Estudios fitosociológicos aplicados en la conservación de especies amenazadas: Estudio de caso de Lobelia bridgesii (Campanulaceae)

Patrocinante: Alberto Tacón

Trabajo de Titulación presentado como parte de los requisitos para optar al título de Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales.

MANUEL OCTAVIO CORVALÁN FAVEREAU VALDIVIA 2018

Índice de materias Página i Calificación del comité de titulación i ii Agradecimientos ii iii Resumen iii 1 INTRODUCCIÓN 1 2 ESTADO DEL ARTE 3 2.1 Bases de la fitosociología 3 2.2 La vegetación de la Cordillera de la Costa de Valdivia 4 2.2.1 Comunidades boscosas 4 2.2.2 Comunidades arbustivas 6 2.3 Régimen de alteración y amenazas para la conservación de la 7 biodiversidad 2.4 Historia y ecología de Lobelia bridgesii 8 3 MATERIAL Y MÉTODOS 10 3.1 Área de estudio 10 3.1.1 Caracterización general del área de estudio 10 3.1.2 Selección del área de estudio 11 3.2 Captura de datos 13 3.3 Muestreo en terreno 13 3.3.1 Poblaciones de Lobelia bridgesii Hook & Arn 14 3.4 Análisis de datos 15 4 RESULTADOS 16 4.1 Determinación del área y censos mínimos de muestreo. 16 4.2 Flora y vegetación 17 4.2.1 Origen biogeográfico de las especies 17 4.3 Determinación del espectro biológico 18 4.4 Determinación del valor de importancia 20 4.5 Calculo de afinidad sociológica 21 4.6 Análisis de conglomerados 22 4.6.1 Conglomerado 1, Bosque de Trevo y Tepa 24 4.6.2 Conglomerado 2, Renoval de Canelo 25 4.6.3 Conglomerado 3, Bosque de Olivillo y Tepa 26 4.7 Poblaciones de Lobelia bridgesii 27 4.7.1 Posición fitosociológica 27 4.7.2 Abundancia y densidad de las subpoblaciones 28 4.7.3 Estado de las poblaciones de Lobelia bridgesii 30 5 DISCUSIÓN DE RESULTADOS 31 6 CONCLUSIONES 36 7 REFERENCIAS 40 Anexos 1 Escala de cobertura de Braun-Blanquet 45 2 Escala de presencia 45 3 Clave para la determinación de las formas de vida 46 4 Tabla de descripción de los puntos de muestreo 47 5 Origen biogeográfico, formas de vida y grupo taxonómico de las 48 especies

6 Tabla fitosociológica inicial 54 7 Tabla fitosociológica ordenada 67 8 Fórmulas índice de comunidad 80 9 Tabla ordenada según rangos de afinidad fitosociológica 81 10 Tabla ordenada Renoval de Tepa y Trevo 85 11 Tabla ordenada Renoval de Canelo 88 12 Tabla ordenada Bosque degradado de Olivillo y Tepa 91 13 Sinonimia histórica de Lobelia bridgesii 97 14 Subpoblaciones de Lobelia bridgesii 98 15 Estado fitosanitario 99 16 Registro fotográfico de Lobelia bridgesii 101 17 Registro fotográfico de las principales amenazas observadas en 102 terreno

Agradecimientos

A mis padres, Nicolás Octavio Corvalán Pino y Lorena Claudia Favereau Urquiza, por el incondicional apoyo puesto en mi persona.

En cuanto a la investigación,

A Adolfo Alberto Rojas Bauer, por su ayuda en temas de SIG y Cartografía y el apoyo logístico en los traslados a las campañas en terreno.

A Alberto Tacón, quién acepto ser mi profesor patrocinante y siempre me apoyó y orientó en este proceso.

A Diego Nicolás Penneckamp Furniel y Patricio Rutherford, por aceptar ser los profesores informantes de este proyecto, además de ayudarme y orientarme siempre en temas relacionados a esta investigación.

A Eduardo Andrés Navarro Hasse, gran amigo, por su incondicional apoyo y disposición para contribuir en la presente investigación, tanto en actividades de terreno, logística y por, sobre todo, en el apoyo moral, sin él esta investigación no habría podido ser realizada.

A Alejando Antonio Espinoza García, gran amigo, quien en todo momento se mostró dispuesto a colaborar en esta investigación.

A Matías Maximiliano Quiroz Farías, gran amigo, quien siempre se interesó en la presente investigación y se ofreció para brindar el apoyo necesario.

A Daniela Millaray Talpén Cárdenas, quien en todo momento me apoyó en este proceso.

Gracias a ustedes este proyecto pudo llevarse a cabo.

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RESUMEN

Lobelia bridgesii es una especie geófita endémica de la Cordillera de la Costa de la Región de Los Ríos, cuya distribución es bastante limitada. La literatura relacionada a esta especie es escasa y en muchos casos se encuentra desactualizada. Por esta razón el presente proyecto de tesis tiene como objetivos: a) Aportar al conocimiento de los requerimientos de hábitat de Lobelia bridgesii, a través del estudio de las comunidades vegetales de la Cordillera de la Costa de Valdivia en las que esta participa, b) Determinar y caracterizar las comunidades vegetales en las que se desarrolla Lobelia bridgesii en la cordillera de la costa de Valdivia, según el método fitosociológico, c) Describir y registrar las poblaciones de Lobelia bridgesii presentes en la localidad de Pilunkura y d) Determinar los principales factores que regulan la presencia y abundancia de las poblaciones de Lobelia bridgesii, presentes en la localidad de Pilunkura. Para alcanzar estos objetivos se utilizó la metodología de la Escuela Fitosociológica Europea, que contempla el uso distintas de técnicas asociadas, como la determinación del área mínima, la cantidad mínima de censos, la confección de tablas fitosociológicas y la determinación de las formas de vida, entre las principales. Se registraron alrededor de 375 individuos de Lobelia bridgesii, tanto adultos como juveniles, distribuidos en 16 subpoblaciones. En cuanto a la flora y la vegetación, se registraron 146 especies de flora vascular desarrollándose en las comunidades vegetales de estudio, las cuales resultaron ser bastante heterogéneas, tanto en estructura, como en composición. Se determinó que Lobelia bridgesii se desarrolla preferentemente en bosques de renuevo dominados por especies nativas como; Aextoxicon punctatum, Laureliopsis philippiana, Dasyphyllum diacanthoides y Drymis winteri. Estos resultados no se condicen con los de estudios anteriores y ponen de manifiesto la necesidad de reevaluar la distribución y la densidad poblacional de la especie.

Palabras clave: Comunidad vegetal, Lobelia bridgesii, Fitosociología.

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1. INTRODUCCIÓN

La Cordillera de la Costa de Valdivia, es considerada según diversas entidades nacionales e internacionales, un lugar con un alto de potencial para la conservación de recursos genéticos, puesto que existe una alta biodiversidad de especies en todos los niveles taxonómicos, encontrándose numerosas especies de plantas vasculares endémicas de este territorio. Esta biodiversidad endémica es consecuencia de sucesivos fenómenos de glaciación y deglaciación, que han aislado la flora y generado verdaderas “islas” biogeográficas, las que a su vez han servido como refugio para la biodiversidad en sus distintos niveles, durante períodos cíclicos que abarcan millones de años.

Aunque todavía es posible encontrar grandes extensiones de Bosques Nativos Siempreverdes y otras formaciones boscosas, estas han sido objeto de diversas alteraciones de origen antrópico, caracterizadas principalmente por la tala del bosque nativo primario y la inclusión de animales de ganado. Esta dinámica ha facilitado la presencia de praderas no naturales y matorrales que son escasos naturalmente en la cordillera de la costa, generando mosaicos con pequeños fragmentos de renovales de sucesión secundaria, en distintos estados de desarrollo. Dichas situaciones ecológicas se caracterizan por el dominio de especies arbustivas de sucesión secundaria, de origen tanto autóctono como alóctono y que en muchos casos se manifiestan en condición de plaga.

Sin embargo, estos ecosistemas alterados por la actividad humana también albergan especies de alto valor científico como la Tupa Rosada (Lobelia bridgesii Hook & Arn), una especie endémica de la Cordillera de la Costa de la provincia de Valdivia cuyo estatus de conservación es Vulnerable, y que de acuerdo con la literatura se asocia a comunidades arbustivas de sucesión secundaria del Bosque Laurifolio Valdiviano. Lobelia bridgesii es una especie endémica de la cordillera de la costa de Valdivia. Históricamente se han realizado escasas investigaciones sobre esta especie, las cuáles en su mayoría se encuentran desactualizadas. Por otra parte, dichas investigaciones no se han realizado en la totalidad del área de distribución de la especie, por ende, aún existen incógnitas sobre las localidades en las que habita, las densidades poblacionales y las comunidades vegetales en las que se desarrolla la especie.

Por ello, la conservación de especies de flora amenazada de la Cordillera de la Costa requiere de una caracterización detallada del hábitat de estas especies y de los factores que determinan su distribución y abundancia, para poder generar acciones de manejo, recuperación, conservación y preservación adecuados a los singulares requerimientos ecológicos de estas especies. La experiencia internacional indica que esto puede lograrse a través de la aplicación de métodos de investigación fitosociológica

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enfocados a la identificación y caracterización de las comunidades de plantas en las que dichas especies se desarrollan.

El presente trabajo de investigación tiene el propósito de caracterizar mediante técnicas fitosociológicas la participación en las distintas comunidades vegetales de la especie endémica y vulnerable Lobelia bridgesii Hook & Arn (Campanulaceae) y describir una población tipo de la especie, ubicada en una localidad donde no se conocía formalmente su existencia. Esta localidad se encuentra entre los alrededores de playa Pilunkura, y cerro Pililín, Cordillera de la Costa de Valdivia.

En consideración de lo anterior el presente proyecto tiene los siguientes objetivos:

General: i) Aportar al conocimiento de los requerimientos de hábitat de Lobelia bridgesii, a través del estudio de las comunidades vegetales de la Cordillera de la Costa de Valdivia en las que esta participa.

Específicos: ii) Determinar y caracterizar las comunidades vegetales en las que se desarrolla Lobelia bridgesii en un sector de la Cordillera de la Costa de Valdivia, según el método fitosociológico. iii) Describir y registrar las poblaciones de Lobelia bridgesii presentes en las cercanías de la localidad de Pilunkura. iv) Determinar los principales factores que regulan la presencia y abundancia de las poblaciones de Lobelia bridgesii presentes en la localidad de Pilunkura.

Hipótesis:

Lobelia bridgesii se desarrolla en comunidades vegetales sucesionales secundarias, altamente intervenidas y dominadas por especies exóticas invasivas.

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2. ESTADO DEL ARTE

2.1) Bases de la fitosociología La fitosociología según Braun Blanquet (1979) es la ciencia que estudia las agrupaciones de plantas, sus interacciones en las comunidades vegetales y su dependencia frente al medio en el cuál habitan. Constituye parte fundamental de la biosociología y sus alcances han sido utilizados en numerosas áreas de la ciencia, esto radica en la relativa facilidad con la que se pueden muestrear comunidades vegetales, ya que estas aun siendo complejas son relativamente estables. “La fitosociología es una ciencia que día a día cobra mayor importancia por la simplicidad de sus métodos, que permiten muestrear y describir grandes unidades de paisaje, constituyendo así una herramienta útil para el diseño de programas de conservación y la cartografía de los recursos naturales” (Ramírez & San Martín 1997). Además, el estudio fitosociológico resulta útil para conocer en profundidad el comportamiento de las comunidades vegetales, ya que permite identificar la riqueza de especies presentes y las relaciones que estas mismas establecen (Matteucci & Colma 1982).

La vegetación puede ser entendida como un contínuo mosaico de comunidades de plantas, que son capaces de constituir las formas del paisaje, esto implica que la vegetación está compuesta por diferentes unidades, adscritas a distintas escalas tanto espaciales como temporales, esta definición aplica para todo tipo de unidad vegetacional, de cualquier tamaño, jerarquía o forma (Gajardo 1994). Cain (1951), plantea que la comunidad vegetal es un término que se emplea para designar unidades bio-sociológicas de cualquier grado, complejidad o tamaño, caracterizadas por una composición y estructura particular, habitando un espacio geográfico determinado, pudiendo agruparse bajo criterios determinados en unidades como la formación vegetal, la asociación, el tipo forestal, entre muchos otros.

La formación vegetal está definida por el carácter fisionómico de las comunidades vegetales que la constituyen. Esta fisionomía es el resultado de la combinación de formas biológicas dominantes. Una formación vegetal representa por lo general la expresión de las determinadas condiciones de vida presentes y está constituida por comunidades-tipo o asociaciones de especies características, que pueden diferir en cuanto a la composición florística, pero en general coinciden en sus rasgos fisionómicos principales (Gajardo 1994).

Las asociaciones vegetales están compuestas por un grupo de especies características, que son el resultado de condiciones específicas del ambiente, presentando una fisionomía o aspecto similar. Para describir una asociación se utilizan listas fitosociológicas, en ellas se encuentran los componentes más representativos, ordenándose posteriormente en especies representativas, especies comunes, especies

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acompañantes y ocasionales. Permitiendo así obtener las especies diagnóstico de una comunidad (Gajardo 1994).

Por esto la fitosociología ha sido empleada como herramienta para la gestión del territorio, mediante el análisis de la vegetación, que permite conocer las propiedades intrínseca de las comunidades vegetales, acción fundamental para la conservación de aquellas comunidades que sean el hábitat de especies de flora amenazada. En este contexto Loidi (2008) plantea diversos conceptos aplicables en la gestión de las comunidades vegetales, como la naturalidad, la rareza, la amenaza y la representatividad de estas (Loidi 2008).

2.2) La vegetación de la Cordillera de la Costa de Valdivia

De acuerdo con la clasificación de la vegetación en las formaciones vegetacionales de Chile, la vegetación predominante en la Cordillera de la Costa de Valdivia corresponde a la región vegetacional del bosque laurifolio, específicamente la subregión del Bosque Laurifolio valdiviano (Gajardo 1994). Esta región vegetacional está caracterizada por la presencia de especies arbóreas laurifolias perennes que habitan en zonas de alta humedad que presentan un régimen de precipitaciones constante durante todo el año y temperaturas moderadas con bajas oscilaciones, en gran medida por acción de la influencia oceánica (Gajardo 1994). Estos bosques presentan una fisionomía densa y una alta estratificación, pudiendo reconocerse entre 4 a 5 estratos en bosques adultos, lo que alberga una alta diversidad de formas de vida (Gajardo 1994). En general estos bosques son bastante pobres en especies herbáceas, condición que facilita la colonización y el posterior reemplazo de las especies nativas ante disturbios o intervenciones de origen antrópico, por especies de características ruderales, que en muchos casos son de origen alóctono (Gajardo 1994). A continuación, se describen las comunidades vegetales arbóreas y arbustivas más relevantes en la zona para los fines de este proyecto.

2.2.1) Comunidades boscosas

Bosque de Olivillo costero.

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Una de las asociaciones más comunes en el área de estudio es el Lapagerio-Aextoxiconetum Oberdörfer (1960) o Bosque de Olivillo costero, que se caracteriza por tener condiciones de alta humedad, lo que permite la presencia de distintas especies trepadoras y epífitas adaptadas a estas condiciones. Según Mora (1986), el estrato arbóreo puede alcanzar alturas cercanas a los 40 m. y se compone principalmente de las siguientes especies: Aextoxicon punctatum, Eucryphia cordifolia y Laurelia sempervirens, las que actúan como especies dominantes. Mientras que, en los estratos inferiores, se encuentra una gran variedad de mirtáceas, hierbas higrófilas y helechos de gran tamaño (Ramírez & San Martin 2005, en Smith-Ramírez et al. 2005). Esta formación vegetal, según Luebert & Pliscoff (2017) corresponde al piso vegetacional N°71, denominado; Bosque laurifolio templado costero de Aextoxicon punctatum-Laurelia sempervirens. Según Gajardo (1994) correspondería a la comunidad de Aextoxicon punctatum-Eucryphia cordifolia (Olivillo-Ulmo).

Bosque de Tepa-Tineo-Mañío

El Laurelio-Weinmannietum Oberdörfer (1960), es una asociación vegetal siempre-verde que se desarrolla en alturas cercanas a los 500 m.s.n.m. La presencia de este bosque coincide con zonas en las que ocurren los procesos de condensación de la neblina y, por ende, corresponde a la zona de mayor humedad del gradiente altitudinal (Oberdörfer 1960, en Smith-Ramírez et al. 2005). Estos bosques están constituidos por especies perennifolias de gran crecimiento, pudiendo alcanzar alturas superiores a los 40 metros en el dosel superior. En él dominan las siguientes especies arbóreas: Laureliopsis philippiana, Weinmannia trichosperma, Dasyphyllum diacanthoides (Less.) Cabrera y Saxegothaea conspicua Lindl. El suelo se encuentra cubierto por especies briófitas y hierbas higrófilas como Anemone hepaticifolia Hook., Pilea elegans Gay y Nertera granadensis (Mutis ex L.f.) Druce. Según Lépez (1998) la corta y degradación de este bosque origina una amplia variedad de asociaciones secundarias, como los renovales de Canelo (Drymis winteri) y el matorral de Palo Brujo (Latua pubiflora), entre otras.

Esta formación vegetal según Luebert & Pliscoff (2017) corresponde al piso vegetacional N°72 denominado; Bosque laurifolio templado costero de Weinmannia trichosperma-Laureliopsis philippiana. Según Gajardo (1994) corresponde a la comunidad de Eucryphia cordifolia-Weinmannia trichosperma (Ulmo-Tineo).

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Bosques de Canelo

Esta comunidad vegetal de carácter secundario se conforma a partir de la corta del bosque original de Tepa (Laureliopsis philippiana) y Tineo (Weinmannia trichosperma), por tanto, es un estado degradado del mismo (Lépez 1998). Estos bosques de segundo crecimiento están dominados en el estrato arbóreo por las especies: Drymis winteri J.R. Forst. & G. Forst. (Canelo) y Amomyrtus luma (Molina) D. Legrand & Kausel (Luma). En estratos menores domina Chusquea quila (Quila), especie que puede desarrollarse de manera bastante densa. Estos bosques se diferencian de los bosques originales de Tepa y Tineo, por la irrupción de especies arbustivas como Ovidia pillopillo (Gay) Meisn., lanceolata Hook. f. y Rhaphithamnus spinosus (Juss.) Moldenke, que conforman el estrato arbustivo en conjunto con la Quila. Por último, en el estrato herbáceo dominan distintas especies de pteridófitas y briófitas como: Weimouthia mollis (Hedw.) Broth. y Megalastrum spectabile (Kaulf.) A.R. Sm & R.C. Moran (Lépez 1998, Ramírez & San Martin 2005, en Smith-Ramírez et al. 2005).

2.2.2) Comunidades arbustivas

Matorral costero de Patagua marina.

El Escallonio-Griselinietum jodinifoliae Ramírez (1982), es una asociación vegetal costera, típica de las zonas más xéricas de la Cordillera de la Costa, representando una de las escasas asociaciones arbustivas naturales presentes en las zonas costeras del sur de Chile. Se trata de un matorral siempre verde, dominado por Griselinia jodinifolia (Griseb.) Taub. (Patagua marina) y Escallonia rubra (Ruiz & Pav.) Pers. var. macrantha (Siete camisas). En los estratos inferiores dominan mucronata (L.F.) Hook. & Arn. y Ugni molinae Turcz., mientras que en el estrato herbáceo destacan distintas hierbas nativas, con un hábito de crecimiento en roseta como: Eryingium paniculatum Cav. & Dombey ex F. Delaroche, Libertia chilensis (Molina) Gunckel y Gunnera tinctoria (Molina) Mirb. (Ramírez et al. 1999, en Smith-Ramírez et al. 2005).

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Matorral de Espinillo

El matorral exótico de Espinillo, Rubo-Ulicetum Hildebrand (1983), es una asociación vegetal de origen terciario, que ocupa una posición permanente luego de la degradación de los bosques de Coihue- Ulmo ((Nothofagus dombeyi-Eucryphia cordifolia). Estos matorrales colonizan praderas destinadas al pastoreo de animales de ganado, que al ser abandonadas son invadidas por especies de arbustos alóctonos como Ulex europaeus L. (Espinillo) y Rubus ulmifolius (Murra) Schott, estas especies forman matorrales perennifolios espinosos bastante densos, de difícil erradicación, debido principalmente a la alta resistencia del Espinillo a procesos de erradicación como la corta, la quema y el uso de pesticidas (Ramírez et al. 1988, en Smith-Ramírez et al. 2005).

