educación superior. Sin embargo, el consumismo en el tiempo libre no detiene su marcha y sus consecuencias ya comienzan a presentarse: depredación ambiental, corrupción y disgregación social y la preeminencia aplastante de actividades que prometan ganancias. Los investigadores observan que existe una tendencia a fomentar las actividades que concuerdan de mejor forma con la ideología del consumo y la ganancia económica. Toti (1975) para el caso italiano mostraba para su época que las visitas al cine eran mas frecuentes que las visitas al teatro, por ejemplo. Para México, podemos observar la enorme desproporción en cuanto a las actividades del tiempo libre: el mexicano ve más tiempo la televisión que cualquier otro latinoamericano y el aparato es más común en los hogares que la radio, la licuadora o el refrigerador (Lakatos 2002). De manera similar CONACULTA (2004) indica que la televisión es la “industria cultural” mas asidua entre sus encuestados, donde se le dedica entre 4 y 2 horas al día y la OCDE (2009) nos otorga el honroso primer lugar como el país que se dedica más tiempo a ver televisión. El cine, por su parte es quien arrasa en las encuestas como la actividad de tiempo libre más asidua con un 61% y además de los más recurrentes al realizarse cuando menos una vez al mes (CONACULTA 2004, CNEP 2008). Esta 60 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

cuestión evidencia la gran desventaja en la que se encuentran los museos y sitios arqueológicos si consideramos que es una actividad que prácticamente se hace una vez en la vida: la mayoría de los encuestados declaran ir por primera vez al museo o sitio arqueológico donde se les encuestó (CNEP 2008, Ledesma 2007 para el sitio de Tlatelolco). Un elemento que ya hemos mencionado, y sería bueno recordar, es que las investigaciones apuntan a que el sector privado está monopolizando la oferta en torno a las actividades del tiempo libre y que el acaparamiento de las ofertas culturales por este sector provoca marginación ya que permite raramente la participación o la influencia de la sociedad civil en el asunto. La participación del Estado se ha visto reducida con los años, traspasando sus responsabilidades y limitándose al mejoramiento de los espacios físicos en la mayoría de los casos. En este caso, lo propuesto por Sue (1995) para Francia también es observable en México, donde el Estado le cede espacio a la iniciativa privada. Lo que sucede con el INAH y otros institutos de cultura en ese contexto es un caso significativo. Se han tenido que sortear los cada vez más incisivos ataques de la iniciativa privada por abarcar y ofrecer los servicios que estos tienen a su cargo en torno a la difusión del patrimonio arqueológico e histórico (Nivón 2004). Se argumenta que se debe permitir la participación democrática en el asunto y que éste es “... como cualquier otro actor político proveniente de la sociedad...” (Morales 2002:118). Lo que no aclara Morales es que la iniciativa privada está regida por la lógica del capital y la ley de la oferta y la demanda, donde el objetivo es la ganancia, sin importar los medios para lograrlo o las consecuencias de ello:

“En este aspecto no hay que olvidar en absoluto que, según nuestro supuesto, la demanda de consumo productivo es la demanda del capitalista, y que el verdadero fin de éste es la producción de plusvalor... tal como al vendedor de algodón tanto le da si el comprador transforma el algodón en tela para camisas o en pólvora, o si piensa tapar con él sus oídos y los de todo el mundo. (...) Su necesidad de algodón se halla esencialmente EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 61 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

modificada por la circunstancia de que, en realidad, sólo encubre su necesidad de hacer ganancias.” (Marx 2004 II:239).

Es por ello que la marginación social que limita a ciertos sectores de la población al ofrecer únicamente actividades que impliquen consumo monetario no es una cuestión que les pueda quitar el sueño (Sue 1995). En México, aunque apenas perceptible, ya se presenta una diferencia entre aquellos que perciben salarios más altos en relación al tiempo con el que cuentan para su esparcimiento. Así, los que reciben mas de 5 salarios mínimos gozan de 19 horas promedio, mientras los que reciben menos de 2 salarios, gozan de 17 horas promedio (INEGI 2002). Lakatos (2002) profetiza, por otro lado, que en vista de que el consumo pondera lo individual sobre lo colectivo, es probable que los valores sociales y nacionales decaerán como consecuencia de esta sobrevaloración individual. Cuestión que puede fomentar, por ejemplo, la lucha que han iniciado algunos investigadores en contra de la “historia oficial” y la destrucción de los mitos nacionalistas (Morales 2002).

Curiosamente es en el turismo donde han ocurrido los debates más importantes en cuanto a las consecuencias que hemos indicado y han surgido voces que claman por un cambio en la ideología consumista. Así, se muestra que el beneficio económico del turismo ha sido marginal y a un alto costo ecológico y social para las comunidades locales, que ven destruido su medio ambiente mientras que los empleos a los que tienen acceso son de bajo rango, ya que los inversionistas suelen ser extranjeros llevándose consigo la mayor parte de las ganancias obtenidas (Honey 1999). En este punto quisiéramos manifestar otro elemento preocupante que observamos poco en la literatura: concebimos que las relaciones sociales en el turismo son muy delicadas, ya que el poblador local se contrata para trabajos menores por un inversionista que la mayor parte de las veces ni siquiera es 62 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

nacional, reproduciendo la marginación y la degradante perspectiva de los trabajadores característica del sistema capitalista:

“En la serie de relaciones de desigualdad son las relaciones de inferioridad-superioridad aquellas en las que predominan la instrumentabilidad del otro hombre. El trabajador es para el capitalista un instrumento para enriquecerse... no son tomados en consideración bajo ningún otro aspecto.” (Heller 2002:604).

En el caso ecológico son claros los efectos de la ideología consumista y capitalista que actúa como agente destructor de los recursos naturales al intentar apropiárselos: “Este hombre-mercancía sólo conoce una manera de relacionarse con el mundo exterior, poseyéndolo y consumiéndolo (usándolo). Cuando más enajenado se encuentre, más estará constituida su relación con el mundo por el sentido de poseer y de usar.” (Fromm 1970:67). Bástenos observar los sitios promovidos turísticamente y el verdadero desastre ecológico en el que se encuentran. Por otro lado, las presiones políticas y la avidez de ganancias han dejado sentir su peso en el turismo, provocando decisiones apresuradas muchas veces con consecuencias desastrosas (Flores 1998). En el caso particular de la arqueología esto es observable en las constantes pérdidas contra los caprichos e intereses del poder político que incluso han provocado la “falsificación de evidencia” en pro de un turismo consumista que beneficia los bolsillos de unos cuantos (García Moll 1998)23.

23 Un ejemplo ilustrativo lo brinda el sitio arqueológico de Chichén Itzá en el que tuvimos la oportunidad de trabajar durante unos días en noviembre de 2009. Ante el área amplísima que abarca el sitio, se concibió que era preciso que el visitante tuviera referentes visuales de la ubicación de los edificios. El personal nos comentó que originalmente había una maqueta en la entrada del sitio para tal efecto, pero fue quitada para poner en su lugar un stand para vender alimentos y bebidas. Debemos anotar que en un área de menos de 20 m2 convive con otros dos stands que ofrecen lo mismo, pero la avidez comercial no tiene límite. Debemos ser justos y notificar al lector que este tipo de decisiones no están al alcance del INAH; sino del Patronato Cultur del Estado y de cierto particular. Esperamos que la voracidad económica sea controlada ahora que se ha ganado la compra del terreno donde se encuentra el sitio ocurrida el 31 de marzo de 2010, tras años de disputa. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 63 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

Ante estos apocalípticos efectos, existen investigadores que claman por la reorientación en torno a lo que se debe fomentar en el turismo (Leff 2002, García Moll 1998, Honey 1999, Getino 2000). En este caso, se propone dejar de lado el interés económico y tener en mente otros beneficios no monetarios, como el aprendizaje en torno a las condiciones del propio país y el fomento a la cohesión social. En el caso de los sitios arqueológicos, el contacto con el patrimonio visto como una “experiencia social acumulada” (Bate 2009, comunicación personal), que puede dejarnos mayores aprendizajes y experiencias que “vivencias”. También se propone un viraje en torno a la satisfacción de las necesidades de la población local y nacional, en vez de privilegiar las necesidades de los turistas extranjeros. Esto sería lo ideal en vista de que la mayoría de los visitantes a los museos y sitios arqueológicos son habitantes de regiones cercanas (CNEP 2008, Ledesma 2007 para el sitio de Tlatelolco).

Después de esta revisión acerca del tiempo libre, retornemos a nuestra pregunta inicial: ¿Qué beneficio social ofrece el patrimonio arqueológico? Ahora sabemos que el disfrute de éste durante el tiempo libre de los individuos puede ser un poderoso argumento a su favor. Sin embargo en este rubro los competidores son feroces y nos llevan mucha ventaja. Ahora nos asalta otra pregunta ¿qué podría ofrecer la visita a un museo o sitio arqueológico que sus otros competidores no puedan? En este caso, como hemos visto, la respuesta depende de la jerarquía en torno al tiempo libre que tengamos: ¿tendremos ventaja entonces ofreciendo escapes de la realidad, consumo, pasa-tiempos o cualificaciones laborales? Este es el punto en el que convergen los intereses de la protección del patrimonio y su beneficio social, con los intereses y postulados marxistas en torno al tiempo libre. En vista de que no basta con una visita física a un museo o sitio arqueológico para dar por hecho alguna de las actividades antes mencionadas (Bate comunicación personal 2009), es preciso tener en cuenta cuál es nuestra jerarquía para generar las actividades y programas a ofertar. Esto conllevaría a 64 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

programas particulares dependiendo de la postura valorativa y teórica que cada uno maneje. De esta forma, ofrecer una visita donde se puedan desarrollar las facultades del ser humano debe ser más coherente para aquellos que comparten los lineamientos del marxismo que tiene a ésta como actividad principal del tiempo libre, que para aquellos que estén regidos por la lógica de la ganancia y el utilitarismo. El establecimiento claro de lo que el marxismo pretende en torno a lo que considera los objetivos del hombre y su vida, es un cimiento resistente frente a las tentaciones del consumismo y la tendencia a buscar la generación de ganancias que únicamente reproducen el sistema injusto que vivimos24. Por otro lado, el desarrollo de actividades en este sentido contribuirá al ofrecimiento de alternativas ante las tendencias capitalistas que hemos analizado de consumo y evasión de la realidad que prevalecen actualmente, lo que implicaría mostrar una realidad distinta donde ni la ganancia ni la utilidad tienen que ver con el verdadero disfrute del tiempo libre y de la vida: “Entonces ya no es en modo alguno el tiempo de trabajo, sino el tiempo disponible la medida de la riqueza.” (Marx 1976:94). De otro modo, como muchos investigadores han advertido, entre ellos Marx, si continuamos rindiendo culto a la ideología capitalista de la producción o del consumo, la victoria de la reducción de la jornada laboral y el desarrollo tecnológico que nos ahorraría tiempo de trabajo serán espurias: el trabajo continuará dominando, el tiempo libre se desperdiciará y el ser humano habrá perdido lo que con tanta sangre ha logrado, frente a un sistema que se aleja cada vez más de lo que nos hace humanos:

24 “La supresión positiva de la propiedad privada, es decir, la apropiación sensible de la esencia humana y de la vida humana, del hombre objetivo y de las creaciones humanas, por el hombre y para el hombre, no deben ser consideradas sólo en el sentido del placer inmediato, exclusivo, ni únicamente en el sentido de poseer, de tener.” (Marx 1970:139).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 65 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

“Todo lo que el economista te quita en forma de vida y de humanidad, te lo devuelve en forma de dinero y de riqueza. Y todo lo que no puedes hacer, tu dinero puede hacerlo por ti; puede comer, beber, ir al baile y al teatro. Puede adquirir arte, conocimientos, tesoros históricos, poder político; puede viajar. Puede adquirir todas esas cosas para ti, puede comprarlo todo; es la verdadera opulencia. (...) Así, todas las pasiones y actividades deben sumergirse en la avaricia.” (Marx 1970:153).

Cuestión que es fácilmente observable en contextos como el mexicano, donde las luchas armadas obreras y revolucionarias comienzan a perder fuerza y todo aquello ganado con tanto trabajo se debilita, como hemos visto de los análisis estadísticos antes mencionados. Así por ejemplo una de las ambiciones de la revolución a inicios del siglo XX fue la reducción de la brecha entre los grupos sociales, incluso en el tema del tiempo libre, esperanzados a que todos disfrutáramos de los beneficios del sistema:

“El sueño de siglos de la población rural mexicana es una realidad simbólica apenas de tiempo suficiente para una fotografía: los campesinos dueños del poder político de México... el ir “la indiada” a tomar el café a Sanborns significó la toma del ocio por los explotados, la expropiación del tiempo libre de los catrines.” (González Llaca 1975:48).

No obstante, lo que observamos actualmente es que si las tendencias del consumo y la ganancia económica continúan dominando en las ofertas del tiempo libre, esta brecha marginal en lugar de reducirse aumentará. Es por ello, que consideramos que es el momento ideal para que el marxismo intervenga en el tema, ofreciendo alternativas viables en el manejo del tiempo libre que compitan con la ideología capitalista que consume a pasos agigantados –y sin vuelta atrás— el mundo en que vivimos. Esto implicaría un giro en la concepción que se tiene no sólo del tiempo libre, sino de las razones del trabajo y de la vida humana y su aprovechamiento, cuestión importante en la 66 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

agenda política, recordemos que la transformación social, para Marx inicia con un cambio en la consciencia de la colectividad.

Imagen 1. Revolucionarios tras haber entrado a la capital, desayunando en la tienda departamental Sanborns (Archivo Casasola, 1914).

En resumen, durante este capítulo propusimos que uno de los beneficios para la sociedad que puede proveer el patrimonio arqueológico radica en su utilización durante el tiempo libre de ésta. Ahora bien, el asunto se complejiza en tanto que no hay una sola versión sobre lo que debe ocurrir en el tiempo libre y muchas veces se utiliza como sinónimo el término ocio. Para aquellos que sigan las directrices del materialismo histórico, el tiempo libre es el término que utilizaba Marx. Preferimos en este trabajo utilizarlo ya que su origen está íntimamente relacionado con la lucha que ocurrió desde finales del siglo XVIII, y que aun no termina, a favor de la reducción de la jornada laboral. Por lo que de lo que gozamos actualmente es de tiempo libre. No existe una definición concensuada de lo que es tiempo libre, sin embargo pudimos identificar sus límites para proponer que se trata de actividades EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 67 I. El disfrute durante el tiempo libre, beneficio social del patrimonio arqueológico

donde no intervienen dos de las cuatro actividades del modo de producción (no se producen o distribuyen ni bienes ni servicios), que satisfacen alguna necesidad ya sea física o psicológica y son realizadas libre y conscientemente.

Imagen 2. Zapatistas desayunando en el Sanborns del centro (Archivo Casasola, 1914).

De manera similar, no hay unificación sobre el tipo de actividades recomendables a realizar, y éstas varían dependiendo de la ideología que se siga. Para el caso del materialismo histórico se llegó a concluir que éstas deben fomentar la autorrealización humana y la solidaridad social. Finalmente se analizó el caso mexicano, en el que se detectó que predomina la ideología capitalista que dedica el uso del tiempo libre en consumir, en tener “vivencias” y como escape del yugo laboral. En el siguiente capítulo analizaremos las maneras en que podemos proveer de experiencias tendientes a un aprovechamiento éticamente responsable del tiempo libre a la sociedad en los sitios patrimoniales que pueda 68 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

ser utilizado como argumento para su utilidad y en consecuencia su conservación por parte de la sociedad en su conjunto.

CAPÍTULO II. APRENDIZAJE, DISFRUTE Y EL CONTACTO CON EL

PATRIMONIO.

Ya hemos analizado el concepto de tiempo libre y lo hemos relacionado con el momento en el que típicamente la sociedad civil entra en contacto con el patrimonio. Como hemos indicado existen múltiples maneras de vivir este tiempo, desde consumir compulsivamente o huir de la carga laboral hasta buscar actividades disfrutables intrínsecamente que desarrollen al ser humano. El siguiente paso consistiría en preguntarnos si es posible el disfrute a través de la divulgación del conocimiento arqueológico. Existen críticas precoces ante quienes hemos respondido afirmativamente a la pregunta ya que consideran que entre la oferta de diversión y educación que deben brindar los sitios patrimoniales, nos estamos olvidando de ésta última, tendiendo hacia los escandalizantes “parques temáticos”. Sin embargo, que propongamos que en el tiempo libre se desarrollen actividades placenteras no implica que dejemos de lado las obligaciones educativas de los sitios patrimoniales. De hecho, estamos seguros que ésta es su diferencia y ventaja: además de divertirse y pasar un rato de convivencia, también se puede aprender en ellos. Ya en otro trabajo (Ledesma 2007) hemos subrayado que educación y diversión no son opuestos irreconciliables. Quizá sea oportuno recordar que la definición internacionalmente compartida de lo que es un museo —que se puede extender a sitios arqueológicos e históricos— concibe que en éste es posible tanto aprender como pasar un rato placentero:

“Un museo es una institución permanente, sin fines de lucro y al servicio de la sociedad y su desarrollo, que es accesible al público y acopia, conserva, investiga, difunde 70 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

y expone el patrimonio material e inmaterial de los pueblos y su entorno para que sea estudiado y eduque y deleite al público.” (ICOM 2006).

Quien piense que esto no es posible, puede que tenga en mente lo que en psicología cognitiva se conoce como educación “tradicional” o “conductista” (Hein 1998) que se remite a un tipo particular de aprendizaje, pero que no es el único modo de aprender. En este capítulo desarrollaremos las posibilidades de conjuntar educación y disfrute, ya que son las actividades que hallamos deseables de promover en los sitios arqueológicos de acuerdo a nuestra posición teórica.

1. Pero ¿qué es el disfrute?

Tiempo libre y disfrute van de la mano. Marx concebía que durante el tiempo libre se podrían realizar actividades satisfactorias para el hombre: “Tiempo para la educación humana, para el desenvolvimiento intelectual, para el desempeño de funciones sociales, para el trato social, para el libre juego de las fuerzas vitales físicas y espirituales...” (Marx 2004 I:319). Pero estamos concientes que no todas ellas son posibles o deseables de desarrollarse en un sitio patrimonial. Para poder comprender el tema, es preciso establecer lo que se entiende por disfrute; el cual podemos identificar a través de unas líneas en el Capital: “Tampoco se trata aquí de cómo esa cosa [la mercancía] satisface la necesidad humana: de si lo hace directamente, como medio de subsistencia, es decir como objeto de disfrute, o a través de un rodeo, como medio de producción.” (Marx 2004 I:43). Es así como comprendemos que el disfrute es la satisfacción directa de una necesidad humana. En este caso, la pregunta consiguiente será: ¿qué tipo de satisfacciones podemos o debemos proveer en un sitio patrimonial? El número de EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 71 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

actividades posibles de disfrute en un espacio es infinito en tanto haya creatividad humana. Como Luis Felipe Bate reflexiona (comunicación personal marzo 2010), un sitio arqueológico y un museo pueden satisfacer necesidades no necesariamente intelectuales. Hay quienes los visitan para realizar actividades físicas que implican ejercitar el cuerpo, ya sea de manera indirecta como los llamados “aeróbicos arqueológicos” de Gándara (1999a:459) o de forma más específica como el caso de Tlatelolco donde algunos vecinos lo recorren a tempranas horas como parte de sus ejercicios matinales. La satisfacción que los visitantes persiguen puede llegar hasta niveles sexuales, como lo muestran el hallazgo de condones en un conocido sitio arqueológico al sur de la ciudad (comunicación personal Manuel Gándara 2010). Incluso algunos investigadores han llegado a equiparar el goce intelectual y el goce estético (particularmente el visual) en los museos (Castrillón 2006). Sin embargo ¿qué distinguiría entonces a un sitio patrimonial? ¿cómo podrían competir éstos contra otras industrias del entretenimiento y lugares de esparcimiento? ¿En qué se distingue un museo o sitio arqueológico de un gimnasio, un parque, un centro comercial o Disneylandia? Consideramos que podría sernos de utilidad la respuesta que ofrece el marxismo a lo que debe ocurrir durante el tiempo libre que se relaciona de manera íntima con el concepto de la satisfacción de necesidades auténticas, frente a las que no lo son. Las propuestas del marxismo pueden ocurrir durante la visita a un sitio patrimonial y quizá impliquen una ventaja frente a los lugares que hemos enumerado como nuestros competidores directos. Actualmente la satisfacción de necesidades se ha equiparado erróneamente con el concepto de consumo. Primeramente habrá que precisar que se trata de un consumo subjetivo, es decir, dirigido hacia la satisfacción del hombre, y no uno objetivo involucrado en la producción: “...finalmente, en el consumo, el producto sale de este movimiento social, se convierte en objeto y 72 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

servidor directo de la necesidad individual y la satisface en el disfrute.” (Marx 1997:12)1. No obstante, el consumo no es el fin último del hombre, como hemos ya advertido. Éste es solo un paso en la satisfacción de una necesidad humana. Quien tenga al consumo como un fin en sí mismo es un cautivo de lo que Fromm y Marx denominaron necesidades “sintéticas”, es decir artificialmente creadas. En la actualidad, estas necesidades satisfechas en el consumo son las más promocionadas por el capitalismo: “Todos ansían cosas, nuevas cosas, para poseerlas y usarlas. Son los receptores pasivos, los consumidores, encadenados y debilitados por las cosas mismas que satisfacen sus necesidades sintéticas.” (Fromm 1970:66). La diferencia entre una necesidad sintética de una verdadera no es fácil de distinguir. Fromm propone que la clave radica precisamente en el objetivo de la satisfacción: “Las verdaderas necesidades del hombre son aquellas cuya satisfacción es necesaria para la realización de su esencia como ser humano.” (Fromm 1970:73)2. Es este el punto a resaltar en nuestro primer apartado del presente capítulo: en un sitio patrimonial podemos ofrecer satisfacciones que lleven a la autorrealización humana. Pero ¿qué se entiende entonces por autorrealización humana3? Está claro que esta respuesta depende del concepto de hombre que tengamos. Desde nuestra perspectiva consideramos acertada la propuesta de Fromm, quien basado

1 “El trabajo consume sus elementos materiales, su objeto y sus medios, los devora, y es también, por consiguiente, proceso de consumo. Ese consumo productivo se distingue, pues, del consumo individual en que el último consume los productos en cuanto medios de subsistencia del individuo vivo, y el primero en cuanto medios de subsistencia del trabajo, de la fuerza de trabajo de ese individuo puesta en acción. El producto del consumo individual es, por tanto, el consumidor mismo; el resultado del consumo productivo es un producto que se distingue del consumidor.” (Marx 2004 I:223). 2 “En este sentido, Marx definía la riqueza precisamente como tiempo libre y como autorrealización, no como consumo y acumulación.” (Noguera 2002:151). 3 Noguera (2002) piensa que son dos los objetivos básicos del hombre y uno de ellos es precisamente la autorrealización personal. El segundo es la solidaridad social. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 73 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

en Marx concibe que el hombre debe ser “...libre, racional, activo e independiente” (Fromm 1970:72). Estas son, pues, para nosotros, las necesidades que debemos procurar satisfacer: libertad, raciocinio, actividad e independencia a través del contacto con el patrimonio arqueológico. ¿Qué implica un hombre libre y activo? En este caso el hombre libre es aquél que gobierna su propio reino de la necesidad, tal y como lo entendía Marx. Aquél que, sin negar su naturaleza social, tome control del mundo en el que habita y así “...sería verdaderamente el dueño y creador de su propia vida y que comenzaría a hacer de la vida su principal ocupación, en vez de que ésta fuera la producción de los medios de vida.” (Fromm 1962:69). En este caso, las actividades que fomenten su libertad, deben permitir la expresión de sus facultades físicas y mentales particulares. Queremos subrayar la condición de hombre activo, ya que consideramos que se trata tanto de un hombre que participa, como de un hombre creador; en ambos casos está presente el esfuerzo (Noguera 2002: 151). En el primer caso, se refiere a que el hombre, debe tomar control de su vida mediante una participación activa en la “...planeación y ejecución de los planes...” (Fromm 1962:68). Por otra parte, Fromm indica que la creatividad es una característica del hombre:

“Para Spinoza, Goethe, Hegel y Marx, el hombre vive sólo en tanto que es productivo, en tanto que capta al mundo que está fuera de él en el acto de expresar sus propias capacidades humanas específicas y de captar al mundo con estas capacidades. En tanto que el hombre no es productivo, en tanto que es receptivo y pasivo, no es nada, está muerto.” (Fromm 1962:41).

De aquí que podamos considerar que concebido el hombre como un ser activo que se esfuerza para lograr su autorrealización, el pensamiento marxista se contrapone al goce pasivo o al consumo hedonista (Noguera 2002:151-152). 74 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

En cuanto a la independencia, tanto Fromm como Marx tienen en mente el proceso de enajenación donde el hombre se pierde frente a algo que no es él mismo. Por ello, la independencia requiere que el hombre se apropie de las cosas en lugar de que sea al revés: “Como hemos visto, es sólo cuando el objeto se convierte en objeto humano, o humanidad objetiva, cuando el hombre no se pierde en él.” (Marx 1962:141). Marx consideraba que cualidades humanas como éstas se pueden atrofiar o desarrollar gracias a las condiciones histórico-sociales concretas (Marx 1962:143, Owen en Marx 1978:100). De la misma forma, el disfrute es una capacidad y como tal también es posible ser desarrollada o degenerarse, por lo que es recomendable promoverla: “La capacidad de disfrutar es condición para disfrutar, y es, por lo tanto, su primer instrumento; esta capacidad equivale al desarrollo de un talento individual, de la fuerza productiva.” (Marx 1978:97). Incluso, muchos autores han considerado que, por absurdo que pueda parecer, bajo esta ideología laborista se debe educar para la distracción y el descanso. De Masi (2000) por ejemplo, propone una “pedagogía del ocio”. Indica que mucha gente no sabe cómo reposar, distraerse y divertirse, ya que está tan acostumbrada al trabajo que sus momentos de no-trabajo son espacios muertos llenos de aburrimiento y tedio. De esta forma, el autor propone que se nos eduque para encontrar los lugares y momentos justos para reposar, distraer y divertirnos; además de poder desarrollar actividades ya sea solos o en compañía y poder elegir entre distintos placeres y disfrutar con ellos. En otras palabras “Significa educar para la soledad y la compañía, para la solidaridad y el voluntariado. Significa enseñar como se evita la alienación que puede ser provocada por el tiempo vago, tan peligrosa como la alienación derivada del trabajo.” (De Masi 2000:397)4. De este primer apartado podemos identificar entonces que el disfrute implica la satisfacción de una necesidad humana. El tipo de disfrute que persigue

4 Traducción propia del portugués. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 75 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

el marxismo es aquél relacionado con la promoción de la solidaridad social y la autorrealización humana, lo que típicamente nos lleve a ser más libres, racionales, activos e independientes. Ahora bien, es posible unir la promoción de estas actividades con el aprendizaje, que es la fortaleza de nuestros sitios patrimoniales de acuerdo a nuestro punto de vista. En otras palabras, el aprendizaje puede tornarse una actividad de disfrute que desemboque en la autorrealización humana y el mejoramiento social, como veremos a continuación.

2. Aprendizaje al contacto con el patrimonio: curiosidad, interés y flujo (flow).

Desde mediados del siglo XX los avances en psicología cognitiva han sido notables. Muchos de sus resultados acuerdan que el aprendizaje es más efectivo en situaciones de disfrute. Actualmente el concepto de aprendizaje ha avanzado sobremanera, la idea tradicional de que se trata de memorizar información ha quedado atrás. Para este trabajo elegiremos, evitando adentrarnos en la discusión, la definición manejada por Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) para quienes el aprender es más bien una experiencia:

“...implica un proceso abierto de interacción con el ambiente. Este proceso de experiencia desarrolla y expande al ser, permitiéndole descubrir aspectos de sí mismo que eran desconocidos. Así, la experiencia de aprendizaje implica a la persona por entero, no sólo sus facultades intelectuales, sino también las sensoriales y las emocionales. Cuando la información compleja se presenta en una forma placentera –intrínsecamente 76 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

redituable—la persona será motivada a buscar mayor aprendizaje” (Csikszentmihalyi y Hermanson, 1995:67)5.

Algunos museólogos enfocados en la labor didáctica han comenzado a manejar conceptos similares de lo que implica aprender. Núria Serrat, por ejemplo, indica que la meta ambicionada por el museo es que al salir de éste haya ocurrido en el individuo un cambio en sus estructuras cognitivas o emotivas: “...podríamos advertir que una exposición comunica, tiene por objeto influir sobre el comportamiento de sus visitantes, ya sea desde su dimensión física, mental o emotiva.” (Serrat 2005:150). De esta forma, se propone que los “museos objeto” se tornen en “museos experiencia” que impacten en el visitante (Serrat y Font 2005). La última idea en la definición de aprendizaje que hemos citado es precisamente el elemento característico del trabajo de Csikszentmihalyi, quien se ha enfocado en estudiar las actividades que nos resultan placenteras (Csikszentmihalyi y Selega, 1998, Nakamura y Csikszentmihalyi 2003). Sus resultados fueron formalizados en una vertiente de la psicología positiva que ha desarrollado desde 1975: la Teoría del Flujo (Stephen y Linley 2006). Su postura es importante para el presente trabajo ya que ha conseguido mostrar la compatibilidad entre el aprendizaje y el disfrute, como veremos a continuación.

La teoría del flujo de conciencia (flow) y la posibilidad del goce en el aprendizaje

El psicólogo húngaro Mihály Csikszentmihalyi ha desarrollado la Teoría del flujo. Ésta se ocupa de las actividades que producen estados de la conciencia relacionados con la creatividad y la concentración, que normalmente producen en el ser humano “felicidad” (Csikszentmihalyi y Selega 1998). Csikszentmihalyi ha propuesto que estas experiencias óptimas son estados mentales que ocurren de

5 Original en inglés, traducción propia. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 77 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

manera espontánea casi automática, de ahí que haya bautizado este momento de la conciencia como flow, que se tradujo en español como flujo de conciencia o simplemente flujo (Csikszentmihalyi 1998). Para nuestra fortuna, en uno de sus trabajos, Csikszentmihalyi y su colega Kim Hermanson (1995) se han enfocado en el aprendizaje como una actividad de flujo y proponen algunos elementos para que éste ocurra en los museos. Aunque sólo se ocupan de los museos, consideramos que su propuesta es aplicable a cualquier sitio patrimonial cuyo objetivo principal sea el aprendizaje. Con las reservas que implica apoyarnos en un trabajo de 1995, en vista de los raudos avances de la psicología cognitiva y en estudios de los sitios patrimoniales, que podrían aportar a las lagunas que los mismos autores reconocen, consideramos que su propuesta es de suma valía para nuestro trabajo. En primera instancia, los autores indican que el deseo de aprender es una cualidad inherente del ser humano, casi instintiva, y que al momento en que se procesa la información se produce cierto grado de placer. Sin embargo, la mente no es capaz de procesar toda la información que se le presenta simultáneamente y la atención es un recurso escaso. Por ello la mente elige selectivamente qué información atender de acuerdo a los estímulos que se le presenten. De acuerdo a los autores, la atención se guía primeramente por curiosidad e interés. La curiosidad se define como la diferencia individual en la probabilidad de invertir energía psíquica en un estímulo nuevo. Todos los seres somos curiosos en cierto grado, nuestra atención es atraída por estímulos nuevos o inexplicables como un sonido, un movimiento súbito o un objeto misterioso. El interés, por su parte, se define como una probabilidad diferencial de invertir nuestra energía psíquica en un conjunto de estímulos más que en otros. Éste dirige nuestra atención frente al universo infinito de estímulos que se nos presenta a cada minuto. El interés tiene que ver con decisiones sobre qué se quiere atender y éstas son resultado de la interacción del individuo con el ambiente. Por ello hay un sinnúmero de intereses que nuestros autores dividen en dos grandes grupos: los situacionales y los individuales. 78 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Los intereses situacionales se producen por estímulos contextuales del ambiente en el que se encuentre el individuo, como cierto grado de incertidumbre, reto, sorpresa o novedad, lo que lleva a estados motivacionales que resultan en curiosidad y exploración. Los intereses individuales se caracterizan por la preferencia personal a ciertos temas. Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) indican que éste es el punto más complicado, ya que los visitantes acuden a los museos con un sinnúmero de intereses, por lo que recomiendan sea una de las principales tareas de investigación. Sin embargo, no basta con que se haya captado la curiosidad y el interés del visitante en el museo. Nuestros investigadores indican que el segundo paso es tornar intrínsicamente redituable la atención del visitante. De lo contrario no existirá la concentración necesaria para que ocurra un cambio emocional o intelectual.

¿Qué son las actividades motivadas intrínsecamente? ¿Es posible que existan actividades que no precisen recompensas externas? ¿Habrá actividades que no sean necesariamente inversión de un “capital cultural”? Las actividades con motivación extrínseca son aquellas en las que se espera una recompensa externa más allá de la acción misma, como pudiera ser el evitar un castigo, obtener un grado académico o prestigio social. Las actividades con recompensa intrínseca son aquellas en las que la realización de la actividad vale la pena aun en ausencia de recompensas externas. Las personas están intrínsecamente motivadas cuando se expresan libremente haciendo lo que les interesa. Nuestros investigadores indican que los deportes, los juegos y las actividades artísticas son buenos ejemplos: a excepción de los profesionales, las personas no obtienen recompensas cuando realizan estas actividades más allá de la experiencia misma. El aprendizaje puede ser objeto tanto de una motivación extrínseca como de una intrínseca. En la mayoría de las escuelas tradicionales éste ocurre por una motivación extrínseca: la necesidad de obtener un grado. Sin embargo es posible EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 79 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

que el aprendizaje esté intrínsecamente motivado. Como hemos indicado líneas arriba, el deseo de aprender está prácticamente integrado en nuestro sistema nervioso central. Éste ocurre de forma espontánea cuando se pone atención voluntariamente y se considera que la información adquirida es interesante y valiosa per se. Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) sugieren que los museos se enfoquen en manejar el aprendizaje como una actividad intrínsecamente redituable, ya que sólo la educación formal puede cooptar al individuo. Por otro lado las personas que más aprenden son aquellas que pueden expresarse libremente, hacen lo que les interesa y están motivadas intrínsecamente. De la misma forma, indican que no son recomendables este tipo de actividades, ya que los incentivos externos desvirtúan la actividad al momento en que el individuo se concentra más en el “premio” que en el proceso. En otras palabras las actividades intrínsecamente motivadas son aquellas en las que los individuos están dispuestos a invertir su energía psíquica sin precisar de recompensas externas. Este tipo de actividades son las que nuestros autores conciben como experiencias de flujo. Csikszentmihalyi se ha concentrado en estas actividades autotélicas que conducen a un estado de flujo y ha proporcionado tanto sus características como sus condiciones. Iniciemos por éstas últimas: 1. Objetivos claros y reglas apropiadas. Los propósitos y las intenciones deben ser muy claros, para saber qué es lo que se tiene qué hacer. Esto permite que el individuo se involucre plenamente en la actividad. Si hubiera metas que se contradicen o expectativas poco claras se desvía la atención de la actividad. 2. Retroalimentación inmediata. Es preciso que el individuo sepa si está realizando correctamente la actividad de manera rápida y sin ambigüedad. Debe tornarse en una constante a cada paso que se da, para poder ajustar la acción progresivamente. Las personas más creativas no esperan la retroalimentación de los demás, sino que se la proporcionan ellos mismos. Un ambiente indiferente puede dificultar la retroalimentación. 80 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

3. Equilibrio entre las habilidades individuales y los desafíos. En el estado de flujo el individuo tiene la sensación de que sus capacidades corresponden al nivel de reto que se le presenta. Las habilidades de un individuo recorren gran cantidad de rangos, desde el talento físico y mental hasta el artístico. Si las oportunidades de acción avasallan las capacidades personales se produce ansiedad. Si ocurre lo contrario se produce aburrimiento, ya que no se presentan las oportunidades para expresar el potencial propio (Csikszentmihalyi y Hemanson 1995, Nakamura y Csikszentmihalyi 2002).

Cuadro 2. Esquema que muestra los estados mentales alcanzados con la combinación entre habilidad y reto, ejemplificadas (Csikszentmihalyi 2004:74).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 81 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

El flujo no ocurre si la persona presenta un estado mental negativo. Por ello se concibe que el aprendizaje, como actividad de flujo, requiere un estado mental positivo, haciendo de lado la inseguridad, timidez, ansiedad, depresión, ira, temor, o cualquier emoción que interfiera o bloquee la motivación natural por aprender. Cuando se realiza una actividad con objetivos claros y retos manejables, obteniéndose retroalimentación constante que nos permita modificar nuestro actuar, entonces mente y cuerpo se pueden concentrar en la actividad de manera tan intensa que nada puede distraerlos. Así, se accede a un estado de flujo en que la persona olvida la fatiga y el paso del tiempo, y ocurre el disfrute de una actividad intrínsecamente redituable. En otras palabras encontrarse en un estado de flujo implica disfrutar completamente una actividad. Las características que ocurren mientras el individuo experimenta un estado de flujo son: 1. Concentración intensa en la actividad; mientras más exigente sea la actividad, más concentración requiere. 2. La acción y la conciencia se complementan. 3. Pérdida de la conciencia del yo. 4. Percepción de que se está en control de la situación, debido a que se sabe cómo reaccionar ante lo que está ocurriendo. No existe el miedo al fracaso gracias a la retroalimentación constante y el equilibrio entre destrezas y retos. 5. Distorsión del tiempo. El sentido del tiempo se alarga o se contrae durante la realización de las actividades de flujo. 6. Percepción de que el cumplimiento de la meta solo es una excusa para disfrutar todo el proceso (Csikszentmihalyi y Hemanson 1995, Csikszentmihalyi y Selega, 1998, Nakamura y Csikszentmihalyi 2002). Las actividades de flujo conducen a un crecimiento personal en varios sentidos. Csikszentmihalyi se ha preocupado por subrayar que existen otras actividades que pueden generar placer y breves satisfacciones; pero indica que sólo las actividades de flujo implican un desafío y desarrollo de las capacidades 82 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

personales, lo que conduce a satisfacciones duraderas y felicidad (Csikszentmihalyi 1997). Debido a que el repetir la misma actividad con el mismo nivel de reto provoca tarde o temprano aburrimiento o frustración, en las actividades de flujo el nivel de desafío debe crecer paulatinamente; lo que a la vez exige un aumento en nuestras habilidades y nuevas oportunidades para hacer uso de ellas. En el proceso está implicada la competencia, la creatividad y la toma de decisiones. Todo esto nos lleva a niveles más altos de acción y a nuevos estados de conciencia: a medida que utilicemos más nuestras habilidades, más flujo tendremos. Es curioso que no sólo Csikszentmihalyi perciba que las actividades que pueden proporcionar satisfacciones más duraderas sean aquellas que impliquen algo de esfuerzo para alcanzarlas; Noguera (1992) por ejemplo indica que el sentimiento de autorrealización está íntimamente ligado a éste, junto con la idea de autosuperación. El flujo implica que la persona se encuentre en su máxima capacidad y, si lo decide, aumentar cada vez más sus habilidades y mejorar su persona. Durante estas actividades se le permite auto-expresarse, y puede descubrir potencialidades y habilidades desconocidas o antes no percibidas. Es a través del descubrimiento y el aprendizaje que el individuo está conciente de quién es o puede ser y de lo que es capaz de hacer. Esta intensa comunicación con uno mismo a la vez se puede reproducir con el exterior. En este momento puede ocurrir una conexión íntima con otras entidades como la familia, la comunidad, el medio ambiente o incluso con sistemas de pensamientos o creencias, satisfaciendo así, la necesidad humana de pertenencia. Cuando ocurre esta integración, cualquier actividad que realicemos se vuelve significativa y nos torna más empáticos. Es por ello que Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) conciben que el proceso de las actividades de flujo ofrecen la posibilidad de descubrirnos a nosotros mismos y nuestro entorno. De esta forma, quien realiza este tipo de experiencias significativas se transforma en un ser mas complejo. Los autores conciben que en este tipo de EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 83 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

experiencias ocurre un proceso dialéctico de diferenciación e integración en el que aprendemos y crecemos. Por un lado descubrimos los límites y capacidades de nuestro ser, por el otro encontramos maneras de expandir nuestros límites creando lazos con otros sistemas, tanto humanos como no humanos.

Cuadro 3. Que muestra la relación entre el grado de reto y las habilidades personales. Cuadro basado en Csikszentmihalyi (1990), tomado de la página web: http://www.boxesandarrows.com/view/design-for-emotion. Revisada en junio 17, 2010.

Es así como observamos que ambos resultados de las actividades de flujo concuerdan con los objetivos que apuntamos anteriormente como óptimos a realizar durante el tiempo libre de acuerdo a nuestra posición teórica: autorrealización humana y solidaridad social. Por otra parte, este tipo de actividades intrínsecamente redituables concuerda con una de las características que apuntábamos en el capítulo primero para el tiempo libre: actividades realizadas de manera voluntaria, que para el materialismo histórico es deseable se tornen autotélicas.

84 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Recomendaciones para ofrecer actividades de flujo en los sitios patrimoniales

Quien piense que los museos son lugares automáticos de aprendizaje en tanto que se visiten voluntariamente, lo que implicaría que está implícita la curiosidad y el interés, y que sólo basta mostrar objetos –a menudo misteriosos y exóticos provenientes de tiempos y lugares lejanos— está en un error. El que hayamos nacido con el deseo por aprender no implica que esté siempre presente. Además, Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) indican que este talento puede ser atrofiado por las conductas sociales. Inclusive, como algunos museólogos ya lo perciben, los museos pueden desalentar el deseo por aprender: “Desde nuestra perspectiva el problema de raíz de todo ello es que desde los museos, las exposiciones no son consideradas como acciones didácticas sino como manifestaciones eruditas de una estructura disciplinar que escapa de los parámetros de comprensión de la mayoría de los usuarios.” (Serrat 2005:141).

Y es que no basta con ofrecer información, sino que ésta se transforme en actos. Considerando esta cuestión, comprendemos que existen museos y otros sitios patrimoniales que fomentan la pasividad, bloqueando el deseo de exploración, intentando controlar la conducta del visitante y hasta su pensamiento. Aquellas cédulas que describen lo que el visitante puede percibir a simple vista es un buen ejemplo del caso (Luis Felipe Bate, comunicación personal diciembre 2009). Sin embargo es posible recuperar e impulsar el goce en el aprendizaje. En este caso, los museos y otros sitios patrimoniales pueden ser una gran herramienta, ya que en él pueden ocurrir un sinnúmero de oportunidades para que ocurra el flujo. Sin embargo Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) advierten que sólo ocurrirá si el aprendizaje se torna en una actividad intrínsecamente motivada. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 85 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

Por ello las actividades idóneas a realizarse en sitios patrimoniales deben ser autotélicas. Sin embargo consideran que la tarea no es fácil en vista de que uno de los mayores obstáculos es que los visitantes acuden a estos sitos con una enorme gama de intereses y antecedentes de vida, por lo que no es posible ofrecer una estrategia única para motivar a todos los individuos. Lejos de proporcionar un recetario para proveer este tipo de actividades, Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) adecuan los principios generales de la teoría del flujo para tornar la visita a un museo una actividad de aprendizaje intrínsecamente gratificante:

a) El “gancho”: a.1) Curiosidad. Aunque los autores no se atreven a indicar cuáles son las dimensiones fundamentales que provocan la curiosidad en el visitante debido a la poca investigación que para 1995 se tenía, ofrecen algunas pistas. Así, por ejemplo, los colores brillantes, las exhibiciones interactivas y aquellas que manejan cuestiones estimulantes son ampliamente atendidas. De la misma manera, los dinosaurios y las momias son objetos sumamente atrayentes, ya que son tan lejanos en el tiempo que provocan tanto temor como emoción, sin implicar peligro real. Nuestros autores sugieren que éstos podrían ser pivotes universales de la atención. a.2) Interés. Como se indicó anteriormente, después se debe captar el interés del visitante para que pueda ocurrir el aprendizaje. Aunque existen un sinnúmero de intereses, la recomendación general es preocuparse por generar un nexo entre el tema del museo y la vida del visitante como aquello que pueda necesitar o preocuparle. La motivación intrínseca comienza cuando el visitante encuentra una actividad conectada con su vida que disfruta y experimenta. Los autores sugieren que las actividades más atractivas son aquellas que tienen una mayor profundidad significativa, es decir, aquellas que puedan satisfacer las necesidades de pertenencia y autoconocimiento del individuo. Si no ofrecemos 86 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

información útil para el autoconocimiento y el conocimiento de los otros, ésta desaparecerá sin dejar rastros. En este caso, observamos una extrema concordancia con una de las preocupaciones de la interpretación temática. Para ésta, la información que se presenta debe ser relevante para el visitante (segundo principio en Ham 1992): “El principal interés del visitante es cualquier cosa que alcance su personalidad, su experiencia y sus ideales” (Tilden 1977:11)6. En otras palabras, el museo debe satisfacer la principal inquietud del visitante: “¿Qué hay en esto para mí? ¿Para qué me sirve?”. Heller también ha advertido la misma cuestión:

“El pensamiento cotidiano está, en primer lugar, dirigido siempre a los problemas del particular o de su ambiente... la tarea para la que el particular lo emplea es la mayoría de las veces personal: quiere encontrar su puesto en el mundo dado. Del saber cotidiano de la experiencia acumulada, el particular se apropia sólo de lo que le es necesario o puede serle necesario para mantener y estructurar su vida en la época y en el ambiente determinado.” (Heller 2002: 552).

b) Involucramiento. El tercer paso implica el uso de las facultades sensoriales, emocionales e intelectuales. -Intelectuales. Se implica una concentración total: “...un estado mental que resulta de haber esquematizado nuevas distinciones, examinando información desde nuevas perspectivas y siendo sensible al contexto” (Langer 1993 en Csikszentmihalyi y Hermanson, 1995:73)7. Típicamente se trata de hallar diferencias en aquello que es semejante y semejanzas en lo distinto, cuestión que no sólo es posible aplicarse a objetos, sino también a conceptos. Los autores sugieren que se pueden ofrecer varios puntos de vista sobre un mismo tema, que puede corresponder con grupos de edad, sexo, etc. Advierten que si se presenta la información como verdadera sin perspectivas alternas, se desmotiva al visitante para que explore y aprenda más. Al mostrar el conocimiento como acabado se

6 Traducción propia del inglés. 7 Traducción propia del inglés. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 87 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

provoca lo que Langer define como un “compromiso prematuro cognitivo” es decir creencias rígidas aceptadas como verdaderas. Fieles a su definición de aprendizaje indican que éste se trata de un proceso abierto que implica cierto grado de incertidumbre y descubrimiento de nuevas posibilidades. Solo mediante la elección consciente entre varias posibilidades el individuo aprende quién es, cuáles son sus intereses y creencias y qué habilidades posee (Csikszentmihalyi y Hermanson, 1995:67). -Emocional y sensorial. No basta con el involucramiento intelectual, también es preciso involucrar emociones y sentimientos, alejándonos de las imágenes de culturas sin alma y sin corazón. Los autores indican que a los visitantes no sólo les interesa entender intelectualmente a personas de lejanos lugares y tiempos, sino que buscan sentirse emocionalmente conectados con ellos. Así los diarios y las cartas personales son interesantes, ya que muestran sentimientos de otros. Aunque los autores no abordan la implicación sensorial, Heller nos recuerda que los sentidos también se guían por el interés:

“...el hombre en su vida cotidiana es capaz de percibir por principio todo lo que sus órganos sensoriales son capaces de percibir. Pero de hecho, percibe solamente lo que el saber cotidiano le presenta como perceptible y digno de ser percibido.” (Heller 2002:548).

