New York city travel guide www.nyc-travelguide.com

Índice

NEW YORK CITY TRAVEL GUIDE...... 1 PÓNGASE CÓMODO (NYC-TRAVELGUIDE.COM) ...... 3 FORMULARIOS DE CUSTOMS AND BORDER PROTECTION...... 3

PASAR LA ADUANA...... 3 TRASLADO A SU HOTEL DE ...... 4 DISTRITOS DE NUEVA YORK: BROOKLYN, MANHATTAN Y ALGO MÁS...... 4

LAS CALLES DE NUEVA YORK:...... 5 A TENER EN CUENTA. UNOS CUANTOS DETALLES QUE NOS DIFERENCIAN...... 5 LA PRIMERA IMPRESIÓN...... 6 QUÉ HACER Y VISITAR EN MANHATTAN...... 6

ARQUITECTURA DE NUEVA YORK: LOS 10 IMPRESCINDIBLES...... 8 DÓNDE COMER...... 10 COMPRAR EN LA GRAN MANZANA...... 11 BROADWAY...... 13 42ND STREET...... 15

BRYANT PARK, EL OASIS DE TRANQUILIDAD DEL MIDTOWN...... 15 NY PUBLIC LIBRARY...... 16 . LA MAYOR ESTACIÓN DE METRO DE NUEVA YORK...... 17 CRYSLER BUILDING. BRILLO EN LAS ALTURAS...... 18 RASCACIELOS DE NUEVA YORK, UN PASEO DE ALTURA...... 19 UN PASEO ENTRE LOS RASCACIELOS DEL MIDTOWN...... 21 ROCKEFELLER CENTER...... 22 LA QUINTA AVENIDA...... 25 NACIONES UNIDAS...... 28 COLUMBUS CIRCLE...... 29 MIDTOWN...... 30 CENTRAL PARK...... 31

QUÉ VISITAR EN CENTRAL PARK ...... 31 ...... 35 UPPER WEST SIDE...... 37 HARLEM. TRAS EL CORAZÓN PÚRPURA...... 44 BROOKLYN. HAY VIDA EN EL MÁS ALLÁ...... 46 EL BRONX...... 48

YANKEE STADIUM...... 49 BRONX ZOO...... 49 NY BOTANICAL GARDEN...... 49 QUEENS, MÁS DE LO QUE APARENTA...... 49 TRANSPORTE...... 50 New York city travel guide

Póngase cómodo (nyc-travelguide.com) El viaje en avión a Manhattan dura algo más de 7 horas desde Londres, alrededor de 8 desde Madrid, 8:30 desde Barcelona o París, y 9 horas desde Frankfurt, siempre que hablemos de vuelo directo, sin escalas. Un viaje de larga duración como éste requiere el uso de ropa muy cómoda. No descarte llevar un pijama o un chandal muy ligero bajo su pantalón de vestir y cambiarse en los aseos del avión para pasar el viaje más cómodamente. Deposite la ropa y el calzado desechado en el compartimento que corresponde a su asiento. Vale la pena gastar algún dinero (será muy poco) en algún complemento para descansar, como la almohada de viaje, ... durante el vuelo lo agradecerá. En todo viaje intercontinental conviene hacer unos sencillos ejercicios para facilitar la circulación sanguínea y evitar el "Síndrome de la Clase Turista". Encontrará algunos ejemplos en las revistas gratuitas distribuidas en el propio avión.

Formularios de Customs and Border Protection

Una vez en el avión tendrá que cumplimentar dos formularios emitidos por el Departamento de Seguridad Interior (Department of Homeland Security) del Servicio de Protección de Aduanas y Fronteras de los Estados Unidos (USA Customs and Border Protection). Uno es el formulario I-94W (cada pasajero debe cumplimentar uno) y otro el 1651-0009 (sólo es necesario uno por familia). Cumplimetarlos será muy sencillo, prácticamente no necesitará ayuda. En cualquier caso, el personal auxiliar del avión le ayudará a resolver cualquier duda que se le presente. Para su comodidad, hemos rellenado por usted dos formularios. Se trata de dos ejemplos publicados como prueba, sin validez legal alguna: el impreso oficial le será entregado en el avión. Dispondrá de más ejemplares en aduana. No dude consultar cualquier duda que se le presente al efecto, tanto a la tripulación como a los agentes de aduana. . Pasar la aduana Antes de abandonar el aeropuerto será imprescindible que pase la aduana. Incluso en los días de mayor afluencia de pasajeros la espera no será tan larga como parece. Fíjese bien a la hora de ponerse en la cola y siga las instrucciones del personal del Gobierno; no le dejarán desatendido. Al llegar al mostrador de entrada tendrá que entregar al agente de aduanas la declaración que había cumplimentado en el avión. Es el impreso I-94W, el de color verde, que debe rellenar cada pasajero. El agente del mostrador le hará varias preguntas rutinarias: cuántas veces ha venido a Nueva York, cuál es el motivo de su visita, qué día se marcha, dónde se alojará, ... Tomarán sus huellas dactilares y le harán una fotografía. En el mismo acto le darán su visado de entrada, que graparán a su pasaporte y que deberá conservar hasta su salida, puesto que tendrá que entregarlo para partir. No se preocupe si no comprende bien la mecánica con estas líneas: cuando esté en la cola, fíjese en lo que hacen los agentes con los demás pasajeros. Una vez que pase el control de aduana tendrá que entregar el segundo formulario, el 1651-0009, de color azul, el que se rellena uno por familia, al agente que se lo solicite. Si tiene usted que declarar alguna de las mercancías que transporta póngalo en conocimiento de la Autoridad en este momento. Ellos le dirán qué tiene que hacer. En caso contrario, simplemente entregue su formulario. Una vez cumplidos estos trámites ya puede usted salir del aeropuerto. Traslado a su hotel de Manhattan Todos los aeropuertos tienen conexión directa en tren hasta Manhattan. No obstante, el taxi es un buen medio de transporte para cubrir la distancia que separa los distintos aeropuertos de Nueva York de su hotel. Probablemente habrá centenares de taxis aguardándole en la puerta. Espere su turno, un encargado le dirá qué coche le corresponde tomar. Le preguntará a dónde va, y bastará con que usted le indique la zona: Times Square, Upper West Side, Soho, ... El mismo encargado le escribirá en un papel -antes de subirse al taxi- el destino escogido y el precio del trayecto, tasas incluidas. Aún tendrá usted que pagar los peajes (hay que abonarlos para atravesar el Puente) y la propina. En Nueva York es obligatoria para taxis y hostelería, hasta el punto en que a veces viene incluida en la cuenta. Una vez en el taxi, ya le dará usted al chófer el nombre concreto de su hotel y la dirección exacta. Sería mejor que la llevara escrita en un papel, para evitar malos entendidos. El trayecto del JFK a Times Square oscila en torno a los 45$. El trayecto de vuela puede contratarlo directamente con su hotel. Asegúrese de que el precio de vuelta sea ajustado a la tarifa oficial. Las alternativas al taxi son el Metro y el Autobús, más económicas (alrededor de 10$ y de 20$, respectivamente) pero menos recomendables, sobre todo para viajeros no experimentados, por lo que comporta pasar las primeras horas de estancia en Nueva York cargando con el equipaje personal, cansado por el vuelo y especialmente desorientado. Mejor el taxi. Otra opción es el Supershuttle, una furgoneta con capacidad para siete personas, con un precio que ronda los 20$ por persona.

Distritos de Nueva York: Brooklyn, Manhattan y algo más

La ciudad de Nueva York está dividida en cinco Distritos, el más conocido de los cuales es Manhattan, hasta el punto en que en no pocas ocasiones se toma a la parte por el todo, cuando en realidad Manhattan es sólo una isla que se encuentra cercada por el resto de Distritos neoyorkinos. Al Norte de Manhattan se encuentra el Bronx, al Este aparece Queens y debajo de éste Brooklyn, conocido por ser la cuna de los Hermanos Marx. Por último, al sur de Manhattan encontramos Staten Island. Manhattan es el asentamiento de los rascacielos, de las grandes oficinas, las atracciones, las inmensas avenidas y, además, el hogar de unos cuantos privilegiados. El resto de barrios tiene una función principalmente residencial. Se cuentan por millones los ciudadanos que cada día se desplazan a Manhattan a trabajar desde el otro lado del río. A cada uno de los Distritos de Nueva York se les llama barrios, pero bien podrían denominarse ciudades, dada su enorme extensión. En ellos tienen su zona la creciente comunidad hispana, bien ubicada en Queens, la tradicional judía de Brooklyn o la portorriqueña del Bronx, entre otras. La isla de Manhattan está rodeada por dos ríos. Al Oeste el Hudson, que comparte con el estado de New Jersey, y al Este el East River. Ambos son atravesados por varios puentes y túneles. Las calles de Nueva York:

Orientarse en Manhattan es fácil hasta la incredulidad. Salvo en la zona Sur, el resto de la isla está dispuesta en forma de cuadrícula. Las avenidas atraviesan Manhattan en vertical, de Nore a Sur. Las calles hacen lo propio en horizontal, de Este a Oeste. La 5ª Avenida (Fith Avenue) sirve como punto de partida en la numeración de las calles. Así, las numeraciones que comienzan con “East” (Este) se sitúan a su derecha y las que lo hacen con West (Oeste), a su izquierda. Si importante es la 5ª Avenida no lo es menos Broadway, la avenida más larga de Manhattan y la única que discurre en diagonal. A su paso abre innumerables plazas e intersecciones. La más famosa de ellas es Times Square, que se encuentra en la confluencia de la Quinta Avenida con la calle 42. El llamado “Bajo Manhattan”, al Sur de la isla, es la única zona donde las calles cambian los números por nombres. Es el distrito más antiguo de la ciudad. A tener en cuenta. Unos cuantos detalles que nos diferencian.

1. La Hora Cuando llegue a Nueva York deberá atrasar su reloj 6 horas. Es la diferencia horaria entre Manhattan y la España Peninsular y Balear, Ceuta y Melilla. Si viaja desde Canarias y no varió el horario al llegar a Madrid, Málaga o Barcelona, retrase su reloj sólo 5 horas. Si sale de otros destinos, consulte el cambio horario en una web local. 2. La Temperatura En Estados Unidos la temperatura ambiental se mide en grados Fahrenheit. No se sorprenda si ve en un termómetro 71º. 0º Celsius equivalen a 32º Fahrenheit. Y por cada grado Celsius de más tendrá que sumarle 1.8º a los Fahrenheit. Pulse aquí si quiere ver un conversor de temperaturas. Puede encontrar una tabla de conversión de temperaturas en este enlace 3. Las Distancias Mientras en la Europa continental utilizamos los kilómetros en EEUU, al igual que en el Reino Unido, la unidad de medida son las millas. 1 Milla = 1.60 KM 1 Metro = 3.2 Pies 4. El Peso Olvídese de los kilos y piense en libras cuando vaya a comprar al mercado. 1 Libra = 0.4 Kilogramos 5. La Electricidad La corriente eléctrica en NYC es de 110v contra los 220v de Europa. Compruebe si sus aparatos electrónicos toleran ambos voltajes o de lo contrario podría dañarlos. Además, las patillas de los enchufes americanos son planas. Si su hotel no dispone de ellos podrá encontrarlos en cualquier tienda Duane & Reade y en multitud de comercios. La primera impresión

No se sorprenda si cuando se interne en Manhattan no puede bajar la cabeza ni un momento. Nueva York es una ciudad que mira al cielo y todo visitante le acompaña en esa vista. Pero tras unos minutos con la cabeza levantada nos daremos cuenta de que también a ras de suelo hallaremos un descubrimiento a cada paso que demos. Nueva York es un paradigma de diversidad en todos los sentidos. Decenas de razas y culturas conviven en esta ciudad. En unas cuantas manzanas podremos pasar del lujo más excesivo a la lucha por la supervivencia en un país extraño al que llegaron cientos de miles de inmigrantes, convertidos ya en auténticos neoyorquinos. En Nueva York es fácil descubrir una pequeña parte del mundo en algún rincón. Pero todo condimentado con el “american way of life” del que tanto renegamos en Europa y que tanto nos atrae en cuanto pisamos suelo americano. Prepárese para viajar decenas de veces dentro de una misma ciudad. Recorreremos Nueva York en todas direcciones para experimentar sensaciones que sólo La Gran Manzana le puede ofrecer. Financial District, Central Park, SoHo, Upper East Side, Greenwich Village, Times Square, Brooklyn, Museum Mile, Harlem... Tiendas, museos, parques, restaurantes, pero también lugares pintorescos, únicos e íntimos. Bienvenido a Nueva York. Póngase cómodo, y siéntase como en su casa.

Qué hacer y visitar en Manhattan

Todo. No se preocupe, hasta un viaje de tres o cuatro días podría resultar suficiente para conocer Nueva York, aunque conviene ir menos al menos siete días para recorrer Manhattan con la tranquilidad y en la extensión que se merece. Resulta muy recomendable comprar el City Pass. Es una tarjeta con la que tendrá acceso a seis de las principales atracciones de Nueva York:

1. El observatorio del Empire State Building. 2. Los cruceros del Circle Line. 3. El Museo de Historia Natural. 4. El Guggemheim Museum. 5. El Museo de Arte Moderno -MOMA-. 6. El Museo de Arte Metropolitano.

El pase tiene un precio de 65$ más impuestos, lo que supone un ahorro aproximado del 50% del precio oficial de taquilla. No obstante, disponer del CITY PASS le reportará una ventaja adicional: tendrá que hacer una sola cola, la de entrada, pero no la de taquilla, lo que le permitirá una mayor fluidez en su visita. Tiene una validez de 7 días a partir de la fecha en que visite la primera atracción. Ideal para las visitantes noveles. En el mapa interactivo que hemos incluido en esta web aparecen algunos de los sitios que por distintas razones consideramos de mayor interés. Todos ellos han sido visitados personalmente por el equipo de nyc-travelguide.com o por nuestros colaboradores. Las fotografías que aparecen en él son de elaboración propia. Si prefiere visitar un mapa cartográfico realizado por especialistas visite la página oficial de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (National Geoespatial-Intelligence Agency) de los Estados Unidos. De Nueva York casi todo está dicho, de manera que trataremos de no insistir en la información de la que ya usted dispone, aunque si en los detalles que desconoce. Por ejemplo, del Museo de Historia Natural baste decir que necesitará una jornada para recorrerlo entero. Y le conviene saber que tiene una entrada directa desde el Metro. Se la ofrecen la línea B, de color naranja, y la C, de color azul. La parada, que lleva el mismo nombreque el Museo, resulta muy práctica para visitarlo en algún día de lluvia intensa. El resto de información que necesita conocer la tiene usted dentro mismo del Museo, recorriendo sus salas y galerías, en (Central Park West), entre la 77 y la 81. Merece la pena visitarlo. El Museo "Intrepid" de la Navegación Aérea y Marítima (Intrepid Sea-Air-Space Museum) es muy divertido. Situado al final de la calle 46, Muelle 86, es en realidad un portaaviones utilizado por la Marina de los Estados Unidos durante la II Guerra Mundial. Dentro tiene simuladores de vuelo, pantallas de proyección y varias actividades. Hay quien olvida subir a la cubierta. Es un error, allí tienen expuestos varios aviones de guerra. Y cuando salga del portaaviones aún le quedarán por visitar un auténtico Concorde y un submarino. Fuera le espera la tienda oficial del Museo, donde podrá encontrar algunos artículos curiosos que quizás pueden ser un regalo original para su vuelta. Junto al Intrepid Sea-Air-Space Museum puede tomar el Circle Line, un barco que le llevará de excursión alrededor de Manhattan. Verá el Sky-Line de la isla desde el Hudson River. Tiene varios trayectos. Si escoge la vuelta completa podrá ver el Yanquees Stadium desde la ribera Este. Al Sur de Manhattan, en el número 33 de Liberty Street, se encuentra el Banco de la Reserva Federal de Nueva York . Allí tienen la mayor reserva de oro del Estado y, junto a Fort Knox, la mayor de los Estados Unidos. Supone el 30% de la reserva de oro de todo el Mundo. Podrá hacer el tour guiado de aproximadamente sesenta minutos de duración. Dispone de varias máquinas interactivas que le permitirán recrear el sistema financiero norteamericano y verá un film donde le explican cómo se fabrican los dólares y qué se hace con ellos tras retirarlos de su circulación. El tour le permitará conocer las interioridades del edificio y aproximarse al funcionamiento de una de las mayores economías del Mundo. Tendrá el oro al alcance de su mano y conocerá las medidas de seguridad. El tour es gratuito, pero deberá hacer su reserva anticipada por internet. Si tiene ocasión suba al Ferry que le llevará a Staten Island . No es necesario que visite la isla: la atracción es el Ferry. Desde cubierta podrá ver relativamente cerca la Estatua de la Libertad, en Liberty Island, y disfrutará de un agradable paseo en una embarcación que -quizás no lo sepa- ha visto decenas de veces en producciones cinematográficas. El trayecto es gratuito. En cualquier momento, pero especialmente a primera hora de la mañana, compre chocolate caliente para llevar y un par de Donuts en cualquier Donkey Donuts, le hará sentir como un auténtico neoyorkino. Visite la NY Public Library , en la 5ª Avenida. Puede obtener su carnet de usuario en unos minutos. El mismo personal de la Biblioteca le tomará una fotografía digital y le entregará su carnet en el acto. Con él puede disfrutar de servicios exclusivos para socios registrados. Entre ellos, acceder a internet de forma totalmente gratuita. Eso si, por tiempo limitado, para evitar la saturación del servicio y garantizar el uso para todos. Otra opción de acceder gratis a internet es visitar la sede de Times Square Alliance, obviamente en Times Square. Es un punto de información turística, con cientos de planos y mapas gratuitos, información de transportes, de obras de teatro y múltiples actividades. Una vez superado el pequeño paso de acceso, a la derecha encontrará cuatro ordenadores alineados para uso gratuito de los turistas. Probablemente la librería más conocida de Nueva York sea Barnes & Noble. Su oferta no acaba en los libros. Dispone de material de papelaría, juguetes, DVD´s, componentes informáticos y otros productos. Es un buen lugar donde elegir un regalo. Le recomendamos que la visite, aunque siempre puede comprar sus productos a través de su web. Sea prudente con sus compras, y recuerde que no todos los DVD´s pueden ser visionados en Europa. Menos conocida que la anterior, aunque igualmente recomendable, la Bauman Rare Books vende libros raros. Tal cual. Si usted quiere visitarla podrá encontrarla en el número 535 de Madison Avenue, entre la 54 y la 55. Y si de librerías hablamos, en su visita al Sur no deje de ir a Strand Books-Store. Vende libros de segunda mano, en cantidades asombrosas y a precios interesantes. Raramente un turista visita Harlem en su primer viaje a Nueva York. Una opción es contratar un tour guiado. Le informarán en su hotel. Pero puede ir directamente la calle 125, cuya visita recomendamos. Está llena de comercios, es muy concurrida y no desmerece del centro de Manhattan. En el número 55 Oeste se encuentran las oficinas de la empresa privada de Bill Clinton, el ex-Presidente de los Estados Unidos. En el 253 West encontrará el mítico Apollo Theater de Nueva York, y en el 666 West el Cotton Club. Todo en la misma calle 125, que además cuenta con su propia boca de metro de diferentes líneas.

