Estudios sobre las Culturas Contemporáneas ISSN: 1405-2210 [email protected] Universidad de Colima México

Rocha V., Alberto El redescubrimiento de la democracia en Perú aproximación general al debate en la década de los años ochenta Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, vol. V, núm. 15, 1994, pp. 105-138 Universidad de Colima Colima, México

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Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto EL REDESCUBREVnENTO DE LA DEMOCRACIA EN Aproximadon general al debate en la decada de los aiios ochenta

Alberto Rocha V.

Introduccion

Nos parece bastante extraiio que los peruanos hayamos redescubierto la democracia en la ultima y mds dificil fase del periodo hist6rico 1950-1980 de la formaci6n social. Nos sorprende que solamente al final de dicho periodo hist6rico en la que ha sido su faceta de crisis y de cierre los peruanos hayamos emprendido un proceso de redescubri- miento, revaloraci6n y reinvenci6n de la democracia. Segun parece, la aventura de la democracia no buscaba un gui6n f^cil para su realiza- ci6n ni menos un escenario limpio de dificultades y problemas, pero lo cierto es que no se pens6 que los retos de la realidad terminarian jaquedndola, llevdndola a situaciones de crisis y poni6ndola en peli- gro. Durante los aiios sesenta la crisis hizo tambalear y caer a la democracia e impuso la dictadura militar populista. En cambio, en el curso de los aiios ochenta, para perplejidad dc todos, la crisis y la democracia se han desenvuelto paralelamente e interactuado ince- santemente. BA proceso de redescubrimiento de la democracia que hemos lle- vado a cabo los peruanos tiene varias dimensiones segun la variedad de prdcticas especificas de los actores sociales en general. En este

105 Alberto Rocha trabajo nos ocuparemos del mencionado proceso en el piano estric- tamente intelectual, es decir de las elaboraciones en el piano de las ideas que los intelectuales han producido sobre la democracia duran- te los afios ochenta. Para lograr este propdsito partiremos de dos hip6tesis bdsicas: 1. La reflexi6n intelectual y la elaboraci6n te6rica sobre la democra- cia han tenido lugar fundamentalmente en , a partir de grupos de intelectuales nucleados por algunas personalidades descollantes en el interior de instituciones o centros de la sociedad civil. 2. El pro- ceso de redescubrimiento de la democracia se ha desenvuelto segun las perspectivas de su "conservaci6n y restricci6n" o de su "desarro- Uo y radicalizaci6n", a partir de las cuales fueron conceptualizdndose paulatinamente algunas formas te6ricas muy cercanas de las "estra- tegias de transici6n" a la democracia (imposici6n, pacto, reforma, re- voluci6n) ya pensadas por Terry Lynn K. para el caso latinoamerica-

Aspectos importantes en la decada de Ios anos ochenta

Para la mejor comprensi6n del proceso de redescubrimiento de la democracia en los afios ochenta intentaremos una aproximaci6n a la realidad de esta d6cada. Entendemos que para tal aproximaci6n se hace necesario comprender a todos estos afios como una fase del periodo hist6rico determinado de la formaci6n social capitalista dependiente. En t6rminos socio-politicos el movimiento de la forma- ci6n pejuana durante el periodo hist6rico que va de 1950 a 1989 puede ser abordado para su entendimiento de la siguiente manera. Inicio: la d6cada de los cincuenta o afios de crisis del orden oligdrqui- co; primera fase, afios 60-68, la dificil emergencia de un orden burgu6s liberal (el primer gobierno de Fernando Belaunde T.); segunda fase, afios 68-79, la via autoritaria del capitalismo dependiente (los dos gobiernos militares, el de Juan Velasco A. y el de Francisco Morales B. y la asamblea constituyente); tercera fase, afios ochenta, la via democrdtica del capitalismo dependiente (el segundo gobierno de Fernando Belaunde T. y el gobierno de Alan Garcia P.); cierre, la d6cada de los noventa, afios de transici6n. La via democrdtica del capitalismo dependiente tiene su prece- dente en la asamblea constituyente que instituird el Estado de dere- cho, el r6gimen democr^tico constitucional y la democracia repre-

106 El redescubrimiento de la democracia... sentativa. Desde entonces se incluy6 en el nuevo ordenamiento juri- dico constitucional la participaci6n de los j6venes de 18 aiios, el voto de los analfabetos, la integracibn de las izquierdas y la apertura del proceso de descentralizaci6n-regionalizaci6n y de municipaliza-

Esta via democrdtica ha sido transitada en los anos ochenta por tres grandes corrientes politicas: una primera, liberal, una segunda populista, y una tercera socialista. Por dos gobiernos nacionales: uno neoliberal (mandato de Fernando Belaiinde basado en la alianza po- litico-partidaria AP-PPC), otro arqueopopulista (mandato de Alan Garcia sustentado en la alianza politico-partidaria APRA-DC. Y por tres gobiernos municipales, piano politico local en el cual la prima- cia de las fuerzas politicas a nivel nacional se hizo notar en la munici- palidad de Lima con la investidura sucesiva de alcaldes tanto de AP, de Iu y APRA. La caracteristica comun de los dos gobiernos naciona- les durante la d6cada fue la de haber sido agentes activos y victimas pasivas de la m^s grande crisis en la historia del pais. En efecto, durante la d6cada de los aiios ochenta se revelar^ la crisis estructural global de cierre de un periodo hist6rico donde esta- ba en cuesti6n el eje central de organizaci6n y desenvolvimiento de la formaci6n social: el Esiado intervencionista, a partir del cual se habia intentado un proceso de modernizaci5n en todo el pais. Desde el cuestionamiento de dicho eje central todo un orden societal hacia crisis y se derrumbaba: la economia (el patr6n de desarrollo y creci- miento), la sociedad (el patr6n de organizaci6n y de reproducci6n social), la nacionalidad (el patr6n de organizaci6n 6tnico-cultural), la naci6n (el patr6n de organizaci6n politica que se expresa en el contrato social), el Estadb-naci6n (la autoridad que lo conduce, su estructura e institucionalidad, su normatividad y organizaci6n buro- crdtica y la base de poder que lo sustentaba), y el sistema politico (la relaci6n entre gobernantes y gobernados, representantes y repre- sentados)... Contexto 6ste donde fueron tomando forma fen6menos de anomia, informalidad, narcotrdfico, violencia, desorganizaci6n, masificaci6n, adem^s de un proceso de "senderizaci6n perif6rica de la sociedad" y de "militarizaci6n perifdrica del Estado", que fue de- jando en el medio y acorralados a la sociedad civil y a la democracia. Los investigadores han tratado de abordar esta realidad critica desde entradas diversas: el "pais adolescente" [Luis Alberto San- chez], el peso de la "herencia colonial" [J. Cotler], el "desborde po- pular" [J. Matos], el "mestizaje" y la "naci6n chola" [C. Franco], la

107 Alberto Rocha "emergencia de lo andino" [A. Flores G., M. Burga, N. Manrique, R. Montoya...], la aparici6n de mievos sujetos [E. Ballbn, R. Grompo- ne, C. I. Degregori, J. Golte...], la "informalidad" [J. Matos, H. de So- to, D. Carbonetto], la "anomla" [H. Neira], la "brecha social y cultu- ral" [S. Stein y C. Monge], la "polarizaci6n social y poli'tica" [P. Ma- cera], la "crisis del patr6n de crecimiento peruano" [E. Gonzalez], el "bloqueo de la modernizaci6n" [A. Adrianz6n], o la "sociedad blo- queada" [C. Franco], el "agotamiento del populismo" [S. L6pez], la posibilidad de "otra modernidad" [A. Quijano]... 6Qu6 duda puede caber en la actualidad sobre la gravedad de la crisis que vivimos? Las terribles dudas que mds bien tenemos los peruanos son respecto de nuestro futuro y de nuestro presente, aunque tambi6n estemos ucr6- nicamente repensando nuestro pasado. En un escenario de finales de la d6cada de los afios ochenta, el Peru, para quienes aun no hemos perdido la esperanza, se nos ha presentado mds como un pais de reolidad informe (lo que nos hace pensar en cierta "informidad social")^ que en situaci(3n de cat^strofe, aunque 6sta es una sombra negra que planea desde hace tiempo so- bre los cielos de nuestra historia de los afios ochenta.

Los grupos de intelectuales mas importantes

Hasta siete grupos podrian ser nombrados y descritos de manera institucional. Para ello daremos a conocer la instituci6n, el grupo de personas, las obras mds importantes (vinculadas a la tem^iica de la democracia) y sus opciones politico-partidarias. Antes de continuar es necesario hacer saber que no pretendemos hacer una sociologia de los intelectuales de Lima, y menos del Peru. Nosotros partimos de la constataci(3n empirica de los grupos existentes, abordando solamente su producci6n intelectual para tratar de manera general sus elabora- ciones te6ricas respecto de la democracia. Indudablemente en este empeno aparecen las orientaciones politicas y las simpatias partida- rias de cada uno de los grupos. Ahora bien, si bien es cierto que en el punto de partida se en- cuentra el grupo, no es exactamente este sujeto colectivo el que im- porta cuando se trabaja la produccibn intelectual especifica, Mds bien se pone mucho dnfasis en los trabajos de determinados intelec- tuales (primera y segunda generaciones) y a partir de 6stos se inten- tan elaborar algunas propuestas de carScter general, entonces los

108 El redescubrimiento de la democracia... planteamientos que formulemos no necesariamente tienen aplica- ci6n general para todo el grupo o instituci6n, segun el caso.

El grupo del Dominical en El Comercio Es notable en esta reyista semanal el rol del director Francisco Mir6 Quesada C. Tambi6n son muy visibles las personas de Francisco Mir6 Quesada R., Eduardo Rada, entre otros. La producci6n intelectual respeeto a la democracia se encuentra en las p^ginas del Dominical bajo la forma de articulos periodisticos de opini6n. Se encuentra en este peri6dico una propuesta liberal con matices humanistas y progre- sistas hacia Acci6n Popular (AP). El director de este semanario ha escrito dos trabajos {Manual ideoldgico y La ideologia de Accion Popular) sobre Al>. En cambio, Francisco Mir6 Quesada R. ha publi- cado un libro titulado Democracia directa y derecho constimcionaf donde hace importantes propuestas acerca de la democracia.

