la palabra de los abuelos ESPIRITUALIDAD Cerca de 40 sabios mayores de los pueblos indígenas del país se encuentran reunidos en . LCuál es su mensaje? La mañana era fría y lluviosa, pero la voz del mamo Bunkuanarún, un líder espiritual del pueblo arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, resonaba cálida y fuerte en medio de la niebla que cubría la cima del cerro de Monserrate: "La montaña está enferma, está herida, está triste. Las nubes dicen que abajo todo está deteriorado, y la misma tierra ve al hombre como un destructor. El hombre está enfermo del espíritu, y una de sus enfermedades es el olvido de su historia, de su raíz. La única fuerza que queda para salvar al mundo es lo que dice la piedra, lo que dicen el árbol y el río: volver al pensamiento ancestral, que brota de las mismas montañas y de la boca de los abuelos".

Estas fueron sus palabras mientras realizaba uno de los últimos pagamentos, o rituales de tributo a le tierra, que se llevaron a cabo como preparación al 1 Encuentro de Saberes Ancestrales, una cumbre de los sabios mayores de . Durante los cinco primeros días de septiembre, cerca de 40 autoridades espirituales indígenas se encuentran reunidas en Bogotá para regar la semilla de su sabiduría.

Entre ellos se cuentan mamos arhuacos y kogis (Sierra Nevada de Santa Marta); tatsembúas de los pueblos kamsá e inga y autoridades mayores de los siena (Putumayo); jaibanás emberas, katíos y wuanana (Chocó); sabios mayores de los pueblos yanaconas (Cauca); taitas de los muinane, uitoto y bora (Amazonas); autoridades mayores de los pueblos piapoco y achaqua (Llanos orientales), y ojkes de los cabildos (Cundinamarca). "Este encuentro recuerda la vocación de lugar de reunión que tenía la Sabana de Bogotá para los pueblos de América", afirma Roberto Santos de la ONG TierraUna y quien ha estado al frente de la organización del evento.

Territorio de dioses

Cuenta el mamo arhuaco Aruawikugumu Yosatana que hace cientos de años, antes de que llegaran los españoles, más de 780 sabios de América solían reunirse todos los años en la sauena de Bogotá. Era la época en que Bacatá, nombre original de esta tierra, era gobernada por el zipa, líder del pueblo y un hombre que hablaba gran cantidad de lenguas espirituales. .. Junto con , en México, y Machu Pichu, en Perú, Bacatá era uno de los más importantes sitios de reunión del continente. Su nombre significa "lugar de encuentro con los dioses", por lo que se consideraba un territorio sagrado en donde los sabios venían a comunicarse con los espíritus. Era, además, un lugar para dar consejo, para enseñar y para aprender.

Muchos años después, lo'?sabios están de vuelta en Bacatá. Para ello fue necesario preparar el territorio con pagamentos como el que hizo el mamo Bunkuanarún en Monserrate. Desde septiembre de 2004, mamas arhuacos y kogi, okjes muiscas y algunos sabios mayores de otras partes del país les han rendido tributo a lugares sagrados del , como las lagunas de Guatavita, Siecha, Tata, Guasca y Chingaza; el salto del , en Soacha; la catedral de sal de Zipaquirá; las piedras del en Facatativá, y el templo del sol en , entre otros. Los pagamentos sirven, fundamentalmente, para darle gracias a la Madre Tierra. Pero también tienen el fin de hacer limpieza espiritual y pedir permiso a los lugares sagrados. Además, en el ritual del pagamento el abuelo sabio se conecta con la Tierra y escucha su mensaje para luego transmitirlo.

Justamente, el objetivo del encuentro ha sido compartir la palabra de la Tierra, el mensaje que este territorio quiere darle a su gente. "Este es un encuentro de la palabra, un encuentro para comunicarnos de una manera sencilla y profunda", dice Kasokaku Mestre, un joven indígena arhuaco que hace parte de los organizadores del evento.

Por eso, los abuelos sabios se dedicaron pacientemente a preparar dicha palabra. Para definirla, el jueves primero de septiembre sostuvieron una reunión interna durante todo el día en el Jardín Botánico. El viernes se dirigieron a la capilla de Sie<.ha, con el ánimo de obtener el permiso espiritual para difundirla. La razón de ir allá es que en los tiempos del Zipa, el lugar donde se encuentra la capilla era nada menos que la sede de un consejo de ancianos que aprobaba las decisiones importantes que se tomaban en el territorio de Bacatá. Allí los abuelos dedicaron toda la mañana a una ceremonia de limpieza en la cual, entre cantos y oraciones, dejaron sembrada su voluntad de unirse como pueblos indígenas.

Al cierre de esta edición, se disponían a implantar y difundir, durante el fin de semana en el parque Simón Bolívar, una palabra ya depurada y trabajada. También se preparaban para limpiar espiritualmente, el lunes 5, el monumento a Cristóbal Colón y la reina Isabel en la avenida , y la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en la calle que lleva su nombre. lPor qué? Porque, según los abuelos, esos monumentos mantienen una carga de violencia que influye en la contaminación espiritual de Bogotá. Por esa misma razón, se disponen a rebautizar la avenida Jiménez como avenida Sagipa, nombre del último Zipa de Bacatá y quien fue asesinado por los conquistadores.

Para los sabios indígenas, la crisis del mundo material está directamente relacionada con la del mundo del espíritu. Si el hombre no está en armonía consigo mismo, tampoco estará en armonía con la tierra. Y viceversa: donde la tierra está contaminada, la gente que viva en ella tendrá el espíritu confuso.

Ellos tienen claro que la causa del conflicto es el daño que el hombre le está haciendo a la Madre Tierra, y el desequilibrio que este daño origina. Los sabios no se hacen complicadas teorías para explicar la guerra. Para ellos, todo es más simple: la guerra ,, en Colombia se origina en la profanación que durante años se le ha hecho a la hoja sagrada de coca. Y la guerra en el mundo proviene de la profanación a la Tierra: del robo del petróleo, de la contaminación de las aguas, de la tala de los bosques, de los experimentos genéticos en plantas y animales.

"Los hombres no están haciendo nada por la Tierra, no están creando nada. Lo único que hacen es tragar y tragar, como caimanes", dice el mamo Aruawikugumu. Por eso, por el desequilibrio que el hombre causa en la tierra, los abuelos no se sorprenden de los huracanes, las erupciones volcánicas y todos los desastres naturales que tienen lugar en el mundo

No se sorprenden, pero se preocupan y toman acción. Por eso vienen a compartir su mensaje. O, en palabras del abuelo taita Arturo Rodríguez, de la comunidad muinane del Amazonas: "Los grandes sabios vienen a sanear, a limpiar el suelo y preparar el camino. Vienen a regar la semilla y a unir sus palabras en una sola palabra. Cada quien cosechará lo que tenga que cosechar".

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