Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69 ISSN 1852-8554

LAS INVESTIGACIONES EN EL FUERTE BLANCA GRANDE

Julio Fabián Merlo1 y Luisina Merlo2

Recibido: 10 de marzo de 2018. Aceptado: 23 de septiembre de 2018

Resumen En este trabajo se presenta una síntesis de la documentación generada a lo largo de los años en la zona de la Laguna Blanca Grande, que van desde los trabajos realizados por Bórmida, en los que describe y define al Blancagrandense como una industria lítica que surge en el 3500 a.C. y perdura hasta momentos históricos, sin hacer ninguna mención del Fuerte Blan- ca Grande. El fuerte es luego resaltado por los historiadores locales Arena, Valverde y Cortez, y retomado en los trabajos de Goñi y Madrid y del historiador local Paladino. Estos trabajos han sido continuados por nuestro análisis documental y arqueológico, este último efectuado en el sector noroeste y la parte posterior del fuerte, y la laguna. Desde mediados del siglo XX se generaron investigaciones de diferentes campos disciplinarios que nunca se cruzaron entre sí, ocultando o negando la continuidad del registro arqueológico, que refleja tanto las ocupaciones pre como postconquista de la región pampeana. En este trabajo se plantea que separar la arqueología en pre y postconquista restringe el conocimiento de nuestro pasado, estableciendo una división artificial en la arqueología pampeana. Palabras clave: pre y postconquista, Laguna Blanca Grande, Blancagrandense, Fuerte Blanca Grande, frontera, siglo XIX

Abstract This paper presents a synthesis of the information generated over the years in the area of the​​ Laguna Blanca Grande, starting with the work carried out by Bórmida, in which he described and defined the Blancagrandense as a lithic industry that arose around 3500 b.C. and lasted until historical times, without mentioning the Fort Blanca Grande. The fort was highligh- ted by the local historians Arena, Valverde and Cortez, and later by the works by Goñi and Madrid, and the local historian Paladino. Studies on the fort have been continued by the documentary and archaeological analyses carried out in the northwestern sector, the back part of the fort and the lagoon. Since the mid-twentieth century, research has been generated from different interdisciplinary fields that never touched on each other, hiding or denying the continuity in the archaeological record, which reflects the pre- and post-conquest occupa- tions of the Pampaean region. In this work it is argued that separating archeology in pre- and post-conquest periods restricts the knowledge of our past, establishing an artificial division in Pampaean archeology. Key Words: Fort Blanca Grande, Camino de los Indios a Salinas, frontier, XIXth century, archaeofaunal remains

1 INCUAPA CONICET-UNICEN, Facultad de Ciencias Sociales. Olavarría, Av. Del Valle 5737, (B7400WI) Olavarría, Buenos Aires; E-mail: [email protected] 2 Facultad de Ciencias Sociales. Olavarría-UNICEN, Av. Del Valle 5737, (B 7400 WI) Olavarría, Buenos Aires. E-mail: [email protected] 52 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69

Introducción posterior del fuerte) limita con la Laguna Blanca Grande. En este trabajo se realiza una síntesis Desde la década de 1950 se han efec- del estado actual del conocimiento arqueo- tuado investigaciones arqueológicas en lógico de las sociedades de frontera de la la zona de la Laguna Blanca Grande, ini- región pampeana, focalizando en las inves- ciadas por Bórmida (1960), pero es recién tigaciones que se desarrollaron en el Fuer- a partir de 1990 cuando comenzaron a te Blanca Grande (FGB). Este sitio posee realizarse trabajos sistemáticos de inves- registros documentales y de cultura ma- tigación sobre el período postconquista, terial de ocupaciones pre y postconquista integrando en el análisis diferentes mira- hasta el siglo XIX. Los datos recopilados das como la arqueología, historia, etno- hasta el momento han sido generados por historia, cartografía, geología y antropo- diferentes miradas que involucran distin- logía. En este marco, por ejemplo, se ha tas disciplinas. Estos estudios incluyen generado conocimiento sobre el empleo de trabajos informales, concebidos por en- estrategias y recursos faunísticos que im- tusiastas, lugareños, historiadores aficio- plementaron los primeros pobladores his- nados, entre otros, y plasmados de forma panocriollos y los posteriores eurocriollos heterogénea, hecho que dificulta la cons- (Merlo 2014). Estos grupos interactuaron trucción de un panorama sistemático y re- con los pueblos originarios que ocuparon presentativo. También desde lo académico la región pampeana, desde los contactos y especialmente desde las investigaciones tempranos hasta la formación de los pri- que efectuó Bórmida en la década de 1960, meros pueblos y la expulsión de las tribus donde define el Blancagrandense y el Bo- que ofrecían resistencia a las autoridades livarense. Este trabajo busca recopilar un militares del estado. corpus empírico riguroso que enriquezca o Una revisión exhaustiva de cada una de esclarezca los datos aportados por aque- las investigaciones realizadas por los dife- llas personas que, por rescatar las histo- rentes autores excedería los objetivos de rias o la arqueología del lugar, resaltaron este trabajo. Se sintetizan los postulados o invicibilizaron algunos de estos registros e hipótesis que enfatizan los aspectos re- (arqueológicos y documentales). lacionados con la interacción y la forma de El FBG, se ubica en el sector noroeste vida de las sociedades de frontera, y cómo del Partido de Olavarría a orillas de la lagu- éstas fueron modificándose a medida que na homónima, a 36º 29’ 27.84” de Latitud se incrementaba la población extranjera Sur y 60º 53’ 39.12” de Longitud Oeste. (inmigrantes europeos, de diferentes sec- Este fuerte tiene una extensión aproxima- tores del país y de América) al sur del río da de 500 m por 200 m, está rodeado por Salado. Posteriormente, se efectúa una un foso perimetral y posee dos estructuras síntesis de los últimos resultados de los secundarias, de forma triangular en sus trabajos en el sector noroeste del FBG. Es- laterales (Merlo 1999, 2014). El área cen- tas investigaciones contribuyen a confor- tral y las estructuras laterales se pueden mar un corpus de información que enri- definir por la presencia de fosas que dan quece el conocimiento sobre las sociedades a conocer el perímetro del fuerte. En los que ocuparon el interior de la provincia de vértices que unen el lado sur (frente del Buenos Aires (originaria y eurocriolla) y fuerte) se puede observar dos montículos, como interactuaron entre sí, durante gran correspondientes a antiguos baluartes, de parte del siglo XIX. 4 m de altura aproximadamente (Langia- no y Merlo 2013). El sector noroeste (parte Merlo J. F. y Merlo L. - “Las investigaciones en el Fuerte Blanca Grande” 53