Arquitectura de Nueva York: Los 10 imprescindibles.

Contrariamente a lo que podría pensarse desde otras partes del Mundo, especialmente desde la antigua Europa, Nueva York disfruta de una riqueza arquitectónica impresionante. Pese a ser una ciudad considerablemente joven, la cantidad y variedad de estilos que podemos encontrar en sus edificios la convierten en un referente mundial. A continuación le mostramos nuestro listado particular de edificios que destacamos por su arquitectura singular.

1. Empire State Building

350 5th Ave. con 32th Street

Uno de los símbolos inconfundibles de Nueva York. Como tantos otros mitos de La Gran Manzana, incluso antes de visitarlo por primera vez ya lo habrá visto previamente en centenares de ocasiones. Simplemente por el hecho de superar en altura al resto de edificios de Nueva York ya sería merecedor de este puesto de nuestra particular lista. Pero además, su poderosa silueta de 381 metros de altura impresiona desde cualquier punto que sea mirada. Si tiene oportunidad y las colas no le hacen desistir de su empeño, procure contemplar Nueva York desde el mirador enclavado en el piso 86. Si llega a lo alto a la hora adecuada podrá ver atardecer y podrá asistir a un hecho insólito, contemplar las distintas alturas de los rascacielos próximos de día, al atardecer y de noche. Un espectáculo en sí mismo. Inaugurado en 1931, su construcción duró poco más de un año. A esta época corresponde la famosa fotografía de los obreros sentados en una de las vigas de la estructura del Empire State, comiéndose sus bocadillos en un momento de descanso a cientos de metros sobre el nivel del suelo.

Arquitectos: Shreve, Lamb & Harmon Associates.

2. Chrysler Building

405 Lexington Ave.

Construido en 1928 por Chrysler Motors.

3. Flatiron Building

175 5th Ave. con Broadway

Considerado como el primer rascacielos de la ciudad pese a sus únicamente 20 pisos de altura. Construido en 1902 y denominado originalmente Fuller Building, su impresionante diseño triangular lo rebautizó como Flatiron (plancha). Otro de los iconos en Nueva York, aunque con menor presencia mediática que el Empire State.

4. Guggenheim

1071 5th Ave. con 89th

La obra cumbre de Frank Lloyd Wright. Uno de los edificios más sorprendentes de Manhattan, gira alrededor de su espiral frontal que sube hasta la cúpula acristalada.

5. Woolworth Building

233 Broadway con Barclay Street

241 metros de altura para “la catedral del comercio”

6. St. Patrick’s Cathedral

5th Ave. con 50th Street

La catedral cristiana más grande de USA.

7. Citigroup Center 153 East 53rd Street

8. San Remo

145 Central Park West

9. Grand Central Terminal. La mayor estación de Metro de Manhattan y, por extensión, de Nueva York y los Estados Unidos. 10. Rockefeller Center Conocido por ser uno de los símbolos del poder del capitalismo a nivel mundial, muestra su cara más amable en Navidad. El enorme abeto que cada año adorna su plaza se ha convertido en un icono de Nueva York, siempre acompañado por la sempiterna pista de patinaje sobre hielo.

Dónde comer

En cualquier sitio. Es muy corriente comer en los Delis. Son tiendas de comestible regentadas por hindúes. Se puede comer allí, aunque normalmente se pide para llevar. En Manhattan es normal que la gente coma por las calles, en las plazas o en el parque, no le de ninguna pereza hacer lo mismo, pero sea respetuoso con el entorno. Una advertencia: la comida hindú tiene muchas especias y la comida americana, en general, está condimentada con muchísima canela. Conviene no abusar de todo ello. Contrariamente a lo que pueda usted pensar, la carne de hamburguesa en Nueva York es de primera calidad. La hamburguesa típica es la del cuarto de libra. A la salida del Museo de la Navegación Aérea y Marítima, situado en el portaaviones "Intrepid", puede pasar por el Diner ubicado en la esquina de la 43 con la 11. Es la típica cafetería de película, como las de los moteles situados en mitad de ninguna parte, pero en pleno corazón de Manhattan. Es el lugar ideal para descansar después de la visita del Museo. Pida la hamburguesa de búfalo: no se arrepentirá. En el 739 de Broadway, el Cozy Soup Burguer sirve unas hamburguesas exquisitas las 24 horas del día. Si quiere probar algo exótico pruebe la comida turca en el Dervish, en el 146 Oeste de la calle 47, en pleno Times Square, quizás puede hacerlo viendo un partido de fútbol de cualquier liga europea, o vaya al Khyver Pass, de comida afgana, situado en el 34 de Saint Mark Places, en la calle 8, entre la 2ª y 3ª Avenidas. Si quiere relajar su estómago de los condimentos americanos, almuerce o cene en Tad´s Steak House . Hay unos cuantos en Manhattan, uno de ellos justo en frente de Macy´s. Son locales regentados por cubanos. Sirven carne a la parrilla, sin apenas condimento. Puede acompañarla de ensalada, piña americana o puré de patata. Sabe a gloria. El Restaurante Sylvia´s puede resultar interesante. Está en el 328 de Lennox Avenue, entre las calles 126 y 127, y sirve principalmente comida "cajun", propia de de Mississippi y, en general, de los Estados del Sur. Buena cocina en el Francisco Centro Vasco , calle 23, entre la 6ª y la 7ª Avenida. Sorprendentemente, y pese a su nombre, no sirven comida vasca, pero es igualmente recomendable. Para tomar una copa, el Penn Top Bar , un bar siutado en la terraza del piso 22 del Hotel Península, en el número 700 de la 5ª Avenida, junto a la calle 55. Una opción muy interesante para tomar algo en un hotel de categoría y con una ventaja añadida: en pocos lugares podrá hacerlo como aquí, rodeado de rascacielos. Para tomar un café acompañado de una magdalena o algún otro producto de bollería -no hay mucho más- vaya a Esperanto, un local muy pintoresco situado en MacDougal Street. Dispone de conexión a internet, aunque el usuario tiene que ir provisto del equipo. En la misma calle puede encontrar el café Wha?, un local donde tocó Bob Dylan en sus inicios. Si quiere probar algo más "fashion" y mediático entre en el Hard Rock Café o en Planet Hollywood , ambos en Times Square. Igual le gustan,especialmente si es usted algo mitómano. Ya sabe que son propiedad de varias estrellas del cine y la pasarela, y que sus paredes y vitrinas están repletas de fotografías y objetos curiosos. En cualquier caso, brindan una oportunidad para descansar en medio de Times Square, lo que es de agradecer. Chinatown está plagada de restaurantes, cualquiera de ellos es un buen sitio donde comer. Pruebe a usar los palillos. Toda la comidad italiana, en Little Italy . Probablemente, de las pocas oportunidades que tendrá para comer con mesa y mantel a precios más o menos razonables. En el resto de Manhattan encontrará de todo, pero proliferan las cafeterías. Comer al estilo europeo puede resultar un poco caro. Consulte las guías que encontrará en la recepción de su hotel, pero sobre todo no deje de curiosar por las calles. Francamente, son la esencia de Manhattan

Comprar en La Gran Manzana

Manhattan es un gran centro comercial, le sobraran opciones para gastar algo de dinero. Para su comodidad, la mayor parte de las tiendas, locales y centros comerciales que recomendamos en esta página se encuentran localizados en el mapa interactivo. Un consejo para cuando vaya paseando por Manhattan: ante la duda, párese a mirar o -mejor aún- entre; le sorprenderá qué productos puede encontrar en Manhattan. La mayor concentración de tiendas de lujo del Planeta se encuentra en la parte alta de la 5ª Avenida, aproximadamente entre las calles 42 y 60. Puede visitar Tiffany´s en el 727 de la 5ª Avenida -entre las calles 56 y 57- o comprar algunos regalos en la Disney Store , en el núm. 711, entre la 55 y la 56. Aunque si lo que quiere es ver juguetes a miles no puede perderse una de estas tiendas: FAO Schwarz, en el 767 de la 5ª Avenida, entre las calles 58 y 59 o Toys R´us, en pleno Times Square, en el núm. 1.515 de Broadway. Si quiere comprar en grandes almacenes, en la 5ª Avenida con la 49 encontrará Saks, y en el núm. 693 le espera el Takashimaya japonés, que dispone de todas las ventajas de cualquier gran centro comercial pero éste además está provisto de una buena librería. Aunque los reyes de los centros comerciales en Manhattan son Macy ´s y Bloomingdale´s. El primero está ubicado en el 131 Oeste de la calle 34, junto a la 7ª Avenida. Bloomingdale´s, en el número 1.000 de la 3ª Avenida, entre las calles 59 y 60. Ambos hacen importantes descuentos especiales para turistas. Para disfrutar de esta ventaja no olvide pedir información al personal de cada centro comercial, que le proveerá de las tarjetas necesarias para practicar los descuentos. Una alternativa muy interesante la constituye el Century 21, una Mega-Store que ofrece productos de marcas en stock, las americanas a precios sensiblemente más económicos que en Europa. Encontrará productos de Timberland, Ralph Lauren o Tommy Hilfiger a precios de auténtico saldo. Incluso aunque no le agrade probarse ropa no debería perderse el apartado de complementos. El de caballeros dispone de carteras, cinturones, calcetines o ropa interior a precios muy competitivos. El de señoras tiene bolsos, carteras, sombreros, ... En cualquier caso, no deje de visitas la zapatería, se accede por un lateral del edificio. Puede encontrar calzado de marca a mitad de precio que en Europa. Y para encontrar los productos más insospechados baje a la planta sótano. No tiene igual. Le hablamos del almacén principal, ubicado frente a la "zona cero", en el 22 de Cortlandt Street, aunque dispone de otro centro en Brooklyn, núm. 472 de la calle 86. Manhattan está jalonada de comercios de la cadena Duane Reade. Algunas de sus tiendas abren 24 horas al día, todos los días de la semana. Venden productos de cosmética y aseo personal, papelería, revistas, droguería, parafarmacia, refrescos, agua, juguetes, golosinas, .... Pruebe los chicles de canela. Cuando están de oferta, por algo más de 1$ puede comprar una docena de paquetes. No tenga prisa en consumirlos, tienen un sabor muy fuerte. Pulse en el siguiente enlace si quiere conocer la ubicación de todas las tiendas Duane Reade de Manhattan. Le recomendamos la que está en la esquina de la 40 con la 8ª Avenida, por ser una de las más grandes. Y posiblemente le quedará muy a mano. La tienda oficial de la NBA, ubicada en el núm. 666 de la 5ª Avenida, junto a la calle 53 no le dejará indiferente, tanto si le gusta el deporte como si no. Y tendrá que hacer un esfuerzo para no comprar alguno de los miles de artículos que dispensa. Relativamente cerca de allí, en el núm. 6 Este de la calle 57, junto a la 5ª Avenida y a un tiro de piedra de Tiffany, se encuentra "Nike Town ", la tienda oficial de Nike. Es monumental. Ya habrá usted leido que Canal Street es la vía principal de Chinatown. Allí encontrará un sinfin de tiendas con productos de imitación. La calidad viene acorde con su precio, pero deambular por Chinatown siempre resulta atractivo. Puede almorzar en alguno de los centenares de restaurantes de comida china que encontrará por allí, pero quizás lo más interesante será curiosear entre los mercados de productos comestibles, ... le sorprenderán. Difícilmente podrá haber visto nada igual. No muy lejos de Canal Street, subiendo hacia el Norte por Broadway, encontrará un comercio llamado Haloween Fantasy Superstore. La recomendamos encarecidamente. Tiene dos entradas, una por la calle 11 y la otra en el 104 de la 4ª Avenida. No suele salir en guías de viaje y es una pequeña joya. La reconocerá por su escaparate. No le extrañe ver al maestro Joda saltando desde una vitrina, o a una tarántula acercándose desde el techo hasta una mano gigantesca acondicionada a modo de asiento, entre cuyos dedos puede descansar algún cliente. Puede que el día que usted la visite le atienda Freddy Krueger en persona, y en el sótano, escondida entre restos humanos y muñones, una vieja bruja le pregunte qué desea. Ojo: no están disfrazados. Contenga la respiración y alerte sus sentidos: puede que este espacio que separa Broadway de la 4ª Avenida no sea exactamente un pedazo más de Nueva York. Como la anterior, hay tiendas que sólo se conciben en Manhattan. Una de ellas es "Gotta Have It!" Venden todo tipo de artículos relacionados con celebridades y acontecimientos. El parche original que llevaban cosido a su uniforme los astronautas del Apolo IX en el primer viaje tripulado a la Luna cuesta 600 $. No le decimos más: está en el 153 East de la calle 57. Algún día permítase pasear tranquilamente por el Soho, le agradarán sus comercios; y luego pruebe a perderse por las callejuelas del Sur, próximas al puerto. Tienen un encanto propio y unas tiendas pequeñísimas donde venden todo lo que usted se pueda imaginar, ... y lo que no.

Broadway

Su visita a Nueva York no será completa si abandona la isla sin haber visto ninguna de sus obras de teatro. Puede adquirir sus entradas en nuestra web, pero le recomendamos que comparece precios visitando la página oficial de cada una de las obras y que haga un consumo responsable, el precio de la mayor parte de las entradas no es apto para todos los bolsillos. Si decide hacer su compra por internet imprima la confirmación de su reserva y preséntela en la taquilla del teatro (will call), junto con su tarjeta de crédito y pasaporte, para recoger sus entradas. Es una manera segura de conseguir entradas para la obra que escoja, y probablemente la única efectiva para asegurar que tenga entrada en el día y hora y para la obra que usted haya fijado. Si su preferencia es ir al teatro pero le da igual la obra y quiere ahorrar, su mejor opción es adquirir las entradas en TKT´s, donde encontrará entradas para varias obras a mitad de precio y para el mismo día de la representación. Cuenta con dos oficinas. La primera de ellas, inconfundible, se encuentra bajo una carpa blanca en Times Square. Temporalmente ha sido trasladada al Hotel Marriot, muy cerca de allí, debido a obras que se están realizando en la zona. La segunda de las oficinas, a menudo menos concurrida, aunque atendida por menor número de personas, se encuentra en South Street Seaport, al Sur de Manhattan. TKT´s Times Square: lunes a sábado, de 3pm a 8pm. Domingos, de 11am a 8pm. TKT´s Lower Manhattan: lunes a viernes, de 11am a 6pm. Sábados de 11am a 7pm. Domingos, 11am a 4pm. Ninguna de sus oficinas admite el pago con tarjetas de crédito, sólo puede pagarse en efectivo. Normalmente, podrá encontrar entradas para el teatro en la recepción de su hotel y en algunos puestos habilitados para ello a lo largo de Manhattan. Tenga en cuenta que en ambos casos le estarían cargando comisión. Si escoge esta opción, asegúrese primero de conocer el precio real de la entrada, para evitar el pago de comisiones abusivas, o diríjase directamente a la taquilla del Teatro.

