Síntesis vulcanológica: (Campo de Calatrava – )

Foto del autor. Indicador de Zona Volcánica en la carretera a Argamasilla de Cva. - en el término municipal de Argamasilla de Cva. Al fondo la Sª de Calatrava.

Foto del autor: Ayuntamiento de Aldea del Rey. En la dependencia 1ª derecha – foto (bajo) se encuentra la Emisora de Radio y Televisión “Castillo de Calatrava”.

Claro F. Barba Merino/2017 Encuadre contextual geomorfo-vulcanológico

La organización morfoestructural del T.M. de Aldea del Rey, como no podía ser de otra manera, se encuentra en consonancia con la organización morfoestructural del Campo de Calatrava, del cual Aldea del Rey forma parte, aunque hemos de realizar algunas particularidades, que, por otra parte, también se encuentran en sintonía con la evolución geomorfológica del Campo de Calatrava a lo largo del tiempo geológico.

Plano del T.M. de Aldea del Rey, unos 155 Km2, donde en tonalidad clara o blanca pueden verse las elevaciones orogénicas, los plegamientos debidos a las orogenias hercínica y alpina consecuencia de la interacción entre las placas euroasiática y africana. En el mismo plano igualmente puede comprobarse como la zona mediocentro superior hacia el este, se encuentra ocupada por las partes más bajas de T.M., donde van canalizados todos los arroyos y arroyuelos del término en busca del río Jabalón, parte superior NE de dicho término. Igualmente en puntuación roja pueden verse las zonas o lugares aproximados donde se encuentran los aparatos volcánicos de la localidad, cuanto menos unos 12 en total. El punto rojo existente en la dirección cardinal E corresponde al volcán Columba (Granátula de Cva.).

Si ustedes disponen de un mapa geofísico del T.M. de Aldea del Rey, nosotros hemos utilizado el Mapa Militar de España, E. 1:50.000, polígonos Puertollano – , podrán observar que los plegamientos se dan mayoritariamente por la zonas SE-S-SW-W-NW-N, principal y mayoritariamente, quedando la zona E en su mayor extensión libre de elevaciones goemorfológicas, y que este lugar es donde van a confluir la totalidad de arroyos del T.M. buscando desembocar en el Rio Jabalón, cuyo recorrido se extiende desde las proximidades de La Motilla, Benavente, Tablas de Villena, para penetrar en el T.M. de Almagro. En los sectores NW y NE, aproximadamente más hacia el centro del T.M. al O de la localidad de Aldea del Rey, tenemos el Macizo de la Higuera, que en su totalidad entraría dentro del Macizo de Calatrava, aunque desde el punto de vista vulcanológico sólo parcialmente.

Así tenemos por sectores del T.M. como más significativos:

* Sector NE: Cerro de Arzollar, Cerro de las Lomas del Chiquero y parte de los Cerros del Diezgo.

* Sector NW: Cerros del Diezgo, Collado de Quebrantiles, Sª de la Hoya, Los Cuartos y Cerro de la Vaqueriza,

* Sector SW: Cerro del Mulatón, Collado de las Cruces, Los Almorchones, Loma de Usera, Cerros de la Navalonguilla, Hoyas Altas y el punto más elevado del T.M., La Mojina, 1.066 metros.

* Sector SE: Hoya Honda, Loma de las Canteras, Cerro del Mesto, Cerro del Alacranejo y Cerro del Águila.

* Sectores NW y NE, hacia el centro: El Macizo de la Higuera.

Estas geomorfoestructuras son debidas, según las consultas sobre estudios precisos y detallados de expertos vulcanólogos, a los plegamientos habidos en el zócalo paleozoico, que como sabemos está formado por cuarcitas, areniscas y pizarras, ocasionadas por las placas euroasiática y africana durante las orogenias hercínica y alpina, complementadas por la actividad volcánica posterior. Y que este vulcanismo ha sido definido como de intraplaca, existiendo unas anomalías (densidades) corticales y mantélicas, dando lugar a un hot spot (= punto caliente) que originó una especie de rift frustrado que se sitúa en el entorno de Ciudad Real. Aldea del Rey se encuentra por carretera a UNOS 30 Km de C. Real, siendo esta distancia en forma rectilínea de unos 28 Km., es decir, geológica y geomorfológicamente ahí al lado.

La idiosincrasia y personalidad geofísica del T.M. de Aldea del Rey como de la comarca del Campo de Calatrava, no sería la misma sin el componente vulcanológico. Así, y concretamente en el T.M. de Aldea del Rey, y como complemento de las orogenias hercínica y alpina, aparecen cuanto menos 12 aparatos volcánicos, que detallamos seguidamente.

* Sª de Calatrava: Volcanes (Las Pilas, El Berrocal, Las Canteras, Cerro Prieto, Las Mesas y, muy posiblemente el cono adventicio de la finca El Rincón, por los cuantiosos bloques y masas basálticas habidas en la zona sur de dicha finca en las proximidades de la Sª de Calatrava por donde discurría la vía de FFCC Puertollano – Valdepeñas, así como el Maar Hoya Honda). Es decir, 6 ò 7 edificios volcánicos, más bien 6. De estos 6 aparatos volcánicos, 4 (Las Pilas, El Berrocal, Las Canteras y Las Mesas) de génesis efusiva, 1 (Cerro Prieto) de génesis estromboliana y 1 (Hoya Honda) de génesis freatohidromagmática.

