MuseosApología Radical de de las Cosas Terque Viejas Año VII nº 82 Diciembre 2012 El Juguete Tradicional vuelve a Terque esta Navidad

El próximo 15 de Diciembre se inau- El juguete tradicional es también “espejo” gura en la Cueva de San José de Ter- del mundo de los adultos, de su mentalidad que, la exposición “El Juguete Tra- social, de la vida cotidiana. Los niños cazan dicional y Artesano de la provincia con escopetas de caña, juegan a la guerra de Almería” . Esta nueva muestra de con arcos y flechas. Las niñas cocinan con producción propia del Museo Etno- sartenes de hojalata y aprenden a cuidar gráfico, cuenta con el patrocinio del con sus muñecas de trapo. Área de Cultura de la Diputación de Artesanos Almería y la colaboración del Ayun- tamiento de Terque. De las manos de los artesanos salieron algu- nos de los juguetes tradicionales más popu- Un juguete es cualquier objeto que el lares. Se vendían en sus talleres, en tiendas, niño utiliza para jugar, sólo se nece- en ferias o mercados o incluso por las calles. sita, que éste decida elevarlo a esa condición. Una piedra, un botón, Juguetes de madera, como los que realiza- una hoja de caña, una moneda, pue- ban carpinteros como Antonio Padilla en den ser un juguete. Laujar o como Diego “el Pobre”, de Terque. Este último tenía en los años veinte, una En los tiempos del juguete industrial pequeña carpintería. Emilia Ruiz (Terque, y tecnológico, el Museo Etnográfico 1915) recuerda como “Cuando iba a llegar de Terque, vuelve la vista atrás, a un la Feria de Huécija, los preparaba para ven- tiempo donde los juguetes tradicio- derlos. En vísperas de la feria íbamos a com- nales y artesanales tenían un lugar prarle alguno, una cantarerica, una cunica, preponderante. Estos juguetes son mesas y sillas, cosas pequeñas eran sus ju- hoy, cada vez más anecdóticos, casi guetes." están ya, en el nivel del recuerdo y la nostalgia. Juguetes de barro salidos de las alfarerías de , o : huchas, Juguetes tradicionales, que han per- jarras, cántaros, platos o ollas, para jugar a vivido durante varias generaciones. las comidicas. Las canicas de barro, que Juguetes de fabricación y manipula- hacían en la alfarería de Benahadux. Las zambombas de la alfarería ción sencilla, realizados por los propios niños, por sus familiares o de los Molinos, en Almería. por algún artesano. Paca Romero (Alhabia 1937), recuerda lo feliz que le hacía, en los Son pocos los juguetes tradicionales antiguos que se han conserva- días de Navidad, la llegada de Custodia - abuela de los alfareros- do. Estaban realizados con frágiles materiales y pensados para un que era comadre de su abuela. Traía unos “cacharricos” para que uso efímero. Por esta razón, la mayoría de los juguetes que presen- se los pusiera a sus nietos por Reyes. tamos están realizados en fechas recientes, por esos “niños gran- des” que han querido recordar y participar en el concurso convo- De hojalata, como los realizados por los hojalateros. Antón Cortés cado por el Museo. También son fruto del trabajo de años de bús- Torres, de , todavía hoy fabrica juguetes como sartenes, queda e investigación que han ido enriqueciendo sus colecciones. trébedes, badilas o candiles. Artesanos del alambre, Manuel Rodrí- guez (Benahadux 1944) conoció a “Juanico el de las Camicas.” Con Los juguetes se acompañan de las fotografías realizadas para esta la ayuda de unas tenazas, trabajaba el alambre, haciendo borriqui- muestra por el fotógrafo Antonio Berenguel Valverde. llos, camillas, bici- Aunque en la categoría del juguete tradicional predominan los cletas o cepos pa- realizados por los propios niños o su familia, son destacados los ra los pájaros. juguetes salidos de las manos de los artesanos: piezas en barro Hechos con gran cocido realizadas por los alfareros, juguetes de hojalata de los perfección los hojalateros, juguetes de madera de los carpinteros, o algunos cambiaba o vendía trabajos artesanales de fragueros o artesanos del mimbre. a peseta por los pueblos del Bajo Entre los materiales usados por los niños encontramos ejemplos en los del reino vegetal, mineral e incluso animal. Estos, van estrecha- años 1950. Otro mente ligados al medio físico, -los juguetes de caña eran muy fre- era el “Pollillo de cuentes en Adra, donde abundaban los cañaverales-, o al cambio Benahadux” que estacional, cazar grillos y meterlos en los grilleras era propio de también hacía ce- los meses de verano. pos para los pája- ros. Juan García Otros juguetes proceden de materiales desechados, que son reci- Gutiérrez,(Terque, clados. Los trozos de alambre, abundantes en nuestra comarca 1913) recordaba parralera, podían transformarse en un caballito de alambre. Las "De los pocos ju- moles de hierro de los barriles de uva, en aros para ser corridos guetes que recuer- con guías de alambre. Los fragmentos de un plato o un cántaro do era un carrito podían servir para hacer “casicas”. En ocasiones materiales de la de alambre que me naturaleza y reutilizados son combinados en un mismo juguete. hizo Agustín el fra- Otros juguetes van ligados a festividades, como los caballicos de guero. Al carrito San Marcos de Adra, las zambombas en Navidad, los juguetes de enganchaba mi hoja de palma del Domingo de Ramos o los disfraces de carnaval. perro "El Terrible." 2

