TRABAJOS DE PREHISTORIA 5I.n.0 2. 1994. pp. 169· 178 ESTUDIO DEL APROVECHAMIENTO DEL MEDIO NATURAL EN EL YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE DE EL RECUENCO (, CUENCA). ANALlSIS PALEOBOTANICOS THE USE OF THE NATURAL ENVIRONMENT ON THE BRONZE AGE SITE OF EL RECUENCO (CERVERA DEL LLANO. CUENCA). PALAEOBOTANICAL ANALUSIS

DIEGO RIVERA (*) CONCEPCION OBON (*) MARGARITA DIAZ-ANDREU (**)

RESUMEN Este artículo se propone analizar e l aprovecha­ Bron1.e Age site of El Recuenco. Vegetal impressions on miento económico del medio natural que se llevó a cabo mud and vegetal remains show tha! Ihe peop/e from (he en El Recuenco, poblado de la Edad de Bronce situado "house J" (daled lO Ihe fifteenth century b.c.) cultivated en la comarca de La Mancha. Para ello se exponen los wheat, bar/ey, olive trees, holm oaks. broad bean alld resultados del estudio de los restos e improntas de ori­ flax. This is d¡rect evidence of Ihe practice of intensive gen vegetal recogidos en la campaña de excavaciones aro and ex/ensive agriculmre in Ihe Mitldle Bronz.e Age in La queológicas de 1988 en la llamada vivienda n° l. fechada Mancha. The economic. mcial, and poli/ical implications por radiocarbono hacia mediados del siglo XV a.e. Es­ 01 thi.f new informa/ion are fundamental 10 the contexlllal tos demuestran el cultivo de trigo, cebada. olivo. encina. and historicol inrerpretat;on of El Recuenco. haba y lino. lo que indica la convivencia de la agricultura intensiva y extensiva. Las implicaciones de tipo econó• mico. social y político que esto conlleva representan una Palabras c!ayes: Bronce Medio. La Mancha. Paleoba­ herramienta rundamental para la interpretación histó• tánica. rica contextual del poblado de El Recuenco. Key words: Midd/e Bronz.e Age. La Mancha. Paleobo· ABSTRACT lany. This paper aims lo analyse the economic use o[ the natural environment by the inhabitants of the Middle l. INTRODUCCIÓN (.) Departamento de Botánica. Facultad de Biologfa. Uni­ versidad de Murcia. Campus de Espinardo. Murcia. Los estudios de tipo económico realizados ( •• ) Centro de Estudios Históricos. Consejo Superior de Investigaciones Cientrficas. el Duque de Medinaceli 6. sobre restos encontrados en los sitios arqueoló• 28014 Madrid. gicos sólo han empezado a tener una relativa El artículo fue remitido en su versión final el 27·V·94. buena aceptación en la investigación española

