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(eds.) vol. I, pp. 440-444. creación estética. Entre ellos, pueden des- — (1994a): “Herrschaft des Verbrechens”, en: tacarse: , Caupolicán Ova- Farin, Michael; Scholdt, Günter (eds.) vol. lles, Antonia Palacios, Jesús Rosas Marca- III, pp. 360-387. no, Raúl Agudo Freites, Salvador Gar- Scholdt, Günter (1994): en Farin, Michael; mendia, Aníbal Nazoa, Pedro Francisco Scholdt, Günter (eds.) vol. I. Sturm, Georges (1994): “Mabuse, ein Bild der Lizardo y, hace apenas días, mientras Zeit, ein Spiel mit dem Bild. Zu den vier redactaba esta nota, Augusto Germán Mabusefilmen von Fritz Lang”, en: Farin, Orihuela. Como si señalara de alguna Michael; Scholdt, Günter (eds.) vol. III. manera su jerarquía en tanto figura cimera pp. 336-359. de nuestra literatura, el primero de estos ilustres desaparecidos de este año fue , fallecido, apenas des- puntaba el año, el seis de enero. Diversos lectores y críticos tendrán por supuesto Carlos Pacheco sus preferencias a la hora de escoger a sus favoritos entre nuestros narradores y ensa- yistas. Lo que probablemente nadie pon- Arturo Uslar Pietri: drá en duda es la categoría de Uslar como de renovador vanguardista protagonista literario, cultural y político a patriarca de la cultura en la escena venezolana del siglo XX. En efecto, si atendiendo a la cronolo- nacional gía, apreciamos que nació en el 16 de mayo de 1906, que ya hacia 1920 publicaba sus primeros ensayos y algunos Si se le tiene hoy como enciclopedia versos, y que hasta las proximidades de su viva y universal para el uso del venezola- no común, esto ha nacido, más que de una muerte no dejó de ofrecer a la imprenta las vocación, de una necesidad. muy diversas manifestaciones de su plu- ma, advertiremos que se trata de más de GERMÁN ARCINIEGAS 80 años de sostenida y meritoria dedica- ción a la escritura literaria. Y también –valiéndose sobre todo de la prensa y la Semana tras semana, desde el comien- televisión en buena parte de este período– zo del año, cronistas y articulistas de pren- de una referencia crítica y orientadora de sa se han preguntado con insistencia por resonancia nacional, en momentos en que las razones de ese avieso destino que pare- vivió un vuelco cabal desde la ciera haberse cernido sobre las letras gran hacienda gomecista hasta la moder- venezolanas. “Fuga de maestros”, titulaba nidad petrolera y cosmopolita. uno de ellos, para ponderar la desapari- Es por eso que, aunque muchos argu- ción física de tantas y tan valiosas figuras mentarían, y con razón, la valía estético- en apenas unos cuantos meses. Y es que literaria de otros sobresalientes escritores no hay duda de que aquella odiada y temi- en nuestro último siglo, como José Anto- I, 4 (2001) da mujer de la guadaña en alto ha pasado nio Ramos Sucre, , Teresa entre nosotros, llevándose consigo una de la Parra, , Mariano copiosa cosecha de poetas, ensayistas, Picón-Salas o Salvador Garmendia, tal vez narradores y académicos, intelectuales en sólo Rómulo Gallegos –su contrafigura, general, dedicados al pensamiento y la Iberoamericana, Iberoamericana, por cierto a causa de sus respectivas posi- Rev4-03 21/11/01 14:53 Página 159