Cometas ingenios tenían como fin cazar pájaros o hacer “guerras” con otros niños. Tirachinas Volar cometas en la Era del Pinguru- para lanzar piedras, con ramas. También se cho o en las Eras del Calvario era uno hacían tirachinas con una botella de plástico de los juegos preferidos de los niños de la leche o la lejía y un trozo de globo. de Terque. Emilio Martínez Porras (Terque, 1920) cuenta como en las Arcos con cañas o ramas, que lanzaban fle- tardes de primavera, cuando levanta- chas de caña o juncos en Benahadux. Escope- ba el aire se podía ver lanzar las co- tas de caña en , que lanzaban pie- metas a los muchachos, ya que éste fue dras. Ballestas con tablas, una cámara como un juego, sobre todo de niños. elástico y flechas de junco. Cerbatanas de cañaveras con munición de garbanzos en Se hacían cometas con formas distin- Adra. Pistola de grillo con las pinzas de la tas: “la Bacalá” que recordaba la for- ropa para abatir salamanquesas en Terque ma de este salazón, “la Luna”, “el Ba- rrilete” con forma de barril, “la Estre- Aviones realizados con dos pinzas de la ropa lla”, o “el Chucho” la más sencilla de y palos de polo. Pelotas de trapo, volanderas, todas, que carecía del marco de caña. trompos, o la paleta y el trozo de madera con Las cometas las fabricaban los propios los que se jugaba al “Boli.” niños. El armazón o “marco” se hacía de cañas partidas por la mitad y atadas Juguetes para correr y arrastrar con guita. Sobre él, se pegaban pape- En Adra, cuando llegaba San Marcos, los ni- les de colores o trozos de periódicos ños con ayuda de los mayores construían “ El con una masilla hecha de harina de Caballico ” La cabeza era una silueta de cartón trigo. o chapón, el cuerpo del caballo una cañavera o un listón de madera. Se decoraba con tiras Juguetes espejo de la vida de papel de seda de diferentes colores y a tro- Jugar, muchas veces es representar el tar. mundo de los adultos. Los juguetes tradi- En Alhabia y Terque, “Los Carriulos ” hechos cionales, muestran a escala reducida esta con ruedas y volante de alambre y cuerpo de vida real. Las niñas juegan a ser madres y caña. Francisco Herrada de , le hacía amas de casa. Los juguetes reproducen a sus hijos cochecitos de alambre y un mango todas las faenas domesticas: Una pila de de caña para dirigirlos. lavar que el albañil Guillermo García ela- boró con cemento para su hija. Una anafre Zancos hechos de cañas largas y para apoyar de hojalata, realizado por un hojalatero los pies un alambre, que se liaba con un trapo con una lata de leche condensada. Un para no clavárselo. Otros con latas donde se apoyaban los pies y recogedor y un cubo de madera. Una fresquera con madera y atravesadas por guitas o alambres para cogerlas. alambre. Un cocio, para hacer la colada. Este, es el juguete más antiguo de la exposición, y perteneció a la niña de Terque Encar- Una patineta con una tabla y unos cojinetes reutilizados como rue- nación Sánchez Martín. Esta dotado en da, para lanzarse por las cuestas. Un pati- 1875. nete de madera. “Carreras de Aros” con llanta de bicicleta y una guía de alambre. Cajitas de uva, que Manuel Villegas de Manuel Rodríguez (Benahadux 1944) hacia para sus hijos en su taller recuerda como se fabricaba un coche de carpintería de platos de uva. Una con un trozo de penca, dos carretes de carretilla de madera, para trasportar hilo y unas gomas, que al desliarse hací- piedra. Manuel Rodríguez (Benahadux an avanzar el coche. 1944) cuidaba las cabras de su padre en la sierra de Benahadux, para dis- Juguetes para ser arrastrados con cuer- traerse hacía hondas de esparto con das, como trenes o carros realizados con las que lanzaba piedras. Espadas de latas de conservas o cajas de zapatos o madera para jugar a las guerras. madera . Los niños debían aprender a ahorrar. Muñecas Las huchas fabricadas por los alfareros Muñecas de trapo hechas por las pro- son otro juguete. Un ejemplo, en la pias niñas o sus madres. Herminia Martí- exposición, es una hucha, utilizada y nez de Campillo de Purchena, recuerda rota, procedente de Alhabia con la las muñecas que se hacían con las pano- inscripción “ Hucha de Yitica ( Anita chas, las hojas era el vestido y el pelo la Sánchez Yebra) con dinero de mama melena. Las pequeñas muñecas de En- ( Carolina Yebra Rittwagen) 5- V- 1959.” carnación Navarro de Vélez Rubio con Juguetes pala lanzar. un garbanzo por cabeza o la muñeca de trapo dentro de una caja de zapatos de Son numerosos los juguetes tradiciona- Obdulia Valverde de Alboloduy. Tam- les, cuya esencia era lanzar o impul- bién era frecuente la confección de traje- sar un objeto. En muchos casos, estos citos para las muñecas.