El desarrollo de la cies introducidas (Madrid 1991). Por otro Arqueología Histórica en la lado, Sempé, junto a Pérez Meroni y Pa- Provincia de Buenos Aires leo, están llevando a cabo prospecciones y excavaciones en Punta Indio, Provincia Las investigaciones en arqueología de de Buenos Aires desde 1990 (Sempé et al. momentos históricos en la Provincia de 1991). Sus investigaciones sobre sitios de Buenos Aires comenzaron a desarrollarse ocupación indígena en tiempos históricos con mayor énfasis a principios de la déca- están focalizadas en el Área Norte de la da de 1990. Bárcena y Schávelzon (1990) subregión Pampa Húmeda. La propuesta emprendieron trabajos en contextos ur- metodológica utilizada propone diferentes banos, excavando sitios que representan vías de análisis y en especial el estudio de los diferentes períodos de ocupación de fuentes históricas (hispanas) de la época la ciudad de Buenos Aires y logrando, en de contacto. muchos de los casos, rescatar y proteger En 1992, Goñi y Madrid (1998), por el patrimonio arqueológico y arquitectó- iniciativa de la Comisión Municipal de nico al norte del río Salado. En el interior Estudios Históricos de Olavarría, elabo- de la región pampeana, Madrid (1991) raron el proyecto Fuerte Blanca Grande y realizó estudios arqueológicos de los si- comenzaron a realizar trabajos de campo tios con estructuras de piedra (Sierra de en el lugar, con financiación municipal (Fi- Pillahuinco, Sistema de Ventania) con el gura 1). Los autores emplearon el modelo objeto de conocer los modos de subsisten- económico de Cashdan (1990) de riesgo e cia, asentamiento, tecnología y organiza- incertidumbre para interpretar las socie- ción de los grupos indígenas de las sierras dades cazadoras recolectoras, plantean- bonaerenses durante el Holoceno Tardío y do que las variaciones en las condiciones el período de contacto Hispano-Indígena, y ambientales y económicas producen situa- cómo fue el aprovechamiento de las espe- ciones de riesgo y la falta de información

