POLITÉCNICA DE ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA DE MADRID

S í m b o l o, P o d e r y C i u d a d: arquitecturas de Madrid

TRABAJO FIN DE GRADO

EDUARDO MORA RUIZ DE ALDA

2016

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA DE MADRID

TRABAJO FIN DE GRADO

EDUARDO MORA RUIZ DE ALDA | 50473551M | Nº EXP. 10285

Tutor: Enrique Colomés Montañés | AULA TFG 3

11 de enero 2016 Cita: CASTELAR, Emilio. Las capitales del Mundo. París 1892. Pag. 56 Imagen: La pradera de desde la zona contigua a la ermita del patrón de Madrid, de Francisco de . Museo del Prado. Felipe II, Felipe III, e incluso Carlos V –nos dice- que habita- ron a menudo en Madrid, a la que por su elección colocaron a la cabeza de todas las ciudades españolas.

Emilio Castelar.

Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

Resumen

Más allá de los conceptos enunciados por Vitrubio: firmitas, utilitas y venus- tas; recuperados y modificados, años más tarde por tratadistas renacentistas como Leon Battista Alberti, la dimensión simbólica de las construcciones ha sido uno de los temas más recurrentes a lo largo de la Historia de la Arquitec- tura. No en vano, desde la propia génesis de esta disciplina, las construcciones pronto dejaron de ser meros habitáculos donde desarrollar la vida y resguar- darse de las inclemencias del tiempo; y comenzaron a convertirse en impo- nentes símbolos de poder. Desde las pirámides egipcias o los zigurats babiló- nicos, hasta ejemplos más modernos como Versalles o la Basílica de San Pedro del Vaticano, podríamos detallar numerosas edificaciones que representan y magnifican al poder político o religioso que las engendraron. Siguiendo esta tendencia, durante el siglo XX, conocedores de este carácter de la arquitectu- ra, los totalitarismos europeos volvieron a recurrir a esta representación sim- bólica del poder, alcanzando, si cabe, una de sus máximas representaciones.

Madrid, debido a su condición de Capital de Estado de nueva creación (Feli- pe II, 12 de febrero de 1561), se configura en el tiempo como un símbolo en sí misma, un icono, primero, del gobierno Austria, remodelado y modernizado, más tarde, con la llegada de los Borbones. En sus calles y plazas se reparten las representaciones arquitectónicas de cada uno de los poderes del Estado, ya sea de los antiguos regímenes políticos así como del sistema democrático actual. Este establecimiento de Símbolos ha ido siempre ligado al crecimiento histórico y por tanto al trazado urbano. Así pues, la centralidad simbólica de la ciudad ha ido variando con el paso de los siglos, cambiándose cada uno de los grados simbólicos ya sea por abandono de la propia construcción-símbolo o por la caída o derrocamiento del poder que en ella se simbolizaba.

Paralelamente a la reconfiguración del espacio urbano, relacionado, como he- mos dicho, en gran parte a los usos simbólicos y políticos del poder; también se ha producido una evolución de conceptos propiamente arquitectónicos que nos ayudan en su estudio: Lo “clásico”, la “técnica” y la “sostenibilidad” han sido los lenguajes simbólicos utilizados durante ese estudio para analizar la repercusión de dichos fenómenos durante los siglos XIX, XX y XXI respectiva- mente. A su vez estos tres momentos se ven reflejados en una huella urbana. De esta forma las arquitecturas novecentistas veían como necesidad básica el representarse a pie de calle en las plazas y avenidas principales de la ciudad. Con la llegada del movimiento moderno y el coche los nuevos símbolos de la técnica se retiran a centros periféricos, representaciones de los valores de este nuevo momento, tales son los ejemplos del complejo de AZCA o Plaza de . Actualmente, y aún en los inicios del siglo XXI nuevas tendencias se están imponiendo: las nuevas tecnologías y los valores de la sostenibilidad y la naturaleza apuestan por la creación de mini-ciudades simbólicas, donde el hombre de a pie ya no es necesario que habite, pues la fachada simbólica ahora se encuentra en la red.

Palabras clave: Símbolo, ciudad, poder, Madrid.

1 Eduardo Mora Ruiz de Alda

2 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

ÍNDICE Pág. Introducción...... 5 Objeto y método de trabajo...... 5 Motivación y objetivos...... 5 Estado de la cuestión...... 6

1. Premisa Inicial. Más allá del Firmitas, Utílitas y Venustas...... 9

2. Símbolo y Poder. Tres Momentos y tres arquitecturas de poder...... 11

2.1 Lo Clásico. Siglo XIX...... 12

2.2 La Técnica. Siglo XX...... 13

2.3 Lo Sostenible. Siglo XXI...... 14

3. Las arquitecturas simbólicas de Madrid. Análisis en el tiempo...... 15

4. Evolución del trazado simbólico de Madrid...... 19

4.1 Estados Previos. De Macherit al reinado de Carlos III...... 20

4.2 Siglo XIX...... 22

4.3 Siglo XX...... 36

4.4 Siglo XXI...... 50

5. Conclusiones...... 59

6. Bibliografía...... 63

3 Eduardo Mora Ruiz de Alda

4 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

INTRODUCCIÓN

Objeto y método de trabajo

Este trabajo parte de la hipótesis de la existencia de una dimensión subjetiva y persuasiva en algunas obras de arquitectura, es decir, de la presencia de sím- bolos en sí misma. Estos símbolos no deben ser entendidos únicamente como elementos plásticos anexos a la obra sino como condicionantes primarios que dan al proyecto su significado propio.

La ciudad occidental ha sido siempre el escenario en el que los poderes y los poderosos han buscado su representación con el fin de transmitir a la huma- nidad el lugar de la escala social en el que debían o querían estar. El símbolo de poder no es un aspecto únicamente existente en el proyecto de arquitectura sino que se encuentra también en íntima relación con el desarrollo urbano. Esta cuestión hace que su estudio y comprensión resulte complejo. Son mu- chos los aspectos que intervienen el desarrollo urbano, pero sin duda unos de los más importantes son los mecanismos de poder político, económico, social y cultural que modelan la ciudad y le otorgan su carácter propio.

Por todas estas cuestiones se ha querido estudiar el símbolo de poder en arqui- tectura sobre las trazas de una ciudad. Se ha escogido el caso concreto de Ma- drid por su condición de capital de estado de nueva creación, que la convierte en sí misma en un símbolo de poder. Así mismo, el hecho de que Madrid sea la ciudad dónde vivimos permite que el objeto de estudio sea cercano y conocido por todos.

No se pretende que este trabajo sea únicamente una recopilación histórica de elementos, sino que se desarrolla un análisis comparativo con la intención de poder determinar cuáles han sido los aspectos comunes en la arquitectura del símbolo y hacia donde parece dirigirse la nueva arquitectura de Madrid.

El método de trabajo ha consistido en la localización de símbolos en Madrid, análisis y desarrollo de los ejemplos obtenidos y su relación temporal e histó- rica así como con el desarrollo urbano de la ciudad.

Motivación y objetivos

La elección del tema viene motivada por un interés personal propio hacia la di- mensión más poética y subjetiva de la arquitectura. Una dimensión en la cual uno de los objetivos buscados es la construcción de algunas obras con el fin de persuadir e impresionar a los hombres, con el fin de representar y ser imagen de los poderes que gobiernan el mundo y las personas que los ostentan.

Existe también una motivación académica. El tema del símbolo y más con- cretamente el símbolo de poder no suele ser una materia muy estudiada en el Grado en Fundamentos de la Arquitectura en la Escuela de Arquitectura de Madrid; por lo que se ha visto en el desarrollo de este trabajo una oportunidad para investigar sobre esta visión de la arquitectura que transciende al Firmitas, Utilitas y Venustas, y aportar un documento que pueda servir de inicio para futuros estudios.

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Estado de la cuestión

Son varios los libros y artículos que se enfrentan a la temática del poder y el símbolo en arquitectura, aunque la mayoría de ellos lo hacen desde un punto crítico y perio- dístico y no tanto con una visión más analítica. Como título principal de referencia en este tema, debemos citar el libro del británico Deyan Sudjic, La Arquitectura del Poder. Cómo los ricos y poderosos dan forma a nuestro mundo. Escrito en 2007, este libro se plantea como un fuerte juicio a la obsesión arquitectónica de presidentes, primeros ministros, alcaldes, dictadores, magnates y otros personajes poderosos y en el endiosamiento de los arquitectos que se han puesto a su servicio. Si bien la intención de este trabajo dista de este enfoque, este libro nos sirve como parte del encuadre teórico previo:

(...) La construcción no solo tiene la finalidad práctica de dar cobijo, ni la de crear las infraestructuras modernas de un estado. Aunque pueda parecer anclada en el pragmatismo, es una expresión poderosa y extraordinariamente reveladora de la psi- cología humana. Es un medio de hinchar el ego humano a la escala de un paisaje, una ciudad o, incluso una nación. Refleja las ambiciones, las inseguridades y las motivaciones de los que construyen y, por eso, ofrece un fiel reflejo de la naturaleza del poder, sus estrategias, sus consuelos y su impacto en los que lo ostentan.

En este mismo sentido de bases teóricas aplicables a este trabajo en la temática de la arquitectura como símbolo de poder, aparecen otros textos considerados de igual forma. Estos son: el libro La Arquitectura como símbolo de poder, de Albert E. Elsen, el capítulo 6 (“Entre la función y el símbolo”) del libro de Antonia María Perello Las claves de la arquitectura y el artículo publicado en la revista REDAC17, “La Arquitec- tura del poder y el Poder de la arquitectura”.

En lo que concierne al tema concreto de este análisis, la división en tres momentos simbólicos teóricos, referenciados a los siglos XIX, XX y XXI, viene motivada por la lectura del artículo del profesor Juan Carlos Arnuncio Pastor, que ha sido clave en el desarrollo del trabajo. Dicho artículo se extrae del libro Arquitectura, símbolo y mo- dernidad, que se editó en 2004 a modo de resumen de las jornadas de Arquitectura Moderna y Símbolo llevadas a cabo en la Escuela de Arquitectura de Valladolid con la colaboración de la Embajada de Noruega en España. En dicho texto es donde apa- recen los conceptos de técnica y sostenibilidad para representar a las arquitecturas símbolo de poder de los siglos XX y XXI respectivamente. El tercer concepto, lo clá- sico, achacable al siglo XIX, pero también a los siglos que le preceden, fue extraído de los textos expuestos ya como encuadre teórico previo, teniendo una importancia especial La Arquitectura como símbolo de poder de Albert E. Elsen.

Madrid, centra el segundo tema más importante del trabajo. Han sido necesarios numerosos libros y guías para llegar a un buen entendimiento de la ciudad y sobre todo para obtener una lectura de la misma desde un punto de vista del símbolo y el poder. En este sentido el libro de Fernando Chueca Goitia, Madrid, una ciudad con vocación de capital ha sido definitivo para el entendimiento de nuestra capital. De este texto se han extraído diversos conceptos como la excentricidad urbanística así como la cualificación de espacios como la plaza de Cibeles o la cornisa del Manza- nares. Pero también nos ha servido para obtener una visión histórica general capaz de otorgar un mayor rigor y sentido a cada uno de los análisis realizados.

6 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

El segundo libro más importante en referencia a la ciudad de Madrid, ha sido la Guía de arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Esta re- copilación de todos los edificio de interés arquitectónicos de la capital ha sido clave para extraer nuestros ejemplos de una forma rigurosa y documentada, con conocimiento de las cualidades compositivas y constructivas así como los arquitectos que han intervenido y cada una de las fechas relevantes en todo su desarrollo.

Con respecto a toda la concepción urbanística de Madrid también hay nume- rosos escritos así como numerosas planimetrías útiles para la compresión del desarrollo y crecimiento urbano de esta ciudad. Así pues, el libro de Virgilio Pinto Crespo, Madrid: atlas histórico de la ciudad, nos aporta una recopilación de cada una de las planimetrías que lo largo de la historia se han elaborado por numerosos autores.

En referencia a la ciudad estudiada desde una perspectiva del símbolo y poder, los estudios y escritos son menos abundantes aunque sí que podeos encontrar un par de ellos. El urbanismo como instrumento de poder de Francisco José Galante, aunque centrado sobre todo en las ciudades canarias aporta una in- troducción bastante completa de como los símbolos de poder influyen en el desarrollo de las ciudades. Volviendo al caso de Madrid se ha escrito el libro La , Escenario De Poder. Del De Linares A La Torre Picasso de Isabel Gea y Francisco Azorín, que analiza uno de los ejes de poder que han sido desarrollados en este trabajo.

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1. PREMISA INICIAL. MÁS ALLÁ DEL FIRMITAS, UTILITAS Y VENUSTAS.

Marco Vitruvio proponía en su tratado De Architectura, que la arquitectura des- cansa sobre tres principios básicos, la Firmitas (solidez), la Utilitas (utilidad) y la Venustas (belleza), siendo finalmente la verdadera obra arquitéctónica, un equili- brio entre estas tres variables y la ausencia de una de ellas, haría que tal obra no pu- diera ser considerada como tal. Dichos conceptos conocidos como la Triada Vitru- viana serían ampliamente revisados por el tratadista y arquitecto del Renacimiento Leon Battista Alberti en su libro De re ædificatoria.

Este trabajo quiere explorar una nueva perspectiva más allá de los conceptos de Vitruvio. En un punto que se sale de los fundamentos clásicos de la disciplina ar- quitectónica podríamos situar la condición simbólica de un edificio, que, aunque no es condición necesaria para la existencia de verdadera arquitectura, si es bastante representativa y digna de estudio en numerosos casos.

1 Portada de una de las ediciones Si recurrimos a la definición de símbolo de la Real Academia Española , parece evi- de los diez libros de Vitrubio. dente que, en arquitectura, debieran ser únicamente esos elementos plásticos, casi ornamentales que representan de forma más o menos intuitiva un concepto mayor referente a la utilidad del edificio, el cliente bajo cuyo patronazgo se construyó o algunas otras características diversas. Pero este caso, sería referirse únicamente al símbolo en arquitectura, y no a algo mucho más complejo, la Arquitectura como Símbolo.

Desde el principio de la historia de la arquitectura, los edificios, no solo han sido considerados como elemento utilitarios que cumplen la función de procurar al hombre una estructura habitacional donde desarrollar su existencia. Es más se po- dría decir que la Arquitectura, y me refiero a ella con mayúsculas, ha nacido ligada ya a la condición simbólica que en la mayoría de los casos cumple la función princi- pal de simbolizar a un poder que intenta garantizarse su primacía sobre el resto de mortales. Tal es el caso de las grandes obras de la antigüedad como las pirámides de Egipto o los zigurats de Babilonia, más allá de todas las interpretaciones religiosas o exotéricas que se les hayan podido hacer a lo largo de los siglos, estás construcciones tenían un fin claro de erigirse ante el pueblo como representaciones simbólicas del poder que los gobernantes querían ejercer sobre él.

De forma similar pueden ser leídos edificios de épocas más modernas como la ba- sílica de San Pedro del Vaticano, el Palacio de Versalles o las construcciones monu- mentalisas de los regímenes totalitarios del siglo XX. Parece fácil caer en el error de pensar que ese condición de símbolo de poder es únicamente achacable a poderes totalitarios o al menos aristocráticos, pero como ya ocurría en las plazas cívicas ita- lianas de la edad media y el renacimiento, el poder del pueblo también busca repre- Portada del libro de Deyan Sudjic referido durante este sentarse en la arquitectura, tal es el caso de lo ocurre con los regímenes democrático epígrafe. modernos.

Son muchos los autores que se han referido a este tema a lo largo de la historia. A modo de encuadre se traen aquí algunas citas de los que ara el desacorralo de esta base teórica del trabajo nos han parecido más pertinentes: 1 Símbolo: Representación sen- sorialmente perceptible de una Antonio María Perello en el capítulo 6, “Entre la Función y símbolo” de su libro Las realidad, en virtud de rasgos Claves de la Arquitectura, se refiere al tema de esta forma: que se asocian con esta por una convención socialmente acep- tada. Diccionario de la Lengua (...)Pero además de la utilitaria existen otros tipos de función. Nos refe- Española (2001). ri-mos concretamente a una función cuyas características no se derivan de la

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perfecta adecuación material y formal, sino que va ligada a las significaciones sim- bólicas. Podemos hablar de una arquitectura cuya función radica en ser símbolo. (…). Tradicionalmente, la arquitectura símbolo ha estado al servicio del poder político y eclesiástico, mientras que hoy son cada vez más numerosas las referencias al poder económico. La que algunos estudiosos denominan «arquitectura de la autoridad» no se manifiesta por igual en todos los períodos históricos, sino que en algunos de ellos alcanza un mayor desarrollo.

También, el crítico de arquitectura y diseño Deyan Sudjic, el su libro La Arquitec- tura del Poder. Cómo los ricos y poderosos dan forma a nuestro mundo, realiza una valoración en clave crítica de lo que para él ha significado este tema y cuáles son las luces y las sombras de la vigencia de estas ideas en nuestros días:

(...) La construcción no solo tiene la finalidad práctica de dar cobijo, ni la de crear las infraestructuras modernas de un estado. Aunque pueda parecer anclada en el pragmatismo, es una expresión poderosa y extraordinariamente reveladora de la psi- cología humana. Es un medio de hinchar el ego humano a la escala de un paisaje, una ciudad o, incluso una nación. Refleja las ambiciones, las inseguridades y las motivaciones de los que construyen y, por eso, ofrece un fiel reflejo de la naturaleza del poder, sus estrategias, sus consuelos y su impacto en los que lo ostentan.

<· Collage de creacción propia que representa los tres con- ceptos que nos van a servir a lo largo del trabajo para ana- lizar cada una de las arquitec- turas simbólicas de la ciudad de Madrid. De izquierda a derecha, lo clásico, la técnica y lo sostenible, asimilables en este estudio a los siglos XIX, XX y XXI respectivamente.

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2. SÍMBOLO Y PODER. TRES MOMENTOS Y TRES ARQUITECTURAS DE PODER.

Se ha pretendido, como uno de los puntos de inicio de este trabajo, definir una serie de conceptos que, extraídos de varios textos y con un enfoque propio, nos sirvan para establecer unas cotas sobre el tema de arquitectura y símbolo, sobre todo, en lo relacionado con su incidencia en la configuración urbanística y simbólica de la ciudad de Madrid. Así pues a partir de ahora hablaremos de tres momentos y tres arquitecturas de poder, una para cada una de ellos:

-Lo clásico: Siglo XIX -La técnica: Siglo XX -Lo sostenible: Siglo XXI

Esta clasificación viene motivada y apoyada por la lectura, como indicamos, de dis- tintos escritos ya expuestos en el capítulo llamado “Estado de la cuestión”. Sereco- gen aquí los dos más importantes y útiles para este enfoque.

En el libro La Arquitectura como símbolo de poder de Albert E. Elsen encontramos la base principal del enmarque del concepto que en este estudio se ha denomina- do como lo clásico. Es importante tener presente que este escrito está fechado en 1975 hecho por el cual los dos términos siguientes aún no se tienen tan en cuenta, aunque sí aparece esbozado al final del mismo una necesidad de buscar un nuevo paradigma de estudio de la arquitectura simbólica del poder.

En nuestra república2, nos son más familiares las casas consistoriales y los edifi- cios provinciales, estatales y federales que mezclan (o más bien adulteran y echan a perder) los motivos arquitectónicos tomados de templos, iglesias y palacios de la Roma antigua y de los períodos renacentista y barroco. Los gobiernos que inspiraron los órdenes cupuliformes y gigantescos no eran colectivos; sin embargo la arquitec- tura federal americana, fundamentalmente, no se distingue de los productos de la autocracia, como tampoco de las de la Unión Soviética, la Alemania nazi y la Italia fascista. (…) Para hallar soluciones inteligentes y realmente contemporáneas a la arquitectura pública hay que volver los ojos a los gobiernos recientemente surgidos en el mundo, tales como el de Brasil y el de la India.3

Para entender el segundo y tercer concepto, con el que me he referido al siglo XX y XXI respectivamente, esto es, la “técnica” y lo “sostenible”, nuestra base es el artícu- 2 El autor se refiere aquí a los Es- lo, resumen de las Jornadas Internacionales de Arquitectura (Madrid, 2014) escrito tados Unidos de America, pero por el profesor Juan Carlos Arnuncio, titulado: “La Arquitectura Moderna y la Téc- podría ser aplicable a todas las nica como símbolo.”4 democracias occidentales. EL- SEN, Albert E. La Arquitectura como símbolo de poder. (1975). Dicho arquitecto opinó:

3 Proyecto para Brasilia de Os- Pero analizar los edificios paradigmáticos de esos años (la época moderna), pone car Niemeyer en 1959 y proyec- de relieve hasta qué punto la técnica no lo era tanto y sí el sueño que proponían. Ver to para Chandigarh de Le Cor- fotografías del proceso de ejecución de edificios como la villa Saboya, y otros coetá- busier en 1951. neos pone de manifiesto la precariedad de aquella construcción y vendría a certificar 4 ARNUNCIO PASTOR, Juan el pensamiento de A. Colquhoum cuando afirmaba que “lo que nos seduce del Movi- Carlos. “La Arquitectura Mo- miento Moderno no es tanto su capacidad para resolver problemas técnicos, cuanto derna y la Técnica como sím- la de elevar la técnica a la categoría de símbolo. bolo”, en Jornadas internacio- nales sobre arquitectura, Real Embajada de Noruega en Espa- Más adelante añade en referencia al momento actual: ña 2014.

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Más adelante añade en referencia al momento actual:

Aunque la visión de la técnica haya cambiado; aunque ésta haya relegado su con- dición simbólica a otros aspectos – quizá, la idea de sostenibilidad o cierta idea de retorno a la naturaleza – deberemos reconocer que fue esa idea de técnica la que dos generaciones elevaron a la categoría de símbolo.

2.1 LO CLÁSICO. SIGLO XIX

Con lo clásico, en nuestro estudio5, se ha querido poner nombre a todo lo que en cuestiones simbólicas estaba pasando en la arquitectura de Madrid durante el siglo XIX. La arquitectura novecentista madrileña, al igual que sucede en gran parte de las capitales de provincia españolas, viene marcada por la convivencia de tres co- rrientes estilísticas diferentes: historicismo, eclecticismo y arquitectura del vidrio y el hierro.

El término historicismo se refiere, en esencia, a aquel tipo de arquitectura que no sólo se dio en España, sino en el resto de Europa en el siglo XIX y los albores del XX, donde se recupera un estilo anterior con una nueva funcionalidad o significado. En Madrid principalmente podemos hablar de un neo-románico y neo-gótico, sin olvidar tampoco el neo-mudéjar que nace aqui. Arquitectos como Emilio Rodríguez Ayuso vieron este nuevo estilo basado en el uso del ladrillo y de elementos como el Fachada principal de Bibliote- arco de herradura o la las decoraciones geométricas como exclusivo y característico ca Nacional, construída entre de España, ya que pretende recuperar elementos que podríamos permitirnos la li- 1865 y 1892, en estilo ecéctico, ejemplo de edificio cultural cencia de llamar extraídos de los clásicos arquitectónicos españoles. Este renacer de perteneciente a período de lo- lo “mudéjar” está vinculado, en parte, con la necesidad de “españolizar” los estile- clásico. mas islámicos incluyéndolos dentro de la propia “identidad nacional cristiana”, tal y como se puede entender con una lectura detenida del discurso dictado por Amador de los Ríos6, en la Real Academia de San Fernando a mediados del siglo XIX, texto que ha sido clave en la caracterización de dicho estilo.

