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RESISTENCIA A EN LA CIMA DE (1990-1993) El caso del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Sumapaz

Trabajo de grado MAESTRÍA EN EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Camilo Arturo Suárez Rojas Politólogo

Hader Giuseppe Ríos Baquero Economista

Tutor: Carlos Jilmar Díaz Soler

Bogotá, . Marzo 2020 2

“La historia es nuestra y la hacen los pueblos” (Allende, 1973)

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Dedicatoria

Dedicamos esta tesis a la valiente comunidad campesina que integra SINTRAPAZ, la cual hace de su organización un baluarte de lucha y resistencia del movimiento popular colombiano.

Agradecimientos:

En primer lugar, le agradecemos a SINTRAPAZ su decidido apoyo en nuestra labor con el archivo, pues gracias a su interés de rescatar la historia que durante más de 60 años de lucha han venido construyendo, financiaron la compra de los materiales de archivo, dispusieron de una oficina para nuestra labor, y en varias ocasiones nos ayudaron con el transporte de Bogotá a San

Juan.

Del mismo modo, agradecer la solidaridad de los compañeros del sindicato que siempre estuvieron dispuestos a responder nuestras inquietudes y a intercambiar ideas sobre nuestro trabajo de investigación, pues sus claridades fueron de gran ayuda tanto para la investigación como para el trabajo de archivo.

A Filiberto Baquero, Edil de Sumapaz por la Unión Patriótica y reconocido líder de

SINTRAPAZ, agradecemos el acogernos en su hogar con mucha amabilidad y permitirnos compartir con su cálida familia, pues fue algo que nos aportó lindas vivencias y nos dejó vivir de primera mano la hospitalidad sumapaceña, de igual forma, le agradecemos por una entrevista de

2015, la cual fue fundamental para tener unas primeras claridades y preguntas que fueron fundamentales para comenzar esta investigación.

Igualmente, agradecemos a la Comisión de Educación del sindicato por sus gestiones y apoyo, fueron de gran valor e importancia. En este sentido, también agradecemos a la comunidad 4 de San Juan que nos permitió vivir experiencias tan significativas como los distintos regocijos, los eventos de cambio de Junta Directiva, así como fraternales y constructivas charlas políticas en medio de unas cervezas.

Especial agradecimiento, merece el profesor Carlos Jilmar Díaz Soler de la Universidad

Distrital Francisco José de Caldas, pues en su papel de director de esta tesis, siempre estuvo presto a darnos su apoyo, orientaciones e imprescindible crítica. De la misma manera, agradecemos a la Maestría en Educación para la paz, así como a sus profesores y nuestros compañeros de clase, por los aprendizajes construidos. Por último, agradecemos a nuestras familias su apoyo, amor y comprensión que fueron y son indispensables no solo en este trabajo, sino en nuestras vidas.

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Resumen

La investigación que presentamos, corresponde a nuestra tesis de grado de la Maestría en

Educación para la Paz de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, para lo cual, atendimos la pregunta: ¿Cuáles fueron las formas de resistencia que desarrolló SINTRAPAZ1, para hacerle frente a la Operación Colombia y su consecuente copamiento militar? En este sentido, desde una metodología histórica y desde la construcción filosófica de Sánchez Vázquez sobre la praxis, se hallarán, comprenderán y sistematizarán las formas de resistencia de este sindicato entre 1990 a 1993, con documentos de primera fuente contenidos en el Archivo

Histórico de SINTRAPAZ.

1Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Sumapaz: organización sindical de la comunidad campesina en San Juan de Sumapaz, territorio rural de Bogotá. Creada en el año de 1957 por la comunidad campesina, y con el apoyo de líderes agrarios como Juan de la Cruz Varela o Pedro Pablo Bello, sigue siendo en la actualidad una prominente organización del movimiento campesino colombiano. Posteriormente, en el apartado de Caracterización general de SINTRAPAZ, se profundizará en las características, organización y principios del sindicato. 6

Índice

1. INTRODUCCIÓN ...... 9 1. Marco socio económico ...... 9 2. Proceso de poblamiento de la región de Sumapaz...... 13 3. Justificación ...... 18 4. Enfoque ...... 20 5. Mapa del documento ...... 22 II. Antecedentes ...... 26 1. Organización y resistencia campesina en el Sumapaz entre 1875-1990 ...... 26 2. Lucha jurídica y de hecho para transformar el modelo de hacienda ...... 28 3. Organización y resistencia a la Violencia ...... 37 4. Organización y resistencia campesina a la política de exterminio del comunismo en la dictadura de Rojas Pinilla ...... 44 5. Auge organizativo, la “resistencia cívica” de Juan de la Cruz Varela y los retos sectarios del Frente Nacional ...... 54 III. Marco teórico y conceptual ...... 66 1. Categoría de praxis social ...... 66 1.1. Subcategoría de contrapraxis de la resistencia ...... 69 2. Resistencia y conciencia ...... 73 3. Caracterización general de SINTRAPAZ: ...... 79 3.1. Organigrama del Sindicato ...... 84 IV. Desarrollo ...... 87 1. Metodología ...... 87 1.1. Estructura de los documentos trabajados ...... 88 1.2. Sujeto de enunciación ...... 92 1.3. Diseño: heurística, crítica y análisis ...... 93 2. Resultados ...... 98 2.1. Consideraciones generales ...... 98 2.2. La “resistencia cívica” de Juan de la Cruz Varela, como fundamento de la resistencia de SINTRAPAZ ...... 100 2.2.1. Denunciar la violencia ...... 102 7

2.2.2. Promover la comunión campesina y la resistencia organizada ...... 106 2.2.3. Preservar el lugar de SINTRAPAZ en la dinámica social del territorio ...... 109 2.2.3.1. Resolución de conflictos vecinales ...... 110 2.2.3.2. Atención de necesidades mediante interlocución con instituciones ...... 112 2.2.3.3. Solidaridad y lucha política...... 113 2.2.4. La vigilancia organizada de masas como forma de resistencia ...... 116 2.2.5. Oponerse a la clandestinidad y desafiar la legitimidad de los violentos ...... 117 2.3. Archivo Histórico de SINTRAPAZ ...... 119 V. Conclusiones ...... 122 Referencias ...... 127 Anexos ...... 133

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Índice de figuras

Figura 1: Cuerpo de agua en la zona conocida como alto Caicedo en el PNN de Sumapaz. Año 2017 .... 10 Figura 2: Ubicación de la región histórica de Sumapaz. Elaboración propia...... 28 Figura 3: Foto de un afiche electoral de Erasmo Valencia para su campaña en 1935 en el archivo de SINTRAPAZ. Año 2018...... 33 Figura 4: Mapa de luchas campesinas. Tomado de (Fals Borda, 1975, p. 122) ...... 35 Figura 5: Foto del abismo en el Puente Natural de Icononzo. Año 2019 ...... 42 Figura 6: Foto del busto de Juan de la Cruz Varela en el municipio de Cabrera. Año 2017 ...... 48 Figura 7: Campo de concentración construido por Rojas en el páramo de Sumapaz. Año 2020 ...... 51 Figura 8: Foto de las trincheras construidas en Marquetalia, Municipio de Planadas Tolima. Año 2018 . 59 Figura 9: Foto de una línea del tiempo pintada en una pared del colegio Juan de la Cruz Varela en el centro poblado de San Juan. Año 2015 ...... 63 Figura 10 Línea de tiempo organizativa. Elaboración propia ...... 65 Figura 11: Foto de encabezado de acta en 1969 en el archivo de SINTRAPAZ. Año 2018 ...... 80 Figura 12: Foto de reconocimiento de la CSTC al sindicato en el archivo de SINTRAPAZ. Año 2018. .. 82 Figura 13:Organigrama de SINTRAPAZ. Elaboración propia a partir del análisis de los estatutos...... 87 Figura 14: Foto señalizada de acta de asamblea de afiliados de SINTRAPAZ en el año 1993. Año 2019 89 Figura 15: Foto de una carta enviada por Juan de la Cruz Varela al sindicato año 1966. Año 2019 ...... 92 Figura 16: Foto de caja de archivo con sus respectivas carpetas. Año 2020 ...... 95 Figura 17: Foto del proceso de crítica de documentos. Año 2020 ...... 96 Figura 18: Gráfica metodología. Elaboración propia...... 98 Figura 19: Acta de distribución de tierras entre herederos en septiembre de 1992 encontrada en el archivo del Sindicato. Año 2019...... 111 Figura 20: Gráfica resultados. Elaboración propia...... 119 Figura 21: Gráfica conclusiones. Elaboración propia...... 126

Índice de anexos

Anexo 1: Entrevista de inmersión inicial de campo……………………………………………130 Anexo 2: Colección de algunas fotografías capturadas durante la investigación………………133 Anexo 3: Algunos documentos digitalizados del Archivo Histórico de SINTRAPAZ…………138

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1. INTRODUCCIÓN

1. Marco socio económico

En la ciudad de Bogotá existe una ruralidad que se concentra en las localidades de ,

Ciudad Bolívar, Sumapaz y, en menor medida, en , Suba, Usaquén, San Cristóbal y

Bosa. El caso de la localidad de Sumapaz es significativo, ya que es la única que en su totalidad es rural y, además, es la localidad más grande, en términos territoriales de la capital, pues abarca una extensión de más de 78.000 hectáreas2. Esta localidad está ubicada en el páramo de Sumapaz, siendo este el más grande del mundo y, por tanto, una importante reserva en recursos hídricos y ecológicos.

2 Dato tomado de la página web: www.bogotacomovamos.org

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Figura 1: Cuerpo de agua en la zona conocida como alto Caicedo en el PNN de Sumapaz. Año 2017 Igualmente, es la localidad menos densa en términos poblacionales, puesto que, a pesar de lo grande de su territorio, solo tiene 7.711 habitantes3. Lo anterior se debe a dos factores: uno, una parte importante de este territorio lo compone el Parque Nacional Natural de Sumapaz; dos, esta localidad tiene zonas que superan los 4000 metros sobre el nivel del mar.

Por otro lado, su organización administrativa está dividida en dos Unidades de Planeación

Rural (UPR): la UPR “Río Blanco”, constituida por los corregimientos de Betania y Nazareth y, la UPR “Río Sumapaz”, donde se encuentra el corregimiento de San Juan. A su vez, estos tres corregimientos están divididos en 28 veredas, en donde 14 están en San Juan, 8 en Nazareth y 6 en Betania. En cuanto a su ubicación geográfica, cuenta con un asiento estratégico, puesto que la

3 Dato tomado del “Diagnóstico Sumapaz 2019” de la Secretaría Distrital de Hábitat en su página web: https://habitatencifras.habitatbogota.gov.co/documentos/boletines/Localidades/Sumapaz.pdf 11 localidad limita al sur con el departamento del Huila, al oriente con el Meta, al occidente

Cundinamarca y al norte con la localidad de Usme, Bogotá D.C.

Por otro lado, la estratificación del territorio da cuenta de las condiciones materiales que tienen los habitantes, puesto que, según datos de Secretaría de Hábitat (2011), de los 1453 predios rurales, sólo se reconocen con estratificación el 51% que corresponden a los que cuentan con una vivienda. De estos predios, más del 80% se encuentran en los estratos 1 y 2.

Así mismo, las actividades productivas se enmarcan fundamentalmente en el sector primario de la economía, compuesta fundamentalmente por cultivos de “papa en un 77%, seguido de arveja con un 11.5%, cultivos menores como cebolla con un 1.1%, papa criolla con 1.1% y cubios con el 1%” (Alcaldía Mayor, 2010, p. 95). Productiva y culturalmente, es una población muy conectada a las dinámicas de varios municipios que componen la región de Sumapaz, la cual, a su vez, está compuesta por territorios del oriente de Cundinamarca como Pasca, Cabrera o

Pandi; también territorios del norte del Tolima como Icononzo; pero también territorios rurales los departamentos del Huila y Meta.

Al respecto, ha venido cambiando en una gran medida el uso de la tierra en el corregimiento de San Juan, a razón de que la vocación agrícola de la tierra tiene una tendencia a modificarse por la ganadería, puesto que, como lo reconoce la Alcaldía Mayor de Bogotá, haciendo referencia al corregimiento de San Juan:

El proceso agrícola tiende a una desaceleración de la agricultura y un mayor

énfasis en la ganadería, la que tiene algún grado de manejo en algunas fincas con la

siembra de pastos y el uso de la cerca eléctrica. En esta zona se concentra el 56 % (cerca 12

de 7.800 cabezas) de la población bovina de la localidad Sumapaz. (Alcaldía Mayor,

2010, p. 97)

Por otro lado, según el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas, presentado por la

Secretaría Distrital de Hábitat (2010), el 57.9% de los hogares se encuentra en situación de pobreza y el 6,5% de los hogares está en situación de pobreza extrema, indicador en el que inciden tres variables fundamentales: la vivienda, servicios públicos y el hacinamiento.

Así las cosas, el indicador de la vivienda es el común denominador de los materiales con los que se construyen las viviendas en el territorio, donde el bloque, el ladrillo, la piedra y la madera pulida representan un 62.2%; el bahareque un 10% y, el zinc, teja o cartón, con un 8,7% del total de viviendas. Esta situación es preocupante, pues una tercera parte de las viviendas del territorio tienen sus paredes construidas en materiales inestables.

Por último, un elemento importante para comprender las condiciones de vida en el territorio, es el acceso a servicios públicos, en este sentido, la localidad cuenta con acueductos veredales que atienden a cerca 4783 personas (62% de la población), en contraste, para el tema de alcantarillado, salvo los cuatro centros poblados que existen en la localidad, no hay un sistema de tratamiento de aguas sucias.

Frente a la recolección de basuras, se realiza con volquetas que son propiedad de la

Alcaldía Local y se realiza su disposición en el botadero de basura Doña Juana. En ese orden de ideas, según la Secretaría Distrital de Ambiente (2010), solo el 40% de los habitantes tiene acceso a la recolección de basuras, los demás las disponen a su voluntad y, únicamente, el 9,31% de los habitantes hace una reutilización de sus residuos. 13

2. Proceso de poblamiento de la región de Sumapaz.

El proceso de poblamiento de la región de Sumapaz se remonta a tiempos precolombinos con comunidades indígenas como los Sutagaos o Fusagasugaes, así como la Confederación

Muisca, las cuales, si bien eran pueblos chibchas, se caracterizaron por unas relaciones tensas a causa de las pretensiones de anexión que el Zipa de Bacatá tenía sobre las gentes y territorios

Sutagaos4. Este proceso de poblamiento, es expuesto por la antropóloga María Luisa Santomayor de la siguiente forma:

Al sur del territorio habitaban los sutagaos. Su territorio comprendía el

cañón del río Subia, parte del valle de Fusagasugá y los valles de los ríos Pasca y

Sumapaz — probablemente Tibacuy y Fusagasugá fueron territorios sutagaos antes de ser

dominados por los . Comerciaban con los muiscas y servían de intermediarios con

indígenas del Alto Magdalena. Hablaban lengua chibcha. (Santomayor, 1998, p. 135)

En este sentido, se puede citar la batalla de Pasca, donde un movimiento militar por parte de las tropas del Zipa concluye en el sometimiento de los Sutagaos al Zipazgo de Bacatá. Al respecto, José Antonio de Plaza en el texto “Compendio de la historia de la Nueva Granada, desde antes de su descubrimiento, hasta el 17 de noviembre de 1831” describe con detalle esta contienda que se desarrolla en el actual territorio de Sumapaz:

Reinaba en Bacatá o Cundinamarca el Zipa Saguanmachica, desde 1470. Este

soberano se propuso ensanchar los límites del imperio Muisca, i al efecto formó un

ejército de 30,000 hombres, con los cuales marchó para sujetar a su obediencia a los

4La Confederación Muisca, fue una entidad política ubicada en los actuales departamentos de Boyacá, Cundinamarca y Santander que agrupó a la mayoría de comunidades chibchas. Esta entidad, estaba compuesta de dos grandes poderes políticos y administrativos, el Zipazgo de Bacatá y el Zacazgo de Hunza, los cuales tenían entre si gran autonomía y el control de sus respectivos territorios menores. 14

sutagaos i panches. Por el páramo de Fusungha se encaminó el Zipa, i en las

inmediaciones del río Pazca halló a los contrarios dispuestos a resistir la invasión (…)

[sic] (Plaza, 1850, p. 5)

Posteriormente, durante la colonia española comienza un proceso de poblamiento situado en Pasca, Fusagasugá y Pandi mediante la fundación de parroquias españolas, las cuales para

Marulanda (1991), afectan negativamente a las comunidades indígenas al punto de que, a finales del siglo XVIII, estas desaparecen del territorio5. Por otro lado, el proceso de colonización fue desigual y se concentró en las zonas más bajas y de fácil acceso.

Este proceso de colonización, toma un nuevo impulso y se agudiza desde 1830 bajo un proceso de colonización que involucra a varios territorios baldíos a nivel nacional, los cuales, a excepción de la colonización antioqueña, agudizan el problema de la concentración de la tierra mediante la creación de grandes haciendas, este proceso es expuesto por Catherine LeGrand en el escrito “De las tierras públicas a las propiedades privadas: acaparamiento de tierras y conflictos agrarios en Colombia. 1870-1936”6.

En el caso de Sumapaz, existió un proceso de ampliación de la frontera agraria durante la segunda mitad del siglo XIX, el cual se prolongó hasta la primera mitad del siglo XX, en donde la intensidad del mismo, está asociada al auge de la economía de exportación y la cercanía de este

5Las parroquias españolas son una división territorial de carácter civil y religiosa, la cual en tiempos de la colonia era un núcleo urbano de españoles con iglesia y cárcel. Para más información al respecto, consultar el artículo “Ciudades, villas, pueblos y parroquias” de Alberto Corradine Angulo, disponible en el siguiente enlace: http://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-147/iudades-villas-pueblos-y- parroquias

6El modelo de hacienda, tiene sus antecedentes en la colonia española y consiste en una gran extensión de tierra propiedad de un terrateniente, el cual tenía gran autonomía y control sobre sus propiedades, así como de las personas que trabajaran y vivieran como arrendatarios al interior de la hacienda, llegando incluso a generar normas escritas y grupos de gendarmería que hicieran cumplir sus normas y órdenes. 15 territorio a Bogotá. Así mismo, es de destacar que los territorios más atractivos y también más disputados en el inicio del proceso de colonización, están ubicados en la zona más templada y apta para el cultivo del café, mientras que años después este proceso se replica en la zona más cercana al páramo. En este sentido, Marulanda describe que:

En la región de Sumapaz podemos establecer claramente dos áreas de frontera: un

área que corresponde a la zona templada y coincide con la faja de tierra propicia para la

producción cafetera ubicada en la vertiente occidental del Sumapaz. Comprende las tierras

bajas de Pandi, Cunday, Arbeláez y Fusagasugá. Otra área que corresponde a la zona fría

y en la cual se desarrolló la explotación de madera y carbón, ubicada también en la

vertiente occidental del Sumapaz, en las tierras altas de Fusagasugá y Pasca. (Marulanda,

1991, p. 40)

Por otra parte, Santomayor (1998) ilustra que son colonos boyacenses y del oriente de

Cundinamarca, los responsables de la ampliación de la frontera agraria en esta región del país, en consecuencia, también comenzó a ser un territorio atractivo para los empresarios agrícolas, los cuales vieron en las tierras humanizadas por los colonos (territorios naturales que son transformados para el provecho humano) y en la fuerza de trabajo de estos, una buena oportunidad de acumulación de riquezas7. Al respecto, LeGrand señala lo siguiente:

El surgimiento de las empresas agrícolas en gran escala marcó el comienzo de la

segunda etapa en el desarrollo de la frontera. En esta segunda fase, la que generalmente

comenzaba diez o veinte años después de que los primeros colonos abrían una región, la

7Los colonos, son campesinos que emprenden la humanización de territorios inexplorados y los hacen aptos para la explotación agrícola. Más información sobre este actor agrario, se puede encontrar en el texto “Historia de la cuestión agraria” de Orlando Fals Borda. 16

tierra y el trabajo de los campesinos eran expropiados por el empresario. El trabajo en las

haciendas fue gradualmente reemplazando la economía del campesino independiente que

había surgido en el primer período de la expansión de la frontera, (LeGrand, 1981, p. 22)

A propósito del proceso de poblamiento en esta región, Sánchez (1989), Santomayor

(1998), Marulanda (1991) y LeGrand (1981) coinciden en que el creciente papel de los terratenientes, generó una gran disputa por el control de la tierra entre terratenientes y colonos.

