104 Revista de la Asociación Geológica Argentina 73 (1): 104 - 116 (2016)

ANÁLISIS DE FACIES Y ASIGNACIÓN ESTRATIGRÁFICA DE LOS DEPÓSITOS FLUVIALES INNOMINADOS DEL JURÁSICO MEDIO DE LA CUENCA NEUQUINA SURMENDOCINA

Diego A. KIETZMANN1, Ricardo M. PALMA1 y Teresita M.A. FERREYRA2

1 Instituto de Estudios Andinos Don Pablo Groeber, Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universi- dad de Buenos Aires - CONICET. Email: [email protected]; [email protected] 2 YPF SA. Email: [email protected]

RESUMEN

Se realizaron estudios sedimentológico-estratigráficos en los depósitos fluviales innominados del Jurásico Medio de la Cuenca Neuquina surmendocina, que afloran en el anticlinal de Malargüe y Bardas Blancas. En el primero de ellos se reconocieron fa- cies de sistemas fluviales entrelazados gravo-arenosos que se apilan en tres secuencias depositacionales mostrando un decreci- miento paulatino en el espacio de acomodación, en tanto que en el segundo se reconocieron facies de sistemas fluviales anasto- mosados que se agrupan en dos secuencias depositacionales con un incremento progresivo del espacio de acomodación. En el anticlinal de Malargüe las relaciones estratigráficas y el patrón de apilamiento sugiere la asignación de estos depósitos al Bajo- ciano tardío-Bathoniano y su correlación con la Formación Lajas, por lo que se propone la denominación de Formación Pues- to Pacheco nov. nom., con su estratotipo en la sección del arroyo Loncoche. En el área de Bardas Blancas la presencia de clastos de calizas y fragmentos de ostras en la base de la unidad permitiría establecer que los depósitos fluviales se habrían depositado con posterioridad a la discordancia Intracaloviana. En este sector se le asigna una edad Caloviana media - tardía y se los asig- na a la Formación Lotena.

Palabras clave: Fluvial, Estratigrafía secuencial, Formación Lotena, Formación Lajas

ABSTRACT

Facies analysis and stratigraphic assignment of Middle unnamed fluvial deposits in the Southern Mendoza Neuquén Basin Stratigraphic-sedimentological studies were performed on Middle Jurassic unnamed fluvial deposits of the Southern Mendo- za Neuquén Basin, cropping out in the Malargüe anticline and Bardas Blancas. In the first area we recognized braided fluvial systems facies stacked in three depositional sequences showing a gradual decrease in the accommodation space, whereas in the second we recognized anastomosing fluvial systems facies grouped into two depositional sequences with a progressive increa- se in the accommodation space. Stratigraphic relationships and stacking pattern in the Malargüe anticline suggests the assig- nment of this unit to the late Bajocian-Bathonian and its correlation with the Lajas Formation, so the name of Puesto Pacheco Formation nov. nom. is proposed, with its stratotype in the Loncoche creek section. In the Bardas Blancas area the presence of clasts and oysters fragments at the base of the unit, would establish that unnamed fluvial deposits would have been deposited after the Intracallovian unconformity. In this area it is given a middle-late age and the assignment to the Lotena Formation.

Keywords: Fluvial, Sequence stratigraphy, Lotena Formation, Lajas Formation

INTRODUCCIÓN quedó registrado por la progradación de importante discontinuidad de carác- sistemas deltaicos durante el Bathoniano ter regional, conocida como discordan- El Jurásico Medio de la Cuenca Neuqui- (Formación Lajas) y alcanzó su máxima cia Intracaloviana (Dellapé et al. 1979), na está caracterizado por importantes va- expresión en el Caloviano temprano con se instauró un nuevo contexto transgre- riaciones de facies dentro de un contexto la depositación de las calizas de la Forma- sivo que dio lugar a la depositación de los marcadamente regresivo, correspondien- ción Calabozo y las evaporitas de la For- depósitos clásticos de la Formación Lo- te a la culminación del ciclo Cuyano du- mación Tábanos (Dessanti 1973, 1978, tena y al comienzo del ciclo Loteniano- rante el Bajociano-Caloviano tempra- Dellapé et al. 1979, Gulisano et al. 1984, Chacayano, que culmina con la prograda- no (Groeber 1946, Groeber et al. 1953, Legarreta y Gulisano 1989, Legarreta y ción de los carbonatos de la Formación Dellapé et al. 1979, Gulisano 1981, Gu- Uliana 1991, 1996). La Manga y el desarrollo de las evapori- lisano et al. 1984). Este evento regresivo Hacía el Caloviano medio, luego de una tas de la Formación Auquilco (Groeber 105

Figura 1: a) Mapa de ubicación de la Cuenca Neuquina y localización de las secciones estudia- das; b) Estratigrafía del intervalo Jurásico para el sector surmendocino de la cuenca Neuquina al sur del río Atuel (Modi- ficado de Riccardi y Gu- lisano 1990).