2.3) Régimen de alteración y amenazas para la conservación de la biodiversidad

El aumento poblacional constante y sin precedentes en los últimos siglos, ha generado una enorme presión en la explotación de los recursos naturales, representando una amenaza para casi todos los ecosistemas mundiales, lo que a su vez genera elevadas pérdidas en la biodiversidad de flora. En este contexto los ecosistemas naturales de Chile están sometidos a distintas fuentes de presión antrópica, como la deforestación, el cambio de uso de suelo y la invasión de especies exóticas (Simonetti et al. 2011).

Como consecuencia de esto especies con rangos de distribución restringidos pueden experimentar problemas persistentes en sus dinámicas poblaciones, enfrentando en algunos casos el riesgo de extinción, por tanto, es fundamental caracterizar apropiadamente el hábitat de dichas especies y detectar la lista de factores que puedan incidir negativamente en sus dinámicas poblacionales, para ello es necesario el uso de modelos que permitan definir el efecto que estos factores puedan tener en dichas especies. Esto permitirá conocer en detalle la respuesta de las especies de flora amenazadas a factores que amenacen sus poblaciones, conllevando así una actividad fundamental para el manejo y conservación de especies de flora amenazadas (Brigham & Schwartz 1997).

En el caso de Chile la superficie original cubierta por bosques costeros ha sido reducida en más de un 40 %, esto sin considerar los cambios en estructura y composición de los cada vez más escasos remanentes de bosque nativo. Esta drástica disminución de la cobertura boscosa se debe principalmente a distintos factores de origen antrópico como; la sustitución del bosque nativo por plantaciones exóticas de Pino (Pinus radiata) y Eucalipto (Eucalyptus sp.), la explotación forestal para la obtención de madera y astillas, la extracción de leña, la generación de incendios forestales intencionados y el sobrepastoreo 7

que en muchos casos gatilla el asentamiento de especies exóticas. Estas amenazas se suman a la falta de planificación territorial que en sectores rurales muchas veces es inexistente, permitiendo que áreas de alto valor de conservación se transformen en plantaciones exóticas o sean destinadas a la construcción de obras de infraestructura en lugares inadecuados (Cavelier & Tecklin 2005, en Smith-Ramírez et al. 2005).

2.4) Historia y ecología de Lobelia bridgesii.

La especie fue originalmente descrita en 1834, por los científicos Joseph Dalton Hooker y George Walker Arnott, quienes describieron gran parte de las lobeliáceas de américa del sur (Krause 1988).

Lobelia bridgesii es una planta herbácea robusta, que puede alcanzar hasta 2,5 metros de altura. Presenta un sistema radical conformado por una gruesa raíz napiforme, que alcanza hasta 40 cm de largo (Krause 1988). Los tallos de la Tupa rosada son vástagos aéreos, que por lo general nacen de a 2 o 3 desde la gruesa raíz, estos son bastante frágiles y quebradizos y tienden a desprenderse fácilmente. Las hojas delgadas y alargadas son de un color verde claro y pueden llegar a medir hasta 30 cm de largo y 5 de ancho, estas poseen una nervadura reticulada y un borde aserrado. Las flores se disponen en racimos en el extremo de los tallos, el cáliz y la corola son fácilmente diferenciables, el cáliz es de colores verdes claros, mientras que la corola presenta colores rosáceos, la flor se conforma por cinco pétalos, de 4 cm de largo en promedio. El fruto es una capsula seca bilocular, que al madurar se desprende por acción de la gravedad, dejando caer las semillas mediante el mecanismo de barocoria. Lobelia bridgesii representa la forma de vida criptófita, específicamente geófitos, esto le permite desaparecer en la época más desfavorable entre los meses de mayo y agosto sobreviviendo por medio de su grueso sistema radicular, ocurriendo el rebrote a mediados del mes de septiembre (Krause, 1988).

La Tupa Rosada es una planta, endémica de la región de Los Ríos, específicamente las comunas de Valdivia y Corral. La primera colecta oficial de la especie fue realizada en el 1878 por el naturalista alemán Rudolfo Philippi en las cercanías de la bahía de Corral. No fue hasta el año 1988 que Eduardo Krause menciono formalmente la existencia de la especie en 5 localidades cercanas a la bahía de Corral, las cuáles son: (1) orillas del río tornagaleones, (2) ensenada de San Juan, (3) Corral, (4) San Carlos y (5) orillas del río Cruces (Krausse 1988). Luego Pablo Lépez en el año 1998 registro a la especie en las cercanías del cerro Oncol, siendo este el primer registró formal de la especie fuera de la comuna de Corral (Lépez 1998). Sin embargo, hasta la fecha no se ha realizado un análisis detallado de la distribución 8

geográfica completo de la especie y tampoco se ha estimado el tamaño poblacional de cada una estas poblaciones.

Lobelia bridgesii fue catalogada por primera vez en el año 1989 en el simposio “Árboles y Arbustos Nativos Amenazados”, instancia en la que la especie fue catalogada como “rara” (Benoit et al. 1989). Sin embargo, el año anterior Eduardo Krause postulaba que la especie debiera ser catalogada como especie “en peligro”, debido a que las condiciones en las que se desarrolla no garantizaban su supervivencia, ya que no se tenía registró de poblaciones desarrollándose en áreas protegidas (Krause 1988).

Mientras que en el año 2005 en el libro “Plantas amenazadas del centro sur de Chile” de Hechenleitner et al. 2005, la especie es catalogada en la categoría “vulnerable”, debido a su restringida distribución la cual no supera los 10 km2 y su escasa población la que no superaría los 1.000 individuos adultos (Hechenleitner et al. 2005). En base a estos criterios en el año 2013 mediante el decreto supremo N°12 en el noveno proceso de clasificación de especies amenazadas, el Ministerio del Medio Ambiente cataloga a la especie en la categoría “Vulnerable” y se agrega que la especie es altamente propensa a alteraciones de origen antrópico y por ende podría cambiar de categoría a en “En Peligro Crítico” e incluso extinguirse en un período de tiempo muy corto (Ministerio del Medio Ambiente 2013).

La especie no presenta requerimientos específicos de suelo, ya que puede crecer en suelos con abundante materia orgánica, como también en suelos pobres en nutrientes (Krause 1988). Según Hechenleitner et al. (2005), la especie se desarrolla desde el nivel del mar hasta los 450 metros sobre el nivel del mar, frecuentemente se encuentra en bordes de caminos recientemente alterados y a lo largo de cursos de agua.

Aparentemente, Lobelia bridgesii es una especie que coloniza biotopos ruderales, limitándose su presencia a intervenciones de origen antrópico. La especie se desarrolla preferentemente en matorrales secundarios, que se componen principalmente de arbustos y hierbas alóctonas, estos matorrales corresponden a las asociaciones; Rhaphithamno-Aristotelietum (Oberdörfer 1960), Rubo-Ulicetum (Hildebrandt 1983) y un estado degradado del Griselinio-Escallonietum (Ramírez 1982). Según Krause (1988), las especies que presentan una mayor afinidad fitosociológica con Lobelia bridgesii son; Ulex europaeus, Aristotelia chilensis y Ranunculus repens L. Además, según la caracterización realizada en el sector de San Carlos, comuna de Corral, las especies arbóreas no poseen altos valores de importancia, lo que resalta la dominancia de especies arbustivas como el Chilco, el Maqui y el Espinillo. Cabe mencionar que las escasas caracterizaciones fitosociológicas sobre la especie fueron realizadas 9

exclusivamente en zonas de alta alteración antrópica, que se encuentra plagadas por la especie Ulex europaeus, la que en los últimos años ha modificado considerablemente las dinámicas de sucesión y colonización de las especies nativas. Sin embargo, Hechenleitner et al. (2005), asocia a Lobelia bridgesii con distintas especies nativas arbóreas y arbustivas como; Aextoxicon punctatum, Amomyrtus meli y Embothrium coccineum J.R Forst. & G. Forst.

Los escasos estudios relativos a la estructura y composición florística de las comunidades vegetales en las que participa Lobelia bridgesii, no han sido realizados en toda su área de distribución, limitándose principalmente a la Bahía de Corral y localidades cercanas (Krause 1988). Por ello no se conoce con claridad en que otras asociaciones pueda encontrarse la especie, ni tampoco la real distribución de la especie.

3. MATERIAL Y MÉTODOS

3.1) Área de estudio:

3.1.1) Caracterización general del área de estudio

La Cordillera de la Costa de Valdivia se caracteriza por la prevalencia de un clima templado lluvioso con influencias oceánicas, seguido por abundantes precipitaciones, sobre todo en la época invernal. La temperatura promedio anual es de 11,9 grados Celcius, mientras que en el mes más cálido esta temperatura asciende a los 17 grados y en el mes más frío desciende a los 7,7 °. Las precipitaciones anuales alcanzan los 2.540 mm, además la precipitación positiva anual registra el mismo valor, es decir que las temperaturas promedio rara vez alcanzan valores menores a los 0 ° grados. (Luebert & Pliscoff 2017). El área de estudio corresponde a la localidad de Pilunkura, Región de Los Ríos, la cual se ubica en la región macro bioclimática templada, específicamente en el bioclima templado hiperocéanico, contenido en el ombrotipo húmedo y el termotipo supratemplado (Luebert & Pliscoff 2017).

En general la Cordillera de la Costa del sur de Chile se caracteriza por la presencia de bajas cumbres que ocasionalmente superan los 500 m, en este contexto destaca la cumbre del cerro Oncol al norte del río Valdivia, con una altura de 720 metros sobre el nivel del mar. La uniformidad litológica de estos

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paisajes está dada por los afloramientos de esquistos paleozoicos de la serie occidental del basamento metamórfico, que conforman los macizos costeros centrales de la Cordillera de la Costa, solo en la Cordillera de la Costa de Valdivia es posible observar pequeños afloramientos aislados de rocas sedimentarias miocénicas y pliocénicas (Mardones 2005, en Smith-Ramírez et al. 2005). En general, las formaciones geológicas presentes en la cuenca del rio Valdivia representan franjas con orientación poniente-oriente, las cuales están compuestas por distintos tipos de rocas metamórficas y sedimentarias (DGA 2004).

En la Cordillera de la Costa de la región de Los Lagos y Los Ríos se describen 6 series de suelos, estas corresponden a las series: Bahía Mansa, Punotro, Piedra de Oro, Repil, Hueñi y serie Collihuinco. Estos suelos se caracterizan por estar ubicados sobre metamorfitas muy meteorizadas, las cuales no presentan evidencias de iluviación de arcillas o de componentes orgánicos (DGA 2004).

La localidad se emplaza en las cercanías del área de Curiñanco, área considerada prioritaria para la conservación de la biodiversidad, tanto por entidades gubernamentales como el Ministerio del Medio Ambientes (ex CONAMA) y el Comité Pro-Defensa de la Flora y la Fauna (CODEFF), como también por entidades internacionales como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Esta área se caracteriza por la presencia de extensos bosques de Olivillo costero, los cuales se encuentran escasamente representados en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres (SNASPE) (CONAMA 2002).

Según autores como CONAMA (2002), Smith-Ramírez et al. (2005), en Smith-Ramírez et al. (2005) y Lépez (1998), en esta zona se encuentran distintas especies de flora amenazada, muchas de ellas presentan micro endemismos como: Blechnum corralense Espinosa, especie que actualmente se encuentra en peligro de extinción; Lobelia bridgesii Hook & Arn., especie Vulnerable; y la especie Valdivia gayana J. Remy. catalogada como especie Vulnerable. Además de muchas otras especies endémicas de la Cordillera de la Costa de Valdivia de interés que hasta la fecha no han sido sometidas a procesos de clasificación formales, tales como: Jovellana violacea (Cav.) G. Don, Latua pubiflora (Griseb.) Baill. y otras especies pertenecientes a la familia Orchidaceae (Lépez 1998).

3.1.2) Selección del área de estudio.

El área estudio se encuentra emplazada en las cercanías de la playa Pilunkura, en zonas cercanas a los faldeos de la Cordillera de La Costa, coordenadas UTM de referencia 641883.56-5607596.01 (Huso

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18 H). También se emplazaron puntos de muestreo a lo largo de un tramo que recorre las cercanías del cerro Pililín en la zona más alta de la cordillera de la costa y posteriormente baja a la playa Pilunkura, este sector es conocido como “Pichicuyin”, las coordenadas UTM de referencia son; 644924.30- 5606515.39 (Huso 18 H) en el inicio del tramo y 641519.19-5608885.87 (Huso 18 H) en el comienzo de la bajada hacia la playa Pilunkura.

Figura 1: Mapa referencial del área de estudio.

Para localizar los puntos de muestreo, previamente se realizaron prospecciones botánicas por las cercanías del área de estudio. En el lugar se recorrió exhaustivamente las zonas en donde potencialmente se podría encontrar la especie Lobelia bridgesii. Estas zonas cumplen con los criterios ecológicos establecidos por Krause (1988), que asocia la presencia de la especie exclusivamente a zonas a orilla de caminos, en zonas de transición entre praderas y bosques y creciendo adyacente a cuerpos de agua.

Una vez definidos los criterios ecológicos se procedió a foto interpretar la zona de potencial ocurrencia de la especie, añadiendo una zona buffer de 20 metros en cada una de las zonas de interés, a fin de maximizar la probabilidad de encontrar a la especie. Luego se procedió a asignar los puntos de muestreo, los cuáles se distribuyeron cada 500 metros en las zonas a orillas de camino, mientras que en

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los polígonos que representan las transiciones entre praderas y bosque se asignaron puntos cada 5 ha, con separación de al menos 100 metros entre cada punto de muestreo. De esta manera se logró asignar 31 puntos de muestreo. De los 31 posibles puntos de muestreo se logró muestrear tan solo 16 de estos, ya que en 13 de los 15 puntos la especie se encontraba ausente y en los restantes las condiciones del terreno no eran seguras para realizar los censos, debido a la alta pendiente y difícil accesibilidad de estos.

3.2) Captura de datos

Las campañas de recolección de datos en terreno se realizaron entre los meses de noviembre y marzo, entre los años 2017 y 2018, con alrededor de 16 días efectivos en terreno. El trabajo florístico consistió en la confección de catastros de especies de flora vascular, en el caso de especies desconocidas se realizaron procesos de herborización, para identificar especies pertenecientes a familias de difícil taxonomía como las familias: Poaceae, Juncaceae, Cyperaceae e Hymenophyllaceae. Las especies herborizadas fueron posteriormente sometidas a reconocimiento mediante literatura especializada según sea el caso; (Dietl et al. 2009, Fuentes et al. 2014, Riedemann & Aldunate 2003 y Teillier et al. 2014).

La nomenclatura de las especies sigue a las indicadas en el portal web “ www.theplantlist.org” del Jardín Botánico de Missouri. Por último, para la determinación del espectro biológico de las respectivas comunidades vegetales, se utilizó el sistema de clasificación de las formas de vida de Raunkiaer (1937), con la modificación realizada por Mueller-Domboiss & Ellemberg (1973). Para el presente estudio se contemplaron las siguientes formas de vida; fanerófitos, hemicriptófitos, terófitos, caméfitos, criptófitos, lianas, epifitos, lianas epifitas y parásitos (Anexo 3).

3.3) Muestreo en terreno.

El trabajo de reconocimiento vegetacional en terreno se realizó aplicando la metodología fitosociológica europea (Braun Blanquet 1979). Con el uso de esta metodología se realizaron 16 censos de vegetación en zonas bastante intervenidas, pero ecológicamente homogéneas. Para la delimitación de los censos de vegetación, se emplearon parcelas rectangulares, debido a que la distribución de las comunidades en zonas a orillas de caminos o cercanas a cuerpos de agua, en las que participa la especie objetivo, no permiten la realización de parcelas cuadradas, ya que se incurre en el error de muestrear comunidades vegetales distintas a las de este estudio, por otra parte con este método se facilita la 13

evaluación de las variables caminando en línea recta, permitiendo además mantener intactas las condiciones ecológicas dentro de la unidad de muestreo (Matteucci & Colma 1982).

La determinación del área mínima de muestreo se realizó mediante la instalación de parcelas de 1 m2, en las cuáles se registraron todas las especies presentes, luego este valor se aumenta progresivamente hasta llegar al punto de no aparición de nuevas especies, en este punto se graficaron los resultados en una curva de relación especies y área, el punto en que la pendiente tiende a 0 y el aumento de especies es marginal representa la superficie mínima necesaria para el muestreo adecuado y representativo de la comunidad vegetal en cuestión (Ramírez & San Martín 1997, Núñez 1987). Este procedimiento se replicó en 5 ocasiones, debido al alto recambio de especies observado en terreno, de esta manera se ponderaron los valores obtenidos y se obtuvo un valor de área mínima más certero, el cuál contemple la heterogeneidad florística de las comunidades vegetales analizadas (Figura 2).

Mientras que la determinación del número mínimo de censos consistió en la realización de curvas de relación de especies y censos, que consistieron en sumar consecutivamente las especies que aparecen a través de los censos, permitiendo así identificar el punto en el cual la pendiente decrece y tiende a 0 (Ramírez & San Martin 1997) (Figura 3).

En cada censo de vegetación se realizó un catastro exhaustivo de todas las especies de flora vascular presentes, determinándose la abundancia de las especies mediante el uso del porcentaje de cobertura en terreno, utilizándose para valores inferiores al 1% los signos “+” y “r” (Mueller-Dombois & Ellemberg 1974, Braun-Blanquet 1979). Estos valores posteriormente fueron transformados a una escala numérica para determinar los distintos valores relativos y de importancia y con ello clasificar a las especies según su jerarquía (Anexo 1).

3.3.1) Poblaciones de Lobelia bridgesii Hook. & Arn.

En cada censo de vegetación, se cuantificó la abundancia de Lobelia bridgesii, junto con el estado fenológico y distintos indicadores de condición de los individuos, como el número de tallos y la altura promedio de los individuos. Por último, se definió el estado fitosanitario (E.F.) de cada individuo, el cual contempla las siguientes categorías: a) E.F. bueno: referente a individuos que no presenten un valor de daño aparente superior al 10%; b) E.F. regular: referente a individuos que presenten un valor de daño aparente que oscila entre el 10 y 50% y c) E.F. malo: referente a individuos que presenten un valor de

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daño aparente superior al 50 %. El daño aparente se determinó mediante el análisis de condición de las distintas estructuras de la planta, como los tallos, las hojas y las flores si fuera el caso. Esta escala se determinó de manera visual en terreno (Anexo 15).

3.4) Análisis de los datos.

El trabajo de gabinete consistió en incorporar las especies registradas en una tabla fitosociológica inicial, con ella fue posible determinar el valor de importancia de las especies en todos los censos realizados. Una vez obtenido los valores de importancia de cada especie, se generó una segunda tabla fitosociológica, ordenada de manera decreciente según el valor de importancia determinado para cada especie (Anexo 7).

El análisis de similitud florística se realizó mediante el uso del software PRIMER 6, empleando el cálculo del índice de Sorensen. Esto permitió definir conglomerados de muestras (censos) según su semejanza florística, con un mayor énfasis en las especies compartidas. Como valor de corte se utilizó el 45% de similitud florística, ya que las comunidades evaluadas manifestaron una alta heterogeneidad en cuánto a la riqueza de especies. Este análisis permitió agrupar los 16 censos realizados de manera jerárquica, representándolos en un análisis de clúster o dendrograma (Figura 5).

Posteriormente se generaron 3 tablas diferenciales, que fueron agrupadas según su similitud florística, para poder determinar las distintas comunidades vegetales a las que pertenecen los respectivos censos. El reconocimiento de las comunidades vegetales se realizó mediante literatura especializada; (Gajardo 1994, Oberdörfer 1960, Ramírez & San Martín, en Smith-Ramírez et al 2005, Lépez 1989, Luebert & Pliscoff 2017).