Figura 1. Excavación realizada en 1994, en el sector denominado Puesto Viejo del FBG. Las participantes de la excavación, Patricia Madrid (izquierda) y Marta Roa (derecha). 54 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69 produce incertidumbre (Cashdan 1990:1, la fauna y de la cultura material presen- ver discusión en Merlo 2014). En el pro- te en dichos sitios (Langiano et al. 1997). yecto del FBG participaron alumnos de la Dichos convenios y trabajos arqueológicos Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría se continúan en la actualidad. Mugueta de la UNICEN y se generaron varias tesis y Guerci efectuaron en 1997 un convenio de licenciatura, que abordan diferentes te- similar con la Municipalidad de Tapalqué máticas. para realizar investigaciones arqueológicas Contemporáneamente, Gómez Romero en el sitio Cantón Tapalqué Viejo, que ge- y Ramos (1994) comenzaron la investiga- neró una serie de trabajos que analizaron ción arqueológica de un sitio fortificado de diferentes aspectos de ese asentamiento Azul, el Fortín Miñana, un asentamien- fortificado fundado en 1831 (Mugueta y to militar de la frontera del Sur ocupado Guerci 1997). durante la década de 1860. Los autores Recapitulando, en las investigaciones analizaron la evidencia material y sus rela- arqueológicas de momentos históricos lle- ciones a nivel estratigráfico en lo que cons- vadas a cabo en las últimas décadas se ha tituye un piso de ocupación. avanzado tanto en aspectos teóricos como En 1997, Ormazábal, Langiano y Merlo metodológicos, discutiendo conceptos y de- iniciaron el estudio de un complejo siste- sarrollando métodos de análisis sobre loza, ma de relación interétnica asimétrica en metales y vidrios, entre otros materiales de la Frontera del Sur bonaerense durante la procedencia hispanocriolla y europea, in- segunda mitad del siglo XIX, por medio del dagando en su procedencia, ubicación cro- análisis de una serie de puestos fortifica- nológica, etc.; incluso en algunos casos, se dos (Fortín Fe, La Parva, El Perdido, Fuerte han propuesto secuencias tipológicas. Sin Lavalle y San Martín) articulados en torno embargo, aún hay falencias en los estudios al denominado “Camino de los Indios a Sa- realizados sobre arqueofauna de momen- linas”, en el área Interserrana bonaeren- tos históricos, aunque existe una tenden- se (Figura 3). Los autores plantearon un cia creciente a su desarrollo como se seña- marco regional de alta fricción en la zona lará a continuación. fronteriza, con una movilidad ofensiva de Mario Silveira realizó las primeras in- avanzada de doscientos kilómetros entre vestigaciones sobre arqueofaunas de mo- 1858 y 1876, concretando una investiga- mentos históricos. En 1995, analizó res- ción de tipo regional, holística y con una tos óseos obtenidos en la excavación de la perspectiva antropológica que se continúa casa de una familia patricia, los Peña, que hasta la actualidad. En el marco de esta in- vivieron a fines del siglo XIX en la esquina vestigación, se establecieron convenios con de las calles San Lorenzo y Defensa (Barrio los municipios donde se ubicaban los si- de San Telmo) en la ciudad de Buenos Ai- tios arqueológicos (Fortín La Parva y Fuer- res; las tareas de excavación arqueológica te Esperanza en General Alvear; Localidad estuvieron bajo la dirección de Schávelzon Arqueológica El Perdido, Fortín Arroyo y Zarankin (Silveira 1995). Silveira tam- Corto, Fuerte Lavalle y FBG en Olavarría; bién realizó investigaciones en la Laguna Fuerte Independencia en Tandil; y Fuerte El Trompa (Silveira 1992), en sitios a cielo San Martín en Coronel Suárez) con la fi- abierto correspondientes a grupos indíge- nalidad de transmitir a las comunidades nas de la llanura Interserrana bonaerense, locales las investigaciones y conocimientos planteando la coexistencia de la fauna de logrados (Langiano et al. 1997, 2002). En origen doméstico con el guanaco. estos lugares se realizaron diversos análi- El surgimiento de manera sistemática sis del material recuperado y estudios de de las investigaciones en arqueología post- Merlo J. F. y Merlo L. - “Las investigaciones en el Fuerte Blanca Grande” 55 conquista repercutió en el incremento de incorporaron otros, generándose un mayor trabajos sobre asentamientos fortificados número de investigadores nucleados en del siglo XIX de la Provincia de Buenos Ai- torno a la arqueología postcontacto (Figura res. Para fines de la década de 1990 y prin- 2). Esto se refleja en el volumen de traba- cipios del 2000, hubo un notable desarro- jos sobre temas específicos de interés en la llo de investigaciones de sitios de frontera. arqueología de momentos históricos regio- Se profundizaron los trabajos en varios de nales (i.e. Brittez 2000, 2009; Brittez y Wi- los sitios anteriormente mencionados y se baux 2011; Casanueva 2004; Gómez Ro-