Estas tres formas de involucramiento, bien las podemos identificar como las tres clases de interactividad con el visitante que Wagensberg (2001) propone, las cuales actualmente son populares entre los museólogos: 1. Hands on. Concebida como una “interactividad manual o de emoción provocadora” (Wagensberg 2001:23) 2. Minds on. Concebida como “interactividad mental o de emoción inteligible” (idem) 3. Hearts on. Concebida como “interactividad cultural o de emoción cultural” (idem). 88 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Solo después de involucrarnos intelectual, emocional y sensorialmente podemos logar una concentración profunda. Aquello que Bitgood (en Csikszentmihalyi y Hermanson, 1995:74) define como “inmersión simulada” es decir una concentración tal que nos absorba y permita experimentar un espacio y tiempo distinto del nuestro. Screven (1992) señala certeramente que el aprendizaje en un museo no es similar al que ocurre en el deporte o la música, ya que implica un poco más de esfuerzo y concentración. En este caso, se propone que la concentración intelectual sea más divertida que la atención esporádica o casual; es decir que la diversión debe ocurrir siempre y cuando el individuo esté totalmente concentrado. c) Condiciones para que ocurra la experiencia óptima. Es en este momento cuando las condiciones son ideales para provocar una experiencia de flujo redituable intrínsecamente. Como se ha indicado en el apartado de las condiciones para que ocurra el flujo, es preciso que las metas sean claras. Csikzentmihalyi y Hermanson (1995) advierten que poca gente sabe cómo conducirse dentro de un museo, por lo que es aconsejable proponer a los visitantes metas accesibles para recorrer tanto todo el museo, como cada sala por separado. En lo que respecta a mediar las capacidades personales con los retos propuestos, nuestros autores recomiendan el concepto de zona de desarrollo próximo de Vygotsky. Ésta se define como la distancia entre el nivel real de desarrollo, es decir, lo que el individuo puede realizar por sí mismo, y el nivel de desarrollo potencial, que es lo que puede resolver con el apoyo de otro compañero más capaz (Vygotski 1998 en del Río,1999). Así, Vygotski consideraba que el aprendizaje no solo se podía realizar de manera aislada de acuerdo al desarrollo marcado por las etapas de la vida del individuo; sino que se pueden aprender cuestiones mas complejas con ayuda de otras personas más capaces. Estas personas se definen como agentes de desarrollo, integrando la dimensión social al aprendizaje. Para Vygotski no sólo EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 89 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

los individuos son agentes de desarrollo, también pueden serlo las herramientas culturales, como libros, computadoras, etc. (del Río 1999). Bruner, quien basa sus postulados en Vygotski, propone que es tarea de los promotores de desarrollo el ofrecer un “andamiaje” para que la persona se pueda mover con libertad en la zona no consolidada que comienza a explorar. La tarea de estos agentes es ofrecer ayuda y graduar la dificultad de la tarea de manera que no sea tan difícil para que el individuo se desaliente, ni tan fácil para que pierda el interés, lo que nos recuerda la proporción que Csikszentmihalyi propone entre reto y habilidad. Además, se le deben proporcionar gradualmente las reglas de interacción para que el individuo pueda autorregularse y tener el control de la situación (del Río 1999). Los ambientes que promueven la educación apoyan la autonomía personal y la responsabilidad, es decir le permiten al individuo elegir y construir sus propias perspectivas y sentimientos. Por ello, Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) consideran que es importante permitirle a las personas decidir en todo lo posible, más allá de intentar controlar su comportamiento. El desarrollo personal precisa evitar la dependencia para que pueda ocurrir una motivación espontánea. Para auxiliar al visitante a concentrarse, es preciso ahorrarle distracciones que estén en nuestras manos controlar en los sitios patrimoniales. En cuanto a la cuestión física se encuentran las multitudes y el ruido, los guardias intimidantes, el hambre, la fatiga y las urgencias del aparato digestivo. En la cuestión personal, la concentración se difumina por expectativas rígidas y difíciles de cumplir como el pretender visitar un museo en su totalidad en poco tiempo. Un visitante que se sienta intimidado o temeroso, o que trate de defender conceptos rígidos o mantener resultados predefinidos, pierde la apertura mental necesaria para tener una experiencia agradable. Aunque existen elementos fuera de nuestra jurisdicción, como los estados mentales negativos creados por el contexto social, éstos se pueden paliar procurando ambientes positivos dentro de los espacios patrimoniales, que puedan 90 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

promover la reflexión. Muchos sitios patrimoniales son vistos como “refugios de paz” o sitos neutrales a los que se puede acudir de manera voluntaria.

Cuadro 4. Aprendizaje como motivación intrínseca en los museos. Tomado de Csikszentmihalyi y Hermanson (1995:72).

Es indicativa de esta condición la labor que ha realizado Elizabeth Crooke y su equipo en los museos de Irlanda del Norte, conocida por la extrema polarización de su sociedad civil. En este caso, los museos se han tornado EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 91 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

espacios públicos seguros para poder exponer y discutir temas polémicos de actualidad en un ambiente sin violencia (Crooke 2007). Esta imagen permite crear un ambiente propicio para la concentración ya que se libera de estados mentales negativos como la ansiedad o el miedo. Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) recomiendan promover condiciones de alegría, serenidad, felicidad, compromiso y espontaneidad en ellos. De esta forma, el individuo se siente más seguro y puede concentrarse mejor, en un lugar donde pueda expresarse y explorar sus intereses sin temor. Apoyo, seguridad y confianza son los elementos imperativos para permitir un aprendizaje de descubrimiento que resulte redituable intrínsecamente. Así, el individuo se puede ocupar de actividades cuya experimentación resulta en un conocimiento de sí mismo y de su ambiente. Esto implica a la persona en su totalidad, es decir, no solo su parte intelectual, sino también la sensorial y sus facultades emocionales. Cuando el proceso ocurre de forma agradable, es decir redituable intrínsecamente, el individuo quiere seguir aprendiendo y cada vez se le facilita más el hacerlo (Csikszentmihalyi y Hermanson, 1995). Acerca de las recompensas intrínsecas, Screven (1992: 191) propone algunas que podrían servir a modo de pequeñas retroalimentaciones a través de la visita, tales como: completar una misión, adquirir una habilidad, resolver un problema, compartir la experiencia con un amigo, sorpresa, competencia, controlar o predecir eventos y saber el progreso rumbo a una meta específica. Con su característica claridad, Screven apunta que las razones por las que los cedularios interactivos –como los de flip8—sean tan exitosos pueda deberse precisamente a que implican descubrimiento y resolución de problemas, es decir, estas pequeñas recompensas intrínsecas.

8 Este tipo de cedulario se caracteriza por su interactividad. De acuerdo a Serrel son: “Texto y/o imágenes en un panel que se desliza o tiene bisagras y que cubre otro panel que contiene también texto y/o imágenes” (Serrel 1996:107, traducción propia del inglés). Usualmente se utiliza para hacer preguntas o esconder imágenes o información que genera sorpresa al descubrirlas. 92 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Imagen 3. Cédula de “flip” en el Museo de sitio de Palenque, Chiapas. Las máscaras tienen por un lado preguntas y en el otro sus respectivas respuestas. El visitante puede girarlas.

d) Aumento en la complejidad de la conciencia. El estar en un estado de flujo implica tres etapas si se trata de aprendizaje: el visitante está motivado para explorar, se aprende más y entonces las habilidades crecen. El resultado es el aumento en la complejidad sensorial, intelectual y emocional. Por otro lado, la conexión con otros seres humanos es una de las grandes ventajas de nuestros sitios patrimoniales frente a las experiencias multimedia, ya que éstos son sitios públicos. Csikszentmihalyi y Hermanson (1995) indican que el aprendizaje puede ocurrir cuando estamos expuestos a un evento que se comparte con otros, entonces el sentimiento de conexión y pertenencia se fortalece. En las sociedades modernas, advierten, hay cada vez menos oportunidades para experimentar estos eventos compartidos, por lo que los museos pueden proveer de experiencias significativas que sean compartidas con otros.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 93 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

3. El enfoque de la interpretación temática

Hemos llegado al corazón de nuestro trabajo ya que, de acuerdo a nuestra reflexión, los sitios patrimoniales deben ofrecer alternativas del uso del tiempo libre a su sociedad civil. Siguiendo los lineamientos del materialismo histórico, es preferible que éste se dedique a actividades disfrutables que promuevan la autorrealización humana y la solidaridad social. Inspirados por las lecciones de Csikszentmihalyi, consideramos que es posible proveer actividades intrínsecamente redituables en los sitios patrimoniales que fomenten aquello que consideramos su ventaja frente a otras alternativas para el tiempo libre: el aprendizaje. En este caso, hemos elegido el juego como actividad a través de la cual se puede disfrutar y aprender en un sitio patrimonial, bajo su concepción museística de “visita guiada lúdica” que describiremos páginas más adelante. Para su desarrollo hemos elegido la mejor estrategia que hasta ahora conocemos para acercar el conocimiento científico a la sociedad civil: la interpretación temática. Quien esté familiarizado con sus principios habrá observado que existen muchas similitudes con las propuestas de Csikszentmihalyi, por lo que no será contradictorio combinar ambas propuestas para proponer una visita guiada lúdica. Para los efectos de este trabajo no describiremos los principios de la interpretación temática, ya que existen buenas recapitulaciónes en inglés y español. Quien esté interesado en el tema puede remitirse a los escritos torales de Tilden (1977), Ham (1992), y para los trabajos en México a su introductor Manuel Gándara (1999a, 2001, 2003, 2009), seguidos de Jiménez (2000) y Ledesma (2007). Sin embargo, consideramos preciso recordar cuál es el objetivo esencial de la interpretación temática, en vista de las precoces críticas que han surgido. 94 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Al parecer ambos términos han sido controversiales en español. Algunos han criticado el primero considerando que se trata de algo relativo a la posmodernidad. No obstante, desde 1999 Gándara ha aclarado que el término “interpretación” no se refiere al objetivo cognitivo de la hermenéutica, sino que es relativo a “traducción”. La interpretación está consciente de que los visitantes requieren información relevante; por lo que una de sus características más fuertes es demostrar que el conocimiento científico puede ser divertido y entretenido. Es su tarea “traducir” los avances del campo científico a un lenguaje más coloquial, ameno y fácil de digerir para que sea memorable. No obstante, esta “traducción” no implica la banalización del conocimiento o la creación de fantasías completamente alejadas de la realidad que arroja la evidencia científica, como tienden hacer algunos guías de turistas con poca ética profesional9. Para tal efecto la interpretación exige la mayor cantidad de conocimiento científico disponible y actualizado. Recordemos que la interpretación se define particularmente como una “estrategia de comunicación y difusión de la ciencia” (Gándara 2000:57) preocupada por la protección del patrimonio.

El segundo término ha sido criticado recientemente ya que se confunde con “parque temático” y muchos han mostrado sus temores a que esta estrategia pretenda convertir los sitios patrimoniales en lugares de mercantilismo estilo disneylandia. En este caso, la aclaración requiere algunas líneas más. En primer lugar, habrá que considerar que la interpretación temática forma parte del grupo de estrategias “centradas en el visitante”. Actualmente se han identificado dos grandes maneras de enfocar las actividades en los sitios patrimoniales, particularmente los museos, una es centrada en el objeto, que

9 Hace algunos años en Teotihuacan escuché que un guía de turistas platicaba a sus “víctimas” que en el Palacio de Quetzalpapálotl el rey Moctezuma hacía grandes y fastuosas fiestas. En su desesperación por hacer significativa su visita y darle un sentido a los edificios desocupados el guía se había inventado dicha historia. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 95 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

impone e inculca, y otra es la centrada en el sujeto con un propósito de servicio (Weil 2007). A este respecto Gándara indica:

“A nivel global, preocupaciones de este estilo han motivado lo que quizá ya puede considerarse un movimiento internacional: el de las estrategias centradas en el visitante. En parte, son el resultado de una autocrítica sincera y deseosa de mejorar la situación. En parte reflejan una necesidad menos altruista de los museos de poder competir en mejores circunstancias contra otras formas de oferta cultural y de entretenimiento en donde se tiene mayor consideración por el público, en los que, por consecuencia, el público se siente mejor y prefiere visitar más a menudo que los grandes museos-templo.” (Gándara 2000:50)

Éste es quizá el meollo de la crítica que teme que los sitios patrimoniales sean convertidos en parques temáticos o se conviertan en mercancía. Sin embargo el utilizar herramientas que la mercadotecnia utilice no implica que tengamos los mismos objetivos esenciales. Por objetivos esenciales nos referimos a las causas últimas que distinguen ambos lugares. Si nosotros le preguntáramos al dueño de disneylandia cuál es el fin último de su parque temático la respuesta es evidente: generar ganancia, ya que se trata de una empresa. En el caso de los museos y otros sitios patrimoniales la respuesta la ofrece su definición que hemos citado al inicio de este capítulo: disfrute y aprendizaje sin fines de lucro (ICOM 2006). Es decir, no importa que no haya ganancia, los sitios patrimoniales no tienen como objetivo generar plusvalía. Es Gándara (1999c) mismo quien advierte que si prevalece el aspecto mercantil en el patrimonio se pone en grave riesgo su conservación y ahora sí se torna realidad la amenaza de los parques temáticos, para los que la autenticidad del patrimonio es secundario. Sobre el tema indica Francesc Hernández: “Los extremos de esta situación eran determinados por parques arqueológicos o temáticos que simplemente se construían a partir de recreaciones o réplicas, sin contar con elementos originales, o contando con elementos originales irrelevantes.” (Hernández 2005:29). 96 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Para aclarar aun mas el punto, tomemos como ejemplo el caso de los estudios de visitantes. Éstos han sido tomados con recelo debido a que provienen de la mercadotecnia. Apliquemos ahora el mismo ejercicio hipotético: Si le preguntáramos al dueño de Six Flags para qué utilizaría un estudio de público respondería: “Para vender más entradas y tener más ganancias”. Si preguntáramos lo mismo a los encargados de un sitio patrimonial responderían: “Para ofrecer un mejor servicio”. La segunda pregunta sería: “¿Cuál es ese servicio?” Teniendo nuevamente la respuesta: “Aprendizaje y disfrute”. Es esta la gran diferencia, que han logrado percibir aquellos que gozan de un enfoque centrado en el visitante. Concentrados en ambos objetivos –divulgación de la ciencia y protección del patrimonio—los intérpretes temáticos han hecho uso de las herramientas necesarias para conocer al visitante y así poder ofrecerle mejores servicios. Volviendo al ejemplo de los estudios de visitantes, éstos son útiles en tanto que han arrojado valiosa información respecto al contexto personal, social y físico en que se desenvuelve el visitante (Beck y Cable 1998), así como la manera en que se pone en marcha el proceso cognitivo en los sitios patrimoniales (Hein 1998, Pérez 2000, Asensio y Pol 2005). Sus resultados han sido tomados en cuenta y se han tornado principios básicos interpretativos. Quienes nos hemos dedicado a la aplicación de los estudios de visitantes podemos ser testigos de la enorme cantidad de información que arrojan, y de que no basta con dar por hecho nuestras suposiciones sin antes confirmarlas con los visitantes en temas de divulgación. A la hora de realizarlos, el visitante constantemente nos sorprende con reacciones y opiniones que nunca hubiésemos imaginado y que nos auxilian para lograr un mejor contacto e interacción (Ledesma 2009b). Además, este tipo de estudios nos auxilian para acercarnos más al visitante, ya que sus opiniones son utilizadas para la gestión de los sitios patrimoniales y éstos se sienten tomados en cuenta (Ledesma 2009). Es así como observamos que la interpretación no pretende convertir los sitios patrimoniales en parques temáticos, sino que sencillamente un enfoque EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 97 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

centrado en el visitante requiere de muchas herramientas que nos permitan acercarnos más a éste para ofrecerle un mejor servicio (Gándara 2000). La elección de herramientas no implica la adopción per se de los objetivos esenciales de las disciplinas de donde surgen o donde más se utilicen. Así, los estudios de visitantes, a pesar de provenir de la mercadotecnia, no implica que si un intérprete temático la utilice esté considerando poner en venta al patrimonio. Siendo aún más ambiciosos, podríamos proponer que la interpretación temática se inclina hacia una experiencia, si recordamos la diferencia que tenía, de acuerdo a Bauman (2008), con una vivencia. La vivencia la proporciona un parque temático –subirse a la montaña rusa, entrar a la casa de los sustos, dar vueltas en el carrusel—mientras que los sitios patrimoniales pueden ofrecer experiencias. Ya Beck y Cable en su cuarto principio apuntaban que: “El propósito de la narración interpretativa es inspirar y provocar a la gente a ampliar sus horizontes.” (Beck y Cable 1998 en Gándara 2000:73). Es decir, que la información proporcionada tenga relevancia, proporcionando así experiencias que nos aporten algo que nos ayude a vivir. La preocupación por ofrecer experiencias en los sitios patrimoniales ya ha sido advertido por otros museólogos. Aunque no se hayan basado en la diferencia propuesta por Bauman observamos los mismos requisitos de una experiencia. Para Wagensberg, por ejemplo los museos de ciencia deben proporcionar emociones, pero no de cualquier tipo:

“Un buen museo de la ciencia es una concentración de emociones inteligibles garantizadas. Un buen museo de la ciencia se hace despertando emociones, pero no emociones de cualquier clase, sino emociones sobre la inteligibilidad del mundo. Es, diríamos, el método de la emoción inteligible.” (Wagensberg 2001:23).

Por su parte, Serrat y Font (2005) declaran que los museos deben ser de experiencias e interactividad, más que “museos objeto” o “museos idea”. 98 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Consideramos que los enfoques centrados en el visitante son la mejor opción si nuestro objetivo es la protección del patrimonio. Si por el contrario seguimos concentrados en el enfoque centrado en el objeto, sin tomar en cuenta al visitante, seremos cómplices en el deterioro de nuestros sitios patrimoniales. Un visitante que no aprecia el sitio que visita lo destruye, un visitante que no se siente bienvenido o cómodo, simplemente no regresa. Si no ofrecemos un tiempo activo y de calidad durante la visita a los sitios patrimoniales, los individuos se las ingeniarán para dárselo, aún a costa del patrimonio mismo. Con su característica elocuencia, ya Villalobos desde 1997 advertía:

“El espacio vacío del visitante... se torna en contra de los monumentos cuando la permanencia en el sitio se prolonga más allá de lo que el visitante considera suficiente por conocer o una vez satisfecha su visita a la zona arqueológica. Las acciones vandálicas son recurrentes y plenamente identificables...” (Villalobos 1997:132).

4. Visita autoguiada lúdica. Medio interpretativo autónomo.

Ahora que hemos establecido los principios de la interpretación temática y los preceptos de la teoría del flujo, conjuntemos ambas visiones para proponer el nódulo de la presente tesis: una visita autoguiada lúdica; es decir un juego que a la vez implique aprendizaje del conocimiento arqueológico posible de realizarse durante la visita a un sitio.

¿Podemos jugar en los sitios patrimoniales?

El que propongamos un juego a desarrollarse en Tlatelolco podría levantar ámpula en aquellos que también critican prematuramente la labor de la interpretación temática. El tema también podría encontrar resistencia en EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 99 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

museólogos y curadores a juzgar por los tímidos intentos que se han realizado para integrar el juego en los museos:

“Desgraciadamente, la realidad de muchas exposiciones está lejos aún de gozar de relativa “buena salud” por cuanto recuerdan más a sumas de objetos organizados en torno a un tema de análisis que a auténticos centros en los que hallar estímulos diversos para el aprendizaje y disfrute.” (Serrat 2005:140).

Consideramos que tal falta de aprecio por el juego podría deberse a que se concibe que en el museo y los sitios patrimoniales se debe proveer una educación de tipo formal. Bajo esta perspectiva entonces, se podría considerar que jugar implica falta de seriedad y respeto por el patrimonio. En este caso muchos estudiosos habrá que piensen que proponer juegos en los sitios patrimoniales implica iniciar el recorrido directo hacia un disneylandia, un partido de futbol o un evento de luz y sonido. Observando que, efectivamente, existen juegos que influyen en nada en la vida del individuo y que una vez que termina no hay efectos positivos en él. Peor aún, en muchos casos el hombre recurre al juego por escapar de su realidad, volviéndose un prisionero de él, como Heller (2002) apunta. Csikszentmihalyi (1997) mismo advierte que el juego –junto con la violencia, el sexo desordenado y las drogas— puede proveer placer sin requerir mucho esfuerzo, ya que no necesariamente implica un desafío ni el desarrollo de las capacidades personales. Por ello, mucha gente prefiere estas actividades en lugar de buscar aquellas que provean de flujo, aun cuando sólo ofrezcan satisfacciones breves y sin contenido. Quizá sea importante en este punto recordar nuevamente la diferencia de Bauman (2008) entre vivencia y experiencia. Así, podemos considerar que el juego puede ser una vivencia en algunos casos y una experiencia en otros. Es importante recordar que para Csikszentmihalyi (1997) las auténticas actividades de flujo implican complejidad y aparición de nuevos desafíos, lo que conduce al crecimiento personal y cultural. Además, que el juego al igual que el 100 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

deporte y las prácticas artísticas, son actividades que pueden producir un estado de flujo y pueden también implicar aprendizaje (Csikszentmihalyi y Hermanson 1995). Por ello, más allá de proponer que el visitante se suba a una montaña rusa para sentir vértigo y adrenalina –que definitivamente sería una vivencia—o entre a una casa de los espejos o de los sustos10, proponemos que juegue dentro de los sitios patrimoniales como parte de una experiencia. El juego, como actividad de flujo puede ser una oportunidad para que el ser humano utilice sus capacidades para crecer y –aún más importante para los encargados de sitios patrimoniales— para aprender11. Por ello consideramos que proponer un juego en el que a la vez se pueda aprender no va contra la naturaleza de los sitios patrimoniales y nos podría llevar un paso adelante hacia el encuentro de lo producido científicamente con la sociedad civil con efectos benéficos para ambos y para el patrimonio.

Consideraciones en torno al juego Realizando malabares con las palabras, el juego es cosa seria. Renombrados autores han reflexionado acerca del juego, desde sus implicaciones filosóficas hasta las metodológicas. Es evidente que no solo los niños juegan, todos podemos jugar. Sin embargo Heller apunta certeramente que las condiciones son distintas e influye ampliamente el grado de alienación a que estemos sujetos. De esta forma, la libertad del individuo y la oportunidad que tenga de desarrollar sus capacidades afectan el contenido y la función que el juego tiene en su vida:

10 Que por otro lado son actividades totalmente respetables. 11 Resulta alentador el reporte de Rosas y Schmilchuck (2008: 76-78) referente a la buena aceptación que tuvo entre el público la integración de elementos lúdicos en la exposición “Cuerpo aludido” en el MUNAL en 1999. Las autoras observaron que la tríada humor, juego y poesía fueron poderosos elementos para acercar al visitante al contenido informativo de la exposición de una manera no impositiva, que definitivamente transforman la relación entera entre el museo y el visitante. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 101 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

“...cuando el trabajo y las relaciones sociales están relativamente poco alienadas, el juego conserva en su totalidad la libertad subjetiva de la satisfacción de la fantasía. En este caso no es una preparación para la vida, sino el ejercicio sin responsabilidad de las capacidades adquiridas y de las habilidades desarrolladas en la vida.” (Heller 2002:618- 619).

Mientras la alienación en el trabajo sea mayor, más probable es que el hombre utilice al juego como una evasión de su realidad. Así los adultos alienados convierten al juego en un escape donde pueden desarrollar la personalidad que no se atreven a mostrar en la realidad. Heller advierte que este tipo de actitudes en vista de que se encuentran en el plano de la imaginación nunca podrán ofrecer una satisfacción completa y que, en cambio, pueden convertir al hombre en un “prisionero del juego”. Curiosamente el concepto de Heller de lo que debieran ser los juegos en el mundo de adultos corresponde en parte a las actividades intrínsecas de Csikszentmihalyi (1995, 1997): se realizan para beneplácito del individuo, sin ganancia ni recompensa alguna, son autotélicas. De manera tal que la voluntad está presente: cuando un niño juega presta atención porque quiere hacerlo, porque la información que está recibiendo es interesante e importante para él . En el juego existe un componente que reafirma aun más su carácter autotélico: “Un aspecto común y esencial de todo juego es que desarrolla o moviliza capacidades humanas, sin ninguna consecuencia.” (Heller 2002:614). De esta forma, en el juego el hombre puede explayarse y desarrollar muchas de sus facultades, sin temer las consecuencias. Sin embargo, hay un requisito: deben existir reglas para su realización, es decir normas de autocontrol que actúen como integradoras del juego:

“A causa de esta falta de consecuencias, la moral del juego es radicalmente distinta de la moral de la vida. La única moral del juego estriba en la observancia de las reglas, y esto sólo en los juegos que las poseen. Dentro de las reglas todo es posible.” (Heller 2002:615).

102 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Finalmente para la autora los juegos se pueden agrupar en 3: los de fantasía, los miméticos y los regulados. El primer grupo es el que típicamente practican los niños y sirven para la interiorización social y la satisfacción de la fantasía y la creatividad. Para Heller estos juegos en los adultos se tornan en actividades conocidas como hágalo-usted-mismo (do-it-yourself en inglés) donde se producen objetos resultado de la fantasía propia. Curiosamente, el estudio de Csikszentmihalyi (1997) revela que las actividades que le son más placenteras a los individuos tienen que ver con crear o descubrir algo nuevo. El segundo grupo también hace uso de la fantasía pero a través de la atribución de un papel, que se desarrolla en el ámbito del juego, como si se atendiera a una escena teatral. En este caso el objetivo es asumir el papel y desarrollarlo lo más que se pueda. Finalmente en los juegos regulados la adopción de papeles sigue presente pero a un nivel secundario subordinada al sistema de reglas del juego. Este último grupo tiene dos características particulares de acuerdo a Heller (2002): se realizan en colectivo y tienen un carácter competitivo donde se puede ganar o perder. Es interesante que Heller considere que un público cautivo tenga que ver con esta última característica del juego regulado. La expectativa y la tensión de la victoria o la derrota al parecer son los atractivos principales para que exista un público interesado en el desarrollo del juego. Así los juegos de pura fantasía tienen poco o ningún espectador y son relativamente privados; los juegos miméticos los tienen en la medida en que exista tensión durante el desarrollo de los papeles y el público se identifique con la historia desarrollada; y finalmente los juegos regulados atraen a un sinnúmero de personas mientras exista más tensión, expectativa y la probabilidad de ganar o perder.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 103 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

Recorrido autoguiado lúdico

Consideramos que el recorrido autoguiado es un medio interpretativo temático muy favorable, ya que se puede combinar con las ventajas de las visitas guiadas y las charlas. Las charlas y las visitas guiadas controlan la secuencia en que será presentada la información, lo que permite manipular la lógica de exposición de manera que podamos mantener la atención del visitante y organizarnos al rededor de un tema específico para desarrollarlo a través del sitio. Las visitas guiadas tienen la característica de ser charlas en movimiento y de conducir la visita a lugares específicos para resaltar detalles que pueden pasarse por alto o llamar la atención de elementos que no son fáciles de detectar para el ojo no entrenado (Ham 1992, Serrat 2005). Ham (1992:48, 134) clasifica los tipos de charlas y visitas guiadas, y en ambos casos podemos catalogar nuestra propuesta como una guía de “sitio” , cuyo objetivo es orientar al visitante, resaltando las características patrimoniales del lugar y explicar la importancia de lo eventos ocurridos ahí. La particularidad de las visitas autoguiadas es que forman parte de los medios autónomos, es decir, no requieren personal que interactúe con el visitante. De esta forma, se le ofrece libertad entera, el recorrido es a su propio ritmo y, aún más importante, pueden suspenderlo en el momento que quiera. Debido a que se requieren menos recursos humanos para su desarrollo, son más económicos y están disponibles a cualquier hora y época del año. Como último elemento, nuestro recorrido será realizado a través de juegos, tomando en cuenta la variante de visita lúdica, que se caracteriza por:

“Su principal objetivo es acercar los contenidos básicos de la exposición mediante el juego... En la visita lúdica, el usuario es invitado a recorrer los espacios del museo o del espacio patrimonial utilizando pequeños juegos de pistas y enigmas que le permitirán ir descubriendo parte de los contenidos de la exposición.” (Serrat 2005:161). 104 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

De esta forma, podemos utilizar las recomendaciones que Ham proporciona en las tres categorías. Primero desarrollaríamos una charla temática y armaríamos la historia general, para después dividirla en varias etapas que serán distribuidas a lo largo del sitio, a modo de una visita autoguiada. Finalmente adecuaríamos nuestro trabajo al formato de juego.

Las visitas autoguiadas interpretativas temáticas Sam Ham (1992) describe las características de las visitas guiadas y autoguiadas que nos servirán para darle forma a nuestra propuesta. Comencemos por describir las 3 partes de un recorrido autoguiado: 1. Introducción. A menudo es una cédula que invite al usuario a recorrer el sitio a través de la visita autoguiada, además de que se fomenta el interés de la tesis. Se debe incluir brevemente lo que se verá, la temática, la manera en que está organizado el recorrido, su duración y sus requerimientos físicos. Para fomentar la curiosidad e interés del visitante, se sugiere entre otras estrategias, incluir el misterio, como iniciar una historia o anécdota y prometiendo su desarrollo y culminación durante el recorrido. 2. Cuerpo. Se trata de las paradas durante el recorrido. Cada una de ellas debe estar relacionada con la tesis central, tener un título temático y, como las cédulas, deben ser simples, cortas y claras. Cada parada debe contener 4 secciones: a) Oración directriz (focusing sentence). Se trata de enfocar la atención del visitante en el elemento, idea o escena central de la parada; es necesario que ésta sea claramente visible, sin posibilidad de confundir el elemento a destacar. b) Descripción. Se explican los elementos centrales de la parada. c) Conector temático. Al menos una oración debe relacionar la parada con la tesis general de la visita, revelando la razón por la que está ahí la estación. Se recomienda separar esta oración del resto de la información para enfatizarla. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 105 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

d) Transición. Estas son opcionales en las visitas autoguiadas. Se tratan de los “avisos” de cierre de la parada y la invitación a continuar hacia el siguiente punto, aunque también pueden sugerir actividades o reflexiones entre paradas. Se pueden incluir si no excede la extensión en palabras de la parada (se recomiendan 60 palabras máximo). Son recomendables para añadir misterio y curiosidad en la visita al adelantar lo que se verá en la siguiente parada. 3. Conclusión. Es la última parada y su objetivo es reforzar la tesis. Si se opta por desarrollar una historia o anécdota, éste es el momento en que se debe concluir para dar la sensación de completud o Prägnanz alemana (Ham 1992:58). En este momento se debe relacionar por última vez la tesis con las paradas realizadas. Las conclusiones deben ser cortas, específicas y directas.

Cuadro 5. Lista para verificar paradas temáticas efectivas (Ham 1992:324, traducción propia) Su título es una tesis (no sólo un título-tópico) Se enfoca inmediatamente en elementos observables de interés Explican los elementos interesante y rápidamente Conecta el tema de la parada con la tesis general del recorrido Contiene menos de 60 palabras Tiene oraciones cortas de menos de 20 palabras Usa verbos activos y simples lo mayormente posible No contiene lenguaje no familiar ni términos técnicos Fomenta la participación del público (haciendo preguntas o sugiriendo hacer o buscar algo) Usa imágenes para explicar e ilustrar el mensaje

Como recomendaciones generales, se debe manejar un lenguaje informal y que relacionemos el tópico a una historia humana. También se sugiere que la 106 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

visita, debido a que es de tipo “sitio” sea de menos de 800 m con un promedio de 15 paradas (Ham 1992: 313, 319). Cada parada debe durar de 5 a 7 minutos, donde se distribuye 1 minuto para la oración directriz, 3 a 5 minutos para la descripción general, 30 segundos para el conector temático y pocos segundos para la transición; no se debe exceder de más de 60 palabras por parada. Por otra parte, también se recomienda que la mayor parte de las paradas se hagan en la primera mitad del recorrido y que la primera pueda ser vista desde la entrada al lugar (Ham 1992:145). Nuestro recorrido deberá ser secuencial y unidireccional, relacionando cada parada con nuestra tesis y contar con introducción, cuerpo y conclusión; además de las características comunes a todos los recursos: “Son interpretativas, son entretenidas para la audiencia, presentan información significativa y relevante; y están bien organizadas en torno a una tesis central con cinco o menos ideas” (Ham 1992:314)12. Con su didáctica característica, Sam Ham provee de una lista metodológica que facilita la planeación del recorrido: Cuadro 6. Cinco pasos para un mejor plan conceptual de un recorrido autoguiado (Ham 1992:330, traducción propia) Familiarízate, junto con tu equipo, con el ambiente del recorrido. Consigue un mapa topográfico y fotos aéreas si es posible. Dibuja un mapa o señala el recorrido mostrando los lugares con elementos más importantes e interesantes, vistas escénicas, etc. Anota las áreas que deben ser evitadas o peligrosas. Decide una tesis para el recorrido Selecciona las paradas y desarrolla un “mapa temático” Prepara un borrador mostrando como se verá cada parada. Muéstralo a otras personas para que te den sus ideas. Utilízalas en la propuesta.

12 Traducción propia del original en inglés. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 107 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

Los contenidos didácticos Una de las ventajas de las visitas guiadas y autoguiadas es que se pueden incluir muchas actividades que hagan mas dinámico e interesante el recorrido. Ham recomienda incorporar actividades que impliquen usar los sentidos, integrar el misterio en nuestras historias, hacer preguntas abiertas y adivinanzas que fomenten la creatividad y la interacción grupal. Sobre los tipos de actividades a realizar podemos abundar las recomendaciones de Ham con las propuestas de otros museólogos preocupados por que se realicen actividades pedagógicas dentro de los sitios patrimoniales. Serrat (2005:199-200) por ejemplo, recomienda 5 aspectos a revisar durante la elaboración del material informativo: 1. Significatividad. De manera similar a lo propuesto por la interpretación temática, Serrat indica que la información debe ser significativa y relevante. 2. Transferibilidad. Lo aprendido puede ser aplicado a otros contextos y situaciones. 3. Curiosidad. Que lo expuesto implique un reto para el visitante, fomentando su interés y permitiéndole aplicar su conocimiento previo, destrezas y habilidades cognitivas. 4. Adecuación. El contenido debe adecuarse al nivel cognitivo del visitante. 5. Diversidad. Los contenidos deben variar para implicar habilidades y estrategias mentales diversas. Serrat, como muchos pedagogos actuales, indica que actualmente muchos sistemas educativos consideran que existen tres tipos de contenidos didácticos: los conceptuales, los procedimentales (habilidades o procedimientos), y los actitudinales (valores y normas). Estos tres contenidos son también utilizados por la interpretación temática. En el siguiente capítulo se verá su aplicación en el contenido del Plan Interpretativo bajo los rubros: “¿Qué queremos que el visitante sepa/haga/sienta?”. Mientras realizábamos la primera versión del Plan Interpretativo fueron precisamente estos contenidos los que más se dificultaron. Al parecer, estamos 108 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

acostumbrados a proveer únicamente información evidenciando que seguimos teniendo en mente el viejo concepto de que aprender significa grabarnos datos. Por ello, el pensar qué nos gustaría que hiciera y sintiera el visitante fueron verdaderos retos de reflexión. Aún no hallamos una lista que nos pueda guiar para el caso de las emociones, sin embargo encontramos grandes aportes para la cuestión procedimental, que es de suma importancia e imposible de pasar por alto; como bien menciona Núria Serrat: “...los visitantes deben aprender a hacer algo en el museo.” (Serrat 2005:178). Comencemos precisamente con esta autora, quien apoyada en los avances pedagógicos ofrece varias habilidades que se podrían desarrollar en el museo:

“-Formulación de preguntas o problemas a resolver. -Anticipación de respuestas. -Justificación. -Decidir una respuesta o solución. -Clasificación. -Comparación. -Establecimiento de relaciones -Localización de la información. -Observación. -Identificación. -Discriminación. -Descripción. -Síntesis. -Comunicación de ideas.” (Serrat 2005:179).

Podemos agregar 3 habilidades inspirándonos en aquellas que Heller (2000) propone que se desarrollan en la vida cotidiana: la contemplación, la descripción de cualidades y la experimentación. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 109 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

-Contemplación. Cuando el individuo ha superado la lucha diaria por la supervivencia y ha satisfecho sus necesidades vitales, surge la curiosidad y el interés alejados de la pragmática13. Entonces:

“Aprende a observar algo que no usa y a experimentar placer frente a algo que no consume. (...) El hombre llega así a un tipo de placer que no tiene nada que ver con la satisfacción de las necesidades de la vida. La observación, la contemplación se convierten en el fundamento de la ciencia y del arte en las percepciones cotidianas.” (Heller 2002:588).

-Descripción de las cualidades. En este caso, los objetos son analizados para describir sus cualidades y de esta manera saber cómo y cuándo usarlos. -Experimento. “Su función es la de preparar la consciencia suficientemente para tomar una decisión, para permitir el actuar con un mayor valor de probabilidad, quizá suficiente para garantizar una acción segura.” (Heller 2002:590). Por su parte, los trabajos de Hooper-Greenhill (1998) y Pastor (2004) se han preocupado por clasificar en grupos a partir de las preguntas que provocarían dichas habilidades. Para ello, se han concentrado en las cuestiones que pueden surgir a partir del análisis de los objetos, que son a final de cuentas los elementos característicos de un museo. En ambos trabajos observamos una fuerte influencia en la manera que realiza las evaluaciones la moderna pedagogía. Eilean Hooper-Greenhill (1998:207-209) clasifica los tipos de preguntas para presentar los objetos ante el visitante en 5 grupos:

a) Preguntas de memoria. Persiguen el recuerdo de datos y reconocimiento de cosas (¿cuántos? ¿cuáles..? ennumere..).

13 “Aparece donde quiera que la relación con la naturaleza no sea pragmática, cuando la naturaleza no es utilizada, vencida, pero tampoco temida.” (Heller 2000:587). 110 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

b) Preguntas convergentes. Dirigidas a aspectos específicos de algo que ya se sabe. Sus respuestas piden explicaciones, comparaciones o que se establezcan relaciones (¿para qué sirve...? ¿en qué se parece...? ¿en qué se diferencian...?)

c) Preguntas divergentes. Se caracterizan por tener múltiples respuestas posibles. En este caso se requiere imaginación, formulación de hipótesis y resolver problemas, predicción, deducción y reconstrucción (¿y si...? ¿de cuántas maneras....? Imagine que...).

d) Preguntas críticas. Sus respuestas son personales producto de una reflexión (¿qué piensa de...? ¿cuál es su reacción frente a...? ¿cuál de estas opciones cree...y por qué?).

e) Preguntas que requieren síntesis. Usualmente se realizan al final de una actividad y sirven para recordar lo aprendido promoviendo su evaluación y asimilación (¿qué hemos aprendido de...? ¿qué es lo que... nos dice?)

De manera más generosa, Pastor (2004) agrupa las preguntas por fases que aumentan la complejidad del análisis paulatinamente: EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 111 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

Fase 1 Fase 2 Fase 3 Exploración sensorial Búsqueda de más Análisis y discusión de del objeto. información en: la información obtenida • Tamaño • Otros objetos, otras • Uso • Escala personas (cuando, para qué, por • Materiales (cuántos, • Otros lugares, otros qué, de quién, para cuáles...) edificios quién) • Colores (intrínsecos, • Libros, documentos • Materiales aplicados...) • Fotografías, películas, (cuáles, de dónde, por qué) • Olor etc. • Diseño • Sabor (estilo, decoración, • Ruido costo) • Textura • Elaboración • Temperatura (cuándo, cómo, • Peso dónde, por quién) • Antigüedad • Significado • Estado de (en la época en que conservación fue construido, ahora, para mí, para su dueño, en otras culturas)

112 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Fase 4 Fase 4 Recordar, comparar, relacionar y Recordar, comparar, relacionar y sintetizar sintetizar • Recordar • Relacionar con • ¿Qué conozco que se le parezca? • La época histórica, sociedad • ¿Qué conozco que tenga la misma • Las corrientes artísticas función? • Los avances científicos y tecnológicos • ¿Por qué lo tengo/no lo tengo? • El coleccionismo, la evolución de los • ¿Sería útil en otros lugares o en otros museos tiempos? • Los diversos lenguajes • Comparar con • Sintetizar • Otros objetos utilizados por el mismo • ¿Qué me “dice” el objeto acerca de la usuario vida, las actitudes, las expectativas, • Otros objetos realizados por el mismo los pensamientos, etc. de los autor individuos y los grupos? • Otros objetos de la misma época • ¿Qué significó el objeto en el pasado? • Otros objetos del mismo material, ¿qué significa hoy? estilo • ¿Qué significa para mi? • Objetos del mismo tipo, clase, función • ¿Qué significa para los demás?

Cuadro 7. Fases en las que se puede analizar un objeto. Basado en Pastor (2004:57-58).

Ya en el terreno de la interpretación temática, Screven (1992) basado en los descubrimientos de Csicszentmihalyi propone que las recompensas intrínsecas ideales obtenidas de la lectura del cedulario radican en entender mejor los objetos de la exposición y adquirir nuevo conocimiento posible de comunicarse a los demás. De esta manera, propone la redacción de las cédulas –en particular de los encabezados— de acuerdo a la tarea u objetivo particular que nos dirija a estas recompensas intrínsecas; entre los que se encuentran: llamar la atención, ofrecer alternativas, conectar objetos desconocidos o tópicos a experiencias familiares, proveer un marco para el tema de la exhibición, enfocar la atención a los objetos, proveer ejemplos, promover la curiosidad, responder preguntas o comunicar mensajes. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 113 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

Para los efectos de este trabajo, reproducimos los ejemplos que proporciona Screven:

Goals Examples 1. Attract visitors toward -Squids have orgies, but -Why Do Otters Scratch labels or to exhibit octopuses have close So Much? content. encounters. Otters aren’t scratching because they itch! They’re grooming. This keeps their fur clean and waterproof. 2. Focus attention to -Why are there so many -Can you find the animal particular ideas or different kinds of living that looks like a stone? features of exhibit things? This map shows the content. -Do you think this thing continents as they are is a plant? Look more today. Where were they carefully! 200 millions years ago? -They may look empty, Choose one. Which but mudflats crawl with beaks would crush a life! hazelnut? -Why do these rocks look alive? 3. Correct -This plantlike creature is -Which of these paintings misconceptions. actually an animal! of a green faun do you -What good is a rain like best? Is yours the forest if it prevents same as Picasso’s? economic development? -How do we know the -Hate this painting? Who glacier was here? said you had to like it? (Heading over Entrance to glacier exhibition). 4. Connect explanations -Reach our and taste -These dune plants fight to familiar experiences, someone! An octopus for a foothold in shifting phrases, or terms. explores with its sands. tentacles. The suckers -Like vultures, can taste the difference scavenging hagfish keep between sweet, sour and order on the floor! bitter, and can tell if -Why are there so many something’s rough or kinds of living things? smooth. -Why is a hyena’s laugh music to a lion’s ears? 114 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

5. Encourage active -They may look empty, -That’s the hommouth, attention to exhibit but mudflats crawl with one of our more content. life! ornamental snails. -Watch the small silvery fish pass in a school and you’ll catch some yawning! 6. Make ideas more -Flatfishes are quick- -A Story Told By Bones familiar. change artists! (For exhibit on anatomy). -Like vultures, scavenging hagfish keep order on the floor!

7. Encourage visitors to -Sea Stars use suction to -Think of the generator in draw analogies. pry open their prey! a coal-electric plant that Pulling on a shell for turns by steam like your hours with its small bicycle generator that is hydraulic tubefeet, a sea turned by your leg star will exhaust even the muscles. most clammed-up clams!

8. Articulate questions -What’s the lady doing -Is this bone real? Is the visitors commonly have among all those men? diamond in this elephant about exhibit content. (From Rembrandt’s real? “Night Watch”). -Why do some of these -What is this painting figures have blue skin? worth? (From (From Egyptian Temple Rembrandt’s “Night diorama). Watch”).

9. Encourage visitors to -If you were here, what -Which of these four fantasize or project would YOU do? (How versions of The Green themselves into an would YOU feel?). Faun do you like best? Is exhibit situation. yours the same as Sensitize them to another Picasso’s? viewpoint.

10. Challenge visitors to -Think of a coal electric -Can you find the animal attack a specific problem plant as a bicycle that that looks like a stone? EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 115 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

(not too easy, not too turns a generator by coal- -What’s out there under hard). fired steam instead of by all that water? you. -Odds are you won’t find -Which beaks could eat this cleverly camouflaged from this passion flower? fish. Try looking for a blade of kelp that has two round eyes! Cuadro 8. Ejemplos de encabezados y cuerpo para cedulario organizados de acuerdo al objetivo que se pretenda. Tomado de Screven (1992).