Volviendo al asunto de los historicismos, debemos indicar cómo, muchas veces és- tos fueron reinterpretados gracias al uso de nuevos materiales. A imitación de los grandes palacios de hierro y vidrio que se estaban construyendo en Europa ya desde finales del siglo XIX, gracias a la celebración de las Exposiciones Universales, en 5 somos conscientes que el Madrid también tendrá presencia esta nueva arquitectura con ejemplos tan sobre- uso del término “clásico” no salientes como el Palacio de Cristal del o el de la . El uso de estos corresponde con el significa- do tradicional, vinculado a la nuevos materiales permitían una arquitectura totalmente distinta a la ya existente, civilización grecorromana o la pero, curiosamente, el lenguaje utilizado no difiere, en esencia, a lo que se había recuperación que de esos es- realizado en otros periodos, la mayor parte de estas grandes edificaciones se cons- tilemas se ha venido realizan- truían con esbeltas columnas de fundición o grandes bóvedas de cristal pero con la do durante otros periodos de pervivencia de las trazas y la ornamentación de la tradición clásica. la historia de la arquitectura (véanse al respecto, por ejem- plo, los estudios de Benevolo o El término ecléctico, por su parte, se refiere en cualquiera de sus aplicaciones a una Summerson), sino un enfoque mezcla de ideas o elementos que forman un todo que aun siendo único no tiene por más personal a partir del artí- qué ser homogéneo. Si con el historicismo veíamos una aplicación directa de algu- culo de Juan Carlos Arnuncio ya citado. nas de las corrientes históricas, el eclecticismo aboga por una mezcla de elementos de algunas de esas corrientes en un mismo edificio sin seguir un orden arquitectóni- 6 AMADOR DE LOS RÍOS, co único. Será esta corriente la máxima representante de lo que suceda en la arqui- José. Discursos leídos ante la tectura de este siglo y por tanto la que mejor nos acerca a ilustrar nuestro término de Real Academia de Nobles Artes lo clásico. En los edificios eclécticos de Madrid convive el uso de los órdenes clásicos de San Fernando en la recepción pública de don José Amador de con elementos sacados de la nueva arquitectura del hierro y el vidrio o incluso con- los Ríos, Madrid, Imprenta de cepciones más propias de las tendencias pertenecientes al próximo siglo, pero todos José Rodríguez, 1859.

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ellos buscando una legitimidad simbólica a través del elemento plástico y composi- tivo que nos remite a la tradición clásica. Como hemos podido ver, cada una de estas corrientes o estilos tienen un común denominador: la incorporación de elementos que provienen de la tradición arqui- tectónica anterior y que se han mantenido presentes en toda la historia de la ar- quitectura aunque modificados y “modernizados” gracias al avance tecnológico y el uso de nuevos materiales. Por tanto, al referimos a lo clásico, volviendo a lo que enunciábamos al inicio del presente epígrafe, no se pretendemos, como se indicó, entrar en el discurso de los órdenes o de otras premisas de la arquitectura heredada de Grecia y Roma. Nuestra intención no puede, ni tan siquiera, referirse únicamente a los “neo-estilos” enclavados dentro de este periodo. Lo clásico, desde el enfoque de este trabajo quiere en última instancia, referirse a aquello que aunque nuevo no ter- mina de apartarse de lo tradicional, de las reglas establecidas, buscando, a nuestro parecer una legitimidad simbólica y representativa de cada uno de los poderes que quieren verse encarnados en las arquitecturas simbólicas del poder en el Madrid de este momento.

2.2 LA TÉCNICA. SIGLO XX

Cuando en este estudio nos referimos a la técnica como concepto representativo del símbolo de poder no pretendemos, como se indicó con anterioridad, buscar la visión de una arquitectura realmente tecnológica. La arquitectura en su concepción simbólica lleva implícita la idea del engaño, del parecer sin necesidad de ser. Por ello, y como Juan Carlos Arnuncio escribe en su artículo, si analizamos los edificios representativos de ese período nos damos cuenta de que en realidad la técnica no era tan real como figurada, los sistemas constructivos empleados seguían siendo herencia de momentos anteriores pero se tenía un profunda intención de elevar esa técnica a la categoría de símbolo. Este segundo período simbólico esta íntimamente ligado a la corriente denominada Arquitectura Moderna. Dicha corriente tiene en España un desarrollo discontinuo debido a las condiciones políticas de estas dé- cadas. Es por lo que se ha encontrado interesante y necesario ver como estas ideas nacen y se asientan en nuestro país y por qué no repercuten de igual forma en cada uno de los poderes presentes.

Desde la primera década del siglo XX nuevas tendencias estaban apareciendo en Europa, que conformarían, en esencia, el germen de una nueva arquitectura. El pe- ríodo de entreguerras (1918-1919) vería el florecimiento de una nueva y revoluciona- ria arquitectura. Fue, sobre todo, en la democracia de la Alemania de Weimar, que dio cobijo a la escuela de la Bauhaus (dirigida por el arquitecto Walter Gropius entre 1919-1933), donde se produjeron los acontecimientos más importantes para el sur- gimiento de una arquitectura moderna en el sentido de estética y funcionalmente renovadora. Además, de modo paralelo, la Francia republicana contó con el taller de Le Corbusier, cuyo aporte teórico a este nuevo movimiento sería imprescindible.

Por otro lado, entre los años 1928 y 1959 el que se llamó Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (C.I.A.M.) reuniría a un amplio e importante grupo de ar- quitectos comprometidos con el nuevo movimiento (organizados por Le Corbusier, Hélène de Mandrot y Sigfried Giedion). Dicho congreso, con vocación de asentar y difundir los conceptos de esta nueva arquitectura, tendría su representación es- pañola con el grupo GATEPAC, compuesto por arquitectos como Josep Lluís Sert, Fernando García Mercadal, José Manuel Aizpurúa y Joaquín Labayen. A todos los citados deberíamos añadir, además, otros como Josep Antoni Coderch o Luis Gu- tiérrez Soto, que aplicarán los conceptos de esta nueva arquitectura pero con un

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Centrándonos en el caso hispánico, con el estallido de la Guerra Civil y el ascenso al poder del general Franco, la tendencia de representación simbólica a través de la técnica se ve eclipsada por un gusto de las nuevas instituciones de poder hacia los símbolos clásicos y nacionalistas de la arquitectura española. Sin embargo con el paso de los años un nuevo grupo de arquitectos entre los que destacan Alejandro de la Sota, Francisco Javier Sáenz de Oíza, Fernando Higueras y Miguel Fisac rescató con fuerza el legado del GATEPAC y con él la técnica como lenguaje simbólico del poder.

Por tanto, insistimos, la técnica como medio para simbolizar el poder en la corriente de la arquitectura moderna, aparece en España a partir de la segunda década del siglo XX. Aunque, dadas las circunstancias políticas de esos años, el desarrollo de la simbología de la técnica no se culminara y llegará a la representación del poder político en nuestro País y por tanto en Madrid hasta la llegada de la democracia (1977). Si bien, es necesario precisar que ya a finales del siglo XX empiezan a apa- recer tendencias más próximas al siguiente momento simbólico, al universo de “lo sostenible”.

2.3. LO SOSTENIBLE. SIGLO XXI

Con el uso de este término se quiere denominar y encuadrar a las tendencias sim- bólicas que se están dando y se han dado en España desde la última década del siglo XX y lo transcurrido del siglo XXI. Nuevamente, como ocurría con el concepto de la técnica, dentro del paraguas terminológico de lo sostenible no se quiere reflejar una arquitectura que necesariamente tenga que ser respetuosa con el medio ambiente o tenga un consumo energético cero. En la dimensión representativa de nuestro siglo aparece esa intención de aparentar por encima del propio ser de las cosas. Es curio- so, por ejemplo, que el edificio mirador del grupo de arquitectos holandés MVRDV y la española Blanca Lleó aun siendo uno de los edificios menos sostenibles construi- dos en Madrid se haya convertido en un símbolo de esta sostenibilidad, muestra de la paradoja a la que me he referido.

Estas nuevas arquitecturas que se han dado y se están dando en estos últimos años buscan en la vuelta a la naturaleza ya no solo su justificación económica y social sino que también recurren a ella para encontrar formas y diseños. Se puede hablar, pues, de una tendencia hacia las formas orgánicas y las superficies continuas que lo envuelven y resuelven todo, los edificios del poder ya no tienen una presencia Ciudad de la , uno de los mega-proyectos represen- estereotómica en la ciudad. Se busca ahora sobre todo la provocación de la imagen tantes del momento simbólico frente a la sinceridad de la arquitectura. Es el caso de ejemplos como el Guggenheim del siglo XXI. de Bilbao, obra del canadiense Frank Gehry, una imagen vanguardista y rompedora de superficies metálicas de contornos orgánicos recubre lo que en su interior es casi siempre una sucesión de espacios relativamente tradicionales.

En lo urbano este movimiento tiene una tendencia a romper con la ciudad tradi- cional. Los nuevos megaproyectos de la era de la sostenibilidad no tienen cabida en una urbe de trazas tradicionales. Estas arquitecturas buscan en sí mismas la crea- ción de nuevos núcleos urbanos. Tal es el caso de los proyectos de “ciudades temá- ticas” tan representativos de este período. Son ejemplos de esto la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (Santiago Calatrava) o la de la Cultura de Santiago de Compostela (Peter Eisenman), pero también, dentro de Madrid, la ciudad de la Justicia (Javier Frechilla y José Manuel López Peláez) o el nuevo campus para el BBVA (Herzog & de Meuron).

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3. LAS ARQUITECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID ANÁLISIS EN EL TIEMPO.

Al enfrentarnos a la ciudad de Madrid y a la amplia lectura de sus arquitecturas a través del tiempo nos surge primeramente un problema de método de análisis. Como se ha explicado en epígrafes anteriores, se han definido para el análisis tres secuencias temporales más o menos reales desde el punto de visto del análisis más riguroso de la historia de la arquitectura pero que nos servirán para el encuadre de este trabajo. Al pasar cada uno de los edificios de repercusión histórica a través de este primer filtro temporal, los resultados vuelven a ser nuevamente inabarcables. Se ha dividido por tano la arquitectura de la ciudad en cinco tipos según su uso principal:

-Edificio institucional privado, representante del poder económico.

-Edificio institucional público, representante del poder político.

-Edificios culturales y de ocio, representante del poder cultural, intima- mente ligado al poder político del estado que facilita esa cultura.

-Edificio de vivienda, representante del poder privado del individuo.

-Edificio religioso, representane del poder religioso que en el caso de Ma- drid es en su mayoría el de la Iglesia Católica.

Definidos los elementos de estudio se han buscado a través de la guía de arquitec- tura de Madrid del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, los mejores ejemplos para cada momento o período simbólico de los distintos usos extrayéndolos en un mapa o tabla de ejemplos en base a una línea del tiempo que nos permite extraer algunos puntos nuevos de desarrollo del trabajo.

Se expone a continuación la siguiente TABLA DE ARQUITECTURAS SIMBÓLICAS EN EL TIEMPO. Se presenta a modo de gráfico de izquierda a derecha aparece un eje temporal en la parte inferior, mientras que en la parte superior se especifican cada una de las etapas o momentos simbólicos. De arriba a abajo se divide en los cinco usos elegidos como representantes de los poderes principales dentro de la ciudad.

15 ·LO CLÁSICO· transición ·LA TÉCNICA· ·LO SOSTENIBLE·

EDIFICIOS INSTITUCIONALES PRIVADOS (poder económico)

-BANCO DE ESPAÑA- -BOLSA DE COMERCIO- -TORRE BBVA- -TORRE PICASSO- -CAMPUS BBVA- -CAMPUS REPSOL- Eduardo de Adaro M. / Severiano S. de la Lastra (1884-1891) -BANCO CENTRAL (INST. CERVANTES)- -BANCO BILBAO VIZCAYA ARGENTARIA- -EDIFICIO TELEFÓNICA- Enrique Mª Repullés y Vargas (1884-1893) Francisco Javier Saenz de Oiza (1971-1981) (1977) Herzog & de Meuron (2008-2012) Rafael de La-Hoz (2009-2013) Alberto de Palacio Elissagüe (1884) Antonio Palacios Ramilo / Joaquín Otamendi Machimbarrena Ricardo de Bastida Bilbao (1919-1923) Ignacio de Cárdenas Pastor (1926-1929) Pza de la Lealtad. RETIRO Pº de la Castellana. TETUÁN Pza. Pablo Ruiz Picasso. TETUÁN Av de Burgos. LAS TABLAS C/ Méndez Alvaro. ARGANZUELA Rafael Moneo Vallés (2003-2007) (1911-1918) C/ Alcalá. Gran Vía. CENTRO Pº del Prado / C/ Alcalá. CENTRO C/ Alcalá. CENTRO

EDIFICIOS INSTITUCIONALES PÚBLICOS (poder político)

-NUEVOS MINISERIOS- -ANTIGUA CASA SINDICAL - -PALACIO DE LAS - -TRIBUNAL CONSTITUCIONAL- -AMPLIACIÓN DEL SENADO- -CIUDAD DE LA JUSTICIA- Secundino de Zuazo Ugalde y Eduardo Torroja Miret (1932-1936) Francisco de Asís Cabrero/Rafael de Aburto Renobales (1950-1951) Narciso Pascual y Colomer (1843-1850) Antonio Bonet Castellana / Francisco González Valdés Gayarre y Ruiz de Galarreta / José Javier Frechilla / J. Manuel López-Peláez (2008) Guillermo Diz Flórez, José Gómez Mesa, José Rodríguez Cano, Miguel Pº del Prado. CENTRO Carrera de San Gerónimo. CENTRO (1973-1980) Ramos Illán / Antonio García Vereda Parque de Valdebevas. Ángel García-Lomas Mata y Eduardo Torroja Miret (1940-1942) C/ Doménico Scarlatti. CHAMBERÍ (1987-1989) Paseo de la Casellana. CHAMBERÍ C/ Bailén. CENTRO

EDIFICIOS CULTURALES Y DE OCIO (poder cultural)

-MUSEO REINA SOFÍA- -BIBLIOTECA NACIONAL- -PLAZA DE TOROS DE LAS - -EDIFICIO CAPITOL- -MUSEO DEL TRAJE- -MUSEO DEL PRADO- -TEATRO REAL- -CIRCULO DE BELLAS ARTES- -ESTADIO SANTIAGO BERNABEU- Francisco Sabatini (1769-1788) -BIBLIOTECA PEDRO SALINAS- Francisco Jareño y Alarcón (1865-1866) José Espelius Anduaga (1920-1929) Luis Martínez-Feduchi Ruiz / Vicente Eced Eced Jaime López de Asiaín /Ángel Díaz Domínguez -MADRID RÍO- -ESTADIO SANTIAGO BERNABEU- Juan de Villanueva (1785-1808) Antonio López Aguado /Fco. Cabezuelo(1818-1850) Antonio Palacios Ramilo (1921-1926) Manuel Muñoz Monasterio , Luis Alemany Soler (1947) José L. Íñiguez de Onzoño / Antonio Juan Navarro Baldeweg (1987) Antonio Ruiz de Salces (1885-1892) Manuel Muñoz Monasterio (1929-1931) (1931-1933) (1969-1975) Paco Burgos / Ginés Garrido (2004) Concurso: Narciso Pascual y Colomer (1847-1852) Pza. de Oriente. CENTRO C/ Alcalá. CENTRO Luis Alemany Indarte / Rafael Alemany Indarte / Manuel Salinas Aracil (1982) Vázquez de Castro (1988-1990) Gta Puerta de Toledo. CENTRO Pº de . C/ Alcalá. SALAMANCA Gran Vía. CENTRO Av Juán de Herrera. MONCLOA- ARGANZUELA+MONCLOA-ARAVACA GMP Architekten / L-35 / Ribas&Ribas Pº del Prado. RETIRO Antonio Lamela Martínez (1992-1994) Jean Nouvel (1999-2002) Pº de la Castellana. CHAMARTÍN (2014) Pza Emperador Carlos V. CENTRO Pº de la Castellana. CHAMARTÍN

EDIFICIOS DE VIVIENDA (poder privado)

-PALACIO DE LINARES- -PALACIO CERRALBO- -TORRE VALENCIA- -TORRE MADRID- -TORRES BLANCAS- -EDIFICIO MIRADOR- Carlos Colubí (1863-1873) Alejandro Sureda (1884-1885) Javier Carvajal Ferrer (1970-1973) Julián Otamendi Machimbarrena (1958-1960) Francisco Javier Sáenz de Oíza (1964-1968) MVRDV y Blanca Lleó Fernández (2002-2006) Manuel Aníbal Álvarez Amorós (1878-1879) Fernando Chueca Goitia (1963) C/ O’Donnell RETIRO Pza de España. MONCLOA-ARAVACA Av América. CHAMARTÍN C/ Princesa de Éboli. HORTALEZA Adolf Ombrecht (1879-1884) C/ Ferraz. MONCLOA-ARAVACA Pº de Recoletos. SALAMANCA

EDIFICIOS RELIGIOSOS (poder religioso)

-I. DE SANTA CRUZ- -I. DE LA PALOMA- -I. DE SAN MANUEL Y SAN BENITO- -BASÍLICA DE LA MERCED- Francisco de Cubas / Miguel de Olabarría -I. VIRGEN DEL ROSARIO DE FILIPINAS- Lorenzo Álvarez Capra (1896) Fernando Arbós y Tremanti (1902) Francisco Javier Saenz de Oiza / (1888-1902) Cecilio Sánchez-Robles Tarín (1967-1970) Dimas Rodríguez Izquierdo (1901-1912) C/ Alcalá. SALAMANCA Luis Laorga Gutiérrez (1949-1965) C/ . CENTRO C/ Conde de Peñalver. SALAMANCA C/ Paloma. RETIRO C/ General Moscardó. TETUÁN

1790 1800 1810 1820 1830 1840 1850 1860 1870 1880 1890 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

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18 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

4. EVOLUCIÓN DEL TRAZADO SIMBÓLICO DE MADRID.

Como ya se ha dicho con anterioridad, se ha basado este estudio en el análisis de lo que son las arquitecturas simbólicas de Madrid durante los siglos XIX, XX y XXI. Es claro, que arquitectura y urbanismo, edificio y ciudad han ido siempre de la mano en su desarrollo. Aunque este desarrollo en algunos caso no ha sido igualitario, en todos los casos ambas disciplinas, arquitectura y urbanismo se complementan o ayudan en su desarrollo. Tal es el caso del símbolo de poder, presente en la ciudad a través de las construccio- nes a las que sirve de entorno pero también desde un modo más directo constitu- yéndose en si misma como símbolo ya sea en su totalidad o en alguna de sus partes.

Madrid, debido a su condición de capital de estado de nueva Creación (Felipe II, 12 de febrero de 1561), se configura en el tiempo como un símbolo en sí misma, un icono, primero, del gobierno Austria, remodelado y modernizado, más tarde, con la llegada de los Borbones. En sus calles y plazas se reparten las representaciones arquitectónicas de cada uno de los poderes del Estado, ya sea de los antiguos re- gímenes políticos así como del sistema democrático actual. Este establecimiento de Símbolos ha ido siempre ligado al crecimiento histórico y por tanto al trazado urbano. Así pues, la centralidad simbólica de la ciudad ha ido variando con el paso de los siglos, cambiándose cada uno de los grados simbólicos ya sea por abandono de la propia construcción-símbolo o por la caída o derrocamiento del poder que en ella se simbolizaba.

Este cambio de centralidad es un hecho estudiado a lo largo de la historia del ur- banismo de Madrid y no exclusivo del carácter simbólico. El arquitecto Fernando Chueca Goitia en su libro Madrid, ciudad con vocación de capital, se refiere al caso de Madrid como ciudad excéntrica explicándolo del siguiente modo:

Madrid ha conservado sus rasgos arcaicos de ciudad oriental, y éstos han condicio- nado su destino de ciudad política. Su centro de irradiación, Palacio, ha permanecido siempre invariable como pedestal del poder autocrático, mientras que el centro vital se ha visto obligado, con el crecimiento, a una constante movilidad. Sucesivamente ha sido la Perta de Santa María, la plaza del Salvador o de la Villa, la Puerta de Gua- dalajara, la plaza Mayor, la Puerta del , y recientemente la Cibeles y Recoletos… ¿quién sabe? Porque ahora Madrid es una ciudad peligrosamente acéfala.

Con este epígrafe nos queremos acercar al estudio del movimiento del centro sim- bólico de Madrid y al porqué de la localización de un edificio, que tiene vocación de erigirse como símbolo de poder, en un punto u otro de la ciudad. Extrayendo una serie de conclusiones de cada uno de los momentos urbanos pertenecientes a los siglos XIX, XX, XXI, sin olvidar el marco general de los lenguajes de poder, lo cásico, la técnica y lo sostenible respectivamente.

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4.1 ESTADOS PREVIOS. DE MACHERIT AL REINADO DE CARLOS III

La ciudad de Madrid tiene sus orígenes en el antiguo Macherit musulmán, nacido sobre la cornisa del río Manzanares que con un desnivel de unos 45m, facilitaba su defensa desde lo alto de la meseta. Una elevada muralla circundaba toda la ciudad. La bajada en cuesta al río, al oeste, se guardaba por la puerta de la Vega. En su in- terior, sobre el emplazamiento del actual Palacio Real, se levantaba el Alcázar y sus pies crecía la ciudad cuya mezquita mayor ocupaba el solar de la desaparecida igle- sia de la Almudena . Por el este, se accedía a la Almudaina, por la denominada pos- teriormente como puerta de Santa María, primer centro vital de la ciudad. Desde la reconquista por Alfonso VI y durante la edad media la ciudad creció hacia el este por la que hoy se conoce como la calle mayor y que se configuraba ya entonces como el inicio del eje oeste-este que sería decisivo en el trazado urbano posterior. La plaza de la Villa, ensanchada y adecentada por orden de Isabel la Católica, era ahora el centro neurálgico del Madrid medieval. En el atrio de la Iglesia del Salvador, sita en dicha Reconstruccíon del Madrid del plaza, se reunía el concejo, máxima autoridad municipal de esta villa libre vinculada siglo X sobre la ciudad actual. a la Corona de Castilla. No obstante y a pesar de esta nueva centralidad popular, el alcázar árabe, ocupado ahora por los señores cristianos, se configura como la refe- rencia simbólica del poder real en la ciudad.

Madrid, es por tanto, desde sus inicios, una ciudad ligada simbólicamente a la cor- nisa oeste, desde donde se iniciará su crecimiento hacia el este. El 12 de febrero de 1561 el rey Felipe II decreta el traslado de la corte de Toledo a la Villa de Madrid. Desde ese punto el Antiguo Alcázar se convertirá en la cabeza del gobierno de las Españas, asentándose con él la cornisa del Manzanares como elemento simbólico de Madrid. En 1580, el mismo monarca encarga la construcción de la Plaza Mayor, sobre la primitiva del arrabal, al arquitecto Juan de Herrera, siendo acabada por su discípulo Juan Gómez de Mora. Dicha plaza será el escenario de ceremonias reales, autos de fe y fiestas populares como las corridas de toros, espacio símbolo de una capital, que permanecerá estático e inalterado a lo largo de los siglos.