En el caso de los terratenientes, se puede destacar que llegaron a tener un gran éxito en la ampliación de sus tierras, así como en la apropiación de la fuerza de trabajo de los colonos, cuando logran convertirlos en arrendatarios8.

El sometimiento de los arrendatarios, no presentó en principio gran oposición, pues el cuestionamiento de la propiedad de la tierra por parte de los campesinos no era algo muy extendido, pero si se presentaron resistencias y pequeñas luchas en el marco de los abusos propios del sistema de hacienda, el cual ponía a los hacendados en una posición dominante frente a los arrendatarios, los cuales sufrían abusos y arbitrariedades fruto de las normas verbales y escritas que imponían los hacendados, haciéndose valer de grupos de gendarmería al interior de la hacienda, como lo fueron “los fieles” al servicio de los Pardo Roche, estos por medio de la violencia reprimían y atemorizaban a colonos y arrendatarios9.

En consecuencia, una de las primeras oposiciones campesinas a los abusos de los hacendados, fue la organización en contra de los reglamentos internos de la hacienda, situación

8Los arrendatarios, son campesinos que trabajan y viven en las tierras de un terrateniente, con el cual tienen unas obligaciones en dinero, trabajo o productos. Más información sobre este actor agrario, se puede encontrar en el texto “Historia de la cuestión agraria” de Orlando Fals Borda.

9Los fieles, eran un grupo de gendarmería al servicio de la familia Pardo Roche en la Hacienda Sumapaz, los cuales reprimían según lo iba ordenando el administrador general de la Hacienda. El papel de este grupo al interior de la Hacienda, es estudiando por Gerardo González en el texto “En busca del horizonte”. 17 que es expuesta por Marulanda de la siguiente forma: “(...) los reclamos iniciados por los arrendatarios se dirigieron fundamentalmente a terminar o modificar algunas de las normas sobre obligaciones y prohibiciones” (Marulanda, 1991, p. 54)

Por otra parte, también se generan pleitos legales entre los hacendados y los grandes arrendatarios de baldíos, debido al problema de la irregularidad en los títulos sobre la tierra, puesto que a mediados del XIX y principios del siglo XX, era muy usual que empresarios tomaran en arriendo al Estado territorios baldíos para explotarlos económicamente, con la problemática de que estos territorios llegaron a coincidir en muchos casos con las propiedades que los hacendados reclamaban de su propiedad. Estos conflictos entre hacendados y empresarios, son descritos por Marulanda (1991) tomando como fuentes el Diario Oficial de

1854 y el documento del INCORA “Bienes nacionales”.

Por último, se debe exponer que una práctica usual de los hacendados contra los colonos que se resistían a ser arrendatarios y a reconocer la propiedad terrateniente, es la del lanzamiento de colonos, la cual consistió en usar formas legales y de coacción para desplazar colonos y con esto apoderarse de las tierras trabajadas por estos. Esta práctica es expuesta y analizada por

González (1996) y Marulanda (1991).

En conclusión, la región de Sumapaz se desarrolló a partir de un ejercicio de colonización campesina procedente de Boyacá y el oriente de Cundinamarca, lo que reforzó el proceso de poblamiento que se remonta a épocas precolombinas y coloniales. Posteriormente, la

“humanización de tierras” por el trabajo campesino, hace que estos territorios se vuelvan más atractivos para los hacendados que aumentaron de forma ilegal y violenta sus propiedades a costa del trabajo y el sometimiento de los colonos que convirtieron en arrendatarios, en consecuencia, 18 se desprenden conflictos entre hacendados y campesinos por la tierra como medio de producción fundamental, así como por los abusos a la población campesina.

3. Justificación

Con esta investigación se busca rastrear (actas), comprender y sistematizar las diferentes formas de resistencia que puso en práctica SINTRAPAZ durante la Operación Colombia y el copamiento militar de las Fuerzas Militares de Colombia entre 1990-199310; lo anterior, visto como una modalidad de acción política que conscientemente asume la resistencia a la transformación de unas relaciones sociales construidas durante años de lucha agraria11. De igual manera, son objetivos específicos: la caracterización del sindicato, como también, contribuir en la construcción del Archivo Histórico de SINTRAPAZ.

Para trabajar el problema de los modos de resistencia que puso en práctica SINTRAPAZ durante la Operación Colombia y el copamiento militar de las Fuerzas Militares de Colombia entre 1990-1993, se partió del texto de Adolfo Sánchez Vázquez, “Filosofía de la praxis”, como referente teórico, en donde el concepto de praxis social, gana densidad. Frente al problema de la resistencia, abordamos críticamente, algunas propuestas del trabajo de James Scott, sobre todo, desde su texto “Los dominados y el arte de la resistencia”.

Por su parte, la elección de la dinámica política asumida desde SINTRAPAZ, obedece a la larga trayectoria de esta organización sindical agraria, que se presenta como una de las más antiguas en Colombia, incluso con actual funcionamiento; por este motivo, la capacidad de

10 Si bien el trabajo toma esta temporalidad, el copamiento militar se extiende hasta la actualidad. 11 Las tensiones entre conciencia, organización y espontaneidad en la acción política de grupos subordinados, o con desventaja en las relaciones de poder, se abordará con mayor profundidad en el capítulo II de Marco Teórico y conceptual. 19 mantenerse políticamente activa en el tiempo, hace de SINTRAPAZ una de las organizaciones del movimiento campesino más relevante.

Además, el trabajo realizado con la organización Juventud Sumapaceña, por ser el destacamento juvenil del sindicato, permitió construir, gracias a los relatos recogidos, espacios de intercambio de ideas, donde se señala que ellos deben ser los guardianes del pasado del sindicato; así mismo, se debe tener en cuenta el aporte y apoyo brindado por el Partido Comunista

Colombiano como la organización política más importante y con gran influencia en el sindicado de San Juan de Sumapaz.

Por su parte, en el ¿para qué? de la presente investigación, se debe considerar que

Colombia ha sido un territorio marcado por violencias sucesivas, las cuales se remontan al proceso de independencia y el siglo XIX, con los múltiples conflictos políticos que teniendo como resorte discursivo la organización político-administrativa del Estado colombiano, conducen a grandes guerras civiles entre los que propendían por una organización estatal de tipo centralista, así como los que defendían una organización de tipo federalista.

Posteriormente, los conflictos que se desarrollan en el siglo XX, si bien dejan de lado esta discusión organizacional ante la victoria del centralismo en Colombia, es un periodo de nuevas conflictividades entre los sectores políticos tradicionales, así como de nuevos actores que se proponen romper la hegemonía política y económica.

En este contexto, la región de Sumapaz ha sido escenario de múltiples conflictividades desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad, razón por la cual, se pueden rastrear importantes y numerosos aportes al estudio histórico de esta región. Ahora bien, las investigaciones que tratan las formas de resistencia de las organizaciones campesinas 20 sumapaceñas, tienen como objeto temporalidades que van desde finales del siglo XIX hasta el periodo del Frente Nacional, lo que muestra que indagar sobre la resistencia en esta región en períodos más recientes, es un campo en el que faltan aportes.

Por esta razón, la delimitación toma las formas de resistencia de SINTRAPAZ en el marco de la Operación Colombia, desde el 9 de diciembre de 1990 y sus secuelas hasta 1993, mostrando los aprendizajes y estrategias populares que han permitido la supervivencia y proyección de esta organización sindical en medio de difíciles condiciones, por lo tanto, este acervo de resistencia debe ser considerado por el propio sindicato en la actualidad y, en términos más amplios, como un aporte al movimiento social colombiano.

Del mismo modo, pretende contribuir en la comprensión de la historia reciente de la población del corregimiento de San Juan de Sumapaz, desde un sujeto particular que es el sindicato, tarea que cobra importancia en un contexto de pos acuerdo y de esclarecimiento del conflicto armado.

Para lo cual, se parte de los documentos físicos del sindicato contenidos en su archivo, como fuente primaria de investigación; en este sentido, la intención de la investigación es contribuir con la materialización del Archivo Histórico de SINTRAPAZ en su organización, protección y accesibilidad para la comunidad, para otros investigadores que consideren esta fuente en sus trabajos académicos, y según lo plantea el sindicato, también para que a él pueda acceder la Comisión de la Verdad.

4. Enfoque

La humanidad se ha construido con múltiples contradicciones al interior de cada forma de organización social que se ha propuesto, esto ha llevado a que la síntesis de dichas tensiones sea 21 narrada por el grupo social que ha salido vencedor de las mismas. Por este motivo, la presente investigación tiene un enfoque crítico, puesto que se busca evidenciar y comprender las constantes tensiones presentes entre los diferentes grupos sociales, desde un actor político (aquel que vislumbramos está en desventaja de fuerza física) que tiene mucho por contar, gracias, precisamente, a el trabajo sobre los documentos de archivo.

sobre eventualidades tan conocidas como la Operación Colombia y sus repercusiones.

En ese sentido, es una misión de la investigación crítica el indagar sobre los relatos que se invisibilizan por la historia oficial, e identificar cuáles fueron las particularidades que se presentaron para que los vencedores construyeran dichos relatos. En ese orden de ideas, se reconocen los planteamientos de Ginzburg, donde plantea que “antes era válido acusar [,] a quienes historiaban el pasado, de consignar únicamente las «gestas de los reyes». Hoy día ya no lo es, pues cada vez se investiga más sobre lo que ellos callaron, expurgaron o simplemente ignoraron” (Ginzburg, 1976, p. 3).

De allí la necesidad de acompasar la teoría crítica con la presente investigación, ya que la historia oficial ha construido un relato sobre el territorio del Sumapaz y el sindicato, desconociendo las particularidades sobre las cuales persiste la organización campesina y su accionar político.

De igual manera, siguiendo el enfoque crítico, este trabajo se plantea como un proceso de comprensión de las huellas del pasado que es susceptible al diálogo. Como también, es un esfuerzo que no pretende una objetividad científica en la que se desaparece al investigador y sus intereses, pues esta es una investigación que guarda un compromiso académico y político. 22

Entre tanto, la investigación se desarrollará desde una óptica cualitativa, pues se centra en dar voz a una organización sindical víctima del conflicto armado, mediante la construcción de su archivo histórico como fuente primaria para la investigación12; en este sentido, Strauss y Corbin

(2002) señalan que en la investigación cualitativa los datos pueden ser rastreados de fuentes como entrevistas, observaciones, documentos, registros y películas.

Por otra parte, la investigación se realizó en el territorio con el apoyo de SINTRAPAZ, atendiendo a una responsabilidad con su población y sus necesidades. Así mismo, trabajar en el territorio permitió hacer un ejercicio holístico, y nos dio unas inquietudes iniciales que llevaron a un posterior proceso inductivo de rastrear, comprender y sistematizar las resistencias a la violencia de la organización sindical en un periodo de tiempo determinado.

5. Mapa del documento

Después abordar la justificación, principios y enfoque que guían esta investigación, se va a presentar un mapa general de todo el escrito que permita tener una visión de conjunto previa, y que con esto se presenten los alcances, intereses, temáticas y marcos interpretativos que se abordarán posteriormente.

Así las cosas, para responder la pregunta: ¿cuáles fueron las formas de resistencia que desarrolló SINTRAPAZ, para hacerle frente a la Operación Colombia y su consecuente copamiento militar? se parte de ubicar la investigación en un marco social y geográfico expuesto en el Marco socio económico, Proceso de poblamiento de la región de Sumapaz y también en los

Antecedentes.

12 En el apartado de antecedentes se logra dimensionar el fenómeno de conflictividad que ha vivido el sindicato. 23

Respecto al apartado de Antecedentes, se muestra una reconstrucción histórica de las disputas agrarias que se han presentado en la región del Sumapaz. Allí, se realiza una subdivisión temporal que permite esclarecer el comportamiento que ha tenido el territorio y los ejercicios de resistencia que se establecieron desde la ampliación de la frontera agraria presentada a mediados del siglo XIX. La determinación temporal está dada de la siguiente manera:

En un primer momento, se expone la Lucha jurídica y de hecho para transformar el modelo de hacienda en donde se esclarecen las tensiones que se presentan alrededor de los dudosos títulos de propiedad de las haciendas. Posteriormente, en el acápite Organización y resistencia a la Violencia se examina el papel que jugó la violencia bipartidista y anticomunista en la región del Sumapaz.

En un tercer momento, se analiza el impacto de la dictadura militar de Rojas Pinilla en la región del Sumapaz y sus políticas de persecución al pensamiento comunista, el cual, tiene por título Organización y resistencia campesina a la política de exterminio del comunismo en la dictadura de Rojas Pinilla.

Por último, se exponen las implicaciones de la política bipartidista encarnada por el Frente

Nacional, evidenciando las lógicas de violencia y formas de resistencia que se construyeron en ese momento. Este periodo es titulado Auge organizativo, la -resistencia cívica- de Juan de la

Cruz Varela y los retos sectarios del Frente Nacional.

Sobre el capítulo de Marco teórico y conceptual, este se compone de tres apartados en los cuales se analizan los fundamentos base de la investigación, es así que se relaciona en primera instancia la categoría de praxis social y la subcategoría de contrapraxis de la resistencia, evidenciando de esta manera como la actividad que ha desarrollado el Sindicato de Trabajadores 24

Agrícolas del Sumapaz, se enmarca en la planeación y acción colectiva con el objetivo de consolidar el modelo de relacionamiento social que se construyó como oposición al modo latifundista de producción.

Posteriormente, se suscita una discusión en cuanto a la relación presente entre conciencia y resistencia, puesto que hay sectores de la intelectualidad que se enmarcan en la concepción de que las condiciones de vida y las fraternidades, son elementos suficientes para desarrollar ejercicios de transformación o de resistencia, y desestiman por completo que en la praxis o la contrapraxis política, tengan una incidencia real las labores hegemónicas o contrahegemónicas de una agrupación política organizada.

En contraste, existe otra concepción en la cual la conciencia está determinada por condiciones materiales de existencia, el nivel de disputa del campo ideológico y el accionar organizativo. En ese sentido, estas determinaciones son confrontadas con la experiencia propia del sindicato en su más de medio siglo de existencia.

Por último, se presenta una caracterización del sindicato donde se argumenta la importancia que ha tenido esta organización en la localidad 20 de Bogotá y en la región del

Sumapaz; también se señala la incidencia que ha tenido dicha organización en términos institucionales, organizativos y políticos; acto seguido, se evidencia su nivel de relacionamiento y con otras fuerzas sociales y políticas en lo departamental y nacional; por último, se describe su estructura organizacional.

Ahora bien, la metodología que se utilizó para responder la pregunta, así como para la consecución del objetivo principal de hallar, comprender y sistematizar las diferentes formas de resistencia que puso en práctica SINTRAPAZ durante la Operación Colombia y el copamiento 25 militar de las Fuerzas Militares de Colombia desde 1990 a 1993; y los objetivos específicos de caracterizar el sindicato, así como el de contribuir en la construcción del Archivo Histórico de

SINTRAPAZ, fue una metodología que se alimentó en gran medida de la propuesta de Marc

Bloch en Apología para la historia o el oficio de historiador.

En esta línea, también fueron importantes las luces que nos dieron trabajos históricos como El Queso y los Gusanos de Ginzburg, sobre todo en el enfoque que orientó la investigación.

Así las cosas, el diseño metodológico se sustenta en la heurística, crítica y análisis de los documentos elegidos del Archivo Histórico de SINTRAPAZ como corpus documental.

De igual manera, es necesario aclarar que el objetivo central de esta investigación no es el archivo en sí, sino que por la metodología que se utilizó, fue posible la contribución en la construcción del Archivo Histórico de SINTRAPAZ, en consecuencia, se debe diferenciar que una cosa es el trabajo de archivo que tiene como objetivo la construcción del Archivo Histórico de SINTRAPAZ, y otra, la apuesta de esta metodología que es hallar, comprender y sistematizar las formas de resistencia del sindicato. Aunque se reconoce que ambos trabajos convivieron, se alimentaron mutuamente y también se cruzaron en algunos momentos.

26

II. Antecedentes

1. Organización y resistencia campesina en el Sumapaz entre 1875-1990

En este apartado, se realizará un esbozo histórico referente a los eventos más trascendentales en el desarrollo político de la región de Sumapaz, tomando como fuente los múltiples estudios que sobre esta comunidad se han realizado y que tienen como interés la violencia, política y organización campesina en la región.

Lo anterior, permite reconocer que el territorio ha estado marcado por luchas agrarias contrapuestas al modelo latifundista, y en muchos casos, con objetivos de transformación sistémica, así como de resistencias organizadas de la comunidad ante los continuos ciclos de violencia.

Estos ciclos de violencia y organización, tienen la siguiente forma de periodización: desde

1875 hasta 1946, se van a exponer las primeras luchas que emprenden los arrendatarios y colonos en el Sumapaz, teniendo como uno de sus argumentos principales, los dudosos títulos de propiedad de las haciendas, este periodo se titula “Lucha jurídica y de hecho para transformar el modelo de hacienda”.

Para el periodo de 1946 a 1953, se indagarán las repercusiones en el Sumapaz de la

Violencia bipartidista y anticomunista, las cuales se intensifican desde el gobierno conservador de

Mariano Ospina Pérez, este periodo se titula “Organización y resistencia a la Violencia”;

Posteriormente, se van a exponer el impacto de la dictadura de Rojas Pinilla entre 1953 a 1957 y su política abiertamente anticomunista en el Sumapaz, este periodo se titula “Organización y resistencia campesina a la política de exterminio del comunismo en la dictadura de Rojas Pinilla”. 27

Por último, también se tendrá en cuenta un periodo que va desde el inicio del Frente nacional en 1958 hasta 1990, el cual expone las implicaciones de la política sectaria del Frente nacional en la región, así como las violencias y las resistencias que se desarrollan para el momento, este periodo se titula “Auge organizativo, la “resistencia cívica” de Juan de la Cruz

Varela y los retos sectarios del Frente Nacional”.

Por otro lado, es pertinente hacer la aclaración de que si bien la delimitación del presente estudio, se centra en el corregimiento de San Juan en la localidad de Sumapaz, se debe entender que su construcción histórica no se da como la de una localidad al interior de Bogotá, sino que por el contrario hace parte de una región que cubre varios municipios, por lo que su historia debe verse de forma interconectada. 28

Figura 2: Ubicación de la región histórica de Sumapaz. Elaboración propia.

2. Lucha jurídica y de hecho para transformar el modelo de hacienda

Uno de los primeros conflictos que se comienza a desarrollar en la región, fue la confrontación entre campesinos y terratenientes por el modelo de hacienda que imperaba en la región, donde los campesinos debían pagar obligaciones por el uso de la tierra a grandes terratenientes que llegaron cuando los campesinos habían “pelado monte” y adecuado ciertos 29 territorios a la producción agrícola. Esta realidad la expone Catherine LeGrand de la siguiente forma:

Los empresarios agrícolas al consolidar grandes propiedades mostraban un

interés, no tanto en la tierra de frontera, sino específicamente en la tierra que ya estuviera

ocupada por colonos. Es verdad que tales territorios tenían un valor mayor porque ya

estaban limpios -adecuados- y eran generalmente fértiles y accesibles a los mercados. Sin

embargo, la razón principal por la cual los empresarios agrícolas se veían atraídos hacia

tales regiones estaba en relación con el problema de la oferta de trabajo. (LeGrand, 1981,

p. 23)

Desde mediados del siglo XIX, se presenta en varias regiones del país un proceso de colonización sobre tierras públicas, siendo el Sumapaz una de las regiones objeto de los colonos.

Posteriormente, se presenta una contradicción entre el proceso de poblamiento por colonos y las ambiciones de los terratenientes de apropiarse de los terrenos públicos y de la fuerza de trabajo de los campesinos. Esta situación, llevó en primer lugar a que los colonos fueran en su mayoría convertidos en arrendatarios y también a que los terratenientes se apoderaran de las tierras mejoradas por los colonos.