Figura 2. Mapa con la lo- calización de algunos de los sitios arqueológicos de frontera citados en esta te- sis. Referencias: 1) Fuerte Independencia, 2) FBG, 3) Fortín La Parva 4) Fortín Miñana, 5) Fortín El Per- dido, 6) Fuerte San Quilcó o Lavalle, 7) Arroyo Nieves, 8) Fortín arroyo Corto, 9) Fuerte General Paz, 10) Fortín Olavarría y 11) For- tín Otamendi. 56 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69 mero 1997, entre otros; Landa et al. 2011; Las primeras investigaciones sobre Langiano 2007; Langiano y Merlo 2013; ocupaciones fortificadas Langiano et al. 2002, 2006, 2009; Leoni et al. 2006, 2007, 2008a, 2008b, 2010; Mer- Las primeras indagaciones acerca de lo 2003, 2004, 2007; Merlo y Moro 2004; las sociedades de frontera fueron reali- Mugueta Guerci 2012; Pedrotta 2005; Pe- zadas por historiadores y, en muchos de drotta y Bagaloni 2005, 2011; Pedrotta et los casos, por investigadores autodidactas al. 2011; Ramos et al. 2008; entre otros). que, a partir de documentos de archivos y Este crecimiento ha generado que se rea- relatos, anécdotas de la memoria oral de licen encuentros regionales, provinciales y antiguos pobladores y algún que otro ves- nacionales que involucran a investigadores tigio arquitectónico o arqueológico, gene- con límites temporales acotados y proble- raron conocimientos históricos. Si bien la máticas específicas. A pesar de este creci- mayoría de estos aportes presenta diversas miento, aún no se ha logrado el desarrollo falencias, muchos de ellos son verdaderos de encuentros específicos de temas afines disparadores de hipótesis e ideas que ge- (como la zooarqueología de momentos his- neran la necesidad de investigar, corro- tóricos o el uso de elementos vítreos en ar- borar o aclarar científicamente los datos queología histórica), aunque sí es notable aportados. el desarrollo de mesas temáticas dentro de Luego de establecerse las primeras los encuentros nacionales y regionales de fortificaciones en territorios que pertene- arqueología general y arqueología históri- cían a pueblos originarios, comenzaron ca. a radicarse los primeros colonos que se El incremento de trabajos de investiga- dedicaban a la producción y al comercio ción que se produjo a partir de la década mediante las pulperías o a la actividad ga- del 2000 ha generado un crecimiento no- nadera en la campaña bonaerense. Este table del conocimiento sobre las socieda- nuevo territorio comenzó a ser recorrido des postcontacto, y principalmente de la progresivamente por científicos, eclesiás- arqueología de frontera y/o la arqueología ticos, médicos, comerciantes, militares, del conflicto, poniendo a la luz historias e vagabundos, desertores del ejército y de interpretaciones que enriquecen el conoci- la ley; muchos de estos nuevos ocupantes miento del pasado regional. Pero por otro provenían de Europa, desplazados de sus lado, se ha generado una marcada brecha países de origen. En ese período se facilitó entre las investigaciones arqueológicas la apropiación de tierras de las comunida- pre- y postconquista, donde los arqueólo- des originarias, que pasaron a un reducido gos que investigan sitios cazadores recolec- grupo de elite de ascendencia europea o a tores ignoran los artefactos o vestigios que militares en pago por sus servicios en la dan indicios del contacto, o simplemente conquista de estas tierras. Esta oligarquía los mencionan sin ninguna preocupación terrateniente junto con el gobierno, de ca- de indagar más sobre el tema, o los atri- racterísticas conservadoras en lo político y buyen a procesos postdepositacionales, ig- liberales en lo económico, incorporó a in- norando la continuidad de lo ocurrido. En migrantes eurocriollos como mano de obra este punto es importante la contribución de bajo costo, para que trabajen la tierra, de la etnohistoria, que mediante el análisis pero sin la posibilidad de ser dueños. Esta de documentos, cartografía y fotografías masa obrera que ingreso a la zona de fron- del siglo XIX muestra la interacción de las tera, se incrementó después de la “campa- diferentes sociedades. ña al desierto”. Los inmigrantes rurales, tratados de igual manera que las comu- Merlo J. F. y Merlo L. - “Las investigaciones en el Fuerte Blanca Grande” 57 nidades originarias, trajeron consigo nue- existencia, por el egoísmo propio de sus vas costumbres, diferentes entre sí, que dueños o por el completo desorden en que se fueron amalgamando y modificando la se encuentran; también, por indiferencia, sociedad de tierra adentro de una forma mucha de esa documentación se ha convertido en simple mercadería, facilitando gradual. Progresivamente muchos de estos de esa manera su éxodo hacia el extranjero” asentamientos fronterizos pasaron al ol- (Arena et al. 1967:II). vido, absorbidos por los ejidos de pueblos rurales o sirviendo como simples cuarteles En este trabajo se describen los topó- de parada para las expediciones militares nimos dejados por los pueblos originarios que expulsaban a los pueblos originarios que vivían en el lugar y cómo éstos se fue- al otro lado del río Negro. De esta manera ron modificando dependiendo del autor se logró el ocultamiento y la destrucción de que los transcribiera. Se describe la orga- toda manifestación cultural, social y eco- nización social de las sociedades “Arauca- nómica que se gestaba en la zona rural, nas” que habitaban la región pampeana, que se interpusiera a los intereses del go- cómo se componía el , agrupa- bierno liberal que se acentuó en la genera- ción social suprema del pueblo arauca- ción de 1880 (ver Rapoport 2000). no, cómo se denominaban las distintas El trabajo autodidacta presentados por autoridades de una parcialidad indígena, Arena, Cortés y Valverde (1967) en su En- como el Apogulmen o Apotilmen (superior sayo Histórico del Partido de Olavarría, sin- al lonco) y el , que era el jefe en los tetiza las investigaciones que venían rea- momentos de guerra. También se analiza lizando y expresa controversias en lo que la división por género del trabajo y diversas compete a situación y denominación de costumbres que caracterizaban a los pue- la región bajo estudio. Con respecto a los blos originarios de la zona, inclusive hasta pueblos originarios y al proceso de ocupa- las primeras décadas del siglo XX: el desa- ción de sus tierras en la segunda mitad del rrollo de los parlamentos, la construcción siglo XIX, afirman: de las viviendas y como éstas fueron mo- dificándose a medida que se incrementó la “Olavarría, emplazada en el centro población criolla y europea. Es destacable geográfico de la Provincia de Buenos Aires, fue…avanzada hacia del desierto, en esa el registro fotográfico acerca de las diferen- titánica lucha del blanco contra los primitivos tes actividades que realizaban en los toldos habitantes de nuestras pampas. Sus y la vestimenta autóctona mezclada con el tierras fueron testigo mudo de las correrías uso de prendas que provenían de la socie- del indómito salvaje y escenarios de dad eurocriolla. acontecimientos importantes, pero por una En capítulos posteriores, Arena y cola- rara ironía quedaron durante muchísimos boradores describen cómo fue el avance de años en el más lamentable de los olvidos” la frontera en el centro de la Provincia de (Arena et al. 1967:III). Buenos Aires y en especial cómo surgió el pueblo de Olavarría. Al respecto, se trans- Los autores recopilaron documentos cribe una carta del Coronel Ignacio Rivas oficiales que habían sido publicados pre- (militar conocedor de la zona) al Presidente viamente en revistas de difusión local y do- de la República, Bartolomé Mitre, donde le cumentos privados inéditos. Como expre- manifiesta su interés en crear un pueblo san en el prólogo del ensayo: en las nacientes del arroyo Tapalqué, in- “No siempre es posible llegar a los corporar a Catriel y su tribu a vivir como documentos privados, sea por ignorar su “la gente” y ampliar la frontera para la pro- ducción de ganado y cultivos: 58 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69