Con el transcurso de los años y siguiendo el eje de expansión de la calle Mayor este Detalle de la Plaza MAyor extraí- gran espacio porticado será sustituido por las gradas de San Felipe, conocido ya en do del plano de Texeira de 1656. el siglo XVII como el mayor mentidero de Madrid, lugar de cruce de caminos y gen- tes, inicio de historias y medio de propaganda de las noticias del reino. Este sería el centro simbólico hasta que calle Alcalá abajo, se viese arrastrado hasta la plaza de la Cibeles. No obstante, acontecimientos como la carga de los mamelucos contra el pueblo sublevado ante el invasor francés, el “tragalá tirano” del cura Merino ante el carruaje del absolutista Fernando VII y la proclamación de la II República, le han consagrado como espacio simbólico principal de la capital que perdura hasta nues- tros días, aunque se haya perdido su valor estancial.

En 1629, anexos a los cuartos reales del Convento de San Jerónimo, situado en el popular Prado de San Jerónimo, el Rey Felipe IV manda la construcción de una serie de gabinetes y pabellones que conformarán el Palacio del Buen Retiro, que será destruido durante la Guerra de la Independencia y cuyos jardines han llegado a nuestros días como el Parque del Retiro. La construcción de este Palacio marcaría un flujo que aunque coincidente con el eje calle Mayor-calle Alcalá en su primer tra- mo, en la puerta del sol toma rumbo distinto a través de la carrera de San Jerónimo.

En 1759, Carlos III llega al trono procedente del reino de Nápoles y Sicilia. A su llega- da a Madrid se encuentra una ciudad que aunque capital de uno de los estados más Estatua ecuestre del rey Carlos poderosos de Europa se presenta al visitante como un pueblo castellano. Ninguno III frente a la Real Casa de Co- de los reyes anteriores, Austrias o Borbones, se había preocupado de embellecer o rreos de la Puerta del Sol.

20 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

modernizar las trazas urbanas de la ciudad así como sus casas y edificios públicos, sino que habían tomado la urbe únicamente como el medio sobre el que construir sus Palacios y jardines, tras cuyos muros el resto perdía todo interés real. Carlos III iniciará el que será uno de los proyectos más influyentes en la expansión urbana del siglo XIX, el Salón del Prado, bajo la dirección de los arquitectos Juan de Villanueva y Ventura Rodríguez. Este nuevo eje simbólico marcado por las fuentes de Neptuno y Cibeles, será el inicio del eje de crecimiento sur- norte, perpendicular al histórico oeste- este, que el mismo monarca cierra en su punto este con la Puerta de Alcalá.

Encontramos por tanto al inicio del siglo XIX una ciudad organizada a través de caminos que se cruzan y puertas en torno a las cuales se producen los encuentros populares y que darán lugar a los nodos principales del trazado simbólico. Ciudad de dos ejes, que a la romana manera del cardo y decumano se cruzan en la plaza de Cibeles, espacio que pudo ser el gran foro de la capital de España pero quedo en una simple rotonda decimonónica eso sí, de marcado carácter simbólico.

Plano 01. Trazado simbólico de Madrid hasta el siglo XVIII E=1:40000

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4.2 SIGLO XIX.

El inicio del siglo XIX viene marcado para los españoles, y especialmente para el pueblo de Madrid, por la invasión de las tropas napoleónicas y el posterior estallido de la Guerra de la Independencia, que vio en la ciudad su inicio, cargado de fuerte simbolismo. El 20 de julio de 1808 entra en la capital José I Bonaparte, que había recibido la corona de España de manos de su hermano Napoleón el 6 de junio de ese mismo año. Con este rey llegan a Madrid nuevas ideas de regeneración urbanística provenientes de los ilustrados franceses. Así pues este nuevo monarca decretó el derribo de algunos de los numerosos conventos que poblaban el centro de la ciudad, generando en su lugar algunas plazas, ganándose así el sobrenombre de “Pepe pla- zuelas”. La más importante de estas intervenciones fue la construcción de la plaza de Oriente, anexa al Palacio Real y que ya formaba parte del proyecto dieciochesco de Juan Bautista Sachetti. Esta nueva plaza, con vocación de completar y mejorar la relación con la ciudad de la cornisa histórica de Madrid, vería determinada su forma de exedra con la construcción del Teatro Real ya en época de Isabel II y cuya fachada se enfrenta al palacio generando la tensión principal de este espacio urbano. La am- bición y el interés de José Bonaparte sobre la cornisa histórica vería su máxima ex- Detalle de la Carga de los Mame- presión en el proyecto de un gran eje monumental entre el Palacio Real y la Iglesia lucos de Goya, episodio aconte- de San Francisco el Grande del arquitecto Silvestre Pérez, que vería imposibilitada cido en la Puerta del Sol el 2 de Mayo de 1808.

P

. P . . P 1 . 1 0 1 . P . 0 . 5 1 . - . . 1 1 . 2 IV VI . . 2 P 7 V P . 1 . . 7 P P . . . P . P P su construcción por falta de recursos, reduciéndose únicamente al levantamiento2 . .V P 0 . P P P P . . P . P 9 . II . . V . IV P . III 4 8 . . . V . . . 1 . IV . . . . 8 P P . . . . P . VI . II . . . P P P . . P VI V . . . I . 1 . . 1 . 6 V Esc. . . . 7 Esc...... II 1 .IV . . . 6 . P P . Con st. . Esc. . . IV 1 9 P . 3 . - P . . Esc. P 1 . 0 . Esc. . 1 .1 . . IV P VI . . . . . 5 V P . . . P . . . . V . . . P . . . 1 V . . 4 P . . . . 7 V P . P . P . . . VI P . . . . . II . . . P . . V P . P . . P . . VI I 1 IV P . 1 P . P . . . P . 2 . P . 0 III . P . J . V . P P J V 3 . V . J IV . . P . V . III. V . VI. . V . . P . . . P P ...... P V III . P . 2 . . . . . 1 IV. VI . P 3 . . P 0 . . P V. P . P . 4 P VI 1 . . . . III. VII 1 . . . . P VII . . . . . del viaducto de Segovia en 1874. 8 . . P . . . . I . P J V IV . P . J I . 1 . . . P 2 III . P . IV. V VI . P P P III 10 V. VI J . . . 8 4 V . P 3 . . 2 . P J VI . Esc. . . V . . . IV . IV . . P . III . . . . . 12 . . P . VII 6 . P . . 7 VII J J . P . III . . . . P . . . II . . VI. Pi. Esc. . . . V . P III . IV . . . P . . III 1 . V . . VI P II P 1 ...... III . . . . . 8 III . III . . . . 1 . J P VII J . IV VI 9. . J . . . . . III . 9 3 . . P 1 VI 5 . . . IV 6 P . VI . P 1 . . . J 8 IV . . . VI I 2. VI . . . P . . IV III . P . . VI PP . 7 P VI ...... J 9 VII . 2 V J J 3 . . IV . . J . . 1 III . VI . VII VII . RUI P 0 . . P IV . 2 . IV Esc. . . P P . . 3 . . 1 P V J . . 1 . P . 4 VI IV . P P . . . . 9 P . . . P IV. . III . . . P . 4 . . . VII J . J . . P P IV . . III XII. J . 1 VI 7 . P . 0 P P . IV . . P . J 3464 . IV P 22 P P IV P P . . . . . P P J 5 . . P ...... P . . . V ...... P III ...... 6 VI P VI. 5 . J J . . 9 3 P P . . IV . . . VI II . . 8 2 . . . III P 4 7 . . . . . P 2 V . . . . . P P . . VI . IV . . . . III. P . . 8 . IV VIII J . . P . . . V P II . 5 . IV . . J . . . J Esc. P . . . VIII . . . VI . VII . . 6 3 . VIII. VII.. . . . VII 26 Esc. . . . VII. Esc. . 7 P . IV P II VIII.. Esc. VI. 1 . . 1 . P II P . . V VII . Esc. . . . Esc. P P . . . . . P V P IV . . . 3 P ...... P VI . . . . IV . . . . 1 . . 9 . P III V . . . . P V . . VII J . . . P . J . 4 . VII . . . J . . . . J . VI 1 P . . 1 . .

1 I . J V 2 . P . . VI I 1066 P 3470 . VI . IV . P VI IV . Planos de la zona actual de . . . . P P II Esc. 3 . V . P . . 1 . . VII . <· . P . . III . . IV . 3 . P . J II . . J . . I . J . . . . 7 I J . . VI II . 5 V P P . . J 1 . VII . 2 IV 4 V . . ESTQ . II VII . . P IV . . 16 . . P . . . . P P VI . . V P . . I J J . . . . VI . P . 2 . . . 0 P P 14 . 2 . . VI . . IV P . II P V III. . P . . 1 J P J P . . J . P 8 J . P . VI J P . P . . . VI . . . P P . . . P II VI . . P . . P III . . P VII . . 2VI I P . 1 . P V . . J . J . . . VI I . . VI P 1 . . . . . III Esc. . . . P VI 5 P P . . P . P . . . . VI I P . IV . P . P P . . P la plaza de Oriente de Tomás . VI . . J . . . . 0 1 ...... P 2 J J . V . 3VII . 1 ...... V V . J V 1 V P . J VI . II VI J Esc. . . . 3 3467 10 8 6 4 . P . P . . VI P . . 3468 P P ...... P ...... 8 P . . V P . VIII . . . VI . . . P . P . P J . . J J . 1 P J J . . . 0 . . . VII . . P V . 1 . P P . 4 1 . . . . V . . . . . P . . . . VIII P ...... P . P . 6 . . . V . . . V 9 . . . VI ...... III . . V 3 P . . 12 P . . V 1 P . . V P . 7 P P V . . . . . P J ...... P . . . 1 . . 5 V 7 . 8 . López (1785) y de Juan López . P 4 V . . P P . . . . P V. V P 1 1 V P IV . 3 0 P ...... V V 4 . . V . . P . 5 . . V V . V . . P P P 1 P . . 1 . Esc. . . . . P . . . V ...... V P VI 6 IV . . 2 . VI 7 . P . . . 8 VI VIII . . . V . . 9 . . . . Esc.. .VI P Esc.. P . . . III . . . P VIII P P P . . . 3 P Esc. . V P . . . Esc. VI I . . . . . 7 . IV . . VIII ...... P 5 . P P . P . . V P 4 . 4 . V . 5 V. . . . V P P . V 8 . . P . . P P V . . P . . . (1812) y planimetría actual. Su- VIII . . . P . VI P . P . . P . V ...... V III P . . . 3469 . P . P . P VI VI 7 VII VI 3 VI . . V . . . P P 4 . 2 V . P . VI J . P . J J V . . J . . . . V . . P V . . . . P P P J V . . . . P . . V P V . . . VI . . 2 . Esc...... Esc. V . P Esc. . 6 . V . . VI . . V . I 4 . Esc. . . . VI. . . . VI V . 6 VI

. V . Esc. Esc. . . . IV . . . . . V . Esc. . . . . Esc. J . cesivamenteIII . se aprecian des- . . . . . V . 3471 . . V IV . . . Esc. IV . . III . . P . . . Esc. . . . . Esc. VI V . Esc...... P . J ...... I V IV . P IV ...... IV . Esc. . V P . . V ...... 8 P .

Esc. . . . Esc. . . . V IV . de los derribos practicados en . Esc. V . V . . . . . P P P J . P 3472 . . . . 28 V. . . Esc. . . . P ...... V . . Esc. Esc. . P . P P . P . . IV . Esc. I. . . Esc. Esc...... IV . . . 2 . 1 . V IV 2 . . 1 3 VI 2 . . . V 1 . . . P VII Esc. . VI I V J Esc. IV . J P P . J J . . . 3 . J . . . P . . V . . . VI J . . . . IV 4 P . 3 IV . P VI . V V . P 4 . V V ...... P . VII . . . . P . tiempos de José Bonaparte a la P . P V . . P VI . . 2 5 . . P . 1 IV . . . . V . 2 6 . . V .1 IV IV P . . P P . . 0 . . 9 . J P 3 . 9 V P P . J . . . 1 P . P . VI VI . 1 J . P . . IV 7 . . 1 . P . V V 0 2 P . . 1. . . 7 P . IV P . P P . . . VI . . P . P . . P 1 . . . P . . P . 1

. . 1 . 1 . 8 . . IV P 7 . 5 . V V P 8 . . III V P IV P . 6 IV . . V 0 0 . 1 . IV . V V P P 1 . P P ...... IV . VI V. . . V 8 . . IV . . P IV 9 ...... P IV I P 2 . J . 1 . IV V 4 P IV . 4 . P IV . . . . P . VI P . . . IV . 6 forma final. . 1 IV IV 6 . . . IV . 8 . IV . . IV 7 . IV . . P . . 15 P . . . 8 3 . . IV 4 P P . . 1 . . 9 V . V V IV . . . . . IV P 1 P 6 IV . . . . . Esc. . 2 IV IV . . 4 . . . P . . . . P V 5 . . V IV . 7 . IV . . 5 . 6 2 V P IV 1 VII 1 . 6 . V. . . . P . P IV . . V IV. V 7 . . IV...... P . IV . IV IV P 2 . Esc. P IV . V V V P 5 . 1 IV V IV . . . . 0 4 IV ...... IV . . IV . IV 3 P V P V . J . P . P . . . . IV J . . . . J . . 3 ...... P 3 V IV . . . . V 3 VII . IV P . P . 8 . . V 2 V . V 1 . . 1 . IV .VI . IV . 2 . P . . V P . . V . 1 . . . . V . . Esc. . P . IV ...... III . IV . P 2 . IV IV . . J Esc...... P V ...... VII ...... III . . P IV . IV . III 2 . IV 4 . . . . IV P 1 . III . V 1 IV . . . . . III IV . . Esc. . 1 . . 6 V 0 . . . III . 6 . III 4 7 ...... 2 V V III III J . . . . VI V VI . 8 V ...... P . . . IV . IV 6 . . . J . IV VI . IV . 9 V . . IV . . P J IV . . VI . . . . . P P . VI I V VI .V 11 V V V . IV J . . . . . IV. J ...... VI 4 . . . P P . P . II . . . . VII . . 4 IV IV VII V 7 . . P . . V . P 5 . . . . P P P P P . . P V P . . . P V . . P . III . 2 P V P . 1 . . V . 8 . VII . . 5 . P . P V IV . P ...... V 1 1 . . . . VI 1 6 V P P P V . . . P P . . . VI . . . . . 1 . . 4 3 . IV P VI P . . IV . VII . . V VI. V V . VI . VI. V VI . . V . . VI 12 . . . VII V 8 P 2 . P . . P . . . 9 10 P . . V 1 . . 0 . . . V . . . IV P . . . IV . . . VI P . . . . . 8 . J . V P . . 4 VII . J J ...... 1 . VI . . . . J J . . 8 . IV. . . J . 7 . . . IV V IV 6 VII . . . P P . VII . . . . . V . P IV .5 8 . . 5 V . . . IV 5 . . V . . . . J . P . VI J J . P J . IV . V . . . . . IV V P . . . J . P J . P . . Esc. . . . . P VI VI J . . . . . 3 . . . 6 V V . . Esc. . P . P P . . . . VII . . . . Const. 6 P . . P P . . P . J . . . . V . V J . . . . P . . 4 P . . . V . .44 1017 . . . P . V . P P 4 . . J IV . . . VI . . . P . . . . . P 48 . . . IV . . J . . P 3 . IV J J V . P . . . . . V . . . . 2 . . . P 2 . IV . . P IV V P V 5 . V ...... P . . . . J V . . P J . J P . IV ESTQ Esc. V. 5 P P . . . 8 . P . . . IV P . . . 1 . J . P P . IV . P . . . . . V II II . . . . V . . P . P ...... 3 . 58 49 IV . IV V . . II II III II 6 . V P . . 51 . VII . . . P IV P P IV . . . . . IV V IV 2 . . . V VI IV . . . 1 V Esc. II . VI . . VI 4 . P . . IV. . . 5 II 66 . . P . . P P . 6 . 1 . V . 0 . P V P ...... IV . V . . . 4 68 . V . . P . P . P . . . 5 IV . V . . P . . V . 9 P 8 P III II . . . 5 . IV 3 . IV . VI . . V . VI I IV P 0 . 9 4 . 1 7 . P V 2 . V VI. . . . V . . . P 63 P . III V . J V V . VI. P . P Esc. . P 7 I . . IV . VII. J . P . P . . P P . 1016 . . IV . VII . . . . . VI V P P P V . . . . P V P VI . . . . P P . 5 P . . . IV 8 . . . P . P . . . V . . VIII ESTQ P . . P . . P P . P IV . . 1

4 V . . 76 VII. . . . P V IV . . V . P I P . . . . V. P V V P . . 8 IV . . 7 P VII. Esc. . . V . III P . . . 3 0 . . . 8 . II . 4 IV . . .7 . . P . VIII . . . . . P P IV III . . P V . 9 J . 6 . . V . . V III IV VI I . . . 5 . . . P . . . . II III P V VI P . VI . V . . . P P . III . . III V IV . . . P III IV P . . 2 VI 71. P I I . . V P . . . . IV V . II . P . . IV

. . . . II . 1 . IV P . 3 P P . . 7 . J . . IV . I Esc. P V . . . J P . . . P P . J . I P IV . . . . 5 III . . V 7 III . VI . P . . . II . V II . V P . . . . P . . P . P VI . . 8 IV . 8 Const. V P P . . . . . V . III P I . P . . . P . 7 . . . . . 7 . III V . Esc. P . IV . . . . . P . . . Esc. P P IV ...... IV P . . . . P II . P ...... P . Esc. P Esc. IV . . . . III P . . IV . Durante la primera década del siglo XIX el rápido crecimiento. de la población. de . . . V P III . . . . 1015 . . . P P . . . P . III . . . P V . P . III P ...... P . . . 1 Esc...... IV IV P . . . III . P II 10 . P Esc. 83 81 . . . . III . P . . . . III P . P V IV IV 9 . . . V II . . II V . . P P P Esc. . P VI . VI . V VI I II . . . . . VI . IV . P . II .. 6 6 P . P . . 5 . P . IV P 4 . 7 III . P . . . . P P III . . P . III Esc.. . P . . . . Esc. P . . P P . . . J V 4 1 . III . . . . III . P . . . Esc. . . P . . VII . . . . . III III III . III . . P . Esc. . . . P . . VII . .

III . . . 1 X . . P . . P. . V. . . V 6 . . Esc. . .

2 . . . III P . 1 . P . . . I 3 IV P . . . . . J V Esc. P J . 7 Madrid había hecho necesaria la elaboración de un plan de Esc. crecimiento urbano. La . V J . P III . . . P . J . . IV Esc. P . P . . . V 3 ...... II . . . P P P III I III . . IV X . . . . P . . Esc. . IV . J . Esc. . V. P . .6 J . . . 2 . V . . V P P ...... P ...... P IV . . . 3 . . P . . VII P P . IV Esc. . . Esc. V . . . . . IV . III . . P 4 Esc. . . . J . . . . . II 7 . IV . . . . 1 . . . IV . . P P Esc. P . . III P IV . . Esc. . P . III . IV . P . . . . . P ...... 2 . 1 J 3 . . . IV . . IV . . . VII IV . P . . . III V . . . . . IV . 5 P . . . P P P . 4 ...... III . . . IV. . P . IV . . III IV . 9 V . P . III . P . 6 . P . . IV IV . . V II . II . . . 3 . 1 P . J . Esc. . IV . . . . J J P P Esc. P II . J J J . . . J . . 1 III P . III III II IV 1 . . P III . P P . III . . VII P P . IV . . . P ...... IV . . P V 3. IV IV desamortización de Mendizábal (1836-1837) había hechoJ posible que. se pudiesen. IV ...... III . . P . . 2 . . IV . P . P . P . P . . . IV . P . III . P III . . V Esc...... V . . V . . . Esc. VI Esc. IV . P . . . . . 20 P . . 22 . 4 . . Esc. IV J VII 2 . P . . . . P . . . V . . . J P P V . . . J . . P . . . . . V . IV . . J . . P P . . . P . IV . . . IV . P P . Esc. IV . . V . IV J ...... 3 . J III III . IV . . V . P . . V IV . V P . . P VI . . J . . . . . P . . P . . . V P . III . . . . III . . V . IV . III IV 19 IV . . . III 6 P . . 21 IV . II . 1014 Esc. VII P P . . . . . IV . . VII . 3 . . VII . . . III . P ...... III P VII ...... III . III ...... P . . 8 . . . . IV . J J . . P . 6 29 . . 5 . . 31 . . . . IV . . . V 33 VI . P . . VI III 35 . III III 7 P VI VI . P . . . . J . . . . . construir nuevas viviendas en espacios antes ocupados por conventos. Ve. iglesias, no . III P VI . P . . P 8 J . 9 III VI . . . . P V P III . 8 P P . . VI P . . . . P . P . . . VI . J . 5 VI . P . . Esc. . 1 P IV . . 1 . . . P . . IV 5 IV IV . II P VI . . . II . III . P . . . . P . IV V .. . . P II . P 0 P . . P . 1 . . . . . P P . . P . . P P . . V J V . . . . . P IV IV Esc. V P VI P 3 IV P P 8 . . . 2 . . VI . . III ...... P P .3 . . . . VI . II P . P . IV P P . . III . . . P . . . . P . J . IV III IV P . . P . 0 . . V . . 3 . P P 1 . . VI . . II . . . V ...... IV . II 1 . IV . 5 P ...... 7 . . 5 P P . . 5 . . . 1 . P . IV 5 II III . . 3 . III . IV . 2 . 1 . II . . III . . P 1. . 7 VI . P

2 IV P . . . J P P 6 P . . II . J P . . . . V 7 IV . Esc. V V . III . . . . P . . . . P P . . P P . P . . 6 . . 1 . 8 . . P VI . . V V . . . P . P . IV P P . III . . . Esc. . P III . . . 17 . . VI . . 2 IV . IV P . P . . . . J P . . . V . . . P . P . P . P . V . . . P . P 4 obstante la obligación de dar techo a una población creciente. necesitaba. . P . deP una V P . 1 . VI III . . VII . P VI Esc. . . P . P . . III

. 2 . 6 P V VI 1. 9 P P . . V ...... 0 . P . III 1 VI . . III . P . V V ...... J . V . . . . 1 J J 11 8 . P . V...... V . VI . P . Esc. . .

. J . . . intervención más ambiciosa. La ciudad de Madrid, aunque. capital de un estado europeo era aún una urbe anclada en una morfología medieval y constreñida en su crecimiento por la cerca que Felipe VI había mandado construir en 1625 con motivos fiscales y sanitarios.

En este contexto, el 19 de julio de 1860 se aprobaba el Anteproyecto del Ensanche de Madrid, firmado por Carlos María de Castro, que proponía un aumento del espacio urbano en 2.294 hectáreas por el norte y el noroeste, partiendo de la Puerta del Sol y desarrollándose hacia el norte con las Rondas como límite. Perímetro que en la actualidad coincide con el paseo de Reina Victoria y las calles Raimundo Fernández 1 A comienzos del siglo XIX la , Joaquín Costa, Francisco Silvela y Doctor Ezquerdo. ciudad de Madrid contaba con unos 220 000 habitantes, cifra Esta ampliación del espacio urbanizable permitiría, según el Anteproyecto, un in- que llegaría a 300 000 a finales cremento de hasta 150.000 habitantes con un estándar de 40m2/ habitante, en lugar de la década de 1850. Según de los 26,7m2/h. con los que hasta el momento se contaba. dato del INE.

