atabuena está situada en la vertiente norte del Sistema Cental; sierra formada por una serie de bloques levantados y pequeñas fosas, dista a 37 Km. de la capital (), por la carretera N- 110, interrumpiendo, la monotonía del paisaje meseteño. Limita al MNorte con Pedraza; al Sur con las jurisdicciones de Villavieja y Gascones; al Este con ; y al Oeste con Gallegos. Se distingue de la Meseta no sólo por su topografía abrupta, levantándose más de mil metros so- bre los terrenos circundantes (alcanza una altitud de mil ciento cincuenta y seis metros, siendo su extensión territorial de dos mil ciento cincuenta y cinco hectáreas), sino también por las modifi- caciones climáticas que introduce la altitud y que se reflejan en el paisaje natural, conservándose mejor en la sierra que en otras zonas de la Meseta, posiblemente por sus condiciones de más di- fícil accesibilidad, y porque el régimen de explotación tradicional ha supuesto una menor destruc- ción de las condiciones primitivas.

Historia

La historia de Matabuena siempre aparece ligada a la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza, por eso es interesante dar al lector una información referida a esta zona. Esta información ha sido re- cogida en varios documentos escritos por investigadores como Luis Minguez “Orejanilla” (ya falle- cido) y al que se le debe su gran interés por el conocimiento de estas tierras. Según esos documentos se sabe que la comunidad de Villa y Tierra de Pedraza (que por entonces se llamaba Meterosa) tiene raíces celtibéricas. Esto hace pensar que las antiguas colonias de los celtíberos, se establecieran por todos estos parajes de la sierra de Matabuena.De los celtíberos surgieron las tribus de los vacceos y los arévacos, fueron estos últimos unos de los primeros pobla- dores conocidos de todas estas tierras, llegados principalmente de la zona norte de la península y los que ocupaban su suelo a la llegada de los romanos. Eran gentes valientes y nobles, sus hombres se dedicaban principalmente a la ganadería, mientras las mujeres utilizaban su tiempo al cultivo de los cereales. Se vestían con broches de cinturón, bra- zaletes, cuentas de collar en hueso, bronce, etc. Usaban agujas, punzones, tijeras, cuchillos, espa- Las dovelas de la arquivolta son lisas, tanto la arquivolta como la chambrana cargan sobre impos- das, jabalinas, puñales y escudos. Sus casas eran de planta rectangular, con cimientos de piedra y tas, decoradas con flores que se apoyan sobre columnas de capiteles esculpidos, dos palomas pi- encima muros de adobe, y algunas habitaciones cubrían su techo con ramaje y barro. coteando el capitel de la derecha y una paloma con las alas desplegadas en el capitel de la izquier- da muy semejantes, en el nativo de los capiteles, a la portada de la iglesia de San Bartolomé de En el año 96 antes de Cristo llegaron a Segovia los romanos que estuvieron hasta el año 415 des- Arcones.* pués de Cristo, fue un período de engrandecimiento como lo demuestra la infinidad de monumen- tos hechos a lo largo y ancho de la provincia. Saliendo del pueblo por la calle de la Fuentebuena, nos dirigimos hacia el cementerio y no encon- tramos con una serie de cruces de piedra del siglo XVIII que podía significar el rezo del calvario, al En la mitad del siglo XVI comienza el esplendor de la industria segoviana, alcanzando gran fama la final está la ermita del Santo Cristo de la Columna, del Año 1.617. finura de sus paños que salían de las numerosas fábricas que existían. Todavía existe una casona del año 1.757 que pudo estar dedicada a rancho o esquileo de las ovejas Las comunidades de Villa y Tierra se empezaron a fundar por el año 1.076, la primera en recibir merinas, debido al flujo de ganado que transitaba por la zona. dicho galardón fue Sepúlveda concedido por el Rey Alfonso VI. En la Plaza del Pueblo podemos contemplar una columna de piedra, del año 1.689, en ella