* Pasillo Aldera del Rey – Argamasilla de Cva.: Volcán La Vaqueriza de génesis estromboliana, ubicado entre la Sª de Calatrava y el Macizo de la Higuera.

* Macizo de Calatrava-Macizo de la Higuera: Volcanes (La Colmenilla, La Encina y La Cueva del Alguacil) y Maares (La Encina y Hoya Larga). 1 (La Cueva del Alguacil) de génesis efusiva, 2 (La Colmenilla y La Encina) de génesis estromboliana y 2 (Maares La Encina y Hoya Larga) de génesis freatohidromagmática.

1) Volcán Las Pilas – Sª de Calatrava. 2) Volcán El Berrocal – Sª Cva. 3) Maar Hoya Honda – Sª Cva. 4) Volcán Las Canteras de Miró – Sª Cva. 5) Volcán Cerro Prieto – Sª Cva. 6) Volcán Las Mesas – Sª Cva. -) Cono adventicio El Rincón – Sª Cva. 7) Volcán La Vaqueriza – Aislado. 8) Volcán La Colmenilla – Macizo de Calatrava. 9) Maar La Encina – Mzo. Cva. 10) Volcán La Encina – Mzo. Cva. 11) Volcán La Cueva del Alguacil – Aislado. -) Hoya Larga – Mzo. Cva.

Estos aparatos volcánicos, todos ellos, han sido estudiados por mi parte tanto en forma general como particularizadamente, dejando fuera para otro trabajo, el maar Hoya Larga. Respecto de Hoya Larga conviene precisar que se encuentra a lo largo del Camino del Pozo de la Umbría, ya pasando el crestón cuarcítico El Castillejo hasta Majadillas Frías, comprendiendo también la parte derecha del maar La Encina derecha del camino según nos dirigimos desde el volcán La Encina hacia los relieves ruiniformes de piroclastos habidos a la salida hacia el camino del Buitre.

Existen claras diferencias entre ellos, que aparte de deberse al tipo de génesis, aun dentro de cada tipo de génesis también se dan diferencias significativas, más éstas entre los de génesis estromboliana y freatomagmática que entre los de génesis efusiva, que también. A grandes rasgos estas diferencias las iremos detallando a continuación, y que vienen determinadas por la diferente composición de los basaltos, por la textura de los mismos, por la coloración, propiedades físico- químicas, etc.

Analogías y diferencias morfológicas, eruptivas, productos volcánicos, texturales, edafológicas, cronológicas y composicionales

1) Morfológicas.

Aparato Cónico. Cónico Tronco de Hondonada. Volcánico. alargado. cono. Berrocal, El X Canteras, X Las Cerro Prieto X Colmenilla, X La Cueva del X Alguacil, La Encina, X Maar Encina, La X Hoya Honda X Hoya Larga X Mesas, Las X Pilas, Las X Vaqueriza, X La

Foto del autor. Perfecta imagen del cono volcánico del volcán El Berrocal; es, como puede verse, un cono perfecto. La ladera N se encuentra cubierta en gran parte por enebros, encinas, tomillos y olivares. La ladera S, parte del W y parte del E se encuentran dedicadas el cultivo cerealista. Los cerros del fondo pertenecen al Macizo de la Higuera. Esa línea que simula un camino es el proyecto de Vía Verde que el Excmo. Ayuntamiento de Aldea del Rey tiene programado y según nos han comunicado ya han iniciado. Por ese trayecto, hoy un camino, es por donde iba la línea férrea del FFCC Puertollano – Valdepeñas a su paso por el T.M. de Aldea del Rey. Esta fotografía está tomada desde el cráter del volcán Las Pilas, una tarde de enero/2017, vislumbrándose en el fondo la tenue nieblina que aquella tarde existía. En conos perfectos de volcanes como éste, tanto a nivel proximal como distal los cálculos morfoparamétricos puede determinarse con mayor exactitud.

Hemos fotografiado desde diferentes perfectivas los aparatos volcánicos de Aldea del Rey y, aunque algunos volcanes poseen su cono volcánico algo alargado, los consideramos como formas cónicas. Existe, pues, un predominio de la morfología cónica (cónico y cónico elongado), siendo el volcán La Colmenilla un tronco de cono perfecto, mientras que los maares son hondonadas o declives del terreno. El volcán El Berrocal es el que más se acerca a la morfología cónica perfecta, mientras que en los maares, el maar La Encina, por su conformación de fondo, altitudes msnm en diferentes puntos de la superficie del fondo, por su aproximación, más nos es determinante, pues tanto el maar Hoya Larga, por su longitud, como el maar Hoya Honda, por la pendiente de su fondo, se desvían con respecto al maar La Encina, que aquí en Aldea del Rey se le llama también La Hoya, El Hoyo y, como nombre más antiguo, Laguna del Quino.

