Poder Judicial de la Nación

Sala II -Causa n°26.833 “Cavallo,

Ricardo Miguel s/procesamiento”

Juzgado Federal n°12 - Secretaría n°23

Expediente n°18.967/2003/63

Reg. n° 29.387

/////////////////nos Aires, 29 de diciembre de 2008

Y VISTOS Y CONSIDERANDO :

I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el doctor Alfredo A.

A. Solari a fs.51/69, contra lo resuelto a fojas 1/50 (fojas 13.125/75 del principal) en cuanto dispone: 1) dictar el procesamiento con prisión preventiva de Ricardo Miguel

Cavallo por considerarlo prima facie responsable, en carácter de partícipe necesario, de los hechos que tuvieron como víctimas a Alicia Ana María Juana Domon, Ángela

Auad, María Eugenia Ponce de Bianco, José Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel

Horane, María Esther Balestrino de Careaga, Patricia Cristina Oviedo, Raquel Bulit,

Remo Carlos Berardo, Renné Leonnie Duquet, de De Vicenti y

Horacio Aníbal Elbert, los que importan el delito de imposición de tormentos, previstos en el artículo 144 ter., primer párrafo del Código Penal -según ley 14.616-, los que concurren materialmente entre sí (arts. 45, 55, 144 ter., primer párrafo, del

Código Penal según ley 14.616; y arts. 306 y 312 del Código Procesal Penal de la

1 Nación); 2) decretar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doce millones de pesos ($ 12.000.000).-

II- Da cuenta la nota de fojas 90, de que la defensa del imputado no compareció en la oportunidad que prescribe el artículo 454 del Código

Procesal Penal de la Nación, debiendo remitirnos a fin de conocer sus motivos de agravio al escrito de apelación que se encuentra glosado a fojas 51/69.

Solicita en esa oportunidad que debe declararse la nulidad del procesamiento decretado, alegando que se ha violado el principio de congruencia, en virtud de que su pupilo fue indagado por hechos referentes a las privaciones de libertad sufrida por las víctimas, y posteriormente fue procesado por los supuestos tormentos padecidos durante su encierro; por otra parte alega que el procesamiento carece de la debida fundamentación.

En otro orden de ideas se opuso al encuadre de los hechos como

“delito de lesa humanidad” , manifestando que era una categoría inexistente en la

época en que ellos supuestamente acaecieron. Y seguido de ello refirió que en virtud del verdadero carácter de estos delitos -delitos comunes-, ya se encontraban prescriptos para el momento en que su pupilo fue llamado a indagatoria.

Finalmente, y para el caso de que no se haga lugar a ninguno de sus planteos, sostiene que no se encuentra acreditada la participación de Cavallo en los sucesos investigados, solicitando la revocación procesamiento dictado.

Ataca para concluir, la prisión preventiva que le fue decretada a su pupilo y el embargo dispuesto sobre sus bienes, en ambos casos por resultar infundados.

III- Cuestiones previas.

a) Delito de lesa humanidad

2 Poder Judicial de la Nación

Es el primero de los cuestionamientos que habrá de resolverse, ya que sobre su desarrollo se sostiene la prescripción de acción penal.

Ahora bien, aunque la defensa introduce su disconformidad con el carácter otorgado a los hechos, catalogados dentro de la categoría de delito lesa humanidad , se trata de un agravio al cual ya se le ha dado respuestas en innumerables oportunidades, de modo que cabe remitirse a lo dicho por esta Sala en esta misma causa y aquellas otras que son conexas, y en igual sentido por Sala I del

Tribunal en las causas en las que se investigan delitos de esta misma naturaleza cometidos por quienes se encontraban cumpliendo órdenes bajo el primer Cuerpo de

Ejercito.

En efecto, al expedirse esta Sala II en punto a si el secuestro y posterior desaparición de Conrado Higinio Gómez y el desapoderamiento de prácticamente todos sus bienes y los de su familia encuadraban o no en la categoría de “delitos de lesa humanidad” , se dijo que “…no parece que la respuesta sobre la vigencia temporal de la acción penal deba encontrarse en un acontecimiento que tendría relación con eventuales consecuencias de los hechos delictivos denunciados…En rigor, en la denuncia por delitos contra la propiedad que realiza el presentante, subyace la desaparición forzada de su padre …Al respecto, debe señalarse que hechos de la naturaleza de los denunciados constituyen delitos contra la humanidad, y como tales imprescriptibles…Esta afirmación tiene relación con los hechos de la causa, toda vez que subyace la desaparición forzada de Conrado

Higinio Gómez, tras la supuesta maniobra extorsiva de la que fuera víctima. Y en este contexto no puede escindirse el análisis de una de ellas, sin formular una referencia expresa sobre la otra…” (ver Causa 16.071 “Astiz”, reg.n°17.491, rta. el

4/5/2000).

3 El criterio que se sigue de calificar los delitos como de “ lesa humanidad” dentro del contexto en el que se produjeron, fue también introducido en la Causa n°39.628, “Bignone s/prescripción”, reg. n°1.465, resuelta el 28 de diciembre de 2006, por los integrantes de la Sala I.

En esa oportunidad, el nudo de la cuestión fue establecer si la apropiación de menores, cometida en las circunstancias que se detallaban en esos autos -por parte de agentes estatales en el contexto de un ataque sistemático y generalizado contra una población civil-, podía calificarse como un crimen de lesa humanidad y en consecuencia si era imprescriptible.

En ese caso, luego de contemplar que el tipo penal contenía algunos de los elementos constitutivos de la definición de Desaparición Forzada de

Personas (ver artículo II de la Convención Interamericana sobre Desaparición

Forzada de Personas), y con apoyo en la doctrina y jurisprudencia, se concluyó que

“…son conductas subsumibles en el delito de desaparición forzada”.

Por otra parte, ambas Salas han avanzado en investigaciones relacionadas con los bienes que le fueron sustraídos a innumerables detenidos de la escuela de Mecánica de la Armada, en la desaparición y posterior saqueo en la casa del escritor Rodolfo Walsh (Sala II), y en el “Primer Cuerpo de Ejercito” (Sala I, ex- causa n°450), y en todas esas oportunidades se sostuvo que: A...los delitos cometidos por los agentes estatales en el contexto del sistema clandestino de represión implementado por la dictadura militar que usurpó el poder en el período 1976-

1983, a la luz del derecho de gentes, deben ser considerados como crímenes contra la humanidad... @ (cfr. Sala I, Causa n °30.514, AMassera s/excepciones @, reg. n°742, rta. el 9/9/1999; Causa n ° 33714 AVidela, Jorge R. s/procesamiento @, reg. n°489, rta. el 23/5/2002, y sus citas, Causa n ° 36.253 ACrespi, Jorge Raúl y otros s/ falta de acción y nulidad @, reg.670, rta. el 13/7/2004, y Causa n°39.628 “Bignone

4 Poder Judicial de la Nación s/prescripción”, reg. n°1465, rta. el 28/12/2006; y Sala II Causa n°17.889, ASimón,

Julio s/procesamiento @ del 9/11/2001, reg. n°19.192 y sus citas; Causa n°23.212,

“Acosta y otros s/procesamiento” reg. n°19.909, rta el 5/5/2006 y Causa n°23.516

AGarcía Velasco, Pablo y otros s/ procesamiento @, reg. n ° 25.427, rta. el 18/7/2006

).

En consecuencia, es indudable que los delitos que se le imputan a Ricardo Miguel Cavallo, no son ajenos a esta categoría de hechos, ya que aunque el a quo sólo le atribuye los tormentos sufridos por Alicia María Domon, Ángela

Auad, María Eugenia Ponce de Bianco, José Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel

Horane, María Esther Ballestrino de Careaga, Patricia Cristina Oviedo, Raquel Bulit,

Horacio Elbert Remo, Carlos Berardo, Reneé Leonnie Duquet y Azucena Villaflor de De Vicente, esta Alzada ya tuvo por probado al resolver el incidente n°24.004

“Acosta y otros s/privación ilegal de la libertad en causa n°18.967/03”, reg. n°25.879, rta. el 17/10/2006, cuál era la materialidad de los sucesos ocurridos entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977.

Se dijo en esa oportunidad -en la que no se modificó la calificación legal por ausencia de recurso-, que la prueba reunida permitía acreditar que los nombrados fueron privados ilegalmente de su libertad y trasladados a la

Escuela de Mecánica de la Armada, donde permanecieron alojados durante un período de siete a diez días bajo condiciones inhumanas de detención y sufrieron tormentos psíquicos y físicos en oportunidad de ser interrogados, luego de lo cual fueron “trasladados” . Y que a partir del hallazgo de los restos de Angela Auad,

María Eugenia Ponce de Bianco, Esther Ballestrino de Careaga, Renne Leonnie

Duquet y Azucena Villaflor de De Vicenti, y la determinación de su identidad por parte del Tribunal, puede afirmarse certeramente que el “traslado” al que aludían

5 los testigos consistió en aquello que se presumía: la introducción de las víctimas dopadas o asesinadas a aviones de las Fuerzas Armadas y arrojadas al río para ocultar cualquier evidencia de los mecanismos de represión.

De este modo, y sin perjuicio de la calificación legal asignada y responsabilidad a la que posteriormente nos referiremos, es indudable que el cuadro descripto es más que suficiente como para sostener que los delitos atribuidos son delitos de lesa humanidad .

b) prescripción

Dado el carácter atribuido a los hechos, queda absolutamente descartada la pretensión de prescripción que invoca la defensa, resultando válidas las consideraciones efectuadas por esta Alzada al resolver los anteriores incidentes en los que se analizó este planteo, especialmente lo dicho en el que lleva el n°23.262, caratulado “Pazo, Carlos s/ prescripción”, registro n°25.100, rta.11/5/2006

(actuaciones relacionadas con el saqueo de bienes a ex-detenidos/desaparecidos).

Esa resolución, que cuenta con la trascripción de aquella doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la que el Máximo

Tribunal reafirma la imprescriptibilidad de este tipo de delitos, fue confirmada por la

Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal, oportunidad en la que específicamente sostuvo que: “…debe señalarse que la decisión impugnada en lo que se refiere a la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, se ajusta a la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los autos

“Arancibia Clavel” y “Simón” -Fallos 327:3294 y 328:2056-…” (ver causa n°7.252 “Pazo, Carlos José s/ recurso extraordinario”, Sala III, reg. n°1739/07, rta el

6/12/2007).

