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Empresa Nacional de Residuos Radiactivos Otoño 2011 / No 100 estratos Número especial

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Estratos cumple 100 números 00.1 E100_Sumario.qxd:E 18/11/11 10:10 Página 2 sumario 3 carta del director De la Galaxia Gutenberg a la Galaxia Internet Máximo Taranilla

4 entrevista José Alejandro Pina, presidente de Enresa: “Defiendo el ATC porque no tengo prejuicios” Concha Barrigós

10 cien números, veinticinco años 12 La divulgación científica al alcance de todos Jorge Fernández 18 Las personas tras la revista Manuel Toharia 22 El narrador que era Felipe Mellizo Miguel Ángel Aguilar 25 Aquella España de 1986 Teresa Palacio 30 Estratos ante el espejo Arantza Prádanos

34 nuevas tecnologías para una misma tarea 36 La idea y la herramienta Ignacio F. Bayo 46 Los españoles y la energía nuclear: serenidad, ambivalencia, pragmatismo José Juan Toharia 52 Veinticinco años de ciencia Mónica Salomone

56 otra vuelta de tuerca 58 Cultura atómica: una historia de amor y odio a las radiaciones Pablo Francescutti 64 El laberinto de las palabras José María Montero 68 Advertencias al futuro Luis F. Pérez 72 La impronta humana en la biosfera Francisco García Novo y Raquel P. Fernández Lo Faso 76 Bienvenidos a la ciencia 2.0 Clemente Álvarez 80 Otra mirada sobre el ATC David Jiménez 82 El escritor comprometido José Manuel Caballero Bonald 88 AT y C (A Tenedor y Cuchara) Maestro Sollastre 92 Y dentro de veinticinco años, ¿qué? Manuel Toharia

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carta del director

De la Galaxia Gutenberg a la Galaxia Internet por Máximo Taranilla

sta publicación, su nombre y Nace, pues, con la misión casi sagra- sa, sino de los periodistas en activo de los los contenidos que la sustentan da de informar, que no adoctrinar, a la más importantes medios de comunica- Eson fruto de los tiempos que la sociedad sobre una cuestión compleja, ción nacionales, que permitieron visua- alumbraron y de las personas que la hi- que en ocasiones da fáciles argumentos lizar la credibilidad de la revista más allá cieron posible. En la década de los ochen- para la demagogia, como es el mundo de de órgano de comunicación empresarial, ta, en nuestro país no solo cada día tenía los residuos radiactivos. De ahí que, al para convertirse en fuente de información su afán, sino que cada noche amasaba principio, adopte formalmente un esti- sobre la gestión de los residuos radiacti- nuevos cambios. La sociedad española lo adusto, lejos de las creaciones más vos, así como de los proyectos que ponía sufre una mutación vertiginosa en todos ochenteras, y que respire por todas sus en marcha la empresa. Un modelo que ha los ámbitos. La revista Estratos nace páginas un espíritu racionalista y carte- tenido múltiples imitadores, tanto en el en esa época de modernización y pro- siano, bajo el principio no explicitado de sector como fuera de él. fundas transformaciones políticas, so- que es necesario que la sociedad conoz- La revista Estratos, que cumple ciales, económicas, industriales y cultu- ca la materia en su profundidad para ahora veinticinco años, un cuarto de rales; también de los medios de comuni- que pueda hacerse una idea propia, tener siglo en la historia de nuestro país, ha sido cación, especialmente de las publicaciones su propia opinión y finalmente la acep- capaz de resistir los embates y las calmas de divulgación científica. Se crea Enre- te. Un buenismo que no siempre fue lineal durante esa procelosa singladura, hasta sa, y en su misma concepción se decide y que, en ocasiones, no tuvo en cuenta alumbrar el futuro incierto con el que poner en marcha una revista corporati- la perversión del sistema, la fragmenta- arranca el siglo XXI, en la esperanza de va que informe a la opinión pública so- ción de las sociedades, las estrategias de seguir informando a las generaciones bre un tema, la gestión de los residuos desinformación y el marketing aplicado futuras sobre la gestión de los residuos radiactivos, hasta entonc es circunscrito a las ideas. radiactivos, los avances científicos y tec- al mundo de los científicos y de los téc- Pero el testigo de informar a la opinión nológicos y el respeto al medio ambien- nicos. Un reflejo de lo que estaba ocu- pública sobre las actividades que se lle- te, siempre de manera rigurosa y profe- rriendo mediáticamente en el país, don- van a cabo, heredado de los pioneros que sional, característica de esta publicación. de comenzaron a editarse revistas espe- pusieron en marcha Estratos, y que en Lo que comenzó siendo un proyecto cializadas que, de una manera masiva y el fondo obedecía a la misión que se enco- asentado en los principios de la impren- en un lenguaje divulgativo, ponían a dis- mienda a Enresa en su decreto funda- ta, Galaxia Gutenberg, tendrá que evo- posición de la sociedad una información cional, se mantuvo a lo largo de toda la lucionar a los nuevos parámetros que hasta entonces reservada a círculos de trayectoria de la revista contra viento y está marcando la Galaxia Internet. Ahí iniciados, en una especie de espiral de marea. En esa misión, se contó con la se vislumbra el futuro de Estratos. democratización del conocimiento. ayuda no solo de los técnicos de la empre- También de Enresa. ■

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José Alejandro Pina, presidente de Enresa

“Defiendo el ATC porque no tengo prejuicıos”

La vida profesional le ha dado una segunda oportunidad y, como un profeta de la verdad, ha transitado durante los últimos años anunciando la buena nueva del Almacén Tem- poral Centralizado (ATC). Este heterodoxo del sector, José Alejando Pina Barrio (Segovia, 1950), siempre ha estado vinculado profesionalmente al Ministerio de Industria, donde tuvo que lidiar con las recon- versiones industriales de la década de los ochenta. Dice lo que piensa sin temor a nada. Pone pasión en todo lo que hace, y en los últimos años al frente de Enresa, además del proyecto ATC, ha abordado la puesta en marcha del desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera, la puesta en explotación de la instalación complementaria para residuos de muy —¿Qué hace un economista, diplomado en baja actividad en El Cabril y la aplicación de soluciones Econometría y en Altos Estudios Militares, técnicas para resolver la saturación de las piscinas de presidiendo una empresa como esta? —Para gestionar una empresa no es alguna central nuclear del país, entre otros proyectos. necesario ni ser ingeniero, ni abogado, ni En materia del reconocimiento de la sociedad a su filósofo. Lo que hace falta es una mente analítica que permita ver cuál es el con- gestión, ha recibido el aplauso a la labor de servicio junto de los problemas que le afectan. público realizada por Enresa en sus veinticinco años —Dedicado al análisis de coyuntura en el Ministerio de Industria, un departamento de existencia, representado en premios concedidos al que pertenece como funcionario desde ■ 1975, ¿sugirió la creación de Enresa? por los medios de comunicación o la universidad. —La idea fue de Juan Manuel Kin- por Concha Barrigós, periodista. delán, primer presidente de la empresa,

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entrevista jorge fernández

pero yo, que entonces estaba en el ga- yo, que todo el mundo creía que la em- mental para tener los recursos necesarios binete del ministro, me preocupé de presa era un banco... para sufragar el coste de tratamiento, ayudar, en la parte que me correspon- —¿De verdad alguien pensaba que era acondicionamiento y almacenamiento día, a persuadir a los parlamentarios un banco? de los residuos. El principio básico, y ese de la necesidad de que se creara esta —Quien no nos conoce bien piensa es uno de los grandes éxitos del modelo empresa, lo que ocurrió en 1984. Lo que Enresa, por el fondo de gestión de español, es tener la financiación necesaria que nunca pensé es que fuera a acabar los residuos radiactivos que maneja, es para acometer la gestión sin que las ge- en ella. un banco. Que simplemente con tener neraciones futuras paguen por algo que —¿Cómo le convencen diez años después conocimientos bancarios y de los mer- no han consumido. Se cobra por los ki- de aquello para que la presida? cados se puede gestionar, cuando es una lovatios/hora producidos en cada una las —Es Juan Manuel Eguiagaray, cuan- empresa de gestión, sí, pero de residuos centrales nucleares, teniendo en cuenta do Kindelán pasa a ser presidente del radiactivos. Esa es una de las grandes fa- cuál va a ser el coste de la gestión hasta Consejo de Seguridad Nuclear [CSN], lacias sobre Enresa. Aunque es cierto el final de la vida de la central, y se va el que me dice que por qué no me ocupo que la gestión de ese fondo es funda- acumulando.

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Un Fouché bueno y leal

Le encanta leer cualquier cosa que tenga una letra detrás de otra. Por eso no tiene televisión, no vaya a ser que alguna “bobada” le arranque de las páginas de un libro. Ahora, José Alejandro Pina está con E.L. Doctorow y recomienda apasionadamente la última obra de Umberto Eco, El cementerio de Praga, porque su protagonista, Simonini, le recuerda a su héroe, el político francés Joseph Fouché, cuya biografía es otro de sus libros de ca- becera. “Fue un trapisondista, navegó por cien mares, fue duque, asesino de Robespierre y a la vez su discípulo, cura...”, enumera admirado quien, en la antítesis, puede presumir de haber sido elegido este año “ome bueno e leal” de las Águedas de Segovia. No es el único galardón de la temporada. El Aula Cordobesa del Vino, dedicada a la promoción de los vinos de Montilla y Moriles, le ha nombrado socio de honor. ¿Su mérito? Un hígado castigado por esos caldos, porque los ha probado mucho, mucho. El presidente de Enresa se dedica a la crítica gastronómica y disfruta enormemente descubriendo nuevos sabores, aunque lo que le pierde es un buen arroz, un “género” del que lo sabe todo porque, entre otras cosas, tiene la suerte de que su hermano Pedro cosecha 45.000 kilos de la variedad Calasparra, “de una calidad insuperable”. Pero en su próxima reencarnación, es decir, cuando deje de presidir Enresa, a lo que se dedicará es a la coc- telería. Está seguro de que sus muchos amigos hosteleros le dejarían prac- ticar dos o tres horas al día en sus locales haciendo “la mejor” bala de plata de España. Devoto de José Tomás, Pina da gracias al Gobierno, con el que está “ab- solutamente de acuerdo”, de que solo pueda fumar dos puros al día: uno después de comer y otro en el salón de su casa. Mientras lee, claro. ■

—¿Cuáles son las otras “falacias” en dedicamos a hacer campañas de comu- su repercusión en el ‘mix’ energético, pero se torno a Enresa? nicación. No tiene ningún sentido que produce la catástrofe de Fukushima y todo —Que es una empresa absoluta- nos conozcan o no; de lo que se trata es indica que el panorama ha cambiado para mente técnica, cuando en realidad es de explicar lo que estamos haciendo. Una siempre. ¿Qué impresión tiene al respecto una empresa compleja donde se tienen de nuestras labores fundamentales es lle- una empresa de comunicación como la suya? que abordar, además de los temas téc- var a la mayor cantidad de ciudadanos —Había un movimiento, según re- nicos, los temas de opinión pública, o a visitar El Cabril, el almacén centrali- flejaba el Eurobarómetro, de retroceso si se quiere, de comunicación. La ges- zado donde se llevan los residuos de baja de las posiciones antinucleares. Lo que tión de los residuos radiactivos ya está y media actividad que se generan en hos- Fukushima ha puesto de manifiesto es resuelta, porque disponemos de la tec- pitales, centros de investigación, indus- que hay riesgos de que puedan producirse nología y los recursos para llevarla ade- trias y centrales nucleares de España. accidentes. Hemos podido ver al Nobel lante, y ahora la principal labor es dar- ¿Por qué? Porque todo el mundo hace Kenzaburo Oé liderando una manifes- nos a conocer. Nuestro problema es que “fu” como el gato en cuanto oye hablar tación antinuclear, y en Japón no las había tenemos que mejorar la imagen que se de eso, pero una vez que conocen el sis- habido nunca. Los medios han infor- tiene de nosotros. tema de gestión, dejan de tener esa pre- mado con pelos y señales de este graví- —¿Dar a conocer Enresa o que la gente disposición desfavorable y se convierten simo accidente, pero yo rogaría que die- no tenga miedo de lo que hace la empresa? en portavoces. ran el mismo metraje a otro tipo de in- —Le sonamos al 1% de la población —Hablando de mala prensa. Veinticinco cidentes. El último que ha tenido relación y de ese porcentaje más del 75% cree que años después de Chernóbil, parecía que había con la radiactividad fue en Marcoule somos Endesa, pero es un dato que sim- cierta comprensión acerca de lo que hacen las [Francia], y no tuvo repercusión radio- plemente constatamos, porque no nos centrales, de dónde sale la energía y cuál es lógica, sucedió el mismo día que en Kenia

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entrevista jorge fernández

150 personas murieron cuando robaban diría que hay que gestionar los residuos central en España que se desmantela a combustible. Pues bien, esa noticia ocu- y que tienen la suerte de que exista una nivel 3, es decir, se dejará el emplaza- paba el lugar 34 y la de Marcoule el pri- empresa que se dedica a ello. miento limpio para que los propietarios mero. Con esto no estoy minimizando —Cuando estuvo la primera vez en de los terrenos —Gas Natural Fenosa— los riesgos de un accidente nuclear; pero Enresa, presumía de haber hecho un des- puedan hacer allí lo que quieran, en cuan- si es por número de personas fallecidas, mantelamiento ejemplar en Vandellós I, to el CSN se lo permita. Nuestro trabajo quiero decir que en todos ellos ha habido Tarragona. Ahora están con el de Zorita, es dejarlo todo como antes de que se muchísimos menos muertos que en el en Guadalajara. ¿Cómo va? construyera allí una central. sector del carbón. La dedicación infor- —En Vandellós I hicimos un des- —Las partes más activas de Vandellós I mativa a cualquier incidente nuclear es mantelamiento ejemplar, porque cum- siguen en la central, ¿adónde se van a llevar desmesurada. Habría que concienciar al plimos tanto los plazos marcados como las partes más activas de Zorita? ciudadano cuando se opone a esta ener- los costes previstos. En el caso de Zorita, —La diferencia son las tecnologías gía: que la mejor energía es la que no se donde empezamos hace más de un año, de las dos centrales. Vandellós I es de consume; concienciarle de que cuando la obra va tal y como teníamos progra- grafito-gas, y es muy difícil de gestionar. enciende la luz, produce residuos radiac- mado. Hemos desmantelado ya inter- Lo que hemos hecho ha sido dejar que tivos en las centrales nucleares y que al- namente todo lo que no son partes activas pase el tiempo, porque veinticinco años guien tiene que gestionarlos. Enresa es y, entre diciembre y enero, cuando nos después podremos entrar en la instalación la parte final de un proceso de generación autorice el CSN, empezaremos con las con la actividad radiactiva más baja. En núcleo-eléctrica. Yo no entro en si tiene partes activas. Cumpliremos los plazos el caso de Zorita, es otro tipo de tecno- que haber o no energía nuclear, es una —un total de cinco años— y para 2016 logía y lo más activado es el combustible decisión de los ciudadanos, pero yo les tendrá que estar acabado. Será la primera gastado; lo que queda es una carcasa de

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acero, pero activada con nivel de baja y media. Una vez que la troceemos, se po- drá llevar a El Cabril. —¿Y el combustible gastado adónde irá? —A contenedores, al Almacén Tem- poral Centralizado [ATC]... —..., que no existe. —Hemos hecho el trabajo que nos correspondía: asesorar a la Comisión In- terministerial que creó el Gobierno para decidir respecto a las candidaturas y las características técnicas que debía tener el almacén. Hemos hecho nuestro trabajo y el Gobierno también. Se presentaron catorce municipios candidatos, de los que han quedado ocho y vale cualquiera de ellos. Nos consta que están trabajando con las comunidades autónomas, porque no tiene sentido construir un almacén de este tipo sin la venia de la comunidad. Es un tema que debe resolverse y se va a resolver. Conviene destacar que, en este proceso, todos los ayuntamientos que se presentaron voluntarios han salido ele- gidos por mayoría absoluta; es decir, los ciudadanos no les han castigado por to- mar, como algunos decían, una decisión al final de su mandato y, por lo tanto, “no democrática”. —¿Cuál es el pero fundamental al ATC? —Todo el mundo está de acuerdo, porque es más barato, más seguro... To- dos de acuerdo en que no puede haber siete piscinas —donde se colecta el com- bustible gastado de y en cada una de las centrales— por los siglos de los siglos. En Fukushima existía un ATC y todo el combustible que había allí está en per- fecto estado, no ha sufrido ningún daño;

el problema ha sido en las piscinas. En jorge fernández dos palabras: el combustible gastado está mejor en seco que en húmedo; el pro- En Holanda, el ATC está en un polígono energética. ¿Un mundo como este se puede blema es que nadie lo quiere, como dicen industrial. Eso demuestra que no hay permitir tal despilfarro? los ingleses, en su jardín. ningún riesgo, ni de explosión ni de na- —El planteamiento de hacer el al- —¿Y en un lugar abandonado? da... Es un cementerio en el sentido de macenamiento en seco y en superficie —Eso sería una contradicción, porque que allí no se mueve nada. Cuanto más tiene todo el sentido del mundo porque, si estamos diciendo que es seguro, no hay tiempo pasa, más muerto está y por tanto dado que eso se puede utilizar, ¿quién que huir con ello a ningún sitio. Se podría es más fácil gestionarlo, con la transmu- dice que en el futuro no se podrá reuti- hacer en el centro de Madrid, pero hay tación, con la separación, etcétera. lizar? Teniéndolo ahí va decayendo la que trabajar con unos contenedores de —Cuando las barras de combustible de- actividad y se puede manipular mejor. dimensiones considerables y sería muy jan de tener su máxima actividad, aún le Necesitamos tiempo y dinero para in- complicado pasarlos por algunas calles. queda remanente el 95% de su capacidad vestigar. El tiempo nos lo va a dar un

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entrevista

—Nada. Se pensó un diseño que aguante terremotos de 7,5. Después de “Deseo que cualquier presidente de Enresa lo ocurrido en Fukushima a lo mejor al- guien piensa que es poco, pero el último tenga en cuenta que esta es una empresa de que hubo fue de 5,5 hace quinientos años y, aunque lo hubiera, está diseñado servicio público, no un banco, porque eso sí para que las celdas —las estructuras de hormigón que contienen los materiales puede ser un riesgo” radiactivos—, se muevan libremente y no colisionen unas contra otras. Aunque se rompieran, lo que se almacena allí es cemento. No explota, no hay gases, no hay líquidos. Solo gamos y buitres. ATC, y una parte importante del dinero, mantuve, y mantengo, que siempre es- —¿Qué pasará después del 20-N en el programa de I+D de Enresa, que desde taremos a tiempo de hacerlo, pero antes Enresa? su creación, hace veinticinco años, destina podemos intentar gestionarlos de manera —Como empresa pública que es, sus unos seis millones de euros al año. diferente. El ATC no es solo un “ce- responsables los nombra el Gobierno. —Cuando hace diecisiete años ya de- menterio nuclear”, sino que está pensado Lo que deseo es que cualquier presidente fendía ante sus colegas europeos este tipo de que haya un centro de investigación des- de Enresa tenga en cuenta que esta es almacenamiento y se oponía al Almacena- tinado a estudiar cómo disminuir la ac- una empresa de servicio público, no un miento Geológico Profundo (AGP), ¿ima- tividad del combustible gastado y ges- banco, porque eso sí puede ser un riesgo. ginaba que pasaría esto? tionarlo mejor. Los recursos de Enresa no pueden des- —Mi planteamiento anti AGP tiene —En veinticinco años y cien números tinarse más que a lo que están pensados: que ver con mi formación como econo- de ESTRATOS han pasado muchas cosas en gestionar residuos radiactivos, y la co- mista, en el sentido de que enterrar un Enresa. ¿Qué ha sido lo mejor? municación tiene que ver con esa gestión. combustible que puede ser susceptible —La formación de un equipo hu- —Usted, que es como el verso libre del de ser usado y, además, con un coste que mano muy cohesionado, capaz de ges- sector nuclear... no tenemos idea de cuál puede ser, no tionar los residuos de este país. Prácti- —El “regulado rebelde”, me llaman tiene sentido. Pero, además, que cada camente estamos los mismos con los cariñosamente desde alguna institución país que tenga combustible gastado se que empezó la empresa y eso garantiza pública a la que respeto, porque digo lo haga su propio AGP no deja de ser una que el conocimiento que tenemos sobre que creo que hay que decir en cada mo- gran contradicción. Yo defendía que si los residuos radiactivos se ha consoli- mento, sin importarme si, personalmen- había AGP, que fueran internacionales, dado. Como hitos, destacaría la puesta te, me viene bien o mal lo que digo... porque no tiene sentido que países como en marcha en 1992 de El Cabril [Cór- —... entonces, no tendrá ningún temor Holanda, Bélgica, España, Francia o doba]; el desmantelamiento de Vande- sobre su futuro, sobre su continuidad en Suiza construyan uno cada uno, ya que llós I; el inicio del desmantelamiento Enresa. el coste de construcción no es escalable; de Zorita; los estudios de puesta en mar- —Estoy en Enresa porque quieren es decir, que cuesta lo mismo guardar cha del ATC; el desmantelamiento de mis accionistas y el Gobierno. Yo sé que 6.700 toneladas que 2.000. La Unión la fábrica de uranio de Andújar [ Jaén]; llegué aquí para irme. Soy el único que Europea ha sacado una directiva en sep- un programa de I+D que nos permite tiene fecha de caducidad en la empresa. tiembre sobre gestión de residuos en la estar entre las mejores empresas de Eu- —Bueno, usted llegó a Enresa para que habla de los AGP, pero también de ropa en gestión de residuos y un sistema volver... que podrían ser internacionales. Luego de financiación que garantiza que no —La primera vez que me fui, mandé yo, como el Cid... se dejarán de gestionar los residuos por un correo a todos mis compañeros di- —¿Tiene la sensación de estar clamando falta de fondos... Hemos dado solución ciéndoles que volvería: “Ojo, que vol- en el desierto? a todos los problemas que se han plan- veré”. Nadie se lo creyó; soy el único —Estoy absolutamente convencido teado, incluido el del combustible gas- que lo creía. Lo decía porque había em- de que mis posiciones no son las domi- tado, que es el ATC, y espero que antes pezado lo que quería acabar. Es como nantes en el sector. He defendido el tema de que yo me vaya de esta empresa, sea ahora: si no sale el ATC en la etapa en del ATC desde hace mucho porque no cuando sea, lo haga con esa decisión to- la que yo esté en Enresa, volveré. Lo tenía prejuicios. En una época en la que mada por parte del Gobierno. único bueno que tengo es la intuición. todo el mundo decía que la única solu- —¿Qué es lo máximo que podría pasar Todo lo que he dicho se ha cumplido ción que había era enterrar los residuos, en El Cabril? punto por punto. ■

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Cien números, veinticinco años

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vio la luz con La revista un objetivo: in- formar a la sociedad sobre Enresa. Corría el año 1986, ciertamente histórico para España, ya que nuestro país ingresaba en la Comunidad Económica Europea. Un cuarto de siglo nos separa de aquel país y de aquel primer ESTRATOS impulsado por el inolvidable Felipe Mellizo, primer director de Comunicación de la empresa. Desde hace veinticinco años, la revista acude puntualmente cada tres meses a la cita con sus lectores, quienes sin duda habrán comprobado los cambios en la publicación a lo largo del tiempo y la fidelidad a un producto ameno, en cuyas páginas las informaciones de la casa se ven com- plementadas por otros contenidos de interés sobre ciencia, tecnología y medio ambiente. Como no podía ser menos, recogemos la opinión que merece la revista, por boca de profesionales de di- versos ámbitos. Y recordamos a la mul- titud de colaboradores que han publicado en los cien primeros números de ESTRATOS, sin los que nada habría sido posible. n

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Estratos cumple cien números al servicio de la información sobre gestión de residuos, tecnología y medio ambiente La divulgación científica al alcance de todos

ESTRATOS está de aniversario. El número que tiene en sus manos es la guinda a veinticin- co años y cien números de cita trimestral con sus lectores. Esta revista es fruto de la voluntad de Enresa, como empresa pública, de dar a conocer a la sociedad espa- ñola sus proyectos y actuaciones, y del compromiso con la transparencia en to- das sus actividades. Pero, además, Estratos definió desde sus inicios un nuevo modelo de publicación institucional al abrir sus páginas a la información de te- mas multidisciplinares, elaborados por periodistas independientes y ajenos a la empresa. Hoy, la revista es una publicación valorada y un referente por sus con- tenidos en el mundo de la ciencia y la comunicación. ■ por Jorge Fernández, enresa.

parecida hace veinticinco años, rrollo de los proyectos de Enresa o el mación que la sociedad española vivía y coetánea de revistas de divul- estado de la cuestión en el ámbito inter- entonces (moratoria nuclear, referén- A gación científica y medioam- nacional, se abría paso el fracaso de la dum de la OTAN, campañas de los gru- biental como Conocer, Natura, Quercus fusión fría, la investigación con células pos ecologistas, etcétera), los temas rela- o Muy Interesante, Estratos se planteó madre, los sucesivos planes nacionales cionados con la energía nuclear no tenían desde el principio como una revista cor- de I+D, los nuevos desarrollos tecnoló- precisamente buena prensa. porativa diferente. Al compromiso de gicos, los avances en medicina, la Para Enresa, y especialmente para su formar e informar sobre la gestión de los implantación de las energías renovables primer presidente, Juan Manuel Kin- residuos radiactivos en sus diferentes o los resultados de los programas de delán, el desarrollo desde el principio áreas (I+D, desmantelamiento de ins- investigación espacial. Los temas cita- de una política de comunicación insti- talaciones, transporte de residuos, etcé- dos, junto a otros muchos, están reco- tucional se consideró estratégica. De tera), se unió la tarea de servir de alta- gidos en las páginas de la revista con un manera que, ya en el primer organigra- voz de temas científicos, medioambien- lenguaje divulgativo y al alcance de todo ma de la empresa, figuraba una Direc- tales y tecnológicos, presentados por el mundo. ción de Comunicación Social. Para sen- periodistas y comunicadores especiali- tar las bases de la comunicación se zados. Mediante este modelo, reprodu- La historia de un propósito escogió a Felipe Mellizo, un periodista cido actualmente por numerosos órga- En 1986, informar de la gestión de los veterano, una estrella mediática de la nos de comunicación de instituciones y residuos radiactivos en España era un época. Mellizo formó tándem con Julio empresas, Enresa definió una comuni- reto. Enresa, que había sido creada por Sierra, periodista de Radio Televisión cación corporativa en la que se asumía decisión del Parlamento el año anterior, Española (RTVE), destinado durante también la tarea de divulgar el estado de tenía una gran tarea por delante: cons- mucho tiempo en la corresponsalía de la ciencia, así como los aspectos de la in- tituir su estructura organizativa, desarro- Alemania, y juntos tejieron las primeras novación y la técnica del país en cada llar un sistema de gestión de unos resi- estructuras de la comunicación en la momento. duos que estaban en su gran mayoría empresa. La creación de Estratos fue Un propósito que se ha mantenido a almacenados en los lugares de origen de uno de los elementos fundamentales de lo largo de estos cien números. Y así, al los mismos, y explicar sus funciones y su la estrategia informativa de la empresa, lado del avance en el campo de la ges- misión a una opinión pública para la en unos tiempos en los que la revolución tión de los residuos radiactivos y el desa- que, en medio de la profunda transfor- de Internet estaba aún lejos y las revis-

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la revista

tas corporativas constituían el engrana- je fundamental de comunicación de las empresas. La creación de Estratos estuvo ilu- minada por dos ideas básicas: por una parte, formar e informar sobre la gestión de los residuos radiactivos en sus dife- rentes áreas y, por otra parte, dar a cono- cer la actualidad medioambiental y cien- tífica. Fieles al compromiso de transparen- cia, los primeros números de la revista recogen los pasos iniciales de la empre- sa en el campo de la gestión de los resi- duos radiactivos: los técnicos de la empresa, al tiempo que aprendían siste- mas y tecnologías de gestión de resi- duos aplicadas en los países más avan- zados, compartían esos conocimientos a través de la revista. Así, se da cuen- ta de los primeros contactos interna- cionales de Enresa, coincidiendo con la incorporación de España a la enton- ces Comunidad Económica Europea (CEE); se analiza la financiación de la gestión de los residuos radiactivos; se dan a conocer los planes de investiga- ción que inicia la empresa, o se infor- ma sobre el panorama nuclear interna- cional. Pero, al tiempo, la revista incluye entrevistas con Xavier Pastor, responsa- ble de Greenpeace en España; Juan Car- los Galván, coordinador de la comisión de energía nuclear de la Asociación Eco- logista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat); Concha Sáenz, directora general de Medio Ambiente, o Donato Fuejo, vicepresidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Asimismo, se examina el mercado español de las revis- tas de información científica, se informa de los avances en previsión de catástro- fes meteorológicas, del desarrollo de las energías renovables en España bajo el paraguas del Plan de Energía Renova- bles o se trata el estado de los suelos en España, la aplicación de radiactividad en el control de plagas o el estado de los museos científicos en aquellos momen- tos. Técnicos de la casa y periodistas Tres asuntos tratados con el rigor característico de ESTRATOS: el control de la escombrera de la Fábrica de Uranio externos sientan los principios sobre los de Andújar (Jaén), las opiniones del inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo y la geología de Cataluña. que se guiará la historia de la revista.

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Los técnicos de Enresa, divulgadores Autores destacados de la política de transparencia informativa de Enresa, y protagonistas fundamentales de los con- tenidos de Estratos, han sido los téc- nicos de la empresa. Entendieron des- de el principio la necesidad de transmitir la importancia de la misión de Enresa, y asumieron un papel de divulgador de los conocimientos, desarrollos técnicos y programas de gestión que se iban adop- tando, y todo ello transmitido con un len- guaje accesible pero preciso, divulgati- vo pero riguroso. El desmantelamiento de la Fábrica de Uranio de Andújar ( Jaén), la campaña de retirada de pararrayos radiactivos, el proyecto de construcción del almacén centralizado de El Cabril (Hornachue- Reportaje sobre la transmutación nuclear aplicada a la gestión de los combustibles irradiados. los, Córdoba), las relaciones internacio- nales o el diseño conceptual y la mode- lizan los transportes de residuos; cómo Organización para la Cooperación y el lización de futuros almacenamientos es y cómo se fabrica el hormigón en el Desarrollo Económico (OCDE). A tra- fueron los proyectos en los que, casi que se aíslan los residuos radiactivos en vés de Estratos hemos conocido cómo inmediatamente después de su creación, El Cabril, cómo se retira un pararrayos es la gestión de los residuos radiactivos tuvo que ponerse a trabajar Enresa. Todos radiactivo o las actuaciones de reducción en más de medio centenar de países de ellos están recogidos en la revista. A tra- de volumen en la gestión de residuos todo el mundo y cómo las actividades vés de sus páginas puede seguirse la his- radiactivos acordadas por Enresa con internacionales de Enresa le han permi- toria de las actividades de Enresa con- los productores de residuos. tido captar tecnología y divulgar los desa- tada por los responsables de diseñar y La dimensión y el posicionamiento rrollos propios. desarrollar las soluciones para cada caso. internacional de Enresa también se han El personal técnico de Enresa ha fir- conocido a través de sus protagonistas. La I+D, objeto de especial atención mado en Estratos más de un centenar Desde las primeras reuniones a las que Enresa, desde su creación, ha invertido de trabajos en los que han ido contan- acudían los técnicos de la empresa para más de 150 millones de euros en progra- do la construcción de El Cabril, la con- conocer los sistemas de gestión de resi- mas de I+D. Unas inversiones de las que cepción y el desarrollo de los proyectos duos radiactivos en los países más avan- se han beneficiado grupos de investiga- de desmantelamiento de las centrales zados, hasta los programas internacio- ción de empresas y universidades espa- nucleares Vandellós I (Tarragona) y José nales de cooperación y asesoramiento ñolas que han participado en los desa- Cabrera (Zorita, Guadalajara), la res- técnico en los que Enresa participa actual- rrollos tecnológicos y científicos pro- tauración ambiental de más de una vein- mente como autoridad en la materia. movidos por esta empresa nacional y tena de antiguas minas de uranio del Las páginas de Estratos han contado cuyos contenidos estaban establecidos sur de España, la campaña de retirada de cómo se aplican las salvaguardias del por los sucesivo planes generales de re- fuentes huérfanas o las intervenciones Organismo Internacional de la Energía siduos radiactivos. especiales por la fusión de fuentes radiac- Atómica (OIEA) en Enresa, cuáles son Estratos ha servido de notario del tivas en acerías españolas. Y todo ello los instrumentos internacionales para desarrollo de los proyectos recogidos en analizado desde disciplinas y puntos de regular la gestión de los residuos radiac- cada uno de los seis planes de I+D que vista tan diferentes como la geología, tivos, cómo han evolucionado las con- la empresa lleva puestos en marcha. Cer- hidrogeología, sismicidad, sistemas de venciones, guías y normas supranacio- ca de doscientos expertos de organismos gestión de los residuos, protección radio- nales que reglamentan la gestión de estos como el Centro de Investigaciones Ener- lógica ambiental, caracterización de los residuos, los esfuerzos de cooperación y géticas, Medioambientales y Tecnológi- residuos, seguridad física, protección armonización de la Unión Europea (UE) cas (Ciemat), el Consejo Superior de radiológica, etcétera. A través de sus en materia de gestión de residuos radiac- Investigaciones Científicas (CSIC), la palabras hemos conocido, entre otras tivos, o cómo son los mecanismos de Plataforma Tecnológica de Energía muchas cosas, cómo se planifican y rea- toma de decisiones en los países de la Nuclear de Fisión (Ceiden), Inasmet,

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la revista

enresa Tres épocas y cinco directores La revista ESTRATOS se presentó en sociedad el 4 de julio de 1986 en el Hotel Cuzco de Madrid. En la presentación oficial intervinieron el entonces presidente de Enresa, Juan Manuel Kindelán; Felipe Melli- zo, director de Comunicación Social de Enresa; Julio Sierra, director de la revista; Luis Apostua, presiden- te de la Federación de Asociacio- nes de la Prensa, y Carmen Mes- tre, entonces directora general de Energía. En su intervención, Juan Manuel Kindelán aseguró que “Enresa cuen- ta entre sus pilares con el de la transparencia informativa, y ESTRA- TOS viene a cumplir justamente la función de canal de esta transpa- rencia informativa en torno al pro- blema de los residuos radiactivos. Las informaciones que aparezcan en sus páginas serán —aseguraba el presidente de Enresa— elemen- tos de juicio para los ciudadanos españoles que quieran, llegado el caso, exigir cuentas a Enresa”. Durante estos años, la revista ha tenido como directores a Julio Sie- rra, Manuel Toharia, Valentín Gon- zález, Jorge Lang-Lenton y Máximo Taranilla. En primer término, Felipe Mellizo, durante la presentación del primer número de ESTRATOS, el 4 de julio de 1986. En lo que se refiere a diseño, Le acompañan Gonzalo Madrid, Juan Manuel Kindelán y Carmen Mestre. paginación y contenidos, ESTRATOS ha tenido tres épocas, cuyas por- tadas acompañan este recuadro. Con una tirada actual de 5.000 ejemplares, que se distribuyen a periodistas, científicos e investiga- dores, así como a universidades, el Parlamento, organismos de las distintas administraciones y públi- co en general, ESTRATOS sigue poniendo sus páginas a disposi- ción de periodistas y comunicado- res especializados que aportan y publican sus temas con total liber- tad y dando a conocer a la socie- dad española las actividades que desarrolla Enresa. ■ Portadas de cada una de las tres épocas de la revista.