Foto del autor. Como puede verse este volcán en la actualidad posee una conformación perfectamente tronco-cónica, pues tanto la superficie de su base como la de su cráter responden a un círculo. Sus límites cardinales son: N (cerros dirección complejo volcánico La Encina), S (cerro de Peña Rubia), E (cerros Casa del Médico o Casa de la Colmenilla - Saltillo) y W (cerro-volcán La Vaqueriza). Esta fotografía está tomada desde Las Mesas Altas. E/2017. Como puede verse perfectamente este volcán tiene conformación troco cónica. Limita al N con los cerros del Macizo de La Higuera en dirección al complejo volcánico de La Encina, al E con los cerros de la Casa del Médico, al S con el cerro de Peña Rubia y al W con el cerro y volcán La Vaqueriza. Se puede acceder a él por dos caminos; uno, el Camino del Saltillo, otro, el Camino del Buitre. Es fácilmente accesible. Con todoterreno se puede llegar hasta la zona de liegos del cono volcánico, para posteriormente recorrer todo el cráter tomando las medidas de sus ejes, los bordes cratéricos, el fondo del cráter, los muestras volcánicas sólidas allí existentes, recoger ejemplares de aerolitos volcánicos redondeados, tomar ejemplos de lapilli, así como de escorias volcánicas. En este caso como en otros similares, los cálculos deberemos hacerlos para un tronco de cono. En línea recta y según el Mapa Militar de España E. 1:50.000 la distancia del volcán La Colmenilla a la localidad de Aldea del Rey es de 5,75 Km, por lo que por la carretera Aldea del Rey – Argamasilla de Cva. – Puertollano y siguiendo por el Cno. del Buitre o el Cno. del Saltillo, esa distancia, aproximadamente, puede oscilar entre los 7 – 8 Km de distancia. Por el Este le semicircunvala el Cno. del Saltillo, a la derecha de dicha carretera, y por el Oeste le semicircunvala el Cno. del Buitre, también a la derecha de la misma carretera como yendo a la explotación ganadera ovino-equina de Fructuoso Caballero. Se encuentra como enclavado en el Macizo de La Higuera. Se ve perfectamente indicado en cualquier mapa topográfico. Es un volcán que por razones de morfología y distancia así como de accesibilidad se presta a ser estudiado tanto desde el punto de vista morfométrico como paramétrico. Morfométrico en cuanto a sus medidas y forma, y paramétrico en cuanto a las relaciones entre estas medidas.

2) Texturales.

Como sabemos la textura de una roca hace referencia a las relaciones intergranulares de forma y tamaño de los granos y cristales que forman los componentes de la roca.

Desde el punto de vista de la textura los productos sólidos volcánicos de los aparatos de Aldea del Rey, poseen ostensibles diferencias, aunque muchas de éstas aparezcan en superficies de las muestras y no en el interior de las mismas una vez fragmentadas con martillo. Las coladas basálticas sólo son visibles allí donde el ser humano o, en casos la erosión y transporte de materiales, bien por perforaciones, trazados de vías de comunicación o explotación de canteras, se les hacen aflorar. Es el caso paradigmático de Las Canteras de Miró, cuya extensión longitudinal comprende los volcanes Las Canteras, Cerro Prieto, Las Mesas, La Vaqueriza y en parte La Colmenilla. Estas canteras han sido muy explotadas hasta tiempos realmente próximos, finales del siglo XX. Los basaltos que aquí aparecen tanto exterior como interiormente poseen textura afanítico porfífica. Sus granos o cristales no son visibles a simple vista y todos ellos aparecen en una pasta de fondo de textura de vidrio. Sólo son visibles los fenocristales, cristales de mayor tamaño, de coloraciones diferentes, que suelen corresponder a plagioclasas, olivino, cuarzo blanco lechoso y en algunos casos a nefelina. Cuando se trata de nefelina, lo hemos indicado en trabajos anteriores, se diferencia perfectamente porque por la acción del ácido clorhídrico la nefelina forma una especie de nube inconfundible. El olivino se diferencia bien por su coloración verde, y el cuarzo, que como digo generalmente es blanco lechoso, se diferencia de las plagioclasas por su tonalidad de superficie brillante, y porque en muchas ocasiones forma como especies de geodas o estructuras amigdaloideas. Las plagioclasas suelen tener un aspecto más mate.

Ejemplar de bloque basáltico con una incrustación en forma de geoda amigdaloidea de cuarzo blanco lechoso, que, aunque en forma general este tipo no sea muy frecuente, estos fenocristales sí que lo son en los basaltos de textura afanítico porfídica.

No obstante, además de los volcanes citados anteriormente, Las Canteras, Cerro Prieto, Las Mesas, La Vaqueriza, La Colmenilla, también en las Pilas, La Encina, La Cueva del Alguacil, etc., aparecen en superficie bien en majanos y lindazos o distribuidos sin uniformidad por los terrenos, ejemplares de bloques volcánicos que, exteriormente inducen a error por poder ser confundidos con tobas volcánicas. Exteriormente pueden inducir a ese error, sin embargo, interiormente cuando son fragmentados a golpes de martillo, su textura afanítico- porfídica, en primer lugar, nos indica que nos encontramos ante basaltos, bloques grandes, medianos y más pequeños, y en segundo lugar por su compacidad y peso específico o densidad que es superior a la densidad de las tobas volcánicas, muy abundantes en vacuolas, vesículas y oquedades. El cambio drástico exterior-interior, hemos de atribuirlo a la acción de la meteorización física y química, principalmente, habida en la superficie de esos basaltos a lo largo del tiempo geológico, millones de años. Ejemplos patentes los encontraremos muy particularmente en los bloques volcánicos de La Cueva del Alguacil, La Colmenilla, incluso en La Vaqueriza, Las Mesas, Las Pilas y La Encina. Una diferencia con respecto a los anteriores o, más de una, sí encontraremos.