1946, Groeber et al. 1953, Dellapé et al. y en anticlinal de Malargüe no son corre- 1995, Cristalini et al. 2006, 2009). Cada 1978, 1979, Gulisano et al. 1984, Riccardi lacionables, permitiendo su asignación a uno de estos depocentros fue rellenado y Gulisano 1990, Riccardi 1993). la Formación Lotena (Caloviano medio a por depósitos sedimentos continentales y En el sector surmendocino de la cuen- superior) en la localidad de Bardas Blan- marinos, así como volcaniclásticos y vol- ca, desde la localidad de Malargüe hasta cas y su correlación con la Formación La- cánicos, relacionados al ciclo extensional unos kilómetros al sur de la localidad de jas (Bajociano superior-Bathoniano) en denominado ciclo Precuyano (Gulisano Bardas Blancas, en la Sierra Azul (Fig. 1a), el anticlinal de Malargüe. 1981). En el sector surmendocino este ci- se reconoce un intervalo estratigráfico de clo está representado principalmente por naturaleza continental caracterizado por MARCO GEOLÓGICO la Formación Remoredo (Fig. 1b). conglomerados, areniscas y pelitas, que Durante el Jurásico Medio - Tardío preva- carece de rango estratigráfico. Esta uni- La Cuenca Neuquina fue una cuenca de leció un régimen de subsidencia térmica, dad es mencionada por Riccardi y Guli- retroarco mesozoica desarrollada en el con localizados eventos tectónicos (Lega- sano (1990) como “capas rojas indenomi- margen pacífico del continente sudameri- rreta y Uliana 1991, Legarreta 2002). Es- nadas de Bardas Blancas y Malargüe” o cano (Fig. 1a). Su evolución estuvo con- ta configuración permaneció hasta el Cre- como “unidad innominada” por Gulisa- trolada por distintos regímenes tectóni- tácico Temprano y permitió el ingreso del no y Gutiérrez Pleimling (1995), quienes cos (Legarreta y Uliana 1991, 1996): 1) océano Pacífico a través de estrechos pa- la asignan con duda al Bathoniano. Régimen extensional (Triásico Superior sajes entre las islas volcánicas que com- A pesar de presentar una distribución - Jurásico Inferior), 2) régimen de subsi- ponían el arco (Legarreta y Uliana 1991, areal relativamente restringida y espeso- dencia termal (Jurásico Medio - Cretáci- 1996), dando lugar a la depositación de es- res reducidos (~30 m), estos depósitos co Superior), 3) régimen de deformación pesas y ampliamente distribuidas sucesio- presentan atributos suficientes para ser compresiva e inversión tectónica (Cretáci- nes sedimentarias marinas, transicionales caracterizados como una unidad litoes- co Superior - Paleógeno). y continentales, cuyos depósitos se agru- tratigráfica, aunque nunca fue descripta El colapso termo-mecánico que ocurrió pan dentro de los Grupos Cuyo, Lotena, en detalle. En este trabajo se enfatiza su durante el Triásico Tardío - Jurásico Tem- Mendoza y Bajada del Agrio (Fig. 1b). descripción, interpretación y correlación, prano provoco el desarrollo de una serie Los cambios en la velocidad de expan- y se discuten además las evidencias que de hemigrabenes aislados con polaridad sión del Atlántico sur provocó el desarro- permiten acotar su edad, así como distin- variable, intersectados por fallas en-eche- llo de un régimen tectónico compresivo tos elementos estratigráficos que sugie- lon que actuaron como sistemas de trans- que causo la inversión de las antiguas es- ren que los depósitos en Bardas Blancas ferencia (Uliana et al. 1989, Vergani et al. tructuras generadas durante la etapa ex- 106 D.A. KIETZMANN, R.M. PALMA Y T.M.A. FERREYRA

tensional (Vergani et al. 1995). Este nuevo METODOLOGÍA sivos o imbricados (Gcm, Gci), con es- régimen instaurado durante el Cretácico tratificación horizontal (Gch) y estra- Tardío dio fin a la cuenca de trasarco y Con el fin de estudiar los aspectos sedi- tificación entrecruzada (Gp), areniscas originó una cuenca de antepaís dominada mentológicos y la evolución paleoambien- conglomerádicas masivas o con estratifi- por depósitos continentales y transicio- tal de los depósitos fluviales sin nomen- cación mal definida (SGm) y estratifica- nales asignados a los Grupos Neuquén y clatura, se levantaron y muestrearon una ción horizontal (SGh y Sh). Los elemen- Malargüe (Ramos y Folguera 2005). sección estratigráfica ubicada en el arro- tos arquitecturales reconocidos en esta La unidad innominada estudiada está yo Loncoche (35°35’47”S; 69°37’13”O) facies se incluyen el elemento CH (canal) restringida al anticlinal de Malargüe y el de 35 m de espesor, y otras dos en la lo- de geometría tabular a lentiforme, que sector norte de la Sierra Azul (Gulisano calidad de Bardas Blancas (35°51’54,46”S; contiene elementos de menor jerarquía y Gutiérrez Pleimling 1995). El área del 69°48’38,82”O) de 34 y 36 m de espesor como los elementos GB (formas de lecho anticlinal de Malargüe representa la pro- respectivamente (Figs. 2 y 3). Se realizó gravosas) y SB (formas de lecho arenosas) yección más oriental de la deformación un detallado análisis de facies donde se (Figs. 4 y 5). andina para esta latitud. Consiste en una reconocieron litofacies siguiendo el cri- Esta facies se caracteriza por constituir estructura anticlinal que se localiza al sur terio de Miall (1985), para el que se tuvo sucesiones granodecrecientes de 1 a 5 m de la ciudad de Malargüe y es atravesada en cuenta aspectos litológicos y textura- de espesor, con base erosiva y gran desa- al norte por el río Malargüe, en el centro les, estructuras sedimentarias, contactos y rrollo lateral, formando cuerpos de geo- los arroyos Loncoche y Tronquimalal, y geometrías. metría tabular a lentiforme. Los cuerpos al sur por el arroyo Manqui-Malal. La sie- A los fines de caracterizar genéticamen- se inician con conglomerados masivos rra Azul es un gran anticlinal cuyo eje se te la evolución de la sucesión se utilizó (Gcm), gradan a areniscas conglomerádi- dispone en sentido norte-sur. Comienza el modelo estratigráfico secuencial para cas masivas (SGm) o con estratificación aproximadamente en la localidad de Bar- sistemas fluviales propuesto Catuneanu horizontal (SGh), (elemento GB), culmi- das Blancas y se extiende unos 45 km ha- (2006), donde se consideran dos corte- nando hacia el techo con areniscas finas cia el sur. La estructura es atravesada al jos sedimentarios: cortejo de baja aco- con estratificación horizontal (Sh) o are- norte por el río Grande, que luego se de- modación y cortejo de alta acomodación. niscas con estratificación horizontal (Sh) flecta hacia el sur bordeando la sierra por El cortejo de baja acomodación se carac- (elemento SB). Ocasionalmente aparecen el flanco oriental. teriza por depósitos multicanalizados capas con estratificación entrecruzada ta- La estratigrafía en ambos sectores es muy amalgamados y la ausencia de planicies bular planar (Gp) que no superan los 2 m similar, mostrando algunas variacio- de inundación que representan sistemas de espesor. nes en el registro del Jurásico Superior. de baja sinuosidad, mientras que el cor- Los conglomerados presentan modera- El núcleo de ambos anticlinales expone tejo de alta acomodación presenta siste- da selección, clastos subangulosos a su- rocas del Grupo Choiyoi (Pérmico-Triá- mas de alta sinuosidad y alta preservación bredondeados con tamaño máximo de 10 sico), así como los depósitos del Grupo de los depósitos de planicie o sistemas la- cm y predomino de formas obladas. En Tronquimalal (Noriano) en el anticlinal custres. La superficie que delimita am- la mayoría de los casos la fracción clástica de Malargüe. Sobre estas unidades conti- bos cortejos sedimentarios se define co- de los conglomerados es de composición núan en discordancia los depósitos de las mo una zona de expansión marcada por volcánica (riolítica/riodacítica), mientras Formaciones Remoredo (Hettangiano - el incremento en la relación planicie/ca- que la matriz es de tamaño de grano are- Sinemuriano?) y Bardas Blancas (Toar- nal (Martinsen et al. 1999). na a sábulo y posee una selección mode- ciano inferior - Bajociano inferior). Sobre rada. En los tramos basales de la sección ésta última unidad se apoyan en concor- ANÁLISIS DE FACIES Bardas Blancas Sur aparecen algunos ni- dancia los depósitos fluviales innomina- veles dominados por clastos de compo- dos, que en Bardas Blancas son seguidos La descripción detallada de las secciones sición calcáreas, así como fragmentos de por los depósitos mixtos de la Formación analizadas permitió definir diez litofacies ostras, que luego decrecen en abundancia Lotena (Caloviano medio a superior) y que permitieron definir cuatro facies y dando lugar a las composiciones volcáni- carbonáticos de la Formación La Man- dos asociaciones de facies, diferenciables cas. Las paleocorrientes son poco disper- ga (Caloviano?-Oxfordiano), mientras por su geometría externa y por su organi- sas, variando entre 50° y 110° de azimut, que en el anticlinal de Malargüe lo ha- zación interna. con un valor medio hacia el azimut de 80°. ce la Formación Auquilco (Oxfordiano Interpretación: Las litofacies de conglome- - Kimmeridgiano) y/o la Formación Tor- Facies 1 (faja de canales entrelazados rados y areniscas conglomerádicas masi- dillo (Kimmeridgiano - Tithoniano infe- gravosos dominados por barras longi- vas, imbricadas o con estratificación ho- rior?). La sucesión continúa luego con los tudinales) rizontal (Gci, Gcm, SGm, Gh y SGh) se depósitos de los Grupos Mendoza, Baja- Descripción: La facies 1 está compuesta por interpretan como depósitos de barras lon- da del Agrio, Neuquén y Malargüe. conglomerados clastos soportados ma- gitudinales, desarrolladas en condicio- Depósitos fluviales innominados de la Cuenca Neuquina. 107