Pero desde la década del 70 del siglo XIX, surge una legislación que beneficia a los colonos en la tenencia de la tierra, pues esta determina que las tierras públicas sin aplicación tienen como propietario a quien la trabaje y la aproveche, en este sentido, las leyes 61 de 1874 y

48 de 1882 se convierten en el argumento jurídico de los colonos y arrendatarios en contra de los hacendados, lo que genera los primeros choques legales y también violentos. Una de las normas mencionadas, plantea lo siguiente: 30

Art. 4. ° Los colonos que estén en posesión de tierras baldías serán considerados

propietarios de las porciones cultivadas i 30 hectaras adyacentes a dichas porciones. Se

entenderán como poseedores los que hayan fundado habitaciones i cultivos permanentes

por mas de cinco años de posesión continua. (Ley 61, 1874)

Para LeGrang (1981) estos primeros choques, tenían un carácter defensivo para los colonos ante las pretensiones de los hacendados por incrementar sus propiedades, pero desde la década del 20 del siglo XX, se da una etapa de formación organizativa de los campesinos para pasar a la ofensiva en el reclamo de sus derechos como trabajadores de la tierra, surge entonces el proceso de las “ligas campesinas” en los territorios en los que los campesinos encontraron contradicciones con terratenientes y multinacionales13.

En caso de la región de Sumapaz, fue además muy valioso el Decreto 1110 del 14 de junio de 1928, pues en este se delimitan los territorios de la región de Sumapaz, lo que entró en contradicción con los terrenos que los hacendados consideraban de ellos y los que el decreto destinaba a un proceso de “colonización dirigida”14. Este elemento normativo, pone en tela de juicio la propiedad de los grandes terratenientes y genera confrontaciones entre colonos, arrendatarios y los hacendados que deben soportar el inicio de las grandes invasiones sobre las haciendas. Al respecto, el mencionado decreto señala lo siguiente:

Artículo 2. ° (…) Los colonos o cultivadores establecidos con anterioridad a la

publicación de este Decreto, dentro de las zonas alinderadas en el mismo artículo anterior,

13A principios del siglo XX, en Colombia se desarrollan grandes empresas de capital extranjero ligadas principalmente al petróleo y a la producción bananera. En este sentido, es representativo el caso de la y la concentración de tierra que produjo en la región bananera.

14La colonización dirigida, se entiende como el proceso que se desprende de los terrenos baldíos que en el Decreto 1110 de 1928 se destinan para que los campesinos los colonicen y trabajen. 31

tendrán derecho a que se les adjudique la parte cultivada u ocupada con ganados y el tanto

más, de acuerdo con las leyes vigentes. (Decreto 1110, 1928)

Estos conflictos que se agudizan con el decreto, inician en toda la parte cafetera de

Sumapaz y subieron a Cabrera, Pasca y también al Sumapaz bogotano conocido como Nazareth.

Sánchez (1989) explica que, en el caso de Nazareth, se presentó un gran conflicto entre 90 arrendatarios de la Hacienda Las Animas y los hermanos Hernando y Juan Pardo Acevedo a razón de 20.000 fanegadas que fueron puestas en duda por la creciente organización campesina.

En el caso de la “Hacienda Sumapaz”, los hacendados de la familia Pardo Roche ampliaron irregularmente sus tierras en un 375.9% con respecto a los títulos originales, tomando para sí incluso el actual corregimiento de San Juan de Sumapaz, en consecuencia, se llegó a un cuestionamiento de la propiedad de la hacienda por parte de los campesinos. Situación que es expuesta por Marulanda (1991), tomando como referencia los periódicos y

Claridad15 de 1928:

En 1855 Diego Rivas vendió los terrenos de “Sumapaz” a Aquilino Quijano, y en

1857 Francisco Escallón los adquirió en un remate de la Casa Comercial “Párraga y

Quijano” que estaba en quiebra. En esta ocasión el Registrador de Instrumentos Públicos

se negó a registrar los títulos por no estar especificados los linderos. El incidente se

solucionó y Escallón Gómez hizo el segundo realinderamiento de la Hacienda Sumapaz.

Por último, Escallón vendió a Pardo Roche en 1905, quien vio cuestionada la legitimidad

de sus títulos por el campesinado, que sostuvo que la hacienda se levantaba sobre títulos

15El periódico Claridad, fue el órgano de difusión del Partido Agrario Nacional dirigido por Erasmo Valencia, este periódico jugó un papel vital en la agitación y movilización de los campesinos sumapaceños. Para terminar, es posible acceder al periódico Claridad en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional. 32

baldíos. En 1930 el ex corregidor de Sumapaz sostuvo que el título original de la

Hacienda provenía de un remate de tierras realengas adjudicado a Felipe de la Maza en

1772, por 8 estancias de pan y ganado mayor, más o menos 7.980 ha, y que los Pardo

Roche reclamaban la propiedad sobre más de 300.000 ha. (Marulanda, 1991, p. 46)

Posteriormente, las disposiciones de la Ley 200 en el gobierno liberal de Alfonso López

Pumarejo, son un elemento que refuerza el ascenso de la movilización de arrendatarios y colonos, lo que significa otro fuerte golpe a los latifundistas en la región, al afianzar la aclaración sobre los títulos de la tierra “(…) el objeto de esta jurisdicción especial es que la ley sustantiva se interprete con el criterio de que no deben protegerse el enriquecimiento sin causa, el abuso del derecho y el fraude a la ley” (Ley 200, 1936).

Así las cosas, las relaciones coloniales de producción y la tenencia de la tierra, son el núcleo de las luchas que desde finales de la década del 20 y en la década del 30 emprenden los campesinos dirigidos por el naciente Partido Agrario Nacional16 (PAN) de 1930, contando con el apoyo del Partido Liberal y el movimiento gaitanista organizado en la Unión Nacional

Izquierdista Revolucionaria (UNIR). En consecuencia, este nuevo impulso en la lucha campesina del Sumapaz, se hace de importantes aliados en el plano organizativo, político y jurídico.

16El Partido Agrario Nacional, fue un partido político que surge en 1930 bajo el liderazgo de Erasmo Valencia, el cual llegó a tener gran acogida en poblaciones campesinas como la de Sumapaz, en donde dirigió las luchas agrarias en contra del modelo de hacienda y denunciando la ilegalidad de los títulos de propiedad de las grandes haciendas. 33

Figura 3: Foto de un afiche electoral de Erasmo Valencia para su campaña en 1935 en el archivo de

SINTRAPAZ. Año 2018.

Consecuentemente, en 1930 se crea la Colonia Agrícola de Sumapaz o Movimiento

Agrario de Sumapaz, contando con Erasmo valencia17 como su líder y la participación de líderes campesinos de la región como Juan de la Cruz Varela18. Por su parte, esta organización tiene

17Erasmo Valencia, fue un periodista y abogado nacido en el departamento de Caldas en el municipio de Santa Rosa de Cabal. Elsy Marulanda, expone sus logros organizativos y políticos de la siguiente manera: “Valencia fue un abogado de izquierda que participó en la organización de los sindicatos obreros en Bogotá durante los años veinte. Entre 1921 – 1922 fue director de “La Casa del Pueblo” de Bogotá, organismo que centralizó las actividades sindicales y culturales de los obreros y artesanos de la ciudad. Fue secretario de la “Junta Socialista de Organización y Propaganda de Bogotá” y presidente del “Centro Comunista de Bogotá”, en el año de 1928” (Marulanda, 1991, p. 126-127)

18Juan de la Cruz Varela, fue un destacado líder agrario por su papel político, organizativo y militar en las luchas agrarias de la región de Sumapaz, las cuales se remontan a la Colonia Agrícola de Sumapaz, igualmente, es relevante su liderazgo en el movimiento gaitanista de la UNIR en esta región, la formación de los grupos de autodefensa campesina durante la Violencia bipartidista y en la dictadura de Rojas Pinilla, además, también fue dirigente del Partido Comunista Colombiano en esta región desde 1950 hasta la década de los 80, así mismo, tiene un papel protagónico en la formación de las estructuras organizativas campesinas en la región, siendo el arquitecto de la resistencia no violenta durante el Frente Nacional. En la actualidad, se pueden rastrear varios 34 como antecedente las primeras juntas de colonos que desde 1910 se venían organizando en la región, por lo tanto, se convierte en el centro organizativo de las luchas por la tierra, además, cumplió un papel organizativo importante para el ejercicio electoral de la “Lista Liberal

Agraria”19. En este sentido, Varela (2006) caracteriza la Colonia Agrícola de Sumapaz de la siguiente forma:

la Colonia Agrícola de Sumapaz, fundada por Erasmo Valencia, Juan de la Cruz

Varela y otros dirigentes campesinos de la región hacia 1930, fue la más importante de las

organizaciones de ocupantes y dio expresión a las aspiraciones de los colonos en una

escala que entonces carecía de precedentes (Varela, 2006, p. 3)

Por otro lado, no se puede olvidar que el auge de la movilización campesina en estas décadas, no fue algo que solamente se presentó en la región de Sumapaz, sino que por el contrario es un periodo en que surgen las ligas campesinas20 y demás formas de organización desde donde se desprendieron las luchas campesinas. Estos procesos de organización campesina, son abordados en detalle por Fals Borda en su texto “Historia de la Cuestión Agraria”.

(...) surgieron otra vez conflictos serios entre campesinos y propietarios. Tuvieron

como escenarios principales los enclaves imperialistas norteamericanos de la Zona

Bananera de Santa Marta, los latifundios de Roldanillo y Buga (Valle), y las haciendas

trabajos sobre la vida de Juan de la Cruz y su praxis política, entre los que se pueden destacar el trabajo de Rocio Londoño “Juan de la Cruz, sociedad y política en la región de Sumapaz 1902-1984” de 2012, así como el trabajo de su hija Laura Varela y Deyanira Duque “Juan de la Cruz Varela: entre la historia y la memoria” de 2010.

19La “Lista Liberal Agraria”, fue un ejercicio electoral que le permitió al PAN trascender a la representación política en las corporaciones públicas, lo que se evidencia con la elección de Erasmo Valencia como diputado a la Asamblea de Cundinamarca en 1935.

20Las Ligas Campesinas, fueron organizaciones agrarias “que se extendieron por muchas zonas con el estímulo de lo que entonces se llamó “sovietismo” (a imitación de los consejos populares rusos), del naciente Partido Comunista Colombiano, y del partido de Jorge Eliecer Gaitán (UNIR).” (Fals Borda, 1975, p. 117) 35

cafeteras de las provincias de Tequendama y Sumapaz (Cundinamarca y Tolima). (Fals

Borda, 1975, p. 117)

En el siguiente mapa, se pueden ver los territorios que Fals Borda destaca en este periodo de auge en la movilización campesina, encontrando que uno de los territorios señalados corresponde a la región de Sumapaz.

Figura 4: Mapa de luchas campesinas. Tomado de (Fals Borda, 1975, p. 122) La acción política de los campesinos del Sumapaz, se consolida desde la organización campesina liderada por el Partido Agrario Nacional dirigido por Erasmo Valencia, así como del apoyo que viene desde Gaitán con la UNIR. El papel de estos partidos políticos, es analizado por

Marulanda (1991) y González (1996). 36

Por un lado, este apoyo se reflejó por parte del PAN en una ardua difusión de los títulos de propiedad cuestionables de las haciendas mediante su órgano de difusión “Claridad”, así mismo, se le atribuye a esta organización política el apoyo decidido de Erasmo Valencia como su líder en la formación y dirección de las nacientes organizaciones campesinas de la región de Sumapaz.

Por su parte, la UNIR apoyó e impulsó las luchas por la tierra y se prestó como una plataforma electoral desde la que se consiguieron mayorías en los Concejos Municipales de municipios como Fusagasugá e Icononzo. En este sentido, tanto el PAN como la UNIR, contribuyeron con una orientación legal en los conflictos legales sobre territorios baldíos apropiados arbitrariamente por las haciendas, en detrimento de las parcelas de los colonos. En palabras de Elsy Marulanda:

(...) la legislación existente sobre colonización y adjudicación de baldíos que

tendía en algunos casos a beneficiar, por lo menos en el texto a la pequeña y mediana

propiedad. Esa legislación era conocida de manera parcial por los campesinos. Fueron

estas nuevas organizaciones políticas las que aportaron los medios jurídicos para su

utilización a favor del campesinado. (Marulanda, 1991, p. 131)

En síntesis, la acción política se caracterizó por la creación de organizaciones, la batalla legal o jurídica y las acciones de hecho como la invasión de tierras o el desconocimiento de los arrendatarios a la autoridad de los dueños de las haciendas, con el objetivo de transformar el imperante modelo de hacienda. Para González (1996), el accionar de los campesinos da un claro ejemplo de la importancia de combinar la acción de hecho con la jurídica.

En contraste, es opuesto a este ejercicio transformador la acción de los hacendados que quieren preservar las relaciones de producción y de propiedad del modelo de hacienda, con 37 acciones como la cooptación de los poderes locales; la violencia ejercida por grupos de seguridad privada al servicio de los terratenientes contra los colonos y arrendatarios; estigmatización contra las emergentes organizaciones campesinas; así también, la creación de organizaciones de terratenientes como la Liga de Defensa, el Sindicato de Propietarios y

Empresarios Agrícolas, y la Sociedad de Agricultores de Colombia.

3. Organización y resistencia a la Violencia

El periodo conocido como “La violencia”, el cual se refiere a los conflictos bipartidistas entre liberales y conservadores a mediados del siglo XX, se recrudece con la muerte del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, impactando también en la comunidad sumapaceña. En esta línea, la arremetida oficial contra la población civil en los gobiernos conservadores de Mariano Ospina, Laureano Gómez y en el corto periodo de Roberto Urdaneta, causan la resistencia armada de la comunidad en guerrillas liberales21 y autodefensas comunistas22, estos últimos ante la violenta persecución, llaman a la proclama de “autodefensa de masas contra la violencia reaccionaria”. Este proceso en Sumapaz, es descrito por Germán

Guzmán, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña en el texto “La violencia en Colombia” de la siguiente forma:

21En el marco de la violencia bipartidista, se organizan varias formaciones guerrilleras de filiación liberal que se enfrentaron a las fuerzas oficiales y paramilitares de los gobiernos conservadores, entre estas guerrillas, la más poderosa e influyente era la liderada por Guadalupe Salcedo en los llanos orientales.

22Desde la llegada de Mariano Ospina Pérez a la presidencia y sobre todo durante la dictadura de Rojas Pinilla, los comunistas son un blanco de la violencia estatal y paramilitar, en consecuencia, forman grupos de autodefensa campesina dirigidos por el Partido Comunista de Colombia. Estos grupos de autodefensa, tenían el objetivo de proteger a las familias y sus pertenencias, por lo que no tenían una orientación ofensiva y se constituyeron como grupos armados que se oponían violentamente al exterminio por parte de las fuerzas del Estado. Más información sobre estos actores en la región del Sumapaz, se puede encontrar en el texto “En busca del horizonte” de Gerardo González de 1996. 38

La presión de las fuerzas oficiales sobre Cabrera y Sumapaz, desplazan

contingentes de civiles en armas hacia los sectores de Icononzo y La Colonia, motivando

la acción de policía en las veredas de Villarrica. Los agentes se convierten de inmediato

en objeto de odio. (Guzmán, Fals Borda y Umaña, 2017, p. 75)

Ahora bien, uno de los antecedentes que ayudan a comprender como este conflicto bipartidista, fue la IX Conferencia Panamericana de 1948 en Bogotá, la cual se realizó paralelamente al estallido de violencia generalizada del “Bogotazo”, y que también se sumerge en las dinámicas propias de la “guerra fría”, en este sentido, se puede resaltar que la delegación colombiana se comprometió con el anticomunismo y una muestra de esto, fue la ruptura de las relaciones diplomáticas con la Unión Soviética el 11 de abril de 1948, mientras se realizaba dicha conferencia.

En el marco de este evento, también se dan otros acontecimientos que muestran este compromiso del gobierno colombiano con el anticomunismo impulsado por Estados Unido, por ejemplo, el intento del gobierno por achacarle la muerte de Gaitán al Partido Comunista de

Colombia23 (PCC) y con esto provocar su aniquilación por las masas enardecidas. Estos acontecimientos, que revelan la relación entre la conferencia y el anticomunismo, es analizado en detalle por Gilberto Vieira24 en su texto “DOS ENFOQUES MARXISTAS” de 1968, exponiendo que:

23El Partido Comunista de Colombia, desde 1991 Partido Comunista Colombiano, nace el 17 de julio de 1930 con el antecedente directo del Partido Socialista Revolucionario, y se constituye como el partido revolucionario más antiguo y de más impacto de la historia colombiana. En sus filas, han militado comunistas destacados como Gilberto Vieira, Pedro Antonio Marín, Manuel Cepeda, Jaime Pardo Leal, Ignacio Torres Giraldo, Luis Vidales, Mario Upegui, Teófilo Forero, entre muchos otros.

24Gilberto Vieira, fue un dirigente del Partido Comunista Colombiano oriundo de Medellín, el cual asume como Secretario General en 1947, cuando el sector revolucionario del partido triunfa en el “Congreso de la reconstrucción leninista” sobre la corriente reformista de Augusto Durán. Como Secretario General, dirige el 39

Para el general Marshall y su nutrido séquito de asesores fue entonces tarea

sencilla obtener que los delegados de los gobiernos de América Latina aprobaran una

“Declaración anticomunista”, que pedía “proscribir la acción política del comunismo

internacional, incompatible con la concepción de la libertad americana.

Igualmente, la 9a Conferencia Panamericana aprobó la creación de la OEA (…)

A los delegados de la 9a Conferencia Panamericana que abrigaban aún reservas

patrióticas o escrúpulos democráticos se les dijo en todos los tonos que era obligatorio

aprobar medidas contra el “comunismo internacional”, que según el general Marshall y

sus corifeos era el autor del asesinato de Gaitán, el organizador de los incendios y

saqueos, de todo lo que habían presenciado el 9 de abril. (Vieira, 1968, p. 76)

En este contexto, el terrorismo de Estado se extendió por el país con violencia del ejército y de sus apéndices paramilitares, realizando actos de gran impacto como la masacre de Pueblo

Nuevo en Villarrica, descrita así en el texto “Colombia país de regiones”: “la masacre de Pueblo

Nuevo, donde fueron asesinados más de 90 campesinos y colonos del área rural de Villarrica y

Cunday. Los pobladores rurales se refugiaron en las ciudades de Bogotá, Fusagasugá y Girardot”

(Guerrero, 1998, p. 183).

De esta forma, en 1952 la violencia se intensifica en un proceso donde el gobierno conservador hace uso de estructuras paramilitares25, para sofocar los focos de resistencia que se

partido durante la violencia, la dictadura de Rojas, el conflicto armado, así como en los diálogos de paz de 1984 y durante la formación de la Unión Patriótica.

25El paramilitarismo se refiere a las estructuras armadas que, con el apoyo del Estado, sus agentes o de algunas élites, realizan actos de violencia contra la población civil o grupos sublevados de esta, en favor de intereses políticos o económicos de quienes los financian. Para el caso colombiano, el paramilitarismo ha tenido varias etapas en su evolución y se remonta a los años 40 del siglo XX. Es destacable la exposición y análisis de este actor por Gustavo Duncan en el texto “Los señores de la guerra” de 2006. 40 extendían por el país. La policía chulavita26 creada en Boyacá y los pájaros27 en el Cauca, sirvieron junto con las fuerzas armadas al fomento del terror “Los gobiernos conservadores de

Mariano Ospina primero, y de Laureano Gómez después, instauran el estado de sitio, y desatan una guerra contra los liberales y los comunistas, contando la policía “Chulavita” (Bello,1980, p.

58)

Esta situación, también se acentuó en el Sumapaz por la resistencia armada que oponían los campesinos que continuaban enfrentados a los terratenientes. De esta forma, la masacre de

Pueblo Nuevo, fue solo uno de los ejemplos de una práctica generalizada de violencia. El sociólogo Javier Guerrero, expone la situación de violencia que se vivió en esta época, en el texto

“Colombia país de regiones” de 1998 en el capítulo 8 “El lenguaje de la política”, mostrando lo siguiente:

En 1952 se generaliza la quema de pueblos que apoyan a los guerrilleros. Son

incendiados los caseríos de Páez en Boyacá y Yacopí en Cundinamarca y fusilados 140

campesinos en Villarrica y el Sumapaz tolimense. Señaladores y pájaros anteceden la

llegada de los chulavitas que adoptan, cada vez con mayor frecuencia, la política de tierra

arrasada. (Guerrero, 1998, p, 183)

26La policía chulavita, fue un grupo paramilitar creado, financiado y apoyado por los gobiernos conservadores de mediados de siglo, así como por la dictadura de Rojas Pinilla. Su surgimiento se da en el municipio de Boavita en la vereda chulavita de donde viene su nombre. Este grupo armado, fue responsable de varios hechos victimizantes contra población liberal y comunista.