“Campamento en las Puntas del Tapalqué la pampa -con las situaciones de contacto Diciembre 15 de 1864 cultural- que ponen en evidencia diversos hitos sociales en la Frontera al Sur del río Excmo. Señor Presidente de la República, Salado en la segunda mitad del siglo XIX y Brigadier General D. Bartolomé Mire. se analizan una serie de puestos fortifica- Mi querido señor Presidente y amigo: dos en el área Interserana bonaerense. Cabe recordar que en 1878 Julio A. El paraje es aparente para un pueblo, y si Roca decidió poner en práctica la ley san- se consiguiera que el Gobierno provincial cionada en 1867 que intentaba resolver lo decretase, estoy cierto que antes de un el problema de la frontera interior, exten- año estaría poblado, por el interés de los diendo la misma hasta los límites natura- magníficos campos que tiene, y aguadas les de los ríos Negro y Neuquén. Cuando permanentes; y así encerraríamos a Catriel, Roca asumió la primera magistratura del de modo que sin sentirlo se reduciría a vivir como la gente (…) por que estoy a seis leguas país se incrementó la guerra ofensiva del a retaguardia de Catriel, (…) Ignacio RIVAS” gobierno nacional contra los pueblos indí- (citado en Arena et al. 1967:231-232). genas (1879 a 1885). Los fuertes y forti- nes dejaron de cumplir un rol de inclusión Luego, mencionan que las tribus ca- cultural forzada para pasar a cumplir la trieleras, ubicadas sobre el arroyo Nievas, función de control policial y “parada” para aceptaron la situación que implicaba un las expediciones que partían desde Buenos avance de hecho sobre las tierras que en- Aires con destino a la llamada “Campaña tonces ocupaban y sólo pidieron que se re- al Desierto”; o bien fueron quedando en el gularizara la entrega de raciones, ya que se olvido. encontraban padeciendo toda clase de mi- El ensayo de Arena y colaboradores se serias. En efecto, estaba hablando del sur- basa en el análisis de fuentes documenta- gimiento del pueblo de Olavarría. En otra les, incluyendo documentos oficiales que carta posterior enviada por Rivas a Mitre, no fueron citados con las normas editoria- agrega: “Creo que Catriel y sus indios se les actuales, proponiendo una mirada crí- acostumbrarán a vernos a sus espaldas y tica sobre el avance de frontera y la forma se conformarán.” (Archivo del General Mi- en que se diezmó la población originaria tre, To XXIV, pp. 32-33, transcripto en Are- (Arena et al. 1967). Asimismo, estos auto- na et al. 1967:232). res llevaron a cabo una serie de recoleccio- Arena et al. (1967) describen tam- nes superficiales de materiales indígenas y bién cómo los pueblos originarios nego- europeos (e.g. puntas de flecha, boleado- ciaron con los eurocriollos los conflictos ras, morteros, ladrillos sin cocinar, entre que se sucedieron a lo largo del siglo XIX, otros artefactos), así como tareas de ex- frente a una política de colonización fluc- cavación, con la metodología de la época, tuante que sumaba el flujo de inmigrantes, en zonas rurales del partido de Olavarría que tuvo una forma pausada hasta 1870 e como la Laguna de Paragüil, la estancia incrementándose notablemente luego. No Santa Clara y el FBG. En este último sitio obstante, algunos de los caciques y líderes exhumaron restos humanos en el sector indígenas que habitaron en la región pam- identificado como cementerio. peana se las ingeniaron para mantener su En 1993 y a raíz del inicio de las investi- rol y apuntalar sus intereses económicos, gaciones arqueológicas en el FBG por Goñi sociales y políticos. También se detallan y Madrid (1998), Paladino (1994) recopiló las actividades vinculadas con el pobla- diversos documentos inéditos y varios ma- miento rural y las campañas militares en nuscritos -que habían sido analizados por Merlo J. F. y Merlo L. - “Las investigaciones en el Fuerte Blanca Grande” 59

Figura 3. Copia de la Carta Oficial geográfica de la provincia de Buenos Aires dibujada en 1828 por Pedro Benoit, donde se puede observar el FBG y el Camino de la Guardia del Norte hacia Laguna Blanca Grande, posteriormente denominada Camino de los Indios a Salinas Grande o Camino de los Chilenos. El camino continúa con rumbo al río Salado pasando por el Arroyo Quilcó, donde en 1869 se construye el Fuerte Lavalle. Extraída del Manuscrito realizado por Alberto Valverde S/P (el resaltado en rojo es del autor).