vo dominado por procesos de avulsión y una importante acreción vertical que per- mite interpretar a la facies 1 como fajas de canales entrelazados gravosos domina- dos por barras longitudinales (Rust 1984, Walker y Cant 1992, Miall 1996).

Facies 2 (faja de canales entrelazados gravosos dominados por barras trans- versales) Descripción: La facies 2 está compuesta por cuerpos granodrecrecientes lentiformes a lenticulares, compuestos por conglome- rados y areniscas conglomerádicas con estratificación entrecruzada tabular pla- nar (Gp y SGp), ocasionalmente masivos en sus bases (Gcm), y subordinadamente areniscas con estratificación entrecruzada tabular planar y en artesa (Sp y St). Pre- sentan base erosiva y alcanzan una poten- cia máxima de 5 m. En la base de estos niveles se pueden observar clastos imbri- cados. Las paleocorrientes son poco dis- persas, con un valor medio hacia el azi- mut de 85°. Los clastos son angulosos a subredondeados, con un tamaño máximo de 7 cm. Los mismos son de composición volcánica ácida (principalmente riolítica), mientras que la matriz es de tamaño arena mediana a fina, de la misma composición. Los elementos arquitecturales incluyen el elemento CH (canal), así como los ele- mentos GB (formas de lecho gravosas) y SB (formas de lecho arenosas) (Figs. 4 y 5). Las características del elemento CH per- mite diferenciar a la facies 2 en dos tipos. En la facies 2a el elemento CH es multiepi- sódico y de geometría tabular a lentiforme, mientras que en la facies 2b es multiepisó- dico y de geometría lenticular (Fig. 5). Interpretación: los ortoconglomerados con estratificación entrecruzada (Gp y SGp), se se asocian al desarrollo y migración de barras transversales en canales de cier- Figura 2: Perfil sedimentario de la sección levantada en la localidad del arroyo Loncoche (anticlinal de ta profundidad de agua, mientras que Malargüe), donde se indican las litofacies, facies, asociaciones de facies y secuencias depositacionales. los conglomerados masivos en las bases nes de alto régimen de flujo, en canales canales pudieron haber tenido mayor pro- (Gcm) se interpretan como núcleos de ba- de baja profundidad (Rust 1984, Nemec y fundidad (Steel y Thompson, 1983, Miall rras (Steel y Thompson, 1983, Miall 1994, Postma 1993, Miall 1996). La litofacies de 1994, 1996). 1996). Asimismo, las areniscas con estrati- conglomerados con estratificación entre- El desarrollo de bancos tabulares com- ficación entrecruzada tabular planar y en cruzada (Gp) se interpreta como barras puestos por lentes de ortoconglomerados artesa (Sp y St) se interpretan como la mi- transversales, generadas probablemente amalgamados (barras longitudinales y gración de megaóndulas arenosas, proba- en momentos de mayor caudal donde los transversales) sugiere que el sistema estu- blemente relacionadas con el desarrollo de 108 D.A. KIETZMANN, R.M. PALMA Y T.M.A. FERREYRA

Figura 3: Perfil sedimentario de las secciones levantadas en la localidad de Bardas Blancas, donde se indican las litofacies, facies, asociaciones de facies y secuencias depositacionales (ver referencias en figura 5).

barras arenosas a medida que los canales ma estuvo dominado por procesos de el incremento en el espacio de acomoda- se rellenaban (McCabe 1977, Stear 1985). avulsión y permite interpretar a la facies ción y una menor tasa de avulsión. De manera similar a la facies 1, el desa- 2 como depósitos de fajas de canales en- rrollo de bancos tabulares compuestos trelazados dominados por barras trans- Facies 3 (faja de canales entrelazados por el amalgamamiento de barras trans- versales. En el caso de la facies 2b, el de- arenosos) versales (facies 1a), sugiere que el siste- sarrollo de cuerpos lenticulares sugiere Descripción: La facies 3 está conformada Depósitos fluviales innominados de la Cuenca Neuquina. 109

Figura 4: Asociación de facies 1 (sis- temas fluviales entrelazados) en la sec- ción del arroyo Loncoche; a) Depósitos de la asociación de facies 1 mostrando ciclos granodecrecientes compuestos por las facies 1 (fajas de canales do- minados por barras longitudinales) y 3 (faja de canales entrelazados areno- sos), mostrando la disminución en el espesor de los ciclos; b) Depósitos de la facies 1 (fajas de canales dominados por barras longitudinales) mostrando el apilamiento del elemento barras gra- vosas (GB) en cuerpos de geometría lenticular; c) Depósitos de la facies 3 (faja de canales entrelazados arenosos) mostrando el apilamiento del elemento barras gravosas (GB) y barras arenosas (SB) en cuerpos de geometría tabular. por areniscas medianas a gruesas con es- reconocen ciclos granodecrecientes que que en la facies 2 las características del ele- tratificación entrecruzada tabular planar y pueden iniciarse con areniscas conglome- mento CH permite diferenciar a la facies 3 en artesa (Sp, St), y subordinadamente are- rádicas masivas (SGm), que gradan a are- en dos tipos: la facies 3 de geometría tabu- niscas conglomerádicas masivas (SGm) o niscas con estratificación entrecruzada lar a lentiforme y la facies 3b de geometría con estratificación horizontal (SGh y Sh). (Sp, St). Los elementos arquitecturales en lenticular (Fig. 5b y c). Esta facies forma cuerpos tabulares a len- esta facies se componen por los elementos La observación en lámina delgada mues- tiformes con tendencia granodecreciente GB (formas de lecho gravosas) y SB (for- tra que se trata de arenitas líticas, com- de 1 a 10 m de espesor, que se inician con mas de lecho arenosas), aunque en cier- puestas por abundantes fragmentos líti- bases erosivas, y que contienen abundan- tos sectores se reconoce el elemento CH cos de composición ácida a intermedia, tes intraclastos pelíticos. Internamente se (canales lenticulares; Fig. 5b y c). Al igual cuarzo y plagioclasa, con abundante ce- 110 D.A. KIETZMANN, R.M. PALMA Y T.M.A. FERREYRA

