El sonido y la música: El videoclip

Un videoclip o vídeo musical es una pieza audiovisual, generalmente de corta duración, que ilustra o representa gráficamente una canción. Habitualmente los videoclips han tenido una función promocional, es decir, que su razón de ser ha sido la de dar a conocer a un artista o producto musical. Muchos artistas noveles graban y realizan ellos mismos su propios videoclips, como el que encabeza este apartado del cantautor vasco Giogio Bassmatti, del tema "Media vida" ( Bizitza Erdia en euskera)

Desde su nacimiento oficial, a mediados de los años 60, los videoclips han seguido ciertas pautas uniformes en cuanto a su formato (duración, estética, distribución, finalidad). Sin embargo, desde 2005, gracias a la popularización del consumo de vídeo por internet, el vídeo musical ha sufrido una importante transformación y heterogeneización dando pie a nuevos formatos, estéticas e interacción con el espectador.

Tradicionalmente, el videoclip ha sido un importante campo de experimentación y vanguardia audiovisual. Su naturaleza inmediata, de bajo coste, juvenil y vinculada a la música popular, ha convertido al vídeo musical en espacio de exploración de nuevas técnicas audiovisuales y cantera de realizadores que luego han dado el salto al cine o la publicidad.

Muchos de los nuevos directores de cine españoles –como Rafa Cortés ("Yo"), J.A.Bayona ("El orfanato") o Kike Maíllo ("Eva")– empezaron sus carreras haciendo videoclips. 1. Música e imágenes

Spooney Melodies (1930), Milton Charles interpretando "Cryin' for the Carolines". Desde sus inicios, el cine ha estado muy ligado a la música, ya sabemos que siempre estuvo acompañado de música y también que no es casualidad que la primera película sonora fuera un musical: "El cantante de jazz" (1927). Precisamente el género musical siempre fue muy exitoso en Hollywood, desde "El mago de Oz" (1939), pasando por "Cantando bajo la lluvia" (1952) hasta "West Side Story" (1961). A las películas sobre músicos y a los musicales hay que sumar la cantidad de documentales registrando el día a día de los músicos con música en directo –por ejemplo "Don't Look Back" (1967) con Bob Dylan o "The Remains The Same" (1976) con Led Zeppelin. También se ha dado el caso de que grupos de música han protagonizado sus propios largometrajes musicales, ya fueran de ficción intercalando actuaciones –por ejemplo "A Hard Day's Night" (1964) con los Beatles o "Love Me Tender" (1956) con Elvis Presley– Mención aparte merecen películas musicales conceptuales que han experimentado, con mayor o menor fortuna, propuestas arriesgadas y diferentes como el caso de los largometrajes de Pink Floyd "Live at Pompeii" (1972) –en la que la banda inglesa interpreta seis canciones en un solitario anfiteatro romano en ruinas– o "The Wall" (1982) –película de ficción y animación con una fuerte carga simbólica y metafórica en la que la música es el eje central.

Por otro lado, históricamente, las emisiones televisivas también han estado muy ligadas a la música. Muchos programas invitaban a músicos a que tocaran en directo –o también mediante « playback », simulando su interpretación– en un plató. Por ejemplo, muy famosa fue la presentación de los Beatles en el " Ed Sullivan Show " en 1964.

A finales de los años 50 se popularizaron en Francia los «scopitones», unas máquinas recreativas, parecidas a las «gramolas» que proyectaban primitivos videoclips en películas de 16 mm. En este blog tienes mucha información http://scopitones.blogs.com/

2. Un poco de historia

El punto de inflexión en la historia del videoclip está protagonizado por los Beatles. A mediados de los años 60 la banda de Liverpool, agobiada por una agenda infinita de invitaciones a tocar en programas de televisión, decide rodar unas breves películas presentando sus nuevos singles –"Rain" y "Paperback Writer" (1966) primero, y luego "Penny Lane" y "Strawberry Fields Forever" (1967)– enviándolas en exclusiva a ciertos programas de televisión para su estreno y así ahorrarse el viaje. En tales películas, los músicos no se limitaban a simular que interpretaban, sino que se introducen elementos narrativos y con una fuerte voluntad artística. Por ello, se ha llegado al consenso de que los Beatles inventaron el videoclip tal y como lo conocemos hoy.