El grupo del /LD En el Instituto Libertady Democracia es muy conocido Hernando de Soto, pero tambi6n mencionaremos a Alberto Bustamantey Edgardo Mosqueira. Dos primeros libros son importantes para entender la formaci6n del pensamiento politico sobre la democracia en esta instituci6n. Nos referimos a Democracia y economia de mercado y Dependenciay desanoUo en debate. Ahora bien, la obra m^s impor- tante es El otro sendero, de Hernando de Soto, con la cual se intent6 la renovaci6n ideol6gica de la derecha peruana y la hegemonia doctri- naria en el piano nacional. La orientaci6n politica de la democracia que nos proponen es de corte neoliberal, aunque no puede dejar de sorprender su proyecto para la Democratizacion de las decisiones del gobierno? Este grupo de intelectuales siempre guard6 distancia de los partidos politicos de derecha como la AP y el Partido Popular Cristia- no (PPC), e ineluso del afln Movimiento Libertad, lidereado por , que se form6 durante los meses de agosto y septiembre de 1987 en respuesta a la estatizaci6n del sistema financie- ro que pretendi6 el entonces presidente Alan Garcia P. Despuds de haber descrito sumariamente estos dos grupos di- remos que seguramente varias personas, que han jugado roles inte- lectuales importantes, quedan sin nombrar, asi por ejemplo Domin- go Garcia B., Jaime de Althaus, entre otros. O tambidn institucio-

109 Alberto Rocha nes que se hicieron notar por alguna raz6n, como el Instituto de In- vestigaci6n para el Desarroilo Econ6mico Nacional (IDIDEN).

Elgrupo del APRA No es posible dejar de nombrar a Luis Alberto Sanchez como intelec- tual prolifico (testimonio personal) si no nos ha dejado una obra especifica sobre el tema que tratamos, pero bien podriamos citar su libro El Pent: nuevo retrato de unpais adolescente. ^ Cabe mencionar en este contexto a Javier Valle Riestra {El tribunal de garantias constitucionales. La responsabilidad constitucional deljefe de Estado), Eugenio Chang Rodriguez {Opcionespoliticasperuanas, 1985), y Alan Garcia P. con su obra El futuro diferente} En realidad las personas mencionadas no constituyen un grupo de intelectuales, se trata ante todo de individualidades que han tenido en comun el mismo espacio politico partidario de orientacibn populista. No deja de interesar que relacionado con este contexto se fundara el Instituto de Investigacio- nes Cambio y Desarrollo dirigido por Luis Alva Castro.

El grupo del IEP En el Instituto de Estudios Peruanos, respecto del tema que tratamos, son notables las personalidades de Julio Cotler y Jos6 Matos Mar, tambi6n las de Efrain Gonzalez y Carlos Mn Degregori. Las dos obras de Julio Cotler, Clases, Estadoynacidn en el Peru y Democracia e integracion nacional, asi como su ensayo "La democracia en el Peru"^'' sefialaron las perspectivas y trazaron un horizonte para el trabajo intelectual de la instituci6n. Otra obra que ha marcado su momenlo es la de Jos6 Matos Mar, Desborde popular y crisis del Estado}^ Siguen varias obras importantes que las daremos a eonocer de modo cronoldgico: compilaci6n por Julio Cotler Para aprmar la de- mocracia,^ de Efrain Gonzalez Crisisy democracia} de Steve Stein y Carlos Monge La crisis del Estado patrimonial en el Pent} compi- lado por Fernando Calder6n (CLACSO) Socialismo, autoritarismo y democracia} compilado por Efrain Gonzalez Economia para la de- mocracia, compilado por Julio Cotler Estrategiaspara el desanollo de la democracia; ^ anotaremos finalmente de Carlos I. Degregori y Romeo Grompone Elecciones 1990: demoniosy redentores en el nue-

110 El redescubrimienio de la democracia... Es necesario anotar que en esta instituci6n se han publicado diversos trabajos sobre problemas conexos (situaci6n de los obreros, de los movimientos urbano-populares, de la juventud, sobre Sendero Luminoso, etcetera) con la cuesli6n de la democracia. Ahora bien, se encuentra en este dmbito intelectual una vocaci6n hacia orientacio- nes doctrinarias que podriamos llamar social-liberales y por lo tanto una predisposici6n por el centro politico. No se puede negligir la edici6n por Luis Pisara y Jorge Parodi del libro Democracia, sociedady gobierno en el Peru, por su cercania con el grupo de intelectuales del IEP. Por ejemplo, la publicaci6n de La revista, cuyo primer niimero apareci6 en marzo de 1980y cuya ex- istencia se prolong6 hasta 1982. Tuvo como direciores a Julio Coiler y Luis P^sara. Vale recordar el articulo "El Peru llega a los ochenla" con el que Julio Cotler marc6 el primer niimero de la citada revista.

El grupo del CEDEP El Centro de Estudios para el Desarrollo y la Participaci6n constituye un caso de importancia singular por la estrecha relaci6n que los intelectuales que lo conformaron sostuvieron con el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado. El grupo de intelectuales mds destacados que dieron lugar a esta instituci6n publicaron la revista Socialismoy Participacion, cuyo primer niimero apareci6 en octubre de 1977 con un editorial titulado "Hacia una izquierda socialista, nacional y popular". La importancia intelectual de Carlos Franco es innegable en esta instituci6n, pero tambidn lo son Francisco Guerra, H6ctor B6jar, H61an Jaworski, Hugo Neira, entre otros. De Carlos Franco citaremos Del marxismo eurocenlrico al mar- xismo ladnoamericano, Nacidn, Estadoy clases, como coordinador El Peru de Velasco; con Francisco Guerra Peru y America Latina: mode- los societarios y estrategias de participacion, Et Peru de los noventa. Para la consmiccidn de un re^men politico democrdtico-participativo, entre otros. Vale decir que el grupo de la revista Socialismoyparti- cipacidn en su secci6n editorial ha tomado posici6n permanente- mente respecto de los acontecimientos politicos del pais desde una orientaci6n nacional-popular-socialista, lo que explica hasta cierto punto las simpatias que tuvieron principalmente por el gobierno na- cional de Alan Garcia y secundariamente por el gobierno municipal de .

Ill Alberto Rocha

El gnipo de DESCO El Centro de Estudios y Promoci6n del Desarrollo estd conformado por el grupo de intelectuales m^s numerosos de todas las instituciones hasta ahora presentadas. Esto se debe seguramente a la diversidad de programas y tareas que iniplementan. Recordemos que a\\& por los meses de septiembre-octubre de 1979 iniciaron la publicaci6n del primer numero de la revista Quehacer, "con irrenunciable vocaci6n unitaria dentro del campo popular [...]", la cual con su prestigio ganado persiste hasta la actualidad. Teniendo en cuenta el tema que tratamos resaltaremos prime- ramente los nombres de Enrique Bernales, Marcial Rubio, Rafael Roncagliolo y Henry Pease. Los primeros tres hicieron 6nfasis en una sociologia politica institucional y electoral, mientras que Henry Pease orientc3 su sociologia politica hacia el estudio del proce- so politico peruano contempor^neo, como se puede constatar en sus primeras dos obras importantes: Elocaso delpoder oligcirquico y Los caminos del poder}'' Este mismo autor ha escrito despu6s>l un ano del segimdo be- laiindismo y Politica ysociedad: a tres onos de la eonstitucion de 1979, entre otros.^' Ahora bien, este grupo de intelectuales defini6 las grandes lineas de su pensamiento democr^tico y politico en un libro colectivo, producto de un seminario realizado en noviembre de 1980, que fue publicado con el titxilo America Latina 80: democracia y mo- vinnento popular. Otro libro colectivo importante es La politica economica y la democracia en debate. Cabe tambidn citar la obra IQue signiflca hacerpolitica? Despu6s de las personas ya presenta- das una nueva generaci6n de intelectuales ha ido apareciendo con mucha nitidez en este centro. Claramente, desde dos perspectivas de estudio sobre el pensamiento politico y los movimientos sociales, tanto Alberto Adrianz6n^' como Eduardo Ball6n han contribuido al desarrollo del pensamiento sobre la democracia. Sin pretender ol- vidar la sociologia electoral de Fernando Tuesta S., la "senderolo- gia" de Raul Gonzalez... la orientaci6n politica fundamental del gru- po de intelectuales nombrados puede definirse como democrdtica- popular-socialista, lo que no debe de extrafiar por su familiaridad con Izquierda Unida (Iu) durante casi todos los aiios ochenta. Si imagin^ramos la ampliaci6n de este contexto hacia un uni- verso ideo-politico mayor, seguramente veriamos la formaci6n de una nueva izquierda post-velasquista, la constituci6n de la Itj y su

112 El redescubrimiento de la democracia... protagonismo durante casi todos los anos ochenta, el rol jugado por ia revista Marka (desde 1979) y El diario (de Marka) con su suple- mento El caballo rojo. Tambi6n apareceria el semanario Amauta y la revista El zorro de abajo (dirigida por Carlos I. Degregori, Rolando Ames y Sinesio L6pez); aparecerian tambidn los debates entre los mariateguistas, los haya-leninistas^^ y los haya-mariateguistas. "^ Antes de continuar es pertinente senalar que el listado de gru- pos de inteleetuales que estamos presentando no es exhaustivo. Por ejemplo, no nos estamos ocupando de los grupos cristianos de iz- quierda que dieron lugar al Centro Bartolom6 de las Casas-Rimac y al Instituto Democracia y Socialismo (IDS). Tampoco nos hemos de- tenido en los grupos formados en las universidades publicas y priva- das.

