Afl© XLVI.—Número 15.130 Martes 6 enero de 1920

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OFICINAS jTparfado de^ Correos S^l.-Vel. 224-S^ Jorge Juan, 70.—MADRID Diario ae Itladrid Tunaaaor: Don €milio U%\t\m Redacción de líltima hora, Bariiierl, 8, iinpreita '

En el cementerio (1 915). El tacaño Salomón (1916). Santa Jua­ na de Castilla (1918). DÍAS DE LUTO NACIONAL Acompañando al cadáver fueron hasta el 06ras oarias.—Discursos académicos.— cementerio el ministro de Instrucción públi­ Memoranda (1906). ca, D. José Francos Rodríguez, el alcalde, En total, publicó cerca de cien obras, en­ los tenientes de alcalde Sres. Fernández Mo- tre novelas, dramas y comedias, con mas de re^^o, Tato Amat y Serrán (D. José) y los 150 tomos. concejales Sres García Carnuda y Crespo A esta enorme lista do obras debe añadir­ (D. Hilario), Leopoldo Matos y numerosos se también una larga serie de artículos pu­ ENTIERRO DE GALDOS obreros de la Casa del Pueblo. blicados en diversos periódicos de España y América. ":.*3f-ft»)^g!»i»ellas, recor­ coiíie-zó a colaborar en La Nación, donde que por su mérito, por las influencias del Sr. Galdós, estrechándole efusivamente las za de Ja Villa se hallaba materialmente ates­ damos las siguientes: pubiicó folletines y crítica de arte Por en­ ambiente político de aquel momento. manos: tada de público, ansioso de tributar el últi­ De Loreto Prado y Enrique Chicote, con la tonces escribió un drama titulado «La ex- «Electra» recorrió los escenarios de Espa­ —Cuando vaya yo a Santander este vera­ mo homenaje de respeto al peclaro maes­ puísión de ios mariscos», que entregó a Ca- ña, Francia, Bélgica, Italia, Grecia y las na­ no vendrá usted a verme, ¿no es cierto?. . inscripción siguiente: «A Pérez Galdós». t^íiiía, director del teatro del Príncipe, y que tro, que siempre tanto amó a su Madrid, De la condesa de Pardo Bazán: «Al glorio­ ciones de América. «Ahora ya somos amigos...» cuyas bellezas hubo dé glosar en sus impe­ no se representó. —Iré—contestóle. recederas obras. so maestro de la novela española». En años sucesivos estrenó Galdós «Alma Asociación de Actores Españoles. Eli 1867 fue Galdós por vez primera a Pa- y vida» y «Mariucha». «El abuelo», una de Y después de besar la mano dé S. M. la Conteniendo a la compacta muchedum­ «El Ateneo de Madrid a D. Benito Pérez ris y visiió la Exposición Universal. Allí le­ las mayores creaciones dramáticas de don Reina y de saludar a los Principes, a quie bre se encontraban bastantes parejss d,e Galdós.» yó a Balzac, que tan indeleble huella dejó Benito, se estrenó en 1904. El éxito fue Dri- nes haola yo sido presentado momentos «Hi­ Guardia municipal de a caballo y de a pie «Al maestro Galdós, La Libertad.-» en su alma. Al regresar de París a Madrid, tes, me retiré lleno de entusiasmo por la in esct'ibió «La fontana de oro». En 1968 volvió Uantisimo. Galdós fue aclamado. teiigencia extraordinaria que én tan pÓQps que impedían hubiese desorganización para «A D. Bunito Pérez Galdós, la Empresa y En 1905 estrenóse en la Comedia «Amor la entrada del público. artistas dbl teatro Infanta Isabel.» a París y recorrió el Sur de Francia. minutos había sorprendido en el joveíi So­ y Ciencia» y en el Español «Bárbara»; la berano. A las ocho de la mañana se facilitó el «El Círculo de Bailas Artes a Pérez Gal­ Presenció en Madrid la entrada del gene­ primera gustó más que la segunda. acceso a la Casa de la Villa, que con todo dós, gloria nacional » ral Prim, sucaso que le impresionó mucho —¿y luego, D. Benito? y que recordaba frecuentemente. En 1908 dio a la escena «Pedro Minio», orden se efectuaba pos- la escalera prin­ «Ei Cabildo insular de La Gran Canaria al que se aplaudió, y en 1910, «Casandra». —Luego... luego... Pues