Screven se preocupa por recordarnos que se debe planear cuidadosamente la manera en que realicemos las preguntas y la forma en que éstas se resolverán, teniendo en mente que la concentración en la exposición debe ser lo más importante. Por ejemplo, para evitar que se elija una respuesta al azar en opciones múltiples, propone el mecanismo: “1. Pregunta, 2. Se examina la exhibición, 3. Se halla la información, 4. Se elige la respuesta, 5. Se confirma la correcta.” (Screven 1992:201)14.

El celular como medio interactivo multimedia Los medios en el campo de los multimedios son definidos como “...cada uno de los diferentes canales de distribución de la información en formato digital. Podemos resumirlos en los siguientes: texto, ilustraciones, animaciones, audio, vídeo, software e hipermedia.” (Sala y Sospedra 2005: 328). Sobre la plataforma específica para nuestro medio interpretativo hemos elegido un software interactivo que fuera desplegado en los teléfonos celulares que el propio visitante portara. Lo interactivo se comprende como todo aquello que requiere la participación y acción del visitante, implicando sus sentidos, emociones y actividad motora y psicológica. Los módulos interactivos pueden ser mecánicos o informáticos (Gándara 2000, Serrat y Font 2005).

14 Traducción propia del original en inglés. 116 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Por lo que, un software multimedia puede ser definido como la combinación de dos o más medios a través de una computadora, cuyo control lo tiene el usuario de forma interactiva (Gándara 2000). Combinando los textos de Gándara (2000) y Serrat y Font (2005) podemos indicar que los beneficios que ofrecen este tipo de medio para el aprendizaje en un sitio patrimonial son: 1. Explicar conceptos difíciles, cuya demostración puede ser hecha a través de la virtualidad. 2. Recrear ambientes pretéritos o hipotéticos, facilitando las experiencias. 3. Complementar la información de un objeto o la exposición en general sin necesidad de aumentar los recursos físicos en el espacio patrimonial. 4. Contextualizar los objetos a través de simulaciones. 5. Enfocar la atención del usuario 6. Retroalimentar de manera inmediata y posibilitar evaluaciones formativas y sumarias. 7. Adecuar la información a niveles distintos de conocimiento de la temática y a otras características y necesidades de los usuarios. 8. Permitir el aprendizaje “haciendo, descubriendo y compartiendo”. 9. Facilitar la actualización y modificación de los contenidos. 10. Posibilitar el uso de elementos narrativos lúdicos y dramáticos.

Sin embargo, como bien indica Gándara (2000) todos los medios tienen sus inconvenientes que se deben tomar en consideración:

“-Alto costo. -La necesidad de mantenimiento constante (...) -Obsolescencia de máquinas y sistemas (...) -Sensibilidad a problemas de estrategia de comunicación (...) -Sensibilidad a problemas de interfaz (...)” (Gándara 2000:95-96).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 117 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

Finalmente, Sala y Sospedra (2005) proponen una serie de 10 principios metodológicos a tomar en cuenta si se pretende realizar un material didáctico multimedia: 1. Principio de autonomía. El usuario debe tener libertad de navegación, aunque ésta navegación haya sido planeada y prevista por los programadores. 2. Principio de coherencia. El modelo debe tener reglas coherentes, sugiriendo:

“Que no falle ninguna opción; que siempre puedan localizarse los iconos que indican las funcionalidades, y que estos no cambien en función de la presentación; que se sigan unos criterios y una misma línea (en lo que se refiere a la tipología, diseño, etc.)” (Sala y Sospedra 2005:381).

3. Principio de construcción. Se refiere a la posibilidad de que el usuario pueda conectar su conocimiento previo con el que está aprendiendo, estructurándolo y organizándolo a su parecer. 4. Principio de integridad. El medio debe proporcionar todo lo requerido para que el usuario interactúe, sin necesidad de programaciones o ampliaciones extra. 5. Principio de interactividad. Como ya hemos citado (Gándara 2000) el control debe estar en manos del usuario. 6. Principio de interconexión. Se debe posibilitar, en la medida que los recursos lo posibiliten, el enlace con otras fuentes de información como bases de datos, páginas web, etc. Los enlaces deben ser únicamente los necesarios, evitando el exceso ya que esto confundiría y perdería al usuario. 7. Principio de entrada múltiple. Presentación de la misma información a través de diferentes media para acoplarse a los distintos estilos cognitivos de los usuarios. 118 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

8. Principio de necesidad. Los medios que se propongan deben ser elegidos a través del análisis de las necesidades de los usuarios y los objetivos generales que se plantee el programa en general. 9. Principio de significación. Para los usuarios, el contenido manejado les debe ser significativo, útil para su formación y base para futuro aprendizaje. Los autores recomiendan que se manejen ejercicios prácticos como análisis de casos o simulaciones. 10. Principio de vitalidad. Se debe cuidar que el programa responda inmediata y concretamente a cualquier acción del usuario, dando la sensación de que la pantalla esta “viva”.

Ahora que hemos terminado este capítulo podemos comprender que un sitio patrimonial puede ofrecer actividades disfrutables a la sociedad civil sin perder su esencia ni desvalorizar al patrimonio o reducirlo a mercancía. Al proponer una actividad de disfrute estamos pensando en la satisfacción de una necesidad auténtica tal y como Marx y Fromm lo distinguen, es decir aquellas actividades que nos conduzcan a ser mas libres, racionales, activos e independientes. Csikszentmihalyi ha mostrado que el aprendizaje puede ser una actividad de flujo, es decir redituable intrínsecamente que lleva al hombre a un crecimiento personal. Hemos expuesto a varios autores que se han preocupado por establecer algunos procedimientos y estrategias para logar un aprendizaje significativo en los sitios patrimoniales que serán de ayuda para nuestro proyecto. Es preciso aclarar que éstos son parámetros y propuestas ideales que no garantizan en todas las ocasiones el aprendizaje significativo o un estado de flujo, y que a la hora de llevarlas al terreno real en sitios arqueológicos no resulta tan sencilla su aplicación ni es posible llevarlas a cabo enteramente. No obstante confiamos que al tomarlas en cuenta estamos enriqueciendo la labor de la divulgación significativa del patrimonio y es posible desarrollar un programa de divulgación atractivo y útil para la protección del patrimonio. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 119 II. Aprendizaje, disfrute y el contacto con el patrimonio

Siguiendo estas reflexiones proponemos una visita autoguiada lúdica, es decir una visita autónoma realizada a través de un juego. De esta forma, conjuntaremos aprendizaje con juego, lo que facilitaría que se vuelva una actividad de flujo y que logremos nuestros objetivos. Para estructurarla utilizaremos los principios de la interpretación temática cuyos avances facilitan sobremanera la tarea. Para la plataforma hemos pensado en el celular, lo que implica ciertas particularidades que debemos tomar en cuenta para desarrollar el juego. Nuestro planteamiento se plasmará en el sitio arqueológico de Tlatelolco, para el que hemos elegido la vida de Cuauhtémoc como vehículo. En el siguiente capítulo desarrollaremos la propuesta concreta a modo de Plan interpretativo.

120 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

CAPÍTULO III. PLAN INTERPRETATIVO:

“EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. Y TÚ ¿POR QUÉ TE JUGARÍAS LA VIDA?”

Para alcanzar el objetivo de ofrecer una actividad alternativa durante el tiempo libre de la sociedad acorde con la naturaleza de nuestros sitios patrimoniales y nuestra posición valorativa, pretendemos combinar los preceptos de la interpretación temática con las propuestas de la teoría del flujo, proponiendo una visita autoguiada lúdica. Sin duda, la interpretación temática ha avanzado mucho en los últimos años. Debido a ello, la manera en la que se presenta la información y los proyectos interpretativos comienzan a estructurarse en informes concretos con lineamientos claros. Para nuestro caso, contamos con la fortuna de tener entre nuestras filas a Manuel Gándara, quien se ha dado a la tarea de establecer estos lineamientos y ajustarlos con el paso del tiempo. Además, se ha preocupado por enriquecer la estrategia, agregando aportes de la pedagogía y del arte dramático con buenos resultados, como se podrá observar en el apartado correspondiente a la identificación de conflictos y principios universales en el programa interpretativo y que nos auxiliaron al momento de diseñar la estructura narrativa del juego. De esta forma, podemos utilizar sus trabajos como referencia para elaborar el siguiente capítulo a modo de un Plan Interpretativo, de acuerdo a su versión más reciente (Gándara 2009). Originalmente este tipo de documentos proponen un sinnúmero de Programas interpretativos a desarrollar, sin embargo en nuestro caso, nos centraremos en uno solo y desarrollaremos los lineamientos que a su vez se requieren. Es preciso indicar que para los primeros puntos del Plan interpretativo y para decidir qué tipo de programa interpretativo desarrollar, se realizó un estudio de visitantes. Los resultados se mostrarán en la sección 122 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

correspondiente. Sin embargo para quien esté interesado, la información completa se ofrecerá en el Anexo 2 de este trabajo.

1. Caracterización del recurso

Tlatelolco cuenta con un Plan de Manejo (Guilliem 2000) en el que se desarrollan sus valores patrimoniales en tres categorías: históricos, estéticos y científicos. Por otro lado, se cuenta con una propuesta de tesis interpretativa temática y dos estudios de visitantes previos: uno realizado en 2006 y otro de carácter informal de 2007 a 2008 (Ledesma 2007, 2009, 2009b, Ledesma y Rivera 2008). Utilizando el Plan de Manejo y el trabajo de Ledesma (2007), consideramos que el genius loci de Tlatelolco se puede conformar a partir de tres elementos: 1. Los sucesos que ocurrieron en el lugar, ya que las consecuencias de muchos de ellos desbordaron los límites de Tlatelolco (Guilliem 2000:8). 2. Se conservan muchos edificios testigos de estos acontecimientos y restos de las trazas de la ciudad prehispánica y colonial (Guilliem 2000: 8). 3. Resalta la actitud de resistencia social frente a las adversidades características de la población tlatelolca a través del tiempo (Ledesma 2007:102). Si tomáramos por separado estos puntos quizá fueran comunes a cualquier sitio de la Ciudad de México o de otras ciudades igualmente grandes del país; sin embargo su unidad es su fortaleza. De tal manera que eventos únicos como la defensa del imperio mexica o los inicios del mestizaje colonial preservan su contraparte material en las escalinatas del Huey Teocalli de la antigua ciudad o la Iglesia de Santiago. A esto, hay que agregar la característica resistencia y rebeldía que sus habitantes han demostrado a lo largo del tiempo ante situaciones adversas. En especial este punto es el que EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 123 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

consideramos el más fuerte de todos, ya que el poder de convocatoria y su anclaje con sentimientos y experiencias personales es la que nos acerca más a los objetivos de la interpretación temática. De esta manera, consideramos que la tesis interpretativa temática propuesta en 2007 sigue siendo operativa: “A los habitantes de Tlatelolco nunca los vencieron las tragedias” (Ledesma 2007:105).

Contexto físico

El sitio arqueológico de Tlatelolco se encuentra en medio de la zona habitacional Nonoalco-Tlatelolco y forma parte de la conocida Plaza de las 3 Culturas. Se puede considerar que goza de una ubicación idónea en términos de accesibilidad, cuenta con acceso directo a una de las principales avenidas de la Ciudad de México, el Eje Central también llamada Avenida Lázaro Cárdenas; tiene a unos metros la estación de metro Tlatelolco y está muy cerca del Centro Histórico de la Ciudad (Guilliem 2000). Está compuesto de 25 edificios prehispánicos de origen mexica- tlatelolca correspondientes a una parte de su antiguo centro ceremonial, los cuales pueden ser apreciados a través de un andador de recorrido unidireccional que mantiene alejados a los visitantes de los edificios. El sendero cruza todo el sitio, y sólo tiene una pendiente pronunciada ya que es un recorrido prácticamente horizontal. También cuenta con un área de descanso después de recorrer dos terceras partes del recorrido y, a excepción del área conocida como el temazcal, en ningún lugar hay sombra o techumbre. De acuerdo a los estudios de visitantes, el recorrido del sitio es un tanto agotador, ya que la única área de descanso está mal señalizada, de manera que nadie la utiliza. Por ello, la mayoría de los visitantes realiza cuando 124 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

menos una parada en las escaleras o en el andador. El recorrido en promedio dura poco menos de una hora. Los elementos con más poder de atracción son la pirámide principal y sus petroglifos, el temazcal, el tzompantli, la iglesia de Santiago Tlatelolco, el Templo Calendárico, el templo de Ehécatl y los “amantes” (Ledesma 2007). El clima de la región es templado con lluvias de julio a octubre.

Contexto social1

Fue de sumo interés realizar el ejercicio acerca del contexto social en el que se encuentra inmerso Tlatelolco. El sitio forma parte de la Unidad Habitacional Tlatelolco, ubicándose en la primera sección de ésta. Sus colonias vecinas son: Guerrero, Buenavista, Atlampa, Ex- hipódromo de Peralvillo, Santa María Insurgentes, Santa María la Ribera, San Simón Tolnahuac y Morelos; todas a menos de 3.00 km de distancia. La imagen física del sitio, como se puede comprender, se funde con la infraestructura habitacional (Ver mapa 1). Los datos arrojados por el programa de Desarrollo Urbano de la Delegación Cuauhtémoc2, apuntan que Tlatelolco y las colonias vecinas son zonas habitacionales, es decir, predomina la vivienda mezclada con el comercio básico. Las características de la habitación son bastante desafortunadas, la gran mayoría sufre de hacinamientos y muchas de las casas están construidas con materiales precarios, principalmente en las colonias Morelos y Guerrero, a menos de 2 km de distancia del sitio. Por otra

1 Esta sección del trabajo se realizó con base en un trabajo escolar para el Posgrado en arqueología por parte de la Línea de Gestión y Conservación del Patrimonio, realizado por los ahora maestros: Lidia Iris Rodríguez Rodríguez, Sonia Peña Altamirano, Omar Olivo del Olmo y quien esto suscribe, durante 2009. Agradezco el apoyo de los compañeros. 2 Información obtenida de la página web: http://www.setravi.df.gob.mx/transparencia/pdfs/cuauhte.pdf EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 125 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

parte, la tenencia de la tierra también presenta conflictos con muchos asentamientos irregulares y predios invadidos.

Mapa 1. El área sombreada muestra la extensión de la antigua ciudad prehispánica en relación con las colonias actuales.

Se calcula que actualmente la Unidad Habitacional Tlatelolco cuenta con 31,437 personas; mientras que de las colonias aledañas las más populosas son Guerrero con 41,468 habitantes, Morelos con 38,388, la Ex- Hipódromo de Peralvillo con 12,712 y Santa María la Ribera con 40,419. El programa antes citado indica que estas colonias son las más densamente habitadas en toda la delegación (la colonia Guerrero ocupa el primer lugar). Increíblemente, el mismo programa propone páginas adelante la construcción de más viviendas en este sector.

126 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Mapa 2. Colonias vecinas del sitio. Se muestran las áreas verdes y las zonas de esparcimiento con las que se cuenta. Información tomada de Guía Roji (2010).

De acuerdo a lo antes propuesto, es preciso identificar qué otros lugares compiten con Tlatelolco en cuestiones de uso del tiempo libre y actividades recreativas. Cantú señala que de toda la superficie de Tlatelolco (768,623 hectáreas), 461,471 están consideradas como áreas no edificadas (Cantú, 2001:111). Sin embargo muchas de éstas no son aprovechadas para actividades de esparcimiento comunitario debido a la alta delincuencia en la zona. Las estadísticas que la delegación obtuvo la sitúan en el onceavo lugar en áreas para deporte y el 12º en áreas verdes a comparación con otras delegaciones. En este mismo informe, se declara que las zonas colindantes con Tlatelolco tienen un déficit en cuanto a áreas verdes y espacios abiertos, como se puede EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 127 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

observar en el Mapa 2. Por lo que podemos considerar que el sitio arqueológico cuenta con pocos competidores cercanos. Por parte de las autoridades gubernamentales, han sido pocas las iniciativas para organizar actividades recreativas y culturales en el lugar. Éstas se encuentran bajo la jurisdicción de la Dirección territorial de la Delegación Cuauhtémoc, que tiene como uno de sus objetivos administrar la infraestructura recreativa y fomentar la participación ciudadana3. En este ámbito, la delegación coordinó la remodelación del Deportivo Antonio Caso4 y de la zona conocida como “El Ágora” como parte del Programa de Desarrollo Social de la delegación5. Dicho lo anterior, se puede considerar que son realmente escasas las actividades culturales organizadas gubernamentalmente en el área y de igual forma pocas las opciones inmediatas para la comunidad tlatelolca de pasar su tiempo libre. En cuanto a las Instituciones de educación básica convendría indicar que se cuenta con 11 preprimarias, 8 primarias, 3 secundarias y ninguna preparatoria ni universidad (Cantú, 2001:112). El nivel socioeconómico de la población de la U.H. Tlatelolco se ubica como media baja, mientras que las áreas a su alrededor contienen graves problemas no sólo económicos, ya que registran un alto nivel delictivo, de prostitución, narcotráfico y violencia intrafamiliar, entre otros. El sector juvenil es particularmente vulnerable a este respecto. La población joven de entre 15 a 20 años tiene poca oportunidad remunerativa, al menos, en la zona inmediata y periférica de Tlatelolco. En el desempeño laboral, los jóvenes que ingresan a la actividad económica de tiempo completo

3 Información obtenida de la página web revisada en junio de 2010: http://www.cuauhtemoc.df.gob.mx/delegacion/organigrama/direcciones/territorial.html 4 Información obtenida de la página web, revisada en junio de 2010: http://www.cuauhtemoc.df.gob.mx/comunicacion/galeria/marzo/caso.html 5 Información obtenida de la página web: http://www.cuauhtemoc.df.gob.mx/comunicacion/galeria/marzo/recintos.html 128 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

son, sobre todo, los que cuentan con un nivel básico de estudios. Mientras que los jóvenes que continúan sus estudios tienden a buscar empleos de medio tiempo. Por otra parte, durante nuestra estadía en el lugar pudimos observar un elevado consumo de alcohol y drogas por parte de estos jóvenes, que se confirmó con los datos proporcionados por una encuesta, que indica que hay una tolerancia social hacia el consumo de drogas y alcohol en la población joven que predominantemente consume mariguana6. La vida de un joven que habita en Tlatelolco o sus inmediaciones no es nada fácil. Proviniendo de familias de clase baja, en una zona con tantos problemas de habitación y reducidas opciones y áreas para su desarrollo personal y social, con pocas posibilidades de lograr una educación que rebase la media superior y por ende de aspirar a un trabajo mejor remunerado, es fácil comprender por qué muchos de ellos se dedican a actividades lesivas para la sociedad, arriesgando incluso sus propias vidas7.

2. Caracterización del visitante

Si sumamos los estudios que hemos realizado en el lugar de 2006, los estudios informales realizados de 2007 a 2009 y el estudio de 2010-2011; tenemos la siguiente información sobre el visitante: -En su mayoría son habitantes del Distrito Federal y de zonas conurbadas. -Los visitantes extranjeros son principalmente norteamericanos.

6 Información obtenida de la página web: http://www.inprf.org.mx/avisos/encuestas/Estudiantes/Encuesta%201993/Global/RESULTA DOS.htm#caracteristicas 7 De acuerdo a un estudio realizado recientemente, la principal causa de muerte en la juventud del D.F. son accidentes y lesiones. Información obtenida de la página web: http://www.copo.df.gob.mx/eventos/especiales/dia_mundial_poblacion2007.html EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 129 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

-La gran mayoría visita por primera vez el sitio. -Las visitas se realizan por lo general en compañía, principalmente en pareja o en grupos pequeños (de 3 a 5 personas). Son numerosos los grupos con niños y fueron escasos los grupos que contaban con guía. -En general los visitantes son extrovertidos, y tienden a intercambiar puntos de vista tanto con sus acompañantes, como con los demás visitantes y el personal que labora en el sitio. -Como en otros estudios se ha mostrado (McManus 1995, Ledesma 2007, resultados de CNEP 2007), a pesar de que se acude a sitios considerados educativos, la gran mayoría espera entretenerse en él. En cuanto a cuestiones de información y habilidades cognitivas sabemos que: -Hay un gran interés por los detalles de la vida prehispánica y la historia de los trabajos arqueológicos en el lugar. -La mayoría tiene dificultades para identificar etapas constructivas y restos de edificios. -Existe una “autoridad” en las cédulas del sitio, ya que las paradas usuales son frente a ellas, aunque la mayoría no son leídas. Es decir, son utilizadas como las “estaciones base” desde donde se observa el sitio. Por ello, detalles en los edificios donde no hay una cédula como los glifos del Templo Calendárico son pocas veces detectados8. El visitante tiende a pasar “de cédula en cédula” durante su recorrido. -Los niños tienen poca información acerca de los mexicas; sin embargo son los más observadores y tienen la capacidad de identificar y discriminar distintas clases de materiales. Además son los que hacen la mayor cantidad de preguntas y no temen entrar en contacto con el personal del sitio para resolver sus dudas.

8 Resultado del estudio de público 2009-2010. 130 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

-Los adolescentes se interesan particularmente por los temas de la invasión española y la masacre de 1968. Sin embargo se preguntan poco sobre lo que observan y por lo general están mas atentos a su contexto social –las personas con las que visitan el sitio—que a lo que el sitio ofrece. -Los adultos también se interesan por los elementos arquitectónicos del sitio, aunque les resulta más interesante la historia arqueológica y los procesos de excavación. Este grupo tiene más información general sobre el sitio, no teme aprovechar la disposición del personal para aclarar sus dudas generales y están dispuestos a largas charlas.

3. Programa interpretativo: visita autoguiada lúdica.

Siguiendo nuestra argumentación sobre el uso de los sitios patrimoniales como lugares dónde utilizar el tiempo libre en cuestiones tanto de recreación como de educación, donde se puedan desarrollar actividades de flujo, elegimos el recurso denominado por Ham (1992) como visita autoguiada. Aunque con la variable de que se tratará de una visita hecha a través de juegos, es decir una visita lúdica como ya la definimos en el capítulo anterior. Como primer punto, se revisó el Plan de Manejo del lugar, junto con la propuesta de cedulario interpretativo temático que cubre la historia general del sitio, teniendo como eje rector la tesis antes mencionada. El recurso tiene tanto potencial que es posible desarrollar varios programas interpretativos si nos enfocáramos en alguno de sus valores sin dejar de lado la tesis; lo que nos conduciría a una visita de profundización, de acuerdo a la terminología museística:

“...cuya finalidad es concretar, complementar, incidir en el conocimiento mucho más preciso de una parcela de la información mostrada en la exposición. En este sentido EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 131 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

pretende analizar, desmenuzar, parte del mensaje expositivo y tratarlo de forma específica.” (Serrat 2005:156).

En nuestro caso, teniendo en cuenta los intereses de los visitantes manifestados en nuestros estudios, elegimos enfocarnos en los valores históricos 2, 7 y 11 del Plan de manejo:

“-La historia del sitio condensa la división del grupo mexica y su lucha posterior por el poder, la que culmina con la pérdida de la independencia Tlatelolca y la defensa de la ciudad ante los embates de los conquistadores y sus aliados. (...) -El sitio representa el último reducto de la resistencia indígena y expresa de manera simbólica el mestizaje cultural de la nación. (...) -Una parte de la traza de la antigua ciudad prehispánica y colonial de Tlatelolco se ha mantenido, lo que genera la posibilidad de la recreación de eventos y momentos históricos, en particular de los relativos a la conquista y los primeros años de la Colonia.” (Guilliem 2000:7-8).

Para poder referirnos a estos temas utilizamos dos puntos que se entrelazaron durante la invasión a modo de vehículo para nuestra narrativa: el oro que los españoles incautaron a Motecuhzoma después perdido y la protección de los bultos sagrados o tlaquimilolli9 por parte de los mexica.

Público objetivo

Considerando la definición de grupo objetivo como: “...grupos independientes que se cree que poseen en común una serie de características.” (Hooper-Greenhill 1998: 119), una primera discriminación será hacia aquellos que asistan como parte de un grupo guiado por su maestro y todos aquellos que “se ganen la vida” mientras estén al interior del

9 Refiérase el lector al Anexo 1 para una amplia descripción de lo que eran los tlaquimilolli y lo que significaban. 132 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

sitio –como podrían ser otros arqueólogos, policías, vendedores ambulantes, guías de turistas— en vista de que nuestro proyecto se enfoca hacia aquellos que visitan el sitio durante su tiempo libre. El trabajo de Verón y Levasseur (1994) sugiere que la trayectoria seguida en una visita nos puede auxiliar para distinguir a los visitantes. Así, nos ha inspirado para considerar que quizá un modo para definir al público objetivo sea distinguiendo entre los hábitos de la visita. Aunque los mismos autores aclararon que las categorías que identificaron no eran definitivas, consideramos que su clasificación puede ayudarnos a distinguir el tipo de visitantes que acude a Tlatelolco: aquellos que gustan de una visita minuciosa que abarque la totalidad del recorrido como su modelo de hormiga o mariposa, o aquellos que “saltan” siguiendo sus instintos e intereses sin preocuparse por seguir una linealidad o abarcar toda la exposición. En nuestro caso, de acuerdo al estudio de visitantes, una gran mayoría no tendría inconveniente en realizar una visita corta si se le garantiza que verá lo más importante del lugar. Los seguimientos mostraron la autoridad de las cédulas de objeto que atraen al visitante, como ya hemos indicado, y a pesar de que el recorrido es unilineal sobre el andador, son pocos aquellos que leen meticulosamente cada cédula. Por ello, podemos caracterizar a la mayor parte de los visitantes como “saltamontes” que van de cédula en cédula, y solo se quedaban más tiempo del necesario para leer los títulos y tomar fotografías en aquellas que les llamaban la atención. Lo anterior apoya nuestra propuesta, ya que una visita guiada lúdica debería ser lo más dinámica posible y un visitante del tipo “hormiga” no estaría cómodo del todo con una visita de este tipo. Debido a que nos apoyaremos en las nuevas tecnologías para potenciar nuestra visita, el usuario objetivo debe estar de cierta forma familiarizado en cuanto su manejo. Es este punto que típicamente nos remite al público joven ya que es el grupo más entusiasta en el uso de novedades EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 133 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

tecnológicas. No obstante el asociar inmediatamente juego y nuevas tecnologías con infantes y jóvenes no debe ser gratuito. En nuestro caso, la combinación resulta perfecta, en vista de que como hemos señalado, a pesar de que los resultados del CONACULTA y los propios respecto a que la mayor población con la que cuentan los museos y sitios arqueológicos son de público joven, son pocos los programas dedicados a este sector. Por otro lado, después de realizar el estudio sociológico de Tlatelolco identificamos que uno de los grupos más vulnerables de las zonas circunvecinas son los jóvenes, por lo que es urgente desarrollar programas que los acerquen a modos de vida menos lesivos y utilicen su tiempo libre en actividades más benéficas. En este caso el sitio arqueológico de Tlatelolco es una de las pocas opciones para utilizar este tiempo libre en cuestiones educativas y culturales, como se pudo observar en el Mapa 2 antes mostrado.

Elementos interpretativo temáticos

Iniciemos por establecer el propósito general de nuestro programa: Propiciar la reflexión en el visitante acerca de uno de los momentos históricos más sensibles: la invasión española. Se pretende que el usuario de nuestro programa reflexione que los indígenas aunque fueron derrotados mostraron un alto grado de resistencia y que gracias a ello algunos vestigios de su mundo lograron sobrevivir hasta nuestros días. Con ello se espera que el visitante observe al patrimonio como herencia de esa resistencia y valore tanto el legado material como a los indígenas aún existentes en nuestro país. Al manejar el tema de un “tesoro” se pretende que el visitante reflexione que tanto la evidencia arqueológica como el mundo indígena son excelentes muestras de la alteridad que demuestran, para nuestro caso, lo histórico y contingente sobre lo que se considera valioso. 134 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

A manera de antecedente a la metodología de Gándara (2009), decidimos incluir los primeros 4 de 10 pasos que Ham (1992:60-67) sugiere para desarrollar una charla. 1. Tópico general: La resistencia mexica durante la invasión española. 2. Tópico específico: La protección de los químiles sagrados, símbolo de identidad de la clase gobernante, durante la invasión española. 3. Tesis: Cuauhtémoc y su pueblo arriesgaron sus vidas para que no se perdiera su más preciado tesoro.

Subtesis 1. Cuauhtémoc a sus 23 años se jugó la vida por su pueblo. Subtesis 2. Los químiles eran el símbolo de su poder ya que sólo los gobernantes podían usarlo. Subtesis 3. Los españoles arriesgaron su vida por codiciar el oro mexica. Subtesis 4. Muchas vidas se arriesgaron para que sobreviviera hasta nuestros días el patrimonio arqueológico y el mundo indígena. 4. Texto temático ¿qué queremos que sepa? No todo se perdió después de la invasión española gracias a la resistencia de muchos indígenas. Lo que Cuauhtémoc heredó como gobernante fue su gente, la fuerza de trabajo que generaba riqueza. Él sabía que sin ellos estaba perdido, por eso trató de preservar los símbolos que lo reconocían como gobernante y señor. El símbolo principal era el químil sagrado que contenía, a modo de bulto, las reliquias de su dios Huitzilopochtli. Se creía que eran los únicos que podían hablar con su dios a través de él. Este químil era propiedad de los gobernantes ya que nadie más podía tener acceso a él. Cuando Cortés y sus hombres llegaron a su ciudad mostraron que tenían un concepto distinto de lo que era valioso, ya que sólo les importaban el oro y las piedras preciosas que acumularon durante su estadía en . Al salir huyendo de la ciudad unos meses más EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 135 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

tarde, el tesoro de los españoles se perdió. El oro fue recuperado por los guerreros mexicas que los persiguieron. Cuando Cortés atacó la ciudad meses después, Cuauhtémoc defendió a su pueblo hasta las últimas consecuencias y protegió el químil llevándolo consigo a Tlatelolco donde se refugió una vez que cayó Tenochtitlan. No obstante fue derrotado por el hambre, la sed y la fatiga, ya que los enemigos sitiaron la ciudad y cortaron el suministro de víveres. Después de 3 meses de sitio, Cuauhtémoc se declaró vencido y pidió clemencia para su rendido pueblo; cuenta la historia que cuando estuvo frente a Cortés tomó su daga y pidió que lo sacrificara como dictaba la tradición de los guerreros vencidos. Cortés no lo mató, aunque sí lo torturó con aceite hirviendo ya que quería recuperar lo que era valioso para él: el oro que había perdido durante su huída de Tenochtitlan. Sin embargo, nadie declaró dónde estaba y el oro mexica se perdió para siempre en la historia. Días antes de la derrota el registro de lo que ocurrió con el químil sagrado desaparece de la historia. A diferencia de los soldados españoles, los frailes se dieron cuenta de la importancia de los químiles para los indígenas, por lo que buscaron y destruyeron muchos de ellos. El químil mexica de Huitzilopochtli fue buscado especialmente. Por el juicio y la tortura de un indígena, ocurrida en el Colegio de la Santa Cruz, se supo que después de la caída de Tlatelolco fue llevado a Azcapotzalco y que quien lo custodiaba fue llevado en 1524 a la expedición de Honduras donde junto con otros indígenas, incluyendo a Cuauhtémoc, fueron ejecutados. Sin embargo, cuando se enteraron en la capital de esta ejecución, el químil fue sacado de la ciudad y llevado a un lugar secreto cerca de Tula, Hidalgo. Al parecer, los hijos de quien resguardó el químil en Azcapotzalco fueron los denunciantes ante Fray 136 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Juan de Zumárraga. Ésta es la última información que tenemos de él, los españoles nunca lo encontraron. Es probable que tanto Cuauhtémoc como otros dirigentes indígenas apostaran por que el reinado de Cortés no duraría mucho. Y que en ese momento quien tuviera en su poder el químil sagrado sería seguido por el pueblo. Bajo su óptica, ¿de qué servían las tierras si no contaban con la fuerza humana que las trabajaran? Y de cierta manera no estaban equivocados, el verdadero valor de un objeto se calcula por el trabajo humano que cuesta hacerlo. Lo que Cuauhtémoc heredó de sus antecesores fue a los hombres que ellos habían dirigido para producir un imperio que aún hoy se niega a morir en la forma de los restos arqueológicos. La historia también muestra la diferencia entre el concepto de valor que tienen las distintas culturas. Como se comprende, lo que para unos es valioso, quizá no lo sea para todos. Aun hay personas buscando el oro perdido, en particular en Tlatelolco, ya que éste fue el último lugar de la resistencia. Sin embargo la búsqueda no arrojó ese tipo de tesoro, aunque sí uno de valor incalculable: los restos de la ciudad prehispánica tlatelolca hecha con las manos de miles de indígenas a través de cientos de años.

Estos 4 puntos corresponden a los primeros 3 que maneja Gándara (2009) como los elementos por tópico a desarrollar: Tópico, Tesis y Desarrollo. A continuación continuaremos con los puntos que el citado autor propone:

-Qué lo hace especial. La invasión española resulta un tema sensible para la gran mayoría. Sin embargo la historia no siempre resalta la resistencia que ofrecieron los EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 137 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

indígenas y la supervivencia de muchos elementos de su concepción del mundo. De esta manera se piensa que el mundo prehispánico se perdió en su totalidad dejando de lado a los indígenas actuales y el enorme capital informativo del patrimonio arqueológico. Al manejar la historia de un elemento mexica que sobrevivió a la invasión española el visitante se puede dar una idea de los demás elementos que ahora están a su alrededor y que muestran parte de ese mundo prehispánico. Por otro lado, resulta útil para reflexionar sobre nuestra actual condición social el saber que no todas las sociedades conciben como valiosas las mismas cosas. Durante la invasión española relucieron las abismales distinciones de lo que era considerado valioso para ambas culturas reflejadas en el tema del oro y los químiles. El tema puede ser expuesto en Tlatelolco ya que fue el escenario de varios de los episodios relacionados tanto con el tesoro de los mexicas como el de los españoles.

-Qué lo hace universal. Todas las sociedades conciben objetos más valiosos que otros, aunque no sean los mismos. La sobrevivencia de algunos elementos de sociedades ajenas a la occidental nos permite cuestionar nuestra propia forma de vivir y respetar las diferencias culturales.

-Porqué cambió /qué lo hace así. El cambio se debió principalmente a la imposición de una nueva forma económico social (FES)10 que pretendió acabar con el mundo indígena. Esta

10 La formación económico social es una categoría manejada por la arqueología social que se refiere al: “…sistema de relaciones generales y fundamentales de la estructura y causalidad social, entendido como totalidad. Comprende la unidad orgánica de la base material del ser social y las superestructuras. (…) La categoría de formación económico social o formación social, refleja el hecho de que la base material y las superestructuras integran la indisoluble 138 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

FES es particularmente invasora y poco tolerante con modos de vida distintos al suyo, por lo que tiende a desestimar a quienes viven al margen del sistema. Esto implicó una transformación en la vida de las personas, y uno de los cambios fue precisamente lo que se consideraba valioso.

-Qué cree que sabe el público pero no sabe realmente. Que la destrucción del mundo indígena fue total durante la invasión española, cuando en realidad ha sobrevivido buena parte de éste. Que todos tenemos los mismos conceptos de valor, cuando en realidad no todas las sociedades conciben como valiosas las mismas cosas.

-Qué tal vez sabe, pero no está consciente. Que no todo lo valioso tiene relación con el oro o el dinero. Que hay cosas que son imposibles de reponer como la vida o los vestigios arqueológicos. Que hay momentos en que la vida humana se arriesga por lo que se considera valioso.

-Qué le puede sorprender saber. Que la leyenda del oro perdido tiene bases históricas. Que Cuauhtémoc era mitad tlatelolca y mitad tenochca y era muy joven cuando fue nombrado gobernante. Que hubo objetos que fueron protegidos exitosamente durante la guerra de invasión y se arriesgó la vida por ellos.

-Qué queremos que sienta sobre esta tesis. Sentido crítico: Que reflexione sobre la pervivencia del mundo indígena a pesar de la invasión española. Además que reflexione sobre los conceptos unidad real de la sociedad, permitiendo la explicación de su dinámica organicidad en términos de una causalidad múltiple, recíproca y jerarquizada” (Bate 1998:57). EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 139 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

que la sociedad capitalista maneja como lo que es valioso no son universales ni eternos, por lo que es posible que estemos desestimando objetos que pueden ser más valiosos por ser irremplazables como los vestigios arqueológicos y la vida humana misma. Que valore los vestigios arqueológicos como objeto producto del trabajo de cientos de personas y que ha sobrevivido hasta nuestros días. Indignación: la codicia española provocó que se cometieran un sinnúmero de atropellos y la codicia actual tiene los mismos resultados. Orgullo y admiración: la actitud de Cuauhtemoc fue heroica en muchos sentidos, desde la protección de su pueblo, hasta su silencio durante su tortura. El pueblo mexica, por su parte mostró una lealtad muy grande hacia su gobernante al no entregarlo a Cortés. Esperanza: a pesar de la imposición española, gracias a la resistencia sobrevivieron muchos elementos de la sociedad mexica que ahora nos pueden hablar sobre ellos. Responsabilidad: los vestigios que han sobrevivido hasta nuestros días son irremplazables y es necesario que todos nos hagamos cargo de su protección.

-Qué queremos que haga. Que respete y admire el modo de vida indígena ya que ha sobrevivido gracias al valor de mucha gente. Que se integre en la conservación y protección del patrimonio arqueológico de Tlatelolco. Que aumente su conocimiento y genere un sentido crítico sobre un tema sensible como la invasión española. Que desarrolle habilidades de observación para identificar etapas arqueológicas y comprender los restos arqueológicos, además de otras capacidades intelectuales como la creatividad. 140 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Que disfrute durante su tiempo libre con el patrimonio en los términos de Marx (2005) y Fromm (1962), es decir que satisfaga necesidades humanas físicas y psicológicas.

-Qué valores universales están presentes. La responsabilidad de un cargo gubernamental, el concepto de valor de los objetos, la defensa de lo propio frente a la amenaza externa, la resistencia frente a la adversidad, la lealtad, la codicia. El equivalente a los “símbolos patrios”.

-Qué conflictos están presentes. Como hemos indicado, Gándara ha enriquecido la estrategia introduciendo elementos propios del drama. En este caso, el propio Gándara ha utilizado la clasificación proporcionada por McKee (2006) acerca de los niveles de conflicto con excelentes resultados, por lo que decidimos utilizarlo en este trabajo.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 141 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

LOS TRES NIVELES DE CONFLICTO

Conflictos extrapersonales

Conflictos personales

Conflictos internos

, 7 5 : , ; 6 9 ( 6 : - * 9 * ( 4 YO 4 0 6 , < ( 5 5 4 MAS , , 5 5 6 ( 0 PERSONAL 9 + 3 ; ; - : 7 ( 0 , 6 , Ð + , ( : :

5 0 EMOCIONES * 6

AMIGOS

INSTITUCIONES SOCIALES

Cuadro 9. Muestra los niveles de conflicto posibles de manejarse en una estructura narrativa. Tomado de McKee (2006:183). De esta forma podemos identificar distintos niveles de conflicto posibles de desarrollarse en nuestro programa interpretativo: 1. Conflicto interno emocional de Cuauhtémoc, entre el natural instinto de supervivencia y el deber propio de su cargo como dirigente del pueblo mexica de protegerlo y mantener a salvo los químiles del ataque español. 2. Conflicto personal entre Cuauhtémoc y Cortés. Cuauhtémoc rechazó varias veces una alianza con Cortés, nunca dejó de demostrar su animadversión hacia éste y fue torturado para que confesara dónde había terminado el oro incautado a los españoles durante la Noche Triste. 3. Conflicto personal entre los mexicas, ya que muchos mostraron poca lealtad ante la resistencia indígena. Los hijos del indígena que resguardó secretamente en Azcapotzalco el químil de Huitzilopochtli fueron quienes 142 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

denunciaron el hecho a las autoridades. Sin embargo ningún implicado en el asunto confesó, a pesar de las torturas. 4. Conflictos extrapersonales entre la sociedad española y la mexica. En este caso, se ejemplifica con la historia de la resistencia y protección de los químiles indígenas y que fueron exitosamente salvados de manos españolas. Resalta el hecho de que los frailes españoles buscaran afanosamente los químiles para destruirlos e imponer el culto católico. 5. Conflictos extrapersonales con las instituciones sociales. Se muestra la codicia actual como un agente de destrucción del patrimonio arqueológico en la actualidad.

-Cómo haríamos para que se entere. Destacando elementos de los vestigios arqueológicos de Tlatelolco, mostrando imágenes relativas a la época de la guerra de invasión española, mostrando fotografías de objetos arqueológicos relacionados con el tema como el tejo hallado en el Centro Histórico del D.F. Relatando los eventos históricos, subrayando las reacciones de los españoles ante el oro y la severidad de la educación de los gobernantes mexicas. Mostrando representaciones de cómo era el templo mayor de Tlatelolco y comparándolo con la evidencia arqueológica. Exponiendo declaraciones de los personajes testigos de la codicia actual por hallar el oro perdido.

-¿Qué queremos que sepa? Tesis principal: Tópico 1 La resistencia indígena de Cuauhtémoc. Subtesis 1. Cuauhtémoc a sus 21 años se jugó la vida por su pueblo y su identidad. Subtesis 1.1 La madre de Cuauhtémoc era tlatelolca y su padre el rey de Tenochtitlan Ahuítzotl. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 143 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

¿Dónde se plasma o ejemplifica? Templo Calendárico. Subtesis 1.2 Cuauhtémoc se replegó en Tlatelolco donde dirigió la última resistencia. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Tzompantli sur. Subtesis 1.3 No fueron las armas, sino el hambre, la sed y la fatiga lo que vencieron a los mexicas. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Escalinatas etapa VII Subtesis 1.4 Cuauhtémoc sobrevivió a la tortura de Cortés, pero fue ejecutado 4 años más tarde en Honduras. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? En la zona conocida como Tecpan de Tlatelolco Imágenes de apoyo: Códice de Tlatelolco.

Tópico 2 Los químiles sagrados, símbolo de identidad mexica. Subtesis 2. Los químiles eran el símbolo de poder de los gobernantes y el de los mexicas fue protegido tan bien que nunca se encontró. Subtesis 2.1 La protección del químil mexica demuestra que los indígenas resistieron a pesar de que fueron vencidos. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Cédula de inicio. Subtesis 2-2 Los químiles estaban formados por reliquias de sus dioses envueltas en mantas y solo los gobernantes los podían tener. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Templo mayor etapa II. Imágenes de apoyo: Códice Florentino. Subtesis 2-3 El químil de Huitzilopochtli guió a los mexicas desde Aztlán hasta Tenochtitlan. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Templo mayor etapa II, lado E. Imágenes de apoyo: Tira de la Peregrinación. Subtesis 2-4 Por ser tan valioso, estaba resguardado en la Casa de las Águilas de Tenochtitlan. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Gran Basamento. 144 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Imágenes de apoyo: Códice Florentino. Subtesis 2-5 Cuando Moctezuma vio que peligraba por el fanatismo de Cortés lo mandó ocultar. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Templo Mayor etapa II Subtesis 2-6 El químil salió de Tenochtitlan cuando la ciudad cayó durante la invasión española y se trasladó a Tlatelolco. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Gran Basamento Subtesis 2-7 El químil logró ser sacado de Tlatelolco y llevado a Azcapotzalco, para después salir con rumbo desconocido. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Límite Norte del recinto sagrado. Subtesis 2-8 Dos indígenas denunciaron a Fray Juan de Zumárraga la historia del químil, quien enjuició y torturó a un hombre para que confesara, pero éste no lo hizo. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Colegio de la Santa Cruz Imágenes de apoyo: Foja de denuncia (AGN).

Subtópico 3 El oro de los españoles. Subtesis 3. Los españoles arriesgaron su vida por codiciar el oro mexica. Subtesis 3-1 Durante su estadía en Tenochtitlan, los españoles acumularon gran cantidad de oro en lingotes. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Templo Mayor etapa II. Subtesis 3-2. La codicia provoca locuras que ponen en riesgo la vida, como ocurrió en la Noche Triste. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Mirador. Subtesis 3-3. Los mexicas recogieron el oro que abandonaron los españoles en la Noche Triste. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Mirador. Subtesis 3-4. Cortés torturó a Cuauhtémoc para saber dónde había terminado el oro, pero no confesó. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 145 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

¿Dónde se plasma o ejemplifica? Templo mayor etapa VII. Subtesis 3-5 Gente codiciosa ha saqueado Tlatelolco para buscar el tesoro, pero en lugar de oro, emergieron los restos de la antigua ciudad mexica. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Iglesia de Santiago Tlatelolco.

Subtópico 4 La sobrevivencia del mundo indígena y el patrimonio arqueológico. Subtesis 4. Muchas vidas se arriesgaron para que sobreviviera hasta nuestros días el patrimonio arqueológico y el mundo indígena. Subtesis 4.1 Así como los químiles, hubo muchos elementos que sobrevivieron la invasión española gracias a la resistencia indígena. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Salida del sitio arqueológico. Subtesis 4.2 El patrimonio arqueológico de Tlatelolco fue producto del trabajo humano de cientos de mexicas y ha sobrevivido hasta nuestros días. ¿Dónde se plasma o ejemplifica? Salida del sitio arqueológico

Medio interpretativo ¿Celular, C.D. o Internet?