27Los pájaros, fueron un grupo paramilitar creado, financiado y apoyado por los gobiernos conservadores de mediados de siglo, así como por la dictadura de Rojas Pinilla. Su surgimiento se da en el norte del valle y contó con figuras tan destacadas por su sevicia y violencia como León María Lozano, el cual llegó a ser amigo personal de Rojas Pinilla. Este grupo armado, fue responsable de varios hechos victimizantes contra población liberal y comunista. Más información sobre este grupo y sobre la policía chulavita, se puede encontrar en el texto “Los señores de la guerra” de Gustavo Duncan de 2006, así como en el texto “EL JEFE SUPREMO: Rojas Pinilla en la Violencia y en el poder” de Galvis y Donadio de 2002. 41

Además, este es un periodo de gran “invención” en el ámbito de la tortura y la muerte, constituyendo una tanatomanía ampliamente extendida no solo en la región del Sumapaz, sino en gran parte del territorio nacional. Por ejemplo, son famosos los tipos de corte que en la violencia se practicaron de manera habitual, entre los que se puede citar “picar para tamal”, el “corte franela”, el “corte corbata”, el “corte de mica”, el “corte francés” y el “corte de oreja”. Estas formas de violencia, son ampliamente descritas en el libro “La violencia en Colombia” de 1962, en donde señalan que:

Emasculan, profanan cadáveres, queman vivos a gentes previamente rociados con

gasolina, como en la Aurora (Cunday). Los órganos cercenados los colocan en la boca de

la víctima; las mujeres son violentadas y asesinadas y cuando se piensa que la cruenta

orgía sexual ha alcanzado el límite, irrumpe la tanatomanía que hace el crimen

colombiano un caso aparte, insular, casi único en la historia del delito. (Guzmán, Fals

Borda y Umaña, 2017, p. 247)

Del mismo modo, también se presentan varios casos de piromanía, sobre todo en

Villarrica y Cunday donde quemaron poblados y gente viva. Por otro lado, se desarrollaron de manera muy habitual los llamados “despeñamientos”, que consistían en arrojar gente viva o muerta desde grandes alturas. Los casos más representativos de despeñamiento en la región del

Sumapaz, fueron los del cerro “Los Peligros” en Cunday y el “Puente Natural” de Icononzo. 42

Figura 5: Foto del abismo en el Puente Natural de Icononzo. Año 2019 Por su lado, la zona templada del Sumapaz, se convierte en uno de los blancos de violencia en el gobierno conservador de Laureano Gómez-Roberto Urdaneta28, en este sentido, se puede destacar la gran invasión militar de 1952, así como la resistencia de las autodefensas lideradas por Juan de la Cruz Varela en la zona de Icononzo y posteriormente en Villarrica, teniendo como consecuencia, el desplazamiento de miles de personas al alto Sumapaz, lugar donde se replegaron las fuerzas lideradas por Varela. Estos acontecimientos, son descritos por

Gonzalo Sánchez en el artículo “Tierra y violencia: el desarrollo desigual de las regiones” de

1989 de la siguiente forma:

(...) durante los años cincuenta, en la primera guerra del Sumapaz, se hablaba, por

un lado, de las gentes del gobierno, y por el otro, de los "agrarios" de Varela. Juan de la

Cruz Varela había organizado la resistencia tomando como refugio la vereda El Palmar,

del municipio de Icononzo, de donde se vio forzado a emigrar tras una brutal y arrasadora

28En el año de 1950, se posesiona como presidente el conservador Laureano Gómez, el cual fue conocido por sus posiciones radicales en torno al racismo, el apoyo al falangismo español y al nacional socialismo en Alemania, su periodo fue de apenas un año a causa de una enfermedad que lo lleva a dejar el poder en manos de Roberto Urdaneta, quien tampoco termina el mandato por el golpe militar de Rojas Pinilla. 43

invasión militar en 1952 que dio origen a lo que se denominó la "gran marcha del oriente

del Tolima" hacia el Alto Sumapaz. (Sánchez, 1989, p. 22)

En contraste, la acción de resistencia comunitaria en este periodo de exacerbación de la violencia, es la de iniciar núcleos de autodefensa que permitan resguardar sus vidas, pero también defender los logros alcanzados en su lucha contra el modelo de hacienda. Como ya se expuso, estos grupos de autodefensa se crean bajo la dirección de liberales y comunistas (“limpios” y

“comunes”).

Por su lado, los terratenientes se fortalece en este periodo, encontrando un empuje legal en el último gobierno de Alfonso López Pumarejo con la Ley 100 de 194429, norma que se promulga ante la insistencia y presión que los terratenientes ejercían a causa de su descontento con la Ley

200 de 1936, lo que muestra que los terratenientes se consolidan en este periodo como un eficaz grupo de presión, que encuentra en los siguientes gobiernos conservadores, más impulso para continuar con la “contra reforma agraria”. En este sentido, también hace parte de su accionar, todo el ejercicio de violencia que desatan los gobiernos conservadores en la región del Sumapaz con la fuerza pública y fuerzas paramilitares, que se dieron la tarea de exterminar comunistas y gaitanistas.

29La ley 100 de 1944, se constituye como la herramienta legal desde la que los hacendados emprenden una ola de violencia y lanzamientos en contra de los colonos y los arrendatarios. Esta norma, justificaba las acciones de los hacendados con disposiciones como la siguiente:

“ARTICULO 6° El arrendador o dueños de tierras podrá dar por terminado el contrato y pedirá el lanzamiento del cultivador, aparcero, agregado, arrendatario, cosechero, etc., cuando este o cualquiera otra persona autorizada o tolerada por él, establezca en el predio cultivos de tardío rendimiento o mejoras de carácter permanente, no estipulados en el contrato o inicie mejoras o cultivos expresamente prohibidos en el mismo, o adelante los permitidos en zonas o por sistemas que haya sido exceptuados, sin que tenga que abonarle su valor, salvo el derecho del cultivador a los materiales según las reglas del código civil” (Ley 100, 1944) 44

4. Organización y resistencia campesina a la política de exterminio del comunismo en la

dictadura de Rojas Pinilla

Con la dictadura de en 1953, comienza un periodo de

“pacificación” en el cual se consigue desmovilizar gran parte de las guerrillas liberales, pero con la mala fortuna para estos, que varios líderes luego de desmovilizados fueron asesinados, este fue el caso del histórico líder guerrillero Guadalupe Salcedo30, así mismo, se incumplieron las promesas del gobierno que promovían el desarme. En el texto de Galvis y Donadio “EL JEFE

SUPREMO: Rojas Pinilla en la Violencia y en el poder” de 2002, hay un amplio análisis sobre el proceso de desmovilización de las guerrillas liberales en el gobierno de Rojas Pinilla.

Por su parte, los comunistas lejos de confiar en las ofertas del dictador, mantienen posiciones y bajo sus estructuras de autodefensa armada, se refugian junto con algunos liberales en el comando central conocido como la Hacienda el Davis, pero también en el Sumapaz mantienen la resistencia de las estructuras de autodefensa que eran compuestas y apoyadas por campesinos de la región. Al respecto, el sociólogo y periodista Alfredo Molano en el texto “A lomo de mula”, se refiere al Davis como:

El Davis fue una hacienda ganadera en la hoya del río Cambrín, sobre el lomo de

la cordillera Central, en el sur del Tolima, donde los Loaiza crearon un comando

guerrillero. Con la llegada de las columnas de marcha que venían de Coyaima, Irco,

Chaparral, y de cientos de familias sueltas, el movimiento llegó a ser un pueblo de más de

2000 habitantes. (Molano, 2016, p. 23)

30Guadalupe Salcedo Unda nació en el municipio de Tame del departamento de Arauca, fue un importante comandante guerrillero de los llanos orientales colombianos durante la violencia bipartidista, en donde por su astucia militar consiguió varias victorias sobre las fuerzas oficiales y paramilitares, posteriormente, con la llegada de Rojas Pinilla y su proceso de desmovilización de las guerrillas, Guadalupe Salcedo depone armas y cuatro años después en 1957, es asesinado en Bogotá por la Policía Nacional. 45

Por otra parte, fue característico del periodo de Rojas Pinilla su agresiva política anticomunista, bajo el antifaz de “Justicia, paz y libertad para todos” que no solo significó el fin de las grandes guerrillas liberales, sino el recrudecimiento de la persecución política y la presión militar en las zonas de influencia del PCC. En consecuencia, el ataque a la Hacienda el Davis y el cruento ataque a los campesinos organizados en Villarrica, Cunday y el alto Sumapaz, son claros ejemplos de una política de exterminio.

Igualmente, es revelador el texto “Bandoleros, gamonales y campesinos” de Sánchez y

Meertens, donde hay un importante análisis sobre el defectuoso proceso de pacificación de Rojas

Pinilla y sus implicaciones, así como las nuevas violencias que se desarrollan en la dictadura. Al respecto, señalan lo siguiente:

Pronto se pasaría del incumplimiento a una nueva ola de violencia oficial, que se

acentuó particularmente durante los años 1955-1956, y que tuvo sus más dramáticos

desarrollos en la zona del Sumapaz y sobre todo en Villarrica, en donde la acción

destructora y mortífera de la aviación militar, el bombardeo y ametrallamiento incesante,

el incendio y arrasamiento de sementeras y viviendas, obligaron a la población campesina,

después de una heroica resistencia, a emprender un éxodo masivo y organizado. (Sánchez

y Meertens, 1984, p. 83)

Además, la persecución política se legaliza a partir de una constituyente “que le sirvió a la dictadura para implementar medidas antipopulares y antidemocráticas, para legislar y promulgar leyes económicas y políticas” (González, 1996, p. 132) una de estas medidas de carácter antidemocrático fue la ilegalización del PCC, mediante el siguiente acto legislativo: 46

“ARTÍCULO 1o. Queda prohibida la actividad política del comunismo internacional. La ley reglamentará la manera de hacer efectiva esta prohibición” (Acto legislativo N° 6, 1954)

En este sentido, se reglamenta dos años después el Acto legislativo N°6 con el Decreto

434 de 1956, el cual inicia señalando sobre el comunismo: “Que dicha actividad atenta contra la tradición y las instituciones cristianas y democráticas de la República, y perturba la tranquilidad y el sosiego públicos” (Decreto 434, 1956), bajo esta premisa continúa el componente penal para quienes sean condenados del delito de comunismo y se plantea de la siguiente forma:

Quien tome parte en actividades políticas de índole comunista, incurrirá en

presidio de uno a cinco años o en relegación a Colonia Agrícola Penal por igual término;

en interdicción del ejercicio de derechos y funciones públicas por diez años; en

incapacidad para actuar como dirigente sindical por el mismo tiempo, y quedará impedido

absolutamente para pertenecer en el futuro a las Fuerzas Armadas. Si se tratare de un

miembro de ellas, la sanción se aumentará al doble y se impondrá, además, la degradación

pública. (Decreto 434, 1956)

Al respecto, la reclusión en “Colonia Agrícola Penal”, en realidad se trató de campos de concentración como se detallará más adelante. Por último, el decreto hace un catálogo de todas las acciones que pueden ser consideradas como actividades del comunismo internacional, en general, se puede notar que la Constituyente de 1953, el Acto legislativo N°6 de 1954 y el

Decreto 434 de 1956, son los componentes normativos desde los que se desprende la política anticomunista de la dictadura.

En este contexto, el reconocido líder guerrillero Juan de la Cruz Varela que había ingresado al PCC en 1950, lideró en el Sumapaz la resistencia armada contra la violencia estatal 47 durante el asalto de Villarrica que realiza el dictador en 1955, pero también la lidera en la posterior incursión militar dirigida al alto Sumapaz.

Por otro lado, en este periodo también surgen nuevas organizaciones campesinas, las cuales afianzan su victoria contra el modelo de hacienda, buscan una salida negociada a la violencia y generan mecanismos de defensa armada contra las brutales formas de represión de la dictadura en la región de Sumapaz. En este sentido, se puede citar el Frente Democrático de

Liberación Nacional (FDLN) como organización heredera de las luchas por la tierra formada en

1953, la cual es estudiada por Valera y Duque en “Juan de la Cruz Varela: entre la historia y la memoria” de 2010, así como en “En busca del horizonte” de Gerardo González de 1996, en donde expone sobre el FDLN que:

La consigna dentro de la organización de masas era establecer los grupos de

autodefensa, consistente en una organización popular para cuidarse de ladrones, cuatreros

y por la conservación de la paz; estos grupos tenían su radio de acción en su vereda, con

un reglamento interno y eran coordinados por una comisión elegida democráticamente en

asamblea general de afiliados. (González, 1996, p. 129)

Así mismo, otra de las organizaciones que se crean en la región, es el Comité Pro-Paz de

Pasca en 1954, con el objetivo de promover la paz en la región ante la creciente violencia oficial, esta organización local, será una de las fuentes para el futuro Movimiento Pro-Paz que acoge a todo el Sumapaz y el oriente del Tolima. Al respecto, son de nuevo Varela y Duque 2010, así como Gerardo González 1996 los que analizan este proceso organizativo. 48

Figura 6: Foto del busto de Juan de la Cruz Varela en el municipio de Cabrera. Año 2017 En síntesis, la caracterización de la violencia en el periodo de dictadura, tiene elementos heredados de la violencia bipartidista como lo son los crímenes sexuales, las torturas y la piromanía, pero también, fue un momento de innovación para la violencia estatal, sobre todo en el oriente del departamento del Tolima y sur de Cundinamarca, donde una política de exterminio

“dio inicio a uno de los más dolorosos capítulos de nuestra historia del siglo XX, conocido como

“la guerra de Villarrica” (Beltrán, 2015, p. 3)

La guerra de Villarrica, fue uno de los escenarios más cruentos de la violencia estatal en la región de Sumapaz y en la historia nacional, el cual fue estudiado por el profesor de la

Universidad Nacional Miguel Ángel Beltrán, en el escrito “Sesenta años de la Guerra de

Villarrica: un capítulo del terrorismo estatal que “olvidó” el informe “Basta Ya” de 2015, así 49 mismo, se destaca en este campo el trabajo de Galvis y Donadio “EL JEFE SUPREMO: Rojas

Pinilla en la Violencia y en el poder” de 2002.

En este sentido, la innovación en los métodos de ejercer violencia, se desarrolla en la zona de guerra que decreta el dictador en 1954, la cual incluye los municipios de Venecia, Icononzo,

Cabrera, Cunday y Villarrica, lugares en donde se desarrolló la mencionada guerra de Villarrica, en consecuencia, esta región fue el centro de la violencia estatal durante la época de la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla.

De esta forma, la mencionada innovación, se refleja en el uso de bombas napalm31 por parte de la dictadura de Rojas en la guerra de Villarrica, arma que ve atractiva esta por su uso y efecto en la segunda guerra mundial y en la guerra de Vietnam, por consiguiente, la dictadura hace un encargo de estas armas a Estados Unidos, pero este es denegado ante el peligro mediático que esto podría provocar en el país del norte. Finalmente, se procede a comprar los materiales en

Europa y a ensamblarlas en Colombia.

Al respecto, los efectos de esta arma son devastadores, pues significó la destrucción de poblaciones enteras como la de Villarrica, llamando la atención que la información referente a estos bombardeos, es sumamente escasa por la censura de la dictadura que se tradujo en la prohibición de publicar sobre lo acontecido y de acceder a la zona de operaciones. Por esta razón, lo que se sabe sobre este acontecimiento, es por informes de la embajada de Estados Unidos y por los relatos de los sobrevivientes, información que es recogida por Galvis y Donadio (2002), señalando que:

31La bomba de napalm, es un tipo de bomba que en su interior lleva una sustancia gelatinosa muy inflamable y de lenta combustión, compuesta de gasolina, poliestireno y benceno. Esta arma, ha sido utilizada por Estados Unidos en la segunda guerra mundial para incinerar la ciudad de Tokio y sobre todo en la guerra de Vietnam en donde su uso dejó graves secuelas en la población civil. 50

(...) entre el 7 y el 10 de junio de 1955, Villarrica había sido destruida por el

bombardeo aéreo y por el incendio causado por las bombas napalm. El jefe de la Misión

Aérea Norteamericana, obtuvo información de que la Fuerza Aérea Colombiana había

llevado a cabo las misiones de bombardeo sobre el área. (Galvis y Donadio, 2002, p. 423)

Paralelamente, se construyen 3 campos de concentración, el de Casa Blanca en

Cundinamarca, otro cerca de la laguna de los Tunjos en el páramo de Sumapaz y el más conocido en Cunday en oriente del Tolima. Estos campos de concentración, tenían el objetivo de recluir a todos los que eran acusados del delito de ser comunistas. En este contexto, es recluido y torturado el líder agrario Isauro Yosa en campo de Cunday, sobre esta situación, Gerardo González expone lo siguiente:

El Campo de Concentración de Cunday era el más conocido, allí se detuvo a

mucha gente, desde Isauro Yosa, detenido en Villarrica, hasta el conservador Cornelio

Muños de Pasca; campo de concentración al estilo fascista, era un potrero cercado por

alambre de púas donde los detenidos tenían que soportar el sol canicular, se les

suministraba una pésima comida, más los golpes e insultos que provenían de los soldados,

el campo de concentración de Casa Blanca, situado en una zona sumamente fría, era más

pequeño; pasó casi inadvertido para la opinión pública, pues fue disfrazado de un

campamento militar; allí llevaban a detenidos de tierra caliente, casi desnudos, los que a

las 5 de la mañana eran lavados en una quebrada que pasaba cerca; no pocos detenidos

murieron por el trato inhumano que recibieron. (González, 1996, p. 133)

Por su parte, al respecto de los campos de los campos de concentración, Laura Varela y

Duque señalan lo siguiente: 51

El campo de concentración de Cunday era un lugar cercado por alambres electrificados donde los prisioneros tenían que estar todo el día a la intemperie. Los alimentaban con cascaras de plátano, yuca y otros desperdicios. Los castigos más frecuentes a que eran sometidos consistían en amarrarlos a postes o colgarlos durante horas hasta que perdieran el conocimiento, sumergirlos de cabeza en albercas llenas de agua revuelta con excrementos humanos, ponerlos a caminar de rodillas hasta que sangraban o hacerlos correr en fila mientras los soldados los golpeaban con garrotes.

Algunos prisioneros fueron castrados y otros sacados de noche para ser asesinados. Sus cuerpos eran hallados días después en los desfiladeros o en el cauce de los ríos. (Valera y

Duque, 2010, p. 81)

Figura 7: Campo de concentración construido por Rojas en el páramo de Sumapaz. Año 2020 52

En contraste, la respuesta ante estas múltiples violencias, fue la reorganización de la autodefensa de masas orientada por el FDLN, respuesta popular que tuvo importantes victorias militares contra las fuerzas de la dictadura mediante sus tácticas militares y la invención de armas como los “catalicones”, que eran tubos metálicos que accionados con pólvora, disparaban varios trozos de materiales contundentes, sobre esta arma y la inventiva popular, Gerardo González comenta que: “La efectividad de esta arma era tal, que los mandos militares y la prensa nacional, especularon que los guerrilleros tenían armas rusas y que dentro de la guerrilla había instructores militares rusos” (González, 1996, p. 137)

En este orden de ideas, la situación de violencia y persecución, continuó hasta el inicio de

1957, pues el descrédito y la presión ejercida a la dictadura de Rojas por acontecimientos tan lamentables como la masacre de estudiantes en Bogotá32, así como una crisis económica creciente, la presión de la iglesia católica y la de los partidos tradicionales, obligan al dictador a salir del país y dejar a cargo una Junta Militar de transición. Este cambio de gobierno, significó una tensa calma en todo el país, pues la Junta Militar suspende los ataques a las poblaciones de toda la región del Sumapaz y busca una salida negociada a los años de confrontación.

En este sentido, se realizan unos diálogos de paz entre las fuerzas dirigidas por Juan de la

Cruz Varela y los delegados de la Junta Militar, las conversaciones se realizaron en el municipio

32El día 8 de junio de 1954, los estudiantes realizaron una marcha para homenajear a Gonzalo Bravo Pérez en el cementerio central, el cual fue asesinado por las autoridades en 1929 cuando se manifestaba en contra de la oprobiosa represión a los obreros de la United Fruit Company en 1928. En el marco de la movilización de 1954, se presentaron disturbios cuando la Policía Militar entró a la Universidad Nacional de Colombia y asesinó de un disparo al estudiante de medicina Uriel Gutiérrez, lo que generó gran descontento entre los estudiantes que al día siguiente se movilizaron en rechazo al asesinato del estudiante, pero encontraron una respuesta repudiable por parte de las tropas del Batallón Colombia que habían llegado de apoyar a los Estados Unidos en la guerra de Corea, disparando indiscriminadamente contra los estudiantes que se movilizaban por la carrera séptima, masacrando por lo menos a 12 estudiantes y dejando decenas de heridos. 53 de Pasca, teniendo como principales acuerdos el retiro del ejército de la región, el desmonte de las guerrillas, obras de infraestructura y libertad de organización.