22 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

Ensanche de Madrid : ·> anteproyecto. Plano general de la zona de Ensanche y del em- plazamiento y distribución del nuevo caserio, ejecutado por Real orden de 8 de Abril de 1857 Carlos Mª de Castro ; F. Pe r e z B a q u e r o G r a b ó.

Es en este momento y como consecuencia de este proyecto cuando se comienza a configurar urbanísticamente la plaza de Cibeles como elemento urbano con auto- nomía propia, ya que hasta el momento solo había sido el punto de cierre del Salón del Prado. Dicha plaza, aunque con menos repercusión final de la que habría podido tener, se configura desde el final de este siglo como el nuevo principal centro de la vida de Madrid y por tanto como el espacio simbólico preferido por los grandes po- deres de estos años. Reseñable es también, la construcción de la nueva Estación del Mediodía (actual estación de Atocha) en 1892 sobre la antigua de 1851, que se erigirá como uno de los edificios más importantes dentro de la arquitectura de hierro y vi- drio europea, imagen del poder de la técnica que se impondrá en el siguiente siglo y que sirve como cierre al gran eje longitudinal simbólico del Paseo del Prado.

Imagen del tráfico por la Plaza de Cibeles hacia 1898. En resumen, el espacio simbólico de la ciudad se ciñe en este siglo casi exclusiva- mente al centro de la misma. La lectura simbólica de Madrid durante el siglo XIX se estructura en torno a dos ejes principales. El histórico oeste-este que partiendo de la Cornisa del Manzanares y el Palacio Real, atraviesa la ciudad, primero conducido por la calle Mayor y tras cruzar la Puerta del Sol por la calle de Alcalá hasta llegar a la Plaza de Cibeles y proyectarse más adelante a través de la Puerta de Alcalá. El se- gundo eje, el del dieciochesco Salón del Prado que se asienta como eje norte-sur con las construcciones de atocha y Cibeles, estableciéndose las bases de un futuro creci- miento hacia el norte que será la base de la expansión simbólica del siguiente siglo.

El hecho de que los poderes busquen su representatividad en el centro de la ciudad, tiene sus fuentes en la tradicional necesidad de los poderosos de verse representa- dos ante la población a pie de calle. La gente debe poder ver y tocar los símbolos del poder que se erige sobre ellos para creer de veras que tiene una existencia real. Es por ello también que en esta época los edificios se colman de símbolos plásticos que hacen referencia al poder que pretenden representar. Tal es el caso, por ejemplo, del edificio del Banco de España, construido con una arquitectura serena casi extraída del manierismo italiano pero colmado de objetos ornamentales de fuertes y elementos dorados que remiten a las características de la institución que representa.

23 Eduardo Mora Ruiz de Alda

<· Vista de la cornisa histórica de Madrid, inicio de la ciudad y de su carácter y desarrollo sim- bólico.

Plano 02. Trazado simbólico de Madrid durante el siglo XIX. E=1:40000

En el plano resumen del desarrollo urbano durante el siglo XIX, podemos observar la estructura ya comenta- da previamente. Dos ejes principales, calle Mayor-calle Alcalá del oeste al este y Prado-Recoletos del sur al norte. El cruce de ambos genera la plaza de Cibeles, acumulación de edificios símbolo de Poder. Se observa también la proyección hacia el norte del futuro , definido por el desarrollo del ensanche de Castro.

24 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

25 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_01 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS

-BANCO DE ESPAÑA- Eduardo de Adaro M. / Severiano S. de la Lastra (1884-1891) Alberto de Palacio Elissagüe (1884) Rafael Moneo Vallés (2003-2007) Pº del Prado esquina con calle Alcalá. Plaza de Cibeles

USO - EDIFICIO INSTITUCIONAL PRIVADO (poder económico) PERÍODO SIMBÓLICO - CLÁSICO

El edificio del Banco de España representa y se asimila a la propia institución banca- ria, símbolo del Estado económico español. El Banco de España es el banco central nacional y el supervisor del sistema bancario español junto al Banco Central Europeo.

Edificio construído en muro de carga, siguiendo la tradición constructiva de la pie- dra sobre todo en su parte exterior. Hacia el interior aparecen grandes espacios cu- biertos con la técnica del hierro y vidrio que se estaba desarrollando en estos años. Presenta una fachada cuya composición ecléctica recibe influencias del manierismo italiano y de la arquitectura parisina del siglo XVII.

El edificio del Banco de España se erige como símbolo debido en gran parte a su relación con la ciudad. Se sitúa en la esquina entre dos de las vías más importantes de Madrid y frente a una de las plazas más reconocidas. Su acceso principal, en la actualidad, se enfrenta directamente a la plaza de Cibeles, aunque realmente, en origen, se enfrantaba directamente a la fuente de la diosa romana, que estaba em- plazada no en el centro de la plaza, sino en la esquina más proxima al Palacio de , hoy Cuartel General del Ejército.

En este caso es la importancia del lugar urbano lo que precede al símbolo arquitec- tónico y al trazado por tanto es la ciudad la que cede apoyo simbólico al edificio. Sin embargo, ambos, Edificio bancario y plaza, forman un todo indivisible; por supues- to, junto con el Palacio de Linares (Casa de América) y el Palacio de Correos (actual Ayuntamiento de Madrid).

26 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid EJEMPLO ILUSTRADO _02 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS

-PALACIO DE LINARES- Carlos Colubí (1863-1873) Manuel Aníbal Álvarez Amorós (1878-1879) y Adolf Ombrecht (1879-1884) Carlos Puente Fernández (1990-1992) Pº de Recoletos esquina con calle Alcalá. Plaza de Cibeles

USO - EDIFICIO DE VIVIENDA (poder privado) PERÍODO SIMBÓLICO - CLÁSICO

El caso del Palacio de Linares, al igual que el resto de arqitectura de vivienda, tie- ne una simbología menos evidente. No se puede hablar de un edificio de vivienda símbolo en sí mismo ya que no representa a una institución simbólica, aunque si se combierte en arquitectura simbólica por su presencia en un lugar concreto y repre- sentativo de la ciudad o su particularidad arquitectónica.

Edificio con sistema constructivo clásico y organización heredada del neobarroco francés. Un cuerpo obalado que avanza genera la simetría en torno al eje represen- tativo que une el palacio con la plaza, remarcado también por el escudo nobiliario que preside la fachada en su parte superior.

El Palacio de Linares, de clara influencia frnacesa, se configura tras su construcción como uno de los ejemplos más representativos de lo que fue la arquitectura palacie- ga de Madrid en la segunda mitad del siglo XIX. Para un palacio de tal importancia se elige uno de los lugares que en ese momento tenian mayor importancia simbólica en la capital. En esta época los nobles españoles se suman al gusto de construirse un nuevo palacio a lo largo del eje simbólico y representativo que articula el nuevo Madrid (Pº del Prado, Pº del Prado y Pº de la Castellana).

En el caso del Palacio de Linares nuevamnete la importancia del lugar urbano rece- de al símbolo, aunque el trazado de este trozo de ciudad vaya a la par que la cons- trucción de cada una de estas arquitecturas simbólicas ( Banco de España, Palacio de Linares y Palacio de Correos).

27 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_03 AGRUPACIÓN Y COEXISTENCIA DE SÍMBOLOS. NODOS SIMBÓLICOS

-LA PLAZA DE CIBELES- Nodo Símbolico Clásico. El foro de la capital de España que pudo ser.

La plaza de Cibeles tiene sus orígenes en el cruce de la calle Alcalá y el paseo del prado que era un nudo importante ya en el Renacimiento, pero no sería hasta la reforma decimonónica de Carlos III y la construcción de la fuente de Cibeles por el arquitecto Ventura Rodríguez cuando este punto de la ciudad se convirtiese es un símbolo para los madrileños. Sin embargo la plaza no se construye hasta la segunda mitad del siglo xix. En esa fecha existía ya el Palacio de Buenavista, que en la ac- tualidad se presenta en la ciudad como una esquina boscosa que penetra en la con- gestionada trama urbana. En 1863 se inicia la construcción del Palacio de Linares, pensando ya, en la generación de un elemento urbano mayor, en 1891 el edificio del Banco de España abre sus puertas oficialmente, con su fachada principal enfrentada a la fuente y en 1895 se traslada la fuente de Cibeles de uno de los lados al centro, convirtiéndose en foco generador del trazado circular de este espacio urbano en forma de rotonda. Con el proyecto del Palacio de Correos en 1904 se cierra la cuar- ta esquina de la plaza adquiriendo ésta su forma final. Este último edificio, actual ayuntamiento de Madrid, por las condiciones de inclinación de los ángulos de cruce de los dos ejes, es el que tiene una mayor fachada a la plaza y que por tanto genera su imagen más icónica.

Es por tanto que la importancia del enclave existía ya desde una perspectiva histó- rica pero no adquiere una fisonomía propia hasta este siglo. Vista como el cruce del cardo y decumano madrileños, la plaza de la Cibeles, que pudo ser el gran foro de la capital de España, no es siquiera tal plaza, sino uno rotonda al estilo de las que se trazaban por esos años en la capital francesa, aunque ni como tal alcanza una mor- fología clara. Las amplias dimensiones del Paseo del Prado y la calle de Alcalá, hacen que este enclave se siga percibiendo casi como el tradicional cruce de caminos, no existe el espacio urbano habitable, no hay una función estancial inherente. Más incluso en nuestros días, cuando la ciudad ha sido completamente ocupada por los coches, la plaza de Cibeles se concibe para el ciudadano como un tortuoso cruce de semáforos y pasos de cebra, aunque es cierto que sigue siendo uno de los mayores puntos de referencia de la simbología del poder en la capital.

28 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid A· PALACIO DE BUENAVISTA (Actual Cuartel General del ejército) (1777-1802)

B· PALACIO DE LINARES (Actual Casa de América) (1863-1873)

C· FUENTE DE CIBELES · CLÁSICO (1777-1782)/(traslado 1895)

D· BANCO CENTRAL (Actual Instituto Cervantes) (1910)

E· EDIFICIO DEL BANCO DE ESPAÑA (1884-1891)

F· PALACIO DE CORREOS (Actual Ayuntamiento de Madrid) (1904)

. . . . P P . . P . . 15 P . P . IV P V P . . . . P . . I E=1:3000 V V . P . P . . . . . V . . 1 8 . . . . . ESTQ 7 Esc. P 1 . . . P . P . . P

1 P . P . .

5 . . P P III J . . P P . . ESTQ . . . VI . P P 5 J P P 1 . V . . . . . 3 . . 1 . P . . IV . . P P IV . P 1 . . P V 8 J . P . P P . . P P P P . P . V . . . P . . . . P . II . P . . . . 1 . . ESTQ III 3 1 . P . . . . P . 1 P IV . P . P . P . P . V P . . . . . VI V . . P J Esc...... Esc. 3 . . .

1 . . . J . P . . VI . . P . . . . B . . 9 P . 39-41 . 1 1 V...... IV . . V . . . P ...... 43 . IV V . . III .6 IV P . I . . J . I . . . V . P P J . . . P . . . P . J . Pi. 7 . . P P . . 1 . V. P 1 . J . . . . A ...... IV 40 . . . V . . VI P 42 . VI V . P . 4 . . . P V . VI . II . . II . P . . . . P . P . IV ...... P . P IV 9 5 V . . . Esc. - . 3 P 1 . VI P . . 1 IV . . II II P P . . . . IV . VI . VII VI . V ...... V . P . . 4 P J . . . . . VII 2 VI . VI . P . . . P . . V . . . . J V . P . . . . II III . P . . . P P . 3 6 . . . P P . . . . P . .VI . 7 . P V . 6 P . V . . . . P ...... 8 . P . P P J . . . P . VII P . 9 P V . . . V . 5 . . . P P ...... P . P . . V . P . VI P 1 . . IV . . V 4 . P 2 . . VI . . . V . . . P P P P P . 1 . I . . . . P P P 5 . P . . . V . . P . . . . P . P P VIII I P . . P I. . P . . P . P . J P P . . . VII . . . VI VII. P . VII VI 4 P ...... VI P .

7 . 1 VII . VI . 2 V ...... V P P .VI . . 9 VIII . P . 1 III P . 1 . . . 1 . V V . . VI . . 3 J V VI . . 3 1 . VI VII . P 1 . . 0 . VII V 4 . VII . 5 . . VII . . . . IV 2 . P . . Esc. J . Esc. 2 . . V . . . P . Esc. . J J P VIII. J 16 J ...... P P J J . 2 . . . 4 P . 18 . . V . . . . . 6 . VI . . . . . V I . . Esc. Esc. . P . Esc. VI V P P . 4 . . 8 8 V . III . . P . . . . . I V . III VI . . P P . P VIII . . . . . IV . . . . P P . P P . P . . P . . P VI . . 1 P . J . P P . . P VII Esc. J Esc. . Esc. J J . P . . VII ...... Esc. . P . . . . P . II . P VI . . . VII . II . P . . . P P P P . . . . 2 ...... P . . . P . I. . . V . J . . Esc.. . Esc. V . P . . . . 6 5 . . VII VI . . IV II V 6 . J V P VI ...... IV . VI P IX ...... P 1 Esc. P P P ...... V ...... V P . P . P . IV P Esc...... VI P . P VII . 61 V . . Esc. . . B . . . V . . 59 J . . 5 . III . VI 57 ...... IV 55 ...... Esc. . . P . . . . . J ...... P VIII VI . . . VI P . . J . . . . . 4 . 58 V . J ...... VI . P P . . I II . . . . . VII P . . J VI . Esc. . . . . Esc. . P . . V V . P . . 6 . . 5 1 . . P 0 J . VII . . . . Esc. . . V INSALUD . P . . . . P . 52

2 ...... V . V P ...... 9 . IV . . P VI . VI . . . P . P V VI . P . . . . . I . . Esc. Esc. V P . . P . . . D . . . C . . . P . . P ...... V . . . V . . P P 2 . V P . . . . P . VI . . 4 VI . 9 VIII . . . P

P P . 1 . . VI P P . . VI . . . P . 47 . V . V P P . .. P ...... P VIII V Esc. . VII . . . . P . . .

. . P . 4 V V 45 . V . P . . . VI . . P

. Esc. . . . . P ...... P P . . VII Esc. IV . P . . P Esc. . . P . . . . Esc...... VII . VI 1 . . VI . VII . . . . . J . . . . . VII V . 3 . V . Esc. . . IV J . 5. IV . . 7 ...... VI . Pasadizo . . . J . . . . J . . Esc. . . V . . Esc...... P . . . . . 6 . . VI VI .8 . P . . . . IV . . IV . . 10 . . VII V . P ...... VI . VII Esc...... Esc. . 3 P P . P P . . P

5 P J J . V VII . P . J . . P Esc. IV VII . 44 . . . VI P V . P . P V . . . . P P . . P . . . . VII . P . . V P . . . P . . F . . P . . . VI . . . . . P . . . P . P P P P . P VII . . . P P VI ...... VII . . P . . VI . 2 V . P 4 P IV . P ...... VII . . . . P . J V . Vp . . P . P . P 7 P . . . P VI . . V VII. P J IV. . P . . VII . . . . . J ...... P . . . . VII . . P . P . . . . IX . . . . P .. . VII . 5 . . . VII VI . . . VI. . VII II VII. . VII. P P . . 3 VII . .VI . . . VI P . . VII . . VII V . . VII . . VII. . V . . 7 . . 9. . VI. VIII. 11 ...... Esc. E . . . . . J . . VI ...... J VIII VI . . . . . VI. IX . . . . . Esc. . . J . 4 . VII...... V . Vp . . . . . 10 . . . IV 12 . VIII VII . . P . . VIII 1 . . 4

. 1 IV 1 . . . VI VII VII . 2 . . . VI . . XI . . P . VI VI ...... P ...... P . . . . J . P ...... VII. 3 . . V . P . . . P . V . J VI P . V VI VI. . . . . P P . VIII . . . . . J ...... P . . P P P V . . . . 5 . . P

9 P . . P P . . P . . . IV P . 26 28 30 . . 24 . J . P P P IV . . P P IV . IV . . . . P P . . . VI . . . . . P III V 34 P P . P . . . . . P P P . P VI . P 2 . . 3 .

1

4 . . . VII . . . . P PPP P P . . IV V . P . . 36 . . . 1 . IV . . . . P 1 . . 1 . . IV P . . V . P 3 VII . X P P P P P . P P 38 J P ...... VI . . VI VI VI ...... P . VI . IV IX ...... VI. VII. VI. 19 21 23 25 . . 7 9 . 11 13 15 17 . . Vp . . . . IV . P . . III. . . P P . 3 . . . P . . P ...... IV. . . . 6 4 J . . . P . . . . . III P . . P . P P . . . IV . X . . . . . 14 . . . . . 10 12 . . . . V 4 I . V I IV 6 VI. VI VII. . . . VI VII IV P . 2 . V VI VIII . P . . II VI . P . . III . . . . P . . . . P P . P . . . 4 . . . . P P . J ...... 1 . P . . . P P P 5 . . . PP P . P . . IV P . P P 6 . P VII J . . . . P . . VI III . J P P P P . . . P IV . V. . IV V . P . P . .

. 5 . J . . . III . VI . . . . P . P IX P P . . P . . P P . . . . . P Vp . V . P P . P P P . P P II P . P . 8 . . . P ...... P P . J P . . . V . . J . . . P P . . P IV. . . P V . IV 23 . P V . 25 . . P P V 21 ...... 27 III . 19 . IV . . . P P . . . P P P . 29 . . Esc. . . . . 7 P . . IV . . J . . P P P V. 19 . P VII V . . . . . VI IV P . V VI. V V P . . VI. 13 V J VI V VI . . IV . 11 . . . V . . 2 . . 9 1 . 1 . . 2 . . . . P V . . . IV Esc. . V. . 7 . III III . 5 P P . J . V. V ...... P . Esc. . . . V V . . . Esc. . . . 8 V VI ...... P . J . . J . . P J Esc. J III P . . 29 IV . . . Esc. . . V . P . . 6 6 P Vp 1 J . . . VII ...... P J Esc. V J. 3 . . . . . 2 J P . . Esc. . . 20 . P . . 4 P . . . VII V III . 18 VI . Esc. Esc. 16 . . . 14 . . P . VI . VI. . . III P Esc. . J . . 12 V . . VI . P 10 V VI . . P III . . VII P . . 8 . P P 5 6 . . J 2 . . J . . P P . V V . 4. . . . . P . P V ...... P P P . P . . VI VI V Esc. . . P P . P J . . P . . V P P P P J VII V P . P P P . . P ...... VI P . P . P P P VI P V . III . V ...... P . VI . VII VII P . . P . VI . 2 V . VI VII ...... S . VI VI . I . . J 5 VI P . . . . B . . . 3 P P J . P P . P . . . VI . Vp III. . . . J . . . 1 .

. . . 2 1 . .VI . . . . VI . .1 P . P . P . . III . VII . . . V I II . . 3 P VI 3 ...... P . VIII Esc. VII VI P P . VI Esc. Esc. . . . . III . VII Esc. . VI. P Vp Esc. . . P . . VI . . VII P P P . VI . . . 4 . V . VI J . . V . VII . VII J ...... 4 . P . . VI . . . 1 . . P VI . . VI. III VIII P P . . 5 Vp . IV . . . . VII . VI 4 . . . III . VI. . P . . . . V . 5 . VI. . IV III III III IV ...... VII 6 IV . J P P . . .

. . 1 Esc. P . . VII VI P . . .

. 3 . J . 1 . Vp ...... VI 8 . . IV. V. . P IV...... Vp . . . J . P ...... IV . II . . VI . . . IV . . J . J . . P . . IV VIII. . . P . . . . P P . PP . . IV V V VI V . . . P P ...... P P . J . P ...... IV. . P . . V IV . P . 9 P . . . Vp VII. . . P 5 . . . . VIII . 1 3 . . III P . . IV . J P VIII. IV . . . P . P . III . . . . IV . . . . 2 ...... P J . . P P IV . . IV . . . III P ...... VIII . . . VIII P . . 4. V. . . J . . Esc.Esc. . . Esc. Esc. . . J . . . IV . . . . Esc. . . J ...... J Esc. III. . . . 1 . . J VI VIII . P P P . . P P PP PP . P . V . . . . . VII . III VI VI VI

. . . J . P . IV P . . P P ...... J . . P J . . . . Esc. . P P ...... P . . P . . . . . Esc. . . VII II IV V...... P P P . 4 Esc. P P 4 3 . . . . IV 635.22. VII . . VI . . . V . . . . VII . J . . . J . . . P . . P . III II P P VI P . VII VIII VI . . . . . V . . . . P . . . 2 . P . 4 II . . III . IV . VI P . P . P P V . P P . P P . P . P . . P . . . . . II . . P . . . J P P . . Esc. Esc. . IV P J Esc. IV ...... II. . . . P . . . . 1 . . IV . V 2 . V . V . P . . . P J 5 PP . . . IV . IV. VI IV 19 21 V . VI . . II ...... P V 1 . . P . V . . . 2 .634.69 . . P J . P P . . . . VI J . . . . P . P . V . . . P . .. . IV . 30 P Esc. . 32 34 36 38 . . V . P III IV P P 7 P P V P J . . . V . V . VII . P . J . P . . . IV Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_04 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS.

-MUSEO DEL PRADO- Juan de Villanueva (1785-1808) Narciso Pascual y Colomer (1847-1852) Pedro Muguruza Otaño (1943-1946 ) Fernando Chueca Goitia y Manuel Lorente Junquera (1954-1955) José María Muguruza Otaño (1964-1967) Jaime Lafuente Niño (1970-1973) José María García de Paredes Barreda (1981-1984) Rafael Moneo Vallés (2000-2007). Pº del Prado.

USO - EDIFICIO CULTURAL Y DE OCIO (poder cultural) PERÍODO SIMBÓLICO - CLÁSICO

El edificio del Museo del Prado es uno de los símbolos de la cultura Madrileña, además de ser una de las imágenes plásticas de la ciudad, es uno de los espacios más visitados por madrileños y turistas. El considerársele como el cuarto museo del mundo y el primero entre museos dedicados a obra pictórica, le confiere un carácter simbólico más allá incluso de los límites nacionales.

Edificio de sistema constructivo clásico y estructura parcialmente simétrica. Rea- lizado en muro de carga con predominio de la piedra y el ladrillo rojo. Su fachada principal de marcada simetría y el pórtico central de estilo toscano sirven para acen- tuar aún más el carácter simbólico de la construcción.

Relación urbana · EL PASEO DEL PRADO Y LA CASA SINDICAL El edificio del Museo del Prado (anterior Real Gabinete de Historia Natural) se pro- yecta en el año 1985 como parte y culminación del proyecto ilustrado conocido como Salón del Prado. Dicho proyecto, llevado a cabo por el rey Carlos III de la mano de arquitectos como Juan de Villanueva y Ventura Rodríguez tenía como finalidad el engrandecer y recuperar el eje de ocio y paseo que había aparecido ya en tiempos de Felipe II ocupando los conocidos como prado de Atocha, Prado de los Jerónimos y el Prado de Recoletos-Agustinos.

La importancia de este eje urbano nace en el siglo XVI. La ciudad de Madrid tenía en este lugar su borde este, próximo a la cerca real. Dicho borde alcanzó gran impor-

30 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

tancia ya en época de los reyes católicos configurándose como eje de monasterios y basílicas de protección real. Durante el reinado de Felipe IV con la construcción del Palacio del Buen Retiro, el eje Prado-Recoletos se convierte en el centro de la vida pública de Madrid, conservando su condición de símbolo urbano hasta nuestros días.