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Informar en tiempos difíciles centrales nucleares en todo el mundo. En este contexto, el presidente Kindelán impulsó la creación de una revista Casi recién nacida Enresa, su presidente, Juan Manuel Kin- de divulgación técnica y abierta a las corrientes conserva- delán, tenía muy claro, ya en diciembre de 1985, que la nue- cionistas que iban asumiendo la necesidad de un debate va empresa pública necesitaría mantener permanentemen- multidisciplinar. Se me encomendó que pusiese en mar- te abierta una ventana hacia el exterior. En tanto que cha el proyecto de revista y, para ello, propuse la amplia- empresa pública, Enresa llega- ción del equipo, en el que se integró el periodista Jorge ba para aportar soluciones a Fernández. Igualmente sugerí que la nueva publicación un problema que concernía a corporativa de la empresa se llamase ESTRATOS, y con este todos y cada uno de los ciuda- título quedó registrada. En mis estudios de Prehistoria danos: la gestión segura y res- había llegado a una conclusión en parte coincidente con ponsable de los residuos la de otras especialidades, como la Geología o la Minera- nucleares y radiactivos deriva- logía: los estratos que se alinean bajo el suelo que pisa- dos de la producción de ener- mos son verdaderos anaqueles en los que se nos mues- gía eléctrica y de otros proce- tran vestigios de otros tiempos. Son como “informes” a sos en los que se emplease base de ajuares y estructuras que fueron acumulando, orde- material nuclear. nadamente sin proponérselo, nuestros antepasados más El legendario Felipe Mellizo antiguos a través de los cuales ellos se nos han dado a Julio Sierra. se encargaría de articular el conocer a las generaciones sucesivas. Las soluciones modo de llevar a cabo la pro- que Enresa estudiaba ya en sus orígenes —desmantela- yección de la empresa hacia la sociedad española. En prin- miento de instalaciones, almacenamientos de residuos, cipio, Mellizo creó un equipo muy reducido, integrado por él recuperación de minas de uranio, etcétera— la proyecta- mismo, en su condición de director de Comunicación Social, ban de antemano hacia un tratamiento respetuoso y vigi- y un redactor polivalente, el que esto escribe. El primer paso lante del subsuelo sobre el que debería operar. consistiría en “cambiar el chip”: ambos procedíamos de los Desde el comienzo, y pese a las limitaciones inevitables telediarios de TVE, en los que llevábamos años dedicados de todo proyecto, el contexto ecológico ha estado presen- a elaborar noticias, material perecedero al fin y al cabo. En te desde el primer número en las páginas de ESTRATOS. La Enresa, nuestra función consistiría en “elaborar” informati- publicación se elaboraba entonces “a cuatro manos” en vamente otro material muy distinto. Por lo pronto —se nos cuanto a la edición: el “cortar y pegar” se practicaba lite- dijo—, los residuos radiactivos, y sobre todo los nucleares, ralmente y no ante una pantalla de ordenador. Los conte- necesitan, en muchos casos, miles de años para declinar nidos aún dependían básicamente de la generosidad de y perder finalmente su condición primigenia de material los técnicos de la propia empresa, que nos hacían llegar radiactivo. Nuestra aportación consistiría en lanzar hacia el sus conocimientos profesionales y hasta sus “hechos y exterior de Enresa un testimonio veraz de la labor que, en dichos” y anécdotas personales que animaban la lectura. el interior, realizaba el equipo técnico superior, compuesto Los nuevos tiempos, ya informatizados, permitieron una al principio por 39 personas de una plantilla total de 66. En reconversión profunda de ESTRATOS, transformada ya en un pocas palabras, según comentario reciente de un experto, atractivo recorrido por tecnologías y espacios naturales en se trataba de “gestionar la incertidumbre” que tradicional- los que se aprecia que el progreso no está reñido con la mente ha caracterizado a la temerosa respuesta social más conservación del mismo mundo que guarda los estratos extendida en relación con “lo nuclear”. geológicos sobre los que nos movemos. ■ En torno al mes de abril de 1986, parecía que el acci- dente de Chernóbil (Ucrania) aceleraría un repliegue de las Julio Sierra, primer director de ESTRATOS.

el Instituto Tecnológico Minero de Espa- gestión han generado un capital cientí- te, son objeto de especial seguimiento. ña (ITGE) o el Instituto Geológico y fico de primera magnitud. Anteriormente, lo habían sido la I+D de Minero de España (IGME), entre otros, Actualmente, las actividades del Cen- Enresa en los laboratorios subterráneos y grupos de investigadores de universi- tro Tecnológico Mestral y los desarro- europeos durante la década de los no- dades de toda España han publicado los llos técnicos relacionados con el futuro venta del pasado siglo; la participación avances y resultados de estos programas Almacén Temporal Centralizado (ATC), de España en los sucesivos Programas de investigación y cómo los planes de I+D junto con otros proyectos recogidos en Marco de la UE; las investigaciones en de Enresa y sus propias actividades de el sexto Plan de I+D, actualmente vigen- transmutación de isótopos radiactivos

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la revista

Las páginas de ESTRATOS están abiertas a temas multidisciplinares, como la dificultad de acceso al agua potable o la Gran Regata 2000 Cádiz-Amsterdam.

aplicada a la gestión de los combustibles mayoría abordan temas ambientales, cación Científica (AECC); Concha irradiados; la modelización aplicada a la científicos y tecnológicos, pero también Barrigós, del área de Cultura de la Agen- gestión de residuos radiactivos; la eva- se ha dedicado páginas a temas cultura- cia EFE; Rafael Ruiz, periodista ambien- luación de la seguridad de los sistemas les, gastronómicos o sociales. tal de El País; Inmaculada G. Mardo- de almacenamiento de residuos de alta De esta manera, Estratos ha con- nes, periodista ambiental; Arantza o los desarrollos relacionados con el tado durante estos años con algunas de Prádanos, periodista científica; Jesús desmantelamiento de instalaciones nu- las más conocidas firmas del periodismo Vicenti, periodista científico; Emilio cleares. científico, ambiental y especializado. Jarillo, periodista científico; Ángel Expó- Profesionales como Manuel Calvo Her- sito, periodista, ex director de Europa Periodistas y divulgadores nando, fundador de la Asociación Espa- Press y ABC y actual responsable de los En la creación de Estratos una idea ñola de Periodismo Científico; Manuel informativos de ABC Punto Radio; estaba clara por parte de sus fundado- Toharia, colaborador habitual, director Javier García de la Vega, periodista de res: no debía ser solo una revista de tec- de la revista durante una época y uno de los servicios informativos de Antena 3; nología, con temas exclusivamente rela- los más importantes divulgadores de la Karmen Garrido, periodista de Radio cionados con los residuos radiactivos y ciencia en España; Felipe Mellizo, perio- Nacional de España (RNE) especialis- el mundo nuclear. Si se quería que la dista, divulgador de la ciencia y funda- ta en cultura... y un largo etcétera. sociedad española comprendiera el alcan- dor de Estratos; Ignacio F. Bayo, perio- Pero también han firmado colabora- ce del trabajo de Enresa, era necesario dista científico; Pablo Francescutti, ciones en Estratos el político y escri- aportar una visión más amplia del mun- periodista y profesor universitario; José tor José María de Areilza; los escritores do de la ciencia, la tecnología y el medio María Montero, periodista ambiental y Julio Llamazares y Luis Carandell; el ambiente. director de Espacio Protegido en Canal bioquímico Santiago Grisolía, o Jeróni- Quienes mejor podían acercar esos Sur; Joaquín Araújo, periodista y comu- mo López, experto en la Antártida y temas al lector eran aquellos que se dedi- nicador ambiental; José Manuel Reye- premio Príncipe de Asturias en 2002, y caban a divulgar la ciencia y los temas ro, naturalista y editor de revistas como otros muchos. medioambientales en los medios. La Biológica; Joaquín Fernández, periodis- Estratos alcanza con este los cien revista se convirtió en otra plataforma ta y presidente fundador de la Asocia- números, veinticinco años de cita trimes- para su labor divulgativa. Se configura- ción de Periodistas de Información tral con sus lectores. Pero lejos de sen- ba así una nueva manera de hacer infor- Ambiental (APIA); Luis Guijarro, perio- tir que hemos llegado a una meta, cree- mación corporativa, que ha hecho que, dista ambiental; Gustavo Catalán, perio- mos que esto no es más que una parte desde su puesta en marcha hace veinti- dista ambiental y corresponsal ecológi- de un camino que nos exige mejorar, cinco años, cerca de setenta periodistas co de El Mundo; Antonio Calvo Roy, evolucionar y adaptarnos a los nuevos y colaboradores hayan publicado casi periodista científico y actual presidente tiempos, a las nuevas tecnologías y a los seiscientos reportajes y artículos. En su de la Asociación Española de Comuni- nuevos modos de informar. ■

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Una dirección comprometida y un equipo de colaboradores de gran nivel han garantizado la continuidad de Estratos en estos veinticinco años Las personas tras la revista

Una revista como ESTRATOS, de periodicidad trimestral y directamente ligada a una em- presa tecnológica tan atípica como Enresa, difícilmente habría llegado al centenar de números si no hubiera sido porque se fraguó tras maduras reflexiones y lle- vada a buen puerto, año tras año, por un plantel más que numeroso de profe- sionales y expertos. Parece justo reconocer el mérito de todas ellas, porque su- pieron y pudieron hacer realidad un proyecto que germinó muy poco después de nacer Enresa, y cuyo primer número vio la luz en el verano de 1986. ■ por Manuel Toharia, director científico de la ciudad de las artes y las ciencias de valencia y exdirector de Estratos.

quel primer número de prue- publicación de una revista trimestral Asociación de Médicos contra la guerra ba, denominado número cero y que, sin perder rigor técnico, difunda nuclear, sobre el invierno nuclear; Nacho A fechado en el invierno de 1985- entre el público cuanto parezca relevan- Alonso, acerca de El Cabril; Aurelio 1986, tenía en total 28 páginas y costa- te en relación con el tema que constitu- Ulibarri, sobre gestión de residuos radiac- ba 150 pesetas. A la cabeza de su Con- ye nuestra razón de ser”. tivos; Manuel Toharia, sobre revistas sejo Editorial estaba Juan Manuel Kin- El número 1 de la revista, con una científicas españolas; Jorge Fernández, delán, presidente de la recién nacida portada similar pero bastante más equi- acerca del programa europeo biomédi- Enresa —creada en 1984 por el Parla- librada desde el punto de vista gráfico, co Eureka, y una entrevista a Concha mento—, y formaban parte de él Al- apareció poco después; ya tenía 48 pá- Sáenz, directora general de Medio berto López, Alfonso Arias, Aurelio Uli- ginas y en su editorial aparecía un pá- Ambiente. barri, Juan Pedro Zarranz y Felipe Me- rrafo muy significativo: “Enresa tiene la Releído ahora, veinticinco años des- llizo. En conjunto, cinco expertos en misión de gestionar adecuadamente los pués, ese primer número de Estratos temas energéticos y de gestión, y un pe- residuos radiactivos [...]; no es de su resulta ameno, al menos en su conteni- riodista; eso sí, de talla excepcional. Co- competencia el ocuparse de la seguridad do, aunque no tanto en su maquetación, mo director de Estratos figuraba otro de las centrales ni tiene que opinar so- obviamente envejecida. En particular, periodista prestigioso, Julio Sierra. bre el futuro de este tipo de producción llaman poderosamente la atención la En el artículo del presidente que abría de energía, ahora otra vez polémico des- contundencia y claridad expositiva de la revista ya se recogía toda una decla- pués del accidente de Chernóbil (Ucra- Kindelán en su editorial —toda una ración de principios de lo que esta iba a nia). Su responsabilidad es no caer en declaración de gestión política democrá- ser: “Enresa ha sido creada precisamen- el error de intentar ocultar a la opinión tica al servicio de la verdad— y la plu- te con la consigna de intentar explicar a pública los problemas ecológicos que ma irónica y siempre rica en matices de la opinión todo lo que se refiere a la pueden presentarse y que debe resolver”. Felipe Mellizo, tristemente desapareci- problemática de la eliminación segura de Ese número 1 de la revista incluía, tras do, y auténtica alma máter de aquella los residuos radiactivos y de lo que tie- cuatro páginas de noticias variadas bajo revista incipiente. ne que ir haciendo para lograr el objeti- el epígrafe de BLOC, artículos de Feli- ¿Quiénes eran aquellos personajes vo de que no puedan dañar al medio pe Mellizo sobre opinión pública y cien- que asumieron la difícil tarea de poner ambiente. Por esta consigna y porque cia; Tony Benn, exministro británico de en marcha un vehículo de comunica- creemos que la verdad es siempre pro- Industria y muy crítico con la energía ción que cinco lustros más tarde alcan- gresista, nos ha parecido útil iniciar la nuclear; Pedro Zarco, presidente de la zaría el número cien?

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factor humano

Kindelán es doctor ingeniero de torial de la revista, y gracias a que el cri- Cuando Kindelán fue nombrado en Minas, y había sido director general de terio de Kindelán fue seguido por los pre- 1994 presidente del Consejo de Segu- Minas (1982-85) en el primer gobierno sidentes que le sucedieron, nunca falta- ridad Nuclear, el segundo presidente de de Felipe González. Estuvo al frente de ron periodistas profesionales. Enresa fue José Alejandro Pina, econo- Enresa hasta 1994, cuando fue nombra- Después de cien números, resulta im- mista y especialista en temas de energía do presidente del Consejo de Seguridad posible destacar a unas personas en rela- (era director general en el Gabinete del Nuclear (1994-2001). En la actualidad, ción con otras por lo que a la revista mis- Ministro de Industria y Energía desde es vicepresidente ejecutivo de la Funda- ma se refiere. Si hemos destacado estos 1988). Fue relevado en 1996 por el doc- ción Española de la Energía. tres nombres es porque jugaron un papel tor ingeniero de Caminos Antonio Coli- Felipe Mellizo, quizá una de las plu- crucial a la hora de poner en marcha un no, experto en temas nucleares y Elec- mas más satíricas, escépticas y al mis- vehículo de comunicación que hoy nave- trical Nuclear Power Engineer por la mo tiempo alegre y optimista del pano- ga con rumbo aceptablemente seguro. universidad de California en Los Ánge- rama literario español —su librito Algo extraño en una publicación de em- les (UCLA). Estuvo en el cargo hasta que Escríticos es una obra de arte—, publi- presa, cuya supervivencia es quizá la me- en 2004 fue a su vez relevado por José có sus textos en toda clase de periódi- jor prueba de su calidad; dicho sea dejan- Alejandro Pina, quien volvió al puesto cos, revistas y libros, y además tuvo un do a un lado, quizá impropiamente, la mo- en que estuvo ocho años antes. paso por televisión no muy prolonga- destia que se supone debe imperar en En cuanto a Estratos, es obvio que do, pero que aún se recuerda, hacién- este tipo de textos. Pero hay que decirlo: sí cambiaron bastante más las personas que dose responsable de un telediario “de Estratos es ahora una buena amalga- han venido integrando su Comité de autor” que destacaba por su frescura, su ma entre una revista técnica de empresa Dirección, o la propia dirección de la revis- divergencia y las perlas, a menudo diver- de alta tecnología y una revista de divul- ta. A los dos periodistas que se hicieron tidas pero siempre ocurrentes, que dedi- gación científica bien ilustrada, escrita cargo de la labor más dura, el lanzamien- caba a su audiencia. Esta revista, al por expertos en residuos y ciencias afines, to y la elaboración de los primeros núme- ros, Felipe Mellizo y Julio Sierra —Melli- zo era miembro del Comité de Dirección enresa y Sierra figuraba como director de la publi- cación—, se añaden en esos primeros números al Consejo Editorial dos perso- nas que luego jugarían un papel destaca- do en la evolución de la revista: Valentín González, José Ramón Armada, de Enre- sa, y el periodista Carlos Otero, especia- lizado en temas de economía y energía. Una primera remodelación a fondo de la revista se produce poco después, con mi llegada a la dirección en el número 7, de finales de 1987; la idea era introdu- cir algunos aspectos propios de las revis- Los tres presidentes que ha tenido Enresa, José Alejandro Pina, Juan Manuel Kindelán y Antonio Colino, tas de divulgación más solicitadas en el han apoyado sin fisuras la revista, asegurando su continuidad en estos veinticinco años. quiosco, como Muy Interesante o Cono- cer, en cuyos inicios y posterior desarro- menos en sus etapas iniciales, le debe y periodistas y divulgadores de reconoci- llo yo había jugado un papel destacado. su existencia. do prestigio. Se incorporan al Consejo Editorial otros Julio Sierra es otro excelente periodis- Aunque es tarea casi imposible enume- directores de área de Enresa —Arman- ta, formado en medios prestigiosos —fue rar a todas esas personas, y cualquier olvi- do Veganzones y Juan Pedro Zarranz— corresponsal de El País y TVE en Ale- do involuntario siempre resultará injus- y, por su parte, Julio Sierra se mantiene mania, por ejemplo—, y en directa cola- to, debemos citar los nombres de aquellos como jefe de edición, en estrecha cola- boración con Felipe formó un tándem que participaron en la aventura. Y antes boración con el nuevo director y Carlos infatigable para conseguir de Estratos de nada, los tres presidentes que ha teni- Otero. Comienzan a colaborar diversos una legibilidad mejor de lo que pudiera do la compañía, quienes mantuvieron, periodistas y divulgadores bien conoci- haber sido si solo hubiera dependido del aun con los sucesivos cambios de gobier- dos en ámbitos externos, aunque no por conjunto de ingenieros y técnicos de no, similares directrices para Estratos ello se renuncia a las noticias de empre- Enresa... Por fortuna, en el Consejo Edi- a las que presidieron sus inicios. sa, cuyo Foro de Enresa, como se llamó

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durante mucho tiempo, aumentó de pági- Además de mis propias colaboracio- del Olmo, Andrés Guerra, Pedro Car- nas tras incorporarme a la dirección. nes (firmadas con mi nombre o con el boneras, Rafael Nuche, Francisco Lin- Poco después acabaría haciéndose car- seudónimo Pedro Cortés), no pode- de y, en realidad, buena parte del per- go de la producción de la revista —edición, mos dejar de mencionar a escritores sonal técnico de Enresa que tenía algo maquetación, impresión y distribución— bien conocidos: el naturalista Joaquín que contar acerca de su actividad. la empresa RGB Comunicación, que aca- Araújo, el experto en la Antártida Javier Son muchos los colaboradores que en baría formando más tarde un tándem de Cacho, el médico escritor Guillermo estos cien números le han prestado a la probada eficacia con los suce- sivos responsables de Enresa efe en el cumplimiento del com- promiso de la revista con sus lectores, que no solo incluye un buen contenido gráfico y lite- rario sino también una calidad formal y una puntualidad siem- pre rigurosa. En todo caso, ya en sus pri- meros años de vida había Felipe Mellizo. Manuel Toharia. Valentín González. comenzado Estratos a forjar- se entre sus lectores cierta fama de rigor y Rapallo —ya fallecido—; sin olvidar a revista rigor y profesionalidad. Aunque amenidad, conjugados al combinar los las personas más próximas a Enresa, citar nombres concretos implica el ries- temas propios de la empresa con cuestio- como el propio Felipe Mellizo (escri- go de olvidos lamentables, parece de jus- nes de actualidad sobre ciencia básica, tec- bió hasta casi el mismo día de su falle- ticia citar a Manuel Calvo Hernando, nología y medio ambiente, con alguna cimiento), Julio Sierra y Jorge Fernán- maestro de comunicadores y padre del incursión en otros campos de la cultura. dez, a los que se fueron sumando Carlos periodismo científico español —además

Índice onomástico de colaboradores de los 100 primeros números de ESTRATOS. A. B. Acosta, Mariano Aguayo, Manuel Aguilar, P. Aguirre, Alberto Aguirre de Cárcer, Per-Eric Ahlström, Sergio Ajuria, Carlos Alejaldre, Collin J. Allan, Maurice Allegre, Hugh M. Allen, Carlos J. Alonso, Ignacio Alonso, Jesús Alonso, José Manuel Alonso, Agustín Alonso Garrido, Ignacio Alonso L. Iñarra, A. Alonso Santos, Clemente Álvarez, F. Álvarez, V. Álvarez, C. Andrade, J. Antoñanzas, J. J. Aragón, Joaquín Araujo, José María de Areilza, Leticia Arenas, Areva Group, Alicia Arévalo González, Arturo Armada, José Ramón Armada, Juan Luis Arsuaga, J. Artieda, J. Astudillo, Juan Astudillo, Julio Astudillo, Luis Atienza Serna, Francisco J. Aute, Milagros Avedillo Carretero, José Avello, Jesús Ávila Granados, F. J. Ayala Carcedo, Iñaki Azkárate. B. Fernando Baillo Cabañas, Carmen Baixeras, C. Bajos, Luis Balairón, Jordi Ballera, E. Banda, Josep Barba, Julio Barbadillo, J. M. Barrera, José Luis Barrera, Concha Barrigós, Iñaki Barrón de Angoiti, Christian Bataille, Álvaro R. Beceiro, Tony Benn, Sten Bjurström, José Manuel Blanco, Rafael Boloix, Rosa María Bosch, I. Bourdial, Javier Bris, Alfredo Brun Jaén, J. Bruno, Jordi Bruno, Roberto Bueno, J. A. Bueren, Elena Butragueño. C. J. Cacho, Javier Cacho Gómez, Rafael Calderón, Rafael Calderón López, Carlos de la Calle, Antonio Calvo, Manuel Calvo Hernando, Antonio Calvo Roy, David Cancio, Luis Carandell, Alberto Carbajo Josa, R. Carbonell, Pedro Carboneras, Pedro Carboneras Martínez, Pío Carmena, J. Carrera, Dolores Carrillo, I. Casas, Fernando Castelló, María Castillo Gaitero Echaniz, Gustavo Catalán Deus, Roberto Centeno, Celia Cercadillo, Enrique Cerezo, Enrique Cerezo Gómez, Juan José Cerezuela Bonet, Antonio Cerrillo, Francisco Chavarría, François Chevenier, Stanley Clinton Davis, Hans Codéé, Antonio Colino Martínez, José Antonio Corraliza, Carmen Corredor, Pedro Cortés, Ramón Cortés, Juan S. Cozar, Antonio J. Criado, Marcial Criado Martín, Javier Cuadros, Jaime Cuevas, Antonio Cuevas, M. A. Cuñado, Peter J. Curd. D. F. Decamps, J. M. Deconinck, Antonio Delgado, Ángel Díaz, Luis Díaz, P. Díaz Arocas, Francisco Díaz de la Cruz, F. Díaz Pineda, Mar Díaz Varela, Juan Diego Quesada, Luis Díez Jiménez, Gonzalo Díez Rodríguez, Haydée Domenech, Eugenio Domínguez, Juan J. Durán, Ignacio Dutrus Echevarría, M. Dutzer, H. Dworschak. E. Gonzalo Echagüe, Carlos Egio, F. J. Elorza, Hans-Jürgen Engelmann, José M. Espejo, José Manuel Espejo, María-Teresa Estevan Bolea, Rodney C. Ewing, Ángel Expósito. F. A. M. Fernández, Joaquín Fernández, Jorge Fernández, Juan Fernández, Manuel Fernández Álvarez, José A. Fernández Amigot, Ignacio Fernández Bayo, Claro J. Fernández-Carnicero, Carlos Fernández-Delgado, Juan Fernández Haeger, Enrique Fernández Mato, Javier Fernández del Moral, Jorge Fernández Rodríguez, José María Fernández-Rúa, Rafael Fernández Rubio, Antonio Fernández de Tejada, Mónica Ferreiro García, F. Flórez, Pilar Folguera, Mercedes Fonseca, Luis Font, Germán Fragoso, Pablo Francescutti, L. Francia, José Luis Francisco Sainz, M. Frías. G. Javier G. de la Vega, José Antonio Gago, Florence Galliot, Ignacio Gamarra Rocandio, P. M. Gandhi, Felisa García, Génesis García, Javier García, M. García, María Flor García, Nivardo García, Ángel García Cortés, José Luis García Delgado, María García de la Fuente, José Luis García Lafuente, Amanda García Miranda, Emilio García Neri, Isabel García Nistal, Francisco García Novo, A. García Olivares, Antonio García- Rayo, Rafael G. García-Suelto, Miguel Ángel García Vega, Antonio Garralón, Karmen Garrido, Miguel Gato, Ferran Gerhard, M. Gil, Francisco J. Gil García, Eugenio Gil López, Manuel Gil Ojeda, Vicente Gil Sordo, María Luisa Giménez, Xavier Giménez, Federico Goded, Marina Gómez, Javier Gómez Darmendrail, Fernando Gómez Díaz, J. M. Gómez de Salazar, Abel González, Abel J. González, E. González, José Luis González, Valentín González, José González Arenas, Rafael González García Suelto, José Luis González Gómez, A. González de la Huebra, Francisco González Tardiú, José María Grávalos, Alicia Gregorio Arroyo, Maite Grimán, Santiago Grisolía, Andrés Guerra, Andrés Guerra-Librero, Luis Guijarro, José Gutiérrez. H. P. Hernán, Pedro Hernán, Abelardo Hernández, Rafael Herranz, Julián Herrero, Jesús Horcajo, F. Huertas, Fernando Huertas, Örjan Hultaker. I. Hidehumi Iimura, Ildefonso Irún, Thomas H. Isaacs, Hans Issler, Lucila Izquierdo. J. Renée M. Jackson, D. Janenas, Emilio Jarillo, Gustavo

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factor humano

de padre biológico de varios profesio- Juan Tena, Concha Barrigós y un lar- dirección de la revista en el número 61 nales brillantes, uno de los cuales, An- guísimo etcétera. (otoño 2001), y hasta la actualidad, tonio Calvo, ha tomado su relevo co- Dejé la dirección de Estratos en el Máximo Taranilla, hoy director de mo presidente de la Asociación Espa- número 15, a finales de 1989, aunque he Comunicación de Enresa. ñola de Comunicación Científica y es seguido perteneciendo al Consejo Edi- ¿Ha cumplido Estratos su misión colaborador de Estratos—. Otros torial. Me sucedió Valentín González, en estos veinticinco años? La idea de profesionales estuvieron y están con entonces director de Comunicación de conjugar los contenidos propios de una revista técnica sobre residuos radiactivos con otros temas más propios de las revistas de divulgación ha merecido, sin duda, el interés de los lec- tores. Su respuesta y fidelidad así parecen atestiguarlo. El futuro dirá si el empeño debe y puede continuarse, aunque parece obvia la necesidad de Armando Veganzones. Jorge Lang-Lenton. Máximo Taranilla. este tipo de vehículos de comunicación a la vista de nosotros: Fátima Rojas, Ignacio Fer- Enresa y apasionado profesor y divulga- los retos a afrontar en los próximos nández Bayo, Pablo Francescutti, Ma- dor. Dirigió la revista desde su número años, como el ATC o la respuesta a los lén Ruiz de Elvira, Jose María Mon- 16, en la primavera de 1990, hasta el interrogantes que sigue planteándole a tero, Rafael Ruiz, Luis Guijarro, Móni- número 42, a finales de 1996. Le suce- la sociedad el mundo nuclear en gene- ca Salomone, Inmaculada G. Mardones, dió entonces, y hasta el año 2001, Jorge ral, y el de los residuos radiactivos en Emilio Jarillo, José Manuel Reyero, Lang-Lenton, y finalmente asumió la particular. ■

Jerez, Juan Jiménez, Juan Carlos Jiménez, Segundo Jiménez, José Luis Jorcano, María Isabel Josa, Luis A. Jova, M. J. Jurado. K. W. KickMaier, Juan Manuel Kindelán, Klaus Körting, Miroslav Kucerka, Kyong-Won Han. L. M. L. Lamana, Fernando Larcher, Arturo Larena, Rosalina Lasso de la Vega, José María Legazpi, Santiago Leguey, Arturo Libier, José Linares, Concepción Llaguno, Julio Llamazares, Alberto López, Antonio López, Jerónimo López, Joaquín López, Xaquín López, Alberto López García, Antonio López Ontiveros, Baldomero López Pérez, Cristina López-Quero, Antonio R. López Romero, Samuel López Tomás, Fernando López Vera, Eduardo Lorenzo, Didier Louvat, Roberto Loya, Manuel Lucini Sáenz. M. Juan Ignacio Macua, Antonio Madridejos, Antonio Mampaso, Inmaculada G. Mardones, A. M. Marina, Yves Marque, Santiago Marraco Solana, N. Martín, Nieves Martín, P. L. Martín, Rocío Martín, Carlos Martín Escorza, María José Martín Ferrero, Francisco Martín Morales, Juan Martínez Abad, José Martínez Legazpi, Enrique Martínez Robles, Fernando Martínez Salcedo, Ana Marzo, Félix Mata, J. C. Mayor, Federico Mayor Zaragoza, C. McCombie, I. McKinley, J. G. McKinley, Manuel Mediavilla, Carlos Melches, Irena Mele, José Meléndez, Felipe Mellizo, Emilio Menéndez, Sofía Menéndez, Emilio Menéndez Pérez, Enrique Miguel González, Millán Millán, J. M. de Mingo, Francisco Mingot, Tiziana Missana, Albert Mitjà, M. Molina, Mariano Molina, Mariano Molina Martín, Sara Molinero García de la Camacha, Nigel Monckton, Miguel Ángel Mondelo, José María Montero, Carlos Montes, José Montilla, Modesto Montoto San Miguel, A. Morales, J. M. Moreira, Fernando Moreno, Luis Moreno, Mercedes Moreno, Beatriz Moreno Marcos de León, Stasys Motiejunas, J. C. Múgica, Mariano Muñiz, Manuel Muñoz Rojo, José Manuel Murillo. N. Joan Miquel Nadal, M. Navarro, Mariano Navarro, R. Nita, Rafael Nuche del Rivero, Ramón Núñez. O. José Luis Ocaña Moreno, J. Ojeda, Pilar Olivares, Jean Pierre Olivier, C. del Olmo, Carlos del Olmo, M. Ondaro, Manuel Ordóñez, Sergei Orlowski, Peter Ormai, Luis A. Oro Giral, E. Ortega, Enrique Ortega, Sonia Ortega, Pilar Ortega Díaz, Isabel Ortega Jackson, José Eugenio Ortiz, María Teresa Ortiz, Teresa Ortiz, María Teresa Ortiz Ramis, Sven Ortoli, Ortuño, Carlos Otero, Gerald Ouzinian. P. J. de Pablo, Jaime Pahissa Campa, Teresa Palacio, C. Paredes, Prudencio Párraga, Matilde Pelegrí, Javier Penacho, Marga Pereda, Manuel Perello, A. V. Pérez, Julián Pérez, Marcos Pérez, Mario Pérez, Andrés Pérez Estaún, Carlos Pérez Estévez, Juan Pérez Mercader, Julián Pérez Olmos, Luis Pérez de Villar, Claudio Pescatore, José Alejandro Pina, Arantza Prádanos, P. Prado, Charo Priego, Concha de la Prieta, María Jesús Prieto, Nuria Prieto, Rocío Prieto González, Carmen Pro. Q. José Manuel Quero, O. Quintana- Bustamante, J. Quiñones, M. Quirós. R. Antonio Ramos Espejo, G. Rapallo, Manuel Recio, Fernando Rey, Antonio del Rey, José Manuel Reyero, Trinidad Reyes, Igor Reyes-Ortiz, Marcela del Río, S. del Río, Ana Ripoll, P. Rivas, Pedro Rivas, Maribel Rivera, Soledad Rivillas, Beatriz Robles, Alejandro Rodríguez, T. Rodríguez, Carlos Rodríguez Aznar, Álvaro Rodríguez Beceiro, Fátima Rojas, Lola Rojas, Manuel Rolandi, Matilde Ropero, Elvira Rosa Maset, Felisa Ruano Regidor, Carlos Rubio, Juan Antonio Rubio, Rafael Ruiz, Maruxa Ruiz del Árbol, Francisco J. Ruiz Boada, Malén Ruiz de Elvira, Eduardo Ruiz Munguía, Ben C. Rusche, Veijo Ryhänen. S. Pere Sagarra, J. L. Sagrera, María Jesús Sainz de Aja, Mónica Salomone, Paloma Sánchez, José Guillermo Sánchez León, Juan Santa-María, Juan Luis Santiago, Scala, José Manuel Sedes, J. C. Segovia, A. Serrano, Francisco Serrano Martínez, Julio Sierra, Vicente Soler, Eduardo Sollet, A. Soria, A. Suañez, Enrique Suárez, Rocío Suárez, Enrique Suárez Mahou, In Suk Suh. T. Francisco Tapia, Juan Tena, Jordi Terrades i Santacreu, Carlos Thiebaut, Belén Tobalina, José Juan Toharia Zapata, Manuel Toharia Zapata, Julia Toja, Gemma Torrents, Trinidad de Torres, Eduardo Torres Vegas, A. Tryggvason, María Jesús Turrero. U. Miguel Udaondo Durán, Alfredo Ugarte Pallarés, Aurelio Ulibarri, Mercedes Unzeta, Armando Uriarte. V. Fernando Valenzuela, Maruja Valle, Benigno Varillas, Armando Veganzones Pérez, Vicente Verdú, Susana Vicens, Jesús Vicenti, Elena Vico, Marià Vila D’Abadal i Serra, M. V. Villar, Oriol Viñas, P. Volk, J. Vrijen. W. Shri P. K. Wattal. Y. R. Yáñez, A. Yllera, Antonio Yorca. Z. Pedro Zarco, Juan Pedro Zarranz, Eduardo Zarza Moya, Pablo Zuloaga.

cien números, veinticinco años estratos 100 • otoño 2011 • 21 Semblanza del primer responsable de Estratos El narrador que era Felipe Mellizo por Miguel Ángel Aguilar, periodista

Sin dejar de rememorar algunas de las anécdotas más curiosas de la biografía de Fe- lipe Mellizo, primer director de Comunicación de Enresa y gran impulsor de esta revis- ta, Miguel Ángel Aguilar alaba el talento y el magisterio periodístico de quien siempre fue “ajeno a la feria de las vanidades” y sentó cátedra, sin pretender- lo, como uno de los más añorados conductores de lo que se ha denominado “telediarios de autor”. ■

ui llamado a estas páginas cuyos padres fueran subsecretarios y lo nato en un piso de la calle Lope de Rue- para hablar de Felipe Mellizo. hicieron tres. Luego, con la democracia, da de Madrid. Recordemos, como sue- F Recibí el llamamiento hace unos se averiguó retrospectivamente que en le repetir Anson, que “el fruto sano se días precisamente en Córdoba, donde sus aulas se habían formado y deforma- zocatea enseguida si no se le separa a vino a nacer nuestro amigo el 8 de do, por ejemplo en el ámbito periodís- tiempo del que está cedizo”. noviembre de 1932, para dejarnos solos tico, Luis María Anson, Juan Luis Su trayectoria de corresponsal en en Madrid a la altura del 2000 —va Cebrián o Fernando Savater, todos ellos Londres constituía un recuerdo imbo- para doce años—, cuando aún le falta- directores de la revista Soy pilarista, que rrable para quienes coincidieron con él ban meses para anotarse los sesenta y hacía las delicias de los colegiales. A en la capital británica. Jesús Pardo podría ocho. Iba por delante de nosotros en primeros puestos de la política llegaron consumir un turno interminable sobre edad, saber y desgobierno. No era fácil también Rafael Arias Salgado, Javier ese narrador extraordinario que era Feli- venir de un padre ingeniero de Cami- pe Mellizo. Tomaba apuntes del natu- nos y represaliado después de la guerra ral o los suplía con imaginación, donde incivil de 1936. Otra cosa es que sus “Felipe Mellizo era sumaba elementos de su pura inven- saberes técnicos terminaran por preva- ción con otros perfectamente verifica- lecer y fuera rehabilitado para el ejerci- un narrador sin par. bles, para desconcierto maravillado de cio de su profesión. La acreditó hasta la sus lectores a distancia o de sus colegas excelencia en la construcción de presas Un derroche de en la mesa de la redacción o del café de como la del pantano de Aulencia, a dos la esquina. Se contaban episodios admi- tiros de piedra de Madrid. La casa fami- talento. Un caballero rables como, por ejemplo, sus crónicas liar en el barrio de Salamanca predes- de grandísimo éxito del torneo de tenis tinaba a Felipe y a su hermano Carlos deslumbrante” que se celebraba en Wimbledon, escri- a los pupitres del Colegio del Pilar, que tas con una pasión contagiosa desde su regentaban los marianistas en la man- Solana, José María Aznar, Rodrigo Rato, pequeño apartamento en El Escorial. En zana formada por las calles de Prínci- Juan Villalonga, Alfredo Pérez Rubal- esa línea fue emulado por Lorenzo pe de Vergara, Ayala, Castelló y Ramón caba y tutti quanti. Además de algún pre- López Sancho, quien regresado de la de la Cruz. Felipe fue para siempre decesor sonado, como José María Jara- corresponsalía en París fue nombrado pilarista, como su amigo y compañero bo Pérez Morris, sobrino de Francisco jefe de Deportes del diario ABC. Su de aquel aulario Francisco Fernández Ruiz-Jarabo, que llegó en 1968 a pre- estreno como cronista fue un partido de Ordóñez. sidente del Tribunal Supremo y en 1973 Copa de Europa del Real Madrid en el El Colegio del Pilar acogía a lo más a ministro de Justicia. Nadie es respon- estadio Bernabéu, al que no asistió por- granado del barrio de Salamanca. Car- sable de sus sobrinos, tampoco los que se le cruzó una novia con la que pasó los Mellizo recuerda que, una mañana, marianistas de la conducta posterior de la tarde en una suite del hotel Euro- el director entró en su clase y dijo que sus pupilos, pero a este le dieron garro- building. Ayudado por un transistor, levantaran la mano aquellos alumnos te en 1958, reo de un cuádruple asesi- siguió el desarrollo del encuentro de