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ciones políticas– podría disputarle la pal- estético-literario es el que va de 1928 a ma a Uslar Pietri en términos de represen- 1931, pues en esos pocos años lidera la tatividad pública y de nombradía, tanto en renovación vanguardista y publica su pri- el país como en el exterior. Al decir esto, mer libro de cuentos y su primera novela, estamos pensando en esa noción clásica de con los cuales marcará pauta en el desa- intelectual, con todas las connotaciones rrollo de la narrativa nacional. En Vene- socio-culturales que se fueron adosando a zuela, la vibración del cambio se manifes- ella a lo largo del siglo: las virtudes del taba entonces tanto en la efervescencia estudioso, la responsabilidad del creador, política como en las discusiones estéticas, el poder de conducción y orientación de la expresadas respectivamente por la insur- ciudadanía, las posiciones críticas, éticas, gencia de los universitarios y sectores pro- especialmente ante los gobiernos de turno. gresistas contra la dictadura y por la emer- Con énfasis en el aspecto literario, las gencia de la vanguardia artística. Es en páginas que siguen intentarán ofrecer un este segundo espacio donde se sitúa Uslar, recorrido por la multiplicidad de facetas y probablemente el mejor conocedor de las significaciones públicas de quien ha encar- manifestaciones innovadoras que hacen nado para nosotros, creo que como ningún hervor en Europa y también el más cons- otro, esa función de conciencia intelectual ciente de sus implicaciones últimas. Por de la nación, no sólo como innovador y eso protagoniza la redacción del editorial- reconocido practicante de la escritura de manifiesto de la revista válvula (1928), ficción y de reflexión, sino sobre todo cuyo título, con la minúscula inicial, seña- como pater familiae de la cultura nacional. la nítidamente la necesaria expresión del La vida y la escritura de Uslar acom- ímpetu renovador que ya no toleraba ser pañan cabalmente el desarrollo del siglo más represado. En esta iniciativa de ruptu- XX venezolano. Descendiente de un héroe ra es acompañado por escritores de diver- de Carabobo de origen alemán, nació en el sa orientación política, como Nelson seno de una familia de larga tradición Himiob, , Fernando militar vinculada a los regímenes de Anto- Paz Castillo, Carlos Eduardo Frías y nio Guzmán Blanco, Cipriano Castro y Pedro Sotillo. Juan Vicente Gómez. Aunque por la pre- Barrabás y otros relatos (1928) es el cariedad de la época en las poblaciones volumen de cuentos en el que aquella pro- del interior del país, donde le tocó vivir, puesta estética se hace práctica ficcional. su educación formal –según su propia opi- Es un libro que se atreve a saltar el cerco nión– parece haber dejado mucho que de las convenciones criollistas y moder- desear, su disciplinado intelecto y su nistas, aunque naturalmente sin despren- omnívora voracidad lectora lo llevaron derse del todo de algunos de sus rezagos. pronto a distinguirse entre los de su gene- El gesto más importante de esta innova- ración. Ya a mediados de los años veinte, ción consiste en la separación de todo ges- su firma comienza a hacerse habitual en to localista o pintoresco, para preferir las más importantes publicaciones perió- espacios cerrados, interiores, que permi- dicas de la época, como las legendarias ten centrar la atención en las subjetivida- revistas Billiken y Élite, y no pasarían des, nada estereotipadas, de sus persona- I, 4 (2001) muchos años antes de que le tocara cono- jes. Aunque el relato se emplace en un cer la consagración literaria. lugar geográfico reconocible, el interés Sin duda el período más intenso y narrativo se dedica a explorar regiones

determinante de Uslar en tanto innovador inusitadas u oscuras de la psique, como Iberoamericana, Rev4-03 21/11/01 14:53 Página 160