Es preciso tener en cuenta, que estos son no son los primeros diálogos entre las fuerzas de

Juan de la Cruz Varela y el gobierno, pues en 1953 se habían hecho unos acuerdos de paz que incluyeron un evento de dejación de armas en Cabrera, estos primeros acuerdos, fueron infructuosos porque poco tiempo después Rojas Pinilla arremetería militarmente contra la región y el movimiento agrario reorganizó sus estructuras de autodefensa de masas.

En conclusión, la acción política de la comunidad sumapaceña durante el periodo de dictadura, se caracterizó por la creación de organizaciones políticas, una mayor incidencia del

PCC y la reorganización de un movimiento armado que opusiera la violencia de masas contra la violencia de la dictadura. Por su lado, la dictadura se caracterizó por el emprendimiento de una guerra de exterminio contra el “enemigo comunista” en la región del Sumapaz y el oriente del

Tolima, en términos de Gonzalo Sánchez: “la guerra y la política no podían pensarse simplemente en términos de victoria sobre el enemigo sino de eliminación física del mismo” (Sánchez, 1990, p. 17)

Por otro lado, meses ante de asumir la Junta Militar, se reúnen en España los líderes

Laureano Gómez del Partido Conservador y Alberto Lleras Camargo del Partido Liberal, llegando a unos acuerdos políticos conocidos como los pactos de Benidorm y un año después cuando ya Rojas había abandonado el país, el pacto de Sitges, los cuales, acuerdan un plebiscito de reforma constitucional y las bases para la instauración del Frente Nacional.

En este contexto, nace en 1957 el Sindicato de Trabajadores Agrícolas de el

Corregimiento de Nazareth (futuro SINTRAPAZ), concibiendo dos elementos determinantes en 54 la consecución de la organización sindical; Por un lado, la lucha por la tierra y los conflictos jurídicos, políticos y armados que se desencadenaron. Y, por el otro, la disputa por la vida digna en el territorio, como lo evidencia Cárdenas (2008):

La Organización Sindical desde su misma creación ha estado integrada por

pequeños y medianos propietarios, motivo por el cual las funciones concretas del

Sindicato se han concentrado en dos ejes fundamentales. En primer lugar, se busca un

nivel de vida digno en la población campesina, para ello los socios y directivos de la

Organización exigen del Estado colombiano la protección y satisfacción de necesidades

latentes del sector campesino (vías de comunicación, educación, salud, administración,

protección de recursos naturales, entre otros). En segundo lugar, se buscan solucionar

problemas o conflictos internos, así como de la comunidad en general, demarcando no

solamente pautas de comportamiento y control social, sino resarcimiento de intereses y la

búsqueda de un justo común. (Cárdenas, 2008, p. 88)

Lo anterior, es importante señalarlo puesto que el papel que empieza a cumplir

SINTRAPAZ como organización constituida, se enviste de total legitimidad por parte de la comunidad. Al punto de lograr reemplazar muchas facultades que otrora pertenecían a las instituciones del Estado, o por lo menos, en cuanto a la administración de justicia.

5. Auge organizativo, la “resistencia cívica” de Juan de la Cruz Varela y los retos sectarios

del Frente Nacional

Con el triunfo del plebiscito de 1957, se constituye el Frente Nacional como pacto político de las élites partidistas que dispone una repartición de la burocracia del Estado colombiano, así como la alternancia de la presidencia por los dos partidos durante 16 años. En consecuencia, el 55

Frente Nacional existió entre 1958 - 1974 y significó la exclusión de las fuerzas políticas que no fueran conservadoras o liberales.

No obstante, a pesar de la exclusión, es con el Frente Nacional donde se levanta la ilegalidad al PCC, pues se derogan todas las normas producidas en la era de la dictadura, incluida la prohibición del comunismo en Colombia. El problema, es que a pesar de ser legales las fuerzas disidentes, no podían participar en elecciones y solo se presentó esta posibilidad para el

Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) y la Alianza Nacional Popular (ANAPO), los cuales, si bien no llegaron a la presidencia, ganaron escaños en el Congreso de la República33.

En estas condiciones, las fuerzas alternativas en el Sumapaz se ven obligadas a postular sus cuadros a los Concejos Municipales, Asamblea Departamental y Congreso de la República primero desde el Partido Liberal y después desde el MRL. Por esta razón, Juan de la Cruz Varela fue elegido como diputado en la Asamblea Departamental de Cundinamarca por el MRL y otros cuadros del movimiento agrario quedaron electos en los Concejos Municipales de la región en las elecciones de 1958. Así mismo, Juan de la Cruz Varela consiguió por medio del MRL ser electo a la Cámara de Representantes en las elecciones de 1960. Al respecto, esta brega electoral es ampliamente descrita por Varela y Duque (2010), en donde señalan sobre la elección de Juan de la Cruz Varela que:

Los resultados en las elecciones mostraron que, aunque desmovilizadas, las masas

campesinas de Sumapaz y Oriente del Tolima seguían confiando en el líder agrario. Los

33En el caso del MRL, se destaca que para las elecciones legislativas de 1960 consiguen 18 curules en la Cámara de Representantes, así mismo, su candidato presidencial Alfonso López Michelsen consigue el 23.8% de los votos en las elecciones de 1962. Por otro lado, la ANAPO tuvo un débil respaldo a su candidato Gustavo Rojas Pinilla en las elecciones de 1962, pero en las elecciones legislativas de 1970 consiguen sus mejores resultados electorales con elección de 38 senadores y 71 representantes. 56

políticos locales partidarios del Frente Nacional entendieron que esta adhesión a Varela y

al movimiento agrario reducía notoriamente su electorado. (Valera y Duque, 2010, p. 91)

Así mismo, Varela y Duque (2010) señalan que las victorias electorales que acontecen, preocupan a las élites liberales de la región y comienza un periodo de asesinatos selectivos a los dirigentes comunistas, con el fin de hacer una depuración de los sectores “sucios”, situación que se alargó por 10 años. En consecuencia, se constituye el Comité Pro-Paz, Protección, Defensa y

Rehabilitación Campesinos del Oriente del Tolima y Provincia del Sumapaz que venía desarrollándose desde la era de la dictadura con ejercicios más locales.

El Pro-Paz, propende por la preservación de la paz, la convivencia y el mejoramiento de las condiciones de vida comunitaria, así como la constante presión que el movimiento agrario hizo para que se cumplieran los acuerdos suscritos en 1957, pues de estos lo único que se cumplió fue un momentáneo retiro del ejército de la región y la desarticulación de las guerrillas, faltando todos los compromisos en términos de infraestructura.

Durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo, como primer presidente del Frente

Nacional, suceden varios asesinatos de líderes del movimiento agrario comunista como fue el caso de Jacobo Prías Álape34 (El Charro Negro), estos asesinatos son realizados por fuerzas paramilitares compuestas de antiguos guerrilleros liberales, apoyados por las élites regionales y la fuerza pública.

Los asesinatos selectivos, fueron sucedidos por una nueva política de exterminio en cabeza del presidente Guillermo León Valencia del Partido Conservador, panorama se configura

34Jacobo Prías Álape, fue uno de los líderes más destacados del movimiento agrario vinculado al PCC, su asesinato se da en el año de 1960 en Gaitania del departamento de Tolima, lugar donde organizó la resistencia campesina en tiempos de la violencia y de dictadura. La muerte de este cuadro comunista, significó el resurgimiento de las autodefensas campesinas en el sur del Tolima. 57 en parte por la presión legislativa que ejercieron líderes conservadores como Álvaro Gómez

Hurtado que denuncian la supuesta existencia de unas “repúblicas independientes” que era necesario neutralizar, pero también de las disposiciones de Estados Unidos que en plena guerra fría, expuso que estas zonas pueden constituirse en una “Sierra Maestra”, aludiendo al proceso revolucionario en Cuba.

En este sentido, es destacable el trabajo que hace el profesor Renán Vega para la

Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas “INJERENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS,

CONTRAINSURGENCIA Y TERRORISMO DE ESTADO” de 2015, en donde rastrea el papel de Estados Unidos en la violencia contrainsurgente y anticomunista en Colombia desde principios del siglo XX, hasta tiempos recientes, por ejemplo, muestra el papel del país del norte en la violencia sectaria del Frente Nacional de la siguiente forma:

Entre el 2 y el 13 de Febrero de 1962 el Equipo del Centro del Ejército de Estados

Unidos en Guerra Especial, procedente de Fort Bragg y con la dirección del general

William Yarborough, visita a cuatro de las ocho brigadas en el país, con el objetivo de

evaluar la efectividad de las operaciones contrainsurgentes en Colombia y examinar la

cantidad y tipo de asistencia requeridos. La Misión concluye que es necesario formar,

apoyar y entrenar a fuerzas contrainsurgentes, por las falencias del Ejército, tales como

falta de planificación, descoordinación, problemas técnicos y de inteligencia, escasa

movilidad, y poco conocimiento de la guerra psicológica y de la acción cívico-militar.

(…)

Ente mayo y agosto de 1962, después de conocer las recomendaciones del equipo

del General Yarborough, los asesores militares, la Embajada de Estados Unidos y 58

funcionarios del gobierno de Kennedy, desarrollan un Plan de Defensa Interno

Colombiano, el cual es presentado al presidente Valencia y al ministerio de guerra,

sentando las bases para un amplio programa de intervención contra-insurgente. (Vega,

2015, p. 658)

En el caso de Sumapaz, esta política gubernamental se tradujo en nuevos atropellos por parte del ejército a poblaciones del alto Sumapaz como San Juan, Pasca y Cabrera, pero la operación de gran envergadura y de carácter asimétrico35, se da en el marco de la Operación

Marquetalia, en donde al igual que el dictador Rojas en la guerra de Villarrica, se moviliza una gran cantidad de ejército, armamento, aviones y demás pertrechos a lo que se denominó el teatro de operaciones, y que tenía el objetivo de aniquilar el movimiento agrario comunista de

Marquetalia, el Pato, Guayabero y Río Chiquito.

35La asimetría en una conflagración bélica, hace referencia a la falta de correspondencia entre el número de combatientes y de tecnologías empleados por un bando o bandos en la confrontación con sus oponentes. 59

Figura 8: Foto de las trincheras construidas en Marquetalia, Municipio de Planadas

Tolima. Año 2018

Así las cosas, la Operación Marquetalia inicia el 27 de mayo de 1964, donde el presidente del Frente Nacional Guillermo León Valencia, ordena a su ministro de guerra el general Ruiz

Novoa, iniciar el ataque a las zonas de colonización donde los comunistas se refugiaban, esta acción desproporcionada, tiene como precedente los anteriores ataques del Estado contra comunidades pacificas que desarrollaban apuestas políticas alternas a las del establecimiento, llegando en este caso incluso al presunto uso de armas biológicas, como lo denunció de la siguiente forma el líder guerrillero Jacobo Arenas en su escrito “Diario de la resistencia de

Marquetalia”, planteando que: “Ese mismo día amanecieron varios compañeros y compañeras con la "viruela negra". Por parte del enemigo se abre entonces un paréntesis de expectativa, en espera de la acción de las bacterias” (Arenas, 1966, p. 19).

De esta forma, el ataque que se realiza en la zona del “teatro de operaciones”, genera como respuesta la creación de una organización político-militar de carácter ofensivo, las Fuerzas 60

Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se generan a partir del comando guerrillero

“Bloque sur” y algunos integrantes de las antiguas guerrillas del Sumapaz y otras regiones, estos se articulan alrededor del “Programa Agrario de los Guerrilleros” que contiene sus primeros objetivos estratégicos.

En el caso de Sumapaz y el oriente del Tolima, la respuesta es la de preparar los grupos de autodefensa de manera cautelar, pues en lo posible se iban a evitar los combates directos con el ejército y en cambio se realizó un ejercicio constante de denuncia ante los excesos de la fuerza pública en ocasión de incursiones militares, como la Operación Estrella en 1967. Esta táctica para responder la nueva violencia oficial, fue planificada por Juan de la Cruz Varela y se llamó

“resistencia cívica”, según exponen Varela y Duque (2010), en done el objetivo de esta forma de resistencia, era no caer en las provocaciones y con esto no dar pretexto para aniquilar la organización agraria.

De otro lado, la presencia del PCC, se comenzó a desarrollar desde los tiempos de la violencia, y para la década del 60 y 70 contaba con una estructura consolidada en la región, esto se reflejó en que el movimiento agrario de este entonces, contaba con la dirección y apoyo del partido, así mismo, se manifestó en la importancia del Comité Regional del partido que cobijaba todos los Comités de Radio y de Zona “El Comité Regional era la máxima autoridad en la región.

Cubría todos los municipios ubicados en Sumapaz y Oriente del Tolima” (Valera y Duque, 2010, p. 118)

De igual manera, la década de los 70, se caracterizó por un gran flujo social y se reflejó en el ascenso del movimiento campesino, obrero y estudiantil que logran en 1977 un paro cívico nacional de gran impacto. En el caso del movimiento campesino, esta década significó uno de los 61 ejercicios organizativos más importantes en toda América Latina, mediante la experiencia de la

Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC).

Esta organización, se crea en 1967 bajo el periodo presidencial de Alberto Lleras

Camargo, con la dualidad de ser una estructura gremial y un movimiento social, este pasa por distintas etapas y culmina como un intento fallido por la democratización de la tierra. No obstante, llegó a tener casi un millón de afiliados y tenía el objetivo de realizar una pequeña reforma agraria, la cual “relajara” el problema campesino e impidiera su radicalización.

En contraste, el periodo presidencial de Misael Pastrana, se enmarca en la de un dirigente que representa los intereses de la clase latifundista, creando una fricción entre la institucionalidad y la ANUC que se ve traicionada por el gobierno conservador, principalmente por el Pacto de

Chicoral36 como respuesta reaccionaria de los terratenientes para poner freno a la pequeña reforma agraria y para asegurar los intereses de los grandes propietarios

En consecuencia, esta separación del gobierno y la ANUC, lleva a una importante fractura que deja a la organización con la mitad de sus integrantes, pero también es el inicio de otra etapa que se caracteriza por el papel protagónico de las organizaciones de izquierda. Esta situación, es presentada por el profesor Leopoldo Múnera en el texto de 1998 “RUPTURAS Y

CONTINUIDADES. Poder y Movimiento Popular en Colombia 1968-1988”, en el que señala que:

36El 9 de enero de 1972 en el departamento del Tolima, se celebra una cumbre que reunió representantes de los partidos Liberal y Conservador, así como grandes terratenientes, ganaderos y hacendados en la que se discutieron medidas para hacerle frente al crecimiento guerrillero y al avance de la ANUC en su lucha por democratizar la tierra en el país. En consecuencia, bajo el gobierno de Misael Pastrana se crea la Ley 4 de 1973 y con esto se blindan los intereses de la gran propiedad en detrimento de los campesinos que ahora van a ser objeto de un proceso de colonización en la frontera agrícola del Amazonas, en donde es importante aclarar que muchos de los campesinos fueron abandonados por el Estado. 62

En un momento de radicalización política de las bases, al ver frustradas sus

expectativas y comprender la fuerza encerrada en prácticas como las ocupaciones

colectivas de tierras, los dirigentes recurren a los funcionarios y los militantes de

izquierda, porque no tienen a su disposición los recursos discursivos apropiados para

enfrentar al Estado y al conjunto de las clases dominantes. (Múnera, 1998, p. 291)

Por tanto, el papel de estas organizaciones es en principio beneficioso, logrando reorganizar la ANUC y emprendiendo nuevas acciones populares, además, la nueva alianza también era provechosa para las agrupaciones de izquierda, viendo esta organización como un elemento potencialmente revolucionario. Por su parte, el PCC y las organizaciones con influencia de este, tuvieron una participación muy limitada al interior de la ANUC, pues fueron marginados por los partidos maoístas y el Bloque socialista. Finalmente, las vanguardias de izquierda que lideraban el proyecto, resquebrajan la unidad de la ANUC. 63

Figura 9: Foto de una línea del tiempo pintada en una pared del colegio Juan de la Cruz Varela en el centro poblado de San Juan. Año 2015 Paralelamente, en el año de 1974 nace la Federación Nacional de Sindicatos Agrarios

(FENSA) que posteriormente se convierte en la Federación Nacional Sindical Unitaria

Agropecuaria (FENSUAGRO), organización que se constituye como plataforma integradora de sindicatos más pequeños y localizados, los cuales comparten unos principios, políticas y metas, tal es el caso de SINTRAPAZ, que hace parte desde el principio hasta la actualidad de

FENSUAGRO. En este sentido, el carácter integrador de FENSUAGRO, es expuesto por

Bohórquez y O´Connor en el texto “MOVIMIENTOS SOCIALES RURALES COLOMBIANOS:

DE LA RESISTENCIA A UNA CULTURA POLÍTICA ALTERNATIVA EN UN MUNDO

TRANSNACIONAL” de 2012, mostrando que:

“Su base social está compuesta fundamentalmente, según se dijo ya, por

trabajadores agrarios agrupados en distintos sindicatos –muchos de los cuales se 64

encuentran ubicados en las zonas de agricultura comercial de exportación– y asociaciones

agrarias y campesinas” (Bohórquez y O´ Connor, 2012, p. 81)

Por último, se puede señalar que la década del 80 estuvo marcada por los diálogos de paz que adelantaron los presidentes Belisario Betancur y Virgilio Barco con las guerrillas. En particular, los Diálogos de la Uribe adelantados con las FARC-EP, tienen un gran significado en la región de Sumapaz, dada la cercanía geográfica y social de la Uribe con la región, llenando de entusiasmo la región y a varios sectores del país, igualmente, estos diálogos son el inicio en 1985 de una iniciativa política con mucha acogida en esta zona del país y muchas otras, la Unión

Patriótica (UP).

En contraste, aunque estos diálogos se muestran como una luz de esperanza para terminar la guerra, casi de forma inmediata comienzan a asesinar militantes del nuevo partido político en varias regiones del país, crimines que tienen detrás a los carteles del narcotráfico, las fuerzas paramilitares y la fuerza pública colombiana. Al final del gobierno de Barco e iniciando el de

Gaviria, ya eran centenares los muertos, contando con candidatos presidenciales como Jaime

Pardo Leal y Bernardo Jaramillo, así como congresistas, alcaldes, concejales y líderes sociales.

En conclusión, las luchas por la transformación del modelo de hacienda, así como la respuesta comunitaria a los diferentes ciclos de violencia que sucedieron, estuvo atravesada por la proyección política y social de las organizaciones que la comunidad construyó durante estos periodos, estas se configuran como el núcleo de la planificación de la acción campesina en la región, y en consecuencia, es matriz de las formas de resistencia que en algunos casos utilizó la violencia en forma de autodefensas campesinas, pero también, permitieron ejercicios de resistencia no violenta como el propuesto por Juan de la Cruz Varela en la “resistencia cívica”. 65

Del mismo modo, especial atención merece el hecho de que, con la pérdida de legitimidad del Estado, producto del constante incumplimiento de los acuerdos firmados con la organización agraria en 1957, se haya constituido SINTRAPAZ como un instrumento para la lucha política por vida digna para el campesinado sumapaceño. Además, su legitimidad construida le ha permitido mantenerse durante el tiempo como un operador de justicia, capaz de posicionar un modelo de resolución de conflictos contrahegemónico.

Figura 10 Línea de tiempo organizativa. Elaboración propia

66

III. Marco teórico y conceptual

Ahora bien, para comprender las resistencias que se desarrollaron en el corregimiento de

San Juan de Sumapaz con motivo de la Operación Colombia de 1990, se va a trabajar desde la categoría de praxis social y una subcategoría propuesta como contrapraxis37 de la resistencia. En este sentido, se debe aclarar que además de rastrear y comprender las resistencias de

SINTRAPAZ en un contexto específico, se parte de que la resistencia humana es un ejercicio político derivado de un nivel cognoscitivo, así como teleológico.