Algunas obras de teatro Musical, comedia, drama, … Broadway dispone de múltiples opciones para disfrutar de una tarde de teatro. Desde las grandes producciones a algunas representaciones casi experimentales del Off Broadway para 100 personas. Consulte la cartelera en NY Times, Time Out o en Broadway Theater Guide, que podrá conseguir en su hotel. Las funciones dan comienzo normalmente a las 20:00 (hay sesiones más pronto) y suelen descansar domingo noche y lunes. Tienen una duración de entre 90 minutos y algo menos de 3 horas, con alguna pausa intermedia. No se permiten niños menores de 4 años y está prohibido el uso de cámaras de foto y de videos, aún sin flash ni focos. Algunas funciones ofrecen traducción en español, pero aún si no domina el inglés siempre puede escoger el asistir a alguno de sus musicales más populares: Tarzán, la Bella y la Bestia o El Fantasma de la Opera son buenas oportunidades para ello porque conoce de antemano el argumento y reconocerá cada escena en el teatro sin perder el hilo de la trama. Estos son algunos de los musicales de mayor éxito en Broadway: EL FANTASMA DE LA OPERA Majestic Theater, 245 W 44th St. El musical más representado de la historia de Broadway, tras arrebatar el récord a Cats, ambas obras creadas por Andrew Lloyd Webber. Más de 7.500 funciones para esta inconfundible historia de amor ganadora de 7 Premios Tony en 1988, incluido el de mejor musical. CHICAGO Ambassador Theater, 215 W 49th St. Un clásico de Broadway, la historia del asalto a la fama de Roxie Hart a cualquier precio, al ritmo de “All That Jazz”. Creado por Bob Fosse y ganador de 6 Premios Tony WICKED Gershwin Theater, 222 W 51st St. La historia nunca contada de El Mago de OZ que narra la relación entre las 2 brujas de la película. Risas y muy buena música para este ganador de 2 Premios Tony. EL REY LEON New Amsterdam Theater, 214 W 42nd St. La versión para Broadway de la exitosa película animada de Disney. Música de Elton John/Tim Rice y destacado vestuario y decorados. AVENUE Q John Golden Theater, 252 W 45th St. La historia de los problemas de un recién graduado a su llegada a NYC, contados en clave de comedia. Premio Tony 2004 al mejor musical. RENT Nederlander Theater, 208 W 41st St. Ganador de varios premios Tony, lleva una década contando la alegre historia de un grupo de jóvenes del East Village, inspirándose en La Bohème de Puccini. MONTY PYTHON’s SPAMALOT: Shubert Theater, 225 W 44th St. Tomando como referencia la obra El Rey Arturo y Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, de Monty Pitón, Mike Nichols dirige uno de los estrenos más recientes de Broadway, con diversión asegurada.

42nd Street

METRO: líneas 1/2/3, N/Q/R/W, 7, S en Times Square - 42 St. Si la 5ª Avenida es la avenida por excelencia de Nueva York; 42nd Street es, sin duda, la calle más legendaria de Manhattan. Si en las decadentes décadas anteriores se significaba como el punto álgido, ahora nos conduce a un recorrido de contrastes. Desde el duro entorno del lado oeste, Hell’s Kitchen (la cocina del infierno), con su característica estructura de hierro de la Port Authority Bus Terminal, pasando por el toque kistch que la rodea en Times Square, con sus juegos de luces y fachadas evocadoras de otros tiempos, a algunas construcciones recientes y de dudoso gusto arquitectónico, como la sede del museo de cera Madame Tussaud, la calle 42 implica en sí misma un reconocimiento a Manhattan. Tras el desenfreno de Times Square, 42nd St. reduce velocidad inmediatamente para sumergirnos en Bryant Park, en la trasera de la New York Public Library. La enorme biblioteca nos da paso al cruce con Fith Avenue y de camino al Este, la elegante figura del Chrysler Building se acerca y anticipa un mayor nivel de calidad en el recorrido. La poderosa estructura de Grand Central Terminal contrasta con su estilizado vecino, el Chrysler Building, otro de los símbolos de Nueva York. Tras estos tesoros arquitectónicos, a los que acompaña el Ford Foundation Building, la calle 42, que dio nombre a películas y musicales, desemboca en United Nations Plaza, sede de la ONU, con su reconocible y muy obsoleto edificio central, al pie del East River, que ha sido objeto de numerosa polémica en torno a su estado de conservación.

Bryant Park, el oasis de tranquilidad del Midtown

METRO: líneas F/D/V, 7 en 42 St - Bryant Park. www.bryantpark.org www.nycgovparks.org Sólo por detrás del conocido Central Park, Bryant Park es el parque de Manhattan preferido por los neoyorquinos. Situado en 42nd St., entre 5th Ave. y la Avenida de las Ameritas, el Bryant resulta un remanso de paz a sólo unos pasos de la bulliciosa Times Square. Erigido en un lugar que antes había servido de emplazamiento para el deposito de aguas (The Croton Reservoir) y del centro de exposiciones The Chrystal Palace, su nacimiento coincide con la construcción, a finales del Siglo XIX, de la reconocida New York Public Library, con la que comparte manzana. Después de un oscuro tiempo en el que los traficantes de droga eran casi sus únicos usuarios, en la década de los 90 una sucesión de reformas y la organización de varias actividades lo rescataron como punto de encuentro indispensable para los neoyorkinos y sus visitantes. Hoy día el parque goza de una salud inmejorable, es frecuentado diariamente por quienes buscan pasar un tiempo al aire libre, ya sean ejecutivos de las oficinas cercanas, que desean abstraerse comiendo en sus agradables mesas de hierro, ya familias en jornada de diversión con los niños, estudiantes que se acercan desde la NY Public Library o grupos de jóvenes que toman el sol mientras aguardan a que de comienzo alguna actuación musical. Bryant Park, en pleno centro de Manhattan, es un lujo, y un remanso de paz para residentes y turistas, gracias a la financiación privada pese a que se trata de un espacio público.

Completo y coqueto

Pese a que la extensión de Bryant Park no es ni remotamente la de Central Park, nos permite encontrar múltiples actividades y opciones de ocio. Algunas de ellas muy útiles, como la posibilidad de conectarse gratuitamente a internet mediante WiFi en todo el recinto del parque. Dispone de juegos aptos para todas las edades: ajedrez y petanca para los mayores y Le Carrousel, un magnífico tío vivo, para los más pequeños. En verano presenta proyecciones cinematográficas al aire libre y en invierno se habilita una pista de hielo. Dispone de Kiosco de flores, punto de lectura y dos restaurantes: Bryant Park Grill y Bryant Park Cafe (este último abierto solamente en temporadas de bonanza climatológica).

NY Public Library

Edificio fastuoso y una de las principales bibliotecas del mundo

METRO: líneas F/D/V, 7 en 42 St - Bryant Park. www.nypl.org A nadie se le escapa que la Biblioteca Pública de Nueva York es, tras la Biblioteca del Congreso ubicada en Washington, la mayor de los Estados Unidos y una de las mayores del mundo. Sin embargo no es la más antigua de la ciudad, puesto que se erigió más de medio siglo más tarde que su precursora, la Astor Library. La NY Public Library, inaugurada en 1911, tuvo como propósito inicial el aglutinar el material de Astor y Lenox Libraries. Construida sobre lo que había sido el Croton Reservoir, su estilo Beaux-Arts, su escalera de mármol y los dos leones que la flanquean, obra de Edward C. Potter, convierten a este hermoso edificio en uno de los más destacados de 5th Av. Espectacular por fuera, pero también por dentro. Sus espaciosas salas de lectura decoradas con asombrosos murales hacen que merezca la pena echar un vistazo a su interior. La gran armonía entre la estructura y su funcionalidad se debe en gran parte al trabajo conjunto que realizaron los arquitectos del edificio, Carrère & Hastings, que trabajaron junto a varios bibliotecarios de la época. Como curiosidad a destacar, los dos emblemáticos leones de su entrada fueron bautizados como Lord Astor y Lady Lenox, como reconocimiento a quienes abrieron el camino de la red de bibliotecas de la ciudad. Más tarde, durante La Gran Depresión adoptaron los apodos de Paciencia y Fortuna.

El interior

Consulte el horario de apertura, ya que varía en función del día de la semana. Está disponible en su página web: www.nypl.org La biblioteca consta de tres plantas. Bajo la denominación de Humanidades y Ciencias Sociales, son estos temas los que copan la mayor parte de su espacio. Con una extensísima colección, como es lógico, de documentos históricos referentes a la ciudad de Nueva York, y también de los Estados Unidos, incluido una de los originales de la carta fundacional, firmada por sus redactores. Otras piezas valiosas son una de las Biblias originalmente editadas por Guttemberg, de las que apenas se conserva medio centenar en todo el Mundo, y un manuscrito firmado por Colón en su primer viaje a América. Como puntos más interesantes para el visitante ocasional podemos destacar la lujosa McGraw Rotunda, impresionantemente decorada, y la sala principal de la biblioteca: la Rose Main, ambas situadas en la planta superior. Pocos turistas saben que es posible utilizar gratuitamente los ordenadores de la NY Public Library para conectarse a Internet por periodos no superiores a 15 minutos en cada ocasión. Para ello es necesario estar provisto de un carnet de bibliotecario, que se expide en el acto en las propias dependencias de la NY Public Library. No obstante, si opta por sacar su propio carnet de bibliotecario recuerde que se trata de un espacio para el conocimiento y la introspección, de gran solemnidad; evite utilizarlo como si se tratara de un espacio lúdico y respete la calma que sus usuarios esperan.

Grand Central Terminal. La mayor estación de Metro de Nueva York

METRO: líneas 4/5/6, 7 TREN: MTA Metro North Railroad. Agencia Metropolitana de Transportes M.T.A. Grand Central Terminal es la mayor estación de trenes y Metro de Manhattan y una de las más espectaculares del mundo, gracias a su enorme calidad arquitectónica, alabada en infinidad de ocasiones e inmortalizada por el séptimo arte. Inaugurada en 1913 albergó los nuevos trenes eléctricos tras un periodo de construcción que se prolongó durante 10 años durante los cuales un completo equipo de arquitectos colaboraron en su diseño. El estilo Beaux-Arts, heredado directamente de Francia, dota al edificio de una enorme y suntuosa elegancia, realzada por su vestíbulo principal, el Main Concourse, y por los detalles que lo rodean, como los grandes ventanales elevados que dejan pasar los rayos del sol, creando una atmósfera onírica, perfectamente retratada en algunas de las fotografías que ilustran la historia de Nueva York. Destacadas también son las pinturas que adornan el techo con estrellas y constelaciones como protagonistas, y que tras su restauración brillan como nunca. La estación, dividida en dos niveles, conecta Manhattan mediante varias líneas de ferrocarril, siendo de esta manera una de las puertas de entrada a Nueva York. Millones de personas recorren al año sus pasillos u obtienen información en Info Booth, el característico mostrador circular ubicado justo en medio del Main Concourse. Con semejante cantidad de personas no es de extrañar que tras su inauguración los aledaños de la estación experimentaran un boom de construcciones tales como hoteles y rascacielos, a los que se tiene acceso directo desde la propia estación. Sobresale por encima de todos el cercanísimo MetLife Building (antiguo Panam). Grand Central Terminal constituye una ofrenda al visitante y una inmejorable puerta de acceso a la ciudad.

Mucho más que una estación

Una completa renovación en la década de los 90 hizo que Grand Central Terminal dejara de ser únicamente lugar de paso. Los $100 millones que se invirtieron para habilitar multitud de espacios comerciales sirvieron para que la gente se acerque hasta ella aún cuando no tiene necesidad de coger tren alguno. Sus diferentes entradas y balconadas cuentan con prestigiosos restaurantes y tiendas. Se dice que en el Oyster Bar & Restaurant se sirven las mejores ostras que pueden encontrarse en Nueva York, un mito del deporte como el baloncestista Michael Jordan eligió Grand Central para abrir su propio establecimiento, que lleva su nombre, The Steakhouse NYC, de renombre, está especializado en carnes, y en Grand Central Market podrá encontrar diferentes productos de calidad. Reputadas marcas como la del diseñador Kenneth Cole, la relojera Swatch o la dedicada a complementos y artículos de viaje TUMI, también abren sus puertas en el interior de la estación. El visitante puede hacer una visita gratuita al NY Transit Museum y su tienda, donde se repasa la historia de los más de 100 años del transporte público neoyorkino.

Crysler building. Brillo en las alturas

405 Metro: líneas 4/5/6, 7, S en Grand Central - 42 St. No deja de ser curioso que el diseño de uno de los edificios más admirados y preferidos de Manhattan esté determinado por una vanidosa competición. Pero así es. En la fiebre constructora de principios del Siglo XX, los rascacielos jugaban el papel principal. La altura, por tanto, era la protagonista y en ningún sitio se iba tan arriba como en Nueva York. El magnate de la automoción Walter P. Chrysler anhelaba que el edificio que construía en pleno Midtown llegara a ser el más alto del mundo. Pero para ello debía superar al 40 Wall Street, que también pujaba por aquel honor al mismo tiempo. La audacia del arquitecto Van Allen permitió la consecución del objetivo al incluir, fuera del proyecto, la aguja en forma de pirámide -llamada Vertex- que lo corona. Ésta fue construida secretamente en el interior del propio edificio, para que en el último momento emergiera hasta los 318 metros, 10 más que el 40 Wall St. Récord efímero, pues menos de un año después fue superado por el Empire State Building, que mantiene el honor de ser el edificio más alto de Manhattan, aunque la belleza del Chrysler perdura en el tiempo hasta llegar a nuestros días. El Chrysler Building es considerado una de las obras cumbres del estilo art decó. Los detalles que componen su fachada, como los tapacubos y dibujos, son una clara referencia y homenaje al sector del automóvil. Especialmente significativas las ocho gárgolas en forma de águila que adornan sus esquinas. Y como no, esa parte superior tan característica, recubierta de un acero especial que mantiene intacto su brillo, que simboliza las parrillas frontales de los antiguos Chrysler, y que luce a máxima intensidad con su iluminación nocturna. El edificio no cuenta actualmente con ningún observatorio (si lo tuvo en sus inicios) y únicamente es posible visitar su lobby, digno de admiración. El mármol italiano viste las paredes, y las maderas nobles de exótica procedencia decoran cada ascensor de forma singular. No hay viaje a Nueva York que no evoque al menos una imagen de esta construcción, que otorga a Nueva York un plus de personalidad.

Rascacielos de Nueva York, un paseo de altura

Entre los sobrenombres que recibe Nueva York, el de “la ciudad de los rascacielos” no responde a una mera casualidad. Con más de medio centenar de edificios que superan los 200 metros de altura y otra centena que rebasa los 150 m., Manhattan es cuna y motor de la construcción vertical. Aunque otras grandes metrópolis como Chicago en Estados Unidos o Shanghai, Hong Kong y Dubai en el exterior intentan seguir sus pasos, lo cierto es que el imaginario popular asocia el concepto de los rascacielos con La Gran Manzana. A comienzos del Siglo XX as grandes ciudades dejaron de otear el horizonte para mirar hacia arriba. Más aún en una isla como Manhattan, donde la superficie para construir empezaba a cotizarse a precio de oro. Y que mejor manera para aprovecharla, que multiplicando el mismo espacio a lo alto. Así nació, entre incredulidad y desconfianza, el Flatiron Building, que con 87 metros de altura y una arriesgada forma, supuso una revolución para su época al convertirse en el primer rascacielos de Nueva York. Con el paso del tiempo el Flatiron Building ha quedado ensombrecido ante moles que lo duplican o triplican en tamaño, aunque curiosamente no fue en los aledaños del pionero donde otras construcciones siguieron sus pasos. La mayor parte de los rascacielos de Manhattan se concentran en dos grandes núcleos: el Financial District de la parte Sur, y el Midtown, en la zona de Times Square.

Más alto

La carrera por llegar a lo más alto, donde la altura del edificio primaba sobre cualquier otra cualidad, tuvo su punto álgido en el primer tercio del S. XX. El citado y pionero Flatiron, su vecina Metropolitan Life Insurance Group Tower de 213 metros, el inigualable Woolworth de aires góticos con sus 241 m., el 40 Wall St. (hoy The Trump Building o la “Torre Trump”) con 283 m., el American International Building de 290 m., y las dos joyas de la corona: el Chrysler Building, con sus 319 m., y el imponentemente y singular Empire State Building de 381 m., son exponentes de esta “fiebre de las alturas” que se desató a inicios del S. XX. Quizá el antiguo RCA Building (hoy llamado GE Building) de 1940, con sus 259 metros que sobresalen en el Rockefeller Center, sea el último expoente de su especie, dado que el concepto de la altura por sí misma fue superado hacia la segunda mitad del S. XX.

El cristal

La llegada del modernismo cambió definitivamente el panorama de la ciudad. Tras la II Guerra Mundial, la sede de Naciones Unidas, junto al East River, inauguró la era del cristal. Construido en los 50 por un grupo de arquitectos encabezado por genios como Le Corbusier y Oscar Niemeyer, supuso un radical cambio estético, donde primaba la simplicidad y pureza de las formas. De su mano llegaron la luz y los reflejos a la gran ciudad. Cinco años después otra eminencia, Mies van der Rohe, terminaba de levantar el , adonarnando Park Avenue de tonos bronce con su perfecto cubo de vidrio. Aunque sin duda, quien se lleva el protagonismo en esta importante avenida, no es otro que el actual MetLife Building -nacido como Pan Am Building-. Su situación, alzándose en medio de la calle tras la Grand Central Terminal, lo hace visible desde múltiples puntos, papel destacado que no concuerda con su cuestionada fisonomía. A principios de la década de los 60, el One Chase Manhattan Plaza, de Financial District, construido por el prolífico estudio de arquitectura S.O.M, introducía una técnica de construcción posteriormente muy extendida, en la que la carga estructural del edificio recae tanto en el núcleo central como en la fachada, lo que permite que sus plantas no tengan columna alguna, aprovechando así el espacio en mayor medida. Este mismo sistema se usó en las dos edificaciones más tristemente recordadas de Nueva York, the Twin Towers, o las Torres Gemelas. Desde 1972, año en que se finalizó la obra, hasta 2001, cuando fueron fatídicamente derribadas, situaron el techo de los rascacielos de Manhattan en los 417 metros, divididos en un total de 110 plantas. La obra cumbre del japonés Minoru Jamasaki suponía un prodigio de ingeniería al ser los primeros grandes edificios sin utilizar elemento alguno de albañilería en su creación.

Entre el futuro y el pasado

Camino del Siglo XXI la arquitectura neoyorquina se movía entre dos aguas, la reminiscencia de los añejos inicios y las visiones futuristas. Entre estas últimas destaca el Citicorp Center con su inconfundible tejado afilado. Con su construcción, en 1977, entraba en el selecto club de los edificios emblemáticos de la ciudad, y su diseño fue reconocido como uno de los más vanguardistas del momento debido en gran parte a su original base. En el lado contrario aparece el máximo exponente del postmodernismo neoyorquino: la Sony Tower, construida en 1984 como AT&T Tower. Creada por Philip Johnson, quien también colaborara en el interior de la anteriormente citada Seagram Tower, el uso del granito para su fachada, y la cornisa estilo Chippendale, caracterizan este magnifico edificio. Otra de las obras de Johnson, gráficamente apodada como Lipstick (lápiz de labios) Building, se ha ganado un sitio entre los originales de Nueva York. Podemos añadir entre los destacados posmodernistas al complejo del World Financial Center, erigido junto al desaparecido World Trade Center, y The Bear Stearns World Headquarters, de forma octogonal y diseñado por la firma S.O.M.

Los recién llegados

Algunos de los rascacielos más llamativos de Manhattan han sido construidos en los últimos años. El renacimiento de Times Square trajo nuevos y grandes edificios. El destacable Condé Nast sobresale en el numero 4, dejando claro el porqué es uno de los edificios más premiados de los últimos tiempos. Junto a aquél, el Reuters Building y el Ernst & Young Headquarters, que homenajean al cristal. La polémica Trump World Tower, propiedad del potentado Donald Trump, ofrece con sus 262 m. de altura los apartamentos de lujo más altos de Nueva York. El actual Alcalde de Nueva York da nombre a la luminosa Bloomberg Tower, obra del argentino Cesar Pelli. Un híbrido polivalente que alberga oficinas, tiendas y viviendas. Otro complejo que no pasa desapercibido es el Time Warner Center de Columbus Circle, que está integrado por las dos estilizadas torres del exclusivo y muy selecto Mandarin Hotel, los estudios de CNN en Nueva York, una sala de conciertos, apartamentos y un completo centro comercial. By S.O.M. Por ultimo, a pocos metros del TWC Sir Norman Foster sorprende al paseante con la angulosa Hearst Magazine Tower, que obliga una vez más a mirar hacia lo alto para no perderse la singularidad de Manhattan.

Un paseo entre los rascacielos del Midtown

Duración medio día. Inicio: Times Square Final: Columbus Circle www.nyc-architecture.com www.skyscraperspage.com Iniciamos nuestro recorrido al pie de algunos de los más espectaculares rascacielos del Midtown en la parte sur de Times Square. Un buen número de grandes edificios se dan cita en este lugar. Destaca el Condé Nast Building, ejemplo de arquitectura posmoderna. Frente a él, dos bellas construcciones de forma estilizada, totalmente revestidas de vidrio: el Reuters Building y la Ernst & Young Headquarters. Tomamos 42nd St. en dirección Este. A pocos metros veremos el WR Grace Building, cuyas plantas inferiores aparecen curvadas ante nosotros. Continuamos por la 42 hasta su cruce con Lexington Ave. Estaremos en el Chrysler Building. Merece la pena detenerse en su lobby, minuciosamente cuidado. Ascendemos hacia el norte por Lexington Ave. En su cruce con 50th St. se halla el famoso hotel Waldorf Astoria, de estilo art decó. A su lado, el GE Building. Continuamos hasta la 53rd St., emplazamiento del Citicorp Center. A escasos metros a su derecha, comprobaremos cuánto de cierto tiene el apodo de “lápiz de labios”, del Lipstick Building. Volvemos sobre nuestros pasos hasta la vecina Park Ave. donde encontraremos el Seagram Building. En el cruce con 54th St. se ubica la , primer edificio de oficinas acristalado. Girando a la izquierda llegaremos a Madison Ave. Consecutivamente toparemos con el SONY Building, en 55th St. y a continuación con el IBM Building, un edificio modernista en cuyo amable jardín interior cubierto podemos sentarnos a descansar. Continuamos hasta 58th St. y a nuestra derecha descubrimos la Bloomberg Tower. La espectacular entrada del One Beacon Court (el sector residencial) merece un vistazo aparte. Progresamos por 58th St. hacia el oeste hasta alcanzar 5th Ave., donde se levanta el General Motors Building, donde podremos admirar las columnas recubiertas de mármol que recorren toda su fachada. Justo detrás del mítico Hotel Plaza, recientemente remodelado, en 57th St., el Solow Building muestra su elegancia moderna para contrarrestar el imponente estilo francés del Plaza. Continuamos por la calle 57 hasta llegar a 8th Ave., donde nos aguarda el Hearst Magazine Tower, con su cubierta dividida en triángulos. Fue el primer edificio ecológico de la ciudad, que además respeta en su base la fachada de la construcción anterior. Ascendemos por la 8ª para finalizar nuestro itinerario en Columbus Circle, al suroeste de Central Park. Allí el Time Warner Center domina la plaza desde hace escasos años. El lujoso centro comercial de su interior es sin duda un buen lugar para recuperar fuerzas. ¿Qué nos deparará el futuro? Ha pasado más de un siglo desde que la cultura del rascacielos llegase a Nueva York, y aunque hace tiempo que el factor altura no es el que prima en la construcción de los edificios, su sombra tiene visos de perdurar mucho tiempo aún. La reconstrucción del World Trade Center promete ser nostálgica y apasionante a partes iguales. Las nuevas sedes del prestigioso diario The New York Times y del Bank of America ya están en marcha. En junio de 2008 se anunció la construcción de un edificio giratorio en pleno centro de Manhattan, y se preparan interesantes proyectos firmados por nombres de referencia como los de Foster, Calatrava o Gehry. ¿Hasta donde llegaremos en el Siglo XXI? Rockefeller Center

Metro: líneas B/F/D/V Ocupa las calles 47 y 50 www.rockefellercenter.com Cuando John D. Rockefeller se interesó en el proyecto de dar una nueva sede al Metropolitan Opera House se hizo con un valioso terreno en pleno Midtown de Manhattan, que alquiló a la Columbia University. Sin embargo la Gran Depresión vario sustancialmente la idea inicial de convertir a la zona en un gran centro de ocio cultural. La Opera neoyorquina dejó de formar parte del complejo y el espacio dedicado a las artes lo ocupó un cine y el mítico y maravilloso Radio City Music Hall, por aquel entonces el escenario más grande del mundo, con más de 6.000 butacas, y que continúa jugando un papel destacado en la 6ª Avenida. El Rockefeller Center, ideado originalmente por B.W. Morris, se hizo realidad de la mano del propio John D. Rockefeller y el arquitecto Raymond Hood, quienes optaron por aprovechar al máximo económicamente el espacio. Con el RCA Building (hoy GE Building) por estandarte, otros edificios de menor tamaño fueron rodeando al robusto rascacielos. El equipo de arquitectos comandado por Hood logró ejecutar una de las obras de mayor cuidado urbanístico de los últimos tiempos. Los espacios públicos recibieron gran protagonismo, con pasarelas peatonales, plazas y esculturas. Se cuidó cada detalle al máximo haciendo realidad un sueño art decó que terminó de materializarse en 1940 bajo el nombre de Radio City, debido a que la industria de la radio y la televisión norteamericana ocupó gran parte del complejo. Pronto paso a denominarse Rockefeller Cente, en honor de quien fue su verdadero impulsor, y en la actualidad y desde su creación es uno de los puntos imprescindibles de la ciudad, situado en un lugar ideal, entre las avenidas 5ª y 6ª del Midtown neoyorquino.

John D. Rockefeller, la mayor fortuna de la historia

John Davison Rockefeller, el primero de una saga histórica de los Estados Unidos, que incluye a un Vicepresidente USA y a uno de los Directores del Banco más poderoso del país (Chase Bank), nació en Nueva York, aunque se formó en Cleveland. Fue en Ohio donde despuntó su visión de los negocios. Su apuesta por el refinamiento y transporte de petróleo, en lugar de su extracción, le llevó a crear Standard Oil, que a finales del S. XIX controlaba el 90% de las refinerías del país, lo que le valió diversas acusaciones de monopolio hasta que una sentencia del Tribunal Supremo le obligó a disolver la compañía en varias de menor tamaño, que sin embargo continuó controlando. Este magnate del petróleo amasó una fortuna incalculable, que traída a nuestros días podría superar los $200 billones. Siguiendo una arraigada tradición americana, destinó gran parte de su fortuna personal a proyectos filántropos, en este caso unidos a la educación y la salud, que incluso hoy en día persisten gracias a The Rockefeller Foundation, con sede en Nueva York. Rockefeller falleció en 1937, a la edad de 98 años, y su nombre irá ligado para siempre al de la ciudad.

El complejo El Rockefeller Center consta actualmente de 19 edificios. Originalmente lo componían 14 edificios entre 5th & 6th Aves, a los que posteriormente se añadieron cinco más al otro lado de 6th Ave. Con el GE Building como eje central, el resto de construcciones como el Eastern Airlines Building o el International Building forman un conjunto urbanístico de gran calidad. Los remates art decó aparecen en cada esquina y notables obras artísticas de grandes nombres añaden un toque de distinción. Tras descartarse Picasso y Matisse para decorar el interior del RCA Building se escogió a Diego Rivera, que incluyó en su mural una figura de Lenin que fue ocultada durante la inauguración y posteriormente destruída, siendo el español Jose María Sert el encargado de pintar el nuevo decorado. La Atlas Statue de Lee Lawrie a las puertas del International Building y una escultura de acero de un genio como Isamu Noguchi son otras de las aportaciones el Rockefeller Center brinda al arte público.

Qué hacer en el Rockefeller Center

La cadena NBC, con sede central en el Rockefeller Center, ofrece varios tours para recorrer el entramado del complejo y las propias instalaciones de la cadena, que alberga programas de gran éxito como el Saturday Night Live o el Late Night with Conan O’Brien. Si lo desea puede comprar sus entradas en la web oficial. Si desea recorrer el complejo por su cuenta no se pierda los perfectamente cuidados Channel Gardens, desde 5th Ave., que le llevarán al Sunken Garden, que le resultará familiar por la estatua de Prometeus y, si lo visita en invierno, la conocida pista de patinaje sobre hielo. Tendrá ocasión de visitar comercios tan selectos como Godiva Chocolatier, Swarovski, Christie’s, Façonnable o Movado, aunque comprar en ellos podría suponer un buen pellizco a su economía. Si se decanta por invertir su dinero en una cena especial, no existe mejor sitio que el Rainbow Room, que ofrece unas vistas extraordinarias desde el piso 65 del GE Building. Puede hacerse una idea en la www.rainbowroom.com.

Cuando se encienden las luces

No hay mejor época para visitar el Rockefeller Center que la Navidad. En estas fechas la luz y el color invaden el complejo, con el famoso árbol de navidad colocado a pies del GE Building como protagonista absoluto. Este inmenso abeto noruego, iluminado con miles de bombillas y coronado con una estrella Swarovski, brilla sobre la pista de patinaje de Rockefeller Plaza provocando una imagen muy reconocible de Nueva York. El encendido del árbol tiene lugar en la última semana de noviembre, dando el simbólico inicio a las fiestas navideñas.

Top of the Rock

Entrada: 30 Rockefeller Plaza Precio: $17.50 www.topoftherocknyc.com No tiene la solera del mirador del Empire State, pero el Top of the Rock, el observatorio del Rockefeller Center, nada tiene que envidiar a su homónimo, de hecho, tiene una ventaja del que carece su “rival”, … desde el Top of the Rock puede verse, erguido como un coloso, cálido y confortable, el Empire State. Situado en lo alto del GE Building, el más sobresaliente de los edificios que componen el complejo, y con un tamaño de 259 m., Top of the Rock fue inaugurado en noviembre del año 2005. Si lo comparamos con el Observatory del Empire, las vistas que tenemos de Manhattan desde uno y otro son fantásticas, y no difieren en exceso. Tan sólo las lógicas variaciones de perspectiva que producen las casi 20 manzanas que los separan, y un par de detalles más: evidentemente desde el Observation Deck podrá gozar de una impresionante vista del Empire State Building. Y Central Park desde el GE Building es mayormente perceptible. Pero en cualquiera de ambos casos obtendrá una completa panorámica de la ciudad. Si ya ha subido al Empire le apetecerá probar con el Top of the Rock, y si no se ha estrenado con ninguno, quizá una buena opción sea subir al primero de día y al segundo de noche.

Sobre el terreno

El Observation Deck de Top of the Rock, en el piso 70 del General Electric Building, consta de tres alturas diferentes para captar de manera inmejorable las panorámicas en todas las direcciones. Además, los cristales de seguridad que bordean el nivel inferior permiten gozar sin obstáculo visual alguno del espectáculo que aparece ante nuestros ojos. Su reciente apertura dota a esta atracción de la tecnología y las comodidades más avanzadas. De esta manera su visita se hace más agradable para el público en general y especialmente a aquellas personas con alguna discapacidad. Además de disfrutar de sus impagables vistas puede deleitarse con un completo recorrido en imágenes que repasa la historia del Rockefeller Center. Las fantásticas obras de cristal de Swarovski, patrocinador oficial, que adornan el interior del edificio, y los ultrarápidos ascensores convertidos en un espectáculo de luces son otros de los detalles que amenizan la visita.

Algunos datos más

La única entrada a Top of the Rock se encuentra en el 30 Rockefeller Plaza, en W 50th St. Abierto todos los días del año, desde las 08:00 am, hasta medianoche, el último ascensor sube a las 11:00 pm. Puede adquirir sus entradas en la web oficial, si bien las colas de acceso actualmente no son comparables a las del Empire.

La Quinta Avenida

Líneas de Metro en 5 Ave: • N/R en 59 St, • E, F, en 53 St, • 7, en 42 St - Bryant Park, • N/R, en 23 St

¡Cuántos de nosotros habremos oído hablar de la Quinta Avenida antes siquiera de pensar en Nueva York! Esta enorme arteria, cuya longitud supera los 7 kilómetros, inicia su recorrido de contrastes en Washington Square Park, hacia el Sur, para morir en el extremo Norte de la isla, en el East River a su paso por Harlem. Fifth Avenue parece transformarse a cada paso. El carácter auténtico de Nueva York se ve representado a la perfección por esta avenida, que nace rodeada de los jóvenes universitarios en su parte Sur, para después abrirse a los turistas con ansias consumistas en el Midtown, reclamar un poco de paz al borde de Central Park entre mansiones y saludar a los más desfavorecidos de Harlem al final de su camino. Una de las ilusiones más repetidas del visitante a Manhattan es la de pasear arriba y abajo por la mítica Quinta Avenida. Aunque quizá no sepa que entre el bullicio del permanente trafico va a encontrar una buena cantidad de puntos turísticos que abarcan todos los ámbitos: el cultural de NY Public Library, del Museum Mile o el MOMA; el arquitectónico con gran número de edificios de todos los estilos; el espiritual de St. Patrick’s Cathedral y Marble Collegiate Church; el representativo del Empire State y Central Park; el de los negocios con el complejo de Rockefeller Center; y el más comercial de grandes almacenes como Saks Fifth Avenue, Lord & Taylor y las boutiques de las más importantes marcas internacionales. Fifth Avenue tiene mucha importancia en la vida de la ciudad. En ella converge gran número de puntos de interés, pero además es la línea que divide la ciudad en los sectores Este y Oeste. El número de cualquiera de sus calles se nombra como Este si se encuentra al Este de 5ª Av., y como Oeste si se encuentra al Oeste de ésta.

Los contrastes de la Quinta Avenida

El transcurrir de Fifth Ave. a lo largo de gran parte de la isla de Manhattan es de lo más diverso. La sombra que sobre ella proyectan los edificios varía en centenares de metros con sólo cruzar la calle. Los más de 300 m. del Empire State Building frente a los apenas 30 de las construcciones colindantes. Diferencias de tamaño y de estilo. Porque en nada se parece el gótico de la soberbia St. Patrick’s Cathedral, la iglesia católica más importante del país, situada en la esquina de 50th St., con el lujo desmedido y un tanto kitsch de la Trump Tower, con un interior impregnado en oro y mármol rosa, a escasas manzanas de distancia.

Diferentes ritmos

Tantos kilómetros dan mucho de sí para que podamos movernos entre ambientes completamente distintos. El inicio de Fifth Avenue, bajo el Washington Arch, está marcado por el carácter juvenil y rebelde que imprimen la NY University y el Village. Antiguos edificios industriales reconvertidos en viviendas u oficinas. En los alrededores del Flatiron, la Quinta recuerda un pasado lleno de la elegancia de Ladie’s Mile y sus tiendas de moda. Un protagonismo del que se apodera a su paso por el Midtown, donde el frenético ir y venir de compradores se ve satisfecho por la gran variedad de ofertas a su disposición. Un trasiego que vuelve a imponer una pausa al acercarnos a Central Park South. Calesas de caballos rodean el Plaza Hotel, y la Grand Army Plaza nos invita a sumergirnos en Central Park. Rodeada de la naturaleza a un lado y de mansiones al otro, Fifth Avenue asciende lentamente al encuentro cultural de Museum Mile. El Metropolitan Museum retoma el recuerdo turístico, el Guggenheim propone un fogonazo de luz, la Quinta pasea en el sector residencial de la ciudad y se acaba perdiendo en Harlem entre sonidos de hip/hop.

Los escaparates de la quinta avenida

Saks Fifth Avenue, Bergdorf Goodman y Lord & Taylor son los grandes almacenes históricos de la Quinta Avenida. Todos ellos superan un siglo de existencia. Lord & Taylor nació en 1826 y fue el primero de ellos en instalarse en Fifth Ave., entre la 37th y 38th St. Saks Fifth Avenue llegó en 1924 para ocupar toda una manzana entre la 49 y la 50, y cuatro años después Bergdorf Goodman escogió el antiguo emplazamiento de una mansión Vanderbilt, en 58th St, para instalarse. El lujo artesanal de sus escaparates con composiciones cercanas a lo teatral, hace que el placer de contemplarlos se aproxime al de adquirir los diseños que allí se exponen, algo al alcance de unos pocos. www.lordandtaylor.com www.saksfithavenue.com www.bergdorggoodman.com

La Quinta Avenida en Midtown, el paraíso de las compras

Si algo destaca de la Quinta en el pensamiento colectivo son sus conocidas tiendas. Pasear delante de los escaparates de firmas como Prada, Salvatore Ferragamo o Gucci puede resultar interesante. Mención especial merece el reciente flagship store de Louis Vuitton en 57th St., un enorme espacio de varias plantas cuya cubierta fue diseñada por el japonés Jun Aoki y que destaca con su minimalista belleza. Los amantes del baloncesto tienen una cita inexcusable en el NBA Store, donde comprar todo tipo de artículos relacionados con este deporte o curiosear entre los objetos originales de las estrellas de “la mejor liga del mundo”. En Fifth Av. hay tiempo para mirar y comprar. Si su bolsillo no acepta las mayores exigencias siempre podrá optar por opciones más económicas. Como las de Banana Republic, Zara, Armani Exchange o Abercrombie & Fitch, que inauguró esta tienda en 2006. Los más pequeños disfrutarán en Disney Store y sobre todo en FAO Schwarz, la famosa juguetería donde Tom Hanks tocaba el piano con los pies en la película Big. Al lado de ésta se encuentra el subterráneo nuevo Apple Store de Manhattan, al que se accede por un gran cubo de cristal. Los grandes almacenes japoneses Takashimaya son una buena opción para encontrar objetos que se alejan de los recuerdos más típicos. Tyffany’s y Cartier representan mejor que nadie la elegancia de la parte alta de Fifth Ave. La espléndida sede de Cartier, una antigua mansión, luce como nunca en navidad. Los escaparates de Tyffany se ven atestados de turistas en busca de su foto a lo Audrey Hepburn.

Naciones Unidas

Metro: líneas 4/5/6, 7 en Grand Central Terminal. www.un.org/spanish En 1st Avenue con 46th St. junto al East River, la donación por parte de John D. Rockefeller Jr. para la compra de los terrenos hizo posible que Nueva York fuese la sede escogida para albergar a la recién creada O.N.U. en 1946. Pese a estar ubicado en el corazón de Manhattan no es suelo estadounidense, sino territorio internacional perteneciente a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. Incluso cuenta con su propio servicio postal y sus sellos de correos. El edificio más sobresaliente del complejo es el Secretariat Building, diseñado por Le Corbusier. La General Assembly en el norte, y el Conference Building son otros de los destacados. Si visita su interior podrá repasar la historia mundial más reciente, así como conocer las actuaciones de las Naciones Unidas y comprender mejor la importancia de las decisiones que en ella se toman.

Visitando United Nations

HORARIO: L/V: 09:30 a 16:45 h. Fines de semana: 10:00 a 16:00 h. PRECIO: $12 para visitas guiadas.

No se admiten niños menores de 5 años. Tiene la posibilidad de realizar una visita guiada al interior de la Sede de Naciones Unidas en inglés o en español. En ella conocerá en profundidad todas las salas que componen el recinto, acompañado por las explicaciones del Guía. Incluso puede que tenga la oportunidad de presenciar alguna sesión. Además de disfrutar de las exposiciones de obras de arte recorrerá las salas mas importantes del complejo. Desde los salones del Consejo de Seguridad, a la famosa Asamblea General.

Arte mundial

Del complejo de United Nations destacamos las obras de arte que lo adornan, tanto en interior como al aire libre. Donadas de forma particular o por los Estados miembros, las obras abarcan desde murales como el ubicado en el Consejo de seguridad hasta esculturas al aire libre como la gráfica Non-Violence, regalo del gobierno luxemburgués, o el monolito Single Form, de la británica Barbara Hepworth. Columbus Circle

Metro: líneas A/C, BD, 1/2 en 59 St-Columbus Circle. www.shopsatcolumbuscircle.com No es nada sencillo encontrar un círculo en una ciudad de apariencia tan cuadriculada como Nueva York. Pero al Suroeste de Central Park surge Columbus Circle, haciendo valer la excepción que confirma la regla. Un enorme cruce que comprende la intersección de Broadway con 59th St., Central Park West, 8th Avenue y Central Park South, presidido por una estatua de Colón, quien además -aunque en su traducción anglosajona- pone nombre a esta plaza. Es el homenaje que la ciudad brinda a quien siglos atrás descubriera el “Nuevo Mundo”. Es desde este punto donde se miden las distancias que parten desde y hasta Nueva York. Columbus Circle experimentó en 2005 una completa remodelación que con la instalación de fuentes y jardines en la rotonda central y el recién inaugurado Time Warner Center, sirvió para revitalizar a este hermoso punto de la ciudad y le dio la apariencia que tiene en la actualidad. La entrada a Central Park, presidida por el Maine Monument; el lujoso Trump International Hotel and Tower con una replica de la Unisphere de Flushing Meadows a sus puertas, el vecino Lincoln Center y el próximo Museum of Arts and Design que ocupará el 2 Columbus Circle son algunos de los atractivos con los que cuenta.

Museum of Arts and Design

Situado en el núm. 2 de Columbus Circle, el Museo de Arte y Diseño de Manhattan ha sido uno de los Edificios más controvertidos de la isla debido a su singular diseño, que lo abocó a una profunda remodelación.

Time Warner Center

Inaugurado en 2003, el Time Warner Center es un complejo que incluye oficinas, apartamentos, centro comercial, varios restaurantes, hotel, una sala de conciertos y los estudios en Manhattan del canal de noticias CNN. Diseñado por David Childs y construido por la firma S.O.M., es hasta el momento la edificación de mayor coste económico de la ciudad. Sus dos torres de 229 metros han calado rápidamente en el paisaje neoyorquino, hasta el punto de recordar a las desaparecidas Twin Towers. The Shops at Columbus Circle, el centro comercial que ocupa el nivel inferior, acoge a firmas como Hugo Boss, Aveda, Tumi o Bose. Además, Samsung Experience le permite interactuar con los aparatos electrónicos de la marca coreana. A su lado, CNN Inside le ofrece tours para conocer a fondo el canal de noticias más famoso del mundo en su sede neoyorquina. En la ultima planta del centro comercial puede descubrir dos de los restaurantes de mayor prestigio en la ciudad: el japonés MASA y “Per Se”. Para bolsillos menos pudientes, el supermercado Whole Foods Market, ubicado en la 1a planta subterránea le ofrece una enorme variedad de productos frescos de calidad y le permite la posibilidad de conocer América por dentro, qué productos se comercializan en el país y observar algunos comportamientos curiosos. Por ejemplo, la barra situada dentro del perímetro del supermercado permite degustar gratuitamente sus productos, y las escaleras de salida se toman antes de pasar por la línea de caja. Es una muestra del legendario sentido cívico de los americanos. Los amantes de la música jazz tienen una cita inexcusable en Jazz at Lincoln Center. Un espacio único dedicado a estos ritmos, con The Allen Room, una gran sala en forma de anfiteatro griego donde el jazz se aprecia mejor viendo las luces de la ciudad. Puede obtener sus billetes cerca de la entrada principal. Time Warner Center, un lugar donde todo es poco. Las habitaciones del lujoso Mandarin Oriental Hotel se cotizan por encima de los $500. Uno de sus apartamentos fue durante años récord de venta en Manhattan, por encima de los $40 millones. Pero también es un espacio agradable por el que pasear sin gastar ni un dólar.

Midtown

El Midtown neoyorquino abarca más allá de los archiconocidos puntos que lo representan. Si la franja central se puebla de enormes rascacielos de oficinas, los márgenes de los ríos son mas proclives a residencias de pocas alturas que conforman agradables barrios por los que deambular sin rumbo fijo, curiosear en sus comercios o cenar en coquetos restaurantes a buen precio. Los alrededores del Queensboough Bridge (59th St.) son un buen ejemplo. Este robusto puente de hierro atraviesa el East River uniendo Manhattan con Queens, sobrepasando Roosevelt Island, una porcion de tierra alargada en la mitad del río, habitada por unas 10.000 personas y la que se puede acceder mediante un telesférico, desde el cual gozar de grandes vistas. Puede visitarlo en www.rioc.com En una época anterior era conocido como Hell’s Kitchen (la cocina del infierno). Ahora el barrio emplazado en el lado oeste de Midtown reniega de aquel nombre que anticipaba la dureza de sus calles sustituyéndolo por el menos identificativo de Clinton. Hell’s Kitchen significaba una zona a evitar en Manhattan. Las clases más desfavorecidas y problemáticas encontraban su hábitat en sus calles, a pocos minutos del centro. Sin embargo la velocidad de Nueva York alcanzó Midtown hace muchos años y los apartamentos, que antes tenían lo justo para sobrevivir, se reconvirtieron en residenciales de lujo. Los gánsters ya no pasean por aquí, ni los enfrentamientos entre bandas acaban en un número musical al estilo West Side Story. Quienes no alcanzan el precio de alquiler del Upper West Side encuentran más al sur Clinton, quien día a día transforma los edificios deteriorados por negocios multiculturales con gran presencia latina. La única avenida de Manhattan que cuenta con dos direcciones es Park Avenue. La mediana que la divide, con sus jardines cargados de flores, le da un toque diferenciador con respecto al resto de calles de la ciudad. Resulta un placer poner rumbo en dirección sur mientras en el horizonte aparece el elegante . La riqueza arquitectónica es especialmente singular en Park Avenue, fundamentalmente con dos obras que marcaron un punto de inflexión: el Seagram Building de Van der Rohe y la Lever House, cuyo restaurante, creado por el reputado diseñador Marc Newson consigue situarse a la altura del edificio que lo alberga. Puede echar un vistazo en www.leverhouse.com

Central Park

Si las grandes ciudades que marcaban la pauta en la vieja Europa, como París y Londres, disponían de un gran parque, Nueva York no podía ser menos. A mediados del Siglo XIX la población de Manhattan se multiplica y la necesidad de tener acceso a un recinto en el que poder escapar de la ciudad sin salir de ella era acuciante. Con la mente puesta en crear un gigantesco espacio natural, la ciudad compra el terreno en el centro de la isla. Nada menos que 4 Kilómetros de largo y 800 metros de ancho. La zona elegida no era casual, puesto que las clases más influyentes ya habían comenzado a trasladarse a la parte alta de la ciudad, pasando a residir en lo que hoy sería el Upper West Side. Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux fueron los escogidos para llevar a cabo este matrimonio entre arquitectura y naturaleza. El llamado Plan Greensward se puso en marcha en 1857. Olmsted se trajo de sus viajes por Inglaterra la inspiración inicial que sentaría las bases del proyecto. Su dedicación y respeto al paisajismo se reflejan en los diferentes entornos y en su empeño para que los diferentes vasos comunicantes del parque nunca lleguen a enturbiar su propósito de sosiego. No fue tarea nada sencilla la construcción de Central Park. Convertir el rocoso terreno original, poco afín a la vegetación, en el vergel que hoy disfrutamos supuso más de una década. Y es que trasladar miles de metros cúbicos de tierra desde Nueva Jersey, plantar más de 4 millones de árboles, crear decenas de puentes, jardines y paseos, fue tan laborioso como satisfactorio viendo el resultado final allá por 1873, cuando fue oficialmente finalizado. Pocas variaciones ha experimentado Central Park desde entonces. La llegada del automóvil en el S. XX hizo acondicionar las vías que atravesaban el parque. A día de hoy el trafico sigue estando prohibido los fines de semana, donde los residentes disfrutan de una jornada de paseo. Pero si costoso fue hacer realidad Central Park, no menos lo fue su mantenimiento. El deterioro progresivo del parque sin que nadie hiciera lo suficiente para evitarlo se prolongó hasta la llegada a la alcaldía de Fiorello LaGuardia. Y con él, Robert Moses, quien lo retornó a su esplendor y le añadió más atractivos, como zonas deportivas e infantiles. Tras la marcha de Moses, años de indefinición hasta la creación de la Central Park Conservancy, quien a partir de entonces se ocupa de su buen estado.

Qué visitar en Central Park

La enorme extensión de Central Park hace convierte en un imposible el recorrerlo por completo en una sola jornada. Para no emplear más de un día en la visita conviene marcarse un itinerario selectivo o bien entrar por cualquier rincón para regresar al término de la jornada, dando por bueno lo visto, que en ningún caso será poco. A continuación detallamos algunos de los lugares imprescindibles y los rincones que merece la pena conocer, en un paseo de Sur a Norte que bien podría ocuparnos un día entero. Haga lo que haga no olvide que ha ido a Manhattan a disfrutar, y la prioridad debe ser pasear con tranquilidad y disfrutar de sus vistas, más que el visitar cualquier punto concreto.

The Pond

Junto a la entrada por Grand Army Plaza nos encontramos con el primer lago del parque. La sombra de los rascacielos de Central Park South, como el Plaza Hotel, cae sobre The Pond, rodeado por rocas conformadas en distintas alturas. En invierno es frecuente encontrar una fina capa de hielo sobre la superficie de todos los lagos del Parque.

Wollman Rink

Tras la pista del Rockefeller Center, el sitio favorito de la ciudad para patinar sobre hielo. Desde el lado Norte se obtienen unas fabulosas panorámicas. Si viaja en invierno es visita obligada.

Sheep Meadow

Esta basta extensión de césped perfectamente cuidado se puebla en verano por cientos de personas que disfrutan del día sobre el verde. Saque su mantel de cuadros y dispóngase para el típicamente americano picnic. Puede encontrar comida para llevar en el Supermercado situado en el sótano de Columbus Circle.

The Mall

Es uno de los puntos más representativos del parque. Este paseo flanqueado por frondosos árboles, con sus interminables líneas de bancos, destaca en otoño cubriendo su suelo de hojas. Literary Walk recoge esculturas de destacados escritores, además de otras personalidades como Colón o Beethoven.

Bethesda Terrace

Atravesando The Mall llegamos a uno de los lugares que definen con mayor claridad Central Park. Bethesda Terrace & Fountain nos recuerda la gran labor de los creadores del parque, la comunión con la naturaleza de su entorno. A los pies de la doble escalera, la fuente dispone de todo el protagonismo para acabar desembocando en El Lago. Ha servido de decorado de numerosas películas y sesiones fotográficas para convertirse en un emblema aun más reconocible.

The Lake

De entre todas las porciones de agua de las que consta el parque es esta la preferida por los neoyorquinos. Destaca la belleza de sus orillas y la posibilidad de acompañar a cisnes y patos en un bucólico paseo con las barcas que puede alquilar en su extremo Este. Y todo ello sin dejar de mencionar el estilizado Bow Bridge, a la izquierda de Bethesda Fountain, el más famoso de todos los puentes con los que cuenta el parque.

Strawberry Fields

El asesinato de John Lennon dejó al mundo sin uno de sus más extraordinarios músicos. Justo enfrente del Dakota Apartment Building (72nd St.) donde vivía, y por donde le gustaba pasear, la ciudad de Nueva York le rinde homenaje con este pequeño jardín en forma de lágrima. Strawberry Fields Forever es la canción de los Beatles que le pone nombre. Su tema más cantado, Imagine, luce en el mosaico que la localidad de Nápoles donó a este espacio.

Conservatory Pond

Este pequeño estanque escorado a la derecha del parque es el lugar de reunión de los aficionados a los barcos de radio-control. Justo al Norte de éste la escultura favorita de los niños: Alice of Wonderland.

Belvedere Castle

Situado prácticamente en el centro del parque, el castillo/monumento creado por Calvert Vaux, uno de los diseñadores originarios de Central Park, ofrece unas magníficas vistas de sus alrededores gracias a su emplazamiento elevado. Junto a él encontramos el Delacorte Theater, el escenario al aire libre de forma semicircular donde durante el verano tiene lugar Shakespeare in the Park, representaciones de las obras del dramaturgo británico. Convertido ya en una tradición de Nueva York, se puede asistir gratuitamente. Al lado del teatro, Turtle Pond, de reciente creación es hogar de una fauna de lo mas variada: peces, ranas y las tortugas que le dan nombre.