Dirección y textos: Alejandro Buendía Muñoz. Diseño José Luis Segura. Colaboradores:Lourdes López Romero, José Carlos Castaño, Rosa Pérez Muñoz, Antonio Berenguel, Rosa Cantón Solbas y Centro Guadalinfo de Terque. C/ Real, 17 CP 04569 Terque (Almería) Tlfno./ Fax: 950 64 33 00. Colabora: Diputación Provincial de Almería y Ayuntamiento de Terque. Edita: Asociación de Amigos de los Museos de Terque. De- pósito Legal: AL-38-2006. ISSN: 1885 - 9801. Periodicidad mensual. 800 ejemplares gratuitos. © Asociación de Amigos de los Museos de Terque. Derechos reservados. Las noticias y artículos que figuran en la presente publicación pueden reproducirse con fines educativos, citando la procedencia. Ninguna parte puede reproducirse con fines comerciales sin el consentimiento ex- preso del Museo de Terque. www.museodeterque.com 3

Divertimentos Archivo de Pequeños objetos se convertían a través del tamiz de la imaginación en un motivo de juego. Con las hojas de la caña, doblándolas y entre- lazándolas se hacían unos curiosos barquitos. Escrituras Cotidianas En Adra, con el cuerpo interior de las panochas de maíz, se jugaba a los llamados “Castillos de Poliores” entrecruzándolos se competía a hacer la torre más alta. Con las hojas de las palma del Domingo de Ramos, los niños y adultos de Terque realizaban pequeños jugue- tes:“ Piñas”,“Gatos”,“Lagartos” “Farolicos” o “Pelotas. ”