Originalmente se pensó en un programa que fuera desplegado en los teléfonos celulares que el propio visitante poseyera, de manera que fuera guiado resolviendo pistas mediante juegos que le revelarían la siguiente parada. Sin embargo proponer un recurso de esta manera debe contar con varios requisitos previos, como que el visitante lleve efectivamente un celular al sitio y que cuente con las características técnicas para que pueda ser descargado y jugado. La segunda opción que se propuso fue desarrollar un juego en CD- Rom que recree una visita a nuestro sitio patrimonial en el que su recorrido se 146 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

realice a través de pistas. Sin embargo también era necesario estudiar al visitante para poder identificar su sostenibilidad ya que habría que detectar si tienen las herramientas técnicas necesarias para poder acceder a la información contenida en el disco interactivo. La tercer propuesta radicaba en transformar la plataforma a un juego que se pudiera descargar en línea. Seríamos incongruentes si apoyáramos a quienes consideran necesaria la inclusión del público en el trabajo de difusión y luego decidiéramos sin tomar en cuenta sus características, opiniones y necesidades, ya que así volveríamos a la vieja escuela que se basaba – cuando mucho—en lo que otros especialistas opinaban. Por ello se decidió llevar a cabo un estudio de visitantes. Los beneficios y costos de las tres propuestas fueron analizadas y la mitad del estudio de visitantes se dirigió en orden de tomar una decisión en torno al tema. Así, se buscó identificar si los visitantes portaban su celular y saber si tenían las características técnicas necesarias para un programa de este tipo. De igual forma se les inquirió su disposición a utilizar la red y el uso cotidiano de la computadora. De acuerdo a nuestros resultados, el celular es la plataforma que vaticina mayor éxito. Casi la totalidad de los visitantes portaban consigo un celular durante la visita al sitio, el cual contenía buena cantidad de memoria libre; ambos requisitos primarios para desarrollar una visita autoguiada en esta plataforma. Por otro lado, el uso en su mayor parte de celulares que permiten cargar juegos con el sistema JAVA le indican al Diseñador técnico del juego el camino a seguir. Al desarrollar un programa para celular consideramos los siguientes beneficios: -El INAH únicamente debe proporcionar el programa, ya que los usuarios portan su propio soporte tecnológico. Esto ayudaría a reducir significativamente el costo del proyecto. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 147 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

-Debido a que es suyo el aparato, conocen sus normas de funcionamiento, lo que ahorra tiempo en cuanto a que el visitante se familiarice con el manejo del programa. -Gracias al avance tecnológico es posible cargar un programa de manera rápida en los celulares y es posible realizar un programa que contenga requisitos mínimos para desarrollar un proyecto como el que nos proponemos. -El uso del celular como interfaz entre el visitante y el sitio arqueológico, de manera lúdica resultaría novel en el ámbito de la divulgación del patrimonio.

4. Diseño conceptual de la visita autoguiada lúdica

Para los objetivos de la presente tesis, se expondrá el papel que en la terminología programática se le destina al escritor-diseñador, es decir desarrollar el componente narrativo y los personajes que, de acuerdo a Dille y Platten (2007), representan la columna vertebral de un juego. En la actualidad, los juegos electrónicos se han desarrollado notablemente. En esta creciente industria participan lo mismo expertos en mercadotecnia, diseño e ingeniería, como pedagogos, escritores e incluso filósofos. Debido a ello, pretender realizar un juego electrónico no es cuestión sencilla, aunque gracias a las constantes reflexiones sobre el tema contamos con cantidades considerables de literatura al respecto. Cuestión que se potenció en nuestro caso al contar con la guía de una experta en el tema, Sylviane Levy, profesional de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM.

148 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

a) Características del juego.

Después de varias sesiones al respecto se eligió el modo “descubre un enigma” para nuestro juego. De acuerdo a las categorías expuestas en el trabajo de Novak (2005) desarrollaremos un juego de categoría “jugador único” (single player) y de tipo Aventura que incluye explorar, recolectar objetos, resolver enigmas y rompecabezas, adentrarse en laberintos, decodificar mensajes, etc. Como bien indican Guardiola (2000) y Novak (2005) confeccionar la historia para un videojuego es similar, aunque no idéntica, a las realizadas para cine o teatro. Así, la fórmula dramática clásica consistente en “Personaje-objetivo-obstáculo-respuesta dramática” debe adecuarse a la dinámica del videojuego. Guardiola (2000) indica que se parte de un Punto de inicio –lo que para McKee (2006) es el Elemento incitador—y que la acción dramática se centra en una búsqueda compuesta por un objetivo a alcanzar, el enfrentamiento de obstáculos, la exploración del universo del juego, la aplicación de una o varias soluciones y la recompensa. De la asociación entre objetivo y obstáculo se obtiene la prueba, es decir el conflicto que deberá resolver y que lo involucra en el juego. Este momento es lo que en términos dramáticos clásicos se define como la Situación de Conflicto, que se caracterizan por el reto que enfrenta el personaje, tal y como lo grafica McKee (2006:183) en el esquema presentado anteriormente (cuadro 9).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 149 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

Fórmula dramática clásica Fórmula dramática del juego

Personaje Personaje (jugador) Búsqueda Objetivo Objetivo Obstáculo Obstáculo Exploración Solución Respuesta dramática Recompensa

Cuadro 10. Se muestran las diferencias entre los componentes de la estructura narrativa clásica y la del juego. Basado en Guardiola (2000).

El enigma consiste, en términos generales, en la identificación de los obstáculos a enfrentar y la aplicación de una solución para superarlos. La solución por lo general implica realizar la acción correcta frente al obstáculo, aumentando el riesgo a cada paso, para obtener finalmente la recompensa. De esta forma, el juego se compone de: -Objetivo: Familiariza al jugador en la búsqueda y lo engancha. -Primera Exploración (opcional): el jugador sabe del objetivo pero aún no se enfrenta con los obstáculos. Es el momento para familiarizarse con los controles del juego. -Obstáculo: Confrontación con el o los obstáculos. -Exploración: Búsqueda de los elementos que conducen a la mecánica correcta para superar los obstáculos. -Solución: El jugador aplica la mecánica correcta. -Recompensa: El jugador adquiere una recompensa por haber conseguido su objetivo.

150 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Con esta base, los componentes de la fórmula para nuestro juego serán: -Jugador: En primera persona. El público objetivo nos permite delinear a un joven de entre 13 y 18 años, de un contexto urbano que conoce medianamente el tema. -Punto de partida: Un extraño le ofrece al jugador un antiguo códice que cuenta la historia del tesoro oculto de Cuauhtémoc. Cuando se lo entrega un ventarrón disemina las partes del códice por el sitio arqueológico. -Objetivo: Juntar las partes del códice para encontrar el tesoro que Cuauhtémoc logró poner a salvo de la invasión española. -Obstáculo: El códice no es accesible de primera mano al jugador, por lo que debe pedir ayuda a un personaje virtual que después de realizar ciertas acciones le ofrezca partes del códice al tiempo que le cuenta la historia. -Exploración: El jugador debe recorrer físicamente el sitio arqueológico y detenerse en los sitios que le indique el personaje en el juego. Una vez en cada lugar el personaje le hará preguntas relacionadas con los objetos arqueológicos que estén frente al jugador. Se le ofrecerán 3 opciones de respuesta. Si responde correctamente se le dará un fragmento del códice y se le contará una parte de la historia. Si equivoca la respuesta la primera vez el fragmento de códice se maltratará, si equivoca la segunda respuesta, el fragmento se deshará y el códice quedará incompleto pero se le dará la siguiente pista para que avance. Además, a medida que avanza el juego el códice, por su fragilidad, comenzará a desintegrarse poco a poco, por lo que el jugador deberá apresurarse. El acceso al segundo nivel implica que, debido a que el códice está expuesto a la intemperie “virtual” el jugador solo tendrá una oportunidad para elegir una respuesta correcta, si se equivoca, el fragmento se desintegrará. -Eliminación del jugador: Existen dos maneras para perder el juego. La primera consiste en que se destruyan más de la mitad de los fragmentos del códice al contestar equivocadamente. El juego es contra reloj, ya que el EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 151 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

códice es frágil y comenzará su descomposición, por lo que si no se juntan los pedazos en menos de 1 hora y media el códice se desintegrará y se perderá el juego. -Solución: El códice una vez completo cuenta la historia de los químiles sagrados que lograron salir rumbo a Tula para nunca ser encontrados. En su lugar, el tesoro que la resistencia indígena y Cuauhtémoc legaron es el patrimonio arqueológico. -Recompensa: Al final, el jugador tendrá el códice completo. Debido a que el juego se realiza contra reloj, quienes logren las mejores puntuaciones recibirán contra un registro en Internet su fecha de nacimiento en calendario náhuatl. b) La estructura narrativa y el recorrido.

La narrativa en un juego se divide en 3 grandes actos: 1º Exponer el conflicto y sus protagonistas 2º Desarrollar el conflicto y permitir que el jugador ensaye varias maneras de superar los obstáculos hasta el clímax que consiste en enfrentarse con el enigma principal. Este es el cuerpo del juego y se recomienda dividirlo en niveles diferenciados por nudos dramáticos, es decir pequeñas animaciones que indiquen al jugador que ha ascendido de nivel. 3º El conflicto mayor se resuelve y el jugador obtiene su recompensa.

Los nudos dramáticos son una parte fundamental de la narrativa, tal y como lo apunta McKee (2006) ya que brindan dinámica a la historia. En el caso del videojuego, éstos son los retos que una vez superados permiten el acceso al siguiente nivel. Estos tres grandes apartados se pueden comparar con la esquematización de Ham (1992) sobre la manera de componerse una visita guiada: Introducción, Cuerpo y Conclusión. 152 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Cuadro 11. Que muestra la estructura de la acción dramática de acuerdo a McKee (2006:190).

Para el juego, la narrativa tiene que ver con la secuencia del recorrido de la visita ya que cada parada representa una escena que conducirá al jugador al desenlace de la historia del tesoro de Cuauhtémoc. Debido a que el sitio cuenta con un sendero que conduce al visitante a través de todo el lugar, nuestro recorrido ya se encuentra pre-diseñado. Uno de los retos al elegir una estrategia centrada en el visitante cuando se manejan bienes inmuebles como en un sitio arqueológico es que, cuando se cuenta una historia, el sitio puede correr el riesgo de pasar a segundo plano. Confesamos que éste fue uno de los retos más complicados de superar EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 153 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

y que definitivamente no se hubieran logrado sin la guía del Dr. Gándara y la Dra. Levy. Ambos se dedicaron a recordarnos que independientemente de todo el conocimiento generado, si no se relaciona con lo que el visitante está observando y viviendo en el momento será muy difícil que consigamos transmitir la idea de la conservación del patrimonio. Para este caso se realizó un primer intento confeccionando un guión donde la investigación que proporcionó el documento base avasallaba de tal forma que el sitio arqueológico pasó a un lugar secundario. Debido a ello, nuestros asesores pidieron reformular el guión. En este segundo intento se retomaron las tesis interpretativas a sugerencia de la Dra. Levy y se intentó buscar qué lugares del sitio nos podrían hablar de ellas. Sin embargo no todas las tesis tuvieron un referente material directo, como el caso de la Noche Triste que en este caso se tendrán que subsanar a través de imágenes mostradas por el programa informático que utilicemos. Gracias al ejercicio propuesto por nuestros asesores pudimos localizar la mayor parte de las tesis en el sitio arqueológico con la siguiente distribución:

1. Introducción. Es la anécdota que enganchará el interés del visitante con nuestro tema. Arrancaremos con la histórica entrega de Cuauhtémoc ante Cortés y su solicitud de sacrificio. Partiremos de que la mayoría de los visitantes consideran que el mundo indígena fue vencido irremediablemente para indicarle que no todo el mundo indígena se perdió y que esta es la historia de uno de esos elementos que logró sobrevivir para crear curiosidad e interés por saber cuál fue su paradero final. Además jugaremos con el concepto de tesoro, ya que se manejará el concepto a sabiendas que en nuestra sociedad capitalista se asocia con cuestiones monetarias. Ham (1992) propone que la extensión no sea mayor a 50 palabras y debe incluir un mapa del sitio y el recorrido a realizar. 154 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

2. Cuerpo. El cuerpo de la visita autoguiada-lúdica constará de 12 paradas, cada una con relación a una o más sub-tesis. Se planean 3 actos: a) Acto 1. Ubicación del visitante en el momento histórico de la invasión española, reconocimiento tanto del carácter de Cuauhtémoc como del rol de Tlatelolco. Se conocerá el objetivo del juego: saber dónde se encuentra el tesoro y se enfrentará con el primer obstáculo: el códice está fragmentado dentro del sitio. De esta forma, el jugador se familiarizará tanto con el contexto histórico como con el personaje-vehículo de la historia y los objetivos del juego. Contará con 3 paradas. b) Acto 2. Se cuenta de forma paralela tanto la historia del oro de Cortés, como la explicación de lo que eran los químiles sagrados, de manera intercalada. Al final de este acto, cuando se completa la parte central del códice el jugador sabrá que el códice no trata sobre oro, sino sobre los químiles y que la historia no termina con la captura de Cuauhtémoc. Contará con 4 paradas. c) Acto 3. Se contará el destino final del químil de Huitzilopochtli hasta el juicio contra Miguel Puxtécatl, el último indígena de que se tiene noticia que estuvo en contacto con el químil mexica. En este momento se asciende al segundo nivel del juego, ya que aumentará la dificultad al no permitir al jugador equivocarse en sus respuestas, además comenzará a jugar contra reloj, a partir de este punto, tendrá media hora para terminar el juego. Contará con 4 paradas y abordará la parte final del sitio arqueológico y las fachadas de la iglesia de Santiago Tlatelolco y el Convento. 3. Conclusión. La conclusión se ubicará físicamente fuera del sitio arqueológico, indicando que el químil fue ocultado exitosamente y que nunca fue destruido. Se invitará a la reflexión al mostrar que el mundo indígena no fue destruido por completo después de la invasión española y que logró sobrevivir gracias a que muchos arriesgaron su vida por defender lo que consideraban más valioso. Se finalizará invitando a la conservación del EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 155 III. Plan Interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

patrimonio arqueológico, verdadero legado de Cuauhtémoc y la resistencia indígena. Como indica Lundgren (2008) dentro de la planeación, se debe contemplar qué tipo de actividades y emociones pretendemos evocar. Basándonos en los elementos desarrollados en el capítulo 2, sabemos que el involucramiento tiene que implicar lo intelectual, lo sensitivo y lo emocional. Para un sitio arqueológico es complicado promover la cuestión táctil, pero pueden aprovecharse elementos visuales, como imágenes complementarias, y auditivas, como sonidos ambientales y narraciones. Sobre el involucramiento mental y emocional, confiamos en que el tema que hemos escogido logre atrapar al visitante. Se mezclan una variedad de conflictos que no dudamos algunos de ellos hayan sido experimentados en carne propia por algunos de nuestros visitantes, como el dilema entre el deber y la sobrevivencia, o el valor por defender los ideales en un medio hostil. A continuación desarrollaremos cada parada, el texto manejado, las imágenes de apoyo y el objeto arqueológico que el visitante estará observando en esa parada.

156 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Parada Texto Imágenes de apoyo Objeto arqueológico relacionado 1 Encabezado: Cuauhtémoc se jugó la vida -Altorrelieve Norte del Monumento a -Panorámica del sitio Intro- para que no se perdiera su más preciado Cuauhtémoc (Insurgentes Centro, D.F.) ducción tesoro.

Texto: “Tlatelolco fue el último lugar de resistencia indígena. Aquí se entregó Cuauhtémoc un lluvioso 13 de agosto de 1521, diciéndole a Cortés”:

Audio: “Señor Malinche, ya he hecho lo que soy obligado en defensa de mi ciudad, y no puedo más, y pues vengo por fuerza y preso ante tu persona y poder, toma este puñal que tienes en la cinta y mátame luego con él”. -Imagen del Templo de Ehécatl

Texto: “Pero Cortés tenía otros planes para él: torturarlo para que confesara dónde había quedado su tesoro…”

Animación: Un hombre se acerca.

Texto diálogo del hombre: “¿Crees que los esfuerzos de Cuauhtémoc fueron en vano? ¡Estás equivocado! Lograron proteger varias

cosas ¿Quieres saber dónde quedó lo que protegieron con su vida? ¡Sígueme!” -Mapa del sitio

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 157 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

Animación: Imagen Templo Ehécatl Tesis: Principal 2 Texto diálogo del hombre: “Estamos en el -Códice del juego -Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl ACTO 1 templo del Dios del Viento Ehécatl”. Animación: Hombre que entrega un códice y -Mapa del sitio se aleja -Imagen Tzompantli Sur Tlatelolco Texto diálogo del hombre: “Con esto sabrás qué ocurrió. A veces lo más valioso se esconde en lo más humilde.”

Animación: Un viento fuerte sopla y se lleva el códice desprendiéndolo en fragmentos en todo el sitio.

Texto: “¡Se ha volado el códice! Tendrás que recuperar cada fragmento si quieres saber

qué ocurrió con el tesoro. Para poder llegar a los fragmentos tendrás un guía “Don Roberto” que te ayudará en tu camino. Te está esperando en éste lugar.”

Animación: Imagen Tzompantli Sur.

3 Texto diálogo de Don Roberto (D.R.): “Muy -Fotografía Tzompantli durante la -Altar Tzompantli Sur bien! Has llegado hasta aquí. Te voy a dar un excavación de Francisco González Rul. ACTO 1 pedazo de códice que me he encontrado si me dices cómo se llama el edificio que tienes -Imagen Tzompantli Códice Durán 158 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Nivel 1 enfrente. ¡Ten cuidado! Si equivocas la respuesta el códice se puede desintegrar.” Respuestas: a) Templo de Ehécatl b) Tzompantli c) Templo Calendárico

Habilidad: Localización de la información. -Imagen Tzompantli Códice Florentino Animación: Fragmento del Códice con un Tzompantli con cráneos de humanos y caballos.

Texto: “Este edificio era la base de un Tzompantli, es decir, un altar donde se colocaban los cráneos de los guerreros enemigos. Cuando cayó Tenochtitlan, Cuauhtémoc se

replegó a Tlatelolco. Desde aquí organizó la defensa. En una batalla que ganó capturó a varios enemigos que fueron sacrificados. Las cabezas de esos españoles, sus aliados y caballos terminaron en un Tzompantli de Tlatelolco.”

Texto, diálogo de Don Francisco: “¡Muy -Petrograbado 2 Tochtli Templo bien! Nos vemos frente a esta imagen” Calendárico

Animación: Imagen petrograbado Ome Tochtli del Templo Calendárico.

Tesis: 1.3 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 159 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

4 Texto diálogo D.R.: “¿Te has fijado que todas -Glifo de Cuauhtémoc. Códice -Templo Calendárico las imágenes tienen unos círculos que van Florentino (lib8, fol4r) ACTO 1 aumentando de derecha a izquierda? Los círculos representan un número, en este caso es 2 y los dibujos eran los nombres de los días en el calendario náhuatl. Creían que el día que nacías determinaba tu destino. Busca la figura del águila o cuauhtli en náhuatl y dime qué número le corresponde: -Imagen Templo Mayor, Códice a) 5 Ixtlilxóchitl. b) 8 c) 9

Habilidad: Establecimiento de relaciones, observación, identificación.

Animación: Fragmento del Códice con glifo de Cuauhtémoc y al fondo imagen de un Templo Doble.

Texto diálogo D. R.: “¡Muy bien! Aquí puedes ver que el águila se parece a esta imagen ya -Imagen Templo Mayor Etapa II. -Petrograbado 9-Cuauhtli que es el nombre de Cuauhtémoc o “Águila Tlatelolco. que desciende”. Los padres de Cuauhtémoc conocían este 160 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

templo ya que su mamá era una princesa de Tlatelolco y su padre el rey Ahuítzotl de Tenochtitlan ¿Alguien habrá podido predecir que su hijo a los 23 años sería rey y se jugaría la vida por su pueblo? ¡Ey! Este templo es muy parecido a lo que tenemos en Tlatelolco, llega a este lugar…”

Habilidad: Observación.

Animación: Fotografía Templo Mayor Etapa II

Tesis: 1.1, 1.2

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 161 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

5 Texto D.R.: “Este era el corazón de -Imagen Hernán Cortés y Moctezuma. -Templo Mayor Etapa II Tlatelolco. Lo que aún queda es la base Códice Florentino (Lib. 12) -Etapas del Templo Mayor ACTO 2 sobre la que estaban los templos gemelos de Tláloc y Huitzilopochtli, dioses de la lluvia y de la guerra. Los tlatelolcas reconstruyeron 7 veces este edificio, siempre encima uno de otro y exactamente igual. Las escaleras que ves delante son los restos de los edificios más grandes, que fueron destruidos por los

españoles. El edificio completo que observas es el tercero de los que construyeron, -Petroglifos de chalchihuites. debajo hay otros dos edificios más. Las escaleras miran hacia el Oeste, por lo que desde donde estás, tu mirada se dirige al:

a) Sur b) Norte c) Este.”

Habilidad: Establecimiento de relaciones, comparación, observación.

Animación: Fragmento del Códice con imagen de Cortés y un chalchihuite.

Texto diálogo de D. R.: “Este pedazo indica el inicio de nuestra historia. Parece que algo ocurrió en un templo como éste. Aparecen Moctezuma, Cortés y un dibujo circular… que representaban cuentas de piedra verde 162 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

y significaba “lo precioso o valioso”. Recuerdo que cuando Cortés aprehende a Moctezuma se apodera de un cuarto que estaba lleno de objetos de oro que manda fundir para convertirlos en lingotes. Tardaron 3 días en fundirlo todo. También sabía que después subió hasta el templo doble de Tenochtitlan e intentó destruir las imágenes de los dioses mexicas para imponer el culto cristiano. Pero Moctezuma lo convenció para que los sacerdotes los retirarán y después los mandó ocultar. ¡Mira! El círculo se parece mucho a los que tiene las paredes de este edificio. Baja por las escaleras para que los puedas ver bien.”

Tesis: 2.5, 3.1 6 Texto: “Muchos de los grabados en piedra -Imagen Tira de la peregrinación. -Templo Mayor Etapa II, pared E. que tiene este edificio representan cuentas Petroglifos. ACTO 2 de piedra verde y se relacionan con el agua. Busca en un letrero muy cerca de ti, y dime cuántos petroglifos tiene esta estructura..

a) 151 b) 40 c) 20.” -Imagen de Bulto sagrado en un Templo. Habilidades: Identificación de la Códice Florentino (Lib. 8, fol. 46r). información, enfocar detalles del objeto.

Animación: Fragmento del Códice con EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 163 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

imagen de la peregrinación. Al fondo un templo doble con la imagen de un bulto sagrado en una ceremonia.

Texto diálogo de D. R.: “Cuenta la leyenda que su dios Huitzilopochtli los guió en su peregrinación. Les hablaba a través de un bulto hecho de mantas y relleno de reliquias. ¡Mira! En el códice hay un sacerdote cargando un bulto. Y hay otro dentro de un templo ¿Qué tendrá que ver con nuestra historia? Vamos a ver nuevamente este edificio de frente, ahora desde abajo, para ver si hallamos otra pista. ¡Sigue el sendero!”

Tesis: 2.3 7 Animación: Fragmento del Códice con -Imagen basada en el Códice Florentino -Templo Mayor etapa II, lado W. imagen del bulto sagrado en la ceremonia (Lib 8, fol. 46v). ACTO 2 de coronación de Cuauhtémoc.

Texto, diálogo de D. R.: “!Vaya suerte! El viento te ha traído este fragmento del códice ¿Otra vez un bulto sagrado? Es una ceremonia de coronación… parece que es Cuauhtémoc.

Solo los gobernantes podían ver o tocar los bultos. ¿Qué tendrá que ver esto con el tesoro? ¡Ay! Acabo de ver el siguiente fragmento del 164 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Códice ¡Se encuentra en la parte más alta del sitio, y está a punto de caer hacia el Eje Central y ser destruido por los coches! Tienes menos de 10 minutos para llegar hasta el Mirador y salvarlo. Para ello tendrás que buscar un letrero en ese lugar y responderme: ¿En qué edificio fueron encontrados cráneos humanos?

a) El Templo del dios del Viento Ehécatl b) El Templo Calendárico c) El Altar Tzompantli”

Habilidades: Identificación de la información.

Tesis: 2.2, 2.4 8 Animación: Fragmento del Códice con -Imagen del Códice Florentino (Lib 12) -Plaza Sur de Tlatelolco españoles ahogados durante la Noche ACTO 2 Triste.

Texto: “Dirígete hacia el lado más sur del mirador, viendo hacia el Edificio Blanco y el Eje Central. Estás a la altura de la mitad del recorrido que hicieron los españoles la noche que huyeron de Tenochtitlan y

perdieron el oro, que llamaron después La -Etapa VII Templo Mayor Noche Triste.”

Habilidades: Observación, contemplación, imaginación.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 165 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

Animación: Se parte de la perspectiva del Eje central desde el mirador y se eleva para una vista en planta, alejándose hasta dar con el sitio arqueológico de Templo Mayor, se resalta la calle de Tacuba, el Eje Central hasta llegar a la Iglesia de San Hipólito y el Edificio de Hacienda.

Audio: “Cuando los españoles estuvieron sitiados decidieron huir de noche por la calzada que ahora es la Calle Tacuba. Cortés les entregó el oro que habían fundido y quisieron llevárselo escondido entre sus ropas. Cuando fueron descubiertos, no pudieron correr por el peso y murieron por las armas mexicas o ahogados. Los mexicas los persiguieron hasta donde hoy está la Iglesia de San Hipólito. Al día siguiente recogieron los cuerpos, las armas y el oro.”.

Texto diálogo de D.R.: “Pero regresarían por él un año después, cuando Cortés busca refuerzos y sitia Tenochtitlan y Tlatelolco. Sígueme hasta los restos de la escalera que fue testigo de la última batalla.”

Animación: Imagen etapa VII del Templo Mayor de Tlatelolco

Tesis: 3.2, 3.3 166 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

9 Texto diálogo de D.R.: “¿Recuerdas por -Celosías Gran Basamento -Etapa VII Templo Mayor de qué hay tantas escalinatas una frente a Tlatelolco ACTO 3 otra? a)Porque los tlatelolcas reconstruyeron su templo 7 veces y solo sobrevive completo el edificio 2. b) Porque son de diferentes edificios. c) Porque eran fosos defensivos.

Opción 1. “Respuesta equivocada ¡inténtalo nuevamente!” Opción 2: ¡Muy bien! Estas escalinatas son lo que queda del edificio que conoció Cortés. Eran la base del Templo Mayor en su última etapa. Es el mudo testigo de la última defensa de Cuauhtémoc y su pueblo, que fueron sitiados aquí cuando cayó Tenochtitlan. Durante 3 meses resistieron, pero pudo más el hambre, la sed y la fatiga. Cuauhtémoc se entregó para que no fuera masacrado su pueblo. Cortés lo torturó para saber dónde había terminado el oro que perdieron en la Noche Triste, pero nunca confesó. Al fin tendrás la parte central del Códice ¡Y justo a tiempo! Por su fragilidad el códice comienza a deshacerse, no creo que dure más de media hora a la intemperie.”

Habilidades: Discriminación de información, relación con información EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 167 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

anterior, observación.

Animación: Fragmento del Códice que muestra el químil sagrado saliendo de Tenochtitlan asociado a un diseño en forma de celosías.

Texto diálogo de D.R.: “¿Qué?!! ¿El químil era su tesoro? ¡Cómo no lo sospeché! Para Cuauhtémoc era más importante mantener a salvo el objeto que lo identificaba como rey, sin él su pueblo no lo hubiera seguido. Pero ¿qué habrá pasado con él cuando cayó la ciudad? Ese diseño me parece familiar, está en un edificio de Tlatelolco, llamado Gran Basamento ¡Nos vemos ahí!

Tesis 1.4, 3.3 10 Texto diálogo de D.R.: “¡Oh no! El códice -Imagen de Cuauhtémoc y el químil -Gran Basamento está muy frágil, tienes menos de media hora saliendo de Tenochtitlan rumbo a ACTO 3 para completarlo o se destruirá. Ahora sólo Tlatelolco, basado en la Tira de la tendrás una oportunidad para responder. Peregrinación y el topónimo de ambas Nivel 2 Por cierto, en la cédula de este edificio dice ciudades. cómo se llamaba su contraparte en Tenochtitlan: a)Templo Mayor b) Recinto de los guerrero Águila c) Recinto de los guerrero Jaguar” -Topónimo de Tenochtitlan del Códice Osuna. Habilidad: Obtención de información.

Animación: Fragmento del Códice 168 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

mostrando la salida del químil de Tenochtitlan a Tlatelolco.

Texto: “Los investigadores piensan que en estos edificios se guardaban los bultos sagrados. En el códice hay dos símbolos: Tlatelolco y Tenochtitlan. Parece que el bulto de Huitzilopochtli se mantuvo escondido de los españoles en Tenochtitlan después de que Moctezuma lo mandara -Topónimo de Tlatelolco del Códice ocultar, pero un año después cuando cayó la Mendoza. ciudad fue llevado a Tlatelolco cuando se replegó Cuauhtémoc. Ahora da unos 52 pasos, ¡allá nos vemos!”.

Tesis: 2.6

11 Animación: El Códice comienza a -Topónimo de Azcapotzalco del Códice -Coatepantli Norte del Recinto deshacerse. Mendoza. Sagrado. ACTO 3 Texto diálogo de D.R.: “Estás frente a una de las salidas del recinto ceremonial, busca la cédula para que respondas hacia dónde conducía esta salida:

a)Tepeyac b)Azcapotzalco EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 169 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

c)Ambos” -Imagen San Francisco en la Iglesia de Santiago Tlatelolco Habilidad: Obtención de información.

Animación: Fragmento del Códice mostrando la salida del químil de Tlatelolco hacia Azcapotzalco y la figura a medias de un sacerdote con una cruz y Cuauhtémoc.

Texto diálogo D.R.: “Éste fue uno de los frentes que era más seguro, por lo que es posible que durante la guerra el bulto sagrado haya salido por aquí. El códice nos indica que fue llevado por un mexica llamado Atolatl hacia Azcapotzalco. Pero aquí hay más involucrados ¿Por qué aparece Cuauhtémoc y este sacerdote? Vamos a la portada Norte de la Iglesia, que hay una estatua con una ropa parecida”.

Habilidad: Observación, discriminación.

Animación: Imagen de San Francisco en la Portada Norte de la Iglesia de Santiago Tlatelolco.

Tesis: 2.7

12 Texto diálogo D.R.: “Es San Francisco de -Fragmento Códice Tlatelolco. Tecpan -Iglesia de Santiago Tlatelolco, Asís, patrono de la orden de los fachada Norte ACTO 3 franciscanos que llegaron a cristianizar Tlatelolco. ¿Cuántas flores tiene el escudo 170 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

sobre el que está posada el áquila? a) 5 b) 2 c) 3

-Imagen Tecpan actualmente Habilidad: Observación, discriminación,

enfoque detalles del objeto.

Animación: Fragmento del códice. Imagen con Cuauhtémoc muerto, varias cabezas de indígenas una de ellas con el nombre de Atolatl en caracteres latinos. Al fondo la Iglesia de Santiago Tlatelolco en su fachada Oeste.

Texto D.R.: “Cuauhtémoc no murió después

de la tortura. Sobrevivió y fue gobernante

de Tlatelolco, donde mandaron a todos los

mexicas sobrevivientes. La portada de su

casa aún sobrevive, fue trasladada cerca de -Nicho San Francisco

la avenida Reforma.” -Fragmento Códice del AGN relativo al Animación: “Imagen fragmento Códice juicio de Miguel Puxtecatl. Tlatelolco donde se muestra el Tecpan. Superposición de una fotografía del Tecpan actualmente.”

Texto D.R.: “Aquí vivió hasta 1525 cuando Cortés lo lleva a una expedición a Honduras. En el camino lo enjuicia por intento de sublevación y lo manda ahorcar. Mira, el códice señala el momento de su EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 171 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc” muerte y tal parece que otros indígenas también fueron ahorcados, entre ellos Atolatl.” Se muestra la Iglesia de Santiago desde otra perspectiva. “Vayamos a la parte Oeste para ver de frente la Iglesia.”

Tesis: 1.5

172 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

13 Animación: El códice se sigue deshaciendo, -Imagen petrograbado fachada NE (“Inés) -Iglesia de Santiago Tlatelolco, ha perdido mucho color, se amarillenta el fachada Norte ACTO 3 papel y se deshace de los extremos.

Texto D.R.: “Los códices son muy frágiles y se deben tratar de manera delicada. Ahora fíjate en las piedras que forman la

iglesia; fueron tomadas de los edificios prehispánicos. Como en la pirámide del -Imágenes petrograbados fachada N Templo mayor, aquí también hay piedras (chalchihuite y Flor) con grabados. Uno de los tres grabados que te muestro no está en esta fachada, dime cuál es:

a) Fragmento chalchihuite (Imagen) b) Fragmento “Inés” (imagen) c) Fragmento flor (Imagen)

Habilidad: Observación, discriminación, enfoque en detalles del objeto.

Animación: Fragmento del códice: cabezas

con los nombres de Mateo y Miguel Puxtécatl. Imagen de sacerdote con el nombre de Fray Juan de Zumárraga. Imagen de un juicio y al fondo el Colegio de la Santa Cruz con el símbolo franciscano.”

Texto D.R.: “¡Muy bien! Este símbolo se encuentra en la otra entrada de la Iglesia, -Símbolo franciscano vamos allá!” EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 173 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

-Fragmento Códice AGN relativo al juicio contra Miguel Puxtécatl

14 Texto D.R. : “El edificio amarillo es el -Imagen de la placa conmemorativa a la -Iglesia de Santiago Tlatelolco, antiguo convento de Santiago, una escuela resistencia indígena: fachada Oeste. 174 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

ACTO 3 donde estudiaban los frailes más reconocidos como Sahagún. El códice nos cuenta que el hijo de Atolatl denunció ante Fray Juan de Zumárraga la existencia del bulto sagrado. Zumárraga se enteró que después morir Cuauhtémoc y Atolatl, el bulto salió de Azcapotzalco y llegó a casa de Miguel Puxtécatl. Puxtécatl fue arrestado y enjuiciado, aunque ya era un anciano para esas fechas. Aunque fue torturado sólo declaró que el bulto estuvo una noche en su casa para salir rumbo a Tula. Parece que vivió el resto de sus días en una prisión. Todo el juicio se llevó acabo precisamente -Convento aquí en el Colegio de la Santa Cruz.”

Para contarte el final de esta historia, vamos a un lado del barandal, cerca de esta placa: (Imagen placa conmemorativa de la resistencia indígena).” Habilidades: Observación, discriminación. Animación: Imagen de la placa conmemorativa de la resistencia indígena

Tesis 2.8 15 Animación: Se arma el códice completo. -Tejo de oro -Panorámica del sitio Texto D.R.: “Con el paso del tiempo arqueológico Desen- Tlatelolco fue olvidado y hasta 1940 el lugar lace fue un gran terreno baldío. Gente codiciosa ha saqueado Tlatelolco para buscar el tesoro, pero en lugar de oro, emergieron los restos de la antigua ciudad mexica. EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 175 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc”

En 1980, cerca de la Iglesia de San Hipólito, en una excavación arqueológica se recuperó un tejo de los que perdieron los españoles durante la Noche Triste. Pero lo más probable es que el resto del oro Cuauhtémoc lo haya cambiado por víveres cuando fue sitiado por los españoles.”

Animación: Imagen de la Iglesia de San Hipólito en un mapa, marcando la ubicación del edificio de Bancen y el tejo de oro recuperado.

Texto D.R.: “Los españoles nunca encontraron el bulto sagrado. Cuauhtémoc y otros indígenas se arriesgaron por proteger un símbolo que los identificaría como gobernantes. Quizá esperaban que tarde o temprano el reino de Cortés caería. Y en ese momento, quien tuviera el bulto sagrado sería nombrado rey y recuperaría el dominio sobre los hombres.”

Animación: El códice se deshace. Texto D.R.: “Bajo la óptica de Cuauhtémoc y otros gobernantes indígenas ¿de qué le servían las tierras si no contaba con la fuerza humana que las trabajara? Pensaban que la riqueza provenía del trabajo de las personas. Y de cierta forma no estaban equivocados, el verdadero valor de un 176 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

objeto se calcula por el trabajo humano que cuesta hacerlo. Los antepasados de Cuauhtémoc dominaron a otros hombres para forjar un imperio que aún hoy se niega a morir. Sus restos están frente a ti, hechos con el trabajo y esfuerzo de muchas personas realizado durante cientos de años. Ahora nos corresponde a nosotros conservarlo. ¡Muchas gracias por tu visita!” Recom- Opción a)“¡Felicidades! Lograste terminar el pensa juego en menos de 1 hora y contestaste correctamente todas las preguntas. Con la clave XXXX accede a nuestra página web XXXX y tendrás la fecha calendárica en náhuatl del día de tu nacimiento. NOTA. Todos los hechos narrados en este juego fueron reales. El códice final fue realizado a partir de imágenes de códices y otros documentos originales.”

Opción b)“Lástima. No lograste terminar el juego en menos de 1 hora/ No respondiste todas las preguntas. Te invitamos a que lo intentes de nuevo en tu siguiente visita. Si terminas el juego en menos de 1 hora respondiendo correctamente a todas las preguntas te daremos la fecha de tu EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 177 III. Plan interpretativo: “El Tesoro de Cuauhtémoc” cumpleaños de acuerdo al calendario náhuatl.

NOTA. Todos los hechos narrados en este juego fueron reales. El códice fue realizado a partir de imágenes de códices y otros documentos originales. ¡Te esperamos pronto!”.

CONCLUSIONES

La pregunta que con justa razón emite la ciudadanía sobre los beneficios de sostener la investigación y conservación del patrimonio, a costa de sus impuestos, sigue abierta. Y están a la espera de respuesta por parte del intelectual, encargado de la protección del patrimonio, no solo la sociedad civil, sino también fuerzas antagónicas que ven en éste un obstáculo para la modernidad o la oportunidad para obtener ganancias. Consideramos que es momento oportuno para que el arqueólogo se siente en una mesa como la que hemos imaginado en nuestro primer capítulo. Pero antes debe, junto con sus colegas, discutir y acordar cuáles serán los argumentos a sostener sobre la pertinencia del patrimonio arqueológico en la sociedad del siglo XXI. Después se podrá sentar en igualdad de condiciones ante otros actores interesados en la intervención (positiva o negativa) del patrimonio arqueológico, cuyos argumentos –principalmente de empresarios y políticos—están por lo regular bien estructurados. En este trabajo se emitió una de las respuestas posibles de manejarse por el investigador. La elección del camino no fue gratuita. Después de reflexionar y discutir en las aulas del posgrado en arqueología de la ENAH cuestiones referentes a la protección integral del patrimonio, caímos en la cuenta de que la mayor parte de la sociedad civil entra en contacto con el patrimonio arqueológico en su tiempo libre. Esto nos llevó por un rumbo poco transitado no solo dentro del campo arqueológico, sino también del sociológico, cuando menos en nuestro país. El tema del tiempo libre ha sido poco atendido en los últimos años, lo que nos obligó a llevar a cabo un placentero desarrollo teórico sobre el concepto, considerando su origen y el papel que juega en la sociedad actual. El segundo paso radicó en reflexionar sobre lo que, de acuerdo a nuestra posición teórica, el individuo debería realizar durante su tiempo libre y en particular al tener contacto con el patrimonio arqueológico. Como hemos visto, la 180 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

respuesta depende en mucho de la jerarquía en torno al tiempo libre que manejemos ¿Tendremos ventaja ofreciendo escapes de la realidad, consumo, pasa-tiempos o cualificaciones laborales? En nuestro caso la respuesta llegó en un concepto: disfrute. La larga lucha obrera por el tiempo libre tenía como objetivo conseguir, tal y como lo concebía Marx, un momento reproductivo y de esparcimiento para la sociedad, disfrute que por mucho tiempo fue prerrogativa de las clases altas. Con la intención de explicitar el concepto de disfrute, combinamos la propuesta de Noguera (2002) con aquellas de Fromm (1970) para establecer que el disfrute consiste en la satisfacción de necesidades de autorrealización humana y fomento de solidaridad social. Siendo la autorrealización concebida como todo aquello que lleve al hombre a ser mas libre, racional, activo e independiente. La necesaria consecuencia de esta reflexión condujo al siguiente paso: si el disfrute consiste en el desarrollo de cualidades humanas y cohesión social, y durante el tiempo libre es idóneo que el hombre se dedique a actividades de disfrute ¿es posible que ocurran este tipo de actividades en los sitios patrimoniales? Consideramos que es posible hacerlo. En los sitios patrimoniales contamos con una ventaja frente a nuestra competencia directa, es decir otros lugares que se visitan durante el tiempo libre: en ellos es posible aprender. De esta forma la unión disfrute-aprendizaje resultó en el tema toral de este trabajo. Seguimos el rumbo marcado por Mihály Csikzsenmihalyi (1995) quien ha mostrado que el aprendizaje puede ser una actividad de “flujo”, es decir, placentera y posible de que ocurra en un museo. Recordamos de forma inmediata los principios que la divulgación del patrimonio, a través de la interpretación temática, propone para tales efectos. En orden de mostrar la posibilidad de hermanar ambos conceptos ocurre nuestro tercer y último capítulo: proponer una actividad que produzca flujo y que a la vez conlleve al aprendizaje viable de realizarse al interior de un sitio EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 181 Conclusiones

arqueológico. En concreto una visita guiada lúdica que le permita al visitante realizar un recorrido autoguiado que involucre el juego. En este caso, se aplicó en el sitio arqueológico de Tlatelolco que cuenta tanto con un Plan de Manejo, como con una propuesta interpretativo-temática y varios estudios de visitantes. Se llevaron a cabo tareas que la interpretación temática requiere: realizar un estudio de visitantes, generar un Plan Interpretativo y un documento base. Con todos estos elementos y utilizando los principios de la interpretación temática y aquellos básicos de un videojuego se propuso el producto final. La temática giraría en torno a una de las muchas tesis para el sitio arqueológico de Tlatelolco. En este caso se eligió la época de la invasión española, y se manejó una de las leyendas en torno al sitio como último paradero del oro incautado a los españoles durante la Noche Triste combinándola con el destino de los tlaquimilolli de los mexicas. Exploramos las posibilidades de un medio interpretativo poco usado como las visitas autoguiadas y aumentamos su potencialidad al elegir la modalidad lúdica. Tuvimos en mente que es riesgoso en tanto que puede terminar como una “vivencia” de acuerdo a la definición de Bauman (2005) si no somos precavidos y respetuosos con los resultados de nuestro quehacer. Debido a que tanto el juego como las visitas auto-guiadas son relativamente escasas, su metodología se encuentra en construcción. Por otro lado debemos reconocer que al momento de llevar a cabo las propuestas teóricas y agregarle el toque lúdico a la visita auto- guiada la cuestión se complicó, ya que la interactividad no es necesaria en las charlas temáticas. Por ello recomendamos al lector que, de estar interesado en la aplicación de este medio, considere la posibilidad de iniciar su proyecto a partir de las reglas que requiere un juego en vez de aquellas precisas para una visita guiada. No obstante, confiamos en que, de instrumentarse nuestro programa interpretativo, aumente la organicidad entre el sitio y la ciudadanía al ofrecerle un lugar donde hallar disfrute. Cuestión que conllevaría a la conservación del primero 182 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

y la re-producción del segundo al habérsele ofrecido una alternativa del uso del tiempo libre.

Este trabajo se presenta a la comunidad académica esperando se discuta la propuesta y se vislumbren caminos poco explorados pero prometedores en tanto que ofrecen un nuevo panorama para el tema que nos ocupa. Para nuestra comunidad extendida el tema del disfrute y el entretenimiento sin comprometer nuestro trabajo profesional en los sitios arqueológicos puede resultar en un rico intercambio de opiniones, experiencias y proyectos a futuro. Por su parte, para los arqueólogos sociales ameroibéricos el estudio del tiempo libre resulta una oportunidad para de-mostrarse como una posición teórica viable y a la vanguardia. El haber encontrado pocas e incompletas definiciones a pesar de que el tema se encuentra relacionado íntimamente por sus raíces socio- históricas, demuestra que las propuestas marxistas aún tienen mucho qué trabajar. Pero aún más importante, tienen mucho más que aportar. Frente a la corta discusión moderna sobre el tema, las herramientas explicativas del marxismo permiten identificar que tras del tiempo libre acecha la ideología consumista del capitalismo y su insaciable afán de lucro. La intervención marxista resulta pertinente toda vez que el totalitarismo capitalista ha mostrado pocos beneficios y muchos perjuicios en este campo siendo el responsable de dolorosos desastres, en particular en países periféricos como el nuestro. Resultaría relevante su aportación, por ejemplo, en el tema del rol que debe jugar el Estado en la organización y orientación de las actividades del tiempo libre o al proponer actividades dirigidas hacia el desarrollo personal. El interés no solo implica liarse en temas sociológicos; en nuestra parcela del conocimiento también es oportuna la intervención para proponer alternativas que demuestren una verdadera preocupación por mejorar la vida social a través del uso racional y no lucrativo del patrimonio arqueológico. El freno resulta necesario ante la inercia de la ideología imperante que comienza a monopolizar el EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 183 Conclusiones

manejo del patrimonio arqueológico cuyos efectos se han materializado en la rapiña y destrucción de un recurso no renovable.

Los episodios de inestabilidad social y política, donde la mirada hacia delante advierte que de seguir por el mismo camino el final no será halagador; son una oportunidad para recuperar los espacios cedidos y perdidos ante la razón cínica y el capital. Es momento oportuno para que el marxismo intervenga en el tema, ofreciendo alternativas viables en el manejo del tiempo libre que compitan con la ideología capitalista que consume a pasos agigantados –y sin vuelta atrás— el mundo en que vivimos. Esto preconizaría un giro en la concepción que se tiene no sólo del tiempo libre, sino de las razones del trabajo y de la vida humana, cuestión importante en la agenda política. Recordemos que para Marx la transformación social inicia con un cambio en la consciencia de la colectividad. Es hora de analizar la sociedad que tenemos, para establecer la sociedad a la que queremos llegar e instrumentar la manera de alcanzarla. Para ello es preciso comenzar a cambiar el concepto de trabajo, tiempo libre y vida humana que manejamos. Y, en el caso particular de la arqueología, plantear alternativas al uso del patrimonio las cuales ofrezcan un beneficio social sin implicar llevarlo al borde del precipicio. Si, por el contrario, el marxismo y los arqueólogos sociales seguimos la ruta de la apatía al respecto nos volveremos entonces cómplices del sistema que tanto hemos pretendido transformar.

184 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

ANEXO 1

PERO ¿QUIÉN FUE CUAUHTÉMOC Y QUÉ TESORO PERDIÓ?

DOCUMENTO BASE1

Les dieron a los españoles banderas de oro, banderas de pluma de quetzal, y collares de oro. Y cuando les hubieron dado esto, se les puso risueña la cara, se alegraron mucho, estaban deleitándose. Como si fueran monos levantaban el oro, como que se sentaban en ademán de gusto, como que se les renovaba y se les iluminaba el corazón. Como que cierto es que eso anhelan con gran sed. Se les ensanchaba el cuerpo por eso, tienen hambre furiosa de eso. Como unos puercos hambrientos ansían el oro. Informantes de Sahagún Códice Florentino, libro XII.