Great Lawn

Es el lugar de Central Park que más variaciones ha sufrido. Comenzó siendo un deposito de agua similar al Reservoir, para ser luego convertido en la explanada de hierba actual. La polémica le acompaña en torno a la conveniencia de si instalar o no espacios específicamente deportivos. Finalmente dispone de ocho pequeños campos de béisbol. Aquí se celebran los grandes conciertos que tienen lugar en Central Park, entre los que destacan las actuaciones gratuitas de la New York Philharmonic and the Metropolitan Opera.

The Reservoir

Conocido bajo el nombre oficial de Jacqueline Kennedy Onassis, el gigantesco deposito de agua que años atrás servia de suministro para la ciudad tiene un futuro por determinar. Su perímetro es hoy en dia la mejor pista de entrenamiento para la Maratón de Nueva York. Atletas de toda condición lo recorren. Ante la inmensidad de Central Park no es difícil desorientarse. El laberinto de caminos por los que moverse es grande. Consulte los paneles de información que encontrará a lo largo del parque. No es recomendable transitarlo de noche por motivos obvios de seguridad. www.centralpark.com www.centralparknyc.org Central Park Conservancy lleva 25 años ocupándose del cuidado del parque y organizando gran número de actividades. Estas son las normas que publicita recabando la colaboración de sus visitantes: Mantenga limpio el parque. No arroje basura al suelo ni abandone desperdicios en el césped. No está permitido consumir bebidas alcohólicas, salvo que se cuente con permiso para ello. Está prohibido fumar en varias áreas del parque, como por ejemplo cerca de las zonas infantiles. Determinados espacios de Central Park están orientados a procurar tranquilidad, por lo que determinadas actividades como montar en bici o escuchar música sin auriculares no están permitidas en estos espacios. Algunos de ellos son Sheep Meadow y Strawberry Fields. Una de las iniciativas más curiosas de la sociedad conservadora consiste en apadrinar un banco de Central Park. Puede escoger su banco preferido y a cambio de $7.500, el Conservatorio se encargará de su mantenimiento de por vida y le colocará una placa con el mensaje que haya escogido. La performance monumental de carga simbólica que durante 2005 instaló el matrimonio de artistas Christo y Jeanne-Claude llenó con más de 7.000 puertas los caminos de Central Park. The Gates permaneció durante 16 días, en los que este río dorado de telas agitándose al viento sumó otro color nuevo la extensa paleta del parque. Esta espectacular exhibición es la última gran atracción visual que ha tenido a Central Park como escenario, aunque a lo largo de su historia particular ha visto pasear por sus calles a directores de cine como Woody Allen, actores como Mel Gibson o cantantes como Diana Ross. Una de los sitios favoritos de los niños es el Central Park Zoo, apostado junto a. 5 Ave. Además incorpora el Children’s Zoo dedicado específicamente a la infancia, al que pueden acceder con la misma entrada. Las estrellas son los osos polares, pero incluye más de un centenar de especies divididas en 3 categorías de hábitats. La célebre Tavern on the Green es uno de los restaurantes de mayor solera y prestigio de la ciudad. Situado dentro de Central Park, en el lado Oeste, a la altura de 66th St, su decoración navideña es mítica en Manhattan, … y también el numero de peticiones de matrimonio que se han dado entre plato y plato. Si no está muy por la labor de recorrer Central Park a pie o prefiere darse el gustazo de pasear en calesa, lo puede hacer durante todo el año. A un precio no muy económico, unos $35 la media hora. Más económico resulta el alquiler de bicicletas. Por $20 durante 2 horas o $40 todo el día resulta una manera magnífica de conocer todos los secretos del parque y aprovechar el tiempo. Consulte las Upper East Side Vs. Upper West Side Dos barrios diferentes, dos formas diferentes de pensar. Central Park parte en dos la zona alta de la ciudad y el panorama que resulta a cada margen presenta un distinto modo de entender la vida pese a su aparente cercanía. Estamos hablando de dos barrios eminentemente residenciales, cuyas atracciones turísticas se fundamentan en los centros culturales. La Museum Mile del East, frente al American Natural History Museum y el Lincoln Center del West. Sin embargo las maneras de vivir cambian en uno y otro costado, aunque en algo sí parecen encontrarse cerca: para residir en el West Side hay que ser rico, y para hacerlo en el East Side, hay que serlo aún más. Los ritmos de ambos lados del parque se mueven en frecuencias distintas. Sosegado y calmado en el lado Este, y más activo y eléctrico en el Oeste. El influjo que la categoría de Central Park imprime a ambos sectores se deja sentir en su fisonomía. Los lujosos edificios de apartamentos se alzan en primera línea, deseantes de invadir el parque. Como los célebres San Remo y Dakota del lado Oeste. Sin embargo, el Upper West Side puede presumir de otro excelente parque a orillas del Hudson: Riverside Park. Una zona verde que tiempos atrás sirvió de gancho para cautivar a prestigiosos ciudadanos en búsqueda de un lugar donde instalarse. Hablamos de dos zonas de la ciudad donde una amplia mayoría de los neoyorquinos desearía residir. Unos por calidad de vida y los otros simplemente por cuestiones de estatus. El visitante ocasional puede pasearse por unas horas entre la ostentación, en ocasiones ridícula, del Upper East Side, o la ebullición cultural del Upper West Side. El tránsito por estos sectores de Manhattan, tan extrañamente diferentes como parecidos, es una experiencia agradable para el visitante.

Upper East Side

Esta zona está considerada como la más cara no ya de Manhattan o Nueva York, sino de los Estados Unidos, incluso por encima de Beverly Hills, California. Las grandes fortunas históricas de la ciudad tienen o han tenido su residencia en el barrio. El Upper East Side comprende la parte derecha de Manhattan, entre el sur de Central Park y 96th St, delimitada por el propio parque y por el East River. Si bien el entorno que engloba las avenidas 5ª, Madison y Park sólo está al alcance de los más pudientes, existen otras zonas donde el coste de la vida es menor, y las calles próximas al río se encuentran habitadas por una clase media de poder adquisitivo. Yorkville, que fue la residencia originaria de inmigrantes alemanes y de otros países centroeuropeos, formada alrededor de 86th St., ha ido evolucionando con el paso de los años hasta convertirse en uno de los sectores más jóvenes del Upper East Side, donde puede encontrar restaurantes y clubes nocturnos a precios asequibles.

Una estampa conocida

Entre porteros uniformados, paseadores de perros profesionales rodeados por una docena de canes, niñeras de camino al colegio y chóferes en espera paciente de sus patrones, el Upper East Side ofrece una magnifica colección de edificios, que envuelven al barrio con un halo de histórica elegancia. Paseando bajo los toldos que anuncian la entrada a los exclusivos edificios de apartamentos de Fith Avenue podremos encontrarnos con notables construcciones de principios de S.XX de estilo europeo.

De mansión en mansión La Quinta Avenida, en primera línea del parque, siempre ha sido el lugar más cotizado por las mayores fortunas. En la esquina con 86th St. la mansión de Grace Vanderbilt, la gran dama de la alta sociedad neoyorquina de comienzos de siglo. Pero si hay que hablar de damas con mayúsculas, nadie en Manhattan como Jackie Kennedy Onassis. El edificio donde residió tras el asesinato de John Fitzerald Kennedy es el 1040 de de 5th Avenue. En 82th St., la Mansión James Duke da al conjunto arquitectónico un toque de color con la roja caliza de su fachada. La manzana que separa las calles 78 y 79 cuenta con dos notables construcciones. Por un lado la sede del Ukrainian Institute y antigua residencia de un miembro de la familia Whitney. Por el otro, la poderosa estructura de la mansión de James Duke, donada posteriormente a la New York University. Abandonando Millionaire’s Row, como se conoce a esta parte de Fith Avenue., un recorrido de unas manzanas al Este por 70th St. ofrece una sucesión de casas alineadas que recogen otra forma de elegancia más discreta.

La vida fuera del hogar

Los residentes del Upper East Side habitan en sus mansiones, pero hacen vida social en selectos clubes privados. El más antiguo de ellos es el Union Club, en la 69 con Park Ave., construído por Delano & Aldrich. Cercano a éste, el Metropolitan Club, en 60th St., y el Knickerbocker Club, en la 62, donde se sentaron las bases del beisbol moderno, ademas de dar nombre al equipo de baloncesto de la ciudad, los famosos New York Knicks. Los niños del barrio van al Sagrado Corazón, un prestigioso colegio emplazado en la residencia privada más grande jamás construída en la ciudad, la de Otto Kahn, en 91st St. Por último, una de las joyas del Upper East Side es el Seventh Regiment Armory, en Park Ave., el único arsenal privado del país, hoy considerado monumento nacional.

Gracie Mansion

Mirando al East River, en 88th St. se encuentra la Gracie Mansion, residencia oficial del Alcalde de Nueva York desde 1942. Construida en 1799, la casa ha tenido varios usos a lo largo de su historia. Michael Bloomberg, actual Alcalde de la ciudad, no la utiliza como vivienda particular aunque sí como centro oficial.

De compras por el Upper East Side

Se puede disfrutar de toda la elegancia del Upper East Side dando un tranquilo paseo. Evite hacer consumos innecesarios si su bolsillo no se lo puede permitir. No obstante, quizás pueda permitirse una compra en Bloomingadale’s, uno de los grandes almacenes más frecuentados por neoyorquinos y visitantes. Equipado con departamentos independientes dedicados a las mejores marcas de todo tipo de ropa y zapatos, este centro ofrece un rango de precios amplio, apto para cualquier tipo de bolsillos, y dispone de tarjetas de descuento especiales para turistas. Las caracteristicas Brown Bags (bolsas marrones) de Bloomingdale´s inundan los alrededores de Lexington Ave. y 59th St. Mucha mayor exclusividad presenta Barneys, en Madison con la 61. El considerado reino de las compras de alta costura de la ciudad ofrece un trato personalizado en cada uno de los showrooms de sus nueve plantas. El lugar preferido de los “fashion victims” más pudientes, al visitante sólo le servirá para observar de cerca uno de los estandartes de la alta costura. Madison Avenue es la calle de la tentaciones para las compras en el Upper East Side. Oscar de la Renta, Valentino, Bvlgari, Miyake, Carolina Herrera, ... Además de los archiconocidos Manolo´s, Jimmy Choo son los zapatos más deseados del momento. Los encontrará en Madison. Fuera de la alta costura, la italiana Diesel, frente a Bloomingdale’s, y el denim multimarca de Scoop, en 3 Ave. nos conducen hacia precios más terrenales. www.bloomingdales.com www.barneys.com www.jimmychoo.com

El alojamiento

Los toldos blancos anuncian la llegada al hotel más lujoso de Nueva York, The Pierre. En la 5ª Avenida, junto a Grand Army Plaza y con preciosas vistas de Central Park, además de hotel la propiedad ofrece apartamentos privados. Uno de ellos, la vivienda más costosa de la ciudad: un triplex en los últimos pisos de la torre a $70 millones, nada menos. Las habitaciones parten de “tan sólo” $600... Otro de los hospedajes con mayor tradición y solera, el Carlyle Hotel, en 76th St. con Madison Ave. www.tajhotel.com/pierre www.thecarlyle.com

Comer en el Upper East Side

El Upper East Side tiene un sabor dulce. En ocasiones empalaga, pero aquí nos estamos refiriendo a las magníficas pastelerías que se distribuyen por la zona. Serendipity 3 es el lugar donde comienza una comedia romántica protagonizada por John Cusak, y que da título al film. Pero Serendipity es sobre todo es la heladería de culto en Manhattan, donde el Frozen Hot Chocolate triunfa a diario. Está en la 60th St. con 3 Ave. www.serendipity3.com Lady M, en la 78 con Madison Ave. tiene apariencia de boutique de lujo, como suntuosos son sus postres. A $65, el celebre pastel Mille Crêpes, procedente de Japón, causa sensación. En el Upper East Side, las celebridades de la ciudad marcan en ocasiones el prestigio de los locales por encima de la calidad y variedad de su comida. Ocurre con Elaine’s, uno de los preferidos de Woody Allen, que es una institución en el lugar, en 2 Av. Y también con Coco Pazzo, donde las estrellas gustan de consumir su mezcla de comida italoamericana. Está en la 74th St. con Madison Ave. tarifas en www.centralparkbiketour.com

Upper West Side No debe de ser casualidad que el Upper West Side sea uno de los puntos más apreciados para residir en Manhattan. La combinacion de tranquilidad, servicios, respeto por la comunidad y vida social, hacen de esta parte de la ciudad un lugar ideal para vivir. Quién lo iba a decir cuando la zona era despreciada hasta la llegada, a finales del S.XIX, de la línea elevada que cubría Columbus Ave. A partir de ese momento, y con la ayuda de otras circunstancias como la construcción de los Dakota Apartments, la finalización de Central Park o la llegada de la Columbia University, el lugar experimentó un gran boom de la construcción. El Upper West Side en principio se circunscribía a la parte oeste de Central Park. Es decir, de 59th St. a 110th St. Pero actualmente tambien se considera parte del sector hasta aproximadamente 125th St., incluyendo el vecindario de Morningside Heights, hogar de la citada universidad entre otros. Fundamentado como un punto eminentemente residencial desde sus inicios, el barrio ofrece una gran variedad de residencias de diferentes formas y estilos. Destaca el entusiasmo conservacionista de la comunidad para con los edificios históricos que la comenzaron sin descuidar la atención a las nuevas construcciones. Edificios monumentales como los Dakota y San Remo, los bloques de casas conocidos como Brownstones, que usted reconocerá por su color ocre y sus escaleras contra-incendios, y tremendos bloques de apartamentos como los de Trump Place, tan diferentes todos entre sí, muestran qué variado puede ser Manhattan al Oeste de Central Park. Al margen de la fenomenal oferta de comercios de cualquier tipo que podemos encontrar, el Upper West Side es también un importante centro cultural. Alberga el Museo de Historia Natural, el Lincoln Center y la riqueza artistica de sus espacios religiosos, pero también una gran tradición como hogar de artistas de diversas disciplinas. Es uno de los espacios creativos de referencia en Nueva York.

