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RAÚL FRANCISCO GONZÁLEZ QUEZADA San José de los Laureles, en , es una comunidad con una profunda historia aún por investigarse a fondo. Se llamaba antigua- mente Tlalmimilulpan, como lo recuerdan cada vez más vagamente sus pobladores, y quizá durante los primeros tiempos del virreinato

Sábado se conociera como Izquitepetl. Los reconocimientos arqueológicos 16 de marzo nos muestran que tuvo una ocupación humana desde el período de 2019 23 873 Preclásico Tardío (500 a.n.e.-200 n.e.) y cuenta con relevantes sitios arqueológicos, testigos de su historia.

EDITORA: MARÍA JOSÉ DÍAZ COEDITOR GRÁFICO: EDUARDO VALVERDE Historia antigua de Tlalmimilolpan Arqueología de San José de los Laureles, Tlayacapan

Aspecto de la comunidad de Izquitepetl-Tlalmimilolpan (San José de los Laureles), Tlayacapan, entre la serranía /FOTOGRAFÍAS: RAÚL FRANCISCO GONZÁLEZ QUEZADA. 24 Tlacuache Sábado 16 de marzo de 2019 www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx

a comunidad conocida como San José de los Laureles se loca- A FONDO liza a tres kilómetros y medio en línea recta al noroeste de la ca- TLALMIMILULPAN SE compone de becera de Tlayacapan, de quien tlalli, tierra, de mimilloli o mimilluli, Ldepende políticamente. Su altitud es ma- cosa rolliza como pilar, redonda, y yor que la de la cabecera en casi 200 me- de pan, en o sobre, y significa: En tros más, alcanzando los 1,866 m.s.m.n., lo Remolinos de tierra cual la acerca más al bosque y a recursos diferenciales con respecto a los de la ca- becera. Esta comunidad fue emplazada cer la comunidad de Los Tres Reyes Xoco- sobre una loma entre peñas con altas pa- yacan, fue congregada hasta 1604 y quizá redes verticales que le otorgan un paisaje su ubicación sea la de la actual capilla de notable. Los Reyes, en el Barrio de Texcalpa (Gar- En las Relaciones Geográficas del siglo cía Mendoza 2010:387-388). XVI de , realizadas en 1579, se Sea cual fuere el nombre original, la indica que Tlayacapan era una cabecera designación en náhuatl local actual de la que tenía como sujetos a seis comunida- comunidad de San José de los Laureles es des: “…Hizquitepeque, Cuitlapila, Acto- Tlalmimilulpan, aunque éste ha ido ca- pa[n], Tezontlitlan, Nonopala, Zacatilihu- yendo en desuso, para dar paso al omní- can: todos los cuales están en torno de la modo San José de los Laureles. Sobre este dicha cabecera y distan de ella media le- nombre se ha argumentado que Tlalmi- gua, poco más o menos, excepto Xocoyo- milulpan “Se compone de tlalli, tierra, de can, que dista una legua, poco más o me- mimilloli ó mimilluli, cosa rolliza como nos” (Acuña 1986:159). pilar, redonda, y de pan, en o sobre; y sig- Un registro realizado por los agustinos Aspecto general del cerro Tezontlala, que está constituido en su mayor parte de tezontle, un nifica: En Remolinos de tierra” (Robelo que tenían a cargo dichas comunidades de basalto rojizo, poroso y ligero. 1897:64). También se ha traducido Tlalmi- Tlayacapan, en el siglo XVI, aportan los milòlpa como la/tierra/del/borde, además nombres de los santos asignados a cada de Tlayacapan identificó el nombre de su gares en el siglo XVI (ca. 1571) (García de que se ha dudado que haya perteneci- comunidad reconocidos entre 1571 y 1573. comunidad registrada como San José Ix- Pimentel 1904), donde son nombradas do a Tlayacapan, sino que más bien esta- En este caso se registraron trece comuni- quitepetitla, y él señala que su traducción trece estancias con ligeras diferencias a ría vinculado con Tepoztlán o Tlalnepan- dades: Los Tres Reyes Xocoyacan; Sant al español derivaría de la voz ixquitl, que las del censo agustino, aunque quizá deri- tla por el solo hecho topográfico y la cer- Lucas Teapoyucan; Asunción de Nra. Se- significa tostado, tepetl, cerro, y titlan, que vado de una misma fuente. Las variacio- canía con este último (Favier 2004:28, ñora Atepexic; San Gregorio Atlteapoti- refiere abundancia, todo lo cual haría re- nes son menores, se encuentran en los 184), lo cual, como