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manera entrecortada. Pero después hiló efe un texto que, al día siguiente, llevó al director Torcuato Luca de Tena a feli- citarle de manera sonora en la redacción. Lorenzo, como esa quiero todas tus cró- nicas, le dijo. Habituados como estamos a los maquinadores argentinos, a los vende- dores de tranvías, a los caniches que pug- nan por convencernos que allá eran dóbermans para darnos un sablazo, Feli- pe era una sorpresa desconcertante. Cuando llegué como director de Infor- mación a la agencia Efe, le propuse a Felipe Mellizo que asumiera la jefatu- ra de la sección de Cultura. Aceptó con la condición de que fuera su segundo Jesús Pardo. No era problema. Al día siguiente me llamó desde La Coruña para decirme que rehusaba, porque le sería imposible trabajar con Jesús. Entre sus colaboraciones figuraban de modo destacado las críticas de libros, que se publicaban en un sinnúmero de diarios. Un día vino a verme al despacho y me contó que esa mañana había pasado reconocimiento en el servicio de cardio- logía del Hospital Clínico, dirigido entonces por mi amigo el doctor Pedro Zarco. Me dijo que padecía una isque- mia y se demoró en describirme la enfer- medad con todo detalle. También aña- dió que la supervivencia que le daban estaba cifrada en un año. Pensé que iba a pedirme que la agen- cia le diera algún permiso o le facilita- ra algún anticipo. Pero fuese y no hubo nada. Llamé enseguida al doctor Zar- co para interesarme por Felipe Mellizo, a quien conocía bien. Negó de plano que hubiera estado en su servicio, que hubie- Felipe Mellizo fue el primer director de Comunicación de Enresa y gran impulsor de ESTRATOS. ra sido reconocido por él o por cualquie- ra de los otros médicos que lo integra- les y de pura ficción, dosificados con la preparatorias, salía para tocar el piano en ban. Insistí y me aseguró que él era el maestría que sabía desplegar. un bar donde le esperaban los amigos. primero en llegar al Clínico y el último Felipe Mellizo prestó sus servicios a Otras veces pretextaba una cita con su en marcharse y que, antes de hacerlo, la Sociedad Estatal para el V Centena- compañero de pupitre y entonces minis- revisaba el libro de los pacientes aten- rio. Cuando le llamaban, sus colegas tro de Asuntos Exteriores, Francisco didos. Se trataba, pues, de una invención aseguraban que no estaba a la vista pero Fernández Ordóñez, sin que fuera vis- muy bien tramada, al servicio de la mera que sin duda era imposible que anduvie- to en el Palacio de Santa Cruz. Pero le narración que había logrado captar por ra lejos. Ha dejado su chaqueta en el bastaban algunas ráfagas de su talento completo mi atención. Carecía de pro- respaldo de su silla y tiene encima de la para justificar de sobra los estipendios pósito práctico alguno y su verosimili- mesa su cuaderno y su bolígrafo. Des- recibidos. Años después dirigió de mane- tud surgía de la suma de elementos rea- pués se supo que, tras estas maniobras ra asombrosa uno de los telediarios de cien números, veinticinco años estratos 100 • otoño 2011 • 23 TVE. Un telediario de autor prensión de la audiencia, de la que terminaba con música, mi hermano que se hacía la mejor idea para donde hacía una síntesis noti- ofrecer lo mejor. Frente a tan- ciosa admirable. por Carlos Mellizo tos entregados a la espiral de Un día recibí la llamada la degeneración que procuran de Luis Mariñas, entonces di- Ahora que pasa el tiempo más despacio entontecer y envilecer a sus rector de los informativos de y que tiene más sitio la memoria, oyentes, Felipe les cultivaba Tele 5. Me propuso que reem- su perfil ciudadano más favo- plazara a Felipe Mellizo, me acuerdo con frecuencia de mi hermano. rable. Se fue sin hacer estruen- quien debía abandonar su No hay normas fijas para hacer que venga, do, como siempre. Porque puesto al frente de los infor- se me aparece sin motivos claros. cuando a determinados pardi- mativos de fin de semana. De pronto resucita de la muerte llos les sacan de un progra- Alegaba Felipe que le vencía que nos lo arrebató hace tantos años, ma, todos somos advertidos el plazo de la excedencia que de que se ha puesto en riesgo y vuelve para estarse con nosotros tenía en el Ministerio de la libertad de expresión. Pero Asuntos Exteriores y que el y conversar de sus asuntos clásicos: cuando se prescindía de gen- oficial mayor le había conmi- Bola de Nieve, los versos de Walt Whitman, tes como Felipe Mellizo, ni él nado a que se reintegrara a su un relato de Borges o de Sábato, ni nadie formulaban reclama- plaza. Nunca había sabido que tal o cual episodio de su invento, ción alguna. Eran gajes del tuviera semejante plaza. Lla- oficio. generalmente insólito y fantástico; mé a Inocencio Arias, enton- Felipe Mellizo era un lec- ces director de la Oficina de historias de viajes y de tenis, tor de Lecturas no obligato- Información Diplomática, la cuentos de desenlace inesperado. rias, como las referidas en ese famosa OID. Le referí el ca- Sorprender, asombrar, dar aire nuevo volumen de la editorial Alfa- so y al día siguiente, hechas las al existir ramplón y chabacano via por la premio Nobel po- averiguaciones pertinentes, laca Wislawa Szymborska. Se que todos padecemos cada día, Chencho, como le llamába- ganó la plaza de redactor en mos, me dijo que lo aducido por el hecho de haber nacido humanos. el primer diario que le acogió por Felipe era imaginario. Siempre quiso Felipe ser distinto, escribiendo en cartas de los Aclaró que años atrás se le diferente en lo bueno y en lo malo. lectores sobre el teorema de encomendó un informe so- Felipe tan simpático y alegre; Fermat. Lo sabía todo del ci- bre la República Dominicana clo artúrico y los caballeros Felipe tan sombrío y tan amargo. y que, una vez entregado y re- de la Tabla Redonda. Era un tribuido, nunca había tenido gozador del lenguaje. Estaba más relación con el Ministe- No hay razón que lo explique, como digo, en las antípodas del estira- rio. Pero todo fue inútil, por- pero me acuerdo mucho de mi hermano. miento cultista. Un narrador que abandonó el puesto des- De pronto, sin anuncio, me visita sin par. Un derroche de talen- pués de entregarme las llaves y aquí lo tengo, vivo y a mi lado, to. Un caballero deslumbran- y presentarme a la audiencia te. Competía en otro circuito una noche como su sustituto. lo mismo que si fuese de verdad ajeno a la feria de las vanida- Interesante averiguar adón- y de verdad estuviésemos hablando. des. Nunca se dejó deslum- de fue a continuación. Qué brar por los prestigios del di- puesto más ventajoso le es- (Agosto, 2011) nero atrapado. Le bastaba con peraba. Pues ninguno. Y em- lo suyo. Lo compartía con ge- pezaron a cortarle la luz y el nerosidad. Sobrellevaba las teléfono por falta de pago. épocas de escasez sin alterar- Volví a coincidir con Felipe en la bárbaros y se deshicieron de todos. Bien se. Gentes así apenas nos quedan. Los noche de Radio Nacional de España, lo presentía Darío Valcárcel y el ex minis- amigos de Enresa le dieron pan y vina- donde su director, Diego Carcedo, le tro José Pedro Pérez Llorca, que, junto gre y asiento a la lumbre, y él correspon- había encomendado dirigir el informa- a diputados del PNV y de todo el arco dió brindándoles iniciativas luminosas, tivo y moderar a continuación una ter- parlamentario, se sentaban cada noche cuya estela se mantiene en alto. Se hizo tulia que empezaba a las doce en los a su mesa. Penetración intelectual, talen- querer sin melindres. Le quisimos como estudios de Prado del Rey. Llegaron los to periodístico, capacidad narrativa, com- era. Que siga con nosotros. ■

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Estratos surgió en un contexto social bien diferente al de hoy, con una joven Enresa que empezaba a ocupar sus primeros titulares en los medios Aquella España de 1986 efe

Felipe González firma, ante el rey Juan Carlos, el ingreso de España en la CEE.

Son cien números, pero veinticinco años. Poco tiene que ver el panorama actual en el que se publica el número 100 de la revista con aquel mes de julio de 1986, cuando la recién nacida Empresa Nacional de Residuos Radiactivos publicaba el primer núme- ro de Estratos con el objetivo de difundir entre el público “cuanto parezca re- levante” en relación con el tema que constituía su razón de ser, la gestión de los residuos radiactivos. La actualidad de entonces pasaba por una España que se volvía europea, la victoria de Argentina en el Mundial de fútbol de México y el mayor accidente nuclear de la historia, que se produjo en la central ucra- niana de Chernóbil. Era un año de apertura al exterior en el que la necesidad de informar traspasaba las fronteras. ■ por Teresa Palacio, enresa.

l contexto en el que nació la crática y se volvía europea. El 1 de enero del siglo XXI, los años centrales de los revista Estratos está marcado por de 1986 España y Portugal ingresaban ochenta confirman esa apertura de Espa- Ela modernización de una España en la Comunidad Económica Europea, ña al mundo, a un mundo que tenía que se asentaba en la normalidad demo- actual Unión Europea. Vistos con los ojos muchas ganas de conquistar nuevos retos.

cien números, veinticinco años estratos 100 • otoño 2011 • 25 Movida en todos los ámbitos efe

Los ochenta son los años de la Movida, del despertar cultural, social y lúdi- co de una España hasta entonces más tímida. Pero no es solo una década de Movida madrileña, sino que son años dorados para la música, el cine y la literatura que penetran en la población en porcentajes crecientes año tras año. En 1986 suenan Abba, Alaska y Dinarama, Bob Dylan, Modern Talking, Joaquín Sabina, The final countdown, de Europe, y sale el álbum Entre el cielo y el suelo, de Mecano, que marca un antes y un después en la trayec- toria del grupo, iniciando con él una etapa de madurez creativa, conceptual y técnica que supondría su salto al éxito internacional. Esta es la música del año en el que nació Lady Gaga… En el mundo de las letras, No digas que fue un sueño, de Terenci Moix, gana el Premio Planeta, y Manuel Vicent obtiene el Premio Nadal por su nove- la Balada de Caín. Por su parte, Tom Cruise despega cinematográficamen- te con Top Gun y Platoon es la película más premiada en los Oscar. En Espa- ña, Pedro Almodóvar estrena Matador. Mientras tanto, en la televisión, la oferta se limita a dos canales en los que triunfan series como Los Colby, Se ha escrito un crimen, Las chicas de oro o Dinastía, entre otras, y se emi- te por primera vez en España la película Lo que el viento se llevó. ■

efe Despegue del trasbordador Challenger.

cometió el atentado de la calle Príncipe de Vergara, en Madrid, que acabó con la vida de cinco guardias civiles. El año 1986 fue además un año de urnas, primero con el referéndum sobre la OTAN, en el que triunfa con el 52,5% de votos la permanencia de España en la organización, y meses después con las elecciones generales celebradas el 22 de junio, en las que Felipe González revali- da su mayoría absoluta, con una partici- pación del 70,36%. Alianza Popular (for- mación que más tarde se convertiría en el Partido Popular) se consolidaba como la segunda fuerza política tras la desaparición de Unión de Centro Democrático (UCD). Tras estos comicios, pero meses más tar- Pedro Almodóvar y Fabio McNamara, en Rockola, templo de la Movida madrileña. de, nacería un nuevo partido político como coalición de varios partidos de izquierda Retos que, poco a poco, se alcanzan En España se vivía con alegría un euro- y republicanos: Izquierda Unida. en muchos ámbitos, como el tecnológi- peísmo que llevó consigo la dotación del La apertura de España al exterior se co. Ese año, por ejemplo, aparecía el pri- país de infraestructuras y servicios acor- ratifica con una de las mejores noticias de mer ordenador Macintosh Plus de des con esos tiempos y con esa nueva ese año: Barcelona es elegida como sede Apple, Japón lanzaba el satélite geodé- condición de comunitarios. Pero España para los Juegos Olímpicos de 1992. sico Ajisai y, en la conquista espacial, también afrontaba uno de los años más aún podemos evocar el sentimiento de duros de asesinatos perpetrados por ETA. Un servicio público esencial desolación que dejó la explosión del tras- Cristóbal Colón de Carvajal o Ricardo Hace veinticinco años y según datos de bordador espacial Challenger, a los pocos Sáenz de Ynestrillas fueron algunas de las un estudio sociológico publicado en la segundos de despegar. víctimas de ese año, en el que también se revista de la dirección general de Medio

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Ambiente en 1986, el 56,6% de los espa- enresa ñoles estaba en contra de la instalación de más centrales nucleares en el territorio español, y apuntaban a los residuos radiac- tivos como uno de los principales proble- mas de esta energía: cerca del 80% de los encuestados mostraban su preocupación por estos materiales. Así, ya un año antes, en 1985, Espa- ña decidía encargar un servicio público esencial, como es la gestión de los resi- duos radiactivos, a una empresa pública, profesional, creada para afrontar un reto tecnológico y poder dar respuesta a las necesidades de un sector —el nuclear— que contribuía en buena manera a la industrialización de España. Tal y como apuntan los profesores José Luis García Delgado y Juan Carlos Jiménez en Un cuarto de siglo en la modernización de Espa- ña, Enresa suponía una iniciativa “adelan- tada” al ser expresión de una economía y una sociedad que entienden su actividad como una exigencia del progreso, enmar- enresa cada, además, “en el amplio proceso de cambio que ha conocido la historia espa- ñola más reciente”. Enresa nació con una clara vocación técnica, para realizar una tarea específi- ca como es la gestión de los residuos radiactivos y el desmantelamiento de cen- trales nucleares; pero también con una vocación divulgadora: entre sus misiones figura, desde los inicios, la necesidad de informar sobre estas actividades y hacer partícipe a la población de cómo se rea- lizaba esa tarea que la sociedad española le había encomendado. Para informar sobre esta actividad nacía Estratos en julio de 1986. Diario 16 se hacía eco de esta publicación trimestral Arriba, manifestación antinuclear en Madrid, tras la catástrofe de la central de Chernóbil. Abajo, Felipe cuyo precio era de 120 pesetas y que Mellizo, Juan Manuel Kindelán y Ramón Tamames en la UIMP, en 1986. incluía artículos y reportajes de “induda- ble interés”, con abundante información blema” para hablar de la neonata publi- entonces en Diario 16 y también en El sobre gestión de residuos y temas de cación. País, era Santiago Graíño, quien define a “seguridad ambiental”; “muy bien escri- Pero el panorama mediático español era Enresa como “un ejemplo de eficacia en ta y editada”, añadía. El País también muy diferente al del 2011. Internet no la comunicación de un asunto complejo recogía la presentación de esta publica- era de uso común, no existían las redes e inevitablemente polémico y conflictivo”. ción: “Ante todo vamos a practicar la sociales y, por poner un ejemplo, ese año Desde aquellos inicios, señala, se ha pro- transparencia informativa, pero vamos a se inauguraba la televisión matinal con el ducido “un gran cambio” en el acceso a la ir más lejos por medio de la autocrítica”, programa de TVE Buenos días. Uno de los información científica. “El prestigio social reflejaban los responsables de Estratos. habituales a la hora de informar de la de la ciencia se ha incrementado mucho Ya titulaba “Transparencia para un pro- actualidad científica ambiental, por aquel y los medios le dedican mucho más espa- cien números, veinticinco años estratos 100 • otoño 2011 • 27 enresa

Antiguos módulos de almacenamiento en El Cabril (Hornachuelos, Córdoba).

car un almacén definitivo de residuos enresa de alta actividad. Uno de los portavoces habituales de la empresa ese año fue el primer director de El Cabril, Ignacio Alonso, que recuerda ese momento como de transformación. “Había que pasar de algo que no se cono- cía a mostrar una realidad con un men- saje instructivo y positivo”. Y eso, afirma, se realizó a través de “información, infor- mación e información”. “La apertura fue absoluta de un día para otro —afirma Alonso—. Invitamos a distintos colecti- vos, incluidos los ecologistas, a visitar la instalación y, además, creamos una sala Ignacio Alonso (derecha), primer director de El Cabril, durante una visita a la mina Beta. multiusos para traer cada día por la tar- de un autobús con gente, darles una char- cio ahora”, afirma. Ha dejado de ser algo sa planteaba para la gestión de los resi- la y responder a sus preguntas”. Una “extraño” —como podía serlo hace vein- duos radiactivos. Se estaba confeccionan- comunicación “necesaria”, ya que, como ticinco años—, para convertirse en un do el Primer Plan General de Residuos apunta Alonso, el desconocimiento lle- tipo de información habitual”. Radiactivos, que, como refleja la pren- vaba a todo tipo de falacias sobre la ins- sa de la época, apuesta por una moder- talación que, a veces, saltaban a la pren- La prensa empezó a hacerse eco de la nización de la instalación que ya funcio- sa. Ese año se aseguraba, por ejemplo, que actividad de una recién nacida Enresa na en la Sierra Albarrana para residuos habían llegado camiones franceses con La actualidad del sector se centraba en de “baja intensidad” y por empezar el residuos a El Cabril. “No sé de dónde las soluciones que la recién nacida Enre- estudio sobre emplazamientos para ubi- sacaban estas informaciones, tal vez como

28 • estratos 100 • otoño 2011 cien números, veinticinco años sociedad los camiones llevaban dos matrículas y una de ellas era amarilla, creían que eran ‘La Roja’, sin estrella extranjeros”, rememora Alonso. Fue también en ese año cuando Enre- En el verano de 1986 se celebró el Mundial de fútbol en México, el Mun- sa afrontó una de las tareas que despertó dial de Maradona. Durante el trayecto hacia la final, en el que Argentina más interés ciudadano, la retirada de para- venció a la perseverante República Federal de Alemania por 3-2, hubo un rrayos radiactivos, en una campaña que partido entre la albiceleste e Inglaterra que llegó a bautizarse como “el par- tuvo sus anuncios en prensa y sus temo- tido de las Malvinas”, por lo cercano en el tiempo del conflicto bélico en res y denuncias por parte de diversos aquel archipiélago, aunque para la historia quedará como “el partido de la colectivos, como la Asociación Ecologis- mano de Dios”. En 45 minutos inolvidables, El Pelusa mostró todo su reper- ta de defensa de la Naturaleza (Aede- torio: primero, metió un gol con la mano y, luego, después de coger la pelo- nat). “Fue una etapa entretenida —ase- ta en su campo, regateó a siete contrarios, sin contar al portero, para mar- gura Ignacio Alonso—. Desde Enresa se car, mientras el relator Víctor Hugo Morales se dejaba la garganta gritando emprendió una gran campaña para reti- aquello de “barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?”. La España de Miguel rar miles de pararrayos de edificios de Muñoz empezó a fraguar en esta Copa del Mundo la maldición de los cuar- toda España que hizo desaparecer un tos de final que le ha pesado históricamente como una losa hasta la Euro- peligro potencial”. copa de 2008. Después de la primera fase, en la que La Roja, arropada En verano se celebró un curso en la por el inmenso cariño de los emigrantes y de los propios mexicanos, empe- Universidad Internacional Menéndez zó perdiendo ante Brasil con un polémico gol fantasma de Michel, Dina- Pelayo (UIMP) curiosamente titulado marca sufrió la mejor versión de Butragueño, quien hizo cuatro de los cin- Residuos radiactivos: un reto para el año co goles para España, que salió a la calle gritando “¡Oa, oa, oa, El Buitre 2000, del que surgió la idea de organizar a La Moncloa!”. En las celebraciones, la fuente de La Cibeles perdió un un debate entre los distintos grupos que brazo. Y en cuartos, en la tanda de penaltis ante Bélgica, España perdió participaban en el encuentro. “Violenta su sueño con el penalti errado por Eloy Olaya. ■ discusión entre ecologistas y defensores de los residuos radiactivos”, rezaba el dia- efe rio Alerta, de Cantabria, para reflejar la discusión mantenida entre ecologistas, como Ramón Tamames, y representan- tes de Enresa, como Felipe Mellizo y Juan Manuel Kindelán. Uno de los temas recurrentes en esas jornadas fue la nece- sidad de transparencia e información constante por parte de la empresa, ámbi- to en el que ya estaba avanzando con ini- ciativas como la revista, el propio curso de Santander o sesiones de comunicación con otras agencias de gestión de residuos internacionales, como la que se organizó en Ávila ese mismo año. También ese verano y ese otoño de 1986 era frecuente encontrar en la pren- sa informaciones sobre la intención de La Roja se despidió del Mundial de México tras perder ante Bélgica, en el verano de 1986. Enresa y el Gobierno de desarrollar un almacén nuclear en alguna de las dos se replantee las medidas de seguridad y veinticinco años, combinando reportajes Castillas, Andalucía o Aragón; o desde el futuro de estas productoras de energía. sobre la gestión de los residuos radiacti- varios colectivos ya se pedía el cierre de Hoy, el número 100 de Estratos se vos y el desmantelamiento de centrales la central nuclear de Santa María de publica en un contexto diferente: Enresa nucleares, con divulgación científica, social Garoña (Burgos). Y el mundo vivía bajo está pendiente de la aprobación de su sép- y cultural. Ahora Enresa también está en el síndrome de Chernóbil: el 26 de abril timo Plan General de Residuos Radiac- Twitter, en Youtube, y persiste esa filoso- se producía en la planta ucraniana el tivos y El Cabril ha normalizado su acti- fía de llegar al gran público, con las nue- mayor accidente en una central nuclear vidad y recibe más de 5.000 visitantes al vas tecnologías y con las que siguen fun- de la historia, que hace que la sociedad año. Estratos se ha mantenido en estos cionando, como Estratos. ■ cien números, veinticinco años estratos 100 • otoño 2011 • 29 Catedráticos, periodistas, ecologistas, científicos..., diferentes seguidores de la revista analizan su tono, aportación y evolución en cinco lustros

ESTRATOS ante el espejo

“Estrato. Del latín stratus.” Hasta seis acepciones admite la Real Academia Española para un término que, en todas y cada una de ellas, viene a significar lo mismo: capa, nivel, aña- dido superpuesto, suma, adición. Como su propio nombre indica, Estratos se ha hecho así a lo largo de un cuarto de siglo: a capas, página sobre página, suma y si- gue, cien números uno detrás de otro. Agregando oficio al entusiasmo de sus artí- fices y colaboradores, más la aportación de lujo de cientos de entrevistados, cuyas opiniones han enriquecido a nuestros lectores. Con mucha voluntad y gran acier- to, dicen quienes la conocen. Ahora cumple veinticinco años y toca pasar revista, valga el tropo. Mirarse en espejo ajeno y esperar el veredicto. De todo hay: felici- taciones, tirones de orejas y sugerencias para los próximos cien números, para los cinco lustros venideros. Así la ven, pues así será. ■ por Arantza Prádanos, periodista.

¿ ué me gusta de Estratos? Pa- También me gustaría destacar la ra empezar, el título. Refleja la apuesta de Estratos por el tratamien- Qintegración de contenidos de to de la información sobre temas univer- distinta índole: medio ambien- sales, subrayando la sensibilidad de los te, salud, seguridad, I+D, comunica- personajes a los que entrevista o las obras ción... Nosotros seguimos muy de cer- que centran sus reportajes. Por ejemplo, ca los asuntos que tratan el ámbito de hace poco me encontré un delicioso re- nuestra competencia: velar por la segu- portaje sobre en África, ridad nuclear y la protec- caracterizado por la incan- ción radiológica de los tra- “Me gusta el descencia de la primatóloga bajadores, del público y del título: refleja británica a sus 76 años. Asi- medio ambiente. Recién mismo, recuerdo haber leído aprobada la directiva co- la integración en sus páginas una profunda munitaria sobre gestión de contenidos reflexión del pintor Antonio segura y responsable de los de distinta López sobre arte y vida, ins- residuos radiactivos y del índole” piración y aprendizaje. combustible gastado, me Espero que la revista siga Carmen Martínez Ten, viene a la mente el interesante mono- contribuyendo muchos años más al anda- presidenta del Consejo gráfico que Enresa dedicó hace unos miaje necesario para mejorar la compren- de Seguridad Nuclear meses al Almacén Temporal Centrali- sión del servicio que Enresa presta a la so- zado (ATC), un proyecto que deberá de- ciedad española. Felicidades a la institu- sarrollar nuestro país y que, sin duda, mi- ción en nombre del Consejo de Seguridad nimizará el impacto de dichos residuos Nuclear por el vigésimo quinto aniversa- en las generaciones futuras. rio de su publicación. ■

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onozco Estratos desde su fundación y siem- pre me ha parecido un acierto, no solo en la Coportunidad de su presencia, sino también, en términos generales, en el tono de sus contenidos, ya que hace compatible su carácter institucional con el interés informativo y el modo de realización perio- dístico. De hecho, yo la utilizo mucho en mis clases de la asignatura Información Científica y Técnica, tan- to por su modo de resolver algunos temas comple- jos, como por su capacidad de sugerir temáticas de análisis periodístico o de estudio de contenidos espe- cializados. Además, cuando ocupé el cargo de presi- Javier Fernández del Moral, Ramón Núñez, dente de la Asociación de Directivos de Comunica- catedrático de Periodismo director del Museo Nacional ción (Dircom), tuve la oportunidad de tener una Especializado de la UCM de Ciencia y Tecnología especial relación con todos los responsables de la comunicación institucional de Enresa, colaborando na vez me encontré un en varias ocasiones con la publicación. “Utilizo mucho número de Estratos Si hubiera que sugerir alguna mejora, yo insistiría Estratos Uen la sala de espera de en su mejor virtud, que es la de mantener el equili- en mis clases un médico internista. Es un buen brio ente el tono institucional y el periodístico, evi- ejemplo del amplio público al que tando cualquier descompensación en un sentido de- de Información puede interesar, con temas abier- masiado institucional, con presencias a veces algo ex- Científica tos a esa cuota de lectores a los que cesivas de personas o noticias con sesgo político. ■ y Técnica” de otro modo no habría llegado. ¿Qué es imperativo para una revista de divulgación? El senti- do común, la transversalidad y no obsesionarse con repetir las cosas y los temas que aparecen en o existen muchas revistas que se expresen con los currículos escolares. Lo inte- la claridad de contenidos de Estratos, que resante es abordar materias des- Nhace además una aportación significativa a la de sus perspectivas más cotidia- alta cultura en un tema tan relevante como el de la ener- nas, más culturales. De un tema gía y sus derivaciones. Desde luego va mucho más allá determinado el especialista dirá que un mero instrumento corporativo. La divulgación lo que le toca, pero a mí me in- científica es importante, y necesita de un público bien teresan, sobre todo, las visiones dispuesto; un público que se obtiene a través de un sis- complementarias, cruzadas, des- tema educativo adecuado y de una apuesta por la ense- de otros ámbitos. Por ejemplo, si ñanza científica en la educación secundaria, que en me hablan de lo nuclear, me ape- José Manuel Sánchez Ron, España está lejos aún de ser tece saber qué tiene que decir un físico y académico de la Real la que debiera. Hay revistas músico, un militar, un cura. Si Academia Española como Estratos que, junto a “La divulgación hablamos de un violín, entonces la prensa (aunque está en científica me gustaría conocer la visión de horas bajas), contribuyen a la divulgación es importante un artesano de la ma- hasta donde pueden, pero la cultura cientí- y necesita un dera, un técnico de so- “Me interesan, fica general, como país, aún es deficiente. público bien nido, un músico. Yo sobre todo, la Y en su ámbito propio, a Estratos hay dispuesto” siempre recuerdo la transversalidad, que pedirle que argumente con claridad, neu- frase de un amigo: tralidad y sirva para entablar diálogo a tra- “No se sabe quién las visiones vés de sus páginas sobre el futuro de la energía nuclear. Que se pon- descubrió el mar, pe- complementarias ga en la mente de quienes se oponen a este recurso energético y con- ro con seguridad no desde otros teste a unas objeciones que no son baladíes, y menos tras el accidente fue un pez”. ■ ámbitos” ocurrido el pasado mes de marzo en Fukushima ( Japón). ■ cien números, veinticinco años estratos 100 • otoño 2011 • 31 ara los profesionales del sector de la energía y el medio ambiente, PEstratos es un referente. Su cali- dad es un lujo para los que somos fieles seguidores. La información sobre avances científicos, temas ambientales, económi- cos y de actualidad que aparece en Estra- tos refleja cuestiones presentes en el deba- Piluca Núñez, te social y en la agenda pública. Además, directora de Comunicación sus colaboradores habituales son una del Foro Nuclear garantía de buen periodismo y aporta- Antonio Calvo, ción a la comunicación científica. vista, en 1986, su entonces director, Ju- presidente de la Asociación La distribución de Estratos, con más lio Sierra, afirmó: “Ante todo vamos a Española de Comunicación de 5.000 ejemplares a distintos ámbitos practicar la transparencia informativa”. Científica profesionales, como instituciones, empre- En estos veinticinco años, esa máxima sas, periodistas, profesores, políticos, etcé- se ha cumplido y seguro que lo seguirá ace veinticinco años los tera, asegura una difusión de la informa- haciendo en el futuro. Desde el Foro de responsables de Estra- ción en entornos variopintos, la Industria Nuclear Españo- tos fueron pioneros e donde el conocimiento sobre “Sus la deseamos que la celebra- innovaronH el modelo de revista los asuntos que trata la revis- informaciones ción de los cien números de corporativa. Se inventaron una ta es fundamental para mejo- reflejan temas Estratos sea un aliciente publicación que no era un rollo, rar el conocimiento e incre- para seguir por este buen ca- que incluía, además de los asun- mentar la sensibilización presentes en mino de la información cien- tos relacionados con el cometido hacia el medio ambiente y la el debate social tífica. ¡Felicidades por los de Enresa, reportajes muy varia- energía nuclear. y la agenda cien números y ánimo para dos, interesantes, temas medio- Cuando se presentó la re- pública” los cien siguientes! ■ ambientales y científicos. La ha- cían y la hacen periodistas, y eso se nota para bien, porque los in- genieros saben mucho de lo su- yo pero son pesados y con fre- cuencia escriben para otros in- genieros. Cuando se hace una stá bien que cumpla veinticinco años y alcan- revista, algo de oficio (periodís- ce los cien números pero a nuestro juicio le tico) hace falta. En estos años se Efalta imparcialidad. Está volcada en reflejar ha mantenido bien, aunque veo la versión y la posición del sector pronuclear. Rezu- que últimamente hay más conte- ma por todas sus páginas esa apuesta aunque, para nidos de empresa en sus páginas. compensar esa imagen, incluya reportajes y temas Sin tocar el modelo, porque no Carlos Bravo, de naturaleza que están hay que inventar cuando ya es- responsable de la campaña bien. En todos estos años, “No ha dado tá descubierto el Mediterráneo, antinuclear de Greenpeace Estratos, editada por cabida a yo abriría algo más Enresa, nunca ha pedido el espectro de te- “Los responsables la colaboración de Greenpeace, no ha dado otras visiones mas —cultura, arte, de Estratos cabida a otras visiones en lo que atañe al tema sobre el tema etcétera— y conte- fueron pioneros, nuclear, ni se ha abierto al campo de las nuclear” nidos algo más li- se inventaron energías renovables. geros. En todo ca- Tampoco hemos visto que haya reflejado para nada la apertura al so, antes y ahora, una revista debate sobre las renovables dentro del Gobierno. Y en el ámbito in- sigue prestando un corporativa ternacional, no he encontrado ninguna referencia, ninguna valora- buen servicio a la que no era ción crítica al accidente nuclear de Fukushima ( Japón) y la eviden- sociedad. ■ un rollo” cia de lo peligrosa que es esta energía. ■

32 • estratos 100 • otoño 2011 cien números, veinticinco años miradas

número, el reportaje “Fórmula 1, ¿fór- mula verde?”, que era muy interesante. Por eso, creo que sería útil que tuvieran acceso a ella grupos como los estudian- tes de periodismo especializado y tam- bién, se me ocurre, las agencias de comu- nicación; muchos de sus profesionales Clara Navío, conocen bien el mundo del marketing presidenta de la Asociación de pero les falta información de fondo sobre Periodistas de Información Ambiental los temas que luego hacen llegar a las redacciones. in ser una revista dirigida al gran Por ponerle un pero a Estratos y público, me llama la atención que que no sean todo elogios, aligeraría un Sinterese a mucha gente, a muchos poco la maquetación para hacerla me- más colectivos de a los que probablemen- nos estática y prescindiría de esos temas Francisco Castejón, te llega por su difusión limitada. Nos sir- que tanto proliferan ahora en cualquier físico nuclear y responsable ve a los propios periodistas publicación supuestamen- de la campaña antinuclear para aprender sobre los temas “Es una te para refrescar el conte- de Ecologistas en Acción que toca, unos técnicos, como publicación nido: la gastronomía, el vi- los de los residuos radiactivos, que me no... ¡Estoy hasta el gorro! o diría que la revista de y otros que no lo son pero que gustaría Dicho esto, es una publica- Enresa hace una difu- tienen un gran interés divul- encontrar ción que me gustaría en- Ysión de temas medio- gativo y originalidad. Pensé contrar en la sala de espe- ambientales de bastante cali- en mi hijo al ver, en el último en la sala ra del dentista. ■ dad y hay buenas entrevistas, de espera pero habría que pedirle que del dentista” fuera más transparente respec- to de los planes de la empre- sa pública sobre el destino de los residuos de las centrales nucleares. Y que sirviera de foro de debate sobre la ener- gía nuclear y las alternativas e gusta mucho. Es una de las pocas publi- renovables. En todos estos caciones de difusión e información de años, la revista nunca ha pedi- Mciencia y tecnología de tipo medio con do la colaboración de Ecolo- un buen nivel de calidad. Hay pocas de las que gistas en Acción, aunque a mí se puede decir lo mismo y, como tal, cubre un me entrevistaron una vez. Pero espacio muy importante. Además, es una revis- no se trata de nosotros por ta corporativa poco Santiago Graiño, nosotros, sino de que haga una “Es una revista corporativa, ahí radica jefe de Comunicación función de servicio público y corporativa quizá una de sus prin- del Instituto Español lo haga desde la neutralidad. cipales virtudes, por- de Oceanografía Le pedimos a Estratos y a poco corporativa, que las revistas muy de Enresa, como empresa públi- una de sus empresa suelen ser una lata. Lo que no ca, más neutrali- principales puede faltar en la comunicación de la “Le pediría que dad en el debate virtudes” ciencia y la tecnología es considerar, por sirviera de foro energético, por- encima de todo, la atribución de rele- que mantiene un vancia que hace el receptor, es decir, que los contenidos estén en de debate sobre cierto alinea- relación con lo que al lector de verdad le interesa, y eso hacerlo la energía miento a favor a través de un lenguaje y una contextualización adecuadas. Quien nuclear y las de la industria no lo haga está condenado al fracaso. ■ renovables” nuclear. ■ cien números, veinticinco años estratos 100 • otoño 2011 • 33 Nuevas tecnologías para una misma tarea

34 • estratos 100 • otoño 2011 como es natural, ha Enresa,sido la gran protago- nista de la revista en estos años. Creada en 1985 para gestionar los residuos ra- diactivos, presentó su primer Plan General en 1987 y, desde entonces, ha desple- gado una importante actividad de inves- tigación y desarrollo sin la cual no exis- tirían, por ejemplo, el almacén de El Cabril para residuos de baja y media actividad, ni el proyecto del futuro Almacén Temporal Centralizado, ni se hubiese desmantelado con éxito la central de Vandellós I. Pro- yectos, todos ellos, llevados a cabo con total transparencia, para no añadir confusión al mundo de la energía nuclear, que entre los españoles merece una opinión ambivalente, aunque cada vez más ale- jada de ideas preconcebidas. Por supues- to, la gestión nuclear está inmersa en la ciencia, que en el último cuarto de siglo ha conocido éxitos como el aislamiento del virus del sida, la secuenciación del genoma humano, el telescopio espacial Hubble, con sus espectaculares imágenes del espacio, o la puesta en marcha del gran acelerador de partículas del CERN para desentrañar los misterios más ínti- mos de la materia. n

estratos 100 • otoño 2011 • 35 Veinticinco años de tecnología y gestión de residuos La idea y la herramienta

Enresa es una empresa con una gran dependencia de la investigación y el desarrollo, en íntima conexión con los modelos de gestión que adopta. Es el diálogo entre el cerebro y el problema, la idea y la herramienta, el que permite afrontar tareas tan complejas como las que tiene encomendadas. Un diálogo que inició hace veinticinco años y que debe continuar para tomar en el futuro las decisiones más adecuadas, a fin de garantizar que los residuos radiactivos no interfieran en la salud ni el medio ambiente. ■ por Ignacio F. Bayo, periodista / fotos: Alfredo Cáliz.

ace veinticinco años, cuan- organizada, empieza a plantearse a do la revista Estratos vio la mediados de los años setenta. Previamen- H luz, el mundo de la gestión de te había una gestión desordenada, sin un los residuos nucleares y el desarrollo de soporte económico, y con un esquema de las tecnologías adecuadas a dicha gestión responsabilidades muy pobre”. estaba sufriendo en todo el mundo una Como consecuencia de ese nuevo enorme transformación. No andaban planteamiento, en esos años nacen en los aún lejanos los días en que algunos paí- países más desarrollados las empresas e ses, como Gran Bretaña, Bélgica y instituciones destinadas a llevar a cabo Holanda, vertían los de baja y media dicha gestión, y enseguida se pone en evi- actividad en la Fosa Atlántica, de acuer- dencia la necesidad de disponer de una do con las cláusulas del Convenio de tecnología adecuada a los niveles de Londres de 1972, mientras que otros, seguridad que se plantean. No cabe con- como hacía Francia en La Manche, los cebir una gestión avanzada sin una tec- enterraban con una tecnología menos nología apropiada que la haga posible y desarrollada que las de los almacena- de poco sirve un desarrollo tecnológico mientos actuales. Por entonces estaba sin un modelo de gestión que le dé sen- en pleno desarrollo una nueva genera- tido. “La Comisión Europea empieza a ción de repositorios, fruto de un cam- tomar cartas en el asunto en el año 1975, bio de mentalidad nacido a mediados de con los primeros programas marco de los setenta. Según Jorge Lang-Lenton, investigación y desarrollo sobre gestión un ingeniero que formaba parte del equi- de residuos radiactivos, que muestran po inicial de Enresa y que actualmente ya una visión bastante clara”, explica es director de su División Administra- Álvaro Rodríguez Beceiro, director de tiva, “la gestión de residuos en el mun- Ingeniería en Enresa, que también vivió do, de una forma seria, consciente y en directo aquellos tiempos iniciales.

36 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea enresa

Imagen de una de las plataformas de almacenamiento de residuos de El Cabril (Hornachuelos, Córdoba).

nuevas tecnologías para una misma tarea estratos 100 • otoño 2011 • 37 Contenedores de almacenamiento de residuos de baja y media actividad preparados para su utilización, en El Cabril (Hornachuelos, Córdoba). En la otra página, de izquierda a derecha y de arriba abajo, celda caliente del laboratorio de verificación de la calidad de los residuos; sala de control, y soldado y ensamblaje en la planta de fabricación de contenedores.