Figura 5: Asociación de facies 2 (sistemas fluviales anastomosados) en el área de Bardas Blancas: a-b) Asociación entre la facies 1 (fajas de canales entrelazados dominados por barras longitudinales) o la fa- cies 2 (faja de canales entrelazados gravosos dominados por barras transversales) con la facies 4 (pla- nicie de inundación), mostrando las geometrías lentiformes y diferentes jerarquías de las fajas de canales, así como grandes espesores de planicie de inundación; c-d) Detalle de la fa- cies 3 (faja de canales entrelazados arenosos) donde se observa el do- minio del elemento canal (CH) y de la facies 4 (planicie de inundación), con desarrollo de niveles pedogéni- cos e intercalaciones de depósitos asociados a lobulos de desborda- miento (CR).

mento carbonatico. En los tramos ba- (SGh y Sh) se interpretan como barras lon- (Sh). Las pelitas forman cuerpos tabula- sales de la sección Bardas Blancas Sur gitudinales desarrolladas en momentos de res que alcanzan los 8 m de espesor y pre- aparecen algunos niveles que contienen mayor energía del sistema (Steel y Thomp- sentan frecuentes rasgos edáficos (Fig. 5b fragmentos de ostras. Las paleocorrien- son 1983, Bristow 1987, Miall 1994). y c). Las areniscas son lenticulares a lenti- tes presentan poco dispersión, variando El desarrollo de bancos lentiformes com- formes y se intercalan con espesores cen- entre 45° y 110° en las secciones Arroyo puestos por lentes de areniscas amalga- timétricos a decimétricos. Los elementos Loncoche y Bardas Blancas Norte (me- madas (barras transversales y longitu- arquitecturales en esta facies se componen dia en Az 70°), mientras que en la sección dinales) permite interpretar a la facies 3 por los elementos FF (finos de planicie) y Bardas Blancas Sur dominan las direccio- como fajas de canales entrelazados domi- CR (canales de desbordamiento) (Fig. 5) nes hacia el Az de 110-120°. nados por barras transversales (Bristow Interpretación: los grandes espesores de la Interpretación: Las litofacies de areniscas 1987, Miall 1994, 1996). litofacies Fl y Fm sugiere que el ambiente con estratificación entrecruzada tabular depositacional estuvo dominado por pro- planar y en artesa (Sp, St) se interpretan co- Facies 4 (planicie de inundación) cesos de decantación (Miall 1978), aun- mo la migración de megaóndulas relacio- La facies 4 está conformada por las litofa- que la fábrica masiva en la litofaciesfacies nada con el desarrollo de barras en cana- cies de pelitas masivas (Fm) y pelitas lami- Fm podría indicar que parte de los depó- les de menor jerarquía y baja profundidad nadas (Fl), entre las que se intercalan are- sitos finos se originaron a partir de proce- (McCabe 1977, Stear 1985). Las litofa- niscas con estratificación entrecruzada sos tractivos (Schieber et al. 2010). La pre- cies de areniscas conglomerádicas masi- tabular planar (Sp), areniscas masivas (Sm) sencia subordinada de las litofacies Sm y vas (SGm) o con estratificación horizontal y areniscas con estratificación horizontal Sh en delgados cuerpos lenticulares a len- Depósitos fluviales innominados de la Cuenca Neuquina. 111