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) Uigfl Rh·ua. (;onccpción Ooon. Mar¡arita Díaz·Andr~u en la última década. aunque no faltaran análisis como 1460 ± )(X) a.c.. y. para el momento de anteriores como los de María Hopf. Sin cm· derrumhe del edificio cuando éste ya había sido bargo con frecuencia, y en conexión con el pre­ abandonado de 3240 ± 95 BP (muestra 111891) dominio del enfoque disciplinar de naturaleza o 1290 a .c. Sin embargo creemos necesario histórico positivista. estos trabajos han quedado aclarar que esta última fecha podría entrar en relegados a poco más que simples apéndices en contradicción con la muestra 1-11892, que po­ las publicaciones. El estudio del medio natural dría provenir igualmente de la vivienda 1, Y que impulsado desde los años sesenta por el mundo fue recogida en el llamado por Martínez Nava­ anglosajón integraba de una manera más di· rrete nivel 1 (que estaba bajo el superficial) de recta los datos del medio como parte primordial la cala H (corle D5). La fecha que dio fue 3640 en la interpretación arqueológica. AUOllue ± ()5 BP ó 16t}() ± 95 a.e. Su mayor antigüedad a4uel énfasis ha recibido cuantiosas críticas y en no parece muy lógica con respecto a la muestra consecuencia su influencia ha decrecido en la del corte C4, pero cabria la posibilidad de que actualidad. parece acertado indicar que ahora, fechara el nivel 3. que en este punto de la exca­ quizá más que nunca. para realizar cualquier vación se halla muy superficial. puesto que la tipo de interpretación. ya no funcional. sino in­ campaña de excavaciones realizada en 1994 ha cluso simbólica, se ha de conocer el medio en el confirmado una fase de la vivienda anterior a la que la sociedad y el individuo se desenvolvie­ del nivel 2. Una última muestra fue recogida en .ron, y cómo a través de su conocimiento plan­ lo que en un primer momento Martínez Nava­ tearon sus estrategias. rrete denominó como cata extensión y poste· El Recuenco se sitúa en el sector septentrio­ riormente corte C2. Proviene de un agujero de nal de la comarca natural de la Mancha, al su· poste que horadaba un suelo de arcilla com­ reste de la población de Cervera del Llano pacta que parece corresponder al del nivel 2 de (Cuenca) (1) (Fig. 1). Es un poblado de unos la vivienda 1. Dio una antigüedad de 3780 ± 95 2 1417 m (Martínez Navarrete, 1988: 2303) loca· B. P. ó 1830 ± 95 a.c., que más bien parece fe· lizado sobre un espolón del alto de Viñas Viejas char de nuevo un momento previo al nivel 2 de y defendido en su lado más vulnerable por al la vivienda 1. Se recogió a medio metro bajo la menos dos líneas de muralla que no durante superficie actual del cerrO, es decir. aproxima­ toda la vida del poblado tuvieron tal funcionali­ damente a -2,00 m. Como hemos visto, el suelo dad. pues, por lo menos en el periodo final de la del nivel 2 de la vivienda 1 se halla a una pro· vivienda 1 la muralla interior había pasado a ser fundidad aproximada de -1 ,85 m. a -1,95 m. y la únicamente su pared noreste (aunque esto no muestra de carbón proviene de un agujero de significa que la muralla exterior hubiera que­ poste excavado en el llamado por Martínez Na­ dado inutilizada en aquel momento). Presenta varrele nivel 3 de la cata extensión que se co­ varios niveles de habitación, en los que todavía rresponde con un piso de tierra compacta, pro· no se ha logrado delimitar por completo nin· bablemente el suelo de la vivienda l. guna estructura doméstica, aunque se ha exca­ La vivienda 1 presenta unas dimensiones de vado en la campaña de 1988 parte de la llamada más de 60 m2 de superficie (las excavaciones "vivienda 1" (Martínez Navarrete, 1988: 2306 y apuntan que Quizá pueda llegar a 100 m2). Se Dial-Andreu, 1992) (Fig. 2). En ella se han ob­ halla en el nivel 2 de los cortes de 4 m2 denomi­ tenido varias muestras de c-14, cuyo análisis ha dado como resultado una fecha de 3410 ± 100 nados C2 a C5 y D2 a D5, de los que sólo se trabajó en la campaña de 1988 en los C4, C5 , BP (muestra GrN-17439), que se interpreta D4 y D5 (2). Por ahora s610 se conoce la deli­ mitación por sus lados noreste, por la (ex-)mu­ (1) Los trabajos de excavación comenzaron en 1971 ralla o muro A, y sureste, por un muro de muy bajo la dirección de Teresa Chapa. Pilar López y M' Isabel buena factura, el F. En la parte interior de la vi­ Martfnez Navarrete. y en la actualidad ha pasado a la direc­ ción de uno de nosotros, Margarita Dfaz·Andreu. Se han rea· vienda se documentan dos muretes paralelos lizado diversos trabajos sobre los resultados que ha proporcio­ entre sí (muros J y K) Y perpendiculares al nado su excavación: Chapa y Martfnez Navarrete (1977) , muro A, del que arrancan. Al sureste de éstos Chapa ~l u/U (1979); Morales (1979), López Garcfa (1983). se halla un empedrado a modo de banquillo Martfnez Navarrete. (1988: 2302·2319), Rivera y Obón (1989). Dfaz-Andreu (1991 : 396-4(4). Bullón y Dlaz·Andreu (1992). Vigil de la Villa ~t a/ii (t992). Jiménez Ballesta et afii (1994) Y (2) Los cortes se subdividieron a su vez en cuatro secto­ Dfaz-Andreu (e. p.). res de 2 m2. ello norte, 11 o oeste. 111 o sur y IV o este.