Con las cajas de cerillas recortadas, los niños jugaban a “Los Santos”. Con las perragordas en Benahadux se jugaban a “ Sacar Mierda del Hoyo”. En un agujero se colocaba la perragorda, lanzándo piedras hasta sacarla. Juego parecido se realizaba con botones. En Adra, se reutilizaban las chapas de las botellas de cerveza o refrescos, para el “Juego de las Chapicas ”. Se aplastaban hasta dejarlas planas, se marca- ba un triangulo en la tierra donde se ponían las chapas y desde una cierta distancia se lanzaba una “charpa” piedra plana para sacarlas. En , Juan Cruz iba a los bares a pedir las botellas de gaseosa rotas

-los antiguos boliches-, así se sacaba la bola de cristal, que se reapro- vecha para jugar a las canicas. “Mama el motivo de escrivirte es porque el papa me dijo el domingo que tomaras mucha alegria al ver mi letra, mama En Alhabia, Paca Romero cuenta como un libro se transformaba en un este tomillo que va en la caja pues todo cojido de tu hijito juguete "Un juego que hacíamos con los libros de la escuela era adivinar el número de ilustraciones o santos, como le decíamos, que llevaban las Paquito Carreres” páginas. Una señalaba una página, entreabriéndola y preguntaba a otra: ¿Hay santos? ¿Sobre cuántos?. Si acertaba ella pasaba a preguntar.” En Lubrín, Rosa Pérez recuerda el “Juego de los Tesoros “ Un día nos íbamos a los cerros que rodeaban el pueblo , una vez allí nos dispersá- bamos para no ver lo que hacían los otros .Con materiales de desecho que encontrábamos: trozos de vidrio de colores , de cerámica de platos rotos , hojas secas o verdes , flores etc..., o bien como otros que llevába- mos de casa restos de juguetes , cromos ,cosas pequeñitas curiosas , construíamos una composición que resultara bonita disponiendo los ma- teriales con armonía y buen gusto. Hacíamos un agujero en la tierra , una vez colocado todo lo cubríamos cuidadosamente con un trozo de cristal roto y se le ponía tierra encima , dejando el suelo tal como estaba. En ocasiones ,las menos , se nos ocurría poner una moneda de una perri- lla y ese seria el tesoro mas valioso. Pasados unos días íbamos a buscar- los y tratábamos de encontrar los de los demás. “ “Queridos papas te mando ai mi retrato para que veas lo fla- En Adra un niño recuerda como en la década de 1930, se fabricaba un menco que soy bestido de musico de la banda del empastre borriquito con un ladrillo, al que colocaba el cuello de una camisa co- Paquito Carreres ” mo serón. Las Herraduras desechadas, también servían para lanzarlas sobre un palo que se clavaba en la tierra. Cartas del niño Paquito Carreres a sus padres. Serra (Valencia) 1932 Musicales El objetivo de los juguetes musicales, no era otro que el hacer ruido, sin más pretensiones. Silbatos hechos por los niños con un hueso de Concurso el Juguete Tradicional albaricoque. Silbatos de hojalata realizados por hojalateros o pitos de caña como los que realizaban los niños de Alhabia y Terque. Por Premiados Navidad las Zambombas o las Cañarracas de Adra. Una caña partida por el centro y atada que al agitarla provocaba el sonido. Francisco Herrada Castro de Bentarique: Coche de alambre y caña. Disfraces Antón Cortes Torres de Purchena: Carretilla de lata La transfiguración de los niños a través del disfraz, fue otra manera de jugar. La ropa antigua o en desuso de los arcones y armarios, podía Francisco Gil Cuadra de Terque: Carriulos de caña. subir a la categoría de juguete. Otra manera de disfrazarse, era echan- do mano de materiales naturales como los trajes realizados con hojas Asociación Cultural Acerobo de Adra: Caballito de San de caña en Alhabia o Terque. Marcos Animales Encarnación Navarro López de Vélez Rubio: Muñeca con cabeza de garbanzo Los animales también podían transformarse en juguetes o victimas de los juegos. Jacinto Gil Ayala de Bentarique, recuerda las luz de las Obdulia Valverde Tamayo de Alboloduy: Muñeca de luciérnagas que su padre recogía en los parrales y que le llevaba trapo en cuna de caja de zapatos metidas en una caja de cerillas. Gabriel Picón de Alhama, cuenta co- mo cazaban grillos y como fabricaban sus propias jaulas con trozos de José Antonio Peña Suárez de Adra: Avión con pinzas de penca (hojas de las chumberas) que cortaban en forma de cuadrado y la ropa y palos de polo. donde clavaban trozos de caña rajada, formando una cabaña. Otras mascotas eran los mochuelos que los niños cazaban y criaban con sal- José Miguel Cantón Gonzálvez de Benahadux : Arco y tamontes y lagartijas. flechas Museo Etnográfico - Museo de la Uva del Barco - Cueva de San José – Cueva de Anica Dolores– La Modernista. Tienda de Tejidos