Desde entonces, y a lo largo de la década de los 70, poco a poco las discográficas empiezan a apostar por el formato y de cada vez se realizan más videoclips para promocionar las novedades de su catálogo. Un caso de éxito notable fue el vídeo para "Bohemian Rhapsody" (1975) de Queen, que por primera usaba el «vídeo analógico» con efectos especiales y abandonaba el soporte fotoquímico para su producción. 2.1 La televisión musical En 1981 nace MTV (acrónimo de Television) en Estados Unidos, un canal de televisión por cable que emitía videoclips las 24 horas. Al principio fue un canal minoritario, pero acabó convirtiéndose, a lo largo de los siguientes 20 años, en un icono fundamental de la cultura juvenil y popular. Impulsó de manera importante la carrera de músicos como Michael Jackson, Madonna, Britney Spears o Beyoncé. En 1983, un nuevo videoclip puso patas arriba el negocio musical. Se trataba de "Thriller", de Michael Jackson. A diferencia de sus predecesores, este vídeo, dirigido por el director de cine John Landis, duraba 14 minutos y contaba una historia, con una introducción de ficción que se encadenaba con el tema musical, coreografías elaboradísimas, una mezcla de la canción diferente de la del disco exclusivo para el vídeo y finalizaba con un macabro epílogo, así como con los créditos como si de una película se tratara. Muchos videoclips futuros han homenajeado a "Thriller".

Los vídeos musicales, como piezas innovadoras y referentes pretendidamente contraculturales, en muchas ocasiones han estado rodeados de polémica, como en el caso de "Like A Prayer" (1989) de Madonna, que no sentó muy bien a la Iglesia Católica.

2.2 La era dorada de los realizadores

imagen promocional de DVD "The work of director..."

Sin embargo, no fue hasta la década de los 90 que los videoclips se convirtieron en una pieza audiovisual respetable y respetada, no solo por el público, sino por los críticos culturales y artistas de otros campos. Con el paso del tiempo, el lenguaje narrativo, las tecnologías y las audiencias iban madurando, por lo que vídeos más sofisticados y arriesgados fueron apareciendo.

Otro aspecto clave es que desde entonces el nombre del director de los vídeos ha llegado a ser tan importante como el de los músicos. De tal manera que el realizador acababa teniendo un estilo reconocible, deseado, dando el salto de pasar de ser un miembro más –casi siempre anónimo– de la operación de promoción de una banda a convertirse en un «autor» también. Un entorno de bonanza económica en los países occidentales y el aumento de volumen de negocio de las discográficas se reflejó en unos presupuestos cada vez más altos para la producción de videoclips. Tres nombres destacaron por encima del resto: (francés), Chris Cunningham (inglés) y Spike Jonze (estadounidense). Aquí van algunos de sus vídeos más importantes.

Michel Gondry (sus vídeos siempre han estado marcados por una aspecto «low-cost», pero en realidad son una explosión de ideas, recursos visuales, fantasía y constante juego con el espectador): "La tour de Pise" (1993) de Jean Francois Coe "Around The World" (1997) de "Bachelorette" (1997) de Björk "" (1999) de "" (2002) de The Chemical Brothers

Chris Cunningham (el menos prolífico de los tres, pero sin duda el más cinematográfico, extraño y arriesgado; muchos opinan que su "Windowclicker" es el mejor videoclip de la historia): "Windowclicker" (1999) de Aphex Twin "All Is Full Of Love" (2000) de Björk

Spike Jonze (yerno de Francis Ford Coppola y muy vinculado a la cultura urbana, ha tenido un recorrido muy ecléctico y gamberro): "Sabotage" (1994) de Beastie Boys "Buddy Holly" (1994) de Weezer "It's Oh So Quiet" (1995) de Björk "Praise You" (1998) de

Tanto Michel Gondry como Spike Jonze han tenido posteriormente una fructífera carrera como directores de cine. En sus largometrajes han expandido sus universos visuales y narrativos, obteniendo un importante reconocimiento internacional. Sin embargo, aunque ahora se hayan centrado más en su carrera cinematográfica, no han abandonado su faceta de realizadores de videoclips.

También hay otros directores interesantes que empiezan a trabajar a finales de los 80 y en los 90 con resultados muy atractivos, como por ejemplo Mark Romanek, Jonathan Glazer, Anton Corbijn o Stéphane Sednaoui. 2.3 Vídeos en internet

SOUR hace un excelente ejercicio de inteligencia colectiva

En los primeros años del siglo XXI, la industria musical se ve afectada por importantes cambios sociales y tecnológicos. Por un lado, la irrupción de los reality shows vinculados a la música, como "Operación Triunfo" (2001) o "American Idol" (2002), redireccionan la atención del mercado a buscar éxitos populares de alta rentabilidad (inversión mínima, máximos beneficios, negocios multimedia: televisión, cine, discos, giras, publicidad, etc.). En otras palabras, si Michael Jackson generaba furor en los 80, ahora era el turno de Rosa López. Por otro lado, el surgimiento de internet también puso en jaque al modelo tradicional de negocio de las grandes discográficas, que veían cómo sus ingresos por ventas de discos físicos iban bajando. La producción de videoclips no ha sido ajena a todo lo sucedido en el seno de la industria musical. No hay que olvidar que los vídeos nacieron para promocionar la venta de discos... y si de repente los discos empiezan a dejar de venderse, parecía claro que algo tendría que cambiar. En realidad cada año se han seguido haciendo videoclips muy costosos para promocionar a los artistas que más mercado abarcan, sin embargo, es cierto que muchas bandas más modestas, que en el pasado habían tenido presupuesto para la producción de sus vídeos musicales, en los últimos años han tenido que buscar nuevas fórmulas.

Y entonces llegó Youtube Sin lugar a dudas, uno de los momentos más importantes de la historia del videoclip es el nacimiento de YouTube en el año 2005. De repente, cualquier músico ha tenido una ventana abierta, gratuita e internacional para darse a conocer. Los videoclips ya no tenían que competir para encontrar un hueco en la MTV –de cada vez menos interesada en la música y más en los reality shows– o en un programa musical de la televisión pública autonómica a altas horas de la madrugada. Los músicos y realizadores, sin necesidad de excesivos intermediarios, ya podían presentarse ante el público directamente. Ello no significa que todo haya tenido que pasar por YouTube; existen otras plataformas online como Vimeo o Dailymotion, y también la distribución tradicional en televisiones y eventos se mantiene. Pero sí es cierto que internet ha facilitado que el videoclip «se expanda», es decir, que adopte nuevas formas, vías, presupuestos, objetivos y relaciones con el espectador. La abundancia de fórmulas y propuestas nos está haciendo vivir una nueva época dorada de producción audiovisual que, lejos de venirse abajo por las crisis –no solo del sector musical, sino sociales y económicas–, está viviendo uno de sus tiempos de mayor efervescencia creativa, para todos los gustos –más variados que nunca– y bolsillos. A continuación, algunos ejemplos: La fórmula del «yo me lo guiso, yo me lo como»: "Here It Goes Again" de OK Go Código abierto. La banda libera un software con imágenes para que los fans editen su propia versión del vídeo: "House Of Cards" de Radiohead La naturaleza del videoclip «mainstream» se ha invertido. Ahora los vídeos no se hacen para vender discos, sino que los discos se crean para que los fans acudan a YouTube a ver el vídeo (con los importantísimos ingresos publicitarios que ello conlleva) y para que asistan al concierto del músico: "Telephone" de Lady Gaga El componente experimental sigue presente. Existen propuestas de interactividad orientadas a que un determinado videoclip tenga un acabado personalizado para cada espectador, no existiendo una «versión oficial» del mismo sino un programa de posibilidades infinitas: "The Wilderness Downtown" de Arcade Fire El llamado «videoclip documental» tiene unas reglas del juego: plano secuencia, música en directo, lugar de grabación no habitual. Vincent Moon revolucionó el mundo del videoclip con sus miles de «conciertos para llevar»: "For Emma, Forever Ago" de Bon Iver También, desde la absoluta independencia, pero con medios profesionales, Nigel Godrich (que ha trabajado para Radiohead o Paul McCartney) ha montado un plató para grabar actuaciones en directo. Lo que antes hacía la BBC, ahora lo hace un ciudadano en su sótano ("From The Basement"): "Crazy" Gnarls Barkley Los videoclips del rapero Kanye West siempre dan qué hablar. Grandes producciones, ideas subidas de tono, duraciones imposibles: "Runaway" 3. Videoclips españoles

J.A. Bayona - Cuando zarpa el amor de Camela.

En España ha habido una importante producción de videoclips desde los años 80. Aunque no fue hasta el 2000 que una nueva generación de realizadores empezó a realizar vídeos musicales desde una cierta independencia creativa y riqueza audiovisual. Un equivalente nacional a lo que supuso, casi diez años antes, la irrupción de Gondry, Jonze y Cunningham... pero aquí sin apenas presupuesto, ni medios, ni repercusión mediática. Algunos nombres destacados fueron Marc Lozano, Benet Román, Ramón Lluís Bande, J. A. Bayona, André Cruz o Nacho R. Piedra. En 2007 se edita el DVD "Eclectia: un panorama del videoclip nacional contemporáneo", que da un buen repaso a esa generación de realizadores.

Hoy, gracias al nacimiento de nuevas productoras –como Bogaloo, Canadá o Nanouk, que combinan la realización de vídeos musicales con encargos comerciales– se están produciendo trabajos interesantísimos, a los que su distribución en internet ha supuesto una visibilidad antes inimaginada. He aquí algunos ejemplos de esta nueva hornada:

Kike Maíllo: "Lógico que salga mal" (2009) de Manos de Topo Luis Cerveró: "Tus amigos" (2010) de Los Punsetes Nicolás Méndez: "Bombay" (2010) de El Guincho

Uno de los sitios web especializados en videoclip realizado en España es http://www.venuspluton.com . Por un lado se dedican a recoger toda la producción audiovisual del estado español y por otro fomentan un tipo de videoclip especial con normas, lo que se conoce como un "venusplutón" que se graba en plano secuencia y sonido directo . Este proyecto rinde homenaje a Iván Zulueta uno de los padres del videoclip español.