En consecuencia, se puede agregar que la resistencia es producto de la planificación y acción colectiva que tiene como fin la conservación de unas relaciones sociales y económicas, las cuales fueron conquistadas bajo un contexto general adverso o contrario, pero que ahora están en peligro por un ejercicio reaccionario38. A continuación, se explicarán y se desarrollarán de forma más detallada estos conceptos y propuestas.

1. Categoría de praxis social

Para identificar el concepto de praxis, se considerarán los planteamientos del teórico mexicano-español Adolfo Sánchez Vázquez en su texto “Filosofía y praxis”, en el cual, manifiesta que la acción consciente y transformadora de la materialidad es atributo del ser humano, además, esta acción tiene dos dimensiones que se complementan y componen lo que se llama praxis.

37Cuando se plantea el concepto de contrapraxis, se hace de forma sinónima al de antipraxis planteado por Sánchez Vázquez.

38Se hace referencia al “terreno ganado” del movimiento sumapaceño, en alusión, a la derrota del modelo de latifundio y sus relaciones sociales, gracias a esto, se construye un “nuevo orden” político, económico y social en parte del alto Sumapaz. 67

En primer lugar, hay una dimensión mental compuesta por un nivel cognoscitivo que trata de dar razón a la realidad presente y un nivel teleológico que se refiere a como se imagina el resultado de la transformación, en segundo lugar, no se puede perder de vista que este ejercicio humano debe repercutir en la realidad material para ser praxis. En palabras de Sánchez Vázquez:

La praxis se nos presenta como una actividad material, transformadora, y adecuada

a fines. Fuera de ella, queda la actividad teórica que no se materializa, en cuanto que es

actividad espiritual pura. Pero, por otra parte, no hay praxis como actividad puramente

material, es decir, sin la producción de fines y conocimientos que caracteriza la actividad

teórica. (Sánchez, 1967, p. 249)

Ejemplo de lo anterior, puede ser la praxis productiva39 de un carpintero que, con sus conocimientos sobre la madera, además, de su capacidad teleológica de imaginar el resultado final de su trabajo, inflige violencia a un árbol cortándolo y humanizándolo hasta convertirlo en una silla. Igualmente, el autor identifica varios tipos de praxis como lo son la productiva, artística, la reiterativa, reflexiva, espontánea, intencional e inintencional, así como las formas sociales de praxis.

En este sentido, Sánchez Vázquez expone que la praxis puede tener como objeto no solo las materias de la naturaleza, sino que también, el ser humano y sus relaciones sociales, económicas y políticas pueden ser susceptibles a una transformación realizada por otro grupo social, esto es lo que se define como praxis social40 y tiene por lo tanto una dimensión política.

39La praxis productiva, es un atributo humano que le permite transformar las materias de la naturaleza y crear objetos para satisfacer necesidades.

40Sánchez Vázquez aclara que toda praxis humana reviste de un carácter social, pero que, en un sentido restringido más restringido, tiene que ver con la praxis de grupos o clases sociales. 68

Por lo tanto, el tipo de praxis que puede llegar a realizar un partido político, un sindicato, un movimiento social, la espontaneidad de un grupo humano, o un grupo guerrillero, es una actividad política de praxis social. De la misma manera, se debe señalar que la violencia se plantea como la forma principal y única (en algunos casos) de transformación del objeto de la praxis.

Al respecto, Sánchez Vázquez expone que: “Toda praxis es proceso de formación o, más exactamente, de transformación de una materia. El sujeto, por un lado, imprime una forma dada a la materia después de haberla desarticulado y doblegarlo” (Sánchez, 1967, p. 395). De la misma manera, se señala que la violencia es una característica exclusiva de la humanidad, señalando que: “Como destrucción de un orden establecido, la violencia es un atributo humano41, pero ésta no se muestra con la sola presencia de la fuerza. En la naturaleza hay fuerzas naturales, pero la violencia no es la fuerza en sí, o en acto, sino el uso de la fuerza” (Sánchez, 1967, p. 396).

Por lo tanto, la conciencia de la fuerza en su uso, es un atributo humano que se puede utilizar para violar la legalidad propia de un árbol hasta convertirlo en silla (ejemplo del carpintero), como también, puede ser usada por el artista a la hora de utilizar materiales para construir una escultura, e igualmente, la forma como un grupo social decide transformar las relaciones sociales en determinado momento.

Para el caso de SINTRAPAZ, se puede identificar que es un sindicato agrario de influencia comunista, el cual tiene como antecedente el ejercicio de praxis social de los movimientos agraristas y revolucionarios de la Colonia Agrícola de Sumapaz, las autodefensas comunistas, el Frente Democrático de Liberación Nacional, el Comité Pro-Paz, y en general, la

41Negrilla agregada por nosotros. 69 lucha campesina organizada que se gestó desde principios del siglo XX, desde donde se logró la transformaron las relaciones políticas, económicas y sociales del sistema de hacienda terrateniente que imperaba en la región.

Ahora bien, para que la acción de estos movimientos campesinos se hiciera praxis social, debían existir ejercicios reflexivos y teleológicos que condujeran unas acciones prácticas que materializaran el fin del modelo de hacienda y la democratización del uso de la tierra, así las cosas, estos objetivos se materializan mediante la lucha jurídica y de hecho que se emprendió desde la Colonia Agrícola de Sumapaz. Al respecto, Gerardo González señala lo siguiente:

Leopoldo Muñoz, uno de los más destacados comunistas de San Pablo, decía que

entre los comunistas y agraristas tenían diferencias ideológicas y políticas, pero las dos

fuerzas tenían como punto final, combatir y destruir al latifundio, este el punto central de

la unión para el accionar por la conquista de la tierra (González, 1996, p. 83).

1.1. Subcategoría de contrapraxis de la resistencia

En este sentido, la oposición o resistencia del objeto a la praxis social cambia respecto al ejemplo del árbol convertido en silla, pues: “Mientras que en las formas de praxis que no tienen al hombre como objeto de ella, hay violencia y conciencia, por un lado, y resistencia ciega, pura opacidad, por el otro, en la praxis social el objeto de ella no es sólo un límite que se resiste a ser rebasado o violado, sino que tiene conciencia -en menor o mayor grado- de serlo”(Sánchez, 1967, p. 401). Por lo tanto, la contrapraxis o antipraxis es una oposición consciente a una praxis que pretende transformar determinadas relaciones humanas.

Del mismo modo, se puede decir que la contrapraxis puede tener una teleología capaz de proyectar, no solamente la preservación de determinadas relaciones sociales, sino también, el 70 sometimiento de los grupos sociales disidentes, así como diversas políticas que permitan robustecer el modelo hegemónico de poder. En consecuencia, la respuesta consciente a una praxis transformadora no niega la praxis en sí, sino que contrapone otra praxis.

Así las cosas, la praxis social está traveseada por las relaciones de poder, y por ende, muchas veces su factibilidad depende de la correlación de fuerzas en el plano militar, pero también ideológico. Por consiguiente, hay una relación dialéctica en acciones de transformación

(sujeto) – resistencia (objeto), así como entre clases sociales o grupos antagónicos.

En este sentido, es importante llamar la atención sobre el peligro de entender los ejercicios de praxis social, como un proceso ascendente y lineal de progreso en el que las formas creativas o revolucionarias de praxis, son las únicas que van a tener iniciativa de transformación y que, por ende, las resistencias a la transformación son un ejercicio reaccionario.

Por ejemplo, las revoluciones burguesas y republicanas que desde el siglo XVII significaron un ejercicio revolucionario que transformó total o parcialmente (dependiendo el caso) las relaciones políticas, sociales y económicas del “antiguo régimen”, no fueron un punto de llegada, sino que por el contrario, fueron el inicio de ejercicios de praxis social de fuerzas reaccionarias que pretendían en unos casos transformar el nuevo orden, y en otros, negociar su integración como clases privilegiadas.

De igual forma, la praxis revolucionaria que abrió camino al socialismo en varios países del mundo, sufrió un retroceso importante a finales del siglo XX, fruto de la praxis social de sectores tendientes al modelo capitalista de relaciones de producción, ejemplo de esto, fue la 71 caída del campo socialista42 o el golpe de Estado en Chile que termina con la experiencia del socialismo democrático liderado por Allende, pero también, hay ejemplos como el de Afganistán, donde fuerzas reaccionarias de corte religioso transforman la experiencia socialista en una teocracia islámica43.

En consecuencia, no solo las fuerzas revolucionarias pueden tener la iniciativa de realizar una praxis social, sino que también este ejercicio se puede dar por fuerzas antagónicas al “nuevo orden”44, por ende, se puede hablar también de la existencia de una praxis reaccionaria capaz de transformar relaciones sociales, y no solo de una praxis revolucionaria. En otras palabras, la praxis social o política puede tener una iniciativa revolucionaria o reaccionaria.

Igualmente, se puede rastrear que, según la distinción de Sánchez Vásquez sobre praxis creativa y praxis reiterativa, la praxis revolucionaria es también una praxis creativa, pues en esta:

Se trata de una revolución que se da a sí misma su propia ley, y, por tanto, no es

solo un proceso práctico unitario -en el que lo ideal y lo real se conjugan dinámica e

imprevisiblemente por desbordar constantemente el proyecto originario-, sino además

único e irrepetible (Sánchez, 1967, p. 285),

En otras palabras, es un proceso innovador que tiene una teleología “móvil” que inevitablemente va variando en medio de la práctica, por tanto, es algo único e irrepetible en

42Cuando se habla de campo socialista o bloque del este, se hace referencia a los países socialistas de Europa central y del este en el marco de la guerra fría.

43Es una forma de gobierno abiertamente confesional, en la cual las normas religiosas son las mismas que hace cumplir el Estado, en este caso, se hace referencia al gobierno de los fundamentalistas islámicos que se instaura con la toma de Kabúl, por parte de los muyahidines en 1992.

44Cuando se plantea este “nuevo orden”, no se hace referencia a un producto acabado e inmutable de una praxis social, pues un proceso de transformación que puede durar en su estabilización más o menos tiempo dependiendo el caso, no obstante, si hay unas nuevas relaciones de poder que desplazaron a las antiguas clases o grupos dominantes. 72 tanto sus condiciones subjetivas y objetivas del momento, son una fuerza que influye en el resultado final.

Por su parte, la praxis reaccionaria45 tiene un carácter reiterativo e imitativo que busca restaurar el poder perdido de las clases o grupos antes dominantes, para con esto, regresar a las relaciones sociales que precedieron la praxis revolucionaria. Ahora bien, también se hace necesario diferenciar las formas de contrapraxis que se oponen a una u otra forma de praxis política, en este sentido, se va a rescatar una forma de contrapraxis que se desprende de la argumentación de Sánchez Vásquez, y es la que se manifiesta como una contrapraxis reaccionaria opuesta a una praxis revolucionaria y creativa, en la cual hay una resistencia de determinadas relaciones sociales a su transformación por otras nuevas e “inéditas”.

Por otra parte, proponemos una segunda forma de contrapraxis que en este caso es opuesta a una praxis reaccionaria de carácter reiterativo, la cual, se resiste a la restauración de unas relaciones sociales previamente desarticuladas. De este modo, en la contrapraxis de la resistencia es importante considerar ciertas particularidades de los contextos en los que se desarrolla, por ejemplo, la contrapraxis de la resistencia que opuso el joven poder comunista ruso desde 1918 ante la intervención aliada de 15 países46, los cuales, pretendieron destruir el poder soviético y reorganizar un frente oriental contra Alemania en la primera guerra mundial.

En contraste, también pueden existir contrapraxis de la resistencia en un contexto localizado y que no corresponde a una previa revolución nacional, por el contrario, deriva de ejercicios locales previos de praxis revolucionaria que lograron transformar las relaciones

45Esta forma de praxis, es propuesta por nosotros desde el trabajo de Sánchez Vásquez.

46Imperio Británico, Estados Unidos, India colonial, Canadá, Australia, China, Serbia, Polonia, Japón, Rumanía, Francia, Grecia, Finlandia, Italia y Checoslovaquia. 73 sociales de manera local, es lo que se podría describir como el terreno ganado o la pequeña conquista a los poderes dominantes.

Dicho esto, la praxis revolucionaria en el Sumapaz, transformó las relaciones sociales, políticas y económicas de una parte importante de la región, e incluso, llegó a constituir un nuevo poder legítimo de regulación social47 en el actual corregimiento de San Juan de Sumapaz, por lo tanto, se propone que los ejercicios de resistencia desarrollados con motivo de la Operación

Colombia y el copamiento militar, son una contrapraxis de la resistencia.

2. Resistencia y conciencia

Una de las discusiones más importantes sobre la resistencia y en general de la acción política, es la del papel de la conciencia. Para esto, se van a poner sobre la mesa los planteamientos de tipo “espontáneo” presentados por James Scott en su reconocido texto “Los dominados y el arte de la resistencia”, y se van a contrastar tanto con la visión de “conciencia de afuera”, como con la experiencia concreta que atañe a la investigación.

En primer lugar, es de destacar que la discusión sobre la espontaneidad ha tenido una larga trayectoria, y se puede rastrear, al menos, desde finales del siglo XIX, entre los que defendían la acción revolucionaria organizada para la conquista del Estado, así como los que pregonaban una visión naturalista de inacción organizativa, la cual argumenta que la agudización de las contradicciones del capitalismo y la explotación como condición experiencial de los subordinados, llevará a un levantamiento espontáneo que terminará con la dominación.

47Sobre el poder legítimo de regulación social que se desarrolla en San Juan, es de gran interés el trabajo de Ricardo Cárdenas “Resolución de conflictos en el contexto rural de Bogotá -El caso San Juan de Sumapaz” de 2008. 74

En la actualidad, esta discusión sigue en boga y uno de los autores que rescata el debate, es James Scott desde una postura que se puede interpretar como “naturalista”, considerando que la acción política de los grupos subordinados, se sustenta en un discurso oculto48 elaborado de forma intrínseca en un espacio oculto49, igualmente, hay un espacio público mediado por un discurso público50 que representa la hegemonía ideológica de las clases dominantes o grupos de poder.

En este sentido, el autor presenta un mundo de las apariencias y el teatro en el espacio público, en el cual, las clases subordinadas deben guardar las apariencias de integración e identificación con la hegemonía ideológica, dada su desventaja en las relaciones de poder. Al respecto, el autor expone que:

(...) el obrero ante el patrón, el peón o aparcero ante el terrateniente, el siervo ante

el señor, el esclavo ante el amo, el intocable ante el brahmán, un miembro de una raza

oprimida ante uno de la raza dominante. Con raras pero significativas excepciones, el

subordinado, ya sea por prudencia, por miedo o por el deseo de buscar favores, le dará a

su comportamiento público una forma adecuada a las expectativas del poderoso. (Scott,

2018, p. 24)

48El discurso oculto es en palabras de Scott: “(...) la conducta “fuera de escena”, más allá de la observación directa de los detentadores del poder. El discurso oculto es, pues, secundario en el sentido de que está constituido por las manifestaciones lingüísticas, gestuales y prácticas que confirman, contradicen o tergiversan lo que aparece en el discurso público” (Scott, 2018, p. 27)

49El espacio oculto, es un espacio de encuentro e intercambio de los subordinados, en los cuales, se pueden crear discursos ocultos y toda una subcultura disidente, en consecuencia, es la estructura desde donde se plantea la resistencia.

50El discurso público, es el que encarna las relaciones de poder vigentes, con una consecuente correspondencia entre el discurso público y la ideología dominante. 75

De esta forma, se muestra que, de manera oculta a este teatro de los subordinados, existe un antagonismo beligerante entre dominadores y dominados, en la cual: “(...) la relación entre las elites dominantes y los subordinados es, fundamentalmente, un conflicto concreto en el cual ambos lados están tratando incesantemente de indagar las debilidades del otro y de aprovechar cualquier mínima ventaja.” (Scott, 2018, p. 259)

Así las cosas, Scott sustenta que las clases subordinadas cuentan per se, no solo con una conciencia de clase, sino que, además, también tienen la capacidad de proyectarse realidades de inversión de la dominación, así como un mundo sin distinciones entre dominados y dominadores, señalando que:

El tema milenario de un mundo al revés, en el cual los últimos serán los primeros,

y los primeros los últimos, se puede encontrar en casi todas las grandes tradiciones

culturales en que se hayan acentuado desigualdades de poder, riqueza y rango social.

(Scott, 2018, p. 124)

Por otro lado, el autor también plantea todo un mundo de resistencias ocultas a simple vista, que se convierten en las únicas formas de oposición posibles a la dominación, bajo unas relaciones de poder desfavorables, las cuales el autor llama infrapolítica, en esta línea, son ejercicios de la infrapolítica los chismes, las canciones, las cartas anónimas, los carnavales, la turba, los eufemismos, las fábulas, los chistes, los robos, el sabotaje, el trabajo mal hecho, y demás formas de resistencia oculta ya sea de carácter material o simbólico.

Desde estas razones, Scott plantea que la falsa conciencia de Gramsci y de los neo gramscianos, es invalida, puesto que los dominados solo fingen aceptar la hegemonía dominante, como un recurso de supervivencia y no porque realmente se sientan representados con esa 76 hegemonía ideológica, así las cosas, el autor también niega la teoría del partido revolucionario y la conciencia desde a fuera de Lenin, pues al no existir para él una falsa conciencia, se vuelve estéril una labor contra hegemónica en términos de Gramsci ,y por lo tanto, también la misión del partido revolucionario.

En contraste, V.I Lenin en su texto ¿Qué hacer?, expone sus posturas sobre la conciencia y la organización en oposición al “culto a la espontaneidad” de Martinov51, así como a las revistas de izquierda “Rabóchaya Mysl” y “el Rabocheie Dielo”, pues para Lenin, es errónea la creencia de que la conciencia de clase, surge de manera espontánea con la experiencia de explotación del proletariado en las relaciones de producción, sino que por el contrario, esta viene de “afuera” y es labor de los socialdemócratas (comunistas en términos actuales), elevar la conciencia de las masas obreras. Al respecto, Lenin plantea lo siguiente sobre la conciencia y la organización.

Cuanto más poderoso es el auge, espontáneo de las masas, cuanto más amplio se

hace el movimiento, tanto mayor, incomparablemente mayor, es la rapidez con que

aumenta la necesidad de una elevada conciencia, tanto en el trabajo teórico de la

socialdemocracia, como en el político y en el de organización. (Lenin, 1902, p. 52)

Por su parte, Antonio Gramsci expone en “Notas breves sobre la política de Maquiavelo” que: “El hecho de la hegemonía presupone indudablemente que se tienen en cuenta los intereses y las tendencias de los grupos sobre los cuales se ejerce hegemonía” (Gramsci, 1980, p. 49) En consecuencia, para Gramsci el campo ideológico debe ser uno de los frentes de disputa con los poderes dominantes, pues este poder, también se sustenta en reproducir una hegemonía ideológica que les permita legitimar su dominación con los dominados, bajo promesas y

51Fue unos de los representantes de la facción menchevique del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, la cual se opuso a los bolcheviques dirigidos por Lenin. 77 compromisos que pretenden la identificación de los subordinados con el proyecto hegemónico

(falsa conciencia).

En vista de estos elementos teóricos, la experiencia combativa en el Sumapaz, se sustentó en una lucha ideológica que generó organización y desde ahí avanzó en la lucha política, como lo diría Sánchez Vásquez: “Conciencia, organización y acción de hallan indisolublemente unidas”

(Sánchez, 1967, p. 336). En esta línea, el Frente Democrático de Liberación Nacional52 fue una organización campesina dirigida por el Partido Comunista Colombiano, en donde se hizo un trabajo ideológico “desde afuera”, para avanzar tanto en organización, como en fines y acciones prácticas del movimiento. Al respecto, Gerardo González ilustra el papel del partido y el de uno de sus líderes más importantes:

Eusebio Prada, militante comunista se asienta en Villarrica, se transforma en el

dirigente más esclarecido y capaz, que con otros dirigentes revolucionarios, amplían y

consolidan el Partido Comunista y la organización de masas. Con la presencia de los

guerrilleros del sur del Tolima el movimiento de masas cambia de calidad, ya no se lucha

únicamente por reivindicaciones económicas, sino por intereses más elevados, por el

poder político, por el cambio del sistema.