Viaje al Tiempo detenido

La auténtica protagonista es la muñeca aunque en rea- lidad somos tres: La muñeca, el billete de dos pesetas que llevo en la otra mano y yo. El billete es la asigna- ción semanal que me daba mi compadre ”José Rico” y que tras darle un beso, él me entregaba, por lo que esta misión yo nunca la olvidaba en domingos y festivos.“ La muñeca de novia” llegó desde California a Lubrín en 1955, enviada por unos familiares de mi madre que emigraron allí y que con asiduidad me mandaban pa- quetes postales con ropa de mis primos y otros ense- res. Mis amigas y yo esperábamos con ansia la llegada del correo para ver que contenía este nuevo paquete. Ese día, todas las chiquillas asistimos a la apertura del mismo y llegó como caída del cielo aquella bonita mu- ñeca. Iba vestida de novia, su carita estaba hecha de una go- ma preciosa que parecía autentica piel rosada, su cuer- po era de un material resistente y suave, parecido al mismo del que estaban hechas las “Mariquita Pérez.“ Pero lo mas sorprendente era que ¡esta muñeca anda- ba! Venia provista de un mecanismo interior basado en un sistema de gomas cruzadas, que al mover el brazo izquierdo hacia arriba, dándole la mano como para ca- minar …ella andaba. Mi madre en aquel momento con- sideró que aquel milagro de ingeniería no debía estro- pearse y decidió que el resto de sus días lo pasara en el ropero de mi cuarto, y así fue aunque acompañó mu- chos momentos de mi vida. El día que mi madre estaba de buenas y lo consideraba oportuno, nos reuníamos en mi casa todas las amigas y nos la enseñaba nueva- mente, para lo que teníamos que disponernos alrede- dor de la mesa de camilla y con las manos en la espal- da , así resistiríamos la tentación de tocarla. Daba unos paseos cogida de la mano de mi madre, a nosotras se nos caía la baba y ….!de vuelta al ropero¡ Otra de sus salidas era cuando yo estaba enferma. Esta se colocaba a los pies de mi cama sentada o en una silla hasta que pasaba el tiempo de admirarla y ….!al ropero¡. Para las fotografías era otro de los momentos en que se hacía imprescindi- ble su presencia como se constata en ésta y en otras. De esta manera la muñeca fue soportando el devenir del tiempo y yo me fui acostumbrando a no jugar con ella , pero su existencia me hacía muy feliz , con ella soñaba , con ella imaginaba y con ella sentía que un día yo seria una novia igual de guapa. La foto está hecha por “el Paco Ortega” fotógrafo de Lubrín, muy querido y conocido por todos, en la puerta del médico, por el callejón. La foto la conservo en un positivo en papel fotográfico de 10 x 7 cm. lleva el sello del fotógrafo. Texto Rosa Pérez Muñoz.

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Museo Etnográfico 4188 Cueva de San José 4015 “Me hace mucha ilusión venir a este bonito museo y poder ver Museo de la Uva del Barco 4119 como era la tienda de mi abuelo, y que pueda ser recordada. “ Manuel Ruiz Cueva Anica Dolores 2199 La Modernista 1226

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