Otra perspectiva más limpia de la zona de las coladas basálticas del volcán Las Pilas que fue taladrada y dinamitada para la construcción de la vía FFCC Puertollano – Valdepeñas. Hoy estos materiales volcánicos de las coladas se encuentran muy alterados por meteorización, encontrándose muy fracturados, con multitud de grietas, como desprendidos unos de otros, aunque muestran gran tenacidad al ser golpeados con el martillo. En el fondo del trazado cavando con una azada afloran igualmente dichas coladas.

Si ustedes se desplazan o recorren los sitios o lugares de la Fuente del Yezgo, Corral Moreno, Las Lomas del Chiquero, parcelas próximas a la carretera de Ciudad Real, donde encontrarán bloques volcánicos del volcán La Cueva del Alguacil, La Encina y Los Frailes, así como por las proximidades del camino de Las Viñas; al igual que los entornos de los volcanes La Colmenilla, La Encina, La Vaqueriza, Las Pilas, Las Canteras, Las Mesas, etc., más por las zonas distales aunque también por las proximales de los edificios volcánicos, encontrarán numerosos bloques volcánicos que, como he indicado, pueden inducir a error y ser confundidos con tobas volcánicas, e incluso con brechas volcánicas o aglomerados, y que no deben precipitarse en su identificación, deben fragmentarlos a golpes de martillo.

Foto del autor. Toba volcánica. No hay que confundirla con la toba calcárea ni con la pumita. La calcárea es blanca, como más indicativo, y la pumita flota en el agua. No es el caso de este ejemplar hallado en las inmediaciones del volcán de Cerro Prieto. Textura vesicular – vacuolar con oquedades. Ejemplar de gran belleza.

En la mayoría de ellos, los que no son tobas volcánicas, podrán observar en superficies frescas, como digo, texturas afanítico- porfídicas, ausencia de fenocristales cuarzo-plagioclásicos, y coloraciones diferentes. Sus tonalidades son grises oscuros, como los basaltos, y que van disminuyendo esa coloración en formas más o menos concéntricas a medida que nos acercamos a la superficie. También encontrarán tonalidades rojizoides, lo que nos evidencia la meteorización físico-química de los minerales primarios del basalto, particularmente los de componentes ferromanganosos, que derivan en óxidos e hidróxidos de hierro y de manganeso. Aunque exteriormente poseen vacuolas, oquedades o relieves confundibles con tobas volcánicas, no, no se trata de tobas sino de basaltos. Muchos de estos ejemplares al ser fragmentados contienen en su interior muestras de suelo rojizoide, que hemos de atribuir a la contaminación de las lavas en su recorrido, aunque también no hemos de descartar la oxidación férrica de los minerales primarios que contienen hierro. Vean lo dicho en la fotografía siguiente.

Ejemplares de basalto a modo de tobas volcánicas abundante en microvesículas. Se trata de fractura fresca, donde puede observarse la coloración rojiza debida a la tierra del suelo que impregnó en su época de formación. También pueden observarse fragmentos de cuarcitas de coloración blanquecina, que las cenizas y otros productos piroclásticos arrastraron de la roca encajante y de zonas más profundan de la cámara magmática. Dan la sensación de pesadez en mano. Este tipo de ejemplares volcánicos son muy abundantes en derredor de todo el cono volcánico, muchos de ellos amontonados por los agricultores para facilitar agrícolas de sus fincas.

Un ejemplo muy inductivo-deductivo, por ejemplo, son las muestras que abundan por la ladera sur del volcán La Encina, que se asemejan a tobas volcánicas, exteriormente claro, pero que al sopesarlos y fragmentarlos deducimos, primero, la ausencia de vacuolas y, segundo, su mayor densidad que las tobas volcánicas. Si ustedes fragmentan un ejemplar de toba volcánicas observarán las vacuolas tanto exterior como interiormente de la misma. Cuando se producen este tipo de ejemplares basálticos, un poco más hacia arriba en las proximidades de los cráteres, encontrarán abundante cantidad de speatter, que vienen a ser como salpicaduras de lava proyectadas por el volcán en sus explosiones. Volcanes del tipo de La Encina, de gran explosividad, poseen esta característica.

Foto del autor. Acumulación de productos lávicos, bastante meteorizados, en las proximidades del cráter del volcán La Encina. Poseen aspecto terroso, tobáceo, aunque también contienen piroclastos y spatters.

Ejemplares de tobas volcánicas, así como otros con fractura fresca o reciente. Como hemos indicado poseen multitud de microvesículas producto de la desgasifiación de la lava formadora y de los productos volcánicos. Éstas presentan tonalidades diversas, siendo las más corrientes la gris azulada, las rojizoides, todas ellas con frecuentes incrustaciones de pequeños fragmentos de cuarcitas blanquecinas, algunos de ellas de nefelina.