jra ve usted; lue­ cipal. indigne canario D. Buiito Pérez Galdós.» Uno da los lugares más frecuentados por go he vuelto a la República... de las le­ Gal ios en su juventud fue el Ateneo viejo. Desde las Cortes de la Regencia, Galdós tras.. » De ésta, el público pasaba al hall de cris­ «AL Pérez Gttldos»,E(\rique Borras. olvidóse de la política para dedicarse por tales, deteniéndose unos momentos ante el «A D, Banito Pérez Galdós», Margarita En 1869, ya concluida su carrera, dedicó­ Galdós y el maestro Perreras se al perioüismo con toda intensidad. entero de su labor literaria; pero en 1906 cadáver para salir por la escalera llamada Xirgu. fue solicitado por los republicanos para pre­ El «maestro Ferreras» sentía uña fervien- de servicio. • Al pie del fé;etro habíase colocado una En el diario Las Cortes hizo la reseña de sentarle como candidato en las elecciones te admiración por Galdós. Aquel hombre Muchos de los que contemplaban el cadá­ corona monumental de flores naturales con jas .sesiones del Congreso. El 10 de abril del de diputados a Cortes. huraño, tantas veces tachado dedessfectuo- ver, mostrábanse emocionadisimos, y algu­ cintas f jfis y amarillas, dedicada al ilus­ 69 escuchó la improvisación famosa de Cas so, ante D. Benito era todo cordialidad y de­ nos no pudieron ocultar sus lágrimas. tre finado por el Ayuntamiento de Madrid. laiar contra M«nterola, el discurso de la Don Benito se negó al principio; pero al voción. A su vez, el gran Galdós sentía gran tienza de pelo de Echegaray y los de Figue- cabo, accedió al deseo de sus amigos. cariño por Perreras, reuniéndose con él en ras, Mar tos, Pi y Margall, Aparisi, Cuesta, A los pocos días se declaró el gran dra­ su despacho de El Correo. NúCiriia i y Salmerón. maturgo republicano, y verificadas las elec­ Solemne manifestación de duelo E • 1870 comenzó a escribir en La Revista ciones, fue elegido diputado. Muchos de aquellos famosos «Balances» Los últimos triunfos de Galdós fueron del deseparecido periódico eran debidos a Los honores oficiales Art. 2.°. Por el Ministerio de Instrucción de España y luego en El Debate, periódicos fus'dados por A'bareda. Al mismo tiempo «Marianela», en la Princesa, el estreno de la momentánea colaboración de Perreras y Pública y Beilas Artes se invitará a las Rea­ Galdós. El decreto concediendo honores al cadá­ colaboraba en otros periódicos. En 1871 pu­ «Santa Ju«na de Castilla», en el mismo tea­ les Academias, Universidad, Ateneo de Ma­ tro, y el de «El audaz», arreglado por Bena- Por Perreras fue D. Benito diputado por ver de Galdós está concebido en los siguien­ drid y demás Centros de enseñanza y de biicó en la mencionada revista el cuento ti- tu?ndo «La sombra» y su novela «El audaz». vente, en el Español. primera vez en las primeras Cortes de la Re­ tes términos: cultura a que tomen parte en esta manifes­ gencia, y por Perreras se eligió a Galdós se­ tación de duelo. Igual invitación se hará a Eü 1873 comenzó a publicar su epopeya Hsce poco tiempo se inauguró en el Reti­ «Señor: El insigne Pérez Galdós ha muer­ «Episodios Nacionales».Con pasmosa fecun­ cretario de la Comisión del Mensaje, siendo to. La literatura española está de duelo. El las Corporaciones y funcionarios dependien­ ro el monumento a Galdós, costeado por un suya, por lo tanto, la redacción de dicho do­ Gobierno sabe que V. M. enaltece siempre, tes de los distintos departamentos ministe­ didad escribió en un año los cuatro tomos puñado de admiradores y labrado por el cin­ primeros de la primera serie. cel de Victorio Macho. El patriarca asistió cumento en el año de 1886. y en todo momento, a los varones ilustres, riales. Aquella grande amistad de Galdós y Pe­ 8 interpretando de • consuno el sentimiento Art. 3.