Un modelo emblemático en bidones compactados con hormigón, La creación de una entidad específi- En España, la responsabilidad de esta semejantes a los que se siguen emplean- ca dedicada a la gestión de los residuos gestión había recaído en la Junta de Ener- do en la actualidad, que se almacenaban se produjo con un pequeño retraso de gía Nuclear hasta 1985, año de creación sin más barreras que el bulto del residuo cinco o seis años respecto a las prime- de Enresa. Su legado era resultado de una en la famosa mina Beta de Hornachue- ras de sus homólogas europeas, pero eso labor voluntariosa pero poco adaptada a los (Córdoba). Se trataba sobre todo de permitió adoptar las mejores ideas de los nuevos tiempos, diferente a la situa- residuos procedentes de centros hospi- todas esas organizaciones y, según Rodrí- ción descrita para otros países europeos talarios y otras instalaciones, ya que la guez Beceiro, mejorarlas, “porque el pero en línea con la tosquedad de la ges- mayor parte de los producidos por las cen- esquema organizativo y de financiación tión desarrollada por estos. Los residuos trales nucleares se mantenían bajo la cus- que se montó en este país fue emblemá- de baja y media actividad se guardaban todia de las propias instalaciones. tico. Yo diría que no hay ningún país del

38 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea mundo que haya tenido la visión que números del funcionamiento del centro che. Enresa firmó un acuerdo con Andra, tuvo España”. Un esquema que, en sus de La Manche y del modelo que Suecia la empresa gestora gala, para el desarro- principios generales, sigue vigente vein- está desarrollando y que se inauguró en llo conjunto del sistema y el fruto de esa ticinco años después. 1988. Pero pronto salió a la luz el diseño colaboración fue el almacén de El Cabril, Lo primero fue, por tanto, empapar- de un nuevo almacén que la francesa semejante al francés pero más sofistica- se de las ideas y tecnologías que se esta- Andra proyectaba en L’Aube, donde se do. Y es que el Consejo de Seguridad ban cociendo en otros lares para diseñar aplicaba un nuevo concepto de protección Nuclear (CSN) requirió a Enresa que el primer Plan General de Residuos multicapa, dotado de barreras físicas, geo- contemplara un sistema para la recupe- Radiactivos, presentado en 1987. Y entre lógicas y de ingeniería, y con un sistema ración de los residuos en caso de que sur- esas ideas en pleno desarrollo, la revista de control de infiltraciones que suponía giera algún problema. La solución fue Estratos se hace eco en sus primeros un salto cualitativo respecto a La Man- incluir un paso intermedio entre los bido- nuevas tecnologías para una misma tarea estratos 100 • otoño 2011 • 39 nes y las celdas, el de los contenedores, que encareció el proceso y redujo la capa- cidad de almacenamiento, pero facilitó su aceptación social.

Investigación aplicada Al tiempo que se definía y construía el almacén de baja y media actividad la in- vestigación abordaba la mejora del acon- dicionamiento de los residuos. “La pri- mera barrera es la cementación de los re- siduos en los bidones y se mejoró el hormigón empleado, porque antes se uti- lizaban matrices menos apropiadas”, di- ce Jorge Lang-Lenton. Para ello conta- ron con la colaboración del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC), que les caracterizó la composición y el comportamiento de un hormigón capaz de garantizar su integri- tante en los veinte años transcurridos, y rar las armaduras en el hormigón de los dad durante los tres siglos que tardan se ha implementado mediante compac- contenedores, así que era necesario estos residuos en igualar la radiación de tación y también mediante proyectos extraerlo previamente, y el enorme volu- fondo. También se definieron los crite- conjuntos con los principales producto- men amenazaba con colapsar el almacén rios de aceptación con vistas a que los re- res, las centrales nucleares, las cuales de baja y media actividad. Tras un perio- siduos que entregaran las centrales se actualmente disponen de compactadora do de diseño de un almacén adecuado a adecuaran a los del estudio de seguridad en sus instalaciones. Además, según el las características de estos materiales, ins- que se hizo para una instalación defini- director de Ingeniería de Enresa, se han pirado en uno francés de similares obje- tiva como la que había diseñado. “Para ello abordado otras investigaciones en este tivos, en 2008 se pudo inaugurar el nue- hicimos un cambio de concepto; en lugar ámbito, siendo la más puntera la del hor- vo almacén para residuos de muy baja de ver qué hacías con un residuo una vez no de plasma, que permite fundir un actividad, que ha liberado la hipoteca que acondicionado, nos planteamos qué con- bidón de residuos y al mismo tiempo suponía este contingente para el espacio diciones debía tener ese acondicionamien- que se reduce su tamaño se estabiliza su disponible en las celdas destinadas a alber- to para mantenerse trescientos años en la contenido, por lo que se empleará con gar los residuos de baja y media actividad. instalación sin impacto medioambien- residuos difíciles de tratar, como las resi- tal”, dice Rodríguez Beceiro. La clave pa- nas muy contaminadas. Los residuos de alta actividad ra poder predecir cómo se iban a compor- La preocupación por el volumen alma- En cuanto a los residuos de alta actividad, tar los residuos en ese plazo fue el produc- cenado se agudizó a raíz de un inciden- formados esencialmente por el combus- to de la investigación sobre la migración te imprevisto, al fundirse en 1998 una tible de las centrales nucleares, la situación de los radionucleidos en las diferentes fuente de cesio-137 en una planta de tra- hace un cuarto de siglo se encontraba lejos matrices, que llevó a cabo Enresa. tamiento de chatarras de Los Barrios de ser la ideal. Hasta 1983, el combusti- Llegar en el momento adecuado resul- (Cádiz), originando una enorme cantidad ble gastado se enviaba a reprocesar al tó providencial, porque el modelo de de residuos con una concentración de extranjero, esencialmente a Francia y Rei- almacén multibarrera y con control de radiactividad muy baja, que no necesita- no Unido. Las centrales se habían cons- infiltraciones, mejorado con los contene- ba, ni de lejos, el uso de barreras tan sofis- truido con esa perspectiva y sus piscinas dores y con los avances en el acondicio- ticadas y caras como las de El Cabril. El no estaban diseñadas para albergar más namiento de los bidones, sigue siendo problema, en realidad, ya se había empe- que una cantidad limitada de residuos. plenamente actual. “Si ahora tuviéramos zado a plantear con el desmantelamien- Determinadas circunstancias, como la que hacer otro Cabril, el diseño de par- to de la central nuclear Vandellós I (Tarra- proliferación nuclear en nuevos países tida sería el mismo, corrigiendo quizá gona), pero entonces cobró inmediata (Pakistán y la India, que por aquel enton- algunos detalles —explica Rodríguez urgencia. “Estamos hablando de unas ces realizaron sus primeras pruebas con Beceiro—, especialmente en la reduc- cenizas con alto contenido de cloro, bombas nucleares), hicieron que el repro- ción de volumen, porque el espacio aquí mucho volumen, unas 400 toneladas y de cesado perdiera interés. Nada más nacer es muy valioso”. Esa preocupación por la muy bajo contenido radiactivo”, según Enresa hubo que plantearse el problema reducción de volumen ha sido una cons- Rodríguez Beceiro. El cloro puede alte- de aumentar la [pasa a la página 44]

40 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea Edificio del reactor de la central de Vandellós I (Tarragona), en estado de laten- cia, aquí y arriba a la izquierda; a la derecha, interior del mismo. En la otra pá- gina, antiguos silos de almacenamiento de grafito. Enresa ha convertido esta central en un centro tecnológico. Vasija del reactor de la central José Cabrera (Zorita, Guadala- jara), en proceso de desmantelamiento. En la otra página, ac- tuaciones en el edificio del reactor.

[viene de la página 40] capacidad de las fundo (AGP), que debía estar situado a Incluso tenemos un modelo propio de piscinas, y la solución no fue ampliarlas mucha profundidad (superior a 500 cánister, hecho de acero-carbono y apro- sino poner en marcha un proceso deno- metros) en una zona geológicamente esta- piado tanto para granito como para arci- minado cambio de bastidores, que con- ble durante las decenas de miles de años lla, que son los dos materiales geológi- siste en crear unos racks (los bastidores en que estos residuos mantienen su capa- cos más adecuados en España. También donde se alojan los elementos combus- cidad radiactiva. Hoy, el AGP ha perdi- disponemos de una de las mayores reser- tibles) más compactos y con absorbentes do actualidad y se ha reducido el presu- vas mundiales de un mineral denomina- neutrónicos, lo que permite guardarlos en puesto dedicado a su investigación y do bentonita, que es ideal para envolver un espacio mucho menor. “Con el cam- desarrollo, pero no está ni mucho menos los residuos nucleares de alta actividad al bio de bastidores se puede ganar hueco descartado. “El ATC no es una alterna- ubicarlos en el AGP, ya que tiene una como para prolongar la situación duran- tiva al AGP —dice Álvaro Rodríguez gran capacidad absorbente e impermea- te unos años, pero al final hay que bus- Beceiro—, sino una transición. Y muchos ble, un comportamiento plástico, por lo car un sitio”, dice Jorge Lang-Lenton. países siguen en la línea de utilizar este que se adapta a posibles movimientos Por eso, ya en aquellos años ochen- almacenamiento de forma directa, como del terreno, y excelentes propiedades de ta se inició la investigación para desarro- Finlandia, Suecia, Francia y Estados Uni- retención de radionucleidos. llar contenedores en seco a fin de alber- dos, sobre todo los tres primeros, que tie- En paralelo, se sigue investigando en gar el combustible gastado fuera de las nen un programa para disponer de un la posibilidad de realizar la separación piscinas. Y en España, el problema puso AGP en 2020, 2021 y 2025, respectiva- de los isótopos amalgamados en el com- de manifiesto la necesidad de construir mente”. El proyecto es lo bastante com- bustible quemado para proceder a su un Almacén Temporal Centralizado plejo como para exigir una intensa acti- transmutación, con lo cual se podría ge- (ATC), como consta ya en el segundo vidad de investigación en todas las áreas nerar energía y reducir sensiblemente el Plan general de Residuos Radiactivos, implicadas, que incluyen los aspectos geo- volumen de residuos, convirtiéndolos en de 1989. Aunque siga siendo un tema de lógicos, químicos, físicos y de ingeniería, otros de vida mucho más corta. Las in- máxima actualidad, el ATC ya se plan- porque la idea esencial es también la de vestigaciones en este campo se llevan a teaba entonces; la diferencia es que hoy las múltiples barreras, como en el alma- cabo en proyectos internacionales, y se- está plenamente definido en su funcio- cén de residuos de baja y media, pero con rá una de las líneas de investigación del namiento y características, y entonces la complejidad añadida de que el análi- centro tecnológico que Enresa creará era sobre todo una idea sin desarrollar. sis de seguridad es a un plazo de decenas junto al ATC una vez construido. El fu- Rodríguez Beceiro recuerda la tempra- de miles de años, algo que supera nues- turo de esta opción es prometedor, pero na participación de Enresa en el desarro- tra capacidad de comprensión temporal. a largo plazo, a pesar de que no es una llo de contenedores en seco: “Nos incor- España no está al margen de esa ac- idea reciente. Nació con la energía nu- poramos a proyectos como el del conte- tividad investigadora. Se han realizado clear y ya en los primeros números de nedor DPT, desarrollado en un consorcio estudios de comportamiento geológico Estratos se dedicaba cierta atención a con varias empresas de Estados Unidos de diferentes materiales, para ir locali- hablar de esta posibilidad. En estos vein- y la empresa española Equipos Nuclea- zando las mejores zonas de nuestro te- ticinco años se ha avanzado, pero de for- res [ENSA], que era nuestro socio tec- rritorio que alberguen un repositorio de ma insuficiente, porque hace falta una nológico. Luego, en Estados Unidos no estas características y se ha participado, mayor determinación para convertir un tuvo viabilidad comercial y terminamos y se sigue participando, en numerosos experimento que se realiza en el labora- de desarrollarlo aquí con ENSA, y es el proyectos internacionales de estudios de torio de forma eficiente en un proceso in- que se utilizó en Trillo [Guadalajara]. Es todo tipo para el diseño de un AGP. Se- dustrializado. un contenedor muy robusto y bueno, pe- gún Lang-Lenton, “la idea inicial, a fi- ro el concepto es antiguo, de finales de los nales de los ochenta, era disponer de un Desmantelamiento de instalaciones ochenta, y empernado, con doble tapa, lo AGP para el año 2015 y se puso en mar- Las responsabilidades de Enresa incluyen que hace que no sea fácil de regular. Por cha un plan de búsqueda de emplaza- también otro proceso, el desmantela- eso, durante los años noventa se fueron mientos con cuatro etapas bien defini- miento de instalaciones, y ello ha dado generando alternativas, como los de hor- das, cada vez en áreas más pequeñas, lugar también a una evolución en la ges- migón, los de hormigón-metal, bóvedas, para llegar a una lista de unos treinta si- tión y en la tecnología. Nada más nacer, nichos... y ahora mismo hay una tecno- tios, que se publicó en 1996, pero no se Enresa tuvo que enfrentarse a la res- logía de almacenamiento temporal en se- hizo una labor adecuada de informa- tauración de antiguas minas y centros de co muy fiable y segura”. ción y se generó un problema que llevó tratamiento de uranio, como la Fábrica La idea dominante por aquellos tiem- a detener los trabajos. Pero todo eso per- de Uranio de Andújar ( Jaén) y la propia pos sobre el destino de los residuos de alta mitió disponer de un buen conocimien- mina Beta de El Cabril. “La experiencia actividad era el Almacén Geológico Pro- to de la geología española”. de Andújar nos proporcionó un conoci-

44 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea enresa miento y una metodología que, aunque blemático es la organización del proyec- trol de radiactividad con vistas a la clasi- fuera una instalación muy diferente a una to, la gestión de un enorme conjunto de ficación de residuos y de sistemas robo- central, nos vino muy bien para afrontar procesos, de materiales y de personas: tizados y manejados por control remoto el desmantelamiento de la central nuclear para desmantelar una central nuclear, la para zonas de alta contaminación. Y aun- de Vandellós I —dice Jorge Lang-Len- tienes que haber desmantelado previa- que cada instalación tiene sus propias ton—, donde hubo que retirar del orden mente varias veces de forma mental y características, esas experiencias sin duda de 200.000 metros cúbicos”. Según este metodológica. Y para eso es fundamen- han facilitado el proceso, hoy en marcha, ingeniero, aunque tecnológicamente pue- tal modelizar los procesos”. También ha de desmantelamiento de la central José de no parecer muy complicado, “lo pro- exigido el desarrollo de sistemas de con- Cabrera, en Zorita (Guadalajara). ■

Cúpula del edificio del reactor de la central José Cabrera (Zorita, Guadalajara), que está desmantelando Enresa; esta central fue la primera que se construyó en España y dejó de funcionar en mayo de 2006, tras 38 años de actividad. Las encuestas muestran una opinión pública que aleja las ideas de miedo y belicismo al pensar en esta energía, pero persiste la división Los españoles y la energía nuclear: serenidad, ambivalencia, pragmatismo

La sociedad española no es antinuclear, pero tampoco es pronuclear. Está dividida. Existe la sensación de que, de momento, no hay alternativa viable para mante- ner el ritmo de vida que llevamos, aunque se apuesta por seguir buscando so- luciones. A pesar de ello, las medidas de seguridad y los estrictos controles de las centrales nucleares y los procesos de gestión de los residuos radiactivos han generado confianza entre los ciudadanos a lo largo de los años. ■ por José Juan Toharia, presidente de metroscopia y catedrático de sociología.

lo largo de los últimos vein- más claridad1. La utilización de “átomos cia coyuntural. No es que nuestra socie- ticinco años el clima de opinión para la paz”2 cuenta ya con una impor- dad haya dejado de ser antinuclear para Apredominante en la sociedad tante hoja de servicios que ahora resul- convertirse en pronuclear, sino que sobre española en relación con la energía ta plenamente perceptible y que, aunque el rechazo de base a la energía nuclear nuclear ha variado sustancialmente. Los en nada altere la esencial peligrosidad —que persiste— ha venido a superpo- antaño usuales planteamientos emocio- de esta fuente energética, sí contribuye nerse la sensación de que, por el momen- nales y de principio sobre el tema se han a una evaluación más matizada de la mis- to, no parece existir alternativa viable a atenuado, al tiempo que han adquirido ma. Y pragmatismo, porque ahora el la misma (siempre, claro está, que lo que preponderancia actitudes más matiza- hecho de que este tema tienda a ser se pretenda sea mantener nuestro actual das y complejas que cabe resumir en tres abordado de modo menos emocional y estilo de vida) y que, por tanto, hay bus- palabras: serenidad, ambivalencia y prag- más racional permite que afloren con- car el mejor acomodo posible con ella a matismo. Serenidad, pues todo lo relacio- sideraciones empíricas y de convenien- la espera de una mejor solución. nado con lo nuclear puede ahora ser abordado sin la aplastante carga de ansie- 1 En 1951, una planta nuclear produjo por vez pri- ma fue originalmente situado en el nivel 5, pero el dad y miedo que suscitaron las conno- mera energía eléctrica en Arco (Idaho, Estados 12 de abril pasado subió al nivel 7, aunque su taciones primariamente bélicas de esta Unidos). De las 432 plantas productoras de elec- gravedad no sea comparable con la de Chernóbil. tricidad actualmente existentes en el mundo, el Otros seis accidentes más han merecido una cali- energía durante los más de cuarenta años 74% tiene ya más de veinte años de antigüedad ficación según la escala INES: uno (2004) que- de Guerra Fría. Cuando se habla ahora (según datos del Organismo Internacional de Ener- dó en el nivel 1, dos (1993 y 1999) en el nivel 4, de energía nuclear, lo primero que viene gía Atómica de agosto de 2011). En los seis dece- otros dos (1957 y 1979) en el nivel 5 y uno más a la mente del ciudadano medio son las nios justos transcurridos desde entonces, la elec- (2004) en el nivel 6. 2 centrales nucleares para la producción tricidad producida en todo el mundo por plantas Esta expresión fue utilizada por vez primera nucleares representa una experiencia operativa acu- por el presidente Eisenhower en una interven- de electricidad, no la bomba atómica: un mulada de 14.570 años, según la European Nuclear ción en la Asamblea General de la ONU el 8 de cambio de asociación en modo alguno Society. En estos sesenta años se han producido dos diciembre de 1953. Su intención era “lavar la irrelevante. Ambivalencia, porque el uso accidentes muy graves (Chernóbil, Ucrania, en imagen” de la energía nuclear tras su uso bélico pacífico de la energía nuclear, con un 1986, y Fukushima, Japón, en marzo de este año): en Hiroshima y Nagasaki. El imponente arsenal historial que precisamente ahora alcan- una relación accidentes/tiempo sin duda reducida, armamentístico nuclear que las dos superpoten- za los sesenta años pero que ha estado por más que en este ámbito un solo caso pueda resul- cias (Estados Unidos y la Unión Soviética) fue- tar suficiente para desencadenar una catástrofe ron almacenando hasta casi la década de los noven- eclipsado durante gran parte de ese tiem- generalizada. El accidente de Chernóbil ha sido con- ta hizo que resultara imperceptible la creciente po por la larga y amenazadora sombra del siderado de nivel 7 (el más elevado), según la Inter- extensión del uso pacífico, en campos muy diver- arsenal nuclear, puede ser ya percibido con national Nuclear Events Scale (INES). Fukushi- sos, de la energía nuclear.

46 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea opinión pública thinkstock

En España, la población se muestra dividida ante el debate “energía nuclear, sí; energía nuclear, no”.

División de opiniones recedores, sugieren que en relación con ción en la forma de preguntar o la intro- En ausencia, todavía, de un gran deba- la energía nuclear la opinión pública ducción en las demandas de un deter- te público, claro, detallado y directo sobre española tiende a presentarse dividida, minado matiz o alusión puedan ser sufi- el tema, la ciudadanía ha ido reorgani- pero de forma lábil. Se trata, en efecto, cientes para propiciar una remodelación zando así gradualmente sus puntos de de una división que se sustenta más en de las actitudes previamente recogidas. vista y actitudes, sus opiniones y sus la ambivalencia que en la contraposi- La consecuencia es que, en este tema, temores. Los datos hasta ahora dispo- ción de convicciones rocosas e inamo- según sea planteado un mismo punto, nibles, que no son muchos pero sí escla- vibles. Esto explica que una ligera varia- resulta posible obtener respuestas igual- nuevas tecnologías para una misma tarea estratos 100 • otoño 2011 • 47 mente mayoritarias pero expresivas de Tabla 1 posicionamientos contrapuestos. Esto Desarrollo científico-tecnológico y riesgos (en porcentajes) no significa que la ciudadanía se contra- “¿Hasta qué punto el desarrollo de la ciencia y la tecnología traerá riesgos en los próximos veinte años?” diga, o que no sepa bien lo que piensa, sino que no percibe el tema desde un úni- Traerá muchos o bastantes riesgos 49 co ángulo ni en tajante blanco y negro, Traerá pocos riesgos o ningún riesgo 37 sino desde una perspectiva multidi- “¿Y los beneficios superarán a los riesgos o los riesgos a los beneficios?” mensional y con una amplia gama de gri- Los beneficios superarán a los riesgos 50 ses. Así, como en un caleidoscopio, un Los riesgos superarán a los beneficios 30 pequeño giro o inflexión resulta sufi- ciente para que unos mismos elementos Fuente: CIS, Barómetro de mayo 2011, estudio nº 2.888. La diferencia hasta 100 en la suma vertical de porcentajes correspon- de a NS/NC. se reorganicen y pasen a conformar una imagen distinta. De entrada, y como telón de fondo que Tabla 2 conviene tener presente, a pesar del ele- Riesgos tecnológicos que causan mucho o bastante temor a la población española (en porcentajes) vado (y novedoso) grado de confianza Total Sexo Edad que a los españoles actuales les inspira el Hombres Mujeres 18-24 45-54 +de 65 mundo científico y tecnológico, la idea que tiende a predominar en nuestra sociedad El calentamiento global 75 71 76 76 77 62 es que el desarrollo de la ciencia y de la La contaminación alimentaria 72 69 75 70 75 69 tecnología proseguirá en los próximos La construcción de centrales nucleares 64 60 70 60 67 63 veinte años, pero al precio de riesgos con- Los alimentos genéticamente modificados 61 75 64 53 67 54 siderables que, en conjunto, serán final- Fuente: CIS, Barómetro de mayo 2011, estudio nº 2.888. La diferencia hasta 100 en cada porcentaje corresponde a “poco” o mente menores que los beneficios que “ningún temor” y a NS/NC. proporcionará (véase tabla 1). Nuestra sociedad actual no avizora, pues, un futu- ro tecnológico fácil, sino trabajoso: segui- Tabla 3 rá habiendo progreso, pero tendrá costes “En general, ¿cuál es su posición respecto a la energía nuclear?” (en porcentajes) sustanciales. De toda la posible panoplia Total Jóvenes 18-24 años de riesgos tecnológicos, el que más ate- Totalmente en contra 20 14 moriza a los españoles es el calentamien- 41 35 to global, seguido de la contaminación ali- En contra 21 21 mentaria. La construcción de centrales Algo más en contra que a favor 18 22 nucleares queda en tercer lugar, casi a la Ni a favor ni en contra 1040 13 49 par con la modificación genética de los Algo más a favor que en contra 12 14 alimentos (véase tabla 2). O lo que es A favor 11 11 igual: aunque preocupan mucho, las cen- 14 13 trales nucleares no constituyen el primer Totalmente a favor 3 2 tema de inquietud. Fuente: CIS, Barómetro de mayo 2011, estudio nº 2.888. La diferencia hasta 100 en la suma vertical de porcentajes correspon- Sin duda, esta preocupación relativa- de a NS/NC. mente atenuada guarda relación con el hecho, ya apuntado, de que no existe una opinión de conjunto contundente- el conjunto de la población los clara- que se centre la atención. Así, por un mente unánime en relación con la ener- mente contrarios a ella y algo más nume- lado, son claramente más numerosos gía nuclear. Cierto que un sustancial rosos los que se muestran ambivalentes: (55% frente a 31%, véase tabla 4) quie- 41% de los españoles se declara, en prin- es decir, las nuevas generaciones enfo- nes piensan que debería renunciarse al uso cipio y en general, claramente en con- can esta cuestión con alguna mayor de la energía nuclear, por los riesgos que tra de ella y solo un 14% claramente a ambivalencia que sus mayores. lleva aparejados. Al mismo tiempo, una favor, pero hay un llamativo 40% adicio- Esta básica división de pareceres no mayoría similar (54% frente a 28%) cree nal que duda y que no sabe muy bien qué es incompatible con que puedan produ- que la energía nuclear ayuda al país a ser pensar (véase tabla 3). Y merece quizá cirse opiniones mayoritarias de signo más independiente energéticamente. De la pena señalar que, entre los más jóve- opuesto, según sea uno u otro el ángulo modo similar, si bien un 53% piensa que nes, son algo menos frecuentes que entre de un tema tan multifacético sobre el España podría seguir desarrollándose sin

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Tabla 4 energía nuclear (frase que quizá contie- Energía nuclear, ¿prescindible? ne más la formulación de un deseo que (en porcentajes) algo realmente esperable), un porcenta- Grado de acuerdo con cada una de las siguientes frases: je prácticamente idéntico indica que, Muy Poco o bastante o nada aunque no sea la mejor solución, hoy por de acuerdo de acuerdo hoy resulta inevitable la utilización de la Aunque la energía nuclear es una fuente importante de energía, se debería renunciar energía nuclear. Y algo no muy diferen- 55 31 a su uso por los riesgos que lleva aparejados te ocurre incluso cuando se toca un tema La energía nuclear ayuda al país a ser más independiente energéticamente 54 28 sin duda más desasosegante: el de la seguridad. Por un lado, un 78% conside- Aunque no sea la mejor solución, hoy por hoy resulta inevitable la utilización 54 42 de la energía nuclear ra que, por mucha seguridad que haya, la energía nuclear nunca podrá ser con- El país podría seguir desarrollándose sin usar energía nuclear 53 30 trolable al 100% (afirmación, por cierto, España debe abandonar la energía nuclear 49 46 difícilmente cuestionable, pues no exis- Actualmente, en España la energía nuclear presenta más ventajas que inconvenientes 46 43 te probablemente nada, en el ámbito Los riesgos que tiene el uso de la energía nuclear son controlables con adecuadas 43 42 científico-tecnológico, de lo que se pue- medidas de seguridad da afirmar un control al 100% de sus Por mucha seguridad que haya, la energía nuclear nunca podrá ser 100% controlable 78 19 posibles fallos o riesgos; puede así pare- España debe invertir más en energías renovables, aunque para ello haya que aumentar cer sorprendente que el porcentaje de 68 30 un 10% el precio de la electricidad acuerdo con la misma no sea aún más ele- Fuente: Los datos recogidos en las líneas sombreadas proceden de un sondeo de Metroscopia para el diario El País (21-3-2011). vado); pero, por otro lado y al mismo El trabajo de campo de este estudio se llevó a cabo entre el 14 y el 16 de marzo, es decir, en los días inmediatamente poste- tiempo, son tantos quienes creen (43%) riores al accidente de la planta de Fukushima (Japón). Los demás datos proceden del Barómetro del CIS de mayo de 2011, como quienes no creen (42%) que los estudio nº 2.888. La diferencia hasta 100 en la suma horizontal de porcentajes corresponde en todos los casos a NS/NC. riesgos que supone usar la energía nuclear sean controlables mediante las medidas de seguridad adecuadas. De estos datos parecería posible deducir que para un cn cofrentes importante sector de nuestra ciudadanía: el riesgo que supone la energía nuclear no puede ser controlado al 100%, pero sí de forma razonable. Y esta misma ten- dencia a la división de opiniones se regis- tra también ante dos afirmaciones rotun- das y tajantes con un sentido opuesto: “España debe abandonar la energía nuclear” (49% a favor, 46% en contra) y “actualmente la energía nuclear presen- ta más ventajas que inconvenientes” (46% a favor, 43% en contra. Véase tabla 4).

¿Qué hacer con las centrales nucleares? Si del plano genérico de la energía nuclear se pasa al mas concreto e inme- diato de las centrales nucleares españo- las actuales, la idea claramente dominan- te en nuestra sociedad es que funcionan bien (lo afirma un 53%, frente a un 16% que opina lo contrario) y que son segu- ras (57% frente al 30%, véase tabla 5 en la página 51). Con probabilidad, las sen- saciones mayoritariamente positivas que estas respuestas transmiten se basan en El temor a un accidente es el principal argumento contra la energía nuclear. dos factores concurrentes. Por un lado,

nuevas tecnologías para una misma tarea estratos 100 • otoño 2011 • 49 propia Empresa Nacional de Residuos Radiactivos) es probablemente impre- cn vandellós ciso, difuso o, incluso, reducido. Por el momento carecemos de datos de encues- ta que permitan determinarlo con cer- teza, pero no parece arriesgado suponer que nuestros ciudadanos han de dar por descontado que, aunque les pasen más o menos desapercibidas, también han de existir en nuestro país entidades de esa índole. Y si no aparecen mucho en los medios informativos, señal es de que desempeñan su labor adecuadamente: el (afortunado) sino sociológico de las ins- tituciones que funcionan bien es que tienden a la invisibilidad. Así las cosas, y sobre este complejo trasfondo de opiniones y actitudes, ¿qué consideran en todo caso los españoles que debe hacerse con las centrales nucleares españolas? La mayoría relativa (45%) se inclina por cerrarlas (gradualmente más que de forma brusca) y por no construir nuevas. Un 16% es partidario de man- tener la actividad de las que hay, pero sin aumentar su número. Y un 26% se decanta por seguir construyendo centra- les nuevas. En la medida en que estas dos últimas actitudes comparten un común La idea dominante entre la opinión pública es que posicionamiento de fondo (favorecer la las centrales españolas funcionan bien y son seguras. continuidad de las plantas nucleares, se aumente o no su número), pueden ser consideradas como variantes de una mis- la usual escasez de noticias negativas al supervisando el modo en que se usa la ma posición básica que, al ser sumadas, respecto, que conduce a pensar que las energía nuclear. Cuando se produce darían lugar una vez más a un estado de cosas, en este ámbito, deben ir bien dado algún accidente en una central nuclear opinión dividido: 45% a favor del cierre que no suelen constituir materia noticia- (por ejemplo, el más reciente, el de Fuku- total de centrales, 42% a favor de su per- ble. En democracia, a los medios de shima), cobran súbitamente notoriedad manencia (véase tabla 6). comunicación les corresponde una fun- en las informaciones periodísticas ins- ción no muy distinta de la que desem- tituciones como el Organismo Inter- La cuestión de los residuos radiactivos peñaban las clásicas ocas del Capitolio: nacional de Energía Atómica (probable- Cabe pensar que tras las actitudes sobre alertar a la conciencia ciudadana de cuan- mente un viejo conocido de la opinión qué hacer con las centrales ya existentes to en la vida pública no parezca estar en pública por su papel protagonista en aletea en alguna medida el tema de los orden. Contando con ello, la ciudada- crisis como las de Irak o Irán y por el residuos nucleares. El importante pro- nía tiende a presumir un funcionamien- prestigio mundial alcanzado por quien blema que estos suponen ha podido, no to adecuado de todos aquellos organis- lo dirigiera, Mohamed Al-Baradei, lau- sin cierta paradoja, representar para mu- mos e instituciones sobre los que no reado con el Nobel) o incluso, en este chos un factor adicional de matización suelen recaer con frecuencia los focos de concreto caso de Japón, de la Agencia y modulación de sus actitudes de fondo la atención mediática. Por otro lado, de Seguridad Nuclear japonesa. El cono- sobre el tema de las centrales. Si el prin- aunque pueda estar moderada o míni- cimiento que el español medio puede cipal dilema resulta no ser tanto “centra- mamente informada al respecto, nues- tener de la existencia en nuestro país de les nucleares, sí; centrales nucleares, no”, tra ciudadanía ha de tener sin duda la instituciones equivalentes (como el Con- sino qué hacer con los residuos nuclea- sensación de que “alguien” debe estar sejo de Seguridad Nuclear o como la res ya existentes (y cuya prolongada per-

50 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea opinión pública

candidatura de Ascó (Tarragona) fue Tabla 5 Evaluación ciudadana de las centrales nucleares españolas criticada tanto por el entonces presi- (en porcentajes) dente de la Generalitat, José Montilla, como por la propia formación política “¿Cómo diría que funcionan las centrales nucleares en España?” (CiU) a la que pertenecía el entonces al- Muy bien/bien 53 calde de la localidad (quien, por cierto, Mal/muy mal 16 fue expedientado por la dirección de di- Regular 10 cha coalición). Algo similar ocurrió en Yebra (Guadalajara): tanto el entonces “¿Hasta qué punto diría usted que las centrales nucleares españolas son seguras?” presidente de la comunidad castellano- Mucho/bastante 57 manchega, José María Barreda, como Poco/nada 30 su hoy sucesora y entonces secretaria Fuente: Sondeo de Metroscopia para el diario El País (21-3-2011). El trabajo de campo de este estudio se llevó a cabo entre el general del Partido Popular, María Do- 14 y el 16 de marzo, es decir, en los días inmediatamente posteriores al accidente de la planta de Fukushima (Japón). lores de Cospedal, criticaron fuertemen- te la iniciativa del alcalde de dicho mu- nicipio (quien también fue expedienta- Tabla 6 do por su partido, el PP). Finalmente, ¿Qué hacer con las centrales nucleares españolas? las elecciones municipales del pasado 22 (en porcentajes) de mayo vinieron en alguna medida a po- “¿Con cuál de las siguientes medidas se muestra usted más de acuerdo?” ner las cosas en su sitio: todos los alcal- des de las localidades que se habían pos- Construir nuevas centrales nucleares y prolongar la vida de las 6 existentes que satisfagan los requerimientos internacionales de seguridad 26 tulado para conseguir el ATC y que te- nían claras probabilidades de lograrlo Construir nuevas centrales nucleares y cerrar 20 aquellas para las que termina el plazo de vida útil resultaron reelegidos. Los pocos datos 4 No construir más centrales nucleares y prolongar la vida de las de encuestas disponibles sobre el clima 16 existentes que satisfagan los requerimientos internacionales de seguridad ciudadano de opinión respecto del posi- No construir más centrales nucleares e ir cerrando las centrales ble ATC en las zonas implicadas reve- 31 nucleares a medida que vaya terminando el plazo previsto de vida útil 45 lan, además, un peculiar y sorprendente 5 Cerrar ahora todas las centrales nucleares 14 efecto NIMBY que sin duda invita a la reflexión: la mayoría ciudadana provin- Fuente: CIS, Barómetro de mayo 2011, estudio nº 2.888. La diferencia hasta 100 en la suma vertical de porcentajes correspon- de a NS/NC. cial o regional tendía a rechazar mayo- ritaria (pero no masivamente) lo que, en cambio, de forma asimismo mayoritaria durabilidad media es independiente de tivos dio lugar, de forma parcial y obli- respaldaban en principio —y terminaron que se cierren o no las centrales ahora cua, a lo más parecido que hasta ahora respaldando en las urnas— los vecinos de operativas), el orden de prioridades de ha habido a un debate sobre la energía las localidades afectadas. Las ventajas las posibles actuaciones resulta inevita- nuclear. Dirigentes nacionales y locales directas e inmediatas que estas últimas blemente alterado: buscar el modo de de diversos partidos se posicionaron de percibían en la construcción en su mu- reutilizar o de neutralizar esa energía forma encontrada respecto al tema. Una nicipio de un ATC inclinó la balanza residual pasa a aparecer, automática- decena de municipios presentaron su del lado del pragmatismo, venciendo así mente, como el objetivo absolutamente candidatura y cuatro (Zarra, Ascó, Ye- la reticencia o la ambivalencia que, en prioritario, la panacea que vendría a re- bra y Villar de Cañas) resultaron prese- cambio, acabaron predominando entre el solver en gran medida los problemas leccionados. Cabe señalar —ya como resto de los ciudadanos de la provincia o que plantea la existencia de centrales anécdota, pasado el tiempo— que la de la comunidad autónoma. ■ nucleares. Lo cual, según voces autori- zadas, no constituye realmente una uto- 3 Carezco, obviamente, de la calificación profesio- 5 Iniciales del inglés Not In My Back Yard (no en pía3. El caso es que la apertura por el Go- nal mínima precisa para entrar en este tema. Me mi patio trasero), expresión usualmente utiliza- bierno español, en enero de 2010, de un remito, por ello, a un texto para no expertos escri- da para describir la ambivalencia ciudadana ante proceso de presentación de solicitudes to por un reputado experto, profesor de Investi- determinadas actuaciones públicas, cuya utilidad por parte de ayuntamientos interesados gación del CSIC. Véase: Juan José Gómez Cade- social reconoce y aun apoya, pero siempre que nas, “¿Basura radiactiva o energía para el futuro?”, se lleven a cabo en un lugar distinto de aquel en en la posible instalación en su término en Revista de Libros, nº 167, noviembre de 2010. que se reside (caso prototípico de la construc- municipal de un Almacén Temporal 4 Banco de Datos de Metroscopia. Sondeos de ción de una cárcel, de una central nuclear o de Centralizado (ATC) de residuos radiac- mayo-junio de 2010. un ATC). nuevas tecnologías para una misma tarea estratos 100 • otoño 2011 • 51 1985 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r 1986 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r n El estadounidense y n El geofísico británico Joe Farman y n Explosión de la central nuclear de n Lanzamiento de la estación espa- el francés aíslan el su equipo miden la capa de ozono Chernóbil, en Ucrania: 57 trabajado- cial soviética Mir. virus causante del sida, el VIH. en la Antártida y detectan un “agu- res mueren y unas 400.000 perso- jero”. Confirman así la predicción, nas tienen que ser evacuadas. hecha una década antes, de que algunos gases de uso industrial, como los CFC, dañan el ozono. n Se identifica el gen de la fibrosis n Descubrimiento del fenómeno de la quística. superconductividad a alta tempera- n Primer ensayo en campo de un tura; en términos relativos: “alta” cultivo transgénico, en EE.UU. es, en este caso, 183° bajo cero.

