IX REUNIÓN CIENTÍFICA DE LA FUNDACIÓN ESPAÑOLA DE HISTORIA MODERNA. UNIVERSIDAD DE MÁLAGA (Málaga, 7-9 de junio de 2006)

Población y grupos sociales en el Antiguo Régimen VOLUMEN II

JUAN JESÚS BRAVO CARO JUANSANZSAMPELAYO (eds.)

Málaga, 2009 IX REUNIÓN CIENTÍFICA DE LA FUNDACIÓN ESPAÑOLA DE HISTORIA MODERNA. UNIVERSIDAD DE MÁLAGA (Málaga, 7-9 de junio de 2006)

VOLUMEN

Juan Jesús Bravo Caro Juan Sanz Sampelayo (eds.)

Málaga, 2009 Presentación...... 13

VOLUMEN 1

PONENCIAS

Familias y poderes Francisco Chacón Jiménez...... 21

Ciudades, villas y pueblos: estructura de la población y criterios de estratificación urbana Antonio Eiras Roel...... 33

Grupos sociales marginados: esclavos, expósitos y gitanos Manuel Lobo Cabrera...... 131

Los marqueses de Camarasa. Familia, jerarquía y poder Pere Molas Ribalta...... 147

Una mirada retrospectiva en relación con los primeros estudios sobre la población española y su distribución espacial en los siglos XVI-XVII Juan Sanz Sampelayo...... 163

COMUNICACIONES

Movimientos poblacionales inter-regionales en España en 1797, según los datos del Censo de Godoy Foto cubierta: Ciudad y Puerto de Málaga. B. Thurus (1717) María del Carmen Ansón Calvo...... 177 Archivo del Museo Naval. Sigo E-XLI-27 La repoblación de Extremadura y su Real Audiencia a finales del siglo XVIII Antonio Astorgano Abajo...... 199 Edita: Área de Historia Moderna de la Universidad de Málaga. Imprime: Imagraf Impresores Rango, etiqueta y política de linaje en la alta nobleza castellana a mediados del siglo ISBN: 978-84-931692-8-2 XVII: la dignidad de Grande de España y sus dimensiones simbólica y política ISBN Obra completa: 978-84-931692-4-4 Andrés Barreda Sureda ...... 223 Depósito Legal: MA-3.367-2009 Lorenzo de Huesca. Ambas actuaciones muestran el prestigio social que debió de IX Reunión Científica de la FEHM-UMA, Málaga 2009, ISBN: 978-84-931692-8-2,785-795 alcanzar tan señalado bearnés -al menos después de su muerte-, algo que debió de servir de puente para que el resto de sus paisanos fuesen más apreciados en la capital altoaragonesa.

AGRÍCOLA EN LOS MUNICIPIOS GADITANOS (1750 .. 1800)

Jesús Manuel González Beltrán Universidad de Cádiz

Hablar del siglo XVIII como de un periodo de crecimiento demográfico en España es algo, sobre lo que, por estar documentalmente constatado y de forma amplia investigado, no cabe duda alguna. En su conjunto, se trata de un incremento relativamente moderado, en torno al 0,42% anual entre 1717 y 1797, pero con una constante inusitada en la evolución demográfica española durante la Edad Moder­ na, su continuidad 1. Por supuesto, que esta visión global queda matizada cuando se procede al análisis de coyunturas temporales concretas de la centuria, puesto que el ritmo de crecimiento presenta tanto aceleraciones como minoraciones, y. sobre todo, al introducir la variante geográfica, ya que se observa claramente una evolución pe­ 2 culiar de los distintos territorios, en especial entre los periféricos y los del interior • En la zona de nuestro estudio, que comprende 27 municipios de la actual provincia de Cádiz que durante el siglo XVIII pertenecieron al Reino de Sevilla, se corrobora tanto esta tendencia al alza de la población, en su conjunto, como los matices aportados por las peculiaridades locales. ASÍ, el número de habitantes de las 27 localidades pasa de los 199.920 recogidos en el Vecindario de Ensenada de 1759