° Por el referido Ministerio se dic­ Su labor literaria fue intensísima desde al acto, y un público entusiasta acudió a entonces hasta su muerte. aplaudirle, demostrándole su veneración y rreras tenía una tercera derivación en don público, como representación del Estado, tarán las disposiciones necesarias para la Ángel Urzáiz; durante muchos años estaban anhela dar ante la nación la más alta prue­ ejecución de este decreto. En 1885 fue elegido diputado a Cortes por su amor. Aquella fue la última ovación que vez primera, y formó en el partido sagasti- escuchó el maestro. tan unidos estos tres hombres, que en »\ ba de respeto y de consideración al gran Dtidotín Palacio a 4 de enero de 1920.— mundo literario y político se les conoció con novelista, que ha sido una de las más pre* ALFONSO.—El ministro de Instrucción Pú­ tino por gratitud a Sagasta, que le había En la vida del glorioso escritor hay algu­ dado el acta. el remoquete de «los tres anabaptistas». ciarías glorias de su tiempo y a la vez ho­ blica y Bellas Artes, Natalio Rivas.n nas páginas amargas, como la del pleito fa­ Impresión en Parfs nor excelso de la patria. En aquella legislatura escribió la contes­ moso con la casa editorial de «La Guirnal­ PARÍS 5.—La muerte de D. Benito Pérez A esta manifestación de sentimiento na­ tación al discurso ¿e la Corona y formó par­ da», editora de todas sus primeras obras. Galdós ha producido enorme impresión en cional se asocian todas las Academias y Mucho antes de las tres de la tarde, hora te de la Comisión del Congreso que asistió a Pero dejemos calladas estas grandes amar­ el pueblo parisiense. anunciada para la conducción del cadáver guras. Es ya bastante el dolor de la irrepa­ Centros de cultura, demostrando con su í«. presentación de Alfonso XIII cuando éste También en las redacciones de los perió­ presenaia el egregio lugar que ocupó el ilus­ desdo el Ayuntamiento al cementerio de n&ció. rable pérdida. tre muerto y que ocupará siempre en la li­ Nuestra Señora de la Almudena, enorme dicos V en los círculos literarios ha causado teratura española. gen tío acudid a los alrededores de la plaza gran pena el fallecimiento del autor de los «Episodios Nacionales». Los pueblos se honran a si mismos tri­ de ia Villa para presenciar el paso de la fú­ Las obras del maestro butando el homenaje merecido a los espíen- | nebre cO0iitiva. La Prensa francesa y Galdós dores de la cultura y a l»s excelsitudes de A las ires y cuarto fue sacado el cadáver La iftlta de espacio no nos permite hacer en el purgatorio (1894). Torquemada y San PARÍS 5 —Le Temps de esta tarde publi­ la inteligencia, y esta es hora de dar testi­ a hombros do D Rafael de Mesa, D. Pedro más que una simple enumeración de sus Pedro, Nazarín, Halma(1895). Misericordia, ca la noticia del fallecimiento de D. Benito monio de tan justísimos tributos, que raras Coriaoarría, D. Gerardo Peñarrubia,D. Juan Obi-fiS. El Abuelo (1897). Casandra (1905). El caba­ Pérez Gallos y hace el siguiente comen­ veces se prodigan, por lo mismo que son Medialdea y aistiguos servidores del finado. Ha aquí la lista de ellas: llero encantado (1909). La razón de la sinra­ tario: )ocos los escogidos que se hacen dignos de Se organizó la comitiva precedida de una Novelas de la primera época.—La fonta- zón (1915). «Las obras de Pérez Galdós han llevado Ía gratitud de la nación. sección do la Guardia municipal montada, isi d.. oro (18;0). La sombra (1871). El audaz más allá de la frontera la fama de uno de a ¡a que seguían una representación de! Nuevos Episodios Nacionales.—Tercera El duelo. Señor, es de todo el país, y a él (!ÍL72); publiOftca en tomo, con otras narra- serie.