Un universo acelerado, un planeta hiperconectado y el descubrimiento del código que nos define son algunos de los éxitos más recientes de la investigación científica Veinticinco años de ciencia

¿Qué ha descubierto la ciencia en veinticinco años? No mucho, pues no hemos averigua- do cómo empezó la vida en la Tierra, ni si existe en otros planetas. Tampoco hay una vacuna contra la . Por su parte, los astronautas no han llegado a Marte (¡ni siquiera han vuelto a la Luna!). Pero, perdón, un momento, que suena el móvil. Podrían ser los resultados del análisis de mi genoma. Los esperaba por Internet, pero estoy en uno de los cada vez más raros rincones sin wifi... Y ahora que cai- go, ¿cómo voy a revisar lo que ha cambiado en los últimos veinticinco años si no puedo conectarme a la Web? n por Mónica Salomone, periodista científica.

as conversaciones interrumpidas ya en la nube de ceros y unos que envuel- además cámara, enciclopedia, televi- por el móvil —o el Twitter o el ve el planeta, y a la que los humanos del sión, GPS... L Facebook o...— y la constante mundo desarrollado nos conectamos Así que... sí. Si en la pantalla de un búsqueda de conexión son, sin duda, el como a un respirador. Incluso los libros aparato no mayor que una mano pueden signo de los tiempos. La información de de papel ceden su reinado a los bits para coexistir los manuscritos de Galileo con actualidad, el arte, los datos científi- poder ser leídos en el portátil, la table- los tuits instantáneos de un “amigo de red cos..., el conocimiento en general, “viven” ta o el propio teléfono móvil, que es social” que está físicamente en las antí-

1994 r r r r r r r r r r r r r r r r r r 1995 r r r r r r r r rr r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r 1996 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r n El matemático británico Andrew n Los suizos Michel Mayor y Didier n Creación de un nuevo estado de la n Nace en el Instituto Roslin, en Wiles resuelve el llamado “último Queloz descubren el primer planeta materia, el condensado de Bose- Edimburgo, la oveja Dolly, el pri- teorema de Fermat”, uno de los extrasolar en órbita de una estrella Einstein, en la que los átomos son mer animal clonado a partir de problemas con más solera de toda como el Sol, llamada 51 Pegasi. enfriados hasta rozar el cero abso- una célula adulta. la historia. luto (273° bajo cero).

52 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea ciencia r r r 1989 r r r r r r r r r r r r r r r r r r 1990 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r 1992 r r r r r r r r r r r r r r r r r r n Derrame del petrolero Exxon Val- n Lanzamiento del telescopio espa- n Estreno de la World Wide Web n Se celebra en Río de Janeiro (Bra- dez en EE.UU. Se vertieron al cial Hubble, de la NASA, con parti- (WWW), simplemente “la Web”, una sil) la Cumbre de la Tierra. Por pri- océano el equivalente a 240.000 cipación de la Agencia Espacial idea de Tim Berners-Lee, físico del mera vez tiene lugar una reunión barriles de petróleo. Europea (ESA). CERN (Centro Europeo de Investiga- global para abordar los desafíos ción Nuclear o Laboratorio de Física medioambientales. de Partículas Elementales). Uno de los inventos de más impacto socioe- conómico a escala mundial.

n Lanzamiento de la sonda Galileo para explorar Júpiter y sus lunas.

podas, entonces sí que ha cambiado el co de datos equivalente a 300.000 con- esta compañía y el consorcio público mundo en un cuarto de siglo. versaciones telefónicas simultáneas. En acordaron la publicación conjunta de la Muchos de los cambios que han resul- 1988 se instaló la primera fibra óptica secuencia del genoma humano, la serie tado claves empezaron a fraguarse preci- transatlántica, y todos nos olvidamos de de cuatro “letras” —A, T, C, G— que, samente hace veinticinco años. En febre- que bastaban 36 llamadas para colapsar combinadas, escriben las órdenes con ro de 1986, la Unión Soviética lanzó la la primera línea entre EE.UU. y el Rei- que se construye el organismo humano. primera gran estación espacial que permi- no Unido, tendida en 1956. Con este trabajo, los investigadores tió al hombre pasar largas temporadas en se enfrentaron a la primera sorpresa de el espacio. La Mir —“paz y mundo” en La información más íntima que esas órdenes parecen condensarse ruso— llegó a pesar 137 toneladas y se Hace dos décadas empezó así a fraguar- en menos de 30.000 genes —se espera- convirtió en el primer símbolo de la coo- se la era de la información. Información ban unos 100.000—, y eso les llevó a peración internacional en el espacio. El también del tipo más íntimo posible: la otra conclusión: el libro de la vida no se contrapunto de esta buena noticia lo pone que atañe a los propios genes. Hemos puede leer de corrido, porque tiene va- el desastre de Chernóbil, en abril de 1986. descifrado el contenido del libro de la rios estratos de complejidad. No basta con Un año antes Luc Montagnier y vida humano. Al menos conocemos sus conocer la ristra de genes de un organis- Robert Gallo habían logrado aislar el letras y palabras, no tanto su significado. mo para tener su manual de instruccio- virus del sida, el VIH. También se iden- El Proyecto Genoma Humano se puso nes; hace falta también saber cómo es- tificó por primera vez el gen causante de en marcha en 1990 con la participación tos genes se regulan entre sí, cómo en fun- una enfermedad, la fibrosis quística. Y de dieciséis países. Se presentaba enton- ción del trabajo de una red de genes se un equipo de investigadores tomaba en ces como una tarea ímproba con un pre- activa otra... Y, también, qué papel tie- la Antártida las medidas que confirma- supuesto inicial de más 3.000 millones ne el ambiente en todo ello. ban la existencia de un “agujero” en la de dólares, que no concluiría antes de Hoy se conocen ya miles de genes capa de ozono. En Estados Unidos, por quince años. Debe de ser de los pocos implicados en enfermedades. Muchos otra parte, comenzaban los primeros casos en que los resultados llegan antes tumores se tratan ya en función del per- ensayos de cultivos transgénicos en cam- de lo previsto. En 1998 irrumpió en esce- fil genético del paciente, en lo que se con- po. Empezaba igualmente el proceso de na —que rápidamente se sidera el comienzo de la medicina per- envolver el planeta en cable. Los inge- ganó el apodo de zar de la genética—, con sonalizada. También a la hora de tener nieros de los Laboratorios ATT acaba- su empresa Celera Genomics y una nue- niños muchos futuros padres optan por ban de desarrollar el primer cable de va técnica mucho más rápida para secuen- la selección de embriones libres de algu- fibra óptica, capaz de soportar un tráfi- ciar el ADN. Efectivamente, en 2001 nas enfermedades hereditarias. r r r 1997 r r r r r r r r r r r r r r r r r r 1998 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r n Físicos de la Universidad de Inns- n Comienza la construcción en órbita n Astrofísicos estadounidenses des- n Comienza en el CERN, en Ginebra, bruck (Austria) demuestran que es de la Estación Espacial Internacio- cubren que el universo se está la construcción del mayor acelera- posible la teleportación cuántica. nal, que ha permanecido habitada expandiendo cada vez más rápido, dor de partículas del mundo, el n Se establece el Protocolo de Kio- desde el año 2000. debido a “algo” que bautizan LHC (siglas en inglés de Gran Coli- to, por el que los países desarro- como energía oscura y que ejerce sionador de Hadrones). llados se comprometen a reducir una fuerza repulsiva. un determinado porcentaje de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

nuevas tecnologías para una misma tarea estratos 100 • otoño 2011 • 53 2000 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r 2001 r r r r r r r r r r r r r rr r r r 2002 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r n Se secuencia el genoma de la n El Instituto Clay de Matemáticas n Se publica en febrero la secuencia n La nave Mars Odyssey, de la planta más usada como modelo en publica una lista de los que consi- del genoma humano. La del ratón, NASA, encuentra evidencias de los laboratorios, la Arabidopsis tha- dera los siete problemas más el mamífero más usado en los que hay agua bajo la superficie de liana. Tiene unos 15.000 genes. importantes para las matemáticas, laboratorios, llega en abril. Marte. Sondas posteriores confir- cuya solución premia con un n Científicos de la compañía esta- marán el resultado. millón de dólares. dounidense Advanced Cell Techno- logies generan un embrión huma- no clonado con una técnica similar a la que dio lugar a la oveja Dolly.

Los avances en genómica implican otro el largo debate ético en torno a la clo- diez años en construcción y con partici- cambio revolucionario: cada vez más gen- nación y respecto a los límites de la pación española, la ISS tiene más espa- te puede saber qué le deparan sus genes. investigación biológica. Un debate que cio habitable que un chalet de cinco habi- La genómica personal ha llegado. Hace también afectó a las células madre. taciones, y está equipada con dos baños, apenas cinco años, secuenciar un genoma Ahora, ya acostumbrados a la pro- un gimnasio y una cúpula acristalada con costaba decenas de miles de euros; hoy, por mesa de la medicina regenerativa —con espectaculares vistas a la Tierra. Pero no menos de mil euros varias empresas ofre- la que se podría hacer crecer incluso está sirviendo, por ahora, para uno de los cen un análisis de ADN completo que órganos a medida para eventuales tras- objetivos anunciados en su día: ejercer de informa del propio riesgo a desarrollar plantados sin rechazo—, es difícil recor- trampolín para la exploración tripulada desde cáncer de colon a alzheimer. dar que hace quince años ni siquiera se del espacio. Aún no hay planes para A todo esto, el nuestro no es el único sabía cultivar células madre humanas en enviar a alguien a Marte, por ejemplo. genoma descifrado. Al principio de la el laboratorio. Eso se logró en 1998. Y Sí han llegado exitosamente a Marte, era genómica casi cada nuevo organismo durante años, investigar con células y enviado abundantes datos a la Tierra, sie- secuenciado daba para un titular: en 2000 madre exigía usar embriones. Hasta que te misiones robóticas en las últimas dos el de la Arabidopsis thaliana, la planta en 2006 llegó Shinya Yamanaka y logró décadas. Han descubierto que la superfi- modelo por excelencia en los laborato- algo impensable, un cambio de paradig- cie del planeta rojo estuvo en el pasado rios; en 2002 el del ratón... Pero ahora ma biológico: reprogramar células adul- cubierta de agua líquida, de la que parte que se conoce el genoma de unas 5.000 tas, ya especializadas, y devolverlas al debe de estar ahora en el subsuelo. Y hay especies animales —si se cuentan plan- estado de pluripotencia propio de las mucho más. En 1989 se lanzó el satélite tas y microorganismos, la cifra aumenta células madre. Yamanaka abre así una Galileo, que durante catorce años explo- varios órdenes de magnitud— hay que salida al dilema ético del uso de embrio- ró Júpiter y sus lunas; en 2005 la nave ser neandertal, chimpancé o perro para nes humanos que ha maravillado a la europea Huygens aterrizó en Titán, la que tu genoma sea noticia. Por cierto, los comunidad científica internacional. mayor luna de Saturno; y se han lanzado genomas han revelado que sí que hubo sondas a Venus, a Mercurio e incluso hacia mestizaje entre sapiens y neandertales. Más lejos todavía un cometa. De hecho, hace justo veinti- Las últimas décadas han dado para Pasemos del interior humano al exterior cinco años la nave europea Giotto se acer- otras dos revoluciones biológicas. Una es más lejano. El espacio. La Mir fue saca- caba por primera al núcleo helado y acti- una oveja y nació en 1996: el primer da de su órbita en 2001, y ahora es la vo de un cometa, el famoso Halley. animal clonado a partir de una célula de Estación Espacial Internacional, la ISS, Pero hay otras formas de explorar el otro animal adulto. Con Dolly se inició nuestra casa en el espacio. Tras más de cosmos. En vez de tratar de llegar al

2006 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r 2007 r r r r r r r r r r r r r r r r r r 2008 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r n El hasta entonces planeta Plutón n El japonés Shinya Yamanaka halla n El Panel Intergubernamental del n Entra en funcionamiento el LHC, es catalogado como planeta enano la forma de obtener células pluri- Cambio Climático (IPCC) dictami- pero solo opera nueve días. Un por la Unión Astronómica Interna- potentes a partir de células ya na en su informe que es “muy pro- incendio obliga a retrasar su rea- cional, categoría en la que también especializadas. Hasta entonces la bable” que el cambio climático se pertura hasta noviembre de 2009. está el antaño asteroide Ceres. pluripotencia —la posibilidad de deba a la acción humana. diferenciarse en cualquier célula que construye los distintos teji- dos— era propiedad exclusiva de las células madre.

54 • estratos 100 • otoño 2011 nuevas tecnologías para una misma tarea ciencia r r r 2003 r r r r r r r r r r r r r r r r r r 2004 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r 2005 r r r r r r r r r r r r r rr r r r n Las observaciones de la radiación n Aparecen en la Isla de Flores n La sonda europea Huygens aterriza de fondo de microondas —la prime- (Indonesia) fósiles humanos muy en Titán, la mayor luna de Saturno. ra luz que llenó el universo después recientes —de hace entre 13.000 y n Comienza la construcción del reac- del Big Bang—, con el satélite 38.000 años—, pero muy distintos tor de fusión nuclear ITER en Cada- WMAP, indican que el universo tiene a nosotros. Se ha concluido que rache, Francia. Participan la Unión 13.700 millones de años de edad. son de una especie humana ya Europea, EEUU, Rusia, Japón, extinta: Homo floresiensis. Corea del Sur y China. n La gripe aviar recuerda al mundo que podría haber una nueva epide- mia de gripe, global y mortífera.

sitio que se desea estudiar, se puede ana- sa materia oscura (materia no visible pe- tico (IPCC) de Naciones Unidas daba por lizar la información que nos llega de él. ro que ejerce atracción gravitatoria). demostrado que la acción humana está Es lo que ha hecho, desde su puesta en Investigar qué son la energía y la mate- cambiando el clima del planeta. Uno de órbita en 1990, el telescopio espacial ria oscuras es cosa de astrofísicos pero los síntomas globales es el calentamien- Hubble con sus espectaculares imáge- también, cómo no, de físicos teóricos. to global; el IPCC estima que en los últi- nes. No solo ha convertido a las galaxias Quienes, por cierto, cuentan desde 2009 mos cien años la temperatura media de en objeto de admiración estética para el con el mayor de los instrumentos jamás la Tierra ha aumentado unos 0,75 grados público en general; también ha cambia- creados para analizar los componentes de por la concentración en la atmósfera de do nuestra percepción del cosmos. Sus la materia: el gran acelerador de partícu- gases de efecto invernadero, como el dió-

observaciones ayudaron a establecer, en las LHC (Large Hadron Collider), en el xido de carbono (CO2). Esta alteración 1998, que el universo se expande cada vez CERN (Centro Europeo de Investiga- trae consigo muchas otras, que también más rápido, impulsado por “algo” de ción Nuclear o Laboratorio de Física de se detectan: subida del nivel del mar; des- naturaleza del todo desconocida por los Partículas Elementales), en las afueras de hielo del Ártico y de los glaciares; altera- físicos: la energía oscura. Ginebra. En su construcción participa- ciones en el patrón de lluvias y sequías, e ¿Cuándo empezó esta aceleración y ron más de 2.000 físicos de todo el mun- intensificación de huracanes y otros fenó- cuánto durará? Otros telescopios espa- do a lo largo de una década, con un pre- menos extremos. ciales buscan las respuestas. La sonda supuesto de más de 2.000 millones de El trabajo para mejorar cada vez más WMAP ha logrado ya algunas. Sus me- euros; su objetivo es detectar el bosón de los modelos climáticos, para tratar de pre- didas de la radiación de fondo de micro- Higgs, una partícula que explicaría por decir lo que ocurrirá, sigue su curso. Lo ondas, una luz emitida poco después del qué las cosas tienen masa, y cuya existen- mismo que, cómo no, las negociaciones Big Bang y que aún hoy llena todo el cia predice la teoría. No queramos pen- políticas internacionales para intentar cielo, muestran que el universo que co- sar qué ocurrirá si no lo encuentran: es paliar los efectos del cambio global —de nocemos empezó a crecer hace 13.700 uno de los actuales abismos de la física. las que, por ahora, el punto de referencia millones de años, y también que la ma- oficial sigue siendo el Protocolo de Kio- teria de que estamos hechos nosotros Mantenimiento del hogar to, en vigor desde 2005—. Muchos denun- constituye apenas un 4% de lo que hay La otra gran revolución del último cuar- cian, sin embargo, que los humanos tar- en el universo. El ingrediente principal to de siglo tiene que ver con nuestra casa damos más en ponernos de acuerdo que del universo —representa un 73%— es en sentido amplio: la Tierra. En su últi- el clima en cambiar. Dentro de veinticin- precisamente la energía oscura; el 32% mo informe oficial, en 2007, el Panel co años ya no nos quedarán dudas sobre restante es la no mucho menos misterio- Intergubernamental del Cambio Climá- si tenían razón. n r r r 2009 r r r r r r r r r r r r r r r r r r 2010 r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r r 2011 r r r r r r r r r r r r r r r r r r n Se publica el análisis de los fósiles n El estudio del genoma neandertal n ¿Neutrinos más rápidos que la de un primate que existió en África revela que sí hubo mestizaje entre luz? Es lo que parece indicar el hace 4,4 millones de años, el Ardip- los neandertales y nosotros. experimento subterráneo OPERA, hitecus ramidus, que se cree que n Astrónomos europeos descubren en Italia. Los neutrinos —partícu- pertenece a la familia humana y el sistema planetario conocido las que apenas interactúan con que podría ayudar a entender cómo más parecido al nuestro. Tiene al la materia— se lanzaron desde el apareció la locomoción bípeda. menos cinco planetas que orbitan CERN; medidas de relojes atómi- HD 10180, una estrella parecida cos y GPS concluyeron que viaja- al Sol. ron más rápido que la luz, la velocidad máxima según la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein.

nuevas tecnologías para una misma tarea estratos 100 • otoño 2011 • 55 Otra vuelta de tuerca

56 • estratos 100 • otoño 2011 ¿Cómo ¿Y el futuro?será la sociedad en la que Enresa desarrolle su actividad en los próximos años? La res- puesta es compleja. Mirar el mañana a través del retrovisor puede ayudar a en- contrarla: por ejemplo, repasar cómo ha evolucionado el imaginario colectivo en relación con las radiaciones a través de la literatura, el cine, la moda y determi- nadas creencias en el último siglo. Sin embargo, la mejor manera de adivinar el porvenir es oponerle certezas y rumbos claros: como que el futuro de Enresa se seguirá cifrando en el desarrollo de nuevas tecnologías de gestión y que este desarrollo respetará la naturaleza, una posición en la que coincide con una sociedad cada vez más preocupada por el medio am- biente, y que comparte con otras orga- nizaciones e intelectuales comprometidos. También es seguro que el futuro de la gestión de residuos estará estrechamente ligado al desarrollo de la ciencia 2.0, de la e-ciencia, en el que tanto colaboran las redes sociales e Internet. Y que, por supuesto, Enresa seguirá comunicando su labor a públicos heterogéneos de ma- nera clara y transparente. Tan claros con los hombres del presente como con los del futuro, a quienes habrá que advertir de algún modo de la presencia de resi- duos radiactivos allí donde pisan. Por cierto, ¿tendrán claro estos hombres del futuro si el ATC es un almacén de residuos o una sección gastronómica? n

estratos 100 • otoño 2011 • 57 A mediados del siglo XX, las referencias sociológicas, literarias o cinematográficas a la radiactividad carecían de matiz peyorativo Cultura atómica: una historia de amor y odio a las radiaciones Había una vez bañadores inspirados en la Bomba A, bármans que ofrecían “cócteles atómicos” y boticas que vendían dentífricos radiactivos. Había una vez iglesias don- de se cantaba “Jesús golpeará como una bomba atómica”, y enamorados que bailaban acaramelados al ritmo de Amor atómico. Había una vez equipos Gei- ger para niños; puzles que recreaban el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, y maestras que iban con sus alumnos a admirar el hongo nuclear. Había una vez… ¿un mundo al revés? ■ por Pablo Francescutti, periodista científico.

los lectores de cierta edad, tuirá la energía nuclear—. Se le sumaron contradictorias, originando un conjunto las referencias constantes, y en luego los mitos de Prometeo —el héroe de percepciones que acompañaron y con- A absoluto peyorativas, a la radiac- que robó la lumbre a los dioses para sacar dicionan la actitud social ante las radia- tividad de una idílica Era Atómica les a la humanidad de las tinieblas—, del ciones, como veremos a continuación. resultarán familiares. Ellos saben que acti- aprendiz de brujo y de la curiosa Pando- tudes ante las radiaciones que hoy se nos ra, la que liberó los males del mundo al Panaceas radiactivas antojan imposibles formaron una parte destapar la caja que los guardaba. Del Una de las primeras manifestaciones de vistosa de la cultura de mediados del siglo mejunje surgirá el tópico del físico loco, ese complejo tuvo que ver con la salud. pasado. Acaso el legado más duradero de con reminiscencias de mago y alquimis- Desde que en 1903 el químico inglés esa Era lo constituyan esas percepciones; ta: un Prometeo con tubos de ensayo, Frederick Soddy sugiriera que los tísicos un repertorio de esperanzas, pero también capaz de conjurar al genio atómico o de podían mejorar si inhalaban gas radiac- de miedos, que, curiosamente, ya estaba desatar toda clase de calamidades. tivo, las ilusiones en las facultades cura- configurado antes de que el hombre rom- Otra gran influencia la ejerció la alqui- tivas de la radiación no dejaron de cre- piese el núcleo atómico. Por eso, antes de mia. La visión del físico como alquimis- cer. La prensa clamaba que el radio, describirlo contaremos cómo la radiacti- ta de nuevo cuño se vio consagrada al descubierto en 1898, encerraba el secre- vidad imantó una constelación de creen- exhumarse la noción de transmutación. to de la vida eterna. En 1929 había en cias arcaicas y creó un complejo cultural El término procedía de la jerga alquími- Europa ocho fármacos con ingredientes inédito. ca, y fue rescatado por el científico britá- radiactivos. La radiactividad venía en nico Ernest Rutherford para explicar la tabletas, sales de baño o linimentos, inha- Mejunje mitológico transformación de un elemento en otro ladores, inyecciones o supositorios. “Se Una de esas creencias fue la antigua idea inducida por el bombardeo de su núcleo podían comer bombones de chocolates de la “fuerza vital”. La filosofía del siglo atómico. Al titular su libro The newer ligeramente radiactivos y luego limpiar- XVIII ya la había asociado a un fenóme- Alchemy (La nueva alquimia), Rutherford se los dientes con un dentífrico radiacti- no aún misterioso, la electricidad (la nove- homologó la física nuclear a un saber vo. Los fabricantes prometían que sus la Frankenstein la recoge al mostrar cómo arcano. A resultas de ello, la imaginación panaceas aliviaban todo tipo de afeccio- un rayo infunde vida al monstruo). A popular tomó al radio y al uranio por nes, en concreto el reuma, la calvicie y los finales del siglo XIX, una asociación simi- expresiones modernas de la piedra filo- síntomas de la vejez, como si la radiacti- lar asimiló la radiactividad a una especie sofal, la mágica sustancia que trocaría el vidad fuera un genuino elixir de la juven- de principio vital. plomo en oro y de la cual se obtendría el tud”, señala el historiador Stephen Weart A esa matriz básica se añadieron leyen- elixir de la vida. en su estudio Nuclear Fear (Miedo nuclear). das de apocalipsis y regeneración media- Tan bizarros ingredientes se combi- La credulidad tuvo consecuencias da por el fuego —elemento al que susti- naron de las formas más impensadas y funestas. Un caso sonado fue el del

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Radiathor, un tonificante compuesto de 1. Linimento 3 loc radio diluido. Miles de personas lo toma- Sniteman’s X-Ray; ron hasta que, en 1931, Eben Byers, 2. Preservativos empresario estadounidense, murió en The Radium Nutex; poco tiempo de daño radiactivo. Pero los 3. Ernest Rutherford; envenenamientos por radio no sofocaron 4. Fotografía un entusiasmo cuyo único asidero real lo de Hiroshima representaba la radioterapia. A fines de antes y después los años cincuenta, indica Weart, el núme- del lanzamiento ro de vidas salvadas por el uso médi- de la bomba. co de las radiaciones ionizantes y de 2 los marcadores isotópicos ya supe- raba al de las víctimas de Hiroshi- ma y Nagasaki. Pero las expectativas se desbor- daron cuando las mutaciones de moscas creadas por medio de rayos

X por el genetista Herman Müller, 4 dod dieron pie a pensar que las radiacio- nes permitían acelerar y orientar la evolución a voluntad. El equívoco alen- tó una confianza desmedida en la capa- cidad de mejorar las especies y la huma- nidad a golpe de radiaciones. En paralelo, cundió el temor larvado a que la injeren- cia engendrase monstruos. La literatura se ocuparía de plasmar las previsiones más oscuras.

Bombas y rayos de la muerte La narrativa de finales del siglo XIX capturó el lado oscuro de la energía ató- mica con una imagen de gran calado, en la que se fusionaron las antiguas fanta- sías sobre la electricidad con las inspi- radas por la radiactividad: el rayo de la 6 muerte. A las novelas que describían el ocaso violento de Occidente por medio de gases venenosos y explosivos fantás- ticos, se sumaron los rayos mortales de los marcianos de The War of the Worlds (La guerra de los Mundos, 1898), escrita por el “padre” de la ciencia-ficción bri- 5 tánica, H. G. Wells. El mismo autor enriquecería el arsenal con un arma que dejaría huella: la bomba atómica, antici- pada en el libro The World Set Free (La última guerra, 1914) y cuyo nombre pasa- rá al léxico común. La destructividad desatada por la Pri- 5. Laboratorio infantil de energía mera Guerra Mundial alimentó el catas- atómica; 6. El actor Boris Karloff, trofismo. En 1940, un cuento del esta- caracterizado como Frankenstein, en dounidense Robert A. Heinlein, Blowups la película La novia de Frankenstein. otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 59 Happen (Ocurren explosiones), anticipó el Residuos y cultura popular accidente de una central nuclear cuando aún no existía ninguna. El fiat lux ató- Los científicos que soñaron mico de 1945, al avivar el simbolismo de con la energía civil del átomo las radiaciones, incitó a la literatura a y los ingenieros que constru- explotar los terrores suscitados por la yeron las centrales nunca pre- alborada nuclear. En las décadas siguien- vieron el problema que plan- tes, las pesadillas apocalípticas inspirarían tearían sus residuos. A su a escritores de la talla de Doris Lessing, favor digamos que tampoco Aldous Huxley o Martin Amis, fascina- los anticipó la imaginación dos por el rostro bifronte del átomo, que colectiva, en otros aspectos al tiempo que prometía la Ciudad de la tan clarividente. Su irrupción Luz amenazaba con reducirlo todo a un en la cultura popular reciente desierto de cenizas. se produce en la década de los años ochenta. Por lo habitual, La pantalla radiactiva se presentan como un brillan- La cultura atómica tuvo en el cine un te y burbujeante lodo de color agente decisivo. Retomando el legado de verde intenso, almacenado en la literatura de ciencia-ficción, los seria- grandes tambores metálicos, les de los años treinta introdujeron villa- Carátula de vídeo de la identificados por el símbolo nos atiborrados de conocimientos cien- película Modern Problems. de peligro radiactivo. Los resi- tíficos. Los héroes —Gene Autry, Crash duos no escapan a la menta- Corrigan y Flash Gordon— se enfren- da bipolaridad, pues aparecen alternativamente como dadores de poderes taban a enemigos pertrechados con la o agentes del desastre. En el primer grupo figuran la película Modern Pro- fuerza ultradestructiva del radio. La blems (El poder de los celos, 1981), en donde Chevy Chase, contaminado radiactividad se tornaría en lo que Alfred por tales desechos, recibe el poder de telequinesis; y la serie televisiva Hitchcock denominó un whodunit (un Family Guy (Padre de familia): aquí también la familia Griffin adquiere pode- pretexto válido para cualquier acción dra- res sobrehumanos tras su contacto con los residuos; en cambio el alcal- mática) y las películas se poblaron de de solo obtiene un linfoma. En el segundo grupo se incluye la serie Spa- secretos atómicos, maletines radiactivos ce: 1999 (Espacio: 1999) —un vertedero nuclear en la Luna explota, y cargamentos clandestinos de uranio. enviando al satélite fuera del Sistema Solar—; y el filme The Hills have Eyes La carrera armamentista entre Esta- (Las colinas tienen ojos, 2006): un vertido de residuos en el desierto de dos Unidos y la Unión Soviética inicia- Nuevo México provoca mutaciones horribles en los vecinos. ■ da en 1945 disparó la inquietud. La Bomba, con mayúsculas, devino un ente ominoso dotado de vida propia. Para cal- mar las aguas, el Gobierno estadouni- dense lanzó el programa Átomos por la Paz, dirigido a promover el “átomo pací- fico”. Un sector de Hollywood colaboró con la campaña: la factoría Disney ensal- zó al poder atómico en Nuestro amigo el átomo (1957); pero el mundo del cine, en general, no se mostró entusiasmado. Los estudios japoneses respondieron con el monstruo radiactivo Godzilla, la encarnación de los temores causados por los tests nucleares en el océano Pacífico; los estadounidenses, con filmes que soca- vaban la confianza en el “átomo pacífi- co”. Si la Secretaría de Agricultura anun- ciaba un programa de irradiación de Hulk pertenece a los superhéroes que obtienen sus poderes por una exposición a las radiaciones. cultivos con el fin de acelerar su creci-

60 • estratos 100 • otoño 2011 otra vuelta de tuerca sociedad 1 miento y “saciar el ham- bre del mundo”, Holly- wood mostraba en La humanidad en peligro (1954) cómo ensayos similares convertían a las hormigas en alima- ñas gigantes. Las pan- tallas se poblaron de langostas colosales, mujeres de quince metros de altura y pul- pos descomunales, cuyo rasgo común era haber sido irradiados. Con retraso, los reactores accedieron a la pantalla y no lo hicieron bajo una luz favorable. En El síndrome de China (1979), la reportera encarnada por Jane Fonda destapa un incidente que la industria quiere ocultar a toda costa. Su estreno, a pocos días del accidente de Three Mile 2 3 Island (EE.UU.), propició que, como observó el semiólogo Eliseo Verón, los medios de comunicación interpretasen el siniestro conforme a su guión, trans- mitiendo a la opinión pública una ima- gen pésima del sector nuclear. En los años ochenta, la situación apa- rentemente no varía: The Return of de Living Dead (El regreso de los muertos vivientes, 1985) insiste en el motivo de la fuerza vital y muestra cómo la “lluvia radiactiva” resucita a los muertos; y en The Toxic Avenger (El vengador tóxico, 1984), el protagonista se transforma en un repul- sivo monstruo justiciero después de caer en un barril de residuos radiactivos. Y 4 decimos aparentemente porque ha apa- 5 recido algo nuevo: el tono humorístico con 1. Cartel y escena de El síndrome de China que se relatan tan tremendos argumen- (1979), película protagonizada, entre otros, tos. Su sentido es obvio: la ansiedad colec- por Jack Lemmon; 2. Portada de una edición de tiva ante los subproductos de la Era The War of the Worlds (La guerra de los Mundos), Nuclear ha comenzado a disminuir. de H. G. Wells; 3. En la actualidad, una placa recuerda el accidente de la Central de Three Mile Superhéroes con pies de uranio Island (EE.UU.); 4. Trabajos de limpieza en Three En el cómic se produjo un proceso simi- Mile Island; 5. Cartel de la película Gojira (1954). lar. Inicialmente, el género se focalizó en el efecto de la radiación en sus héroes. Al no americano sintoniza con el ánimo de principio, el impacto era negativo: Super- una nación que percibe cómo la poten- man, inicialmente indestructible, en 1949 cia del átomo, que hizo de ella la más se torna vulnerable a un mineral ficticio, poderosa del planeta, puede convertirse la kryptonita. Este compuesto radiactivo en su talón de Aquiles. debilita al Hombre de Acero y puede El péndulo vuelve a oscilar en una matarle. El simbolismo no puede ser más dirección optimista, y en los años sesen- elocuente: la repentina fragilidad del ico- ta y setenta se multiplicarán los héroes con otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 61 superpoderes adquiridos tras una expo- sición accidental a la radiación. Los Cua- tro Fantásticos (1961), el Hombre Ara- ña (1962), el Increíble Hulk (1986) y el Doctor Manhattan (1986) de los célebres Watchmen (Los vigilantes) son algunos de ellos. Por su parte, la serie de dibujos ani- mados The Jetsons (Los Supersónicos, 1962) entrega una radiante visión futurista de una Era Atómica que ha cumplido con todas sus promesas. En 1989 debuta en televisión otra serie de animación, Los Simpson. La con- dición de empleado de una central nuclear de Homer Simpson garantiza que la radiactividad sea un tema recurrente. La obra refuerza los estereotipos acuñados por el ecologismo: el dueño de la planta es un empresario codicioso y enemigo del medio ambiente; la instalación, rema- tadamente insegura, depende de un inep- to como Homer, siempre a punto de pro- vocar el desastre; y los residuos radiactivos Prueba nuclear en el atolón de Bikini, 1946. son arrojados al entorno, generando muta- ciones como Blinky, el pez de tres ojos, y la ardilla de treinta y ocho ojos. Reclamos atómicos Aquí también la mirada humorística En un inicio, la energía liberada por la física nuclear fue recibida como —de un humor negrísimo por momen- una novedad fascinante. Así, cuando en 1946 el modisto francés Louis tos— facilita la catarsis de las inquietudes Reard revolucionó el bañador femenino con un atrevido modelo de dos despertadas por el “átomo civil”. De hecho, piezas, lo bautizó “bikini”, en alusión al atolón de Bikini donde los esta- la corresponsabilidad de Homer en el caos dounidenses detonaban bombas atómicas: quería sugerir los efectos de la central no le impide ser el persona- “explosivos” que provocaría la mujer que se je más querido de la serie. En definitiva, lo pusiera. La música popular recogió ese Los Simpson hablan de una socie- espíritu entusiasta con las canciones Atom dad que, mal que bien, se ha resig- Bomb Baby, de The Five Stars, y otros éxi- nado a convivir con la radiactividad tos de los años cuarenta y cincuenta como y a reírse de sus inconvenientes. Atom and Evil, del Golden Gate Quartet, Old Man Atom, de Sons of the Pioneers; Una estructura bipolar Uranium, de The Commodores, o Atomic La arqueología de la Era Atómica Power, de los Buchanan Brothers. Fabri- nos ha permitido reconstruir un ima- cantes y publicitarios consideraban al ginario crucial en el destino de una tec- marchamo “atómico” un eficaz reclamo nología clave del siglo XX. En muchos para seducir a los consumidores. Pero casos, ese imaginario fue profético; en esa estrategia de mercadotecnia dejó otros, contribuyó a frustrar sus propias de surtir efecto a principios de los años profecías. Ayudó a “vender” la energía sesenta —en buena medida debido al Ursula Andress, atómica e influyó en el rechazo a los pánico suscitado por la “lluvia radiac- con su famoso reactores. Exaltó el poderío de la bom- tiva”— y fue sustituida por el marcha- bikini, en la película ba H, mientras incentivaba el movimien- mo “espacial”, es decir, los iconos de Agente 007 contra to por el desarme; fomentó la fe ciega en la modernidad asociados a la carre- el Dr. No (1962). las pócimas radiactivas, al tiempo que ra a la Luna. ■ instilaba un pánico cerval a cualquier cla- se de radiación. El mismo simbolismo que

62 • estratos 100 • otoño 2011 otra vuelta de tuerca sociedad elevó al hombre de ciencia a la santidad, 1 1. La familia Simpson lo satanizó al pintarlo como un irrespon- prepara un picnic cerca sable al servicio de corporaciones rapa- de la central nuclear ces y militares belicistas. donde trabaja Homer; ¿Qué ha quedado de todo eso? Sin 2. La kryptonita con- duda, algunas de las connotaciones de la vierte a Superman en radiactividad, tanto positivas como nega- vulnerable; 3. Lex tivas, se han desplazado a otras tecnolo- Luthor (Kevin Spacey), gías de punta. Tal es el caso de los culti- enemigo de Superman. vos transgénicos: las esperanzas en que 2 mitiguen el hambre mundial van de la mano del miedo a la contaminación y a la aparición de malezas monstruosas. Pero el resto del legado sigue activo: nos lo acaba de refrescar la avalancha de percep- ciones calamitosas “resucitadas” por el 3 accidente de Fukushima, en Japón. Creadora de zombies y de superhéroes, elixir o veneno, Frankenstein o genio be- névolo, la radiactividad ingresó en la cul- tura popular bajo el signo de la bipolari- dad, y bajo dicho signo ha permanecido. Para el sociólogo Zygmunt Baumann, esa clase de ambivalencias es inherente a la cultura moderna, desgarrada entre el mito y la ciencia, las promesas del futu- ro y el lastre del pasado; el antropólogo Claude Levi-Strauss, en cambio, las acha- ca a la estructura binaria de la mente humana. Cualquiera sea 4 su origen, parece evidente que dicha dualidad ha resultado más 5 dura de romper que el núcleo 4. Ilustración con Daredevil; atómico, como descubrieron los 5. Cartel de The Toxic promotores de las campañas pro- Avenger (El vengador tóxico); nucleares de las últimas déca- 6. Portada de uno de los das. Probablemente, la impre- primeros cómics de Spider- sionante fuerza cohesiva de este man; 7. Cartel de la película imaginario se derive de la formi- Return of the living dead dable aptitud de las radiaciones (El regreso de los muertos para recoger y fusionar vivientes, 1988); 8. Los 4 asociaciones contradic- fantásticos, cómic de Marvel. torias y símbolos arcai- 6 8 cos —en especial los procedentes de las mito- 7 logías de la luz—. Así las cosas, quizás la lección a sacar de esta historia sea que aparte de aprender a coexistir con la radiacti- vidad, debamos aprender a hacerlo también con sus ambigüedades. ■ otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 63 enresa

¿Cómo se comunica a públicos heterogéneos la compleja gestión de los residuos radiactivos? El laberinto de las palabras

Descarga de un transporte de residuos de baja y media actividad en el centro de almacenamiento de El Cabril.