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los sueños o la locura, y suele estar certe- cierta forma inversa en la elaboración de ramente enfocado en un conflicto humano los personajes principales: el mantuano y general, en ocasiones a través de la subje- patriota Fernando Fontas resulta degrada- tividad de un actor histórico (como el do por su incapacidad y cobardía, mien- Barrabás del Evangelio), que no es cons- tras que la violencia del mestizo Presenta- ciente de su relevancia. ción Campos, especie de protofigura del Como cualquier otro intelectual his- caudillismo criollo, resulta comprensible, panoamericano de su tiempo, siente a y hasta atractiva por momentos, por la París como una experiencia irrenunciable entereza de su conducta y las razones y en 1929, recién doctorado en Ciencias sociales y etnoculturales que la fundan. Políticas, un cargo diplomático menor le Por otra parte, los personajes propiamente permite insertarse en esa fiesta vanguar- ficcionales ocupan el centro de la acción dista que vivían por entonces allí inconta- narrativa, mientras que las grandes figuras bles escritores hispanoamericanos en inte- históricas –Bolívar especialmente– obede- racción con Breton, Valery, Buñuel, Des- cen a un diseño ingeniosamente diagonal. nos, Alberti y muchos otros artistas De esta manera, la independencia y el sur- europeos. Uslar ha reconocido la especial gimiento de lo nacional dejan de ser los relevancia formativa que tuvo para él en temas de un catecismo patrio– como lo ese momento la proximidad con Alejo fue, paradigmáticamente, la Venezuela Carpentier y Miguel Ángel Asturias y el heroica de Eduardo Blanco (1881), para diálogo intenso que ellos tres mantuvieron presentarse como un complejo problema sobre sus respectivos proyectos narrati- histórico con matices no sólo militares y vos: Ecué-Yamba-O, la primera novela de políticos, sino también raciales, cultura- Carpentier, las versiones iniciales de lo les, sociales y económicos que la novela que terminaría siendo El Señor Presiden- se dedica a explorar con calculada distan- te, de Asturias, y Las lanzas coloradas, la cia y objetividad. novela prima de Uslar y probablemente la A partir de este logro estético, mereci- más original e innovadora. damente reconocido por la crítica (por Junto con Cubagua, de Enrique Ber- esta obra, por ejemplo, Carlos Fuentes nardo Núñez, publicada también en 1931, alude a Uslar como “creador de la moder- Las lanzas coloradas trae consigo una na novela histórica latinoamericana”), renovación muy significativa en el arte de nuestro novelista desarrollará a lo largo de novelar, en especial en lo referente a las más de medio siglo un amplio abanico de formas de representar la historia venezola- relatos que ficcionalizan momentos fun- na. A contrapelo de la desgastada tradi- damentales del proceso histórico nacional ción romántica que dominó el siglo XIX y e hispanoamericano, convirtiéndose en cristalizó en hábitos narrativos aún practi- una de las vertientes fundamentales de su cados en la época, Uslar se atreve a revisi- escritura. El primero de ellos es El camino tar la temática de la independencia. Pero de El Dorado (1947), donde Uslar, apare- en lugar de la orientación documental y jando la fidelidad al dato histórico y al tra- edificante que era de rigor, elige una bajo erudito en la selección y el montaje I, 4 (2001) visión más sociológica y más artística, de fuentes documentales, contribuye al abandonando la exaltación épica y el con- diseño ficcional de uno de los protago- secuente maniqueísmo entre héroes y nistas históricos más sugerentes de la his- monstruos. De hecho, su originalidad se toria continental, el rebelde conductor de

Iberoamericana, Iberoamericana, detecta en la adopción de una posición en la gesta marañona Lope de Aguirre, moti- Rev4-03 21/11/01 14:53 Página 161

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vador de múltiples y encontradas versio- “renovador del cuento venezolano”, tal nes: de Casto Fulgencio López y Ramón como lo establece el título del mejor de J. Sender a Miguel Otero Silva y Abel los estudios sobre su narrativa breve, el de Posse. En 1976, Oficio de difuntos se pro- Domingo Miliani (Caracas, 1969). pone expresar el razonamiento y las moti- Después de la cosmopolita y vanguar- vaciones de Juan Vicente Gómez y de su dista fiesta parisiense, plena de novedades régimen dictatorial (1908-1935) a través y de intercambios con los talentos artísti- de una biografía novelada cuyo obvio cos más atrevidos del momento, después referente histórico va camuflado tras nom- de los múltiples viajes que en esos años le bres ficticios. Simón Rodríguez (1771- mostraron las riquezas del viejo continen- 1854), maestro de El Libertador, eminente te, Uslar regresa a la patria de una manera utopista e ideólogo con originales concep- radical. Y el volumen de cuentos titulado ciones sobre la sociedad y la educación en escuetamente Red (1936) manifiesta mag- la América Hispana, es el centro de aten- níficamente ese reencuentro y esa revalo- ción de La isla de Robinson (1981). Pre- ración de lo propio venezolano, que es cedida por una acuciosa investigación de asumido sin embargo desde la mirada fuentes con valor propio, esta novela se depurada y aguda, sutil e interiorizada por atreve a experimentar productivamente la experiencia europea. Como Carpentier con la ruptura del hilo cronológico y el y Asturias, por una vía divergente del cambio de narradores y puntos de vista, surrealismo, se trataba entonces de descu- distinguiéndose también por la eficiente brir el sentido mágico o maravilloso de la utilización de fuentes documentales direc- realidad en sus manifestaciones más ordi- tas en la construcción de diálogos muy narias. Por eso puede decirse que en los convincentes. Por último, en 1990 se cuentos de este volumen (como “La llu- publica La visita en el tiempo, centrada via”, “La negramenta” o “Cuento de cami- también en la vida de un personaje históri- no”, y aun en aquellos de asunto no vene- co tan novelesco como Don Juan de Aus- zolano como “El conde de Orgaz”) reluce tria y estructurada sobre el modelo de tres ya lo que años después, en 1948, el mismo grandes mitos literarios: Hamlet, Don Uslar se adelantará a formular para Hispa- Juan y Segismundo. Desarrollada a partir noamérica, a partir de un estudio del ale- de modos narrativos más convencionales, mán Franz Roth, como “realismo mági- esta obra recibe importantes reconoci- co”. La sabiduría narrativa con que ya mientos internacionales, como los pre- cuenta le permite asumir los personajes y mios Rómulo Gallegos y Príncipe de asuntos locales como materia, pero enfren- Asturias. tando esa materia con un lenguaje despo- No obstante este sustantivo aporte a la jado de metáforas estridentes, atendiendo novela, que debe completarse con Un en muchos casos al monólogo interior, a la retrato en la geografía (1962) y Estación exploración de lo sensorial y a la osadía de de máscaras (1964), la mayoría de los ciertas ambigüedades y finales abiertos. estudiosos considera con razón que la Treinta hombres y sus sombras (1948) contribución literaria más eximia de Uslar viene a ser la consolidación y la culmina- es la que realiza como cuentista, por haber ción de este periplo paradójico que Uslar I, 4 (2001) contribuido a crear, con su primer libro de cumple cabalmente: alejarse en cierta for- cuentos, una verdadera tradición del géne- ma de la realidad local (o más bien de una ro en Venezuela y por haberse convertido, forma de percibirla y expresarla: el realis-