hemos visto por la tlan; San Andrés Nonopala; San Pablo ferencia al cerro de tezontle, localmente nombres de Nonoxala (por Nonopala), identificación del pueblo de Izquitepetl en Texoaçan; Sant Agustín Atocpa; Sant Mar- llamado Tezontlala. Texoacan (por Texoaçan), Texinacanco las fuentes vinculado con San José, es po- cos Tlalyuacpan; San Pedro Cuytlapilco; Es ampliamente probable que el nom- (por Tepenacanco), Texozoco (por Tepo- co probable asumir que no haya pertene- Sta. Mónica Tepenacanco; S. Joseph In- bre original de la comunidad sea el de Iz- zoco), y Zacatiliuncan (por Çacatiliuhcan), cido a Tlayacapan. quitepec; S. Francisco Tepozoco; y Sta. Ca- quitepetl, donde izquitl es maíz tostado, y quizá por efectos de diferencias entre los Quizá la voz Tlalmimilolpan derive de talina Çacatiliuhcan (Brinckmann tepetl, cerro, lo que permitiría la lectura paleógrafos. Se tiene registrado, además, tlalli que es tierra, mimiloa que significa 1969:139). de “Cerro de maíz tostado”, lo cual no se que el pueblo de Inquitepec “…dista de la rodar, y pan que indica sobre, lo cual indi- La única comunidad de Tlayacapan contrapone necesariamente con la idea cabecera tres cuartos de legua al norte” caría “En tierra que rueda”, lo cual se rela- que tiene asignado a San José en su capilla del profesor Tamariz, y coincide con el re- (García Pimentel 1904:120), tal como se ciona con la topografía abrupta de la loca- local es precisamente San José de los Lau- gistro que se hizo entre 1571 y 1573 de las encuentra aproximadamente el día de lidad que se encuentra entre peñas con reles. Y la comunidad registrada en la se- comunidades atendidas por los agustinos hoy el propio San José de los Laureles. graves pendientes que frecuentemente gunda mitad del siglo XVI vinculada con en Tlayacapan como Inquitepec, quizá re- En el período que comprende 1601 a muestra deslaves de rocas. San José es la de Inquitepec. El profesor de gistrada así por un error, en lugar de Iz- 1604 se realizaron congregaciones en Tla- Desde el año 2012 que comenzamos a náhuatl local de San José de los Laureles, quitepec. El mismo listado de trece estan- yacapan, ocho de las trece comunidades ejecutar el Proyecto de Investigación y Carlos Tamariz Flores, argumenta que en cias aparece también en la obra Los obis- fueron agrupadas en otras entidades ma- Conservación de la Zona Arqueológica El algunos papeles en el Archivo Municipal pados de Tlaxcala, Michoacán y otros lu- yores, sobreviviendo solamente cinco se- Tlatoani, Tlayacapan, , llegamos a paradas. Las comunidades que sobrevi- realizar recorridos en la región de Tlalmi- vieron alejadas de la cabecera de Tlaya- milolpan, identificando primeramente sus capan registradas en los archivos de esa pinturas rupestres. En 2015 realizamos un época, podrían coincidir con algunas co- proyecto de recorrido sistemático para munidades que continúan actualmente esa localidad en particular, para el que en esta condición y algunas que hemos lo- contamos con la asistencia del P. A. Juan calizado ya abandonadas. San Andrés No- Manuel Ramos García y de un vecino de la nopala, podría ser el actual San Andrés localidad, don Epigmenio Salas. De esta Cuauhtempan; San Pablo Texoaçan, quizá forma fuimos localizando diversos sitios corresponda a la actual capilla abandona- en la totalidad del área que comprende la da de San Pablo, al norte de la cabecera de comunidad, algunos de ellos fueron con- Tlayacapan, entre San Agustín y San An- centraciones de materiales arqueológicos drés; San Agustín Atocpa, podría ser el ac- sobre la superficie, otros fueron los restos tual San Agustín Amatlipac; San José In- de antiguas edificaciones, y finalmente, quitepec, podría ser el actual San José de una considerable cantidad de elementos los Laureles, Tlalmimilolpan; y Santa Ca- arqueológicos rupestres tanto pictóricos talina Çacatiliuhcan quizá sea la actual como petrograbados, que son relevantes Santa Catarina Tlayca, también conocida en el área y han resultado de los más re- como Ignacio Bastida, en Yautepec (cfr. presentativos hasta el momento, en todo Gerhard 1986:108). Esta comunidad de el municipio. Santa Catarina, se encuentra al otro lado Se han registrado al momento diez si- de la sierra, al suroeste de la cabecera de tios con pintura rupestre y siete con sig- Tlayacapan, y en el año de 1554 Tlayaca- nos petrograbados dispersos en los cam- pan y Yautepec se disputaban tierras cer- pos agrícolas e incluso en algún muro de canas a ésta, denominadas Maquiztlan una casa en la comunidad de Izquitepetl- Petrograbado con la representación de una escalinata rematada por una alfarda. (García Mendoza 2010:368-369). Al pare- Tlalmimilolpan. www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx Sábado 16 de marzo de 2019 Tlacuache 25

Imagen con filtro donde se aprecia un signo en pintura blanca perteneciente al período Pos- Cerro Tonantzin visto desde la comunidad de Izquitepetl-Tlalmimilolpan (San clásico (1200-1521 n.e.), que representa a un animal cuadrúpedo sobre otro que representa al José de los Laureles), sus habitantes aseguran que de esta manera se puede Signo Xi, con un numeral siete, en el sitio San José de los Laureles III, pintura roja pertenecien- advertir la cabeza de la deidad que le da su nombre. te al Epiclásico (600-900 n.e.).

Los petrograbados muestran signos vege- asociados al aire (Granados y Cortés un signo relevante en el sistema de valo- no sabemos con plenitud la cronología de tales, acuáticos y en un caso se trata de 2009). res de América Media desde el Preclásico esta zona arqueológica, pero hemos des- una maqueta que representa una estruc- Este sitio consiste en un amplio panel Medio (800-500 a.n.e.) (González 2017). cubierto materiales pertenecientes al tura arquitectónica donde se advierten los donde a manera de un palimpsesto, se El sitio San José de los Laureles I se lo- Preclásico Tardío al Terminal (500 escalonamientos y el remate de la alfarda pintaron signos en tinta roja, y sobre ésta caliza también sobre una pared de la pe- a.n.e.-200 n.e.) de manera más frecuente. (González et al. 2016). y en al menos dos etapas más, se advier- ña, pero adyacente al nivel del terreno ag- Al norte del cerro Tezontlala se locali- De todas las zonas con pinturas rupes- ten signos pintados en tinta blanca. Desde rícola. Este aún no se ha analizado plena- za, en el nacimiento de una barranca, un tres destacan por su magnitud y compleji- este lugar se advierten los cerros Ayotzin, mente, su grado de conservación es infe- yacimiento de piedra foliácea del cual se dad aquellas que denominamos San José Tonantzin, Tezontlala, El Sombrerito y rior a los antes mencionados, pero se extrajeron desde el período Preclásico de los Laureles I, II y III, y Cihuapapalo- Cihuapapalotzin, muy vinculados con Iz- advierten decenas de signos, la mayoría Terminal (200 a.n.e-200 n.e.), lajas para tzin, al oeste de Izquitepetl-Tlalmimilol- quitepetl-Tlalmimilolpan y quizá tuvo al- en tinta blanca, aunque también podría su uso en contextos funerarios que han si- pan, pero existen otras de menor magni- gún vínculo de observación de los astros haber alguno en tinta roja, entre los que se do localizados en múltiples entierros del tud e incluso, casi perdidas, en los cerros con respecto a estas elevaciones. advierten signos zoomorfos cuadrúpedos Preclásico en toda la región, y más tarde Ayotzin, Tepozoco y Tonantzin. Todos los La cantidad de signos en este primer y también antropomorfos. para la construcción de los soportes de los cerros están nombrados y la comunidad sitio en color rojo son veinte, mientras que Otro sitio con pintura rupestre es el de tableros saledizos en la arquitectura aná- mantiene una tradición oral sobre el sig- las de color blanco, suman treintaidós. Las la peña Cihuapapalotzin, el cual está muy loga a la teotihuacana, los cuales están nificado de cada nombre y algunas leyen- pinturas en color rojo son con alta proba- probablemente relacionado con el pueblo presentes en la arquitectura de la cima de das al respecto, el más famoso de ellos, bilidad efecto del