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De ser una actividad que no se había explicado a la sociedad, la gestión de los residuos radiactivos se convirtió en España, a mediados de los años ochenta del siglo pa- sado, en una tarea que requería, a partes iguales, una notable excelencia técni- ca en su ejecución y un extraordinario esfuerzo de transparencia informativa. Comunicar conocimientos complejos a públicos heterogéneos, buscar la preci- sión sin caer en una jerga indescifrable y evitar que a las palabras se adhieran emociones que las desvirtúen, no eran, ni entonces ni ahora, empresas sencillas. ■ por José María Montero, periodista ambiental.

i uno escucha las anécdotas vinculada al universo de la ciencia y la Cuando el 27 de octubre de 1977 la que relatan los técnicos de Enre- técnica más avanzadas, no es tarea fácil revista Posible anunciaba en su portada, Ssa, que en El Cabril se ocupan de y, por eso, en la “trastienda” de todo este con un diseño gráfico apocalíptico, un mostrar estas instalaciones a los miles de esfuerzo habita un sinfín de tensiones. reportaje titulado “Amenaza nuclear visitantes que cada año se acercan a tan A los ingenieros les resulta difícil renun- sobre España”, la descripción de lo que apartado rincón de la cordobesa Sierra ciar a su particular lenguaje, en el que entonces era El Cabril se resolvía en dos Albarrana, no es difícil imaginar que un cada elemento solo puede llamarse de palabras: “cementerio atómico”. Justa- buen porcentaje de estos ciudadanos una manera. A los comunicadores les mente las mismas que venía usando, experimenten cierta decepción cuando preocupa abusar de tecnicismos que desde un año antes, el diario El País. Las acceden al único almacén de residuos hagan poco inteligible el mensaje. Los connotaciones negativas eran, pues, ine- radiactivos de media y baja actividad periodistas gustan, gustamos, de expre- vitables, y aunque El Cabril que hoy que existe en nuestro país. siones que más allá de la razón también conocemos nada tenga que ver con aque- La primera sorpresa tiene que ver apelen a los sentimientos, es decir, nos lla vieja mina de uranio en la que se con el aspecto, nada inquietante, de gusta cargar las palabras de significado. depositaban los residuos sin demasiadas El Cabril. Los que llegan con la caute- Y los ciudadanos, por fin, solo quieren precauciones, la carga emocional que se la que exige haber atendido a oscuras entender, comprender y, en este caso, fijó en esas dos palabras no era fácil de fábulas y habladurías, pero también los quizá, también encontrar certezas que neutralizar. que esperan el mayor nivel de sofistica- alejen esa difusa sensación de peligro, de Los términos “depósito” o “almacén” ción, se encuentran con un conjunto de riesgo, que se asocia a todo lo que tiene no tienen, desde luego, el matiz sinies- edificios que, en la distancia, no se dis- que ver con la actividad nuclear. tro de “cementerio”; pero, aun así, cuan- tinguen de una pequeña y anodina fábri- do los técnicos hablan ahora de “losa”, ca rural. Si, aun así, ya en el detalle de La carga emocional de los términos para referirse a la cubierta de hormigón la visita, esperan ser atendidos por unos Ese es el primer problema, como seña- que se dispone sobre los residuos, o de especialistas parapetados tras un len- la Ricardo de Castro, psicólogo ambien- “celda”, para señalar las cámaras en don- guaje indescifrable, aparece la segunda tal y especialista en el diseño de campa- de estos se van depositando, las pala- decepción: casi todo en El Cabril pue- ñas de comunicación. “Hay palabras bras vuelven a cargarse de emociones de explicarse, y se explica, en un lengua- —precisa— que arrastran una carga que remiten a escenarios poco agrada- je común, con términos accesibles a cual- emocional permanente; conceptos que bles. Un caso extremo, pero que dice quier grupo de escolares (que, por cierto, incluso recurriendo a la estratagema de mucho de nuestra capacidad para teñir son los que más suman en el cómputo buscarles un sustituto, más o menos neu- el lenguaje del color que dictan nues- total de visitantes). tro, no pueden liberarse de esa carga. tras propias experiencias, es el de los Llegar a este punto de transparencia Es decir, a veces sustituimos la etiqueta reclusos del centro penitenciario de y, sobre todo, conseguir que el lenguaje verbal y no podemos por ello librarnos Córdoba, que también visitan El Cabril, común no traicione el rigor que precisa de la poderosa carga emocional que se y a los que, como es lógico, es mejor no una actividad tan compleja como esta, fija al concepto”. hablarles de “celdas”. otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 65 El riesgo de la pronunciación otorgan fuerza a la comunicación del resultado sea muy útil para unos y deses- Incluso cuando se recurre al lenguaje especialista y, por tanto, multiplican su perante para otros. Las siglas se con- técnico o científico más “duro” no hay influencia. Pero no hay duda de que tie- vierten, en estas circunstancias, en las rei- garantías de que un término, práctica- nen efectos perversos en la comunica- nas del mensaje, y aparecen así no solo mente intraducible para un lego en la ción, ya que se convierten en escudos y los ATC, sino también los ATI (Alma- materia y, por tanto, apa- no en puentes. Si se abusa cén Temporal Individualizado), las IAD rentemente neutro, esté de ellos, si no se explican, (Instalación de Apoyo al Desmantela- realmente desposeído de y hay pocas cosas que no se miento) o los EAD (Edificio Auxiliar de connotaciones indeseables. puedan explicar de mane- Desmantelamiento). Hasta el equipa- Como demostraron en el ra sencilla, la comunicación miento más convencional, como el con- año 2009 los investigado- fracasa”. trol que da acceso a El Cabril, se con- res Hyunjin Song y Nor- Los ciudadanos quie- vierte en un enigmático acrónimo, en este bert Schwarz, del Depar- ren certezas, y la ciencia, caso un PCA (pe-ce-a, Puesto de Con- tamento de Psicología de con demasiada frecuencia, trol de Accesos), que no debe confun- la Universidad de Michi- solo puede ofrecer incerti- dirse con el pe-ce-uve (PCV, Puesto de gan (EE.UU.), existe una dumbres. Los ciudadanos Control de Vigilancia) y mucho menos relación directa entre la piden que la técnica sea con la erre-ce-i (RCI, Red de Control de dificultad para pronunciar infalible, y esta solo puede Infiltraciones). Y todo esto sin un dic-

un nombre científico (en u. michigan avanzar aprendiendo de los cionario de siglas que ilumine al confun- su caso, se trataba de un errores. Los ciudadanos dido ciudadano. nombre químico) y el ries- quieren que lo complejo se Aun siendo el pilar en el que se sus- go que se percibe asociado explique de manera senci- tenta la gestión de los residuos radiac- a dicho elemento. O, dicho lla, pero, a veces, lo comple- tivos, construir un discurso en el que de otra manera, el nom- jo solo puede explicarse de todo gire en torno a la excelencia tec- bre puede definir al obje- manera compleja. nológica, abusando de términos “difíci- to y determinar su eficacia Es cierto que los tecni- les”, puede convertirse en un arma de y su toxicidad, como míni- cismos son tranquilizado- doble filo. Para algunas personas, toda mo, según evidenciaron res, una virtud que alcan- esta sofisticación puede provocar un Song y Schwarz, en lo que Norbert Schwarz y Hyunjin Song. za su máxima expresión impacto muy positivo al descubrir, por se refiere a fármacos, adi- cuando se recurre a siglas y ejemplo, que El Cabril no es un simple tivos alimentarios y otras sustancias quí- acrónimos que, al menos durante un vertedero donde se arrojan residuos y micas. tiempo, viven desposeídos de emociones. después se tapan, o que las centrales A la vista de estas evidencias, que de Y ejemplos no faltan: el debate en tor- nucleares en desuso no se desmantelan seguro son extrapolables a otros campos no al futuro de los residuos radiactivos como quien desmonta una vieja facto- de la ciencia, no es difícil imaginar qué de alta actividad, los que proceden del ría. Pero, al mismo tiempo, hay quien ocurre cuando nos cuentan que la acti- combustible consumido en las centrales piensa que si en la gestión de este tipo vidad radiactiva se mide en “becquere- nucleares, gira en torno al diseño y, sobre de residuos se utilizan procedimientos lios”; que en El Cabril se vigilan los todo, a la ubicación de un ATC (Alma- tan rigurosos, técnicas tan avanzadas y “lixiviados” para evitar la contaminación cén Temporal Centralizado), acrónimo un lenguaje tan críptico, será porque de las aguas subterráneas; que los resi- del que nadie había oído hablar hasta también es muy elevado el riesgo. Inclu- duos se caracterizan en función de su hace unos pocos años y cuyo significa- so, aunque resulte paradójico, puede lle- periodo de “semidesintegración”, o que do, a priori, causa poca inquietud. gar a producirse una sensación de fra- en España existen alrededor de 1.300 caso cuando, en mitad de esa espiral de instalaciones que manejan “radioisóto- Siglas y más siglas explicaciones científico-técnicas, alguien pos”. Al margen de su correcta com- Lejos de formar parte de un calculado detalla, por ejemplo, que la erre-ce-i (la prensión, la simple dificultad para pro- plan o una interesada estrategia, los tec- famosa RCI) está diseñada para contro- nunciar estos términos ya los condena en nicismos, a veces, solo esconden la como- lar la posible presencia de agua en algu- el imaginario colectivo. didad de quienes deben usar a diario na de las celdas adonde van a parar los “Los tecnicismos —explica De Cas- expresiones un tanto retorcidas y, ade- bidones con los residuos radiactivos. tro— se convierten a veces en un asi- más, no reparan en la dimensión públi- ¿Una filtración? Pero ¿en medio de tan- dero al que recurrir para que los ciuda- ca de esa actividad rutinaria. El princi- ta sofisticación es admisible lo inespe- danos permanezcan al margen del pio de economía del lenguaje se aplica rado, lo imprevisto, el error? ¿Qué cla- conocimiento de una materia. También entonces sin miramientos, aunque el se de ingenieros —a los que suponemos

66 • estratos 100 • otoño 2011 otra vuelta de tuerca comunicación enresa

Una técnica del Servicio de Comunicación de El Cabril da explicaciones sobre la instalación a un grupo de visitantes. cercanos a la divinidad— han diseñado pasan por científicas, y contra las que mir una mirada honesta y buenas dosis estas celdas? La decepción puede alcan- luchan los verdaderos comunicadores y de humildad. Lo advierte el lingüista zar su máxima cota si todas estas expli- divulgadores, son así de absurdas: el alemán Harald Weinrich, preocupado caciones, trufadas de “lixiviados”, “capas tabaco produce cáncer porque “es can- por el lenguaje de la divulgación cientí- freáticas” e “infiltraciones”, terminan en cerígeno”, la aspirina nos calma el dolor fica: “El mundo tiene poco que esperar un sencillo recipiente de cristal, como de cabeza porque “es analgésica”, y este y mucho que temer del especialista que el que reposa bajo las celdas de El Cabril, tipo de residuos deben confinarse por- solo se ocupa de difundir sus resultados adonde irían a parar las gotas sospe- que “son radiactivos”. dentro de los límites de su especialidad chosas. Un sencillo recipiente de cris- No es cierto que sea posible codificar particular”. Y por eso recomienda algo tal que recibe la humilde denomina- todo conocimiento de una forma óptima que en el pulso entre comunicadores y ción de “pote”. ¿Todo ese despliegue de en algún tipo de lenguaje, ya sea común técnicos aporta un argumento de peso a “sabiduría” para acabar convenciéndo- o científico. El lenguaje es un ser vivo que los primeros: “Cuando escribas para tus nos de que, en el peor escenario, la situa- habita en su propio laberinto, y en él se colegas especialistas, asegúrate de tener ción estaría bajo control gracias a un encuentra con las emociones, los prejui- un receptor de otras especialidades, afi- vulgar “pote”? cios o los conocimientos previos sobre la nes o no, con el objeto de evitar los gue- materia en cuestión. Numerosos estu- tos científicos”. El carácter mágico de los conceptos dios, y este argumento es ya un clásico El carácter heterogéneo de los colec- Claro, que una cosa es saber el nombre dentro de este debate, han puesto de tivos a los que hay que dirigirse, ya sea de algo, sea el que sea, y otra, bien dis- manifiesto cómo la actitud favorable de en una visita in situ o en un reportaje des- tinta, saber algo de esa cosa. Los comu- los ciudadanos frente a cuestiones rela- tinado a un medio de comunicación de nicadores que durante los últimos vein- cionadas con la energía nuclear aumen- masas, dificulta esa tarea de hacer com- ticinco años han batallado por transmitir ta con el grado de conocimiento sobre prensible lo complejo, escapar de los de manera eficaz todo lo que gira en esta materia. Y el conocimiento se cons- guetos, ser precisos sin ser crípticos, y, torno a la gestión de los residuos radiac- truye, principalmente, entre la escuela, por último, rizando el rizo, evitar las tivos, tienen bien presente esta máxi- los medios de comunicación y la expe- connotaciones negativas que vienen dic- ma, que busca, en definitiva, renunciar riencia directa. Tres fuentes en las que tadas por nuestros prejuicios. Pero esos a ese supuesto carácter mágico que algu- es inevitable que estén presentes las emo- son justamente los materiales con los nos atribuyen al lenguaje. Pronunciar ciones. ¿Es posible, entonces, gobernar que se moldea el reto al que se vienen una palabra científica no es explicar nada, ese cóctel? enfrentando, desde hace ya veinticinco es como pronunciar un conjuro que hace Frente a todas estas dificultades el años, los profesionales que han de comu- desaparecer la curiosidad. Solo eso. Y, sin comunicador, además de contar con una nicar la compleja gestión de los residuos embargo, muchas explicaciones que excelente capacitación, solo puede esgri- radiactivos. ■ otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 67 Fotograma de la película Stalker, de Andrèi Tarkovski, que aborda la cuestión del acceso a zonas prohibidas en el futuro.

Cómo decir “cuidado, residuos radiactivos” a nuestros descendientes Advertencias al futuro

¿De qué manera informar a quienes poblarán la Tierra dentro de cientos de siglos del lugar donde están depositados los residuos radiactivos y del riesgo que implican, especialmente los de alta actividad, pues seguirán siendo peligrosos durante miles de años? La respuesta la han dado desde semiólogos que proponen la instauración de una “sociedad secreta” que vele por la transmisión de los men- sajes, hasta quienes proponen crear “cápsulas temporales” y herméticamente se- lladas dirigidas a las futuras generaciones. ■ por Luis F. Pérez, periodista científico.

maginemos la Tierra dentro de zan con avisos enterrados a varios metros hacerse de ellos y olvidarlos para siem- 60.000 años. Todo habrá cambiado de profundidad. Pero ya no quedará en pre). Semejante ocurrencia era incompa- I para entonces. Los ríos se habrán el planeta nadie capaz de advertirles de tible con la novedosa idea de responsa- secado, o variado de curso; donde hoy se que tales mensajes significan: “¡Peligro! bilidad intergeneracional. Surgió enton- extienden planicies humearán los volca- Depósito de residuos radiactivos de alta ces la pregunta crucial: ¿cómo informar nes: en suma, los paisajes serán irreco- intensidad”, y, por lo tanto, nadie les a nuestros descendientes de la ubicación nocibles. Suponiendo que la humani- impedirá volatilizar los avisos junto con y el peligro de sustancias que seguirán dad siga existiendo, a buen seguro será el almacén de plutonio olvidado. siendo peligrosas durante 250.000 años? cultural —y quizás biológicamente— Ahorrarle esa eventualidad a las ge- Hay motivos para preocuparse. “To- tan distante de nosotros como hoy lo neraciones futuras es el desafío que se da información aspira a mantenerse”, somos de los Neandertales que poblaban han fijado las mentes sensibles a las di- advierte Jorge Lozano, catedrático de la Península hace decenas de milenios. ficultades planteadas por la gestión del Ciencias de la Información de la Uni- Imaginemos además que, un buen día, futuro remoto. La preocupación se abrió versidad Complutense, “pero la teoría los habitantes del mañana, abocados a paso después de que se abandonasen los de la información indica que tiende a abrir un canal con una excavadora equi- planes de tratar los residuos atómicos decaer con el tiempo. Y ello ocurre, en pada con rayos desintegradores, tropie- como cualquier otro desecho (o sea, des- primer lugar, por la destrucción del so-

68 • estratos 100 • otoño 2011 otra vuelta de tuerca seguridad porte o la aparición de pátinas que os- das, acompañados de un nuevo signo un texto ilustrado tiene más posibilida- curecen el mensaje, lo distorsionan y ge- universal para “depósito de residuos ra- des de ser preservado. En paralelo, An- neran significados distintos al original”. diactivos”. Pero en las conclusiones se dra compartirá con las Comisiones Lo- Por añadidura, la interpretación de un reconocía que tal solución podría per- cales de Información creadas en los mu- mensaje exige conocer el contexto que der su “legibilidad” al cabo de 2.000 nicipios que alberguen depósitos la tarea le dio sentido, un conocimiento que se años. de conservar los mapas de los almace- pierde a medida que pasa el tiempo. No- Con la vista puesta en un lapso tem- namientos, impresos en un papel espe- temos que las lenguas más antiguas co- poral similar, la agencia francesa de re- cial de seiscientos a mil años, con el pro- nocidas, el sumerio y el egipcio, no tie- siduos radiactivos Andra colgó en su pósito de evitar que el día de mañana nen más de 5.000 años de historia. Es- página web una Memoria sintética diri- los emplazamientos sean reutilizados crituras como la cuneiforme son solo gida a las generaciones futuras profusa- sin conocer su peligrosidad. accesibles a contados especialistas; e igual mente ilustrada —la suerte corrida por Ambas iniciativas se centraban en el ocurre con el canto anglosajón de Beo- los manuscritos medievales enseña que medio plazo; el futuro insondable con- wulfo, compuesto hace apenas mil años.

Otras, como la del valle del Indo, se han doe vuelto ilegibles. Y de los signos más an- tiguos que existen, los que pueblan las grutas del Paleolítico, no podemos más que especular sobre su significado, per- dido para siempre. Hasta la fecha, la hu- manidad no ha sabido diseñar códigos que se mantengan comprensibles más allá de unos pocos milenios.

Legibilidad duradera A la vista de los antecedentes, los ges- tores de los residuos estadounidenses —los pioneros en este apartado— to- maron conciencia de que no bastaría con plantar alrededor de sus depósitos carteles que dijesen “prohibido el paso”. Movidos por esa certeza, a principios de los años ochenta los responsables de la US Nuclear Regulatory Commission designaron un grupo de tareas con el cometido de pergeñar estrategias para evitar futuras interferencias negativas ricardo liberato con los almacenes a gran profundidad que planeaba el Estado federal. Su in- forme concluyó que el contenido del mensaje a dirigir a la posteridad debía constar de tres partes: 1) esto es un men- saje; 2) en cierto lugar está almacenado un material peligroso, y 3) información sobre el tipo de sustancia de que se tra- ta. A fin de reducir la incertidumbre in- herente a las lenguas humanas, aconse- jaba volcar dicho mensaje en tres tipos de signos (indiciales, icónicos y simbó- licos), que se inscribirían en avisos de ocho metros de altura, plantados en el perímetro de los depósitos y escritos en los seis idiomas de las Naciones Uni- Arriba, vista aérea de Yucca Mountain (EE.UU.). Abajo, las pirámides de Giza (Egipto). otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 69 tinuaba sin ser abordado. De ello se en- de los códigos interpretativos del men- Que más tarde se optase por los al- cargaría una serie de pensadores y ex- saje y por la seguridad del depósito a macenamientos profundos recuperables pertos. través de las generaciones. no cambió las cosas; al contrario, hizo Esta última sugerencia causó gran con- más imperiosa la necesidad de dejar a ‘Sacerdocio nuclear’ troversia. La noción de “sacerdocio nu- las generaciones venideras instrucciones Quien primero encaró el tremendo re- clear” fue tachada de elitista, por suponer comprensibles de cómo recuperar los re- to fue el semiólogo estadounidense Tho- que solo un grupo reducido de técnicos siduos. Por eso los Sandia National La- mas Sebeok. En su trabajo La Caja de estaría capacitado para conservar y admi- boratories de Nevada (EE.UU.) crearon Pandora: cómo y por qué comunicarse nistrar un conocimiento estratégico. Su- su propio plantel de antropólogos, se- 10.000 años en el futuro, definió las di- san Garfield, psicóloga y activista ambien- miólogos e historiadores, con el objeti- mensiones del desafío de diseñar un sis- tal estadounidense, acusó a Sebeok de se- vo de buscar maneras de impedir inter- tema de comunicación seguro y capaz guir apostando por el secretismo que tanto ferencias involuntarias en el futuro al- de mantener informadas a las próximas se había criticado a la industria nuclear. macén de Yucca Mountain. Su plan trescientas generaciones. La ocurrencia de Sebeok experimen- distingue un área central, en donde se En ese análisis encargado por la Ofi- tó una radical transformación a manos quieren evitar perforaciones o excava- cina de Aislamiento de Residuos Ra- del semiólogo alemán Roland Posner. ciones, de una zona “amortiguadora” de- diactivos estadounidense, Sebeok recor- Este propuso el establecimiento de una finida por la distancia que los radionu- daba que no existe precedente de una tercera cámara legislativa, que se añadi- cleótidos podrían recorrer en un lapso lengua que se haya mantenido compren- ría a la de diputados y senadores: la re- de 10.000 años. Alrededor de esta últi- sible por más de trescientas generacio- presentación oficial de los intereses de ma se emplazarán gigantescas estructu- nes. Acto seguido, propuso elaborar las generaciones futuras. A la “Cámara ras hechas con mármoles que resistirán mensajes con una “vida útil” de 250 años, de Asuntos Futuros” la asesorarían una más de 50.000 años, formando un ame- acompañados de instrucciones para su comisión de prospectiva a medio y lar- nazador “campo de espinas o púas”, cu- actualización conforme a la evolución go plazo, una comisión ética y una ofi- yas formas sugieran la energía irradian- de las lenguas dominantes. Mas el lin- cina de investigación futurista; una ofi- do del área central. güista no confiaba en que eso bastaría cina abocada a recoger y producir infor- En línea parecida, el filólogo Vilmos para garantizar su inteligibilidad y pro- mación relevante accesible a todos; y una Voigt, de la Universidad de Loránd- puso el establecimiento de un “sacerdo- oficina supervisora de los depósitos a Eötvös (Budapest, Hungría), propuso cio nuclear”, una sociedad secreta de fí- medio y largo plazo, orientada a man- instalar signos de advertencia en círcu- sicos nucleares, ingenieros, semiólogos, tener alejados a los animales y alertar a los concéntricos alrededor de los depó- etcétera, que velaría por la transmisión los seres inteligentes. sitos. Se redactarían en los idiomas más

Mensaje en una botella va—, que ha quedado depositada en custodia en el Museo de Historia Natural de Nueva York hasta su apertura en el Las primeras tentativas de remitir mensajes a nuestros año 3000. En una ocasión, se diseñó incluso una “cápsu- descendientes más lejanos precedieron en algunas déca- la temporal” para no humanos: los mensajes dispuestos en das a los afanes de los gestores de residuos radiactivos de el interior de la sonda Pioneer X, en viaje a las estrellas des- alta intensidad. Nos referimos a las “cápsulas temporales”, de 1973, están dirigidos a posibles especies alienígenas cajas herméticamente selladas que contienen mensajes inteligentes (un absurdo semiótico, al decir del catedrático pergeñados por nuestros contemporáneos con destino a des- Jorge Lozano, puesto que “una cultura radicalmente distin- cendientes que aún no han nacido. La primera de la que se ta a la humana carecerá de los mínimos elementos comu- tenga memoria fue patrocinada por la firma Westinghouse, nes que permitan establecer reglas que permitan vincular en el marco de la Feria Universal de Nueva York de 1939. significantes y significados”). El recipiente, concebido para los neoyorquinos del año “Cada cápsula es una suerte de espejo”, interpreta el 6939, pretendía demostrar a los visitantes de la Feria que ensayista estadounidense Michael Pollan. ¿Qué se refleja el fabricante de bienes de consumo de una rápida obsoles- en ellas? De entrada, el deseo de sus creadores de perdu- cencia, poseía una visión a largo plazo. En las décadas rar y vencer a la muerte y el olvido, un impulso semejante siguientes, se multiplicaron acciones similares. Con moti- al que anima los planes de gestión de los residuos a larguí- vo de la llegada del tercer milenio, The New York Times orga- simo plazo: el intento por incorporar a nuestra visión del mun- nizó una muestra de la vida contemporánea —incluía una do la visión de un futuro remotísimo, y a la vez por entablar escultura en acero del arquitecto español Santiago Calatra- relaciones constructivas con el mismo. ■

70 • estratos 100 • otoño 2011 otra vuelta de tuerca seguridad

Imagen del compendio Símbolos nivel de precisión, y, por tanto, sepan lo- secretos de los Rosacruces calizar los depósitos radiactivos sin ries- de los siglos XVI y XVII (1785). go de intrusiones peligrosas. Otros dudan de la eficacia de las ad- siempre posible. Median- vertencias. David B. Givens, un antro- te esta opción se dejaría a pólogo de los Sandia National Labora- nuestros descendientes un tories, se pregunta: “Y en el caso de que equivalente a la Piedra Ro- logremos componer mensajes que man- setta, la estela de granito tengan su significado, ¿serán tomados en con tres traducciones del serio?”. De muestra un botón: los cente- mismo texto que permitió narios mojones de piedra que bordean las desentrañar el enigma de costas japonesas alertando de los tsuna- los jeroglíficos. mis. Algunos pobladores acataron el avi- so y alzaron sus viviendas en terrenos ele- Eficacia dudosa vados; pero otros lo ignoraron y sufrie- Hay quienes se preguntan ron las consecuencias. Tampoco se pueden si estas recetas tendrán al- descartar acciones vandálicas que den al guna utilidad. Los más pe- traste con los esfuerzos realizados. simistas, convencidos de Fijémonos en lo ocurrido con las tum- que la curiosidad humana bas egipcias. Sus arquitectos fueron los es imparable, sugieren de- únicos que afrontaron un reto parecido jar los almacenes sin seña- al que encaran los gestores de residuos lizar. Los optimistas se en- radiactivos. Buscaban preservar la inte- comiendan al progreso téc- gridad de los faraones sepultados y sus nico: si hoy, argumentan, tesoros por toda la eternidad, mas en un hablados actualmente; y al cabo de cier- las técnicas arqueológicas avanzadas pue- lapso relativamente corto los ladrones to tiempo, se añadirían nuevos signos en den detectar ruinas milenarias ocultas a saquearon los sepulcros presuntamente un círculo exterior, adaptando el men- varios metros de profundidad sin cavar, inviolables. Las maldiciones labradas con saje a los cambios lingüísticos operados, cabe esperar que nuestros descendien- el fin de espantar a los profanadores se sin quitar los anteriores. De ese modo, tes dispongan de medios para elaborar tornaron ininteligibles al caer los jero- el retorno a los idiomas originales será mapas de los subsuelos con un altísimo glíficos en el olvido; siglos más tarde, le- jos de frenar a los arqueólogos, los inci- taron a continuar cavando. “El problema de este tipo de iniciati- vas radica en que ignoran un hecho com- probado: que cada generación hace lo que quiere con el legado de la anterior; tiene que decidir y volver a resolver sobre lo ya decidido por sus antepasados”, re- flexiona Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política y Social en la Uni- versidad del País Vasco. “En sociedades modernas como las nuestras, la conexión intergeneracional es muy laxa, por lo que el deseo de afirmar nuestra soberanía so- bre el porvenir a través de mensajes sofisti- cados puede resultar ilusorio o meramente retórico. Posiblemente la mejor política sería permitir que las generaciones fu- Mensaje dispuesto turas definan su situación como les plaz- en el interior de la ca, en lugar de dejarlas atadas con nues- sonda Pioneer X. tras decisiones o con instrucciones pre- cisas”. ■ otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 71 Nuestra especie ha inducido cambios en los ecosistemas que se han hecho permanentes, dejando una herencia de luces y sombras que ha recreado el legado natural La impronta humana en la biosfera

El hombre se ha hecho dueño y señor de un planeta en el que viven muchas otras espe- cies animales y vegetales. Su poderosa mano ha modificado el curso de los ríos, ha hecho desaparecer bosques y provocado el cambio climático, además de ha- ber contribuido a aumentar el “agujero” de la capa de ozono. ¿Se podía haber evitado todo esto? En muchos casos, sí. Afortunadamente, parece que el futuro es algo más esperanzador: la sociedad actual ha tomado conciencia de la mag- nitud del problema, se preocupa por el entorno en el que habita y está dispues- ta a actuar. ■ por Francisco García Novo y Raquel P. Fernández Lo Faso, universidad de sevilla.

n el Parque Natural de Hor- Pero la huella humana se hace paten- cultivos leñosos de olivar, de higuera o nachuelos (Córdoba), junto a Sie- te incluso en nuestros espacios natura- viñedo y cultivos herbáceos donde, reco- E rra Albarrana, en el corazón de les privilegiados, como el Parque Natural gida la cosecha, apenas quedan especies Sierra Morena, los buitres leonados tra- de la Sierra de Hornachuelos. El eucalip- silvestres en el barbecho. zan lentas espirales elevándose sobre el to, la caña, el gamo o la carpa son espe- Y es que la poderosa mano huma- valle del río Bembézar. El cauce ocupa cies introducidas. Los pinos piñoneros, no na comenzó a cambiar la biosfera des- una profunda trinchera de laderas escar- se encontraban naturalmente en la zona de que empezó a recolectar y a cazar padas donde se aferran pies de encinas y algunos árboles autóctonos, como hace ya decenas de miles de años, en su y acebuches, eucaliptos y masas de pinos alcornoques, quejigos, coscojas y olivi- África original y después en Asia y piñoneros. Rodales dispersos de rome- llas, apenas aparecen. Las encinas, abun- Europa, para llegar finalmente hasta ro, genista, tomillo o jara se insertan en dantes, son pequeñas y su copa eviden- Australia y colonizar el continente ame- el denso tapiz herbáceo que con inten- cia la poda. Escasean las grandes rapaces, ricano del norte al sur. Extinciones loca- sas tonalidades —verdes en otoño e como el águila imperial o la real, y no les de animales y también introduccio- invierno, doradas en verano y multico- existe el quebrantahuesos. Falta el lince nes de plantas han seguido paso a paso lores en primavera— condicionan el y ya no llega el lobo en su campeo; hace al hombre en su expansión. cambiante paisaje mediterráneo. Junto al siglos que ha desaparecido el oso pardo. El desarrollo de la agricultura apor- lecho queda la estrecha ceja de bosque Abunda el ciervo, a veces en exceso, pero tó profundos cambios para mantener a ripario con fresnos, álamos, sauces y no hay corzos. El antiguo bosque medi- grupos humanos numerosos que acome- tarajes, siempre amenazada por las cre- terráneo ha perdido porte y diversidad tían intervenciones profundas para des- cidas del río. Sobre las gleras del cauce, y ha ganado elementos nuevos, particu- pejar suelo de cultivo. Las especies sil- juncos, cañas, adelfas y tamujos. Bar- larmente especies herbáceas que el movi- vestres cultivadas fueron seleccionadas bos, bogas, carpas, percas americanas, miento del ganado y la intervención por su producción favorable y la prác- ranas, macroinvertebrados y otros insec- humana favorecen. tica agrícola innova la biosfera, combi- tos sirven de alimento para cazadores Al alejarse de las zonas de relieve nando selección, hibridación y difun- acuáticos como nutrias, garzas o el mar- acusado hacia tierras calmas, la trans- diendo las nuevas estirpes más allá de tín pescador, enriqueciendo la comuni- formación se hace más evidente. Dehe- sus límites biogeográficos. La revolución dad fluvial. Los ciervos abundan en el sas con escasos árboles de porte regu- neolítica generó centenares de miles de valle, acompañados de gamos que pre- lar, acompañadas de poco matorral, con razas nuevas, un número mucho mayor fieren zonas con juncales y hierba o pas- pastizales aprovechados por el ganado. que el de especies silvestres de plantas. tos adehesados. En un grado mayor de intervención, Con las semillas y frutos se desarrollan

72 • estratos 100 • otoño 2011 otra vuelta de tuerca ecología

foe te el medio, contaminando aguas y sue- los y agotando la diversidad natural.

El siglo XX y sus transformaciones Durante el siglo XX tienen lugar cam- bios de gran intensidad. La población humana aumenta en 3,6 veces, pasan- do de 1.650 a 6.000 millones de habi- tantes. El consumo individual de ali- mentos, energía, materiales y productos se multiplica, especialmente en las ciu- dades con nivel de vida superior al rural. El movimiento de mercancías aumenta extraordinariamente, desa- rrollándose una red mundial, primero terrestre y marítima, más tarde aérea. El despliegue industrial crea una podero- sa demanda de materias primas, que se globaliza, y de energía, que se satisfa- ce con fuentes hidroeléctricas, carbón y finalmente petróleo, seguido del gas La deforestación de los bosques, como la del Amazonas, supone una impronta negativa en la bioesfera. natural. A escala temporal histórica, estos tecnologías para la producción de ali- cultivos aterrazados con plataneras, cambios aparecen de forma súbita. La mentos y bebidas, desde el pan a la cer- tomateras y sus excelentes papas, mien- agricultura de regadío y la creciente veza, el vino o el pulque, las cecinas y tras que las especies autóctonas se han demanda de electricidad y agua para embutidos, que a su vez seleccionan refugiado en lugares poco accesibles, consumo humano darán lugar a la cons- estirpes microbianas, aliados secretos como laderas escarpadas o el malpaís, trucción de presas y a la derivación de de la vida humana. en conos volcánicos y barrancos. caudales, generando una cascada de La asociación con animales traerá Hasta el siglo XX, la expansión procesos: regularización hidráulica, pér- grandes repercusiones biológicas: se crean humana había multiplicado la diversidad dida de volúmenes, reducción del trans- especies nuevas, como el perro —la más en las zonas templadas, afectando esca- porte de sedimentos, fragmentación del inteligente y cercana a los humanos—; samente a latitudes elevadas —siempre hábitat. Todos provocan modificacio- las vacas, ovejas, cabras, cerdos o galli- menos pobladas— y a las zonas tropi- nes en los organismos fluviales y, según nas, los cuines, llamas o vicuñas quedan cales —con una abrumadora diversidad las cuencas, reducción de los humeda- muy alejados de sus antecesores silves- natural—. En latitudes medias, los cul- les en su desembocadura y aumento de tres y se diversifican en centenares de tivos y pastizales dominaban las tierras la erosión o desaparición de playas y razas. Indirectamente, los propios ani- bajas con cultivares introducidos y una bancos arenosos. males en su campeo han servido para cohorte de especies silvestres adventi- La agricultura se intensifica, ele- dispersar semillas de las especies que los cias. Las zonas rurales tradicionales vando la producción por medio de fer- alimentaban. combinaban agricultura y ganadería y tilizantes, pesticidas, riego y maqui- Las islas, universos confinados, son usaban como fuente principal de ener- naria y con la selección de nuevas muy sensibles a la intervención huma- gía mecánica la tracción a sangre. El variedades, pasando a convertirse de na, que extinguió rápidamente las espe- parcelario, dividido con cercas o setos, productor a consumidor de productos cies apetecibles como presas. La intro- la presencia de muladares y estercole- energéticos. La ganadería ha derivado ducción de cultivares, ganados, perros, ros, de árboles viejos y manchas de en producción industrial de carne o gatos y (accidentalmente) de ratas y matorral, de viviendas con paredes de leche, con animales estabulados que se ratones, ha supuesto una crisis en la piedra o adobe, multiplicaban los hábi- alimentan a base de pienso; la mayor diversidad insular. Las islas del Medi- tats de las especies silvestres cuya dis- parte de la producción agraria se des- terráneo, el Caribe o la Polinesia han persión era favorecida por las labores tina a la comida de las bestias. perdido una parte de su fauna autócto- agrícolas o la trashumancia. Por el con- El impacto directo del cambio agrí- na por la mano del hombre. Tenerife o trario, la minería, la industrialización y cola y ganadero sobre la diversidad ha Gran Canaria ofrecen un mosaico de el urbanismo alteraban sustancialmen- sido muy elevado. El indirecto, mayor:

otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 73 los purines ganaderos y lixiviados de máticos, materiales cerámicos, aceites, industriales, mientras que las regiones suelos agrícolas alcanzan finalmente las residuos industriales: un difícil legado deshabitadas, como el Sáhara, permane- aguas superficiales, eutrofizándolas. Por para generaciones venideras. cen oscuras; desgraciadamente, otras vía aérea, la difusión de gases con efec- Para finalizar, la impronta humana regiones densamente pobladas, como to invernadero se debe a la progresiva oxi- queda directamente patente en las Nigeria, Camerún, Gabón, Congo, dación de la antigua materia orgánica del infraestructuras que sostienen el modo República Centroafricana, República suelo junto a la mineralización de la de vida actual cuando más de la mitad Democrática del Congo, Angola, Ruan- aportada por el crecimiento vegetal de la humanidad se ha hecho urbana: da…, tampoco brillan debido al bajo actual. La destrucción de bosques y líneas eléctricas, oleoductos, canales, nivel de vida de su población, que con- humedales para su puesta en cultivo libe- carreteras, puentes, diques, puertos y trasta con la abundancia de recursos ra grandes volúmenes de CO2, antes aeropuertos, zonas industriales unidas a naturales. fijado en los suelos y fondos lacustres y la trama urbana. Será un legado muy Los motores de combustión de los en los troncos de árboles. Los impactos duradero: murallas, templos y palacios vehículos, el consumo de combustibles en la diversidad biológica son intensos construidos hace milenios han llegado fósiles —especialmente para producción porque bosques y humedales presentan a nuestro tiempo. Los restos de nues- de electricidad—, la producción indus- comunidades particularmente ricas en tras urbes, los residuos inertes y muchos trial y la puesta en cultivo de nuevas especies. materiales industriales persistirán duran- superficies han elevado rápidamente las La mecanización de la pesca con bar- te miles de años. emisiones hacia la atmósfera. Este lega- cos de vapor esquilmó las pesquerías do humano se ha multiplicado durante más accesibles de explotaciones tradi- La huella global el siglo XX y ha alterado la composición cionales como el bacalao, las anchoas o Un observador de nuestro planeta situa- y el funcionamiento atmosférico. Las los atunes y bonitos. La incorporación do a unos centenares de kilómetros iden- emisiones de halocarbonados empleados de motonaves frigoríficas y el empleo tifica fácilmente las áreas agrícolas, indus- en el aire acondicionado y sprays origi- de redes barrederas de fondo y redes de triales y urbanas, los embalses mayores, nan un ciclo de reacciones que destru- deriva han reducido sustancialmente y las zonas desérticas calidas converti- yen el ozono, contribuyendo a la forma- las reservas pesqueras de especies co- das en agricultura o en zonas urbanas ción de un “agujero” de unos diez merciales. La captura de especies de la gracias al agua subterránea. Al ponerse millones de kilómetros cuadrados en la base trófica de cadenas alimentarias, el Sol, en la oscuridad uniforme de los capa de ozono situada sobre la Antárti- como el krill, produce efectos adversos continentes brillan las ciudades y zonas da. La sustitución de halocarbonados sobre la diversidad, alterando la fauna piscícola mundial. El mercurio emplea- do en minería o en la industria quími- ca se incorpora a la red trófica a través de microorganismos planctónicos, acu- mulándose hasta alcanzar niveles tóxi- cos para la ingesta humana en especies de la parte superior de la red (bonito, pez espada...). Al morir, el mercurio retorna al agua iniciando de nuevo el circuito contaminante. Otras sustan- cias industriales, como fertilizantes, pesticidas, medicamentos o detergen- tes, alcanzan los mares y océanos, mo- dificando su química. La aparición de los plásticos y su extensa aplicación a usos domésticos, industriales o agrícolas, unida a su len- ta degradación en el medio natural, ha facilitado su dispersión a lo largo y ancho de continentes y océanos. En los núcleos urbanos se acumulan en verte- deros, acompañan a otros restos vir- Los gases emitidos a la atmósfera provocan alteraciones climáticas de consecuencias desconocidas. En la tualmente no degradables, como neu- imagen, desprendimiento de hielo en el glaciar Perito Moreno (Argentina).