Valverde- en el libro Tenemeche, editado cos que afectaron a la fortificación durante por el Club de Pesca de Blanca Grande. Allí su fundación, el abandono por parte del Paladino define las fechas de fundación del gobierno, así como la reocupación del mis- FBG, comenta los acontecimientos políti- mo y la venta de parte del fuerte a manos 60 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69 privadas, a principios del siglo XX. de diferentes disciplinas como la historia, La mayoría de los historiadores aficio- etnohistoria, antropología, arqueología, nados y tradicionales no abordaron radi- geología, entre otras, aporta a la creación calmente las investigaciones sobre los pue- de un corpus de información que enrique- blos originarios y las interacciones con el cería el conocimiento del pasado regional. mundo eurocriollo. En algunos pocos ca- sos, lo hicieron de forma somera, exacer- bada o de manera xenofóbica (ver Botana La Arqueología pre y postcontacto 1977). Ciertamente, en los últimos años el en el área del FBG desarrollo de la arqueología de momentos históricos y la etnohistoria ha avanzado Los trabajos realizados por Menghín y en la temática, pero sigue siendo ajena al Bórmida (1950) en Gruta del Oro y Marga- grueso de los historiadores que, frecuen- rita en el Sistema de Tandilia y el estudio temente, sólo se ocupan de ella de modo comparativo con los materiales del sitio tangencial o, simplemente, la ignoran (ver la Gruta del Ojo de Agua, dieron inicio a comentarios en Mandrini 2007:20), en mu- las investigaciones de sitios arqueológicos chos casos ignorando el desarrollo de los en el centro de la Provincia de Buenos Ai- trabajos de etnohistoriadores, antropólo- res. Estos estudios fueron realizados bajo gos, arqueólogos e investigadores de otras el paradigma Histórico-Cultural de origen disciplinas que se abocan a establecer un austro-alemán, que se caracterizaba por panorama de determinados procesos apor- explicar las variaciones de las industrias tando información sobre las sociedades de a través de la difusión, asignándoles a és- frontera. tas distintos orígenes culturales. Teniendo La casi inexistencia de investigacio- en cuenta la posición estratigráfica y las nes históricas sobre este tema hasta hace comparaciones con los elementos recupe- poco, dejó en manos de aficionados de di- rados en superficie, para la zona de Tandi- versas formaciones el rescate de la historia lia planteaban como hipótesis que “…exis- de los sucesos, acontecimientos y situa- tió alrededor del temprano postglacial una ciones de la vida cotidiana del interior de cultura muy primitiva, de morfología protolí- campaña bonaerense. En estos abordajes tica…” que “…se remonta hasta el tardigla- puede encontrarse desde la exaltación de cial...” y “…floreció durante el período del los valores de los soldados de frontera has- clima atlántico post-glacial alrededor del VI ta la bravura de los pueblos originarios de y V milenio a. de J.C (….) sobreviviente en estas tierras, que pasan de ser un desierto tiempos mucho más tardíos que los de su improductivo hostil y bárbaro a zonas fér- formación originaria” (Menghin y Bórmida tiles de importante valor económico. Adi- 1950:34). Esta cultura habría sido traída a cionalmente, la ausencia de trabajos mul- América por “cazadores inferiores”. tidisciplinarios con un eje centrado en la Posteriormente, Bórmida (1960) reali- historia limitó ampliamente la generación zó entre 1958 y 1960 trabajos de campo de información sobre los asentamientos y en la zona de Olavarría y Bolívar, donde pueblos del interior de la Provincia de Bue- excavó cuatro yacimientos en bordes de nos Aires, en contraposición con las inves- las lagunas Cabeza de Buey, La Montura, tigaciones arqueológicas que sin recelos Cubiló y Blanca Grande. También efectuó incorporan y colocan en un mismo plano recolecciones superficiales en la playa de los datos históricos y arqueológicos sin la laguna Blanca Grande, punto que se re- perder la coherencia científica (ver Pedro- tomará más abajo. Estos estudios llevaron tta y Gómez Romero 1998). La interacción a Bórmida a definir dos industrias empa- Merlo J. F. y Merlo L. - “Las investigaciones en el Fuerte Blanca Grande” 61 rentadas con el Tandiliense, denominán- industria de cuarcita unifacial y marginal dolas Blancagrandense y Bolivarense, que cuyo comienzo era el Tandiliense y se con- se habrían iniciado en un período corre- tinuaba en el Blancagrandense, llegando lacionable con el suboreal entre los 3.500 en épocas muy recientes con la forma de años a.C. y el comienzo de la Era Cristia- un Bolivarense que se difundió por toda la na. Estas industrias tenían características región hasta perderse dentro de un con- similares al Tandiliense, siendo la materia texto “neolitizado” y más tarde “araucani- prima predominante la cuarcita, seguida zado”. por la calcedonia y en menor cantidad, el Merecen ser comentados con cierto de- sílex. Desde el punto de vista tipológico, se talle los trabajos arqueológicos realizados caracterizaban por artefactos sobre lascas, por Bórmida (1960) en la Laguna Blanca unifaciales y marginales, a los que se les Grande, que consistieron en recolecciones asociaban litos bifaciales, escasos porcen- de superficie y en la excavación de trinche- tajes de retoque por presión y ausencia de ras que, según Boschín (1991-1992), va- cerámica (Bórmida 1960). Sanguinetti de riaron entre 8 y 12 m2 y alcanzaron una Bórmida (1970, posteriormente, plantea profundidad entre 1,20 m y 2 m. Los ha- que la pampa bonaerense podía ser con- llazgos en estratigrafía fueron escasos; la siderada como un área con fisonomía pro- concentración mayor correspondió a una pia que se hallaba caracterizada por una trinchera de 8 m2 y 1,50 m de profundi-