Lincoln Center for the Performing Arts, el centro de las artes escénicas más importante del Estado Metro: línea 1 en 66 St - Lincoln Center. www.lincolncenter.org Impulsado por una figura determinante en el desarrollo del Nueva York moderno, Robert Moses, con el importante apoyo financiero de la familia Rockefeller, el Lincoln Center for the Performing Arts es un conjunto de edificios en el que confluyen hasta 12 instituciones relacionadas con las Artes Escénicas. El Centro sirvió de estímulo revitalizador de esta zona antigua y un tanto descuidada del West Side, a pocos metros de Columbus Circle. Construido entre las décadas de los 50 y 60, el centro cultural sirve como base operativa a disciplinas artísticas tan variadas como la opera, el ballet, el cine o el teatro. Los principales edificios del complejo son los que se sitúan en torno a la Josie Robertson Plaza, diseñada por Philip Johnson, con clara inspiración europea. En torno a ella, el New York State Theater, construido también por Johnson, aparece primero por la izquierda. El Metropolitan Opera House, el mayor de todos con casi 4.000 butacas, ocupa el espacio central. Y el Avery Fisher Hall, en el costado derecho, es la sede de la Filarmónica de Nueva York. El Lincoln Center, como centro docente, cuenta además con The Juilliard School en su parte Norte, y junto a ella el edificio Samuel B. & David Rose, el último en incorporarse al recinto en 1990, al margen del teatro del TWC, que acoge aulas y dependencias estudiantiles. La apariencia del Lincoln Center ha resultado magnífica desde su construcción. Sin embargo, la impresionante arquitectura traicionó el principal objeto para el que fue creado: Algunas de las principales salas inauguradas a principios de los 60 presentaban grandes deficiencias acústicas, por lo que sus promotores se vieron obligados a cerrar parte de las salas para subsanar esos problemas. Una década depués se produjo la reinauguración, incrementando el ya generoso presupuesto. Avery Fisher fue uno de los principales artífices económicos de la remodelación y como reconocimiento, el Philarmonic Hall pasó a llamarse Avery Fisher Hall. Desde dentro El vibrante Upper West Side lo es entre otras cosas por los múltiples perfiles sobre los que se asienta. El rudo y castigado de la vertiente sur que linda en lo que antes se conocía como Hell’s Kitchen, hoy Clinton. El flirteo aristocrático de Central Park West. La calma familiar de Morningside Heights. El trasiego en torno a la vida social de Columbus Ave. Los recién llegados profesionales que ocupan Riverside South. Muchos pequeños barrios diferentes pero con el lado Oeste como denominador común ineludible. Porque el estilo West Side lo invade todo, envolviendo de amabilidad la libertad de cada uno para vivir a su manera. Nos harían falta unos cuantos días para descubrir cada uno de los entresijos del lado alto Oeste de Manhattan, pero nos conformaremos con entender los principios fundamentales que nos explican algunos de sus rincones más representativos. Así que nos echamos a la calle, la forma auténtica de vivir el Upper West Side, para conocerlo paso a paso, con los diferentes ritmos que nos iran marcando sus calles a medida que cambiemos de entorno. Brownstones Su nombre deriva del granito marrón en el que generalmente están construidas. Y posiblemente tras los rascacielos sean las edificaciones que mejor definen a Nueva York, junto con las fachadas pobladas de escaleras de incendios. El Upper West Side presenta una bella selección de Brownstones de 1890. Sus identificativas escaleras de entrada alcanzan aquí su cenit decorativo. Largas filas de estas casas de cuatro o cinco alturas, pertrechadas detrás de árboles, que podemos encontrar entre las avenidas Central Park West y Columbus, conforman una zona residencial de categoría, dominada por una tranquilidad muy apreciable en Manhattan. Central Park West Discurriendo a la izquierda de Central Park desde Columbus Circle, esta avenida contiene algunos de los edificios más reconocidos del Upper West Side. Gran parte de Central Park West está catalogada como distrito histórico debido a esas obras arquitectónicas de enorme valor que la forman. Construidos en diferentes estilos, desde finales del S.XIX hasta entrados los 30, pero con referencias constantes al estilo europeo, con preferencia por el neoclasicismo italiano. La hilera de grandes edificios de Central Park West es constante en su calidad. Algunos son centros culturales y religiosos. Como el Museo de Historia Natural, o la Sinagoga Sefardí construida por españoles y portugueses, en 70th St., del año 1897. Tambien la New York Historical Society, instaurada en 1804, siendo el museo más antiguo de la ciudad. Pero sin duda los protagonistas de esta avenida de dos direcciones (una rareza en Manhattan) son los edificios de apartamentos. Sobresalen por encima del resto los cuatro caracterizados por finalizar en dos torres gemelas. Primero llegó el San Remo, y después, casi al mismo tiempo, los Majestic, Century y Eldorado, que a diferencia de su predecesor se inclinan por el Art Déco. Aunque si dos torres no le parecen suficientes, el fabuloso Beresford tiene tres. La población ha rebautizado el número 55 de Central Park West como Ghostbusters Building, el edificio de los Cazafantasmas, ya que su afilada apariencia Art Déco, sirvió de decorado para la popular película protagonizada por Bill Murray. Dakota y San Remo apartments En 1884, año en el que se construyó, se consideraba que estaba tan apartado del centro de la ciudad como el Estado de Dakota. De ahí su nombre. Hoy en día es uno de los edificios de apartamentos más valorados de Manhattan. Se cuenta que la Comunidad de Propietarios debe dar el visto bueno para aceptar nuevos propietarios, filtro que, según cuentan, no pasó ni el propio Antonio Banderas. Los Dakota Apartments de 72nd St. han visto pasar a buen número de celebridades. Sin duda la más tragicamente conocida fue John Lennon, asesinado a las puertas de este edificio, donde sigue residiendo su esposa. Sólo dos manzanas al Norte se encuentra una de las más bellas construcciones de Nueva York, los apartamentos San Remo. Diseñado por Emery Roth, las dos torres que se alzan desde el piso 18 son su principal rasgo identificativo, dando pie a otros edificios levantados con posterioridad. El último, el Time Warner Center. Las estrellas también han sido cautivadas por el estilo Neoclásico del San Remo. Allí reside Dustin Hoffman, e hicieron lo propio Bruce Willis y Demi Moore cuando eran matrimonio, y el fundador de Apple, Steve Jobs. No cuestan menos de $25 millones de dólares. Adentrándonos en el Upper West Side Tras perder de vista Central Park podremos seguir contemplando una gran selección de edificios residenciales. Las ya reseñadas anteriormente Brownstones, pequeñas joyas que en nuestro recorrido hacia el Oeste descubriremos entre Central Park West y Columbus Ave. Al llegar a Broadway nos esperan algunos de los edificios más reconocidos del barrio. En la esquina con 71st St. aparece imponente el Dorilton. Acusado al construirse de hacer gala de una ostentación recargada, hoy en día es un monumental edificio de apartamentos enormemente valorado. En un maremagnum de estilos que pasan del Beaux-Arts al Rococó, el Dorilton recoge su línea arquitectónica de la ornamentación parisina, creando un conjunto apabullante. En el número 2109 de Broadway, el Ansonia reclama la atención que merece uno de los edificios de mayor elegancia de Nueva York. Erigido como hotel en 1904, desde 1992 alberga apartamentos en condominio. Por sus habitaciones pasaron leyendas como el mítico jugador de los Yankees Babe Ruth. El Ansonia comparte con el Dorilton el estilo parisino de sus detalles. Como curiosidad, fue el primer hotel de la ciudad en disponer de aire acondicionado. El último sector urbanizado del West Side, es el conocido como Trump Place. Entre 59th y 72nd St. el magnate más popular y controvertido de la ciudad, Donald Trump, se hizo con los terrenos propiedad de la compañía ferroviaria NY Central, para construir edificios de apartamentos. Pero en una de sus habituales bancarrotas, Trump tuvo que recurrir a inversores de Hong Kong, aunque el complejo mantuvo el nombre de su megalómano promotor. Riverside Park El hecho de que los responsables de su diseño sean los mismos que los de Central Park es suficiente garantía como para que merezca una visita. Riverside Park reposa junto al Hudson River a lo largo de más de 6 Kilometros (de 72nd a 158th Sts.) acompañando a la serpenteante Riverside Drive. Frederick Law Olmsted hizo realidad una primera version del parque en 1875, sirviendo de esta manera para aumentar considerablemente el prestigio y valor de la zona. Posteriormente se fueron añadiendo nuevas secciones, junto con zonas recreativas. Entre ellas la expansión hacia el norte realizada por Robert Moses, siguiendo la nueva Henry Hudson Parkway. El bulevar tambien ha crecido por el sur, hasta 59th St., escoltando como espacio verde al complejo residencial Trump Place, en lo que se conoce como Riverside Park South. El Parque contiene numerosas esculturas y monumentos, pero dos sobresalen por encima del resto: Soldiers and Sailors Monument, en 89th St., dedicado a los combatientes en la Guerra de Secesion; y el General Grant National Memorial, el mausoleo donde reposan los restos de Ulysses S. Grant, presidente de Estados Unidos. Riverside Park convierte al Upper West Side en un lugar privilegiado en Manhattan, al estar flanqueado por los dos mejores parques de la ciudad. Un espacio fantástico para relajarse, practicar deporte y disfrutar de la naturaleza mirando al Hudson. Al otro lado de la pantalla El Upper West Side ha servido de escenario natural para multitud de películas y series de televisión, de donde ha salido reforzada su fama como cuna de artistas, en una estrecha relación con todo tipo de expresión cultural. Si hay una película en la que la parte alta Oeste de Manhattan se ha sentido protagonista, esa es “Tienes un e-mail”. Prácticamente todos los puntos más representativos del West Side aparecen en la comedia romántica de Nora Ephron, que cuenta Tom Hanks y Meg Ryan en los papeles principales. El personaje interpretado por Meg Ryan es dueño de una pequeña librería cuya existencia se ve amenazada ante la llegada de una megatienda, propiedad de una gran cadena de librerías, de quien es responsable Tom Hanks. Emerge de esta manera el activismo conservacionista del que siempre ha hecho gala el barrio. La relación cercana de los negocios de toda la vida que fomentan la comunidad frente al trato impersonal de las grandes corporaciones es en realidad un elemento más dentro del Upper West Side, que ha sido testigo de esta situación en gran cantidad de ocasiones en la vida real. La librería en la que se inspira The Shop Around The Corner (título del film original de Lubitsch, del cual éste que comentamos es un remake) en la película es The Corner Bookstore, que curiosamente no se encuentra en el West Side sino en el 1313 de Madison Ave. Si que lo estaba Shakespeare & Co., en 81th St., pero tuvo que cerrar ante la apertura de la enorme tienda de Barnes & Noble, una manzana al norte, que en principio no contó con la aprobación de los vecinos del barrio. El paralelismo con la realidad es evidente. www.cafelalo.com www.zabars.com www.hhbagels.com El local que se ve en la película es la tienda de antigüedades Maya Schaper Cheese and Antiques, situado en 106 W 69th St. La historia acaba con final feliz, que llega en Riverside Park. Antes habían pasado por el delicioso Cafe Lalo, 201 W 83rd St, con su gran surtido de postres. Se dice que los mejores perritos calientes de Nueva York se comen en Gray’s Papaya. De esa opinión era también Matthew Perry (Chandler en “Friends”), en la película “Sólo los Tontos se Enamoran”, donde aparecía obsesionado con los hot- dogs que sirven en el cruce de Amsterdam Ave. y Broadway. Abre 24 horas, de manera que puede escoger cualquier momento para degustar un perrito caliente al más puro estilo americano y por sólo un par de dólares. Cuando Jerry, George, Elaine y Kramer no estaban en el apartamento de Seinfeld, normalmente se encontraban en el Monk’s Cafe. Aunque la realidad es que se llama Tom’s Diner y se encuentra en Broadway con 112th St. La serie sólo tomó prestada la fachada, puesto que el interior era un enorme decorado. Podrá comprobarlo en cuanto entre a Tom´s Diner. Los protagonistas de otras series de televisión también tuvieron su hogar en el Upper West Side. Hill & Grace vivían en el 155 de Riverside Drive, y dos de las protagonistas de Sexo en Nueva York residían igualmente en esta parte de la ciudad. En un barrio con tanta presencia judía es lógico encontrarse con sus negocios. El gigantesco ultramarinos Zabar’s de 1934, en Broadway con la 80, es enormemente popular. Tanto como el judío más famoso de la ciudad, Woody Allen, quien lo inmortaliza en la inolvidable Manhattan, aunque es conocido que el director neoyorkino tiene su residencia en el otro lado de Central Park, en el Upper East Side. Justo frente a Zabar´s puede encontrar H&H Bagels, el mayor productor de estos panecillos redondos que también podrá encontrar en cualquiera de los centeneras de puestos ambulantes que salpican Nueva York. H&H ha aparecido en multitud de producciones audiovisuales. Morningside Heights El vecindario de Morningside Heights se encuentra a medio camino del Upper West Side y South Harlem (denominado actualmente como SoHa o Harlem blanco). Se extiende desde 110th a la 125th Sts. en la franja más Oeste de Manhattan. Este sector de la ciudad viene marcado por los importantes centros educativos y religiosos que son recogidos en tan limitado espacio. Destaca por encima de todos la Columbia University, a la que se suman la Cathedral of Saint John the Divine, la Tumba del General Grant y la Riverside Church. El carácter juvenil de la universidad impregna la parte central del barrio, junto con el desenfado habitual del cercano Harlem, a sólo unos minutos de distancia. Sin embargo Morningside Heights es reconocido también por ser uno de las zonas residenciales con mejor caché de la ciudad, principalmente Riverside Drive, donde los edificios de apartamentos poco o nada tienen que envidiar al de los mejores puntos de calidad. El boulevard camina en paralelo al Hudson River, conformando un gran escenario junto a los parques cercanos. La Generación Beat de los 40 y 50 encontró aquí su refugio natural, en este reducto de intimidad, alejado de las masificaciones propias de la ciudad. El barrio ha contado con huéspedes ilustres, algo lógico si se entiende que gran parte de ellos se formaron en la Columbia. La pintora Georgia O’Keefe o la actriz Uma Thurman, cuyo padre era profesor en la Universidad, son sólo una muestra de ello. Dos de las más grandes solistas americanas pasaron su infancia en el barrio: Fiona Apple y Suzanne Vega, conocida por su cancion Tom’s Diner, en el cruce de Broadway con la 112 St. General Grant Nacional Memorial Ulysses S. Grant es el único presidente de los Estados Unidos que enterrado en Nueva York. El mausoleo en el que descansa junto a su esposa se encuentra en el interior de Riverside Park, en su parte norte. Ejecutado en mármol y granito, su diseñador se inspiró en el celebre Mausoleo de Halicarnaso, dotándolo de líneas clasicas. Los 46 metros de altura la convierten en la tumba más grade del país. El interior del mausoleo está decorado con mosaicos que recuerdan algunos momentos de sus batallas. En el exterior aparece inscrita su mítica frase: “tengamos paz”, aparentemente contradictoria para haber sido una de las figuras más importantes de la Guerra Civil americana. Ulysses S. Grant fue el 18º Presidente USA. Más de un millón de personas asistieron a su funeral. La tumba fue remodelada en 1997 ante las amenazas de sus descendientes de trasladar los restos de Grant debido al mal estado en que se encontraba. Columbia University Metro: línea 1 en 116 St-Columbia University. www.columbia.edu Columbia forma parte de la Ivy League, un grupo de ocho de las más importantes universidades privadas de USA, entre las que se encuentran Harvard o Yale. Es uno de los centros educativos de mayor prestigio del país. Fundada en 1754 bajo el nombre de King’s Collage en Trinity Church, la universidad fue paulatinamente trasladada hacia el Norte por Manhattan. Desde su ubicación originaria se desplazó a Madison con la 49, donde ya recibió el nombre de Columbia, y a partir de 1897 se asentó en Mornigside Heights. El campus de la universidad de Columbia ocupa una extensión de más de seis manzanas, cuyo eje central es la Low Library, llamada así en honor de Seth Low, el rector que llevó a cabo el traslado a su emplazamiento actual, aunque hoy en día la biblioteca de la Universidad no ocupa el edificio principal puesto que fue instalada en el mucho mayor edificio de la Butler Library, al otro lado de la explanada central. La Low Library alberga actualmente el centro administrativo de la Columbia. Entre las disciplinas de mayor repercusión de la Columbia University destacan las facultades de ciencias e ingeniería, derecho, psicología, ciencias políticas o periodismo. Esta última especialmente, puesto que la Columbia es la encargada de entregar la más famosa distinción de la especialidad: los Premios Pulitzer. A todo ello debemos añadir el Barnard College, centro femenino fundado en 1898, el cual está asociado a la Columbia University Formando genios A lo largo de los años, la escalinata que rodea la estatua Alma Mater, de Daniel Chester, ha visto pasar a decenas de hombres y mujeres que posteriormente han triunfado en diferentes campos. Dwight Eisenhower presidió la Columbia antes de dirigir al país en la primera etapa de la Guerra Fría. Federico García Lorca se trasladó a Manhattan en 1929 y acudió a la Universidad como estudiante y conferenciante, y es aquí donde idea su “Poeta en Nueva York” y donde se formaron actores como Ed Harris, músicos como Alicia Keys, directores como Brian DePalma, políticos como Alan Greenspan o Madeleine Albright, arquitectos como Peter Eisenman y varios centenares de artistas y personalidades de varias disciplinas. Catedral of Saint John the Divine www.stjohndivine.org Considerada la catedral más grande del mundo, Cathedral Church of Saint John the Divine se alza en Amsterdam Ave., a la altura de 112th St. Aunque inicialmente su construcción se inició en 1892 bajo el estilo románico-bizantino, los responsables del proyecto lo recondujeron para aproximarlo al gótico francés. De esta manera, la catedral luce neogótica en su mayoría, pero contiene detalles en otros estilos, como el coro. El templo, sede del obispo episcopal de la ciudad, continúa inacabada más de un siglo después de su construcción. Concebida desde el comienzo como una iglesia aperturista hacia todas las comunidades, dedica gran parte de sus fondos a actividades culturales y de caridad, priorizando sobre la propia catedral. Su calidad y grandeza -la nave principal mide 76 metros de largo y 38 de alto- se ve empañada por lo apartado de su ubicación para el turista ocasional. Sin embargo, Saint John the Divine es altamente apreciada por los neoyorquinos. Riverside Church www.theriversidechurchnyc.org La torre de más de 100 metros de altura de Riverside Church emerge tras cada esquina de Morningside Heights, sirviendo como punto de referencia para el visitante y dotando de personalidad al conjunto. La iglesia de Riverside fue financiada casi al completo por John D. Rockefeller, Jr. Como ejemplo, el carrillón de la torre (el mayor del mundo), compuesto por 74 campanas, una de ellas de 20 toneladas de peso, fue donado en homenaje a su madre Laura Celestia Spelman. La iglesia no responde a ningún credo concreto, sino que siguiendo una de las razones de su creación, recibe por igual a diferentes razas y confesiones. Se puso en marcha con el obetivo de modernizar y acercar a nuestros días la religión, y desde 1933 ha servido también como punto de encuentro y debate político. Martin Luther King o Nelson Mandela han sido algunos de los líderes sociales que han usado el púlpito de Riverside Church para exponer sus ideales.

Harlem. Tras el corazón púrpura

Harlem está formado por unas pocas manzanas de distancia al Norte de Manhattan, pero la impresión es que discurre entre varios cientos de kilómetros. Si Manhattan presume de escenarios de lo más variopinto, el barrio de la comunidad afroamericana por excelencia en Nueva York se lleva la palma. En la última década Harlem se ha transformado en un espacio habitable para el residente y el visitante. El barrio se incorpora al Nueva York globalizado, manteniendo su identidad propia llena de recuerdos de las épocas ya superadas. La expansión de la comunidad afroamericana en Harlem tiene lugar a comienzos del Siglo XX. Las iniciativas para su instalación en esta parte de la ciudad llegaron motivadas por las facilidades que los dueños otorgaban a los recién llegados. Atrás quedaron los años de las mayores disputas raciones y la radicalización de los mensajes. La llegada de los años 90 revitaliza la comunidad. Los comercios abren sus puertas, las multinacionales se presentan en el barrio y hasta la familia Clinton hace un guiño instalando su despacho en la “Quinta Avenida” de Harlem, la calle 125.