con sus sucesivos volúmenes, en el gran mo mimético, exteriorista, pintoresco), Iberoamericana, Rev4-03 21/11/01 14:53 Página 162

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para regresar a ella con una actitud decidi- son menos acentuadas las referencias damente interrogante y problematizadora, locales y más frecuentes los finales abier- capaz de percibir y modular “lo venezola- tos. Sin embargo, como marca distintiva no” con marcado respeto por las fuentes de la factura uslariana, continúa presente orales populares, mientras al mismo tiem- en ellos –mediante un uso privilegiado de po pone en práctica operaciones estéticas la primera persona– el esfuerzo por explo- de sofisticada actualidad. Curiosamente, rar el misterio de la identidad de persona- el impecable caballero urbano que es jes no previamente clasificados o caracte- nuestro escritor, logra captar y expresar rizados. En uno de los cuentos del último como ningún otro eso que él mismo llama volumen aparece una suerte de síntesis de el “misterio”, esa “interioridad” de sujetos su poética narrativa que cito a través de y circunstancias rurales populares que está Miliani: “El misterio de los seres no con- siempre más allá de la mera apariencia y siste en lo aparente, sino en todo lo que el estereotipo. En este libro fundamental, puede haber de maravilloso o desconocido además de privilegiar la tradición oral, el bajo lo aparente. En las presencias invisi- cuentista realiza en varios de los relatos bles que puede haber bajo las presencias una pertinente elaboración del pícaro de la visibles.” tradición hispana y alcanza efectivas inno- Para dar cuenta de nuestro personaje, vaciones con la multiplicación y el despla- sin embargo, hay que ir mucho más allá de zamiento de las voces enunciadoras del su prosa de ficción, reconocer su extensí- discurso. sima obra de ensayista, que incluye algu- “Transfiguración del realismo narrati- nas piezas claves para la comprensión de vo latinoamericano”, llamará Miliani a lo venezolano como “La invención de esta postura estética. Ya el mismo año 48, Venezuela”, “Lo criollo en la literatura”, en Letras y hombres de Venezuela, su “El mestizaje y el nuevo mundo” o “La irremplazable colección de ensayos sobre hallaca como manual de historia”. Y tam- los protagonistas de nuestro proceso lite- bién muchas otras facetas de su escritura rario, Uslar se pronuncia sobre el fenóme- –desde la poesía, la dramaturgia y los no como una tendencia del cuento venezo- libros de viaje hasta la exploración crítico- lano de la época, probablemente el literaria, el periodismo de opinión, la his- momento de mayor altura del género entre toria y la economía–, facetas que sería nosotros, cuando –a menudo en torno al imposible detallar en este espacio. No concurso anual de cuentos del diario El puede sin embargo concluirse este acerca- Nacional– se revelan los talentos de Gui- miento a Uslar sin considerar su relevan- llermo Meneses, Antonio Arráiz y Anto- cia como figura pública. Y es que él, gra- nio Márquez Salas, Gustavo Díaz Solís, cias tanto a su destacada carrera política Humberto Rivas Mijares y Osvaldo Trejo, como a su perseverante obra como divul- entre muchos otros. gador, llegó a convertirse en punto de En los sucesivos volúmenes de rela- referencia fundamental para millones de tos, Pasos y pasajeros (1966) y Los gana- venezolanos que probablemente nunca dores (1980), se harán visibles cambios leyeron sus cuentos y novelas. I, 4 (2001) importantes, especialmente en lo que toca En efecto, desde 1936 ocupa posicio- al predominio de ambientes urbanos, nes cada vez más destacadas en el tren situaciones narrativas más contemporáne- ejecutivo de los gobiernos postgomecistas as y problemas de tipo ético, psicológico, de transición hacia la democracia. En