Por otra parte, cuando los Magistrados de esa misma Sala del

Tribunal de Casación, rechazaron otro planteo de prescripción efectuado en esa

6 Poder Judicial de la Nación ocasión por la defensa de Rádice en el marco de la causa en la que se investiga la desaparición forzada de Conrado Higinio Gómez, afirmaron que: “…existe -con el grado de verosimilitud propio de la etapa procesal que tramita-, una íntima comunión entre los ilícitos que aquí se investigan y aquellos que son considerados de lesa humanidad, y que sólo después de que se lleve a cabo el juicio oral se podrá definir esta situación. Es así que, como ya se dijo, una decisión liberatoria en este momento podría ocasionar responsabilidad internacional…” (ver Causa n°7.112

“Radice, Jorge Carlos s/recurso de casación”, reg. n°444/07, rta. el 9/5/2007; y anteriormente en igual sentido Voto de la Dra. Ledesma en Causa n°6.499, “Pazo,

Carlos s/recurso de casación e inconstitucionalidad”, reg.n°160/2006, rta.

14/3/2006).

En esa misma dirección se expidió nuevamente la Sala II de la

Cámara Nacional de Casación Penal al resolver en el incidente n°8062, “Pernias”, reg. n°11.247 el 5/2/2008 (que rechazó el agravio sobre prescripción en la causa del escritor Walsh ya citada -n° 23.516 del registro de esta Sala-), oportunidad en la que dijo: “…en cuanto a la prescripción de la acción penal para los delitos que se imputan, la CSJN estableció un criterio sentado en la causa “Arancibia Clavel”, donde se analizan estas cuestiones en relación a estos delitos. Allí se alegó que la

Convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad reconoce la validez de esa norma, ya vigente como norma del ius cogens, de origen consuetudinario en el derecho internacional público…”.

Finalmente, cuando ese Tribunal de Alzada confirmó la última ampliación del procesamiento del imputado Antonio Pernias en la causa que tramitó en esta Sala bajo n°24.898, agregó que: “…la resolución en crisis ha efectuado una estricta aplicación de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en

7 el antecedente “Arancibia Clavel…” (ver Causa n°8.928 “Acosta”, reg. n°11.282, rta. el 7/2/2008, de la Sala II de la CNCP).

En virtud de lo expuesto, habrá de rechazarse el agravio relacionado con la prescripción invocada por la defensa en su apelación.

c) nulidades

El mismo temperamento habrá de adoptarse en punto a las nulidades introducidos por el doctor Solari.

En efecto, es ineficaz sostener que se ha violado el principio de congruencia como lo pretende la defensa, fundado ello en la trascripción de un pequeño párrafo de la declaración indagatoria de su pupilo, ya que surge del acta en su total extensión, que en esa oportunidad se le efectuó una amplia descripción de la plataforma fáctica que gobierna la presente causa.

Específicamente se dijo que los hechos que motivan el llamado importan las privaciones ilegales de libertad sufridas por las víctimas, se detalló el lugar, día y hora en que aproximadamente se produjeron esas privaciones, se indicó a dónde fueron alojadas y en que condiciones, se hizo especial referencia a la aplicación de tormentos y, finalmente, se le hizo saber sobre la identificación de los restos hallados, como aquellos pertenecientes a algunas de las víctimas que fueron

“trasladadas” .

Por otra parte, aunque la defensa sostenga que las circunstancias de la causa ameritan el sobreseimiento de su pupilo y que resulta infundado el modo en que concluyó el juez de grado en su resolutorio, este Tribunal considera que el planteo introducido sólo traduce su disconformidad con la solución arribada en la anterior instancia, sin que se advierta que exista una afectación a las previsiones del artículo 123 del Código Procesal Penal de la Nación.

8 Poder Judicial de la Nación

En consecuencia, como el Magistrado actuante ha señalado los fundamentos que justifican su decisión, es el recurso de apelación el adecuado marco donde hallarán debido responde los agravios ensayados.

IV- Hechos

Estas actuaciones que llevan el n°18.967/2003 (ex-Testimonios

B de la causa n°14217/2003), se formaron a partir del decreto del 29 de septiembre de 2003, que luce a fs.7695/6 de la causa 14.217/2003 “E.S.M.A. Acosta, Jorge

Eduardo y otros s/delito de acción pública” (Ex-n°761), en el que se ordenó investigar los acontecimientos conocidos públicamente como ocurridos en el mes de diciembre de 1977, en la Iglesia Santa Cruz (ver fs.7.807/8 del principal).

Es así como este Tribunal, en sus anteriores intervenciones

(incidente n° 21.559, “Acosta”, rta el 21/12/2004, reg n°23.261, y en el n°24.004

“Acosta”, reg. n°25.879, rta. el 17/10/ 2006), ya tuvo por acreditada la materialidad de los hechos.

En efecto, como se dijera en las citadas resoluciones, se probó que Alfredo Astiz se infiltró en las reuniones que comenzaron a celebrarse desde mediados de 1977 en la iglesia ubicada en la calle Estados Unidos 3150, de Capital

Federal, a la que asistían familiares y/o allegados de personas secuestradas y desaparecidas.

De ese modo obtuvieron los datos necesarios para que la noche del 8 de diciembre de ese año, luego de que este grupo de familiares llevase a cabo una reunión con la finalidad de juntar dinero para publicar una solicitada reclamando por el destino final de sus seres queridos, se llevaran a cabo las detenciones ilegales investigadas.

9 A la salida de la iglesia, alrededor de las 20:00 horas, algunos de los concurrentes, entre los que se encontraban: Alicia Ana María Domon, Angela

Auad, María Eugenia Ponce de Bianco, Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel Horane,

María Esther Ballestrino de Careaga, Patricia Cristina Oviedo, Raquel Bulit y

Horacio Anibal Elbert, fueron víctimas de un operativo llevado a cabo por civiles armados, quienes los golpearon, les robaron parte del dinero reunido y con violencia los introdujeron en diversos automóviles.

Simultáneamente, en las últimas horas de la tarde del día 8 de diciembre de 1977, se produjo la privación de la libertad de Remo Carlos Berardo, ocurrida en el interior de su atelier ubicado en la calle Magallanes 889, de Capital

Federal.

Relacionados con estos hechos, también se acreditó la privación ilegal de la libertad de Azucena Villaflor de De Vicenti, ocurrida en horas de la mañana del día 10 de diciembre del mismo año, habiendo sido abordada por personal de civil que se encontraba armado, mientras circulaba por la calle Cramer a la altura catastral del n°117 de la localidad de Sarandí, Provincia de Buenos Aires. Y en esa misma fecha, aunque en horas del mediodía, la de Reneé Leonnie Duquet, secuestrada de su domicilio de la calle Espora 1247 de la localidad de Ramos Mejía,

Provincia de Buenos Aires.

Todos los nombrados fueron trasladados a la Escuela de

Mecánica de la Armada y sometidos a tormentos psíquicos y/o físicos, permaneciendo desaparecidos a excepción de: Azucena Villaflor de De Vicenti,

María Eugenia Ponce de Bianco, Esther Balestrino de Careaga, Angela Auad y

Leonnie Duquet, cuyos cuerpos, localizados en las playas del Partido de la Costa y sepultados como N.N. en el Cementerio Municipal de General Lavalle, Provincia de

Buenos Aires, lograron finalmente identificarse (ver Legajo n°111"Cementerio

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Municipal de Gral.Lavalle”, reg. n°04/05-P rta. el 7/7/2005 y reg. n°06/05-P rta. el

14/9/2005; y Legajo n°1 “Incidente de búsqueda e identificación de Alicia Ana

María Domon, Leonie Duquet y Eduardo Gabriel Horane”, reg. n°05/05 -P, rta. el

29/8/2005).

Esta Alzada también tuvo por probado en el incidente n° 21.559

(ya citado) que en el centro clandestino de detención y en el contexto reseñado, el

Capitán de Fragata Jorge E. Acosta se desempeñó como Jefe del Departamento de

Inteligencia de la Unidad de Tareas 3.3 de la que formaba parte el Grupo de Tareas

3.3.2, cuya función específica era la de obtener alguna información de los secuestrados, aplicando entre otros medios no menos crueles, tormentos durante los

“interrogatorios”.

Posteriormente, en el incidente n°24.004 (también citado), se acreditó la participación en estos hechos de los co-imputados Raúl Enrique Scheller,

Alberto Eduardo González, Jorge Enrique Perren, Ernesto Frimon Weber, Jorge

Carlos Radice, Néstor Omar Savio, Juan Carlos Rolón, debiendo ahora determinarse la participación que en estos hechos tuvo el imputado Cavallo.

V- Pruebas

a- Se ha detallado con anterioridad, que los innumerables testimonios colectados acreditan que los hechos investigados en autos fueron previamente planificados por los integrantes del Grupo de Tareas 3.3.2.

Convencidos de que existía un “grupo subversivo” entre los familiares de desaparecidos que participaban de las agrupaciones de derechos humanos, llevaron a cabo tareas de inteligencia -infiltrándose uno de sus miembros-, a fin de seleccionar a las primeras víctimas que serían privadas de su libertad.

11 Luego de someterlos a intensas torturas para obtener datos sobre la supuesta organización en la que actuaban y sobre la participación de otros posibles miembros, dada la repercusión negativa que tuvo esta operación, decidieron hacerlos Adesaparecer @, probándose finalmente que al menos cinco de las víctimas fueron asesinadas, permaneciendo las restantes desparecidas.

Se han señalado como particularmente ilustrativos, por parte de el magistrado de grado y este Tribunal en anteriores resoluciones, los dichos vertidos por Silvia Labayrú -detenida que permaneció en Esma entre el 29 de septiembre de

1976 y junio de 1978-, ya que fue obligada a intervenir en la operación, y en consecuencia ha brindado importantes detalles para reconstruir los hechos investigados.

Sus testimonios dan cuenta de que fue a Astiz se le asignó la tarea de infiltrase en los grupos de familiares de desaparecidos y organismos de defensa de los derechos humanos, a fin de averiguar si existían grupos subversivos entre ellos. Tarea que desarrolló durante varios meses, actuando bajo el nombre de

AGustavo Niño @ , como supuesto hermano de un desaparecido.