Ejemplares de bloques de basalto muy alterados de aspecto terroso con menor compacidad y densidad que los bloques de basalto gris oscuro. Su textura es granulosa, muy ásperos al tacto y que tienden a teñir los dedos al contactarlos. Un gran particularidad de estos ejemplares es su elevado porcentaje de higroscopia. En uno de ellos, como puede verse, encontramos unos ejemplares de cuarcitas macladas, que se desprenden fácilmente del bloque, así como entre ellos.

Otra particularidad muy importante y que podrán observar en los volcanes Cerro Prieto, Las Pilas y La Encina, son los plastrones de lava que, primariamente, aparecen con tonalidades de color exterior e interiormente uniformes, tonalidad rojizoide y que se alejan mucho de la tonalidad gris oscura del basalto. Ejemplares bellísimos los hemos encontrado en el edificio volcánico Las Pilas, Cerro Prieto, Las Mesas, zona proximal del volcán La Encina y zonas de Las Canteras de Miró. Inducen a pensar o concluir que estos plastrones de lava vivieron por diversas circunstancias ambientales, reductoras o menos oxidantes, frenando su proceso de basaltización, como en otro lugar hemos precisado. En algunos casos su viveza de coloración rojizoide es llamativa. La mayoría de ellos son de tonalidades gris oscuro, pero en encontrado en el edificio volcánico Las Pilas, cuya fotografía viene a continuación, nos llamó poderosamente la atención y el razonamiento científico.

Esta fotografía que parece reciente, pueden ver este ejemplar. Esta lava que lo constituye debió caer en un ambiente ni reductor ni oxidante, sino neutro. Los efectos de la meteorización, sea física, química o biológica, brillan por su ausencia. Esta lava debió de enfriarse con cierta lentitud, no como si hubiera estado en la superficie, sino protegida. Las partículas cuarcíticas blanquecinas, plagioclasas cálcico-sódicas o nefelinita (nefelina) que se encuentran incrustadas en su interior, debieron solidificar para cristalizar a esos tamaños debido a un enfriamiento más lento. La lava, como hemos indicado, conserva su típica coloración rojo-anaranjada. Al remover el suelo en cuestión, este ejemplar afloró, permaneciendo en ese lugar, como digo, algo así como unos dos años. Si las superficies de dicho ejemplar llegaron a contaminarse con la tierra del suelo del entorno, las lluvias y el viento, las limpiaron, y, como es muy poco tiempo, unos dos años, dicha lava no poseía los efectos de la meteorización, que requiere de periodos de tiempos mucho más extensos y largos. La viveza de su coloración nos induce a pensar que tal ejemplar, la lava, estuvo en ese ambiente neutro, no existiendo interacción química alguna con el entorno del terreno que lo tuvo soterrado u oculto. Otros ejemplares de plastrones de lava poseen sus superficies mucho más alteradas por la meteorización, hecho que no le sucede al ejemplar en cuestión.

Por último, otro detalle textural que hemos de tener en cuenta, cuanto menos otro, es que aun dentro de la tonalidad gris oscura del basalto, encontraremos, caso de la zona proximal del volcán La Colmenilla, tonalidades grises claras, lo que nos indica de basaltos menos ricos en componentes ferromagnesianos y manganosos.

Y, ya, para concluir este apartado, hablaremos de los piroclastos, lapilli, bombas volcánicas y acumulaciones piroclásticas. En el asunto de los piroclastos, particularmente en los aparatos de génesis estromboliana y freatohidromagmática, siempre son característicos. Sin embargo, si accedemos a la zona proximal más próxima de la zona cratérica, casos de los volcanes Cerro Prieto, La Vaqueriza, La Colmenilla y La Encina, la meteorización, la erosión (viento, lluvia, nieve y hielo) y el transporte, esos conos de piroclastos, externamente, se encuentran ausentes. En parte se encontrarán subsumidos. No obstante hacia la zona más próxima a la distal encontraremos piroclastos secos en forma suelta. Pero, hay dos aparatos volcánicos, maar La Encina y La Vaqueriza, donde las acumulaciones de piroclastos húmedos son abundantes. Como sabemos los piroclastos son pequeños fragmentos de lava, cenizas, lapilli, etc., clastos incandescentes. No obstante, como ya vimos al estudiar comparativamente estos piroclastos (maar La Encina y La Vaqueriza), existen significativas diferencias. Los componentes primarios o juveniles, los parentales o secundarios y los accidentales, están presentes en las acumulaciones del maar La Encina (relieve ruiniforme), encontrándose ausentes en esta diferenciación en las acumulaciones piroclásticas de La Vaqueriza. Éstos además son de tonalidad rojizoide, mientras en el maar La Encina son de tonalidades claras. Aparte, claro está, de otras diferencias que ya especificamos y detallamos.