Iberoamericana, Iberoamericana, existencial y también político. Cada vez 1939, a sus 33 años, como ministro de Rev4-03 21/11/01 14:53 Página 163

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Educación de Medina, por ejemplo, es la res venezolanos, pasando a ser, para el joven estrella del gabinete. Pero esa bri- grueso de la población, una suerte de llante trayectoria se ve cortada abrupta- modelo (para muchos de ellos sin duda mente por el golpe de estado de 1945, que inalcanzable) del hombre culto. lo lanza durante unos años a un exilio neo- Su trayectoria literaria y política, y yorkino que será, por cierto, muy bien sobre todo esa presencia tan sostenida a aprovechado para el trabajo académico. través de los medios, convirtieron pues a Dieciocho años más tarde, habiendo sido Uslar en verdadero patriarca cultural de la ya senador independiente, la realidad polí- nación, respetado y acatado por muchos, tica lo reclama de nuevo a tiempo comple- hasta por sus adversarios de la izquierda, to como candidato a la Presidencia y fun- criticado por quienes leyeron su insistente dador de un partido que recoge el descon- prédica pública como mensaje de las cla- tento popular. Aunque pierde las ses dominantes. Lo cierto es que, por más elecciones, al no poder competir con las de medio siglo, Venezuela tuvo en Uslar aceitadas maquinarias partidistas, la cam- una conciencia crítica lúcida, honesta y paña electoral lo hace llegar hasta las más bien documentada que tal vez todos debi- alejadas poblaciones del país y su figura mos escuchar con más atención y a la que queda establecida como sinónimo de hoy no podemos sino echar de menos. ecuanimidad, de rectitud y de independen- cia de criterio, tanto respecto de los llama- dos “partidos del estatus” como de sus Carlos Pacheco es profesor de la Universidad detractores de la izquierda. Por eso, hasta Simón Bolívar, Caracas. muy avanzada edad, fue sujeto predilecto de numerosísimas entrevistas (véanse en especial los libros de Alfredo Peña, 1978, Margarita Eskenazi, 1988, y Rafael Arráiz Lucca, 2001) e invitado de gala de diver- Agustín E. Ferraro sos programas televisivos de opinión. Nadie, por otra parte, ha tenido en Venezuela una conciencia tan aguda como Argentina: lecciones políticas Uslar de la necesidad de alcanzar al gran de la crisis público con un mensaje de orientación ciudadana, opinión política y divulgación cultural. El primer vehículo de esa pulsión La economía argentina sufrió en los es el artículo de opinión, y es admirable la últimos meses una prolongada y severa persistencia de su colaboración semanal crisis, con características bastante nove- en el diario El Nacional a través de la muy dosas en el contexto de las finanzas inter- popular y comentada columna “Pizarrón”, nacionales. Su detonante principal fue la iniciada en 1948, que alcanzó el récord de “perspectiva” de que el Estado no pudiera los cincuenta años de existencia. También seguir pagando, en un futuro más o menos fue el primero en advertir la eficacia de la inmediato, los intereses de la deuda públi- televisión y sus peculiares exigencias. ca. De haber ocurrido esta circunstancia, I, 4 (2001) Desde 1953, a través de su programa conocida como default, se supone que Valores humanos se introduce semanal- hubiera debido abandonarse, además, la mente, de manera casi ininterrumpida y a paridad del peso argentino con el dólar de

lo largo de casi 35 años, en miles de hoga- los Estados Unidos. Lo novedoso de la Iberoamericana,