Dijo la deponente que en varias ocasiones fue obligada a acompañarlo bajo la apariencia de ser su hermana, ya que en la E.S.M.A se había decidido secuestrar a las personas que asistieran a las reuniones, debido a que los militares creían que dentro del grupo de familiares había una célula subversiva por lo que procedieron a detener a todos, entre ellos a Alicia Domon, aclarando que ella y Astiz se encontraban en esa reunión.

Narró que Domon fue torturada, que aunque no lo presenció, la vio con síntomas y signos propios de los torturados. Que como dio la dirección de su casa, que compartía con Leonnie Duquet, esta última también fue secuestrada y trasladada a E.S.M.A.

12 Poder Judicial de la Nación

Que la estadía de las religiosas en la E.S.M.A no se prolongó por más de una semana y que su Atraslado @ se debió a la repercusión que provocó en la prensa su desaparición. Que incluso, sectores militares habían llamado a la

E.S.M.A para averiguar si allí se había producido la privación de libertad de las religiosas y que, asustados por la trascendencia finalmente las Atrasladaron @.

Dijo que para tratar de ocultar el suceso se montó un simulacro de secuestro por parte de los AMontoneros @, ocasión en la que se las fotografió bajo una bandera de esa organización y se redactó un comunicado en el que se las condenaba a muerte, aclarando que esto último no se llevó a la practica porque no se lo consideró conveniente (ver declaración brindada en España el 18 de febrero de

1985, cuyas copias lucen a fs.1105/6, del Cuerpo VI del Legajo 18, 48/59; y en igual sentido declaración ante el CONADEP del 31 de julio de 1984 que se encuentra en el Cuadernillo de Prueba C, Anexo II, Casos 48 a 59 ADomon, Alicia Ana María @ y también a fs. 8121/30 del principal).

En los mismos términos se expidió María Alicia Milia de Pirles - secuestrada el 28 de mayo de 1977 y liberada el 19 de enero de 1979-, quien dijo que para la navidad de 1977, las madres de desaparecidos decidieron hacer una solicitada a Videla para saber más sobre sus hijos.

Que Astiz, alias ARubio @, ACuervo @, AÁngel @, AGonzalo @ o

AEduardo Escudero @, se infiltró en el grupo que juntaba el dinero en la Iglesia Santa

Cruz, hasta que las fuerzas de seguridad se llevaron a 10 o 12 familiares, a la hermana Alicia Domon, y más tarde a la hermana Leonnie Duquet, junto con una madre, Azucena.

13 Finalmente agregó que las hermanas religiosas fueron severamente torturadas (Casos 48 A 59 ADOMON, Alicia Ana María @, anexo II,

Cuadernillo de Prueba AB@ sin foliatura correlativa).

Por su parte, Alberto Eduardo Girondo -detenido en ESMA para la fecha en que se produjeron los hechos-, relató: A...los oficiales de inteligencia...eran los responsables de los interrogatorios, intervenían en la decisión de los traslados, intervenían en las operaciones de secuestro, algunas veces comandándolas... @, recordó como integrantes de este grupo a: A...Antonio Pernía, a.

ATrueno @, García Velazco, a. ADante @, Alberto Gonzalez Menotti, a. Agato @,

Schelling, a. AMariano @, Juan Carlos Rolón, a. AJuan @, el capitán de corbeta retirado A Francis William Whamond @, a. APablo @ o A Duque @, el prefecto Fabre a., ADaniel @ o Aselva @... @, y afirmó que: A... de ellos surgen la mayor parte de las iniciativas que hicieron que el G.T. desde su formación hasta mediados de

1978...Algunos de los casos de mayor repercusión pública también fueron ideados y supervisados por ellos, como el secuestro de 15 personas en la iglesia de Santa

Cruz en Buenos Aires, entre las cuales se contaban dos religiosas francesas... @ (ver fs.230/74 del Cuerpo II del Legajo 18, 48/59).

Marta Remedios Álvarez, refiere haber visto en el centro clandestino de detención a Ricardo Miguel Cavallo, “Marcelo” o “Serpico”, y puntualmente dijo que: A...vio en la Esma a una de las monjas francesas, ello según recuerda fue el 8 de diciembre. Que también vio a Azucena Villaflor. Que junto con las monjas había un grupo de personas que habían sido detenidas en la Iglesia

Santa Cruz… sabe que Astiz se había infiltrado en el grupo que buscaba a sus familiares detenidos/ desparecidos. Que para darle mayor cobertura a Astiz, que se presentaba como AGustavo Niño @, Silvia Labayru era obligada a acompañarlo.

Que antes que a Silvia habían hecho ir a Susana Burgos con Astiz. Que sabe que

14 Poder Judicial de la Nación entre el grupo de familiares no habían encontrado a nadie que militara en

Amontoneros @ y que en ESMA deciden la detención de los referentes del grupo de familiares cuando se comienza a repartir volantes pidiendo por la libertad de todos los detenidos... @ (ver fs.8204/8 del principal).

Sus dichos se encuentran corroborados por la versión que brindó al declarar en autos la nombrada Noemí Susana Burgos , quien afirmó: A... previo a iniciarse el operativo, Acosta le ordena a la dicente ser parte de la infiltración que posteriormente realiza Astiz, a lo que la dicente le adujo que no sería bueno, porque ella era conocida entre los participantes de las reuniones, que aparte se moriría de miedo y podría ser descubierta... @ (ver declaración del 25 de octubre de 2004 que luce a fs.8132/38 del principal).

Asimismo, Graciela Beatriz Daleo, quien permaneció en ESMA desde el 18 de octubre de 1977, identificó al imputado Cavallo en el centro clandestino de detención, en su declaración que luce a fojas 113 de la causa

1376/2004. Dijo en la declaración que luce a fojas 298/300 del Cuerpo II, Legajo 18,

48/59, que: A...a principios de diciembre, encontrándose en el lugar denominado

Apecera @ escuchó que el Teniente Astiz comentó que se estaba haciendo pasar por un familiar de un desaparecido y concurría a reuniones que otros familiares celebraban e, incluso, informó que los familiares de desaparecidos programaban publicar una solicitada sobre la situación que vivían…”.

Por su parte, Andrés Ramón Castillo, alojado en ESMA desde mayo de 1977 hasta marzo de 1979, refirió A... tener conocimiento que un grupo de familiares de desaparecidos que se encontraban en la iglesia Santa Cruz, estuvieron detenidos en la E.S.M.A...que en una oportunidad, en momentos en que se encontraba en la oficina de ATRUENO @ escuchó que había preocupación acerca de

15 un grupo de familiares que se disponía a realizar una solicitada en denuncia de personas desaparecidas... @, aunque no recordó si fue en ese momento o en otro, agregó que: A... escuchó de parte de Pernía que se había infiltrado en ese grupo el

ARubio @ quien resultó ser Alfredo Astiz y que luego de estos comentarios, ingresaron detenidos un grupo de 12 o 14 personas, los que fueron alojados en

Acapucha @ y Acapuchita @... @ (ver fs.319/23 del Cuerpo II del Legajo 18, 48/59).

Para concluir debe señalarse que a los relatos de los cautivos se le suma la declaración brindada por Francois Cheron, cuyo testimonio ilustra sobre el modo en que el grupo de tareas 3.3.2. encubría las operaciones que llevaba adelante.

Explicó el nombrado, que en la Cancillería le solicitaron que viajara a la , ciudad de Buenos Aires, donde el Almirante Massera le proporcionaría información sobre lo ocurrido con algunos ciudadanos franceses desaparecidos.

Dijo que arribó a Ezeiza el 22 de febrero de 1978, en donde se hicieron presentes dos sujetos del sexo masculino vestidos de civil, y uno de ellos le comunicó que era el capitán Gabriel, y que sería trasladado a la ciudad de

Montevideo a fin de entrevistarse con Massera. Aclaró que luego pudo establecer -a través de fotos publicadas en diarios y otras que le exhibiera el Dr. Méndez

Carreras- que quien se presentó como Capitán Gabriel resultó ser Alfredo Astiz.

Relató que se trasladó junto con las dos personas que lo esperaron en Ezeiza a Montevideo en avión, lugar donde fue recibido por dos militares. Uno de ellos era argentino, estaba vestido de civil y resultó ser Jorge

Radice y el uruguayo vestía con uniforme militar. Luego fue acompañado para entrevistarse con el Almirante Massera y con Marquéz (uruguayo).

16 Poder Judicial de la Nación

En esta oportunidad, se le exhibió al declarante una foto de

Antonio Pernía, a quien el testigo identificó como la persona que le presentara

Radice, como un sujeto militar muy bien conectado quien podría ayudarlo en sus gestiones. Esta persona le entregó su tarjeta que dijo conservarla en Paris, bajo el nombre Antonio Gaimar (ver fs.427/8 del tercer cuerpo del Legajo 18, 48/59).

A los dichos vertidos por quienes estuvieron cautivos en la

Escuela de Mecánica de la Armada durante la época en que se perpetraron los hechos, que han testimoniado sobre la creación y puesta en práctica de este plan, se le suman los valiosos relatos de aquellos otros familiares o amigos que fueron testigos presénciales de algunas de las reuniones en las que participó Astiz -sólo o en compañía de Labayrú- y de los secuestros llevados a cabo el 8 de diciembre de

1977.

En tal sentido coinciden los dichos de Carmen Aguilar de

Lapacó, Lucas Oreano, Haydeé Regina Segura de Maratea, Adelina Ethel de Matti,

Rosa González, María Antokoletz y Ricardo Chidichimo, en cuanto afirman que

Alfredo Astiz participó de las reuniones efectuadas en Plaza de Mayo, en la Iglesia

Santa Cruz, o en otros puntos de Capital Federal, ocasiones en las que se presentaba como Gustavo Niño, concurriendo en algunas oportunidades en compañía de una chica joven, rubia y delgada. También dijeron que no conocían su verdadera identidad, y que como siempre se encontraba cerca de Azucena Villaflor, llegaron incluso a pensar que era su hijo (ver fs.280/1, 282/3, 301/3, 304/5, 306/9, 310/1,

314/5 y 316/8 del Cuerpo 1 del Legajo 18, 48/59).