Dejemos de hablar en el oro y de lo mal que se repartió y lo peor se gozó... Bernal Díaz del Castillo Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

Elegir a un personaje como Cuauhtémoc puede convertirse en arma de doble filo. Por un lado es indudable su existencia y relevancia histórica; por el otro es, parafraseando a Miguel León Portilla, un vencido y de ellos usualmente sabemos las partes que le conviene al vencedor que se sepan. A pesar de que hace más de 50 años Muriel (1966) en un brillante artículo denotaba grandes lagunas en la historia de Cuauhtémoc, y encomendaba a futuros historiadores la labor de la investigación, aún no se conoce biografía que

1 Este anexo representa para los museólogos tradicionales un “guión científico” aunque el cambio del término responde a que éste es un documento con distintos objetivos, ya que forma parte del Plan interpretativo. 186 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

le haga justicia2. En su mayoría éstas se desvían y concentran su atención en el momento de la guerra de conquista donde la parte invasora termina dominando la escena. Curiosamente de su antagonista, Hernán Cortés, sí contamos con una biografía moderna y admirablemente analítica realizada por José Luis Martínez Rodríguez (1993). Como actor de uno de los acontecimientos más atribulados de la historia se han generado muchas versiones sobre su actuar, algunas incluso contradictorias. Peor aún, por lo singular de sus actos y el puesto clave que jugó, muchos autores han dado vuelo a su imaginación reflejando, consciente o inconscientemente, los prototipos y añoranzas de lo que considera cada generación como el comportamiento de un héroe, por lo que debemos ser prudentes con la información que utilicemos. Habrá que agregar que es complicado obtener información de agentes específicos de época prehispánica, en tanto que, como indica Barlow “...el indio “...no se sentía jamás sino uno entre muchos...”.” (Barlow 1990: 221). Por estas razones nuestra labor resultó un tanto compleja. Evidentemente no pretendemos hacer una biografía, que sería más bien labor de un etnohistoriador que eche mano de las más modernas técnicas de investigación. En su defecto, recurrimos a las biografías ya realizadas, a algunas fuentes directas como las Cartas de Relación de Cortés o los escritos de Bernal Díaz y al asesoramiento de especialistas en el tema para los temas controvertidos donde se debe tomar partido con la versión más probable siendo coherentes con aquello que sabemos del mundo indígena.

2 Lo que desafortunadamente le abre camino a escritores poco rigurosos y peor actualizados; o a charlatanes que buscan éxitos de taquilla o continuar con leyendas infundadas. Un ejemplo conocido por todos es el famoso fraude de Ixcateopan (Matos 1980, 1996b). Bástenos mirar el libro de la SEP de Guerrero donde se afirma categóricamente que Ixcateopan es la cuna y tumba de Cuauhtémoc para darnos una idea de lo peligrosa que puede ser la falta de información crítica y analítica que se termina sustituyendo por una especie de fervor religioso a nivel de catecismo.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 187 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

Orígenes A pesar de haber sido un tlatoani mexica, no tenemos dato alguno que indique la fecha exacta de su nacimiento; seguramente se perdió junto con otros documentos durante la invasión española. Sin embargo se han realizado varias propuestas basadas en la edad que le calculan los españoles a su llegada y en el cargo político que ocupaba en esos momentos, además de la fecha de muerte de su padre el tlatoani Ahuítzotl ocurrida en 1502 (Tezozomoc 1949:281). Cortés indica que tenía 18 años cuando se encuentra frente a él durante el sitio a Tenochtitlan3; Bernal Díaz del Castillo por su parte calcula 25 años, lo que nos remontaría hasta 1496. Caso (1962) propone 1500 como año de su nacimiento. Parece que el dato de Bernal que nos llevaría a 1496 es el más acertado, basándonos en su cargo militar en Tlatelolco. Para 1515 Cuauhtémoc ya figuraba como gobernante militar de Tlatelolco, por lo que debía tener más de 15 años (Muriel 1966, Toscano 1975). Sobre su familia, ya hemos mencionado que fue hijo de Ahuítzotl. Éste fue octavo tlatoani de Tenochtitlan, quien subió a una edad temprana –20 años aproximadamente— al cargo debido a la muerte prematura de su hermano Tízoc en 1486. Ahuítzotl fue el último que recibió la asesoría del legendario estadista, el cihuacóatl Tlacaelel, su tío abuelo, quien fue la principal influencia para su nombramiento. Su juventud no fue obstáculo para desempeñarse como era requerido en su cargo, era un guerrero temible y valiente en batalla. Su reinado, que duró 16 años, se caracterizó por conquistar lejanas provincias y alcanzar el mayor poderío del imperio. Su nombre se asocia con la mayor espectacularidad alcanzada por los mexicas, su coronación fue fastuosa y también se le atribuye el auge constructivo relacionado con la etapa VI del Templo Mayor de Tenochtitlan,

3 “... y quemamos las casas del señor de la ciudad, que era mancebo de edad de diez y ocho años, que se decía Guatimucín, que era el segundo señor después de la muerte de Mutezuma...” (Cortés 2004, 3ª carta:180).

188 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

cuya inauguración fue de las más memorables debido al sacrificio ritual de cientos de víctimas (Durán 2002, t. I, caps. XLI-LI, Smith 2003, Matos 2006a). Su madre, de acuerdo a las fuentes (Alva Ixtlilxóchitl 1997, t. I:410, 454), fue Tiyacapantzin, hija del último tlatoani del Tlatelolco independiente Moquíhuix. Nos indica Alva:

“El rey Ahuitztotzin tuvo en la heredera de Tlatelulco llamada Tiyacapantzin, hija del último señor Moquihuitzin (el que perdió la ciudad), habida en su mujer legítima la hija del rey Nezahualcoyotzin, al valerosísimo rey Quauhtemotzin, que fue el último rey de México y el que perdió la ciudad...” (Alva Ixtlilxóchitl 1997, t. II: 177).

Cuauhtémoc tuvo 14 hermanos, según Alva Ixtlilxóchitl: Tlacaélel, Motecuhzoma, Citlalcóatl, Azcacóatl, Xoyetzin, Quauhtzitzimitzin, Xicónoc, Atlizcatzin, Macuilmalina, Acamapich, Huitzilíhuitl, Machimale, Yoatzin y Tehuetzquizitzin (Alva Ixtlilxóchitl 1997, t. II: 177); aunque Tezozomoc indica que fueron 17 (Tezozomoc 1949:282-297)4. No podemos asegurar que fue el último de sus hijos, aunque sí era de los más pequeños, a juzgar por la fecha de la muerte de su padre. Su primo paterno, Motecuhzoma Xocoyotzin, sería tlatoani de Tenochtitlan cuando él tuviera 6 años. Años después otro de sus primos, hermano de Motecuhzoma, Cuitláhuac ascendería al trono. Su lugar de nacimiento tampoco consta en documentos. Siendo hijo del Huey tlatoani, es probable que haya nacido en los palacios de su padre en Tenochtitlan y que se hayan consultado a los más importantes tonalpouhques para determinar su nombre y preconizar su futuro (Soustelle 2006, Matos 2006a). Su nacimiento debió ser como el de los demás nobles:

4 Los nombres son semejantes, aunque hay algunas variaciones: Atlixcatzin, una mujer casada con Motecuhzoma Xocoyotzin, Tlacaeleltelpochtli, Moteuczoma, Citlalcoatl, Azcacoatl, Axicyotzin, Cuauhtzitzimitzin, Xiconoc, Macuilmalinal, Acamapich, , Machimale, Yaoctzin, Panchimaltzin (Chimalpilli), Yoalpopocatzin y Acachimatzin. (Tezozomoc 1949).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 189 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

“Imaginamos, consecuentemente, el momento en que, junto a la noble cuna de esteras o petates, se colocaron simbólicamente las armas del padre, su escudo y dardos, signo del nacimiento de un varón cuyo destino era la guerra; y así junto a la sencilla cuna del recién nacido figuraron las armas terribles del gran conquistador que asolara y devastara regiones tan remotas como la tlapaneca (Guerrero), la mixteca y zapoteca (Oaxaca) y el istmo de Tehuantepec y Soconusco.” (Toscano 1975:28).

Chilatlexitol

Acamapichtli Ilancueitl 1o

Huitzilxochitzin Izcoatl Huitzilíhuitl 2a esposa 3a esposa 4a Miahuaxíhuitl Tlacopan 4o 2o Cuauhnahuac

Chimalpopoca Tlacaelel Motecuhzoma Ilhuicamina Chichimecacihuatzin 3o 5o Cuauhnahuac

Tezozomoc Atotoztli/Matlalatzin Nezahualcóyotl Texcoco

Mujer de Axayácatl Tízoc ? Ahuítzotl Chalchiuhnenetzin Moquíhuix Iztapalapa 6o 7o 8o Tlatelolco Tiyacapatzin Tlatelolco Cuitlahuac Motecuhzoma II Mujer de Tezcatlpopocatzin Yaotl Atlixcatzin 10o 9o Tlacopan

Cuauhtémoc Xuchimatzatzin Hija Diego Tenochtitlan-Tlatelolco 11o

Tequichpo

Cuadro 1. Basado en Caso (1962), Barlow (1987, 1989), Martínez (1993), Alva Ixtlilxóchitl (1997, t. I y II), Smith (2003) y Matos (2006a).

Aunque popularmente se le atribuye el significado “Águila que cae”, su etimología correcta es “Águila que desciende o que bajó” (Montemayor 2007:309) y en términos semióticos el significado más aproximado es probable que sea “Águila que ataca” en vista de que esta ave desciende en su vuelo para llevarse a su presa (Matos Moctezuma, comunicación personal octubre 2011).

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Existen representaciones suyas en documentos, sin embargo en la tradición prehispánica se tiende a obviar las características particulares de los personajes quienes se identificaban mas bien por su nombre. No obstante, nos podemos dar una idea sobre su imagen a partir de las referencias de Bernal Díaz, quien lo conoció:

“…era mancebo e muy gentil hombre para ser indio y de buena disposición y rostro alegre, y aun la color algo más que tiraba a blanco que a matiz de indias, que era de obra de veinte y cinco o veinte y seis años…” (Díaz del Castillo 1993, cap. CLIV: 69).

Páginas adelante Bernal continúa su descripción:

“...Guatemuz era de muy gentil disposición, ansí de cuerpo como de faiciones, y la cara algo larga y alegre, y los ojos más parecían que cuando miraba que era con gravedad que halagüeños, y no había falta en ellos, y era de edad de veinte y un años, y la color tiraba su matiz algo más blanco que a la color de indios morenos…” (Díaz del Castillo 1993, cap. CLVI: 80).

El color claro de su piel que llama tanto la atención a Díaz es probable que se debiera a que como parte de la clase acomodada, estaba exento de las labores agrícolas por lo que era poco su contacto al sol, a diferencia de los macehualtin que estaban obligados a trabajar en el campo para pagar el tributo impuesto (Matos Moctezuma, comunicación personal 2010).

Primeros años Es probable que su infancia la haya vivido entre Tenochtitlan y Tlatelolco, ya que por herencia tenía parientes en ambos lugares. Las fuentes indican que tenía casas en Tlatelolco, que años después supuestos descendientes reclamarían a la Corona española: “Las Reales Cédulas conceden Escudos de armas, merced de tierras, ordenan se devuelvan los palacios y cacicazgos de

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 191 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

Santiago Tlatelolco, que eran patrimonio de Cuauhtemoc, prohíben que español alguno se atreva a apropiárselos...” (Muriel 1966:64-65). Desde sus primeros años la suerte no le favoreció, ya que queda huérfano de padre en 1502, cuando tendría aproximadamente 6 años. Se calcula, de acuerdo a las fuentes, que un niño pilli a esa edad estaría ingresando al Calmecac, lugar que se convertía en su hogar ya que era una especie de internado (Soustelle 2006). Por ello es probable que la crianza de Cuauhtémoc ya estuviera a cargo de los sacerdotes cuando murió su padre; no obstante, aunque quizá su vida cotidiana no se vio mayormente afectada después del deceso, el evento debió grabarse en la infantil memoria. La estancia en el Calmecac le garantizaría a Cuauhtémoc que su niñez y adolescencia fuera como cualquier otra, llevada con rigor y disciplina:

“…en señal de humildad el niño debía acudir al tianguis o mercado, en este caso el espléndido mercado de su propio señorío, Tlatelolco, a recoger los granos de maíz y frijol que los comerciantes dejaban derramados en el suelo, y a esa edad debió Cuauhtémoc formar su primer recuerdo de aquel vasto patio circundado de columnas en las que junto a las olorosas rosas figuraban las legumbres y granos del país, la policromada loza de Cholula, el cristal de roca mixteco de los hechiceros…” (Toscano 1975:35).

Es así como Cuauhtémoc fue entrenado como los demás pipiltin para ser un conocedor religioso y un capitán de los ejércitos (Soustelle 1996, comunic. personal E. Matos, enero 2010). Practicando ayunos, oraciones y meditaciones, sometiéndose a esfuerzos físicos y mentales y desarrollando habilidades propias de un guerrero debieron pasar sus días mozos:

“…barrió los templos humildemente y sahumó con devoción a sus dioses; durmió en el suelo para mortificar sus apetitos sensuales; cortó leña en los bosques para el brasero divino y depositó ofrendas en los más apartados rincones de la serranía; oró contritamente y penitenció su cuerpo con severos castigos; permaneció en vigilia hasta la medianoche para observar el tránsito de Aldebarán (Yoaltecuhtli) o para bañarse en las aguas frías del estanque del recinto del templo…” (Toscano 1975:42).

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Algunos autores juzgan que debió sobresalir en la guerra, ya que a la llegada de los españoles, ejercía un puesto político-militar en Tlatelolco – tlacatecatl—que solo se alcanzaba después de haber conseguido capturar a 4 enemigos en batalla (León Portilla 2009:84). Su juventud nos indica que participó en pocas batallas por lo que sus victorias debieron ser precoces. Teniendo en cuenta su edad y el registro histórico de las batallas del reinado de Motecuhzoma, seguro participaría en dos: contra los pueblos de Oaxaca y Chiapas, y en las célebres guerras floridas contra Tlaxcala. Por el lado de su formación intelectual, sus años en el Calmecac seguramente arrojaron resultados similares a sus demás compañeros: actores expertos en asuntos filosóficos que conocían a profundidad la razón de ser del cosmos y la parte que le correspondía al hombre en esta dinámica (Toscano 1975, Soustelle 1996). Toscano calcula que durante su periodo de formación debió ser testigo de dos eventos de importancia colectiva: una ceremonia de fuego nuevo en 1507 (2 Ácatl) que fue precedida por una terrible sequía en 1 Tochtli5. Este entrenamiento filosófico le ayudaría durante el choque con la ideología europea, cuando argumente para pedir apoyo a otros pueblos en orden de proteger su cosmovisión de la destructiva intolerancia que los españoles siempre mostraron. Como era lo común en su sociedad, seguramente casó joven, aunque aún se discute la identidad de su esposa y sus hijos. Nos comenta Bernal Díaz: “…era casado con una muy hermosa mujer, hija del gran Montezuma…” (Díaz del Castillo 1993, cap. CLIV:69). Según Muriel (1966) y Barlow (1989) es altamente probable que esta mujer sea una de las hijas de Motecuhzoma, Xuchimatzatzin, bautizada como María por los españoles.

5 No obstante los Anales de Tlatelolco relatan que esta hambruna ocurrió un año antes en 13 Calli: “En el año 13 Calli [1505] perecieron los zozoltecas; también entonces hubo hambruna, se trajo maíz de Totonacapan, [y por eso] se decía: “la gente se atotonacó”.” (Anales (1528) 2004: 99).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 193 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

Aunque parece que después de ascender a tlatoani se desposó con la viuda de Cuitláhuac, hija también de Motecuhzoma: Tequichpo, bautizada como Isabel (Thomas 2004). Quizá esto pudiera explicarse si consideramos la costumbre de que una viuda podía pasar a segunda esposa de un hermano de su marido (Soustelle 1996). Tequichpo era una mujer dinásticamente importante y probablemente se hizo uso de la cercanía genealógica entre Cuitláhuac y Cuauhtémoc. Sobre su descendencia es aún más difícil saber. Tezozomoc indica que tuvo una hija que desapareció6 (Caso 1962, Muriel 1966). Sin embargo, existen registros de un hombre llamado Diego de Mendoza Austria y Moctezuma que aparece como su heredero en los documentos legales coloniales y en el códice García Granados. En el mismo códice, aparece Cuauhtémoc relacionado con una mujer que Barlow (1989) sugiere como María Suchiamazatzin y que identifica como la madre de don Diego. Basada en los anales indígenas, como Alva Ixtlilxóchitl (1997, t. II: 236), Muriel (1966) propone que Cuauhtémoc ejercía un puesto político-militar en Tlatelolco como tlacatécatl desde 1515, que al parecer no era puesto único, ni el principal; sino que a modo de cuerpo colegiado había otros guerreros en la misma categoría de tlacatécatl. Recordemos que Tlatelolco para esos momentos era un tributario de Tenochtitlan. Su sometimiento fue severo debido a su natural rebeldía, por lo que estaba condenado a no ser gobernado por ningún tlatelolca, sino por militares impuestos desde Tenochtitlan, siendo los más importantes el tlacochcálcatl y el tlacatécatl o tlacatecuhtlil (Muriel 1966, Barlow 1987, 1989). A la llegada de Cortés, estos puestos eran ocupados por Itzcuauhtzin y Yolloquanitzin respectivamente. El primero será compañero de cautiverio de Motecuhzoma7 y fatídicamente también de muerte durante la llamada Noche Triste. Sahagún

6 “El rey Cuauhtemoc, el hijo de Ahuitzotzin tuvo para sí el reino de Tenochtitlan solamente por cinco años, y dejó tan solo una hija, quien asimismo desapareció” (Tezozomoc 1949:167). 7 “Desque los españoles llegaron a las casas reales con Motecuzoma, luego le detuvieron consigo. Nunca más le dexaron apartar de sí. Y también detuvieron consigo a Itzcuauhtzin, gobernador de Tlatilulco. A estos dos detuvieron consigo, y a los demás dexaron a ir.” (Sahagún 2002 XII, XVII:1191).

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refiere que su deceso fue particularmente sentido: “Algunos decían mal de Motecuhzoma, porque había sido muy cruel. Los del Tlatilulco lloraban mucho a su gobernador, porque era muy bien quisto.” (Sahagún 2002 XII, XXIII:1199). Podemos imaginar que, como los otros pipiltin con cargos políticos, Cuauhtémoc portaba ropa de algodón y utilizaba adornos de acuerdo a su jerarquía:

“Las ceremonias se iniciaban con la horadación de las orejas, bezos y narices, para que así pudieran portar los joyeles de oro, jade y turquesas propios de la nueva dignidad a la que iban a ascender, ya que su portación estaba restringida a la nobleza y se consideraba uno de los más grandes delitos el que los ornamentos de chalchihuitl (jade) fuesen llevados por la clase común.” (Toscano 1975:60).

El enfrentamiento con el invasor Como pilli ocupando un puesto político-militar, el joven Cuauhtémoc debió vivir de cerca la inquietud del momento cuando llegaron las primeras noticias de los extraños seres. Estando en el remolino de este zeitgeist, debió sentir vértigo al escuchar que la mejor explicación sobre quiénes eran estaba basada en la antigua advertencia del retorno de Quetzalcóatl. También pudo afectarle el saber que estos seres se dirigían decididamente hacia su ciudad y observar las reacciones tan anormales que mostraba su tlatoani Motecuhzoma cada vez que recibía noticias de sus movimientos. La primera vez que los vio debió ser el 8 de noviembre de 15198, ya que seguramente se encontraba con los demás pipiltin que asistieron al encuentro entre Cortés y Motecuhzoma (Toscano 1975). Aunque por su juventud, debió ocupar un lugar un tanto lejano en la comitiva. Los días que pasaron después de la primera impresión debieron ser para todos de una tensa calma, ya que su tlatoani había sido aprisionado y no

8 El histórico encuentro se ha ubicado en la actual calle de Pino Suárez, muy cerca del Hospital de Jesús (Martínez 1993).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 195 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

mostraba señas de querer liberarse: “Todo parecía suspendido. Cortés pedía e inquiría y Motecuhzoma daba y concedía sin límites.” (Martínez 1993: 253). No obstante, en algunos mexicas la animadversión hacia los excesos cometidos por los invitados incómodos de su señor comenzaba a crecer. Por el carácter mostrado meses después, podemos intuir que Cuauhtémoc se encontraba en el grupo que veía con malos ojos a los invasores, ya que a diferencia de Motecuhzoma y otros nobles, había muchos otros que no estaban de acuerdo con la presencia de los españoles en Tenochtitlan. Este grupo se identifica claramente durante una discusión previa a la llegada de los españoles a Tenochtitlan en el que se discute en el consejo si es conveniente permitirle la entrada a Cortés y sus hombres a la ciudad. Cuando Motecuhzoma declara que los dejará entrar, Cuitláhuac lo sentencia:

“—Plega a nuestros dioses que no metáis en vuestra casa a quien os eche de ella y os quite el reino, y quizá cuando lo queráis remediar no sea tiempo. Con lo cual se acabó y concluyó el consejo y aunque todos los demás señores hacían señas que aprobaban este último parecer, Motecuhzoma se resolvió en que los quería recibir, hospedar y regalar...” (Códice Ramírez, en León Portilla 2009:77).

A diferencia del mencionado Cuitláhuac o el tezcocano Cacama quien también participó en dicho consejo, es probable que Cuauhtémoc no fuese percibido por los españoles durante su estadía en Tenochtitlan: “Claro que no hablaban de él: si lo conocieron en ese tiempo, fue como otro más de los jóvenes oficiales que ofreció el brazo a Cortés al subir una pirámide, o que miraba silenciosamente a las extrañas y peligrosas visitas.” (Barlow 1987:37). Su primera aparición en los documentos es durante la revuelta causada por la tristemente memorable masacre en la fiesta en honor a Tezcatlipoca, ya que se le identifica como actor principal entre la turba enardecida que confronta a Motecuhzoma. Muriel (1966) sospecha que estas declaraciones no son certeras, siendo más probable que quien haya levantado la voz contra el tlatoani fuera

196 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

Cuitláhuac. Aunque es claro que Cuauhtémoc se encontraba entre aquellos que lucharon esa noche contra los españoles. Sabemos que después de este episodio, el poder mexica sufrió terribles bajas ya que Cortés no sólo tenía prisionero a Motecuhzoma, sino también a personajes que consideraba influyentes políticamente y habíanse mostrado poco adeptos a los españoles. Figura ejemplar de este caso fue el rey de Texcoco:

“...mandó prender por engaños al rey Cacamatzin por orden de su tío Moteczuma, y preso lo puso a buen recaudo con muchas guardas, y le dijo que lo soltaría si mandaba traer algunos señores del linaje, hermanos suyos, en rehenes y algunos hermanos, el cual así lo hizo. Le dio en rehenes a cuatro infantes hermanos suyos con otros caballeros deudos suyos y algunos de sus hermanos, y lo mismo hicieron los de México y Tlacopan entendiendo que por aquí los asegurarían.” (Alva Ixtlilxóchitl 1993, t. I:452).

Cacamac, morirá a manos de los hombres de Cortés antes de que huyeran durante la Noche Triste; la misma suerte habrán de correr muchos de los hijos de Motecuhzoma, de Nezahualpiltzin y demás rehenes nobles (Alva Ixtlilxóchitl 1997, t.I: 454; t. II: 230-231). De acuerdo a Thomas (2004) uno de los candidatos más fuertes al trono era el tlacatecatl Atlixcatzin, hermano de Cuauhtémoc, que también fue asesinado esa noche. Habrá que considerar asimismo el daño considerable que causó la guerra biológica ordenada por Cortés y que acabó con la vida, entre otros, de Cuitláhuac. Alvarado también hizo lo suyo eliminando a hombres clave del poder mexica en la masacre mencionada líneas arriba, ya que en el festejo participaban los capitanes y sacerdotes más importantes. Consideramos que Cuauhtémoc salvó la vida del exterminio debido a su juventud y su relativa lejanía con la línea de ascendencia al trono. Sin embargo estos no fueron obstáculos a considerar para que el Consejo tenochca se decidiera por la juventud, energía y clara oposición a los españoles que mostraba Cuauhtémoc. Además de que su genealogía tlatelolca era una ventaja para poder convencer a dicho pueblo de mantenerse unido a los tenochcas (Thomas 2004). Así, fue elegido como sucesor de Cuitláhuac, quien

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había muerto prematuramente en noviembre o diciembre de 1520. Debemos recordar que el cargo de tlatoani no era hereditario, ya que se tenían en cuenta otras características, como la habilidad guerrera y el dominio en materia religiosa (Soustelle 1996, Matos 1996a). Tanto Cuitláhuac como Cuauhtémoc fueron elegidos por sus talentos militares, a éste último en particular por su juvenil tenacidad y vigor (Eduardo Matos, comunicación personal, enero 2010). De esta forma, la cíclica cuenta del tiempo daba un giro. Tenochtitlan elegía, como hacía 35 años a un tlatoani sumamente joven, que resultó ser de su misma sangre. Sin embargo las condiciones eran tangencialmente distintas. Con el padre, el imperio conocería su máximo esplendor; al hijo le correspondería guardar la dignidad del agonizante imperio ¡Cuánto habría ayudado a Cuauhtémoc tener a alguien como Tlacaelel a su lado! Su coronación se calcula que ocurrió a finales de enero de 1521 (Muriel 1966, Martínez 1993). El ritual fue esbozado magníficamente por Toscano:

“Tocó a Coanacochtzin y a Tetlepanquetzaltzin entronizar al príncipe tlatelolca. Tocaba a ellos por derecho realizar la ceremonia de consagración, pues eran las cabezas de la Triple Alianza. Pero sin la pompa antigua y sólo echando mano de prisioneros de guerra tlaxcaltecas, se realizó la ceremonia en el templo mayor. Un ominoso vacío presagiaba a Cuauhtémoc las dolorosas traiciones que le esperaban… muchos no asistieron por temor al capitán Malinche, por resentimiento a los aztecas o por cobardía. Los señores de Texcoco y Tacuba abrían el cortejo que conducía a Cuauhtémoc a la pirámide de Huitzilopochtli… Finalmente Coanacoch, señor de Texcoco, habló para pronunciar las palabras con que generalmente saludaban al nuevo señor… En el recinto del templo mayor se hizo un silencio de muerte al concluir su oración el rey de Texcoco. Cuauhtémoc iba a hablar. Infortunadamente la historia no ha recogido sus palabras, pero podríamos reconstruirlas si tenemos presentes sus futuras oraciones al pueblo, transmitidas por los cronistas: encareció a los suyos valor, fe inquebrantable en los dioses y decisión para vencer en aquella amarga hora; porque la derrota significaba esclavitud y muerte.” (Toscano 1975:177-179).

Cuauhtémoc no habría de defraudar la elección del consejo mexica, y actuó como se esperaba de todo Huey tlatoani y como digno heredero de

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Ahuitzotl: se apresuró a prepararse para la batalla, coordinó los ejércitos, calculó tácticas y llevó a cabo intentos de negociación con otros pueblos para conseguir aliados y así proteger a su pueblo9 (Muriel 1966, Toscano 1975). Por otro lado, todas las fuentes coinciden en que la postura de Cuauhtémoc era clara: ahorrándose los dilemas cosmovisionales de los que fue víctima Motecuhzoma, estaba convencido que había que luchar contra los invasores hasta expulsarlos del reino. Una de sus primeras acciones como tlatoani fue la controvertida decisión de eliminar a cualquier adversario ideológico que estuviera a favor de la sumisión a Cortés10. Habrá que recordar que los pipiltin estaban divididos entre aquellos que pretendían luchar contra los españoles y los que querían someterse voluntariamente a su poder. Las diferencias entre ambos grupos reaparecen desde la reacción a la fatídica matanza de la fiesta de Toxcatl donde muchos seguidores de Motecuhzoma fueron asesinados por considerárseles traidores (Sahagún 2002 XII, XXI). Así se toma la decisión del asesinato para sofocar divisiones internas que debilitarían a los mexicas ante la guerra contra los invasores, ya que estos nobles pretendían una alianza con Cortés (Muriel 1966, Toscano 1975). Entre las víctimas se encontraban los hijos varones sobrevivientes de Motecuhzoma y otros capitanes mexicas incluído el Cihuacóatl mismo Tzihuacpopocatzin (Anales (1528) 2004, Tezozomoc 1949:336). Es durante las batallas que asoma la personalidad de Cuauhtémoc. Sabemos, por ejemplo, que no era autócrata, ya que siempre tomaba en cuenta al Consejo y respetaba sus decisiones. No obstante, estaba lejos de la veleidad: si

9 “…Guatemuz envió las cabezas de los caballos y caras que habían desollado, y pies y manos de nuestros soldados que habían sacrificado, a muchos pueblos y a Mataltzingo y Malincalco e Tulapa, y les envió a decir que ya habían muerto más de la mitad de nuestras gentes, y que les rogaba que para que nos acabasen de matar que viniesen a le ayudar…” (Díaz del Castillo 1993, cap CLV:71). 10 “Entonces los tenochcas comenzaron a matarse entre sí; en el año 3 Calli [1521] dieron muerte a [varios] principales: al cihuacóatl Tzihuacpopocatzin, a Cipactzin, a Tencuecuenotzin, y a Axayácatl y Xoxopehúaloc, hijos [ambos] de Moteuczomatzin. Dichos principales fueron muertos porque, compadeciéndose de los macehuales, trataban de persuadirlos de que [convenía] juntar maíz blanco, guajolotes, y huevos para llevarlos a los extranjeros.” (Anales (1528) 2004:105).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 199 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

se tomaba una decisión, ésta debía seguirse hasta las últimas consecuencias. Cuauhtémoc reunió a todo el Consejo mexica previo al inicio de la batalla para decidir su posición. Se tomó la decisión de luchar contra los españoles para vencer o morir en el intento. Cuauhtémoc aceptó la resolución advirtiendo: “Pues que ansí quereis que sea, guarda mucho el maíz y bastimento que tenemos y muramos todos peleando, y desde aquí adelante ninguno sea osado a demandarme las paces; si no, yo le mandaré matar.” (Díaz del Castillo 1993, cap CLIV:69). Advertencia que efectivamente cumplió con algunos emisarios de Cortés que le propusieron deponer las armas (López de Gómara 2000). Cuauhtémoc asumió por completo las consecuencias de esta decisión y se dedicó en cuerpo y alma a la defensa, mostrándose como “un hombre de su pueblo” (Muriel 1966:83). Evitando el personalismo, asume el mando de las tropas y de acuerdo al estudio de Muriel es probable que haya participado directamente en algunas, aunque su labor principal debió concentrarse en la coordinación y planeación estratégica. Estas actividades las llevó a cabo con gran dominio y previsión, sin embargo sus esfuerzos fueron derrotados por la mayoría numérica y la deserción que cada vez era mayor entre los aliados del moribundo imperio. También es notable su suspicacia y desconfianza hacia los españoles. Díaz del Castillo y Cortés reportan que varias veces se le ofreció la rendición, pero la elocuencia de Cortés que tan bien había funcionado con Motecuhzoma no hacía efecto en el joven tlatoani. También que realizaba estrategias psicológicas en su contra durante las batallas y desairaba a Cortés cuando éste lo convocaba para negociar la paz, enviaba emisarios en su nombre y realizaba sutiles tácticas para engañar a los contrarios. En uno de los encuentros mencionados entre los emisarios y Cortés, cuando ya el hambre apretaba el sitio a los mexicas, éste mandó el siguiente mensaje:

“…no quiso venir el Guatemuz al puesto, sino envió principales y dijeron que su señor no osaba venir por temor que cuando estuviesen hablando le tirasen escopetas y ballestas y le matarían, y entonces Cortés les prometió con juramento que no le enojaría en cosa

200 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

ninguna; que no aprovechó, que no le creyeron, e dijeron no le pasara lo que a Montezuma. En aquella sazón dos principales que hablaban con Cortés sacan unas tortillas de un fardalejo que traían e una pierna de gallina y cerezas, y sentáronse muy despacio a comer, y porque Cortés lo viese y creyese que no tenían hambre…” (Díaz del Castillo, 1993 cap. CLV:76).

Sumerjámonos un tanto en la guerra contra las ciudades gemelas para situar a nuestro personaje. Como se ha referido en un trabajo anterior (Angulo en Ledesma 2007), Cortés decidió sitiar a la ciudad para vencerla de hambre, sed y enfermedad y adoptó la estrategia militar de “tierra quemada”, es decir, arrasar con cualquier construcción a su paso y rellenar los canales con el escombro para facilitar el paso de los caballos11. De igual forma aprovechó la situación político-económica que se vivía en mesoamérica, los tenochcas habían sembrado mucho rencor debido a la opresión en la que tenían a muchos pueblos. Por ello le fue fácil convencerlos de suspender el tributo a la capital mexica, lo que redujo drásticamente los suministros alimenticios a Tenochtitlan: “Que dejen solo al tenochca, para que él solo perezca” era la frase que utilizaba Cortés (Anales (1528) 2004:117). Esto fue acompañado por la destrucción del acueducto que suministraba agua a la ciudad. Muriel (1966) resalta que la resistencia mexica no fue labor de un solo hombre. Al lado de Cuauhtémoc se encontraban otros líderes como Tetlepanquetzaltzin y Cohuanacotzin, reyes de Texcoco y Tacuba respectivamente, así como el legendario Tzilacatzin12, y otros guerreros como

11 “...como fuésemos ganando por las calles de la ciudad, que fuesen derrocando todas las casas de ellas del un cabo y del otro, por manera que no fuésemos un paso adelante sin lo dejar todo asolado, y lo que era agua hacerlo tierra firme, aunque hubiese toda la dilación que se pudiese seguir.” (Cortés 2004, 3ª Carta:176-177). 12 “Como nadie osaba ir contra los españoles, un valiente hombre, vecino del Tlatilulco, que se llamaba Tzilacatzin, salió contra los españoles, y a pedradas mató alguno de ellos, porque tenía gran fuerza en el brazo. Y salieron otros tras él. (…) Y aquél Tzilacatzin tenía sus armas y sus divisas como otomí, y con su ferocidad espantaba no solamente los indios amigos de los españoles, pero también a los mismos españoles. Y los españoles ponían gran diligencia por matarle; pero él disfrazábase cada día porque no lo conociesen: a las veces iba a la cabeza descubierta como otomí; y otras veces armábase con armas de algodón; y otras veces se ponía la cabellera de manera que no le viesen ni conociesen.” (Sahagún XII, XXXII:1215).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 201 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

Ecatzin, Tzoyectzin y Temoctzin (Sahagún 2002 XII, XXXII, Alva Ixtlilxóchitl 1997, t. I). El avance de Cortés sobre la ciudad fue tan estrepitosa que tomó por sorpresa a los mexicas, lo que provocó el abandono súbito de Tenochtitlan: “Los indígenas fueron cogidos por sorpresa; tal vez nunca pensaron que Cortés lograra avanzar tanto en un solo día, y huyeron asustados por el ruido, el polvo, el humo de las armas de fuego y el temor a los caballos.” (Muriel 1966: 87). Cuando se entera Cuauhtémoc de la toma del templo mayor por Cortés, reprende severamente a sus guerreros: “...Quauhtémoc había reprendido mucho a los suyos porque habían huido de los hijos del sol y desamparando a sus ídolos...” (Alva Ixtlilxóchitl, 1997, t. I:467). Cuando la ciudad es abandonada, Cortés pensó que Cuauhtemoc negociaría la paz, pero se equivocó (Thomas 2004). Mientras avanza Cortés en el sitio, los indígenas se refugian en Tlatelolco13, allá llevan a Huitzilopochtli a un telpochcalli en el barrio de Amáxac, mientras que Cuauhtémoc establece su cuartel en el barrio de Yacacolco, donde actualmente se localiza la iglesia de Santa Ana en la colonia Peralvillo (Anales (1528) 2004, Barlow 1989, Thomas 2004). En Cuahuecatitlan bajo las órdenes de Ecatzin, guerrero tlatelolca14, los mexicas logran uno de los más importantes triunfos, en el que estuvo a punto de ser capturado el propio Cortés. Los prisioneros de esta batalla, incluyendo a sus caballos, se condujeron a un templo en Yacacolco donde fueron sacrificados frente a la horrorizada mirada de sus compañeros españoles (Sahagún 2002 XII, XXXV, Díaz del Castillo 1993, cap. CLII, Cortés 2004, 3ª carta, Durán 2002, tomo I, cap. LXVIII, Muriel 1966, Barlow

13 Quizá convenga ahondar en esta parte ya que será Tlatelolco el lugar a interpretar y éste tomó parte importante en los hechos. Sahagún indica que: “…los indios mexicanos huyeron para Tlatilulco, dexando a la ciudad de México en poder de los españoles. Y los indios del Tlatilulco acudieron a México a hacer guerra a los españoles. Y don Pedro de Alvarado, que estaba todos aquellos días peleando contra los del Tlatilulco…no hizo ninguna cosa, porque los del Tlatilulco se defendieron muy bien por tierra y por el agua.” (Sahagún 2002 XII, XXXII:1215). 14 “Y como oyeron el mandato, luego arremetió a los españoles aquél capitán tlatilulcano que se llamaba Tlapanécatl Ecatzin. Y comenzó a dar voces esforzando a los suyos, y aferró con un español, yndio con él en tierra, y tomáronle los otros soldados que iban con este Tlapanéctal Ecatl.” (Sahagún 2002 XII, XXXIV:1220).

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1989) ¿Habrá sido Cuauhtémoc en calidad de máximo sacerdote quien dirigió la ceremonia sacrificial? El relato Anónimo de los tlatelolcas indica que Cuauhtémoc se encargaba de oficiar los sacrificios: “Le llevaron unos cautivos a Cuauhtemoctzin; pero los tlacatecas que los llevaban no los soltaron, sino que los sujetaron de una y otra parte, y el propio Cuauhtemoctzin les abrió el vientre” (Anales (1528) 2004:115 nota al pie). Sin embargo el sitio continuaba. Cortés estaba interesado en dominar la ciudad haciéndole el menor daño posible, ya que consideraba que sería un gran triunfo entregarle a su rey un imperio en funcionamiento tan eficiente como el mexica (Thomas 2004). Para ello Cortés intentó varias veces utilizar su elocuente seducción dirigida a Cuauhtémoc y los demás principales por separado, obteniendo siempre negativas (Díaz del Castillo 1993, caps. CLIV, CLV, López de Gómara 2000, Durán 2002, tomo I, cap. LXXVII, Cortés 2004, 3ª carta). Muriel reflexiona acerca de la diferencia en perspectiva prehispánica y europea, ya que estos últimos concebían a Cuauhtémoc como un autócrata que podría ser manipulado como lo habían hecho con su primo Motecuhzoma:

“La guerra o la paz no eran para Cuauhtémoc asunto que él fuera a solucionar a voluntad de Cortés. Ya lo vemos en el párrafo de Bernal, ése era asunto que le competía a él como rey, y a los suyos, los de su consejo, como representantes de su pueblo en materia religiosa, militar y política. Cuando él y ellos decidieran, no cuando el conquistador los requiriera, habría paz, aunque ésta fuera la paz de los muertos.” (Muriel 1966:90).

Así, mientras Cortés esperaba que Cuauhtémoc tomara las decisiones individualmente, éste se rige y hasta se somete a los acuerdos que tome en colectivo su consejo de pipiltin (Díaz del Castillo 1993, cap CLIV). A cambio el consejo confía plenamente en Cuauhtémoc, ya que éste demostraba una auténtica preocupación por su gente. Un segundo intento de persuasión de Cortés, que es importante de subrayar, se dirige hacia algunos principales de Tlatelolco ofreciéndoles que

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entreguen a Cuauhtémoc. El argumento ahora radicó en desestimar su liderazgo debido a su juventud y exponer en cambio el creciente poder español, además de recordar hábilmente la rivalidad entre ambos pueblos15. Ante ello los capitanes tlatelolcas se niegan a la traición: “No podemos dejar solo al tenochca, que ha venido a luchar con nosotros” (Anales (1528) 2004:113). Ante la postura inflexible de los mexica, Cortés decide utilizar la fuerza, y sitiar la ciudad, aunque no sin remordimiento, ya que perdería lo que más ambicionaba:

“La evidente decisión de los mexicas de luchar hasta la muerte convenció a Cortés de dos amargas realidades: primero que él y sus camaradas no recobrarían nada o muy poco del oro y otras riquezas perdidas en la noche triste, y segundo, y más importante, que dada la resistencia mexicana, no quedaba otra alternativa que destruir la ciudad.” (Thomas 2004:676).

La guerra continuó, algunos pueblos del sur de la cuenca se sumaron a la defensa (Sahagún 2002 XII, XXXIII). Es interesante notar que las reglas diplomáticas y el “arte de hablar” no se perdían ni en los peores momentos. Con estas elocuentes palabras se sumaron los aliados a la defensa en Tlatelolco:

“Señor nuestro, venimos a socorreros en esta necesidad. Y para esto somos enviados de nuestros mayores, para pagar la deuda que debemos. Y para esto hemos traído, y están aquí presentes, los mejores soldados que entre nosotros hay, para que ayuden por agua y por tierra.” (Sahagún XII, XXXIII:1217).

15 “Les dijo Malintzin: “Escuchad esto dice el Capitán: ¿Qué piensan los mexicas? ¿Es todavía un niño Cuauhtémoc? ¿No tiene compasión de niños y mujeres?; y también los ancianos están muriendo. Ved aquí a los tlatoque de Tlaxcallan, de Huexotzinco, de Cholollan, de Chalco, de Acolhuacan, de Cuauhnáhuac, de Xochimilco, de Mízquic, de Cuitláhuac y de Colhuacan. Les dijo [también]: Mucho abusó el tenochca de los pueblos; por eso se afligió el corazón de los tlatoque. Y agregó: Que dejen sóo al tenochca, para que sólo perezca ¿Acaso no le duele al corazón de los tlatelolcas el haber perecido, el que de ellos se haya abusado?” (...) Después de escuchar [los tlatelolcas] respondieron: “¿Y dónde hallaremos a quienes están buscando? No parece fácil, pero lo intentaremos”. Esto se habló acerca de los tenochcas en aquel encuentro. Mas cuando ya iban en la canoa, [los tlatelolcas] gritaron: “!No podemos dejar solo al tenochca, que ha venido a luchar junto a nosotros!”.” (Anales (1528) 2004:111, 113).

204 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

Esta misma elocuencia la demostraría Cuauhtémoc más adelante en dos momentos cruciales: cuando es presentado cautivo ante Cortés y cuando es condenado a muerte (Eduardo Matos, comunicación personal , enero 2010). En ambos es el primero en hablar, ya que como Huey tlatoani, es aquél que “tiene la palabra”, “el que habla” (Matos 1996a:118). En Tlatelolco capitanes como Temilotzin y Coyohuehuetzin, el tlacochcálcatl de Tlatelolco, dirigían el combate. La defensa fue difícil a pesar del valor demostrado por algunos guerreros como Huizilhuatzin, quien se mantiene estoico ante los embates españoles (Muriel 1966). Cuauhtémoc ordenó entonces, lo que ahora se conoce como “guerra total” que consiste en que en un caso extraordinario toda la población, incluyendo mujeres y niños participen en la batalla (Angulo en Ledesma 2007):

“Entonces perecieron los tlatelolcas, los valerosos capitanes; se dejó de combatir, y se dio por terminada [la guerra]. Pero las mujeres tlatelolcas siguieron combatiendo, repartían golpes, y lograron hacer cautivos; empuñaron las armas, y se alzaban las naguas para poder perseguir [a los enemigos].” (Anales (1528) 2004:113)16.

Sin embargo, la derrota es inminente, los invasores rompieron el cerco de Tlatelolco y su Huey teocalli fue incendiado. Después de 75 días de resistencia según Cortés y 93 según Bernal Díaz del Castillo, finalmente son vencidos los mexicas (Martínez 1993). Existen divisiones sobre lo que ocurrió después. Algunos cronistas refieren que Cuauhtémoc intentó escapar en una barca que fue interceptada por los españoles (Díaz del Castillo 1993, cap. CLVI, López de Gómara 2000, Durán 2002, tomo I, cap LXXVII, Cortés 2004, 3ª Carta, Alva Ixtlilxóchitl 1997, tomo I). Sin embargo la versión indígena indica que éste se entregó, de acuerdo a las

16 Años después López de Gómara rescatará un cuadro similar y hablará así de las mujeres mexicas: “Alaban mucho a las mujeres mexicanas, y no porque se estuvieron con sus maridos y padres, sino por lo mucho que trabajaron en servir a los enfermos, en curar a los heridos, en hacer hondas y labrar piedras para tirar, y hasta en pelear desde las azoteas; que tan buena pedrada daban ellas como ellos.” (López de Gómara 2000:318).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 205 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

decisiones del Consejo17. Lo modernos investigadores también están divididos (Muriel 1966, Urrutia y Libura 1999, Smith 2003, Thomas 2004, Soustelle 2006). Sin embargo nos inclinamos por la versión indígena, que sostiene que se entregó para negociar con Cortés los tributos que habrían de pagar. Consideramos, al igual que Urrutia y Libura (1999) que es clave tomar en cuenta las condiciones de Cuauhtémoc y los demás capitanes en este momento, ya que vestían mantas de maguey sin portar insignia alguna:

“Al parecer éstos [los mexicas] no entendieron el cambio radical que les esperaba, y probablemente pensaban que su rendición sólo dependía de una negociación sobre la cantidad de tributo que debería pagar. Distintos resultaron ser los fines de la guerra; distintas también las formas de redención. ....¿Cómo se prendió a Cuauhtémoc? ¿Huyendo ricamente ataviado con su séquito, o yéndose a entregar en una simple canoa y con el vestido roto, como alguien que reconoce su derrota?” (Urrutia y Libura 1999:248).