En último lugar se calculó el índice de comunidad de Ellemberg (1956), con respecto a la frecuencia y la cobertura de las especies. El uso del índice de comunidad permitió definir el grado de asociación o afinidad sociológica que presentan las especies registradas en los censos con una especie patrón, en este caso Lobelia bridgesii. Este agrupamiento posteriormente fue utilizado para definir rangos de afinidad sociológica según los dos parámetros descritos con anterioridad y con ello identificar las especies que presentan mayores niveles de afinidad con Lobelia bridgesii (Ramírez & San Martin 1997) (ver Cuadro 4 y Anexo 8).

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4. RESULTADOS

4.1) Determinación del Área y censos mínimos de muestreo.

En la determinación del área mínima se registraron 60 especies en la mayor superficie muestreada, que fue de 512 m2. Este valor no pudo ser aumentado debido a la escasa superficie en las que desarrollaban las comunidades vegetales de interés, dado que la matriz predominante de vegetación correspondía a bosque nativo siempreverde densa, formación que no corresponde a la comunidad objetivo de este estudio. La curva especies/área muestra una pendiente ascendente hasta los 200 m2, valor en el cual la curva comienza a estabilizarse hasta llegar a un punto en que el aumento de especies es nulo en los 300 m2. El área mínima se ubica entonces entre los 200 y los 300 m2, específicamente a los 256 m2.

70 60 50

40 30

Especies 20 10 0 0 100 200 300 400 500 600 700 Area mínima (m²) Figura 2: Curva de especies/área de las comunidades vegetales de estudio.

En la determinación del número mínimo de censos se apreció un aumento constante del número de especies a través de los censos, hasta el censo número 11, en el cual la curva acumulada de especies registró 135 especies, correspondientes a un 93 % del total de especies registradas (146 especies). De esta forma en los siguientes 5 censos tan solo se adicionaron 9 especies nuevas, correspondiendo tan solo a un 7 % del total de especies registradas. Por tanto, los resultados señalan que con un mínimo de 11 censos fue posible registrar más de tres cuartos de la estructura y composición florística de las

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comunidades vegetales estudiadas, considerándose este valor como significativo para determinar el número de censos necesarios, para las comunidades en las que participa Lobelia bridgesii.

160 140

120 100 80 60 40

Especies acumuladas 20 0 12345678910111213141516 Censos de vegetación Figura 3: Curva especies/censos de las comunidades vegetales de estudio.

4.2) Flora y vegetación.

La flora registrada en las comunidades vegetales en las que participa Lobelia bridgesii en los sectores de Pichicuyin y Pilunkura, estaba compuesta por 146 especies de flora vascular, representadas en 67 familias y 111 géneros (Anexo 5). La familia mayormente representada fue en primer lugar, la familia Asteraceae con 16 especies; luego, la familia Poaceae, con 10 especies, a continuación, menormente representadas, encontramos a las familias Hymenophyllaceae con 8 especies, Myrtaceae con 7 especies y, por último, Blechnaceae y Cyperaceae, con 6 especies cada una.

4.2.1) Origen biogeográfico de las especies.

De las 146 especies presentes en el área de estudio, 119 especies eran nativas, correspondiendo a un 81, 51 % del total, mientras que las restantes 27 fueron de origen alóctono, en su mayoría de origen euroasiático, representando un 18,49 % del total de especies registradas. El bajo número de especies alóctonas llama la atención, debido al alto nivel de presión antrópica presente en el sector de estudio. Por otro lado, la gran diversidad de especies nativas se explica en la alta competencia existente en los biotopos

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estudiados, los cuáles en su mayoría se encontraban en distintas etapas de sucesión y, por tanto, el recambio de especies entre cada punto de muestreo o censo fue bastante alto (Anexo 5).

Cuadro 1. Distribución taxonómica de la flora vascular.

Clase taxonómica Especies Porcentaje

Filicopsida 25 17,12% Liliopsida 21 14,40% Magnoliopsida 98 67,12% Pinopsida 2 1,40%

Total 146 100%

4.3) Determinación del Espectro biológico.

El espectro biológico de la flora vascular registrada se encuentra mayormente representado por la forma de vida fanerófitos, con 51 especies, representadas en un 35 % de las 146 especies encontradas, en su gran mayoría las especies pertenecientes a esta forma de vida son plantas del tipo leñosas, tanto arbóreas como arbustivas. En segundo lugar, se encuentra la forma de vida hemicriptófitos, que está compuesta principalmente por especies herbáceas, tanto anuales como bianuales, compuestas por 50 especies de plantas vasculares, representando un 34,20% del total. En tercera posición se encuentran las lianas con 14 especies de flora vascular, representadas en un 9,6 % del total. Luego en cuarto lugar con un 8,9% se encuentran las especies terófitas, representadas en 13 especies, en su mayoría hierbas caducas de origen alóctono. Mientras que los epífitos representan un 8,2 % del total de especies, ubicándose en el quinto lugar, esta forma de vida está representada en 12 especies. Por último, con porcentajes menores al 3 % se encuentran las formas de vida; criptófitos y lianas epifitas con un 1,4% con 2 especies. En último lugar las formas de vida parásitos y caméfitos estuvieron representadas en un 0,7%, por tan solo una especie en cada categoría (Cuadro 2).

Cuadro 2. Espectro biológico de la flora vascular registrada.

Formas de vida Especies Porcentaje de participación

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Fanerófitos 51 35% Hemicriptófitos 50 34,20% Lianas 14 9,60% Terófitas 13 8,90% Caméfitos 9 6,20% Epífitos 4 2,70% Criptófitos 2 1,40% Lianas epífitas 2 1,40% Parásitas 1 0,70% Total 146 100%

La gran mayoría de fanerófitos registrados correspondieron a especies nativas, tanto arbóreas como arbustivas, a excepción de Teline monspessulana (L.) K. Koch, arbusto exótico que actúa como una plaga en el centro-sur de Chile. Las especies fanerófitas que registraron mayor frecuencia fueron; Laureliopsis philippiana, Dasyphyllum diacanthoides y Drymis winteri, mientras que, en fanerófitos de menor tamaño, se encontró regularmente a las especies; Ovidia pillo-pillo, Rhaphithamnus spinosus y Chusquea quila.

60

50

40 Introducidas 30 Nativas 20

N° especies 10 0

Formas de vida

Figura 4. Espectro biológico distribuido por origen biogeográfico de la flora vascular.

En la forma de vida hemicriptófitos, las especies más comunes fueron; Centella asiatica (L.) Urb., Hypochaeris radicata L. y Nertera granadensis, las dos primeras son de origen alóctono y son típicas de sitios alterados, creciendo preferentemente en lugares abiertos. Por otro lado, las lianas más comunes fueron; Cissus striata Ruiz & Pav. y Lapageria rosea Ruiz & Pav., ambas enredaderas son especies nativas, bastante comunes tanto en matorrales como en bosques. Mientras que los epífitos en su mayoría 19

estaban representados por helechos del género Hymenophyllum spp., la especie más común fue Hymenophyllum plicatum Kaulf., helecho nativo típico de bosques adultos, el que en terreno se observó de forma escasa y creciendo en los pocos lugares sombríos existentes que abarcó este estudio. Cabe destacar que el hábito criptófitos estaba representado unícamente por 2 especies, Lobelia bridgesii y Brachystele unilateralis (Poir.) Schltr (Orchidaceae), esta última se encontró únicamente en sectores de altura y de manera escasa. Mientras que en la forma de vida terófitas predominaron las especies alóctonas, en su mayoría plantas anuales, que se consideran asilvestradas, como Digitalis purpurea L., Cirsium vulgare (Savi) Ten. y Prunella vulgaris L., entre otras y que son típicas de ecosistemas alterados. Por último, las formas de vida; parásitas, caméfitos y lianas epifitas se encontraban pobremente representadas por 1 o 2 especies por categoría (Anexo 5).

4.4) Determinación del valor de importancia de las especies.

Al realizarse la ponderación entre las frecuencias relativas y las coberturas relativas de cada especie en un valor de importancia (V.I) fue posible clasificar a las especies de manera jerárquica. De esta forma la especie con un mayor V.I. fue Laureliopsis philippiana (Tepa) con un valor de 13,76, presente en 15 de los 16 censos, en segundo lugar, se encuentra la especie arbórea Dasyphyllum diacanthoides (Trevo), con un V.I. de 12,46 y en tercer lugar Drymis winteri con un valor de 10,48. Cabe mencionar que Lobelia bridgesii tuvo un V.I. de 4,0 considerado intermedio en relación con el resto de las especies (Anexo 7).

Cuadro 3: Valores de importancia, Cobertura y frecuencia relativas de las principales especies de flora vascular registrada.

Frecuencia Cobertura Valor de Especies relativa relativa importancia Laureliopsis philippiana 1,9 11,8 13,8 Dasyphyllum diacanthoides 1,5 10,9 12,5 Drymis winteri 1,4 9,1 10,5 Chusquea quila 1,7 7,5 9,2 Aextoxicon punctatum 1,3 6 7,3 Ovidia pillopillo 2,2 4,5 6,7 Myrceugenia planipes 1,4 4,8 6,2 Luma apiculata 1,7 4,1 5,7 Amomyrtus luma 1,5 3,2 4,7 Aristotelia chilensis 1,1 3,4 4,6 Lobelia bridgesii 2,2 1,8 4

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4.5) Afinidad fitosociológica de las especies de flora vascular.

El grado de asociación sociológica se calculó en relación con una especie patrón, en este caso Lobelia bridgesii, mediante el uso de dos criterios de comparación; (1) la frecuencia y (2) la cobertura obtenida en terreno para cada especie. Al promediar los porcentajes de cobertura y frecuencia, se determinó que las 5 especies con mayor grado de afinidad sociológica fueron las siguientes: 1) Ovidia pillo-pillo, arbusto nativo, bastante frecuente en zonas de bosques degradados, de crecimiento aislado a poco denso, el que registró valores de 100 % en ambas ponderaciones; 2) Hypochaeris radicata, hierba perenne de origen alóctono, bastante común en zonas degradadas, de crecimiento denso, en pequeñas colonias o tapices extensos, registró un 100% de afinidad sociológica en ambas ponderaciones; 3) Laureliopsis philippiana, árbol nativo, bastante frecuente en estadios de crecimiento juveniles, rara vez se encontraron ejemplares adultos, registró valores de afinidad de 87,5 en la frecuencia y 95,2 % en la cobertura. 4) Lomatia ferruginea, árbol nativo, de crecimiento aislado, del que se registró escasos individuos con bajas coberturas, obtuvo valores de 81,25 % en la frecuencia y 85,5 % en la cobertura y, finalmente, la especie 5) Chusquea quila, arbusto nativo, bastante frecuente en los márgenes de zonas boscosas degradadas, de crecimiento continuo y denso a lo largo de las comunidades vegetales de estudio, registró valores de afinidad sociológica de un 75 % en frecuencia y un 92,5 % en cobertura.

A continuación, en el Cuadro 4, se presenta una tabla de afinidad sociológica en la cual se encuentran las especies que obtuvieron una mayor afinidad sociológica. Se incluyeron los dos rangos con más afinidad, el primero va desde un 81-100% y el segundo desde un 61-80,9%.

Cuadro 4. Afinidad sociológica de la flora vascular, ver tabla completa en Anexo 9.

Rangos de afinidad Especies sociológica Frecuencia Cobertura Centella asiatica Centella asiatica Hypochaeris radicata Chusquea quila Laureliopsis philippiana Dasyphyllum diacanthoides Lomatia ferruginea Drymis winteri Nertera granadensis Hypochaeris radicata 81% - 100% Ovidia pillo-pillo Hydrocotile indecora Prunella vulgaris Laureliopsis philippiana Lomatia ferruginea Lophoshoria quadripinnata Luma apiculata Ovidia pillo-pillo

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Amomyrtus luma Aextoxicon punctatum Blechnum hastatum Amomyrtus luma Chusquea quila Aristotelia chilensis Dasyphyllum diacanthoides Digitalis purpurea Digitalis purpurea Greigia sphacelata Drymis winteri Myrceugenia planipes 61% - 80,9% Greigia sphacelata Nertera granadensis Hydrocotile indecora Prunella vulgaris Lapageria rosea Rhaphithamnus spinosus Lophoshoria quadripinnata Rubus ulmifolius Luma apiculata Myrceugenia planipes Rhaphithamnus spinosus Rubus ulmifolius

4.6) Análisis de conglomerados.

Para determinar las distintas comunidades vegetales presentes en los 16 censos de vegetación realizados se consideró el uso de un índice de similitud florística (índice de Sorensen), que permitió definir grupos o conglomerados de especies que comparten un cierto porcentaje de especies en común, para ello se definió como grupos afines a los conglomerados que posean una similitud florística superior al 45 %, este bajo número se explica en la alta cantidad de especies registradas y su alta variación en los distintos censos. De esta forma se definieron 3 conglomerados, que representan las comunidades vegetales determinadas para este estudio, estos se constituyen de la siguiente forma; conglomerado 1, considero los censos; 13,14,15 y 16. Por otro lado el conglomerado 2, considero los censos; 9, 12,10 y 11 y por último el conglomerado 3 considero los censos; 5,4,3,8,2,6,1 y 7. De cada conglomerado se realizaron tablas fitosociológicas parciales, que permitieron identificar la participación fitosociológica de las distintas especies registradas, definiéndose especies diferenciales o dominantes, representativas, comunes, acompañantes y ocasionales. En general los 3 conglomerados se encontraban dominados por especies arbóreas nativas, como el Olivillo (Aextoxicon punctatum), la Tepa (Laureliopsis philippiana), el Canelo (Drymis winteri) y el Trevo (Dasyphyllum diacanthoides).

La tabla ordenada determinada según los valores de importancia, fue dividida en tres conglomerados o grupos de censos descritos anteriormente. Luego se determinaron las respectivas especies diferenciales y representativas de cada comunidad, que fueron de utilidad para denominar las respectivas comunidades vegetales determinadas para este estudio. En este caso se eligieron especies arbóreas y arbustivas, para efectuar dicha labor, ya que, al tratarse de bosques de renuevo, este tipo de especies cobran mayor importancia. 22

Figura 5: Índice de similitud florística de Sorensen.

En cuanto a la flora y vegetación de las comunidades, se observa una clara diferencia en los valores de riqueza florística, ya que el número de especies registradas en cada conglomerado vario considerablemente, puesto que 2 conglomerados representaban tan solo 4 censos cada uno, mientras que el restante representaba 8 censos, por tanto, el número de especies fue bastante mayor a los otros 2 conglomerados (ver Anexos: 10,11 y 12).

Cuadro 5: Esquema de las comunidades vegetales determinadas, separadas por especies diferenciales y representativas. Comunidades vegetales determinadas Especies diferenciales y Renoval de Tepa Renovales de Bosque degradado representativas y Trevo Canelo de Olivillo y Tepa Laureliopsis philippiana Dasyphyllum diacanthoides Greigia sphacelata Drymis winteri Amomyrtus luma Baccharis sphaerocephala Lobelia bridgesii Aextoxicon punctatum Myrceugenia planipes Chusquea quila

Número de censos: 4 4 8

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4.6.1) Conglomerado 1: Renovales de Trevo y Tepa

Los puntos muestreados correspondientes a esta comunidad vegetal presentaron doseles con alturas superiores a los 9 metros de altura, no obstante, en algunos casos se registraron individuos arbóreos adultos que alcanzaban alturas por sobre los 20 m., estos individuos son testigos de la estructura antigua del bosque primario.

Estas comunidades vegetales se caracterizaron por presentar bajas pendientes y alturas intermedias que van desde los 250 hasta los 420 m.s.n.m. en el punto más alto. Las especies representativas son; Dasyphyllum diacanthoides (21,2 V.I), Laureliopsis philippiana (17,47 V.I) y en menor medida Drymis winteri (10,02 V.I) en el estrato arbóreo. Mientras que en el estrato arbustivo se registró una amplia dominancia de las especies; Greigia sphacelata (Ruiz & Pav.) Regel (Chupón) con un V.I. de 8,47 y Ovidia pillo-pillo con un V.I. de 6,91. Por último, en el estrato herbáceo dominaron especies de origen alóctono como Hypochaeris radicata (3,54 V.I) y Prunella vulgaris (2,20 V.I) y en menor medida otras especies nativas como Brachystele unilateralis (2,18 V.I) y Disopsis glechomoides (A. Rich.) Müll. Arg. (2,07 V.I), en estas comunidades Lobelia bridgesii obtuvo un V.I. de 2,93 (Anexo 10).

Por distribución estos bosques corresponderían a la asociación Laurelio-Weinmannietum Oberdörfer (1960), que es característica de zonas de altura en la Cordillera de la Costa. No obstante, especies como el Canelo (Drymis winteri) y el Trevo (Dasyphyllum diacanthoides) han adquirido un mayor protagonismo en los estadios de regeneración del bosque primario original, el cuál ha sido sujeto de distintos tipos de degradación, como la tala y la consiguiente actividad ganadera, que compacta los suelos y afecta la regeneración de las especies nativas, generando praderas de bajo valor forrajero; testigo de ello es la alta densidad en las coberturas de la especie Greigia sphacelata que naturalmente invade las áreas antiguamente ocupadas por estos bosques (Ramírez & San Martin 2005, en Smith-Ramírez et al. 2005). Este tipo de vegetación fue registrada en los censos: 13,14,15 y 16.

Formación: Bosque laurifolio de Tepa y Tineo Gajardo (1994).

Asociación: Laurelio-Weinmannietum Oberdörfer (1960).

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Según Luebert & Pliscoff (2017), esta comunidad pertenece al piso bioclimático N°72. denominado; “Bosque Laurifolio templado costero de Weinmannia trichosperma-Laureliopsis philippiana”.

Cuadro 6: Espectro biológico y origen biogeográfico del Bosque de Trevo y Tepa. Formas de vida Especies Autóctonas Alóctonas Fanerófitos 16 16 (100%) 0 Caméfitos 1 0 1 (100%) Hemicriptófitos 21 11 (52,4%) 10 (47,6%) Terófitos 5 2 (40%) 3 (60%) Epifitos 8 8 (100 %) 0 Lianas 7 7 (100%) 0 Lianas epifitas 0 0 0 Parasitas 0 0 0 Criptófitos 2 2 (100%) 0 Total 60 46 (76,6%) 14 (23,3%)

4.6.2) Conglomerado 2: Renovales de Canelo.

Esta comunidad vegetal, corresponde a un ecosistema de transición entre matorrales arborescentes y bosques de renuevo. Los puntos de muestreo representados en esta comunidad vegetal se caracterizaron por presentar bajas pendientes y alturas del orden de los 450 y los 632 m.s.n.m en el punto más alto. En general los suelos estaban altamente compactados, producto del tránsito de vehículos y animales de ganado. Estos renovales se caracterizaron por presentar aperturas de dosel promedio de 64 % y presentar evidencias de alteración reciente como el floreo de los escasos individuos adultos del bosque primario. Estos bosques corresponden a etapas de regeneración del bosque de Tepa-Tineo (Laureliopsis philippiana-Weinmannia trichosperma), mediante la colonización de especies como el Canelo (Drymis winteri), que localmente adquiere una gran abundancia, debido a su capacidad para competir con otras especies tolerantes (Lépez 1998).

En el estrato arbóreo como especie dominante se encuentra Drymis winteri con un V.I. de 36,84, seguido por Dasyphyllum diacanthoides con un V.I. de 12,18, luego en menor medida se encuentran las especies; Amomyrtus luma (9,40 V.I) y Podocarpus nubigenus (6,61 V.I) Lindl. En el estrato arbustivo dominan las especies; Chusquea quila con un alto V.I de 12,18, en gran parte por la alta densidad de la especie, luego encontramos a las especies Baccharis sphaerocephala (7,25 V.I) Hook & Arn., Lobelia bridgesii (5,95 V.I.) y Ovidia pillo-pillo (6,39 V.I.). Mientras que, en el estrato herbáceo, dominan

25

especies exóticas de biotopos ruderales como; Hypochaeris radicata, Centella asiatica y Agrostis sp. Este tipo de vegetación fue registrado en los censos: 9, 10, 11 y 12 (ver Anexo 11).

Formación: Bosque Laurifolio de Tepa y Tineo Gajardo (1994).

Asociación: Laurelio-Weinmannietum Oberdörfer (1960).