Por su parte, Beatriz Haydeé Neuhaus, afirmó que Niño participó de la reunión llevada a cabo ese día en la Iglesia Santa Cruz y que el jueves siguiente, cuando volvió a encontrarse con las Madres de Plaza de Mayo, fue

17 seguida por un hombre canoso y bien vestido, y al llegar al bar donde se encontrarían, Gustavo Niño le dijo que quería hablar con ella y le solicitó una cita, a la que no accedió. Tiempo después supo que Niño era Astiz, que estaba en Paris y se hacía llamar Alberto Escudero (ver fs.295/7 del Cuerpo II, legajo 18, 48/59).

Finalmente, también Cecilia Vázquez acreditó la presencia de

Astiz en la reunión que se llevó a cabo el día 8 de diciembre de 1977 en la Iglesia

Santa Cruz, junto con otros detenidos desaparecidos, entre los que recordó a Angela

Auad, la hermana Alicia Domon, Raquel Bullit y Gustavo Niño, a quien identificó como Alfredo Astiz al exhibírsele una fotografía en la publicación del CELS que se acompañó a la audiencia (ver fs.485/6 del Cuerpo III del Legajo 18, 48/59)

Interrogado que fuera Gustavo Niño, a quien Astiz le usurpó el nombre, dijo que él no firmó la solicitada publicada el 10 de diciembre en el diario

La Nación, pero que sí le corresponde el documento nacional de identidad que allí figura. Sostuvo que en la época en que se firmó esa publicación se encontraba en

Estados Unidos, para lo que exhibió el pasaporte argentino nro. 7.969.527.

Por último, dijo que él nunca participó en ninguna organización en defensa de los derechos humanos y que se enteró por los diarios que el Capitán de la Marina Alfredo Astiz utilizaba su nombre para actuar en estas organizaciones (ver fs.137/8 del Cuerpo 1 del Legajo 18, 48/59).

En otro orden de ideas, y como se adelantara, los dichos de los familiares y amigos de las víctimas, que fueron testigos presénciales de los hechos, permiten acreditar el modo en que se llevaron a acabo estos secuestros simultáneos y cómo fue el operativo desplegado por el grupo de tareas.

Surge del Habeas Corpus presentado por Evelina Irma

Lamartine, Superiora de la Orden de Las Hermanas de las Misiones Extranjeras, que el día jueves 8 de diciembre de 1977, a las 20:30 hs., en la Iglesia Santa Cruz, la

18 Poder Judicial de la Nación hermana Alicia Ana María Juana Domon, fue detenida e introducida a la fuerza junto con otras personas, en un rodado marca Renault, dominio C-740.012, y que una de las mujeres que acompañaba a Domon fue esposada de inmediato según testigos que presenciaron el hecho.

Dijo en esa misma oportunidad, que concurrió a las Comisarías

20 ° y 8 ° a los efectos de recabar información sobre los hechos, obteniendo como respuesta por parte de las autoridades policiales que nada se sabía (ver fs.1 del

Cuerpo 1, Legajo 18, 48/59).

Posteriormente agregó, que el viernes 9 de diciembre de 1977 se le acercaron dos personas que dijeron haber presenciado el Arapto @ de la hermana

Alicia Ana María Domon, a quien subieron a la fuerza a un rodado marca Renault, dominio C-740.012, junto con otras personas (ver fs.26 del mismo legajo).

El titular de la Comisaría 20 de la Policía Federal, Andrés

Manuel Colella, refirió que no se recibió denuncia por la desaparición de Domon, y que sí se labraron actuaciones por la privación ilegítima de la libertad de Patricia

Cristina Oviedo, ocurrida el día 8 de diciembre, en horas de la noche, en la inmediación de las calles Urquiza y Estados Unidos, y que se dio intervención al

Juzgado correspondiente (fs.42 del Cuerpo 1 del Legajo 18, 48/59).

En relación al secuestro de Domon y Cristina Patricia Oviedo, el

Superior Provincial de los Padres Pasionistas, Santiago Cornelio O=Leary, dijo que el día 8 de diciembre de 1977, luego de brindar una misa en la iglesia Santa Cruz, tres niños de 9, 7 y 6 años le dijeron que su tía había sido llevada en dos automóviles

Renault, por lo que comunicó lo sucedido en forma verbal a la Comisaría n ° 20 de la

Policía Federal Argentina, aunque no formalizó denuncia (ver fs.59 del Cuerpo 1del

Legajo 18, 48/59).

19 Por su parte, María del Rosario América Carballeda de Cerrutti, afirmó que presenció los secuestros de Esther Careaga y María Ponce de Bianco.

Expresó que ella salió de la reunión alrededor de las 20 horas del día 8 de diciembre de 1977, caminando por la vereda de calle Estados Unidos junto con María Ponce de

Bianco, y que Esther Ballestrino de Careaga lo hacía unos metros más adelante en compañía de otra señora. Imprevistamente observó que una persona del sexo masculino, joven, corpulento, con bigotes, de cabello rubio, tomó firmemente del brazo a Ballestrino de Careaga y la introdujo en un automóvil.

Que todo ocurrió en forma instantánea e inmediata. A ella la empujaron contra la pared de la vereda, al tiempo que otro hombre, más bajo que el anterior, de aspecto vulgar, joven y que llevaba un arma, le advirtió que se quedaran quietas porque era un operativo de drogas, y secuestró a María Ponce de Bianco

(ver fs.98/9 del cuerpo 1 del legajo 18, 48/59).

Al declarar nuevamente Carballeda de Cerrutti, ratificó sus dichos y agregó que en esta nueva oportunidad, que el día 10 de diciembre de 1977, a las 7:30 horas fue secuestrada Azucena Villaflor, a una cuadra y media de su domicilio particular (ver fs.287/92 del cuerpo II del legajo 18, 48/59).

También se cuenta con la declaración de Lilia Amparo Joms de

Oreano, quien explicó que el día 8 de diciembre se efectuaron distintas reuniones para colectar fondos y firmas para publicar dos días después una solicitada en el diario La Nación.

Sostuvo que se fijaron tres puntos de reunión para las colectas: en la iglesia Santa Cruz, en una iglesia ubicada en la Avda. Santa Fe y Oro y en la iglesia Betania. Ella concurrió a esta última en compañía de Azucena Villaflor y la

Sra. Careaga, quien desde allí se dirigió a la Iglesia Santa Cruz. (ver fs.284/6 del

Cuerpo II del legajo 18, 48/59).

20 Poder Judicial de la Nación

Fue testigo presencial de los secuestros en la Iglesia Santa Cruz,

Beatriz Haydeé Neuhaus, quien dijo haber visto en la reunión a: Eduardo Horane,

Aníbal Elbert, Raquel Bullit, Patricia Oviedo, la hermana Alicia, María Ponce de

Bianco, Angela Auad, Esther Balestrino de Careaga y Gustavo Niño.

Explicó que cuando se retiraron, alrededor de las 20:00 hs., vio a la Sra. de Cerruti con los brazos en alto contra la pared gritando Anos llevan @, y el momento en que la Sra. Ponce de Bianco y Careaga eran introducidas a un mismo auto por la fuerza (ver fs.295/7 del Cuerpo II, legajo 18, 48/59).

Sostuvo al declarar Oronzo Vinci Mastrogiacomo, que el día que se llevaron a cabo los operativos en la Iglesia Santa Cruz, él llegó alrededor de las

18:00 hs. junto a su esposa, advirtiendo en el lugar la presencia de un sujeto de nombre Gustavo Niño.

Explicó que al concluir la reunión tenía que llevar a la hermana

Alice a Once y a otra mujer que la acompañaba hasta Palermo. Cuando salieron, vio a un hombre morocho, que tenía una radio portátil en la mano, quien le ordenó a otro que detuviera a la hermana Alice a la que esposaron junto con la señora que la acompañaba que estaba con dos niños, y a él se le arrebató el dinero, a la vez que fue golpeado e insultado.

Al día siguiente se enteró por comentarios, que también se habían producido otras detenciones en la Iglesia Santa Cruz, entre ellas la de una mujer paraguaya que era esposa de un abogado, la de Berardo, Fondevila y otro joven, quienes debían reunirse con Gustavo Niño para llevar el texto de la solicitada a agencias extranjeras (ver sus dos declaraciones, la de fs.327/30 y la de fs.604/6, de los Cuerpos II y III, respectivamente, del Legajo 18, 48/59).

Cecilia Vázquez manifestó que vio en la reunión a Angela Auad,

Gustavo Niño, la hermana Alicia Domon, Raquel Bullit y Ketty, cuyo apellido no

21 recuerda aunque aclara que el mismo es de origen inglés, algo así como AHaus @.

Refirió que fue una de las últimas personas en salir de la iglesia, y que observó varios autos estacionados y movimiento de gente armada que esposaba a la hermana

Domon y a Angela Auad, a quienes introdujeron en el interior de un vehículo (ver fs.485/6 del Cuerpo III del Legajo 18, 48/59)

Al declarar María Lidia Arias Zeballos de Elbert, dijo que su marido, Horacio Aníbal Elbert fue secuestrado el 8 de diciembre de 1977 en la

Iglesia Santa Cruz, junto con Alicia Domon.

Explicó que como él no regresaba, después de llamar por teléfono a las personas que sabía que estaban con él, entre ellos Eduardo Horane y la hermana Alice, se dirigió a la casa de Raquel Bullit. Posteriormente, con Norma, la mujer de Eduardo Horane, fueron a la casa de Fondevilla, donde su madre les dijo que su hijo tampoco había vuelto.

También dijo que entre el 9 y el 11 de diciembre de 1977, se llevaron a cabo varios operativos para buscarla a ella, oportunidad en la que un grupo de militares se hizo presente en la casa de sus padres, de sus suegros y de su tía. (fs.1186 obrante en el Cuerpo VI del legajo 18, 48/59).

Finalmente, Cecilia Vázquez, fue otra de las testigos que presenció el momento en el que la hermana Alicia y Angela Auad eran esposadas e introducidas a un vehículo a la salida de la Iglesia Santa Cruz, junto con otras 12 personas (fs.1190 del mismo legajo).

b- Acreditada la materialidad de los secuestros, también existen suficientes testimonios que prueban la permanencia de las víctimas en la Escuela de

Mecánica de la Armada, en donde el imputado Cavallo integraba el sector de

Inteligencia y/o estaba a cargo del sector denominado pecera; así como de los tormentos que padecieron.