Cuauhtémoc y su consejo aún se manejaban bajo la perspectiva indígena, y suponemos que esperaban no perder sus usos y costumbres a cambio del pago de tributo al nuevo rey español: “Pero lo que tal vez él no pensó fue que una rendición ante Cortés era la rendición ante una cultura y civilización radicalmente distinta a la indígena... Una sustituiría a la otra.” (Muriel 1966:98). A continuación ocurre un evento que será rememorado una y otra vez: vencido y vencedor se encuentran. Ocurre uno de los más dramáticos choques entre la perspectiva prehispánica y la europea. Cuauhtémoc se presenta ante Cortés y sin perder su investidura de tlatoani es el primero en enunciar palabra, ya que está “Acostumbrado a hablar para que los demás lo escuchen…” (Matos

17 “Es muy verosímile que el capitán don Hernando Cortés había enviado muchos mensajeros al señor de México, Cuauhtemoctzin, para que se rendiesen antes que los matasen a todos, pues ya no tenían ningún remedio. Y en este punto en que estaba agora el negocio de la guerra es cosa muy cierta que ya el señor de México, Cuauhtemoctzin, había dado la palabra a los mensajeros de capitán don Hernando Cortés que se quería rendir... Cuauhtemoctzin, con todos los principales que con él estaban, viniéronse a donde estaba el marqués, en canoas. (…) Y cuando le llevaban a la presencia del capitán don Hernando Cortés, comenzaron toda la gente mexicana que estaba en el corral diciendo: “Ya va nuestro señor rey a ponerse en las manos de los dioses españoles.”.” (Sahagún lib. XII, cap. XXXIX:1231-1232).

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1996a:183). Entonces le dirige las históricas palabras reportadas por Bernal Díaz: “Señor Malinche, ya he hecho lo que soy obligado en defensa de mi ciudad, y no puedo más, y pues vengo por fuerza y preso ante tu persona y poder, toma este puñal que tienes en la cinta y mátame luego con él.” (Díaz del Castillo 1993, cap. CLVI:78-79)18. Aunque Muriel (1966) indica que ninguna versión indígena refiere el evento, es posible que éste haya sido solo testificado por los españoles. Esta reacción para la visión occidental es de un romántico heroísmo, sin embargo a los ojos mesoamericanos fue la entrega de un guerrero vencido que pide su sacrificio ritual:

“Para los mexicas el ser prisionero de guerra implicaba la muerte por sacrificio ante sus dioses. Eso es lo que pide el joven guerrero: morir en sacrificio para acompañar al Sol desde el oriente hasta el medio día. Cortés no lo entiende así... y lo perdona.” (Matos 1996a:183).

Quizá el malentendido aumentó si consideramos que este diálogo se daba con dos intermediarios: Malintzin y Gerónimo de Aguilar, los “traductores” quienes al pasar el mensaje pudieron cambiar el término de “sacrificio” a “muerte” (Eduardo Matos, comunicación personal enero 2010). Entonces Cuauhtémoc enfrentó su segunda desgracia, la primera fue perder su imperio, la segunda consistió en no permitírsele cumplir su ciclo como guerrero y morir sacrificado (Eduardo Matos, comunicación personal enero 2010). Sin comprender la cosmovisión mesoamericana, Cortés actúa bajo reglas distintas: “La sociedad medieval elaboró un complejo código caballeresco entre cuyas reglas estaba la obligación de ser generoso frente al enemigo vencido. El

18 La versión de Cortés es similar: “...llegóse a mí y díjome en su lengua que ya él había hecho todo lo que de su parte era obligado para defenderse a sí y a los suyos hasta venir en aquel estado, que ahora hiciese de él lo que yo quisiese; y puso la mano en un puñal que yo tenía, diciéndome que le diese de puñaladas y le matase. Y yo le animé y le dije que no tuviese temor ninguno; y así preso este señor, luego en ese punto cesó la guerra, a la cual plugo a Dios Nuestro Señor dar conclusión martes, día de San Hipólito, que fueron 13 de agosto de 1521 años.” (Cortés 2004, 3ª carta:189).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 207 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

comportamiento de Cortés durante la entrega de Cuauhtémoc corresponde a estas reglas.” (Urrutia & Libura 1999:138). Sin embargo, la misericordia medieval católica sucumbe pronto ante la avaricia. Un día después de su captura, Cortés consiente a su tortura junto con otros capitanes militares y los tlatoque de Tacuba y Texcoco –Tetlepanquetzal y Coanacoch. Este acto respondió a varias intenciones. Por un lado Cortés se enfrentaba a la inconformidad de sus soldados, ya que la parte que les correspondió del botín era una cantidad miserable ante lo que les habían prometido y lo que ellos mismos se habían ilusionado después del oro que habían visto en la ciudad un año antes:

“...no se halló en México todo el oro que primeramente tuvieron los nuestros, ni rastro del tesoro de Moctezuma, que tenía gran fama, de lo que mucho se lamentaban los españoles pues pensaban, cuando acabaron de ganar México, hallar un gran tesoro o al menos que hallaran cuando perdieron al huir de tal ciudad. Cortés se maravillaba de que ningún indio le descubría oro ni plata.” (López de Gómara 2000:320-321).

Entonces comenzaron las murmuraciones acerca de que Cortés había escondido parte del botín y exigieron el oro que sus ojos habían visto un año antes. Ante esta situación, Cuauhtémoc, resultó la víctima expiatoria idónea y se le tortura para que confiese dónde quedó el oro (Martínez 1993). Habrá que agregar que quizá también fue un castigo ejemplar ante los que pretendieran rebelarse; menciona Martínez (1993), basado en la relación de Michoacán, que Cuauhtémoc fue mostrado como ejemplo de escarmiento al cazonci michoacano19. La tortura se lleva acabo en la casa de Ahuitzotzin en Acatliyacapan y consistió básicamente en derramarles aceite hirviendo en los pies (Anales (1528) 2004:121). Es probable que no haya sido el único tormento, el doctor Alonso de

19 Vale la pena retomar la cita de la mencionada Relación: “Seas bienvenido, no recibas pena. Anda a ver lo que hizo un hijo de Montezuma; allí lo tenemos preso porque sacrificó muchos de nosotros...Y fue a ver el hijo de Montezuma y tenía quemados los pies y dijéronle: ¿Ya le has visto cómo está por lo que hizo? No seas tú malo como él.” (Martínez 1993:337).

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Ojeda, en el Juicio de Residencia contra Cortés, declara que no sólo curó los pies del monarca, sino también sus manos (Martínez 1993). Todas las fuentes coinciden en el estoicismo con el que Cuauhtemoc soportó la tortura. ¿Qué confesó Cuauhtemoc, o los demás indígenas, durante el tormento? Ésta es una de las grandes incógnitas de la historia. Las respuestas son variadas de acuerdo a las fuentes. Tlatelolcas y tenochcas se culpan mutuamente de haberlo recogido y guardado para sí; otros indicaban que lo que se había recuperado en las barcas interceptadas era lo único que había sobrevivido. La más repetida indicaba que lo habían lanzado al lago (Díaz del Castillo 1993, cap. CLVII, Durán 2002, tomo I, cap. LXXVIII). El señor de Tacuba declara en vano al no soportar la tortura y mientras lo llevan hacia el lugar del supuesto escondite, se sincera ante Bernal Díaz y otros soldados y les pide su muerte (Díaz del Castillo 1993, cap CLVII). Muriel (1966) indica que los testigos más cercanos al momento no declaran información alguna que los llevara al descubrimiento del oro. Cuando Cuauhtémoc y los demás indígenas, según Díaz del Castillo (Díaz 1993, cap. CLVII), confiesan haberlo arrojado a la laguna, se ordenan búsquedas por expertos nadadores, pero no se halló rastro alguno del oro perdido. Cuauhtémoc, aunque malherido, sobrevivió la tortura. Cortés lo utilizó para regir a la población indígena sobreviviente que sería reubicada en Tlatelolco durante la reconfiguración de la ciudad (Cortés 2004, 4ª carta)20. Es preciso indicar que la población no fue sumisa después de la derrota, Alva Ixtlilxóchitl21 relata que hubieron rebeliones y motines indígenas que tuvieron que ser controlados con mano dura.

20 “Que se marchen, que vayan a decir a sus señores: Me han hecho merced. Quizá es verdad que está sufriendo la gente por los abusos; que vayan y se asienten en sus tierras. Diréis también a los señores de Tlatelolco: Que nadie se asiente en Tenochtitlan, porque es la conquista de los teules. Que se vayan a sus casas.” (Anales (1528) 2004:121). 21 “Los señores mexicanos que habían escapado de la guerra de México, viendo a su rey Quauhtémoc atormentado por el tesoro, se amotinaron y que aínas se alzaron otra vez contra Cortés, como se le dijo Ixtlilxúchitl, el cual con tiempo lo remedió y fueron presos los mas culpados...” (Alva Ixtlilxóchitl 1997, tomo I:484).

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 209 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

Cuauhtémoc nunca dejó de ser prisionero de Cortés22, aunque aprovechó el poco poder que retenía para proteger, en la medida de sus posibilidades, a su pueblo. Díaz del Castillo, por ejemplo relata que una de sus primeras acciones fue pedir oficialmente que las mujeres indígenas cautivas después de la guerra les fueran regresadas a sus familias (Díaz del Castillo 1993, cap. CLVII, Durán 2002, tomo I, cap. LXXVII). Durante su corta gubernatura ordenó uno de los registros más importantes para la arqueología, su famosa Ordenanza. Ésta es una copia de un plano más antiguo en el que se delimitaban los límites territoriales de Tlatelolco y el espacio al que tenía derecho para la pesca. La copia se realiza a fin de defender legalmente las fronteras del pueblo (Barlow 1989). En pocas palabras Cuauhtémoc, se vuelve un intermediario que buscaba proteger a su pueblo ante la autoridad de Cortés (Muriel 1966, Barlow 1989). Como hemos mencionado, el resto de su vida fue constantemente vigilado por Cortés. Como gobernador de Tlatelolco debió reorganizar la vida indígena y ser testigo de la lenta remodelación de su antigua ciudad y del surgimiento de la nueva sociedad. Cuauhtémoc estuvo desde un principio en contacto directo con las nuevas ideas religiosas. Formó parte de la comitiva que recibiría a los nuevos líderes espirituales de la Nueva España y fue precisamente en Tlatelolco donde se asentó uno de los lugares más importantes para la evangelización: El Colegio de la Santa Cruz (Díaz del Castillo 1993, cap. CLXXI). Respecto al contacto con la nueva religión, tenemos pocas pistas sobre su reacción. Como hemos indicado previamente, en los alegatos novohispanos se menciona a Don Diego de Mendoza Austria y Moctezuma como hijo de Don Fernando Cortés Cuauhtémoc (Muriel 1966). El que aparezca con el nombre de

22 “Porque como siempre deseé que esa ciudad se reedificase, por la grandeza y maravilloso asiento de ella, ...y aunque siempre he tenido y tengo al señor de ella preso, hice a un capitán general que en la guerra tenía, y yo conocía del tiempo de Mutezuma, que tomase cargo de la tornar a poblar...” (Cortés 2004, 4ª Carta: 229). Alva Ixtlilxóchitl reporta algo similar: “...porque los reyes Quauhtémoc y Tetlepanquetzatzin, demás de que estaban presos, no se entremetían en las cosas del gobierno de sus reinos.” (Alva 1997, tomo I:494-495).

210 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

Fernando sugiere que en algún momento fue bautizado. Muriel (1966) indica que algunas crónicas (Alva Ixtlilxóchitl 1997, t. II: 177, Tezozomoc 1949, 338-339) reportan que sí fue bautizado con el nombre de Hernando –o Fernando— de Alvarado lo que sugiere que Cortés y Alvarado fueron sus padrinos. Igualmente, se reporta que previo a su muerte fue confesado, clave que manifiesta su bautizo previo. No obstante, el que haya sido bautizado no es garantía de que haya aceptado el catolicismo. Debemos recordar que fue educado en el Calmecac, donde se les aleccionaba dentro de una compleja cosmovisión que hacía muy difícil un cambio de fe. Por ello, si bien pudo aceptar el bautismo, es poco probable que haya abrazado voluntariamente la fe cristiana:

“Para Cuauhtémoc convertirse al cristianismo implicaba abdicar hasta de sí mismo, y esto era muy difícil en un hombre con la estructura psicológica y moral de Cuauhtémoc. La profundidad de estos problemas es tanta, que sería una ligereza inadmisible aceptar que Cuauhtémoc se hizo cristiano, por el solo hecho, un tanto dudoso, de que haya sido bautizado.” (Muriel 1966:106-107).

Por otro lado, al parecer el carácter indómito de Cuauhtémoc nunca fue sofocado como Cortés mismo reporta: “...Guatemucin, señor que fué de esta ciudad de Tenuxtitan, a quien yo después que la gané he tenido preso, teniéndole por hombre bullicioso...” (Cortés 2004, 5ª carta:262).

Los últimos días La obscuridad en la información persiguió a Cuauhtémoc hasta el final de sus días. Aunque algo es seguro: no pudo descansar en el lugar que con tantos esfuerzos defendió. Cortés lo lleva consigo en 1524 a una expedición a las Hibueras (Honduras), junto con otros capitanes mexicas—Ecatzin y Temilotzin— y los tlatoque de Texcoco y Tlacopan, ya que temía que organizaran una rebelión. La expedición, que iba persiguiendo a Cristóbal de Olid, resulta un “...despeñadero de desgracias, crímenes y acciones finalmente inútiles.” (Martínez 1993:417). Lo

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agreste del terreno y la poca hospitalidad de los indígenas provocan un sinnúmero de bajas y la desorientación del grupo. A mitad del camino, Cortés se entera de que se está planeando una traición en su contra y que el principal conjurador es Cuauhtémoc. Lo somete a juicio y “sin haber más probanzas” como denuncia Bernal Díaz, Cortés lo declara culpable, sentenciándolo a muerte. Esta decisión fue mal tomada por muchos de la comitiva, aunque finalmente ejecutada (Díaz del Castillo 1993, cap. CLXXVII, López de Gómara 2000, Durán 2002, t. I, cap. LXXVIII, Cortés 2004, 5ª carta, Alva Ixtlilxóchitl 1997, t. I). La bruma se cierne sobre Cuauhtémoc, nuevamente, en el último capítulo de su vida. No sabemos si la acusación fue verídica o sólo un pretexto para eliminar al prisionero incómodo:

“Pensemos en lo difícil que sería cruzar aquellas zonas que se iban recorriendo gracias a mapas mandados a hacer por Cuauhtémoc, que era el enemigo. Pensemos después lo que debe de haber sido para los españoles encontrarse, como se encontraban, constantemente perdidos en aquellas imponentes selvas...Para Cuauhtémoc la oportunidad de acabar con su enemigo no era de desperdiciar. A su carácter indómito, a su orgullo de raza... sentaba más la rebelión que la sumisión total y definitiva.” (Muriel 1966: 109-110).23

Sin embargo también es posible que la traición sólo estuviera en la mente de los españoles y que Cuauhtémoc hubiera descartado la posibilidad de rebelión desde hacía tiempo atrás: “¿Estaba ya tan decepcionado por tanta traición de los pueblos indígenas y tan deshecho por los sufrimientos, que no osaba pensar en ella?” (Muriel 1966:110). Ixtlilxóchitl en una declaración extrañamente agresiva asienta: “Claramente parece, como es notorio, que Quauhtémoc y los demás señores murieron sin culpa y que les levantaron falso testimonio, pues jamás sus vasallos se alzaron ni tomaron armas contra los españoles... pero los que

23 Existe un dato interesante relatado en los Anales de Tlatelolco (2004), que indica que Cuauhtémoc sospechaba que lo iban a llevar a España.

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describen o dijeren, que Quauhtémoc y los demás fueron muertos porque querían matar a los españoles les levantan este testimonio; cuento más, como es notorio, lo dicen por encubrir sus maldades y traiciones...” (Alva Ixtlilxóchitl 1997, t. I:496- 497). En este punto queremos agregar a la discusión un elemento que nos parece familiar a otros dos ocurridos previamente: las matanzas de Cholula y del Templo Mayor de Tenochtitlan. En los tres eventos se manejó el mismo tipo de argumento: el descubrimiento de una conspiración provoca, en justa defensa, asesinatos que de otra manera resultarían reprobables. No debemos pasar por alto que todos estos eventos inclinaron la balanza a favor de los invasores. Por ello, consideramos que si bien a Cuauhtémoc le debió pasar por la cabeza aprovechar el desastre de esta expedición, la razón de su asesinato debió ser otra y se cubrió bajo un argumento que ya les había dado buenos resultados en situaciones controvertidas. Matos (2011) indica que Cortés ya desde un inicio recelaba de Cuauhtémoc a juzgar por las razones que él mismo declara en sus Cartas de Relación, ya que temía que si dejaba a Cuauhtémoc en la capital de la Nueva España éste pudiera organizar una rebelión. No obstante el momento crítico, Cuauhtémoc no olvida su rol de tlatoani y por última vez es el primero en hablar tras oír la sentencia a muerte: “ “!Oh Malinche: días había que yo tenía entendido questa muerte me habías de dar e había conoscido tus falsas palabras, porque me matas sin justicia! Dios te la demande, pues yo no me la di cuando te me entregaste en mi ciudad de Méjico.”.” (Díaz del Castillo 1993, cap. CLXXVII:202). El lugar de la sentencia y muerte se realizó en la provincia de Acalán (Cortés 2004, 5ª carta). Las propuestas modernas indican que su muerte debió ocurrir cerca de la capital de Acalán, Itzamkanac, ahora conocido como el sitio arqueológico El Tigre, en Campeche; pudiendo ser en cualquiera de los pueblos de Teutiercas o T´axahá (Vargas 2001). La mayoría de las fuentes indican que murió junto a los tlatoque de Tacuba y Texcoco –Coanacoch y Tetlepanquetzal—el 28 de febrero de 1525.

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Sobre la forma en que murió tampoco hay uniformidad en los relatos, algunos refieren que fue ahorcado, mientras que otros indican que fue decapitado y su cuerpo colgado de los pies (Tezozomoc 1949, 339, Vargas 2001). El destino final de sus restos causó una de las más grandes polémicas del siglo XX en la arqueología mexicana, digna de un análisis de corte epistemológico (Matos 1980, 2006b). Sin embargo, aún no tenemos rastros de dónde descansan los tlatoque. Ninguno de los españoles da cuentas de su destino final, ya que sus cuerpos fueron abandonados en el lugar de la ejecución. Dudamos que hayan sido sepultados bajo la tradición cristiana si los cadáveres fueron dejados sin supervisión española. Es más probable que les haya dado el tratamiento de tlatoque y hayan cremado sus restos (Soustelle 2006)24.

Sin lugar a dudas la figura de Cuauhtemoc fue una pieza clave en el desarrollo de los acontecimientos que marcarían para siempre el rumbo de este país. Por ello ha sido un personaje cuasi divinizado por varias generaciones y en ocasiones utilizado por intereses políticos manipuladores (Toscano 1980). Ha sido objeto de poemas, canciones, libros y novelas, nombres de calles, escuelas y pueblos. Sin embargo se ha convertido para muchos en héroe intocable, parte de mitos new age que pretenden otorgarle cualidades de las que el mismo Cuauhtémoc se habría sorprendido. Es por ello que juzgamos un deber de la divulgación científica el mostrar a actores históricos tan importantes como Cuauhtémoc sin ocultar elementos de su historia que podrían resultar incómodos bajo nuestra perspectiva occidental como los sacrificios humanos y la utilización de la violencia para mantener el poder. Además de mostrarlos dentro del parámetro social en el que se encontraban. Es

24 Sahagún relata, por ejemplo, lo que ocurrió cuando son hallados durante la Noche Triste los cuerpos abandonados de Motecuhzoma y el tlacochcálcatl de Tlatelolco: “Y después que conocieron los que los hallaron que eran ellos, dieron mandado y alzáronlos de allí y lleváronlos a un oratorio que llamaban Copulco, y hiciéronlos allí las ceremonias que solían hacer a los difuntos de gran valor. Y después los quemaron como acostumbraban hacer a todos los señores, y hicieron todas las solemnidades que solían hacer en este caso.” (Sahagún 2002 XII, XXIII).

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obligación del científico satisfacer el derecho de la sociedad de conocer su historia.

La suave patria (fragmento) Ramón López Velarde

Joven abuelo: escúchame loarte, único héroe a la altura del arte.

Anacrónicamente, absurdamente, a tu nopal inclínase el rosal; al idioma del blanco, tú lo imantas y es surtidor de católica fuente que de responsos llena el victorial zócalo de cenizas de tus plantas.

No como a César el rubor patricio te cubre el rostro en medio del suplicio; tu cabeza desnuda se nos queda, hemisféricamente de moneda.

Moneda espiritual en que se fragua todo lo que sufriste: la piragua prisionera, al azoro de tus crías, el sollozar de tus mitologías, la Malinche, los ídolos a nado, y por encima, haberte desatado del pecho curvo de la emperatriz como del pecho de una codorniz.

2. El tesoro de los mexicas En medio del drama de la derrota de los mexica y el nacimiento de la Nueva España ocurre un episodio que se convertirá en leyenda, llegando hasta nuestros días: un legendario tesoro que fue acumulado por los españoles durante su estadía en los palacios de Motecuhzoma y se perdió durante su huída en la Noche triste. Lo que ocurrió después trajo un sinnúmero de desgracias para muchas personas. Los intentos por recuperarlo rayaron en el crimen y sacaron a

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relucir lo peor de las pasiones humanas. Sin embargo, el oro nunca se recuperó y dio paso a la leyenda que aún subyace en el inconsciente colectivo:

“Se afirma que el destello del oro ha cegado siempre a los hombres y es por ello que se le considera un metal “maldito”, por todos los males que acarrea, y no es de extrañar lo que pasó y sigue pasando en derredor del legendario tesoro del… palacio del tlahtoani Axayacatzin, también conocido como de Moctezuma, dado el hecho de haberlo donado al emperador Carlos I…, de Cuitláhuac, por haber sido el rey que lo recuperó en la cortada llamada toltecapan y de Cuauhtémoc porque fue a él a quien se lo reclamaron.” (González Rul 1994:9)

Nuestra historia comienza en el momento en que Cortés se aloja en los Palacios tenochcas por invitación de Motecuhzoma. “Husmeando en el palacio de Axayácatl”, parafraseando a Toscano, los españoles dan con una puerta sellada, la abren y dentro se encuentran un tesoro formidable para sus ojos:

“Y desque fue abierta y Cortés con ciertos capitanes entraron primero dentro y vieron tanto número de joyas de oro e en planchas, y tejuelos muchos y piedras de chalchivis y otras muy grandes riquezas, quedaron enlevados y no supieron qué decir de tanta riqueza.” (Díaz del Castillo 1993 cap. XCIII:224)25.

Al parecer habían dado con una bodega donde se guardaba el tesoro acumulado por los distintos dirigentes mexicas, como lo refiere Durán:

25 Durán relata el descubrimiento de manera más detallada: “...hallaron una gran pieza y espaciosa, en medio de la cual estaba un monton de oro y joyas y piedras preciosas y ricas,...Juntamente abía en esta pieza gran cantidad de rimeros de mantas riquísimas y de aderezos de mugeres: abía colgadas por las paredes mucho número de rodelas y armas y divisas de ricas hechuras y colores: abía muchos rimeros de basijas de oro, de platos y escudillas hechos á su modo, en que los reyes comían, especialmente cuatro platos grandes, hechos á manera de fuentes, todos de oro muy labrados y ricos, tan grandes como grandes rodelas, y estaban tan llenos de polvo que daban á entender aber muchos dias que no servían. Había muchas xícaras de oro que servian de beber cacao, hechas y labradas á la mesma manera que las de calabaza...abía en los rincones del aposento muchas piedras por labrar de todo genero de piedras preciosas; en fin había en este aposento la mayor riqueza que jamás se había visto...” (Durán 2002, tomo I, cap. LXXIV:614-615).

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“...no era cosa adquirida por Montezuma, ni cosa de que él se pudiese aprovechar, porque era el tesoro que todos los reyes sus antepasados iban dexando; de lo cual el rey que entraba no se podia aprovechar; y así, en muriendo el rey, ese mesmo día que moría todo el tesoro que dexaba de oro, piedras, plumas y armas, finalmente toda su recámara se metía en aquella pieza y se guardaba con mucho cuidado, como cosa sagrada y de dioses...y así se estaba allí aquello como tesoro de la ciudad y grandeza della” (Durán, t. I, cap. LXXIV:614-615).

Cortés manda sellar nuevamente la pieza “hasta ver otro tiempo” según Bernal Díaz del Castillo, aunque ninguno de los invasores podía quitarse de la mente el fulgor que vieron en aquella sala. Curiosamente es después de este descubrimiento que los españoles deciden aprehender a Motecuhzoma (Díaz del Castillo 1993 cap. XCIII), argumentando que temían por su seguridad (Cortés 2004, 2ª carta)26. Cuando Motecuhzoma, ya cautivo, se entera de que se ha descubierto la pieza del tesoro, lo regala al emperador europeo (Díaz del Castillo 1993 cap CIV, González Rul 1994). Una vez habiéndose apoderado “legalmente” de las joyas del palacio de Axayácatl, los españoles se dedican a colectar todo el oro posible para mandar fundirlo después:

“Y él [Motecuhzoma] los llevó a una sala que se llamaba teucalco, donde tenían todos los plumajes ricos y otras joyas muchas de pluma, y de oro y de piedras. Y luego los sacaron delante dellos. Comenzaron los españoles a quitar el oro de los plumajes y de las rodelas, y de los otros atavíos del areito que allí estaban, y por quitar el oro destruyeron todos los plumajes y joyas ricas. Y el oro fundiéronlo y hicieron barretas.” (Sahagún 2002 XII, VI:1191).27

26 Es interesante hacer notar que Cortés no refiere el hallazgo de dicha pieza. Martínez sugiere que fue encubierta bajo la mención de unos obsequios que Motecuhzoma le hace a Cortés justo antes de su aprehensión: “...y después de le haber hablado en burlas y cosas de placer y de haberme él dado algunas joyas de oro y una hija suya, y otras hijas de señores a algunos de mi compañía...” (Cortés, 2004, 2ª Carta:61). 27 Nuevamente Cortés no menciona nada de esto, argumentando que el oro recabado se le pidió a Motecuhzoma y éste mandó colectarlo de sus provincias sujetas, acumulando para el quinto real una cifra que reporta en: “treinta y dos mil y cuatrocientos y tantos pesos de oro, sin

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Era tanto el oro que tardaron 3 días en desprenderlo y fundirlo en barras y tejos de unos tres dedos de ancho, de acuerdo a lo que relata Bernal Díaz del Castillo. El valor de lo fundido se calculó en poco más de 600 000 pesos sin contar las demás joyas y piedras preciosas de los objetos suntuarios con que solían adornarlos los mexicas (Díaz del Castillo 1993 cap. CIV). González Rul (1994), realizando arqueología experimental calculó que 700 000 pesos en oro pudieron equivaler a 2450 kg, es decir de 1225 a 4900 tejuelos de oro, teniendo en cuenta que se han encontrado tejos que pesan desde 0.5 kg hasta cerca de los 2 kg. En este momento comienzan los problemas entre los españoles. De todo el oro, se tomó el Quinto Real y otra quinta parte la tomó para sí Cortés, no sin objeciones de los demás españoles; el resto se repartiría a los soldados y clérigos de acuerdo a su jerarquía. Sin embargo comienzan las denuncias por una repartición inequitativa y las sospechas de que Cortés y sus hombres cercanos habían escondido buena parte del oro antes de la repartición (Díaz del Castillo 1993 caps. CIV-CV, González Rul 1994). Es después de esta cuenta y repartición que entre los españoles “…empezaron los males conectados con la maldición del oro, ya que la codicia, la ambición, el hurto, el dolor y la pasión del juego, hicieron su aparición.” (González Rul 1994:11-12). Los españoles una vez recibida su parte mostraron poca moderación, algunos mandaron fraguar vistosas cadenas de oro y otros más lo apostaron en juegos de azar (Díaz del Castillo 1993, cap. CV). Esta nada discreta ansia por el oro debió llamar la atención de los indígenas como bien intuye González Rul:

“Aquí vale la pena reflexionar sobre el punto de vista de los españoles y los indígenas, ya que los primeros, que estaban bajo la influencia de las leyes y cuentos europeos, veían

todas las joyas de oro y plata, y plumajes y piedras y otras muchas cosas de valor...que podrían valer cien mil ducados y más suma.” (Cortés 2004, 2ª carta:70).

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la posesión del oro como una meta de riqueza personal, mientras que los indígenas, que habían tenido hasta ese momento un concepto diferente del oro y lo consideraban menos valioso que el chalchihuitl, debieron empezar a preguntarse cuál pudiera ser el verdadero valor del metal áureo, que tan codiciado era para los españoles, hasta el punto de hacerlos afrontar riesgos y pasar trabajos para poseerlo.” (González Rul 1994:25).

En esta cita, Francisco González logra un acierto al indicar que el concepto de lo que era valioso difería entre las poblaciones indígenas y europeas. Bajo la perspectiva de la arqueología social esto se explica por que corresponden a formaciones económicas distintas. Mientras que los españoles pertenecían a un modo feudal donde la clase explotadora es propietaria de la tierra, de cuya renta obtiene el excedente que enajena. La sociedad mexica pertenecía a una formación clasista inicial en la que la fuerza de trabajo es el elemento más importante en la producción y ésta es propiedad de la clase explotadora (Bate 1984). De ahí que, mientras que el español busca hacerse de tierras y de prebendas cedidas por la Corona, el pilli mexica buscaba mantener bajo su tutela al mayor número de personas para disponer de su fuerza de trabajo y así apropiarse del excedente bajo la forma del tributo en especie o en trabajo vivo. En el caso de los mexica, la clase pilli era propietaria exclusiva de ciertos bienes de prestigio como los chalchihuites, las plumas de ave y las mantas de algodón. Los chalchíhuitl en particular eran valiosos, cuando Motecuhzoma “ofrece”, una vez que está preso, al rey de España sus legendarios regalos, les aclara a los españoles: “..y también yo os daré unas piedras muy ricas que le envíes en mi nombre, que son chachivis, que no son para dar a otras personas sino para ese vuestro gran señor, que vale cada una piedra dos cargos de oro...” (Díaz del Castillo 1993, cap CIV:254). En las sociedades clasistas iniciales, una de las estrategias más utilizadas para que la clase explotadora enajenara el excedente de los productores sin necesidad de utilizar la violencia de manera consuetudinaria y evitar rebeliones

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fue utilizar una ideología que justificara el rompimiento de las reglas de reciprocidad característico de las antiguas sociedades primitivas. De acuerdo a Felipe Bate (1984) la clase dominante manipuló la noción del beneficio mutuo en el intercambio recíproco al ofrecer servicios que aparentemente sin su mediación no podrían ocurrir y que resultan en beneficios para la colectividad, como el “control” de la lluvia, para el caso de los agricultores. En ese momento, la religión se torna un instrumento de dominación:

“…los sacerdotes que ofician los ritos ya no son los representantes de los intereses de las comunidades ante las “divinidades” sino los representantes de los dioses ante las comunidades, e intercambian con éstas productos materiales y fuerza de trabajo por servicios “espirituales”.” (Bate 1984:79).

En el caso de los mexicas, uno de los objetos más preciados eran las representaciones sagradas de sus dioses. Las más importantes eran los llamados tlaquimilolli, conocidos entre los especialistas como bultos o envoltorios sagrados. Éstos consistían en:

“...reliquias que el dios patrono entregaba a su pueblo, y servían también como medio de enlace. Algunos pueblos los habían obtenido como don desde su lugar de origen; otros los habían encontrado durante la peregrinación, como dice la historia de aquellos dos envoltorios que hallaron los mexicanos...” (López Austin 1998:58).

Los bultos sagrados se componían de reliquias de dioses y héroes míticos patrones de cierta comunidad. Entre mantas se reunían huesos, piedras, lanzas, algún elemento relacionado con la deidad, y parte de su ropaje. De hecho su etimología se desprende del verbo náhuatl quimiloa o “envolver algo en manta”, aludiendo a su condición de envoltorio que en un inicio pudo ser hecho con la ropa y atavíos divinos. En el caso de Huitzilopochtli, por ejemplo se ha considerado que estaba formado por los huesos del héroe mítico y parte de su vestimenta como su maxtlatl y xicolli (Olivier 2004).

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Estos bultos servían como prueba material de la divinidad en el mundo humano. De acuerdo a Olivier (2004), se manejaban como móviles de comunicación entre los dioses y los hombres y al ser un legado para la comunidad revestían de un simbolismo de poder para los fieles en el que anclaban su identidad. Visto de esta forma, el bulto sagrado era la materialización de la identidad del pueblo y de su alianza con lo divino. Su acceso era restringido, y solamente sacerdotes especiales podían tener contacto con el envoltorio. El tlaquimilolli mexica de Huitzilopochtli se encontraba resguardado en el Tlacatecco-Tlacochcalco Quauhquiauac, edificio cercano al Huey Teocalli donde ocurrían las ceremonias para la entronización de los nuevos Tlaloque, y también sus exequias. La ubicación no es gratuita, ya que los futuros tlatoque estaban en contacto directo con los tlaquimillolli y como parte del ritual se les envolvía de manera similar pretendiendo ser una metáfora de estos (Olivier 2004, López Luján2006). Si atendemos a la diferencia entre propiedad y posesión que aclara Felipe Bate (1984) comprenderemos que la real propiedad de los tlaquimilolli era exclusiva de la clase dominante, mientras que la posesión era colectiva de la sociedad mexica. Si consideramos que propiedad indica la capacidad de usar, gozar y disfrutar un bien, comprendemos que, como objeto de culto, los tlaquimilolli eran utilizados por la clase explotadora para justificar su servicio de intermediario entre el dios y los hombres. No obstante todos los miembros de la comunidad eran sus poseedores en tanto lo usaban como fuente material de identidad diferenciadora frente a otras comunidades, aunque no tuvieran acceso directo a éste ni lo pudieran enajenar. Un punto importante radica en que al parecer los reales propietarios de los tlaquimilolli fueran los gobernantes, ya que ellos en el momento de su entronización eran vestidos a semejanza de aquellos. Lo que de alguna manera indica que los tlaquimilolli eran de los más indudables símbolos del poder de los pilli y en particular de los tlatoani.

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Cuando comenzaron los atentados contra el culto prehispánico por parte de los españoles, los indígenas ponen a buen recaudo sus bultos sagrados y otras esculturas como las que se encontraban en el Huey Teocalli. Una vez que Cortés, como huésped de Motecuhzoma, se siente más seguro en Tenochtitlan, comienza a intentar imponer el culto cristiano entre los mexicas. El invasor transgredió hasta lo más recóndito del Huey Teocalli tenochca donde intentó poner una imagen de Cristo y la Virgen. Según las fuentes indígenas, quiso eliminar las deidades mexicas, pero Motecuhzoma lo convenció de que permitiera a los sacerdotes removerlas del lugar. Días después los máximos sacerdotes subieron al Huey teocalli y envolvieron en esteras y mantas de fibra de maguey a sus dioses con sumo cuidado y devoción y los sacaron del templo. Los españoles nunca los volverían a ver. De acuerdo a las fuentes los bultos sagrados fueron llevados a un santuario en el palacio de Moctezuma (Thomas 2004). La estancia diplomática de los españoles en Tenochtitlan llega a su fin 7 meses después28 cuando Alvarado, en ausencia temporal de Cortés, ordena una matanza a traición durante una fiesta religiosa en el mes Toxcatl. Los mexicas sobrevivientes se llenan de indignación y atacan al huésped incómodo. El enojo es tal que ni el propio tlatoani Motecuhzoma logra calmar a su pueblo. Cortés decide entonces huir de la ciudad un 30 de junio de 1520, protegiéndose en medio de la lluvia y la neblina. La calzada que tomó, de acuerdo a González Rul (1994) fue la de Tacuba29. Cortés organiza a sus hombres en un compacto grupo; sus rehenes, el tesoro y él mismo van en medio de la comitiva. El Quinto Real, custodiado por el contador Alonso de Ávila y el tesorero Gonzalo Mejía, es cargado por tamemes tlaxcaltecas y 8 caballos. El resto del oro lo deja para que sus soldados tomen lo que gusten. A muchos los domina la codicia y

28 Su estancia duró de noviembre de 1519 a mayo de 1520. 29 “Ésta era la salida más corta y segura, ya que por cualquiera de las otras cuatro calzadas (Iztapalapa, Tepeyacac, Nonohualco o Tenayocan), hubiera sido necesario cruzar toda la ciudad de México y recorrer calzadas mucho más largas y peligrosas” (González Rul 1994:15).

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comienzan a llenarse de tejos y joyas (Díaz del Castillo 1993, cap CXXVIII, Durán 2002, tomo I, cap. LXXVI, Cortés 2004, 2ª Carta). La huída es descubierta por una mujer quien dio la voz de alarma, aproximadamente a la altura de lo que hoy es el Eje Central. Desde ahí comenzó la persecución:

“En esta acequia o primera gran cortada, tuvo lugar el triunfo indígena y la derrota castellana, ya que alertados los guerreros indígenas de las parcialidades de Cuepopan, Moyotla y los de Tlatelolco, se precipitaron contra los fugitivos, entablándose fieros combates entre esta cortada y la de Toltecapan, situada en un punto llamado Tlalteyohuacan, que se encontraría al oriente de la actual iglesia de San Hipólito.” (González Rul 1994:20).

El asalto fue sin cuartel, los enardecidos mexicas persiguieron a los españoles (Sahagún 2002 XII, XX-XXIV). En esta batalla los tlatelolcas tuvieron mucho que ver: “El punto culminante de la acción se dio precisamente en el Toltecapan, en donde los guerreros de Tlatelolco, que se distinguían por pelear en el agua, acudieron para atacar el flanco derecho de la columna castellana…” (González Rul 1994:21). Muchos de los españoles que habían cargado con el oro perderían la vida por su codicia. Un día después, los mexicas, dirigidos por Cuitláhuac y otros capitanes regresan al campo de batalla para recuperar armas y el oro que los españoles habían intentado llevarse consigo:

“…los mexicanos comenzaron a sacar a la gente, ansí los españoles como tlaxcaltecas y cempoaltecas que se habían ahogado en la acequia…Sacáronlos y despojáronlos y echáronlos desnudos por entre las espadañas y juncias para que allí las comiesen las aves y los perros. (…) Y todas las cargas que llevaban, todo lo desbarataron y lo robaron. Y todas las armas que hallaron, las tomaron; los tiros de pólvora tanbién los tomaron, y derramaron toda la pólvora que había. (…) Aquí también tomaron mucho oro en barretas, em vasijas y oro en polvo, y muchas joyas de oro, y de piedras. Comenzaron luego a buscar por todas las acequias lo que había caído de los despojos, ansí de los vivos como de los

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muertos. Los españoles que iban en la vanguardia solo se salvaron con los indios que iban con ellos, y los que iban en la retaguardia todos murieron, ansí indios como indias, y los españoles; y todo el fardaje se perdió.” (Sahagún 2002 XII, XXV:1202-1203).

González Rul (1994) calcula que Cuitláhuac y su gente pudieron recuperar entre 2500 a 5000 tejos de oro. Lo poco que pudieron salvar los españoles habría de reducirse en los días siguientes. Primeramente lo intercambiarán por alojamiento y comida: “...fuimos a un pueblo de tlaxcaltecas que se dice Guaolipar, donde nos recibieron y daban de comer, mas no tanto, que si no se lo pagábamos con algunas pecezuelas de oro y chalchiuis, que llevamos algunos de nosotros, no nos lo daban de balde...” (Díaz del Castillo 1993, cap. CXXVIII:326). Días más adelante Cortés exige que los soldados entreguen todo el oro rescatado, junto con los esclavos capturados para hacer un nuevo repartimiento del cual se tomará el quinto real nuevamente para la Corona y otro más para él. Sin embargo el edicto revive las inconformidades entre los españoles ya que se creen víctimas de un timo por parte de Cortés30. Empeorando la situación, muchos de ellos no entregan el oro, ya que Cortés en la huída de la Noche triste había declarado que el oro que cada quien quisiera tomar sería suyo; sin embargo cuando se entera de que algunos habían podido sacar considerable cantidad áurea les exige que lo declaren y entreguen una tercera parte (Díaz del Castillo 1993, cap. CXXXV, Toscano 1975). Martínez (1993) indica que Cortés se apresuró a justificar legalmente la pérdida del quinto real durante la huída, ya que sospechosamente había de salvar la parte que a él le correspondía. Para ello ordena realizarse una Probanza donde varios testigos afirman la pérdida del quinto real. Sin embargo, durante su Juicio

30 “Y sobre esto hobo grandes murmuraciones contra Cortés y de los que mandaban hurtar y esconder las buenas indias, y de tal manera se lo dijeron al mesmo Cortés soldados de los de Narváez, que juraron a Dios que no había tal acaescido haber dos reyes en la tierra de nuestro rey y señor y sacar dos quintos.” (Díaz del Castillo 1993, cap. CXXXV:347).

224 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

de Residencia se le acusa de haber perdido la yegua en que estaba su porción y haberse adueñado de la que portaba el quinto real. Esta es la última referencia del oro que los españoles recolectaron, lo demás serán suposiciones, declaraciones bajo coacción y leyendas. Un año después, a la caída del último bastión mexica en Tlatelolco, la primera acción de los españoles es buscar el oro que habían perdido, registrando a los sobrevivientes indígenas que huían del lugar: “Los españoles y sus amigos pusiéronse en todos los caminos y robaban a los que pasaban, tomándolos el oro que llevaban y escudriñándolos todos sus hatos y todas sus vestiduras. Y ninguna cosa otra tomaban, sino el oro.” (Sahagún 2002 XII, XL:1234). Además de capturar a hombres y mujeres como esclavos. Por su parte, la primer pregunta de Cortés para Cuauhtémoc es sobre el mismo tema: “Como estuvieron juntos los tres señores de México y Tetzcuco y Tlacupa con sus principales delante de don Hernando Cortés, mandó Marina que les dixese dónde está el oro que había dexado en México.” (Sahagún 2002 XII, XLI:1235). Los españoles les exigieron 200 tejos de oro que era la cantidad que según ellos habían dejado atrás en su huída aquella noche (González Rul 1994). Las teorías personales de cada quien se mezclaron con las declaraciones de los hombres torturados:

“Se dijo que Cortés y sus allegados se lo habían quedado, o las tripulaciones de los bergantines; que los indígenas de Tlatelolco lo encontraron y fue recuperado por las gentes de Cuitláhuac, quizá las gentes de Cuauhtemoc lo encontraron y arrojaron en un sumidero de la laguna; también se mencionó que había sido escondido en Tlatelolco, o que fue llevado fuera de la isla y del Anahuac, pero realmente el oro se esfumó…” (González Rul1994).

La ambición desmedida reaparece, y los españoles cometen atroces crímenes con tal de saber sobre el tesoro:

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 225 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

“...el Marqués aperreó muchos indios y ahorcó otros y otros quemó vivos para que le descubriesen el secreto, pero nunca se pudo saber ni entender, ni hasta hoy se a descubierto, ni descubrirá por no haber ya nenguno de los que de aquello podrían tener noticia de ello, ni lo supieron; y si algunos lo abian de saber abian de ser los señores del Tlatelolco en cuyo poder se desapareció, por el cual los conquistadores lloraron más lágrimas que por los males que abían cometido.” (Durán 2002, tomo I, cap LXXVIII:646).

Los españoles comienzan a pelear entre ellos. La desconfianza hacia Cortés se hace presente, surgen rumores de que sabía dónde esta el tesoro y lo quería para sí. Por otra parte, la repartición del botín, que sumó 380,000 pesos en oro de acuerdo a Bernal Díaz, para los soldado fue nuevamente inequitativa (Díaz del Castillo 1993, cap CLVII). El oro nunca se recuperó, y a partir de ese momento comienzan las leyendas y los mitos alrededor del tesoro, que aumenta de tamaño y cambia de naturaleza de acuerdo a quien la cuente:

“…la conquista y colonización del Nuevo Mundo estuvo, en cierto modo, inspirada en las viejas leyendas de caballería, que al igual que al bueno de Alonso Quijano, les absorbieron el seso a conquistadores, colonos y modernos buscadores de tesoros.” (González Rul 1994:9).

Los años pasaron, aunque la leyenda sobre un tesoro perdido nunca se olvidó. Siglos después Tlatelolco fue víctima una vez más de la ambición, ahora de los modernos habitantes de la Ciudad de México. Tlatelolco fue especialmente víctima de saqueadores y busca tesoros, ya que fue el último lugar de la resistencia indígena. Quizá el mito fue apoyado por los hallazgos fortuitos de ofrendas en medio de la demolición de los edificios preshipánicos:

“…la creencia en la existencia de enterramientos que esconden oro, se basa en el hecho de que durante la demolición del Templo Mayor de México-Tlatelolco y su recinto ceremonial, se encontraron sólo algunas pobres ofrendas, que se destinaron a la construcción de la iglesia del Apóstol, pero nada más.” (González Rul 1994:38).

226 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

En 1930 la familia García Luna, pretensa descendiente de los Moctezuma, declara poseer documentos que indicaban que el tesoro estaba enterrado en las inmediaciones de Tlatelolco entre la ermita de San Antonio el Pobre y la iglesia de Santiago, o bien en un túnel que las interconectaba. Según ellos, el tesoro además de oro contenía las actas bautismales de Cuauhtémoc, Juan Diego y documentos de fray Pedro de Gante. Este grupo realizó varias excavaciones en Tlatelolco, con la venia gubernamental, y descubrió objetos de poco interés para los saqueadores pero que serían la envidia de cualquiera de los que hemos trabajado en Tlatelolco a últimas fechas: “Encontraron también piedras labradas, idolillos, cerámica y penachos de pluma, que al contacto con el aire se deshicieron.” (González Rul 1994:31). No tenemos rastros del destino de este patrimonio. En 1950 quisieron continuar el saqueo pero se les negó el permiso, ya que ahora Tlatelolco estaba bajo la custodia del INAH (González Rul 1994). Un segundo grupo, también intentó intervenir en Tlatelolco argumentando que en el siglo XIX un antepasado suyo había descubierto la cámara secreta pero la había vuelto a cerrar (González Rul 1994). González Rul, entonces director del proyecto arqueológico de Tlatelolco recibe órdenes de sus superiores para apoyar a ambos grupos de personas que pretendían buscar el “tesoro perdido”. Esto resultó una gran contrariedad, ya que debemos recordar que González Rul se encontraba como jefe de un salvamento y, cual autoridad vigilante, debía estar al tanto de los trabajos constructivos que nunca cesaban en la antigua ciudad de Tlatelolco. Por ello atender a este tipo de personas debió significar la desatención de otros puntos donde quizá se encontraba el verdadero tesoro: el patrimonio arqueológico de la nación que se perdía irremediablemente bajo los bulldozer y demás maquinaria de la “modernidad”. Sin embargo la influencia política algunas veces es más poderosa que la razón:

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 227 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

“Pese a las grandes dificultades y molestias que nos causaron los grupos de las tradiciones “A” y “B”, se les atendió en la mejor forma posible, hasta el límite de la paciencia y la cordura, pues a veces sus pretensiones, invocando la ayuda presidencial, hubieran podido causar la destrucción de la iglesia de Santiago Apóstol, del convento de San Buenaventura y de gran parte de la zona arqueológica.” (González Rul 1994:36).

