Akademos. Caracas, nº 2, 1999, pp. 89-101. Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de

Viajeros alemanes○○○○○○○○○○○○○ a Venezuela en el siglo XIX1 José Ángel Rodríguez ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○

Resumen Abstract

En el siglo XIX vinieron a Venezuela In the 19th century came to Venezuela alrededor de 200 viajeros extranjeros. Casi around 200 foreigner travellers. Almost all todos dejaron su testimonio sobre el país, of them left their testimony of the country, el cual constituye una fuente histórica muy which constitutes a very important source valiosa. Entre los viajeros, los alemanes of history. Amongst the travellers, the fueron los más acuciosos estudiosos de Germans were the ones who studied our nuestra geografía física y humana. El physical and human geography in greatest artículo presenta el aporte de 24 viajeros detail. The article shows the contribution alemanes al conocimiento de Venezuela, la from 24 German travellers to the importancia y calidad de sus variados knowledge about Venezuela; the testimonios, claves ellos para descifrar importance and quality of their varied aspectos desconocidos del siglo XIX testimonies, were essential for discovering venezolano. unknown aspects from the Venezuelan 19th Palabras clave: viajeros extranjeros - siglo century. XIX - alemanes - testimonio. Keywords: foreigner travellers - 19th

century - germans - testimony. ○○○○

89 ○○○○ RODRÍGUEZ, José Ángel: «Viajeros alemanes a Venezuela en el siglo XIX» ○○○○○○○○○○○○○ No hay rincón de Venezuela Alemanes del asombro donde los visitantes extranjeros no hayan Entre los visitantes decimonónicos puesto su pie y mirada en el siglo XIX. Es (que suman alrededor de 200 sólo en el por ello, que sus testimonios escritos y siglo XIX) han sido los alemanes los más gráficos son tan importantes para los es- acuciosos de nuestra geografía física y tudios históricos en Venezuela. Son ellos humana. La lista es larga2, ciertamente, una parte vital de nuestro pasado, en

○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ pero sólo citamos de quienes hemos leído particular del siglo XIX, cuyas fuentes al menos una de sus obras. históricas están dispersas y existen vacíos Entre otros podríamos señalar a de información considerables, sea por la Karl Moritz3, auténtico explorador de acción del fuego de montoneras y revolu- flores e insectos, quien llegó a Venezuela ciones sobre el papel en su momento, en 1835 y murió en la Colonia Tovar en cuando no por pérdidas posteriores, re- 1866, Robert Schomburgk geógrafo al sultado de otras intervenciones sobre servicio de la Sociedad Geográfica de nuestra memoria escrita. Londres, quien viajó por el sur del terri- En los testimonios de los viajeros torio entre 1835 y 1839, y cuyas líneas los paisajes venezolanos se abren ante el cartográficas casi acaban con la Guayana lector contemporáneo, y en particular venezolana4. Más amable fue Ferdinand para el estudioso del pasado, con diversas Bellermann, pintor de paisajes vegetales formas, colores y sabores: descripciones y urbanos entre 1842 y 18455 o Louis físicas y climáticas, los matices regionales Glöckler quien desarrolló una intensa de la vida cotidiana, costumbres y men- labor a favor de la imagen de Venezuela talidades. De esta manera, a través de las en Alemania y por la inmigración de ale- diversas texturas de su palabra, recorre- manes a nuestro país6. mos con ellos caminos polvorientos, ríos No menos importantes son Her- caudalosos, mares tormentosos, monta- mann Karsten, botánico y geólogo de pie ñas empinadas, valles en hondonadas incansable quien visitara gran parte del profundas, llanos altos y bajos, ciudades territorio venezolano entre 1844 y 1847, de madera, de cal y piedra, paisajes de y luego entre 1848 y 1852, y Franz En- cacao, café, añil, algodón, paisajes azuca- gel, viajero entre 1855 y 1857, conoce- rados, como los valles de Aragua, o salo- dor de guajiros, de palmeras y orquí- bres como las montañas de Araya frente deas7. ¿Cómo olvidar al zoólogo, a Cumaná.