La campaña desplegada por la organización, la educación de dirigentes comunistas

y no comunistas fue intensa, muy pronto se transformó en movimiento de masas (…)

(González, 1996, p. 131)

52Organización de masas formada al comienzo del Frente nacional, con fuerte presencia del Partido Comunista, a continuación, en el apartado “Organización y resistencia campesina en el Sumapaz entre 1875-1990” se detallan esta y otras manifestaciones organizacionales en la historia sumapaceña. 78

Durante este periodo, se puede ver que tanto la conciencia como los objetivos tienen unos alcances más profundos, pues ahora, no solamente se logra una conciencia general sobre intereses económicos comunes, sino que, se da un gran salto de la mano de los comunistas y se gestan unas reivindicaciones políticas guiadas por una teleología de transformación del sistema político y económico. En este sentido, se puede afirmar que la praxis social de los comunistas en Sumapaz, se soporta en arduos esfuerzos de “conciencia desde afuera” y organización política.

En conclusión, los planteamientos de James Scott en su propuesta teórica, tienen en nuestro concepto, una sobre valoración de la espontaneidad de las clases dominadas, pues plantea, que per se, las condiciones de vida generan un nivel de conciencia suficientes para acciones políticas de largo alcance, además, se formula de manera absoluta, la existencia de un pragmatismo estratégico, bajo el cual, sin la necesidad de organización ni trabajo ideológico, los dominados pueden acabar un sistema de dominación.

A pesar de esto, los aportes de este autor son interesantes al recalcar el carácter dinámico de las relaciones de poder, así mismo, no se puede desconocer que en la cotidianidad, la sumisión también puede obedecer a razones de supervivencia, pero al mismo tiempo, esta realidad no invalida que existan subordinados que legitiman y se identifican con un proyecto hegemónico ajeno a sus intereses de clase, por lo que consideramos, que estos dos fenómenos no necesariamente son excluyentes el uno del otro, sino que revelan las complejidades de las relaciones sociales. Por su parte, también es interesante que el aporte de Scott abre todo un mundo de posibilidades de acciones de resistencia, desde la infrapolítica.

Para terminar, consideramos que la comprensión de la contrapraxis de la resistencia de

SINTRAPAZ, además de tener en cuenta principalmente los planteamientos de la “filosofía de la 79 praxis” de Sánchez Vásquez, también, se complementa con la teoría de conciencia desde afuera y organización de Lenin, como también, del de hegemonía y contra hegemonía de Gramsci, y del mismo modo, toma de Scott algunos aportes sobre su teoría de la resistencia en los grupos dominados, así como el amplio abanico de formas de resistencia que pueden ser más velados en unos casos, como evidentes y desafiantes en otros.

3. Caracterización general de SINTRAPAZ:

En este apartado, se realizará una caracterización general de la organización sindical

SINTRAPAZ, la cual tendrá en cuenta elementos como su constitución organizacional, su incidencia en el territorio, algunos elementos históricos, así como el tipo de sindicato al que se inscribe, y su pertenencia a ejercicios organizacionales del orden regional y nacional. Por lo tanto, desde aquí se desarrolla uno de los objetivos específicos de la investigación, pero también, se brindan elementos necesarios para la lectura de los documentos del archivo.

Para empezar, el sindicato se ha consolidado a lo largo de la historia, como el máximo referente de organización campesina en la región del Sumapaz y de forma específica en el

Sumapaz bogotano, su accionar en periodos tanto de tensa calma, como de recio conflicto, ha demostrado una cohesión y una capacidad de materializar objetivos que ninguna otra organización civil en la región, tal como lo expone Daniel Silva en el texto “Acerca de la relación entre territorio, memoria y resistencia. Una reflexión conceptual derivada de la experiencia campesina en el Sumapaz” de 2014:

La comunidad campesina sumapaceña ha demostrado la potencialidad comunitaria

al gestionar sus espacios internos, por medio de planes de desarrollo propios y de un gran 80

número de experiencias organizativas en torno al Sindicato de Trabajadores Agrícolas del

Sumapaz (Sintrapaz). (Silva, 2014, p. 6)

Vale aclarar, que no siempre ha tenido el mismo nombre, pues ha dependido del ordenamiento territorial que históricamente se le ha dado al territorio, por este motivo, desde

1957, así como en las décadas de los 60 y 70, se puede constatar en el archivo de la organización que el nombre fue “Sindicato de Trabajadores Agrícolas de el Corregimiento de Nazareth” en una

época donde toda la actual localidad de Sumapaz, era un corregimiento de Usme llamado

Nazareth.

Figura 11: Foto de encabezado de acta en 1969 en el archivo de SINTRAPAZ. Año 2018 Posteriormente, cuando se crea la localidad de forma independiente y se dividen sus 3 corregimientos en 1971, se cambia el nombre en primer lugar a “Sindicato de Trabajadores

Agrícolas de el Corregimiento de San Juan” y posteriormente se le da el nombre que tiene en la actualidad “Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Sumapaz”. A pesar de lo anterior, su territorio de influencia ha sido siempre constante y su domicilio es el centro poblado de San Juan, como se puede ver en sus estatutos:

Artículo 3-. El domicilio principal del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de

Sumapaz, será el corregimiento de San Juan de Sumapaz. 81

Artículo 4-. La residencia de la Junta Directiva del Sindicato de Trabajadores

Agrícolas de Sumapaz será en el poblado de San Juan de Sumapaz. (Estatutos

SINTRAPAZ, 2004, p. 4)

De esta manera, en el marco de sus objetivos fundacionales, el sindicato se propuso viabilizar “las reclamaciones en torno a la titulación de la tierra y los derechos de los campesinos a vías, educación y salud. Asimismo, se desarrollará como espacio para autorregulación y gestión de la convivencia entre los campesinos como modelo de justicia comunitaria” (Morales, 2017, p.

51). Lo señalado anteriormente, muestra la vocación transformadora y de mediación social que tuvo desde su nacimiento SINTRAPAZ.

Además, la organización se plantea en sus estatutos como defensora de la profesión campesina, siendo además su representante ante las autoridades, así mismo, tiene como fin la intermediación para gestionar tierras que usen los campesinos en sus labores agrarias, la protección del medio ambiente, la paz y los derechos humanos.

Por esta razón, se ubica como una organización sindical gremial del sector agropecuario, según lo expuesto por Gómez, Londoño y Perry. En “SINDICALISMO Y POLÍTICA

ECONÓMICA” de 1986, al señalar que un sindicato gremial está compuesto: “por personas de la misma profesión, oficio o especialidad” (Londoño, 1986, p. 106), pero también es de primer nivel53, lo que significa que puede afiliarse a una federación o confederación sindical que reúna a más organizaciones.

53Según Gómez, Londoño y Perry en “SINDICALISMO Y POLÍTICA ECONÓMICA” de 1986, existen organizaciones sindicales de primer nivel, las cuales corresponden a organizaciones locales que responden a las dinámicas particulares de un territorio; también existen organizaciones de segundo nivel, en donde se encuentran las federaciones sindicales que agrupan a pequeños sindicatos de un sector productivo en particular; por último, 82

Por este motivo, se inscribe como parte de un movimiento agrario más amplio con su participación en FENSUAGRO, la CUT y en la Cumbre Agraria, este carácter articulador, lo ha venido construyendo el sindicato desde hace muchos años y se refleja en la participación de la organización en experiencias anteriores como lo fue la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC) y la Federación Sindical de Trabajadores de Cundinamarca (FESTRAC)

Figura 12: Foto de reconocimiento de la CSTC al sindicato en el archivo de SINTRAPAZ. Año 2018. De esta manera, el rol que ha tenido históricamente el sindicato, ha sido reconocido por la

Alcaldía de Bogotá en varias ocasiones, sobre todo en los gobiernos alternativos del Polo

Democrático y de la “Bogotá Humana”, identificándose su alto nivel organizativo y su fuerte incidencia en la comunidad sumapaceña de la capital, siendo al mismo tiempo un ejemplo para otras organizaciones más jóvenes.

están las organizaciones de tercer nivel, entre las que se pueden encontrar confederaciones o centrales sindicales que agrupen a sindicatos de primer y segundo nivel. 83

Se identificó que una de las organizaciones más reconocidas en la localidad es el

Sindicato de Trabajadores Agrarios de Sumapaz que se constituyó en 1963; cuenta con

una larga trayectoria de participación y es reconocida como una de las organizaciones más

comprometidas con las necesidades del territorio y un ejemplo a seguir por las

organizaciones emergentes. (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2010, P. 46)

En este sentido, un elemento importante para esclarecer la incidencia que ha tenido

SINTRAPAZ en la población, ha sido que, a pesar de la prolongada ausencia del Estado en la región, se configuraron unas normas que permitieron regular las relaciones sociales de la comunidad, como lo muestra Cárdenas en su tesis de maestría “Resolución de conflictos en el contexto rural de Bogotá -El caso San Juan de Sumapaz- Bogotá” de 2008:

Así, se configuraron dos formas de derecho en paralelo. Por un lado, la legal o

formal encabeza de las instituciones del Estado, y por otro, se encuentran las normas de

los campesinos, que han sido constituidas y legitimadas a través de la necesidad de

regulación y control social, no asumidas a cabalidad por el Estado en la región. (Cárdenas,

2008, p. 157)

Por su parte, el papel de la juventud ha sido descrito por la alcaldía como indiferente en su

“Diagnostico Local con Participación Social 2009-2010, afirmando que: “los jóvenes se encuentran indiferentes hacia las organizaciones. Anotan que existe la pérdida de identidad de los jóvenes con relación a valores, riqueza, cultura y tradiciones del Páramo de Sumapaz.” (Alcaldía

Mayor de Bogotá, 2010, P. 46). En contraste, se puede señalar el surgimiento reciente de la organización juvenil “Juventud Sumapaceña” que, apoyada por el sindicato, ha podido realizar un trabajo regular. 84

Por otro lado, se puede decir que la historia del sindicato y su vínculo fundacional con el movimiento agrario comunista, hace que sea una organización de corte clasista que lucha contra la gran propiedad y propende por los pequeños productores, además de formas colectivas de producción y tenencia de la tierra como las Zonas de Reserva Campesina.

3.1. Organigrama del Sindicato

Asamblea General: Máxima instancia de decisión, está compuesta por todos los integrantes del sindicato y se reúne de forma mensual.

Junta Directiva: Órgano de dirección que se elige cada dos años en instancia de

Asamblea General, está compuesta por el presidente, vicepresidente, secretario general, tesorero, fiscal y 6 secretarios de las diferentes comisiones. La Junta Directiva se reúne cada mes, antes de la Asamblea General.

Secretarías: Como parte de la Junta Directiva, se generan unas responsabilidades especificas en forma de secretarías. Los miembros de la Junta que son secretarios en alguno de los temas, son al mismo tiempo sus responsables y dirigentes. Las secretarías son las siguientes:

Educación y Prensa, Organización, Cooperativa, Mujer Rural y Niñez, Derechos Humanos y

Solidaridad, por último, la de Medio Ambiente y producción agrícola y pecuaria sostenible.

Subdirectivas seccionales del sindicato: En las veredas del corregimiento de San Juan de Sumapaz, donde hay presencia del sindicato con más de 25 afiliados (aparte de la vereda de

San Juan), se pueden crear subdirectivas seccionales con sus respectivas asambleas. Este es el caso de la subdirectiva de la vereda Lagunitas.

Comisiones: Las comisiones, son los espacios donde se aplica concretamente la política del sindicato definida en sus estatutos y en la Asamblea General, estas comisiones están 85 presididas por los respectivos secretarios de la Junta Directiva. Las comisiones son las siguientes:

Comisión de Educación y Prensa, Comisión de Organización, Comisión Cooperativa, Comisión de Mujer Rural y Niñez, por último, la Comisión de Derechos Humanos y Solidaridad.

Comisión de Educación y Prensa: Es la encargada de los planes y proyectos que contribuyan en el mejoramiento del nivel educativo de los afiliados, bajo los principios de

“igualdad de condiciones y de manera integral” (Estatutos SINTRAPAZ, 2004, p. 44). También velará por integrar los presupuestos necesarios para el cumplimiento de los planes.

Comisión de Organización: Entre las funciones de esta comisión, está el realizar un control en cuanto al pago de los asociados de las cuotas sindicales, así como velar por el cumplimento de los estatutos, las resoluciones y acuerdos realizados en la Asamblea General y la

Junta Directiva. Por otro lado, esta comisión es la encargada de concretar políticas de crecimiento del sindicato y hacer control disciplinario.

Comisión Cooperativa: Con el fin de mejorar la calidad de vida, esta comisión se encarga de encontrar asesoría para la materialización de proyectos productivos de carácter colectivo en cuanto a producción y distribución.

Comisión de Mujer Rural y Niñez: Esta comisión debe propender por la participación de la mujer y la protección de la niñez de forma transversal en las actividades del sindicato.

Comisión de Derechos Humanos y Solidaridad: La misión de esta comisión, tiene un fuerte componente solidario y muestra no solo la cohesión de la comunidad, sino a las contingencias a las que deben estar preparados por razón de su actividad sindical. 86

Será la encargada de atender, visitar y conseguir auxilios que estén a su alcance

con el fin de ayudar a todos los afiliados que sufran calamidades domésticas, enfermedad,

detenciones, persecuciones, desplazamientos forzosos por causa de su actividad sindical,

y también a los familiares del afiliado y demás pobladores que resulten afectados por estas

causas. (Estatutos SINTRAPAZ, 2004, p. 47)

Por otro lado, esta comisión tiene la misión promover la formación de la comunidad en

Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, así mismo, es la comisión encargada de relacionarse con instituciones defensoras de estos derechos.

Comisión de Medio Ambiente y Producción Agrícola y Pecuaria Sostenible: Esta comisión, se encarga de organizar proyectos de formación comunitaria “sobre la defensa y conservación de los recursos naturales, promoviendo la cultura de la producción sana y sostenible dentro de la biodiversidad de páramo” (Estatutos SINTRAPAZ, 2004, p. 48) 87

Figura 13:Organigrama de SINTRAPAZ. Elaboración propia a partir del análisis de los estatutos.

IV. Desarrollo

1. Metodología

"Ciencia de los hombres", hemos dicho. Todavía es algo demasiado vago. Hay que añadir:

"de los hombres en el tiempo" (Bloch, 2001, p.58) respecto al oficio del historiador.

Apoyándonos en el oficio del historiador para este trabajo, se parte de que nuestro interés está en el sindicato como grupo humano, el cual ha venido haciendo historia durante 60 años, y que en cuestión nos interesa comprender su acervo de prácticas de resistencia en un 88 periodo específico, para esto, se señala que la presente investigación parte de documentos del

Archivo Histórico de SINTRAPAZ, los cuales fueron elaborados por el propio sindicato en el tiempo de los hechos descritos, por lo tanto, se puede concluir que contamos para el análisis con fuentes primarias. En este sentido, es necesario presentar la estructura y naturaleza de los documentos trabajados.

1.1. Estructura de los documentos trabajados

En el Archivo Histórico de SINTRAPAZ, se encuentran las actas de Junta Directiva y de asamblea de afiliados ordenadas cronológicamente, las cuales fueron parte fundamental de las fuentes primarias trabajadas, en consecuencia, se van a exponer el significado y estructura de estos documentos que han sido elaborados durante toda la vida del sindicato. 89

Figura 14: Foto señalizada de acta de asamblea de afiliados de SINTRAPAZ en el año 1993. Año 2019 Por una parte, hay que entender que las actas del sindicato se deben considerar como las memorias, las proyecciones y las tareas que surgen de las reuniones que periódicamente hace esta organización. Así mismo, para trabajar con estos documentos hay que entender la forma como están hechos, por lo que se va a partir de un ejemplo plasmado en la figura 14, la cual muestra 4 partes a considerar en estas actas. 90

En primer lugar, como corresponde al punto 1 en la imagen, se encuentra un número de acta el cual, si bien es generalmente consecutivo, no hay que dejarse confundir si en algún momento surge una nueva numeración, tal como se puede notar en las actas de 1992, así mismo, el número de acta no necesariamente debe coincidir entre las de Junta Directiva y asamblea de afiliados.

Por su parte, el punto 2 muestra que la fecha está normalmente en la parte superior del acta, pero a veces como se puede ver en el ejemplo, lleva la fecha incompleta y solo muestra el día y el mes, lo cual puede perder en principio a la persona que se enfrenta a los documentos, pero es ahí donde por contexto y por otras fechas escritas en algún momento, se puede determinar el año.

Por otro lado, en la primera parte del acta se puede verificar si corresponde a una de Junta

Directiva o si es de asamblea de afiliados, en el caso del ejemplo de la figura 14, se puede ver que se trata de una de asamblea de afiliados. Por último, el punto 4 se refiere al orden del día que se desarrolló en la reunión, el cual mantiene en términos generales un orden y puntos a desarrollar comunes con las actas de los demás años.

En este sentido, cabe señalar que en el punto segundo “Informes de la junta directiva”, se debe entender, que normalmente se hace una reunión de junta directiva antes de la asamblea de afiliados, motivo por el que deben rendir un informe a la asamblea de afiliados que es una instancia de decisión superior, así también, la junta directiva es la encargada de hacer las actas y moderar las asambleas, por lo que la caligrafía y el estilo de realizar las actas puede cambiar de una junta electa a otra. 91

Igualmente, en este punto o seguido a este de “informes de la junta directiva” se lee la correspondencia recibida por el sindicato. Por último, en los puntos segundo y tercero que llevan los nombres de “Informes de los socios” y “Proposiciones, acuerdos y varios”, es el momento de la asamblea en cual hay un mayor intercambio de ideas y cuando se plantean las tareas a realizar.

Por otro lado, la correspondencia enviada y recibida del sindicato es otra de las fuentes primarias con las que cuenta el Archivo Histórico de SINTRAPAZ, desde la cual, fue posible rastrear los intercambios de esta organización con habitantes del corregimiento de San Juan, organizaciones políticas, sindicales, estatales, así como con personalidades políticas.

En este sentido, cabe mencionar que la correspondencia del sindicato es bastante numerosa y que se puede rastrear ordenada cronológicamente en el archivo de la organización, también, se pudo constatar que hay documentos muy interesantes de periodos como el Frente

Nacional, la década del 90, la seguridad democrática y tiempos más actuales, los cuales serían de provecho para investigaciones que tengan que ver con el sindicato o con la situación política del territorio.

Por su parte, es notable que estos documentos tuvieron normalmente un carácter público para los afiliados del sindicato y no se restringe únicamente para la Junta Directiva, lo cual se evidencia en la lectura de la correspondencia a la asamblea del sindicato. Por último, se debe tener en cuenta que, si bien la mayoría de la correspondencia que guarda el archivo, es de correspondencia recibida, también se pueden encontrar algunas copias de la correspondencia enviada. 92

Figura 15: Foto de una carta enviada por Juan de la Cruz Varela al sindicato año 1966. Año 2019 1.2. Sujeto de enunciación

El sujeto de enunciación en la investigación es SINTRAPAZ, única organización sindical agraria que tiene más de 60 años de funcionamiento continúo, además, se encuentra ubicado en 93 una de las zonas de mayor violencia y resistencia organizada en la historia del conflicto armado, la región de Sumapaz. Es decir, se estudió un sindicato agrario que desarrolla su praxis social en el corregimiento de San Juan de Sumapaz en la localidad 20 de Bogotá, contando con su archivo histórico.

1.3. Diseño: heurística, crítica y análisis

El diseño de la investigación, está basado en la heurística, crítica y análisis de los documentos de SINTRAPAZ contenidos en su archivo histórico, por consiguiente, esta forma metodológica es propia de la investigación histórica y para este caso, se toman como referencia algunos trabajos fruto de la investigación histórica como El queso y los gusanos de Ginzburg, así como textos que tratan la metodología histórica como Apología para la historia o el oficio de historiador de Marc Bloch.

En primer lugar, se realizó un constante esfuerzo por conocer y entender de forma general las condiciones actuales de la comunidad, el sindicato y la relación de estos con su entorno, en este sentido, fue de vital importancia compartir espacios políticos, organizativos, formativos y de esparcimiento con la comunidad, pues para Marc Bloch “ para plantear correctamente los problemas, incluso para tener idea de ellos, hubo que cumplir con una primera condición: observar, analizar el paisaje actual. Porque sólo él podía proporcionar la perspectiva de conjunto de la que era indispensable partir” (Bloch, 2001, p.73) mediante esta perspectiva de conjunto, fue posible alimentar intereses intrínsecos y extrínsecos para adelantar la presente investigación.