Foto del autor: Dos muestras de los piroclastos, la de abajo del maar La Encina, la de arriba del volcán La Vaqueriza. Puede observarse la tonalidad rojizoide más intensa en la muestra de arriba. La muestra de La Vaqueriza se agrieta más fácilmente que la muestra del maar La Encina, hasta incluso se fragmenta más fácilmente. Menor contenido cuarcítico en La Vaqueriza, ya que en el maar La Encina estas masas de piroclastos contienen zonas de cuarcitas.

3) Eruptivas.

Como ya sabemos los aparatos volcánicos del T.M. de Aldea del Rey son cuanto menos 12 (doce), abarcando tres tipos de génesis magmáticas o eruptivas: efusivos, estrombolianos y freatohidromgamgmáticos. Desde este punto de vista así podemos clasificarlos:

* Efusivos: Las Pilas, El Berrocal, Las Canteras, Las Mesas y La Cueva del Alguacil.

* Estrombolianos: Cerro Prieto, La Vaqueriza, La Colmenilla y La Encina.

* Freatohidromagmáticos: Hoya Honda, Laguna del Quino y Hoya Larga.

Esto no quiere decir que los de génesis efusiva no tuvieran explosiones, que sí las tuvieron, pero de poco calado en cuanto a su explosividad. Y esta actitud sólo al principio durante poco tiempo y escaso nivel.

4) Productos volcánicos.

Prácticamente los hemos detallado ya, pero aquí lo vamos a hacer en forma un tanto sistemática.

* Gases: Mayoritaria y principalmente vapor de agua vH2O y dióxido de carbono CO2, aunque en mucha menor proporción también ácido sulfhídrico H2S, azufre S, hidrógeno H2, nitrógeno N2, monóxido y dióxido de nitrógeno NO y NO2, etc. Esos gases son componentes del magma, aunque tanto el vapor de agua como el dióxido de carbono, también los puede adquirir el magma de zonas freáticas y acumulaciones de dicho gas carbónico. En los aparatos volcánicos de carácter explosivo (estrombolianos y freatohidromagmáticos) la cantidad de gases expulsados es muchísimo mayor, que son los causantes de esas enormes explosiones.

* Líquidos: La lava, que es el magma en superficie. Existen lavas ácidas, básicas, fluidas y viscosas. Veamos: Ácidas (ricas es sílice SiO2 + 50%, temperaturas inferiores de 1.000 ºC, viscosas y explosiones violentas, gases y piroclastos); Básicas (bajo contenido en sílice – 50%, temperaturas entre 1.000ºC – 1.200ºC, fluidas, erupciones no explosivas); Fluidas (recorren grandes distancias además del carácter básico); Viscosas (recorren menores distancias además del carácter ácido).

* Sólidos: Además de los diferentes tipos de rocas volcánicas que ya vimos en mi trabajo Dimensión vulcanológica del Patrimonio Natural de Aldea del Rey, aquí sólo vamos a detallar las diferentes conformaciones basálticas: Basaltos masivos, bombas volcánicas, panes volcánicos, lapilli, piroclastos, cenicas, esferulitas volcánicas (aerolitos volcánicos), tobas volcánicas, brechas volcánicas, aglomerados volcánicos, bloques, etc.

Foto del autor. Ejemplar de un conglomerado de basalto donde la pasta o masa cementante es igualmente de naturaleza lávica. Se aprecian en él las brechas que lo forman, así como otras motas o partículas de plagioclasas y algún vestigio de cuarzo.

Foto del autor. Fotografía de una bomba volcánica en forma de pan encontrada en las Canteras de Miró. Sus bordes suaves se deben a la conformación de la lava expulsada por los aires, atmósfera, y a los efectos modeladores de la misma.

Foto del autor. Bello ejemplar de pan volcánico de basalto, hallado junto a las coladas basálticas de dicho volcán; además por la parte o superficie en contacto con el suelo es totalmente plana. Se trata de un basalto de textura afanítica porfídica, de tonalidad gris oscuro, con algún que otro fenocristal de plagioclasas.

Foto del autor. Bloque de basalto porfídico con un xenocristal en el cual se encuentran mezclados cristales de olivino de coloración verdosa, plagioclasas y compuestos férricos del tipo de hematites u oligisto. Están incrustados como en un hueco habido en el basalto. observando esta muestra con estereomicroscopio es suficiente para distinguir perfectamente esos cristales que les hemos indicado.

Foto del autor. Pequeñas bombas volcánicas, que llamo aerolitos volcánicos, procedentes de pequeños bloques o fragmentos de lava que el volcán lanzaba a la atmósfera en las fases explosivas y que tras recorrer un espacio por la atmósfera regresaban a la tierra solidificadas. Son muy frecuentes por las laderas sur y este del cono volcánico del volcán La Vaqueriza. De ahí la forma casi esférica que todas ellas poseen. Poseen textura porfídica y cuando alguna de ellas se fractura a golpe de martillo, las superficies son lisas con ligera aspereza.

F.A. Ejemplos de lapilli muy frecuentes en la zona proximal del cono del volcán La Vaqueriza.

5) Composicionales.

Fotos del autor. Bloques de basaltos y de tobas basálticas. Su predominio de tonalidad negruzca nos hace ver la presencia de óxidos de manganeso derivados de los minerales primarios tales como los piroxenos, anfíboles, moscovita, hornblenda, etc.