22 Poder Judicial de la Nación

Informa Alberto Eduardo Girondo en la declaración del 5 de diciembre de 2003: A... que en oportunidad en que pudo ver el día 8 de diciembre de

1977 a los prisioneros que ingresaron en la ESMA, que se encontraban en el sótano sentados en ángulo recto de las salas de interrogatorio doce y trece...pudo escuchar como comenzó a sonar la música que habitualmente se encendía cuando los prisioneros de la ESMA eran sometidos a torturas y tormentos...que en esa ocasión logró escuchar gritos de dolor de personas, que no puede identificar, que estaban siendo interrogadas en las salas de interrogatorios...refiere que Alfredo Astiz,

Pernía y Scheller, alias APinguino y Mariano @, eran los oficiales que se encontraban dentro de las salas de interrogatorio mientras se producían los mismos y escuchaba la música y los gritos de dolor...sólo puede identificar a las monjas francesas, Duquet y Domon...que la gente del grupo Santa Cruz fueron trasladados en dos grupos y en un lapso de una semana y tres semanas desde su ingreso a la

ESMA... @ (ver fs.7907/9 del principal).

Por su parte, Martín Tomás Gras Craviotto dijo que entre los operativos de gran notoriedad realizados por el GT 3.3.2 se encontraba el de las hermanas francesas Alicia Domon y Leonnie Duquet, quienes desaparecieron con otros familiares, realizado en la Iglesia de Santa Cruz a finales de 1977 (ver

Cuaderno de Prueba AC@, Anexo II, Casos 48/59 ADomon, Alicia Ana María).

Luego, en la declaración que brindó el 8 de noviembre de 2004, amplió sus dichos y dijo que: A...en ESMA pudo ver a la hermana Domon no recordando si la pudo ver en el sótano o en capucha. Que el encuentro que tuvo fue visual y fue muy breve. Que no pudo ver al resto de los integrantes del grupo de familiares de desparecidos detenidos también en la misma época. Que está seguro que Astiz participó de los interrogatorios porque el caso estaba a su cargo ya que

23 fue éste quien estuvo a cargo de las infiltraciones y que Pernía era el oficial a cargo del grupo de tareas... @ (ver fs.8144/7 del principal).

Sobre ese mismo hecho Andrés Ramón Castillo, dijo que escuchó que ATrueno @ había torturado personalmente a una de las monjas. Afirmó que ellas y el resto del grupo fueron trasladadas antes del 24 de diciembre (ver fs.319/23, Cuerpo II del Legajo 18, 48/59).

Marta Remedios Álvarez, sostuvo que Ricardo Miguel Cavallo,

Marcelo o “Serpico”, “…era uno de los oficiales que en forma permanente se encontraba en la Esma, que actuaba dentro del sector de inteligencia… ”, también afirmó que: A...en diciembre de 1977 vio en la ESMA a una de las monjas francesas, ello según recuerda fue el 8 de diciembre. Que también vio en ESMA a Azucena

Villaflor. Que junto con la mojas habían también un grupo de personas que habían sido detenidas en la Iglesia de la Santa Cruz ...todos los detenidos fueron golpeados y torturados. Que Acosta fue quien decidió sacar las fotos con una bandera de

Amontoneros @ y atribuir el secuestro a este grupo. Que todas estas personas estuvieron muy poco tiempo en ESMA, no mas de diez días. Que a su entender fueron trasladados todos los detenidos de este grupo en forma conjunta...el encargado de la pecera era Juan Carlos Rolón. Astiz que tenía buena relación con

Rolón iba a la pecera y le informaba como iba la infiltración del grupo... @ (ver fs.8204/8 ).

Refirió sobre los hechos Liliana Noemí Gardella, que:

A...estando en Acapucha @ recuerda haber visto a una monja tirada en Acapucha @.

Que por comentarios de otros detenidos supo que era una monja de origen francés que había sido detenida. La monja era una persona mayor que se quejaba, estaba todo el tiempo tirada en el piso y quejándose. No pudo referir si ésta fue sometida a tortura física pero si recordó que se quejaba por sentirse dolorida y estaba muy

24 Poder Judicial de la Nación

abatida físicamente. También recordó la testigo que en una de las veces que fue llevada al sótano vio que en uno de los cuartos se estaba golpeando con trompadas a un señor mayor y en otro a una señora mayor regordeta, siendo el comentario que se hacía entre los detenidos que estas personas eran parte del mismo grupo de las monjas francesas. También refiere que sistemáticamente todos los detenidos eran sometidos a torturas físicas, además de las de carácter psicológico. Que a los demás integrantes del grupo no los vio en Acapucha @ y a la monja dejó de verla a los pocos días. También señaló que a los dos o tres días de dejar de ver a la monja le dan para cambiarse la camisa, ya limpia, que había sido usada por ella. Era una camisa manga larga de algodón en un tono de celeste, con florcitas y botones chiquitos. Era una camisa de persona mayor y esta ropa fue la que uso en alternancia con su camisa durante varias semanas...@ (ver fs.8172/5).

Por su parte, Graciela Beatriz Daleo , sostuvo que en momentos en que se encontraba en el subsuelo de la E.S.M.A, en la celda nro. 7, escuchó el ingreso de un grupo que estaría compuesta por 12 o 14 personas aproximadamente y observó que Astiz y Pernías ingresaban en la sala 13 del sótano (Sala de

Interrogatorio) pudiendo escuchar fuertes gritos provenientes de ese sector.

Manifestó que al día siguiente, vio a una persona del sexo femenino encapuchada, a la cual le preguntó si necesitaba algo, inmediatamente después, se hizo presente un guardia quien le dijo a la mujer encapuchada

Ahermana, ya le dije que no podía hablar con nadie @.

Relató que encontrándose en el sector Acapucha @ unos días después, escuchó la voz de una mujer que pedía que la llevaran al baño, acompañándola un guardia que la maltrataba, lo cual motivó la recriminación de otro por su comportamiento ya Aque era una del grupo Santa Cruz y podría ser tu madre @.

25 Finalmente recordó que el día en que ingresó el llamado grupo grande, vio en el pasillo del sótano frente a la sala 12 (enfermería) a cuatro o cinco personas, que luego fueron enviados a la sala de interrogatorios (ver fs.298/300 del Cuerpo II del Legajo 18, 48/59).

En la declaración que brindó Carlos Alberto García , secuestrado en octubre de 1977, dijo que a fin de ese año habló con Alicia Domon en capucha, quien le preguntó por el chico rubio y la gente que estaba con ella, respondiéndole que todos se encontraban bien.

Ese día bajó al sótano, cosa que hizo por tres o cuatro días más, y al bajar vio a una señora que estaba sentada en un banco y como el dicente tenía acceso a esa área por las actividades que era obligado a desarrollar, fue a verla y un guardia le dijo que no podía verla porque era una monja. Agregó que después, por comentarios del grupo Ala perrada @ se enteró que eran dos monjas las que se encontraban detenidas. Aclaró que el banco que mencionó se encontraba frente a la sala de interrogatorios.

Manifestó que al lado de la sala de interrogatorios se estaba pintando una bandera con la inscripción AMontoneros @ en un paño blanco, y luego de un tiempo vio unas fotos de las monjas en el laboratorio con esa misma inscripción.

Dijo que todo el grupo de las monjas fueron subidos a

Acapucha @, a quienes se mantuvo en el lugar por el lapso de una semana y luego no se supo nada más de ellos, desaparecieron.

Preguntado por las personas que viera en la E.S.M.A. hasta fines del 1977, mencionó a APernías @, AWhomo @, al comisario 220 AWhebe @,

Sargento Juan Carlos ALinari @ (Juan Carlos Linarez), un tal Lobo de quien se enteró

26 Poder Judicial de la Nación

que su verdadero nombre era Juan Carlos Fotea, Capitán Perren, Capitán Astiz, al

Prefecto AFabre @ y otros muchos cuyos nombres no recuerda.

Al ser interrogado acerca de si los nombrados tuvieron contactos con las monjas o con alguien del grupo que ingresó con las monjas, respondió que sabe que las monjas estaban en el cuarto de interrogatorio al principio de su detención, pues vio cuando las sacaban y vio entrar en ese período a todos los nombrados al cuarto de interrogatorio, salvo al Almirante Massera. Agregó que también vio entrar a Acosta pero no a Chamorro; a su vez, también vio entrar a Astiz a Acapucha @, a la Apecera @ y al sótano. Recordó que junto al dicente, estuvieron detenidos Carlos Girondo, Norma Burgos, Graciela Daleo, Andrés Castillo, Ana

María Ponce, Andrés Moyano y otros (ver fs.545/6 del Cuerpo III, Legajo 18,48/59).

En el testimonio brindado el 31 de julio de 1984 por Silvia

Labayrú indicó como partícipes de este operativo al Tte. de Fragata alias APantera @,

Mayor del Ejército Coronel, Tte. de Fragata o Navío alias ANorberto @, entre otros.

Dijo que las 12 personas secuestradas fueron finalmente alojadas en Acapucha @ por pocos días, luego de los cuales fueron trasladados . Puso en conocimiento que el personal militar que participaba de los interrogatorios de la

E.S.M.A eran: Acosta, Pernía, Scheller, Coronel y el Subprefecto alias ASelva @

(fs.1158, cuerpo VI del legajo 18 y la declaración de fecha 31/7/84 ante la

CONADEP que se encuentra en Casos 48 a 59 ADOMON, Alicia Ana María @, anexo II, Cuadernillo de Prueba AC@ sin foliatura correlativa)

Al declarar Sara Solarz de Osatinsky, relató que en el mes de diciembre de 1977, ingresó un importante grupo de prisioneros compuesto por 10 a

12 personas. Que al ser llevada al baño, tuvo oportunidad de ver y hablar con la hermana Alice, a quien volvió a ver más debilitada unos días después, porque la hermana Leonnie también había sido detenida. Luego de este segundo encuentro, no

27 volvió a ver a Sor Alicia y a la hermana Leonnie sólo la vio una vez a la salida de los baños .

Agregó que por comentario de Ricardo Coquet, tomó conocimiento que se le habían extraído fotos de las religiosas con la bandera de

Montoneros a fin de hacer creer que las monjas habían sido secuestradas por esa agrupación, quien le dijo que el responsable de esa comedia fue el Capitán Schilling

(Scheller), alias AMariano @ (ver fs.1116 del Cuerpo VI del Legajo 18, 48/59).