tiformes son interpretados como depó- de planicie de inundación estable, permi- tiene 22 m de espesor en la sección Bar- sitos generado por desbordamientos no te interpretar a esta asociación como sis- das Blancas norte y 24 m en la sección canalizados de poca profundidad (Stear temas fluviales anastomosados (Smith Bardas Blancas sur. En la sección norte 1985, Miall 1996). Teniendo en cuenta las 1986, Nadon 1994, Miall 1996). el cortejo de baja acomodación se inicia tonalidades rojizas de las pelitas, se inter- con la facies 1 (fajas de canales entrelaza- preta que la sucesión se generó en con- ESTRATIGRAFÍA DE LA dos dominados por barras longitudina- diciones de buen drenaje y/o climas se- UNIDAD INNOMINADA les) y pasa a la facies 3a (fajas de canales miáridos (Thompson 1970), mientras que entrelazados arenosos de geometría ta- la presencia de rasgos pedogénicos sugie- Estratigrafía secuencial bular), mientras que en la sección sur se re prolongados períodos de exposición El análisis de facies realizado en estos compone exclusivamente por la facies 3a. subaérea. El conjunto de atributos per- depósitos sin nomenclatura estratigrá- El cortejo de alta acomodación está re- miten interpretar a esta facies como pla- fica muestra que los sectores estudiados presentado la facies 3b (fajas de canales nicies de inundación (Miall 1996, Cleve- presentan facies similares, pero desarro- entrelazados arenosos de geometría len- land et al. 2007, Davies et al. 2010). lladas en diferentes condiciones de sub- ticular) y la facies 4 (planicies de inunda- sidencia; en efecto, el área del anticlinal ción). Asociaciones de facies de Malargüe presenta facies de sistemas La secuencia depositacional BB2 presen- Asociación de facies 1 (sistemas fluviales entre- fluviales entrelazados asociada a un espa- ta 13 m en la sección norte y 10 m en la lazados): la asociación de facies 1 está con- cio de acomodación reducido, mientras sección sur. El cortejo de baja acomo- formada por las facies 1 y 3, y se restringe que el área de Bardas Blancas se caracte- dación está representado en ambas sec- al sector del anticlinal de Malargüe (sec- riza por el desarrollo de sistemas fluviales ciones por la facies 2a (fajas de cana- ción Arroyo Loncoche). Esta asociación anastomosados que sugieren altas tasas les entrelazados dominados por barras de facies se caracteriza por fajas de canales de subsidencia (Smith 1986, Miall 1996). transversales de geometría tabular a len- entrelazados dominados por barras longi- En el sector del anticlinal de Malargüe tiforme), mientras que el cortejo de alta tudinales y transversales. Las superficies pueden reconocerse tres secuencias de- acomodación está representado la alter- erosivas evidenciadas por los abundantes positacionales que se denominan secuen- nancia de la facies 2b (fajas de canales en- intraclastos, son indicadores de alta tasa cia depositacional AL1 (13 m de espe- trelazados dominados por barras trans- de canibalización asociada a un reducido sor), secuencia depositacional AL2 (9 m versales de geometría lenticular), la facies de espacio de acomodación. En conse- de espesor) y secuencia depositacional 3b (fajas de canales entrelazados areno- cuencia, el sistema multicanalizado y la AL3 (14 m de espesor). Las tres secuen- sos de geometría lenticular) y la facies 4 baja dispersión de las paleocorrientes per- cias son granodecrecientes y se inician (planicies de inundación). miten interpretar a la asociación de facies con una superficie erosiva. El cortejo de A diferencia de lo que sucede en el an- 2 como sistemas fluviales entrelazados baja acomodación está representado por ticlinal de Malargüe, el cortejo de al- (Miall 1977, 1996, Walker y Cant 1992, los depósitos conglomerádicos multica- ta acomodación incrementa su espesor Blair y McPherson 1994). nalizados de la facies 1 (fajas de canales mientras que el del el cortejo de baja aco- Asociación de facies 2 (sistemas fluviales anasto- entrelazados dominados por barras lon- modación decrece, lo que permite acep- mosados): la asociación de facies 2 se com- gitudinales), que pasan gradualmente a tar el incremento en el espacio de acomo- pone por las facies 1 a 4, y está presente la facies 3a (fajas de canales entrelazados dación (“tendencia retrogradante”). en las secciones de la localidad de Bardas arenosos de geometría tabular). La tran- Blancas. La facies 1 y 2 presentan carac- sición al cortejo de alta acomodación se Asignación estratigráfica terísticas distintivas de fajas de canales establece en el punto que el que apare- Como se mencionó previamente, los de- entrelazadas, como tendencia granode- cen preservados depósitos finos de pla- pósitos fluviales sin nomenclatura estra- creciente y superficies de reactivación in- nicie de inundación. De base a techo las tigráfica del surmendocino fueron asig- ternas, mientras que la facies 3 representa tres secuencias muestran un gradual au- nados originalmente al Bathoniano y la etapa de avulsión de las fajas de canales. mento de espesor del cortejo de baja aco- correlacionados con la Formación Lajas, Esta facies aparece también como fajas modación frente al cortejo de alta aco- constituyendo así la culminación del ci- de canales de menor jerarquía, inmersas modación, lo que se interpreta como la clo de sedimentación Cuyano (Legarre- en las facies 4, que representa depósitos disminución en el espacio de acomoda- ta y Gulisano 1989, Riccardi y Gulisano de planicie de inundación estables, dada ción (“tendencia progradante”). 1990, Riccardi 1993, Gulisano y Gutié- la abundancia de rasgos edáficos y depó- En el área de Bardas Blancas pueden re- rrez Pleimling 1995). Hasta el momento sitos de lóbulos de desbordamiento. El conocerse dos secuencias depositaciona- estos depósitos en estudio no proporcio- desarrollo fajas de canales multicanali- les identificadas como secuencia deposi- naron elementos bioestratigráficos que zadas de geometría lentiforme con dife- tacional BB1 y secuencia depositacional permitan acotar mejor su edad, sin em- rentes jerarquías asociadas a depósitos BB2. La secuencia depositacional BB1 bargo las relaciones estratigráficas y al- 112 D.A. KIETZMANN, R.M. PALMA Y T.M.A. FERREYRA

Figura 6: Composición de los clastos de las litologías conglomerádicas en la sec- ción Bardas Blancas; a-b) Capas basales (facies 1) con un claro predominio de clastos calcáreos y en menor proporción aquellos volcánicos y de areniscas; c-d) Capas del primer tercio de la unidad, con proporciones similares de litologías cal- cáreas, fragmentos de ostras, areniscas, riolitas y andesitas; e-f) Capas de los dos tercios superiores de la unidad, donde se observa el claro dominio de las litologías volcánicas.

gunas evidencias de campo permitirían cuenta estas premisas, la posición estrati- La Manga, por lo que la no depositación realizar una correlación tentativa con gráfica de los depósitos sin nomenclatura parece ser la hipótesis más adecuada. De unidades ya conocidas. quedaría acotada al intervalo Bajociano aceptarse este razonamiento, los depó- En el anticlinal de Malargüe el límite in- superior - Kimmeridgiano. Sin embar- sitos fluviales sin nomenclatura serían ferior de la unidad sin nomenclatura es go, llama la atención la escasa represen- equivalentes a la Formación Lajas (Ba- concordante con los depósitos marino- tatividad del ciclo Loteniano-Chacayano, jociano superior - Bathoniano) como lo transicionales de la Formación Bardas lo que permite conjeturar tres hipótesis: sugirieron previamente Legarreta y Gu- Blancas (Toarciano inferior-Bajociano 1) su erosión durante la discontinuidad lisano (1989), Riccardi y Gulisano (1990) inferior), mientras que el límite superior araucánica, 2) representación como siste- y Gulisano y Gutiérrez Pleimling (1995). está marcado por una discordancia angu- mas fluviales, o 3) la no depositación. Desde un punto de vista estratigráfico lar sobre la que se apoyan los depósitos La primera hipótesis debe ser descartada secuencial Legarreta y Gulisano (1989) evaporíticos de la Formación Auquilco debido a la presencia (aunque escasa) de la incluyen a los depósitos de la unidad (Oxfordiano superior-Kimmeridgiano Formación Auquilco, mientras que el pa- innominada dentro de las secuencias de- inferior) o los depósitos areno-gravosos trón de apilamiento de las secuencias en positacionales C4, C5 y C6, las que serían de la Formación Tordillo (Kimmerid- la sección del arroyo Loncoche no sería equivalentes a las secuencias AL1, Al 2 y giano-Tithoniano inferior?) (e.g., Gulisa- consistente con la tendencia transgresiva AL3 propuestas en este trabajo. De acep- no 1981, Gulisano y Gutierrez Pleimling de la Formación Lotena ni con la coexis- tarse la edad bajociana tardía - bathonia- 1995, Bressan et al. 2013). Teniendo en tencia de los carbonatos de la Formación na para estos depósitos, se propone deno- Depósitos fluviales innominados de la Cuenca Neuquina. 113