El sonido de Harlem

A la vuelta de cualquier esquina, en cada calle, en el interior de cualquier edificio la música rezuma por cada poro de Harlem. Desde la espiritualidad del Soul y el Gospel al lado festivo de la salsa y los ritmos desacompasados del Jazz y el Hip- Hop. Harlem toca, siente y eschucha. El Harlem Renaissance fue un movimiento cultural que surgió entre el pueblo en los años 20. La música afroamericana vivía un momento único de inspiración, que catapultaron a los que luego serían reconocidos como los mayores y mejores intérpretes de Blues y Jazz, que encontraron en las paredes de Harlem su mejor caja de resonancia. Count Bassie amenizaba con su Jazz las noches cargadas de humo del Cotton Club, en 142nd St. y Lenox Ave, ahora en la 125. Las famosas Amateur Nights del Apollo Theater (253 W 125th St.) han visto pasar leyendas como Ella Fitzgerald, Sammie Davis Jr., James Brown, o más recientemente Mariah Carey y Lauryn Hill. El templo de nombre griego donde la expresión cultural afroamericana se abrió al mundo, y que sigue activo tras su reciente remodelación. 125th St. llega cargada de color, además de música. Las tiendas lucen el estilo sin ataduras del Hip-Hop, en maniquíes de peinado afro. Y cuando éstas cierran, aparecen las joyas de Franco, un artista callejero que decora con murales las persianas de los locales comerciales. La otra gran calle de Harlem es Lenox Ave. El Lenox Lounge todavía presume de buena música los fines de semana. Mientras en el 328, Sylvia’s se sigue proclamando como la reina de la comida soul desde 1962, en una parada obligada para el visitante.

Iglesia y Gospel

Si hay algo que no falta en Harlem son iglesias. Prácticamente cada manzana cuenta con su centro religioso, convertidos en lugar de reunión y celebración. Así que el día perfecto para un recorrido por el barrio se convierte en el domingo. El Sunday Service que ofrece la mayor parte las iglesias consta de una tradicional misa Gospel, que originariamente narraba la historia de la unión entre Africa y America en un torrente de voces y emoción. El visitante puede asistir a las diferentes misas Gospel bien a través de un tour por Harlem o por su cuenta. El único inconveniente para acceder a las iglesias más importantes es la limitación de espacio. La iglesia más famosa del barrio, la Abyssinian Church (132 W138th St.) es muy frecuentada por turistas. La opción de Antioch Baptist Church (515 W 125th St.) se presenta muy atractiva para encontrar un Gospel más auténtico y cercano a sus raíces.

El barrio

Harlem es el barrio afroamericano por excelencia, pero su lado Este pertenece a la comunidad hispana. Un asentamiento que comenzó con la asociación de Puerto Rico a los Estados Unidos. El spanglish fluye por East Harlem, a la vez que se rebusca en sus orígenes en el Museo del Barrio en 5 Ave. con la 104. Pero donde se escucha constantemente es en la Marqueta (mercado).

Brooklyn. Hay vida en el más allá.

Es posible que para la mayor parte de los turistas Brooklyn termine al otro lado del puente que lo comunica con Manhattan y lleva su nombre. Pero nada más lejos de la realidad. Si no fuera porque el tiempo vuela al otro lado del East River, podríamos pasarnos unos buenos y largos ratos en el barrio más poblado de Nueva York. Más de dos millones de habitantes de todas las razas y credos conforman en Brooklyn una comunidad en la que, se calcula, se habla un centenar de idiomas y dialectos. Al igual que en Manhattan, aquí también se dividen por sectores. El mayor grupo pertenece a los judíos ortodoxos de Borough Park, que se cuentan por decenas de miles. Existe fuerte presencia, además, de italianos, latinoamericanos, y una importante colonia rusa se emplaza en la parte Sur, rondando Coney Island. La diversidad está a la orden del día, por lo que en esta auténtica ciudad conviven vecindarios históricos como Park Slope, con centros islámicos clandestinos que son fuertemente vigilados por el FBI. Nueva York no se acaba en la isla. No al menos desde que en 1898 Brooklyn quedó incorporado oficialmente como un distrito más de Nueva York. Para descubrir toda su riqueza y sus múltiples expresiones, tan sólo hay que cruzar el puente.

Brooklyn Heights Formado a mediados del S.XIX, este vecindario fue el primer distrito histórico de la ciudad, que hoy en día le ofrece un agradable paseo entre árboles y una destacada arquitectura residencial, en una de las zonas más confortables de toda la ciudad. A escasos metros del Puente de Brooklyn, las vistas son geniales desde el Brooklyn Promenade. Woody Allen y Mia Farrow dan buena fe de ello.

Brooklyn Museum of Art

200 Eastern Parkway www.brooklynmuseum.org Uno de los mayores museos de Nueva York. Destaca en los departamentos de arte egipcio, arte africano y francés, con media centena de esculturas de Rodin. El edificio, de estilo Beaux-arts, resulta fabuloso.

Prospect Park

Los creadores de Central Park cruzaron el río para erigir este esplendido parque en el que desplegaron toda su creatividad. Una de sus entradas, Grand Army Plaza, consigue agigantar la imagen del parque gracias al Memorial Arch de 24 metros de altura.

Brooklyn residencial

Conseguir una vivienda en Brooklyn sigue siendo más económico que en Manhattan, pero hace ya muchos años que dejó de ser un espacio marginal. Williamsburg está poblado de artistas, convirtiéndolo en territorio bohemio donde la expresión cultural se manifiesta a la sombra de alquileres poco desmesurados y buenas conexiones con Manhattan. Charles Pfizer fundó aquí su empresa farmacéutica. Las calles de Brooklyn Heights siempre son una delicia cuando vamos a la búsqueda del puente, en Brooklyn Promenade. Las casas de pocas alturas de estilo colonial, y Brownstones, son una constante. Los distritos históricos de Park Slope y Greenpoint, así como Fort Greene, cuentan con varias rows de este tipo de construcciones. Barrios de clase media donde residieron escritores como Paul Auster, actores que llevan el sello típicamente Brooklynese como Steve Buscemi y John Turturro, o los más conocidos de Brooklyn: Los Hermanos Marx y el genial Woody Allen.

Brooklyn cultural

La actividad cultural de Brooklyn ha sido una constante en su historia. No hay más que ver el fantástico Brooklyn Museum of Art, poseedor de una interesante colección para quienes deseen complementar al Met de Manhattan. Para los que opten por expresiones más modernas, tienen en DUMBO (nada que ver con Disney, es el diminutivo de “Bajo el Paso del Puente de Manhattan”) un barrio de vanguardia, con su rompedor Arts Center. Puede visitarlo en www.dumboartscenter.org Si quiere ver algo original, dése un festín de olores en el Jardín de las Fragancias del Brooklyn Botanical Garden. www.bbg.org www.bbg.org

Brooklyn lúdico

Al igual que Central Park, el Prospect Park fue creado por Vaux y Olmsted y también supone un vergel en el corazón de Brooklyn. Al contrario que el de Manhattan, este parque tiene forma irregular. En el resto presenta muchas similitudes: lago, grandes praderas, un zoo... Su entrada más conocida es la Grand Army Plaza, que con su gran arco homenajea a los caídos de ambos bandos en la Guerra Civil americana. Al Sur, la diversión en Coney Island, parque de atracciones y escenario natural del concurso de comedores de perritos calientes más famoso de la historia de los Estados Unidos, cortesía de Nathan’s, todo a escasos metros de la playa.

Advertencia

Antes de nada, avisar de que algunos nucleos de El Bronx, fundamentalmente los más próximos a Manhattan, resultan potencialmente peligrosos para el turista. Por ello le recomendamos que para visitar zonas del barrio que no se correspondan con las atracciones más frecuentadas, contrate uno de los diferentes tours que le llevarán a conocer el Bronx histórico. Al contrario de lo que sucede con Harlem, que en sucesivas reformas se ha convertido en un barrio apto para el paseo del visitante que adopte una mínima precaución, el Bronx sigue conllevando un cierto peligro para el turista y para los propios neoyorkinos, y ello pese al afán aperturista que últimamente vienen demostrando las autoridades.

El Bronx.

Antes de nada, avisar de que algunos nucleos de El Bronx, fundamentalmente los más próximos a Manhattan, resultan potencialmente peligrosos para el turista. Por ello le recomendamos que para visitar zonas del barrio que no se correspondan con las atracciones más frecuentadas, contrate uno de los diferentes tours que le llevarán a conocer el Bronx histórico. Al contrario de lo que sucede con Harlem, que en sucesivas reformas se ha convertido en un barrio apto para el paseo del visitante que adopte una mínima precaución, el Bronx sigue conllevando un cierto peligro para el turista y para los propios neoyorkinos, y ello pese al afán aperturista que últimamente vienen demostrando las autoridades. El Bronx es el único de los cinco distritos de Nueva York que no se considerada una isla, sino que forma parte del continente. Situado en el extremo Norte de la ciudad, en él reside más de un millón de personas, con mayoría de raza afroamericana, portorriqueños y dominicanos. Comenzó como hogar para miles de inmigrantes europeos, especialmente irlandeses, judíos y alemanes, y el tránsito de todos ellos hacia otros lugares trajo consigo un considerable aumento de densidad demográfica y un empobrecimiento de la zona. Con la década de los 70 el grado de marginalidad y criminalidad alcanzó cotas difícilmente superables, algo que afortunadamente poco a poco va quedando atrás ante la paulatina reactivacion del Distrito. Pero el Bronx también cuenta con rincones realmente interesantes que escapan a la asociación que popularmente se tiene de él. Posiblemente el más sorprendente sea City Island, una pequeña isla de ambiente pesquero enclavada en Pelham Bay. Una vuelta de tuerca más de Nueva York, donde pasear entre mansiones victorianas, disfrutar de sus restaurantes especializados en pescado y acercarse a algunos de los mejores clubes náuticos del país. www.cityisland.com Yankee Stadium Metro: Líneas B/D, 4 River Ave. con 161st St. La franquicia deportiva más laureada de la ciudad, los míticos NY Yankees, disputan en este estadio sus partidos desde 1923. Un verdadero templo para los recintos deportivos, conocido como “la casa que construyó Ruth”, en referencia a la leyenda del equipo de béisbol, Babe Ruth. Bronx Zoo Metro: Línea 2 en East Tremont Ave. Fordham Road y Bronx River Parkway. Ninguna ciudad de Estados Unidos posee un zoológico de tal envergadura. Más de 4.000 animales dispuestos en espacios que recrean sus hábitats naturales. Especialmente espectacular resulta el Congo Gorilla Forrest, un enorme bosque lluvioso con dos decenas de gorilas. Dignas de admirar también las reservas de aves, tigres siberianos y bisontes americanos. <> NY Botanical Garden Metro: Líneas D, 4, en Bedford Park Blvd. E 200th St. y Kazimiroff Blvd. Uno de los jardines botánicos más antiguos del país. El magnífico conservatorio, con recreaciones de selva tropical y muestra de orquídeas, está basado en Crystal Palace de Londres. Destacan el Rock Garden, las muestras de magnolias y tulipanes y el impresionante Peggy Rockefeller Garden, con toda clase de rosas. www.nybg.org La edición internacional del New York Times, que en España publica cada jueves el diario El País, publicó el reportaje "El Bronx es algo más que el Estadio de los Yankees", que tenemos publicado en el foro vinculado a esta web y cuya lectura recomendamos.

Queens, más de lo que aparenta

Queens es el distrito de mayor extensión de Nueva York. Hogar de gran parte de la clase trabajadora de la ciudad, su diversidad étnica está encabeza por la comunidad latina, con fuerte presencia italoamericana, que llegó desde Little Italy. Es muy posible que Queens sea el primer espacio que pise a su llegada a Nueva York, puesto que los dos aeropuertos más importantes -JFK y LaGuardia- se encuentran ubicados aquí. Aunque el carácter primordial de Queens es el de servir como ciudad dormitorio con rentas baratas para miles de personas que tienen su ámbito laboral en Manhattan, su enorme tamaño hace difícil no encontrar un buen numero de puntos a los que enfocar nuestra atención. Si bien es cierto que en la actualidad éste es el Distrito que menor interés presenta para el visitante. En los últimos tiempos, Queens ha venido centrando su esfuerzo en la promoción de la cultura. El hecho de ser escogido para el emplazamiento de la sede temporal del MoMA durante la remodelación de su sede permanente en Manhattan despertó la creatividad del barrio. Una importante cantidad de centros culturales tienen en Queens su espacio vital. La gran variedad de etnias que cohabitan en Queens encuentran su reflejo en la mesa. Proliferan las taquerías mejicanas, restaurantes chinos y coreanos, los platos griegos, italianos o las especialidades judías que hacen que unos de los iconos de Queens, The Unisphere, se convierta en una imaginaria vuelta al mundo de la comida, para degustar la cocina más tradicional de diferentes culturas. The Unisphere, una de las estructuras que sobreviven de las exposiciones universales que ha acogido Queens, concretamente la de 1964-65, situada en Flushing Meadows-Corona Park, es un enorme área recreativa repleta de atracciones de todo tipo.

Entre el arte y el deporte

El USTA National Tennis Center, sede anual del US Open, lleva el sobrenombre de Billie Jean King, ganadora de 12 Grand Slams de tenis. Localizado en Flushing Meadows Park, este gran complejo tiene en el Arthur Ashe Stadium su principal reclamo. Construido en 1997, la pista central tiene capacidad para más de 20.000 personas. La oferta artistica de Queens es más importante de lo que en principio pudiera parecer. Uno de los espacios dedicados al Arte Contemporáneo de mayor envergadura del mundo, el P.S 1, se ubica en Jackson Ave., accesible mediante la línea 7 de metro. Afiliado al MoMa, el centro de arte presenta las instalaciones recientes de nuevos creadores. www.ps1.org El Queens Museum of Art (QMA) se presenta en un edificio ideado para la Exposicion Universal de 1939-40. Su obra estrella es una impresionante maqueta de abrumador realismo de la ciudad de Nueva York, con casi un millón de estructuras individuales, digna de admiracion. www.queensmuseum.org Los aficionados a la escultura no deberian perderse en Noguchi Museum, dedicado al escultor de origen japonés, con colecciones de interior y de exterior. noguchi.org El Shea Stadium, sede de los Mets de Nueva York dio paso al City Field, con capacidad para 45.000 espectadores.

Transporte

Sin duda, caminar es la mejor forma de conocer Manhattan. La esencia de Nueva York está en la calle. Cuando se canse de caminar tome el metro. No resulta más complejo que el de cualquier ciudad europea. Los metros suelen hacer el recorrido en sentido vertical (de Norte a Sur, y viceversa), y rara vez tienen trayectos horizontales (de Este a Oeste, o a la inversa). Dispone de varias fórmulas de pago. Si va a utilizarlo con frecuencia, escoja el bono que se adapte mejor a sus necesidades. Consulte todo lo que quiera saber en la página oficial del Metro de Nueva York. En cualquier caso, sepa que existen dos tipos de trenes en cada línea de metro: el local, que efectúa parada en todas las estaciones, y el express, que únicamente se detiene en las estaciones determinadas, señaladas en el mapa del Metro con un círculo blanco. Si tiene pensado utilizar el metro habitualmente le interesará adquirir la Metrocard 7Days, un bono con el que podrá hacer tantos viajes como desee durante una semana. Esta tarjeta es individual y no puede compartirse con otras personas. Su precio es de $21. Existe también otra Metrocard para un sólo día al precio de $7. El billete individual tiene un coste de $2. El Metrocard presenta la ventaja añadida de poder utilizarse además en los autobuses públicos sin pagar ningún sobreprecio. Consulte directamente el mapa de las distintas líneas del Metro y luego olvídese de él: una vez en Manhattan lo encontrará impreso por donde quiera que vaya: en líneas del Metro, en Hoteles, comercios, oficinas de información turística. Lo edita la MTA (Metropolitan Transportation Autority y es gratuito. Eso si, totalmente desplegado alcanza un tamaño considerable y es en papel. Si viaja en época de lluvia o nieve le conviene llevar uno más pequeño y plastificado para que aguante la carga meteorológica. Los taxis son una buena opción para desplazarse del hotel al aeropuerto y viceversa (lo explicamos con más detalle en "Traslado al Hotel") pero dentro de la ciudad puede resultar demasiado costoso. Ya que dispone de tiempo, una buena opción para conocer la ciudad y moverse por ella sería contratar alguno de los conocidos tour guiados de Manhattan y otros puntos de la ciudad. Son muy comunes y los hay de muchos tipos. Desde el clásico del Alto y Bajo Manhattan, con un completo recorrido por la isla (muy recomendable si es su primera visita), hasta el de Contrastes en el que se adentrará en lugares menos habituales para el turista, como pueden ser el Bronx o Queens. Puede contratar alguna de estas visitas guiadas desde nuestra web. Otra forma de ver la ciudad con tranquilidad es la de los autobuses turísticos. La compañía Gray Line ofrece varios tours de diferentes zonas de la ciudad. El All Loops Tour comprende todos los recorridos, incluido Brooklyn y el fascinante Night Tour. Durante 48h. podrá hacer todos los viajes que desee y bajarse donde le apetezca con un mismo ticket.