T. P .. 51. n.o 2. 1994 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) t-:STUDlO DEL APROVECHAMIENTO DEL MEDIO NATURAL EN El YACIMU:rnO ni': El RELUt-:.""'CO 171

Fig. 1. Localización del yacimiento de El Recuenco. adosado al muro A, que en un punto se ensan­ na. es lo que nos ha permitido sacar conclusio­ cha. Asociado a él se encontraron multitud de nes de primera mano sobre el medio ambiente recipientes cerámicos de tipología diversa de aquel momento y del aprovechamiento que (Díaz-Andreu, 1991: Fig. 195-198). Cerca de la de él hacían los habitantes de El Recuenco. intersección entre los muros A y F se excavó una estructura de arcilla de forma semicircular. El alzado de este espacio doméstico era de mu­ 2, ESTUDIO DE LOS MATERIALES ros de piedra y, a partir de una determinada al­ VEGETALES DE LAS MUESTRAS tura imposible de concretar en este momento DE TIERRA de la excavación, de arcillas de construcción. La cubrición del techo se realizó con ramajes con El análisis de las muestras de tierra ha dado un recubrimiento arcilloso. Las arcillas de con­ resultados pobres dado el carácter superficial trucción se emplearon por tanto para las pare­ del nivel 2 de los cortes C4, C5, D4 y 05. La des y probablemente, como parece demostrar la mayoría de los restos eran de introducción re­ excavación (Oíaz-Andreu, 1992), para la cons­ ciente por la acción de animales cavadores, con­ trucción de alguna alacena o estante. De ellas taminación durante el proceso de excavación han quedado como prueba un nivel de unos 30 (acción del viento, restos adheridos a la ropa y cm. de potencia de arcillas trabajadas. El estu­ al calzado de los excavadores. etc.) o por la con­ dio de las improntas conservadas de es.tos res­ taminación poslerior durante el almacena­ tos, y en menor medida de las muestras de tie- m.iento de las muestras, que se efectuó en una

T. P.. 51.n.02,1994 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) 171 Oigo Ri .. r r.. Con«pción OOOn. Margaril. Diaz-¡\ndrr u

2 3 4 5 6 7 8 9 10 " "Mi'RI. ,l"IfIlNltild.

I n I" " ~ lI~ru .. tic.,,'" BETA ~ 1 ~ hCI ALFA 1 1 , ~ A , . ~ 1

\ )) 8 1 • } e 'J' 1 :'& -. D ~ --. 1 , ' , , /: [ 1 "' ' , ~ J , ------, I F

t \ G , 1 , H , , 1 , 1 , \ , , 1 , \ , , ' o , \ , , , ~ IJ , .J. K , - 1 L 1 =- lm I M

Fig. 2. Croquis de la excavación de El Reeuenco.

T. P., 51, n.o 2. 1994

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) t:STUDIO Df:L APROVECHAMlt:NTO DEL MEDIO /'IiATURAI. t:N El. YACIMIENTO m: t.t RU: Ut:Nt·() 17.\ casa de campo (cámaras o almacenes a los que han sido recogidas en forma de algún fragmento pueden acceder animales cavadores. ctc.), final­ aislado en dichos cortes en los estratos que se mente también se han podido introducir en las corresponden con el derrumbe de la vivit!nd

T.P.,51,n.02,1994

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) 174 Di!¡o Rive .... COlK'rpdón Obón. Marprils Diu·Andreu