minarlos Formación Puesto Pacheco nov. tena, en la provincia de Neuquén, es- secuencias depositacionales: la secuencia nom. debido a la proximidad del puesto tá conformada por espesos intervalos depositacional L2 de origen marino clás- viejo de la familia Pacheco, con su estra- de conglomerados y areniscas con tron- tico y la secuencia depositacional L3 que totipo en la sección del arroyo Loncoche. cos fósiles, que pasan transicionalmen- incluye la parte superior de la Formación En la sección Bardas Blancas el límite in- te a pelitas y areniscas de origen mari- Lotena y las facies calcáreas de la Forma- ferior es paraconcordante con los depó- no que fueron atribuidos al Oxfordiano ción La Manga. sitos marinos de la Formación Bardas superior (Weaver 1931) y posteriormen- De acuerdo con las observaciones reali- Blancas (Toarciano inferior-Bajociano te al Caloviano (Groeber 1946), edad que zadas en este trabajo se considera que las inferior), mientras que el límite superior fue corroborada sobre la base de una rica secuencias depositacionales AL1 y AL2 es concordante con facies marinas mixtas fauna de amonites característicos y per- de la unidad innominada son equivalen- de la Formación Lotena (Caloviano me- mitiendo ubicarla en el Caloviano medio tes a las secuencias L1 y L2 de Gulisano dio a superior) (e.g., Gulisano 1981, Gu- a Oxfordiano inferior (Dellapé et al. 1979, y Legarreta (1989), por lo que esta uni- lisano et al. 1984, Gulisano y Gutierrez Riccardi y Westerman 1991). dad debe ser considerada como parte de Pleimling 1984, Bressan et al. 2013). Ra- Recientemente, Veiga et al. (2011) estudia- la Formación Lotena, mientras que el in- zón por la cual la posición estratigráfica ron la Formación Lotena en la sierra de tervalo marino asignado a la Formación de los depósitos sin nomenclatura queda- Reyes (sur de Mendoza), donde definieron Lotena por Gulisano et al. (1984) y Gu- ría acotada al intervalo Bajociano inferior en tres miembros. El Miembro La Estre- lisano y Gutierrez Pleimling (1995) sería - Caloviano superior. Sin embargo, en es- chura está constituido por depósitos ma- solamente equivalente a la secuencia L3. ta localidad la base de la unidad se inicia rinos y deltaicos, el Miembro El Pichanal con un conglomerado que contiene abun- está caracterizado por depósitos fluviales CONCLUSIONES dantes clastos de calizas micríticas (Fig. efímeros y eólicos depositados coetánea- 6). Estos continúan apareciendo durante mente con el Miembro La Estrechura, y A partir de un detallado estudio sedi- los primeros 8 m de la sección junto con por último, cubriendo ambos miembros, mentológico/estratigráfico fue posible fragmentos de ostras reelaboradas, lo que el Miembro El Vado que se caracteriza caracterizar a los depósitos fluviales sin sugiere que muy probablemente la uni- por el desarrollo de un sistema marino nomenclatura estratigráfica del Jurásico dad sin nomenclatura se habría deposita- mixto (carbonáticos-silicoclásticos). Los Medio de la Cuenca Neuquina que aflo- do con posterioridad a la Formación Ca- miembros definidos por Veigaet al. (2011) ran entre las localidades de Malargüe y labozo del Caloviano temprano (Riccardi carece de representatividad regional, pero Bardas Blancas. y Westermann 1991), erosionado sus de- muestran el típico patrón transgresivo de El análisis de facies y de arquitectura de pósitos e incorporando los clastos. la Formación Lotena. los cuerpos sedimentarios permitió defi- Trabajos previos en este sector de la cuen- Desde un punto de vista estratigráfico se- nir dos asociaciones de facies que repre- ca han notado un importante hiato para cuencial Gulisano et al. (1984) dividieron sentan dos estilos fluviales: la asociación este intervalo (discordancia Intracalovia- a la Formación Lotena en dos secuencias de facies 1 se restringe al sector del anti- na) y suponían la no depositación duran- depositacionales denominadas L1 y L2. clinal de Malargüe y representa sistemas te el Caloviano inferior y medio (e.g., Ric- La secuencia depositacional L1 se inicia fluviales entrelazados gravo-arenosos. cardi y Gulisano 1990, Riccardi 1993, con facies clásticas continentales y pasa a La asociación de facies 2, que caracteri- Gulisano y Gutierrez Pleimbing 1995). facies marinas, mientras que la secuencia za el área de Bardas Blancas, se interpreta Los datos aquí provistos sugieren que la L2 es netamente marina. A diferencia de como sistemas fluviales anastomosados, Formación Calabozo sí se habría deposi- lo mencionado por Gulisano (1981), estos compuestos por fajas de canales entrela- tado en el área de Bardas Blancas, ya que autores indican que la secuencia L1 en el zados gravo-arenosos y planicies de inun- no se conocen otras unidades calcáreas área de Bardas Blancas es de origen mari- dación estables. para esa edad. En este sentido se interpre- no litoral y apoya directamente sobre los Las variaciones en la geometría de los ta que la base de la unidad innominada términos del ciclo Cuyano, por lo que se cuerpos y las facies sedimentarias per- corresponde a la discordancia intracalo- deduce que Gulisano et al. (1984) conside- mitieron reconocer tres secuencias depo- viana y por lo tanto pertenece a la sección raron a la unidad innominada como par- sitacionales en el anticlinal de Malargüe inferior del ciclo Loteniano, acotando su te de este último ciclo de sedimentación. (secuencias AL 1, 2 y 3) y dos secuencias edad al Caloviano medio-tardío. Con posterioridad, Legarreta y Gulisano depositacionales en la localidad de Bar- Si se acepta la edad caloviana media-tar- (1989) revisaron esta división y definie- das Blancas (secuencias BB1 y BB2). día, estos depósitos fluviales podrían ser ron tres secuencias depositacionales para En el anticlinal de Malargüe las relaciones asignados a la Formación Lotena, tal co- la Formación Lotena. La secuencia depo- estratigráficas y el patrón de apilamiento mo habían sido atribuidos originalmen- sitacional L1 es equivalente a la secuen- de la secuencias depositacionales sugie- te por Gulisano (1981). De acuerdo con cia L1 de Gulisano et al. (1984), mientras re la asignación de la unidad innominada su definición original, la Formación Lo- que la secuencia L2 fue dividida en dos al Bajociana tardío - Bathoniana y su co- 114 D.A. KIETZMANN, R.M. PALMA Y T.M.A. FERREYRA

Figura 7: Estratigrafía del intervalo Jurásico en la sección Arroyo Loncoche y relaciones estratigráficas de la Formación Puesto Pacheco nov. nom. (ex unidad inno- minada), que aquí considerada como facies fluviales equivalentes a la Formación Lajas (Bathoniano).