Figura 4. Localización de la zona posiblemente relevada por Bórmida en 1960 y el FBG (círculo rojo), relevado arqueológicamente desde 1992 hasta la actualidad. 62 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69 dad: 12 instrumentos líticos, 84 desechos en el borde suroeste de la laguna. A esto líticos, tres fragmentos de cerámica y un debemos agregar, como se mencionó an- trozo de pigmento mineral. En ningún mo- teriormente, que los historiadores acadé- mento se mencionó el hallazgo de material micos no se interesaron en los conflictos alóctono, de origen europeo o de la época y la vida cotidiana en la frontera interior de la conquista (Bórmida s/f). Sanguine- durante el desarrollo de la formación del tti de Bórmida, posteriormente menciona estado nacional, dejando su interpretación el hallazgo de raspadores confeccionados en mano de aquellos que se interesaran en en vidrios, como elementos introducidos y las historias locales, usualmente estudio- aceptados como materia prima para talla sos amateurs. En muchos casos, en vez de local (Sanguinetti de Bórmida 1970). Es interactuar, los historiadores no se invo- importante destacar que en los trabajos lucraban con lo arqueológico y los arqueó- publicados por Bórmida y posteriormente logos buscaban explicar los orígenes y la por Sanguinetti de Bórmida no dan pre- variación a través del tiempo de las tecno- cisión sobre en qué margen de la laguna logías de los cazadores recolectores (prime- se realizaron los trabajos. Tampoco hacen ros pobladores del área interserrana), sin mención a la existencia de una fortifica- preocuparse por el registro arqueológico ción de principios del siglo XIX sobre las postcontacto. márgenes de la laguna (Figura 4). Ahora bien, los trabajos realizados en la laguna Blanca Grande tuvieron su ini- Los trabajos de campo recientes cio en la década de 1960, cuando, cabe recordar, contemporáneamente se estaban En mayo de 2018, la provincia de Bue- realizando investigaciones históricas sobre nos Aires sufrió una sequía que generó que el FBG que no solo se basaron en docu- el nivel de la laguna Blanca Grande des- mentos, sino que también incorporaban el cendiera un metro por debajo de su nivel registro material de una forma no sistemá- normal. Esta situación dejó al descubierto tica, por medio de la recolección de arte- las playas del suroeste, donde se pudo de- factos arqueológicos en el cementerio de tectar la presencia de diferentes materiales la fortificación (Arena et al. 1967). Cuesta arqueológicos (Figuras 5 y 6). pensar que investigadores como Bórmida, Dada esta circunstancia, se procedió a desconocieran la historia y el punto don- realizar prospecciones del terreno median- de se ubicaba el FBG. Lo mismo podemos te el trazado de transectas, registrando considerar para los historiadores locales, los hallazgos superficiales con GPS. Entre como Arena, Cortes y Valverde, quienes estos se pudo recuperar un gran número estudiaron la estructura edilicia del FBG, de unidades anatómicas de Equus f. caba- y es improbable que ignoraran los trabajos llus, y en menor proporción restos de Bos de campo y las interpretaciones que Bór- p. taurus. mida estaba haciendo sobre las sociedades También se recuperaron una serie de prehistóricas que ocuparon la zona. artefactos líticos confeccionados sobre Para entender esta situación se debe calcedonia y en menor proporción sobre recordar que las investigaciones históricas cuarcita; restos de fragmentos de bases có- se efectuaban de manera paralela a los es- nicas y picos de botellas cortados a tijera tudios arqueológicos, como si los pueblos de color verde oscuro, fragmentos de gres, originarios que interactuaron con los eu- un botón de ropa interior confeccionados rocriollos en el FBG fuesen distintos de los con pasta de vidrio y fragmentos de metal que se asentaron o realizaron actividades corroído. Entre éstos también se registró Merlo J. F. y Merlo L. - “Las investigaciones en el Fuerte Blanca Grande” 63

Figura 5. Playa Suroeste de la laguna Blanca Grande que limita con la parte posterior del FBG.