1105 de gramíneas. de semillas, de glumas y práctica de la agricultura por parte de los habi­ de aristas de cehada, Hordeum vulgare. tantes de El Recuenco. Ninguno de los elemen­ 70 Corte D4. nivel 2, sector 11. Muestras tos culturales con los que habitualmente se C4/90. C5/90. C6/90. CI/90. C29/90. C30/90. identifica esta actividad económica son en reali­ C31190. C34/90. C35/90 y C36/90. Se encon­ dad adecuados para ello: ni los dientes de hoz ni traron improntas de tallos de gramíneas. de los molinos de mano sirven para asegurar su semillas de cebada. Hordeum vulgare, y de existencia. puesto que pueden reflejar la reco­ trigo, Triticum sp .. de glumas de cebada. de lección de plantas no cultivadas. espiguillas de cebada. de un fruto de carre­ La agricultura efectuada corresponde al po­ tón, Mendicago sp .. de una bellota posible­ ¡¡cultivo mediterráneo en el que conviven dos mente de Quercus romndifolia. de semillas tipos de cultivos. los intensivos y los extensivos. de lino. Linum usitatissimum. del fruto de La agricultura intensiva aparece representada una umbelífera, Caucafis pJatycarpos. de por los cultivos de plantas de ciclo anual, predo­ una semilla de haba. Vicia faba, y de un minando los cereales. las leguminosas y el lino fruto de gamón. Asphodelus ramosus. (Renfrew. 1973; Zohary y Hopf. 1980). Dos de SO Corte D4, nivel superficial. muestra C40/90. estas especies pudieron incluso haber sido do­ Se han documentado improntas de tallos de mesticadas en la Península Ibérica, las habas y gramíneas y una hoja de dicotiledónea, con quizá el lino, ya que existen especies silvestres nerviación reticulada. que podrían ser antecesoras de las cultivadas (Zeven y Zhukovsky. 1975). En conclusión se han logrado identificar la En el yacimiento de El Recuenco se hallan presencia de cebada. trigo. olivo. haba. lino. representados los cuatro cultivos intensivos ci­ adelfa. carrizo, encina, carrasca. carretón, quizá tados. En cuanto a los cereales. parece predo­ chopo, plantas umbelíferas y gamón. minar la cebada sobre el trigo, algo que puede explicarse en función de una agricultura tradi­ cional de secano en condiciones de clima medi­ 4. IMPLICACIONES ECONÓMICAS DE terráneo no muy húmedo. La abundancia de LOS RESULTADOS OBTENIDOS POR improntas de cebada, en concreto de tallos, pa­ LOS ANÁLISIS DE TIERRAS Y DE LAS rece indicar una utilización intencionada de és­ IMPRONTAS DE ARCILLAS DE tos como trama de la arciUa o barro. Posible­ CONSTRUCCIÓN DE LA VIVIENDA I mente se trate de tallos de cereales sobrantes del proceso tradicional de trilla, con los que Los análisis de tierras y sobre todo los de las irían mezclados algunos restos de las espigas de improntas de las arcillas de construcción, pro­ la cosecha y algún grano perdido. La presencia porcionan una información inestimable sobre el de improntas de habas parece apuntar hacia la medio económico de los habitantes de El Re­ existencia de un cultivo de esta especie, lo que cuenco en el momento en el que fue habitada la no es inhabitual en este periodo (Rivera, Obón vivienda 1, hacia el siglo XV a.e. Es importante y Asensio, 1988). En cuanto al lino cultivado, tener en cuenta que esta información no es di­ Linum usitatissimum, no se tiene ninguna evi­ rectamente proporcional a la importancia eco­ dencia de qué uso pudo tener entre los caracte­ nómica de cada uno de los vegetales representa­ rísticos de este cultivo, la elaboración de tejidos dos. puesto que lo que refleja es la proporción o la extracción de aceite. de restos y taxones de un determinado tamaño La agricultura extensiva está asociada a es­ (puesto que los grandes solían ser apartados) pecies arbóreas y arbustivas como la encina o el presentes en el lugar donde se elaboraban las olivo. La domesticación de éstas lleva consigo arcillas para la construcción. Por tanto está de una profunda y progresiva modificación del pai­ más realizar análisis estadísticos sobre la canti­ saje, en el que se realiza una eliminación selec­ dad de restos obtenidos de cada especie vegetal, tiva de especies competidoras, tanto arbóreas puesto que no serían representativos de lo que como arbustivas (quejigos, arces, etc.) y de los en este apartado se quiere analizar, el medio individuos de la especie domesticada que no económico. proporcionan frutos en cantidad y calidad ade­ Cabría resaltar que los resultados de los aná­ cuadas. Aunque la literatura especializada ha lisis proporcionan una prueba directa de la prestado mayor atención a la domesticación del