encon- Según algunos documentos de los más antiguos que se conocen como es el “Voto de San Millán” tramos labrados algunos motivos religiosos, entre ellos una imagen de Santa María. Pedraza empieza a aparecer por el año 904, y en el año 1.247, nace como concejo y cabeza de tér- mino. Sería el principio de un señorío territorial alrededor del cual se levantaba un crecido numero A las afueras de Matabuena, en el Villar, al borde de la carretera encontramos una estela de pie- de aldeas con población principalmente ganaderas. dra, con una cruz labrada y en su peana una inscripción dedicada a Sotero García y Juliana Martín. No se sabe a ciencia cierta el motivo de su dedicación. La Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza tiene una superficie de 40.060 hectáreas y agrupa a 18 Ayuntamientos que son: (con los barrios de Ceguilla, Galindez y Martinca- En Matamala se cree que existió una ermita dedicada a Santa Barbara, otros dicen que pudo ser no) , , , Gallegos , El , (con el barrio de Pajares de San Juan o San Sebastián que estaría emplazada en la margen izquierda del camino viejo que va de Pedraza), Matabuena (con Matamala y Cañicosa), Navafria, , (con El Arenal, de Matamala a Arcones, en el paraje llamado el Santo. La Alameda, La Revilla, Orejanilla y Sancho Pedro) , , Pedraza (con La Ra- des de Abajo, La Rades de Arriba y La Velilla), (con Chavida, La Mata y Requi- La ermita de Cañicosa, que está dedicada a San Martín, con una Cruz de piedra y una inscripción jada), Torre-Val de San Pedro (con La Salceda y Val de San Pedro, (con Berzal en su peana con fecha de 1.794. En su altar se conserva un grupo escultórico con el caballo, San y Tejadilla), (con Valdevacas y Guijar). Martín y el mendigo. Con estos pequeños datos se puede entender que la historia de Matabuena no haya sido ajena a Monumentos los avatares y luchas entre poblaciones existentes por toda la provincia y en especial por esta zona, al ser una aldea de la tierra de Pedraza y participar en las reuniones que se organizaban en las Ve- Al recorrer el término de Matabuena nos encontramos con bas- gas que era el centro geográfico de jurisdicción, donde todos los vecinos de la comunidad estaban tantes signos de lo que en otros tiempos fue la vida cotidiana sometidos al Señorío de la Villa, al que debían respeto y obediencia. de sus pobladores. Son años prósperos, y aumenta considerablemente la cabaña ganadera, principalmente lanar y va- Según algunos documentos, la Iglesia que actualmente cuna, se diseñan las cañadas por las que más tarde discurriría el ganado hacia las zonas de Extre- contemplamos estaría construida sobre otra de estilo madura, aprovechando el clima más cálido del invierno, regresando en verano a los pastizales de románico la cual se cree que estaba dedicada a San Bar- la sierra, llegando a ser toda esta zona centro de aprovisionamiento de lana. tolomé conservándose de su primitiva construcción el Atrio y el Portal. * Datos recogidos de “Estudios Segovianos”, Instituto Diego de Colmenares. Patronato José María Cuadrado. Consejo Superior de Investigaciones Científicas Tomo XXIII, 1971. El templo actual, de herreriana sencillez, cons- ta de una arquivolta de medio punto cobijada por una chambrana de arista abocelada. Las dovelas de la arquivolta son lisas, tanto la arquivolta como la chambrana cargan sobre impos- tas, decoradas con flores que se apoyan sobre columnas de capiteles esculpidos, dos palomas pi- coteando el capitel de la derecha y una paloma con las alas desplegadas en el capitel de la izquier- da muy semejantes, en el nativo de los capiteles, a la portada de la iglesia de San Bartolomé de Arcones.