Figura 8: Estratigrafía del intervalo Jurásico en la sección Bardas Blancas y relaciones estratigráficas de la Formación Lotena (ex unidad innominada en color negro). rrelación con la Formación Lajas, como Pacheco nov. nom., con su estratotipo en la ostras en la base de la unidad permitiría fuera propuesto por Legarreta y Gulisa- sección del arroyo Loncoche. establecer que los depósitos fluviales se no 1989). Asimismo, se propone denomi- En el área de Bardas Blancas la presen- habrían depositado con posterioridad a nar a esta unidad como Formación Puesto cia de clastos de calizas y fragmentos de la Formación Calabozo (Caloviano infe- Depósitos fluviales innominados de la Cuenca Neuquina. 115

rior), por lo que la base se asigna a la dis- 2006. Synrift geometry of the Neuquén Basin Gulisano, CA. 1981. El Ciclo Cuyano en el nor- cordancia Intracaloviana. Al encontrarse in the northeastern Neuquén Province, Ar- te del Neuquén y sur de Mendoza. 8 Congreso esta unidad por debajo de la Formación gentina. En: Kay, S.M. y Ramos, V.A. (eds.), Geológico Argentino, Actas 3: 579-592, Bue- Lotena (Caloviano superior-Oxfordiano Evolution of the Andean margin: a tectonic nos Aires. inferior) se le asigna una edad Calovia- and magmatic view from the Andes to the Gulisano, C. y Gutierrez Pleimling, A. 1994. Field na media - tardía, por lo que estos depó- Neuquén Basin (35°-39° S lat). Geological So- trip guidebook, Neuquén Basin, Mendoza sitos fluviales podrían ser asignados a la ciety of America Special Paper 407: 147-161. Province. Asociación Geológica Argentina, Formación Lotena como fuera propuesto Cristallini, E., Tomezzoli, R., Pando, G., Gazze- 103 p., Buenos Aires. originalmente por Gulisano (1981) y co- ra, C., Martínez, J.M., Quiroga, J., Buhler, M., Gulisano, C., Gutiérrez Pleimling, A. y Digrego- rresponderían a las secuencias L1 y L2 de Bechis, F., Barredo, S. y Zambrano, O. 2009. rio, R. 1984. Esquema estratigráfico de la se- Legarreta y Gulisano (1989). Controles precuyanos en la estructura de la cuencia Jurásica del oeste de la provincia de Cuenca Neuquina. Revista de la Asociación Neuquén. 9º Congreso Geológico Argentino, AGRADECIMIENTOS Geológica Argentina 65(2): 248-264. Actas 1: 237-259, Bariloche. Davies, C., Allen, M.B., Buslov, M.M., Safono- Legarreta, L. 2002. Eventos de desecación en la Este trabajo fue financiado con fondos va, I., 2010. Deposition in the Kuznetsk Ba- Cuenca Neuquina: depósitos continentales del proyecto UBACyT X-2657 a cargo del sin, Siberia: Insights into the - Trias- y distribución de hidrocarburos. V Congre- Dr. Palma. Los autores desean expresar su sic transition and the Mesozoic evolution of so de Exploración y Desarrollo de Hidrocar- agradecimiento a las Autoridades de Re- Central Asia. Palaeogeography, Palaeoclima- buros, Trabajos Técnicos CD, Mar del Plata. cursos Naturales de la Provincia de Men- tology, Palaeoecology 295: 307-322. Legarreta, L. y Gulisano, C.A. 1989. Análisis doza - Delegación Malargüe por su cons- Dellapé, D.A., Pando, G.A., Uliana, M.A. y Mu- estratigráfico de la Cuenca Neuquina (Triá- tante colaboración en las tareas de campo, sacchio, E.A. 1978. Foraminíferos y ostráco- sico Superior-Terciario Inferior). En: Che- así como a los revisores cuyas contribu- dos del Jurásico en las inmed iaciones del arro- bli, G.A. y Spalletti, L. (eds.), Cuencas Se- ciones mejoraron el manuscrito original. yo Picún Leufú y la Ruta 40 (provincia del dimentarias Argentinas. Simposio Cuencas Neuquén) con algunas consideraciones so- Sedimentarias Argentinas, Serie Correlación TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO bre la estratigrafía de la Formación Lotena. Geológica 6: 221-243, Tucumán. VII Congreso Geológico Argentino, Actas 2: Legarreta, L. y Uliana, M.A. 1991. Jurassic-Creta- Blair, T.C. y McPherson, J.G. 1994. Alluvial fans 489-507. ceous Marine Oscillations and Geometry of and their natural distinction from rivers based Dellapé, D. A., Mombru, C., Pando, G. A., Ric- Back Arc Basin, Central Argentina Andes. En on morphology, hydraulic processes, sedimen- cardi, A. C., Uliana, M. A. y Westermann, G. McDonald, D.I.M. (ed.), Sea level changes at tary processes, and facies assemblages. Journal E. G., 1979. Edad y correlación de la Forma- active plate margins: Process and product. IAS of Sedimentary Research 64(3): 450-489. ción Tábanos en Chacay Melehue y otras loca- Special Publication 12, p. 429-450, Oxford. Bressan, G.S., Kietzmann, D.A. y Palma, R.M. lidades de Neuquén y Mendoza. Con conside- Legarreta, L. y Uliana, M.A. 1996. The Jurassic 2013. Facies analysis of a Toarcian-Bajocian raciones sobre la distribución y significado de succession in west central Argentina: stra- shallow marine/coastal succession (Bardas las sedimentitas Lotenianas. Obra Centenario tal patterns, sequences, and paleogeographic Blancas Formation) in northem Neuquén Ba- del Museo de La Plata 5: 81-105. La Plata. evolution. Palaeogeography, Palaeoclimato- sin, Mendoza province, Argentina. Journal of Dessanti, R.N. 1973. Descripción geológica de la logy, Palaeoecology 120: 303-330. South American Earth Sciences 43:112-126. Hoja 29b, Bardas Blancas, provincia de Men- Martinsen, O., Ryseth, A., Hansen, W.H., Fleshe, Bristow, C.S. 1987. Brahmaputra river: channel doza. Boletín Servicio Nacional de Minería y H., Torkildsen, G. y Idil, S. 1999. Stratigra- migration and deposition. En: Ethridge, F.G., Geología 139: 1-70, Buenos Aires. phic base level and fluvial architecture: Erc- Flores, R.M. y Harvey, M.D. (Eds.), Recent Dessanti, R.N. 1978. Descripción geológica de la son Sandstonw (Campanian), Rock Springs Developments in Fluvial Sedimentology. SE- Hoja 28b, Malargüe, provincia de Mendoza. Uplift, SW Wyoming, USA. Sedimentology PM Special Publication 39, p. 83-91, Oxford. Boletín Servicio Nacional de Minería y Geo- 46: 235-259. Catuneanu, O. 2006. Principles of Sequence Stra- logía 149: 1-50, Buenos Aires. McCabe, P.J. 1977. Deep distributary chan- tigraphy. Elsevier, 386 p., Oxford. Groeber, P. 1946. Observaciones geológicas a lo nels and giant bedforms in the Upper Cabo- Cleveland, D., Atchley, S. y Nordt, L. 2007. Con- largo del meridiano 70. Hoja Chos Malal, Re- niferous of the Central Pennines, northern tinental sequence stratigraphy of the Upper vista Sociedad Geológica Argentina 1(3): 178- England. Sedimentology 24: 271-290. (Norian-Rhaetian) Chile strata, nor- 208. Miall, A.D. 1977. A review of the braided river thern New Mexico, U.S.A.: allocyclic and au- Groeber, P., Stipanicic, P.N. y Mingramm, A. depositional environment. Earth Science Re- tocyclic origins of paleosols-bearing alluvial 1953. Jurásico. En: Groeber, P., Stipanicic, views 13: 1-62. successions. Journal of Sedimentary Re- P.N. y Mingramm, A. (eds.), Geografía de la Miall, A.D. 1978. Fluvial Sedimentology. Cana- search 77: 909-924. República Argentina. Sociedad Argentina de dian Society of Petroleum Geologists Me- Cristallini, E.O., Bottesi, G., Gavarrino, A., Ro- Estudios Geográficos GAEA 2: 9-541, Bue- moir 5, 859 p., Calgary. driguez, L., Tomezzoli, R.N. y Comeron, R. nos Aires. Miall, A.D. 1985. Architectural Elements and 116 D.A. KIETZMANN, R.M. PALMA Y T.M.A. FERREYRA