Estos planteamientos en NADAL, J., La población espaílola (siglos XVI a XX), Barcelona, 1984; LIVI BACCI, M., "Fertility and nupciality changes in from the late 18 th to the early 20th century", Population Studies, 1,1968, pp. 83-102, Y 2,1968, pp. 211-234; BUSTELO GARCÍA DEL REAL, F., "Algunas reflexiones sobre la población española de principios del siglo XVIII", Anales de Economía, 15, 1972, pp. 89-106, Y "La pobla­ ción española en la segunda mitad del siglo XVIII", Moneda y crédito, 123, 1972, pp. 53-104. Una amplísima bibliografía en MARTÍN GALÁN, M., "Cincuenta años de bibliografía sobre demografía histórica (el interior peninsular en el siglo XVIII)", en Coloquio Internacional Carlos III y su siglo, tomo 1, Madrid, 1990, pp. 139- 156. 2 Sobre los distintos trabajos de demografía regional pueden consultarse las ponencias de MARTÍN GALÁN, M., "Cincuenta años ... ", y PÉREZ GARCÍA, J. M., "La demografía española peninsular del siglo XVIII: los modelos periféricos noratlántico y meditenáneo", en Coloquio Internacional Carlos III y su siglo, tomo 1, pp. 105-138.

784 785 3 r-- (aplicando a los 47.600 vecinos computados un coeficiente de conversión de 4,2 ) a 517 2171 2217 46 los 267.089 que contabiliza el Censo de Floridablanca de 1787, lo que representa un f-- Jimena 1288 5410 4931 -479 4 incremento de 67.169 individuos, un 33,6% en tan sólo 28 años • t-Medina-Sidonia 2135 8967 11163 2196 Ahora bien, si descendemos al detalle comprobamos, en primer lugar, que no 01vera 697 2927 4139 1212 todos los municipios aumentan su población, tan sólo 14 de ellos (incremento de Paterna 125 525 986 461 72.034 habitantes), mientras que los otros 13 ven disminuir su vecindario (perdida t-- Torre Alhaquime 113 475 396 -79 de 4.865 habitantes). La distribución territorial de los municipios con alzas o des­ 1318 5536 5122 -414 censos, aunque no de forma estricta, recalca zonas de crecimiento, como las bahías Villamartín 391 1642 1628 -14 de Cádiz y Gibraltar, donde 9 de sus 12 localidades aumentan de población, y otras Zahara de la Sierra 498 2092 1756 -336 de retroceso poblacional, así las zonas interiores de la Janda y Sierra, en las que se TOTAL Janda y Sierra 13728 57658 58635 977 contabilizan 10 lugares con perdida de habitantes sobre un total de 15. Y segundo, Chiclana 1255 5271 7382 2111 las grandes diferencias que se dan entre aquellas localidades que crecen, ya que tan 167 701 985 284 sólo 3 de ellas aportan el 86% de los nuevos efectivos humanos. Se trata de Cádiz, Cádiz 9565 40173 68688 28515 centro del monopolio comercial con las Indias y de intercambios con Europa en 7078 29728 44382 14654 el siglo XVIII; San Fernando (la antigua Isla de León), cuya conversión en centro El Puerto Santa María 4247 17837 15836 -2001 logístico de la Armada potencia su desarrollo demográfico; y Jerez de la Frontera, 1261 5296 8311 3015 cuya explicación al aumento de población hay que buscarla en la expansión agrícola. 1261 5296 6764 1468 Todos estos datos numéricos quedan recogidos en el cuadro 1. Rota San Fernando 1081 4540 19245 14705 San Roque, , Cuadro 1 2404 10097 13216 3119 Evolución de la población en las localidades del estudio Sanlúcar de Barrameda 3497 14687 14463 -224 Habitantes en 1607 6749 7517 768 Vecinos en Habitantes en 449 1886 1665 -221 Localidad 1759 (vecinos Diferencia 1759 1787 x 4,2) TOTAL Bahías 33872 142262 208454 66192 Alcalá de los Gazules 1132 4754 4529 -225 TOTAL GENERAL 47600 199920 267089 67169 645 2709 3402 693 Pero si el aumento de población, con sus matices, es un aspecto totalmente 2779 11672 9849 -1823 conocido y corroborado, no podemos decir lo mismo sobre una cuestión de especial 1124 4721 4712 -9 relevancia como es la cuantificación de la población activa y su distribución entre los Castellar 140 588 408 -180 diversos sectores económicos. En esta carencia incide, de forma especial, la informa­ Conil 826 3469 3397 -72 ción aportada por las fuentes documentales, que presenta serias deficiencias, tanto en cuanto a ocultaciones y omisiones de trabajadores (el más característico el de las mujeres, que raramente son computadas como empleadas, aunque lo realmente lo 3 Una vez más nos encontramos con el problema de la conversión de vecinos en habitantes. Sobre ello, BUS­ sean) como a inexactitudes y falta de criterios inequívocos a la hora de clasificar por TELO GARCÍA DEL REAL, F., "La transformación de vecinos en habitantes: el problema del coeficiente", Estudios Geográficos, XXXIII, 1973, pp. 154-164. Hemos optado por el coeficiente 4,2 por ser el que los úl­ sectores a los distintos operarios. Estos defectos se detectan, preferentemente, en los timos estudios sobre estructura familiar en la zona andaluza occidental están señalando. Por otro lado, EIRAS resúmenes y recopilaciones de las grandes encuestas y averiguaciones realizadas, ROEL, A., "Sobre la distribución profesional de la población en la España de Carlos III. Examen crítico de las cifras censales", en Coloquio Internacional Carlos IJI y su siglo, tomo n, pp. 505-543, obtiene para el reino de por órdenes estatales, durante el siglo XVIII, que son, precisamente, las fuentes es­ Sevilla una proporción de entre 4,1 y 4,25 individuos por hogar. tadísticas que más manejan los investigadores, mientras que la documentación local, 4 Los datos de población obtenidos de Vecindario de Ensenada 1759, vol. III, Madrid, 1991; Censo de 1787 menos utilizada debido a su dispersión, suele ser mucho más precisa. "Floridablanca". Cádiz, Madrid, 1986.

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En este trabajo hemos pretendido una aproximación, para el caso de los muni­ Cuadro 2 7 cipios gaditanos, a este espinoso aspecto de la población activa. Para ello contamos Trabajadores en los municipios gaditanos 1755-1787 con los datos que ofrecen tanto el Catastro de Ensenada, en sus respuestas y estados generales, como el censo de Floridablanca, así como con otras fuentes secundarias, r-Localidad Trabajadores Trabajadores Diferencia que nos permitirán contrastar la información. 1755 1787 El interrogatorio constituido por las llamadas "respuestas generales del Catas­ Alcalá de los Gazules 948 1054 106 tro de Ensenada", al que debieron responder todos y cada uno de los municipios, nos Algodonales 586 683 97 a ¡-- informa, a través de las cuestiones 31 a a 39 , de forma pormenorizada, recogiendo Arcos de la Frontera 1719 2799 1080 cada profesión y-o actividad concreta, sobre el conjunto de la población activa de la Bornos 837 1393 556 localidad. Desafortunadamente, el arduo trabajo de compilar y sistematizar estos datos Cádiz 8300 17602 9302 aportados por múltiples fuentes locales no se ha realizado hasta hoy. Por ello, se ha re­ Castellar 125 79 -46 currido a los "estados generales del Catastro de Ensenada", resúmenes de cada una de Conil 619 709 90 las 22 demarcaciones en que se divide la Corona de Castilla, que sólo recogen, de for­ Chiclana 1153 1625 472 ma detallada, los "individuos de lo personal", categoría restrictiva, ya que no incluye a Chip ion a 157 381 224 toda la población activa, sino a aquella que estaba dedicada a las tareas agrícolas, ga­ El Puerto de Santa María 3246 5626 2380 naderas, marineras, manufactureras (incluida la contracción) y al servicio (en sentido Espera 520 913 393 amplio, no sólo al doméstico). Faltan pues, el personal de la administración (estatal y Jerez de la Frontera 4876 10614 5738 local), militares, eclesiásticos, comerciantes de todo tipo, transportistas, profesionales Jimena 1034 794 -240 liberales y otros grupos menores. Por todo ello, los datos de población activa ofrecidos Medina-Sidonia 1827 1868 41 por los "estados generales del Catastro" hay que tomarlos tan sólo como aproximati­ 626 823 197 vos, y dependiendo de cada localidad, del desarrollo y diversificación económica de la Paterna 76 151 75 misma, la información estará más o menos alejada de la realidad. Puerto Real 1050 2131 1081 Por su parte, el censo de Floridablanca también aporta datos sobre la pobla­ Rota 1070 1922 852 ción activa a través de un esquemático recuento socio-profesional. La información San Fernando 963 5832 4869 transmitida por la encuesta ha sido, para determinados parámetros, frecuentemente San Roque, Algeciras, Los Barrios 1737 4091 2354 utilizada, aunque, como bien apunta el profesor Eiras, nadie se ha detenido en hacer Sanlúcar de Barrameda 2581 3887 1306 un examen crítico que llegue a verificarlas. Y ello, cuando se detectan elementos Tarifa 1237 1729 492 claramente contradictorios, tales como que en algunas demarcaciones el número de activos supere, ampliamente, el montante de varones en edad de trabajar, o, el caso Tone Alhaquime 105 87 -18 contrario, territorios en los que una parte significativa de la teórica población activa Trebujena 373 319 -54 no aparece contabilizada en el conjunto de profesionales y trabajadores. Vejer de la Frontera 945 1317 372 La única comparación posible entre los datos del Catastro y los del censo de Villamartín 358 606 248 Floridablanca con respecto a la población trabajadora sería la de tomar del Catastro Zahara de la Sierra 491 356 -135 la información sobre los "individuos de los personal" y del censo de 1787 el número TOTAL 37559 69391 31832 6 de activos recogidos en las categorías de labradores, jornaleros, artesanos y criados • Los resultados, para los municipios gaditanos, quedan recogidos en el cuadro 2. El número de trabajadores incluidos en agricultura, manufacturas y servicio domestico ha aumentado en las 27 localidades gaditanas un 84,7% entre 1755 y

5 EIRAS ROEL, A., "Sobre la distribución profesionaL .. ", p. 505. 6 Del apartado de "otros", en el caso de especificarse las profesiones, se tomaran aquellos que puedan clasificarse 7 Los datos de los municipios de Cádiz recogidos en los estados generales del Reino de Sevilla, 20 de enero de como trabajadores. En "otros" suelen incluirse a los marineros, matriculados de marina, etc. Se incluyen los labra­ 1755. Reproducidos en La Sevilla de las Luces, Sevilla, 1992, pp. 274-381. dores porque en muchos casos no son sino pequeños agricultores que, además trabajan en explotaciones ajenas.

788 789 1787, algo que resulta sorprendente, máxime cuando l~ ?oblación: e~ ~u conjunto, asunto no hace sino complicarse. Y ello porque el concepto "jornalero" no se toma tan sólo había experimentado un alza del 33,6%. Tamblen resulta msohto como en en la encuesta por su acepción actual más común entre los investigadores, que lo algunas localidades que, durante esa etapa cronológica, han visto disminuir su po­ identifica con el trabajador asalariado agrícola. El "jornalero" del Censo de Florida­ blación total, el número de individuos activos se incremente. O todo lo contrario, blanca, excluidos los artesanos y criados que son recogidos en módulos específicos, así, por ejemplo, un municipio como Medina-Sidonia, que aumenta su vecindario responde a la definición académica de "el que trabaja por su jornal"lO. Según la mis­ en más de 2.000 habitantes, tan sólo incremente el número de trabajadores en 41. ma, serían jornaleros tanto los asalariados del campo como los empleados en otras Desde luego, hace falta un análisis minucioso de las fuentes y su corroboración con actividades laborales o profesionales que fueran remunerados por su jornada diaria la documentación local. de trabajo. En esta línea, y dado que amplios grupos de trabajadores como, por ejem­ El propósito de este trabajo era, en un principio, comprobar, en el conjunto de plo, los marineros y pescadores, los estibadores y personal de los muelles, los agua­ la población activa, cual había sido la dinámica de los trabajadores agrícolas gadita­ dores y mandaderos, los mineros y otros no se incluyen en apartados concretos, que­ nos durante la segunda mitad del siglo XVIII, con la finalidad de corroborar o ma­ da claro que han sido clasificados como "jornaleros". Sobre este aspecto, un ejemplo tizar las ideas planteadas que recalcan el significativo aumento de los operarios del de los municipios estudiados nos será revelador. Así, la ciudad de Cádiz, sin apenas 8 campo e, incluso, la temprana proletarización de los mismos • Pero alcanzar nuestro término municipal y con una mínima producción agrícola proveniente de pequeñas objetivo, debido a las deficiencias e inexactitudes de las fuentes generales que esta­ huertas y viñas, en las que en 1755 trabajaban 50 operarios, presenta en el Censo de mos utilizando, no resulta una tarea fácil. Floridablanca un total de 6.393 "jornaleros". Por tanto, sólo en aquellas localidades El "estado general G del Catastro de Ensenada" incluye un apartado dedicado de exclusiva actividad agrícola-ganadera el cómputo de "jornaleros" puede ser una a "los labradores, inclusos sus hijos y mozos", en el cual, al menos para el Reino de aproximación real al número de trabajadores del campo. Sevilla, tan sólo se incluyen a los "labradores" que ganan un jornal, lo que es igual De todas formas, veamos en el cuadro 3 las diferencias entre 1755 y 1787, a trabajadores del campo y-o pequeños propietarios agrícolas que se contratan en las para ver si, depurando algunos de los resultados, se puede vislumbrar una dinámica tierras de otros. Y ello es así, porque al labrador nato no se le computan en el Catastro o evolución de los trabajadores agrícolas en la segunda mitad del siglo XVIII. ingresos por "lo personal", sino utilidades por "lo real", es decir, los rendimientos de su producción agrícola. Por otra parte, el número de individuos recogidos, para cada Cuadro 3 localidad, en el epígrafe "labradores, incluso sus hijos y mozos" prácticamente coin­ Numero de "jornaleros" en los municipios de Cádiz en 1755 y 1787 cide con el número de jornaleros señalados, por las autoridades de esos municipios, a en la cuestión 35 de sus respectivas "respuestas generales"9. Por tanto, podemos % sobre total de % sobre total contar con una información relativamente fiable para conocer el número de operarios Activos activos de 1787 de "individuos "Jornaleros" agrícolas hacía 1755. Localidades agrícolas asimilados a "in- por lo perso- en 1787 Para el caso del censo de Floridablanca la cuestión parece simplificarse y con­ en 1755 dividuos por los nal" en 1755 cretarse, puesto que su resumen socio-profesional incluye un módulo en el que se personal" de 1755 recoge el número de "jornaleros" existente en cada localidad y que ha sido, hasta la Alcalá de los Gazules 820 86,50 652 61,86 fecha, reiteradamente recogido y utilizado por los historiadores. Pero en verdad, el Algodonales 538 91,81 452 66,18 Arcos de la Frontera 1512 87,96 2308 82,46

Bornos 741 88,53 I 1278 91,74 8 Sobre estos aspectos resulta sugestivo el trabajo de FLORENCIO PUNTAS, A. Y LÓPEZ MARTÍNEZ, A.L.,

Cádiz 50 0,60 I 6393 36,32 "El trabajo asalariado en la agricultura de la Baja AndaluCÍa. Siglos XVIII y XIX", Historia Agraria, 21, 2000, Castellar 119 95,20 56 70,89 pp. 99-126, en el cual se prueba el aumento y proletarización de los obreros agrícolas entre 1755 y 1850. No obstante, no se especifican etapas concretas, por lo que no sabemos si el aumento fue constante, se dio en el Conil 468 75,61 660 93,09 siglo XVIII o el XIX. GARRIDO GONZÁLEZ, L., "La configuración de una clase obrera agrícola en la An­ daluCÍa contemporánea: los jornaleros", Historia Social, 28, 1997, pp. 41-67, concreta el aumento ente 1797 y 1860, al multiplicarse el número de jornaleros por 2,56. 9 Ello lo hemos podido verificar en algunas localidades concretas: Jerez de la Frontera (3745 "labradores, hijos 10 Dicha definición, recogida en COVARRUBIAS, S., Tesoro de la Lengua Castellana o EspaFíola, Madrid, 1610, y mozos" en el "estado general" y 3796 en las "respuesta generales"); El Puerto de Santa María (848 y 850) Y edición facsímil, Madrid, 1977, p. 717, se repite, sin apenas modificación, en el Diccionario de Autoridades, Arcos de la Frontera (1512 y 1540). tomo n, Madrid, 1726, p. 321 yen el actual Diccionario de la Lengua EspaFíola, Madrid, 1992, p. 852.

790 791 ll Chiclana 787 68,26 1199 73,78 a actividades extractivas y otras 300 con oficios diversos en el sector servicios . Por Chipiona 126 80,25 286 75,07 su parte, en El Puerto de Santa María, un padrón realizado en 1771 contabilizaba un El Puerto de Sta María 848 26,12 4326 76,89 total de 617 trabajadores agrícolas, cantidad muy inferior a los 4.326 "jornaleros" Espera 489 94,04 850 93,10 señalados por el censo de Floridablanca, recogiéndose en el padrón hasta 563 ocu­ Jerez de la Frontera 3745 76,80 7752 73,04 pados en actividades marineras, 380 dependientes en establecimientos y 79 manda­ 12 Jimena 896 86,65 532 67,00 deros y aguadores • Sobre Cádiz y San Fernando, aún sin datos para contrastar, está Medina-Sidonia 1609 88,07 1800 96,36 claro que sus términos municipales, no aptos para la agricultura, no precisan opera­ Olvera 560 89,46 611 74,24 rios del campo. En estas cuatro ciudades el número real de "jornaleros" agrícolas no Paterna 70 92,11 138 91,39 iría más allá de los 1.800 efectivos, cifra muy alejada de los 14.987 recogidos por la 27,43 42,33 Puerto Real 288 902 encuesta oficial. 749 70,00 1430 74,40 Rota El resto de localidades, presentan, en general, una preponderancia de la activi­ San Fernando 280 29,08 3366 57,72 dad agrícola por lo que una gran parte de los "jornaleros" señalados en el censo de Flo­ San Roque, AIgeciras, 1274 73,34 2175 53,17 ridablanca, aunque no todos, si serán trabajadores de la tierra. Exceptuando las cuatro Los Barrios localidades mencionadas, el número de "jornaleros", sigue mostrando, entre 1755 y Sanlúcar de Barrameda 1363 52,81 1752 45,07 1787, una clara tendencia al alza, aunque ya más moderada, pues sólo se obtiene un in­ Tarifa 957 77,36 1255 72,59 cremento porcentual del 43,1 %, lo que significa 8.133 nuevos "jornaleros". Es más, en Torre Alhaquime 98 93,33 76 87,36 Trebujena 340 91,15 5 1,57 estas 23 localidades los "jornaleros" pierden peso en el conjunto de la población activa Vejer de la Frontera 824 87,20 1024 77,75 analizada, ya que si en 1755 representaban el 78,6% de los "individuos por lo perso­ Villamartín 330 92,18 500 82,51 nal", en 1787 han descendido hasta el 70,7% de los activos recogidos en el censo de Zahara de la Sierra 454 92,46 211 59,27 Floridablanca que podemos asimilar a esos "individuos por lo personal" del Catastro. TOTAL 20335 54,14 41989 60,51 Porcentaje que aún habría que reducir, en torno a un 5% como mínimo, para descartar a los trabajadores no agrícolas incluidos en el cómputo de "jornaleros". A simple vista, y aceptando los datos de 1787 sin matizar, se vislumbra un Entre esos 23 municipios se detectan varias localidades, en concreto 7 (Alcalá fuerte crecimiento del número de "jornaleros", los cuales se duplican, al contabili­ de los Gazules, Algodonales, Castellar, Jimena, Torre Alhaquime, Trebujena y Za­ zarse un aumento del 106,5%, porcentaje superior al registrado tanto por el alza de la hara de la Sierra), en las que el número de "jornaleros" de 1787 ha descendido con población como por la subida del conjunto de los trabajadores. La teoría de la prole­ respecto a 1755. Se trata de una disminución lógica de acuerdo con la tendencia a la tarización agraria parece confirmarse. Pero analicemos de forma crítica los datos. baja tanto en vecindario como en población activa que manifiestan, salvo la excep­ En primer lugar, tenemos localidades como Cádiz, El Puerto de Santa María, ción de Algodonales, estos municipios. Los cuales, por otra parte, presentan, además San Fernando y Puerto Real, curiosamente las cuatro ubicadas en el arco de la bahía de una mínima diversificación económica, un paisaje agrario en el que predominan de Cádiz, donde el espectacular incremento del número de "jornaleros" en 1787, las tierras infructíferas, por su morfología de serranía, o reservadas a pastos por su poco o nada tiene que ver con el mundo rural. Se trata, en gran parte, de asalariados dificultad o pobreza para el cultivo. Las limitaciones de la actividad agrícola, incapaz dedicados a la marinería y a actividades relacionadas con el tráfico comercial (esti­ de ofrecer trabajo y sustento a más individuos, provocan no sólo un descenso del badores, dependientes, mandaderos, etc.), todo ello en consonancia con la conocida número de trabajadores agrarios sino, paralelamente, un descenso de la población estructura socio-económica predominante en estos municipios. La comparación con en estos lugares. otras fuentes locales nos lo confirma. Así, para Puerto Real, donde el censo de Flori­ dablanca computa 902 "jornaleros", el "censo de Godoy", realizado en 1798, recoge tan sólo 368 individuos activos del sector rural, a los que habría que añadir, para 11 Los datos en IGLESIAS RODRIGUEZ, 1 1, La epidemia gaditana de fiebre amarilla de 1800, Cádiz, 1987, alcanzar la cifra de 1787 los 188 pescadores y marineros, las 47 personas dedicadas pp. 88-92. 12 La información en GONZÁLEZ BELTRÁN, 1 M., "El Puerto de Santa María a fines del siglo XVIII: una vi­ sión demográfica-ocupacional según el padrón de 1771", Anales de la Universidad de Cádiz, V-VI 1988-1989, pp. 108-109.

792 793 En los 16 municipios restantes los "jornaleros" aumentan, aunque como ya al número de trabajadores del campo que se demandan para la labor de su término hemos comentado, de forma moderada. Tanto es así, que de estas 16 localidades municipal. y recalcamos lo de aproximado porque, como ya sabemos, las labores solamente 5 (Conil, Chiclana, Chipiona, Rota y Medina-Sidonia) presentan porcen­ agrícolas, en la Edad Moderna, presentan una particularidad, cual es la estacionali­ tajes de aumento del número de "jornaleros" que superan los obtenidos por la subida dad del trabajo, siendo corriente la existencia de ciertos periodos a lo largo del año en del conjunto de los trabajadores. Del mismo modo, salvo en 5 municipios (Bornos, los que los cultivos no requieren tarea alguna. Mientras que se dan otros momentos Conil, Chiclana, Medina-Sidonia y Rota), de los cuales 4 coinciden con los mencio­ del ciclo agrario en los que, por la exigencia de realizar lo más rápidamente posible nados anteriormente, en todos los demás los "jornaleros" pierden peso en el conjunto una determinada labor, se procede a una contratación masiva de operarios, incluso de los trabajadores. de otras localidades. En resumen, hemos podido comprobar, en primer lugar, que la información Con todo ello, lo que queremos recalcar es el hecho de que en la segunda sobre el montante de "jornaleros" en 1787 precisa de un análisis muy crítico, en mitad del siglo XVIII, salvo en aquellas localidades en las que se diera una impor­ especial para aquellas localidades en las que la actividad agrícola no es el sector tante extensión de cultivos, a costa de las tierras improductivas o de pastos, o una predominante de su economía. Si nos centramos en los municipios eminentemente diversificación de los mismos, recuérdese que una hectárea de viña requiere los mis­ agrícolas y depuramos las cifras de "jornaleros", descontando al menos un 5%, que mos trabajadores que 7 de cereal cultivada al tercio, un aumento significativo de los en las localidades costeras podría llegar al 10-15%, se observa, salvo excepciones, jornaleros agrícolas no podía ser asumido por el sistema vigente de explotación de la un crecimiento de los trabajadores del campo, el cual, en líneas generales suele estar, tierra. Un aumento desmesurado de los trabajadores del campo, allí donde no puede en términos porcentuales, por debajo tanto del incremento general de la población ser absorbido por nuevas labores o por otras actividades económicas, sólo puede como del particular de los elementos activos. En este punto, y con todas las reservas dar lugar, por un lado, a la emigración, y hemos visto como algunas localidades ga­ que las deficiencias de las fuentes nos obligan a tomar, cabría preguntarse por el por ditanas empiezan a perder población mientras que en otras se incrementa de forma qué de esta moderación en la evolución de los efectivos laborales de la agricultura. espectacular el número de "jornaleros" no relacionados con la agricultura. Y, por Por supuesto que hay que descartar, salvo para un número muy limitado de munici­ otro, a una desestabilización social, convirtiéndose los operarios del campo desem­ pios, la competencia en la oferta de trabajo motivada por un desarrollo de la diver­ pleados, de forma permanente o estacional, en un problema de orden público al soli­ sificación económica, ya que ésta es prácticamente inexistente como lo prueban los citar, de forma más o menos violenta, a sus gobernantes y convecinos que remedien Censos de Frutos y Manufacturas realizados los últimos años del siglo XVIII. La su lamentable situación y les procuren su sustento. Medidas y proyectos "ilustrados" respuesta, por tanto, hay que buscarla en la propia actividad agrícola y en su deman­ como los repartos de tierras públicas, el fomento de la "industria popular", el desa­ da de operarios. rrollo de las sociedades económicas, la institucionalización civil de la beneficencia La necesidad de trabajadores para las labores agrícolas viene determinada por y otras quizás haya que verlas no sólo como un intento de modernización del Estado la extensión de tierra cultivada y por los tipos de cultivos. Diversos estudios han sino también como la respuesta a un problema latente de falta de ocupación y de señalado, al menos para la zona andaluza, la cantidad de peonadas que cada hectárea alteración de la paz social. sembrada precisa para su correcto cultivo a lo largo del año. Así, una hectárea de Creemos que mantener para finales del siglo XVIII como aceptables unos cereal requiere en torno a 43 jornales, una de olivar 22, mientras que para una de porcentajes de trabajadores agrícolas que superen el 70-80% de la población activa, vid hacen falta hasta 110 peonadas 13. Con estos datos y los de la superficie ocupada cuando esta ha crecido de forma muy significativa, requiere un análisis crítico y su por los diversos cultivos se puede obtener, para cada localidad, una aproximación interrelación con otros parámetros tales como la diversificación territorial, la evolu­ ción global de la población, la extensión y transformación de cultivos, etc. Y, en ge­ neral, cabe cuestionarse, al menos por espacios geográficos concretos, la necesidad 13 Recordar que en el caso del cereal se trata de hectárea sembrada, por lo que siendo el cultivo al tercio, significa que hay otra hectárea en barbecho y otra preparándose. Cálculos propios utilizando información aportada por y funcionalidad real de ese aumento de trabajadores del campo. documentos del Archivo de Jerez, A.M.lF., A.C., cabildo 8-8-1785, fols. 258-260 y Beneficencia y hospitales, libro 48. Y otros datos tomados de FLORENCIO, A. y LÓPEZ MARTÍNEZ, A. L., "El trabajo asalariado ... ", pp. 102-108. También, sobre el cultivo del cereal, CANGA ARGÜELLES, l, Diccionario de Hacienda con aplicación a España, Madrid, 1834, edición facsímil, tomo n, Madrid, 1968, p. 34. Y de gran interés los cál­ culos proporcionados por PONSOT, P., "Grand domaine et pe tite exploitation en Andalousie Occidentale: une étude de rentabilité comparative", en Congreso de Historia Rural, siglos XV al XIX, Madrid, 1984, pp. 161- 172, que utiliza la memoria realizada por un labrador de Aguilar de Córdoba en 1789.

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