Todas las rocas volcánicas poseen una composición mineral y química parecida, aunque con diferencias. Plagioclasas cálcico-sódico- potásicas, piroxenos, biotita, anfíboles, olivino, cuarzo, etc. También existen variedades de basaltos, que vimos en trabajos anteriores, que según la presencia de nefelina, militita o leucita, reciben los nombres de nefelinitas, melilititas y leucititas. En el caso de las nefelinitas la nefelina se distingue a simple vista, cuestión que no ocurre en las melilititas y leucititas, pero estas últimas se refieren a basaltos de tonalidades más claras.

F.A. Tres ejemplares fracturados de un mismo bloque de basalto, donde se puede apreciar la diferencia que existe con respecto al basalto normal, masivo, afanítico y porfídico. Estas muestras corresponden a un ejemplar de nefelinita, otra variedad de basalto donde son muy frecuentes la distribución de partículas y asociación de partículas de tonalidad blanca debido a la nefelina. También son muy frecuentes y visibles en estos ejemplares puntos brillantes debidos a la moscovita, mica blanca. Igualmente, que pueden apreciarse en la fotografía, aparecen puntos mayores y menores de color verde debidos al olivino, nefenilitas olivínicas. Estos puntos de diversos cristales se conocen como fenocristales. La palabra nefelina procede del griego “nephele” (= nube), pues cuando se echa sobre ella un ácido fuerte, HCL, H2SO4, etc., se forma como una especie de nube algodonosa o espumosa.

Foto del autor. Parte de un ejemplar de basalto que se ven en acumulación de rocas volcánicas con aspecto liso y textura afanítica porfídica. Algo que destacar con respecto, por ejemplo, a los basaltos de Cerro Prieto, es que frente a la tonalidad oscura de los basaltos de Cerro Prieto, éstos de La Colmenilla poseen una tonalidad más clara; además, mientras que en los basaltos de Cerro Prieto son frecuentes los fenocristales de plagioclasas e incluso de cuarzo blanco lechoso, en los de La Colmenilla más bien son raros. La superficie de este ejemplar parece fresca, sólo parece, pues debe ser su tonalidad producto de la meteorización, porque el corte fresco es más oscuro.

6) Edafológicas.

Aquí nos vamos a referir a los suelos volcánicos. Esta faceta la hemos estudiado en profundidad en mi trabajo Estudio orográfico- volcánico e hidrográfico de Aldea del Rey, así como en otros trabajos Dimensión vulcanológica del Patrimonio Natural de Aldea del Rey, Estudio monográfico volcánico-fitológico de la Laguna del Quino, Dos edificios volcánicos colindantes: La Colmenilla y La Vaqueriza, El especial por anómalo caso del volcán La Cueva del Alguacil, Estudio monográfico del volcán Las Pilas, etc.

Foto del autor. En esta fotografía puede observarse lo que anteriormente hemos indicado, la invasión de los terrenos por ingente cantidad de fragmento de cuarcitas, que como también hemos dicho anteriormente, no dejan ver el suelo. Esta fotografía, el suelo, está situado frente a la boca de La Cueva del Alguacil. Tonalidad clara.

Dentro de los suelos volcánicos de Aldea del Rey, todos pertenecientes a la familia de los andosoles, existen diferencias significativas. La inmensa mayoría pertenecen al tipo de suelo franco limoso, pero unos son muy abundantes en cuarcitas, otros escasos en este tipo de roca, y otros típicamente andosoles.

Foto del autor. Muestra de un suelo volcánico, invadido de fragmentos de basalto, así como otros redondeados. Su tonalidad es oscura. Propios de suelos de los volcanes Cerro Prieto, La Vaqueriza, La Encina, Las Pilas, etc. Estos fragmentos son debidos a la proyección de fragmentos de lava durante las explosiones que la mayoría solidifican en la atmósfera para luego caer.

Foto del autor. Bello ejemplar de suelo volcánico, andosol, del volcán La Colmenilla, fincas ubicadas en la ladera W de dicho volcán. Son los llamados negrizales.

Los andosoles poseen las siguientes características: gravimetría franco limosa, tonalidad de coloración marrón oscuro o negroide, óptima porosidad, buena aireación, humedad adecuada, aceptable retención de agua, equilibrada filtración, densidades aparente y real en correlato e idoneidad, etc. Como digo, pueden consultar mi trabajo Estudio orográfico-volcánico e hidrográfico de Aldea del Rey, sección III (Ensayos de laboratorio), al final del mismo.

7) Cronológicas.