Elg}^ipo de la revista Sociedadypolitica Este grupo de inteleetuales form6 una instituci6n, el Centro de Investigaciones Sociales (CEIS), que no Iogr6 consolidarse. Su activi- dad intelectual se despleg6 en los pocos niimeros de la revista Socie- dad y politica, cuya segunda etapa se inici6 con la publicaci6n del numero 8 y se prolong6 hasta el numero 13 (agosto de 1983). El director de esta publicaci6n fue Anibal Quijano, conformando el consejo de redacci6n personas como C6sar Germand, Mirko Lauer, Jos61. L6pez Soria, Rodrigo Montoya, Peri Paredes, entre otros. En lo fundamental la reflexi6n y teorizaci6n sobre la democracia en este grupo fue hecha por Anibal Quijano con sus articulos "1980: las condiciones del enfrentamiento", "Los usos de la democracia burgue- sa" y "Poder y democracia en el socialismo". Citaremos de igual modo su ensayo "Sociedad, poder y sociologia en el Perii"^ y sus libros Reencuentroy debate: una introduccion a Mandtegui y Moderni- dad, identidady Utopia en America Latina. Podrlamos citar algunos de sus trabajos que cada uno de los miembros public6 durante aque- llos afios. Lapolemica Haya de la Torre-Maridtegui de C6sar Germa- ns, El pensamiento fascista de Jos6 I. L6pez Soria,^ Capitalismoy no-capitalismo en el Peril de Rodrigo Montoya y Critica de la artesania de Mirko Lauer.'*^ Desde posiciones politicas revolucionarias socialistas las per- sonas que conformaron este grupo.establecieron relaciones muy es- trechas con el Movimiento Revolucionario Socialista (MRS) y parti- ciparon directamente en los avatares de la efimera Alianza Revolu-

113 Alberto Rocha cionaria de Izquierda (ARI) que trat6 de unificar a la izquierda para participar en el proceso electoral de 1980. Este grupo no dur6 mu- cho tiempo constituido pero, como lo veremos mds adelanie, conlri- buy6 a deflnir claramente una problemdtica respecto a la democra- cia. Vinculados a este grupo, aunque en sus momentos finales, no puede dejar de nombrarse a Alfonso Ib^nez y Alberto Rocha''^ por las problematizaciones que han aportado a la cuesti6n de la demo- cracia en los ultimos tiempos. Por su visi6n democrdtica y su orientaci6n politica semejante a la desarrollada por los miembros de Sociedady politica, introducire- mos en este lugar al grupo que fue tomando forma a partir de la se- gunda mitad de los anos ochenta y que fund6 SuR (Casa de Estudios del Socialismo) e inici6 la publicaci6n de la revista Mdrgenes en mar- zo de 1987. Nos referimos al grupo conformado por Alberto Flores G."*^ (que falleci6 hace poco), Gonzalo Portocarrero, Nelson Manri- que, Gustavo Buniix, Reynaldo Ledgar y Oscar Ugarteche. Cercano a este grupo siempre se ha mantenido Guillermo Rochabrun, quien publicara en la revista Mdrgenes un intercsante ensayo sobre "Iz- quierda, democracia y crisis en el Peru".

Las concepciones te6ricas de democracia

Intentaremos en esta parte una exposici6n resumida y aproximada de las concepciones de democracia desarrolladas por cada uno de los grupos antes presentados. Para hacer este trabajo hemos partido de un concepto bastante simplificado de democracia. Entendemos por democracia la participaci6n (consciente y racional) de los sujetos individuales y colectivos en la toma de decisiones que conciernen a la comunidad politica tanto en el espacio publico nacional como el regional y el local."** En esta definici6n de democracia importa primordialmente responder a las preguntas 6qui6n participa?, 6d6nde se participa?, 6c6mo se participa? y ipara qu6 se participa? O lo que es lo mismo decir que importan, como lo ha escrito Adolfo Sdnchez V.,**' el suje- to, el espacio y el objeto de la participaci6n. Por otro lado, siguiendo muy de cerca los esquemas teoricos de "estrategias de transici6n" a la democracia de Terry Lynn K. (ver introduccidn), en este punto de partida tendremos presente hasta cuatro concepciones te6ricas de democracia: resfringida, consensual, progresiva y radical.

114 El redescubrimiento de la democracia...

Grupo del Dominical-El Comercio En las p^ginas de esta publicaci6n que sale semana a semana se encuentran en lo fundamental la exposici6n permanente de los funda- mentos, normas e instituciones de la democracia representativa, la cual es conceptualizada teniendo como referenda la aspiraci6n a un pafs moderno que no deja de provocar en el imaginario del lector las realidades de las sociedades de la vieja Europa y de Norteam6rica. Francisco Mir6 Quesada C. ha anadido a esta visi6n cldsica de la democracia representativa su "humanismo racionalista" (racionalis- mo con erre miniiscula, como le gusta decir) que le hace sustentar que "no hay justicia sin libertad ni libertad sin justicia". En ese sentido para 61 "la democracia formal que tenemos en nuestra constitucibn no es suficiente para que haya verdadera demo- cracia, pero es condici6n necesaria: sin libertad formal, sin democra- cia formal no hay verdadera democracia [...]"^^ Desde la afirmaci6n en la democracia formal se produce un desplazamiento hacia sus fronteras, que Francisco Mir6 Quesada R. ha capitalizado muy bien en diversos articulos de opini6n que tienen como sustento su libro ya citado. El ha buscado ampliar los limites estrechos de la democracia representativa, tratando de complementarla con las instituciones de la democracia directa (referendum, iniciativa popular, veto popular, revocaci6n, etc6tera) y la introduccibn de algunas innovaciones ne- cesarias (revocaci6n por mitades del parlamento, voto universal, di- recto y secreto para todos los miembros de las fuerzas armadas y po- liciales, la revocaci6n de los ministros de Estado y funcionarios de al- to rango, la elecci6n y revocaci6n de jueces y fiscales, etcetera). De esta manera se plantea "hacer una profunda reforma politica en don- de tendrd que incorporarse al lado de la democracia representativa, las instituciones de la democracia directa".'*^ Esta propuesta viene acompanada con la manifestacidn de sus deseos de que se coiisolide la democracia en el pa is y tambidn con la manifestaci6n de sus simpa- tias socialistas.

GnipodelILD La renovaci6n doctrinaria neoliberal de la derecha peruana tiene su origen en esla instituci6n. Hasta se podria tratar de revisar desde aqui

115 Alberto Rocha el calendario de este proceso: anos 1980 y 1981, fundaci6n de la instituci6n y definici6n de los grandes principios ideo-politicos; afios siguientes, trabajo en una obra importante de interpretaci6n general del Peru y publicaci6n como best seller deEl otro sendero en 1986; j ulio de 1987, discurso presidencial anunciando la estatizaci6n del sistema financiero (banca, financierasy seguros); 21 de agosto de 1987, primer mitin de la derecha contra el proyecto de estatizaci6n promovido por el gobierno del presidente Alan Garcia, aparici6n y consolidaci6n del liderazgo politico de Mario Vargas Llosa en este primer mitin y en los siguientes, donde se fue gestando el Movimiento Libertad; 1988, constituci6n formal del Movimiento Libertad, hegemonizaci6n sobre el campo de la derecha y lucha ideol6gica frontal contra el APRA y la Iu; 1989, formaci6n del Frente Democrdtico (FREDEMO) (Movimien- to Libertad, AP, PPCy SODE); 1990,debacle politica-electoral tanto de Mario Vargas Llosa como del FREDEMO. Somos conscientes que exageramos un poco, puesto que entre el ILD y el Movimiento Liber- tad se produjo en cierto momento un distanciamiento institucional- politico, pero de ninguna manera una inflexi6n ideo-politica. Ya hemos anotado que la renovaci6n doctrinaria comienza con la realizaci6n de dos simposios (1979 y 1981) que dieron lugar a la publicaci6n de los dos libros ya citados. En el pr61ogo del primer li- bro se afirma que "a lo largo de este periodo el Peru estuvo sometido a una indoctrinaci6n marxista masiva que se introdujo en todos los sectores de la sociedad peruana", por lo que "la democracia, el siste- ma representativo y la economia de mercado fueron satanizados".^^ Hernando de Soto plantea en la introducci6n de la obra que la "tarea intelectual entonces era en primer lugar de desconscientizarnos", para lo cual se hacia necesaria la critica de las "cuatro principales creencias" que "impedian captar el sentido de lo que significaba una sociedad libre". Estas cuatro creencias son "el constructivismo", "la necesidad de la ideologia", "lo imprescindible que es el Estado" y "el temor a la dependencia extranjera". ^ Se incluyen en la lista dos "creencias" mds, "la posibilidad de una economia socialista o comunista" y "que la riqueza proviene de la renta".^^ Los responsables de la "demolici6n" de estas seis ideas fueron sucesivamente Friedrich Von Hayek, Jean Francois Revel, Ernest-Joachim Mestmaecker, Jan Tumlir, Manuel Ayau y Richard Webb. El primero de este grupo de personalidades F. Von Hayek es quien aborda directamente el tema de la democracia con una ponen-

116 El redescubrimiento de la democracia... cia sobre "la higiene de la democracia", donde se exponen las premi- sas bcisicas, pero en general todas las comunicaciones comparten un mismo enfoque te6rico y doctrinario. La democracia es m6todo, re- gla, procedimiento, proceso, medio, forma, acuerdo de la mayoria;. un orden conformado por individuos y conducido por expertos, que implica competencia y selecci6n, donde la libertad politica es sin6ni- mo de libre empresa-economla de mercado-pluralidad politica; un orden donde el Estado y el gobierno estando limitados y controlados en sus poderes son necesariamente fuertes para mantener la ley y el orden. Esto ya es bastante conocido, pero no deja de ser interesante el 6nfasis que pone F. Von Hayek en trazar nitidamente las fronteras ideol6gicas y doctrinarias. Para 61 someter mds deQisiones al control democrdtico, remplazar las decisiones individuals por colectivas, ampliar la representaci6n, acordar fines y valores con anterioridad, definir acciones colectivas y solidarias, pretender todo esto trae con- sigo los riesgos de las "dictaduras plebiscitarias". Indudablemente estdn puestos en cuesti6n los Uamados "dem6cratas doctrinarios" (los socialistas) que han convertido a la democracia en un "caballo de Troya". Ya en palabras de Jean F. Revel iri'a apareciendo de este modo el fen6meno totalitario. En la segunda obra aparecen las criticas a otras "creencias", co- mo la de Mario Vargas Llosa sobre el "nacionalismo y la autarquia culturales", e incluso la de Milton Friedman sobre el concepto de "tercer mundo". En este Iibro la introducci6n de Hernando de Soto (Las tareas de la libertady la democracia) es la que importa, pues en ella se manifiesta un "enemigo politico" a combatir: la "derecha con- servadora" y la "izquierda coJectivista", ambas participes de una "economia controlada por el Estado". Se define er'dilema peruano": el stams quo y el "colectivismo", y se expone el "drama peruano": el "estancamiento" y el "autoengaiio". La alternativa que se vislum- bra tiene como objetivos "un Estado fuerte e independiente" y "un sistema econ6mico dincimico", que implican necesariamente refor- mas de la Iegislaci6n y estructuras sociales existentes, y una tarea in- telectual: "reformar dicho orden social y legal". De igual manera se insiste en un m6todo: "Reformar m^s bien supone encontrar leyes adecuadas bajo las cuales todos puedan prosperar. Sin ley no hay or-

Es en este texto que Hernando de Soto escribe por primera vez lo que seria la novedad en su propuesta radical; es decir, el desafio de ir m^s alld de las fronteras sociales que hasta ese momento habfan

117 Alberto Roclia definido al tradicional status quo: "Promover la causa del empresa- riado no significa defender complacientemenie los intereses de las clases dominantes. La defensa de los que ya acumularon capital no atraeria a nadie de aut6ntico valor intelectual y, en todo caso, seguirci incitando a los hombres preocupados y afligidos por la pobreza de las mayorias peruanas a engrosar las filas de los colectivistas que, a pesar de muchas emociones e intenciones generosas, no proponen un modelo econ6mico adecuado". Li'neas despuds agrega que "ser partidario de una economia de mercado no significa en ningiin caso racionalizar el status quo, mds bien implica estudiar e implementar las reformas sociales y legales que den acceso en condiciones 6pti- mas a los pobres". De esta manera el futuro de El otro sendero esta- ba echado. Es de mucha importancia valorar El otto sendero como un libro de doctrina^^ antes que como una obra de car^cter cientifico. El es- quema 16gico que subyace en esta obra se desenvuelve en cinco pa- sos: primero se define la naturaleza "mercantilista" de la sociedad peruana ("derecho redistributivo" y "Estado redistributivo", com- plementados por una "democracia de grupos de presi6n"); segundo, se constata ampliamente el surgimiento de la "informalidad" ("fuera de la ley", "al margen de la ley" o "al margen del sistema") como fe- n6meno general y de un sujeto masivo los "informales" (los pobres que desarroUan diversas actividades fuera del marco legal); tercero, se hace el an^lisis del momento hist6rico para diagnosticar la "crisis del mercantilismo" (resultado del ataque de la "informalidad" y el cuestionamiento de los "informales"); cuarto, se anuncia la revolu- ci6n de la "informalidad y de los "informales (la "vanguardia"); quin- to, se pronostica el advenimiento de la "economia de mercado" y del liberalismo. Desde entonces se declar6 la guerra contra "el ogro burocrdti- co" (el centro de todas las criticas), comenz6 la lucha por "la demo- cratizaci6n del derecho", se proclam6 la necesidad de la "revoluci6n liberal" y fue apareciendo la idea de un "capitalismo popular". Toda esta elaboraci6n doctrinaria sirvi6 de base para el des- pliegue radical del discurso ideo-politico de Mario Vargas Llosa, que tfos present6 al Estado como responsable y causante de la critica si- tuaci6n del pais, y al mercado como la panacea por venir. La predica- da revoluci6n (neo) liberal consistia en pasar de un piiblico-estatal hipertrofiado (reduci6ndolo al minimo) a un privado-mercantil re- ducido (amplidndolo al mdximo).

118 El redescubrimiento de la democracia...

Grupo del APRA Para Luis Alberto Sanchez cuando se habla de "democracia formal" se est^ "simpley Uanamente dando uncalificativo europeo a un hecho americano" y anade: "Porque todo entre nosotros, despu6s de la llegada de los europeos, ha sido m^s formal que real; pero a la realidad se Uega a veces por las formas, como otras veces se llega a las formas por la realidad. En este sentido "toda la democracia es repre- 59 sentativa" y de igual modo "la democracia es social de hecho". De modo mds preciso "la democracia es sencillamente el sentido de vivir todos en demos, del pueblo, para el pueblo y ppr el pueblo. Y es en este sentido que estamos avanzando positivamente". Este entendimien- to cldsico de la democracia se encuentra en la obra que ya hemos citado, donde se insiste en el "pais adolescente" donde se habria producido ya un fundamental proceso de mestizaje, se pone 6nfasis en la comunidad politica, su gent^, sus instituciones y su conducta, y se escribe que "gobernar es nutrir". ^ Todo esto da lugar a una afirma- ci6n conceptual de partida, la que es resumida por Luis Alva Castro de la siguiente manera; "La democracia no es sustituible pero si perfec- cionable: la democracia politica es bdsica, porque garantiza las liber- tades humanas [...]; la democracia social aproxima a los distintos sectores [...]; la democracia econ6mica corona el proceso [...J".**^ Alan Garcia, antes de haber sido elegido presidente de la republica, en el capitulo. viii (La sociedad democrdtica y cooperativa) de su obra ya citada se ocupa de su concepci6n de democracia social: "El desarro- llo de la libertad como derecho a la participaci6n ampliada". Esta participaci6n si bien es cierto est^ pensada para los pianos econ6mico y social, resumi6ndose en "el'cooperativismo", tambi6n tiene su implicancia en el prcceso de regionalizaci6n, descentralizaci6n y en la conformaci6n de "un cuerpo planificador": "el congreso econ6mico". Aparece en estas notas la permanente tensi6n entre Estado y socie- dad, democracia polftica y democracia social, represenlantes y repre- sentados que Victor Raul Haya de la Torre habia tratado de resolver con su propuesta de "democracia funcional" —una suerte de instan- cia "anillo" amarrando cada uno de los elementos de las dicotomias mencionadas, en donde primaron siempre los primeros. Esle contexto grupal-intelectual se encuentra relacionado con un universo politico partidario mucho mds amplio. Tambi6n en este universo hay un calendario que nos parece importante subrayar: afio de 1978, triunfo del APRA en las elecciones generates para la Asam-

119 Alberto Rocha blea Constituyente y proiagonismo de Victor Raiil Haya de la Torre; anos 1978-1979, predominio de la alianza APRA-PPC en la Asamblea Constituyente; 1980, realizaci6n del Xlii congreso del partido, inicio de la crisis partidaria —posterior ruptura de una ffacci6n dirigida por Andr6s Townsend E. y Francisco Diez Canseco T. que formar^n el Movimiento de Bases Hayistas—, y fracaso de la candidatura pre- sidencial de Arfnando Villanueva del Campo; 1982, realizacibn del XIV congreso del partido y elecci6n de Alan Garcia P. para la secreta- ria general del partido; 1985, triunfo de Alan Garcia y del APRA en las elecciones generales; 1987, triunfo aprista en las elecciones muni- cipales nacionales y en la municipalidad de Lima. Durante los primeros anos del gobierno de Alan Garcia y des- de un pregonado gobierno nacionalista, democrdtico y popular se in- sisti6 mucho en una "afirmacibn democr^tica" orientada hacia el lo- gro de "la democracia social" o "democracia econ6mica y social". Lo cierto es que se practic6 y abus6 de la democracia representativa y la "democracia social", que no implicaba la participaci6n, fue entendi- da solamente en t6rminos economicistas-clientelistas. Mcnci6n aparte merece el proceso de regionalizaci6n y descentralizaci6n que mal que bien impulsaron durante estos anos, pero que en tanto pro- ceso abierto desde la Constitucion de 1979 estaba orientado a cam- biar la estructura del sistema politico peruano.

GmpodellEP Entendemos que en los dos libros ya citados de Julio Cotler hay no solamente una comprensi6n te6rica global del pafs, sino tambi6n un balance de los problemas cruciales de esta realidad nacional. En esta medida podemos afirmar que se encuentra en estas obras lo que fue seguramente un rico programa de investigaciones para la ddcada de los anos ochenta. El punto de partida lo encontramos en la introduc- ci6n de su obra que apareci6 en 1978, cuando sostiene: "La sociedad peruana arrastra, sin soluci6n de continuidad, un conjunto de caracte- risticas derivadas de su constituci6n colonial, que condicionaron el desarrollo de su estructura y procesos sociales. Esto significa la acumulaci6n de una serie de problemas a lo largo de su historia, que al sobreponerse y confundirse marcan fuertemente su existencia y seria s61o a mediados de los anos cincuenta que dejaron traslucir, en toda su crudeza, el cardcter contradictorio y anacr6nico en que se desenvolve- ria la sociedad peruana".

120 El redescubrimiento de la democracia... En las conclusiones de esta misma obra el autor nos revela "la presencia viva de la herencias colonial", cuyas dos facetas son el "ca- r^cter dependiente de la sociedad peruana" y la "persistencia de las relaciones coloniales de explotaci(3n de la poblaci6n indigena". En el cuerpo y en las conclusiones de esta obra aparece la problemdtica del proceso inconcluso de constituci6n del Peru como una forma- ci6n capitalista desarrollada y moderna, donde los grandes proble- mas por resolver serian: una economia nacional y desarrollada, un mercado interno suficiente, una sociedad civil fuerte, una clase hege- m6nicas, un sistema politico democr^tico, una naci6n peruana y una identidad nacional, un Estado nacional (independiente, fuerte y legi- timo), un gobierno democr^tico estable... Al parecer al Peru le hizo falta una revoluci6n burguesa fundacional de la modernidad y de la modernizaci6n en el pais: "la clase propietaria no tuvo capacidad pa- ra afrontar el desarrollo de una sociedad y una politica democrdtica y liberal, y construir un Estado de todos nosotios, capaz de arbitrar y conciliar los antagonismos sociales, instalando la creencia que repre- sentaba el reino de la libertad".^^ Aunque Ia"movilizaci6n politica" de los sectores populares y medios desde 1930 habrian impulsado la "democratizaci6n social y politica de la sociedad y el Estado" y lo- grando dar "un contenido nacional popular al Estado". A esta primera problematizaci6n global se incluye despuds el problema de la "integraci6n" nacional y politica dc la sociedad pe- ruana. Se presenta entonces la "cuesti6n central del problema hist6- rico del Peru": "la carencia de un grupo rector capaz de realizar de manera sostenida un proceso de integraci6n nacional y politica de la sociedad peruana". Esta clase dirigente deberia haber realizado las siguientes tareas: 1. Acelerar el desarrollo capitalista. 2. Incorpo- rar progresivamente las exigencias populares a la vida del Estado. 3. Unificar la poblaci6n y el territorio mediante una efectiva centraliza-

Sobre este marco hist6rico de fondo se formula el planiea- miento de que "las bases sociales de la democracia en el Peru" serian "extremadamente frSgiles" por la "precaria organizaci6n de la socie- dad" y por los "fundamentos tradicionales de su prcictica politica".^^ De esta manera se evidencia la cuesti6n de que las tres grandes movi- lizaciones de las capas populares y medias (1930,1950 y 1968) por la "democratizaci6n y nacionalizaci6n de la sociedad y el Estado"'^ no habrian logrado alcanzar completamente sus prop6sitos. Quizd se pueda anadir aqui una cuarta movilizaci6n, teorizada por Jos6 Matos

121 Alberto Rocha Mar, la del "desborde popular", que habria generado la crisis defini- tiva de la republica criolla y el Estado patrimonial, propiciando la formaci6n del "nuevo rostro del Peru".'^ En resumen, las lineas matrices del programa enunciado al co- mienzo son integraci6n nacional-democratizaci6n-nacionalizaci6n. A partir de ellas y con ellas se abre un proceso de afirmaci6n en y de la democracia, que incluso seria pensado como "estrategia para el desarrollo de la democracia". Se investiga y piensa en los temas y en los problemas que concurren en la producci6n del fenbmeno demo- crdtico: el patr6n de desarrollo y crecimiento, el proceso de regiona- lizacibn y descentralizaciCn, la fragmentaciCn social y la articulaci6n de intereses sociales, el vfnculo social y los referentes colectivos, los movimientos sociales y la pluralidad de sujetos, los procesos de for- maci6n de ciudadania, una cultura politica democrdtica, las institu- ciones y los pariidos politicos de la sociedad civil, el Estado nacional, el gobierno legiiimo, la necesidad de consensos, pactos y de un pro- yecio nacional. En el primer afio de esta d6cada, Julio Coller ha manifestado su intensa preocupaci6n por los problemas de la gobernabilidad y de la ingobernabilidad del pals: "Creo que el problema de la gobernabi- lidad en el Peru, tal como est^ planteado, es el exceso de moviliza- ci6n polftica y esta falta de institucionalidad". Diagn6stico que le ha- cepensar en la neeesaria "articulaci6n de intereses sociales" o "capa- cidad de organizarse alrededor de determinados intereses" y en la importancia del consenso y del acuerdo o de las "soluciones concor- dadas". Julio Cotler expresa: "El pacto, para ser fundante de un nue- vo orden, tiene que ser necesariamente un pacto institucional. Es de- cir, un pacto totalmente nuevo donde organizaciones e instituciones de la sociedad —que agregan intereses sociales— tienen que pac-

Grupo del CEDEP Estamos aqui ante una reflexion que tiene como marco de referencia el periodo hist6rico 1950-1980, donde habria tenido lugar una "revo- Iuci6n nacional", impulsada por los militares y dirigida por el general Juan Velasco Alvarado. Esta "revoluci6n burguesa" suigeneris, segun Carlos Franco, en El Pent de Velasco, inici6 el proceso de resoluci6n de la cuestiOn democrdtica nacional: "El significado preciso de los cambios sociales del 70, en la perspectiva del largo tiempo hist6rico.

122 El redescubrimiento de la democracia,,. es la cancelaci6n de la sociedad y el Estado oligdrquicos peruanos y el inicio de la construccibn de una sociedad y un Estado nacionales".'^ Entonces, en la visi6n de Carlos Franco estos cambios fundaron "cuatro tendencias" sobre las que se desenvolvi6 el proceso hist6rico peruano: 1. El papel rector del Estado en el desarrollo econbmico. 2. El crecimiento y la diversificaci6n de las modalidadcs cooperativas, participativas y autogestoras dentro de una economia mixta que concerte el Estado, el capital y el trabajo. 3. La demanda de un r6gimen politico distinto a las democracias-representativas como a los sistemas burocrdticos-estatistas. 4. El contenido nacionalista, antiimperialista y no alineado desu politica exterior.''* Ahora bien, en el balance est^ la idea de que este proceso no termin6, puesto que "la revoluci6n peruana fue interrumpida". Pero tambi6n se encuentra —en este balance— la previsi6n de un posible escenario futuro: "s61o cuando una vasta coalici6n de fuerzas sociales reinicie "desde abajo" el interrumpido proceso de transformaci6n nacional iniciado por ella "desdearriba", la revoluci6n peruana habrd,definitivamente,conclui- do",''^ Siguiendo la perspectiva de sus lineas matrices, Carlos Franco anotard poco despu6s que "la naci6n peruana existe como una na- ci6n culturalmente chola" y que por lo tanto se encuentra ya pre- sente una identidad chola constituida tanto en la economia como en la sociedad, pero no en el Estado. En este punto se formula entonces un desafio: "La realizaci6n de la posibilidad de nacionalizar el Esta- do, esto es, de transformar la naci6n en poder, clausuraria el ultimo ciclo peruano, iniciado en los anos cincuenta, y llevaria a su tdrmino definitivo el proceso de constituci6n del Estado nacional promovido por Velasco en los anos setenta".'' Este desafio es asumido cuando Carlos Franco, al ensayar un diagn6stico de la realidad de los anos ochenta, descubre que la socie- dad se encuentra "bloqueada" tanlo en "el mecanismo de reproduc- ci6n material de las condiciones de existencia" como en "los meca- nismos de reproducci6n y regulaci6n del Estado y el rdgimen politi- co", lo que habria comenzado a gestar un proceso de desestructu- raci6n o de desintegraci6n de la sociedad. La formulaci6n de una al- ternativa en tanto "estrategia de desarrollo" no se hace esperar y se proponen dos transformaciones fundamentales: reforma de la es- tructura productiva y reforma democr^tica del Estado y del sistema politico. En lo que concierne a esta ultima, su realizaci6n implicaria

123 Alberto Roclia el proceso dc nacionalizaci6n del Estado, posible si se implementan la descentralizaci6n polltico-administrativa, la democratizaci6n par- ticipativa (funcional) y los cambios en los mecanismos de gesti6n del desarrollo. Carlos Franco logra entrever en el proceso de regionalizacibn los inicios de pasaje de un Estado politico-representativo a un Esta- do politico-funcional y de un sistema politico democrdtico —parti- dario a un sistema politico democr^tico— participativo, de tal modo que la combinaci6n entre democracia representativa (repre- sentaci6n) y democracia directa (delegaci6n) aparece como necesa- ria. Ahora bien, cuando se trata de las fuerzas sociales y politicas ca- paces de asumir la mencionada estrategia de desarrollo se piensa en ia alianza de los sectores populares y en la asociaci6n de las fuerzas politico-populares m^s importantes (APRAe Iu). Cerraremos estas notas escribiendo que en el caso de este gru- po de intelectuales se ha producido un desarrollo importante desde su inicial "democracia social de participaci6n plena", pasando por su afirmaci6n y exploraci6n de una "democracia participativa", hasta la propuesta de Carlos Franco "para la construcci6n de un rdgimen po- litico democr^tico-participativo".™ No nos extraiiemos, en este trabajo hay un ensayo serio de abordamiento de las tradicionales dicotomias politicas, como Estado y sociedad, sociedad poh'tica y sociedad civil, gobernantes y goberna- dos, representantes y representados, 61ites politicas y poblaci6n, par- tidos y ciudadanos, que eran las que permitian organizar nuestra tra- dicional forma politica —el Estado/naci6n—, para tratar de superar- las concibiendo otra forma politica donde va apareciendo con mucha fuerza la alternativa de la sociedad civil. Sostiene Carlos Franco que su propuesta "se orienta a promover la democratizaci6n no s61o del r6gimen t)olitico y el Estado, sino del conjunto organizado de la so- ciedad".*

Grupo deDESCO Se encuentra como punto de partida de este grupo la actitud critica de la naturaleza reformista del proyecto velasquista, y por lo tanto de las limitaciones de las reformas que se realizaron. Se habia liquidado el orden olig^rquico para dar paso a un remozado capitalismo depen- diente, donde quedaban aun los tradicionales grandes problenias por resolver: economia dependiente, nacionalizaci6n del Estado, demo-

124 El redescubrimiento de la democracia,,. cratizaci6n de la sociedad y el Estado, la pobreza de las grandes mayorias...^^ Henry Pease, ya a finales de la d6cada de los aiios setenta, escribe que la "dinamizaci6n del movimiento popular vuelve a dejar planteado el problema de la democracia, fundamentalmente irresuel- to en la sociedad peruana a pesar de las propuestas politicas presentes en la escena desde los aiios treinta". Y es justamente desde el abordamiento de esta problem^tica de la democracia que se iniciar^ la renovaci6n de las ideas y de las prciciicas politicas de la izquierda. A finales de 1980 se Ilev6 a cabo en DESCO un simposio que abord6 la problem^itica "democracia y movimiento popular", en donde pensamos que pusieron los pilares conceptuales de una origi- nal manera de concebir la cuesti6n de la democracia. En" el discurso inaugural, pronunciado por Henry Pease, se apuntalaron dos cues- tiones sustantivas que bien vale la pena transcribirlas para recordar- las. En primer t6rmino dijo: "Pensamos, sin duda, que la cuesti6n de la democracia es el tema permanente y prioritario de la ddcada de los ochenta que estamos iniciando". En segundo lugar acot6: "Ahora, tras la frustraci6n del reformismo y luego de experimentar el impac- to de la dictadura, pr^cticamente todas las fuerzas de izquierda parti- cipan en la institucionalidad democr^tica vigente en la ley. Este he- cho es particularmente significativo en nuestra historia politica. La aceptaci6n y defensa de la democracia representativa como camino en la acumulaci6n de fuerzas, necesaria a las estrategias socialistas, es parte de Vdpraxis politica de la izquierda peruana de hoy".^'* Estos dos textos son muy importantes porque definen para la d(5cada de los ochenta un tema de trabajo intelectual: la democracia, y ya no la re- voluci6n como en los afios sesenta y setenta, y una estrategia politica, la lucha desde la democracia representativa y cl orden burguds de- mocrjitico para la consecuci6n del socialismo, lo que significaba ha- cer politica dentro del orden establecido y no mds desde una exterior clandestinidad politica apara asaltar el Estado y conquistar el poder. De esta manera se presentan un conjunto de nuevos temas que van a apuntalar un curso diferente a las investigaciones, Henry Pease plantear^ entonces discutir sobre la democracia en tanto "proceso de democratizaci6n" capaz de abordar el Estado y sobre todo la socie- dad. La sociedad civil aparece como el lugar privilegiado de la re- flexi6n y de la experiencia democr^tica. Y desde este lugar lo que re- almente importa es el ensayo de vinculaci6n de las luchas del movi- miento popular con la cuesti6n democr^tica, donde 6ste se convierte en el motor impulsor de un proceso de cambios y transformaciones

125 Alberto Roclia hacia el socialismo. De esta manera se comienza tambi6n la resolu- ci6n del problema de la vinculaci6n entre democracia y socialismo. Rolando Ames es quien resume toda esta conceptualizaci6n sobre la democracia en cuatro planleamientos: como proceso y con- quista popular, como m6todo en el desarrollo politico de las organi- zaciones populares, como parte constitutiva de las luchas por la re- voluci6n y el socialismo en la experiencia popular, y como horizonte de democratizacibn del quehacer mismo de la politica. De este mo- do va tomando forma de manera muy clara la opci6n estrat6gica del desarrollo y de la radicalizaci6n de la democracia; la que se fue preci- sando en las criticas que se hicieron a las politicas gubernamentales aplicadas durante el segundo gobierno de Fernando Belaundfc, por propiciar "formas incompletas y restringidas de democracia politi- ca" Desde los inicios de los anos ochenta dos estrategias politicas se confrontaron permanentemente en la escena politica. Una queria "conservar y restringir" mientras la otra trataba de "desarroUar y ra- dicalizar" el proceso democrdtico.^ Pensar la cuesti6n democrdtica desde la perspectiva de su desa- rrollo y radicalizaci6n puso sobre la mesa de debates la necesidad de. producir una "nueva concepci6n de la politica" y unas "nuevas for- mas de hacer politica", problemdticas que obligatoriamente pasa- ban por un balance critico de la politica gobernada por cicrta raz6n instrumental ajena a la emancipaci(3n de los seres humanos. Este ba- lance critico de la politica no Ileg6 a hacerse cabalmente ni en la teo- ria ni en la prdctica politica, de alli que cuando se quiso avanzar en esa direcci(3n comenz6 la crisis en el conjunto de la izquierda, con las consecuencias ya por todos conocidas. Podemos anotar que en DES- co lbs trabajos de Alberto Adrianz^n y de Eduardo Ball6n, desde la investigaci6n del pensamiento politico peruano y de los movimien- tos sociales respectivamente, avanzaron cualitativamente en la via de la renovaci6n de la teoria y de la prdctica politica, y por ende en la ampliaci6n de los contenidos de la democracia. La problem^tica de la democracia se abri6 a la sociedad entera para ser pensada como un producto genuino. El enfoque parte de los sujetos sociales individua- les y colectivos que se van constituyendo en el seno de la sociedad ci- vil, de tal manera que se inicia el descubrimiento de un sinnumero de cuestiones nuevas. De manera muy resumida, los temas que apare- cen son las de la diversidad y multiplicidad sociales, a las cuales se vinculan las distintas racionalidades en movimiento y las diferentes identidades en presencia, todo lo cual conduce a reflexionar en la

126 El redescubrimienlo de la democracia... pluralidad de los movimientos sociales y la complejidad de la socie- dad civil. Se pone 6nfasis en las tradiciones, la ciudad y la urbe, el rol del individuo y la elaboraci6n de nuevos modelos de ciudadania. De esta manera en el abanico de las nuevas problematizaciones que se introducen a la politica se encuentran la cotidianidad, la espontanei- dad, la reciprocidad, la solidaridad, la 6tica, la pluralidad, la autono- mia, la autogesti6n, los consensos y los disensos, el autogobierno y las demandas de participaci6n, las reglas y los pactos... Se replantea tambi6n el problema de las relaciones entre la democracia repre- sentativa y la democracia directa, se busca superar el impase por la via de una democracia integral y se comienza a entrever una nueva forma de sistema politico. Este grupo estuvo muy relacionado con el universo politico de la Iu, donde tambi6n existi6 un calendario politico muy interesante. El hecho hist6rico mayor fue la constituci6n de la Izquierda Unida como alternativa politica nacional de gobierno desde el interior mis- mo del sistema politico democr^tico existente, lo que hizo entrever que la estrategia de desarrollo y radicalizaci6n de la democracia abri- rfa una ruta posible hacia el socialismo. Seguramente este hecho es- tuvo marcado por el enornie impulso democr^tico radical del movi- miento obrero-popular manifestado en el paro nacional de julio de 1977. Lo que repercuti6 en la decisi6n de la izquierda para participar en la Asamblea Constituyente y en el primer intento frustrado de unificaci6n (se form6 la Alianza Revolucionaria de Izquierda) para las elecciones generales de 1980. Poco despu6s se organiza la Iz- quierda Unida con la finalidad de participar en las elecciones muni- cipales que tuvieron lugar el mismo aiio. Para las elecciones munici- pales de 1983 la Iu demostr6 ser ya una corriente de envergadura na- cional, lo que fue demostrado con el triunfo de Alfonso Barrantes en la alcaldia de Lima. En las elecciones generales de 1985 Alfonso Ba- rrantes fue derrotado por Alan Garcia, el candidato del APRA. 1986 es un ano diffcil para la Izquierda Unida en las nuevas elecciones mu- nicipales. Si bien se mantiene con fuerza a nivel nacional, su lfder Al- fonso Barrantes es derrotado por , el candidato del APRA. 1989 es un aiio critico. En el primer congreso nacional de la Izquierda Unida se inici6 el paulatind proceso de su divisi6n org^ni- ca, lo que traer^ como consecuencia que nuevamente la izquierda se presente dividida en las elecciones generales de 1990. En medio del torbellino de la crisis de la izquierda se procesa- ron conflictivamente visiones diferentes de la politica, cuyos extre-

127 Alberto Roclia mos eran las dos caras (separadas) del mismo fen6meno: conflicto y lucha 0 pacto y cooperaci6n. La democracia aparecia a la vez como "autogobierno" (y la politica era concebida solamente como con- frontaci6n) o como "acuerdo nacional" (y la politica era entendida s61o como negociaci6n), quedando bastante replegada su compren- si6n como "desarrollo y radicalizaci6n" (donde la politica es pensada en tanto proceso integral capaz de combinar creativamente sus dos aspectos nunca separables).

Grupo de soeiedad y politica En lo fundamental se puedesostener que en esta revista se fusionaron las vertientes del izquierdismo te6rico marxista (parlidarios de la democracia directa) y de la teoria de la dependencia (que interpret6 las realidades latinoamericanas en tdrminos dc heterogeneidad es- tructural y reproducci6n dependiente del mercado mundial), lo que no dej6 de producir un discurso socialista revolucionario al iniciarse la d6cada de los afios ochenta. En el numero ocho de esta revista se editorializa sobre el "periodo hist6rico nuevo" que comienza en el pais, dando a conocer por lo tanto su generalizada naturaleza capita- lista y su conformaci6n social fundamentalmente clasista. Tambidn se subraya en este editorial "las nuevas condiciones de la lucha de clases", donde se explica que "el centro del debate se desplaza ahora a los problemas mismos de las condiciones y de las perspectivas del camino de las masas al poder y, en consecuencia, a la profundizaci6n del debate sobre la revoluci6n socialista de la cual est^ gr^vida esta soeiedad". Se sostiene de igual modo que en la reflexi6n e investiga- ci6n "est^ en juego el problema mismo de c6mo descubrir en la propia lucha de clases, en esta formaci6n social, el camino de su revoluci6n socialista". Tambi6n se hace explicita la vinculaci6n de la revista con. el Movimiento Socialista Revolucionario^^ (organizaci6n que se mantuvo fuera de la Izquierda Unida hasta su lenta desaparicibn). Para Anibal Quijano la "democracia burguesa" en Am6rica Latina es "realizable s61o a medias", puesto que 6sta es mds bien un instrumento que permite consolidar una dominaci6n. Pensando las cosas para el Peru, considera que la burguesia usa la democracia de dos maneras: para contener "los movimientos de las clases domina- das por la democracia, en los limiies del marco burgu6s..." y para profundizar y ampliar "la politica pro-imperialista comenzada bajo Morales-Silva Ruete..."^^ De lo cual saca la conclusion de que la bur-

128 El redescubrimiento de la democracia... guesia no tiene inter6s alguno "para democratizar realmentc la vida entera de la sociedad". Ademds se deducen dos premisas, la primera sosiiene que "la lucha por la democracia no puede desarrollarse ni culminar exitosamente en los limites burgueses", y la segunda apunta al reconocimiento de "la exisiencia de un doble escenario de la ac- ci6n politica de las masas. De un lado el de las instiluciones formales del Estado burgu6s. Del otro, el de las acciones directas de las ma- sas..." Tom6 forma de este modo un discurso clasista-socialista muy empenado en la organizacibn y centralizaci6n independiente de los explotados y en la democracia directa de los trabajadores. Fue Anibal Quijano quien introdujo en el Peru las ideas de la revoluci6n socialista en tanto "proceso de socializaci6n del poder politico" y como "proceso de socializaci6n de los recursos de pro- ducci6n y divisi6n social del trabajo". Ideas que venian acompanadas de una teorizaci6n favorable por la democracia directa entendida co- mo el autogobierno de los trabajadores al estilo de la comuna, los so- viets o los consejos de obreros y trabajadores.'''^ Este discurso sobre la democracia directa y el autogobierno fue retomado y procesado por la izquierda y de modo muy creativo por la revista Mdrgenes, donde Alberto Flores Galindo jug6 un rol muy destacado. Hemos dicho tambi6n que a finales de la d6cada fueron apareciendo nuevos trabajos que buscaban una renovaci6n det pen- samiento y de la prdctica politica, y de la democracia, por supuesto, en un contexto muy dificil donde lo que se encontraba al centro de los cuestionamientos eran los paradigmas hasta el momento conoci- dos y existentes. Se inicia entonces una conrrontaci6n en el pais en- tre proto-modernos, pre-modernos, modernos, post-modernos y me- ta-modernos, queseencuentra todaviamuylejosdeconcluir, " pues- to que la clasificaci6n tiene muy poco que ver con este pais, y ademds porque las categorias utilizadas para 6sta se ordenan segun cierta "li- nealidad" (absurda) del desenvolvimiento del pensamiento, que re- produce implicitamente la ya criticada linea recta del progreso hist6- rico.

Conclusiones

El proceso de redescubrimiento de la democracia que hemos tratado de abordar de manera general y aproximativa nos ha dejado como legado las diferentes valoraciones que se hicieron sobre ella en el contexto mismo de la crisis generalizada del pais. En un extremo estdn

129 Alberto Rocha las afirmaciones de Manuel Ulloa: "Vivimos hoy en un ambiente de completa y absoluta liberlad"/'''' y de Guillermo Rochabriin: "El Peru vive desde 1980 no solamenle un rdcimen formalmenle democr^tico, sino la m^s amplia democracia polilica de su historia"; en el oiro extremo est^n las expresiones de Mario Vargas Llosa: "La democra- cia... una tachada", y de Luis Lumbreras: "Lo que vivimos es un remedo de democracia". Entre estos extremos se encuentran valo- raciones un poco m^s matizadas sobre la democracia: aspiraci6n, proyecto, joven, imperfecta, insuficiente, detenida y en retroceso, vacla de contenidos, frdgil, precaria, restringida, tutelada, desacredi- tada, libanizada... Una revista de circulaci6n nacional anot6 en 1988: go "La democracia est^ en peligro", y en un foro se planted no hace mucho la pregunta 6es gobernable el Peru?'''^Todo lo cual nos remite permanentemente a la teoria y prdctica de las formas politicas de la democracia y a las posibilidades del sistema politico democr^tico en unpaisdecapitalismodependienteenmuycriticasituaci6n. Ahora bien, en este proceso de redescubrimiento de la demo- cracia hemos logrado establecer hasta cuatro concepciones de la de- mocracia y quizd se encontraria en curso un quinta. Estas concepcio- nes son democracia restringida, democracia consensual, democracia progiesiva y democracia radical. Para la mejor comprensi6n de cada una de estas formas te6ricas hemos preparado el cuadro Democra- cia-Participacidn, donde la evaluaci6n de cada una de estas formas se hace a partir de cuatro elementos clave: el sujeto participante, el cs- pacio de la participaci6n, la forma de la participaci6n y el objeto de ia partieipacion.

Democracia —¥• Participaci6n

Forma te6rica de Sujeto Espacio Forma Objeto democTBcia Restringida Gudadanos y Sociedad polftica Representaddn Votar para elegir Elites politicas nacional Gudadanos y Sociedad politica Representad6n Votar para ele^r Consensual Elites politicas nacional pactada pactadas Movimiento Sociedad politica Indirecta, Votar para elegir, Progresiva popular y6lites y sociedad civil' semi-dlrectay inicial el politicas directa autogobiemo refonnadoras Radical Movimiento Sociedad civil y Semi-directay Autogobiemo obreroypopular sociedad politica directa

130 El redescubrimiento de la democracia... La democracia restringida aparece como ingrediente de las doctrinas neoliberales que buscan la reestructuraci6n del orden o la restauraci6n del orden politico. Aqui no hay mayores aportes de la ya conocida democracia representativa, sino mds bien el intento de iimitar lo mejor posible la participaci6n popular. El pueblo (los in- dividuos-ciudadanos) "participa" en los asuntos publicos por medio de los partidos politicos y de las 61ites politicas especializadas en la representaci6n. El espacio de participaci6n se reduce a la sociedad politica y solamente se encuentra al alcance de los representantes. La forma de participaci6n es por medio del voto universal y la representaci6n nacional y libre. Se vota para elegir a las 61ites poli- ticas representantes que tomar^n las decisiones en lugar de los ciu- dadanos representados. Esta forma te6rica de la democracia apare- ce en el momento en que el Estado intervencionista y el populismo muestran sus limites y situaci6n de crisis. La democracia consensual que aparece junto a opciones poli- ticas de centro es procesada en situaciones de crisis que amenazan con la ingobernabilidad, de alii que se ponga mucho 6nfasis en el fortalecimiento de las instituciones para hacer funcionar e incluso modernizar el orden establecido. El sujeto de la participaci6n es el pueblo (los individuos-ciudadanos) siempre y cuando medien los partidos politicos y dirijan las 61ites politicas. El espacio de la parti- cipaci6n queda precisado por los partidos politicos vinculados a la sociedad politica. Se participa a trav6s de la representaei6n nacio- nal y libre, pero en esta representaci6n se trata de coaligar a las 61i- tes politicas de manera muy amplia por medio del pacto politico. El objeto de la participaci6n es el ejercicio del sufragio universal para elegir a 61ites politicas pactadas portadoras de un proyecto nacio- nal. La democracia progi'esiva es teorizada desde perspectivas po- liticas de centro-izquierda e izquierda, que tjenen como refer- encia una base social compuesta por capas medias y sectores po- pulares —el Uamado bloque nacional-popular— a partir de donde se proponen hegemonizar el proceso politico (acumulando el mdxi- mo posible de fuerzas sociales y politicas), conquistar el gobierno via el sufragio universal y ponerle rumbo al pais hacia el socialismo. El orden existente es cuestionado en la perspectiva de su cambio paulatino. El sujeto participante estd conformado por el movimien- to popular (en su plural constituci6n) y las 61ites politicas reforma- doras. El espacio de la participaci6n, que es abordado por los suje- tos colectivos de caracter popular y por los partidos politicos de

131 Altierto Rocha centro-izuierda e izquierda, no se limita a la sociedad politica, sino que es ampliado hasta la sociedad civil. La participaci6n indirecta se abre a la participaci6n semi-directa y directa, y el espacio social es abordado en sus pianos nacional, regional y local. Se vota para elegir representantes-delegados que inicien el autogobierno desde la sociedad civil y para elegir 61ites reformacioras que introduzcan cambios progresivamente. La democracia radical es conceptualizada desde posiciones politicas izquierdistas que quisieran Uegar al socialismo por la via de la revoluci6n. Por lo general estas teorizaciones emergen cuando el orden establecido va entrando en crisis y la movilizaci6n de los oprimidos y de los explotados es muy intensa. En estas situaciones el sujeto de la participaci6n es concebido como movimiento obre- ro-popular, poni6ndose mucho 6nfasis clasista en su composici6n. Aqui el espacio de la participaci6ti tradicional es cuestionado para dar paso a la sociedad civil en tanto lugar de formaci6n y ejercicio del poder de los trabajadores y en tanto lugar desde donde la demo- cracia directa reemplaza a la democracia representativa. En tanto a la forma de participaci6n, la representaci6n libre es eliminada para dar paso solamente a la participaci6n semi-directa y directa en los pianos nacional, regional y local. Se participa para tomar decisiones en tanto auto-gobierno y para operar cambios y transformaciones sustanciales del orden existente. Concluida la exposici6n de las formas te6ricas de la democra- cia que hemos encontrado elaboradas en el Peru de los afios ochen- ta, nos queda estableeer las relaciones entre 6stas y los siete grupos de intelectuales. Aunque seguramente estas relaciones se han evi- denciado ya en el curso del trabajo, no deja de ser pertinente decir que las relaciones que vamos a estableeer tienen en cuenta sola- mente los desarroUos te6ricos predominantes en cada uno de los grupos. Es bastante clara la relaci6n del grupo del ILD con la demo- cracia restringida. Tambi6n lo es la vinculaci6n del grupo del IEP con la democracia consensual. En cambio el grupo del Dominical-El Comercio se encuentra en una postura intermedia entre la democra- cia restringida y la democracia consensual. De igual modo en posi- ci6n intermedia entre la democracia consensual y la democracia progresiva se situa el grupo aprista. El grupo de DESCO ha sido el gestor mds importante de la democracia progresiva. Tambi6n el grupo del CEDEP se encuentra relacionado con esta democracia progresiva, pero movifindose entre 6sta y la democracia consensual.

132 Finalmente el grupo de la revista Sociedadypolitica estableci6 lazos muy nitidos con la democraeia radical o directa. De estas cuatro formas te6ricas de democraeia que hemos ex- puesto resumidamente, la primera y tercera fueron ensayadas muy mal por los gobiernos de Fernando Belaiinde y de Alan Garcia, su- cesivamente. Ademas, ambas formas fueron muy bien asumidas y expuestas, la democraeia restringida por Mario Vargas Llosa en su campaiia presidencial, como la democraeia progresiva por Izquierda Unida. La segunda, es decir la democraeia consensual o pactada, no ha sido ensayada hasta ahora, pero segun parece se estarian gestan- do en el pais las condiciones para su implementaci6n. La cuarta for- ma, despuds de la crisis de la clase obrera y la p6rdida de su centrali- dad, asi como despu6s de la crisis de las opciones izquierdistas, esti quedando sin muchos adherentes. Como lo hemos venido anotando, una quinta forma te6rica se va elaborando: la democraeia como participacion, problemdtica que conduce a pensar olxa forma politica y otro sistema politico democrd- tico. Pero 6stas son cuestiones que corresponden a elaboraciones en curso y posteriores trabajos, sin olvidar que ya hay en circulaci6n recientes publicaciones al ^*^*^

133 Notas y referendas bibliograticas

1. Consultar su ensayo "Dilemas de la democratizacifin en Am6rica Latina", en Estralegias para el desmroUo de la democracia en Peru y America Latina, Julio Cotler (compilador), lEP/Fundaci(3n F. Naumann, Lima, 1990. 2. Respecto de las caracteristicas y naturaleza de la nueva Carta Magna puede consultarse Enrique Bernales y Marcial Rubio, Peni: constitucion y sociedad poli'lica, DESCO, Lima, 1981; Francisco Eguiguren, Los retos de Una democracia insuficienle. Diez anos de regimen constitiicional en el Peril, 1980-1990. 3. Esperamos poder dar a conocer en un trabajo pr6ximo nuestros plantea- mientos sobrc la hipotdtica "informidad social" del Peru en la ddcada de los anos ochenta. Algunas ideas las hemos avanzado en dos trabajos a prop6sito de las elecciones generales pasadas: "Polftica y elecciones generates en el contexto de la lnformidad del Peru", en Unicornio, Lima, 28 de mayo de 1990; "El otro Peru en la historia", mecanografiado, Lima, 15 de junio de 1990. 4. Francisco Mir6 Quesada R. (1990). Democracia direclay derecho constitii- cional, Artes y Ciencias, Lima. 5. ILD, Democraciay economi'a de mercado. Ponenciasy debates de unsimposio, Lima, 1981; Dependenciay desarrollo en debate (Diario de un simposio), Lima, 1983. 6. Hernando de Soio (colaboraci6n de H. Ghersi y M. Ghibellini) (1986). El otro sendero. El Barranco, Lima. 7. ILD, proyecio para la "Democratizaci6n de las decisiones del gobierno", publicado en'Lo Repiiblica, 5 y 6 de marzo de 1991. 8. Domingo Garcia B. (1986). Una democracia en transicidn. Las elecciones penianas de 1985. Okura, Lima. 9. Jaime de Althaus y Jorge Morelli, "La estrategia del subdesarrollo nacional", Instituto de Estudios Alberto Ulloa,

134 El redescubriniiento de la democracia...

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135 Alberto Rocha

32. Eduardo Bnll6n, "Movimientos sociales en la crisis: el caso peruano", en Movimientos sociales y crisis: el caso peruano, E. Ball6n editor, DESCO, Lima, 1986; "Estado, sociedad y sistema poli'tico peruano: una aproxiina- ci6n inicial" y "Movimienlos sociales y sistema politico: el lento camino de la democratizacion. Sintesis nacional", en Movimientos sociales y de- mocracia: la funcion de un nuevo orden. E. Ballon (editor), Dnsco, Lima, 1986; "Movimientos sociales: itinerario de transformaciones y lecturas", en Movimientos sociales: elementos para una relectura, C. R. Balbi y E. Ball6n {et. al.). DESCO, Lima, 1990. 33. Victor Hurtado, "Eso es hayismo-leninismo", en Amauta, 23 de abril de 1987, Lima, Perii. 34. Alfonso L6pez Chau (1988). Los laterintos de la crisis. Dos arms de gobierno aprista, FIECS-UNI, Lima. 35. Anfbal Quijano, "1980: las condiciones del enfrentamiento", en la revista Sociedad y politica, ni'iiiiero 8, febrero, Lima, 1980; "Los usos de la democracia burguesa", en la revista Sociedad y politica, niimero 12. agosto, Lima, 1981. 36. Anibal Quijano (1982). Sociedad, poder y sociologfa en el Peru. Primer Congreso Peniano dc Sociologfa, Huacho-Perii, marzo. 37. Anibal Quijano (1981). Recncuentroy debate: una introduccion aMariategui. Mosca Azul, Lima; Moilcinidad. idcntidad u Utopia en America Latino, Sociedad y Politica, Lima. 1988. 38. Cesar Gennana. La polemica Haya de la Torre-Mariategui: reforma o revolitcion en el Peru, Cuadernos de Sociedad y Politica, ni'imero 2, Lima, noviembre de 1877. 39. Jos6 L Lopez Soria (1981). Elpensamientofascista (1930-1945). Antologia, Mosca Azul, Lima. 40.RodngoMontoya(19S0).Capitalismoyno-capitalismoenelPeru(Unestudio historico de su articukiciSn en un eje regional). Mosca Azul, Lima. 41. Mirko Lauer (1982). Cri'lica de laartesanta. PIdsiica y sociedad de los Andes peruanos, DESCO, Lima. 42. Alfonso Ibaiiez (en colaboraci6n con Francis Guibal), Maridtegui hoy. Tarea, Lima, 1987; Agnes Heller: la satisfaccion de ULS necesidades radicates (Una aproximacion al pensamiento socialista de la Escuela de Budapest), IAP/SUR. Lima. 1989. 43. Alberto Rocha V. La militarizacion del Estado. America Latina 60-80, IE COS-UNI, Lima, 1988; Democracia representativa y democracia direeta. Una viaposible de democracia mbcta, IPIC, Lima, 1991. "Democracia: li- nea directa o punteada", en la revista Ciudady culttira, numero 27, Lima, mayo de 1991. 44. Alberto Florcs G. Biiscando un inca: identidodyntopt'a en los Andes IAP, Li- ma, 1987; 77e/j!/?ode;3/agas,EICaballoRojo,Lima, 1988. 45. Guillcrino Rochabri'in, "Izqiiicrda, democracia y crisis en el Peru", en la revista Margenes, numero 3, Linia, junio de 1988. 46. Esta definici6n tiene mucha influencia en dos trabajos, el de Adolfo Sanchez V., "Democracia, revoluci6n y socialismo", en la revista Travesia, ndmero 1, Lima, marzo de 1991, y el de Alberto Rocha V. "La reinvencidn de la democracia. Unidad e igualdad en las diferencias", en la revista Travesia, numero 2, Lima. 47. Adolfo Sdnchez V., op. cit.

136 til redescubriniiento de la democracia...

48. Consultar "Seis horas con el siglo XX". Participantes Luis Alberto Sdnchcz, Jorge del Prado, Francisco Mir<5 Quesada, Gustavo Gutierrez y Luis Bedo- ya. Moderador Alfredo Bryce, revista Oiga, Lima, 1991. 49. Francisco Mir6 Quesada, op. cit., p. 30. 50. ILD, Democracia y economia de mercado..., op. cit., pp. IX y X. 51//W., p. XXIV. rf417p 53. ILD, Dependencia y desarrollo en debate..., op. cit., p. 7. 54. Ibid., pp. 8, 9 y lO! 55./Wrf., p. 8. 56. Entendemos por doctrina el producto resiiltante de una instruinentalizaci6n del conocimiento para hacer una inteipretacion adecuada de la realidad con ciertos lineamientos idcol6gicos y poli'ticos. Este producto sirve de herra- mienta orientadora en la lucha politica. 57. Puesto que en este documento no nos ocuparemos del analisis del discurso de Mario Vargas Llosa ni de las propuestas programaticas del FREDUMO recomcndamos la con.sulta de algunas publicacioncs. Discurso de Mario Vargas Llosa en la Plaza de San Martin, el 21 de agosto de 1987, El Comercio, Lima, 22 dc agosto de 1987; Libertad (Primer ciclo de confe- rencias), tomos I y II, Movimiento Libcitad-Asociacion Pio-Dcsarrollo, Lima, 1988; Informe dc la Comision de Rcorganizacion del Estado (llacia un Estado de transicion a la sociedad libre), doctimcnto interno dc trabajo, AP/PPC/Movimiento Libertad, Pro-Desarrollo, Lima, 1989; Frcnte Dcmo- cratico-Acta de Constitucion (Unidos para la recuperacion del Perii), Ex- preso, Lima, 16 de abril de 1989; "Accion para cl cambio", exposicion de Mario Vargas Llosa (candidato a la prcsidencia de la repilblica por el FREDEMO), en CADE'89: bases para el desarrollo, XX vii Confercncia anual de ejecutivos, IPAE, Lima, 1989. 58. Luis Alberto Sdnchez, "Pert'i: una perspectiva hist6rica diferente y autdnonia", en Dependencia y desarrollo en debate..., op. cit., p. 432. 59. Ibid., p. 442. 60. Ibid., p. 442. 61. Luis Alberto Sdnchez, El Perii: ntievo retrato de un pat's adolescente, op. cit., p. 116. 62. Luis Alva Castro, Pert'i: metas y estrategias economicas para el desarrollo, Divulgaci6n Popular, Lima, s/f, p. 11. 63. Alan Garcia P., Elfuturo diferente..., op. cit. 64. Julio Coder. Clases, Estado y nacidn en el Perii, op. cit., p. 15. 65. Ibid., pp. 365 y 366. 66. Ibid., p. 369. 67. Julio Cotler, Democracia e integracidn nacional, op. cit., p. 12. 68./W., p. 12. 69. Julio Cotler, La democracia en el Perii, op. cit., p. 2. 70. Ibid., p. n. 71. Jos6 Matos Mar, Desborde popular y crisis del Estado..., op. cit. 72. Julio Cotler, "Modernidad y articulaci6n social: institucionalidad, gobierilo y opinion ptiblica. Un orden nuevo supone un pacto basado en institucioncs", Foro de Intercentros: ^Es gobernable el Perii?, Pdgina libre, Lima, 12 de agosto de 1990. 73. Carlos Franco, "Testimonio de parte", en El Pert't de Velasco..., tomo I, op. cit., p. 24. 74. Ibid., p. 24.

137 Alberto Rocha

75. Ibid., p. 25 76. Carlos Franco, "Naci6n, Estado y clases...", op. cit. 11. Ibid. 78. Carlos Franco, El Peru de los afios noventa..., op. cit. 79. Carlos Franco, "Para la constriiccidn de un regimen politico deinocratico-par- ticipativo", en Estrategiaspara el dcsarrollo de la democracia.... op. cit. 80. Ibid., p. 157. 81. Henry Pease G., Los caminos delpoder..., op. cit. 82. Ibid., p. 20. 83. Henry Pease G., "Discurso inaugural", en America Latina 80: democracia y movimientopopular, op. cit., p. 25. 84. Ibid., p. 28. 85. Henry Pease G., "La democraeia como proceso de autodetenninacidn de los pueblos latinoamericanos", en America Latina 80: democraciay movimien- to popular, op. cit. 86. Rolando Ames, "Movimiento popular y constitucion de la democracia", en Amdrica Latina 80: democracia y movimiento popular, op. cit. 87. Henry Pease. Narda Henri'quez. et. al.. La potitica economica y la democracia en debate..., op. cit. 88. Consultar el trabajo de Henry Pease, Politica v sociedad: a tres afios de la constitucion de 1979, op. rit. 89. Consultar el trabajo de Norbert Lechiier (editor), iQuc signijlca harer politi- ca?, op. cit. 90. Ademds del editorial ya citado .se puede consultar de Anibal Quijano el arlfculo que publico en el inisnio ntlmero de la revista y su ensayo presentado para el Primer Congreso de Sociologia, todos ya citados. 91. Anibal Qijano, "Los usos de la democracia burguesa", op. cit. 92. Anibal Qijano. "Poder y democracia en el socialismo", op. cit. 93. Existeii ya algunos trabajos donde se ha emprendido la exploracion mas alia de la forma politica existentc y de la fonna deinocr.itica representativa prevaleciente. Todos estos trabajos han sido citados a lo largo de nuestro ensayo, no repetiremos la lista. Solamente anotaremos aqui tres ptiblicacio- nes, una porque no ha sido mencionada y otra porque lo fue colateralniente: Henrique Urbano (coinpilador), Modernidad en los Andes, CBC, CUSCO, 199l;GcnrdoRamos,proyecto histdricoynacionalidades en el Peru,IPIC, Lima, 1991; Imelda Vega-Centeno B., Aprismopopular. Cultura, religion y politica, CiSEPA-Puc/Tarea, Lima, 1991. 94. Manuel Ulloa, "El requisito polftico de la representatividad y la estabilidad", en Dependencia v desarrollo en debate, op. cit. 95. Guillermo Rochabrun, "Izquierda. democracia y crisis en el Peru", op. cit. 96. Mario Vargas Llosa. Prologo en El otro sendero, op. cit. 97. Guillermo Lumbreras, "El signo violentista ha sido permanente...", en Maria del Pilar T., Sobre el volcdn. Didlogo frente a la subversion, CELA, Lima, 1989. 98. Revista Caretas, numero 1 016. Lima. 25 de julio de 1988. 99. Foro de Intercentros, "i,Es gobeniable el Peru?", Pdigina libre, Lima, 12 de agosto de 1990. 100. De modo bastante expli'cito, esbozos de la forma teorica de la democracia participativa. en el contexlo de la investigaci6n de otro sistema politico, se encuentran en los trabajos recientes (ya citados) de Eduardo Ballon. Carlos Franco y Alberto Rocha.

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