período Epiclásico de Izquitepetl-Tlalmimilolpan no solo por la peña El Tlatoani. Quizá el propio Iz- que se ha convertido incluso en la imagen (600-900 n.e.), y entre éstas existen sig- el estilo de los signos, sino porque el en- quitepetl-Tlalmimilolpan mantendría un de la Ayuntamiento de Tlayacapan, es el nos antropomórficos y calendáricos, cumbramiento al área de la cima donde se comercio específico de este material cerro Tonantzin, ya que los vecinos an- mientras que en la pintura blanca existen encuentra es accesible a partir de ésta co- constructivo que no hemos localizado en cestralmente han advertido que desde la representaciones de Tláloc, también quizá munidad, intentarlo por Tlayacapan sería ninguna otra parte de la región de los Al- perspectiva de su comunidad se puede de Mictlantecuhtli, el quincunce, zoomor- muy complicado. Entre los seis signos tos de Morelos. ver la cabeza de perfil de esta deidad. fos cuadrúpedos y un interesante signo de presentes en este sitio podemos distinguir En los recorridos sistemáticos realiza- El más investigado de los sitios con aspas giratorias que identificamos como representaciones de Venus, el ojo de rep- dos pudimos recuperar materiales cerá- pintura rupestre es el denominado San Jo- el nepaniuhtli que representa “…movi- til, y el glifo-emblema de Tláloc, todos en micos que nos permitieron tras su análi- sé de los Laureles III, ubicado en el paraje miento con la idea del ollin, al tiempo que tinta roja (González 2013 y 2016). sis, identificar que en la comunidad ha El Mirador, en la ladera de una peña. De sirve como representación del ilhuitl co- El pueblo de Izquitepetl-Tlalmimilol- habido asentamientos desde el Preclásico este sitio, se cuenta con dos trabajos aca- mo noción del tiempo ritual… y poseen pan cuenta con una gran zona arqueológi- Terminal (200 a.n.e.-200 n.e.), hasta el démicos relevantes que abordan, por un atributos correspondientes al movimiento ca llamada Los Teocholes, la cual fue re- Virreinato (1521-1821 n.e.). Uno de los tipos lado, el registro de los signos representa- y la alternancia.” (Martínez et al. 2018). gistrada por el INAH Morelos desde el año más significativos perteneciente al perío- dos y su posible significación (Valdovinos El sitio denominado San José de los de 1987, probablemente por el Arqueólogo do Clásico (200-600 n.e.) es el Blanco 2014), y por otro, su posible vinculación Laureles II se localiza cerca de un mirador Arturo Oliveros. Se trata de dos conjuntos Granular. Pero no cabe duda que la mayor con ciertas prácticas del sistema de valo- en el camino para acceder más arriba, de tres estructuras piramidales en torno a frecuencia de materiales corresponde al res de la actual comunidad de Tlayacapan hasta el sitio que acabamos de describir. plazas que alcanza más de 1000 metros Posclásico Temprano (900-1200 n.e.), co- Este sitio está constituido exclusivamente cuadrados cada una, tanto al norte, como incidiendo en este aspecto con el gran en signos elaborados con puntura roja, sur de este espacio; entre los dos conjun- asentamiento que existió en Tlayacapan también claramente pertenecientes al pe- tos median 250 metros lineales, y cerca en ese momento. Entre los tipos de esta El pueblo de Izquitepetl-Tlalmimilolpan ríodo Epiclásico (600-9000 n.e.). Entre del centro se ubica una gran plataforma temporalidad contamos con el Rojo Bru- cuenta con una gran zona arqueológica llama- los signos representados existen algunos de 50 x 40 metros y hasta 1,8 m. de altura ñido, circunscrito a esta temporalidad, así da Los Teocholes, la cual fue registrada por el antropomorfos y otros claramente de ca- de altura. La estructura más alta pertene- como el Negro sobre Anaranjado / rácter calendárico asociados directamen- ce al conjunto norte y mide 15 m. de altura, Morelos, que continúa produciéndose INAH Morelos desde el año de 1987, probable- te con signos análogos a los representados 30 m. de largo y 20 m. de ancho. Al este hasta el Posclásico Medio (1200-1438 n.e.). mente por el Arqueólogo Arturo Oliveros. en Xochicalco, en Morelos, así como Pie- del cerro Quiahtepetl también existe otro En menor cantidad relativa existen mate- dra Labrada y Texmelican en . montículo en muy mal estado de conser- riales del Posclásico Tardío, tanto locales, Además, se ha identificado la representa- vación. Los materiales arqueológicos aso- como aztecas y xochimilcas, procedentes ción de un cerbatanero, el cual constituye ciados en superficie son mínimos y aún de la Cuenca de México. 26 Tlacuache Sábado 16 de marzo de 2019 www.elsoldecuernavaca.com.mx / www.elsoldecuautla.com.mx