Según Luebert & Pliscoff (2017), esta comunidad pertenece al piso bioclimático N°72, denominado; “Bosque Laurifolio templado costero de Weinmannia trichosperma-Laureliopsis philippiana”.

Cuadro 7: Espectro biológico y origen biogeográfico del Renoval de Canelo.

Formas de vida Especies Autóctonas Alóctonas Fanerófitos 29 29 (100%) 0 Caméfitos 0 0 0 Hemicriptófitos 25 14 (56%) 11 (44%) Terófitos 7 5 (71,4%) 2 (28,5%) Epifitos 5 5 (100%) 0 Lianas 6 5 1 Lianas epifitas 1 1 (100%) 0 Parasitas 0 0 0 Criptófitos 2 2 (100%) 0 Total 75 61 (81,3%) 14(18,6%)

4.6.3) Conglomerado 3: Bosques de Olivillo y Tepa.

Esta comunidad mixta se presenta como un ecosistema de transición entre las comunidades vegetales de los bosques de Olivillo (Aextoxicon punctatum) y el bosque de Tineo (Weinmannia trichosperma) y Tepa (Laureliopsis philippiana). Los puntos de muestreo correspondientes a esta comunidad registraron alturas que fluctuaron entre los 100 y los 206 m.s.n.m en el punto más alto, en general estos puntos presentan exposiciones oeste, lo que acentúa la influencia oceánica de estas comunidades. Como especies dominantes o representativas se encuentran Laureliopsis philippiana (16,56 V.I) y Aextoxicon punctatum (9,02 V.I) en el estrato arbóreo, mientras que en el estrato arbustivo dominan las especies; Chusquea quila (12,19 V.I), Myrceugenia planipes (Hook. & Arn.) O. Berg (8,27 V.I) y Aristotelia chilensis (8,04 V.I), además se registró la presencia de la especie invasora Rubus ulmifolius Schott. Estas comunidades se encontraban altamente degradadas, principalmente por la tala del bosque primario y la irrupción de animales de ganado, lo que permite el reemplazo de especies

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herbáceas nativas por especies alóctonas que dominan el estrato herbáceo como; Ranunculus repens, Hypochaeris radicata y Centella asiatica (Anexo 12). Este tipo de vegetación fue registrada en los censos: 5,4,3,8,2,6,1 y 7.

Formación: Bosque de Olivillo costero Gajardo (1994).

Asociación: Lapagerio-Aextoxiconetum Oberdörfer (1960).

Según Luebert & Pliscoff (2017), esta comunidad pertenece al piso bioclimático N°71, denominado; “Bosque Laurifolio templado costero de Aextoxicon punctatum-Laurelia sempervirens”.

Cuadro 8: Espectro biológico del Bosque de Olivillo y Tepa.

Formas de vida Especies Autóctonas Alóctonas Fanerófitos 43 42 (97,7%) 1 (2,3%) Caméfitos 1 0 1 (100%) Hemicriptófitos 50 30 (60%) 20 (40%) Terófitos 9 4 (44,44%) 5 (55,55%) Epifitos 6 6 (100%) 0 Lianas 12 11 (91,66%) 1 (8,33%) Lianas epifitas 2 2 (100%) 0 Parasitas 1 1 (100%) 0 Criptófitos 1 1 (100%) 0 Total 125 97 (77,6%) 28 (22,4%)

4.7) Poblaciones de Lobelia bridgesii.

4.7.1) Posición fitosociológica.

En base a los resultados obtenidos se determinó que Lobelia bridgesii ocupa una posición fitosociológica secundaria en las distintas comunidades vegetales en las que se desarrolla. Es decir, se encuentra presente en el estrato arbustivo en codominancia con otras especies arbustivas nativas como; Ovidia pillo-pillo, Rhaphithamnus spinosus, Baccharis sphaerocephala y Chusquea quila. Lobelia bridgesii obtuvo una cobertura absoluta de 50,6 y una cobertura relativa de 1,78, este alto valor de cobertura se explica en la forma de crecimiento de la especie, que tiende a ramificarse de manera horizontal, debido a los múltiples tallos que esta posee. La especie obtuvo un 100% de frecuencia, ya que el estudio fue realizado en comunidades vegetales en las que la especie se encontrará presente. De

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esta manera Lobelia bridgesii obtuvo un alto valor de importancia de 4,0 quedando en el puesto N°12 de importancia en la tabla fitosociológica ordenada, siendo la quinta especie de habito arbustivo de mayor valor de importancia. La comunidad vegetal en la que Lobelia bridgesii obtuvo la posición de importancia más alta fue la comunidad “Renovales de Canelo”, donde obtuvo un V.I de 5,95, mientras que en las restantes comunidades obtuvo valores bastante inferiores, siendo estos, 3,96 en la comunidad “Bosque degradado de Tepa y Olivillo” y 2,95 en la comunidad “Bosque de renuevo de Tepa y Trevo” (ver Anexos: 10,11 y 12).

4.7.2) Abundancia y densidad de las subpoblaciones

Se registraron 16 subpoblaciones de Lobelia bridgesii en los 31 puntos delimitados, en ellas se registraron 375 individuos de la especie, 290 de ellos correspondían a individuos adultos que se encontraban en floración y/o en producción de semillas y tan solo 85 correspondieron a individuos juveniles. Los individuos por censos de vegetación registraron una abundancia promedio de 18,625 individuos adultos y 5,19 individuos juveniles. Los censos que registraron un mayor número de individuos fueron los censos 3 y 4, ubicados en las cercanías del mar, con 35 y 44 individuos respectivamente. Por otro lado, los censos que registraron un menor número de individuos fueron los censos 10 y 14, con tan solo 13 y 12 individuos respectivamente, el primero ubicado a 566 m.s.n.m y el segundo a 252 m.s.n.m. (Figura 6).

50 45 40 35 30 25 20 Lobelia bridgesii 15 10 5 0

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 de Individuos

Promedio Promedio Promedio Bosque de Olivillo y Tepa Renoval de Canelo Bosque de Trevo y Tepa Censos/Comunidades vegetales

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La mayor abundancia de individuos de Lobelia bridgesii se registró en la comunidad; “Bosque de Olivillo y Tepa”, con un promedio de 32 individuos por censo. En según lugar en la comunidad “Renovales de Canelo”, se registró una abundancia promedio de 21 individuos; esta comunidad se encontraba en zonas de altura, en el rango de los 400 a los 650 m.s.n.m. Por último, la menor abundancia promedio de individuos se encontró en la comunidad de “Trevo y Tepa”, con tan solo 15 individuos en promedio; esta comunidad se encuentra en alturas que oscilan entre los 250-420 m.s.n.m. (Figura 7).

Figura 7: Densidad poblacional de Lobelia bridgesii, en la localidad de estudio.

La distancia promedio entre las subpoblaciones de Lobelia bridgesii fue de 552 metros. La gran mayoría de las subpoblaciones se encontraron en alturas inferiores a los 450 m.s.n.m. altura límite establecida para la especie según Hechenleitner et al. (2005), ya que al ser una especie termófila requiere de lugares térmicamente equilibrados, los cuales se encuentran en las zonas bajas de la Cordillera de la 29

Costa (Krause 1988). Sin embargo, se registraron 3 subpoblaciones desarrollándose en alturas superiores a la establecida para la especie, dichas subpoblaciones corresponden a los siguientes censos: Censo 9: Se registraron 27 individuos, desarrollándose a los 632 m.s.n.m.; Censo 10: Se registró una subpoblación de 13 individuos desarrollándose en los 566 m.s.n.m. y Censo 11: Se registró una subpoblación de 19 individuos desarrollándose a los 510 m.s.n.m.; las subpoblaciones mencionadas estaban dominadas por la especie Drymis winteri (Canelo), en las comunidades vegetales denominadas “Renovales de Canelo” (ver Anexo 14).

4.7.3) Estado de las poblaciones de Lobelia bridgesii.

Los individuos, tanto adultos como juveniles de Lobelia bridgesii, se encontraron mayoritariamente en una buena calidad fitosanitaria, pudiendo registrarse en algunos puntos de muestreo hasta un 100% de individuos en dicha categoría, siendo estos los censos; 8, 10, 13, 14,15 y 16 en los individuos adultos y los censos; 10, 12, 13 y 16 en individuos juveniles (ver figura 5 y 6). Mientras que los censos en los cuáles se observa un mayor número de individuos en una categoría fitosanitaria regular y, en menor medida, individuos en una mala categoría fitosanitaria fueron los censos: 1 ,3 ,4 ,5 y 6 en individuos adultos y los censos: 1, 2, 4 y 6 en individuos juveniles. El porcentaje de individuos que registraron calidades fitosanitarias regulares o malas se explica por distintos de factores bióticos, tales como: el pisoteo de animales de ganado y la defoliación producto del ataque de insectos y gasterópodos; de este último factor no se tenía registro en investigaciones anteriores (Anexo 15).

Los individuos de Lobelia bridgesii registraron alturas promedio de 57, 3 cm en individuos juveniles y 111,7 cm en individuos adultos, registrándose los valores promedio de altura más altos en el censo N°4. Mientras que para los individuos juveniles el valor más alto en promedio se registró en el censo N°5, en el cual la altura promedio fue de 135 cm. En este último censo también se registró la altura promedio más alta para los individuos adultos, la cual fue de 161,2 cm. Por otro lado, el número de tallos en promedio fue de 2,5 por individuo, registrándose el valor más alto en el censo N°1, con 3,7 tallos por individuo y el valor más bajo en el censo N°11 con 1,7 tallos por individuo en promedio (Anexo 14).

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45 40 35 30 25 20 15 10 5

N°adultos de individuos 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Censos Estado fitosanitario Bueno Estado fitosanitario Regular Estado fitosanitario Malo

Figura 8: Estado fitosanitario de los individuos adultos de Lobelia bridgesii

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12 10 8 6 4 2 N° juveniles de Individuos 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Censos Estado fitosanitario Bueno Estado fitosanitario Regular Estado fitosanitario Malo Figura 9: Estado fitosanitario de los individuos juveniles de Lobelia bridgesii.

5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

Lobelia bridgesii actualmente se encuentra clasificada en la categoría “Vulnerable”, según 2 criterios determinados por el Ministerio del Medio Ambiente acorde a lo propuesto por la UICN. El primero menciona la restringida distribución de la especie, que no supera los 10 km2 entorno a la bahía de Corral. El segundo criterio menciona los escasos individuos adultos que posee la especie en toda su 31

área de distribución, que no superarían los 1.000 individuos adultos. En base a los resultados obtenidos en el presente estudio, se cuestiona la veracidad de ambos criterios, ya que la localidad tipo descrita al igual que la descrita por Lépez (1998), se encuentra en una zona bastante más al norte de lo habitual y con ello la totalidad del radio de distribución de la especie superaría los 10 km2. También es necesario considerar que aún no existe claridad sobre la real distribución de la especie, presumiéndose la existencia de más poblaciones en la Cordillera de la Costa de la comuna de Valdivia, las que aún no han sido identificadas, principalmente por la escasa investigación científica relativa a la especie.

En el presente estudio se determinó que la abundancia de la especie a escala local (Pilunkura y Cerro Pillín), es de al menos 85 individuos juveniles y 290 individuos adultos. Estos individuos fueron registrados en 16 subpoblaciones, que fueron determinados en 16 censos de 256 m2 cada uno, distribuidos en 13,7 km de largo en orillas de caminos y sitios alterados. Además, entre censos fue posible observar en reiteradas ocasiones a individuos adultos y juveniles de manera aislada. Por tanto, el número de individuos tanto juveniles como adultos determinado para el presente estudio podría estar subestimado, en parte por el diseño de muestreo empleado, el cual contemplo la delimitación de los puntos de muestreo a una distancia estándar entre ellos, como también por la azarosa distribución de la especie, por ello también se presume que el número de individuos adultos de Lobelia bridgesii en toda su área de distribución estaría sub estimado, dado que aún no se conocen con claridad todas las localidades en las que se desarrollan poblaciones de la especie; por tanto es necesario actualizar la distribución de la especie para posteriormente realizar estudios poblacionales sobre la misma y tener cifras más fidedignas sobre la densidad poblacional de Lobelia bridgesii en toda su área de distribución.

Por otro lado, existen escasos estudios en los cuales de una u otra forma se menciona y/o se describen características ecológicas referentes a Lobelia bridgesii. Unido a ello, estos han sido realizados mayoritariamente en la comuna de Corral, la cual se postula como la localidad tipo de la especie según distintos autores (Krausse 1989, Hechenleitner et al. 2005). Dichos estudios han planteado que la especie se correlaciona positivamente con matorrales secundarios y terciarios, dominados por la especie exótica Ulex europaeus (Espinillo). Esta especie ocupa una posición terminal en las comunidades vegetales que coloniza, actuando como una especie dominante, principalmente por la alta densidad que alcanzan los individuos de la especie, lo cual merma la capacidad de competencia de especies nativas, que no son capaces de competir contra el Espinillo.

Aunque actualmente no es posible conocer con exactitud la vegetación nativa original de dichos matorrales secundarios, los resultados del estudio realizado en la localidad de Pilunkura rechazan dicha

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hipótesis, indicando que Lobelia bridgesii, no es una especie exclusiva de matorrales degradados dominados por especies alóctonas como el Espinillo, sino que también es posible encontrarla en otras comunidades vegetales que muchas veces representan los estadíos de regeneración del bosque nativo, mediante las etapas de matorrales arborescentes y renovales de distintas especies, tanto arbóreas como arbustivas.

Respecto a la composición florística de las comunidades vegetales en las que participa Lobelia bridgesii, existen 2 supuestos planteados por autores con anterioridad. El primero ya mencionado anteriormente fue planteado por Krause (1988) y asocia la presencia de la especie en matorrales dominados por especies espinosas exóticas como el “Espinillo” y la “Murra”, que ocupan una posición terminal en dichas comunidades, modificando las dinámicas naturales de sucesión. El segundo supuesto planteado por Hechenleitner et al. (2005), de una manera más superficial, plantea que las comunidades vegetales en las que participa Lobelia bridgesii están compuestas principalmente por especie nativas como el Canelo, el Olivillo y el Meli. Este supuesto se condice con los resultados obtenidos en el presente estudio, donde se determinó que la especie se desarrolla en bosques de renuevo dominados por especies como la “Tepa”, el “Olivillo”, el “Canelo” y el “Trevo”.

Es por esto que la hipótesis de investigación planteada en este estudio; “Lobelia bridgesii se desarrolla en comunidades vegetales sucesionales secundarias, altamente intervenidas y dominadas por especie exóticas invasivas” no se cumple, ya que acorde los resultados obtenidos se determinó que la especie puede desarrollarse en una gran diversidad de comunidades vegetales; las que se encuentran dominadas por distintas especies arbóreas y arbustivas en distintos estados de sucesión, en su mayoría las especies dominantes en estas comunidades son nativas e incluso endémicas. Por ello se plantea que Lobelia bridgesii no es una especie que presente una alta fidelidad a una determinada comunidad vegetal, pudiendo estar presente en distintas comunidades vegetales, las que pueden presentar diferencias sustanciales en composición y estructura florística, esto quiere decir que la especie en cuestión no depende exclusivamente de un ensamble de especies en particular, por tanto, la presencia de esta, puede estar determinada por otros factores abióticos, como las condiciones de sombra, la humedad o la temperatura, relacionadas con la cobertura o la densidad de la cubierta arbórea. En este sentido sería necesario realizar nuevas investigaciones sobre los gradientes abióticos en los que se desarrolla la especie.

La tupa rosada es una especie altamente sensible a alteraciones poblacionales, esto en gran parte se debe a la diseminación barócora de sus semillas, que caen unícamente por efecto de la gravedad,

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generando que los individuos se distribuyan de manera bastante aglomerada y se límite la colonización de la especie a grandes distancias. Por esto al producirse cambios repentinos en las densidades poblacionales de la especie, pueden existir riesgos adversos bastante significativos para la viabilidad poblacional de la especie, tanto a escala local como regional.

En terreno fue posible observar que las poblaciones de Lobelia bridgesii registradas, en general se desarrollaban de manera abundante y en la mayoría de los casos de buena forma, ya sea por la abundante producción de semillas, como también por el buen estado fitosanitario que presentaron la mayoría de los individuos adultos y juveniles. No obstante, la gran mayoría de las subpoblaciones censadas están sujetas a variadas amenazas, causadas en su mayoría por acción antrópica directa e indirecta. El conjunto de amenazadas observadas en terreno, puede a posteriori, generar dificultades para la viabilidad de la población tipo de Lobelia bridgesii descrita en la localidad de estudio.

A continuación, se describen las amenazas observadas en terreno, las cuales tienen efectos actuales en las poblaciones de Lobelia bridgesii y también se plantea que en el futuro pueden ocasionar percances en las dinámicas poblacionales de la especie.

a) Pisoteo de individuos de Lobelia bridgesii por animales de ganado: En 12 de los 16 censos realizados se observaron animales de ganado ramoneando los matorrales de especies nativas, principalmente ovinos y bovinos. Al realizar esta actividad muchas veces el ganado pisoteaba los individuos de Lobelia bridgesii presentes en las escasas condiciones de sombra de dichos matorrales, generando el doblamiento de los tallos y muchas veces el desprendimiento de estos, esta temática fue apreciable prácticamente en todos los censos realizados, debido a que la especie se ubica preferentemente en lugares a orillas de caminos, los cuales son comúnmente utilizados por estos animales (ver Anexo 16.3).

b) Cosecha de plantaciones forestales: Esta actividad tiene efectos indirectos en las poblaciones de Lobelia bridgesii registradas, principalmente porque no se registraron subpoblaciones de la especie desarrollándose en bosques exóticos de Eucalyptus sp., los cuáles son bastante abundantes en la zona. No obstante, al realizar las acciones de cosecha de dichas plantaciones, se rellenaron canchas de acopio en sectores en que anteriormente se encontraban subpoblaciones de la especie y, se presume fueron erradicadas en el proceso de construcción de la cancha de acopio. Además, se habilitaron caminos forestales para acceder a las canchas de acopio, estos caminos se construyeron mediante el relleno de un antiguo sendero ubicado en la zona. En dicho sendero se encontraban abundantes individuos de la especie, que superaban los 40-50 individuos, esta área originalmente estaba dentro del modelo de 34

muestreo del presente estudio, pero debido al repentino proceso de relleno y habilitación del camino forestal no pudo ser muestreada, debido a la acelerada construcción del camino (ver Anexo 16.1 y 16.2).

c) Construcción de proyectos eólicos: En las zonas de mayor altura de la Cordillera de la Costa se registraron 3 subpoblaciones (censos) de Lobelia bridgesii alrededor de los 500-600 m.s.n.m., correspondientes a los censos: N°9, N°10 y N°11 (ver Anexo 4). En estos censos se registró un total de 61 individuos, tanto adultos como juveniles de Lobelia bridgesii, desarrollándose en comunidades vegetales dominadas principalmente por la especie Drymis winteri (Canelo). Además de las subpoblaciones ya mencionadas, fue posible observar individuos aislados alrededor de este camino, que en total no superaban los 20 individuos.

Este camino sería empleado en la construcción de un proyecto eólico incipiente en la zona, el cual contempla la construcción de distintas obras de infraestructura, como la instalación de aerogeneradores y la habilitación del camino central del proyecto. El problema surge a raíz del proyecto de línea base ejecutado por la empresa patrocinante (ACCIONA S.A), proyecto en el cual no se menciona la presencia de la especie en las cercanías del área de influencia del proyecto. Esto se traduce en la ausencia de la especie en términos formales, ya que al no ser incluida en el catastro vegetacional realizado no puede ser sometida a las distintas medidas de compensación establecidas en la normativa vigente, las cuales deben considerar acciones concretas de relocalización o reforestación de la especie. Por tanto, las 3 subpoblaciones registradas en este sector probablemente serían erradicadas, ya que se encuentran a escasos metros del camino principal del proyecto y por ende la actividad de construcción del proyecto tendría efectos negativos en los individuos de Lobelia bridgesii presentes en dicha zona.

d) Construcción de viviendas urbanas: Según distintos pobladores de la playa de Pilunkura, actualmente se está realizando un loteo masivo de terrenos cercanos al mar. En estos terrenos se levantaron los censos de vegetación: N°3, N°4 y N°5; en ellos se registraron alrededor de 120 individuos de Lobelia bridgesii, distribuidos en 3 subpoblaciones (censos), además fue posible observar individuos aislados en las cercanías del lugar (ver Anexo 4). Por tanto, se presume la existencia de otras subpoblaciones que no fueron cuantificadas. Estos terrenos serían destinados a la construcción de viviendas de veraneo según el dueño del terreno, por ello, gran parte de la cubierta vegetal que se encuentra actualmente sería talada y destinada a la generación de leña y madera, con ello las subpoblaciones mencionadas presumiblemente serían erradicadas en las distintas faenas forestales a realizarse.