T. P .. 51. n.O 2.1994 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) ESTUDIO DEL APROVECHAMIENTO DEL MEDIO NATURAL EN EL YACIMIENTO DE El KECUENCO 115 olivo en épocas prehistóricas (Gilman y Thor­ como cultivo ya elaborado. En el estudio pali­ nes. 1985) que a la de la encina. parece necesa­ nológico de El Recuenco se documentó la pre­ rio reconsiderar la importancia que esta última sencia de Quercus y de Olea. pudo tener en el contexto de la agricultura Junto a la documentación sobre los tipos de prehistórica tradicional. Esta hasta ahora se agricultura efectuados en El Recuenco, el estu­ consideraba basada casi en exclusividad en el dio de los restos e improntas vegetales puede cultivo de cereales, complementado acaso con ofrecer información de otro carácter. Así parece el de leguminosas. vid y el olivo. lo que signifi­ probable la existencia de un lugar húmedo cer­ caba que la subsistencia de un grupo dependía cano al poblado, lo que se deduce por el hallazgo desde la cosecha de principios de verano y hasta de improntas de habas, Vicia faba. adelfas. Ne­ el año siguiente principalmente de las reservas rfum oleander. carrizo o Phragmiles austra/is y de cereal. La cosecha de bellotas de la encina se chopo. Populus sp .• del que se ha encontrado obtiene sin embargo a final del otoño, lo que una impronta poco clara. Estos restos indican la supone un adecuado complemento a los cerea­ existencia de un regadío, bien aprovechando el les y leguminosas. Este ciclo anual basado en caudal de agua del arroyo de Cañahonda, bien el cereal-leguminosas-bellotas reduciría a la mitad de fuentes, posibilidad que ya fue apuntada por los riesgos del almacenaje, puesto que se depen­ Martínez Navarrete (1988: 2309). Precisamente a dería de los dos primeros productos agrícolas pocos metros a extramuros del poblado se loca­ entre junio y noviembre y del último el resto del liza una zona de mayor frondosidad que parece periodo. Diversos hallazgos en otros yacimien­ corresponder a un antiguo manantial. Esta debía tos de la Edad del Bronce que parecen apoyar ser una surgencia más de un nivel freático exis­ la importancia de la recogida de este producto tente a unos 920 m. sobre el nivel del mar, que en contextos domésticos, como es el caso del presenta otras salidas al exterior por todas las la­ vaso cerámico en cuyo interior aparecieron res­ deras que delimitan el alto de Viñas Viejas sobre tos de abundantes bellotas, documentado en El el que se halla asentado el poblado. En la actua­ Castillejo de (Pérez Or­ lidad se hallan en una de éstas unas huertas si­ tiz y Ruiz Argilés, 1976: 276), situado a unos 20 tuadas bajo el poblado del Bronce Inicial de El kilómetros al Noreste de El Recuenco. Gurugú, a unos 300 m. de El Recuenco. El posi­ Un aspecto a discutir sería la importancia ble aprovechamiento económico de estas plantas concedida (por las consecuencias sociales y polí• de regadío ya se ha comentado en el caso de las ticas que conlleva) al lapso de tiempo transcu­ habas y en el de las adelfas podría explicarse por rrido entre la siembra de este tipo de cultivos su empleo como material de cestería, dada la fle­ extensivos hasta el momento en el que son pro­ xibilidad de su tallo. ductivos, doce años en el caso del olivo y hasta Todos estos cultivos se realizarían en detri­ unos veinte o treinta en el de la encina. La tras­ mento del medio natural, lo que estaría mar­ cendencia dada a este periodo improductivo de cado por la aparición de plantas específica• la planta deriva de una visión actualista y en mente sinantrópicas como el carretón o cierta forma simple de la agricultura tradicional Mendicago sp. y el Cauca/is platycarpos. La im­ y del proceso de adopción de estos cultivos. Pa­ pronta de un fruto de gamón, Asphodelus sp., rece más plausible que éste consistiría en sus abunda en el mismo sentido de los hallazgos an­ primeras fases no en una plantación en sí, sino teriores, ya que son plantas particularmente fre­ en la modificación de las poblaciones vegetales cuentes en terrenos incendiados o excesiva­ preexistentes, lo que significaría una recolec­ mente pastoreados. ción selectiva efectuada sólo en los árboles pro­ ductivos y la eliminación de los que no lo fue­ ran. Quizá el ejemplo de la fase final del proceso de la domesticación del Quercus rotun­ S. LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA difolia se halle representado por los carrascales DEL POBLADO DE EL RECUENCO y manchegos, mientras que sin embargo no se ha LA CRONOLOGíA RELATIVA DE LA documentado en la actualidad olivo silvestre en EDAD DEL BRONCE EN LA MANCHA zonas tan al interior (Zohary y Hopf, 1988; Ri­ vera y Obón, 1991),10 que puede reflej¡u su de­ El estudio económico del poblado de El saparición o efectivamente su introducción Recuenco no puede efectuarse sin relacionarlo