Por tanto, en caso del edificio del Museo del prado, se da un ejemplo de edificio apo- yado en un símbolo urbano existente. El simbolismo del Paseo del prado ya existe previo al museo y es por tanto que se elige esta ubicación precisa para él. Pero este caso no acaba ahí. La clave de la construcción del Museo del Prado radica en el es- pacio que Juan de Villanueva cede, previo a la entrada principal del edificio y que determinará posteriormente las dimensiones del ancho del Paseo. En el proyecto inicial, este espacio adquiría una entidad en sí mismo, el propio arquitecto pensó una serie de pórticos previos que junto a las fuentes de Ventura Rodríguez cualifi- caban el eje del Prado. Con el proyecto de Francisco de Asís Cabrero para la Casa Sindical en 1949 se pone en mayor valor este espacio previo al edificio de Juan de Villanueva. Un uso de materiales similares y una concepción clásica del nuevo edi- ficio, hacen que al enfrentar los ejes proyectados por ambas construcciones se cree

P P V . P un todo único de proyección de ese espacio transversal sobre la lína longitudinalV . VI VII VI 2 . . . . J . . 5 . J

. . Vp

. J .

1 E

2 .

del Paseo del Prado, apareciendo un centro propio que dota al conjunto de un1 mayor CALLE 1 . D . P VII. 3 P VI . . . VIII .

. carácter simbólico. . III Vp . P . . O P VI . E . S J VII V .

. A . 4 P .

. . 1 P . . P P VI III VIII P Vp . VII . 4 VI.. . P . . V . A· MUSEO DEL PRADO5 VI. IV .

. VII 6 P . . . . P . . VII 1 VI P

. 3

K J . 1

Vp B . . U . (1785-1808) . VI . S P IV. . . Vp . J . P . B . U . . II S . VI . J HOTEL RITZ . . P . . P P . P A . PLAZA DE B P P . S U V . . S E P . . P P J O B·C┴NOVAS CASA SINDICAL (Actual Ministerio de Sanidad. y Consumo) . V IV . DEL VII . Vp . . 5 . . 1 3 CASTILLO K VIII FUENTE J . (1949) NEPTUNO

FELIPE IV DE CALLE J

B E=1:2500 U . . VIII S

B . U 4. S Esc. J Esc.Esc. J Esc. B U . Esc. S . J REAL ACADEMIA ESPAÐOLA . J Esc...... J DE LA LENGUA VIII

III

J . Z

J I . J Esc. U

. En Obras R S CALLE E . T . .. Esc. N II V. VA R P . Esc. 44 3 V. VI J . . . J III II P . . . . . P . . II . IV P .

. . . J . Esc. Esc. IV Esc. IV . . . J II. . . P . . IV P V . . P J

. VI A II . S IGLESIA DE P . V . E . P 1 . 2 O P J P . LOS JERËNIMOS . . VI J P V. . . Esc. IV . . P . P P P J P J P . . . . . IV P . 1 . . P . 4 . P P . . D III E IV

. L

. . . Pi. VI . J . . . III P . . J . . 1 . 6 . P . . . . P . P Esc. VI P J . . 51 . VI P . V E

. D CALLE III VII. . J III . 4. ..II . . A 1 VI VII VI EG 2. VII V MUSEO . . . III . IV . DEL . . D III P PRADO . E P . E . D L VII P . . . . . VI VII P P P VII P . P . PP . A . . VI . P P

. P . P P . P P . . J . 3 . P 2 VII III . . . III . . IV . . VI. VII III III VI. 5 J . 3.

. J J . . J . . CALLE . B . . VI J . 4 . III . C III . . . L / I M J A MINISTERIO DE . VIII E J S . . . . P P . T . J 5 R SANIDAD Y CONSUMO . 2 O . . . . T VI E . L J L . . VIII . . E J . P P R P P . P P ═ . . . A . . . II . P I VI . . B . . . VIII . U . J P . P S IV P P P P VII R J B .. P . P U II . A J E S R .

D L . . H . U A L P ERT O P VIII

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O C . VII VIII . . . . . 2 VIII VII VI VII VII 7 VIII. . . . . 3 5 III . 80 J .III . P P P P P 8 P 6 PLAZA DE J . P . III . III III MURILLO CALLE J . III Fuente J Fuente PLAZA DE J CALLE DE ESPALTER MORAT═N J PLAZA DE PLATER═A MART═NEZ J 46 48. III III . 50 . 42 MURILLO III . 52 . J III . . VI J . V. IV V . 1 P P . P P I I

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4 IV III P P P . C P P III P P P A P P V . I P A Esc. L 2 P P . S P L P 4 A . P P 4 J SE E E P 6 O . . O J . D . S . III III . A P E . P III . P

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O . . III P III J S . . P . P P E P III . P J J . O 31 P 2 P P . J 1 6 . . J 0 P . . L .

A . Esc. . . J . P . III J P 5 P V . . . 1 5 III 8 . . Esc. 2 . . III J . . . Esc. III . P P J P J . . P . . J . P J P P III Esc. J . . A 1 . P J 0 III L . III . P P P . A P . . M 2 8 J P P . . . E . . 7 P III . D . . . . J III A J III VII J J J III . . III . . 9 III . J III P J . . III. III III . . . J . 13 E . 15 . DE P . VERËNICA J Esc. 12 . . . III . . J III III III . Vp III . Esc. J . 9 9 Esc. . IV IV P P P Esc. III J J . . P III . 8 P . III 1 P P . III P J . . J . . Vp . J . . . 2 P 5 IV IV P P P . J D A III III. J 29. III. S Esc. E . . J J III 31 E . . O J 16 III D . J E 1 1 GOBE III . III 1 8 RN . . ADOR J J 20 . III . III 22. III III . III III . 24 . . 26 III J . J Esc. 0 P P . 2 3 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_05 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS.

-PALACIO DE LAS CORTES- Narciso Pascual y Colomer (1843-1850) Antonio Cámara Niño (1978-1980) María Rubert de Ventós, Josep Parcerisa Bundó, Oriol Clos i Costa, José Ramos Illán y Antonio García Vereda (1987-1994)

Carrera de San Gerónimo. Distrito CENTRO

USO - EDIFICIO INSTITUCIONAL PÚBLICO (poder político) PERÍODO SIMBÓLICO - CLÁSICO

El Palacio de las Cortes representa a la cámara de diputados que se reúne en su in- terior. Desde la institución del régimen democrático con la re-apertura de las cortes democráticas y la promulgación de la Constitución de 1978, este edificio se convierte en la representación simbólica del poder que alberga en su interior, el poder sobe- rano que emana del pueblo y que se ejecuta a través del propio poder legislativo del Estado.

Edificio de concepción constructiva clásica y estructura simétrica. Realizado en muro de carga con predominio de la piedra. El salón principal de sesiones contiene una subestructura de columnas de fundición que sujetan las tribunas y se cierra con una semicúpula rematada con un lucernario, haciendo uso de los gustos de la época por la arquitectura de hierro y vidrio. La Fachada se compone de un pórtico que re- marca la simbología clásica de la institución a la que representa.

32 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

Relación urbana El Palacio de las cortes se erige como símbolo en sí mismo, porque, aunque es cier- to que se encuentra en una de las calles más céntricas de Madrid, no tiene ésta un carácter simbólico en sí misma, más allá del relacionado directamente con la locali- zación sobre su trazado de dicho palacio.

La importancia de este enclave urbano para la ciudad de Madrid nace a finales del siglo XVI con la fundación del convento de clérigos menores del Espíritu Santo. Pero no adquiría simbolismo hasta que en 1823, un violento incendio destruyó el convento. Provocado por la resistencia liberal contra el duque de Angulema, que había acabado con el Trienio Liberal y asistía a misa en esos momentos. Este hecho propicio que en 1834 su iglesia le convirtiese en el lugar elegido para albergar las cor- tes liberales durante le regencia de María Cristina, hasta que en 1837 se decidiese la construcción de un nuevo palacio digno para acoger a la cámara popular del Estado, que sería inaugurado en octubre de 1850.

P . XI . DE . R P I E EDUCACIËN . R Y CULTURA A VII. V En este caso el trazado urbano existe previo al símboloV . pero con un carácter distin- VI V

. . . to. Es el palacio de las Cortes el que crea el simbolismo. . de esta plaza, que cambia . C C . 0 IV AL . 24 26 28 3 LE A IV

L . IV . L REAL ACADEMIA VI E . . incluso su nombre por el de plaza de las Cortes. Por tanto es la. arquitectura enDE esteIII V 34 P . . P P . . . JURISPRUDENCIA IV P P ...... IV . P D P 1 Y . P 3 . caso la que hace que este trozo de ciudad se E conviertaP . en un símboloP P urbano, ha- . P C . LEGISLACIËN.

U . . . . B P . IV . . A

S

ciendo uso por supuesto, del espacio público J existente. . O . . . . IV . P . . III. V P P . 3 . . E P . . L P . L .

A IV

6 N . . . P . .

O . . . III . . P . P P S IV ...... IV P . . . P . . P . E=1:2000. . . P . . . P P . . P . . . . III P . . . . 1 . . . TEATRO DE LA ZARZUELA . . . 5 . . . IV P . P P 6 . P V . . . . P . III 9 P P . . . . P . IV . P . P IV ...... P P . . . . . P P . P ...... P . P . V . . . . . P P . P P P . P IV 8 . . . P . P 6 . P . . . V P ...... IV. . IV 23 V . P V . 25 . V 21 . . 27 1 19 . IV 1 . 29 IV CALLE . IV IV. . 13 . IV . 11 . ZOR . 9 . . 1 RI 7 V 9 LLA . . . . V . 3 . V IV V VII. RRILLA . ZO V DE . 2 V 1 . 1 . . 2 Esc. . CALLE . P V S V . IV Esc. .. III A . III P B P . III . U . . . . C P . Esc. . . V V ...... PALACIO DEL CONGRESO . . 8 V VI P . . . R . P O . . . . L . P . F V . III P . . N IV . A . . V E Esc. III . N . . D P R 6 6 P . . E 1 . . . . . F . VII . V. P . 3 . . . CONGRESO . 2 III P . . 4 P . DE LOS S V P III ╔ . P U P DIPUTADOS . VI. . . Q . III P V . R VI . . A P VIII . . E M 5 . J 2 . . . P V 4 ER III D P P . 0 ËN . . IM P . O . . . . P VI V . . . . P . . . . P P ...... VI VI P . . . III L A V . . E P N I D VII P . L . P . . P . E S . A I P . L B T 4 . 6 L 3 P A . P A . P C V C P VI . . V . III . . . . .VI . . . P . P . . P . . . . E . L . . VI . L 3 P . P . . . . A VII P . P VI P C P VI V ...... VII ...... VI. P V . . P P P . . VI.

A 3 VII P S . T . . 4 . E VI VII N

P T PLAZA DE . . . . A . R VI. S .

. O VI V LAS CORTES .5 P C . VI. . . . . S . III

IV A . . P . . L Monumento P 6 P VI P . . E

V D . . P . . 5 . . A O

Z D RA A P . L .

P K P . . P . E P P . V EL . . VI D 8 . . P D . V. . P IV ...... E . L . . . AL P C . 8 . IV V . . P VI P IV ...... IV . 0 VIII . V 1 . . . . V . . . . IV . V C . P VI. P . . V A . .IV 9 . P . LL 7 P . P 29 VI V . . VI . . P VI O . IV E P AD E R N . . . P P L . ═ P L P . . T . A

P S . P VIII . V . C . . .

U P P . . . . V . V G . . VI 7 . P . 2 P VIII. A . . IV . V . . . VI P . P . 6 D . P . 2 . IV V . . P . VI E . P V . L . . 2 . . . . P P . V . III IV . . . . P . 24 P P P IV . . 23 V . P ...... 1 P . 2 . . VIII IV. V . P VIII . 2 . 2 P P IV IV . . . V D HOTEL 17. . . U .

0 . Q . 2 IV P ...... IV . U PALACE II . IV E P . . . IV L P . . 8 . 1 . . IV . . V

. . P P . VI. P P P P . D P .

. . E . . . VII 33 P . . IV 7 . V P . . . . . P . IV . 6 . P P . . P . P P . . IV VI . .. P . . . P . P P P . . . . VI P P . S M TE P VII E . N . IV A . . . . . D . V . P . . 9 . . . R P IN V V P P P P E . 4 . . 4 . 8 P . . C . IV A . . VI N V C

A . . . P P E . . S . VI P P LL . . P . P P . I ...... P P P ...... 2 P . . 4 . . V III P IV . P . P V . 1 P . P . P . 1 . . . . P . P . II P P . P . . P P P . . . . . P . IV IV . . 1 . II V 2 . . V . IV . V P IV. . IV V . . IV . .. IV . IV. 3 5 7 9 . IV 19 21 V E 11 .IV 13 . D . . . CALLE . . . . CERVANTES CALLE P P

.O . 6 . 8 1. 0 .. . IV 12 14 . . . 16 D 20 IV 22 .. . . IV IV IV24 . . . . E IV IV IV IV IV . . . V V 30 32 34 36 . V V 38 . . . . VI IV IV . . V E V III IV . V BASILICA DE

U . V P . 2 . . . . 1 P . Q .. . P P P .. N. P. JES┌S DE P P P P DE . P V . P ...... 3 P MEDINACELLI . P . P . 1 V P . . . P P P P IV . . P IV . . . . P . P . . II . P . . . P . IV P P . . P . . 2 E P . . 4 P . . IV . PLAZA DE 1 . IV D . . P P P P P . . P P . P . V P P V Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_06 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS.

-I. DE SANTA CRUZ- Francisco de Cubas y González-Montes, marqués de Cubas (1888-1889) Miguel de Olabarría y Zuaxuabar (1889-1902 ) José Luis Moscoso Segovia (1987)

Calle Atocha. Distrito CENTRO

USO - EDIFICIO RELIGIOSO (poder religioso) PERÍODO SIMBÓLICO - CLÁSICO

La iglesia de Santa Cruz construñida en el año 1888 es la heredera de una antigua iglesia de mismo nombre que habia existido en la próxima plaza de Santa Cruz hasta su demolición en la revolución de 1868. Dicha iglesia era conocida por su ran torre llamada la de Madrid. Por otra parte, se contruyó sobre el solar del antiguo convento de santo Tomás de Aquino, patronazgo del Conde-duqe de Olivares y que fue destruído en un incendio en 1876. Por tanto, esta iglesia, representada principal- mente por su esbelta torre se erige como reminiscencia a esa primitiva atalaya pero tambieén como símbolo de resistencia de la Iglesia en el centro de la ciudad.

Se trata de una iglesia neo-gótica, de una sola nave y construida en ladrillo, visto en el exterior y revocado e imitando a sillares en su interior. La planta recoge carac- trísticas típicas de las iglesias madrileñas de este período, una sola nave, capillas

34 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

Relación urbana La iglesia de Santa Cruz acual, se construye como heredera de la que con el mismo nombre que la actual se encontraba en la esquina de la plaza de las Provincias con la calle de la Bolsa. Dicho enclave era en epoca medieval y uno de los punto calientes de encuentro de la sociedad Madrileña. En esta plaza, entre los años 1629 y 1636 bajo las trazas de Juan Gómez de Mora se construyo el Palacio de Santa Cruz, entonces usado como Carcel de Corte. Muy próximo a este edificio se encontraba desde 1583 el convento de Santo Tomás de Aquino de fundado bajo la protección del rey Felipe II y que por su importancia alcanzaria el patronazgo del Conde-Duque de Olivares en el año 1626. Por todo ello, la plaza de las provincias, aunque siempre a la sombra de su vecina la plaza Mayor, se configuró como un simbolo del Madrid de los siglos

. . . IV P S XVI y XVII.. IV A 1 S . 2 . . T . 23 IV S . O . IV . . 3 . O . . . . V P R P . V P V V . . . . E . . . VI . T V . P R . P V. P A P . . . . . P . P . V P S V P 4 . C Es cierto que la Iglesia de Santa Cruz no se situa en la. propia plaza aunque si tiene . V P P IV . V . . E . / . . P P III IV P . D V P . . . . . E P P V .

F presencia visual. en la misma, convirtiendose juto con el Palacio en el carácter de la . P . . V4 E . P . . 6 L . . . IV P P P . . V 5 V P . I . VI . V . P . P . . . . P . PLA E misma. Como ya se ha dicho anteriormente, cuentaP esta iglesia con una esbelta torre . . IV. V . V . 4 . P I P . 1 . . I VI P I PO 7 IV . . . . V . V V P L . . reminiscenciaP . de la antigua atalaya de Madrid, dicha torreV E situa a esta construcción . P . . A P . . D . . VI 8 . V 1 B . V . 11 . P . . P E O V . P II . . D . V como un hito para. toda la ciudad. T . S 5 . I P . 1 . III R . V V V C IV III P P 0 . . III . 1 V 2 III . .II . . V. 2 LA SAL CALLE En este caso,LLE D Ees el espacio urbano el que cargado de simbolismo hace que este em- CA . MARQU╔S VIUDO IV DE . 2 . 3 . . . PO V 2 V . V blema de la Iglesia madrileña se configure como V un símbolo9 de . la ciudad. . P N 7 . . . P V V . 5 3 . A . 2 . . . IV . 1 V . S V V P E . L P P VI P V 4 . P V . L P . . . 2 . A . . . . . P . . C . P . 4 . P V 1 V . V . P . . P E V P ...... IV D P . 6 . . E=1:1500 . IV . . P 2 . III . . V 6 . . 1 ...... P . P P . . V . V P P . . . . 8 P E IV . 2 L . . VI L P P IV P VI V E . 1 V . 6 L CA 1 . . . . L . . . IV A CA . . . P LLE 4 . III C . VI P P DE . . IV 11 . . 9 . 6 7 . ZAR P 5 AG . . V V . OZA V . . 3 1 III . . . V . P 2 . P P . . IV . IV . P P A P . S P . . P . P . E . . . IV R V . . . . IV F . P RUI P . . . 16 IV A PLAZA . . 4 . III IV. L 1 . . P . IV E 4- . 12 . DE SANTA CRUZ V -1 D CA 0 V LL IV E P . E L . . 6 D . E L IV . G 4- . . P 2 A IV ER V . . 1 III ON C III A V V . IV III . . 14 . S . . V A . . . IV . V IV R . CALLE

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E IV . III III N 6 P J IV 2 . V O P IV N . N . V . . A Ë . S . . I III P M V A P V 35 C . . . . . O V . I P . R . P . E P . R IV . . . 2 C . . N

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D P . . . . V . III . P . P ...... P . P . P . . Eduardo Mora Ruiz de Alda

4.3 SIGLO XX.

El siglo XX madrileño se inicia con uno de los mayores hitos urbanísticos de la ciu- dad, la construcción de la Gran Vía. El 4 de abril de 1910 y tras largos años de proyec- to se iniciaban las obras de derribo de los primeros edificios para dar paso a las nue- vas construcciones que conformarían una de las calles más simbólicas de la capital.

La construcción de este nuevo eje en pleno centro de Madrid redirigió el simbolismo de la ciudad. En las últimas décadas del siglo XIX las instituciones de poder más importantes habían tendido a establecerse en núcleos periféricos al centro de Ma- drid, en parte por la inexistencia de espacio entre el caserío existen, pero también, por que veían en estos nuevos espacios urbanos una cualidades más propicias para expresar el simbolismo que buscaban. Pero tras la apertura de la Gran Vía, aparecen nuevas posibilidades de construcción en pleno centro de Madrid. El hecho de tener un solar en la nueva calle principal era ya una verdadera muestra de poder. Por ello nuevas instituciones representativas de esta época como la antigua Compañía Te- lefónica Nacional de España, ahora telefónica construyeron sus sedes a lo largo de El rey Alfonso XII inaugura, esta recién nacida calle. con un simbólico golpe con una piqueta de plata, las obras Tras el estallido de la Guerra Civil en 1936, el desarrollo urbano de la ciudad se de- de demolición para la cons- trucción posterior de la Gran tiene, en su lugar algunas zonas como la recién comenzada Ciudad Universitaria o Vía. 4 de abril de 1910. el barrio de Arguelles se verán fuertemente perjudicadas por la contienda. Tras el fin de la guerra vuelven nuevamente los problemas demográficos a la ciudad, mo- tivados por una amplia población rural que llega a la capital en busca de un futuro mejor. Por ello, a partir de los cincuenta, nace el proyecto de los poblados dirigidos que promoverá la construcción de vivienda barata en las periferias de la ciudad, y que serán el caldo de cultivo para el desarrollo de buenos ejemplos de casas de bajo coste dirigidas por jóvenes arquitectos como Francisco Javier Saenz de Oiza, Alejan- dro de la Sota, Javier Carvajal, José María García de Paredes, José Antonio Corrales o Ramón Vázquez Molezún. <· Promoción 40-60 del po- blado dirigido de Caño Roto. Llevado a cavo por los arquitec- tos Javier Carvajal, José María García de Paredes, José Anto- nio Corrales o Ramón Vázquez Molezún.

En 1929 Secundino Zuazo ganaba el concurso de un nuevo plan urbanístico para la capital, como base principal de este nuevo plan se encontraba la expansión de la ciudad hacia el norte a lo largo de la Castellana. El primer tramo del paseo de la Castellana había sido elegido durante el siglo XIX como lugar de construcción de los palacetes de las familias más ricas de Madrid. Para la expansión de este importante eje era imprescindible la demolición del antiguo hipódromo. En el solar dejado por este edificio se proyecta por Zuazo en 1932 el edificio gubernamental de los Nuevos Ministerios. El proyecto de este centro institucional que sería absorbido y construí- do por el gobierno franquista como uno de los emblemas del régimen, sentó las bases de una nueva centralidad simbólica para la ciudad.

Como se ha dicho ya, el enclave de la Ciudad Universitaria sería uno de los puntos de mayor crueldad del conflicto civil. La conocida más tarde como Avenida de la Victoria sería el camino de entrada de las tropas franquistas en la capital. Por estas

36 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

razones este punto se convierte en un elemento clave de la reconstrucción urbana de los años de posguerra. La plaza de la Moncloa se configura desde este momento como el punto receptor del tráfico proveniente de la carretera radial de la Coruña, el edificio en honor a los caídos, hoy junta de distrito, se erige como charnela en- tre la avenida de la Victoria, determinada por el Arco proyectado por el arquitecto Modesto López Otero, y la calle de la princesa que había ganado importancia como continuación de la Gran Vía desde la Plaza de España. Este gran foro de arquitectura neo-herreriana, que se justifica en la continuación de la dirección del eje de la corni- sa histórica del Manzanares, tendrá su edificio más representativo en el cuartel del Ejército del Aire, símbolo de la arquitectura que el nuevo régimen quería imponer en la capital.

Plan Bigador de 1946 ·> Plan General de Ordenación de Madrid.

En 1954 tras un concurso convocado por la Comisaría general de ordenación urbana se proyecta AZCA, en el seno del Plan General de Ordenación de Madrid, más cono- cido como Plan Bigador, de 1946. Este nuevo centro urbano representa el simbolis- mo del poder que ya había alcanzado una posición principal, el económico. Aunque el proyecto inicial contenía numerosos equipamientos culturales y sociales, la cons- trucción final responde en su mayoría a edificios de oficinas. Siguiendo el modelo de grandes ciudades como Nueva York, se le intentará dar a Madrid su propio centro económico. Para la construcción de este complejo se elige el modelo de edificio en altura o rascacielos, verdadero símbolo de la arquitectura de poder de este siglo. Seguidamente, nuevas torres representantes de instituciones privadas sustituirán a las antiguas sedes del poder privado a lo largo de todo el paseo de la Castellana.