Nosotros solamente hemos realizado una pequeña excavación arqueológica en el BIBLIOGRAFÍA paraje denominado Axahuizco, donde previamente se habían recuperado vasi- ACUÑA, RENÉ, 1986 Relaciones Geográficas del Siglo XVI, jas por parte de sus dueños en trabajos Tomo Tercero. Vol. 8. UNAM, México. agrícolas. En la exploración localizamos ÁLVAREZ ICAZA LONGORIA, MARÍA TERESA, 2015 La solamente una vasija perteneciente al pe- secularización de doctrinas y misiones en el arzobispa- ríodo Preclásico Terminal (200 a.n.e.-200 do de México 1749-1789. Serie Historia Novohispana No. n.e.), y por el contexto general del descu- 97, Ciudad de México. brimiento y los materiales que conserva la BRINCKMANN, LUTZ, 1969 Die Augustinerrelationen comunidad y recuperados del mismo si- Nueva España 1571-73: Analyse eines Zensusmanuskrip- tio, pensamos que se trataba de una ts des 16 Jahrhunderts. Volumen 8 de Beiträge zur mi- ofrenda agrícola, con varias vasijas, algu- ttelamerikanischen Völkerkunde. Hamburgisches Mu- nas de las cuales contenían cuentas de seum für Völkerkunde und Vorgeschichte. Hamburgo. piedras verdes, significando el agua. Aspecto del teochol de mayor magnitud en el campo de Izquitepetl-Tlal- FAVIER ORENDAIN, CLAUDIO, 2004 Ruinas de utopía. Otros materiales arqueológicos locali- mimilolpan (San José de los Laureles), adviértase la escala humana en San Juan de Tlayacapan (Espacio y tiempo en el en- zados que nos permiten inferir activida- distintos planos de altura de esta estructura. cuentro de dos culturas). Fondo de Cultura Económica, des pretéritas en el lugar, son las variadas México. manos de metate, metates y metlapiles GARCÍA MENDOZA, JAIME, 2010 Las congregaciones en para la preparación de alimentos, así co- el Morelos colonial. Reorganización político-territorial de mo machacadores para la preparación de los pueblos de indios. En Historia de Morelos. Tierra, la fibra vegetal del amate del cual se hacía gente, tiempos del Sur. Vol. 3. “De los señoríos indios al una especie de papel. orden novohispano”. García Mendoza, Jaime y Guillermo El saqueo en la comunidad no es siste- Nájera (coordinadores). Pp. 355-407. Crespo, Horacio mático, pero sí ha existido, aunque re- (director). Comisión Especial de Colaboración a los Fes- cientemente la comunidad está organiza- tejos del Bicentenario de la Independencia de nuestro da y se construyó una caseta a la entrada país y Centenario de la Revolución Mexicana, Congreso de la misma, la cual pretende controlar del Estado de Morelos-LI Legislatura/Universidad Autó- más el flujo de visitantes a la misma. noma del Estado de Morelos/Ayuntamiento de Cuerna- Recientemente la comunidad ha dado vaca/Instituto de Cultura de Morelos, . señales claras de querer recuperar no so- GARCÍA PIMENTEL, LUIS, 1904 Los obispados de Tlax- lamente su historia ancestral, sino tam- cala, Michoacán y otros lugares en el siglo XVI. Casa del bién de ir recuperando la lengua náhuatl. Editor, Ciudad de México. Debemos recordar que con la seculari- Vasija localizada en las exploraciones arqueológicos que realizamos en GARZA CUARÓN, BEATRIZ, 1991 Políticas lingüísticas zación durante el siglo XVIII de las doctri- 2015 en el predio de Axahuizco, en San José de los Laureles, procede de hacia la Nueva España en el siglo XVIII. Nueva Revista de nas que estaban en manos del clero secu- una ofrenda agrícola. Filología Hispánica. Vol. XXXIX, No. 2:689-706. lar, comenzó un ataque que exterminó el GERHARD, PETER. 