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Sin embargo, un aspecto importante a destacar es la estrecha relación de la especie con regímenes de perturbación, natural o de origen humano, que mantienen al ecosistema en diferentes etapas de sucesión secundaria. En este sentido Lobelia bridgesii presenta requerimientos de hábitat bastante específicos, los cuales generan diversas incógnitas sobre los gradientes bióticos y abióticos en los que se desarrolla la especie.

Esta relación implica una paradoja en términos de la conservación de la especie, en tanto que la supresión de cualquier tipo de alteración probablemente ocasionaría una paulatina disminución de las poblaciones que se verían desplazadas por el desarrollo de formaciones boscosas densas. Por otro lado, intervenciones humanas muy severas, extensas o frecuentes podrían provocar la desaparición de la especie en gran parte de su rango de distribución, por lo que su conservación requiere un delicado equilibrio que no siempre es fácil lograr. Para encontrar este equilibrio es necesaria la implementación de estrategias conservación formales, que contemplen el uso de distintas herramientas de distribución espacial de la especie, permitiendo así conocer con mayor certeza el rango de oscilaciones en los gradientes ambientales en los que la especie se desarrolla, en este ámbito a nivel nacional existe escasa investigación científica enfocada al mapeo de especies de restringida distribución, por lo que esta actividad conlleva un desafío a futuro.

6. CONCLUSIONES

En base a los resultados obtenidos en el presente estudio, se determinó que Lobelia bridgesii se desarrolla en comunidades vegetales altamente intervenidas, en gran parte producto de la tala del bosque nativo primario, que tiene como consecuencia la posterior generación de comunidades vegetales sucesionales altamente heterogéneas, tanto en composición, como en estructura. Dichas comunidades representan distintos estadios sucesionales del bosque primario, el cual ha sido bastamente degradado a través de los años. La composición de estas comunidades vegetales está representada mayormente por la dominancia de especies arbóreas y arbustivas nativas, que se encuentran en estadios de regeneración, mediante las etapas de matorrales arborescentes y bosque de renuevo.

Estas comunidades vegetales albergan más de 140 especies de flora vascular en los 16 censos realizados. El origen biogeográfico de las especies de flora vascular está compuesto en un 81,51 % por especies nativas. Gran parte de estas especies corresponden a fanerófitos de hábito arbóreo y arbustivo, 36

mientras que el 18,49 % restante se compone principalmente de especies de origen alóctono, mayoritariamente hierbas hemicriptófitas y terófitas. Las otras formas de vida en general registraron valores bastante inferiores, e incluso en algunos casos estuvieron representadas en tan solo una especie.

Se determinó la existencia de una importante población de Lobelia bridgesii en las localidades de Pilunkura y Cerro Pillín, compuesta por 290 individuos adultos y 85 individuos juveniles, cuantificados a través de 16 censos de vegetación, a lo largo de un camino que tiene 13,7 km de largo. Cada censo tuvo una superficie de 256 m2, equivalentes en su totalidad a 0,41 ha. de muestreo efectivo en terreno.

Dado que las investigaciones realizadas con anterioridad sugerían como principal distribución a la bahía de Corral, existiendo escasos registros de la especie fuera de ese rango de distribución, se sugiere actualizar la distribución de la especie. Para esto, primero es fundamental identificar las localidades en las que se desarrollen poblaciones tipo de la especie y luego seleccionar una adecuada metodología de muestreo. Se propone utilizar el método de muestreo en terreno utilizado en el presente proyecto, para evaluar otras poblaciones de la especie que aún no hayan sido descritas formalmente.

La metodología utilizada en este proyecto permitió describir la heterogeneidad de las comunidades vegetales en las que se desarrolla Lobelia bridgesii, mediante la determinación de un valor fijo de área mínima y también una cantidad mínima de censos a realizar. No obstante, el muestreo efectivo en terreno fue bastante complejo, ya que la modalidad de delimitación de los puntos de muestreo no permitió determinar un número confiable de individuos de la especie en la localidad descrita, dado que los puntos de muestreo fueron delimitados a una distancia estándar entre ellos. Por esto se presume que el número de individuos de Lobelia bridgesii registrados en este proyecto pudiera estar subestimado, dado que regularmente se observaron individuos de Lobelia bridgesii ente los puntos de muestreo creciendo de manera aislada. Dichos individuos no fueron cuantificados de manera formal, ya que no estaba contemplado en el modelo de muestreo, por tanto, el número de individuos registrado podría ser mayor.

Por esto se plantea que, para obtener una aproximación más certera de la densidad poblacional de Lobelia bridgesii a escala local, el muestreo debiese ser dirigido, para ello sería necesario realizar prospecciones intensas en terreno que tengan como finalidad detectar todas las subpoblaciones de la especie y luego dirigir los censos hacia dichas subpoblaciones. Esto debido a la azarosa distribución de la especie, que dificulta su predicción mediante diseños muéstrales predictivos.

En base a lo anterior, se plantea la necesidad de generar estudios corológicos enfocados en Lobelia bridgesii, que integren distintas herramientas de distribución espacial y permitan determinar de manera

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certera los hasta ahora poco conocidos gradientes ambientales en los que se desarrollan las poblaciones y subpoblaciones de la especie. Dichos gradientes ambientales, según lo planteado en la presente investigación, tendrían relación a la estructura de las comunidades vegetales en las que participa la especie y la cobertura de dichas comunidades vegetales, que regula los gradientes de sombra y luz, los cuáles son clave en su ecología. En este sentido se puede afirmar que la especie no depende unícamente de un ensamble de especies acompañantes, sino más bien de ciertas condiciones de estructura de las comunidades vegetales en las que habita, que generen las condiciones de sombra necesarias para la especie.

En cuanto a las subpoblaciones de la especie que presentan un alto potencial de amenaza, se sugiere realizar planes de rescate y relocalización de los individuos en la medida de lo posible, además de realizar colectas intensivas de las semillas, para la posterior propagación de la especie, o utilizar otras técnicas de propagación colectando material in situ para así poder realizar planes de reforestación de la especie. En este sentido en la localidad tipo descrita se encontraron abundantes individuos adultos productores de semillas, los que podrían aportar a la conservación de la especie de manera efectiva.

A modo de conclusión se plantea la necesidad de integrar a Lobelia bridgesii en planes de conservación formales, ya que, si bien la especie es bastante abundante en su área de distribución, la viabilidad de sus poblaciones no está garantizada (Krause 1989). En gran parte por qué no se conocen registros formales de la presencia de poblaciones viables de la especie desarrollándose en áreas protegidas, ya sean públicas o privadas, en otras palabras, ninguna población de la especie cuenta con protección formal, lo que a todas luces resulta una paradoja, considerando que la especie se encuentra en una categoría de amenaza alta (Vulnerable). Por ende, las poblaciones descritas por otros autores y también la descrita en el presente trabajo son susceptibles a cualquier tipo de alteración, especialmente antrópica. Estos cambios repentinos podrían tener consecuencias irreversibles en las poblaciones de la especie, la que al dispersarse de manera barocora no es capaz de viajar grandes distancias para colonizar nuevos territorios, dichos cambios repentinos pueden ser provocados por diversas actividades como, la deforestación, el pisoteo de individuos por animales de ganado, la remoción y el relleno de suelos, para la posterior construcción de obras de infraestructura y el loteo de terrenos para la construcción de viviendas urbanas. Es por esto que de no tomarse acciones concretas de conservación y/o propagación de la especie se presume que las poblaciones descritas en el presente estudio podrían experimentar rápidamente procesos de alteración en sus dinámicas poblacionales, lo que en un período corto de tiempo podría conllevar una drástica reducción poblacional de la especie a escala local y a la larga generar la

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extinción de la especie en la localidad tipo descrita. En este contexto se presume que la especie a escala regional pueda estar experimentado la misma tendencia descrita en este proyecto.

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8. ANEXOS:

Anexo 1: Escala de cobertura de Braun Blanquet 1979.

Escala de Grado de cobertura Cobertura magnitudes promedio

R Individuos aislados 0 + Planta escasa con un bajo valor de cobertura 0,1 1 Abundante, pero con un valor de cobertura bajo 5

2 Muy abundante, pero con una baja cobertura cubriendo 17,5 de un 10 a un 25% de la superficie 3 Cobertura de un 25 a un 50 % de la superficie 37,5 4 Cobertura de un 50 a un 75 % de la superficie 62,5 5 Cobertura de un 75 a un 100% de la superficie 87,5

Fuente: Braun Blanquet 1979.

Anexo 2: Escala de presencia de las especies en la comunidad

, Porcentaje de presencia I 0-20 % II 20-40 % III 40-60 % IV 60-80 % V 80-100 %

Fuente: Braun Blanquet, 1979, obtenido de Steubing et al 2002.

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Anexo 3: Criterios para la determinación de las Formas de vida de Raunkiaer (1943), adecuado por Mueller- Dombois & Ellemberg (1974).

Espectro biológico o formas de vida: Se clasificará la flora del área según la clave propuesta por Raunkiaer (1934) y luego adecuada por Mueller & Dombois (1974), dicha clasificación agrupa a las especies según la posición de las yemas vegetativas, definiendo a las especies en 9 tipos biológicos; descritos a continuación.

1) Fanerófitos: Plantas cuyos brotes vegetativos se encuentran en la parte aérea por sobre los 50 centímetros como mínimo y por lo general plantas que superan dicha altura, posteriormente pueden ser subdivididos bajo distintos criterios como; el grado de protección que las yemas (apicales y laterales) tengan, el tamaño de la planta y la caducidad de las hojas.

2) Caméfitos: Plantas cuyos brotes vegetativos se encuentran perennes por sobre la superficie del suelo o plantas que crecen más de 50 cm, pero sus brotes mueren periódicamente. Se clasificarán por tamaño, según los siguientes rangos.

3) Hemicriptófitos: Plantas que pierden su vástago durante la época desfavorable, no obstante, las yemas de renuevo subsisten a ras de suelo, pueden ser anuales como bianuales, por lo general plantas herbáceas, sin embargo, en algunos casos existe lignificación.

4) Criptófitos: Plantas herbáceas que poseen sus yemas de renuevo protegidas en el suelo, típicas de climas con estaciones desfavorables.

5) Terófitos: Especies que poseen una vida corta, rara vez viven más de un año, pudiendo completar su ciclo vital hasta en unas pocas semanas, muriendo una vez realizado la reproducción y dejando un banco de semillas, que brotarán en la época más favorable.

6) Lianas: Especies que dependen de otras especies para su propio soporte, en este grupo se incluyen también las enredaderas.

7) Epifitos: Especies perennes que crecen sobre otros individuos.

8) Parásitas: Especies que parasitas de árboles y arbustos, se considerarán tanto los hemoparásitos como los holoparásitos.

9) Lianas epifitas: Especies epifitas, pero que en su mayoría han perdido el contacto con el suelo, debido a que su arraigamiento se efectúa en altura en la planta hospedera.

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Anexo 4: Tabla de coordenadas: BNRD: Bosque nativo renoval degradado, BNAD: Bosque nativo adulto degradado, MARB: Matorral arborescente. SO: Sudoeste, O: Oeste, NO: Noroeste. Fuente: Elaboración propia 2018.

Coordenadas Características del rodal Altura del Censo Exposición Coord. Apertura Altura Huso Coord. sur Estructura dosel este de dosel (m.s.n.m) superior 641884.00 5607925.00 1 116 SO 18 H 75% BNRD 6 m E m S 641681.00 5607882.00 2 110 SO 18 H 100% MARB. 4 m E m S 642674.00 5607120.00 3 134 SO 18 H 50% BNAD 22,5 m E m S 642821.00 5607035.00 4 140 O 18 H 80% BNRD 12,5 m E m S 642589.04 5607233.20 5 100 O 18 H 90% BNRD 16,5 m E m S 642362.00 5607777.00 6 109 SO 18 H 100% MARB. 4 y 5 m E m S 641599.71 5608404.88 7 206 SO 18 H 95% BNAD 20 m E m S 642452.62 5607419.71 8 137 SO 18 H 80% MARB. 6 y 7 m E m S 645112.67 5607149.01 9 632 S 18 H 60% BNRD 11 m E m S 644678.50 5608192.55 10 566 O 18 H 70% BNRD 7,5 m E m S 644185.64 5608149.22 11 510 O 18 H 55% BNAD 9,5 m E m S 643780.80 5608325.32 12 458 O 18 H 70% BNRD 11 m E m S 643315.07 5608599.60 13 421 O 18 H 45% BNAD 15 m E m S 641382.25 5608704.86 14 252 S 18 H 90% BNAD 15y 18 m E m S 642903.68 5608796.93 15 384 O 18 H 100% BNAD 10 y 30 m E m S 642764.76 5608816.82 16 379 NO 18 H 95% MARB. 9 m E m S

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Anexo 5. Espectro biológico y Origen biogeográfico de la flora vascular registrada: Grupo taxonómico: M: Magnoliopsida, L: Liliopsida, P: Pinopsida, F: Filicopsida. Formas de vida: Hc: Hemicriptófitos, Ch: Caméfitos, L: Lianas, F: Fanerófitos, E: Epifitos, P: Parásitos, T: Terófitos, EL: Lianas epifitas y Cr: Criptófitos. Origen biogeográfico: N: Nativo, I: Introducida. Fuente: Elaboración propia 2018.

Nombre científico y Autor Nombre común Familia Grupo Formas Origen taxonóm de vida biogeog ico ráfico Acaena ovalifolia Ruiz & Pav Cadillo Rosacea M Hc N Acrisione denticulata (Hook. Palpalén, Palo Asteraceae M F N & Arn) B. Nord. Yegua Adiantum chilense Kaulf. Palito negro Adiantacea F Hc N Aextoxicon punctatum Ruiz & Olivillo Aextoxicace M F N Pav. ae Agrostis capillaris L. Pasto Chépica Poaceae L Hc I Agrostis gigantea Roth Pasto Chépica Poaceae L Hc I Aira caryophyllea L. Silver hairgrass Poaceae L T I Amomyrtus luma (Molina) D. Luma Myrtaceae M F N Legrand & Kausel Amomyrtus meli (Phil.) D. Meli Myrtaceae M F N Legrand & Kausel Aristotelia chilensis (Molina) Maqui Elaeocarpac M F N Stuntz eae Asplenium dareoides Desv. Helecho perejíl Aspleniacea F E N e Asplenium trilobum Cav. Helecho Aspleniacea F E N trilobulado e Azara lanceolata Hook. F. Corcolén M F N Baccharis elaeoides J. Remy Chilco, Vaultro Asteraceae M F N Baccharis racemosa (Ruiz & Chilca Asteraceae M F N Pav.) DC. Baccharis sphaerocephala Radín Asteraceae M F N Hook. & Arn. Baccharis sp. Chilco Asteraceae M F N Berberis darwinii Hook. Michay Berberidace M F N ae Berberis microphylla G. Forst. Calafate Berberidace M F N ae Blechnum blechnoides Iquide Blechnaceae F Hc N Keyserl.

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Blechnum chilense (Kaulf.) Costilla de vaca Blechnaceae F Hc N Mett. Blechnum hastatum (Kaulf.) Quil-Quil Blechnaceae F Hc N Trevis. Blechnum magellanicum Mett. Katalapi Blechnaceae F Hc N Blechnum mochaenum G. Iquide Blechnaceae F Hc N Kunkel Blechnum penna-marina Pinque Blechnaceae F Hc N (Poir.) Kunnel. Boquila trifoliolata (DC.) PilPilvoqui Lardizabala M L N Decne. ceae Brachystele unilateralis Orquídea Orchidaceae L Cr N (Poir.) Schltr. silvestre Bromus hordeaceus L. Barba de macho Poaceae L Hc I Buddleja globosa hope Matico Scrophularia M F N ceae Calceolaria integrifolia L. Capachito Calceolariac M F N eae Caldcluvia paniculata (Cav.) Tiaca Cunoniaceae M F N D.Don Campsidium valdivianum Voqui canasta Bignoniacea M L N (Phil) W. Bull e Carex aff. Canescens L. Cortadera chica Cyperaceae L T N Carex aff. Fuscula d´Urv. Cortadera chica Cyperaceae L T N Centella asiatica (L.) Urb. Centella Apiaceae M Hc I Cerastium arvense L. Cuernecita Caryophylla M Hc I ceae Chusquea quila Kunth Quila Poaceae L F N Cirsus vulgare (Savi) Ten. Cardo negro Asteraceae M T I Cissus striata Ruiz & Pav. Voqui colorado Vitaceae M L N Corynabutilon vitifolium Huella Malvaceae M F N (Cav.) Kearney Cotula scariosa (Cass.) Botón de oro Asteraceae M Hc I Franch. Crepis capillaris (L.) Wallr. Falsa achicoria Asteraceae M Hc I Dactylis glomerata L. Pasto ovillo Poaceae L Hc I Dasyphyllum diacanthoides Trevo Asteraceae M F N (Less.) Cabrera Desfontainia spinosa Ruiz & Taique Collumeliac M F N Pav. eae Digitalis purpurea L. Dedalera Plantaginac M T I eae

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Dioscorea auriculata Poepp. Jabón del Dioscoreace M L N monte ae Disopsis glechomoides (A. No conocido Euphorbiace M Hc N Rich.) Müll. ae Drymis winteri J.R. Forst & Canelo Winteriacea M F N G. Forst e Elytropus chilensis (A. DC.) Quilmay Apocynacea M L N Müll. Arg. e Embothrium coccineum J.R. Notro Proteaceae M F N Forst & G. Forst Ercilla syncarpellata Nowicke Voqui auca Phytolaccac M L N eae Eucryphia cordifolia Cav. Ulmo Cunoniaceae M F N Fuchsia magellanica Lam. Chilco, Vaultro Onagraceae M F N Galium hypocarpium (L) Relbún Rubiaceae M L N Endl. Ex. Griseb. Gamochaeta americana Cenizo Asteraceae M Hc N (Mill.) Wedd. Gamochaeta spiciformis Diuca-lahuén Asteraceae M Hc N (Schp. Bip.) Cabrera Gaultheria insana (Molina) Hued-hued M F N D.J. Middleton Gaultheria phyllireifolia Chaura Ericaceae M F N (Pers.) Sleumer Gentianella magellanica Canchanlagua Gentianacea M Hc N (Gaudich.) Fabris. e Geranium core Kostel. Geranio Geraniaceae M Hc N Gevuina avellana Molina Avellano Proteaceae M F N Gleichenia squamulosa Moore Yerba loza Gleicheniace F Hc N ae Grammitis magellanica Desv. No conocido Polypodiace F E N ae Greigia sphacelata (Ruiz & Chupón Bromeliacea L Hc N Pav.) Regel e Hieracium chilense Less. Kaltapul Asteraceae M Hc N Hypochaeris radicata L. Hierba del Asteraceae M T I chancho Holcus lanatus L. Pasto miel Poaceae L Hc I Hydrangea serratifolia (Hook. Canelilla Hydrangeac M L N & Arn.) Phil.f. eae Hydrocotile indecora DC. Tangue Araliaceae M T N Hymenoglossum cruentum Sanguinaria Hymenophyl F E N (Cav.) C. Presl laceae