También declaró Ana María Marti de Ramos, quien explicó que durante su permanencia en ESMA, a fines de 1977, se enteró de la presencia de dos monjas francesas que habían sido llevadas a Acapuchita @.

Recordó que algunos guardias jóvenes las llamaban

Ahermanitas @ y que tuvo un encuentro casual en el baño con Domon, quien le dijo que formaba parte de un grupo de familiares desaparecidos.

Finalmente, coincidió con Solarz de Osatinsky en cuanto a que fue Coquet quien le habría informado sobre el montaje de la escena de las fotografías bajo la bandera de Montoneros, agregando que también él le habría dicho que estaba convencido de que las monjas serían asesinadas por ese motivo (ver fs.1172 del Cuerpo VI del Legajo 18, 48/59).

Por su parte relató Norma Susana Burgos que, si bien no tuvo contacto con familiares de los secuestrados en la Iglesia Santa Cruz ni con Duquet ni

Domon, tanto Acosta como Astiz no dejaban de hacer comentarios al respecto. Que pudo individualizar a éstas últimas en un sector de Acapucha @ y afirmó que fueron secuestradas por miembros del GT 3.3.2 y luego trasladadas. Señaló como integrantes del mencionado grupo a Perren, Savio a. Ahalcón @ y ANorberto @,

Radice y Juan Carlos Rolón como oficial de inteligencia. Entre los integrantes de la

Policía Federal y como participantes de las actividades desarrolladas por el mismo

28 Poder Judicial de la Nación

grupo de tareas menciona a Wheber o ABoero 220", ARogelio @. También dijo que

González a. Agato o Luis @ participó en operaciones como las de las monjas francesas. (Casos 48 A 59 ADOMON, Alicia Ana María @, anexo II, Cuadernillo de

Prueba AA@ sin foliatura correlativa).

Finalmente, del testimonio brindado por María Alicia Milia de Pirles, surge una descripción del Grupo de Tareas 3.3.2. que operaba en el ámbito de la Escuela de Mecánica de la Armada, mencionando como encargados de los secuestros al Cap. de Corbeta Jorge Perrén, al Tte. de navío AYon @ y al Tte. de

Navío ADunda @. Dijo que el grupo de inteligencia autorizado a utilizar la tortura como medio para obtener todo tipo de información útil, estaba integrado por el Tte.

Antonio Pernías, Tte. Miguel Ángel Benazzi, Tte. Schelling, Tte. Alberto González

Menotti, Cap. Francis William Whamond, Tte. Juan Carlos Rolón y algunos suboficiales auxiliares. Y finalmente, el grupo de logística encargado de la organización interna del Grupo de tareas estaba integrado, entre otros, por Radice y

Savio.

Del relato que concretamente efectuó sobre el caso de las religiosas francesas y la Iglesia Santa Cruz surge que la Hermana Alicia fue obligada a redactar de puño y letra una carta donde decía que estaba detenida por una fuerza que no respondía a las órdenes de Videla y se le sacó una fotografía junto a la Hermana Duquet sentadas en una mesa frente a un cartel que decía APartido

Montonero @. Dijo que la conducción del hecho estuvo a cargo del Tte. de Navío

Schelling ( Scheller) y que luego, las hermanas y otros familiares de la Iglesia Santa

Cruz fueron trasladados ( ADOMON, Alicia Ana María @, anexo II, Cuadernillo de

Prueba AA@ sin foliatura correlativa).

c- Para concluir habremos de reseñar aquellas pruebas que se refieren al destino que sufrieron las víctimas de estos hechos, quienes fueron

29 supuestamente “trasladados” , logrando finalmente hallarse los cuerpos de algunas de las víctimas de este suceso, y reconocer la identidad de al menos cinco de ellas.

Entre los primeros se cuenta el testimonio brindado por

Liliana Noemí Gardella, quien afirma que: A...el grupo de las monjas fue trasladado como al margen de los traslados masivos, es un traslado distinto que se realizó antes de navidad. Lo distinto del traslado fue que a este grupo lo llevaron en los primeros días cuando todavía estaban en muy mal estado por los interrogatorios... @

(ver fs.8172/5).

Carlos Alberto Garcia refirió que: A...todo el grupo de las monjas fueron subidos a capucha, a quienes se mantuvo en el lugar por el lapso de una semana y luego no se supo más nada de ellos, desparecieron... @ (ver fs.545/6 del Cuerpo II, Legajo 18, 48/59).

Por su parte, Martín Tomás Gras Craviotto dijo que: A... no sabe el destino dado a este grupo, pero sí puede informar que se hizo traslado especial siendo que los oficiales manifestaban que las habían fondeado... @ (ver fs.8144/7).

Asimismo, Graciela Beatriz Daleo , sostuvo que tuvo conocimiento de que Pernías habría dicho que: A iban a sacarle una foto a las monjas de la iglesia Santa Cruz, porque había mucha polvareda y las monjas eran francesas, que sacarían un comunicado de prensa dando a conocer que un grupo armado las había secuestrado y que posteriormente iban a ser trasladadas @.

Agregó que poco tiempo después, se enteró por comentarios de los guardias que el grupo grande había sido trasladado y recordó que en aquella oportunidad también le habrían comentado que vieron a Pernías ingresar al sector

APecera @ Acon los zapatos embarrados @ (ver fs.298/300 del Cuerpo II del Legajo

18, 48/59).

30 Poder Judicial de la Nación

En tal sentido debe señalarse, que Ana María Marti de

Ramos, sostuvo que un día al finalizar la jornada, el prefecto AFavre @ vino a buscar el grupo de personas que habían sido secuestradas en la iglesia, regresando en horas de la noche con las botas llenas de barro, ocasión en la que dijo Aque habían encontrado un buen lugar para los paquetes @ (sic) y que en el camino habían visto un barco abandonado al que podrían vender en piezas sueltas, haciéndole pensar en el Delta del Río de La Plata (ver fs.1172 del Cuerpo VI del Legajo 18, 48/59).

Para concluir debe añadirse que al declarar Sara Solarz de

Osatinsky, manifestó que el día en que se produjo el traslado de las monjas y los familiares de desaparecidos, se hicieron presentes en el sector donde se encontraba ella, Pernías y el Subprefecto Héctor AFavre @, con las botas embarradas y dijeron

Alos bultos fueron tirados al Paraná @ (sic). También relató que durante mayo o junio de 1978, mientras se desarrollaba el Mundial de fútbol, Pernías le manifestó

Afue un error matar a las dos monjas @ (ver fs.1116 del Cuerpo VI del Legajo 18,

48/59).

Ahora bien, aunque permanecen desaparecidos Alicia Ana

María Domon, Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel Horane, Patricia Cristina Oviedo,

Raquel Bulit, Horacio Anibal Elbert y Remo Carlos Berardo, fueron identificados los restos óseos de las restantes víctimas secuestradas.

En el marco de las tareas llevadas a cabo para determinar el destino de aquellas personas cuyo paradero se desconoce, calificadas como

Adesaparecidas @, este Tribunal dispuso que el Equipo Argentino de Antropología

Forense exhumara a fines de 2004 y principios de 2005 seis esqueletos correspondientes a cadáveres aparecidos en las playas del Municipio Urbano de la

Costa, entre los días 20 y 29 de diciembre de 1977 y uno más hallado el 18 de febrero de 1978.

31 Luego de un detallado análisis antropológico forense en el que puntualmente se describen las tres categorías en que son clasificadas las lesiones de los esqueletos recuperados: fracturas de etiología indeterminada, fracturas post mortem y fracturas peri morten, ocasión en la se destaca en relación a estas últimas que: A... la mayoría de las observadas en huesos largos muestran similitudes con las que son habituales observar como producto de una caída de un cuerpo desde cierta altura y su impacto contra un elemento sólido... @. Con miras a su identificación, se remitieron muestras de material óseo y piezas dentarias al Laboratorio de

Inmunogenética y Diagnóstico Molecular de la Ciudad de Córdoba para la extracción de ácido desoxiribonucleico (ADN) mitocondrial y su posterior comparación con las muestras de sangre de los presuntos familiares.

A partir de los estudios realizados, declaró este Tribunal que la persona de sexo femenino, cuyo fallecimiento fuera inscripto el día 22 de diciembre de 1977, mediante acta N °174 del año 1977, del mencionado Cementerio es Azucena Villaflor de De Vicenti; la de sexo femenino cuyo fallecimiento fuera inscripto el mismo día, mediante acta n °175, es María Eugenia Ponce de Bianco y la de sexo femenino cuyo fallecimiento fuera inscripto el 29 de diciembre de 1977 mediante acta 179 es Esther Balestrino de Careaga (ver Legajo n °111 ACementerio

Municipal de General Lavalle (Bs. As.), reg. n°04/05 Secretaría General, rta. el

7/7/2005).

Posteriormente se declaró que la persona de sexo femenino cuyo fallecimiento fue inscripto el 22 de diciembre de 1977, mediante acta de defunción n °171, es Leonnie Duquet (ver Legajo n °1 AIncidente de búsqueda e identificación de , Leonnie Duquet y Gabriel Horane @, reg.n °05/05-P

Secretaría General, rta el 29/8/2005); y finalmente que la persona de sexo femenino

32 Poder Judicial de la Nación

cuyo fallecimiento fue inscripto por acta de defunción n °173, es Angela Auad (ver

Legajo n °111 ACementerio Municipal de General Lavalle (Bs. As.), reg. n °06/05 P

Secretaría General, rta. el 14/9/2005).

Debe agregarse que en punto a los restos identificados, del informe producido por el Equipo Argentino de Antropología Forense se desprende que entre las causas que provocaron el deceso de Leonnie Duquet y de Azucena

Villaflor: A...las fracturas (que se presentan en los restos identificados) tienen que ver con las lesiones (peri mortem) que recibió el individuo alrededor del momento de la muerte, y que pueden ser causales de las misma. Estas lesiones se diferencian de las anteriores en que su morfología, color y textura presentan características específicas. En el caso que estamos analizando, se localizaron especialmente en el cráneo y huesos largos (brazos y piernas). Dichas lesiones, múltiples y severas, en particular craneales, podrían causar la muerte de un individuo, o al menos producirles heridas de gravedad. Pero como lo que se está analizando son restos

óseos y no un cuerpo con sus partes blandas, no es posible afirmar taxativamente que dichos individuos murieron por las fracturas recibidas, ya que antes de recibirlas podrían haber muerto por asfixia, por ejemplo. Por lo tanto, sólo podemos decir que las fracturas observadas en el cráneo son de extrema gravedad.