74 • estratos 100 • otoño 2011 otra vuelta de tuerca ecología por otros frígenos no reactivos con el naciones nucleares hasta la actualidad, va estos materiales tecnológicos para ozono desde 1987 (Protocolo de Mon- aunque su empleo no se ha repetido. aplicaciones futuras. Por el contrario, ni treal) no ha impedido que el fenómeno Para geólogos y arqueólogos el pico de el armamento nuclear, ni los navíos de continúe: la extensión en 2003 se ha 137Cs o 214Am señala el año 1963, fecha guerra nucleares y tampoco las centra- situado entre las mayores registradas. álgida de los ensayos que contaminaron les eléctricas nucleares han supuesto Los halocarbonados y otras moléculas la superficie del planeta. Localmente, mejoras sociales; más bien han acumu- ,como el metano, el dióxido de carbo- laboratorios, emplazamientos de los lado contaminación y riesgo, generan- no, óxidos de nitrógeno y el agua, que ensayos y poblaciones han sufrido y do un legado temible. Como señal de absorben bandas de infrarrojo y se com- sufrirán las secuelas. Grandes volúme- esperanza, las cabezas nucleares de Esta- portan como gases de efecto invernade- nes de materiales contaminados han dos Unidos y Rusia se están desmante- ro, han impulsado el cambio climático sido depositados en los fondos oceáni- lando para recuperar los elementos fisio- de los últimos veinticinco años. El lega- cos. Una señal global de ignominia que nables como combustible nuclear. do humano es la masa de gases emiti- marca los continentes y fondos oceáni- da, que al desencadenar efectos en cas- cos del planeta. Suavizar la impronta humana cada, deja en la incertidumbre sus La experiencia con los reactores ató- La presencia humana ha marcado la consecuencias. El cambio atmosférico micos destinados a la producción de plu- biosfera. Nuestra especie ha inducido está rehaciendo climas y litorales, tonio para el armamento nuclear sugi- cambios que se han hecho permanentes. corrientes oceánicas y biodiversidad, en rió el diseño de centrales donde el calor La biosfera ha sido humanizada, con un un proceso global pobremente compren- liberado se aplicara a la generación eléc- legado de luces y sombras que ha recrea- dido. Debido a la complejidad de los trica. Las centrales nucleares (en 2011: do el legado natural. factores que interactúan, aún no se dis- 437 reactores en 30 países) han supues- Durante el último siglo, la interven- pone de herramientas informáticas capa- to una demanda mundial de uranio, que ción humana ha sido tan intensa que ces de realizar buenas predicciones sobre se emplea como combustible nuclear, y muchos cambios están en curso y hasta escenarios de aumento o reducción de las la acumulación de residuos formados las próximas décadas no mostrarán su emisiones de gases y de su reflejo en la por radionúclidos originales y los gene- magnitud. Confiemos en que la modi- biosfera y la sociedad. rados en los reactores, que abre un inte- ficación del clima no resulte catastrófi- Haber llegado a este desequilibrio rrogante sobre el riesgo de su eventual ca para los sectores sociales desfavore- constituye un arriesgado salto en el vacío liberación. Los accidentes de las cen- cidos, cuya supervivencia depende estre- de nuestra cultura tecnológica. trales de Chernóbil (Ucrania), en 1986, chamente de los recursos naturales. Para terminar, es interesante mencio- y Fukushima ( Japón), en 2011, han mos- Como reflexión final, hay que reco- nar una impronta humana que ha car- trado que, incluso en los países avanza- nocer que muchos de los cambios his- gado de incertidumbre a generaciones dos, el riesgo de contaminación sobre tóricos eran imprevisibles para el cono- futuras: la movilización y generación de amplias regiones geográficas es consus- cimiento contemporáneo; otros, sin radionúclidos. tancial a la operación de las plantas embargo, resultaban fácilmente antici- El descubrimiento de la radiactividad nucleares. El volumen de residuos gene- pables, como la extinción de especies y natural, y con ella la existencia de nuevos rados y su duradera actividad plantean comunidades, el colapso de recursos elementos, abrió a la física un campo la necesidad de crear repositorios segu- sobreexplotados, el vaciado de los océa- insospechado que cuestionaba la estruc- ros a escala secular: un desafío inédito a nos, la contaminación de la atmósfera o tura de la materia. Su investigación per- la tecnología. la liberación de radionúclidos. Todos mitió dar pasos de gigante y descubrir El horizonte abierto por la radiacti- ellos tienen en común haber sido cau- la existencia de isótopos radiactivos en vidad ha producido aplicaciones tecno- sados por actitudes de explotación rapaz muchos elementos, y la liberación de lógicas muy valiosas, como la verifica- de la naturaleza o desprecio de las per- energía asociada al proceso como radia- ción de soldaduras, la destrucción de sonas, considerando los efectos ambien- ción y calor. La vertiente militar, dedi- gérmenes y células cancerosas por irra- tales y sociales como externalidades: una cada a concebir bombas de potencia ate- diación, la identificación de elementos actitud irracional e insostenible. rradora, empezó a ser desarrollada por y átomos en moléculas y el seguimien- La sociedad actual ha incorporado los países más avanzados y culminó en to de procesos fisiológicos. La medici- otro legado que hará más llevaderos los 1945 con su primer ensayo y el uso mili- na y la tecnología actuales serían impo- anteriores: la preocupación por el entor- tar sobre Hiroshima y Nagasaki. Lejos sibles sin su aplicación, y su producción no y por los sectores sociales margina- de rechazar tales armas de efectos devas- no es posible sin industrias nucleares. Los dos. Con su ayuda, la impronta huma- tadores, a partir de entonces se instaura radionúclidos ya empleados se almace- na en el Planeta azul resultará más leve una carrera armamentística para aumen- nan en condiciones controladas, lo que para la biosfera y más amable para la tar su efectividad, con más de 2.000 deto- evita su dispersión ambiental y preser- humanidad. ■ otra vuelta de tuerca estratos 100 • otoño 2011 • 75 03.5 E100_Comunicacion 2.0.qxd:E 18/11/11 11:26 Página 76

Las redes sociales e Internet colaboran en el avance de la ‘e-ciencia’, pero el flujo gigantesco de datos exige nuevos filtros Bienvenidos a la ciencia 2.0

¿Cómo comunicar cuestiones técnicas y complejas en la era de la caótica Internet? Al igual que en otros muchos ámbitos, la Red está abriendo nuevos caminos en la comu- nicación científica, no solo en la que llega a la sociedad, sino en la que se pro- duce entre investigadores. Nunca hasta ahora hemos estado tan interconecta- dos ni tenido acceso directo a tantos bytes de información especializada. Esto dibuja un nuevo esquema de comunicación mucho más horizontal y abierto, en el que los usuarios reclaman una mayor participación. Un cambio radical que plantea muchos interrogantes, pero que a la vez implica increíbles oportunida- des gracias a la poderosa fuerza del trabajo colaborativo. ■ por Clemente Álvarez, periodista científico y ambiental.

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conocimiento

uan Freire es biólogo y profe- luto. El problema está en el usuario, en de bloguero y habitual de las redes socia- sor titular de la Universidad de La que sea capaz de discernir”. les (es @javierarmentia en Twitter). J Coruña, en la que fue decano de la “Muchos científicos se han dado cuen- Facultad de Ciencias, además de blogue- Facebook y Twitter ta de que, además de investigar, es pre- ro y usuario de redes sociales como Face- Un reflejo de lo que está sucediendo en ciso establecer cauces de comunicación book, Twitter —donde es @jfreire— y Internet son las redes sociales. Quizá a con la sociedad”, señala Armentia. “Hay Linkedin. A este explorador de la tec- algunos les parezca que Facebook o cada vez más científicos e instituciones nología y cultura digital no le que están utilizando blogs y redes socia- gusta hablar de la comunica- Facebook y Twitter les para conectar con un público más ción científica como divulga- son algunos de amplio, pues en los medios de comuni- ción, ese proceso en el que un los nuevos cauces cación convencionales existen pocos especialista imparte conoci- de comunicación espacios para la ciencia”. mientos a los demás, pues científica. Según el director del Planetario considera que esta es solo una navarro, en Internet hay mucho más parte de aquella. “Hay otra sitio para los contenidos cien- parte que es el diálogo y el tíficos. Se puede difundir debate”, asegura Juan Freire. mucha más información espe- Como explica este biólogo cializada y llegar a mucha más gallego, “hasta ahora los sis- gente. Ahora bien, también tie- temas de comunicación cien- ne claro que en la Red la comu- tífica eran endogámicos, los nicación es de doble sentido: los científicos hablábamos con usuarios van a contestar, incluso científicos y utilizábamos un querer debatir. “El científico debe lenguaje propio muy estar dispuesto a explicar por qué difícil de entender para hace lo que hace, hay que salir de los no especialistas: la la torre de marfil”, incide Armen- comunicación con la tia, al que no le da miedo zam- sociedad era muy res- bullirse en las redes sociales. tringida y se producía Todo lo contrario: este comuni- solo a través de media- cador científico considera que dores, en un proceso uni- las redes son muy necesarias para direccional”. combatir los muchos fundamen- Todo esto salta por los talismos que, en su opinión, exis- aires con los nuevos plan- ten hoy en día. “El reto —apun- teamientos de comunica- ta— es racionalizar el debate; ción en Internet, cuyo flu- el científico debe conseguir que jo de información es casi las decisiones se guíen por prue- infinito y donde se dan cita bas científicas”. miles y miles de datos a los que se tiene acceso sin inter- Inteligencia colectiva mediarios. Claro que esto tampoco sig- Estar conectados y compartir nifica que todos los usuarios dispon- información puede ser muy útil gan de la misma capacidad para abordar Twitter tienen poco que ver con una también para hacer ciencia. Así ocurrió cualquier asunto técnico o complejo. información compleja y precisa como la hace unos meses, en medio de la alerta “El que la sociedad pueda llegar por sí científica. Sin embargo, estas redes socia- en Alemania por el brote mortal de sola a la información, valorarla por sí les son la demostración más clara de Escherichia coli, pues las redes sociales misma o discutirla implica la necesi- uno de los principales cambios de Inter- fueron clave para la caracterización del dad de tener unas ciertas competencias, net: de pronto, todos estamos conecta- genoma de la peligrosa bacteria. Como un conocimiento, una educación que dos y todos podemos participar de for- cuenta la empresa granadina de bioin- permita utilizarla bien”, recalca Freire. ma activa en la comunicación. También formática Era7, no fue necesario más de “Internet puede ser un lugar maravillo- cuando se habla de ciencia. Lo sabe un día desde la publicación de la secuen- so, con un montón de información inte- bien el astrofísico Javier Armentia, direc- cia del genoma de la cepa de E.coli ente- resante, o un espacio de engaño abso- tor del Planetario de Pamplona, además rohemorrágica (EHEC) hasta su ano-

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El papel del periodista científico e.g.m.

Sin duda, los filtros colaborativos para discernir el grano de la paja van a ser una forma de construir conocimiento en la era Internet. Muchos científicos están conectados hoy, pero en canales alternativos y comunidades con otros como ellos. Juan Freire, biólogo y profesor titular de la Uni- versidad de La Coruña, sostiene que hay muchos que no van a querer o no van a tener tiempo de participar en ese Pampa García Molina, filtrado, por lo que cree que los intermediarios deberían ser periodista científica. una mezcla de científicos y periodistas. “El papel del perio- dista científico seguirá sirviendo de enlace entre la socie- dad y el científico —señala—. Y en esto, como en otras madora, que utiliza las plataformas sociales como una muchas cuestiones relacionadas con la comunicación, esa herramienta más de su trabajo, “meterte en el muro o en función del periodismo va a ser más importante incluso de el timeline de una persona significa convertirte en parte del lo que lo era antes, aunque también muy distinta”. día a día informativo de ese usuario”. Como el resto de perio- Pero, ¿cuál es la opinión de los informadores? “Se pue- distas, García Molina reconoce que a la velocidad a la que de multiplicar exponencialmente la visibilidad de la ciencia está cambiando la comunicación en Internet, ahora mismo que comunicas gracias a las redes sociales”, asegura Pam- tiene más dudas que respuestas. No obstante, también acla- pa García Molina (@pampanilla en Twitter), periodista cien- ra algo esencial: “No se hace buena información científica tífica que trabaja como coordinadora de la agencia SINC, con un portátil y una conexión WiFi; se hace con criterio, una plataforma pública de información especializada en cien- rigor, fuentes de confianza, capacidad de atraer al públi- cia, tecnología e innovación en español. Según esta infor- co... Como siempre”. ■

tación, término que se utiliza para refe- supone a veces ampliar nuestras capa- Nuevos ‘journals’ científicos rirse al trabajo de identificar los genes cidades. “Esto es una cosa impensable, Para que la información científica pue- que esconde cualquier secuencia gené- realmente es un nuevo tipo de ciencia: da compartirse, se requiere que su ac- tica. Es decir, el equivalente a compo- se habla de e-ciencia, de la ciencia a tra- ceso sea libre. En el caso de la comu- ner un libro completo a partir de frag- vés de las redes”, comenta el astrofísi- nicación entre científicos, Internet tam- mentos del texto, sin tener ni idea de co Javier Armentia, acostumbrado a bién abre nuevas vías en la publicación dónde están los espacios entre las pala- este tipo de trabajo colaborativo en de los resultados. Como explica Juan bras ni del orden en el que colocarlas. astronomía. Salta una alerta por el des- Freire, “están surgiendo toda una serie Pese a su complejidad, esto se consiguió cubrimiento de un objeto en el cielo y de iniciativas de comunidades de cien- con una inusitada velocidad gracias al de pronto hay centenares de telescopios tíficos en la creación de nuevos journals intercambio de información entre espe- de aficionados y de profesionales apun- para tratar de romper el sistema tradi- cialistas de todo el mundo. De este tando hacia allí. “Se puede obtener mucha cional”. Este fenómeno viene acompa- modo y solo veinticuatro horas después más información y conseguir que circu- ñado de una reflexión sobre el actual de que el Instituto de Genómica de le más rápidamente a través de la Red, modelo de revistas científicas y la pro- Pekín (BGI) publicara una versión de la de lo que se obtienen resultados cola- piedad intelectual de los resultados ob- secuencia de ADN de la cepa de E. coli, borativos”, sostiene el director del Pla- tenidos mediante la investigación. “Hay la empresa Era7 se convirtió en una de netario de Pamplona. La comunicación un intenso debate sobre si tiene senti- las primeras en realizar la anotación 2.0 puede convertirse en una poderosa do el sistema convencional, ese en el que basada en el ensamblaje preliminar de herramienta para amplificar el conoci- los gobiernos pagan la ciencia, los cien- un científico inglés del Centro de Bio- miento científico, por medio de la lla- tíficos hacen ciencia y, luego, las edito- logía de Sistemas de la Universidad de mada “inteligencia colectiva”. “Internet riales les cobran a esos mismos cientí- Birmingham (Reino Unido). permite conectar un montón de men- ficos y a esos mismos gobiernos por Este ejemplo con el genoma de la tes para conseguir una capacidad de tra- acceder a los resultados”, comenta el cepa de E. coli muestra cómo el inter- bajo muchísimo más alta —subraya biólogo gallego. “Queda mucho por cambio de información en redes socia- Javier Armentia—. Quien no se dé avanzar, pero se están produciendo cam- les, wikis o blogs puede ayudar al avan- cuenta de ello es que está todavía en el bios muy importantes”. Para Freire, es- ce de la ciencia, pues estar conectados siglo pasado”. ta es una cuestión fundamental que va

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conocimiento alma

La Red, como el Universo, abre infinitos caminos a la ciencia.

más allá de la publicación de los resul- transmisión de un eclipse de luna, como Internet se deben principalmente a la tados y que tiene que ver con el propio el del pasado 15 de junio, o del aterri- falta de madurez del nuevo sistema. trabajo del investigador y de su papel zaje del transbordador Atlantis tras su “No estamos maduros ni los científicos en la sociedad: “Este es otro cambio última misión. “La ciencia cuenta aho- ni la sociedad; todavía no nos hemos radical”, afirma. ra con una voz de la que antes carecía, dado cuenta de lo que significa todo Por supuesto, todo esto plantea ya que esta se limitaba a la comunica- esto”, señala. muchos interrogantes e incluso recelos. ción de los científicos en sus propias Para el biólogo y profesor gallego, Y no solo en lo que se refiere a la comu- revistas y a las pocas noticias sobre cien- una nueva función del científico en la nicación científica. Las nuevas tecno- cia que llegaban a los medios de comu- sociedad, aparte de hacer ciencia, será logías de la información implican enor- nicación convencionales”, comenta el ayudar en ese filtrado. Una labor para mes transformaciones en la sociedad y astrofísico. “Claro que hay recelos, pero la que también se necesitan periodistas en la cultura humana, cuyo verdadero son los mismos recelos que las genera- especializados. De nuevo, se recurre a alcance se desconoce. En el ensayo ciones anteriores albergaron respecto a intermediarios, como en el sistema de Superficiales: ¿qué está haciendo Internet la implantación de la televisión o el comunicación tradicional, si bien es con nuestras mentes?, el escritor esta- teléfono”, aclara Armentia. cierto que, como apunta Freire, estos dounidense Nicholas Carr advierte han de ser muy diferentes de los actua- sobre la posible culpa de la Red en la Filtros para discernir la información les. “Se trata de un modelo mucho más reducción de la capacidad de concen- También es cierto que en Internet a horizontal, en el que el filtro no lo ejer- tración del usuario y en la alteración de veces lo que se extiende a toda veloci- ce ya el que posee los medios, sino que su forma de pensar. “Cualquier implan- dad, pasando de unos usuarios a otros, este va a ser la persona o la comunidad tación de nuevas tecnologías da miedo, puede ser todo lo contrario de informa- a los que los usuarios le otorguen dicho es lógico; lo importante es dar un buen ción con el rigor y la precisión de la cien- papel”, dice Freire, quien cree que du- uso a las innovaciones”, destaca Armen- cia. La Red abre infinidad de nuevos e rante años se producirán numerosos tia, quien, sin dejar de ser crítico con interesantes caminos, pero existe el ries- problemas de desinformación. “Aun- determinados aspectos del mundo digi- go de perderse por otros muy diferen- que se vea como parte de un caos, en el tal, se muestra encantado con el impac- tes. Juan Freire considera que las actua- fondo es necesario como parte del to que puede tener hoy en Internet la les disfunciones de la comunicación en aprendizaje”, concluye. ■

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Aunque el Almacén Temporal Centralizado (ATC) ya tiene un proyecto aprobado por las autoridades reguladoras, Estratos le ha pedido a un arquitecto ajeno al proyecto que aporte su visión de la instalación. David Jiménez nos ofrece su particular mirada, que concreta en una maqueta virtual y en unas refle- xiones sobre su planteamiento. ■

Otra mirada sobre el ATC por David Jiménez, arquitecto

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arquitectura

i ya de por sí es un reto dotar de humanidad a una instalación Sindustrial, hacerlo para un comple- jo que custodia material tan sensible como el nuclear va más lejos aún. Lo prin- cipal es crear un objeto con valor divul- gativo, capaz de explicar esta tecnología más allá de los peligros y mitos que durante setenta años se han ido gestan- do alrededor de ella. Para eso, planteo un objeto de vidrio que emerge de la tierra con luz propia. Tres montículos de tierra abrazan la instalación. El primero entierra los gru- pos diésel; el segundo, la sala de alma- cenamiento de los vidrios; y el tercero descansa sobre la zona posterior de las celdas de combustible gastado. El ob- jeto no se implanta en un paisaje aje- no, sino que emerge de él. Los montí- culos se transformarán con el paso del tiempo en espacios naturales, reservas arbóreas. Así, el material que se extra- jo hace años de la naturaleza vuelve a formar parte de ella. Por otro lado, la fachada se proyec- ta con unos vidrios translúcidos per- forados para poder ocultar las tomas de aire y, a la vez, emitir luz. Un po- tente destello azul se emite durante el día y la noche, imitando el efecto Che- renkov —brillo azulado característico de los reactores nucleares—. La luz irá menguando con el paso del tiempo, a la vez que cesando la radiactividad del combustible. Además, se incorporará a los paneles cierta información, como el día, la hora, el inventario del mate- rial gastado, la radiactividad ambien- tal, etcétera. Todo lo necesario para que los usuarios entiendan cómo fun- ciona la instalación, la radiactividad y las transformaciones que suceden en el interior de los elementos confina- dos en el ATC. ■

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Una reflexión sobre las relaciones entre literatura, sociedad y naturaleza El escritor comprometido por José Manuel Caballero Bonald

El novelista y poeta José Manuel Caballero Bonald pronunció la conferencia titulada El escritor comprometido en la apertura del X Seminario de Periodismo y Medio Ambiente, celebrado en Córdoba el 26 de septiembre de 2007. En aquella ocasión, el autor de obras tan emblemáticas como Ágata ojo de gato y Dos días de setiembre se refirió a la importancia que tuvo para su generación, es decir, para quienes vivieron “desde niños todas las asfixias de la posguerra”, el concepto del engagement sar- triano. Por eso, Caballero Bonald hizo especial hincapié en su compromiso lite- rario con su ámbito vital más inmediato: el Coto de Doñana. Y es que, en su opi- nión, el escritor también ha de estar comprometido con el medio ambiente, una postura que hoy mantiene toda su vigencia. ■

scribir del “escritor compro- un mero enunciado teórico, sino que a la causa de la libertad, al progreso social. metido” quizá resulte demasiado consista en la consecuencia de una aspi- Y, por consiguiente, tenía que poner al Esimple o demasiado complejo, ración colectiva, de un bien común que descubierto, sacar a la luz, las injusticias, según se mire. Siempre me ha parecido a todos atañe. Imposible concebir nin- carencias y desafueros que se producían una redundancia unir los términos lite- gún trabajo cultural al margen de su rea- a su alrededor. Pero, ¿cómo puede con- ratura y compromiso. Cada uno de ellos lidad histórica, imposible aceptar que tribuir el escritor a remediar esas averías presupone el otro, porque ¿puede existir ese trabajo se verifique sin vínculo social sociales? ¿Basta para ello con denunciar un proyecto literario coherente desvin- alguno, desentendido de las inducciones esa situación por medio de la palabra culado de la historia en que se produce, humanas de cada día. Pero conviene escrita? ¿Es más eficaz la obra que la de la experiencia vivida? O, al revés, ¿es matizar un poco esa afirmación tan tajan- acción directa de su autor? legítimo hablar de literatura sin asociar- te y, en cierto modo, también un poco Todo ese complejo asunto replantea, la de algún modo directa o indirecta- excesiva. desde luego, algunas viejas contradiccio- mente al concepto general de política? nes. Hace cuarenta, cincuenta años, es Recuérdese que cultura equivale a desa- Intérprete y conciencia crítica decir, en la época de las posguerras, de la rrollo intelectual, o sea, a civilización, y Habría que insistir, como primera medi- nuestra y de la mundial, se insistía mucho política viene a ser el arte y la ciencia de da, en esa vieja noción del compromiso, en que lo primero que debía hacer el orientar y consolidar esa civilización. de la misión del escritor como intérpre- escritor, todo escritor comprometido con Ambos conceptos se complementan en te, como conciencia crítica de una socie- el tiempo histórico, era compartir sus una misma aspiración, la de conseguir que dad determinada. Para la gente de mi opiniones morales con sus presuntos lec- todos los integrantes de una sociedad edad, para los viejos, para los que hemos tores, para poder incentivar así, a través sean más cultos, más libres, más felices. vivido desde niños todas las asfixias de de esos lectores, los cambios sociales pre- Partiendo de esos conceptos, a la vez la posguerra, el concepto sartriano del cisos. Esa actitud ya suponía una cierta elementales y fundamentales, quiero engagement supuso un inevitable factor de tranquilidad de conciencia profesional, y esbozar algunas ideas sobre lo que entien- cohesión moral y de consigna beligeran- a la vez reafirmaba la más responsable do que debe ser la función del escritor te. A partir de ahí, de ese compromiso, función de la literatura, una hipótesis como participante en la forja de una el propio trabajo creador debía estar supe- justamente honorable, pero más bien las- sociedad donde la cultura no se quede en ditado a su eficacia como tal aportación trada de un cierto idealismo.

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Desde la regeneración cultural promo- vida por los ilustrados, por los racionalis- tas, se ha venido repitiendo de muchas maneras que la voz del escritor alcanza un eco que lo sobrepasa, con independencia de sus otros valores puramente artísti- cos. Lo que el escritor dice es escuchado y lo que calla también es tenido en cuen- ta. Poner el dedo en la llaga supone una dignificación moral y guardar silencio una perfidia. Sartre, por ejemplo, consi- deraba a Flaubert y a Goncourt respon- sables subsidiarios de la represión que siguió a la Comuna de París, porque no escribieron una sola palabra para inten- tar impedirla. ¿Es admisible tan grave acusación?, cabe preguntarse. ¿Corres- pondía a esos escritores una activa impli- cación personal en los hechos? No sé si peco de ingenuidad pero pienso que, a pesar de ser un juicio algo trasnochado, lo único que puede hacer un escritor para intentar corregir las erratas de la vida es actuar según sus posibilidades, esto es, enriquecer con su escritura la sensibilidad ajena. Ya es sufi- ciente que logre esa meta, sin necesidad de obedecer de antemano a ningún otro propósito directamente acusador. Inclu- so podría aventurarse en este sentido una conclusión nada perspicaz: que el escritor traspasará siempre a su obra, aun sin proponérselo, su propia ideolo- gía, pero en ningún caso debe tramitar “Ningún artista puede sustraerse al papel de testigo, de crítico de la sociedad en que vive”

su obra bajo la apriorística coacción de de eficacia artística a su propia obra. Esa voluntad de ejercer su oficio sin otras esa ideología. Lo que el escritor piensa eficacia ya es socialmente útil, cumple preocupaciones que las estrictamente lite- está reflejado en todo lo que escribe, el una misión de enriquecimiento de la rarias. Ningún artista puede sustraerse a escritor es lo que está en sus libros, de sensibilidad colectiva. ese papel de testigo, de crítico de la socie- modo que su más exigente compromi- Cierto que hay momentos en la vida dad en que vive y del poder que lo con- so con la sociedad muy bien podía con- de todo escritor responsable en que las exi- diciona, una tesis que aparte de manosea- sistir en dotar del mayor grado posible gencias de la historia pueden más que la da, quizá suene ya a deficiente, pero que

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aún conserva, creo yo, una palmaria vigen- tes de la experiencia humana, es decir, que opina que no, que tras el arduo adveni- cia, entre otras cosas porque esa función son prácticas culturales perfectamente miento de la democracia ya no es nece- crítica de los intelectuales frente al poder adaptables a las necesidades ideológicas saria esa toma de partido moral, es como siempre será tildada de prescindible por de toda sociedad en transformación. si el compromiso hubiese pasado de moda. parte de quienes disponen del poder. Decía Machado, quien tanto debía No hace todavía mucho, la política ser- a las ideas pedagógicas y a las reformas vía de aglutinante a los escritores y los El artista vigilante culturales de Giner de los Ríos, que “los artistas antifranquistas; ahora, la supues- De sobra sabemos que el pensamiento que vemos la cultura desde dentro, des- ta libertad parece invalidar esa postura crítico está siendo sustituido, o preten- de el hombre mismo, no pensamos ni en solidaria, comprometida; pero, ojo, la con- de ser sustituido, por el pensamiento su caudal ni en su aprovechamiento ciencia vigilante de que hablaba Macha- único, auspiciado desde los grandes cen- como fondos que puedan repartirse a do ni es privilegio de unos pocos ni debe tros dominantes. La mundialización fi- ser desplazada de la común preo- nanciera, el capitalismo desalmado, el cupación de todos los demócratas. neoliberalismo, la globalidad, el conser- vadurismo, no suelen reparar en lo que El papel de la lectura se entiende como libre tramitación de la Quiero añadir una acotación mar- cultura, como disfrute de los beneficios ginal a este respecto. Siempre he sociales del arte en general, y el escritor considerado indispensable el fomen- tiene que intervenir en esa situación anó- to de la lectura en todo programa mala, rechazándola con de reactivación cultural. Hay otros su palabra escrita, o en procedimientos, claro, pero el que cualquier caso con su ac- más cerca me toca es este de la lec- titud social. El artista es tura. Leer es recuperar lo que hemos por definición un vigi- vivido, incluso lo que no hemos lante del poder, sea el vivido, compensándonos de nues- que sea, un corrector par- tras propias carencias. El libro es un ticular de sus presuntos acompañante fiel y disponible, un desvíos y abusos. Y ahí, interlocutor que estará siempre dis- en ese vínculo entre el puesto no ya a confiarnos una y escritor como generador otra vez su intimidad, sino a oírnos, de conocimientos y el a discutir incluso con nosotros. Su lector como receptor de capacidad dialogante jamás se ago- esos conocimientos, se boleo. Para noso- ta. Quien lee nunca se sentirá lejos de los genera la fértil interven- tros difundir y demás, y esa es otra forma de compromi- ción de la cultura en la defender la cultu- so en la que habrá que insistir. La lectu- transformación justicie- ra son una misma ra es una operación solidaria de múltiples ra de la sociedad. cosa: aumentar en compensaciones sensoriales. Recuérdese Más de un escritor ha el mundo el huma- que todos aquellos que han programado mantenido alguna vez no tesoro de la desde los tiempos de los terrores inqui- que la literatura solo conciencia vigilan- sitoriales hasta los de cualquier censura sobrevivirá si es subversiva, desobedien- te”. Y continúo la cita: “Como hombre, dictatorial, los que han programado el te; una hipótesis arriesgada pero atracti- el artista participa en cada época del mantenimiento de sus poderes y privile- va. Subvertir significa trastocar el orden, resultado de las contingencias que en su gios, han coartado siempre la libre circu- desobedecerlo. Yo creo que la gran lite- seno se encrespan y estallan. En Espa- lación de las ideas. Los enemigos histó- ratura está hecha por grandes desobe- ña, en estos momentos —continúa ricos de los derechos del hombre han dientes, y eso, en un mundo tan desequi- Machado—, las cuestiones políticas, y recurrido siempre a una suprema barba- librado como el que vivimos, viene a más concretamente las sociales, a todos rie: la hoguera. O quemaban herejes o resultar de lo más coherente en relación nos atañen tan directamente que es impo- quemaban libros. En las imágenes futu- con ciertos desajustes de la historia, o sible librarse de que nos preocupen”. Eso ristas de un mundo despersonalizado, respecto a quienes pretenden ponerle un lo dijo Machado en los días terribles que regido por computadoras, la quema de punto final a la historia. Tiendo a defen- precedieron a la victoria del fascismo, libros representa algo más que un man- der que las innovaciones estéticas, las pero son aplicables a cualquier otro tra- damiento atroz. Es una nueva metáfora aventuras creadoras ensanchan los lími- mo de nuestra historia reciente. Hay quien de la esclavitud. Todos sabemos que des-

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El Coto de Doñana es un paisaje estrechamente unido a la biografía y obra de José Manuel Caballero Bonald. En la imagen, uno de los parajes del parque.

truir, prohibir ciertas lecturas ha supues- sobre nuestras particulares relaciones con medioambientales, reconocer que la to prohibir, destruir ciertas libertades. la naturaleza. Delibes, uno de los gran- defensa de la biodiversidad implica la Quien no leía tampoco almacenaba cono- des investigadores españoles en cuestio- defensa de nuestra cultura. La llamada cimientos y el que no almacenaba cono- nes de conservación de especies, se ha biología de la conservación se asocia de cimientos era apto para la sumisión, por especializado en una admirable discipli- ese modo a la ciencia de la vida. Y por lo que fácilmente se deduce que toda na, la del científico doblado de humanis- ahí querría enlazar con algo que he com- democracia será tanto más efectiva cuan- ta. Delibes nunca ha recurrido a alhara- partido con Delibes desde hace ya muchos to más propicie el ascenso cultural y, por años y que viene a ser como un resumen tanto, la lectura, entre los ciudadanos. “Las relaciones entre simbólico de mi compromiso humano y literario con la naturaleza. Me refiero al Compromiso con la naturaleza la naturaleza y mi Coto de Doñana, un territorio que está La difusión integral de la cultura, la jus- muy unido a mi biografía personal, a mi ta distribución de la riqueza, de su rique- obra son muchas historia personal y a mi obra literaria. Y, za moral y material, debe acompasarse a aunque se trate de una especie de examen la renovación de las ideas. Ese es el com- y perseverantes” de urgencia, tampoco quiero evitar refe- promiso al que me refiero. El compro- rirme a mi propia conducta de escritor miso con la sociedad, con la libertad y con para apoyar mejor lo que digo. A pesar el medio ambiente. El escritor compro- cas ni falsas retóricas ecologistas, sino a de que no es esa una contingencia, la de metido también está condicionado por una ponderada advertencia crítica ante el referirme a mi obra, que me seduzca el medio ambiente, por la naturaleza de comportamiento del hombre con la natu- especialmente. Todo el que me haya leí- que se nutre y donde vive. raleza. Como el mismo biólogo señala, do sabe que las relaciones entre la natu- Miguel Delibes de Castro publicó no lo que pretende es suscitar una ecuáni- raleza y mi obra narrativa son muchas y hace mucho un libro sabio y honesto me respuesta frente a tantas amenazas perseverantes. Por ahí habría que buscar

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esa otra noción del compromiso refe- rente a la salvaguardia del propio paisa- je natural. Yo creo que, en principio, todo eso responde al convencimiento de que el trabajo literario no puede ser ajeno a cierta idea clásica en torno a la patria del escritor. Hay una conocida máxima latina que viene bien recordar ahora: ubi bene ibi patria, donde se está bien allí está la patria. Yo incluso iría más lejos, la patria es ese territorio que se alcanza a ver des- de la ventana de la casa donde uno vive plácidamente, en paz consigo mismo. Creo que ese es un buen arranque para meditar muy de paso sobre esas intrin- cadas relaciones entre literatura y natu- raleza o entre mi noción de la literatu- ra y el horizonte que descubro desde donde habitualmente escribo. Cuando Las amenazas a Doñana, en los setenta, supusieron un primer compromiso para el autor de Ágata ojo de gato. me preguntan por qué no salgo de esa esfera territorial, solo encuentro una res- la costa, con la consiguiente agonía de miso —digamos— de apasionado puesta baladí: porque ese es el lugar, el las dunas móviles, de las vivificantes intransigente, quizá de arbitrario testi- rincón del mundo que creo conocer dunas móviles; las trampas del tendi- go emocional. Tenía muy claro que ese mejor y me proporciona más compen- do eléctrico; la ponzoña de los pestici- venerable santuario en modo alguno saciones humanas y literarias. das que arrastraba los caños que venían podía ser destruido a instancias de un de los arrozales; la utilización cada vez progreso con visos de inhumano. Y me ‘Ágata ojo de gato’ más abusiva de los acuíferos; la inso- inventé una historia que podía reflejar de En lo que respecta a mi obra novelís- lente expansión urbanística, y algunas modo alusivo o indirecto esa estúpida tica, en toda ella se filtra, cuando no otras manifiestas agresiones. Después sarta de desmanes paladinamente per- expresamente, al menos en forma de petrados contra la naturaleza. No es que reflejo indirecto, una evocación, un “Desde que era niño, mi novela sea simplemente un alegato dato emocionante en torno a la natu- contra la degradación o en defensa de la raleza, a la que más ligado estoy, a la Doñana supuso tierra acosada, maltratada, pero algo de Andalucía atlántica, que es la mía nati- eso subyace a manera de parábola en el va. Mi novela Ágata ojo de gato puede para mí la idea más desarrollo argumental. servir ahora como sostén representati- El mundo real acotado en mi nove- vo de lo que intento plantear. A prin- aproximada que la Ágata ojo de gato conecta deliberada- cipio de los setenta, empezaron a cir- mente con la leyenda, viene a ser como cular nuevas y alarmantes noticias sobre tenía del Edén” la versión legendaria del proceso de colo- ciertos peligros que amenazaran la inte- nización de un territorio virgen que en gridad secular de Doñana. Desde que modo alguno puede ser violado, o eso era niño, y andaba por allí en plan de lo que vino fue mucho peor: el vómi- quería yo creer. Una enigmática familia, buscador de tesoros, ese territorio supu- to del infierno proveniente de la balsa convertida en fraudulenta dominadora so para mí la idea más aproximada que que reventó en la mina de Aznalcóllar, de esa comarca, será también la destina- yo tenía del Edén; una imagen exalta- una auténtica catástrofe. Más de dos taria de toda una serie de maldiciones da, es cierto, demasiado libresca, pero millones de metros cúbicos de venenos emanadas de la propia naturaleza ven- directamente favorecida por mi propia vertidos hasta el borde mismo de la gadora. Y todo ello adosado a la obsti- sensibilidad. marisma de Doñana. Aquello me afec- nada hipótesis de una tierra asediada Como decía, por entonces se incre- tó de una manera muy intensa. por el infortunio, cuyo poder es más mentaron en torno a Doñana algunos Todos esos peligros ciertos que ame- fuerte que el de sus agresores. Procuré, riesgos palmarios que ya venían de nazaban a Doñana me supusieron una además, que todo un repertorio de cul- lejos: el proyecto de una carretera por primera reacción, un primer compro- turas residuales formara como un con-