No existen estudios específicos particulares y nominales sobre los volcanes de Aldea del Rey, sino que los que existen, que son muchos, han incidido, según las circunstancias, tesis doctorales, trabajos demandados por diferentes administraciones, iniciativas de Grupos de Acción Local, preferencias personales, comodidad, etc., en estudios más o menos de carácter general, muchos de ellos a nivel global del Campo de Calatrava, de zonas concretas de dicha comarca volcánica o de localidades. No obstante, hemos de destacar, con humildad, aparte de mis trabajos sobre vulcanología, y que se han editado varios de ellos, bibliográfica e informáticamente; como digo, hemos de destacar prioritariamente, el trabajo de Don Luis Alañón Flox, doctor en Historia, experto en Prehistoria, profesor de la ENED-Sede Valdepeñas y maestro- profesor del CEIP “Maestro Navas” de Aldea del Rey, sobre el estudio de la vulcanología de Aldea del Rey a nivel escolar titulado El volcanismo de Aldea del Rey: Una experiencia escolar de cuadernos de campo; referente al Proyecto K@leidos Concurso de Cuadernos de Campo Escolares “Madre Naturaleza”, con alumnos del 4º Nivel de Primaria, y donde hace un detallado y extenso estudio de toda la fenomenología vulcanológica del T.M. de Aldea del Rey. Estas iniciativas sobre vulcanología de la localidad de Aldea del Rey, y por estudiosos locales, son dignas de ser loadas. Que el ejemplo cunda.

Hoy, según se dice, y que es verdad, disponemos de la juventud mejor informada, y digo bien, informada, pues la formación es cosa bien distinta. Esta juventud está seriamente intoxicada, móviles, tables, alcohol, drogas, etc.; y, una forma de liberarse de estos tóxicos es la Naturaleza, su estudio, su disfrute, el vivir la Naturaleza. Reclamo de esta juventud, en nuestro caso Aldea del Rey, se libere, se aficione al estudio y a la investigación, que salga al campo, que lo viva, y comprobará que no echan de menos esos tóxicos, se liberará.

En la fotografía anterior portada del trabajo de Don Luis Alañón Flox, y en la siguiente una perspectiva del volcán La Encina y del maar tomada desde una de las oquedades de las acumulaciones piroclásticas ruiniformes del maar La Encina, Laguna del Quino. Esta fotografía corresponde a dicho autor, don Luis Alañón Flox. A la hora de datar cronológicamente la actividad volcánica dentro del T.M. de Aldea del Rey, hemos de guiarnos por aproximaciones y siempre tomando como referencia estudios de expertos vulcanólogos. Por lo tanto, y tomando como referencia los estudios radiométricos llevados a cabo por Ancochea Soto, 1982 y según los datos del entorno, eliminando los extremos cronológicos del Morrón de Villamayor 8,7 M.a. y del volcán Columba (Granátula de Cva.) 5.300-5.500 años, tenemos edades de 3,7 M.A para la Sª de Calatrava, de 3,4 M.a. para las proximidades del Macizo de Calatrava, de 2,8 M.a. para el volcán de Cerro Gordo (Granátula de Cva.) y de 1,75 M.a. para la zona SE de nuestro T.M. Es decir, dentro de este intervalo 3,7 M.a. – 1,75 M.a., nos quedamos con la edad cronológica del entorno de los 3,0 M.a. para la actividad volcánica dentro del T.M. de Aldea del Rey, aunque siendo un poco optimistas si así podemos decirlo, la cronología volcánica en Aldea del Rey la situamos en el intervalo de los 3,0 – 4,0 M.a.

Distribución de los afloramientos de la región central española y edades radiométricas de los mismos (según Ancochea Soto, E; 1982). Tomada del escrito documental El Campo volcánico de Calatrava.

Foto GEOVOL. Morrón de Villamayor de Cva. Este volcán tuvo varias erupciones que vienen datadas cronológicamente, siendo la más remota hacia los 8,7 M.a.

Foto GEOVOL. En la fotografía pueden observarse en color verde más intenso las coladas de lava del volcán, que in situ las pueden ustedes constatar. Igualmente, en este caso de color verde claro, el cono de piroclastos que conforman el cráter de dicho volcán, que es perfectamente accesible a pie. También, si ustedes suben al cráter, podrán comprobar que allí existe un almendro silvestre, así como una estación radiométrica, ésta visible a distancia. Su datación cronológica radiométrica llevada a cabo por el equipo de la Dra. González Cárdenas, y convalidada por el Instituto Smitchsonian de Ciencias Naturales de EEUU, es de unos 5.300 – 5.500 años, en tiempos geológicos como ayer mismo.

RELACIÓN DE TRABAJOS VULCANOLÓGICOS LLEVADOS A CABO Y QUE SE HAN EDITADO EN ESTA PÁGINA

1) Estudio orográfico-volcánico e hidrográfico de Aldea del Rey.

2) Dimensión vulcanológica del Patrimonio Natural de Aldea del Rey.

3) Estudio monográfico del edificio volcánico Las Pilas.

4) El especial por anómalo caso de “El volcán la Cueva del Alguacil”.

5) Dos edificios volcánicos colindantes: La Colmenilla y La Vaqueriza.

6) Estudio monográfico volcánico-fitológico de la Laguna del Quino.

7) Los Hervideros de Aldea del Rey: Baño Chico, Barranco y Fontecha.

8) Mi apasionado estudio del edificio volcánico de Cerro Prieto.

9) Síntesis vulcanológica: Aldea del Rey (Campo de Calatrava – Ciudad Real).

10) Ruta de los volcanes de Aldea del Rey. Un estudio de la realidad volcánica de Aldea del Rey mediante el método de investigación guiada para alumnos del II Ciclo de Educación Primaria con proyección de continuidad en Educación Secundaria. Proyecto de Investigación Vulcanológica.

FIN