Geografía

COMPLEJO RUPESTRE DE LOS ALGARVES , EN LA HOYA -B AZA

JESÚS ÁVILA GRANADOS Junto a la villa granadina de Gorafe, sobre los vertiginosos acantilados de arcilla que se alzan a su espalda, se aprecia un misterioso laberinto de hornacinas y galerías cuyas oquedades parecen escrutar sin descanso el vecino valle del Gor. Habitado al menos desde el siglo XII por los primeros almohades llegados a la península, este singular complejo rupestre encierra numerosos misterios y una belleza que evoca la de construcciones similares en la Capadocia o el Magreb.

ames Hilton muy bien podría haber - rradas como racimos a las paredes de la roca caliza, con se inspirado en Gorafe, en 1934, sus fachadas encaladas y unas que arran - para escribir su inmortal obra: “Ho - can del suelo y permiten esa corriente de aire necesa - rizontes perdidos”, mejor conocida ria para establecer un equilibrio térmico dentro de las J como “Shangri-La” (el sol y la luna viviendas durante las cuatro estaciones. El 90% de las en el corazón), cuando descubrió el viviendas de este pueblo son troglodíticas, y es proba - fascinante escenario del Himalaya acurru - ble que esta circunstancia influya para que la longevi - cado en el Tibet, y conocido por las gentes del lugar co - dad de los habitantes de Gorafe sea superior a la de otros mo “Gyaitang”, la llanura real. Gorafe, y su mágico tér - lugares de la geografía hispana, así al menos lo hace ver mino, al norte de la , aguardan aún su actual alcalde, don Miguel, quien explica al viajero la pluma afortunada de ese viajero que sepa inmortali - que recientes estudios médicos han demostrado que zarlos y transmitir toda la belleza de este olvidado rin - dormir en una de estas viviendas-cueva –conocidas por cón en el corazón de la provincia de . las gentes del lugar como los covarrones- mejora nota - Gorafe –a 850 metros de altitud, habitado por 420 blemente la calidad del sueño y beneficia el descanso. personas y con un término municipal de 77 km 2– es un pueblo secreto, oculto, que no desvela a los ojos del via - jero todos sus misterios hasta que no se adentra en él. .\ Hábitat rupestre Pero para ello es preciso dejarse llevar a través de los imponentes silencios que imperan en las vastas llanu - La tradición de habitar en cuevas data de tiempos in - ras del altiplano granadino, donde pronto se hace pa - memoriales en este lugar. Se excavaron en un terreno tente que el río Gor, a lo largo de la historia, ha sido el arcilloso muy compacto, correspondiente a antiguos fon - gran artífice de estos espacios, donde la geología cobra dos marinos de la Hoya de Guadix-Baza, lo que las ha - otra dimensión casi sobrenatural. ce mejores incluso que las excavadas en roca, porque La villa de Gorafe fue erigida por hispano-musulma - la arcilla regula mucho mejor la humedad, así como la nes sobre las tierras más ásperas a fin de reservar las temperatura interior del hábitat rupestre, propiciando in - zonas más fértiles para el cultivo, conforme a los mis - cluso una mejor ventilación por convección natural cuan - mos cánones de otros pueblos muy semejantes del Ma - do el terreno se sustenta por pura cohesión. greb. El viajero no la contempla hasta tenerla a muy po - Sobre las chimeneas de cal y los abetos de pitas que cos metros, porque la carretera GR-6100, después de recuerdan la mediterraneidad de este lugar se alza un abandonar la A-92-N, y recorrer una agradable recta de acantilado de origen fluvial, a modo de poderosa mu - 10 kilómetros, desciende entre desfiladeros de vértigo ralla de piedra caliza. Sobre ella se abren las numero - para perderse en las profundidades de su intrincado re - sas hornacinas que están comunicadas entre sí, for - lieve ante la atenta mirada de buitres leonados, águilas mando una ciudad subterránea conocida como “Los perdiceras y otras aves que colonizan las paredes de es - Algarves”. Dentro de estas viviendas, según los restos tos barrancos. arqueológicos encontrados, se asentaron los almohades Ya en Gorafe se aprecia pronto que no muestra un di - hacia el siglo XII, de modo que el historiador ceutí al-Idri - seño urbanístico rectilíneo, con manzanas estructuradas si, cuando visitó esta plaza, la mencionó ya en sus cró - y plazas, porque las viviendas surgen por sorpresa aga - nicas con el nombre de “Gaurab”, topónimo que podría

NOVIEMBRE 2016 traducirse como “cámaras altas”, o “bajo la altura”. Llama la atención también el hecho de que muchos Hoy resulta todo un desafío acceder al interior de es - de los moradores dispusieran de palomar, medida pre - te laberinto de galerías subterráneas que miran a me - visora para disponer acaso de una fuente de alimenta - diodía, pues el acceso se hace desde el nivel inferior, por ción en caso de estar sitiados y comunicarse también el camino que lleva al cementerio del pueblo, dejándo - con otros grupos hermanos. lo atrás, y admirando el paredón de arcilla compacta que se alza delante. Como únicos testimonios de una habi - tabilidad humana se divisan entonces las oquedades de .\ Un patrimonio único ventilación que, en varios niveles, los moradores de es - En la actualidad, un gran número de personas lle - te complejo rupestre fueron capaces de excavar, lejos gan a Gorafe para visitar el CIM (Centro de Interpreta - del tiempo y el espacio. ción del Megalitismo), uno de los museos monográficos En algunos momentos, al recorrer con la vista –el más interesantes relacionado con las construcciones acceso a ellas está prohibido por motivos de seguri - megalíticas. En su término se ha podido catalogar una dad – el interior de estas galerías troglodíticas, evo - de las mayores concentraciones de dólmenes de Euro - camos algunos lugares visitados en Capadocia, tan - pa. Se trata de grandes túmulos distribuidos en diez con - to en los conos volcánicos del valle del Göreme, como juntos arqueológicos distintos, que pueden visitarse hoy en las ciudades subterráneas de Derinkuyu, incluso el en su totalidad. Tras el recorrido por estas construccio - tipo de roca es muy similar. A la vista de su rudimen - nes prehistóricas es aconsejable acercarse también has - taria construcción, puede que el origen de estos há - ta los enclaves rocosos conocidos como “Los Coloraos”, bitats rupestres sea incluso anterior al establecimien - un territorio de belleza fascinante, creado por la erosión to de los almohades y se remonte a los siglos del viento y las lluvias, cuyos resultados se hacen es - altomedievales, cuando aquellos anacoretas del me - pecialmente patentes junto a las aguas de los ríos Gor diodía peninsular, de tiempos visigóticos, tuvieron que y Guadiana Menor. La grandiosidad espacial de este pro - buscar refugio en estos profundos valles de la zona fundo valle, caracterizado por los acusados contrastes norte del sistema Penibético, en las profundidades de entre el rojo y el blanco de la arcilla, recuerda en cierta la Hoya de Guadix y Baza. medida la del Cañón del Colorado. Es preciso insistir aquí A pesar de los derrumbes ocasionados por el paso del en que el acceso al interior de los habitáculos rupestres tiempo, que han modificado bastante la amplitud de las de Los Algarves está rigurosamente prohibido por la pe - cámaras interiores de este termitero humano, y la di - ligrosidad que entraña su visita. Debemos conformar - mensión original de todo el complejo rupestre, resulta nos con alzar por última vez la vista, ya al atardecer, ha - aún patente la importancia que estos hábitats subterrá - cia la pared exterior de este conjunto troglodítico y neos debieron de haber tenido cuando estuvieron en ple - admirar, antes de proseguir viaje, el hermético secreto no desarrollo. Los accesos entre las cámaras de un mis - de un yacimiento que dormita un sueño de siglos den - mo nivel se efectúan a través de pasadizos estrechos, tro de la montaña en espera de que una intervención ar - para dificultar acaso al mismo tiempo el tránsito de un queológica desvele y ponga en valor toda su historia. enemigo que lograse acceder al interior. El agua, más necesaria que la misma comida, estaba garantizada con un aljibe aéreo con capacidad para unos mil litros, que .\ Aguas que curan podemos apreciar desde el exterior, en la zona central de esta pared de arcilla. A pocos kilómetros de Gorafe, por la carretera GR- Diferentes niveles configuran el espacio de habitabi - 6101, se encuentra Alicún de las Torres, un centro ter - lidad de este poblado rupestre y, para pasar de uno a mal ya conocido desde tiempos romanos, cuyos ma - otro, se crearon rampas y túneles, algunos de muy di - nantiales arrojan un caudal constante de 90 litros por fícil acceso, aunque permitiendo siempre la posibilidad segundo. Sus aguas, ricas en toda clase de sales mine - de cerrar con grandes piedras las entradas –como su - rales, emergen a 35º C de temperatura todos los me - cede en las ciudades subterráneas de Capadocia (Tur - ses del año, y poseen múltiples virtudes curativas (re - quía) –. Muchas de las galerías disponen de huecos in - comendadas especialmente para el aparato locomotor, y termedios, practicados sin duda para poder disparar también para combatir catarros, alergias, afecciones del flechas contra posibles invasores. aparato respiratorio, procesos reumáticos, articulaciones, El frente de este acantilado rocoso está orientado a alteraciones neurológicas, estrés, etc.). Pero el visitante mediodía, con lo cual la luz natural estaba garantizada que se acerca al balneario no debe perder la oportuni - bastantes horas incluso muy en el interior de las galerí - dad de contemplar algunos de los restos prehistóricos as rupestres. Desde el fondo de las oquedades se dis - que se conservan en sus cercanías, como la roca de ponía de un dominio absoluto de todo el valle, alcan - los petroglifos, la cueva de la Mina y la antiquísima y mis - zando la vista incluso el sinuoso curso del río Gor y su teriosa conducción aérea del acueducto de El Toril, que profunda cuenca. se remonta a unos 25.000 años de antigüedad. z

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