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Hymenophyllum caudiculatum Helecho Hymenophyl F E N Mart. película laceae Hymenophyllum dentatum Helecho Hymenophyl F E N Cav. película laceae Hymenophyllum Helecho Hymenophyl F E N dicronotrichum (C. Presl) película laceae Sadeb. Hymenophyllum krauseanum Helecho Hymenophyl F E N Phil. película laceae Hymenophyllum peltatum Helecho Hymenophyl F E N (Poir.) Desv. película laceae Hymenophyllum plicatum Helecho Hymenophyl F E N Kaulf. película laceae Hymenophyllum tortuosum Helecho Hymenophyl F E N Hook. & Grev. película laceae Hypolepis poeppigii (Kunze) Wilel-lahuén Dennstaedti F Hc N Mett. Ex Maxon aceae Juncus bufonius L. Junco enano Juncaceae L T N Juncus procerus E. Mey. Junco Juncaceae L T N Lapageria rosea Ruiz & Pav. Copihue Philesiaceae L L N Latua pubiflora (Griseb.) Latué, Palo Solanaceae M F N Baill. brujo Laurelia sempervirens Tul. Laurel Atherosperm M F N ataceae Laureliopsis philippiana Tepa Atherosperm M F N Looser ataceae Leptocarpha rivularis DC. Palo negro Asteraceae M F N Loasa acanthifolia Lam. Ortiga Loasaceae M Hc N Lobelia bridgesii Hook. & Tupa rosada Campanulac M Cr N Arn eae Lolium perenne L. Ballica inglesa Poaceae L Hc I Lomatia dentata R. Br. Avellanillo Proteaceae M F N Lomatia ferruginea R. Br. Fuinque Proteaceae M F N Lomatia hirsuta (Lam) Diels. Radal Proteaceae M F N Lophoshoria quadripinnata Ampe Dicksoniace F Hc N (J.F. Gmel.) C. Chr. ae Lotus uliginosus Schkuhr Alfalfa chilota Fabaceae M Hc I Luma apiculata (DC.) Burret Arrayán Myrtaceae M F N Luzuriaga polyphylla Quilineja Alstroemeria F EL N (Hook.f.) Kunth ceae Luzuriaga radicans Ruiz & Quilineja Alstroemeria F EL N Pav. ceae

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Maytenus magellanica (Lam.) Leña dura Celastraceae M F N Hook. F. Megalastrum spectabile Helecho Dryopterida F Hc N (Kaulf.) A.R. Sm & R.C. pesebre ceae Moran Mitraria coccinea Cav. Botellita Gesneriacea M L N e Myrceugenia ovata var. Ovata Chequén Myrtaceae M F N (Burret) Myrceugenia parvifolia (DC.) Chilcón Myrtaceae M F N Kausel Myrceugenia planipes (Hook. Patagua Myrtaceae M F N & Arn.) O. Berg Nertera granadensis (Mutis ex Coralito Rubiaceae M Hc N L.f.) Druce Nothofagus dombeyi (Mirb.) Coihue Nothofagace M F N Oerst. ae Ovidia pillopillo (Gay) Meisn. PilloPillo Thymelaeace M F N ae Oxalis rosea Jacq. Culle rosado Oxalidaceae M Hc N Ozmoriza chilensis Hook & Perejíl del Apiaceae M Hc N Arn. monte Persea lingue (Miers ex Lingue Lauraceae M F N Bertero) Ness Pilea elliptica Wedd. Coyam-lahuén Urticaceae M Hc N Plantago lanceolata L. Siete venas Plantaginac M Hc I eae Plantago major L. Llánten Plantaginac M Hc I eae Poa pratensis L. Espiguilla Poaceae L Hc I Podanthus ovatifolius Lag. Mitique Asteraceae M F N Podocarpus nubigenus Lindl. Mañío de hoja Podocarpac P F N punzante eae Prunella vulgaris L. Consuelda Lamiaceae M T I menor Ranunculus repens L. Botón de oro Ranunculace M Hc I ae Raukaua laetevirens (Gay) Sauco del Araliaceae M F N Frodin diablo Raukaua valdiviensis (Gay) Curaco Araliaceae M L N Frodin Rhaphithamnus spinosus Arrayán macho Verbenaceae M F N (Juss.) Moldenke

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Ribes aff. magellanicum Poir. Zarzaparilla Grossulariac M F N eae Rubus ulmifolius Schott Murra Rosacea M L I Rumex acetosella L. Vinagrillo Polygonacea M Hc I e Sarmienta repens Ruiz & Pav. Medallita Gesneriacea M L N e Saxegothaea conspicua Lindl. Mañio hembra Podocarpac P F N eae Solanum crispum Ruiz & Pav. Natre Solanaceae M F N Solanum furcatum Dunal Tomatillo Solanaceae M F N Sonchus asper (L.) Hill Cerraja Asteraceae M T I Stellaria arvallis Phil. Quilloi-quilloi Caryophylla M Hc N ceae Synammia feuillei (Bertero) Kalawala Polypodiace F E N Copel. ae Taraxacum officinale (L.) Diente de león Asteraceae M Hc I Weber ex. F.H. Wigg. Teline monspessulana (L.) K. Retamillo Fabaceae M F I Koch Trifolium dubium Sibth. Trébol Fabaceae M T I Trifolium pratense L. Trébol blanco Fabaceae M Ch I Trifolium repens L. Trébol rosado Fabaceae M T I Tristerix corymbosus (L.) Quintral Loranthacea M P N Kuijt e Ugni molinae Turcz. Murta Myrtaceae M F N Uncinia erinacea (Cav.) Pers. Cortadera Cyperaceae L Hc N Uncinia phleoides (Cav.) Pers. Cortadera Cyperaceae L Hc N Uncinia sp. Cortadera Cyperaceae L Hc N Uncinia tenuis Poepp. Ex Cortadera Cyperaceae L Hc N Kunth Urtica magellanica Juss. Ex Ortiga Urticaceae M Hc N Poir. Viola reichei Skottsb. Ex Violeta amarilla Violaceae M Hc N Macloskie Viola rubella Cav. Violeta Violaceae M Hc N arbustiva Vulpia bromoides (L.) Gray Cola de ratón Poaceae L Hc I Weinmannia trichosperma Tineo Cunoniaceae M F N Cav.

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Anexo 6: Tabla fitosociológica inicial. Censos 1-10. Fuente: Elaboración propia 2018.

Especies/Censos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Acaena ovalifolia 0,1 0,1 0,1 Acrisione denticulata R R Adiantum chilense 0,1 Aextoxicon punctatum 0,1 17,5 37,5 17,5 0,1 37,5 Agrostis capillaris 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 5 Agrostis gigantea 0,1 5 0,1 Aira caryophyllea 0,1 Amomyrtus luma 0,1 17,5 0,1 5 Amomyrtus meli 5 37,5 5 5 Aristotelia chilensis 17,5 17,5 0,1 17,5 18 5 18 Asplenium dareoides. Asplenium trilobum 0,1 0,1 0,1 Azara lanceolata 17,5 R 0,1 0,1 0,1 0,1 Baccharis elaeoides R R Baccharis racemosa R 0,1 R 0,1 0,1 0,1 Baccharis sphaerocephala R 5 17,5 Baccharis sp. R Berberis darwinii 5 5 Berberis microphylla Blechnum blechnoides 0,1 0,1

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Blechnum chilense R R 0,1 0,1 Blechnum hastatum 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Blechnum magellanicum 0,1 0,1 Blechnum mochaenum 0,1 0,1 Blechnum penna-marina 0,1 0,1 Boquila trifoliolata 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Brachystele unilateralis Bromus hordeaceus 0,1 0,1 Buddleja globosa R Calceolaria integrifolia 5 5 0,1 0,1 0,1 0,1 18 Caldcluvia paniculata 5 R 5 0,1 0,1 Campsidium valdivianum 0,1 Carex aff. Canescens 0,1 Carex aff. Fuscula 0,1 0,1 5 0,1 R 0,1 Centella asiatica 1 0,1 5 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 Cerastium arvense 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Chusquea quila 62,5 0,1 17,5 18 17,5 0,1 38 37,5 17,5 Cirsium vulgare 0,1 0,1 0,1 0,1 Cissus striata 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Corynabutilon ochsenii 5 5 0,1 Cotula scariosa 0,1 Crepis capillaris R Dactylis glomerata 0,1 0,1

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Dasyphyllum diacanthoides 17,5 62,5 18 5 5 Desfontainia spinosa R Digitalis purpurea R 0,1 R 0,1 R R 0,1 R R Dioscorea auriculata 0,1 Disopsis glechomoides 5 0,1 Drymis winteri 0,1 0,1 62,5 62,5 Elytropus chilensis 0,1 Embothrium coccineum 0,1 0,1 0,1 Ercilla syncarpellata R 0,1 Eucryphia cordifolia 5 0,1 17,5 18 5 Fuchsia magellanica 5 5 0,1 5 Galium hypocarpium 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Gamochaeta americana 0,1 0,1 0,1 0,1 Gamochaeta spiciformis 0,1 Gaultheria insana Gaultheria phyllireifolia 5 R R R 0,1 Gentianella magellanica 0,1 Geranium core R Gevuina avellana 0,1 5 Gleichenia squamulosa 0,1 5 0,1 Grammitis magellanica 0,1 Greigia sphacelata 5 5 5 5 0,1 R Hieracium chilense 0,1 0,1

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Hypochaeris radicata 5 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Holcus lanatus 5 0,1 0,1 Hydrangea serratifolia 0,1 0,1 0,1 0,1 Hydrocotile indecora 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Hymenoglossum cruentum Hymenophyllum caudiculatum 0,1 Hymenophyllum dentatum Hymenophyllum dicronotrichum 0,1 0,1 Hymenophyllum krauseanum R 0,1 0,1 Hymenophyllum peltatum Hymenophyllum plicatum 0,1 0,1 0,1 0,1 Hymenophyllum tortuosum Hypolepis poeppigii R 0,1 R Juncus bufonius 0,1 0,1 0,1 0,1 Juncus procerus 0,1 0,1 0,1 Lapageria rosea 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Latua pubiflora 5 Laurelia sempervirens 5 Laureliopsis philippiana 17,5 37,5 62,5 5 18 17,5 37,5 18 5 Leptocarpha rivularis 5 Loasa acanthifolia 5 5 R 0,1 0,1 Lobelia bridgesii 5 5 5 0,1 0,1 5 5 5 5 5 Lolium perenne. 0,1 0,1 Lomatia dentata. 0,1 0,1

57

Lomatia ferruginea 5 5 R 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 Lomatia hirsuta Lophoshoria quadripinnata 5 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 Lotus pedunculatus 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Luma apiculata 17,5 R 17,5 5 17,5 0,1 5 Luzuriaga polyphylla 0,1 0,1 0,1 0,1 Luzuriaga radicans 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Maytenus magellanica Megalastrum spectabile 0,1 0,1 0,1 Mitraria coccinea 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Myrceugenia ovata var. Ovata 0,1 0,1 17,5 Myrceugenia parvifolia 0,1 5 Myrceugenia planipes 5 5 0,1 37,5 18 5 5 18 Nertera granadensis 0,1 0,1 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 Nothofagus dombeyi 0,1 Ovidia pillopillo 17,5 17,5 5 5 5 5 0,1 18 0,1 5 Oxalis rosea 0,1 Ozmoriza chilensis R R Persea lingue Pilea elliptica 0,1 Plantago lanceolata 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Plantago major 0,1 0,1 Poa pratensis Podanthus ovatifolius 5 Podocarpus nubigenus R 17,5

58

Prunella vulgaris 0,1 0,1 5 0,1 5 0,1 5 0,1 5 Ranunculus repens 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 Raukaua laetevirens 17,5 5 0,1 0,1 Raukaua valdiviensis 0,1 0,1 0,1 17,5 5 5 Rhaphithamnus spinosus 5 5 17,5 0,1 5 5 5 5 5 Ribes magellanicum R R R Rubus ulmifolius R 17,5 0,1 0,1 18 5 5 Rumex acetosella 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Sarmienta repens R R 0,1 0,1 Saxegothaea conspicua Solanum crispum R Solanum furcatum 0,1 R 5 Sonchus asper R Stellaria arvallis R 0,1 0,1 0,1 Synammia feuillei 0,1 R Taraxacum officinale R Teline monspessulana 0,1 Trifolium dubium 0,1 Trifolium pratense 0,1 Trifolium repens 0,1 0,1 0,1 0,1 5 Tristerix corymbosus 0,1 0,1 R 0,1 0,1 Ugni molinae R Uncinia erinacea 0,1 0,1

59

Uncinia phleoides 0,1 Uncinia sp. 0,1 Uncinia tenuis 0,1 0,1 0,1 0,1 Urtica magellanica 0,1 Viola reichei Viola rubella 0,1 0,1 0,1 0,1 Vulpia bromoides Weinmannia trichosperma 0,1 0,1

Anexo 7: Tabla fitosociológica inicial, Censos 11-16, Fuente: Elaboración propia 2018.

Especies/Censos 11 12 13 14 15 16 Acaena ovalifolia 5 Acrisione denticulata 5 Adiantum chilense Aextoxicon punctatum 5 37,5 17,5 Agrostis capillaris 0,1 0,1 0,1 Agrostis gigantea 0,1 0,1 Aira caryophyllea 0,1 0,1 Amomyrtus luma 17,5 17,5 17,5 5 5 5 Amomyrtus meli 5 5 Aristotelia chilensis 5 Asplenium dareoides. 0,1 0,1 Asplenium trilobum 0,1

60

Azara lanceolata 5 0,1 Baccharis elaeoides Baccharis racemosa 0,1 Baccharis sphaerocephala 0,1 5 5 Baccharis sp. Berberis darwinii 5 5 0,1 Berberis microphylla 0,1 Blechnum blechnoides Blechnum chilense 0,1 0,1 Blechnum hastatum 0,1 0,1 0,1 Blechnum magellanicum 0,1 Blechnum mochaenum 0,1 0,1 Blechnum penna-marina 0,1 0,1 0,1 Boquila trifoliolata 0,1 0,1 Brachystele unilateralis 0,1 0,1 0,1 R Bromus hordeaceus Buddleja globosa Calceolaria integrifolia Caldcluvia paniculata 0,1 Campsidium valdivianum 0,1 Carex aff. Canescens 0,1 Carex aff. Fuscula R 0,1 0,1

61

Centella asiatica 0,1 0,1 0,1 0,1 Cerastium arvense Chusquea quila 5 0,1 0,1 Cirsium vulgare Cissus striata 0,1 Corynabutilon ochsenii Cotula scariosa 0,1 0,1 0,1 Crepis capillaris Dactylis glomerata 0,1 5 Dasyphyllum diacanthoides 37,5 17,5 62,5 5 17,5 62,5 Desfontainia spinosa Digitalis purpurea R R R Dioscorea auriculata Disopsis glechomoides 5 0,1 Drymis winteri 37,5 37,5 17,5 5 17,5 17,5 Elytropus chilensis 0,1 Embothrium coccineum R Ercilla syncarpellata Eucryphia cordifolia 5 0,1 17,5 Fuchsia magellanica Galium hypocarpium Gamochaeta americana

62

Gamochaeta spiciformis Gaultheria insana R Gaultheria phyllireifolia 0,1 Gentianella magellanica 0,1 0,1 Geranium core Gevuina avellana 5 17,5 Gleichenia squamulosa 5 0,1 0,1 Grammitis magellanica 0,1 Greigia sphacelata 17,5 5 5 17,5 Hieracium chilense Hypochaeris radicata 0,1 5 0,1 0,1 5 0,1 Holcus lanatus 0,1 Hydrangea serratifolia 0,1 0,1 Hydrocotile indecora 0,1 0,1 Hymenoglossum cruentum 0,1 Hymenophyllum caudiculatum Hymenophyllum dentatum 0,1 0,1 Hymenophyllum dicronotrichum 0,1 Hymenophyllum krauseanum Hymenophyllum peltatum 0,1 Hymenophyllum plicatum 0,1 0,1 0,1 0,1 Hymenophyllum tortuosum 0,1

63

Hypolepis poeppigii Juncus bufonius Juncus procerus 0,1 Lapageria rosea 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Latua pubiflora 5 Laurelia sempervirens Laureliopsis philippiana 0,1 37,5 37,5 37,5 5 Leptocarpha rivularis Loasa acanthifolia Lobelia bridgesii 5 5 0,1 0,1 0,1 0,1 Lolium perenne. Lomatia dentata. 0,1 Lomatia ferruginea 0,1 0,1 0,1 R Lomatia hirsuta 5 Lophoshoria quadripinnata 0,1 0,1 0,1 Lotus pedunculatus 0,1 0,1 Luma apiculata 5 5 37,5 5 0,1 Luzuriaga polyphylla 0,1 0,1 Luzuriaga radicans Maytenus magellanica R Megalastrum spectabile 5 R Mitraria coccinea 0,1 0,1 0,1 0,1

64

Myrceugenia ovata var. Ovata 17,5 5 17,5 Myrceugenia parvifolia 0,1 Myrceugenia planipes 37,5 5 Nertera granadensis 0,1 5 0,1 0,1 Nothofagus dombeyi Ovidia pillopillo R 17,5 5 5 5 17,5 Oxalis rosea Ozmoriza chilensis Persea lingue R Pilea elliptica Plantago lanceolata 0,1 Plantago major Poa pratensis 0,1 0,1 Podanthus ovatifolius Podocarpus nubigenus 5 5 5 37,5 Prunella vulgaris 0,1 0,1 0,1 0,1 Ranunculus repens Raukaua laetevirens 0,1 0,1 Raukaua valdiviensis 0,1 17,5 Rhaphithamnus spinosus 5 17,5 5 Ribes magellanicum Rubus ulmifolius 0,1 0,1

65

Rumex acetosella 0,1 Sarmienta repens Saxegothaea conspicua 0,1 Solanum crispum Solanum furcatum R 0,1 Sonchus asper Stellaria arvallis Synammia feuillei 0,1 Taraxacum officinale Teline monspessulana Trifolium dubium Trifolium pratense 0,1 Trifolium repens Tristerix corymbosus Ugni molinae 0,1 Uncinia erinacea Uncinia phleoides Uncinia sp. Uncinia tenuis 0,1 0,1 Urtica magellanica Viola reichei 0,1 0,1 0,1 Viola rubella Vulpia bromoides 0,1

66

Weinmannia trichosperma 0,1

Anexo 8: Tabla fitosociológica ordenada decrecientemente, según el valor de importancia. Censos 1-10, Fuente: Elaboración propia 2018.