T. P .• 51, n.o 2, 1994

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) Oiejo Hin~nII. Co~pdón Obón, Mal'laarilll Oíaz-Andrt'u

con su ¡,;onlc:.'({tl I..:ronoló~j¡,;o y espacial. en el otros fijos. que en algún caso. como es el de La que se hallCln imoricaLlos el espacio social y po­ Morrota de Lus Cotos y el Gurugú. ambos en litico. d mismo valle de Cervcra del Llano. se en~ La agricultura de tipo intensivo se docu­ cuentran amurallados (Díaz-Andreu, 1991: menta en La Mancha en yacimientos con cerá­ 362-375). La exclusividad de elementos defen­ micas campaniformes tipo Dornajos del sivos sólo en algunos yacimientos, junto con su Bronce Inicial. Por la controversia que puede distribución sesgada en el territorio. hace con­ suponer esta afirmación (aunque parece que cluir para el Bronce Inicial del valle de Cer­ ya va siendo aceptada por algunos autores vera del Llano un reparto desigual del pobla­ (Muñoz Lópcz-Astilleros. 1993: 325)). aclara­ miento en el espacio y por tanto la visibilidad mos las razones que nos llevan a formularla. de la tensión política. La cronología de Bronce Ini cial (y quizá Cal­ El Bronce Medio hereda y agudiza estas ca­ colítico final) para los yacimientos con cerámi­ racterísticas. Las murallas se hacen más visibles. cas tipo Dornajos. a pesar de ser contraria a las la diferencia de tamaño entre los yacimientos es propias fechas del yacimiento homónimo. lo mayor, y la relación entre la dimensión y los re­ que a nuestro entender exige una revisión de cursos en el área de captación se vuelve inversa. las mismas, se puede defender por varias razo­ Es un paisaje claramente de connicto. Esta je­ nes. En primer lugar por la asociación de este rarquización política y por tanto hemos de su­ tipo de cerámicas con otras campaniformes poner social, viene acompañada de una fuerte Ciempozuelos en los yacimientos del cerro de dependencia de la agricultura, reflejada en el La Virgen de Orce (Schüle. 1981), la cueva de empleo de una mayor variedad de cultivos (si Los Casares (Barandiarán. 1973) y El Pico de bien es cierto que la inexistencia de análisis en Campo de Criptana (Estavillo, 1950). con fe­ otros poblados datados en el periodo inmedia­ chas radiocarbónicas en el primero de ellos de tamente anterior obliga a ser prudentes en esta 1940 ± 40 a.e. y 1785 ± 55 a.e. En segundo lu­ afirmación), lo que termina encadenando a las gar por la centralidad que muestra la distribu­ poblaciones al territorio del que extraen sus re­ ción espacial de los yacimientos con cerámicas cursos. Dornajos con respecto a los que presentan ce­ En este contexto histórico, El Recuenco no rámicas campaniformes con decoración junto sería sino un poblado subordinado a la expro­ al borde interior (Fig. 3), que parece indicar su piación del excedente que sobre él ejercerían coetaneidad. ya que las segundas parecen ser otros núcleos de población mayores en el pro­ una degeneración de las primeras, Por último, pio valle de Cervera del Llano que, sin em­ y este es un razonamiento sólo comprobado bargo. estarían alejados de tierras buenas para para el sector noreste de la Meseta Sur. es de ~ la agricultura, como El Cerro Pelado, yaci­ cir, la provincia de Cuenca (Díaz-Andreu, miento unas cinco veces mayor en dimensiones 1991), por la incompatibilidad de la estructura­ y localizado junto a una V'ega pequeña. La ex­ ción del paisaje entre los yacimientos con pre­ sencia de cerámicas campaniformes Dornajos plotación demostrada en este artículo de culti­ vos de tipo mediterráneo en El Recuenco impe­ y los que las presentan lisas. En Los Dornajos, yacimiento que ha dado diría la negación por parte de sus habitantes de nombre a las cerámicas aludidas en el párrafo la extorsión sobre ellos ejercida'. anterior y que se localiza a tan sólo cinco kiló• metros de El Recuenco, se han documentado los restos más antiguos en el noroeste de la Meseta Sur de la presencia de trigo (Galán y Fernández Vega, 1982-83; Galán y Poyato, 1980) (3). Lo que parece importante resaltar en su contexto histórico es que esta aparición viene acompañada por un abandono de los asentamientos poco estables y la aparición de

(3) Se carece de análisis para determinar si la aparición de este cultivo venía acompañado por otros como los existen· tes en El Recuenco.

