Cuadernos de la s.E. c.F., N.o 8, septiembre 1998, pp. 51-57 «1 Reunión Grupo de Historia Forestal»

EL PAISAJE FORESTAL DEL VALLE DEL ALBER­ CHE (ÁVILA): DINÁMICA HISTÓRICA

Carlos del Peso Taranco y Rosario Sierra de Grado

Departamento de Producción Vegetal y Silvopascicul1ura. E.T.S.II.AA. de Palencia. Universidad de Valladolid. Avda. de 57.34004 PALENCIA

Resumen 1988) aunque, salvo el reconocidísimo Pinar de y excepcionalmente los del El paisaje del Valle del Alberche conserva Valle de lruelas, los pinares de la comarca hoy en día, de forma puntual, restos de lo han pasado generalmente desapercibidos y que fueron extensas masas arboladas de en muchos casos ignorados por la mayoría encinares, rebollares y pinares. De estos últi­ de botánicos estudiosos de la flora abulense. mos, ha sido repetidamente puesto en entre­ dicho su carácter autóctono, aludiendo, en la mayoría de los casos, a que su presencia se MATERIAL Y MÉTODOS debe a repoblaciones antiguas. Se realiza un repaso a distintas fuentes orales y escritas Conocida la presencia actual de pinares en que hacen pensar en la presencia histórica y el Valle del Alberche, se rastrea la presencia natural de los pinares en este valle serrano. histórica de los mismos en la zona, consul­ tando las siguientes fuentes históricas escri­ tas: INTRODUCCIÓN - Documentación medieval en Archivos El Valle del Alberche, río tributario del Municipales Abulenses. Tajo por su margen derecha, está configura­ - Documentación medieval del Asocio de la do por el gran espinazo granítico que repre­ extinguida Universidad y Tierra de Á vila. senta la , y la Sierra de la Paramera. El género Pinus aparece represen­ - Catastro del Marqués de Ensenada tado por tres especies: P. pinaster (pino (mediados del siglo XVIII). negral) y P. nigra (pino cascalbo) ocupando - Diccionario Enciclopédico de Pascual las zonas más bajas del valle, y P. sylvestris Madoz (mediados del siglo XIX). (pino albar), de querencias más montanas y cuyo exponente principal en la comarca es el - Catálogo de los Montes exceptuados de conocidísmo Pinar de Hoyocasero. Es de la desamortización (1862). especial interés el P. nigra de carácter relícti• co por encontrarse aquí en suelos silíceos, Muchos de los pinares con referencia presentando en el resto de España un marca­ histórica, aunque fragmentados, han llegado do carácter calcícola. hasta nosotros, otros tantos han desaparecido actualmente. Las noticias sobre ellos se El paisaje vegetal de dicho valle y sus completan con la toponimia, la referencia a sierras ha sido estudiado por botánicos desde troncas (restos orgánicos de troncos) en la mediados del siglo XIX (VARGAS y LUCEÑO, comarca (estudiadas por MANCEBO & al.,

51 c. DEL PESO & R. SIERRA «El paisaje forestal del Valle del Alberche (Ávila): dinámica histórica»