En cuanto a la causa de dichas facturas, solo podemos decir que la mayoría de las observadas en huesos largos muestran similitudes con las habituales de observar como producto de una caída de un cuerpo desde cierta altura y su impacto contra un elemento sólido ... es decir no es posible indicar si la causa de muerte fue la de asfixia por inmersión o la de politraumatismos ... @ (fs. 8341/3).

También el Dr. Luis Alberto Bosio, Médico Forense de la

Justicia Nacional, sostuvo que el estudio de los restos óseos pertenecientes a

Azucena Villaflor y Leonnie Duquet, permite establecer la existencia de fracturas

33 óseas perimortem, es decir ocasionadas alrededor del momento de la muerte, sin poder establecer el momento de la ocurrencia de las mismas. El diagnóstico de las lesiones perimortem como las encontradas se establece a través de las características de la fractura: tipo, falta de respuesta reparadora, estructura y color de los bordes.

Dichas fracturas fueron ocasionadas por el choque o golpe contra objeto o superficie dura. Con respecto a la causa de la muerte la misma no se puede establecer con certeza, debido al tiempo transcurrido desde la misma y a la carencia de tejidos blandos (fs. 8359/64).

VI- Situación Procesal

El juez de grado dispuso el procesamiento de Ricardo Miguel

Cavallo considerando que se encuentran reunidos a su respecto los extremos que acreditan su intervención en los tormentos que sufrieran Alicia Ana María Domon,

Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel Horane, Patricia Cristina Oviedo, Raquel Bulit,

Horacio Anibal Elbert, Remo Carlos Berardo, Angela Auad, M. Eugenia Ponce de

Bianco, María Esther Ballestrino de Careaga, Reneé Leonnie Duquet y Azucena

Villaflor de De Vicenti.

Rechazados los planteos de nulidad y prescripción interpuestos por la defensa en su escrito de apelación, resta efectuar la valoración de la prueba reunida en autos, la que ha sido extensamente reseñada en el apartado anterior.

En tal sentido debe decirse, que aunque la defensa sostenga que no está acreditada la participación de su pupilo en los hechos por los cuales ha sido procesado, este Tribunal considera que hay prueba suficiente de su intervención, ya que son muchos los testimonios que dan cuenta de que Ricardo Miguel Cavallo se encontraba en la Escuela de Mecánica de la Armada, formando parte del grupo de inteligencia, a cargo del sector denominado Pecera, durante la época en que se produjeron los hechos.

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Por otra parte, debido a la permanente rotación de funciones que tenían los integrantes de los distintos sectores, no puede soslayarse que también se probó su participación en la vigilancia de los cautivos, en los tormentos que se le infligían y en la administración de los bienes que les fueran despojados, todo lo cual impide aceptar como válida la pretensión de su defensa que erige como motivo de agravio la supuesta ausencia de pruebas en el hecho concreto.

En efecto, Alberto Eduardo Girando, Graciela Daleo, Martín

Tomás Gras Craviotto y Marta Remedio Alvarez, son algunos de los testigos que particularmente identifican el ingreso y la permanencia de las monjas francesas en la

Esma, junto a los restantes miembros del llamado “grupo Santa Cruz” y relatan sobre los tormentos que padecieron y su posterior “traslado”; y al mismo tiempo - en esta misma causa y en aquellas que son conexas-, han efectuado un exhaustivo relato sobre el modo en que los miembros que integraban el Grupo que operaba en el centro clandestino se dividían las tareas, identificando al imputado Cavallo, en forma indistinta en los sectores de inteligencia y logística.

Cabe recordar que Girondo dijo que: “… escuchaba la música y los gritos de dolor...sólo puedo identificar a las monjas francesas, Duquet y

Domon...que la gente del grupo Santa Cruz fueron trasladados en dos grupos y en un lapso de entre una semana y tres semanas desde su ingreso a la ESMA... @ (ver fs.7907/9 del principal).

Martín Tomás Gras Craviotto, afirmó: A...en ESMA pudo ver a la hermana Domon…el encuentro que tuvo fue visual y fue muy breve.... @ (ver fs.8144/7 del principal).

Marta Remedios Álvarez, expreso que: A...en diciembre de 1977 vio en la ESMA a una de las monjas francesas, ello según recuerda fue el 8 de diciembre. Que también vio en ESMA a Azucena Villaflor. Que junto con la mojas

35 había también un grupo de personas que habían sido detenidas en la Iglesia de la

Santa Cruz ...todos los detenidos fueron golpeados y torturados (ver fs.8204/8).

Finalmente, Graciela Beatriz Daleo, sostuvo que: “…en momentos en que se encontraba en el subsuelo de la E.S.M.A.… escuchó el ingreso de un grupo que estaría compuesta por 12 o 14 personas aproximadamente y observó que Astiz y Pernías ingresaban en la sala 13 del sótano (Sala de

Interrogatorio) pudiendo escuchar fuertes gritos provenientes de ese sector…al día siguiente, vio a una persona del sexo femenino encapuchada, a la cual le preguntó si necesitaba algo, inmediatamente después, se hizo presente un guardia quien le dijo a la mujer encapuchada Ahermana, ya le dije que no podía hablar con nadie @

(ver fs.298/300 del Cuerpo II del Legajo 18, 48/59 -copias a fojas 10821/3 del ppal).

Por otra parte, y como se adelantara y citara en las anteriores intervenciones de esta Alzada, estos testigos -todos ex-detenidos que transitaron por

Esma-, también han declarado sobre el modo que estaba integrado el grupo 3.3.2., los sectores en los que se dividía, y la permanente rotación de las funciones de los imputados.

El sector inteligencia tenía a su cargo tareas de investigación y los interrogatorios a detenidos, participando en operativos de captura, siendo comandado por Jorge Acosta, e integrado entre otros, por Francies Whamond, alias

‘Pablo ’ o ‘Duque ’, Antonio Pernías alias ‘Rata ’, ‘Martín ’ o ‘Trueno ’, el oficial

Scheller apodado ‘Mariano ’ o ‘Pingüino ’ y Ricardo Miguel Cavallo.

El sector operativo, llevaba adelante los secuestros, y el patrullaje de las calles. Estaba dividido en miembros permanentes y rotativos, comandada por Enrique Yon y Jorge Perren.

El grupo de logística era el que se dedicaba a la administración de los bienes que eran apropiados a los secuestrados, hallándose integrado por Jorge

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Rádice, alias ‘Ruger’ o ‘Gabriel’ (que también participaba de los secuestros),

Spinelli alias ‘Felipe ’ y también por el imputado Ricardo Miguel Cavallo.

A lo dicho se le suma el testimonio brindado por Amalia María

Larralde, quien sostuvo que “... dentro de la ESMA la tortura era una cosa cotidiana sabiendo por dichos de algunos oficiales... o en algunos casos por haberlos visto, que los torturadores eran... Cavallo, apodado ‘Sergio’ o ‘Serpico’... ” [cuya foto reconoció como aquélla obrante a fs. 12 del Apéndice 1 del Anexo 17 de la causa

ABasterra, V]” (ver fs.135/41 del Legajo n° 1 -documentación de la ex-causa 761).

Lisandro Raúl Cubas señaló que los días previos al primero de los hechos consignados, junto con otros detenidos fue interrogado por el apodado

“Sérpico” sobre Walsh, apodo éste que junto con el de “Marcelo” y “Sergio” fue identificado Ricardo Miguel Cavallo como integrante del grupo operativo con base en la Escuela de Mecánica de la Armada (ver su declaración citada en el incidente

26.941).

Por otra parte, Susana Leiracha de Barros y Arturo Osvaldo

Barros, no sólo mencionan al imputado como el oficial a cargo del sector Pecera, sino que afirman haber escuchado de boca de otros cautivos que tenían visibles marcas de torturas, que fueron torturados por el oficial conocido como “Serpico”,

“Marcelo” o Cavallo (ver fs.4117/20 y 4121/24 de la causa n°1.376 -tramitó en Sala el incidente n°26.692-).

Finalmente, Víctor Melchor Basterra, no sólo afirmó que

Cavallo era de inteligencia, sino que dijo que fue quien acompañó a fines de enero de 1980, al detenido/desaparecido Ardetti, a su casa de la calle 46 de la Ciudad de

La Plata, cuando fue a visitar a su esposa (ver fs.926/7 de la causa citada) .

Para concluir debe decirse, que la nombrada Amalia María

Larralde, también sostuvo que fue obligada a trabajar en la calle Zapiola (en donde

37 se administraban los bienes de los detenidos), y específicamente afirmó: “…que a esa casa concurría…Cavallo, “Marcelo”, “Serpico”…” (ver fs.135/41 del Legajo n° 1 -documentación de la ex-causa 761).

En ese mismo sentido se expidió María Inés Carazo, quien además de reconocer que fue llevada a trabajar a la calle Zapiola, agregó que “…el primero de abril salí a Perú con documentos falsos hechos en la Esma…que su domicilio en Perú lo tuvo que informar a Cavallo, D´Imperio y Pernias, habiendo recibido visitas y/o contacto con Cavallo y Pernía hasta diciembre de 1981…” (ver declaración de fs.1507/9 de la causa n°1.376 -tramitó en sala el incidente n°26.692).

En consecuencia, aunque se pretenda que se revoque el procesamiento dictado por el a quo alegando la ausencia de pruebas que involucran al imputado en los hechos, aquella que ha sido reunida en autos, y reseñada en el acápite que antecede, constituye un plexo suficiente, puesto que da cuenta de las diferentes tareas que eran desarrolladas por el encartado como integrante del Grupo de Tareas 3.3.2. que llevó a cabo el secuestro del grupo al momento en que se produjeron estos hechos, al menos con el grado de certeza exigido en esta etapa del proceso, por lo que habrá de confirmarse el auto de procesamiento con prisión preventiva dictado respecto a Ricardo Miguel Cavallo.