Figura 6. Prospección y rescate de los ítems arqueológicos. Se puede observar un autopodio de Equus f. caballus, asociado a un bivalvo Ampularis sp. semienterrado y restos de instrumentos líticos. 64 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69

Figura 7. Registro de base de botella, junto a fragmentos líticos asociado a un carretel de tanza producto de la pesca que se practica en la actualidad. También se pueden observar los clastos de diferentes tamaños que se depositan en la parte superior de la costa. la presencia de plomadas y líneas de tan- efectuar excavaciones en el sector. Este za actuales, utilizada por pescadores de tipo de hallazgos, dio a pensar acerca de la laguna y una abundante concentración dónde fueron efectuadas las excavaciones de bivalvos Ampularis sp., expuestos por y prospecciones mencionadas por Bórmi- el descenso abrupto de la laguna, algunos da (1960) y posteriormente reinterpretadas de los cuales conservaban restos orgánicos por Sanguinetti de Bórmida (1970). Se re- del individuo (Figura 7). corrió el resto de las barrancas del espejo Estos materiales se encontraban sobre de agua y no se registró la presencia de la superficie de la base de tosca que con- este tipo de materiales. Esto nos podría tiene la laguna, rodeado por un sedimento estar dando indicios que los trabajos efec- de greda y clastos de diferentes tamaños, tuados por Bórmida fueron realizados en que no llegaba a cubrirlos. Todos los mate- la parte posterior del FBG, a pesar que la riales registrados en la playa de la laguna fortificación nunca fue mencionada. Todos se encuentran ubicados en la parte poste- los materiales recuperados se encuentran rior del FBG. Es importante resaltar que en el laboratorio para ser analizados en de- la dinámica de la laguna (oleaje, crecidas talle y poder determinar huellas de corte y descensos) puede generar la moviliza- sobre las unidades anatómicas recupera- ción y la concentración de materiales; la das o ver el uso de los fragmentos de vidrio baja densidad de sedimento no permite como instrumentos. Merlo J. F. y Merlo L. - “Las investigaciones en el Fuerte Blanca Grande” 65

Consideraciones finales atribuir solamente a éstos la generación de la cultura material. El desarrollo de la arqueología de mo- En agenda futura se analizarán los mentos históricos que cobró fuerte impul- ítems recuperados en los últimos traba- so en la década de 1990, se profundizó a jos para efectuar interpretaciones más partir del 2000, cuando se comenzaron ajustadas sobre el procesamiento y uso a incorporar los registros de viajeros y de los instrumentos líticos, el vidrio, y los cronistas de la época a los estudios ar- elementos óseos recuperados en el sector queológicos y se produjo el incremento noroeste de la fortificación y el borde la la- de investigadores que se abocaron a esta guna Blanca Grande. problemática, a la vez que se descubrie- ron nuevos sitios. Todo esto reafirmó la continuidad de los pueblos originarios en Agradecimientos momentos históricos y la necesidad de en- tender cómo fueron interactuando con la UE-INCUAPA-CONICET, dirigido por el Dr. G. oleada de diferentes colonos que se incor- Politis y Lic. J. L. Prado, a la Facultad de Cien- poraban al interior de la Provincia de Bue- cias Sociales de Olavarría (UNICEN), a la Comi- sión de Pesca Club Blanca Grande de Olavarría nos Aires. También comenzó a prestarse y a la Lic. Diana Sandra Tamburini por su cola- atención a los hallazgos de artefactos talla- boración y paciencia. dos con técnicas locales reutilizando mate- rias primas provenientes de Europa, como los raspadores confeccionados en vidrios Bibliografía recuperados en la Localidad Arqueológica El Perdido y Fuerte Lavalle (Merlo 2014) o ARENA, J.; J.H. CORTÉS Y A. VALVERDE. los artefactos en vidrio recuperados en ex- 1967. Ensayo Histórico del Partido de cavaciones realizadas en el Fortín Miñana Olavarría. Municipalidad de Olavarría, (Gómez Romero 2007) y también en Arroyo Provincia de Buenos Aires. Nievas 2 (Pedrotta 2005, Pedrotta y Baga- BÁRCENA, J.R. y SCHÁVELZON. 1990. loni 2007). Este tipo de hallazgos aportan El Cabildo de Mendoza Arqueología e mayor evidencia a la interacción e inter- historia para su recuperación. Xama, cambio entre los inmigrantes europeos, pp:9-174. criollos no dueños de la tierra y las comu- BÓRMIDA, M. Sin fecha. Prolegómenos nidades originarias. para una arqueología de la Pampa Bo- En el caso del FBG aún no se han en- naerense. Edición oficial de la Provincia contrado artefactos tallados en vidrio, pero de Buenos Aires. Dirección de Bibliote- los materiales evidencian la convivencia cas, Museos y Archivos Históricos. La e intercambio (pacifico o no) entre ambas Plata. sociedades. La recuperación de una gran BÓRMIDA, M. 1960. Investigaciones Pa- concentración de huesos (principalmente leontológicas en la Región de Bolívar autopodios de Equus f. caballus) e instru- (Provincia de Buenos Aires). Anales de mentos líticos, junto con elementos alócto- la Comisión de Investigaciones Científi- nos de origen europeo (e.g. botones, frag- cas, La Plata I:198-238. mentos de botellas de vidrios) en el sector BOSCHIN, M.T. 1991-1992. Historia de las posterior del FBG aportan datos acerca de investigaciones arqueológicas en pam- la interacción entre los diferentes grupos. pa y . Runa XX:111-144. También es importante tener en cuenta BOTANA, N. 1977. El Orden Conservador. los procesos postdepositacionales, pero no Editorial Sudamericana, Buenos Aires. 66 Anuario de Arqueología, Rosario (2018), 10:51-69

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