1993 Y constatadas por nosotros in situ) y tada hasta 1275, fecha en que se pide por referencias de tradición oral ligadas a la parte de la aldea del Burgo del Hondo un presencia de pinares. heredamiento a la ciudad de Á vila para dispo­ ner tierras en que labren por pan en los luga­ res de: "Navamuñoz, e RESULTADOS Navadalgordo e Navalvado e Navasantamaría e con Valdebruna e El primer pueblo del que se tiene noticia Navalsanmillán e Navalandrinal con las en el Valle del Alberche es el de los vettones Emi11yzas" (SER QUlJANO, 1998). (años 700 a.C. a 400 a.C.), de economía mixta, predominantemente ganadera. A partir de estas fechas el poblamiento del Posteriormente dominaron los romanos, Valle, ya completado, ha sido más o menos aunque con la pervivencia de numerosos continuo hasta nuestros días (con numerosas elementos anteriores. La abundancia en la localidades actualmente despobladas). comarca de toponimia prerromana con la A continuación se repasan los datos sobre palabra nava (terreno llano en la montaña) pinares en las fuentes estudiadas. La infor­ sugiere la pervivencia de grupos pastoriles mación recopilada se ha organizado en rela­ de organización tribal, cohesionada por el ción con los distintos concejos históricos del parentesco, con un modo de producción Valle del Alberche: , comunitario primitivo hasta épocas visigodas Mombeltrán, , y El (BARRIOS, 1983-84). Tiemblo. El valle sufrió una despoblación general en el siglo X y comienzos del XI, al convertirse 1) Concejo de Burgohondo (actuales térmi­ en campo de batalla entre cristianos y musul­ nos municipales de Burgohondo, manes (MORENO, 1990). A partir del último Navaluenga, , , tercio del siglo XII, grupos de regiones más , , Navalosa, septentrionales inician la repoblación de las , Hoyocasero y Villanueva de zonas más bajas del Valle del Alberche. Ávila): Aparecen entonces las primeras referencias escritas de poblaciones del valle: Sancte Entre los documentos medievales, el Maríe de Fundo (1179), Verraco (1215), primero es de 1275. En él, varios caballeros Ponte de Alvereche (1215), Santa Maria de de Á vila, a quienes Alfonso X había encarga­ Tremulo (1215), Santa Maria de Tortoles do comprobar la escasez de recursos en algu­ (1215) (SER QUIJANO, 1998). nas aldeas abulenses visitan Burgohondo: Nos, Fortún y don Íñigo e don Matheos, e Noticia de los asentamientos a mediados fuimos al Burgo del Hondo e hallámosla del XIII en la comarca nos la da la poblada en el pinar, en lugar que es gran Consignación de Rentas ordenada por el montaña, que no avia de suyo heredamiento Cardenal Gil Torres a la Iglesia y Obispo de en que pudiesen labrar ni por visquerir (SER Ávila de 1250, donde aparecen bajo el QUIJANO, 1998). epígrafe IN PINARES (Arziprestago de Pinares que comprendía todo el sureste En 1294, se les reconoce a los monjes del provincial desde hasta Arenas de monasterio de Burgohondo el estar exentos San Pedro) las siguientes localidades del del pago de yantares y acémilas concedién­ valle: Sancta Maria del Riemblo, El Burgo doles el concejo de Avila la primera torta de de la Puente, El Berraco, Las Torres del pez que ayan de cada fornada de pez de Fondo, Felipar, Naualengua, Naualmoral, La quantas ¡izieren en todos nuestros pinares Torre de la Gaznara y El Burgo del Fondo (BARRIOS GARCÍA, 1983-84). (TEJERO ROBLEDO, 1983). En 1393, en un documento por el cual se La repoblación de la cabecera del Alberche, concede título de villa a El Colmenar su zona más alta y fría, no aparece documen- (Mombeltrán) se cita hablando del término