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trapunto dentro de la maraña de los obligado a un compromiso acuciante, el bir, de trasnochar, de navegar o de beber acontecimientos. Supuse que, de ese de contar ciertas cosas de cierta mane- vino, es igual. Es posible que lo que se modo, la invulnerabilidad del espacio ra. Debido sin duda a mis bien cimen- entiende como escritor comprometido físico podía encontrar su corresponden- tadas convicciones opté por atenerme, también tenga algo que ver a este res- cia en el espacio narrativo. con bastante aproximación, a esas solem- pecto con la propia educación. Si se Recuerdo una experiencia curiosa en nes pautas de lo que se entiende por tes- admite esa sencilla hipótesis, también este sentido, ya que se refiere a unos tificación histórica. Eran tiempos muy habrá que estar de acuerdo con quienes personajes reales en los que yo me basé mezquinos y el simple testimonio venía defienden que en toda creación artís- literariamente en mi novela. Una vez me a ser como una contraofensiva contra la tica se filtran las manías, las fijaciones encargaron en televisión un programa mezquindad. Pero en lo que ahora me mentales, los entresijos de la persona- de una serie llamada Esta es mi tierra, lidad del autor. Yo al menos siempre he donde yo tenía que hablar del bajo Gua- “El compromiso con comprobado que quienes mejor han dalquivir, bueno, de Doñana y de San- sacado a relucir mis propias obsesiones lúcar. Y se me ocurrió entrevistar a una nuestra propia historia, han sido mis personajes de ficción. A señora que vivía en los chozos de La veces, hasta he llegado a suponer que Plancha, en el borde fluvial de Doña- con nuestra propia no soy yo quien orienta y corrige las na, a orillas del Guadalquivir y no lejos andanzas de esos personajes, sino que del Cerro del Trigo, por donde el arqueó- sociedad, también son ellos quienes me orientan y corri- logo [Adolf ] Schulten creyó haber des- gen a mí. De lo que no dudo es de que cubierto las ruinas de Tartesos. Siem- supone el compromiso en esos personajes de ficción están más pre he pensado que gentes como esas de o menos explicitadas mis ideas sobre la La Plancha eran, en realidad, los últi- con nuestra propia historia y la geografía en las que estoy mos pobladores legítimos de Doñana. emplazado, a las que pertenezco por Tenían su pequeña huerta junto al cho- naturaleza” nacimiento o por afinidad. Y por ahí se zo, unas pocas gallinas, y se dedicaban conecta con lo que he venido argumen- al carboneo o la recogida de piñas. Pero tando: que el compromiso con nuestra una vez constituido el Instituto para la interesa hacer hincapié es en la alternan- propia historia, con nuestra propia Conservación de la Naturaleza, el Ico- cia de injertos imaginativos dentro de la sociedad, también supone el compro- na, solo se les permitió cultivar el ins- pura descripción de una concreta reali- miso con nuestra propia geografía, con tinto de conservación. Tuvieron que dad histórica. Lo que yo pretendía enton- nuestra propia naturaleza. Defender abandonar sus viviendas, heredadas a ces era contar más o menos objetiva- todo eso es defender nuestro derecho través de generaciones. Cuando yo hice mente mis experiencias como testigo de a la vida. ese programa, aún vivían en La Plan- una sociedad, la de Jerez, la mía nativa, Cada vez estoy más convencido de cha, y le pregunté a esa señora que con- anclada en toda clase de inmovilismos. que la literatura sintetiza el pasado del tara ante la cámara lo más raro que había Ya me había planteado seriamente, cómo escritor, su historia, su geografía. Uno es visto por allí, algo relativo a las viejas no, que ni debía, ni quería desentender- según lo que vive, uno escribe según ha leyendas de Doñana, un ruido subterrá- me de esa clase de respuesta literaria a vivido, o lo que es igual, el germen, el neo ocasionado por un carro de oro, las un referente político. Ya se sabe que hay arranque previo de toda literatura pro- misteriosas luces que aparecían entre momentos en que las exigencias de la his- cede de la memoria personal. Allí se ha los pinos, los secretos de las criaturas toria pueden más que la voluntad de ido almacenando, con el transcurso del acuáticas… La señora aceptó hablar y ejercer por libre el oficio de escritor. tiempo, todo ese caudal de experiencias a la pregunta de qué era lo más raro Pongamos que esa primera novela que- que determinan el material expresivo que había visto en Doñana, contestó de da a medio camino entre una crítica del escritor. Y mi memoria, para bien o modo lapidario: “Lo más raro que yo he social y una ficción puramente literaria. para mal, está muy notablemente asocia- visto en Doñana es el Icona”. No fue una A lo mejor hoy la habría escrito de otra da a mi ámbito nativo, a mi compromi- mala respuesta, al menos fue una res- manera, siempre se escribiría de otra so con la naturaleza; es como un apego puesta comprometida. manera lo que ya está escrito, pero toda- sensorial que quizá me impide recono- vía estoy de acuerdo con el compromiso cer que las fronteras del recuerdo no tie- ‘Dos días de setiembre’ del autor en tanto que artífice de una nen por qué ser infranqueables. En cual- Mi primera novela, Dos días de setiem- historia donde algunos de los datos inven- quier caso, ya no está uno para andar bre, la escribí fuera de España, cuando tados acabaron siendo los más reales. tanteando por los extramuros de la yo vivía en , y antes de redac- Soy de los que opinan que una mane- memoria. Se me pasó la edad de arries- tarla me sentía moral y crédulamente ra de ser equivale a un m odo de escri- garme a perder el equilibrio. ■

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Otras cocinas carpetovetónicas

a señalaba el Sollas- so para posibles clientes: se- mino municipal de Horna- Ytre en su retorno las si- pan que su menú de la casa chuelos (Córdoba) las ins- militudes existentes entre (gazpacho/sopa de ajo y co- talaciones del Almacén Cen- gastronomía y geología. Sin chinillo asado) alcanza la tralizado de Residuos de embargo, no ponía ejemplos muy respetable suma de Baja y Media Actividad de comprobables en la actuali- 40,20 euros. En fin, estan- El Cabril. Allí, a los pies de dad hasta que, repasando sus do tan cercano a Las Cuevas la Sierra Albarrana, se en- notas para conmemorar los de Luis Candelas no es ex- cuentra, junto al restaura- cien números de esta pres- traño que te atraquen de tal do poblado minero, una re- tigiosa revista, cayó en la manera. sidencia destinada a dar re-

por el a Maestro Sollastre cuenta de la existencia de un viejo restaurante madrileño, enresa

r Sobrino de Botín, con casi c trescientos años de servicio

a ininterrumpido en la calle de Cuchilleros 17. y Es verdad que este esta-

h blecimiento —más conoci- do por los forasteros que por los lugareños— no destaca- ría entre la innumerable lis- ta de fogones madrileños si no fuera por su longevidad y su inclusión en toda suer-

cuc te de guías —sean estas im- presas o cibernáuticas—. En at efecto, su cocina tradicional José Carlos Ruiz y su equipo, en la cocina de El Cabril. —sopas de ajo y cochini- llo— hace tiempo que dejó Con la brújula hacia el sur poso a las visitas —de trabajo de atraer a los habitantes de Podría pensarse que no exis- o de holganza— que se su- la Villa y Corte, aunque si- te más cocina que la que se ceden desde entonces. Pues

r y gue deleitando al oriental practica en Madrid, dado que bien, en dicha residencia provisto de cualquier arte- hasta ahora este Sollastre no funciona desde el principio facto susceptible de captar y ha desplegado su tenedor y una cocina destinada a pro- o reproducir imágenes. Si quie- cuchara fuera de la capital de porcionar sorpre sas culina- re apreciarse la industriali- las Españas (qué bonita acep- rias que, Bernardino, en una zación del cochinillo, reco- ción plateresca), pero, apro- primera época, y José Car- d miendo una visita a la web vechando alguno de sus via- los, en una segunda, se vie- del restaurante donde se vis- jes para conocer las instala- nen ocupando de cantar al lumbran decenas de toston- ciones que opera la empresa oído de los desfallecidos re- cillos preasados dispuestos que le permite llenar la an- sidentes. para el último toque. Lásti- dorga, ha probado la culina- La cocina que se practi- ma que el genial Goya, de ria de diversas zonas de la ca es de una calidad y ho- quien se dice que estuvo de Península que pasa a co- nestidad incuestionables. ene lavaplatos aquí, no inmor- mentar a continuación. Ad emás de los productos se- talizara en alguno de sus Sabido es que desde 1992, rranos (venado o jabalí), pre- t lienzos la maravillosa bode- año fantástico del pasado parados en sus diversas for- ga de ladrillo visto que al- siglo (Olimpiadas, Expo, mas, el Sollastre ha descu- berga uno de sus múltiples AVE), Enresa inauguró y bierto platos memorables,

a comedores. Un último avi- puso en marcha en el tér- como el salmorejo de espá-

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rragos verdes (con un pun- tito de amargor derivado de

su recolecta natural en el luis colmenero campo) y la alboronía (pre- paración insuperable a ba- se de calabacín, berenjena, tomate, cebolla y patatas). Aunque para ser sinceros, este viejo Sollastre disfruta como un gigante con el de- nominado “plato combina- do” de los viernes: dos hue- vos fritos con sus puntillas, unos pimientos verdes, pa- tatas y un chorizo. En postres, la preparación de un tiramisú único deja de lado otros platos —de ela- boración casera—, como la tarta de queso o el pudin. Acabado el almuerzo, pue- Taberna de Guzmán, cuyo oloroso seco se ha de acompañar con un buen queso curado. de uno —si tiene tiempo disponible— deleitarse con las vistas que una pequeña

terraza le proporcionará, luis colmenero mientras saborea un café. Antes o después de visi- tar El Cabril, es plaza de obligado paso la de Córdo- ba. La ciudad de la Mezquita —obra irrepetible y conser- vada desde los tiempos del Califato— no puede dejar de ser “degustada” en algu- no de los numerosos esta- blecimientos que la salpican en cualquiera de los barrios que la constituyen.

Tabernas cordobesas El visitante debe perderse por su inmenso casco histó- Taberna El Pisto, donde sirven unas exquisitas “perdices”, tan alabadas como sus huevas. rico y probar sus afamados caldos de las vecinas Mori- pende bebidas. La mejor No obstante ese com- cualquier lugar. Allí, al lado les o Montilla, junto a algu- guía existente es la escrita pendio del saber, permítan- de la Plaza de las Tendillas na de las innumerables ta- por mi buen amigo Manuel me que comparta con uste- está la Taberna de San Mi- pas que les servirán en las López Alejandre, impulsor des alguno de los lugares que guel, también conocida co- decenas de tascas que aso- de El Aula del Vino, y alma este Sollastre suele frecuen- mo El Pisto. Con un medio man en cualquier trayecto. máter del saber enológico tar en sus numerosos viajes natural en la mano (que no Es la taberna una institución andaluz y español. Piérdan- a Córdoba. es un pase taurino, sino un cordobesa que supera am- se entre sus páginas y dé- Conviene empezar en el catavinos colmado de fino pliamente su definición co- jense guiar por el conoci- centro de la ciudad para lue- de la tierra), déjense acon- mo establecimiento que ex- miento de Manuel. go ir deambulando hacia sejar por David a la hora de

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estuvo antiguamente uno de tras evitar las dentelladas de los pósitos del Cabildo Ca- Juan o su fiel Miguelito, dis-

luis colmenero tedralicio, sino con que tam- pónganse a disfrutar de uno bién es uno de los lugares de los mejores locales del preferidos —como puede centro —exterior— de Cór- corroborar este Sollastre— doba. Unas cuantas mesas de la curia cordobesa. No es adosadas a las dos paredes raro encontrarse con alguno medianeras —que no dan de los venerables curiales, para más allá de unos cua- vestidos con sus trajes tala- renta comensales— pro- res o con los más cómodos porcionarán refugio a quien clérimans, elevando los cáli- a ellas se acomodare. Lo ces terrenales, acompañando abigarrado de la decoración las tapas que salen de la co- —llaves, bastones, cerrojos, Manolo Carrasco, dueño del Bar Correo, tira una caña con precisión. cina —a la vista del públi- etcétera— no deberá dis- co— de La Bacalá. traerles de los platos que lle- pedir una tapa. Son famo- Sierra de Montilla. Su olo- Por último, en este reco- guen a su mesa. No espe- sas sus “perdices” (lechugui- roso seco merece un medio rrido tasquero, permítanme ren ustedes ninguna saluta- tas fritas con ajo y vinagre), acompañado de un buen hablarles por escrito de la ción alegre de los posaderos así como sus huevas servi- queso curado. A Guzmán Taberna de Juan Peña, aun- —no parece costumbre de das en diferentes prepara- hay que ir con tiempo, pues que a este escribidor le gus- ninguna tasca, pero aquí se ciones. Les recomiendo, es lugar de tertulias —pro- ta más llamarla Taberna de eleva a la categoría de in- aunque estén acodados en el pias o ajenas— en las que el Juan Perro, por lo que a con- conmensurable— y vayan mostrador, pasar a visitar su forastero nunca será mal re- tinuación les contaré. Abre pensando en lo que van a be- abigarrado patio, repleto a cibido. Además, si se es afi- sus puertas este estableci- ber. Tiene Juan una bodega todas horas de personal ávi- cionado a los toros, en esta miento muy cerca del Hos- bien surtida, pero yo reco- do de charlar y beber en es- bodega reside la Peña Fini- ta atmósfera desenfadada. to de Córdoba, torero que Cruzando la plaza de las aún sigue lidiando pero sin

Tendillas camino a la Mez- gran confianza, habiendo luis colmenero quita, casi en la esquina de quedado relegado a plazas Jesús María y Málaga, está andaluzas (y eso que duran- un establecimiento cuya te dos años ocupó cartel con clientela ocupa toda la calle, el fenomenal José Tomás). dado lo diminuto del mis- mo. Se trata del Bar Correo, Así en la tierra en el que se tira la mejor como en el cielo cerveza de Córdoba, líqui- Siguiendo nuestro paseo, y do que, debido a los rigores ya cerca de la entrada de la del estío cuasi permanente Mezquita, en el recoleto ca- de la ciudad, es de obliga- llejón de Medina y Corella, da consumición. Abierto en se encuentra otro venerable Taberna de Juan Peña, famosa por su marisco y sus ortiguillas. 1931, lo regenta hoy Ma- santuario cordobés. Se trata nolo Carrasco, nieto del de La Bacalá, a cuyo frente pital de la Cruz Roja, cami- miendo dejarse llenar el ca- fundador. está Pepe Romero. El fino, no a la Puerta de Almodó- tavinos con el fino que des- Bajando hacia la Mez- traído de las Bodegas San var, enfrente de la comisaría cansa en la tradicional jarra quita desde las Tendillas nos Pablo de Moriles, acompa- de policía —quién sabe si de metal, que maneja con encontraremos, en el núme- ña perfectamente a las tapas premonitoriamente— y al consumada habilidad Mi- ro 7 de la calle Judíos, con de garbanzos con espinacas lado de una casa de juegos guel. El líquido elemento otra popular bodega, la de que prepara primorosamen- —por si fuera necesario em- procede de las renombradas Guzmán, que expende sus te la esposa de Pepe. Lo de peñar la camisa para liqui- Bodegas de Delgado y, da- propios vinos, dado que la santuario tiene que ver no dar sus cuentas—. Si tienen do el consumo cotidiano que familia posee viñedos en la solo con que en sus bóvedas suerte de encontrar sitio, y se realiza del mismo, siem-

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pre se encuentra en su pun- cada vez que va que esa se- pescados más frescos de la española (aunque Rafaeli- to. A elección del cliente rá la última. No se olviden, restauración cordobesa (por to no se atreve con las últi- puede tomarse fresquito o na- si Juan está de humor —en ejemplo, el rodaballo salvaje mas elaboraciones de la afa- tural, siendo esta segunda rarísimas ocasiones—, de in- que, como les dirá Ángel, ha mada, en Francia, denomi- opción la que permite apre- tentar acceder a los vastos sido convenientemente do- nación de Toro). Como no ciar mejor su límpida elabo- conocimientos flamencos de mesticado). Si son ustedes les puedo dejar de reco- ración. los que es guardián. amantes —como le ocurre a mendar algún caldo, pidan En cuanto al acompaña- este aprendiz— de esa hu- ustedes un rioja de la bo- miento de la bebida, prepá- Restaurantes de renombre milde hortaliza que es el to- dega Lealtanza. rense para disfrutar de un Pero sepan que en Córdoba mate, pidan unas láminas del En cuanto a los postres escogido elenco de produc- también existen restauran- mismo, aderezadas con al- —caseros—, deben probar, tos. Si es temporada, en- tes de postín. En efecto, aun- guno de los exquisitos acei- si es de su agrado, el tocino contrarán las únicas ortigui- que la tradición obliga a co- tes de los que se enorgulle- de cielo. Y para acabar —y llas que se pueden encon- nocer las tascas cordobesas, ce esta casa. Y, por supues- en este local sí se aceptan trar en Córdoba. Por no no se puede dejar de visitar to, no dejen de probar —si las tarjetas— pueden uste- hablar de su marisco —gam- alguno de los restaurantes es que son aficionados— los des seleccionar cualquier es- ba o langostino— prepara- más renombrados entre pro- exquisitos riñones a la plan- pirituoso que les alegre las do (plancha o cocido) en su pios (cordobeses) y extraños cha. He de reconocer que en papilas, pues su carta de li- justo punto. No se dejen se- (turistas y demás badulaques ningún otro lugar son del cores premium no les de- ducir por la verborrea de Mi- pretenciosos). agrado del Sollastre, pero fraudará. guel y eviten las bocas de la Y aquí, el Sollastre no Isla (mucho trabajo para el puede dejar de mencionar al rendimiento que se obtie- compendio de toda la ofer-

ne). Y por supuesto, exijan ta tradicional cordobesa. luis colmenero que se les deje encima del ve- Es verdad que este mar- lador de mármol un exqui- mitón tiene su brújula orien- sito plato de berenjenas fri- tada únicamente hacia El tas (en tiras, a diferencia de Churrasco (vecino de la fa- la preparación normal) co- cultad de Filosofía y letras), mo nunca habrán probado. pero pueden ustedes estar se- Con algún plato de chacina, guros de que no se sentirán habrán compuesto un muy defraudados si deciden ha- sabroso menú. Los postres, cer una parada en este local. normalmente por cuenta de Si pueden elegir sitio entre la casa, se circunscriben a los numerosos comedores en unas pequeñas porciones de que se distribuye el local, no Ibáñez y Ángel, de El Churrasco, donde se sirve lo mejor de la cocina cordobesa. pastel cordobés (relleno de dejen de solicitar plaza en El cabello de ángel), acompa- limonero. Por varias razones, quizá será porque esta casa Espero que esta primera ñadas de un Pedro Ximé- y no es la menor la de poder le ha enseñado la honestidad incursión fuera de Madrid nez correcto. A la hora de la ser atendidos y obsequiados en el tratamiento de la ma- no les haya defraudado y es- cuenta, olvídense del plásti- por un dúo irrepetible en la teria prima. tén dispuestos a acompañar co, pues aquí solo se acepta restauración cordobesa: Ibá- Si son aficionados a la —en los próximos cien nú- dinero contante y sonante, y ñez y Ángel, o Ángel e Ibá- carne, aquí podrán elegir to- meros de Estratos— a es- además —si no se ha sido ñez, pues tanto monta, mon- do tipo de cortes y prepara- te Sollastre en su deambu- precavido a la hora del ma- ta tanto. Esta pareja les orien- ciones basadas en los pro- lar AT y C por los diversos risco— la dolorosa puede al- tará —mejor que la muy ductos provenientes de las lugares de esta piel de toro canzar escalas elevadas. ilustrada carta— por los ve- catas en el Valle de los Pe- llamada España (salvando No crean los lectores, leí- ricuetos de su excelsa coci- droches. la parte de nuestros vecinos do lo anterior, que este so- na. No se dejen seducir solo En cuanto a la bodega, si y amigos portugueses). llastre desestima este local. por los irreprochables cortes disponen ustedes de buena Sean felices y celebren Al revés, como buen maso- de carne que el nombre del faltriquera, no echarán de estos cien primeros núme- quista del trato de Juan, vuel- restaurante pueda sugerirles. menos en su extensa carta ros AT y C (a tenedor y cu- ve y vuelve, aunque se jure Aquí encontrarán ustedes los de vinos ninguna comarca chara). ■

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Epílogo: horizonte 2036 Y dentro de veinticinco años, ¿qué?

Si en las páginas anteriores hemos visto cómo ha cambiado nuestra sociedad en los veinticinco años de la revista y, dentro de ella, el mundo de la gestión de los re- siduos, la técnica y el medio ambiente, no queremos despedir este número es- pecial sin hacer un ejercicio de futurología sobre lo que pueda ser el próximo cuarto de siglo, cuando Estratos cumpla su entrega 200... ■ por Manuel Toharia.

os ejercicios de prospectiva trar. Descartando —no hay que poner- Descartando todo eso, ¿qué es lo que siempre tienen una parte de futu- le límites a la imaginación, pero dentro no va a cambiar gran cosa? Pues, aun- Lrología que, por muy razonados de un orden...— algunos supuestos de que suene anecdótico, por ejemplo la que estén sus fundamentos, acaba por antemano, que no es que no sean posi- moda. Es decir, los usos y costumbres conferirles una pátina de magia, liga- bles, pero sí altísimamente improbables: en el vestido y el calzado. Piénsese que da a la fuerza de los antiguos oráculos, — No habrá en los próximos vein- los pantalones vaqueros, por ejemplo, que parece tener muy poca base cien- ticinco años cambios fundamentales en llevan usándose desde hace al menos un tífica. Aun así, la ciencia permite pre- la naturaleza humana. O sea, que segui- par de siglos, y nada impide que siga- dicciones certeras, pero en este caso remos siendo igual de tontos o listos, mos usándolos otros doscientos años o desde luego resulta más bien difícil igual de avariciosos o generosos, igual más. Esas películas de ciencia-ficción imaginar cómo será el mundo dentro de de explotadores o explotados, como lo donde los seres del futuro van vestidos un cuarto de siglo. No hay más que venimos siendo desde épocas muy con mallas estrafalarias y de colores echar la vista atrás para comparar el remotas. No hay ingeniería genética ni fosforescentes demuestran muy escaso mundo de hoy con el de hace veinticin- droga alguna que sea capaz de cambiar realismo prospectivo. Por la misma ra- co años, cuando apareció Estratos. eso para toda la humanidad, ni menos zón, es casi seguro que siga existiendo Seguro que ni nos acordamos, pero aún en un espacio de tiempo tan cor- el mismo mobiliario en las casas, los algunos cambios han sido increíbles to. Aldous Huxley y su mundo feliz no mismos o parecidos vehículos de trans- mientras que en otras cosas estamos nos valen... porte en las calles, en las carreteras, en más o menos igual... — No cambiarán sustancialmente los mares, en el aire... Recuérdese que Pero es que, además, el mundo de la las condiciones astronómico-planetarias el Jumbo, el Boeing 747, efectuó su pri- energía, en particular, está en plena que afectan a la vida en la Tierra: den- mer vuelo en 1970, cuando aún falta- revolución tanto filosófico-ambiental tro de veinticinco años ni el Sol se habrá ban quince años para el primer núme- como, sobre todo, económica; y, todo vuelto loco, ni los climas se habrán con- ro de Estratos. ¿Cuánto tiempo de ello, teñido de cierto buenismo ambien- vertido en una especie de lotería, ni la vida le queda, pues, al recién nacido tal más romántico que otra cosa, que vida desaparecerá o proliferará más allá Airbus-380, el supergigante actual? Y suele estrellarse con la realidad finan- de parámetros similares a los actuales... lo mismo pasa con los automóviles: ciera que nos agobia en estos años de Ni el planeta va a sufrir colisión cósmi- muchos modelos de hace veinticinco crisis, que recuerdan en peor a los pri- ca alguna que lo haga desaparecer. años siguen en circulación, aunque les meros años noventa. — No vendrá ninguna tecnología cueste algo más que a los coches nue- extraterrestre a invadirnos, para bien o para vos aprobar la ITV; en todo caso, sal- Lo que seguirá igual mal. Es decir, que seguiremos siendo en vo mejoras en comodidad, silencio y Con todo, vamos a intentar ese ejerci- los próximos años los únicos seres inte- consumo, los coches de ahora no son cio de futurología sobre las premisas más ligentes de esta región del Universo, en muy diferentes de los de entonces. En racionales que seamos capaces de encon- un entorno de muchos miles de años-luz. las casas, salvo pequeños cambios en los

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electrodomésticos —siguen existiendo polvorín, en el que además pueden jugar castellano acabó por rechazar lo de cere- desde hace más de un cuarto de siglo un papel esencial las bombas atómicas bro electrónico o computadora, adop- las aspiradoras, las lavadoras, las neve- de pakistaníes y de hindúes—. Puede tando el sustantivo ordenador... ras, las teles (aunque las de ahora son que ocurran, como ahora, en África, El caso es que el ordenador personal más planas y tienen más gadgets tipo 3D donde el nivel de pobreza alcanza cotas se ha convertido en un electrodomés- y alta definición), los sillones, las me- de inhumanidad difícilmente soporta- tico más, y va camino de integrar todos sas...—, todo es más o menos igual. La ble; o incluso en algún país del conti- los servicios de la casa, de la oficina, de televisión quizá evolucione más depri- nente centro y suramericano, en el que las fábricas... Incluso de los aviones, sa, al convertirse en el interfaz esencial el imperio de la ley choca contra el cuyos pilotos ya no manejan palancas de la informática doméstica, pero po- imperio, quizá más poderoso, de las y relojes varios sino solo una pantalla co más... Lo veremos cuando aborde- mafias de la droga. O en Oriente Pró- de ordenador y un joy-stick. mos el asunto de la electrónica de gran ximo, con los fundamentalistas islámi- Bien, visto lo visto, ¿qué habrá den- consumo —informática, Internet—, cos siempre en pie de guerra... tro de veinticinco años? La rápida ojea- que ahí sí que ha habido, y sin duda ha- da al pasado que acabamos de realizar brá, muchos cambios. El impredecible mundo informático nos exime de mucha precisión futuro- ¿Qué más cosas no cambiarán? Pues, ¿O sea, que no va a cambiar gran cosa lógica. La verdad es que no tenemos ni en conjunto, los climas del mundo. Pue- el mundo? Bueno, tampoco se puede idea acerca de los eventuales cambios de que en veinticinco años se note que decir eso. Porque basta recordar que revolucionarios, como lo de Internet alguna zona esté más caliente que en los hace veinticinco años Internet era ape- del pasado reciente, que nos esperan. Por años ochenta, o que ahora, pero indu- nas una entelequia para sesudos cien- ejemplo, ¿por dónde irán los tiros de las dablemente eso no hará que los climas tíficos. Aunque la red militar Arpanet nuevas tecnologías de la transmisión de estepa se vuelvan lluviosos y cálidos, es de los años setenta, el protocolo de información, que se han dado en tampoco que los climas tropicales de TCP-IP apareció en 1983, y el lengua- llamar Tecnologías de la Información repente vean nevados sus bosques je HTML y la famosa WWW fueron y la Comunicación, TIC? durante el invierno. Es decir, puede que creados por los físicos del CERN en Por pensar en algo, se habla ya de los haya —no es seguro, y en todo caso no 1990, cuando Enresa y su revista ya nuevos ordenadores personales —en será general— algunos cambios de los tenían cinco años de vida. ¡De eso hace formato de tablet, smartphone, chip com- promedios, pero en todas partes hará solo dos décadas, pero no teníamos plejo, o lo que sea— interconectados con dentro de veinticinco años más o menos Internet ni correo electrónico, ni el cerebro mediante interfaces biosen- el mismo tiempo que hace hoy. Eso sí, Google! ¿Cómo hacíamos?... En 1993 sibles. La unión de un chip con un ner- como la población humana habrá se levantó la prohibición del uso comer- vio aún no se ha logrado con éxito ple- aumentado en unos 2.000 millones más, cial de Internet, que fue poco a poco no, pero es probable que esté cerca; la inmensa mayoría en países tercer- incorporándose a la vida civil del mun- también parecía fantasía que un torni- mundistas, lo que sí habrá, con seguri- do entero, ya muy a finales del siglo llo se integrara en un hueso y que se le dad, es muchos más humanos pobres y XX. Hoy se calcula que hay más de pudiera luego enroscar alguna otra cosa hambrientos en el mundo. Porque tam- 1.500 millones de personas incorpora- artificial. Pero los implantes dentales de poco cambiará la insolidaridad de los das a la Red... titanio, o las prótesis de cadera, son hoy países ricos con los más desfavorecidos... ¿Se podía predecir semejante explo- el pan nuestro de cada día. Con ese ¿Y las guerras? ¿Y el tráfico de armas? sión de las telecomunicaciones vía orde- tipo de interconexión neurobiológica Mirando hacia atrás, y no solo cinco lus- nador en 1985? Desde luego que no. ya no harían falta ni pantallas, ni tecla- tros sino muchos siglos, incluso mile- Para ello no solo hizo falta que Inter- dos, ni altavoces, ni micrófonos, ni... nios, observamos que nunca ha habido net evolucionara desde una red militar Todas las cosas percibidas —la imagen, una humanidad que haya convivido en secreta a una red abierta y de uso uni- el sonido, las vivencias en conjunto— paz consigo misma. O sea, que siem- versal, sino que también la informáti- pasarían directamente al cerebro. Lo pre ha habido guerras por unos u otros ca —después de todo, Internet es una cual plantearía no pocos problemas a motivos. Por tanto, es de suponer, con red de conexiones entre ordenadores, no la industria de los componentes elec- toda lógica, que en los próximos vein- tanto entre personas— se hiciese ase- trónicos, que tendrá que inventar otras ticinco años seguirá habiendo guerras quible a todas las personas. El PC, que cosas, como por ejemplo la realidad en unos u otros lugares. Podrá ser en dejó de ser el tradicional Partido Comu- virtual inmersiva, para viajar sin mover- Afganistán, o en la región vecina, por nista en España al morir Franco, se nos de la cama a lugares remotos con el conflicto larvado entre Pakistán y la convirtió en lo que los americanos lla- solo conectarnos a una máquina que India por Cachemira —esa zona del maron personal computer, computadora nos induzca las sensaciones y los impul- mundo es hoy por hoy un auténtico personal. Aunque la terminología en sos nerviosos adecuados por todo el

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futuro

cuerpo, y no solo en los ojos y las manos antes de veinticinco años, iniciar el sal- novables o se quedará en los actuales in- como hacen las máquinas de realidad to definitivo hacia la medicina predic- tentos voluntariosos de imponer una virtual actuales, todavía ortopédicas... tiva, en lugar de la medicina curativa y energía costosa y quizá no tan inocua ¿Avatares, como en la película? ¿Y por parcialmente preventiva que hoy tene- como se piensa? ¿Aumentarán las tasas

qué no? No estamos tan lejos, después mos establecida. La medicina predicti- sobre el CO2 con el nuevo protocolo que de todo; aunque los avatares, virtuales va nos permite saber de antemano cuán- sustituya a Kioto a partir de 2012? ¿Se en todo caso, difícilmente se pueden tas probabilidades genéticas tenemos establecerán impuestos progresivos en matar, o mejor dicho, matar al cuerpo de enfermar de unas u otras cosas, y por función del nivel de desarrollo y eficien- humano original, por mucha conexión tanto, desde mucho antes de que se pro- cia de cada país? Y, en tal caso, ¿con qué sensorial que exista, como ocurría en duzca la menor sintomatología, podre- autoridad sancionaremos a los que no el cine. O a lo mejor sí que se acaba mos adaptar desde la infancia nuestro cumplan con lo legislado internacional- pudiendo... En eso la fantasía más deli- estilo de vida o nuestra alimentación con mente, sobre todo si se trata de grandes rante puede estar muy cerca de ser una vistas a potenciar aquello que nos bene- potencias? Y, ya puestos, ¿qué pasará realidad, quizá antes de ese plazo de ficia y minimizar los riesgos de aque- con la fusión nuclear? ¿La olvidaremos veinticinco años que nos hemos llo que pudiera perjudicarnos. Un sim- como un sueño costoso e irrealizable o impuesto. ple análisis del ADN de nuestras células seguiremos gastando dentro de veinti- conducirá a un estudio detallado de cinco años sumas fabulosas, confiando Espacio y medicina nuestras fortalezas y debilidades gené- en sus hipotéticas ventajas futuras? ¿Se En fin, en el campo de la electrónica, ticas, que será el mejor aliado de los confirmará la hegemonía de China, y la informática de consumo, las tecno- médicos de mañana. Otra cosa son las de India, en el panorama mundial? logías de transmisión de cualquier tipo implicaciones morales y legales del No tenemos espacio para tantas pre- de información, las cosas van a cambiar tema, pero no será la primera vez que guntas —mejor dicho, para tantas res- mucho, y muy deprisa. Lo que no va a las leyes vayan por detrás de lo que la puestas, suponiendo que las haya, a esas cambiar casi nada es el campo espacial. ciencia va haciendo posible. preguntas—, pero parece fuera de dudas Ni iremos de nuevo a la Luna, ni mucho que, con Chernóbil y Fukushima por menos a Marte en los próximos vein- Energía y transporte medio, la energía nuclear seguirá ticinco años. Terminaremos, sí, la Esta- En los medios de transporte, quizá lo implantada en el mundo, aportando ción Espacial Internacional, se estable- más llamativo sea la llegada masiva, más o menos la quinta parte de la ener- cerá un turismo espacial incipiente con seguramente solo para el tráfico urba- gía necesaria. Como ahora. Quizá vea- alguna ampliación en ese satélite arti- no, de coches híbridos o eléctricos. Pero mos nuevas generaciones de reactores, ficial enorme (una luna de miel con en carretera, y en ese plazo de un cuar- que ya están aquí; pero seguirán cons- varios amaneceres y atardeceres al día to de siglo, y aunque con motores cada truyéndose nuevas centrales, no tanto y en condiciones de ingravidez será, sin vez más eficientes, seguirán predomi- en Europa o América como en Asia, duda, un aliciente turístico de primera nando los combustibles a base de hidro- sobre todo. Lo de los coches no cam- magnitud), se harán unas cuantas inves- carburos. biará mucho, salvo lo apuntado sobre los

tigaciones más en torno a los planetas Lo cual nos lleva al tema de la ener- eléctricos urbanos. El CO2 va camino cercanos, descubriremos más planetas gía, porque esos coches eléctricos van del olvido a poco que la crisis econó- enanos como Plutón... Nada demasia- a necesitar mucha más electricidad de mica se extienda a Asia (ya hay quien do apasionante, excepto eso de la luna la que ahora producimos y consumimos. habla de burbuja inmobiliaria a punto de miel en ingravidez; solo para los Y, por su parte, el mundo asiático que de estallar en China, y esa explosión muy ricos, claro. está dejando de ser pobre (China, dejaría en mantillas a la americano- Otro campo del que se esperan gran- India...) dependerá en los próximos europea); quizá tengan razón, al menos des cambios es el médico. Especial- veinticinco años —ya depende ahora en parte, los que critican el exceso de mente en neurociencias y en aplicacio- más casi que el mundo occidental— de pesimismo “calentólogo” del IPCC. Y nes genéticas. Cada vez conoceremos todos los tipos de fuentes de energía. si no, en veinticinco años aún no se mejor el cerebro y seremos capaces de Bien, así las cosas, ¿de dónde saldrá notará mucho el famoso cambio cli- obtener de él las mejores respuestas, a toda esa energía? ¿Se iniciará el fin de mático, que va para largo... la vez que prolongamos su vida útil; la energía nucleoeléctrica o esta rena- Y de la fusión nuclear, mejor no sobre todo si se desarrollan bien esas cerá con bríos renovados? ¿Se produci- hablar. Si algún día está disponible, no interfaces neurobiológicas con los sis- rá esa reducción del carbón como fuen- será hasta por lo menos el día en que temas electrónicos artificiales. Y con la te primaria básica que se preconiza aho- Estratos cumpla su número 300; o genética y su ingeniería cada vez más ra, a pesar de su abundancia y su bajo sea, dentro de medio siglo... sofisticada podremos por fin, quizá precio? ¿Se confirmará el auge de las re- Que ustedes lo vean. ■

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