Entonces se desviaron recursos y tiempo para hacer calas exploratorias en ciertos puntos como San Antonio el Pobre, en el jardín Santiago y sus inmediaciones, en la avenida Manuel González, y en los cimientos de la Iglesia de Santiago y su torre norte. Ninguno de los túneles que ambos grupos declaraban como ciertos fue hallado pese a que algunas excavaciones rebasaron los 8 m de profundidad. Se obtuvieron resultados poco satisfactorios para los mencionados grupos, pero valiosa información arqueológica para los especialistas (González Rul 1994). La única evidencia de que el legendario oro existió se halló años después. En 1980 se realizó un rescate arqueológico donde iba a ser construido el edificio Bancen, entre la Alameda y la avenida Reforma. Reporta González Rul al respecto:

“…apareció, a una profundidad de 4.80 m, una pieza metálica que de inmediato recuperó el señor Francisco Díaz García, comisionado en la vigilancia de la excavación profunda, el día 13 de marzo de 1981, después de permanecer largos años en el fondo de un canal, que seguramente era el toltecapan…a una distancia aproximada de 26 m del perímetro norte de la antigua calzada de Tlacopan.” (González Rul 1994:51).

Se trataba de un tejuelo de oro, de 26 cm de largo, 5 de ancho y 1 de espesor, con casi dos kilos de peso. Realizando un análisis del objeto por personal de Salvamento Arqueológico, se determinó que se habían fundido pequeños objetos de oro para hacerlo de una manera apresurada y que el molde

228 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

era posible que hubiera estado en el suelo. Estas características corresponden a las condiciones que reportó Bernal Díaz31.

¿Qué ocurrió con los demás tejos que de acuerdo a las fuentes recuperó Cuitláhuac? Como hemos dicho, Cuauhtémoc declaró haberlos arrojado a la laguna, aunque Muriel (1966) propone que mucho del tesoro fue utilizado durante el sitio a la isla para intercambiarlo por víveres32 y conseguir el apoyo de pueblos vecinos, por lo que éste pudo reducirse considerablemente. De los lugares que se han propuesto como posibles escondites, como el sumidero de Pantitlan, el lago de Texcoco en su parte oriente, o el cono volcánico del cerro de Iztapalapa, se ha puesto especial atención por los trabajos arqueológicos en dichos lugares. No obstante no ha surgido rastro alguno de los tejos (González Rul 1994). Tampoco es probable que se encuentre en las inmediaciones del sitio de Tlatelolco: “En Tlatelolco no se encontró ningún indicio del tesoro del tecpan de Axayácatl y eso hace pensar que se llevó a otros lugares, ya sea fuera del lago de Texcoco o del Anáhuac.” (González Rul 1994:38-39).

Sin embargo, si existió el oro y cuál fue su destino final debiera ser la punta de lanza en la verdadera reflexión: ¿cuál fue el verdadero tesoro de Cuauhtémoc? Como hemos indicado, en mesoamérica existía un concepto distinto de lo que se consideraba riqueza debido a que se trataba de un modo de producción distinto. Los españoles eran claros sobre lo que venían buscando al nuevo mundo. Cortés en el primer encuentro con los mensajeros de Motecuhzoma declara refiriéndose al oro: “...enviéme, dice, de ello, que tenemos yo y mis compañeros mal de corazón, enfermedad que sana con ello.” (Martínez 1993:170).

31 “Y se comenzó a fundir con los indios plateros que dicho tengo, naturales de Escapucalco, y se hicieron unas barras muy anchas dello, de media como de tres dedos de la mano el anchor de cada barra...” (Díaz del Castillo 1993, cap. CIV:255). 32 Recordemos que una de las estrategias políticas de Cortés fue convencer a los antiguos pueblos sujetos del imperio que dejaran de pagar el tributo. Con esto, Tenochtitlan dejó de percibir los víveres que hacía años la ciudad misma había dejado de producir.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 229 Anexo I. Pero ¿quién fue Cuauhtémoc y qué tesoro perdió?

No obstante, en el asedio a las ciudades gemelas, ni Cuitláhuac ni Cuauhtémoc se preocuparon por dicho metal. Al momento de salir de Tenochtitlan, lo único que mencionan las fuentes que sale junto con Cuauhtémoc son los tlaquimilolli sagrados.

“Se movilizaron los tenochcas: tomaron [la efigie] de Huitzilopochtli y la llevaron a Tlatelolco, donde la depositaron en el telpochcalli de Amáxac; a su señor Cuauhtemoctzin lo fueron a dejar en Yacacolco.” (Anales (1528) 2004:107).

Ésta es la última noticia incontrovertible sobre los tlaquimilolli mexicas, aunque fueron buscados después por los españoles, en particular los sacerdotes, sin éxito (Padden 1967, Gutiérrez 1986). La historia sobre lo que ocurrió después registra dos versiones distintas. En la primera, Mateo, un pintor cercano al obispo Fray Juan de Zumárraga, declaró que el indígena Miguel Puxtecatl Tlaylotla había tenido que ver con la preservación de los tlaquimilolli. El obispo, cabeza de la Santa Inquisición, se dispuso a investigar a detalle, iniciando un proceso contra Miguel Puxtecatl el 20 de junio de 1539. La historia obtenida mediante las declaraciones indicaba que un pariente cercano de Motecuhzoma, Atolatl, padre de Mateo, llevó el químil de Huitzilopochtli a la casa de Ocuitzin, señor de Azcapotzalco, donde se encontraban otros cuatro ídolos: Cihuacóatl, Tepochtli, Tezcatlipoca y Tepehua. Las 5 figuras fueron resguardadas y veneradas en el lugar (Padden 1967, Boone 1998, Olivier 2004, Buelna 2009). Atolatl y Ocuitzin meses después serán llevados en la comitiva de la fatídica expedición a las Hibueras y sufrirán el mismo fin que Cuauhtémoc. Cuando se enteran en Azcapotzalco de la tragedia, el anciano Nahueca recomienda a los hijos de Atolatl, Mateo y Pedro, “guardar” los bultos. Días mas tarde, el tlacochcalcatl mexica Nanaoatzin, que asciende tras la muerte de Cuauhtémoc, y el señor de Tula Izhuehuetzi envían por la noche a dos emisarios, junto con varios tamemes, a casa de los hijos de Atolatl para llevarse las efigies.

230 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

Éstas salen rumbo a casa del mercader Miguel Puxtecatl Tlaylotla en Tenochtitlan, quien las recibe y coloca sobre una estera, donde serán adoradas por los siguientes 10 días. Las piezas salen nuevamente de su escondite, al parecer debido a las sospechas de traición de los hijos de Atolatl, rumbo a un paradero que ni el mismo Miguel Puxtecatl supo precisar, a pesar de haber sido torturado por la Inquisición. Durante el juicio apareció un testigo más, Culoa Tlapisque, quien declara que Don Diego y cuatro nobles más, principales de Tenochtitlan estuvieron en posesión de los químiles partiendo con ellos rumbo a las cercanías de Tula; agregando que una parte se encontraba en un templo de Temazcaltitlan. Se buscaron a las personas relacionadas con el testimonio de Culoa Tlapisque pero fue infructuosa la estrategia y se desestimó su declaración para los efectos del juicio contra Miguel Puxtecatl (Padden 1967, Boone 1998, Olivier 2004, Buelna 2009). De acuerdo a Elizabeth Boone (1998), la mayoría de los involucrados en el caso ya habían fallecido cuando inició el juicio en 1539, basada en la excelsa pictografía del caso hecha en papel maguey que forma parte del dossier relativo al juicio ubicado en los archivos del AGN (Ramo Inquisición, vol. 37, exp. 3, f. 41, n° 4.848).

Una segunda versión referida por Baltazar y Andrés de Culhuacán indica que después de la caída de Tenochtitlan los bultos sagrados envueltos en sus mantas azul y negra fueron llevados a Culhuacán, y escondidos en el interior de una cueva llamada Tencuyoc, por algunos días. Después, cada bulto salió con rumbo distinto a través de canoas; entre ellos a Xaltocan, Jilotepec y Peñol (Buelna 2009).

63

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33 Díaz del Castillo 1993, cap. CV.

232 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

los pipiltin sobrevivientes a éste apostaran por la corta gubernatura de Cortés y la caída de su gobierno. Después sería preciso reponer a la clase gobernante y el que fuera propietario de los químiles sagrados, sacándolos nuevamente a la luz, sería quien pudiera reclamar el trono. La triste suerte que corrieron muchos tlaquimilolli de pueblos de la Cuenca a manos de Fray Juan de Zumárraga después de conocer el caso de Miguel Puxtécatl (Padden 1967) y la desaparición de la historia de los bultos mexicas nos indican que cuando menos, una parte de los pipiltin nunca perdieron la esperanza de que el antiguo imperio tarde o temprano se repondría y protegieron exitosamente, arriesgando su vida, el símbolo que aseguraba una vida de privilegios que ya no volvería nunca mas. Bajo la óptica de una clase dominante de una sociedad clasista inicial, de qué servían las tierras o los objetos si los productores reales de la riqueza era la fuerza de trabajo humana. Quizá Cuauhtémoc y los demás pipiltin que protegieron los químiles confiaban en que su pueblo los seguiría aún a pesar de haber sido vencidos, nada tenían que perder si la fuerza de trabajo estaba asegurada. Y en gran parte tienen razón. El trabajo humano es quien le da el valor a la mercancía:

“Según Marx, la única característica que poseen en común todas las mercancías y que es de la misma índole que el carácter cuantitativo de su valor de cambio, es que todas las mercancías son la expresión de una cierta cantidad de trabajo humano. En este sentido, es exacto decir que todas las mercancías son el producto de la cristalización del trabajo humano…” (Aron 2010:336).

De esta forma, Cuauhtémoc perdió a su más preciado tesoro que era su misma gente, la fuerza de trabajo que sus antecesores dirigieron y con la cual produjeron un imperio que aún hoy, materializado en los vestigios arqueológicos, se niega a morir.

ANEXO 2. ESTUDIO DE VISITANTES

TLATELOLCO 2009-2010

1. Planteamiento inicial1 A pesar de que los estudios de visitantes tienen varias décadas en su haber, han tomado fuerza apenas a últimas fechas. Reflexionados como instituciones de servicio, ahora los sitios patrimoniales se enfocan más en el sujeto que en el objeto (Weil 2007). Para lograr los objetivos de este nuevo viraje teórico-práctico se debe conocer mejor al visitante, ya que usualmente, como reconoce Screven (1992), lo imaginamos con mayor conocimiento, interés, tiempo y energía del que manifiesta en la realidad. De igual forma, conocer al visitante es de suma importancia para evaluar la efectividad e impacto del trabajo de divulgación: “....si partimos de la base de que una exposición es un espacio de comunicación, la recepción del mensaje no es un tema baladí.” (Hernández 2005:51). De igual forma, éste paso es obligatorio para cualquiera que pretenda cobijarse en los principios de la interpretación temática, ya que es de suma importancia darle su justo lugar al visitante y atender sus características y necesidades, para lograr una correcta comunicación (Screven 1992). Como Manuel Gándara (2001) señala, ésta es una estrategia centrada en el visitante. Para ello es preciso acercarnos realmente a la gente evitando en lo posible manejar presupuestos o, peor aún, preferir las necesidades y conocimientos previos de nuestros colegas, los especialistas.

1 El formato del presente anexo se realizó con base en los lineamientos propuestos para la entrega de cualquier informe que exponga lo realizado en un estudio de visitantes de acuerdo a Ascencio y Pol (2005). 234 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

Es fácil caer en la tentación de pretender estudios ambiciosos, que abarquen cuestiones no tan fácilmente detectables y se alarguen a la eternidad, principalmente si el terreno en ese aspecto es prácticamente virgen. Confesamos que éste hubiese sido nuestro caso, si no nos hubiera detenido el trabajo de Pérez Santos (2000) y los consejos de Manuel Gándara. El tema del tiempo libre resultó apasionante y garantiza bondades para aquellos que se adentren en las formas de conceptualizarlo e identificarlo con base en la evidencia empírica. De tal manera, comenzamos a planear el contenido de nuestro estudio de público pensando cuántas variables podríamos considerar como “tiempo libre”, la manera de calcular el tiempo con el que cuenta el habitante cercano al sitio para poderlo dedicar a una visita a Tlatelolco, cuántas categorías podríamos manejar para distinguir otras actividades de la competencia y cuáles son las más asiduas. En esos momentos comenzamos a enfrentar problemas teóricos debido a las críticas que Graciela Schmilchuck (1996) y García Canclini (1991) refieren en tanto que mucha de la información que pretendíamos era de orden subjetivo y tenía que ver con percepciones y puntos de vista. Sin embargo, a nuestro rescate surgieron las lecturas de Eloísa Pérez y las anotaciones del Dr. Gándara. Éste nos recordó que por más interesante que pudiesen ser los resultados, un estudio de ese tipo convendría para un estudio sociológico o antropológico y que, en nuestro caso, el estudio de público tiene un orden más instrumental y descriptivo: hay algo que no sabemos y que nos conviene saber, en orden de apoyar nuestra tesis. Por su parte, hasta ese momento descubrimos el enorme aporte que realiza Eloísa Pérez (2000, 2004), que a primera vista parecen redundantes y obvios: es preciso acotar el estudio de público a objetivos concretos que provienen de las tareas que se piensen realizar a partir de él. En nuestro caso, el estudio realizado fue una evaluación previa conocida entre la literatura anglosajona como front-end (Screven 1990, Hein 1998, Hooper-Greenhill 1998, Pérez 2000, 2004, Asensio y Pol 2005). Ésta se realiza

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 235 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

durante la etapa de planeación y tiene por objetivo obtener información que nos auxilie a tomar decisiones en torno al desarrollo del proyecto. En general se persigue información acerca del conocimiento previo, ideas o sentimientos de los visitantes acerca del tema a desarrollar, además de identificar sus características sociodemográficas. En nuestro caso, se pretendió obtener información que nos guiara tanto en la toma de decisiones como en el desarrollo del nuevo programa interpretativo para Tlatelolco. En esta ocasión el programa interpretativo para el que se desarrolla el presente estudio de visitantes se trata de una visita autoguiada-lúdica que abordará la invasión española a la capital mexica bajo la perspectiva de su último tlatoani Cuauhtémoc. Acerca de la plataforma a utilizar se manejaron tres opciones: un CD-ROM, un juego para descargar desde Internet o un programa multimedia para celular. Para elegir correctamente se decidió utilizar los resultados del presente estudio, así como para determinar sus características y garantizar cierto nivel de aceptabilidad entre nuestros visitantes.

Objetivos generales

No existe estudio alguno sin objetivos y, como Pérez Santos (2000, 2004) indica, es preciso acotar el estudio de visitantes a objetivos concretos que provienen de las tareas que se piensen realizar a partir de sus resultados. Por ello, los distintos tipos de estudios nos permiten poner los pies sobre la tierra y formular un estudio de público viable sin desviaciones innecesarias. Como se dijo, el estudio de visitantes para Tlatelolco 2009-2010 fue un estudio de tipo previo (front-end evaluation) con tres objetivos generales: 1. Identificar las características generales del visitante y de la visita. 2. Evaluar los conocimientos previos sobre el tema de nuestro Programa interpretativo.

236 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

3. Obtener información para decidir qué plataforma es ideal para el citado programa, si CD-Rom o celular, así como para definir características generales, como duración y costo.

Metodología

Para lograr nuestros objetivos se eligieron tres técnicas, dos de autoinforme –encuesta y entrevista—y una de observación –tracking o seguimiento—de acuerdo a la distinción que hace Pérez (2000) de ellas. Las entrevistas persiguieron identificar el conocimiento previo del visitante sobre el tema a desarrollar, mientras que las encuestas se encargaron de ofrecer información acerca de la plataforma ideal, de sus características y de arrojar un perfil general del visitante. Los seguimientos indicaron las características generales de visita. Las encuestas fueron aplicadas en su totalidad por la autora del presente trabajo, mientras que en las entrevistas se contó con el auxilio del Ingeniero en computación Sinuhé Maceda. Para el caso de los seguimientos se contó con la ayuda del P. A. Alejandro Rivera. En este caso solo la autora del trabajo tenía experiencia previa en los estudios de visitantes.

Cronograma

El estudio se llevó a cabo a partir de enero de 2009, e inició con el rastreo de estudios de visitantes realizados en sitios arqueológicos mexicanos, así como la literatura más reciente al respecto. La aplicación de los estudios físicamente inició en diciembre de ese mismo año y durante 6 meses se realizaron entrevistas, encuestas y seguimientos. La aplicación del estudio no tuvo una especificación en cuanto a los días y las horas que habrían de abordarse en vista de que desafortunadamente no

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 237 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

se contó con el apoyo suficiente y fue realizado en los momentos libres escolarmente por parte de la autora y de las dos personas que amablemente nos auxiliaron. El procesamiento de la información obtenida se realizó durante los meses de mayo a julio de 2010.

2. Revisión

Contexto general

Una verdadera fiebre por los estudios de visitantes se ha desatado al rededor del mundo, principalmente en los museos europeos, norteamericanos y australianos. Desafortunadamente, México es la excepción: son escasos los estudios de visitantes. Aunque habrá que apreciar la labor del CONACULTA que en los últimos años se ha dedicado a desarrollar estudios de visitantes en museos de la ciudad de México y a identificar prácticas culturales en todo el país (CONACULTA 2004, 2007). El INAH, por su parte, ha realizado esporádicamente estudios de público en sus museos (Monzón 19532, Ordóñez 2002, Gómez 2005, entre otros), aunque a últimas fechas tiene un programa de estudios de público permanente dentro de la Subdirección de Museos que se enfoca principalmente en las exposiciones temporales (Rodríguez 2007). Resalta la labor del equipo que otrora formara García Canclini, entre quienes se encuentran Ana Rosas Mantecón y Graciela Schmilchuk, las cuales han

2 El estudio de Monzón es de sobra interesante por lo temprano de sus observaciones en el tema. En su trabajo advierte la utilidad que este tipo de estudios puede ofrecer para un incremento turístico a través de la mejora de los servicios adecuados a las necesidades del turista. Entre sus conclusiones advierte que es preciso saber las expectativas e intereses de éstos en orden de atenderlos pero sin entrar en contradicción con los propios.

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realizado interesantísimos estudios de visitantes en museos de arte y actividades asociadas (Schmilchuk 1996, Rosas y Shmilchuck 2008). La cuestión en cuanto a sitios arqueológicos va peor todavía. Se pueden contar con los dedos de las manos y ninguno es de fácil acceso al público, ya que se trata de documentos internos del INAH y de tesis de licenciatura: Yaxchilán (INAH 1997), Cuicuilco (Jiménez 2000), Tlatelolco (Ledesma, 2007) y Chichén Itzá (Gándara 2009b), y se nos ha informado de otros tantos en Tehuacalco, Monte Albán, Teotihuacan y Paquimé3. La mayor parte de los estudios mexicanos que revisamos, corresponde a lo que se concibe como estudio “conductista” donde se privilegia aquello que sea “...observable, mensurable y cuantificable.” (Hooper-Greenhill 1998:114). En su mayoría se tratan de encuestas con respuestas cerradas aplicadas al mayor número de gente posible, cuyos resultados se exponen principalmente en gráficas estadísticas. Teniendo esto en cuenta, Schmilchuk (1996) emite una ácida crítica que forma parte del debate actual en terrenos mexicanos. La autora declara su preferencia por los estudios “naturalistas” que buscan datos cualitativos y privilegian la comprensión en lugar de la explicación. Como hemos indicado, Schmilchuk forma parte del equipo de García Canclini, uno de los antropólogos más reconocidos. Durante uno de los proyectos más interesantes en cuanto a estudio de públicos se refiere, García (1991) resaltó la aplicación de una metodología poco utilizada en México, cuya base son los estudios coordinados por Pierre Bourdieu en museos franceses. En su proyecto, García Canclini dio preferencia a la obtención de datos cualitativos más que cuantitativos, por lo que en lugar de utilizar técnicas mercadotécnicas y estadísticas, utilizó aquellas provenientes de la etnografía, la comunicología y la sociología, además de incluir análisis biblio y hemerográficos. De esta manera, mostró que las simples

3 Los tres primeros fueron amablemente indicados en comunicación personal (2010) por Freire Rodríguez Saldaña, a cargo de la jefatura de Estudios de Público de la CNME. El trabajo de Casas Grandes fue indicado por Manuel Gándara (comunicaciónn personal 2010), orquestador del mismo por comisión del INAH.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 239 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

estadísticas carecen del poder revelador de los resultados cualitativos, siendo éstos los que nos acercarían más a la creación y mejora de políticas públicas sobre la cultura al conocer mejor al público. Con este antecedente Schmilchuk lanza un ataque severo en contra de los estudios conductistas, indicando lo cortos que llegan a ser en sus apreciaciones, principalmente en cuanto a información cualitativa del visitante, por lo que el aspecto afectivo o emocional es imposible de obtenerse. En cambio, los trabajos naturalistas serían preferibles ya que permiten la participación de distintas metodologías desde la etnografía hasta la semiótica y, aunque de menor escala, sus resultados son equiparables a los conductistas. En contraste con la severidad de Schmilchuck, en 1998 se imprimía el trabajo de Hooper-Greenhill en español quien describe las diferencias entre ambas metodologías de manera clara y sencilla. La autora concluye indicando que a pesar de provenir de distintos paradigmas, las técnicas involucradas para una u otra metodología pueden ser compatibles en los estudios de público. En nuestro caso, nos inclinamos por la propuesta de Hooper-Greenhil en cuanto a que es posible aplicar ambas metodologías en el mismo estudio siempre y cuando los objetivos que se persiguen sean claros, por lo que en este trabajo se combinan los estudios conductistas –plasmados en la encuesta y el seguimiento—con los naturalistas—entrevistas.

Evaluaciones similares

Como hemos indicado, son pocos los estudios realizados en sitios arqueológicos mexicanos y debido a lo complicado de su acceso, sólo se pueden reseñar unos cuantos. Respecto al estudio realizado en Yaxchilán, éste forma parte de lo que actualmente conocemos como el Plan de Manejo (INAH 1997). En él, se

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perseguía identificar las características generales del visitante a través de la aplicación de encuestas. Se puede resaltar el hecho de que se registra una creciente afluencia de grupos turísticos y visitantes en solitario y un predominio de los visitantes de 20 a 30 años. El estudio hecho en Cuicuilco formó parte de la tesis de licenciatura de Antonieta Jiménez (2000) en el que presenta un programa interpretativo para el sitio de Cuicuilco. El estudio de Chichén Itzá de reciente factura, formó parte de los trabajos para la confección de su Plan de Manejo, en el rubro de interpretación temática, realizado por un equipo interdisciplinario del INAH bajo la coordinación del Dr. Manuel Gándara (2009b). En este estudio diagnóstico se aplicaron seguimientos, entrevistas y encuestas. Entre los resultados que podrían interesarnos se encuentra que la mayoría visitan el sitio acompañados de un guía, por lo que utilizan poco el cedulario y la señalización. Finalmente el conocimiento previo era bastante escaso y se mostró que Internet era una de las fuentes principales para informarse sobre el lugar.

Evaluaciones anteriores realizadas en Tlatelolco

En Tlatelolco se aplicó un estudio de público en 2006 como parte de la tesis de licenciatura de quien esto suscribe, en el que se propone un cedulario para el sitio basado en la interpretación temática (Ledesma 2007). Enfocándonos en los resultados útiles para el presente trabajo tenemos que: -Las visitas se realizan por lo general en compañía, principalmente en pareja o en grupos pequeños de 3 a 5 personas. Son numerosos los grupos con niños y fueron escasos los grupos que contaban con guía ya fueran turísticos o escolares.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 241 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

-En su mayoría los visitantes son locales, es decir, provienen del Distrito Federal y de zonas conurbadas, aunque los vecinos de las colonias próximas fueron escasos. -Los visitantes extranjeros son principalmente norteamericanos. -La gran mayoría visita por primera vez el sitio. Este último punto es muy importante, ya que indica que quien va a Tlatelolco no regresa. Sin querer ser un “mal de muchos” este punto es común en todos los museos que analizó CONACULTA (2007) hace un par de años, lo que muestra la gravedad del asunto y la urgencia de orquestar planes para combatir el hecho. En cuanto a cuestiones de información y habilidades cognitivas sabemos que: -Hay un gran interés por los detalles de la vida prehispánica y la historia de los trabajos arqueológicos en el lugar. -La mayoría tiene dificultades para identificar etapas constructivas y restos de edificios.

Durante las temporadas de excavación 2007 y 2008, se realizaron estudios informales, aprovechando el contacto cercano que se tenía con los visitantes (Ledesma y Rivera 2008, Ledesma 2009). Agregando la entrevista realizada a Paola Salazar, responsable del área educativa del sitio, obtuvimos los siguientes resultados que podemos dividir por grupos de edad: -Los niños tienen poca información acerca de los mexicas; sin embargo son los más observadores y tienen la capacidad de identificar y discriminar distintas clases de materiales. Además son los que hacen la mayor cantidad de preguntas y no temen entrar en contacto con el personal del sitio para resolver sus dudas. -Los adolescentes se interesan particularmente por los temas de la invasión española y la masacre de 1968. Sin embargo se preguntan poco sobre lo que observan.

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-Los adultos también se interesan por los elementos arquitectónicos del sitio, aunque les resulta más interesante la historia arqueológica y los procesos de excavación. Este grupo tiene más información general sobre el lugar, no teme aprovechar la disposición del personal para aclarar sus dudas y están dispuestos a entablar largas charlas.

3. Resultados

Justificación y descripción de las técnicas empleadas

Como hemos indicado, consideramos posible combinar las metodologías naturalistas y conductistas. Por ello se aplicaron encuestas que abordarían los datos cuantitativos, principalmente referidos a la información sociodemográfica y en relación con la viabilidad de las plataformas. También se aplicó una observación no participante para identificar la conducta del visitante en forma de tracking o seguimientos (Hein 1998). Finalmente se realizaron algunas entrevistas para los temas que exigen mas información del visitante como el conocimiento previo de nuestro tópico.

Encuesta Las encuestas se compusieron de 16 preguntas, todas de carácter estructurado, de opción múltiple con respuestas formuladas a priori, con excepción de la última pregunta referente a la proveniencia del visitante que podía ser ampliada si se trataba de algún estado de la república o un país. Intentamos que las preguntas fueran cortas, claras, redactadas en segunda persona del singular, evitando las ambigüedades, con respuestas autoexcluyentes. También organizamos las preguntas de acuerdo al orden que

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 243 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

sugiere Pérez (2000): primero las de mediana complejidad, seguidas de las de alta y baja complejidad. Como hemos indicado, buscamos satisfacer las necesidades de los visitantes de Tlatelolco y adecuarnos a sus intereses. Para ello es preciso conocer ciertas características como las sociodemográficas que en este caso sólo serán edad, visitas previas y proveniencia (Pérez 2000). Sobre las características sociodemográficas del visitante se les inquirió sobre su proveniencia, agrupándolos en cuatro: a. Colonia cercana, b. Distrito Federal y Estado de México, c. Algún otro estado del país y d. Un país diferente. Así mismo se les pidió que se incorporaran a algún grupo de edad que típicamente se identifican como a. Infancia (0-12), b. Juventud (13-19), c. Adultez joven (20-39), d. Adultez (40-60) y e. Adultez mayor (61 en adelante). Por parte de las variables psicosociales nos interesa el contexto social de la visita (Falk y Dierking en Pérez 2000) en particular, la compañía y los motivos de la visita. Esta información resulta primordial para diseñar las actividades que desarrollaremos en nuestro proyecto. Así, por ejemplo, un grupo familiar implica un conjunto de intereses transgeneracionales que a veces se pierden de vista porque los miembros están ocultos tras un individuo predominante que típicamente son los niños (McManus 1995). No obstante habrá que matizar esto con el hecho que las necesidades de los miembros más vulnerables condicionan la visita (Hooper-Greenhil 1998). En vista de que los resultados en la encuesta de 2007 resultaron satisfactorios, repetiremos las preguntas al respecto: ¿Cuántas personas vienen contigo? y ¿En qué grupo te encuentras? Con las opciones: grupo con niños, adultos en solitario, parejas, grupo de adultos, adultos mayores, adolescentes4. Para el motivo de la visita la pregunta será concisa: ¿Cuál es el motivo principal de tu visita? Con las respuestas: a. Por conocer más de Tlatelolco, b. La escuela me mandó, c. Por pasear con amigos y familiares, d.

4 En este caso se eliminó la respuesta “grupo escolar” en vista de que nuestro proyecto se dirige a las personas que asisten a Tlatelolco en su tiempo libre.

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Por conocer gente, c. Por entretenimiento. La segunda se refirió al tiempo que se le pensaba dedicar a la visita, con las opciones: a. Menos de 30 minutos, b. De 31 minutos a una hora, c. De una a dos horas, d. De dos horas en adelante. Para el caso del contexto social se les pidió que se adscribieran a uno de los siguientes grupos: a. Grupo con niños, b. Parejas, c. Grupo de adultos, d. Adultos mayores, e. Adolescentes y f. Visita en solitario; de igual manera se les pidió que indicaran con cuántas personas venían: a. Nadie, b. 1, c. 2-5, d. 6- 10 o e. Más de 11. Finalmente se les preguntó si era la primera vez que visitaban Tlatelolco. La segunda parte de la encuesta se refirió a la información que nos auxiliaría en elegir la plataforma adecuada y algunas de sus características. Para manejar la posibilidad de utilizar el celular como plataforma de nuestra propuesta se realizaron 3 preguntas. La primera era si contaban con celular en esos momentos. La segunda buscaba saber qué modelos portaba el visitante; teniendo en cuenta que las variedades de celulares son numerosas, las respuestas las acotó el I. C. Sinuhé Maceda ya que las marcas de los celulares manejados son los únicos que poseen Java, que es la plataforma en la que se desarrollará el juego. En este caso, las respuestas fueron: a. Nokia, b. Motorola, c. Sony, d. Samsung y LG, e. Otro y f. Ninguno. La última pregunta al respecto fue cuánta memoria libre tiene el celular. De la misma forma, Maceda sugirió las respuestas, considerando que la mayoría de las personas solo saben de cantidades de memoria: a. Kilobytes, b. Megas, c. Gigas, d. No sé, e. No. En cambio, si del estudio resultara que el celular es poco viable, entonces deberíamos asegurarnos que en el caso del CD o de Internet, no estamos excluyendo a la mayoría de los visitantes al promover una divulgación a la que pocos tuvieran acceso. En este caso las preguntas se referirían a si cuentan con computadora en casa y cada cuánto se conectaban a Internet; esta última con las respuestas: a. Diario, b. Algunas veces a la semana, c. Algunas veces al mes, c. Solo en el trabajo y d. No uso Internet.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 245 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

La siguiente pregunta fue inspirada en el legendario trabajo de Verón y Levasseur (1994). Aunque los mismos autores aclararon que las categorías que identificaron no eran definitivas, consideramos que su clasificación puede ayudarnos a distinguir el tipo de visitantes que acude a Tlatelolco: aquellos que gustan de una visita minuciosa que abarque la totalidad del recorrido como sus modelos de hormigas o mariposas, o aquellos que “saltan” siguiendo sus instintos e intereses sin preocuparse por seguir una linealidad o abarcar toda la exposición. En este caso la pregunta sería: Si te propusiéramos un recorrido más corto, pero asegurando que verías lo más importante del sitio, ¿estarías dispuesto a seguirlo o prefieres recorrer todo el sitio? Con las respuestas: a. Sí lo seguiría, b. No, prefiero recorrer todo el sitio y c. Me da igual. En el caso de que la mayoría del público optara por la primera, sería recomendable el desarrollo de un rally o juego de pistas a través del celular. Si la mayoría opta por la segunda, lo más adecuado sería desarrollar un CD o un programa en Internet para que recorran el sitio con la minuciosidad que requieran. Este punto se amplió con los resultados del seguimiento. Preocupados por el costo que podría implicar el uso de nuestra propuesta, también es necesario sondear cuánto estarían dispuestos nuestros visitantes a invertir en él. De igual manera también debemos saber si están acostumbrados a utilizar el servicio de descarga por la red con costo. Las preguntas serían: ¿Alguna vez has bajado algún programa, juego, sonido o imágenes a tu celular? ¿Cuánto has invertido en eso? con las respuestas: a. De $21-50, b. De $51-200, c. Más de $201, d. Descarga libre, e. No he descargado. Continuaríamos con la pregunta ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un juego que te lleve por el sitio arqueológico a través de tu celular? Con las respuestas: a. Hasta $50, b. De $51-200, c. Más de $201, d. Menos de $20, e. Nada. Finalmente la pregunta: ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un CD

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que tenga juegos e información de Tlatelolco? Con las respuestas: a. Menos de $100, b. De $100-200, c. Más de $201 y d. Nada.

Seguimiento o rastreo (Tracking) El rastreo o seguimiento (tracking) fue preciso para identificar las variables generales de visita, además de poder ampliar nuestro estudio referente a los dos tipos de visitantes: aquellos que no permiten que nada se les escape y aquellos que hacen una visita salteada. En este caso, las variables que se buscaron fueron: duración total de la visita, elementos con poder de atracción y retención, paradas, y el orden seguido en el recorrido (Pérez 2000). Para ello, se dispuso de un mapa del sitio en el que se iba marcando la hora de entrada y de salida, las paradas hechas y el tiempo que se tardaba en ellas el visitante, así como la trayectoria de la visita. Por las razones que indicaremos más adelante a partir del quinto mapa se incluyeron la ubicación de las cédulas del sitio, numeradas.

1. Entrevista La entrevista fue el elemento del estudio que más emoción provocó. Como arqueólogos nos forman poco en lo que respecta al contacto con el sujeto vivo. Debido a ello nos acercamos a las clases de una disciplina hermana, la etnografía, para utilizar técnicas etnográficas y así poder sumergirnos en la interesante tarea de la conversación profunda con el sujeto. Esta técnica se reservó para la información de tipo cualitativo, en particular sobre la experiencia previa de nuestro tópico. Se platicó con nuestros visitantes acerca de qué tanto sabían sobre Cuauhtémoc, sobre el tema de la invasión española y la leyenda del tesoro perdido. Además, a quienes estaban dispuestos a darnos unos minutos más de su tiempo, se les ofreció la

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información que dentro de nuestro Plan de interpretación se manejó como lo que podría sorprenderle para poder corroborarlo: -Que la leyenda del tesoro perdido sí tiene bases históricas. -Que los gobernantes mexicas tenían una relación afectiva muy estrecha con sus gobernados. -Que Tlatelolco decidiera seguir al lado de Tenochtitlan a pesar de los largos años de maltrato. -Que Cuauhtémoc era mitad tlatelolca, mitad tenochca. Durante la aplicación de las encuestas también se logró platicar con algunas personas interesadas en el tema. Sus aportes se incluirán en la sección de las entrevistas.

Procedimiento de aplicación y corrección

La encuesta se realizó a través de un encuestador, sin importar el momento en que se encontraba el visitante (antes, durante o después de su visita). Las entrevistas fueron aplicadas únicamente por quien esto escribe. Observamos que los visitantes están poco acostumbrados a las entrevistas y las confundían con un “examen”, por lo que nos acercábamos a ellos de la manera más amigable posible para evitar cualquier tipo de incomodidad. Debido a que la visita se realiza en contextos completamente sociales, permitimos que las entrevistas fueran respondidas “en equipo” en algunos casos. Tanto para las encuestas como para las entrevistas se ofrecía una gratificación a los visitantes de un par de postales y playeras para niños que amablemente donó para el estudio la P. A. Lucía Sánchez de Bustamante, actual jefa del sitio arqueológico.

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Queriendo explorar las bondades del celular y esperando buscar nuevas opciones para la recolección de datos, el I. C. Sinuhé Maceda realizó un programa para celular con el cual se pudieran registrar las respuestas de los encuestados. Así, el encuestador armado de su celular aplicaba la encuesta. De esta manera se ahorraban hojas y energía, ya que los resultados se guardaban directamente como base de datos posible de exportarse a una tabla de Excel. Debido a su premura, la aplicación a través de este modo tuvo sus inconvenientes, como la poca memoria en el celular, lo que suspendió la aplicación de entrevistas en algunos días. Sin embargo, una vez que Maceda logró mejorar su programa como una interfaz más rápida y la posibilidad de “regresarse” en las preguntas, el programa corrió con éxito, ahorrando mucho trabajo. Las entrevistas, por su parte, se aplicaron utilizando la grabadora del celular. Respecto a los seguimientos, fueron más complicados en su aplicación debido a las condiciones físicas del terreno. Tlatelolco tiene poca asistencia y su recorrido unilineal condicionado por el andador constriñe la movilidad para que el observador realice su trabajo sin incomodar al visitante a una distancia prudente. Por ello se eligieron puntos clave desde los cuales se alcanzaba a cubrir visualmente buena cantidad de terreno, aunque en algunos momentos se sacrificara el seguimiento, como en la parte de atrás del Templo Mayor en su etapa II. En tales casos, se prefirió la comodidad del visitante por encima del estudio. En este caso, los datos que se registraron principalmente fueron hora de entrada y salida, composición del grupo a seguir y trayectoria dentro del sitio. En algunos casos se adicionaron datos como a qué elementos tomaban fotografías y los lugares de descanso que algunos tomaban, para apoyar nuestra identificación sobre los elementos con mayor poder de atracción y retención. Después de nuestros primeros seguimientos observamos una constante: las paradas de la mayoría de los visitantes se hacían frente a las

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cédulas. Queriendo probar una hipótesis que surgió en ese momento se modificó el plano en el que registrábamos las trayectorias, marcando las cédulas que numeramos para ver si siempre coincidía con las paradas de los visitantes. Los estudios fueron realizados principalmente por la autora, aunque contamos con la participación de Sinuhé Maceda en las encuestas y Alejandro Rivera en los seguimientos. Si algo nos puede advertir Schmilchuck es sobre la posibilidad del error en el que podemos caer. Por ello, haciendo un análisis de nuestras preguntas observamos que ninguna requiere esfuerzo mental y que no pretenden obtener información subjetiva como percepciones o construcciones mentales; es decir, sólo pretendemos obtener información descriptiva, codificable y cuantificable. También que de nuestros estudios obtendremos exactamente las variables que pretendemos como son preferencias de uso de plataformas (contraponiendo el celular al software y al internet) y características sociodemográficas. Por ello consideramos que nuestros resultados son altamente confiables.

Resultados obtenidos y análisis

Tamaño de la Muestra Las entrevistas se aplicaron a 17 visitantes de Tlatelolco y duraban en promedio unos 5 minutos. De estas 17 personas, 3 fueron extranjeros –provenientes de Colombia, Brasil y Estados Unidos—, una mexicana nacionalizada norteamericana y 2 de provincia –Nayarit y Sonora. Los adultos, adultos jóvenes y adolescentes fueron quienes se mostraron mas participativos con el estudio, logrando con nulo éxito que algún adulto mayor respondiera nuestras preguntas.

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Las encuestas se aplicaron a 120 personas, mientras que se realizaron 23 seguimientos.

1. Entrevistas Las entrevistas se centraron principalmente en el tema de nuestro programa interpretativo, para explorar el grado de conocimiento del visitante. Respecto a quienes declararon saber nada del asunto, o confundieron a Cuauhtemoc con un dios azteca, fue un 30% de la muestra. En su mayoría, éstos fueron del sector joven de entre los 16 a los 24 años, lo que nos hace preguntarnos si el moderno sistema educativo moderno estará cumpliendo con su labor. Sin embargo, la mayoría de los visitantes entrevistados tuvieron algún conocimiento sobre Cuauhtémoc, dominando básicamente tres factores de su vida: fue un rey y guerrero azteca, su vida está ubicada durante el periodo conocido como Conquista de México y fue derrotado y torturado por los españoles al mando de Hernán Cortés. Los tres extranjeros mencionaron también estas tres nociones, e incluso el norteamericano mostró un conocimiento abundante y certero al respecto. Únicamente la mujer nacionalizada norteamericana declaró que Cuauhtémoc era un dios azteca. Poco más del 50% declaró que Cuauhtémoc fue un guerrero y rey azteca, aunque algunos llegaran a derivaciones erróneas como que fue un gran constructor del imperio mexica o un conquistador de otras provincias. La única relación de parentesco fue declarada por un adulto que lo relacionó como sobrino de Moctezuma, y todas las personas con las que tuvimos oportunidad de platicar declaraban su asombro cuando les comunicábamos que su madre fue tlatelolca y su padre el tlatoani Ahuítzotl. Sobre su tortura podemos observar que a la mayoría se les viene a la mente las imágenes que típicamente retratan a Cuauhtémoc recostado con los pies desnudos y una fogata cerca. Solo una persona indicó que fue torturado con aceite hirviendo en contra del resto que indicaron que se le quemaron

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 251 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

directamente los pies con fuego. Al parecer éste es el momento con el que todos recuerdan a Cuauhtémoc, aunque son pocos los que realmente saben por qué lo torturaron y muchos declararon que fue en ese momento, o poco después, cuando murió. Incluso hubo una persona que declaró que murió a causa de una enfermedad traída del Viejo Mundo. Sobre el tema del tesoro de Moctezuma fue más desventajosa la situación. Fue menos del 50% quien declaró saber algo de dicho tema. Entre ellos fueron pocas las personas que pudieron ofrecer datos concisos sobre el tema, aunque algunos lo relacionaron con el evento de la Noche triste, y otros más declararon que fue escondido por los aztecas y que nunca se encontró. Solo una persona hizo alusión del descubrimiento arqueológico de hace algunos años cerca de la Alameda. El resto enfatizó que solo se trata de una leyenda y que fue un mito inventado por los invasores. Incluso un par de jóvenes declaró que existía una maldición relacionada con el tesoro. Sin embargo el tema a muchos de los visitantes les causó interés y una vez terminada la entrevista pidieron que se les ampliara la información. En este caso, observamos que la mayoría se sorprendían al saber de la fidelidad de Tlatelolco durante el asedio y la resistencia de Cuauhtémoc, así como la existencia real del tesoro y su fin desconocido. Es preciso señalar que los adolescentes y jóvenes declaraban mucha sorpresa al saber la edad de Cuauhtémoc al llegar los españoles: “Tenía la misma edad que yo” llegaron a reflexionar en voz alta algunos. Con estos resultados podemos observar que en general el visitante, tanto nacional como extranjero, tiene una imagen positiva sobre Cuauhtémoc y dominan los elementos más básicos de su persona, aunque el público joven se muestra poco conocedor al respecto. Sin embargo la biografía de dicho personaje es por demás de interés y curiosidad para la mayoría de los visitantes que entrevistamos. Los detalles sobre su persona, como su edad, carácter, parentesco y muerte fueron de los elementos más llamativos. Es por ello que puntos como estos deben ser ampliamente abordados en nuestro

252 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

programa. El tema de su tortura también debe ser abordado ya que muchos de nuestros visitantes tienen poca o errónea información al respecto. Acerca del tesoro perdido encontramos un vasto campo ya que son pocos aquellos que declararon conocer algo al respecto. Abordar este tema es una gran oportunidad para “enganchar” al visitante ya que muchos, en particular los jóvenes, se mostraron interesados en el tema del tesoro. De ahí que se pueda aprovechar para adentrarnos en el tema de los distintos conceptos de lo que es valioso para las diferentes culturas y utilizar un final que pocos se esperan para nuestra visita guiada lúdica.

2. Encuestas Como hemos indicado, las encuestas se concentraron en la toma de decisiones de nuestro programa interpretativo y la identificación del visitante. Iniciemos el reporte de esta sección con el segundo punto. Respecto al contexto personal del visitante se repiten algunas de las anotaciones del estudio de 2007. Por ejemplo, las proporciones en cuanto a la proveniencia: la gran mayoría proviene de la Ciudad de México (64%), aunque la población inmediata al sitio ocupa un 21%, seguida de los visitantes nacionales (14%) y de los internacionales (1%) (cfr. Gráfica 2, en el Anexo 2 de este apartado). Sobre la edad, en su mayoría fueron adultos jóvenes (20 a 30 años) seguidos de los adolescentes (42% y 35%, respectivamente), correspondiendo con el estudio de 2007 en similitud y las encuestas del CONACULTA (2004; CNEP 2008) donde el visitante mayoritario es el público joven (cfr. Gráfica 1). Respecto a la asiduidad al sitio, nuevamente encontramos un demoledor 77% de aquellos que visitan el lugar por primera vez, lo que nos recuerda, como habíamos indicado en líneas anteriores, que quien visita el lugar no regresa. Aunque esto no es endémico de Tlatelolco, ya que los resultados de CONACULTA (idem) arrojan resultados similares (cfr. Gráfica 3).

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Sobre los motivos que los llevan a visitar a Tlatelolco los números fueron muy cerrados, nuevamente. Por un lado el porcentaje entre la labor escolar y la búsqueda de aprendizaje resultó en casi un empate (37% y 36%); por otro lado quienes buscaban diversión y eligieron Tlatelolco para simplemente pasear con amigos y familiares resultaron juntos en un 26% (cfr. Gráfica 4). Referente al contexto social, la mayor parte de los visitantes llegan al lugar en grupos no muy numerosos de 3 hasta 6 personas, seguidos de los visitantes en pareja (65% y 20% respectivamente). El resto de los visitantes llegaron en grupos grandes, seguidos de los visitantes en solitario (cfr. Gráfica 5). De igual forma, quienes vienen acompañados de niños resultaron la mayoría (28%), seguidos de aquellos que venían en pareja, como parte de un grupo de adultos o un grupo de adolescentes con 23%, 21% y 18% respectivamente (cfr. Gráfica 6). Referente al tipo de visita que se prefiere, un 66% declaró que seguiría gustosamente un recorrido mas corto, pero asegurándole ver lo mas importante del lugar, seguido de un 27 que declaró que no lo seguiría y un 7% que declaró ser indiferente (cfr. Gráfica 8). En particular para nuestro trabajo se buscó investigar el tiempo que planean estar en el sitio, y de esta manera, no proyectar una actividad sobrada en tiempo. En este caso, la mayoría de los visitantes pensaban dedicar al sitio desde media hasta una hora (38%) seguidos de aquellos que pensaban estar menos de media hora en el sitio. Mientras que el 29% planeaban estar más de una hora (cfr. Gráfica 7). Sobre las personas que portaban celular en esos momentos, resultó un arrasador 92% (cfr. Gráfica 9). De estos, el 27% portaba un celular marca Nokia, mientras que un 27% llevaba consigo un celular LG o Samgung 24%, marca Sony el 22% y Motorola un 12% (cfr. Gráfica 10). De estos la mayoría (44%) contenía buen respaldo en cuestiones de capacidad de memoria (cfr. Gráfica 11).