bounding Surfaces: A new method of facies gy of the Argentine-Chilean Andes. Part III: Margin. American Association of Petroleum analysis applied to fluvial deposits. Earth- Bajocian-Callovian Eurycephalitinae, Stepha- Geologists, Memoir 46: 599-613. Science Reviews 22: 261-308. nocerataceae. Paleontographica A216: 1-110, Veiga, G.D., Schwarz, E. y Spalletti, L.A. 2011. Miall, A.D. 1994. Reconstructing fluvial ma- Stuttgart. Análisis estratigráfico de la Formación Lo- croform architecture from two-dimensio- Rust, B.R. 1984. Proximal braidplain deposits in tena (Calloviano superior-Oxfordiano infe- nal outcrops: examples from the Castlegate the Middle Malbaie Formation of rior) en la Cuenca Neuquina Central, Repú- Sandstone, Book Cliffs, Utah. Journal of Se- Eastern Gaspé, Quebec, Canada. Sedimento- blica Argentina: Integración de información dimentary Research B64: 146-158. logy 31: 675-965. de afloramientos y subsuelo. Andean Geolo- Miall, D.A. 1996. The Geology of Fluvial Depo- Schieber, J., Southard, J.B. y Schimmelmann, A. gy 38(1): 171-197. sits, Sedimentary Facies, Basin Analysis and 2010. Lenticular shale fabrics resulting from Vergani, G.D., Tankard, A.J., Belotti, H.J. y Wel- Petroleum Geology. Springer, 582 p., Berlin. intermittent erosion of water-rich muds - in- kink, H.J. 1995. Tectonic evolution and paleo- Nadon, G.C. 1994. The genesis and recognition terpreting the rock record in the light of re- geography of the Neuquén Basin, Argentina. of anastomosed fluvial deposits: Data from cent flume experiments. Journal of Sedimen- En: Tankard, A.J., Suarez Soruco, R. y Wel- the St. Mary River Formation, Southwestern tary Research 80: 119-128. sink, H.J. (eds.), Petroleum Basins of South Alberta, Canada. Journal of Sedimentary Re- Smith, D.G. 1986. Anastomosing river deposits, America. AAPG Memoir 62: 383-402, Tulsa. search 64(4): 451-463. sedimentation rates and basin subsidence, Walker, R.G. y Cant, D.J. 1992. Sandy fluvial sys- Nemec, W. y Postma, G. 1993. Quaternary allu- Magdalena River, northwestern Colombia, tems. En: Walker, R.G. y James, N.P. (eds.), vial fans in southwestern Crete: sedimenta- South America. Sedimentary Geology 46(3- Facies Models: Response to Sea Level Chan- tion processes and geomorphic evolution. 4): 177-196. ge. Geological Association of Canada, p. 71- IAS Special Publication 17: 235-276. Stear, W.N. 1985. Comparison of the bedform 89, St. John, Newfoundland. Ramos, V.A. y Folguera A. 2005. Los Andes Aus- distribution and dynamics of modern and trales: una evolución tectónica excepcional acient sandy ephemeral flood deposits in the entre el sur de Mendoza y el norte de Neu- southwestern Karoo region, South Africa. quén. VI Congreso de Exploración y Desa- Sedimentary Geology 45: 209-230. rrollo de Hidrocarburos, Archivos Electróni- Steel, R.J. y Thompson, D.J. 1983. Structures cos, 10 p., Mar del Plata. and textures in Triassic braided stream con- Riccardi, A.C. 1993. Introducción. El Jurásico glomerates (“Bunter” Pebble Beds) in the en la Argentina. En: Riccardi, A.C. y Dam- Sherwood Sandstone Group, North Stafford- borenea, S.E. (eds.), Léxico estratigráfico de shire, England. Sedimentology 30: 341-368. la Argentina, Jurásico. Asociación Geológica Thompson, A.M. 1970. Lithofacies and forma- Argentina, Serie B (Didáctica y Complemen- tion nomenclature in Upper stra- taria) 21: 9-28, Buenos Aires. tigraphy, Central Appalachians. Geological Riccardi, A.C. y Gulisano, C.A. 1990. Unidades Society of America Bulletin 81: 1255-1260. limitadas por discontinuidades. Su aplicación Uliana, M., Biddle, K. y Cerdán, J. 1989. Meso- al Jurásico andino. Revista de la Asociación zoic extension and the formation of Argen- Geológica Argentina 45 (3-4): 346-364. tina sedimentary basins. En: Tankard, A. J. R iccardi, A.C. y Westermann, G.E.G. 1991. M idd- y Balkwill, H. R. (eds.): Extensional Tecto- Recibido: 12 de julio, 2015 le Jurassic ammonoid fauna and biochronolo- nics and Stratigraphy of the North Atlantic Aceptado: 1 de febrero, 2016