botánico y dibujante Karl Ferdinand ○○○○

90 ○○○○ Akademos. Caracas, nº 2, 1999, pp. 89-101. Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela ○○○○○○○○○○○○○ Appun, quien vivió una década en Vene- hasta 1892 y fue allí el director de una zuela, entre 1849-1859, descubriendo escuela normal en San Cristóbal. Al re- plantas, paisajes y hombres8, a Anton gresar a Hamburgo, se dedicó allí a la Göering9, Friedrich Gerstäcker10 o a Carl docencia y fundó en la localidad de Alto- Sachs11? na una academia de lenguas y comercio, Otros viajeros son, por desgracia, la cual rebautizó con el nombre de «Pre- menos conocidos. Es el caso del geógrafo sidente Gómez de Venezuela» el 19 de ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ 15 Wilhelm Sievers cuya importante obra abril de 1927 . sobre Venezuela está todavía por tradu- Las memorias de viajeros comer- cir. Sievers constituye, en ese sentido, ciales no dejan de ser valiosas. Entre ellas después de Humboldt y Codazzi, el geó- tenemos las de Carl Geldner, obra hasta grafo más importante que pisara tierra hace poco desconocida en Venezuela venezolana en el siglo pasado, tanto por porque su libro no había sido traduci- su legado escrito como cartográfico12. do16, las de H. C. Franzius, trabajador Otro viajero de excelencia académica fue infatigable que ilustra con su palabra as- Paul Preuss, en su época director del Jar- pectos de su vivencia en Ciudad Bolívar dín Botánico de Camerún, quien vino y entre 1882 y 189117, o las de brevemente a Venezuela en 1899 e hizo Frau Elisabeth Gross, auténtica cronista estudios comparativos de las tierras tro- de la vida cotidiana alrededor de la casa picales americanas y africanas con base Blohm en Maracaibo entre 1883 y en los cultivos de la caña de azúcar, el 189618. Otras dos mujeres alemanas se café y, de manera particular, el cacao13. distinguen: Julia Bornhorst, cuyo relato Otra visita corta, pero no por ello posterior al de Gross, que acompaña con menos sugestiva, la hizo a fines de siglo magníficas acuarelas, se ubica en el paisa- Ernst von Halle, agudo observador de la je urbano marabino en plena transforma- vida cotidiana y cuyo testimonio fue ción de la economía agroexportadora del 19 publicado por un importante diario café a la del petróleo y Maria Leitner hamburgués14. Con una vivencia muy quien, en 1932, visita algunos lugares en diferente en Venezuela, el maestro de el país, de manera especial Maracaibo, la escuela Theodor Messerschmidt dejó nueva gran ciudad del reino del petró- 20 también su testimonio de 6 años de tra- leo . Igualmente importantes para la re- bajo en los Andes venezolanos. En el construcción de los paisajes andinos ta-

estado Táchira permaneció desde 1886 chirenses son las memorias de Heinrich ○○○○

91 ○○○○ RODRÍGUEZ, José Ángel: «Viajeros alemanes a Venezuela en el siglo XIX» ○○○○○○○○○○○○○ Rode, quien llegó al Táchira en 1880 y ciertamente, es tan famoso como Alexan- permaneció por muchos años entre der von Humboldt, sin lugar a dudas el Hamburgo, Cúcuta, Maracaibo y San viajero científico par excellence. Tampoco Cristóbal hasta su muerte en nuestro país ninguno dejó una obra tan extensa sobre en 193621. O Otto Bürger, cuyos trabajos la geografía cultural venezolana, pero contienen valiosas anotaciones sobre la esas razones no quitan mérito a sus traba- vida económica venezolana entre fines jos, algunos de ellos de gran profundidad ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ del XIX y comienzos del XX22. temática, producto muchas veces de lar- En la primera mitad del siglo XX, gos años de permanencia en Venezuela. la afluencia de viajeros alemanes a Vene- Ahora bien, a los alemanes en cues- zuela es mucho menos intensa que en el tión habría que dividirlos al menos en siglo anterior. No obstante, es necesario dos grupos: los viajeros propiamente di- mencionar al menos a tres. En primer chos, y que comprende desde científicos lugar tenemos a Theodor Koch-Grün- hasta aventureros, de larga, mediana y berg, estudioso de la biología como de la corta permanencia en el país, y los em- lingüística y costumbres de las comuni- pleados de casas comerciales. Otro grupo dades indígenas entre Venezuela y Brasil espera un análisis específico: se trata de entre 1909 y 191323, a Wilhelm Georgi, los asesores y agregados militares alema- cuyas anotaciones sobre Maracaibo y los nes, que redactaron amplios informes Andes venezolanos en las postrimerías de sobre Venezuela, los cuales están deposi- la economía del café y auge del petróleo tados en varios archivos alemanes que no constituyen una de las pocas memorias hemos todavía consultado. ubicadas en la gran época de cambios que El primer grupo ha sido considera- sufrió Venezuela de la economía agroex- do por los historiadores que utilizan sus 24 portadora a la minera , y Wilhelm Erich testimonios, como el de los viajeros pro- Voigt, más interesado en cuestiones so- piamente dichos. Ellos vinieron por razo- ciales y de etiqueta de la sociedad venezo- nes muy específicas y, en términos gene- 25 lana a comienzos de la década de 1940 . rales, permanecieron en Venezuela unos Hemos mencionado anteriormen- cuantos meses, a veces algunos años. Sus te, en un repaso somero, a 24 viajeros que intereses son variados y sus trabajos fue- dejaron sus variados testimonios sobre el ron en ocasiones financiados por presti- país que vieron en un determinado mo- giosas asociaciones científicas alemanas,

mento del pasado. Ninguno de ellos, algunas muy interesadas en investigar las ○○○○

92 ○○○○ Akademos. Caracas, nº 2, 1999, pp. 89-101. Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela ○○○○○○○○○○○○○ oportunidades de la expansión comercial memorias muestran además, los mejores alemana en ultramar. detalles de la vida interna de las casas En ese grupo destaca el geógrafo comerciales alemanas en el país como Wilhelm Sievers, cuya obra contiene va- también variadísimos aspectos de menta- liosas informaciones en el ámbito de la lidades y vida cotidiana venezolana. La geografía venezolana en las cuales destaca gran ventaja de estas descripciones, con- la pontencialidad de sus variados recur- trariamente a las de corte científico, es ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ sos físicos y humanos y la oportunidad que algunos de sus autores permanecie- que ellos representan para la Alemania ron muchos años en el país y el tiempo, imperial en plena expansión. Sus viajes y si no el único bien entendido, es un ele- sus dos obras principales fueron, en efec- mento primordial para comprender, y to, financiadas por la Sociedad Geográfi- apreciar en sus diferentes matices, una ca [Geographische Gesellshaft] de Ham- cultura diferente. burgo. En el caso de Paul Preuss, fue De las armas de los justamente el denominado Comité de germanos Comercio Colonial [Kolonial-Wirtshaft- La lucidez de la percepción alema- lichen-Komitee] quien sufragó el viaje y na del paisaje venezolano tiene diversas los gastos de la impresión y distribución aristas. En primer lugar, muchos de los de la obra, en verdad muy interesante científicos, viajeros en general y agentes desde el punto de vista de la visión impe- comerciales habían leído con anteriori- rial alemana de la época por cuanto esta- dad la obra de , blecía los recursos comparados de los pai- base fundamental de aproximación al pai- sajes tropicales africanos y americanos. saje a visitar. Algunos la tomaron como Las memorias de los empleados de una especie de guía de viaje y, por su las casas comerciales tienen otro conteni- influencia, recorrieron no pocas veces los do y finalidades. Su interés principal es mismos lugares que visitara Humboldt ofrecer con sencillez y sin mayores pre- en su oportunidad. Los viajeros estable- tensiones un cuadro de la vida en Vene- cen así, comparaciones con la nueva rea- zuela en los años de juventud de sus lidad que observaban, preciosa fuente autores. Escritas por lo general en casa, para establecer los cambios geográficos una vez instalados en Alemania, estos en el análisis de la geografía histórica. Ese recuerdos están ligados a la actividad co- encuentro, no obstante, fue una decep-

mercial que sus autores realizaron; estas ○○○○

93 ○○○○ RODRÍGUEZ, José Ángel: «Viajeros alemanes a Venezuela en el siglo XIX» ○○○○○○○○○○○○○ ción porque las cosas habían cambiado, tamente, ellos conocen muy bien sus di- no siempre para bien26. ficultades. Era así también en el siglo Importante también: casi todos los XIX. Eso lo experimentó en carne propia viajeros alemanes tenían conocimientos Federico Chirinos, nombrado ministro del castellano. Algunos tomaron clases presidente en Alemania en 1893. Desde antes del viaje, otros lo perfeccionaron en su nombramiento, considerada una deci- el país. Esta importancia otorgada a la sión «espléndida», la legación imperial de ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ lengua es fundamental en la interpreta- Alemania en Venezuela manifestó su sa- ción del lugar que se visitaba, en particu- tisfacción porque, entre otras cosas, Chi- lar cuando se trata de opiniones sobre su rinos «conoce de modo tan general la len- geografía humana. Dicho de otra mane- gua alemana». La correspondencia del ra, gracias al dominio del castellano los ministro desde Berlín, señala también el alemanes mantuvieron, en general, estre- beneplácito del secretario de Relaciones cho contacto con ese otro que aquí habi- Exteriores, cuya acogida «fue muy cordial, taba, tan diferente a su mentalidad y sobre todo por hablar yo el alemán». La manera de ser. Describir y estudiar ríos, entrevista con el emperador no fue me- montañas, animales o plantas es una nos placentera. No más empezar —se- cosa, los hombres otra. gún Chirinos— el monarca le preguntó dónde había aprendido la lengua y en La preocupación entonces por qué universidades alemanas había estu- aprender el español es típicamente ale- diado28. mana, que se convierte a veces en una obsesión. Viajeros ilustrados como Sie- El dominio de la lengua española vers, dedican algunas líneas para descri- va incluso más allá. En términos sólo bir su preparación lingüística pues, en su aparentemente económicos, una de las concepto, es necesario cuando uno visita llaves de éxito de las casas comerciales tierra extranjera por lo menos grabar en alemanas en Venezuela fue el hecho de la mente los principios básicos de la len- que sus representantes, empleados y via- gua. Sievers agregaba, además, que era jeros comerciales hablasen castellano; a falso que en los países de habla hispana través de la lengua se familiarizaban con pudiese uno desenvolverse con el francés el ambiente, captaban y asimilaban las o el italiano27. costumbres locales lo cual les llevaba a comprender, entre otras cosas, la extrema A la inversa, los alemanes aprecian importancia de las relaciones de amistad

a quienes hablan su lengua porque, cier- ○○○○

94 ○○○○ Akademos. Caracas, nº 2, 1999, pp. 89-101. Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela ○○○○○○○○○○○○○ y compadrazgo en el mundo de los nego- antes otro diplomático inglés acreditado cios locales. El castellano entonces era un en Caracas, escribía a Londres informan- vínculo fundamental con el otro. Una do que el comercio alemán había aumen- manera de acercarse a él, de comprender- tado considerablemente entre 1908 y lo y de complacerlo. 1909, por el conocimiento de la lengua Esta ventaja competitiva la obser- de sus agentes a pesar de la competencia vó muy bien el cónsul estadounidense en de los Estados Unidos, más cerca en todo ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ 32 Maracaibo, Eugene Plumacher, quien, caso de Venezuela . en 1904, planteaba con cierta desazón Dos de los informes provienen, que los alemanes hablaban, además de justamente, de anglosajones, cuyo fuerte inglés y francés, «Spanish fluently», lo que no es hablar lenguas extranjeras, produc- obviamente les permitía conocer «all the to, como observaba Sievers en el caso wants of most of the people in the interior», inglés, de la arrogancia de ese pueblo ser «personally known to most of the lea- insular de pretender que todo el mundo ding men» y, por supuesto, ganarse «the tenía que entender y hablar su lengua33. sympathies of the people with whom they El otro es de un francés, quien expresaba have intercours»29. La lengua entonces, entre líneas la decadencia de la presencia entre otros factores, les otorgaba una francesa en Venezuela, de lo cual tam- envidiable «connaissance approfondie des bién se quejaba otro galo, al observar que besoins et des possibilités de ce pays», tal los alemanes —junto a los italianos y como expresaba un autor francés años españoles— desplazaban del país la más tarde30. «France et sa grandeur»34. Cosas parecidas comentaba tam- No menos importante de este pro- bién, en 1910, Guy Gilliat-Smith, vice- ceso de observación del país, es que los cónsul británico en Caracas, razón por la alemanes gozaban de muy buena fama. cual recomendaba a los mercaderes britá- Considerados talentosos, trabajadores y nicos enviar al país «reliable agents with a tenaces, ellos recibieron ayuda local en good knowledge of Spanish and of no pocos momentos. Casi todos los via- Southamerican customs and methods». El jeros llegaban a Venezuela con cartas de diplomático enfatizaba, además, que los presentación para familias alemanas y catálogos de productos, aunque estuvie- venezolanas, cuyos miembros, no actua- sen traducidos, servían muy poco sin ban como simples anfitriones sino como

agentes que hablasen el idioma31. Un año guías y consejeros. En el caso de los em- ○○○○

95 ○○○○ RODRÍGUEZ, José Ángel: «Viajeros alemanes a Venezuela en el siglo XIX» ○○○○○○○○○○○○○ pleados de casas comerciales, éstos eran germano venezolanas locales e introduci- recibidos por la casa en cuestión e inme- do al club alemán. Al llegar se encontró diatamente puestos en contacto con el con una especie de hogar en la lejanía, y mundo local. Carl Geldner, por ejemplo, a través de él se introdujo en la vida no más llegar a La Guaira visita a la cotidiana del lugar, alemana y venezola- familia Blohm y entrega las cartas euro- na, sin grandes traumas. Años más tarde, peas; lo mismo ocurre cuando llega a como sucedió en su oportunidad con ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ Caracas. Tuvo mala suerte al principio, Louis Glöckler en Hamburgo, Franzius sin embargo, porque «los negocios estaban fue nombrado por Cipriano Castro cón- atravesando por muy mala situación»35. sul ad honorem en la ciudad de Bremen 37 No era ese el caso de otros agentes en julio de 1908 . comerciales contratados en Alemania Casos así no eran excepcionales, quienes, al abandonar Venezuela después pero aun sin tener la ventaja de un Fran- de cumplir sus funciones, podían decir, zius, los alemanes por regla general se como fue el caso de H. C. Franzius, en acomodaban con rapidez a su entorno, 1891, después de 9 años en Ciudad Bo- asunto que no era así del todo en otros lívar (1882-1891) que se consideraban países latinoamericanos donde, según «ein halber venezolaner»36. El padre de autores como Friedrich Katz, los súbdi- este «mitad venezolano», había trabajado tos alemanes no sólo «rara vez se asimila- en el mismo lugar entre 1851 y 1864, lo ban» sino que «lo más frecuente era que que desde el momento de su llegada le expresaran gran desdén por su nuevo país permitió al hijo tener conocidos y ami- adoptivo»38. No fue el caso, en términos

gos, ya que fue presentado a las familias generales, en Venezuela. ○○○○

96 ○○○○ Akademos. Caracas, nº 2, 1999, pp. 89-101. Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela ○○○○○○○○○○○○○ Notas de 1835 a 1839 y el segundo de 1841 y 1 Los elementos aquí tratados forman parte 1844), en los cuales exploró esa colonia del primer capítulo de nuestro trabajo de olvidada, como sus territorios adyacentes, ascenso a profesor titular: Venezuela en la Surinam, Brasil y Venezuela, provocaron mirada alemana (Paisajes reales e imagina- que Gran Bretaña se interesara en ese rios en Louis Glöckler, Carl Geldner y Eli- territorio, en especial por el descubri- sabeth Gross, 1850-1898) aprobado el 2 de miento de las minas de oro guayanesas. Fue justamente en su segundo viaje cuan- febrero de 2000 y que será publicado este ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ año. do estableció la línea fronteriza entre la 2 Véanse el libro clásico, editado en varias colonia inglesa y Venezuela, frontera co- oportunidades, del geógrafo venezolano nocida como la «línea Schomburgk» que Venegas Filardo, P.: Viajeros a Venezuela inició la controversia entre Venezuela y en los siglos XIX y XX. Caracas: Fundación Gran Bretaña y que terminaría, en 1899, Promoción Cultural de Venezuela, 1989; favorable a Gran Bretaña. Ese territorio, Walter, R. «Panorámica de las investiga- que todavía Venezuela reclama, se ha lla- ciones sobre Venezuela realizadas por cien- mado Territorio Esequibo y figura siem- tíficos alemanes después de Alexander von pre en los mapas venezolanos como zona Humboldt (siglo XIX)» en F. Becker y en reclamación. Sobre las líneas fronteri- otros: América Latina en las letras y ciencias zas del alemán véase en particular la obra sociales alemanas. Caracas: Monte Ávila de Ojer, P.: Robert H. Schomburgk, explo- Editores, 1985, pp. 479-494; Alert, A.: rador de Guayana y sus líneas de frontera. «Deutsche Reisende in Venezuela» en Caracas, Universidad Central de Vene- Michael Zeuske und Bernd Schröter zuela, 1969. También el de Juan Almécija (Hrsg.), Alexander von Humboldt und das Bermúdez, A.: La estrategia imperial britá- neue Geschichtsbild von Lateinamerika. nica en la Guayana Esequiba. Caracas: Leipzig: Leipziger Universitätsverlag, Universidad Católica Andrés Bello, 1987. 5 1992, pp. 49-60 y el apéndice número 3, Bellerman (1814-1899), ha merecido di- elaborado por García Castro, A., titulado versos homenajes en Venezuela. Uno de «Crónicas, descripciones, informes y rela- ellos es la publicación, en 1977, del her- ciones de viajes» en Diccionario de historia moso libro Bellermann y el paisaje venezo- de Venezuela. Caracas: Fundación Polar, lano 1842-1845. Caracas: Editorial Arte, 1997, t. 4, pp. 461-527. 1977, cuyo excelente trabajo de presenta- 3 Véase el trabajo de Rohl, E.: Karl Moritz ción, del cual toma el título el libro, estuvo (1797-1866). Caracas: Tipografía Ameri- a cargo de Löschner, R. Posteriormente, la cana, 1943. Galería de Arte Nacional hizo una exposi- 4 En efecto, los viajes de Schomburgk (1804- ción de su obra. El catálogo publicó las 1865) a la Guayana Británica (el primero «Cartas de Ferdinand Bellermann a Frie-

derike Möller». Caracas: GAN, 1991. ○○○○

97 ○○○○ RODRÍGUEZ, José Ángel: «Viajeros alemanes a Venezuela en el siglo XIX» ○○○○○○○○○○○○○ 6 Venezuela und die deutsche Auswanderung alemanes más interesantes del siglo XIX, dorthin. Schwerin, 1850. tanto por su trabajo escrito como por las 7 La obra de Karsten (1817-1908) sobre pinturas y dibujos que hizo del paisaje Venezuela, una treintena de monografías venezolano. escritas en latín, francés y alemán, no ha 10 Viaje por Venezuela en el año 1868. Cara- sido, lamentablemente, traducida al cas- cas: Departamento de Idiomas Moder- tellano. Hay, sin embargo, dos trabajos nos, Cátedra Alemán, Facultad de Huma- sobre el autor importantes, uno de ellos de nidades y Educación de la UCV, 1968. ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ Röhl, E.: Hermann Karsten(1817-1908). Gerstäcker (1816-1872) fue un gran via- Caracas: Tipografía Americana, 1945, y jero y aventurero alemán, que visitó parte otro más reciente a cargo de la alemana del territorio venezolano y del cual dejó Anja Alert, quien analiza también a Franz un sugestivo documento. Engel, un auténtico desconocido en Ve- 11 De los llanos. Caracas: Fondo Editorial nezuela y autor de una singular obra de Conicit, 1987. Carl Sachs (1853-1878), corte etnológico y botánico: «Bajo los viajó en septiembre de 1876 a Venezuela trópicos (Hermann Karsten y Franz Engel donde estuvo hasta mediados de 1877. en América del Sur)» en J. A. Rodríguez Estudió, entre otras cosas, las especies de (compilador): Alemanes en las regiones equi- la fauna ictiológica de los ríos llaneros, en nocciales. Caracas: Alfadil Ediciones/Co- especial sobre el denominado «tembla- misión Estudios de Postgrado de la Facul- dor». tad de Humanidades y Educación de la 12 Sievers (1860-1921) hizo dos viajes a Ve- UCV/Alexander von Humboldt-Stiftung, nezuela en los cuales recorrió práctica- 1999, pp. 142-157. mente casi todo el territorio. En el prime- 8 Véase el libro En los trópicos. Caracas, ro contaba 24 años y permaneció 14 me- Ediciones de la Biblioteca de la Universi- ses, desde fines de 1884 hasta diciembre dad Central de Venezuela, 1961 y el tra- de 1885. Indica en el prefacio de su obra bajo crítico de Esperanza Mundó: «Karl que él mismo financió el viaje en un Ferdinand Appun: imágenes de la vida primer momento, para luego recibir el cotidiana venezolana (1849-1859)» en J. apoyo de la prestigiosa Geographische A Rodríguez (compilador): Alemanes en Gesellschaft de Hamburgo. Su primer las regiones equinocciales. Caracas: Alfadil trabajo fue publicado 3 años después con Ediciones/Comisión Estudios de Postgra- el sencillo título de Venezuela. : do de la Facultad de Humanidades y L. Friederichsen Co., Land-und Seekar- Educación de la UCV/Alexander von tenhandlung, Geographische und Nau- Humboldt-Stiftung, 1999, pp. 161-180. tische Verlagshandlung, 1888. La parte 9 Venezuela, el más bello país tropical. Méri- merideña de ese libro fue publicada por la da: Universidad de Los Andes, 1962. Universidad de Los Andes en 1951: Sie-

Göering (1836-1905) es de los viajeros vers en Mérida; de los apuntes de un geógrafo ○○○○

98 ○○○○ Akademos. Caracas, nº 2, 1999, pp. 89-101. Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela ○○○○○○○○○○○○○ alemán en la cordillera (1885). El geógrafo 19 Acuarelas y relatos (Venezuela 1923-1941). alemán realizó un segundo viaje a Vene- Caracas: Oscar Todtmann Editores, 1993. zuela que duró 10 meses (agosto 1892 En el II Coloquio Venezolano-Alemán de hasta abril de 1893) y de cuya experiencia Lingüística celebrado en Mérida del 21 al publicó otra obra: Zweite Reise in Vene- 23 de septiembre de 1999, la lingüista zuela. Hamburg: L. Friederichsen Co., Alexandra Álvarez presentó una magnífi- Land-und Seekartenhandlung, Geogra- ca ponencia en la cual analizó el discurso phische und Nautische Verlagshandlung, de la escritora y acuarelista alemana. ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ 1896. 20 Eine Frau reist durch die Welt. Berlin: 13 Expedition nach Central-und Südamerika. Dietz Verlag, 1986. Berlin: Verlag des Kolonial-Wirtschaftli- 21 Los alemanes en el Táchira (siglos XIX y XX) ches Komitees, 1901. (Memorias de Heinrich Rode) (Prólogo de 14 Reisebriefe aus Westindien und Venezuela. Ramón J. Velásquez) (Biblioteca de Auto- Hamburgo, Sonderabdruck aus dem res y Temas Tachirenses, nº 106). Cara- ‘Hamburgischen Correspondent’, 1896. cas:, Italgráfica, 1993. El original de las 15 Su obra sobre Venezuela tiene, entre otros Memorias de Rode fue publicado en Ale- detalles, informes preciosos sobre la vida mania en 1918. cotidiana y los problemas de comunica- 22 Venezuela. Ein Führer durch das Land und ciones entre 1890 y 1896: Im Andengebir- seine Wirtschaft. Leipzig, 1922. ge Venezuelas und Anderes.Hamburg: 23 Su obra clave en tres tomos se titula Vom Drückerei Lütke, 1912. Roraima zum Orinoko publicada en Sttu- 16 Reiseaufzeichnungen aus Spanien und Ve- tgart en 1923. nezuela. La edición española se llama Ano- 24 Pequeñas y grandes aventuras de un alemán taciones de un viaje por Venezuela (1865- en Venezuela. 1926/1930. Caracas: Edito- 1868). Caracas: Oscar Todtmann Edito- rial Arte, 1986. Otro testimonio sobre res, 1998. En ella participé como traduc- esta época de cambio es el del austríaco tor del alemán al castellano, junto a Bea- Otto Gerstl: Memorias e historias. Cara- triz y Eric Lerbs. cas: Ediciones de la Fundación John Boul- 17 El libro se llamó Westwärts. Leipizig: ton, 1977, en especial la primera parte del Deutsche Wissenschaftliche Buchhan- libro sobre Maracaibo de 1917 a 1929. dlung, 1912. El padre de Franzius había 25 Venezolaner. (Umgang mit Völkern, nº trabajado también por varios años en el 11). Berlin: Lucken Lucken, 1943. comercio alemán en la antigua Angostura. 26 Quizá el caso más evidente no sea el de un 18 Véase la edición bilingüe publicada en alemán sino el de un viajero húngaro, Pal Venezuela en 1989 Vida alemana en la Rosti. Consúltese sobre el particular la lejanía. Maracaibo: Asociación Cultural obra de Dorronsoro, J.: Pal Rosti: una

Humboldt-Maracaibo, 1989. visión de América Latina (Cuba, Venezuela ○○○○

99 ○○○○ RODRÍGUEZ, José Ángel: «Viajeros alemanes a Venezuela en el siglo XIX» ○○○○○○○○○○○○○ y México, 1857-1858). Caracas, Galería 33 Venezuela, p. 192. de Arte Nacional, 1983. 34 Reinburg, P.: «Le Vénézuéla pacifique et 27 Venezuela, p. 191. travailleur», (Extrait de la Revue de 28 Archivo Central del Ministerio de Rela- l’Amérique Latine du 1er Aout 1927, tome ciones Exteriores (Caracas), Alemania. XIV, nº 68), p. 22. Funcionarios diplomáticos de Venezuela 35 Op. cit., pp. 94 y 100. (1875-1893), vol. 4, fs.198-201. En ade- 36 Op. cit., p. 22. lante citaremos ACMRE y el volumen 37 ACMRE, Alemania. Cónsules de Venezue- ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ correspondiente. la en Bremen y Altona (1836-1908), vol. 29 El conocimiento de la lengua española 15, fs. 239 y 245. hacía que los alemanes conocieran «todas 38 Del texto Deutschland, Díaz und die las necesidades de la mayoría de la gente en Mexikanische Revolution, citado en el interior» y ser «personalmente conocidos Herwig, H.: Sueños alemanes de un impe- por la mayoría de los líderes» locales. Cita- rio en Venezuela. Caracas, Monte Ávila do en H. Herwig (1986) Germany’s visión Editores, 1991, p. 21. Otra publicación of Empire in Venezuela (1871-1914),Prin- reciente muestra, por ejemplo, cómo la centon: Princenton University Press, pp. mayoría de los alemanes locales estuvie- 24-25. Traducción nuestra, JAR. ron en desacuerdo con el bloqueo alemán 30 La lengua permitía a los alemanes «un de las costas venezolanas. Véase de Herwig, conocimiento profundo de las necesidades y H. «Gunboat Diplomacy on Trial: Ger- posibilidades de este país». Lafond, G.: Le mans and the International Blockade of Venezuela. Paris: Editons Pierre Roger, 1902» en J. Á. Rodríguez (compilador), 1928, p. 38. El autor refiere la situación Alemanes en las regiones equinocciales. Ca- posterior a la primera guerra mundial, racas: Alfadil Ediciones/Comisión Estu- cuando Alemania recuperó el mercado dios de Postgrado de la Facultad de Hu- venezolano. Traducción nuestra, JAR. manidades y Educación de la UCV/ 31 Aconsejaba «agentes confiables con un buen Alexander von Humboldt-Stiftung, 1999, conocimiento de español y de las costumbres pp. 264-278. y los métodos sudamericanos». Diplomatic and Consular Reports Venezuela (Report of the year 1909-1910). London: Published by his Majesty’s Stationery Office, 1911, p. 7. La traducción es nuestra, JAR. 32 Se trataba del vicecónsul H. Tom. Véase Diplomatic and Consular Reports. Vene- zuela (Report for the year 1908-1909).

London: Harrison and Sons, 1910, p. 5. ○○○○

100 ○○○○ Akademos. Caracas, nº 2, 1999, pp. 89-101. Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela ○○○○○○○○○○○○○ José Ángel Rodríguez pero); El paisaje del riel en Trujillo (1880- Profesor titular Escuela y Postgra- 1945); y Babilonia de pecados (Norma y do de Historia en la Universidad Central transgresión en Venezuela en el siglo de Venezuela. Doctorado en Francia y XVIII) obra con la cual obtuvo el Premio postdoctorado en Alemania. Autor de Municipal de Literatura Mención Inves- Los paisajes geohistóricos cañeros en Vene- tigación Histórica 1998 y el Premio Na- cional de Historia Francisco González

zuela; Alejandro Hernández: historias de ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ una pasión; Pampero. Una tradición, una Guinán 1999, otorgado por la Academia

industria (Medio siglo de Industrias Pam- Nacional de la Historia. ○○○○

101 ○○○○