T. P .. 51. n.o 2,1994 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) t:STUDlO OI::L APROVI::CHAMU:NTO Dt~L 1\11::010 NATURAl. I::N t:L YA(;IMIENTO 0.: t:I. Ht:c.:lIEf"róCO 171

Fig.3. Distribución de los yacimientos con cerámica campaniforme con decoración junto al borde interior (según Harri­ son, 1977: fig. 21) (- ) Y con decoración en todo el interior (campaniforme tipo Dornajos) (e ): 1. Dolmen de Faulo; 2. El Sotillo; 3. San Martín de la Guardia; 4. CUeva de los Encantados; 5. Somaén; 6. Villar del Campo; 7. Noviercas; 8. Malina de Aragón: 9. Cueva de los Casares: 10. Almazán: 11. Escornalhou; 12. Beniral1ete; 13. Portalloret; 14. Cartanyá; 15. Salamó; 16. Villafamés: 17 . Filomena; 18. Benipri; 19. Cerro de La Virgen: 20. Loma de la Atalaya 3; 21. Llano de la A talaya: 22. Terrera Ventura; 23. Poblado de Los Castillejos: 24. Córdoba; 25. Cañada Rosal: 26. El Acebuchal; 27. Cassa do Canal (Evora, Portugal); 28. Ocaña; 29. Madrid; 30. Mejorada del Campo; 31. Las Caroli­ nas: 32. Ciempozuelos; 33. El Ventorro: 34. Cueva de la Vaquera; 35. Samboal; 36. Pajares de Adaja: 37. Pago de la Peña: 39. Cerro de Malvecino; 40. La Atalaya de Sotoca: 41. El Castillo de Huete; 42. Cerro Pelado de : 43. El Otero de Caracenilla; 44. El Olero de Gascueña: 45. La Peña de La Higuera: 46. El Cerro de la Arena; 47. El Castil de Moros: 48. Hoyas del Castillo de : 49. La CerradilJa: 50. La cueva Lóbrega; 51. El Pico de la Muela; 52. El Castillo de la ; 53. Los Dornajos: 54. La Encantada: 55. La Ermita de la Vi rgen de Guadamejud; 56. El Gurugú: 57. Cerro de La Morica: 58. El Morrón; 59. La Morrota de Los Colas; 60. La Pe­ ñuela: 61. San Bernardino C!) : 62. San Lorenzo: 63. : 64. Villas Viejas: 65. El Acequión: 66. Munera; 67. El Pico del Campo de Criptana: 68. Motilla de Santa María del Guadiana; 69. Ruidera; 70. El Castellón de Villa­ nueva de los Infantes: 71. Granátula de Calatrava: 72. FuencaJiente; y 73. Ut rera.

BIBLlOGRAFIA Bronce en el á rea de Cervera del Llano (Cuenca)". Cuaternario y Geomorfologla, 6: 91-10. CIIAPA BRUNET, T: López Garcfa, P. y Martínez Nava­ BAR AN[)[ ARÁN, 1. (1973): Excavaciones en /0 Cueva de los rrete. M"I. (1979): El poblado de la Edad del Bronce Casare.f (Ribo de Soelices. Guodalajara. Excavaciones de El Recuenco. Cervera del Llano. Arqueología Con­ Arqueológicas en España, 76. Madrid. quense IV. Ed. Museo de Cuenca. Cuenca. BULLÓN , T Y DIAZ-ANDR EU, M. (1992): "La relación entre CHAPA , T Y MARTINEZ NAVARR ETE, M ' 1. (1977): "Nuevos formas de relieve y asentamientos de la Edad del hallazgos de la Edad del Bronce en Cervera del Llano

T . P., 51. n.o 2,1994

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) '18 Di~IO Rivna. COlKCpdón OOOn. Marsarita Díaz-AndlTu

¡CUl'm;¡¡j"', Anu." lid.\'\? C/lll .~rl'.\(I Nacional dl' Arqm" M,\RTr:-l'l GO:-'l.AL.EL, J. M. (19XX): "Cerámicas campani­ o108ill. L1J.t

T, P., 51. n.o 2,1994 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas http://tp.revistas.csic.es Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc)