La Entraña De La Era Thatcher Marxismo Contemplativo
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6 Cultura ENSAYO SUPLEMENTO DE LA NUEVA ESPAÑA JUEVES, 5 DE ABRIL DE 2018 Marxismo contemplativo CON LLINGUA PROPIA Gran Hotel Abismo, una biografía coral de La casa de Xuan Buelga los miembros de la Escuela de Frankfurt ANDRÉS MONTES Realismu máxicu n’Asturies Con el aniversario de los doscientos MARTA LÓPEZ FERNÁNDEZ años del nacimiento de Marx ya en el horizonte, la cita con la efeméride ser- Gonzalo G. Barreñada (Sotrondio, 1973) llegó a la lliteratura virá para mostrar de nuevo la fecundi- n’asturianu col poemariu Biografíes (Saltadera, 2016) y agora fai dad de su obra, algo que ni sus más entrega de la so primer novela: una narración que presenta di- acervos críticos pueden negar. Entre vidida en dos partes, con un primer desenllaz que llega muncho las múltiples caras del legado intelec- antes del final, y onde arriesga con una propuesta argumental tual de un autor prolífico, muchas ve- que va sorprender al llector. ces bloqueado por la variedad de sus La casa de Xuan Buelga (Saltadera, 2018) empieza siendo intereses, que arruinaban toda posibi- una historia que pinta realista, seria, esistencial, protagonizada británicos. policía y os lidad de un trabajo disciplinado, hay pola figura d’un perdedor qu’enfrenta la soledá y la vida que-y un lado oscuro que alimentan quienes Gran Hotel Abismo queda después de pasar más de venti años na cárcel por matar miner identifican su pensamiento con el ger- (Biografía coral de a dalguién. Xuan Buelga escueyi Xixón p’avezase a los primeros e men de los peores acontecimientos la Escuela de díes de la so estrenada llibertá y percuerre señaldosu les cais de entr del siglo pasado. Pero los horrores per- Frankfurt) la ciudá, esplicándose con llirismu mientres se retrata a sí mes- petrados en su nombre en nada des- mu o trai una imaxe emotiva de la infancia. Con una priesa virtúan el potencial de lo que dejó es- Stuart Jeffries inesperada, propón-y a una muyer desconocida a la que ve nun crito, desarrollado en ocasiones por al- Turner, 2018; 484 páginas bar un tratu peculiar: que seya la so compañera agora que tien entamiento gunos a los que, quizá, nunca recono- 29,90 euros que volver a so casa y so pueblu. Mirita Morena nun tarda mun- cería como frutos de su raigambre filo- cho n’aceptar la propuesta de Xuan Buelga y anque roceana en Enfr sófica. dalgún momentu, consiente en qu’ella y Lola, la so fía, seyan los Las peores derivas del marxismo sofitos que precisa Xuan Buelga na so vuelta a Burgundu. ¿Qué a declaraciones pagadas (incluida la del surgen del mandamiento de intervenir siente Xuan Buelga pol llugar nel que nació, qué siente por Mi- La entraña de la era Thatcher sospechoso director ejecutivo del NUM en la realidad, formalizado en la, repe- rita Morena, esta muyer inesperada? «Acordóse del nerbatu que de la época, Roger Windsor, el único alto tida hasta la saciedad, undécima tesis arrojadiza en innumerables discusio- s’alimenta del frutu del lloréu; de la peñerina cuando busca sal- El periodista Seumas Milne y el novelista David Peace cargo no electo del sindicato) son demo- contra Feuerbach, que insta a los filó- nes de pies fríos y cabezas calientes. tapraos y escarabayos; de les curuxes qu’a los dos meses mar- ledoras. Como lo es la versión de Stella sofos a dejar ya de interpretar el mun- Organizado en siete partes, cada una chen de casa; de les rosalíes na madera podre de les fayes. Al de- cuentan en El enemigo interior y GB84 la guerra sucia Rimington, directora del MI5, al confir- do para implicarse en su transforma- coincidente con una década del siglo catase de cuánto deseaba falar d’estos asuntos con Mirita More- mar el decisivo papel que tuvieron en el ción. Resulta dudoso que Marx hu- pasado, hasta los años 70, el libro sirve na preguntóse si, en realidá, nun taría hasta un poco namoráu de la Dama de Hierro contra los mineros El enemigo interior conflicto los servicios de inteligencia del biera aceptado cobijar bajo su nombre también de constatación de un cierto d’ella». Pero la cara solombría y el cinismu del home asomen en- Seumas Milne Estado. Milne constata que hubo “guerra a un grupo intelectual que puso exqui- fracaso del pensar frente al acontecer y siguida, cuando gasta agresividá con Mirita o convida a la nena JOSÉ LUIS ARGÜELLES cho más peligroso para la libertad”. El magnate esta- sucia” mediante el uso de vigilancia elec- sito cuidado en contravenir ese man- es, según su propio autor, un texto “pe- a beber un tragu de vinu. Sicasí, son señes que nun acobarden a dounidense Warren Buffett haría tiempo después, Alianza Ensayo, 2018 trónica masiva, agentes provocadores, dato y, sin embargo, la Escuela de simista”, que muestra “la creciente im- les dos muyeres, que lu siguen, valientes, al llugar al que tien que Los dirigentes mineros más informados que pro- desde la sinceridad, una síntesis del período históri- 480 páginas esquiroles financiados o la sistemática Frankfurt surgió como un centro de potencia que experimentaron estos volver. El sitiu ye una casa con nome, La Chinita, «colos sos tres tagonizaron en las Navidades de 1991 el encierro del co que empezó con aquella derrota de los mineros 26,60 euros desacreditación de los dirigentes mine- estudios marxistas, en el que teoría y pensadores, a excepción de Marcuse, pisos alicataos de blancu», unos kilómetros más p’arriba del pozo Barredo, en Mieres, expresaban en ocasiones, británicos: “Hay una guerra de clases y, por el mo- ros. Y añade en su epílogo a esta cuarta praxis nunca llegaron a tocarse. Ello contra unas fuerzas que detestaban pueblu de Beles. Delantre del edificiu, Mirita nota, per primera si mediaba la confianza, un fundado temor: la posi- mento, la vamos ganando los ricos”. edición: “Otros documentos oficiales fue motivo de reproche de algunos de pero que se sentían incapaces de cam- vegada, que pisa «una cárcova que servía pa facer de llende en- bilidad de que se repitieran las condiciones que ha- Una guerra, en efecto, pero hoy sabemos que fue desclasificados subrayan tanto la escala sus críticos más severos, como György biar”. Gran Hotel Abismo puede leerse te dos reinos». Y ye que’l so nuevu hogar ye una casa tomada, on- bían supuesto, sólo seis años antes y después de do- una contienda “sucia” en la que, por dar sólo algunas de los preparativos de Thatcher para un Lukács, quien describió a los miem- como un relato rompehielos, que per- de convive tol pasáu de Xuan Buelga n’inquietante compañía col ce dramáticos meses de huelga, el aplastamiento cifras, hubo 11.291 detenidos, 8.392 acusaciones fir- enfrentamiento con los mineros como bros de ese selecto grupo como hués- mite el acercamiento a este grupo inte- presente. Mirita tien que se preparar pa vivir con un atormentáu del poderoso movimiento sindical carbonero del mes y 200 sentencias contra los trabajadores. Y que el su propósito de arrinconar a todo el mo- pedes de un hotel “equipado con toda lectual sin quedarse en la superficie. y pa competir coles muyeres qu’hubo enantes qu’ella, metién- Reino Unido. Las consecuencias de la derrota de gobierno conservador prosiguió su particular cruza- vimiento sindical en los márgenes de la clase de lujos, al borde de un abismo, dose nuna peligrosa llende ente la vida y la muerte, nun mundu aquella protesta, la más larga de las registradas en da ideológica y antisindical -con la participación de vida industrial y política”. Y a modo de de la vacuidad, del absurdo”. Gran Ho- nel que una nena de diez años ye’l personaxe más salvadora- Europa tras la Segunda Guerra Mundial, fueron la los servicios de inteligencia del MI5, poderosos me- corolario: “Todo ello muestra hasta dón- tel Abismo, la etiqueta lukacsiana, es el mente posáu na realidá. A la par, el paisaxe y les estaciones van trituración de un sector público tenido hasta enton- dios de comunicación como el “Daily Mirror” de Ro- de está dispuesta a llegar la clase diri- título elegido por Stuart Jeffries para El libro muestra “la casando bien col ánimu de la protagonista a lo llargo del añu nel ces por uno de los más avanzados del mundo, ade- bert Maxwell o la complacencia de significativos sec- gente cuando se enfrenta a un impor- componer el retrato colectivo de quie- que trescurre la narración: Mirita va comportase con desasosie- más del principio del fin de las muy vivaces y resis- tores del laborismo- hasta mucho después. El objeti- tante reto a su autoridad”. nes integraron la Escuela de Frankfurt, creciente impotencia gu o ablayamientu pola gafedá y va volviéndose murnia cuando’l tentes comunidades mineras, las más refractarias al vo era la desacreditación total del NUM (hoy tiene Peace se ha convertido, por su parte, en que es el recorrido por uno de los ejes de los pensadores tiempu se mete n’agua, naquel llugar «más gris que verde». El re- modelo económico y político que impuso, a partir 750 afiliados) y de su más carismático líder. En la pri- el Zola minucioso (germinal y terminal) intelectuales del siglo pasado. Los latu de la vida na casa anímase con un diálogu mui intensu y lle- de aquella fecha, la primera ministra conservadora mavera de 1990, el izquierdista Scargill fue objeto de de aquella huelga y de una derrota sindi- nombres del mutidimensional Ador- contra unas fuerzas nu d’emoción, cuasi un combate, a veces irracional, con hipér- Margaret Thatcher. En España hubo negociación y una campaña de prensa en la que se le acusó de co- GB84 cal cuyos ecos aún se prolongan: “¡Des- no, Horkheimer, el siempre trágico que detestaban” batos, con cimblantes intervenciones d’unos personaxes que las cosas se hicieron de otra manera al pactar las rrupción y malversación de fondos para pagar la hi- David Peace pertad! ¡Despertad! Esto es Inglaterra, Benjamin, Marcuse y su celebridad de discuten sobre la culpa, el perdón, los secretos, l’amor, l’abusu partes sucesivos planes de ajuste.