* Saliendo del pueblo por la calle de la Fuentebuena, nos dirigimos hacia el cementerio y no encon- tramos con una serie de cruces de piedra del siglo XVIII que podía significar el rezo del calvario, al final está la ermita del Santo Cristo de la Columna, del Año 1.617. Todavía existe una casona del año 1.757 que pudo estar dedicada a rancho o esquileo de las ovejas merinas, debido al flujo de ganado que transitaba por la zona. En la Plaza del Pueblo podemos contemplar una columna de piedra, del año 1.689, en ella encon- tramos labrados algunos motivos religiosos, entre ellos una imagen de Santa María. A las afueras de Matabuena, en el Villar, al borde de la carretera encontramos una estela de pie- dra, con una cruz labrada y en su peana una inscripción dedicada a Sotero García y Juliana Martín. No se sabe a ciencia cierta el motivo de su dedicación. En Matamala se cree que existió una ermita dedicada a Santa Barbara, otros dicen que pudo ser de San Juan o San Sebastián que estaría emplazada en la margen izquierda del camino viejo que va de Pedraza), Matabuena (con Matamala y Cañicosa), Navafria, La Matilla, Orejana (con El Arenal, de Matamala a Arcones, en el paraje llamado el Santo. La Alameda, La Revilla, Orejanilla y Sancho Pedro) Puebla de Pedraza, Rebollo, Pedraza (con La Ra- des de Abajo, La Rades de Arriba y La Velilla), Santiuste de Pedraza (con Chavida, La Mata y Requi- La ermita de Cañicosa, que está dedicada a San Martín, con una Cruz de piedra y una inscripción jada), Torre-Val de San Pedro (con La Salceda y Val de San Pedro, Valleruela de Pedraza (con Berzal en su peana con fecha de 1.794. En su altar se conserva un grupo escultórico con el caballo, San y Tejadilla), Valdevacas y Guijar (con Valdevacas y Guijar). Martín y el mendigo. Con estos pequeños datos se puede entender que la historia de Matabuena no haya sido ajena a Monumentos los avatares y luchas entre poblaciones existentes por toda la provincia y en especial por esta zona, al ser una aldea de la tierra de Pedraza y participar en las reuniones que se organizaban en las Ve- Al recorrer el término de Matabuena nos encontramos con bas- gas que era el centro geográfico de jurisdicción, donde todos los vecinos de la comunidad estaban tantes signos de lo que en otros tiempos fue la vida cotidiana sometidos al Señorío de la Villa, al que debían respeto y obediencia. de sus pobladores. Son años prósperos, y aumenta considerablemente la cabaña ganadera, principalmente lanar y va- Según algunos documentos, la Iglesia que actualmente cuna, se diseñan las cañadas por las que más tarde discurriría el ganado hacia las zonas de Extre- contemplamos estaría construida sobre otra de estilo madura, aprovechando el clima más cálido del invierno, regresando en verano a los pastizales de románico la cual se cree que estaba dedicada a San Bar- la sierra, llegando a ser toda esta zona centro de aprovisionamiento de lana. tolomé conservándose de su primitiva construcción el Atrio y el Portal. * Datos recogidos de “Estudios Segovianos”, Instituto Diego de Colmenares. Patronato José María Cuadrado. Consejo Superior de Investigaciones Científicas Tomo XXIII, 1971. El templo actual, de herreriana sencillez, cons- ta de una arquivolta de medio punto cobijada por una chambrana de arista abocelada. Todavía se conserva una de las vías pecuarias más importantes de la trashumancia, se trata de la Cañada Real Segoviana, que transcurre de saliente a poniente a lo largo de la falda norte de la sierra de Gua- darrama, por ella pasaba todo el flujo de rebaños que procedían de la comarca Soriana y junto a los de Segovia se dirigían a Extremadura o el Valle de Alcudia, hoy podemos contemplar en la misma cañada, junto a la Dehesilla y antes de llegar al término de Gallegos, el corral de La Mesta, donde guardaban el ganado para descansar y hacer los correspondientes relevos antes de la siguiente partida. Hoy Matabuena con sus barrios de Matamala y Cañicosa, es un pueblo que ha tenido una evolución de acorde a los tiempos que estamos, es un lugar moderno, atrayente y fascinante para buscar el remanso de paz y alejarse del bullicio de la gran ciudad.