VII- Calificación legal .

a) Privación ilegítima de la libertad:

Como se sostuvo en la anterior oportunidad en la que intervino este Tribunal, las conductas desplegadas por el imputado por en el primer tramo del hecho investigado (recuérdese que aunque aquí solo se analiza la participación de

Ricardo Miguel Cavallo, ya cuentan con un procesamiento firme los co-imputados

Acosta, Scheller, González, Perren, Weber, Radice, Savio y Rolón), que consistieron en preparar y ejecutar las detenciones, deben subsumirse en el artículo 144 bis,

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inciso 1°, del Código Penal correspondiente al texto de la ley 14.616 (actualmente vigente por la ley 23.077), que pune al funcionario que con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley privase a alguien de su libertad personal.

A su vez, corresponde la agravante de la privación de libertad cuando ella se cometiera con violencia o amenazas, descripta en el artículo 142, inciso 1° (al que remite el último párrafo del artículo 144 bis, ya citado); que debe ser entendido de acuerdo al texto de la ley 20.642, también vigente por la ley 23.077

(artículo 2, primer párrafo, del Código Penal).

Estos secuestros obedecieron a órdenes emanadas de autoridades que, además de la ilegitimidad de su constitución, excedieron el límite de sus facultades funcionales autoimpuestas, ya que la continuación del encierro en la clandestinidad sin dar intervención a autoridad judicial alguna constituye una característica saliente de su ilegitimidad y resulta incompatible con los recaudos de la normativa legal y constitucional.

Las violencias ejercidas contra las víctimas mientras estuvieron encerradas en la Escuela de Mecánica de la Armada superaron las vejaciones y los apremios previstos por el artículo 144 bis de Código Penal, toda vez que por su intensidad y ensañamiento importaron un serio atentado a la dignidad, insoportable a los ojos de la comunidad y de los principios constitucionales que la representan, lo que encaja, sin lugar a dudas, en el tipo de tormentos descripto por el artículo 144 ter del mismo código.

No hay dudas tampoco que el imputado reviste la calidad de funcionario público que requiere el tipo legal aplicado para el sujeto activo del delito

b) Tormentos:

La siguiente etapa consistió en conducir a los detenidos al centro clandestino de detención que funcionaba dentro de la Escuela de Mecánica de

39 la Armada donde se los sometió a graves maltratos físicos y psíquicos con el objetivo de obtener determinada información, o simplemente de quebrar la voluntad de las víctimas, lo que subsume la conducta desplegada en el tipo penal descripto por artículo 144 ter, primer párrafo, del Código Penal -texto según ley 14.616-.

Los graves dolores causados a las víctimas durante su alojamiento en condiciones inhumanas en la Escuela de Mecánica de la Armada están suficientemente acreditados por las declaraciones de las personas que compartieron ese cautiverio, quienes presenciaron las amenazas, los golpes y los maltratos que provocaron, inclusive, su abatimiento físico, superando el umbral de intensidad ensañamiento como para confundirlos con vejaciones o apremios (ver declaraciones de fojas 8172/8175; 298/300 del Cuerpo II del Legajo 18). La aplicación de tormentos con la finalidad de obtener información fue una práctica sistemática en los numerosos centros clandestinos que funcionaron durante el período 1976/1983. Estos interrogatorios se realizaban infligiendo graves padecimientos a los secuestrados con fines de “ablandamiento”, de obtención de

“confesiones” o “datos sobre otras personas”. Los modos, medios y métodos que fueron utilizados por los represores a fin de obtener información, o de doblegar la voluntad de las personas detenidas cuando no tenían datos que aportar, aparecen expuestos detalladamente en el informe que la CIDH confeccionara entre 1979 y

1980 a partir de las numerosas denuncias recibidas a partir de 1976 (Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Argentina, aprobado por la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos en su 667° sesión del 49° período de sesiones celebrada el 11 de abril de 1980, Secretaría General de la Organización de Estados

Americanos, año 1999).

c) Homicidio:

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En este caso, surge de los testimonios colectados que el grupo secuestrado fue mantenido en el centro clandestino de detención un poco más de una semana y luego “trasladado” por los imputados, eufemismo que directamente refiere a su asesinato, desaparición forzada.

En este sentido y aunque aún permanecen desaparecidas siete de las víctimas de los hechos que aquí se investigan, debe señalarse que este Tribunal, en el marco de las tareas llevadas a cabo para determinar el destino de aquellas personas cuyo paradero se desconoce, dispuso que el Equipo Argentino de

Antropología Forense exhumara a fines de 2004 y principios de 2005 seis esqueletos correspondientes a cadáveres aparecidos en las playas del Municipio Urbano de la

Costa entre los días 20 y 29 de diciembre de 1977 y uno más hallado el 18 de febrero de 1978. A partir de los estudios realizados sobre estos cuerpos se identificó que esos restos eran Azucena Villaflor de De Vicenci, María Eugenia Ponce de

Bianco, Esther Balestrino de Coreaga, Ángela Auad y Leonnie Duquet.

El detallado análisis realizado por este equipo describe las distintas fracturas de los esqueletos recuperados, destacando al respecto que “... la mayoría de las observadas en huesos largos muestra similitudes con las que son habituales observar como producto de una caída de un cuerpo desde cierta altura y su impacto contra un elemento sólido... [pero] no es posible indicar si la causa de muerte fue la de asfixia por inmersión o la de politraumatismos... ” (ver fojas

8341/8143).

A la luz de estos descubrimientos los testimonios colectados en la causa adquieren un importante valor que permiten tener por acreditado que la conducta de los imputados en este último tramo de su plan criminal encuadraría en el tipo penal descripto por el artículo 80, inciso 7°, del Código Penal

41 Respecto de esta figura, Soler sostuvo que “... no se trata aquí de agravar el homicidio por el hecho objetivo de su concurso con otra infracción... se precisa la conexión...” (Soler, Sebastián; “Derecho penal Argentino”, Tomo III,

Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1970, pág. 42).

En el marco de la práctica sistemática de delitos llevada a cabo durante el período 1976/1983 que consistía, entre otros, en la aprehensión de las personas, la aplicación de tormentos y que tenía como desenlace la desaparición física de las víctimas, sin más noticias de ellas, no hay dudas que al cometer estos homicidios estuvo presente en cada el imputado el motivo específico de ocultar los delitos ya cometidos o procurar su impunidad o la de un tercero. Fines para los cuales el asesinato de las personas secuestradas se presentaba necesario o, al menos, conveniente o favorable.

Autoría:

La Escuela de Mecánica de la Armada en la época de los hechos fue asiento del Grupo de Tareas 3.3.2 que operaba dependiente de la Fuerza de

Tareas, con personal no sólo de ese lugar sino también de la Escuela de Guerra, que era reforzado por personal de otros destinos dependientes del Comando de

Operaciones Navales en forma transitoria y rotativa. Además, se sumaban a este grupo operativo miembros de la Policía Federal Argentina, del Servicio

Penitenciario Federal, de la Prefectura Naval Argentina y del Ejército Argentino.

La pertenencia del imputado al Grupo de Tareas 3.3.2, como uno de los brazos ejecutores de una estructura compleja, regulada y jerárquicamente organizada, sumada a su permanencia en el centro clandestino de detención al tiempo en que sucedieron estos hechos permitiría afirmar que tuvo el dominio funcional de la acción y que quiso los hechos que se le atribuyen como propios

(artículo 45 del Código Penal).

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Por ello los hechos investigados deberían atribuirse en calidad de coautor toda vez que actuaron como eslabón decisivo en la cadena causal sin déficit de responsabilidad y efectuando las conductas atribuidas de propia mano.

Sin perjuicio de todo lo dicho hasta aquí debe señalarse que, como se dispuso en la anterior oportunidad en la que intervino esta Alzada (ver causa n°24.004, reg. n°25.879, rta. el 17/10/2006), habrá de confirmarse la calificación legal elegida por el Señor Juez de grado, quien encuadró la conducta de los imputados en la figura prescripta en el artículo 144 ter del Código Penal -según ley 14.616-, en calidad de participe necesario, toda vez que no mediando recurso que lo habilite, realizar el cambio analizado importaría agravar, perjudicar o empeorar la situación obtenida por el recurrente, contrariando el objeto defensivo del recurso y privándolo de su finalidad específica de obtener una ventaja o un resultado más favorable en el proceso.

VIII- Libertad ambulatoria

Tomando en consideración las circunstancias fácticas que han sido probadas, la calificación legal que las mismas merecen, la cantidad de hechos puestos de relevancia, su especial gravedad y las penas previstas para el caso de arribar a una condena, así como sus particulares características, corresponde aplicar al imputado las previsiones del artículo 312 del Código Procesal Penal de la Nación, todo lo cual lleva a confirmar su procesamiento con prisión preventiva.

Al respecto son válidas todas aquellas consideraciones que este

Tribunal señaló recientemente en la causa que tramitó bajo el n°26.691 resuelta el 15 de julio del corriente, registro n°28.682, en la que se denegó la excarcelación del imputado en estos actuados, y las volcadas en el día de la fecha en los autos n°26.947 (expediente n°14.217/03/304) y n°26.941 (expediente n°18.918/03/62) para sustentar su prisión preventiva.

43 IX- Finalmente, y aunque se postula como antojadizo y arbitrario el monto de embargo fijado por el a quo y su posterior ampliación, este

Tribunal habrá de confirmarlos ya que los fundamentos brindados y las sumas oportunamente fijada satisface razonablemente las exigencias previstas por el artículo 518 del Código Procesal de la Nación.

Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE :

I- RECHAZAR los planteos de nulidad y prescripción introducidos por el doctor Alfredo A.A. Solari.

II- CONFIRMAR el punto I del resolutorio que luce a fs.1/50 de esta incidencia en cuanto dispone el PROCESAMIENTO CON PRISIÓN

PREVENTIVA DE Ricardo Miguel Cavallo , sin perjuicio de la calificación legal que en definitiva corresponda (Considerando VII)

III- CONFIRMAR el punto II del mencionado resolutorio en cuanto decreta el embargo de los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doce millones de pesos ($ 12.000.000).-

Regístrese, notifíquese al Fiscal General y remítase sin más trámite al Juzgado de origen, debiendo efectuarse en dicha sede las notificaciones a que hubiera lugar.

Fdo. Martín Irurzun - Eduardo G. Farah Ante mí: Pablo J. Herbón (Secretario de Cámara)

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