Especies/censos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Laureliopsis 17,5 37,5 62,5 5 17,5 17,5 37,5 17,5 5 philippiana Dasyphyllum 17,5 62,5 17,5 5 5 diacanthoides Drymis winteri 0,1 0,1 62,5 62,5 Chusquea quila 62,5 0,1 17,5 17,5 17,5 0,1 37,5 37,5 17,5 Aextoxicon 0,1 17,5 37,5 17,5 0,1 37,5 punctatum Ovidia pillopillo 17,5 17,5 5 5 5 5 0,1 17,5 0,1 5 Myrceugenia 5 5 0,1 37,5 17,5 5 5 17,5 planipes Luma apiculata 17,5 R 17,5 5 17,5 0,1 5 Amomyrtus luma 0,1 17,5 0,1 5 Aristotelia 17,5 17,5 0,1 17,5 17,5 5 17,5 chilensis Rhaphithamnus 5 5 17,5 0,1 5 5 5 5 5 spinosus Lobelia bridgesii 5 5 5 0,1 0,1 5 5 5 5 5 Greigia 5 5 5 5 0,1 R sphacelata Eucryphia 5 0,1 17,5 17,5 5 cordifolia Podocarpus R 17,5 nubigenus Amomyrtus meli 5 37,5 5 5 Hypochaeris 5 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 radicata L. Myrceugenia 0,1 0,1 17,5 ovata var. Ovata

67

Rubus ulmifolius R 17,5 0,1 0,1 17,5 5 5 Raukaua 0,1 0,1 0,1 17,5 5 5 valdiviensis Prunella vulgaris 0,1 0,1 5 0,1 5 0,1 5 0,1 5 Lomatia 5 5 R 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 ferruginea Nertera 0,1 0,1 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 granadensis Centella asiatica 1 0,1 5 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 Baccharis R 5 17,5 sphaerocephala Calceolaria 5 5 0,1 0,1 0,1 0,1 17,5 integrifolia Azara lanceolata 17,5 R 0,1 0,1 0,1 0,1 Lophoshoria 5 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 0,1 quadripinnata Hydrocotile 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 indecora Digitalis R 0,1 R 0,1 R R 0,1 R R purpurea Raukaua 17,5 5 0,1 0,1 laetevirens Blechnum 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 hastatum Lapageria rosea 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Gevuina 0,1 5 avellana Agrostis 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 5 capillaris Ranunculus 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 5 0,1 0,1 0,1 repens Carex aff. 0,1 0,1 5 0,1 R 0,1 Fuscula Berberis 5 5 darwinii Lotus uliginosus 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Mitraria 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 coccinea

68

Gleichenia 0,1 5 0,1 squamulosa Caldcluvia 5 R 5 0,1 0,1 paniculata Boquila 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 trifoliolata Galium 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 hypocarpium Hymenophyllum 0,1 0,1 0,1 0,1 plicatum Rumex acetosella 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Fuchsia 5 5 0,1 5 magellanica Loasa 5 5 R 0,1 0,1 acanthifolia Gaultheria 5 R R R 0,1 phyllireifolia Cissus striata 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 Luzuriaga 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 radicans Plantago 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 lanceolata Disopsis 5 0,1 glechomoides Agrostis 0,1 5 0,1 gigantea Trifolium repens 0,1 0,1 0,1 0,1 5 Megalastrum 0,1 0,1 0,1 spectabile Solanum 0,1 R 5 furcatum Hydrangea 0,1 0,1 0,1 0,1 serratifolia Luzuriaga 0,1 0,1 0,1 0,1,1 polyphylla Uncinia tenuis 0,1 0,1 0,1 0,1 Baccharis R 0,1 R 0,1 0,1 0,1 racemosa Blechnum R R 0,1 0,1 chilense

69

Corynabutilon 5 5 0,1 vitifolium Acaena 0,1 0,1 0,1 ovalifolia Dactylis 0,1 0,1 glomerata Holcus lanatus 5 0,1 0,1 Blechnum penna- 0,1 0,1 marina Cerastium 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 arvense Latua pubiflora 5 Myrceugenia 0,1 5 parvifolia Acrisione R R denticulata Asplenium 0,1 0,1 0,1 trilobum Blechnum 0,1 0,1 mochaenum Cirsus vulgare 0,1 0,1 0,1 0,1 Cotula scariosa 0,1 Gamochaeta 0,1 0,1 0,1 0,1 americana Juncus bufonius 0,1 0,1 0,1 0,1 Juncus procerus 0,1 0,1 0,1 Tristerix 0,1 0,1 R 0,1 0,1 corymbosus Viola rubella 0,1 0,1 0,1 0,1 Brachystele unilateralis Embothrium 0,1 0,1 0,1 coccineum Stellaria arvallis R 0,1 0,1 0,1 Sarmienta repens R R 0,1 0,1 Aira 0,1 caryophyllea

70

Blechnum 0,1 0,1 magellanicum Gentianella 0,1 magellanica Hymenophyllum 0,1 0,1 dicronotrichum Lomatia dentata 0,1 0,1 Viola reichei Weinmannia 0,1 0,1 trichosperma Hymenophyllum R 0,1 0,1 krauseanum Synammia 0,1 R feuillei Hypolepis R 0,1 R poeppigii Ribes R R R magellanicum Laurelia 5 sempervirens Leptocarpha 5 rivularis Lomatia hirsuta Podanthus 5 ovatifolius Asplenium dareoides Blechnum 0,1 0,1 blechnoides Bromus 0,1 0,1 hordeaceus Campsidium 0,1 valdivianum Carex aff. 0,1 Canescens Elytropus 0,1 chilensis Grammitis 0,1 magellanica Hieracium 0,1 0,1 chilense

71

Hymenophyllum dentatum Lolium perenne 0,1 0,1 Plantago major 0,1 0,1 Poa pratensis Trifolium 0,1 pratense Uncinia erinacea 0,1 0,1 Ercilla R 0,1 syncarpellata Ugni molinae R Baccharis R R elaeoides Ozmoriza R R chilensis Adiantum 0,1 chilense Berberis microphylla Dioscorea 0,1 auriculata Gamochaeta 0,1 spiciformis Hymenoglossum cruentum Hymenophyllum 0 caudiculatum Hymenophyllum peltatum Hymenophyllum tortuosum Nothofagus 0 dombeyi Oxalis rosea 0 Pilea elliptica 0 Saxegothaea conspicua Teline 0 monspessulana

72

Trifolium dubium 0 Uncinia 0 phleoides Uncinia sp. 0 Urtica 0 magellanica Vulpia

bromoides Baccharis sp. R Buddleja globosa R Crepis capillaris R Desfontainia R spinosa Gaultheria

insana Geranium core R Maytenus

magellanica Persea lingue Solanum crispum R Sonchus asper R Taraxacum R officinale

Anexo 9: Tabla fitosociológica ordenada decrecientemente, según el valor de importancia. Censos 11-16, Fuente: Elaboración propia 2018.

11 12 13 14 15 16 Frecuencia Cobertura V.I Especies/censos

Laureliopsis 0,1 37,5 37,5 37,5 5 14 335,1 13,76 philippiana Dasyphyllum 37,5 17,5 62,5 5 17,5 62,5 11 310 12,46 diacanthoides

73

Drymis winteri 37,5 37,5 17,5 5 17,5 17,5 10 257,7 10,48 Chusquea quila 5 0,1 0,1 12 212,9 9,17 Aextoxicon 5 37,5 17,5 9 170,2 7,25 punctatum Ovidia pillopillo R 17,5 5 5 5 17,5 16 127,7 6,72 Myrceugenia 37,5 5 10 135,1 6,15 planipes Luma apiculata 5 5 37,5 5 0,1 12 115,2 5,73 Amomyrtus luma 17,5 17,5 17,5 5 5 5 11 90,2 4,71 Aristotelia 5 8 97,6 4,55 chilensis Rhaphithamnus 5 17,5 5 12 80,1 4,49 spinosus Lobelia bridgesii 5 5 0,1 0,1 0,1 0,1 16 50,6 4,00 Greigia 17,5 5 5 17,5 10 65,1 3,68 sphacelata Eucryphia 5 0,1 17,5 8 67,7 3,50 cordifolia Podocarpus 5 5 5 37,5 6 70 3,30 nubigenus Amomyrtus meli 5 5 6 62,5 3,04 Hypochaeris 0,1 5 0,1 0,1 5 0,1 16 21,2 2,96 radicata L. Myrceugenia 17,5 5 17,5 6 57,7 2,87 ovata var. Ovata Rubus ulmifolius 0,1 0,1 9 45,4 2,85 Raukaua 0,1 17,5 8 45,4 2,71 valdiviensis 0,1 0,1 0,1 0,1, 13 20,9 2,54 Prunella vulgaris 1 Lomatia 0,1 0,1 0,1 R 13 15,8 2,36 ferruginea Nertera 0,1 5 0,1 0,1 14 11,1 2,33 granadensis Centella asiatica 0,1 0,1 0,1 0,1 13 12 2,22 Baccharis 0,1 5 5 6 32,6 1,98 sphaerocephala

74

Calceolaria 7 27,9 1,95 integrifolia Azara lanceolata 5 0,1 8 23 1,92 Lophoshoria 0,1 0,1 0,1 11 10,9 1,91 quadripinnata Hydrocotile 0,1 0,1 12 1,2 1,70 indecora Digitalis R R R 12 0,3 1,67 purpurea Raukaua 0,1 0,1 6 22,9 1,64 laetevirens Blechnum 0,1 0,1 0,1 11 1,1 1,56 hastatum Lapageria rosea 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 11 1,1 1,56 Gevuina avellana 5 17,5 4 27,6 1,53 Agrostis 0,1 0,1 0,1 9 5,8 1,45 capillaris Ranunculus 9 5,8 1,45 repens Carex aff. R 0,1 0,1 9 5,6 1,44 Fuscula Berberis darwinii 5 5 0,1 5 20,1 1,40 Lotus uliginosus 0,1 0,1 9 0,9 1,28 Mitraria 0,1 0,1 0,1 0,1 9 0,9 1,28 coccinea Gleichenia 5 0,1 0,1 6 10,4 1,20 squamulosa Caldcluvia 0,1 6 10,3 1,19 paniculata Boquila 0,1 0,1 8 0,8 1,14 trifoliolata Galium 8 0,8 1,14 hypocarpium Hymenophyllum 0,1 0,1 0,1, 0,1 8 0,8 1,14 plicatum Rumex acetosella 0,1 8 0,8 1,14 Fuchsia 4 15,1 1,09 magellanica

75

Loasa 5 10,2 1,05 acanthifolia Gaultheria 0,1 6 5,2 1,01 phyllireifolia Cissus striata 0,1 7 0,7 0,99 Luzuriaga 7 0,7 0,99 radicans Plantago 0,1 7 0,7 0,99 lanceolata Disopsis 5 0,1 4 10,2 0,91 glechomoides Agrostis gigantea 0,1 0,1 5 5,4 0,88 Trifolium repens 5 5,4 0,88 Megalastrum 5 R 5 5,3 0,88 spectabile Solanum R 0,1 5 5,2 0,88 furcatum Hydrangea 0,1 0,1 6 0,6 0,85 serratifolia Luzuriaga 0,1 0,1, 6 0,6 0,85 polyphylla 1 Uncinia tenuis 0,1 0,1 6 0,6 0,85 Baccharis 0,1 6 0,5 0,85 racemosa Blechnum 0,1 0,1 6 0,4 0,85 chilense Corynabutilon 3 10,1 0,77 vitifolium Acaena ovalifolia 5 4 5,3 0,74 Dactylis 0,1 5 4 5,3 0,74 glomerata Holcus lanatus 0,1 4 5,3 0,74 Blechnum penna- 0,1 0,1 0,1 5 0,5 0,71 marina Cerastium 5 0,5 0,71 arvense Latua pubiflora 5 2 10 0,63 Myrceugenia 0,1 3 5,2 0,60 parvifolia

76

Acrisione 5 3 5 0,59 denticulata Asplenium 0,1 4 0,4 0,57 trilobum Blechnum 0,1 0,1 4 0,4 0,57 mochaenum Cirsus vulgare 4 0,4 0,57 Cotula scariosa 0,1 0,1 0,1 4 0,4 0,57 Gamochaeta 4 0,4 0,57 americana Juncus bufonius 4 0,4 0,57 Juncus procerus 0,1 4 0,4 0,57 Tristerix 4 0,4 0,57 corymbosus Viola rubella 4 0,4 0,57 Cav. Brachystele 0,1 0,1 0,1 R 4 0,3 0,56 unilateralis Embothrium R 4 0,3 0,56 coccineum Stellaria arvallis 4 0,3 0,56 Sarmienta repens 4 0,2 0,56 Aira 0,1 0,1 3 0,3 0,43 caryophyllea Blechnum 0,1 3 0,3 0,43 magellanicum Gentianella 0,1 0,1 3 0,3 0,43 magellanica Hymenophyllum 0,1 3 0,3 0,43 dicronotrichum Lomatia dentata 0,1 3 0,3 0,43 Viola reichei 0,1 0,1 0,1 3 0,3 0,43 Weinmannia 0,1 3 0,3 0,43 trichosperma Hymenophyllum 3 0,2 0,42 krauseanum Synammia 0,1 3 0,2 0,42 feuillei

77

Hypolepis 3 0,1 0,42 poeppigii Ribes 3 0 0,42 magellanicum Laurelia 1 5 0,31 sempervirens Leptocarpha 1 5 0,31 rivularis Lomatia hirsuta 5 1 5 0,31 Podanthus 1 5 0,31 ovatifolius Asplenium 0 0,1 2 0,2 0,28 dareoides Blechnum 2 0,2 0,28 blechnoides Bromus 2 0,2 0,28 hordeaceus Campsidium 0,1 2 0,2 0,28 valdivianum Carex aff. 0,1 2 0,2 0,28 Canescens Elytropus 0,1 2 0,2 0,28 chilensis Grammitis 0,1 2 0,2 0,28 magellanica Hieracium 2 0,2 0,28 chilense Hymenophyllum 0,1 0,1 2 0,2 0,28 dentatum Lolium perenne 2 0,2 0,28 Plantago major 2 0,2 0,28 Poa pratensis 0,1 0,1 2 0,2 0,28 Trifolium 0,1 2 0,2 0,28 pratense Uncinia erinacea 2 0,2 0,28 Ercilla 2 0,1 0,28 syncarpellata Ugni molinae 0,1 2 0,1 0,28

78

Baccharis 2 0 0,28 elaeoides Ozmoriza 2 0 0,28 chilensis Adiantum 1 0,1 0,14 chilense Berberis 0,1 1 0,1 0,14 microphylla Dioscorea auriculata Gamochaeta 1 0,1 0,14 spiciformis Hymenoglossum 1 0,1 0,14 cruentum Hymenophyllum 0,1 1 0,1 0,14 caudiculatum Hymenophyllum 1 0,1 0,14 peltatum Hymenophyllum 0,1 1 0,1 0,14 tortuosum Nothofagus 0,1 1 0,1 0,14 dombeyi Oxalis rosea 1 0,1 0,14 Pilea elliptica 1 0,1 0,14 Saxegothaea 1 0,1 0,14 conspicua Teline 0,1 1 0,1 0,14 monspessulana Trifolium dubium 1 0,1 0,14 Uncinia 1 0,1 0,14 phleoides Uncinia sp. 1 0,1 0,14 Urtica 1 0,1 0,14 magellanica Vulpia 1 0,1 0,14 bromoides Baccharis sp. 0 1 0,1 0,14 Buddleja globosa 1 0 0,14 Crepis capillaris 1 0 0,14

79

Desfontainia 1 0 0,14 spinosa Gaultheria 1 0 0,14 insana Geranium core R 1 0 0,14 Maytenus 1 0 0,14 magellanica Persea lingue R 1 0 0,14 Solanum crispum R 1 0 0,14 Sonchus asper 1 0 0,14 Taraxacum 1 0 0,14 officinale 1 0 0,14

Anexo 10. Formulario: Índice de comunidad empleado mediante la cobertura y la frecuencia de las especies.

Anexo 10.1. Formula Índice de comunidad. Cobertura.

ࡹࢉǣ ૛ ࢉࢉ ൌ ൈ૛ ࡹࢇ ൅ ࡹ࢈ ൅ ࡹࢉǣ ૛

Fuente: Ellenberg 1956, obtenido Ramírez & San Martín 1997.

Ma: Suma de la cobertura de la especie patrón, en los censos que no se encuentra la segunda. Mb: Suma de la cobertura de la especie comparada. Mc: Suma de las coberturas de las dos especies en los censos donde crecen juntas.

80

Anexo 11. Fórmula Índice de Comunidad. Frecuencia.

ࡼࢉ ࡵൌ ൈ ૚૙૙ ࡼࢇ ൅ ࡼ࢈ ൅ ࡼࢉ

Fuente: Ellenberg (1956), obtenida de Krausse (1983).

Pa: Número de censos en que aparece la primera especie sola. Pb: Número de censos en que aparece únicamente la otra especie. Pc: Número de censos donde están ambas especies.

Anexo 12: Tabla ordenada según rangos de afinidad fitosociológica. Elaboración propia 2018.

Afinidad fitosociológica Frecuencia Cobertura 81 %-100 % 81 %-100 % Centella asiatica Centella asiatica Hypochaeris radicata Chusquea quila Laureliopsis philippiana Dasyphyllum diacanthoides Lomatia ferruginea Drymis winteri Nertera granadensis Hypochaeris radicata Ovidia pillo-pillo Hydrocotile indecora Prunella vulgaris Laureliopsis philippiana 61 %-80.9 % Lomatia ferruginea Amomyrtus luma Lophoshoria quadripinnata Blechnum hastatum Luma apiculata Chusquea quila Ovidia pillo-pillo Dasyphyllum diacanthoides 61 %-80.9 % Digitalis purpurea Aextoxicon punctatum Drymis winteri Amomyrtus luma Greigia sphacelata Aristotelia chilensis

81

Hydrocotile indecora Digitalis purpurea Lapageria rosea Greigia sphacelata Lophoshoria quadripinnata Myrceugenia planipes Luma apiculata Nertera granadensis Myrceugenia planipes Prunella vulgaris Rhaphithamnus spinosus Rhaphithamnus spinosus Rubus ulmifolius Rubus ulmifolius 41 %-60.9 % 21 %-40.9 % Aextoxicon punctatum Acaena ovalifolia Agrostis capillaris Agrostis gigantea Aristotelia chilensis Baccharis racemosa Azara lanceolata Boquila trifoliolata Boquila trifoliolata Caldcluvia paniculata Calceolaria integrifolia Carex aff. Fuscula Carex aff. Fuscula Cerastium arvense Cissus striata Cissus striata Eucryphia cordifolia Dactylis glomerata Hymenophyllum plicatum Fuchsia magellanica Lotus uliginosus Gamochaeta americana Luzuriaga radicans Gaultheria phyllireifolia Mitraria coccinea Gevuina avellana Plantago lanceolata Holcus lanatus Ranunculus repens Hydrangea serratifolia Raukaua valdiviensis Lotus uliginosus Rumex acetosella Luzuriaga radicans Galium hypocarpium Megalastrum spectabile 21 %-40.9 % Myrceugenia parvifolia Acaena ovalifolia Plantago lanceolata Agrostis gigantea Rumex acetosella Amomyrtus meli Trifolium repens Asplenium trilobum Hymenophyllum plicatum Baccharis racemosa Lapageria rosea Baccharis sphaerocephala Loasa acanthifolia Berberis darwinii 41 %-60.9 % Blechnum chilense Agrostis capillaris Blechnum mochaenum Amomyrtus meli Blechnum penna-marina Azara lanceolata Brachystele unilateralis Baccharis sphaerocephala Caldcluvia paniculata Blechnum chilense

82

Cerastium arvense Blechnum hastatum Cirsus vulgaris Calceolaria integrifolia Cotula scariosa Eucryphia cordifolia Dactylis glomerata Galium hypocarpium Disopsis glechomoides Gleichenia squamulosa Embothrium coccineum Luzuriaga polyphylla Fuchsia magellanica Mitraria coccinea Gamochaeta americana Myrceugenia ovata var. Ovata Gaultheria phyllireifolia Podocarpus nubigenus Gevuina avellana Ranunculus repens Gleichenia squamulosa Raukaua laetevirens Holcus lanatus Raukaua valdiviensis Hydrangea serratifolia Uncinia tenuis Juncus bufonius 0 %-20.9 % Juncus procerus Acrisione denticulata Loasa acanthifolia Adiantum chilense Luzuriaga polyphylla Aira caryophyllea Megalastrum spectabile Asplenium dareoides Myrceugenia ovata var. Ovata Asplenium trilobum Podocarpus nubigenus Baccharis elaeoides Raukaua laetevirens Baccharis sp. Sarmienta repens Berberis darwinii Solanum furcatum Berberis microphylla Stellaria arvallis Blechnum blechnoides Trifolium repens Blechnum magellanicum Tristerix corymbosus Blechnum mochaenum Uncinia tenuis Blechnum penna-marina Viola rubella Brachystele unilateralis 0 % -20.9 % Bromus hordeaceus Acrisione denticulata Buddleja globosa Adiantum chilense Campsidium valdivianum Aira caryophyllea Carex aff. Canescens Asplenium dareoides Cirsus vulgaris Baccharis elaeoides Corynabutilon vitifolium Baccharis sp. Cotula scariosa Berberis microphylla Crepis capillaris Blechnum blechnoides Desfontainia spinosa Blechnum magellanicum Dioscorea auriculata Bromus hordeaceus Disopsis glechomoides

83

Buddleja globosa Elytropus chilensis Campsidium valdivianum Embothrium coccineum Carex aff. Canescens Ercilla syncarpellata Corynabutilon vitifolium Gamochaeta spiciformis Crepis capillaris Gaultheria insana Desfontainia spinosa Gentianella magellanica Dioscorea auriculata Geranium core-core Elytropus chilensis Grammitis magellanica Ercilla syncarpellata Hieracium chilense Gamochaeta spiciformis Hymenoglossum cruentum Gaultheria insana Hymenophyllum caudiculatum Gentianella magellanica Hymenophyllum dentatum Geranium core-core Hymenophyllum dicronotrichum Grammitis magellanica Hymenophyllum krauseanum Hieracium chilense Hymenophyllum peltatum Hymenoglossum cruentum Hymenophyllum tortuosum Hymenophyllum caudiculatum Hypolepis poeppigii Hymenophyllum dentatum Juncus bufonius Hymenophyllum dicronotrichum Juncus procerus Hymenophyllum krauseanum Latua pubiflora Hymenophyllum peltatum Laurelia sempervirens Hymenophyllum tortuosum Leptocarpha rivularis Hypolepis poeppigii Lolium perenne Latua pubiflora Lomatia dentata Laurelia sempervirens Lomatia hirsuta Leptocarpha rivularis Maytenus magellanicum Lolium perenne Nothofagus dombeyi Lomatia dentata Oxalis rosea Lomatia hirsuta Ozmoriza chilensis Maytenus magellanicum Persea lingue Myrceugenia parvifolia Pilea elliptica Nothofagus dombeyi Plantago major Oxalis rosea Poa pratensis Ozmoriza chilensis Podanthus ovatifolius Persea lingue Ribes magellanicum Pilea elliptica Sarmienta repens Plantago major Saxegothaea conspicua Poa pratensis Solanum crispum

84

Podanthus ovatifolius Solanum furcatum Ribes magellanicum Sonchus asper

Saxegothaea conspicua Stellaria arvallis Solanum crispum Synammia feuillei Sonchus asper Taraxacum officinale Synammia feuillei Teline monspessulana Taraxacum officinale Trifolium dubium Teline monspessulana Trifolium pratense Trifolium dubium Tristerix corymbosus Trifolium pratense Ugni molinae Ugni molinae Uncinia erinacea Uncinia erinacea Uncinia phleoides Uncinia phleoides Uncinia sp. Uncinia sp. Urtica magellanica Urtica magellanica Viola reichei Viola reichei Viola rubella Vulpia bromoides Vulpia bromoides Weinmannia trichosperma Weinmannia trichosperma

Anexo 13: Tabla ordenada Bosque renoval de Tepa y Trevo. Fuente: Elaboración propia 2018.