—Zumalacárregui, Mcudizábal, De ¡os escritores favoritos del público español. se asocir, desde las alturas del Trono, Vues, Cuerpo de bo0iberos, la Banda Municipal y Cüi.ies, en 18 0. Doña Perfecta (1876). Gloria L(4 adaptación de «Electra» a la escena cinco coches con coronas. Oñate a la Granja (18t)8). Luchana, La cam­ ira Majestad, que es la más alia represeíita- (do:- tomos) (1877) Marianela (187'4). La fa- paña del Maestrazgo, La estafeta románti­ fran'jesa, que se representó en un teatro de ción de ia Patria; el Gobierno, que represen­ A Continuación marchaba el coche fúne­ miha de Lvón Roch (tres tomos) (1878). París, suscitó grandes polémicas a causa ta al Estado; las Academias, donde se con­ bre, lirado por seis caballos, que iba re dea- ca, Vergara (1899). Montes de Oca, Los Aya- Primeros Episodios Nacionales.—Prime• cuchos, Bodas reales (1900). del liberalismo y de las modernas ideas de gregan los más grandes hombres de la inte­ do por portaros y ordenanzas del Ayunta ra Si-lie.—Ttafalgar, La corte de Carlos IV, su autor.» lectualidad nacional en las esferas de la Li­ miento. Diputación y distintos Círculos y El 19 da marzo y el 2 de mayo. Bailen (1873). Cuarta serie. Las tormentas del 48 (1901). Le Journal des Débats dedica grandes teratura, de la Ciencia y del Arte, y España Sociedades, Ntipoleon en Chamarlín, Zaragoza, Gerona, Narváez (1902). Los duendes de la camarilla elogios a la labor literaria de Pérez Galdós entera, que si en vida rindió tributo mereci­ Dtíl coche mortuorio pendían seis cintas, Cádiz (1874). Juftii Martin el Eaipecinado, La (1903). La Revolución de julio, O'Donneli, y hace referencia a la mayoría de sus obras, do a las relevantes cualidades del genio, de­ que eran iíevadas por D. José Serrán, en billa Ha úb los Arepiies (18 5). Alia Tetiauen (I9ü4). Carlos VI en la Rápita especialmente a «Gloria», que se publicó en be acompañar después de muerto, para i en- representacióu del Ayuntamiento; D. Se Segunda sene.—El equipaje del Rey José, (19Ü5). La vuelta al mundo en la Numaneia, dicho periódico. dirle el postrer homenaje de admiración y rafia Alvarez Quintero, por la Sociedad dts Meisjoiias de uu cortesano de 1815(1875). Prim (I9u6). La de los tristes destinos (1907), entusiasmo. Autores; D. José Francos Rodríguez, por La segunda casaca. El Grande Oriente, 7 de Serie final.—España sin Rey (19u8). Espa­ Fundado en estas consideraciones, el mi­ la Asociación de la Prensa; D. Leopoido Julio (1876). Los cief' mil hijos de San Luis, ña trágica (190y). Amadeo I (1910). La pri­ nistro que suscribe,Me acuerdo con el Con­ Matos, por ei Congreso de ios Diputados; El terror de 1824 (1870). Un voluntario rea- mera Rsspúbiiutt, De Cartago a Sagunto Firma del Rey sejo de Ministros, tiene el honor de someter D. Jacinto Octavio Picón, por 1». Academia lisia (1878J. Loa apostulicos. Un faccioso más (1911). Cánovas (1912). En las cubiertas de a la aprobación de V. M. el siguiente pro­ de Bdlias Artes, y Antonio Madrigal, por los y aigu Oa f aib's me>>os (1879). ios unimos libro» üe Galüós se anuncia un yecto de decreto. obreros. Süccías españolas contemporáneas.—La nuevo episoiiio en preparación: Siagasia. Guerra—Concediendo la gran cruz de la Madrid, 4 de enero de 1920 —Señor: A los El duelo eri presidido por e! Gabiorno e. Dt>ii .re. !«.la familia presidieron el duelo ei hoguera (1889). Ángel Guerra, tros tomos do solamente en EL Cuento Semanal, nú­ Ambrosio Montoro, cese en el destino de di­ entierro de D. Benito Pérez Galdós serán hijo político, un sobrino y el albacea del fi­ (1890-91). Trisiana.La loca de la casa (1892). meros 70 y 71. Casandra (1910). Celia en los rector del Centro de Estudios y proyectos 49 costeados por el Estado. nado. I Torquemada en la cruz (1893). Torquemada inñernos (1911). Alceste (1912). Sor Simona )juc|,ues.