52 Cuadernos de la s.E.CF., N.o 8, septiembre 1999 «1 Reunión Grupo de Historia Forestal» de este: e da en el río Alberche, contra los y en el XIX, el Diccionario de Pascual pinares según que está amojonado con los Madoz, mucho menos explícito, menciona del concexo del Burgo (SER QUIJANO, 1998). pinares en Burgohondo (varios montes poblados de encina, pinos, robles y jaras), Los hijos de Pedro González de Ávila en en Hoyocasero (citando un hermoso aunque 1414 se apropian de un forno de fazer pez pequeño pinar, de muy buenas maderas, tan que llaman de Palancarejo e otro forno que buenas como las de Soria), en N avaluenga es término del Burgo e a Quintanar, e el (comprende el citado lugar monte de pinos, término de Felipar con <;iertas defesas e encinas y robles), en Navaquesera (compren­ pinares, .... e de la sierra que está en<;ima del de este término dos pequeños montes de forno que llaman del Barrialejo, .... e elforno pinos bastante poblados y uno de robles) y que llaman de Sotillo ... (LUIS LÓPEz, 1990), en Navatalgordo (donde cita bastante monte entrando en litigio con distintos concejos de de pino, encina y roble). la Tierra de Á vila. Por último, se excluyen de la En 1489 se levanta sentencia declarando Desamortización, formando parte del válidos los mojones entre los términos de Catálogo de Montes de 1862, las masas de Mombeltrán y Burgohondo, citando en la Burgohondo (La Mata del Real, 100 ha de moj onera entre Hoyocasero y el actual pino negral), Hoyocasero (El Pinar, 120 ha 10 siguiente: e dende va de pino Valsaín), Navalacruz (El Pinar, 200 la dicha dere<;era y partycion a dar en un ha de pino negral), Navalosa (El Pinar de la pino horcado questá debaxo del camino Ora, de pino negral, 90 ha), Navarredondilla carretero que sale del Azevedilla (fitotopóni• (Cornuguillo, 30 ha de pino negral), mo de acebo, que todavía persiste) que va a Navaquesera (Enebradas, 50 ha de pino Añez, entrel arroyo de la Dehesilla e el negral) y Navatalgordo (El Pinar del dicho camino, donde quedó hecho un mojón Morisco, de 100 ha de pino negral). Dichas de tierra e piedra al pie del dicho pino (LUIS masas han llegado la gran mayoría hasta LOPEz, 1990). Dicha mojonera se puede nuestros días, incrementándose su presencia seguir hoy en día sin dificultad, aunque en en los años 50-60 con pinares de repoblación. lugar del anterior pino horcado, existe un pinar de repoblación de unos 50 años. En cuanto a las troncas de pino, las refe­ rencias son las siguientes: en Hoyocasero, En 1490, el concejo de Burgohondo vuel­ La Lastra, La Venta del Obispo (bajo la ve a solicitar contra Pedro de Á vila, Señor de vivienda, apareciendo durante las obras de Villafranca y Las Navas los términos, alcantarillado), La Venta Rasquilla (Río montes, pinares, hornos de pez e pastos Piquillo, Prao Grande, Puerto del Pico); en comunes del dicho con<;ejo (LUIS LOPEz, Navalacruz, Arroyo del Medraero, 1990). Fuentelobo, Arroyo de la Casa, Majaelpino, Ya en el siglo XVIII, en el Catastro del Arroyo de la Breguilla, La Lastra; y en Navalosa, Dehesa de Navalsequillas, La Marqués de Ensenada se citan pinares (aunque muy fragmentados y con poca Mangada, Dehesa del Colmenar, Navalayegua, Navagalindo, Cañarrianda, superficie) en Burgohondo, en Hoyocasero (un pinar y monte bajo), en Navalacruz (un Majonjil y Pedrulasco. pinar llamado Vadillo de 50 fanegas, lU1as 25 Complemento a esta información la apor­ ha), en Navalosa (un pinar de 8 fanegas, 4 tan los fitotopónimos en el antiguo Concejo ha), en Navaluenga (cita pinares, fresnos, de Burgohondo con referencia a pinares (en encinas y monte bajo), en Navaquesera (un muchos de estos parajes, hoy en día, ausen­ pinar de 82 fanegas, unas 41 ha, dividido en tes) e incluso a hornos de pez, entre ellos los tres pedazos; la corta de leña en el mismo les siguientes: en Burgohondo, El Pinar, La rentaba 300 reales y disfrutaban de sus Peguera, La Cendra, Horno Robledo, pastos) y en Navatalgordo (un pinar de pino Portachón del Hornillo; en Hoyocasero, El negral). Pinar, , Camino de la Pinadilla y

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La Pinilla; en N avalacruz, La Pinadilla y ción mariana por excelencia del Alberche: Majalpino; en Navatalgordo, Pinos Albares La Virgen de la Canaleja (PEDROSA y DEL y La Pinarilla; en N avalosa, El Pinar; en PESO, sin editar). Cuenta la tradición que Navarrevisca, El Pinar y Majalpinillo; en Nuestra Señora tuvo a bien aparecerse en un Villanueva de Ávila, El Hornillejo; y en inmenso pinar que rodeaba antiguamente la Navarredondilla, El Horno. actual ermita y del que no queda presencia alguna. La Virgen se halló en la canal de un Dentro de las innumerables referencias de pino y llevada en procesión a la cercana tradición oral a pinares aparecen interesantes localidad de N avatalgordo, reaparecía una y referencias a extensos pinares en otra vez en dicha canal. Finalmente se erigió Navarrevisca y en Villanueva de Ávila (las la ermita en su honor allí donde se apareció y antiguas Umbrías de Navatalgordo) donde se donde todavía se la venera todos los 8 de recuerda que los antiguos utilizaban los septiembre en solemne romería, acudiendo pinos para las grandes vigas de los chozos de todos los pueblos de la comarca. que recuerdan a las pallozas leonesas y que todavía se pueden observar en la cercana Navalosa. 2) Concejo de Mombeltrán (actual término En Hoyocasero existe la creencia (muy municipal de y parte del término común en muchos otros montes) de que de de Villarejo del Valle que vierte al Alberche). su pinar salieron los mástiles de las tres cara­ En la documentación medieval, Serranillos belas de Colón; esta creencia se vio fortaleci­ aparece citado en 1276 como aldea depen­ da por el encuentro de monedas de la época diente del Monasterio de Sancti Spiritus de los Reyes Católicos en el mismo monte. (MORENO, 1990). Son numerosas las citas al Entre Navaluenga, Burgohondo y pinar de Añes o Añez, que cubría las laderas Navalmoral se extienden unos montes cono­ del puerto del Pico hasta Serranillos, en una cidos como El Pinarón en los que, sin y otra vertiente. Dicho pinar fue objeto de embargo, no hay apenas pinos. Según la disputa entre el concejo de El Colmenar tradición, esto se debe a que el pinar fue (Mombeltrán) y la ciudad de Ávila, como se utilizado por Felipe II para levantar el recoge en un documento de 1461: r;ierto monasterio de El Escorial. Una mención más término que se llama el Pinar de Añes, que concreta al tema la aporta PORTABALES es dentro del término de la dicha r;ibdat de PICHEL (1952, cit. en MANCEBO & al., 1993) Ávila, ha avido e ay grandes debates e donde hablando de la posibilidad de utilizar contiendas entre dicha r;ibdat e la villa del la madera del pinar de Hoyocasero para la Colmenar (LUIS LÓPEZ, 1990). construcción del Monasterio de San Pascual Madoz hace referencia a monte Lorenzo, en 1952 dice 10 siguiente: Quesada alto de robles, pinos, castaños y una dehesa torno esta tarde de ver los pinares y parer;e­ boyal. La aparición de troncas en Serranillos me quel Señor Marqués de las Navas esta (Prao del Horco y Navalayegua) y la toponi­ muy caro. En Hoyocasero dexa concertado mia del término (Alto del Pinar), completan cada pino, que tendrá quarenta y quarentai­ las referencias al citado Pinar de Añes. seis pies de largo y media vara de tabla y terr;ia de canto a ducado y de cortalle y labralle siete rreales, y con el acarreto dize 3) Concejo de Navalmoral (comprende los que llegara cada viga destas puestas en este actuales términos municipales de Navalmoral monasterio a ocho ducados escasos, que no de la Sierra y , con sus me parescen caras, porque dize dicho anejos de Navandrinal y El Villarejo). Aparejador que es muy buena madera. La documentación medieval nos da infor­ Pero sin duda alguna la más curiosa refe­ mación de extensas masas de pinares hoy en rencia de tradición oral la constituye la inte­ día inexistentes, destacando la alusión del resante leyenda de aparición de la advoca- Libro de la Montería: La Garganta de

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Sancta María (en Navalmoral) es buen 4) Concejo de El Barraco (incluye los monte de oso en ivierno, et algunas veces en términos municipales de El Barraco y San verano. Juan del Molinillo). Citas más tardías hacen referencia a la Es el término del valle del Alberche, junto disputa por la usurpación del término, como con , que más y mejores masas de ésta de 1489 contra Pedro de Ávila: Fallo pinares ha conservado hasta nuestros días. que debo rrestituyr e rrestituyo a la dicha En la documentación medieval, destaca por fibdat e su tierra e pueblos en los términos curiosa una referencia de 1489 donde los et juredifion de los dichos Navalmoral e procuradores de Burgohondo comunican al Navalendrinal et los otros lugares de su corregidor de Á vila, que han sido prendidos concejo comarcanos de tierra de Avila cuatro vecinos de El Barraco con tres cargas puedan pafer e pazcan por todos los dichos de tea y dos gamellas recogidas en el término términos, e fazer tea e madera en los pina­ del Concejo de Burgohondo: avían entrado res, e cortar leña syn pena alguna et syn por en el dicho término del Burgo, desde la ello dar cosa alguna. En el mismo documen­ Garganta Cabrera arriba fazia Navaluenga, to aparece más explícitamente citado: está a cortar e avían cortado un pyno y fecho tea junto con el partido de la dehesa (de e gamellas (LUIS LÓPEz, 1990). Navasauze) que les arrendava, un horno de hazer pez, e paresfe quel dicho confejo, por En efecto, la industria de gamellas y arte­ escusar el daño que en sus montes e pinares sas de El Barraco, fue conocida fuera de los rresfibían en el dicho horno... (LUIS LOPEz, confines comarcales y todavía en 1777, 1990). Dicho pleito viene referido en otro CANO y OLMEDILLA, en su Colección de los documento un año más tarde, aludiendo a los Trages de España, incluye entre sus graba­ fomos depez. dos, un serrano artesonero del Partido de Á vila, con la siguiente leyenda: ¿ Que se El Catastro del Marqués de Ensenada cita, avrirá el artesón? Primero se avrirá vd. en Navalmoral, pinar y matorral de 40 fane­ gas (20 ha), y Pascual Madoz una dehesa El otro gran aprovechamiento de los pina­ boyal titulada de Los Cerrillos, monte de res, como en el resto del valle, fue la extrac­ ción de pez. Según datos ofrecidos por encinas, monte de pinos y algunos robles. El monte pinar desaparece totalmente en la ARROYO TORIBIO (com. pers., 1999) el año 1577 estando todo el cabildo junto, acorda­ segunda mitad del XIX, llegando hasta nues­ ron y tuvieron por bueno que las ordenanzas tros días tan sólo una pequeña mancha de P. del Honrado Cabildo de Pegueros del pinaster en la Dehesa de Navalsauz (Navalmoral). En los años 50 los pinares se Concejo de El Barraco, se pusieran en limpio, pues las del año 1500 eran ya viejas. han ampliado con consorcios y convenios tanto en N avalmoral como en San Juan del En dichas ordenanzas se regulaba todo lo Molinillo. concerniente al aprovechamiento resinero del concejo, entre las que se recoge la obli­ Las referencias históricas se complemen­ gación de entregar una torta de pez para el tan con la abundante toponimia alusiva. En mencionado Cabildo, que recogía el mayor­ Navalmoral: La Cuesta del Pinar, El Pinarón, domo tres días a la semana. Posteriormente, La Pinara, La Peguera, Navahornos, El ya a finales del siglo XIX, se instala una Hornillo; en San Juan del Molinillo industria resinera de destilación, en el Valle (Navandrinal): La Pinara. de Iruelas, que recoge la antigua tradición barraqueña. La tradición oral da memoria de inmensos pinares en Navandrinal. En Navalmoral se El Catastro del Marqués de Ensenada cita cree que la dehesa de Navalsauz se cambió en El Barraco: Pinar en el que se hace corta por la construcción de la iglesia parroquial. de pinos, para fabricar casas y pajares. En el último han aparecido restos en distin­ Estos montes son del común de los vecinos, tos pagos, donde hoy no hay pinares. aunque no da cabidas. Las citas a pinares

55 C. DEL PESO & R. SIERRA «El paisaje forestal del Valle del Alberche (Ávila): dinámica histórica» reaparecen en Madoz indicando, en El Tiemblo. En dicha sentencia se especifica Barraco: monte de pinos negrales muy bien que el procurador tomó y cortó ciertas poblado por la parte norte. Este municipio ramas y robles y pinos en señal de dicha tiene industria de fabricación de artesas y posesión (LUIS LÓPEZ, 1990). otros útiles de madera; y en San Juan de la En el Catastro del Marqués de Ensenada se Nava: una dehesa boyal arbolada de encina, roble y pino negral que sirve para la obten­ declaran montes de pinos sin dar superficies, pero por leñas y corta de madera de éstos, ción de maderas. Ya en la segunda mitad del XIX, en el Catálogo de Montes exceptuados estiman su valor en 3.000 reales de vellón al año. Madoz cita en este municipio bastante de la Desamortización aparecen distintos monte pinar, robledal y castaños. El Pinar pinares, pertenecientes en parte al pueblo de llega hasta nuestros días, incluido en su día El Barraco y en parte al antiguo Asocio de la Extinguida Universidad y Tierra de Á vil a, en el Catálogo de montes de 1862, con 3.000 ha de P. pinaster favorecido por el interés como son los pertenecientes al Valle de económico de dichas masas. Imelas. Aparecen en dicho catálogo: La Cebrera o El Pinar Alto (500 ha de P. pinas­ ter), Colmenarejo, Navas de Mérida y Umbría, Piedra del Rayo (700 ha de P. CONCLUSIONES pinaster), Las Cruces (50 ha de pino negral), Analizados los distintos documentos Pinar de las Cinco Villas (200 ha de P. presentados, se hace muy dificil imaginar a pinaster pertenecientes a El Barraco, los escasos pobladores de estos terrenos Cebreros, El Herradón, Santa Cmz y San antes del siglo XIII, que en su mayoría eran Bartolomé) y Valle de Iruelas (12.800 ha de pastores trashumantes, acometiendo la rotu­ P. pinaster). En aparece ración de las empinadas laderas de la Sierra en el mismo Catálogo el Pinar del Valle (320 de Gredos, supuestamente pobladas de quer­ ha de pino negral), que llega hasta nuestros cíneas, con el objeto de realizar una repobla­ días en el Valle de Imelas y el pinar del ción de pinos de semejante magnitud. En Castrej ón (125 ha de pino negral). cambio hay indicios suficientes para pensar Actualmente se han añadido consorcios y en un aprovechamiento intensivo de los convenios que amplían la superficie de pinares del valle (madera y pez principal­ pmar. mente) y una continua deforestación a favor Completan la información los topónimos, de cultivos agrícolas (principalmente cerea­ entre los que destacan en El Barraco: La les de secano), ayudada por la cada vez Balsaína (clara referencia a la calidad de la mayor presión demográfica. El paisaje frag­ madera), Arroyo del Horno y camino de mentado de pinares que ha llegado a nues­ Navahomillo. tros días es una clara reminiscencia de mayores masas continuas que en tiempos (antes del siglo XIII) debieron cubrir gran 5) Concejo de El Tiemblo (incluye el térmi­ parte del valle, especialmente aquellas esta­ no del mismo nombre). ciones menos propensas a ser ocupadas por especies más exigentes. En la documentación medieval son escasas las citas a los importantes montes del térmi­ no, entre ellas la del Libro de la Montería: AGRADECIMIENTOS La sierra de Eruelas, que está sobre Sancta María del Tiemblo, es buen monte de oso, Este trabajo se enmarca en el proyecto pero es mejor de verano que de ivierno. financiado por la CICYT AGF97- 0809. En 1481, los Reyes Católicos determinan que la Sierra de Irue1as pertenece como BIBLIOGRAFÍA término común a la ciudad de Á vil a y a sus pueblos y tierra y no al Concejo de El BARRIOS GARCÍA, A.; 1983-1984. Estructuras

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