Comunidad Bosque renoval de Tepa y Trevo Valor de Índice de importancia presencia Especies/Censos 13 14 15 16 Especies diferenciales Dasyphyllum 4 1 2 4 21,19613 V diacanthoides Laureliopsis 3 3 3 1 17,47035 V philippiana Especies representativas Drymis winteri 2 1 2 2 10,01878 V Greigia 2 1 1 2 8,466371 V sphacelata Amomyrtus luma 2 1 1 1 6,913962 V Ovidia pillopillo 1 1 1 2 6,913962 V

85

Hypochaeris + + 1 + 3,535919 V radicata Lapageria rosea + + + + 2,927375 V Lobelia bridgesii + + + + 2,927375 V Especies comunes Luma apiculata 3 1 + 7,448884 IV Berberis darwinii 1 1 + 3,41262 IV Nertera 1 + + 2,804076 IV granadensis Rhaphithamnus 1 2 1 5,573574 IV spinosus Eucryphia 1 + 2 4,965029 IV cordifolia Prunella vulgaris + + + 2,195531 IV Brachystele + + R 2,183112 IV unilateralis Especies acompañantes Aextoxicon 3 2 8,26945 III punctatum Myrceugenia 3 1 6,717041 III planipes Podocarpus 1 3 6,717041 III nubigenus Myrceugenia 1 2 4,233186 III ovata var. Ovata Raukaua + 2 3,624641 III valdiviensis Gevuina avellana 2 2,892798 II Amomyrtus meli 1 1 2,680776 III Azara lanceolata 1 + 2,072232 III Disopsis 1 + 2,072232 III glechomoides Megalastrum 1 R 2,059813 III spectabile Agrostis + + 1,463687 III capillaris Asplenium + + 1,463687 III dareoides Blechnum + + 1,463687 III hastatum

86

Blechnum + + 1,463687 III mochaenum Boquila + + 1,463687 III trifoliolata Carex aff. + + 1,463687 III Fuscula Centella asiatica + + 1,463687 III Chusquea quila + + 1,463687 III Cotula scariosa + + 1,463687 III Gentianella + + 1,463687 III magellanica Hymenophyllum + + 1,463687 III plicatum Lotus uliginosus + + 1,463687 III Mitraria + + 1,463687 III coccinea Poa pratensis + + 1,463687 III Lomatia + R 1,451268 III ferruginea Digitalis R R 1,438849 III purpurea Especies ocasionales Acaena ovalifolia 1 1,340388 II Acrisione 1 1,340388 II denticulata Aristotelia 1 1,340388 II chilensis Baccharis 1 1,340388 II sphaerocephala Dactylis 1 1,340388 II glomerata Lomatia hirsuta 1 1,340388 II Agrostis gigantea + 0,731844 II Asplenium + 0,731844 II trilobum Baccharis + 0,731844 II racemosa Berberis + 0,731844 II microphylla Blechnum penna- + 0,731844 II marina Cissus striata + 0,731844 II

87

Elytropus + 0,731844 II chilensis Gleichenia + 0,731844 II squamulosa Grammitis + 0,731844 II magellanica Holcus lanatus + 0,731844 II Hydrangea + 0,731844 II serratifolia Hydrocotile + 0,731844 II indecora Hymenoglossum + 0,731844 II cruentum Hymenophyllum + 0,731844 II dicronotrichum Hymenophyllum + 0,731844 II tortuosum Lomatia dentata + 0,731844 II Lophoshoria + 0,731844 II quadripinnata Plantago + 0,731844 II lanceolata Rumex acetosella + 0,731844 II Solanum + 0,731844 II furcatum Synammia + 0,731844 II feuillei Trifolium + 0,731844 II pratense Ugni molinae + 0,731844 II Viola reichei + 0,731844 II Persea lingue R 0,719424 II

Anexo 14: Tabla ordenada comunidad Bosque renoval de Canelo Fuente: elaboración propia 2018.

Comunidad Bosque renoval de Canelo Valor de Índice de importancia presencia Especies / Censos 9 10 11 12 Especies diferenciales Drymis winteri 4 4 3 3 36,84 V

88

Especies representativas Amomyrtus luma + 1 2 2 9,40 V Baccharis 1 2 + 1 7,25 V sphaerocephala Lobelia bridgesii 1 1 1 1 5,95 V Centella asiatica + + + + 2,58 V Lomatia ferruginea + + + + 2,58 V Luzuriaga + + + + 2,58 V polyphylla Raukaua laetevirens + + + + 2,58 V Especies comunes Chusquea quila 3 2 1 12,18 IV Dasyphyllum 1 3 2 12,18 IV diacanthoides Myrceugenia ovata 2 2 7,26 IV var. Ovata Podocarpus 2 1 1 6,61 IV nubigenus Ovidia pillopillo + 1 R 2 6,39 IV Luma apiculata 1 1 1 4,46 IV Hypochaeris + + + 1 3,43 IV radicata Agrostis gigantea 1 + + 2,78 IV Gleichenia + 1 + 2,78 IV squamulosa Lophoshoria + + + + 2,58 IV quadripinnata Uncinia tenuis + + + + 2,58 IV Myrceugenia 1 + 2,13 IV parvifolia Blechnum chilense + + + 1,94 IV Blechnum hastatum + + + 1,94 IV Hydrocotile + + + 1,94 IV indecora Hymenophyllum + + + 1,94 IV plicatum Mitraria coccinea + + + 1,94 IV Nertera + + + 1,94 IV granadensis Weinmannia + + + 1,94 IV trichosperma

89

Digitalis purpurea R R R 1,89 IV Especies acompañantes Latua pubiflora 1 1 2,97 III Agrostis capillaris 1 + 2,13 III Laureliopsis 1 + 2,13 III philippiana Prunella vulgaris 1 + 2,13 III Aira caryophyllea + + 1,29 III Blechnum + + 1,29 III magellanicum Blechnum penna- + + 1,29 III marina Caldcluvia + + 1,29 III paniculata Gaultheria + + 1,29 III phyllireifolia Carex aff. Fuscula + R 1,28 III Embothrium + R 1,28 III coccineum Hydrangea + + 1,29 III serratifolia Campsidium + + 1,29 III valdivianum Hymenophyllum + + 1,29 III dentatum Lapageria rosea + + 1,29 III Rubus ulmifolius + + 1,29 III Viola reichei + + 1,29 III Greigia sphacelata + R 1,28 III Especies ocasionales Aextoxicon 1 1,49 II punctatum Eucryphia 1 1,49 II cordifolia Cav. Gevuina avellana 1 1,49 II Molina Rhaphithamnus 1 1,49 II spinosus Baccharis racemosa + 0,65 II

90

Brachystele + 0,65 II unilateralis Carex aff. + 0,65 II Canescens Cerastium arvense + 0,65 II Cotula scariosa + 0,65 II Dactylis glomerata + 0,65 II Gamochaeta + 0,65 II spiciformis Grammitis + 0,65 II magellanica Hymenophyllum + 0,65 II krauseanum Hymenophyllum + 0,65 II peltatum Juncus bufonius + 0,65 II Juncus procerus + 0,65 II Lolium perenne + 0,65 II Megalastrum + 0,65 II spectabile Ranunculus repens + 0,65 II Rumex acetosella + 0,65 II Saxegothaea + 0,65 II conspicua Vulpia bromoides + 0,65 II Acrisione R 0,63 II denticulata Baccharis elaeoides R 0,63 II Desfontainia R 0,63 II spinosa Gaultheria insana R 0,63 II Hypolepis poeppigii R 0,63 II Maytenus R 0,63 II magellanica Solanum furcatum R 0,63 II

91

Comunidad Bosque de Olivillo y Tepa Valor de Índice importa de ncia presen cia Especies/Censos 1 2 3 4 5 6 7 8 Especies diferenciales Laureliopsis 2 3 4 1 2 2 3 2 16,56 V philippiana Chusquea quila 4 + 2 2 2 + 3 12,19 V Aextoxicon + 2 3 2 + 3 9,02 IV punctatum Especies representativas Myrceugenia 1 1 + 3 2 1 1 2 8,27 V planipes Aristotelia 2 2 + 2 2 1 2 8,04 V chilensis Ovidia pillopillo 2 2 1 1 1 1 + 2 6,89 V Rhaphithamnus 1 1 2 + 1 1 1 1 5,16 V spinosus Rubus ulmifolius R 2 + + 2 1 1 4,76 V Lobelia bridgesii 1 1 1 + + 1 1 1 3,96 V Calceolaria 1 1 + + + + 2 3,57 V integrifolia Prunella vulgaris + + 1 + 1 + 1 + 2,94 V Lomatia 1 1 R + + 1 + 2,70 V ferruginea Hypochaeris 1 + 1 + + + + + 2,61 V radicata Centella asiatica 1 + 1 + 1 + + 2,43 V Ranunculus + + + + + 1 + + 2,27 V repens Azara lanceolata 2 R + + + + 2,64 IV Nertera + + + + 1 + + 2,26 V granadensis Galium + + + + + + + + 1,93 V hypocarpium Hydrocotile + + + + + + + + 1,93 V indecora Digitalis R + R + R R + 1,89 V purpurea Lotus uliginosus + + + + + + + 1,69 V

92

Luzuriaga + + + + + + + 1,69 V radicans Rumex acetosella + + + + + + 1,68 V Especies comunes Luma apiculata 2 R 2 1 2 + 5,39 IV Raukaua + + + 2 1 1 3,33 IV valdiviensis Lophoshoria 1 + + 1 + + 2,12 IV quadripinnata Loasa 1 1 R + + 1,88 IV acanthifolia Trifolium repens + + + + 1 1,54 IV Carex aff. + + 1 + R 1,54 IV Fuscula Blechnum + + + + + + 1,45 IV hastatum Boquila + + + + + + 1,45 IV trifoliolata Cissus striata + + + + + + 1,45 IV Plantago + + + + + + 1,45 IV lanceolata Agrostis + + + + + 1,21 IV capillaris Lapageria rosea + + + + + 1,21 IV Tristerix + + R + + 1,20 IV corymbosus Baccharis R + R + + 1,19 IV racemosa Especies acompañantes Dasyphyllum 2 4 2 1 8,02 III diacanthoides Amomyrtus meli 1 3 1 1 4,56 III Eucryphia 1 + 2 2 3,71 III cordifolia Greigia 1 1 1 1 2,32 III sphacelata Fuchsia 1 1 + 1 1,98 III magellanica Caldcluvia 1 R 1 + 1,63 III paniculata

93

Gaultheria 1 R R R 1,28 III phyllireifolia Cerastium + + + + 0,96 III arvense Cirsus vulgare + + + + 0,96 III Gamochaeta + + + + 0,96 III americana Mitraria + + + + 0,96 III coccinea Viola rubella + + + + 0,96 III Stellaria arvallis R + + + 0,96 III Sarmienta repens R R + + 0,95 III Especies ocasionales Raukaua 2 1 2,02 II laetevirens Amomyrtus luma + 2 1,68 II Corynabutilon 1 1 + 1,40 II vitifolium Berberis 1 1 1,16 II darwinii Holcus lanatus 1 + + 1,06 II Solanum + R 1 1,06 II furcatum Disopsis 1 + 0,82 II glechomoides Gevuina + 1 0,82 II avellana Gleichenia + 1 0,82 II squamulosa Acaena + + + 0,72 II ovalifolia Asplenium + + + 0,72 II trilobum Hydrangea + + + 0,72 II serratifolia Hymenophyllum + + + 0,72 II plicatum Juncus bufonius + + + 0,72 II Juncus procerus + + + 0,72 II Blechnum R R + 0,71 II chilense

94

Ribes R R R 0,70 II magellanicum Blechnum + + 0,48 II mochaenum Blechnum penna- + + 0,48 II marina Bromus + + 0,48 II hordeaceus Dactylis + + 0,48 II glomerata Drymis winteri + + 0,48 II Embothrium + + 0,48 II coccineum Hieracium + + 0,48 II chilense Hymenophyllum + + 0,48 II dicronotrichum Lomatia dentata + + 0,48 II Luzuriaga + + 0,48 II polyphylla Megalastrum + + 0,48 II spectabile Myrceugenia + + 0,48 II ovata var. Ovata Plantago major + + 0,48 II Uncinia erinacea + + 0,48 II Uncinia tenuis + + 0,48 II Ercilla R + 0,48 II syncarpellata Nowicke Hymenophyllum R + 0,48 II krauseanum Hypolepis R + 0,48 II poeppigii Synammia + R 0,48 II feuillei Ozmoriza R R 0,47 II chilensis Blechnum + + 0,48 II blechnoides Laurelia 1 0,58 I sempervirens

95

Leptocarpha 1 0,58 I rivularis Podanthus 1 0,58 I ovatifolius Adiantum + 0,24 I chilense Agrostis + 0,24 I gigantea Aira + 0,24 I caryophyllea Blechnum + 0,24 I magellanicum Carex aff. + 0,24 I Canescens Cotula scariosa + 0,24 I Dioscorea + 0,24 I auriculata Elytropus + 0,24 I chilensis Gentianella + 0,24 I magellanica Hymenophyllum + 0,24 I caudiculatum Lolium perenne + 0,24 I Myrceugenia + 0,24 I parvifolia Nothofagus + 0,24 I dombeyi Oxalis rosea + 0,24 I Pilea elliptica + 0,24 I Teline + 0,24 I monspessulana Trifolium dubium + 0,24 I Trifolium + 0,24 I pratense Uncinia + 0,24 I phleoides Uncinia sp. + 0,24 I Urtica + 0,24 I magellanica Acrisione R 0,23 I denticulata

96

Baccharis R 0,23 I elaeoides Baccharis R 0,23 I sphaerocephala Baccharis sp. R 0,23 I Buddleja globosa R 0,23 I Crepis capillaris R 0,23 I Geranium core R 0,23 I Podocarpus R 0,23 I nubigenus Solanum crispum R 0,23 I Sonchus asper R 0,23 I Taraxacum R 0,23 I officinale Ugni molinae R 0,23 I

Anexo 16: Sinonimia histórica de Lobelia bridgesii.

Sinonimia Autor Año Lobelia bridgesii Hook. et Arn. 1834 Tupa blanda D. Don 1835 Rapuntium blandum (D. Don) Presl. 1835 Tupa bridgesii (Hook. et Arn.) Presl 1836 Rapuntium bridgesii (Hook. Et Arn.) DC. 1839 Lobelia lucaeana (C. Presl) A.D.C 1839 Dortmannia blanda (D. Don) Kuntze 1891 Dortmannia bridgesii Hook. Et Arn.) Kuntze 1891 Lobelia blanda (D. Don) Wimmer 1948

97

Anexo 17: Subpoblaciones de Lobelia bridgesii. Fuente: Elaboración propia 2018.

Altura promedio N°de Individuos Categoría fitosanitaria (cm)

N° Altura Comunidad promedio Censos m.s.n.m vegetal Adultos Juveniles Buena Regular Mala Adultos Juveniles de tallos Bosques degradados de Olivillo y 1 116 Tepa 20 9 9 16 4 156, 4 69,5 3,7 Bosques degradados de Olivillo y 2 110 Tepa 11 12 11 8 3 101,4 47,5 2,1 Bosques degradados de Olivillo y 3 134 Tepa 40 4 28 8 8 119 43,8 3,1 Bosques degradados de Olivillo y 4 140 Tepa 32 3 15 13 7 150,5 135 2,8 Bosques degradados de Olivillo y 5 100 Tepa 38 3 22 10 9 161,2 90 3,3 Bosques degradados de Olivillo y 6 109 Tepa 21 6 8 12 7 129 56,5 3,0 Bosques degradados de Olivillo y 7 206 Tepa 9 8 9 5 3 104,6 78,8 2,4 Bosques degradados de Olivillo y 8 137 Tepa 16 8 23 1 0 102,2 53,1 2,0 Renovales 9 632 de Canelo 22 5 22 2 3 92 24 2,1 Renovales 10 566 de Canelo 8 5 13 0 0 88,8 66 2,4 Renovales 11 510 de Canelo 11 8 12 5 2 72,1 42,2 1,7

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Renovales 12 458 de Canelo 19 4 20 1 2 126,8 17,5 3,1 Renovales de Trevo y 13 421 Tepa 11 4 15 0 0 110,9 28,3 2,5 Renovales de Trevo y 14 252 Tepa 7 5 11 1 0 83,6 80 2,7 Renovales de Trevo y 15 384 Tepa 11 0 11 3 2 80,5 0 2,1 Renovales de Trevo y 16 379 Tepa 14 1 15 1 1 108,2 85 1,9

Anexo 18: Estado fitosanitario. Fuente: Elaboración propia 2018.

Calidad Justificación Buena: Individuos de Lobelia bridgesii que no evidencian el pisoteo de animales de ganado, como tampoco tallos caídos o marchitez y/o senescencia en las hojas por la defoliación de distintos insectos o gasterópodos. Las hojas presentan un color verde claro a verde oscuro, los tallos se encuentran de forma erecta. En general se no se evidencias signos de daño aparente en el individuo. Para esta categoría se definió a todos los individuos que no evidencien un valor mayor al 10% de daño aparente en la superficie total de la planta.

Regular: Individuos de Lobelia bridgesii, que presenten marchitez y/o senescencia en las hojas, lo que provoca una coloración verde-amarillenta en las hojas. Estas además presentan una leve defoliación producto de insectos o gasterópodos, Algunos tallos se encuentran doblados y/o pisoteados levemente por animales de ganado. Para esta categoría se definió a los individuos que evidencien un daño aparente que oscila entre el 10-50% en la superficie total de la planta.

Mala Individuos de Lobelia bridgesii que evidencien el pisoteo de animales de ganado, lo cual en muchos casos provoca el desprendimiento de los tallos. Las hojas en su mayoría se encuentran senescentes, o agujereadas producto de la alta defoliación provocada por distintos organismos, principalmente insectos y gasterópodos. Para esta categoría se definió a todos los individuos que evidencien un daño aparente que oscila entre el 50- 100% en la superficie total de la planta.

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Anexo 18.1) Individuos en estado fitosanitario bueno:

Anexo 18.2) Individuos en estado fitosanitario regular:

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Anexo 18.3) Individuos en estado fitosanitario malo:

Anexo 19. Registro fotográfico de Lobelia bridgesii Hook. & Arn.

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Anexo 20. Registro fotográfico de las principales amenazas establecidas para Lobelia bridgesii. Anexo 20.1). Canchas de acopio realizadas para la cosecha de plantación de Eucalyptus sp.

Anexo 20.2) Construcción de caminos forestales madereros.

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Anexo 20.3) Individuos de Lobelia bridgesii pisoteados por animales de ganado.

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