Madrid sigue siendo en este siglo, leída como ciudad de caminos. Desde la redacción del plan Bigador (1946), las comunicaciones nacionales desde Madrid con la perife- ria se realizan por medio de las carreteras radiales que recuperan el antiguo trazado de los caminos reales. Uno de los puntos fuertes del plan Zuazo era la construcción de un anillo de circulación rápida alrededor de Madrid, que uniese los inicios de cada uno de los caminos radiales. Esta vía sentaría las bases para que el plan de 1946 se proyectase la que se conocería como M-30, primera carretera de circunvalación de la ciudad de Madrid. Las obras serían iniciadas en los años 70 aunque no verían Proyecto de prolongación del cerrado su tramo norte hasta los años 90. Este modelo de Madrid marcado por la Paseo de la Castellana publica- creación de sucesivas circunvalaciones y sus conexiones radiales marcará lo que será do en 1929 por el Ayuntamien- la concepción urbana del siglo XXI. to de Madrid en su memoria “Información sobre la ciudad”. El nuevo proyecto de Zuazo En resumen, y teniendo en cuenta todo lo expuesto aquí, durante este siglo la ma- parte del atiguo hipódromo. yoría de las arquitecturas simbólicas se construyen primeramente en torno a la Gran El desarrollo final sufriría va- Vía y su continuación a través de la calle de la Princesa y más tarde en torno al recién riaciones como por ejemplo configurado centro económico y representativo de AZCA. Aunque también siguen la construcción de los Nuevos apareciendo intervenciones arquitectónicas en puntos del centro de Madrid que ya Ministerios. gozaban de histórica representación simbólica.

37 Eduardo Mora Ruiz de Alda

<· Vista de las obras de cons- trucción del complejo urbano de AZCA.

Plano 03. Trazado simbólico de Madrid durante el siglo XX. E=1:40000

En el plano resumen del desarrollo urbano durante el siglo XX, podemos observar la estructura ya comentada previamente. Permanece el eje histórico de la calle Alcalá, aunque el tramo de la calle mayor pierde importan- cia en detrimento de la Gran Vía y su posterior continuación hasta Moncloa, nodo simbólico del franquismo. Se observa también la continuación del Paseo de la castellana hacia el norte, así como la consolidación del foco de los Nuevos Ministerios y Azca. Por ultimo, y como inicio de la forma urbana del siglo XXI, queda ya consolidada y cerrada en los ultimos años del siglo la M-30.

38 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

39 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_07 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS

-NUEVOS MINISTERIOS- Secundino de Zuazo Ugalde y Eduardo Torroja Miret (1932-1936) Guillermo Diz Flórez, José Gómez Mesa, José Rodríguez Cano, Miguel Ángel García-Lomas Mata y Eduardo Torroja Miret (1940-1942) Paseo de la Castellana.

USO - EDIFICIO INSTITUCIONAL PÚBLICO (poder político) PERÍODO SIMBÓLICO - TRANSICIÓN CLÁSICO-TÉCNICA

Los Nuevos Ministerios, pensados y proyectados por Secundino Zuazo 1932 como nueva focalización de las instituciones políticas de la recién nacida II República Es- pañola, serán tomados por el régimen de Franco como símbolo del nuevo régimen. Las ideas de generación de espacio público como nuevo centro de la ciudad de Ma- drid del proyecto inicial, se vieron apartadas por la visión de un edificio institucio- nal cerrado que se llevaría a cabo finalmente. A pesar de este cambio de perspectiva urbana, los Nuevos Ministerios marcaron el inicio de uno de los núcleos simbólicos más importantes de nuestros días, completado años más tarde por la construcción del complejo económico de AZCA

El complejo ministerial fue concebido en origen con un sistema constructivo en ladrillo visto, una arquitectura próxima a la realizada en la Casa de las Flores. La Construcción final apostaría por el recubrimiento de las fachadas principales con aplacados de granito buscando una continuidad estética con el estilo neo-herreria- no impuesto durante estos años.

40 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid EJEMPLO ILUSTRADO_08 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS

-BASÍLICA DE LA MERCED- Francisco Javier Saenz de Oiza / Luis Laorga Gutiérrez (1949-1965) Calle General Moscardó.

USO - EDIFICIO RELIGIOSO (poder religioso) PERÍODO SIMBÓLICO - TÉCNICA

La Basílica-Convento Hispano-Americano de Nuestra Señora de la Merced, nombre completo de esta construcción, se erige entre 1949 y 1965, considerando en su cons- trucción la preservación de los elementos tradicionales de la arquitectura religiosa, reflejando al tiempo la manera de ser y pensar de la época. Todo ello sin olvidar que el carácter de la Basílica Hispanoamericana condicionaba el tener presentes los ele- mentos definidores de nuestra arquitectura colonial. Con estas premisas significó esta iglesia, en su momento, un símbolo de la nueva arquitectura religiosa del país.

Se trata de una basílica con traza de cruz y una sola nave longitudinal de cinco tramos, con capillas en sus laterales, y otra transversal formando el crucero. Lejos de haberse cubierto, como estaba previsto en la propuesta ganadora, con bóvedas encasetonadas, se llega a una solución de estructura ligera tridimensional de tubo, que se dispone en forma de cañón rebajado en las naves y de bóveda de arista en el crucero.

La fachada principal se conforma con un elemento central de hormigón visto en cuyo interior se abre un gran arco de medio punto, que encuadra una vidriera ver- tical encasetonada. Dicha fachada sirve como telón de fondo a la plaza-parque que se abre ante ella y que aunque con un diseño actual poco acertado sirve de conexión simbólica a través de la calle de Orense con el complejo de AZCA, aportando con este edificio un símbolo religioso moderno a este nuevo centro creado en el siglo XX.

41 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_09 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS

-TORRE BBVA- Francisco Javier Saenz de Oiza (1971-1981) Paseo de la Castellana. AZCA

USO - EDIFICIO INSTITUCIONAL PRIVADO (poder económico) PERÍODO SIMBÓLICO - TÉCNICA

La torre BBVA fue proyectada y construida por Francisco Javier Sainz de Oiza des- de 1971 a 1981. Se erige sobre la esquina sur-este del complejo de Azca, lo que le da una visión global como punto focal del paseo de la Castellana. Esta torre de planta rectangular y 107 metros se erige como símbolo de la institución bancaria, máximo exponente del poder económico que se consolida como el más importante a co- mienzos del siglo XX. La torre del banco de Bilbao, símbolo clave de la arquitectura moderna de España, responde constructivamente un problema suburbano, el túnel de conexión entre la estación de Atocha y la de Chamartín. Dos núcleos centrales sirven para resolver este problema y como soporte de los bloques de plantas que se cuelgan de los mis- mos.

Urbanísticamente como ya se ha dicho se erige como punto focal de la gran avenida, este hecho sumado a que su localización se encuentra en una vaguada, permiten su visión desde numerosos punto de la ciudad, haciéndole símbolo de poder para todo Madrid.

42 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid EJEMPLO ILUSTRADO_10 ARQUIECTURAS SIMBÓLICAS DE MADRID. RELACIONES URBANAS

-TORRE PICASSO- Minoru Yamasaki (1977 ) Rafael Coll Pujol y Jorge Mir Valls (1977-1985) Juan D. Sastre de Miguel (1983-1986) Genaro Alas Rodríguez, Pedro Casariego Hernández, Fernando Cid Gª (1986-1988) Plaza de Pablo Picasso. AZCA

USO - EDIFICIO INSTITUCIONAL PRIVADO (poder económico) PERÍODO SIMBÓLICO - TÉCNICA

La Torre Picasso es el resultado de un concurso internacional que ganó Minoru Ya- masaki, arquitecto de las desaparecidas Torres Gemelas de Nueva York. Como sus desaparecidas gemelas, se configura desde sus inicios como un símbolo de la ciudad y de lo que significa el nuevo episodio democrático que el estado español inicia en estos años. Podría ser considerado como el único rascacielos madrileño hasta la construcción de las cuatro torres, ya sea por su altura de 150 metros así como por su organización espacial.

Constructivamente se trata de un edificio con estructura completamente metálica en todos sus elementos, para obtener la máxima ligereza posible. Hay que destacar su estricta modulación y la solución adoptada para la construcción de los forjados, todo ello apoyado en un rígido sistema perimetral constituido por los pilares de fachada y el núcleo central. El cerramiento exterior, fiel reflejo de la modulación interna, está realizado mediante el empleo de vidrio y aluminio, acusando la verti- calidad de la construcción mediante la disposición de bandas alternativas de ambos materiales.

La imagen urbana de esta torre se remarca desde la lejanía. Su acceso, oculto en la plaza central del complejo de AZCA, hace que la imagen de la torre pueda ser perci- bida desde varios puntos aunque no sea fácilmente visible su arranque, convirtién- dolo aún más si cabe, este carácter de inalcanzable, en símbolo de la ciudad.

43 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_11 AGRUPACIÓN Y COEXISTENCIA DE SÍMBOLOS. NODOS SIMBÓLICOS

-LA PLAZA DE CIBELES- Nodo Símbolico Clásico. El foro de la capital de España que pudo ser.

El enclave de AZCA y los Nuevos Ministerios se configura desde el plan Bigador de 1946 como el nuevo centro comercial, cultural, político y económico de la ciudad. La idea, que se exportaría del plan urbanístico de época republicana, redactado por Secundino Zuazo, era buscar en este nuevo foco una descongestión del centro urba- no, que era el único punto que hasta la fecha acogía dichas funciones. El proyecto de crecimiento de Madrid hacia el norte se inicia con la demolición del antiguo hipódromo que impedía el desarrollo del paseo de la Castellana en eta dirección. Aprovechando el solar de este edificio se propone la creación de este nuevo cen- tro, para ello, Zuazo proponía un edificio institucional, los Nuevos Ministerios. Este complejo ministerial que englobaba numerosos edificios se disponía en forma de U, generando un enorme patio a modo de lonja pública y conectada a través de un pórtico de de medio punto con el Paseo de la castellana, al otro lado de la calle, un pórtico idéntico potenciaba la representatividad de este espacio principal, inicio de la ampliación del eje Norte-Sur.

Tras la Guerra Civil, el nuevo régimen retomo el proyecto de los Nuevos Ministe- rios pero lo convirtió en un compló cerrado y de carácter únicamente institucional, transformando el espacio de la lonja, que debía ser de remanso y encuentro público, en un aparcamiento para los coches de ministros y funcionarios. Por su parte, el régimen del general Franco motivó el plan urbanístico del complejo AZCA, en inicio como una manzana mixta con equipamientos sociales y culturales pero al final úni- camente como un núcleo económico a modo del Rockefeller Center en Nueva York. Este espacio de nueva creación vería en pocos años el crecimiento de las primeras torres rascacielos de la capital, como el edificio BBVA o la torre Picasso.

AZCA y los Nuevo Ministerios conforman un foco simbólico que se mantiene hasta nuestros días como uno de los de mayor importancia, es interpretable por tanto, que el eje simbólico que partía del palacio real en dirección este por la calle Mayor y seguidamente la de Alcalá, al llegar a Cibeles cambia su rumbo y asciende por el cardo matritense hasta llegar al foro del siglo XX.

44 II . . 12 . 2 V . II . 14 . . VI . . . . . Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid . XII . . XIII . . . P . AVE . NIDA O D . 8 EL . . . D VII BRASIL E

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6 3 . 2 . VIII E 2 C O . . 0 C XIII 5 . . IV AL A D LE 3 . DE L N I 3 L 3 LA A . VIII . . E I .. 9 REINA IX . VIII IX . M L . VIII . ERCEDES XIV IX P . E . . . . C . . . . III . . R 22 . . X . E . . . A . V . . L . XIII . X L . . . VIII M III . A 1 VIII III . O . . I C X 1 5 . . 2 P . .. . E . C 2

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2 VIII 2 III . . II P D ...... 2 . 2 IX . . 4 3 . P 4 1 3 . P . 1 9 1 6 VIII . 6 . I . . . . . P 7 IX . IX P . 0 . ... X . . 3 P X . 5. IX . 2 . . VIII ...... IX . O P VIII. VII Inst. P . P . . D . . . . IX . . III . . IX N III Dep. . XV II . A . . . VIII M . Pi. . . . 8 S I TORRE PICASSO . R . 9 A P A P 8 . .

1 . N . . 4 P . 6 T XIII -02 BARR . VIII I . 7 IO A 9 4 . . 2 8 . D . E CU . IX G . AT . 1 R . . . O CAM O VIII I . I I N . O . P . S IX

0 . . 5-01 BARRIO. DE . Pi. P 3 . . . . 1 P Inst. . P . VIII . VI P . Dep. VIII VI IX Pi. VIII VII . II IX . . . 1 . IX 0 . . X . . X . . 2 P VIII . 1 Pi. . P III 2 . V ...... 6 P . IL . 4 . . II P IX G . . I P . VIII. . II III . . E . L P . . . 2 COLEGIO PATRICIO 1 . . . VIII L 2 . . X . . 4 . L A I . . . . IX P E Inst. C . DE SAN JOS╔ . . Inst. . D D ep. . . VIII 7 VIII E Dep. . 1 D . P . III P . .

9 . . VIII VIII Pi. . 8 B III . . P . . II . IX E 4 . VII R . . . 4 9 IV . I N XV VI III . . L . 1 P P . A . . 1 . 6 . 5 . P 2 E . . B P 5 . . 2 . N . 7 S E III . . . 1 VIII. . D A 1 U . U . . . . .

B . U VIII P J IV

. P . 0 . . . . 2 . IV . . . . . X P . . . . . V I II . . III .. XVII IX ...... E . . 2. P D 4 P . II . . 4 Pi. . I . XIII . IX V ...... 7 III . I . . . . IX VIII Y . 8 . . . . 1 . . . A IV P . . R . . 6 . F III 1 IV O I II 6 3 VIII ...... 2 C E 1 I ALLE 4 . . P III 1 . . III DE IV . . LA S IX P . BAS ...... 9 ═LIC . A A VIII 1 . . . . III Pi. Pi. P . I . IX . . III . X . . . IX ...... I . . . 6 .

E . 1 . . XI 40 L . P L 2 . . . . . 1 A III . . P . . . 1 5 C II 7 P PLAZA DE QUITO . . III II 1 III . II II . III . . . EST Q . .. . E . IV ...... D . Pi...... 5 . . I . . . . 1 P X III 8 . . . . P . P . 1 . . . III . E . . A . . . II L III . II III P IX T . . L IX . III . . E 4 A . P . . I P VIII C . 1 C . B II . A . . L 3 . EST Q L A . II . P 1 . 9 E Pi. I . . . R 4 III .

2 X R 1 3 I . . . . 7 . VIII . U . . 1 I X 8 E . . . X . . 1 . . L . PLAZA DE 4 D L . . . 3 E IV . A . . CA . . LLE . XVII . P C . . PABLO RUIZ PICASSO . . DE . III 4 LA . . 1 . . 1 BAS═ . 1 . LICA . . . 3 . . E . F . D R . . . A . R . . N 6 III . II P XIII . P E I C . 1 2 . I L . V S 1 . L C I . S E . S O I . . . U A . U V Pi. B VII 9 . 8 N B . V O 2 . II . A . I E . 4 . . S . 19 . . S D . II . U . . . S III . A B I II .. . U P D . X B E . . . . Pi. . 15 . IX . . X15 . . . . I IX 0 . . . 7 . X 1 . . S P N Pi. II U P . . ┴ B IX P . 7 . R . IX 1 . . B II CALLE . A I . . N L . . III II DE I . VI ...... LOS B A A I

E 5 . E X HERMA L III . S . NO M ═ L S A P D P . IN VIII S . . ZËN B . L P A 13 . . P . . 7 . . A X II ═ . III . I C R 8 II I . M . A ╔ III XI . . . N E VII M III Pi. . . . . D . 6 E . L . III 2 IV E . III VII IX D E Z L .. II . CA X L D 7 . A 6 . . L 7 E III .. / . IX . C . . 1 P . . X . IX . . IX P 2 . . C C II . ... 2 . . . X . . . S D A . . . 1 4 U E . IV S . . . . P . B . II A . . R . . XVIII X . E L . E . . II III . U IE

. L I IV L

. II 24 S 9 . G L O . L .

I . . . IV V VI A A

. XV 4 M II C C 4 XIII . U 4 III VII P R . 1 V VI IV X X VI IE 1 II L 1 ......

2 . . . . 6 . IV P 1 . . Pi. VI II . . V. III IX . . . . A . VIII . . .. X 8 . II T O 5 Esc. Esc. 8 1 III I . 1 . E . R . I XVIII . . . . IV . . P I C R . 5 A B . IV VII E III L . L A A X . XIII 0 E

P . D . VIII . Esc. 2 II D Esc. . Esc. . . D R . Esc. 1 R . .. . E Pi. VII Esc. XV . II 10 . .

Esc. Esc. 12 R

2 E . 1 . A X VI L 8 U .

2 2 II I U I V S N

Esc. . . 2 . L . L . Ë Esc. A III M E

. Pi. I U VI A R . L VII

D Esc. . X . P IE D L V L XXII . R Esc. . . . IV E . Esc. . V A . III T VIII . I E Esc. . IV C II 3 I II . S . V . L 2 . S . IV . L . A P . . II IV ...... A O . . C VII IV . . II IV . C M Esc. . Esc. Esc. Esc...... XI 0 P IV C L AL .. . III LE Esc. . IX 2 II Pi. A V VIII IV . . . . R . 1 II 1 X . . 4 IV . VII . Pi. E . . II I . Esc. . . . I IV 3 . . N . . . 1 . 5 . 2 6 IV . . P XVII IV. A 31 4 . E 8 1 . P . I N 2 . IV P . . . G . . I . . . . A II . . II 29 . . . . . I B . . . . . III L III V 2 . 3 II II A VIII III III 7 Es c. 3 . Pi. 2 E X 7 . 2 VII Esc. 3 H . P 4 II DEL EDIFICIO GM 15 . C . I III D A PLAZ A D E 8 LLE . I . . 1 2 . . I . II 0 E IV 1 . . VII . . . . II L . III XVIII MANUEL GËMEZ-MORENO . . PLAZA DE . L . . . . . Esc. . 1

A II 8 1 . . .I 1 . X .. XI . 1 . MAR═A GUERRERO 5 . 8 C 6 I . Esc. 1 I . II 8 . . I Esc. P . 9 II L 1 1 . Pi. . III . 2 . Pi. 1 . E . VII 0 . Pi. . VII . . . I Esc. . A Pi. 1 . . P III . L N . G IX . .. II IV U Pi. Esc. A . A Esc. . P D E . Es c. D IA . . N S . A . . III N Pi. . . Pi. 6 . Esc. . II . E . V 11 . . D 6 VII E 1 2 . . R 5 Esc. 3 IV . 1 4 . 1 15-A 1 . O 15-B . . . . 23 . XI . IV CA . . I III LLE E . 2 Pi. I . 1 . DE . 9 . . . IV II . D . III HERN 1 . . I FR ANI XIII . . 6 IV A . Esc. . VIII C Esc. N . . . CIS . 1 1 A . C III 9 . . IV Pi. 7 III O . L 8 IV . . 21 XVI L Pi. . . IV . . 4 E Esc. X II 3 . . . VIII Esc. . . . . III XI. . II . III 6 Esc. . . IV . 4 . . . 1 . . . 0 . . VII Esc. . .. . 7 . . VIII A V . O 1 . . II N E 2 I . IX 66 . . . . . V 7 S 1 B . . 6-DISTRITO DE TETU┴N . XI Esc. . .. A . L 1 . VIII Pi. . 2 XI P . VIII A . . XI Esc. . 2 V . . P P . B V V Pi. 1 . E 1 4 A Esc. . . L VII . . V C . II . ┴ D . IV N 1 . T Esc. . 4 1 A 2 1 R 8 R . . 6 A 9 1 . I . . E IV . IV Esc. . . 18 . . I . V IV E V IV Esc. . . .. Esc. . A . . D . III . 3 Esc. . 20 22 . L . II I P VI 4 . . L . . . 6 I V . . . IV . 5 VI .

V II 0 1 . Pi. VIII 1 P IV P .. I . . 8 XI V IV . II I . II V IV . . . . . II . 0 . III III IX . II E . 1 III 5 . . . . 26 . . 32 D . . Esc. . . Pi. . I . . 3 . . 0 . . . V . . IX BBV Esc. 5 . VI Pi. VIII . . V Pi. III 7 0 . . XIV P IV . . 1 . IV . 3 . . . VI 9 ...... Z V II Pi.

4 II . E . . . Esc. 6 IV . . . V II. 2 III

. 1 . . D V 4 . . . II I .

IX 1 N IV ...... 2 III . P 2 . . ┴ . . . IV . 37 . . N . Pi. III . 2 IV . . 0- . R . A XII . 3 3 D 2 5 E P 0 5 L 0-B . E XI . . . . . II IV .0 . III . IV Pi. F II . . . . 18 . 1 . III . . IV 59 . IV . . I . Es c. 4 Pi. III IV 2 . 1 8 57 VIII Esc. 6-02 BARRIO DE . 8 . S/N 6 . II IX IV . . III . . . C .. . A . . III VIII . . 14 . P E L III II . . . . L . A L IX E Pi. Esc. . 8 L . . I P Esc. M . . . 3 Esc. . A 6 . . Pi. . S C 2 . IV . E . V 9 I I . . .. 2 R . . . 9 ...... XI Pi. Pi. E O II . . . III . IV . . Pi. . . IV 2 D . II I Esc. IV . 7 Esc. III II . Pi. . . Esc. . IV N P . . 25 X . . 2 . Esc. . 4 U IV III . . 23 T M . I A . M I E 19 . . B 3 . . I R Esc. 4 E A Esc. D III . III . . III 2 ... 1 . 1 . R . I . . 1 III . . . . .

. S IV XI . . . . III Pi.

II . III A . . IV . IX . . I Es c. . I . 1 Esc.

IX . III G . 9

P I . 2 XII . 4 . 2 IV

. P 5 . . . T . . . 17 III 17 . III .

. R . . IV . . . II . L . Pi. . . E

P A I 55 . 2 1 E . . 0 IV L Pi. . III 5 L . D Esc. . . I . I . V 53 . . . XI A Pi. . III . O IV . . . C . E III . . G . D III . 3 III . A 18 . . I 1 . . 5 . 5 . Esc. II T 13 S . . I 1 . . VIII . N IV 6 . EDIFICIO WINDSOR VII . . . IVIV . U . .

. A I B . . . 1 III . . 3 Esc. Esc. 9 . S 7 . 4 XXVI . IV . XI . . XII . . . P A III . 14 2 . L Pi. III . III . I PLAZA DEL POETA . Pi. . E X . . . 2 . . . L . . 2 12 L . II DE . II I MANUEL DEL L A . . Pi. . . I S . . Esc. S . . Pi. 10 IV C U U B 49 PALACIO - . B B E 8 . 51 . . . -10 . 1 . L E . Esc. - A L . II . - . D COLEGIO NUESTRA SENORA Pi. P . 1 XII A I V . 3 9 . . C Pi...... E DE LAS MARAVILLAS XI . . . 1 II II I III . . III . Esc. L III . . L II . . . Esc. EL CORTE INGL╔S Esc. . . IV . A . . 1 8 VI 5 Inst. -B . C . . . . . 61 ...... Esc. . . Dep. 8-A Esc.

. CALL . E DE . P . . EDUA . RDO D . . . EL P . . ALACIO . Pi. 2 CA Esc. . . 4 Esc. LLE Esc. I II . . . . . Inst. 5-01 BARRIO DE EL VISO . . III ...... 6 . Dep. . IV II DE II . 8 . 7 . III . . IV . . III V IV BUS . 5 6 1 . . . . . X . . III ...... I IV . III RAIMU VII . NDO . 1 V . 1 . 1 Pi. . . Esc. E . . VI . 4 . . L

L . . . . . Pi. A I Pi. I C POLIDEPORTIVO MARAVILLAS . . . Pi. . . III 13 . FERN┴N . . V Inst. BU. S DEZ . . . . II . II . Dep. . Inst. . G . . . II . U 50 . . Dep. Inst. . A . 1 I . D BU.S . 9 Pi. 5 Dep. A VI . L . LLAVER . . Q . DE U . IV . . 52 . . . III I II . . . IR ...... III . III IV . . . . . II I . . . . . III . PP . . . 21 . . II IV . III . III . P . . . II . P 2 I . . 7 . . P . . . . 5 EMBAJADA DE . VI 4 P

TALLERES DE PRECISION . . . THAILANDIA . . P . . . I . II 0 VII 9 . IV Y LABORATORIOS DE ARTILLERIA. Esc. P . B . U. S . BU...... S . . . . P . VI . . . . . Esc. . . . . 5 . Pi. 4 VII 1 ...... 8 . . . 8 . P P . . II .

E . . . III T VI . 6 . . N . .. E P XIV XIII II . 0 . . . E . . 1 U . VI . . 8 T 1 D II .. F .. Esc. Esc. III 4 R . . . A P 5 8 . . L U . . . V 2 . . Esc. . . III I . . O . VII . C . . . . II . . . . N . . 12 O A . . . . . 5 DISTRITO D N . T E CHAMART═N . A . IV VII E 1 R . PARROQUIA DE 4 . Z . B II 1 R VI P 8 45 Esc. E E VI 0 SAN AGUST═N . S L . 1 . III CONFEDERACIËN . . . . ┴ ..

. . . . E . 1 HIDROGR┴FICA Z

II . . . D VII 6 . P N . VIII . . IV DEL TAJO ...... O E . L . Esc. . . G L . . A . PAS I AJE DE ESTQ B . L ROM . . C ERO . . I U O . ESCUELA POLIT╔CNICA S . . . Pi. T Esc. . E . SUPERIOR DEL EJ╔RCITO . S I . Esc. Y D

E . . D . . . . . II . . IV . . O .

2 . Inst. Z . . II S . V . . 8

M U IV E . V Dep. . . B . II R . Esc. Esc. . 6 . III . 6 ..

P ╔ . P 0 . Esc. 4 1 P 8 . N . II . S 2 . ═ . . U II . PLAZA DE LA REP┌BLICA

T III . VI B . II . . . S . E

U C 0 . . . ALLE . ARGENTINA P

8 DE P VII VIII I L G . PUE . 7-05 BARRIO DE R═OS L . NTE A D . P 11 EL D . . E UERO . . I F . . . . . P . I . . IV 9 . 7 II . P . 4 II . . II 5 3 . VIII E . . 1 . I II . I . 8 . P III D II . . Pi. . 3 7 . . I . VIII . I Pi. IV II I Pi. . . I . . . P . E . . I . L . VII P . P L . . VIII . P . Esc. . . A . . . X . P NUEVOS MINISTERIOS . . CALLE C DE . . M . . . . AUDE . S ...... IX . . . VIII . IV . 56 . 104 IV IV III 58 III . IV . . . 60 . . . VII . . IV 62 . . Pi. II VI VI . IV . V II VI VII . . . . VII . . . P ... . III II . VIII . II VII . III Esc. P P .. . . II . . . . V . 1 . . . . . 5 17 IX . 21 . P P . . 2 . VI CALLE . . 19 23 P P . E P .. . . 51 . Es c. P D . . VII DE . . VIII 5 Esc.

6 . . P . . . . . P . . . CARB P . . ONERO P P . . . P CALL . 2 . . E DE MAU . . O XI VIII . P DES 0 .

P . E . P 1 Y P . VI S . . . . V P A P P . . . SOL . VIII 6 . . . VII P VI 3 . 8 10

6 E VII III . . P VIII . III C P . I . D I A Esc. P V III III . . . P . P VIII Pi. . L P P . . . II 14 1 L .. . P P . 6 .. . . . E Esc. . . . 2 . R . . . II IV S/N IV . I . . IX P . IV 22 24 . . Esc. 7 26 44- V A II II 28 B44 . . IV 30 34 . -A 9 32 . II V . 7 DISTRITO DE CHAMBER═ Z ...... 1 VIII II II . . I 3 ...... V . 16 III II 36 40 . VI P . ┴ . III 5 7 . VI . . II IV IV . . . . 38 Es c. 9 . IX . III . P C . O 11 . VIII . . . . III III 13 . III . IV L II 15 . . III . N . A . . D . . . . . 42 A . A CALLE E 42B DE . VIII . L IV III MAR═ . . L . Pi. III . . R A - E . .

P . R AN╔S . . IV . B 1 . . 4 . . . 3 E ...... VI VI 4 . 6 VI . . IV S 6 5 . . . III . III 1 10 ...... Pi. . . . . V 12 . . . P 14 .. ASAJE M 8 . V V 16 VI. . DE . . VIII . . VII III 7 . B III ELAL A Pi. O . E C┴ZA II I 1 P R V VI 0 Pi. I V VII V E . Pi. Pi. I II D . 0 II U . II S Pi.

. S P . 1 R VI VII ...... T 4 . T I II U P . . I . E

. 2 B P P P . R . P . . . V . . . II Pi. D 1 PASAJE DE 2 . O GRIJALBA . . 6 VII 3 P E . IV . . IV . E E . . . III P P L VIII E I P 7 L III IV 4 . . . L III . L . D P L 5 IV P . L . . . IV IV P . P . . A . . 1 A A . . P . . III . 9 . . 3 . P C P 11 E . . C C 2 L II . III . L E II R . 1-3 III . . 5 3 IV . A L II Es c. III 1 . P . 2 I IV 0 C . VII P L P 4 . P VII Esc. . III III VII 1 III III . . . . III . 1 O . IV A P 2 III P P Pi. . . 2 . . EMBAJADA DE VIII III L C . 19 IV. . . II 21 . . 0 P VIII . L . P . . 3 P P . IV COSTA DE MARFIL P . . 23 . 1 II . 9 . 2 . . 5 . 2 5 8 . . . II IV . . . 6 III P . . C\ VI P DE G .II . P P II RIJALB . Pi. III . A . . P . 59 . 61 . . III . II . . II P P IX . CA 27 III . . . LLE . P . . 6 VIII VIII P P Pi. 2 VIII ...... P VIII . 8 DE . . . . 8 10 . . . 7 . 12 S IV

8 . . 5 5 . VII VII . 5 . U . VII 8 . . VII . 57 B . 9 . . VII . . . . III I VII ESTQ R 0 18 . G 9 . . . . RIJA VI. VI . . . III 2 . 2 LBA V . VI . P A 0 II 3 . . VII . 2 . . . . 2 1 Esc. Z I . 24 . Esc. . .

┴ II . . . II I C .

CA 6 LLE VIII IX L DE L . MA L R═A . A

DE 58 C . . . 2 GUZM II III II O . III . 2 IV ┴N L II . . . . . A . II . . . I . . P I Pi.

. . E II I II L IIIIII . . . . II II . . . Pi.

. P B L . 50 . . . R

52 VII 3 9 . . . . E III . . III . . VII . . . 1 . . V . III 54 VII . 9 .

VII . P II . O P II II 1 I .

III 56 VII . . . A . . . V . VIII P S . VIII PAS

AJE . . . U III IV MINISTERIO DE . U S E . . . INSERSO . . . . R

B . DE . . E D Es c. T BELA 8 Esc. I 0 II 7

O . LC┴ 3 . ZAR 1 V 2 III

1 3 P EDUCACIËN Y VII 4 . . . P I . 1 . . S . . II

U . P . . II P B . IV . . Pi. . P E II ...... Esc. . Pi. . P . L I . P . . . . . CULTURA . . II 1 . IV P L III Pi. . P Pi. . . A Pi. P . IV . . . P I . C . II . 6 III VIII . . 9 . VII XI . III . . . III O . 1 VIII . . . . 1 . . . . . N .

I. III A II . . P Pi. II III . 5 IV . P . R . . . 1 Esc. . . 3 . 5 III II . R P . . 4 III E VII. P . 1 Pi. . . II S . 9 . . P 11 1 III V VII 3 . P . 1 2 5 CAL . 5 . 3 1 . LE . . . . Esc. 1 . . . . 0 . . VIII . P . . II P 6 VI . E S\N . . Pi. . P P 19 . . T . . DE I . D . . N VII . . . P VII E . . VII E P . . . VIII U III . 1 . . . . F I

5 . . . 4 . . JO . . A . . RGE . . 6 . . IV . P L P VI . . . P . . . IV . . . .

P 8 III . 5 P . . . .

5 Pi. 3 P . II IV . P 8 1 . IV . . . P 10 . . VII 9 . . .

4

VIII III I 8 . IV I

. 2 4 I 14 3 . VII O 1 VI . . 16 P R . . . T . . . III ES III . I P . A . . VIII M . . P . . II 2 . . VI III . III 5 . . . III Esc. P . . . 6 I . VII P 1 V 7 II . II Esc. . . 4 . . III . P . . 4 . . IX 1 I . . . II . . III . . P . . . . I . III . Es c. . II . P P P . PP . I I . . . . . IV . . . Esc. . VII Pi...... IV . 2 .

. 9 . . I P . . I 5 . 7-05 BARRIO DE R═OS ROSAS . . 4 VII VII . . . VII P P VII VI P VII II . Esc.27 P A . II . . . . P VIII

VIII VII G 0 . V II . III VIII P . . . . Esc. Esc. .

P 9 6 . VI U . . . P I . 4 I . M I

. S 1 . . . P . . A . 8 I N 5 VIII . P I 1 . T R 3

5 8 . . V 9 I Esc. Q 3 47 VI VI ═ . . I P U . . E 1 49 . VII P N ESTQ Esc. . . . . P 0 II VII5 VII Esc. VII . II 3 . XVI IX 1 . . . . 55 . . III . .. P . VI VIII II E VI VI D . .. . . Esc. Pi. . VI . . VI 61 . .VI . . 6 . . CALLE . 3 . NUEVOS MINISTERIOS . . . . . III IV DE . L Esc.

E . . . . .

I D . CR . ISTËB 44 . AL FUNDACIËN 5 . P . VII . 5 46 . . VII VII 48 . I VII 50. . . P . I . . VII VII . VA VI 5 BORDI┌ . . IER

. 2 VII 8 II III III . C . . . A P . Esc. . . L P . V E . D P . I N P P P P JUA . II DE . . RAMËN ARECES . . LE . 8 L P Esc. . I IV . A P P . VIII . COLEGIO RAMIRO C P IV . P . P P IX . VIII VIII P VIII P P . P . P II . . VI I . . . 6

. . P 8 6 . P P . DE MAEZTU P P VII P . P 1 . . P 3 .

P 4 P VIII ...... V ...... II ...... D II III . . Esc. Esc. Esc.

. E IX . IV II . III Esc. P Esc. . 5-01 BARRIO DE EL VISO . . . . .

. III CONSULADO . 4 . 8

P E

. L

. D . . DE ITALIA I . .

. L IV

2

E A . .

8 . I C .. . Esc. 4 . . III I 4 . II P P POLIDEPORTIVO 1 IV CENTRO DE . . II . I . 1 . IX . . . II . . TECNOLOG═AS I . . . S O VIII I Esc. . . U . 3 . . . III F═SICAS T . I III B . 4 P . III . S . . . . E II II . II D . . . . O . . . . Inst. S . .

III 9 . M U . ANTONIO MAGARIÐOS 3 . Dep. Inst. B . P . . . Dep. I 3 . II

. . Pi. 7 .

3 I . I . . . 0 A -

. 8 . B . 4 . . Esc. V P 1 P . . 4

VIII E Esc. .

VIII . 1 ESCUELA ITALIANA T Esc. V ......

. A . P . Esc. IV P IX 5 . Esc.Esc.

P . IV DE MADRID N P . VIII I

3 . P P . . .

C I P IV . . V . I 7

. O P . III 2 P VIII . . . I

1 IX U . .

P . . R . P . . VIII . VI III .

VII P . . P T . P I . P Esc. . . P P . . II . III . P . . . . . P . . P . . . CA P LLE DE PA III CUARTEL GENERAL BLO ARAN . IX . DIRECCIËN PROVINCIAL I DA VII PARROQUIA 5 . VIII 49 . . . . . 2 VIII . . . VII 1 51 . . VIII I . DEL ESTADO MAYOR P 53 . II . 55 I . . . II . . DEL M.E.C. ESP═RITU SANTO VIII . . I I 57 . IV I 4 . DE LA DEFENSA . IV INSTITUTO . . . 1 . . DE ËPTICA CENTRO SUPERIOR DE . . . . BUS II CALLE Esc. II Esc. INVESTIGACIONES CIENTIF═CAS III E I . . 121 D D . . Esc. E . . E Es c. L V IV L . . R═ Esc. A III OS . . C 2 . . . Esc.

4 I Esc. . I . II . ROSAS . Esc. Esc. III P 1 . . II III . . Esc. . 119 . VIII ESTQ IV . 44 . VIII . Pi. VIII ...... 46 . . . . . 48 . I I V II 50 . I IX VII . . . IX 52 . . . .

IX VIII . L

54 . . A . VIII . VIII . P II . P P . I IX P P . P . . P . . . . 5 DISTRITO DE CHAMART═N . VII VIII 123 VIII . . . P . Esc. . P . 0

. 4 P P . . II P 1 P P . P . . P . P . . P . . Esc. . . 9 . . . VII . Esc.. . . VI. IX V . PLAZA DE . . P I . . . . II 0 VI . . P ...... 5 P . . . P . . MUSEO NACIONAL DE . P SAN JUAN DE LA CRUZ . I S .

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P 8 . P V B . . P VI . 7 DISTRITO DE CHAMBER═ Esc. I . . . CIENCIAS NATURALES IV . . . 9 . 2 P . . VIII . . . . . III . . . V . . .

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8 . P B VI 4 . . P I P S ...... Esc. U . 7 . . III 7 B . C . 7 A

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. III B 5 Esc. III . II 2 . . . . P VIII II III . VII 3 . 8 . IX . II CL═NICA 3 O . VIII . . VI P D 1 III VI N . . . P . . Mo numento E . . I . 6 A . P . 1 . SERRANO . P 4 . . I IV I B IX . . . . . 3 . R VIII . IV 1 2 1 . U . II . . 8 . . Z IX . . . LABORATORIO . PARROQUIA I . 3 V

3 . P P . . . 2 6 IX . I . . . CENTRAL DE ...... DE SAN JUAN . 115 . . . P P V ELECTROTECNIA . P . . . s i I II . . . P . . P 5 . DE LA CRUZ . III B P VII 9 3 . P . PP 6 . P P 1 . II 3 II III 1 VII VII . 1 .. . VII ...... VII . VIII . . . VII P . P J . . . . . VII . P O . . . I . S III . . Pi. VI P P X IX ╔ . 19 . . III . . . P

0 . . . . VII . VIII 8 II . . . . . 1 IV . I S 25 . . 6 Esc. . IV U Esc. VII. VII . I ...... B 4 . VII . . 27 VI . VI Pi. . . . 3 29 VI I . . 1 CALLE . . 31 . VI X VI . . s 4 . CENTRO DE i . I 33 . . 1 . Esc. . II . ..I . B 3 ARCHIVO HISTËRICO . . . . . 35 9 5 I . VIII ESCUELA T╔CNICA ESTUDIOS 1 . 2 . . 2 3 1 VI . 9 . NACIONAL . . VI DE . . . II . . MEDIOAMBIENTALES . . . . 43 SUPERIOR DE . 1 CENTRO DE SALUD VI . IX 1 28 VI . . . . Esc. . . . 1 II VI 30 VI. . ESPRONCEDA VI II . 32 . . I . . . Esc. .

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PRONCE . . . INGENIEROS INDUSTRIALES . . P 34D VII DA U U .

P . . . . 34T B . . VII . T . . II

. 2 . . . I . . . . ╔ . . 3 . VII . . . E . . 1 Pi. . 38 . II . R . I D II .. . III . R . .. IV VIII . . C I . . E . . . . . 40 . . A . III P . Z P . P P . S . . . VIII VI Mo numento VI VI T P . . . II P E . P . EST Q ...... I Pi. L . IV A . VIII P L III . 6 . . A . 7 . . I P . P N Pi. . . P Esc. . . . II P P P VI A IV . MU SEO . . . . . P . P . . 2 . . P . . . I 0 45 7 . X P . . . IV . VII 1 C . . VI 5 . 1 . Es c. A . 9 . L . L NACIONAL . P Esc. I . . P E . . . . . 8 I . HOSPITAL UNIVERSITARIO . . . 7 . VI . D . VI VIII . . Esc. P . . I E SAN CARLOS 1 . AGENCIA EFE . . . 2 . . 8 J E 3 P . . VII . . . P L . P . A O DE CIENCIAS . . . VII .

L B S . I . A . A ╔ P VII VI . . S C G P 9 0 III III C . III

8 3 E P U A II . . Pi. 1 L Pi. . I . T . . L NATURALES L . . . . I . I . VI. Pi. I ╔ A P . P . P . R I Pi. . C II ...... P V . . R P . . . P E . III . II Esc. . Es c. Z . . . . VII ESCUELA SUPERIOR . P Esc. P II . . . A . 7 . B . . 8 I VI PP DEL EJ╔RCITO A . EMBAJADA . S . . 6 E II . . . IV . P 3 L VII . P . P I . C . VI . P . Pi. L . . VI A . JAPONESA IV . P A P .. . L VI . P II C . . P . III . . 5 . . . II 8 VI . . . VI . .

P 9 . . . . . VII P . V 0 . 9 II . . . VI. 1 1 . VIII I Pi. P VII . . P . . P ...... P . Pi. VI P . I . . II . VIII V ...... 4 . . 4 III . L EMBAJADA III P 3 0 . . A .685.67 P 6 .688.65 1 VII ...... II 7 . 3 C . . . I P . JAPONESA 8 . II . S 9 O VII Esc.P A . . . . P Es c. N 4 VI B 687.18. 1 VII A . . . .689.10 . . VI A . . 43 . . V P P IV R . 45 . P VII . P . . VII . III Z C R VI P . Esc. . E

IV E I . I VII P R A L .687.81 S 7-05 BARRIO DE R═OS ROSAS . . VIII 5 . R . . L . . 5 . ╔ . . . III . I E . CALLE . T E . . . III U II . I . VI VI D . . G ...... DE VI . . III PE . Inst. . D VI . ╔ R 3 . . 55 . D O . 8 . S Dep. 20 VI . V II I E . I . VI . 5 . . O .682.84 .684.84 II II BRETËN 7 . VII . J III III Inst. Inst. VI . 59 VIII . III ...... 61 . Inst. VI . VII P Dep. Dep. . . .682. 95 . 2 . P 44 . A 2

VII . E Dep. D 6

E . I S D . IV 2 P . E

. . . II 1 P IV IV . O \ . . C J . . O . IV . 48 LOS . S P P 50 ╔ Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_12 AGRUPACIÓN Y COEXISTENCIA DE SÍMBOLOS. NODOS SIMBÓLICOS

(Transición Clásico - Técnica) CUARTEL GENERAL DEL EJÉRCITO DEL AIRE Luis Gutierrez Soto (1940) Plaza de Moncloa

(Clásico)ARCO DE LA VICTORIA Modesto López Otero, Pascual Bravo Sanfeliú y Salvador Pérez Arroyo (1946) Avenida del Arco de la Victoria.

(Técnica) FARO DE MONCLOA Salvador Pérez Arroyo (1990) C/ Cardenal Cisneros s/n

46 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

El caso de Moncloa es uno de los más representativos dentro de este apartado de agrupaciones de símbolos. Desde su proyecto y construcción en la década de los años 40 este punto del urbanismo de Madrid se pensó como un símbolo de lo que el nuevo régimen político quería urbanística y arquitectónicamente para la capital.

La Comisión de la Junta de la Ciudad Universitaria fue la encargada de la gestión de parte de estos terrenos y de algunos de los edificios como el Arco de la Victoria, pero sería también el ayuntamiento de la ciudad junto con el propio régimen los encar- gados de cerrar las construcciones simbólicas de esta entrada a Madrid.

En la década de los noventa se construye el Faro de Moncloa como parte de un proyecto de regeneración de esta zona. Por su estratégico emplazamiento, al que

. COOPERACIËN INTERNACIO. NAL . . I . . . . 8 COOPERACIËN INTERNACIONAL Esc. . VI . 3 P . . . IV . . . . Esc. . VIII . confiere una nueva. dinámica,VI y su envergadura vertical, se ha convertido. en el nuevo . J S . O 6 . . VI Esc. L . . VII . . . P . . . Esc. Esc. . símbolo del acceso a Madrid por el . noroeste, desplazando al conjunto de edificios Esc. . . VIII IV . . Esc. VII 3449 . Esc. . . . VII VI . . Esc. . . . IV . Esc. J 5 74 . . J

. J de granEsc. calidad J que lo rodean, pero emblemas que son, de la “arquitectura nacional”. Esc. Esc. Esc. C Esc. .. J AL . . Esc. . Esc. . E D Esc. . . . . del régimen dictatorial surgido en la posguerra, anacrónicos desde N su construcción. . Esc. ═ . Esc. J T

R . J A J J . . . M . J . VIII II . . Esc. . C A

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S E=1:3000 I Esc. . . .

Esc. . Esc. . Esc. . . . A . . . . D . 4 Esc. J J V VIII A . Esc. . . Esc.

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. A Esc. B Esc. Faro de Madrid Esc. I . Esc. . J . VII IV ...... Esc. . . Esc. . . Esc.

. . . . VIII Esc. Esc. . . . IV . . Esc. . . Esc...... Esc. . J . N S -V . I . . Esc. . U . B

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. Esc. N Esc. . . I V . M . . . . J . . . II J . Esc. . . . V . CIUDAD UNIVERSITARIA . . . PABELLON DE GOBIERNO. . VI . . J C . . 3450 . T . . I O . . . . R . IA . . . . . J . . . . II CALLE ...... E D J . . J . . . . VII . . . VII VI . Esc. VII . 85 . 1299 . . Esc. . V I I IV . . J . . . . . VIII J . . GLORIETA DEL . . J . . . VII GENERAL SAN MART═N . L P P E P Esc. P . D . P P ...... J . . . Esc. . . . . VIII . VIII . . 6 . . Esc. . 1 . . . . P J . . . . . Esc. . . 2 . VIII P . . . 4 . 1 . . . . . P . Esc...... VII VIII ...... J . . . VII . P . . VIII . J P . Esc. . J . . . .

...... VIII IX . . . . 2 . E . 1 . . . L L

. A . . P Esc. C ...... 1 . VIII VII . Monumento . P . P . . 0 VIII . . J 1 P . . J ...... BU VII . S . . . B P . . Esc. US. VII P . . P . J P . . . . . 8 VIII P . . E . VII . L P . . . L . . . . P . . A . A . 6 P V C P . P . E B. N US BU. S ID . . . . A . . III P ...... III I VII . . D . VII E . . . . . 112 . VI VI VI . . 1.10 . .108 VI ...... LA . J . . . . J . CALLE ...... J . . Esc...... VI . 95 . C J . J TO . . 93 . . . . III . . R . IX J . . IA ...... J . P . . P . . . J P . Esc. . . . BUS . . BU. S . . B . . U. S . . 1230 . CHAP═. PA . RUP. ERTO SEO . . . . DE . . J . R DE U J . . . PE . . . R . . II O . TO . E I . S . A P C H . . . AP ═ . J ...... S . U

B II . . S . . I J U B 4 ...... VIII ...... I . . III . I . P HAP J . C . . . VII . . . . VIII . . . . J . .

. . . . 2 . . . P . 96 ...... J . . . P VII . . I J . P . . B . . . U . S VIII . . . 1 . 4 P . . . . J . . . P . . . P P . . . J . . VI . VII P C . P J. P . . A VIII . . . . . B J L . . U L S . VIII S . E 6 BU . VII 8 ...... VII J . . VII . . . J . . 4 VII . J J . 9 ...... S . BU . ALLE . . C . . . J . . ET . . J . . OR . . M . VII ...... VI . J...... 77 . . VI ...... J . 1233 J . IX VI D . . . Monumento . . . . E . L P . I ...... 1 . J . . 92 . . . . . PLAZA ...... DE LA ...... MONCLOA . . . . . P J ...... C . . . . . A . L . VI L . . P . . E . A . . . . R . . . . . C IV I . . . P . J . R . . E J . . . P S . . . . . T . B E . U . . S 5230 I . . . . 0 . . . 9 . . . . I . . . J . D . . . . E . J VI . . I . J 8 . CUARTEL GENERAL D . . . . E . . . . . J V CUARTEL GENERAL DEL AIRE DEL . III K ...... AIRE VI . . M . . . A . . IV . R . . . T . I . VII . I N

. . . . 88 P ...... I . . . . . J P . . . . S . . . . U . . . . B . S . . BU . C . . P . AL . S BU . . L 2 D . . . 7 . . E . E . VII . . . . . J P . . . . I ...... 3399 . J P . . 2 . . . VI ...... VI . . . VII VI O .

. P ED. . L L 4

O OB 8 S R . P P . . . P . . VI . . . . . P . 4 . . VII . . . IV . . . P . . . . VI...... VIII D . CUARTEL. GENERAL . VII E 8 . CUARTEL DE INFANTERIA . VII . 2 . . P . . 6 . DEL . . VI. DON JUAN ...... P . . . AIRE . P 8 . . VII 3 . . . V . IV . 8 . 2 . . . 0 P . VIII P . . VII . . VII ...... 4 P . P . . . . . H 3 P VII O E 47 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_13 AGRUPACIÓN Y COEXISTENCIA DE SÍMBOLOS. NODOS SIMBÓLICOS

(Clásico)PUERTA DE ALCALÁ Francisco Sabatini (1769) Plaza de la Independencia

(Técnica) TORRE DE VALENCIA Javier Carvajal Ferrer (1968) Calle O’Donell, 4

El caso de la Puerta de Alcalá que se configuraba ya como fondo del eje histórico oeste-este se verá completado con la construcción en los años sesenta de la Torre de Valencia, representación simbólica de la vivienda del siglo XX. En este caso el enclave es el que recibe el simbolismo de la puerta de Alcalá, siguiendo la tradición madrileña de creación de espacio vital en torno a las puertas de la ciudad. Sobre este trozo de ciudad con carácter simbólico propio se erige el edificio de vivienda, buscando en él la obtención de esa imagen de emblema urbano.

48 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid EJEMPLO ILUSTRADO_14 AGRUPACIÓN Y COEXISTENCIA DE SÍMBOLOS. NODOS SIMBÓLICOS

(Clásico) PUERTA DE TOLEDO Antonio López Aguado (1811) Gta. Puerta de Toledo

(Técnica) CENTRO DE SERVICIOS SOCIALES DEL AYUNTAMIENTO Juan Navarro Baldeweg (1985) C/ Paloma, 39

(Técnica) BIBLIOTECA PEDRO SALINAS Juan Navarro Baldeweg (1987) Gta. Puerta de Toledo, 1

Como en el caso anterior, la puerta de Toledo es desde su construcción generadora de espacio urbano con identidad propia. Fue símbolo del triunfo ante los franceses y el regreso de Fernando VII, el deseado, en su capsula del tiempo se enterró con or- gullo la constitución de 1812, aunque sería desenterrada por orden del monarca tras su vuelta al absolutismo. Este enclave urbano sería también lugar de ejecuciones públicas a finales XIX.

Con todo ello se erige como un enclave simbólico histórico, inicio del eje principal de acceso desde el camino de Toledo, conectado directamente con la Plaza Mayor. Por esta razón sería el punto elegido por el Ayuntamiento para la construcción de una biblioteca y un edificio de equitación pública. El arquitecto Juan Navarro Bal- deweg genera una estructura urbana simétrica que refuerza el eje generado por la puerta.

49 Eduardo Mora Ruiz de Alda

4.4 SIGLO XXI.

Al enfrentarnos al análisis de los trazados simbólicos del siglo XXI, el estudio se hace más complejo, en parte debido a que nos situamos en el comienzo del mismo y no podemos ver los hechos aún desde una perspectiva histórica. Aunque a día de hoy, no es fácil advertir ningún elemento urbano característico de este siglo que destaque por su primacía simbólica sobre el resto de la ciudad, sí que podemos dar una serie de pautas de lo que está pasando hoy, con los nuevos complejos represen- tativos de las grandes instituciones de poder de nuestro país.

Una de las características más importantes de nuestro siglo es el uso de todo lo ligado a internet por encima de los a medios de propaganda antiguos. Hoy en día, parece que nuestra existencia se justifica en la actividad registrada en una cuenta de Facebook, Twitter o cualquiera de las otras muchas redes sociales que existen. Pero es que, un hecho similar les ocurre a las instituciones de poder de nuestros días. Ahora, las instituciones de poder no precisan de verse representadas a pie de calle como en siglos anteriores, un ciudadano no tiene la necesidad de contemplar la imagen del poder que le gobierna mientras pasea por Madrid. La televisión y las páginas web se han convertido en el nuevo medio de representación simbólica del poder, son el escenario del poder del siglo XXI. No obstante, la arquitectura no ha quedado relegada a un segundo plano, aunque su función simbólica queda reducida Imagen de la Nueva sede de a una imagen, que a menudo sirve únicamente de encabezado de la página web del Repsol que aparece en la págia poder que representa, quedándole al individuo la certeza de que aquella institución web de la compañia. que le gobierna tiene una existencia física.

En el Madrid actual, una ciudad de sucesivas circunvalaciones y PAUs urbanísticos, los edificios de poder tienen un cambio en su percepción. Aparte de lo ya comen- tado con respecto a la imagen representativa en la red, aún nos queda a los ciuda- danos corrientes, una visión de estos nuevos centros de poder. Esta percepción, se realiza de manera lejana, desde el coche en la mayoría de los casos, convirtiéndose estos complejos institucionales en hitos repartidos por un paisaje urbano marcado por el asfalto que las carreteras y los numerosos polígonos que esperan una futura construcción. Por tanto, los dirigentes de las grandes compañías económicas se han visto en la necesidad de llevar sus sedes a la periferia de la ciudad, en base a la no necesidad de representación directa ya citada pero también como una estrategia de nueva imagen simbólica para sus empresas, que buscan ahora convertirse en mini ciudades sostenibles. En una sociedad que cada vez confía menos en sus políticos y empresarios, los poderes necesitan revelarse como transparentes y renovados. Como lenguaje de renovación se ha elegido lo sostenible a modo de representación de una vuelta a la naturaleza y un respeto al medio que nos rodea. Para materializar estos conceptos del siglo XXI, las instituciones contemporáneas han decidido crear ciudades. <· Las Tablas, barrio de nue- va creacción en el que se en- cuentran algunas de las mini ciudades “sostenibles” propias de este período. Es observa- ble también la forma urbana del nuevo Madrid, cullo creci- miento parte de los bordes de las carreteras, en este caso A-1.

50 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

El concepto de estas nuevas ciudades o campus empresariales dista mucho de lo que verdaderamente entendemos como núcleo urbano. La estructura de estos lu- gares se reduce a una agrupación de arquitecturas más o menos vanguardistas que se quieren ver rodeadas de naturaleza para justificar su propia existencia, supuestas ciudades que tienen la vocación de dotar a sus habitantes (trabajadores) con una vida (laboral) ideal, propia de nuestro siglo. Parques, carriles bici, o equipamientos deportivos y de ocio son algunos de los equipamientos de los que se dota a estas ciudades.

Estas nuevas mini-ciudades simbólicas, como copias de la ciudad prohibida de Pe- kín, solo permiten sus acceso a algunos afortunados, el resto de mortales se tiene que ver complacido con su conocimiento a través de la televisión o la página web de la institución en cuestión, o quizás, con una visión rápida desde una carretera próxi- ma. Esta reserva de lo que sabemos que existe pero no podemos visitar, convierte a las nuevas ciudades institucionales en símbolos aún más fuertes del poder que albergan en su interior.

Dentro de este sentido de renovación urbanística y vuelta a la naturaleza, el pro- yecto de Madrid Río se configura como uno de los más ambiciosos y simbólicos de la ciudad. Este gran eje verde pretende la recuperación del río Manzanares y la regeneración de los barrios periféricos colindantes. Acertado o no, lo evidente nos dice, que ya es un importante hito en la ciudad y que con seguridad se convertirá en unos años en el mayor símbolo cultural de la capital. En una situación similar se encuentra el proyecto de las cuatro torres construidas en los terrenos de la antigua ciudad deportiva, un hito para la ciudad que posiblemente sea el germen de un nuevo complejo simbólico que con el paso de los años se configurará como el foro de este siglo XXI.

Proyecto para el Centro ·> Internacional de Convencio- nes de Madrid, cuya forma ar- quitectónica significa a un sol emergente sobre el fondo de las cuatro torres de la Ciudad Deportiva.

51 Eduardo Mora Ruiz de Alda

Plano 04. Trazado simbólico de Madrid durante el siglo XXI. E=1:120000 (corona metropolitana)

Plano 05. Trazado simbólico de Madrid durante el siglo XXI. E=1:55000 (almendra central)

En el plano resumen del desarrollo urbano durante el siglo XXI, podemos observar que la estructura de la almendra central, definida ya en el siglo XX, no tiene variaciones notables. El desarrollo de la ciudad se expande basicamente por las sucesivas carreteras radiales M-30, M-40 y M-50, que conectan cada una de las poblaciones de la corono metropolitana con la capital.

52 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

53 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_17 CAMBIO DE SÍMBOLOS DE UN SOLO PODER

-BANCO BILBAO VIZCAYA ARGENTARIA- Ricardo de Bastida Bilbao (1919-1923) C/ Alcalá. CENTRO · Clásico · .

-TORRE BBVA- Francisco Javier Saenz de Oiza (1971-1981) Paseo de la Castellana. AZCA · Técnica ·

54 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid EJEMPLO ILUSTRADO_17 CAMBIO DE SÍMBOLOS DE UN SOLO PODER

-CAMPUS BBVA- Herzog & de Meuron (2008-2012) Avenida de Burgos. Distrito LAS TABLAS · Sostenible ·

El caso del Banco de Bilbao, nos sirve para ejemplificar como una institución de poder ha buscado su representación arquitectónica en la vanguardia de cada momento y el lenguaje simbólico. Así pues, este banco proveniente del País Vasco construye su primera sede en los primeros años del siglo XX pero aun dentro de la corriente simbólica de lo clásico. El em- plazamiento elegido para este primer edificio es el ya comentado eje oeste-este en su parte correspondiente a la calle de Alcalá. Durante los años de la técnica, el banco mueve su sede al centro simbólico de esos años, AZCA y se instala en una de las torres más emblemáticas de la ciudad. En estos últimos años una nueva sede del BBVA ha abierto sus puertas. Situada en el barrio de las Tablas, la moderna ciudad-campus del BBVA se erige como uno de los símbolos de este período marcado por el interés hacia lo sostenible y la vuelta a la naturaleza.

55 Eduardo Mora Ruiz de Alda EJEMPLO ILUSTRADO_18 TRANSFORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE SÍMBOLOS

ESTADIO NUEVO CHAMARTÍN Manuel Muñoz Monasterio, Luis Alemany Soler y Carlos Fdez. Casado (1947) · Clásico · Recubrimiento de pilastras y otros elementos clásicos de la estructura reticular de hormigón de herencia de las estructuras de esadios italianas.

ESTADIO SANTIAGO BERNABEU (desde 1955) Luis Alemany Indarte ,Rafael Alemany Indarte y Manuel Salinas Aracil (1980-1982) · Transición Clásico - Técnica · Se elimina todo el recubrimiento historicista pero se mantiene la estructura.

56 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

ESTADIO SANTIAGO BERNABEU Antonio Lamela Martínez (1992-1994) · Técnica · Se superpone una estructura de hormigón y las torres de acceso que le confieren una nueva imagen además de duplicar su altura (de 22 a 45 metros).

ESTADIO SANTIAGO BERNABEU Concurso: GMP Architekten / L-35 / Ribas&Ribas (2014) · Sostenible · e propone recubrir el estadio con una superficie continua y orgánica que le da al estadio una nueva imagen.

57 Eduardo Mora Ruiz de Alda

58 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

6. CONCLUSIONES. Hemos considerado que a modo de resumen y mayor entendimieno del tema, las conclusiones se dividen en cada uno de los subtemas que recoge este trabajo.

6.1. SÍMBOLO.

A. Permanencia del símbolo cuando el poder cambia:

Tras la aproximación realizada hacia el tema del símbolo de arquitectura, se con- firma que verdaderamente existe esa dimensión transcendental y persuasiva que se exponía en los primeros epígrafes. En Madrid, todos los poderes, desde la corona a los nuevos poderes económicos han querido ver reflejada su impronta a través de magníficos símbolos arquitectónicos con vocación de perdurar a lo largo del tiempo. Y es esta última apreciación una de las cosas que se concluyen en este trabajo, son muchos los edificios simbólicos de Madrid que perduran en el tiempo aunque los poderes que residan en ellos hayan variado. Este tema quiere decir que la perviven- cia de la arquitectura del poder sobrevive incluso al poder que la crea, aprovechán- dose en numerosos casos por poderes nuevos que la habitan, buscando así, una justificación simbólica del poder que pretenden ejercer en la ciudad.

Dentro de estos casos en los que el símbolo se mantiene pero el poder cambia, apa- recen ejemplos como el Banco Central de Crédito, en la calle Alcalá y que hoy se en- cuentra ocupado por el Instituto Cervantes o el Palacio de Linares, que paso de ser el poder privado y personal, a buscarse en el la justificación de una nueva institución como la casa de América.

Pero al igual que aparecen símbolos que por sus cualidades se verán ocupados por diversos poderes a lo largo de su historia, otros como por ejemplo la Plaza Mayor de Madrid ven ya su carácter anclado a un poder fuerte, que aunque probablemente inexistente en la actualidad, no les permitirá dar cabida a nuevas interpretaciones simbólicas.

B. Transición de símbolos:

Al desarrollar y ejemplificar cada uno de los tres lenguajes simbólicos que centran el desarrollo de este trabajo, queda patente que los estilos arquitectónicos que se enmarcan en cada uno de estos tres períodos son mucho más complejos, aunque si que es cierto que cada tiempo tiene una tendencia común equiparable a esos tres lenguajes. Pero esta riqueza y solapamiento de los etilos arquitectónicos nos hace que sea necesario el establecer una franja de transición entre los siglos XIX y XX, entro lo clásico y la técnica. En estos años de inicio del siglo XX los postulados de la arquitectura racionalista conviven con un gusto por la ornamentación clásica que se hace aún más relevante en la arquitectura del símbolo. Este hecho, sumado a las características políticas de éste período, motivan la construcción de ejemplos de transición. Uno de ellos es por ejemplo el caso de los Nuevos Ministerios, siguiendo un esquema racionalista de distribución y funcionamiento pero ligado aún a una presencia historicista a través de los materiales y su relación con la ciudad. Otro caso notable de este período de transición es el de la Gran Vía, a lo largo de esta calle de nueva creación se suceden las primeras torres de Madrid, inspiradas en modelos neoyorquinos pero noc motivos de la tradición clásica recubriendo algunos de los elementos más importantes de las fachadas.

Dentro de este apartado es también reseñable la existencia de algunas arquitecturas simbólicas que han experimentado un desarrollo en s mismas, acogiendo a lo largo

59 Eduardo Mora Ruiz de Alda

C. Transformación de símbolos:

Dentro de este apartado es reseñable la existencia de algunas arquitecturas simbó- licas que han experimentado un desarrollo en sí mismas, acogiendo a lo largo de su historia cada una de las tres etapas simbólicas característica de los siglos XIX, XX y XXI. Tal es el caso del estadio Santiago Bernabéu que ha sido recogido en uno de los ejemplos ilustrados. En sus inicios, el viejo estadio Chamartín se construyó con una estructura, imagen de los grandes estadios italianos clásicos, recubriéndose de una importante decoración de pilastras y cornisas. Más tarde dicha ornamentación seria eliminada, presentándose desnuda la estructura de hormigón, ya en las últimas dé- cadas del siglo XX, el estudio lamela sería el encargado de ampliarlo, superponiendo una estructura que le da un marcado carácter brutalista. En los últimos años, se ha llevado a cabo un concurso para buscar una nueva forma al coliseo del Real Madrid, el diseño ganador apuesta por una idea de sostenible, llevada a cabo mediante su- perficies continuas de marcado carácter orgánico.

6.2. PODER.

A. Etapas y poderes.

Al estudiar los ejemplos que de cada uso y por tanto de cada poder son reco- gidos en la ciudad de Madrid, podemos concluir que no todos los poderes se han visto de igual forma en todos los momentos de la historia. Aparecen por tanto dos hechos principales, hay poderes que tiene más repercusión en unas etapas que en otras y los poderes no siempre representan su poder a través de morfologías similares.

En el primer hecho, cabe destacar dos ejemplos, el poder religioso de la Iglesia Católica y el poder económico de las Instituciones Privadas. La Iglesia Cató- lica se configuraba como uno de los poderes hegemónicos de Madrid hasta el transcurso del siglo XIX que tenía una importante presencia en la ciudad a tra- vés de iglesias y conventos. El desarrollo y expansión de las nuevas ideas ilus- tradas propició una sucesiva pérdida de poder por parte de esta institución. La desamortización de Mendizábal (1936-1937), supuso un fuerte golpe el poder de la Iglesia dentro de la ciudad de Madrid. A partir de este siglo y como su- cesión en los siglos XX y XXI el poder de la Iglesia iba perdiendo importancia en beneficio de otros nuevos que comenzaban a florecer. Cabe destacar que el caso de la Iglesia Católica en España es destacable con respecto al del resto de países del mundo, teniendo en nuestro país una perdurabilidad mayor te- niendo períodos de verdadera hegemonía en tiempos contemporáneos, como durante la dictadura del Franquista.

El otro poder que ejemplifica este cambio es el poder económico de las insti- tuciones privadas. A lo largo del siglo XX aparece una nueva tipología edifi- catoria que no existía como tal en tiempos anteriores, se trata del edificio de oficinas. Este nuevo uso será el encargado de erigir los mayores símbolos de la arquitectura de poder de las últimas décadas del siglo XX y el siglo XXI. En la actualidad los hitos de la ciudad son torres de oficinas erigidas en representa- ción simbólica del poder económico. Tal es el caso del complejo de las cuatro torres de la Ciudad Deportiva, convertidas desde su construcción en la nueva imagen de la capital.

60 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

6.3. CIUDAD

A. Espacios símbolo de la ciudad.

Al analizar el trazado de Madrid y extraer de él los nodos de agrupaciones simbó- licas, y al estudiar la relación directa de cada uno de los ejemplos de arquitecturas simbólicas con su trozo de ciudad más próximo, podemos concluir que existen unos lugares que símbolos de poder en sí mismos. La creación de estos espacios simbóli- cos de la ciudad puede darse de dos formas principalmente: El primer caso sería en el que por consecuencia de algún hecho histórico o por las cualidades de su trazado como pueden ser cruces de caminos o confluencia de calles, los espacios adquieren en sí mismos ese carácter simbólico de el que hablamos. Y el segundo caso podría ser el que por la construcción de un edificio que es símbolo de poder en sí mismo anexo al espacio urbano en cuestión, el trazo absorbe la simbología de la arquitec- tura configurándose desde ese momento como nodo simbólico.

Hay varios casos que podrían servir para ilustrar cada uno de los dos hechos, por ejemplo en el caso de la plaza de Cibeles es el lugar el que tiene una importancia simbólica que cede a los edificios, aunque si bien es cierto, el trazado actual nace co- etáneo a la construcción de la arquitectura. Y con respecto al segundo hecho uno de los ejemplos más claro los Nuevos Ministerios y AZCA, en este caso es a través de la arquitectura como alcanza este punto sus cualidades de centro simbólico de poder.

Por su parte, cuando estos espacios urbanos quedan configurados como símbolos de poder atraen a nuevas arquitecturas que buscan en este enclave a justificación simbólica del poder que pretenden alcanzar en la ciudad. Con todo ello, se refuerza la condición simbólica de Madrid como capital del Estado.

B. Desplazamiento del centro simbólico.

Como se ha expuesto en el epígrafe que analiza en trazado simbólico de la ciudad, basado en la interpretación de Fernando Chueca Goitia, Madrid es una capital ex- céntrica en lo que al poder político central se refiere (Palacio Real), pero que ha experimentado un cambio de posición sucesivo de su centro vital. Podemos concluír que estre centro vital al que nos referimos se trata también de un centro simbólico que aunque durante el reinado de los Austrias y los primeros Borbones no acogía la representación de los poderes estatales, ya se configuraba como emblema para las gentes de Madrid. Chueca Goitia nos habla de este desplazamiento hasta llegar al enclave simbólico de la plaza de Cibeles, pero tras nuestro análisis podemos afirmar que más tarde probablemente esta centralidad coexistiese con el centro simbólico de AZCA y los Nuevos Ministerio y que probablemente a esta lucha por la hegemo- nía sobre el centro simbólico se haya sumado el enclave de plaza Castilla y las cuatro torres de Ciudad deportiva de Madrid.

C. Capacidad del Símbolo para crear ciudad.

En Algunos casos estudiados es la construcción del símbolo la que genera, a partir de él, el trazado urbano y por tanto genera ciudad, es el caso por ejemplo del movi- miento sucesivo de puertas y plazas a lo largo de la calle mayor hasta llegar a Cibeles. El eje principal de Madrid hasta el siglo XIX, experimentó numerosas ampliaciones como resultado de las sucesivas cercas. El pueblo de la capital, gustaba de reunirse en las puertas de acceso a la urbe, generando en ellas verdaderos enclaves simbólicos que con el paso de los años y el movimiento sucesivo de dichas puertas generarían espacios públicos como la Puerta del Sol o la plaza de la Villa.

61 Eduardo Mora Ruiz de Alda

62 Símbolo, Poder y Ciudad: arquitecturas de Madrid

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