1986 Geografía histórica de la Nueva náhuatl de muchas comunidades en Mo- ceso imposible de rescindir, la pérdida los grupos nacionales posrevoluciona- España. 1519-1821. Instituto de Geografía e Instituto de relos. La doctrina de Tlayacapan se secu- definitiva de las lenguas indígenas en rios con la lengua originaria, será muy Investigaciones Históricas, UNAM, Ciudad de México. larizó en 1754 y, por ejemplo, en lugares amplias regiones y comunidades. difícil de revertir aún en comunidades GRANADOS VÁZQUEZ, BERENICE Y SANTIAGO COR- como Tetela y Atlatlauhcan los (Garza 1991) como Tlalmimilulpan, que cuenta aún TÉS HERNÁNDEZ, 2009 Juego de aire: relatos, mitos e vicarios seculares que sustituyeron a los Ese habría sido el escenario del con unos pocos hombres y mujeres iconografía de un ritual curativo en Tlayacapan (Morelos, frailes no sabían el náhuatl, por lo que pe- náhuatl en Tlayacapan que para la mayores de edad hablantes del náhua- México). En Las caras del aire, mitos, ritos e iconografía dían frailes que lo supieran (Álvarez primera década del siglo XX ya se ha- tl, así como algunos entusiastas de la en Tlayacapan. Libro digital en http://www.aire.culturas- 2015:96, 248). blaría muy poco el náhuatl en la cabe- idea de un renacimiento de esta lengua populares.org/estudio.php Durante las Reformas Borbónicas del cera, y cuya única comunidad que en su localidad. Aun así, tienen de su STEFFANY MARTÍNEZ GÓMEZ; JULIO ALBERTO CLA- siglo XVIII, las diversas lenguas indígenas mantuvo unos cuantos hablantes lado múltiples “prestamos” del náhuatl VEL GÓMEZ Y RAÚL FRANCISCO GONZÁLEZ QUEZA- a las que muchos de los frailes del clero hasta la actualidad sería precisamen- al español contemporáneo, un entorno DA, 2018 La pintura rupestre de San José de los Laure- regular se habían adaptado desde el siglo te la que hubiera perdido casi en su cimentado en esa lengua donde cada les. El Tlacuache, Suplemento Cultural del INAH Morelos, XVI, de manera destacada los propios totalidad, el uso de su nombre antiguo animal, planta, flor, insecto, peña, pa- Periódico El Sol de Cuernavaca, febrero 18, 2018, No. agustinos que impartían la doctrina en en esa lengua y preferir el nombre de raje, campo agrícola, cañada, manan- 829:31-34. náhuatl en Tlayacapan, comenzaron a re- San José de los Laureles. Quizá este tial, camino y calle les recuerdan que ROBELO, CECILIO A. ,1897 Nombres geográficos indí- sentir el embate de una política que pre- sea un buen ejemplo de lo que para las alguna vez, toda la comunidad nom- genas del Estado de Morelos: Estudio crítico de varias tendió erradicar las lenguas indígenas y comunidades indígenas llegó a signi- braba al mundo que la rodeaba en esa obras de toponomateología Nahua. Impresor Luis G. privilegiar el castellano. Durante el siglo ficar siglos de ataques a su lengua, y la lengua que ahora se le ve languidecer. Miranda, Cuernavaca. XX se impuso el español sobre las lenguas imposición de una triste estigmatiza- Pero, sobre todo, tienen una larga his- VAILLANT, GEORGE C. , 2009(1930) Excavaciones en indígenas en un intento de “modernizar” y ción sobre aquellos que no hablaran toria fundamentada al menos desde el Zacatenco. Instituto Nacional de Antropología e Historia. uniformar el sistema educativo, y no sería español, equiparándolos con el rostro siglo VI de nuestra en esta lengua, México. hasta la década tercera del siglo XX que se del atraso de la nación, la pobreza y la plasmada en sus contextos arqueoló- VALDOVINOS ROJAS, ELDA VANYA, 2014 Rostro en la volteó a las comunidades indígenas y sus indignidad. Lo que hicieron los inva- gicos, que les otorga identidad, singu- montaña, Arte rupestre en Tlayacapan y Amatlán, Morelos. lenguas para valorar lo que, en realidad en sores españoles en el XVI, los grupos laridad y a la vez, universalidad como Tesis de Maestría en Historia del Arte, UNAM, IIE-Facultad muchos casos, era prácticamente un pro- criollos en el México independiente y fenómeno humano de larga duración. de Filosofía y Letras, México.