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Por otro lado el 82% de los visitantes contaban con computadora en casa (cfr. Gráfica 12), aunque solo el 49% declaró utilizar Internet diariamente, seguido de un 26% que declaró utilizar la red algunas veces a la semana (cfr. Gráfica 13). Sobre la utilización de programas en celular, un poco más de la mitad de la población (56%) declaró nunca haber cargado programa alguno en su teléfono. Y de estos, la mayoría fueron descargas gratuitas o con muy bajo costo (cfr. Gráfica 14). Sobre el interés de invertir en el producto, podemos observar que la gran mayoría muestra poca disposición para pagar más allá de $50 por el programa para el celular y menos de $100 para el juego en CD (cfr. Gráficas 15 y 16). En muchas ocasiones las encuestas se tornaron verdaderas pláticas con el visitante; resulta increíble saber cuántas personas están dispuestas y ávidas por que el personal de los sitios patrimoniales los escuchen. En este caso muchos pedían mayor información sobre Tlatelolco. También hubo bastantes personas vecinas del lugar dispuestas a platicar sus experiencias relacionadas con el lugar, ya que algunos llevan más de 50 años viviendo en la localidad. Otros se mostraban interesados en el Templo Calendárico al saber que las imágenes que presenta son los días del calendario nahua, más que simple decoración. Sin embargo no todas fueron loas, algunos consideraron que el sitio presentaba un aspecto descuidado, en particular el área cercana al temascal e indicaron su incomodidad debido a que algunos vagabundos que acampaban en esas fechas cerca de la entrada los hacían sentirse inseguros. De igual manera hubo algunos reclamos en cuanto al trato de la vigilancia. Finalmente uno de los entrevistados manifestó que la falta de sombra hacía el recorrido muy pesado.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 255 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

3. Seguimientos (Tracking) Los seguimientos proporcionaron información muy valiosa. La primer variable de nuestro interés versó sobre el promedio de tiempo que dura una visita. En este caso la media resultó en una estancia de 34 minutos. La visita mas corta resultó en 11 minutos, siendo un par de mujeres que entraron por equivocación al sitio, teniendo que recorrerlo todo para salir a la iglesia de Santiago Tlatelolco. La más larga duró una hora y 18 minutos de un grupo compuesto por dos hombres, un adulto y un joven, quienes se dedicaron estoicamente a copiar a mano cada cédula en la que se detuvieron. Le siguió en tiempo similar (76 minutos) una pareja de adultos jóvenes que se detuvieron frente a todas las cédulas del sitio. La observación del comportamiento humano resulta una rica experiencia y prueba la pertinencia de este tipo de estudios que muestra actividades antes no sospechadas. Como hemos indicado líneas arriba, después de los primeros seguimientos descubrimos una constante: en un recorrido libre la mayor parte de las paradas de los visitantes es frente a las cédulas, incluso las buscan como una especie de estaciones base y pasan de una a otra. Una vez que llegan a la cédula, primero la observan, luego levantan la vista para buscar el objeto referido en ella, se detienen un momento y después buscan la siguiente cédula. Esto nos llevó a considerar que en parte se trata de una búsqueda por entablar una interacción con el objeto observado a través del discurso, por el otro que las cédulas para el visitante detentan cierta autoridad que les indica el lugar ideal para observar el objeto. Queriendo enfrentar nuestra hipótesis, modificamos el modo de registrar los recorridos, marcando en nuestros mapas el lugar donde se encontraban las cédulas. Los resultados fueron confirmativos: el 84% de las paradas realizadas fueron frente a una cédula. No obstante eso no indica que se lean las cédulas. Observando la conducta de nuestros visitantes consideramos que sólo se leen los títulos de la mayoría, ya que se detuvieron menos de 1 minuto en cada

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cédula y constantemente levantaban la vista hacia el objeto o monumento arqueológico, lo que sugiere que la atención precisa para leer un texto de más de 10 líneas está ausente. La excepción resultó la cédula ubicada frente a la etapa II del Templo Mayor y en las 3 primeras cédulas del recorrido: Introductoria, Templo de Ehécatl y Palacio. Quisimos comprobar también que decrece el número de paradas conforme avanza la visita. Sin embargo el resultado no fue tan contundente, las cédulas fueron atendidas por la mayoría, con excepción de las cédulas del Temascal y las últimas dos del recorrido que tuvieron un ligero déficit. La poca asiduidad al Temascal, no obstante, consideramos que se debe a la mala señalización en este punto del recorrido. Debido a la autoridad que representan las cédulas, quisimos saber cuáles eran los puntos que llamaban la atención a pesar de que no hubiera cédula frente al objeto, lo que indicaría un gran poder de atracción de acuerdo a la terminología de estudios de visitantes. En este caso, resultó que el Templo Calendárico se lleva las palmas, ya que muchos se detuvieron a observar sus petroglifos de las paredes Este y Sur, por más tiempo incluso del que le dedicaban a las demás paradas con cédula. Otros edificios con poder de atracción resultaron el Templo de Ehécatl en el que los visitantes se detenían antes de llegar a la cédula, el Templo de las Pinturas y el Templo Mayor tanto en sus paredes occidentales de la Etapa II, en la que se encuentran muchos de los petroglifos, como en las etapas subsecuentes. Los puntos no relacionados con edificios que detuvieron por unos momentos al visitante fueron “Los Amantes”, el nopal que se encuentra a la altura de la 5ª etapa constructiva, un punto particular a la altura de esta misma etapa donde se observa a la perfección la iglesia de Santiago Tlatelolco, la fuente y el mirador, en relación con un “pozo de los deseos” donde los visitantes arrojan monedas. La acción de tomar una fotografía indica para nosotros relevancia del objeto o momento que se está retratando, por lo que también registramos dichas acciones, en vista de que la mayoría de los grupos observados llevaban

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 257 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

consigo una cámara o tomaban fotos con su celular. La mayoría de los objetos inmuebles que mostraron poder de atracción resultaron también los más retratados: el Templo de Ehécatl, el Templo Calendárico, el Templo Mayor, la iglesia de Santiago Tlatelolco y la fuente. En esta acción observamos una conducta peculiar que muestra una diferencia generacional. El centro focal de los adultos eran los objetos arqueológicos; mientras que las fotografías tomadas por los adolescentes tenían como objetivo principal a ellos mismos junto con sus compañeros, usando como fondo los edificios arqueológicos. Esto nos lleva a reflexionar que para los adolescentes su atención se centra más en el contexto social que en el contexto físico. Entre las conductas registradas por nuestro estudio se comprobaron algunos de los supuestos de Serrel (en Gándara 2001) entre las cuales se encuentra que en la mayoría de los grupos existe un “líder” que usualmente lee las cédulas en voz alta para los demás y que quienes leyeron las cédulas permanecen más tiempo en el lugar. En este caso, el grupo 21, que resultó una pareja de adultos mayores leían con detenimiento algunas cédulas entre ellas la referente a las etapas constructivas del Templo Mayor, con esta información en mente se regresaron al pasillo sur que rodea el edificio para comprobar lo que habían leído. Su visita fue de las más largas con 45 minutos de duración. Para finalizar nos referiremos a las interacciones observadas entre los visitantes y el sitio y su personal. En primer lugar el recorrido sigue siendo extenuante y algunos de los visitantes se toman pequeños descansos a lo largo de su visita, utilizando los extremos del pasillo y de las fuentes o los escalones como bancas improvisadas. Son pocos los que asisten preparados para los inclementes rayos del sol, portando alguna gorra o sombrilla, por lo que buscan las pocas sombras que el sitio provee como en el área del Temascal. Los visitantes son poco introvertidos, algunos se acercaron al personal ya sea para preguntar sus dudas o algunas veces para charlar, en particular los adultos. Durante nuestro estudio y el tiempo que laboramos en el sitio, son

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realmente escasos aquellos que transgreden las normas e incluso hay visitantes que llaman la atención de otros o avisan a los vigilantes de conductas inapropiadas. Desafortunadamente la relación no es recíproca, la actitud en general de la vigilancia es bastante agresiva y se presta poco al diálogo. El primer punto de contacto ocurre en la encrucijada a la altura de los sanitarios, donde muchos visitantes pretenden salir por la puerta que se encuentra naturalmente frente a sus ojos siguiendo el corredor. En este momento ocurre el primer regaño y la consiguiente orden: “¡Ésta no es una salida, el recorrido continúa bajando las escaleras!”, declarado en su mayoría con un tono bastante autoritario, en particular hacia los adolescentes. El siguiente desencuentro ocurre para quienes pretendan evitar las escaleras que llevan a la pared occidental de la etapa II. Los vigilantes prácticamente fuerzan a los visitantes a bajar por las escaleras; siendo que por ningún lado existe una señalización que oriente al respecto y tampoco razón alguna por la que el visitante deba seguir dicho trayecto ya que tanto un camino como el otro llevan al mismo lugar metros más adelante. La presión injustificada es tal que observamos cómo una familia tuvo que bajar una carreola por estas escaleras. La premisa de que el recorrido es unilineal también se lleva al extremo, ya que muchos de los visitantes que llevan más de la mitad del recorrido y quieren retroceder a los sanitarios también se estrellan contra la actitud autoritaria y deben darle explicación al policía no sin antes recibir el consabido grito: “¡El recorrido es para el otro lado!”. No debemos olvidar de que la visita se realiza en su mayoría acompañado. El último punto de desencuentro se encuentra en el “área de descanso” frente al Gran Basamento. Este lugar tiene bancas y antes conectaba el sitio con el camino peatonal que cruza el Eje Central, por lo que posee una salida ahora cerrada para el visitante. Quienes pretendan acercarse al lugar reciben el ya consabido grito de que el recorrido aun no termina, ante lo cual el visitante debe aclarar que ya lo sabe y que solo pretende sentarse en las bancas que se

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encuentran en este lugar. Cuando nos encontrábamos realizando una visita quien esto suscribe y el director de la presente tesis Manuel Gándara en 2010, un oficial nos indicó que no podíamos permanecer en el lugar por más de cinco minutos. Cuando inquirimos al oficial las razones por las que el sitio estaba “prohibido” nos indicó que era “orden de sus superiores”. Es evidentemente imposible que la administración de Tlatelolco pueda emitir órdenes tan absurdas como el prohibir al visitante sentarse por más de 5 minutos en una banca o que a la fuerza se deba bajar por las escaleras de la Etapa II aun siendo adultos mayores o llevando una carreola. Lo que observamos por el contrario es poco criterio por parte de la vigilancia para llevar a cabo su deber de salvaguardar el sitio arqueológico y olvidan muchas veces que están tratando con visitantes, y no con delincuentes.

4 Conclusiones generales

¿Cómo podríamos caracterizar a los visitantes de Tlatelolco? De acuerdo a nuestro trabajo, la mayoría de quienes visitan el sitio son jóvenes y muestran pocas señas de introversión. Por el contrario, la gran mayoría está dispuesta a entablar conversaciones e intercambiar algunas anotaciones tanto con las personas que los acompañan, como con el personal del sitio e incluso con otros visitantes. En cuanto al motivo de su visita declaran la búsqueda tanto de educación como de entretenimiento, cuestión que ya McMannus había anticipado “… las familias, al visitar un museo, buscan diversión o entretenimiento, anticipando asimismo, una experiencia educativa o informativa general.” (McMannus 1995:62). Es como si los sitios patrimoniales garantizaran tanto un oasis donde “poder pasear” como un poco de aprendizaje. Por lo que

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confiamos que un juego educativo a través del sitio tendrá cabida dentro de la preferencia de los visitantes. Respecto al conocimiento previo de nuestro proyecto, observamos que Cuauhtemoc es un personaje percibido de manera positiva por el gran colectivo y se manejan sobre él tres conceptos generales, incluidos los extranjeros: fue un rey y guerrero azteca, vivió durante la época de la invasión española y fue derrotado y torturado por los españoles al mando de Hernán Cortés. Sin embargo, más allá de estos datos generales, son pocos quienes saben algo más del último tlatoani mexica, aunque los adultos mostraron mayor conocimiento al respecto que los jóvenes. Esto no implica que sean poco atendidos una vez que se les exponen, incluso podríamos decir que la gran mayoría mostró gran interés cuando se les platicó algo más sobre este personaje como su edad, parentesco, vínculo con Tlatelolco y reacción ante los invasores. Consideramos que es preciso ampliar el tema de su tortura y muerte ya que detectamos varios errores de apreciación al respecto. Sobre el tema del “tesoro” el análisis del conocimiento previo vaticina éxito en el interés de la historia. A pesar de que el tema no es completamente desconocido, fueron pocos los que pudieron dar mayor información al respecto y una vez que se les platicaba a grandes rasgos del asunto la mayoría mostró sorpresa y admiración. Las encuestas en general mostraron tendencias similares a nuestros estudios de visitantes previos: la mayoría de los visitantes son jóvenes y provenientes de la Ciudad de México, aunque no precisamente de las zonas inmediatas al sitio; son pocos los que regresan una segunda vez al sitio. La visita se realiza en compañía, estando presentes en gran número los infantes. Sobre las variables de la visita ésta se calcula durar de entre media a una hora, cuestión que se confirma con nuestros seguimientos que arrojaron un promedio de 34 minutos. Por lo que nuestro juego debe durar máximo 1 hora para evitar exceder el tiempo que el visitante planeó para la visita a Tlatelolco.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 261 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

Los seguimientos arrojaron una conducta peculiar entre nuestros visitantes, ya que las cédulas al parecer detentan cierta autoridad que las torna en “estaciones base” desde las cuales se observan los objetos muebles e inmuebles del sitio. Esto muestra una oportunidad para generar nuevas “paradas” en el sitio con nuestra propuesta, capaces de permitirle al visitante una perspectiva distinta del lugar, enfocándonos en detalles e información que se pudo pasar por alto siguiendo esta conducta de “saltar” de cédula en cédula sin prestar atención a lo que ocurre en el trayecto. En cuestión de las condiciones técnicas se obtuvo que el celular es un medio altamente recomendable para desarrollar un recurso interpretativo mediado, ya que la gran mayoría porta uno al momento de llegar al lugar, con buena cantidad de memoria capaz de sostener un juego interactivo. Por otro lado la marca del celular permitió considerar que la plataforma en JAVA es la ideal para nuestro proyecto. No obstante habrá que desarrollar una interfaz amigable, en particular para la descarga del juego, ya que la mayoría declaró que nunca ha cargado ningún programa en su teléfono. El costo también debe ser considerado ya que los usos y costumbres de los visitantes indican que destinan poco presupuesto a este rubro. Bajo la lógica de un análisis FODA podríamos pensar que una de las oportunidades de nuestro sitio se refiere a los elementos con mayor poder de atracción que en este caso son los templos de Ehécatl, Calendárico y el Huey Teocalli. Mientras que la mayor amenaza para nuestro proyecto resulta ser el personal de vigilancia del sitio. Como bien indican Rosas y Schmilchuck, la mayoría de los custodios: “… vigilan, regañan y obligan a seguir una ruta definida y no siempre convincente para aquellos...” (Rosas y Schmilchuck 2008:69), como un intento por “domesticar” a los visitantes. Este punto es importante tanto para nuestro proyecto como para la dinámica del sitio, ya que éstos son la “cara” de la administración (Pérez 2000). De esta forma, si encontramos personal rígido e impositivo, poco dispuesto al diálogo y a la nula

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articulación de razones por las cuales se regulan las conductas, el visitante seguramente recortará su estadía en el lugar. Para nuestro proyecto, prevemos preciso capacitar a los vigilantes del lugar para que la implementación del juego en el sitio sea exitosa. A menos que les sea previamente notificado de que los visitantes pueden caminar a su antojo en el sitio, dentro del andador claro está, el jugador chocará irremediablemente contra los preceptos de los vigilantes. Como bien sugieren Ana Rosas y Graciela Schmilchuck: “Conviene, también realizar un trabajo a corto y mediano plazo con los custodios para que el nuevo discurso del museo no sea contradicho permanentemente por ellos, con sus actitudes autoritarias, prepotentes y rígidas ¿Por qué la obsesión de seguir una ruta, que además no siempre es clara para los visitantes?” (Rosas y Schmilchuck 2008:80).

5. Anexos estadísticos

Anexo 1. Entrevistas, transcripción

Entrevistas diciembre 14, 2010 1. Mujer adulta, 59 años, 16:30 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? Cuauhtémoc significa “águila que cae”, fue un rey azteca antes de que vinieran los españoles y fue al que le quemaron los pies para que les dijera dónde tenía guardado el tesoro porque Cortés quería el tesoro de los aztecas. Era un guerrero muy hábil, tuvo muchas victorias pero realmente estuvo muy poco tiempo ¿no? Como rey. ¿Sus victorias contra quién fueron? Pues contra los tecpanecas, los de acá de Azcapotzalco, mhh, ¿con quién más? Con los tlatelolcas también ¿no? Pero sí era un guerrero muy hábil. ¿Y qué sabes del tesoro?

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 263 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

Del tesoro pues nada... Bueno sí, en cierta ocasión leí algo que decían que se lo habían llevado en su huída los aztecas y que había quedado enterrado en parte del tramo del centro hacia Tacuba, que ahí se había perdido y que ahí había quedado. Después, hace no muchos años cuando construyeron los edificios ahí por la alameda dijeron que habían encontrado parte del tesoro. Y que probablemente rumbo hacia Tacuba debe de estar más de ese tesoro, pero en realidad, así a ciencia cierta no sé mucho al respecto. ¿Alguna duda sobre la invasión española? Pues se me hace así muy poco creíble el que...o que quién sabe porque ellos sí llevaban sus religiones muy estrictamente... de lo que dicen que no los atacaron porque pensaban que eran dioses porque venían montados en animales y traían artefactos que hacían mucho ruido y mataban. Pero pues si era una tribu que toda su vida estuvo peleando y batallando por lograr un sitio donde vivir, donde asentarse, pues yo creo que no era suficiente eso de que vinieran en sus caballos, trayendo armas para que los amedrentaran. Su espíritu guerrero debía haber sido más fuerte. Pienso que eso no fue lo que ayudó a los españoles, ha de haber sido otra cosa. ¿Sabías que Cuauhtemoc era mitad de Tenochtitlan, mitad tlatelolca? No, bueno, sabía que era de dos reinos, pero no sabía de dónde. ¿Sabías que cuando se encontró con Cortés pidió que lo mataran? Sí, pues le dijo “Toma este puñal y mátame con él” ¿no? ¿Por qué crees que pidió que lo mataran? Porque no iba a soportar ver a su pueblo sojuzgado por otras personas ¿Sabías que Tlatelolco fue el último lugar de resistencia de los aztecas contra los españoles? No, de hecho pensaba que había sido Tenochtitlan. ¿Sabías que Tlatelolco odiaba a los tenochcas cuando llegaron los españoles porque los tenían sojuzgados y que cuando Cortés lo supo ofreció a Tlatelolco pasarse a su bando, pero éstos prefirieron quedarse al lado de Tenochtitlan? No, no lo sabía, es muy interesante eso. ¿Te gustaría saber más acerca de la biografía de Cuauhtémoc? Pues sí, porque siento que fue un personaje muy importante, porque además era líder, o sea la gente lo seguía. Y pues, si no lo hubieran matado, pues hubiera hecho muchas cosas por... pues no nada mas por los aztecas, sino por todos los pueblos que sometió.

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¿Sabes cuándo lo mataron? Bueno, se supone que está allá por Guerrero. Yo pienso que fue inmediatamente después de la conquista. ¿Sabes cómo lo torturaron? Pues le quemaron los pies, como nos lo pintan en los cuadros, a él medio recostado y un fuego cerca de sus pies.

Enero 26, 2010 2. Joven masculino. 22 años. 13:10. ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? Pues que fue sobrino de Moctezuma. Él asumió el poder después de que Moctezuma murió. También que desconfió de los españoles. Le quemaron los pies, aunque no sé bien por qué. Creo que ahí se murió. ¿Sabías que la mamá de Cuauhtemoc era de Tlatelolco? No, ni idea. ¿Sabes algo sobre un tesoro de Moctezuma? Pues que es algo mítico, nadie lo ha encontrado. Parece que está abajo del zócalo. Se quedó en una parte del lago ¿no?, en el centro. ¿Crees que haya existido? No sé si existió o es sólo una leyenda, ¿tú nos lo podrías contar? Sí, claro, con gusto se los explico. Gracias por su apoyo. Nota. Durante la explicación declararon su sorpresa al saber que Tlatelolco permaneció junto a Tenochtitlan durante el asalto final.

3. Joven masculino 16 años. 13:23 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? Pues básicamente nada. No, nada. Este, pues sí que fue un rey histórico. Es lo único que te puedo decir de él. No conozco mas a fondo de eso, precisamente por eso vine aca, para informarme de eso. ¿Sabes algo de la conquista y el papel que jugó Cuauhtemoc? No tengo idea. Básicamente vengo de visita acá y no conozco. Gracias.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 265 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

4. Jóvenes masculinos 17 (A) y 16 (B) años. 14:30 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? A.Pues sí, fue un emperador, de época prehispánica, creo que ya. Era de la conquista. ¿Sabías que le quemaron los pies? A. ¡Ah! ¿fue a él? Je je je. B ¿Qué no fue a Moctezuma? No, Moctezuma ya había muerto B. ¡Ah orale! A. Bueno, entonces fue al que le quemaron los pies entonces. Y ya. Saben algo del tesoro de Moctezuma A. No, que estaba maldito ¿no? ¿Se supone? ¿No es el del Dorado? Ja jaja B. Se supone que estaba maldito porque era relacionado con, este, de que cuando morías volvías a nacer de otra forma, así como, como zombies. Se supone, así tengo como entendido. Algo que siempre hayan tenido duda sobre la conquista A.De la conquista, pues no. B. Bueno, sí, ¿dónde quedó el tesoro? Muchas gracias

5. Adulto masculino. 40 años. 16: 07 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? A. Mmh, tú que sabes? (preguntándole a su hija) Niña: no, nada A. Era “el águila que cae” fue el último emperador azteca. ¿De la conquista? A. De la conquista de México ¿Cómo qué quieres saber? ¿En relación con Cuauhtémoc? A. Ahh, es el sacrificio del pueblo indígena hacia el español que hubo, que tuvieron que luchar tanto Cuauhtemoc, Cuitlahuac y otros indígenas de esa época acerca de la esclavitud que había en Tenochtitlan, en la ciudad que era mexica, México actualmente.

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¿Sabe algo sobre el tesoro de Moctezuma? A. Según la historia, nunca se han encontrado. Y el penacho sigue en un país extranjero que no se ha podido recuperar. No me acuerdo qué país lo tiene, no nos lo han dado, no nos lo han regresado. Y del tesoro, seguimos y seguirán pasando las generaciones, yo creo, y nunca lo encontraremos. Muchas Gracias

6. Adulto femenino, 24 años. 16:50 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? Bueno, sí supe que es alguien importante, pero sé poco. Es que soy de mente así como… Ok no te preocupes. Algo del tesoro de Moctezuma No, tampoco. ¿De la invasión española? ¿Cuándo vino Cristobal Colón y todo eso? Nada más sé que llegó, conquistó aquí y como que se apoderó de la ciudad. Y que ya de ahí empezaron a venir los españoles y hubo como cruzas, bueno no cruzas, bueno no sé cómo le llamen. Gracias

7. Adulto masculino, 24 años. 17:02 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? De Cuauhtémoc, fue un guerrero mexica. Este, el último en liderear la resistencia, contra los españoles. Ehh, parece que falleció a causa de una enfermedad traída del nuevo mundo. Sabes algo del tesoro perdido de Moctezuma? Pues leyendas nada más. Recuerdo que leí un libro donde decía que en la Noche Triste los españoles iban a escapar con gran parte del tesoro mexica, pero fueron atacados en, cerca de un río, y bueno pues, por el peso muchos fallecieron, ese era parte del tesoro. ¿Tienes alguna inquietud sobre la conquista española? Pues es que son muchas cosas las que quisiera saber. Por ejemplo, me gustaría saber más acerca de Moctezuma por qué permitió que pasara esto con su pueblo. Más que nada eso. Muchas gracias.

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Enero 27, 2010 8. Adulto joven 25 años. 15:53 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? ¿De cómo? ¿De quién? ¿De Cuauhtémoc? Sé que fue el último tlatoani, fue el último gran tlatoani de los aztecas, que murió dos o tres años después de que fue capturado por Cortés. Que fue un gran símbolo de unidad entre los mexicanos. Que trató de traer la paz entre los pueblos que tenían sometidos, con los pueblos de las costas y de la península de Yucatan. ¿Sabes algo del tesoro de Moctezuma? Sí, que era una gran cantidad de oro que se encontraba escondida en alguna parte del país. Que fue cuando, este, éste Hernan Cortés supo de él mandó a torturar a Cuauhtemoc. Y la tortura más memorable fue la del, que cuando le untaron de, este, aceite los pies y le quemaron los pies. Y uno de sus acompañantes le dijo a Cuauhtemoc: “Por qué no dices dónde está el tesoro, que no ves que estoy sufriendo” y él le dijo: “¿Pues qué crees que yo estoy en algún campo de flores?”. Eso es lo que sé del tesoro de Moctezuma. ¿Alguna duda que tengas sobre la invasión española? Dónde está todo el oro y todas las riquezas que se robaron. ¿Tú crees que Cuauhtemoc es un héroe o un villano? Es un héroe. Quizás muchos, por mucho tiempo lo tacharon de un villano, pero es un héroe. Gracias

9. Adulto mujer, 40 años. 15:57 ¿Qué sabes de Cuauhtémoc? Que fue un emperador, ehh, de la cultura mexica. Fue uno de los más grandes emperadores y constructores de lo que era Tenochtitlan. ¿Sabe algo sobre el tesoro de Moctezuma? ¿Del tesoro? Mmh, he escuchado como una leyenda. Es una leyenda nada más acerca de que era lo que pensaban los españoles y la idea que ellos tenían es de que se trataba de oro. Entonces era lo que venían a buscar ellos. El oro. ¿Tiene alguna duda sobre la conquista española?

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Algo que haya querido saber…por qué diablos tuvieron que venir a destruir todo. Sí, sí esa es la cuestión, bueno quizá no es duda, mas bien es darme cuenta de su barbarie a esas alturas. Porque ir a destruir una cultura porque no la entienden es barbarie, entonces no es duda, es más bien es asombro. Es asombro. ¿Usted cree que Cuauhtémoc es un héroe o un villano? Pues yo creo que fue un… no vivo, no viví en esa época, viviendo en la época actual conociendo gobernantes que sí hacen cosas por el pueblo, gobernantes que hacen todo lo contrario, que venden la patria y todo eso…Yo supongo que dentro de sus circunstancias, supongo yo que sí hizo lo más que pudo dentro de…con los recursos que tenía para defender a su pueblo. Muchas gracias.

Febrero 3, 2010 10. Hombre 43 años, proveniente de Nayarit. ¿Qué sabe de Cuauhtémoc? Que fue el último rey azteca, emperador azteca. Pues que fue muerto por Cortés, que le quemaron los pies para que le, este, indicara dónde estaba el tesoro de los aztecas, etcétera. ¿Y sobre el tesoro qué sabe? No, pues era... pues yo sé que era inmenso, era el tesoro de los aztecas, eran los tributos que daba la misma tribu azteca. ¿Y algo sobre la pérdida del tesoro? Bueno, el tesoro de Moctezuma, sabemos que también fue... osea Moctezuma también fue martirizado por los españoles para poder tener en su poder ese tesoro, que era muy preciado, pero eso no le quitó la vida. Muchas gracias.

11. Hombre 25 años, 15:22 ¿Qué sabes sobre Cuauhtémoc? Ah, caray. Cuauhtémoc, ¿a cuál te refieres, al último emperador? Sí Pues que fue el último tlatoani que estuvo cuando todavía era imperio... Cuando fue lo de la época de la conquista. No fue el primer Cuauhtemoc, pero su nombre significa “Águila que cae” o “Águila en picada” mas bien, es el significado de su nombre. Pues le tocó a él después de la caída de Moctezuma el asumir el poder y estar al mando

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 269 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

de las últimas revueltas y últimas resistencias que hubo de parte del imperio mexica. Y pues finalmente fue... se entregó o fue sitiado, y después de eso pues acabó prácticamente en pocos años la resistencia que quedaba. Después pues la famosa tortura que le hicieron para recuperar el tesoro que perdieron cuando fue la huida de la noche triste, que nunca lo han recuperado. Y pues...bueno, creo que hay mucho que te podría decir de historia de este personaje. ¿Y sobre el tesoro mas o menos qué sabes? Pues que fue en la huida de Cortés cuando llevaban todo lo que era el tesoro del palacio de Moctezuma, para trasladarlo de México Tenochtitlan a Cuernavaca, se perdió porque cortaron el paso mediante los puentes. Entonces al parecer ahí lo tuvieron que tirar por la borda para salvar sus vidas los que quedaban y los que no pudieron o no lo quisieron tirar terminaron ahogados. Entonces, este, pues debió de haber caído alla por donde está el Puente de Alvarado, porque precisamente fue lo famoso de ese momento, que Alvarado pues logró cruzar con su caballo. Y finalmente pues el tesoro cayó en un lago pantanoso, revoltoso (ja ja ja) entonces pues no creo que sea fácil encontrarlo debajo de es, ahora que está cubierto de concreto, piedras, y años y años y años de construcción ¿Sabes cuándo murió Cuauhtemoc? No recuerdo las fechas, soy pésimo para las fechas. ¿Pero sí sabías que murió tiempo después de la conquista y su tortura? Sí, si lo sabía. ¿Sabías que su madre fue de Tlatelolco? No, eso es muy interesante, lo voy a revisar en los libros. Gracias.

12. Adulto, masculino. 27 años. Proveniente de Colombia. 15: 43 ¿Qué sabe de Cuauhtémoc? Uy, Cuauhtémoc. Ni idea, no sé. Era un rey azteca. No sé, fue el último que defendió esto. Pero no lo he visto mencionar aca. (...) Me suena como a guerrero. ¿Saben algo sobre un tesoro perdido de Moctezuma? No, tampoco. Muchas gracias

13. Adulto, femenino. 44 años. Proveniente de Brasil.16:01

270 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

¿Qué sabe de Cuauhtémoc? El último emperador azteca ¿Sabe cuándo murió? Ah, fue después de la conquista de Cortés, pero yo no me acuerdo de la época, fue diez y... milquinientos veinte, por ahí. ¿Saben algo sobre un tesoro perdido de Moctezuma? De lo que leí en Bernal Díaz del Castillo que habla de un tesoro de Moctezuma que desapareció supuestamente fue arrojado al lago de Texcoco, sí. ¿Creen que Cuauhtemoc fue un héroe o un villano? Yo creo que ni héroe ni villano, fue resultado de una coyuntura. Pero de que no fue un villano, no lo fue. Gracias.

Febrero 9, 2010 14. Mujer 34 años, mexicana nacionalizada estadounidense 14:33 ¿Qué sabe de Cuauhtémoc? ¿De quién? De Cuauhtémoc Ja, ja, ¿De Cuauhtemoc? Qué era un dios ¿no? Ja, ja. No, no sé ¿Saben algo de un tesoro perdido de Moctezuma? Sí bueno, sé que hay un tesoro, ¿no? Bueno se encontró un tesoro pero no sé mucho. Es que no vivo aquí. ¿De dónde eres? Soy mexicana, pero vivo en Estados Unidos. Muchas gracias por su información.

15. Hombre adulto, 38 años. Norteamericano 15:22 Do you know something about Cuauhtemoc? Yes, he was the last emperor of the mexica, and he died sometime around 15... sometime after the Conquests, he was tortured when they were looking for gold, they burned his feet and later on an expedition Cortes took him with him and he was killed during the expedition. Do you know something about a hidden or lost treasure of Moctezuma?

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 271 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

Yes, the spanish believed that there was a treasure somewhere and that´s why they burned the feet of Cuauhtemoc, and did other things to look for the treausre which they never found. Thanks.

16. Mujer adulta, 41 años, acompañada de un niño. Proveniente de Sonora. 15:38 ¿Sabe algo sobre Cuauhtémoc? Ay, no me acuerdo. Me agarraste así... pues sé que es un dios ¿no? Aquí ¿sí? Qué pena, no me acuerdo, ja ja, ja. No se preocupe, está bien ¿Sabe algo sobre un tesoro perdido de Moctezuma? (mujer) No. (niño) Yo tampoco sé nada (mujer) Dios mío, pues yo estoy peor. Sí sé pero no, no me acuerdo. Más o menos sabía que sí existía, pero no me acuerdo. Muchas gracias.

17. Hombre adulto, 24 años. 16:47 ¿Qué sabes sobre Cuauhtemoc? Que, no sé, era un gran guerrero ¿no? Pero lo venció Hernán Cortés en la conquista de los españoles ¿Sabes algo sobre un tesoro perdido de Moctezuma? No, la verdad no. ¿Tú crees que Cuauhtemoc fue un héroe o un villano? La verdad no, no sé, no estuve en ese tiempo. Pero pues parte de las dos ¿no? Gracias.

Anexo 2. Encuestas, estadísticas

Evaluación del visitante a) Contexto personal

272 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

¿Cuál es tu edad?

61 40-60 adelante 1-12 años 16% 2% 5%

13-19 35%

20-39 42%

Gráfica 1. Que muestra los grupos de edad.

Proveniencia Colonias Otro país cercanas Otro estado 1% 14% 21%

DF y EM 64%

Gráfica 2. Que muestra la proveniencia

¿Es la primera vez que vienes? No 23%

Sí 77%

Gráfica 3. Que muestra la asiduidad al sitio.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 273 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

¿Cuál es el motivo principal de tu visita? Por entretenimiento y relajacion Otra 19% 0% Para conocer Para saber más gente nueva de Tlatelolco 1% 37% Para salir con amigos y familiares La escuela 7% me envió 36%

Gráfica 4. Que muestra las necesidades cognitivas inmediatas del visitante.

b) Contexto social

¿Cuántas personas vienen contigo? Más de 10 6-10 pers Nadie 1% 8% 6% 1 20%

2- 5 pers 65%

Gráfica 5. Que muestra parte del contexto social del visitante.

274 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

¿En qué grupo te encuentras? Grupo con Grupo Solo niños adolescentes 6% 28% 18% Adultos mayores 4%

Grupo adultos Parejas 21% 23%

Gráfica 6. Que muestra parte del contexto social del visitante.

¿Cuánto tiempo piensas dedicarle a la visita? 2:01 hrs en Menos de 30 adelante mins 9% 33% 1:01-2 horas 20%

31 mins-1 hora 38%

Gráfica 7. Que muestra el tiempo que calcula permanecer en el sitio el visitante.

Si te propusiéramos un recorrido mas corto... Indiferente 7% No lo seguiría 27%

Sí lo seguiría 66%

Gráfica 8. Que muestra el tipo de visita que se prefiere.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 275 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

c) Variantes de interés para el proyecto “El tesoro perdido de Cuauhtémoc”.

¿Traes celular en estos momentos? No 8%

Sí 92%

Gráfica 9. Que muestra la cantidad de personas que llevaban celular al sitio.

¿Qué marca es? Ninguno Otro Nokia 8% 7% 27%

Samsung-LG 24% Motorola 12% Sony 22%

Gráfica 10. Que muestra las marcas de celulares de los visitantes.

¿Cuánta memoria libre trae?

No traigo En Kbs celular 5% En Megas 9% 18% No sé 25%

En Gigas 43%

Gráfica 11. Que muestra la capacidad de los celulares de aquellos que lo portaban.

276 EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO

¿Cuentas con computadora en casa? No 18%

Sí 82%

Gráfica 12. Que muestra la cantidad de visitantes que cuentan con computadora en casa.

¿Cada cuándo te conectas a internet?

Solo en el No uso trabajo internet 10% 5% Algunas veces al mes 10%

Algunas veces Diario a la semana 49% 26%

Gráfica 13. Que muestra la asiduidad del uso de internet entre los visitantes.

¿Has cargado algún programa, juego, sonido o imagen a tu celular?

No Sí 54% 46%

Gráfica 14. Que muestra la proporción de quienes han descargado programas a su celular.

EL TESORO DE CUAUHTÉMOC. TIEMPO LIBRE Y DISFRUTE DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN TLATELOLCO 277 Anexo 2. Estudio de visitantes, Tlatelolco 2009-2010

¿Cuánto has invertido en eso?

Hasta $50 De $51-200 9% 4%

No he Más de $201 descargado 0% nada Descarga libre 54% 33%

Gráfica 15. Que muestra la inversion en programas para celular.

¿Cuánto pagarías por un juego que te lleve por el sitio arqueológico a través de tu celular? Nada 8% De $21 a 50 37% Menos de $20 45%

Más de $201 De $51 a 200 1% 10%

Gráfica 16. Que muestra el interés de inversión en el producto.

¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un CD que tuviera juegos e información de Tlatelolco? Más de $200 Nada 2% 6% De $101-200 24%

Menos de $100 68%

Gráfica 17. Que muestra el interés de inversión en el producto.

Anexo 3. Cuadros de seguimientos Seguimiento 1. Entrada 2. Templo de 3. Altares circulares 4. Tzompantli 5. Palacio 6. Templo de 7. Templo 8. Etapa II del Ehécatl superpuestos Sur las Pinturas Mayor etapa II Templo Mayor 1 1 1 1 0 1 1 1 0 2 0 1 0 0 0 0 0 0 3 1 1 1 0 1 0 1 1 4 1 1 1 1 1 1 1 1 5 0 0 0 0 0 0 0 0 6 1 1 1 1 1 1 1 1 7 1 1 1 1 1 1 1 1 8 1 1 1 1 1 1 1 1 9 0 0 0 0 1 0 0 0 10 0 0 0 0 0 0 0 0 11 0 1 1 1 1 1 1 1 12 0 1 1 1 1 1 1 1 13 1 1 1 1 1 1 1 1 14 0 0 0 0 0 0 0 0 15 1 1 1 1 1 1 1 1 16 1 1 1 1 1 1 1 1 17 1 1 0 1 1 1 0 0 18 0 0 1 1 0 1 0 1 19 0 0 0 0 0 0 0 0 20 1 1 1 1 1 1 1 1 21 0 1 1 1 1 1 1 1 22 1 0 1 1 0 1 0 1 23 1 0 1 1 1 0 1 1 Suma 13 15 16 15 16 15 14 15

278 9. Ofrenda 6 10. Etapa I del 11. Templo 12. Imagen pintura 13. Templo 14. 15. Temazcal 16. Plaza sur 17. La gran Templo Mayor Mayor, mural Calendárico Amantes del Recinto plataforma del de Tlatelolco etapas de Sagrado Poniente constructivas Tlatelolco 1 1 0 1 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 1 1 1 0 1 0 1 1 0 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 0 1 1 1 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 0 1 0 1 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 1 1 0 1 1 0 13 14 10 14 14 15 9 10 11

279

18. El Gran 19. Proyecto 20. Patio Norte 21. Límite del Recinto 22 Altar Total paradas Basamento arqueológico Gran Sagrado Tzompantli cédulas/ Basamento seguimiento 1 1 1 1 1 19 0 0 0 0 0 3 0 0 0 1 0 12 1 1 1 1 1 19 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 18 1 1 1 1 1 22 1 1 1 0 1 20 0 0 0 0 0 7 0 0 0 0 0 0 1 1 1 0 0 13 1 1 1 0 0 17 1 0 1 1 1 19 1 1 0 0 0 2 1 0 1 1 1 18 1 1 0 0 0 17 1 1 0 0 0 7 0 0 0 0 0 6 1 1 0 0 0 5 1 1 1 1 1 22 1 1 1 1 1 18 0 0 0 0 0 6 1 1 1 0 0 16 16 14 11 8 8

280 Tipo grupo Núm Descripción Hora entrada Hora salida Duración visita Paradas en Núm. Porcentaje personas Cédulas Paradas paradas general cédulas 1 Solitario 1 Adolescente, mujer 14:55 15:28 33 mins 19 21 90%

2 Grupo adolescentes 4 Adolescentes 2 13:54 14:11 17 mins 3 10 30% hombres, 2 mujeres 3 Pareja adolescentes 2 Adolescentes 16:53 17:22 29 mins 12 15 80%

4 Grupo adultos 3 Adultos, mujeres 15:40 16:39 59 mins 19 21 90%

5 Grupo adultos 2 Adultos, mujeres 16:02 16:13 11 mins 0 0 0%

6 Grupo adultos familiar s/ 6 Adultos mayores 4 15:13 16:00 47 mins 15 18 83% niños mujeres, 1 adulto hombre aprox. 27 años. Familia

7 Grupo adolescentes 2 Adolescentes, 2 13:23 14:39 76 mins 22 25 88% mujeres 8 Solitario 1 Adulto mujer 12:43 13:17 30 mins 19 19 100% 9 Grupo adolescentes 4 Adolescentes 2 14:16 14:45 31 mins 7 8 87% hombres, 2 mujeres 10 Pareja adultos 2 Adultos 14:21 14:34 13 mins 0 2 0 11 Grupo familiar c/ niños 3 Adultos 2 mujeres, 14:14 14:46 32 mins 12 13 92% 1 niña 12 Grupo familiar c/ niños 4 Adultos 2 hombre 14:22 14:55 33 mins 17 17 100% y mujer, 2 niños

281 Lugar paradas extra Fotografías Descansos Observaciones Fecha

Calendárico pared E, Mirador 0 0 Subió mirador. Leyó la mayoría de las cédulas Nov 10, 2009

Ehécatl, Calendárico pared S, Ehécatl, Calendárico, 1 Sanitario Última parada en fuente. Leyeron solo titulos en cédulas Nov 12, 2009 TM, Pinturas, Nopal, TM, Iglesia, Fuente Amantes, Iglesia, Fuente Calendárico pared E, Nopal, Gran Basamento 1 Sanitario Observaron Calendárico con detenimiento. Solo leen los titulos de Nov 12, 2009 Mirador las cédulas y ven las imágenes Calendárico pared E y S Ehécatl, Tzompantli, 0 Observaron Calendárico con detenimiento. Dic 28, 2009 Calendárico, Glifos TM, TM de frente, Edificios Tlatelolco 0 0 0 Equivocaron la entrada, solo querían salir del lugar. Ambas llevaban Dic 28, 2009 zapatilla. Pretendieron salir por iglesia pero no las dejaron Ehécatl, Calendárico pared S Calendárico 1 Temazcal Uno lee, los demás escuchan, recorren juntos el lugar, En sanitarios Ene 8, 2010 querían salir, preguntan al personal (policía y personal) sus dudas, mujeres abren sombrillas en Templo Mayor. Descanso todos en Temazcal a la sombra

Ehécatl, Calendárico pared S, 0 1 Amantes Copian todas las cédulas en un cuaderno. Obtienen folleto y cotejan Mar 19, 2010 TM glifos, su ubicación con el mapa. Cédulas 11, 12 y 21 no fueron copiadas 0 Mirador 0 Pasó de largo temazcal Mar 19, 2010 Iglesia lado SW, Fuente Iglesia lado SW, Fuente, 0 No leen las cédulas, solo los títulos Mar 20, 2010

Iglesia lado SW, Fuente Iglesia lado SW, Fuente, 0 Pasan de largo cédulas Mar 20, 2010 Mirador 0 Mirador Leen solo títulos de cédulas. Niño costó trabajo bajar escaleras TM Mar 20, 2010

0 0 0 Compró libros y folletos en librería Mar 20, 2010

282 13 Grupo familiar s/niños 2 Adulto 1 13:49 15:07 78 mins 19 20 95% hombre, adolescente 1 hombre 14 Grupo adolescentes 4 Adolescentes 13:49 14:00 11 mins 2 2 100% 15 Pareja adultos jóvenes 2 Adultos jóvenes 13:55 15:11 76 mins 18 18 100% 16 Grupo familiar s/niños 5 Adultos 2, 13:57 14:28 32 mins 17 17 100% hombre y mujer, 3 adolescentes hombres 17 Pareja adultos 2 Adultos 14:34 14:51 23 mins 7 8 87% 18 Pareja adultos 2 Adultos 15:56 16:08 12 mins 5 5 100% 19 Pareja adultos 2 Adultos 15:57 16:19 21 mins 5 5 100% 20 Grupo familiar c/ niños 5 Adultos 2 15:59 16:36 37 mins 22 23 95% hombre y mujer, 3 niños 21 Pareja adultos mayores 2 Adultos aprox 16:00 16:45 45 mins 18 20 90% 60 años 22 Grupo familiar s/niños 6 Adultos 2, 15:46 16:05 19 mins 6 9 66% Adolescentes 4 23 Grupo familiar c/ niños 6 Adultos 4, 13:12 13:30 18 mins 14 15 93% Niños 2

283 Iglesia lado SW Iglesia lado SW 0 Copió todas las cédulas donde se paró Mar 22, 2010

0 0 0 Solo se detuvieron en Gran Basamento Mar 22, 2010 0 Mirador 0 Subió mirador. Leyó la mayoría de las cédulas Mar 22, 2010 0 0 0 Copió todas las cédulas donde se paró Mar 22, 2010

Iglesia lado SW Iglesia lado SW 0 Mar 22, 2010 0 Amantes 1 Amantes Mar 22, 2010 0 0 0 Mar 22, 2010 Fuente 0 1 Fuente Mar 22, 2010

Templo Pinturas, Etapas TM 0 1 Templo Tomaron refrigerio en Pinturas (tortilla y chicharrón). Se Mar 22, 2010 Pinturas detuvieron a contar etapas constructivas a partir de cédula Calendárico pared E, Iglesia Iglesia lado SW, TM 0 Última cédula leída Templo Mayor etapa I Mar 28, 2010 SW, Amantes Calendárico pared E y S 0 0 Niños observadores "Hay un túnel en la pirámide",buscan a la Mar 28, 2010 Coyolxauhqui en los petroglifos sin éxito, en la mayoría de las cédulas solo leen títulos, a la salida ponen atención al entorno.

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