Por su parte, la estrategia principal de recolección de información, fue la contribución en la construcción del Archivo Histórico de SINTRAPAZ, para lo cual se inició con un proceso de heurística que es en palabras de los historiadores Langlois y Seignobos “informarnos acerca del 94 lugar o lugares en que se hallan los documentos necesarios para estudiarlo, supuesto que existan.

La búsqueda y recopilación de documentos es la primera parte y principal del oficio de historiador” (Langlois y Seignobos, 2003, p. 59) en el caso de la construcción del Archivo

Histórico de SINTRAPAZ, lo primero fue preguntar a la organización si contaba con documentos propios almacenados, en segundo lugar, fue necesario adelantar conversaciones con la organización para realizar un plan de trabajo para construir el archivo, después de estos pasos preliminares, se pudieron ubicar los documentos para reunirlos todos en un lugar con las condiciones para trabajarlos.

Posterior al ejercicio de recopilar información, se limpian los documentos para almacenarlos en carpetas y cajas especiales de archivo histórico, con el fin de proteger los documentos, así como manera de comenzar a organizarlos según su fecha y tema. Este trabajo, se apoyó en la herramienta del Centro Nacional de Memoria Histórica “CAJA DE HERRAMIENTAS

PARA GESTORES DE ARCHIVOS DE DERECHOS HUMANOS, DIH Y MEMORIA

HISTÓRICA”. Por último, como extensión del trabajo de heurística, se diseñará un inventario de los documentos que componen el archivo, pero esta es una tarea que no corresponde a esta investigación.

95

Figura 16: Foto de caja de archivo con sus respectivas carpetas. Año 2020 Por otro lado, se realizó un ejercicio de crítica de los documentos que nos permitió comprender que éstos son documentos originales del sindicato, puesto que fueron hallados dentro de las instalaciones de la organización en San Juan de Sumapaz con el consentimiento y apoyo de la organización, así mismo, este ejercicio de crítica de los documentos, nos llevó a realizar una comparación de los mismos que nos permitió constatar que existe una coherencia cronológica y temática entre los diferentes tipos de documentos encontrados. Consecuentemente, con la comparación crítica de documentos se logró determinar la estructura transversal en la elaboraron actas y demás material, como se expuso anteriormente en “Estructura de los documentos trabajados”,

96

Figura 17: Foto del proceso de crítica de documentos. Año 2020 Así mismo, el ejercicio de crítica a los documentos permitió constatar que las fechas coinciden en sus relatos con el contexto político y social de la época, por último, también se pudo encontrar una estructura consistente en el tiempo en la elaboración de documentos, como lo son las actas de asamblea de afiliados y junta directiva.

Luego del ejercicio crítico, se procedió con el análisis de los documentos, el cual se alimentó del trabajo de organización del archivo, puesto que desde allí se les dio un orden lógico a los documentos que en principio estaban dispersos y desconectados, este orden lógico permitió identificar contextos, temas y tiempos, los cuales permitieron que, bajo un ejercicio analítico más minucioso, se refinara aún más el orden lógico de los documentos.

En este sentido, para la primera parte del ejercicio analítico de los documentos, se señala que “En la medida en que su determinación se da de lo más antiguo a lo más reciente, los fenómenos humanos se rigen, ante todo, por cadenas de fenómenos semejantes. Clasificarlos por géneros es, pues, poner de manifiesto líneas de fuerza de una eficacia capital.” (Bloch, 2001, 97 p.145). Consecuentemente, se eligió y clasificó la información fechada entre 1990 a 1993, en donde se hace una agrupación de hechos similares dentro del gran fenómeno social de resistencia.

Terminado el trabajo de archivo, se procedió a leer e interrogar los documentos, y con esto, viene uno de los pasos más importantes del análisis, el cual consistió en realizar una nomenclatura que está conectada con el marco teórico y que se construye con agrupaciones de hechos similares. Por ejemplo, se hizo un análisis de las actas de junta directiva y de afiliados del año 1991, en donde se eligieron los documentos que están ligados a hechos de nuestro interés investigativo, para con esto pasar a una fase del análisis en donde se agruparon hechos similares para luego generar las nomenclaturas de las modalidades de resistencia.

Finalmente, se requirió entender estos hechos de interés como parte de un todo, un ejercicio reconstructivo que va después del análisis, en el cual se usan las clasificaciones hechas previamente para centrar el estudio en un problema particular de la sociedad, pero en esta ocasión en función de relacionarlo con una realidad social y política más abarcante.

Por último, se señala que este trabajo se concibe desde una probidad que llevó a exponer las herramientas y pistas que a nuestro alcance estuvieron, para que otros investigadores puedan probar nuestros aportes y hallar nuevas rutas para futuras investigaciones, en esta línea, el

Archivo Histórico de SINTRAPAZ se puede considerar como el aporte más importante para esas futuras investigaciones que quieran considerar esta fuente primaria.

A modo de aclaraciones, se advierte que no existía el archivo de manera previa a la investigación, y, por lo tanto, se hizo un ejercicio sincrético entre la metodología y el archivo, el cual fue provechoso para cualificar ambas cosas. No obstante, las condiciones específicas de esta investigación no son nuevas para el trabajo histórico, y es uno de los motivos que nos condujeron 98 a tener muy presente la metodología expuesta por Marc Bloch, así como las concepciones de historiadores clásicos como Langlois y Seignobos que apuntan que la archivística es una técnica auxiliar para la historia.

Sin embargo, a pesar de tener conexiones en el oficio la metodología y el trabajo de archivo, son diferentes en sus alcances y objetivos, pues la metodología se propuso rastrear y comprender las formas de resistencia entre 1990-1993, lo que muestra un diálogo minucioso con los documentos, mientras que el trabajo de archivo tiene como fin la constitución del Archivo

Histórico de SINTRAPAZ.

Figura 18: Gráfica metodología. Elaboración propia. 2. Resultados

2.1. Consideraciones generales

“En su mayor parte, los jóvenes, hombres y mujeres, de este final de siglo crecen en una 99

suerte de presente permanente sin relación orgánica alguna con el pasado del tiempo en que

viven” (Hobsbawm, 2017, p. 13)

Para empezar, se consideró que el objetivo principal de rastreo, comprensión y sistematización de las formas de resistencia del sindicato, también obedece a la importancia que tiene traer al presente estas experiencias humanas. Desde este principio, se desprende el trabajo educativo que el sindicato ha hecho con los jóvenes y niños del territorio, considerando que su identidad como grupo social, se sustenta en las luchas y vivencias de generaciones anteriores, motivo por el que esperamos que este trabajo contribuya a la labor educativa del sindicato.

A continuación, se exponen las formas de resistencia que desarrolló SINTRAPAZ en ocasión de la Operación Colombia del Ejército Nacional, así como su consecuente copamiento militar de varios territorios de la región de Sumapaz. Dicho esto, se aclara que el trabajo nunca se desarrolló de manera lineal, por el contrario, fue de idas y venidas entre el archivo y la metodología, así como entre el archivo y el marco teórico, lo que resultó bastante enriquecedor y permite una integralidad en la propuesta.

De este modo, las siguientes formas de acción política, se van a entender desde los conceptos y planteamientos teóricos anteriormente expuestos54, en donde, la contrapraxis de la resistencia (desde ahora resistencia55), es un ejercicio consciente de acción política opuesta a una praxis reaccionaria, la cual pretende transformar las relaciones sociales conquistadas tras varios años de lucha agraria.

54Revisar marco teórico.

55Ya expuesto el sentido, no vimos necesario seguir usando el concepto de contrapraxis de la resistencia, por lo que se usará el de resistencia en referencia al mismo. 100

Por otra parte, es necesario considerar el agitado contexto político y social de finales de la década de los 80 y comienzos de los 90, en la cual, se desmovilizan guerrillas como el

Movimiento 19 de abril (M-19), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), la mayor parte del Ejército Popular de Liberación (EPL) y la guerrilla indígena “Quintín Lame”.

En contraste, este también fue un periodo de cruenta persecución y represión estatal y paramilitar contra la oposición política, destacando las políticas de exterminio contra el PCC, la

JUCO56, la UP, A luchar, la Alianza Democrática M-19, así como a organizaciones sindicales, estudiantiles, campesinas y de masas.

En este contexto, el presidente César Gaviria Trujillo decidió emprender la “Operación

Colombia” el 9 de diciembre de 1990, con el objetivo de liquidar el secretariado de la guerrilla de las FARC en “casa verde”, ubicado en zona veredal del municipio de La Uribe – Meta, además, se inicia un proceso de copamiento militar en gran parte de la región de Sumapaz.

Para terminar, se aclara que el objetivo específico de caracterizar el sindicato, ya se resolvió y presentó anteriormente en el apartado “Caracterización general de SINTRAPAZ”, pues se consideró que, por la temática abordada, es provechoso en el enriquecimiento del “Marco teórico y conceptual”, y con esto, es posible para el lector un acercamiento previo a la composición, historia y naturaleza de la organización agraria.

2.2. La “resistencia cívica” de Juan de la Cruz Varela, como fundamento de la

resistencia de SINTRAPAZ

Para empezar, la “resistencia cívica” impulsada por Juan de la Cruz Varela desde el Frente

Nacional, fue una política de resistencia de los comunistas sumapaceños, en donde la oposición a

56Juventud Comunista Colombiana. 101 la violencia reaccionaria, se hace desde la cohesión social del campesinado en sus organizaciones de masas. Al respecto, Laura Varela ilustra sobre la “resistencia cívica” de la siguiente manera:

La autodefensa de masas fue dando paso a una nueva estrategia denominada por

Juan de la Cruz y los campesinos de “resistencia civil o cívica”, que tenía por finalidad no

caer en las provocaciones tendidas por sus contrarios, ya que, con ellas, según decía el

líder agrario, buscaban arrastrarlos a un nuevo enfrentamiento armado con el gobierno y

tener un pretexto para aniquilar la organización agraria. La nueva forma de enfrentar al

adversario se inició en 1958 y exigió un trabajo intenso por parte de la organización

agraria y de su líder, encaminado a politizar la población para mantenerla aglutinada y leal

al movimiento campesino. Para el cumplimiento de la estrategia propuesta, se emplearon

varias tácticas como acentuar la vigilancia de todos los pobladores en la región con el

objetivo de impedir el ingreso de provocadores y sicarios; adelantar campañas de

denuncia ante las autoridades gubernamentales, eclesiásticas, militares e intelectuales y la

opinión pública para dar a conocer cualquier acto de agresión contra los moradores de

Sumapaz y Oriente del Tolima (...) (Valera y Duque, 2010, p. 102)

En este sentido, la “resistencia cívica” de Juan de la Cruz Varela en Sumapaz, es un importante antecedente del cual se desprenden varias formas de resistencia como las que desarrolló SINTRAPAZ, en consecuencia, se partió de aquí para comprender las resistencias del sindicato en el periodo de 1990 a 199357, sin desconocer que la experiencia de resistencia armada en forma de autodefensas comunistas, como también, la lucha jurídica de los agrarios desde finales de la década del 20, hacen parte del acervo de políticas de resistencia campesina de la

57A pesar de que la Operación Colombia ocurre el 9 de diciembre de 1990, los documentos trabajados van desde principios de 1990, en vista, de considerar interesante conocer el “estado de cosas” previo a la intervención militar. 102 región58. Considerando lo anterior, ahora se presentan las formas de resistencia de SINTRAPAZ, así como sus características.

2.2.1. Denunciar la violencia

Dicho esto, una de las primeras respuestas de la comunidad a la militarización de la región, fue la organización de los “Diálogos en Sumapaz” como un espacio de interlocución que incluyó: comunidad campesina y sus organizaciones agrarias como SINTRAPAZ; organizaciones políticas como el PCC y la UP; igualmente, organizaciones de Derechos Humanos; y, por otra parte, autoridades civiles como el Gobierno Nacional, la Gobernación de Cundinamarca y la

Alcaldía Mayor de Bogotá. Así las cosas, se va a presentar la mayor parte del comunicado59 que emitió la responsabilidad de prensa de la UP, en preparación al evento en Sumapaz:

Diálogos en Sumapaz

Una delegación del ministerio de gobierno Nacional, de la gobernación de

Cundinamarca y de la Alcaldía Mayor de Bogotá, conjuntamente con delegados de

organizaciones agrarias, de derechos humanos, de la UNIÓN PATRIÓTICA y el

Partido comunista; se harán presente en la jurisdicción de LA UNIÓN, localidad de la

Alcaldía Menor de SAN JUAN DE SUMAPAZ en el Distrito Especial de Bogotá.

La delegación está citada en la Gobernación de Cundinamarca a las 6 de la

mañana de este Domingo 13 de Enero para salir en caravana por la vía de Usme.

58Revisar el apartado “Organización y resistencia campesina en el Sumapaz entre 1875-1990”

59Aclaramos que los dos comunicados que tratan sobre los “Diálogos en Sumapaz”, son del partido político Unión Patriótica. 103

El objetivo de la reunión, a la cual asistirán centenares de campesinos liderados

en el pasado por el legendario JUAN DE LA CRUZ VARELA, líder agrario y

guerrillero de los años 50; será plantear su preocupación y rechazo a la militarización

de este territorio, que por más de 30 años a gozado de una paz y tranquilidad estables;

y que solo se rompió a partir de los bombardeos y ametrallamientos que ha sufrido la

zona con motivo de la ocupación de Casa Verde.

La reunión ha sido coordinada con el Gobierno Nacional, y cuenta con todas las

garantías.

DIRECCIÓN NACIONAL UNIÓN PATRIÓTICA

Bogotá. Enero 12. (Cabrera, 12 de enero de 1991)

Para comenzar, esta iniciativa se ubicó claramente en la política de “resistencia cívica” diseñada por Juan de la Cruz Varela, entre tanto, se proyectó como un espacio de denuncia a las violencias sufridas por la población ante las autoridades civiles. En segundo lugar, la interlocución con las autoridades civiles, fue encabezada por organizaciones agrarias y políticas con gran influencia en el territorio, lo que mostró la legitimidad de estas en la población y su poder de movilización social al asegurar la asistencia de cientos de campesinos en un territorio con reducida densidad demográfica. En tercer lugar, el objetivo del evento tuvo una gran relevancia, pues dio la oportunidad a la comunidad de manifestarse con sus denuncias a las autoridades civiles.

Igualmente, el comunicado de prensa de la UP en ocasión de la finalización del espacio

“Diálogos en Sumapaz”, es bastante revelador, pues según este, se cumplió el objetivo de visibilizar las denuncias de la comunidad campesina a los excesos de las fuerzas del Estado, 104 además, de contar con una participación más grande de la esperada, pues pasó de una estimación de unos cientos a aproximadamente 3000 personas. Al respecto, este es parte del comunicado del

14 de enero de 1991:

Ya en desarrollo de la reunión por lo menos 3000 campesinos del Sumapaz,

muchos de ellos hicieron denuncias por los atropellos y perjuicios de los cuales han sido

objeto por parte de las tropas acantonadas en la zona y consistentes en retenciones

injustas, torturas, desaparición de personas, decomiso de bienes muebles, inmuebles,

semovientes, cosechas y bienes de uso personal, lo mismo que sumas de dinero y

electrodomésticos. Muchas casas y ranchos han sido destruidos. (Cabrera, 14 de enero de

1991)

En esta línea, se puede evidenciar en los dos comunicados el profundo impacto que tuvo la Operación Colombia en la comunidad, pues se manifestó una aguda ruptura en la calidad de vida apenas un mes y cinco días del despliegue militar, así mismo, es de destacar el manifiesto rechazo a las diversas formas de victimización expresadas, como también, a la violencia potencial que encarna la militarización del territorio.

Por otra parte, se destacó que el sindicato ha sido una instancia regular a la que se acude para denunciar o dar claridad sobre hechos que perturban la tranquilidad comunal, por ejemplo, en 1992 se comentaba que la guerrilla había amenazado a un médico que se encontraba en el territorio, pero al no corresponder esto con la realidad, el médico acudió al sindicato para aclarar la situación: “El Doctor Jaime Rincón envió nota a la Secretaría de Salud y al Sindicato, en donde declara q´en ningún momento ha sido amenazado por la guerrilla” (SINTRAPAZ. Acta # 003,

1992, p. 1) 105

De esta manera, el sindicato se configuró como una institución legítima no solo para la población campesina, sino también, para los externos que tienen una relación laboral con el territorio, como se aprecia en el caso del médico. Por lo tanto, se evidenció que el sindicato como organización campesina tiene un reconocimiento como garante de la tranquilidad ante el creciente contexto de violencia.

Ahora bien, el sindicato como escenario de denuncia, guarda ciertas diferencias con el

“espacio oculto” que describe Scott60, pues los campesinos y su organización no están bajo una relación de poder de completa subordinación, como si lo estuvieron los esclavos en Estados

Unidos o los intocables en el sistema de castas del hinduismo, casos expuestos por Scott para su propuesta del “espacio oculto”.

No obstante, es similar al “espacio oculto” en cuanto la comunidad campesina se encontraba bajo unas relaciones de poder desfavorables en el plano de la fuerza física61, por esa razón, el sindicato también fue un espacio donde se compartieron las experiencias desagradables de la dominación militar entre personas de su misma condición económica y política. Lo anterior, se puede constatar en varias asambleas de socios con intervenciones como la siguiente: “2° Alirio

Tautiva, debe de dejar constancia sobre la perdida de ollas cobijas y un freno robados por el ejército en el corregimiento” (SINTRAPAZ. Acta # 013, 1993, p. 1)

De esta forma, la organización también realizó con este propósito un foro de Derechos

Humanos, el cual contó con la presencia de abogados que pudieran apoyar las denuncias de la comunidad campesina, tal como quedó definido en un acta del sindicato:

60Ver marco teórico.

61Es necesario recordar que las relaciones de poder, van más allá de la capacidad y ejercicio de la fuerza física, pues también se puede manifestar como un poder fáctico que no necesita del ejercicio de la violencia, este es el caso de SINTRAPAZ en el corregimiento de San Juan. 106

(...) También se refirió a las denuncias por parte de las personas que han sido

maltratadas por parte de la fuerza pública, enumeradas como maltrato físico y quema de

casas como también pérdida de objetos. Estas personas deberán entregar un informe claro

conciso al abogado de los derechos humanos que vendrá el día 14 septiembre de 1993

donde se realizará un foro por los Derechos Humanos. (SINTRAPAZ. Acta # 02, 1993, p.

3)

De igual modo, el sindicato también es una plataforma de interlocución comunitaria con el movimiento agrario nacional (de ahí su filiación a FENSUAGRO), así como con el resto de la comunidad de la región de Sumapaz, la cual también sufre el copamiento militar y del recrudecimiento de la violencia. Por esta razón, en el siguiente fragmento se hizo un llamado al sindicato y a las demás organizaciones agrarias de la región para que hicieran un encuentro que tenga la paz como su temática principal:

El compañero Evelio Poveda, se refiere a la tranquilidad dentro de la zona de

personas extrañas, como de los mismos moradores, y hace un llamado para que se

terminen esos rencores, puesto que son nocivos para la convivencia en la zona.

-Propone los encuentros entre todas las organizaciones de la región con el hecho

de la paz.

-Rechaza (ilegible)/ los acontecimientos suscitados como la muerte de los señores

Victor Castro y Arturo Amaya. (SINTRAPAZ. Acta # 010, 1992, p. 1)

2.2.2. Promover la comunión campesina y la resistencia organizada

Compartir las experiencias desagradables de violencia física y psicológica, construyó lazos de fraternidad y solidaridad, como se puede ver en la intervención de Evelio Poveda y su 107 rechazo al asesinato de dos campesinos de la comunidad, situación que lejos de ser nueva, se convirtió en algo usual, pues meses antes Evelio Poveda también estaba lamentando en la asamblea del sindicato el asesinato de otro de sus compañeros: “El mismo compañero Evelio, lamentó la muerte del señor Horacio Susa, y pidió a la autoridad civil su investigación pues no hay claridad quien lo asesinó.” (SINTRAPAZ. Acta # 370, 1992, p. 2)

Como se mencionó anteriormente, el sindicato comparte ciertas características del

“espacio oculto” propuesto por Scott (2018), pues este afirma que en el “espacio oculto”: “Al sufrir las mismas humillaciones o, peor aún, al estar sujetos a los mismos términos de subordinación, todos tienen un interés común en crear un discurso de dignidad, de negación y de la justicia” (Scott, 2018, p. 169). Consecuentemente, se aprecia que más allá de ser el sindicato un espacio donde se compartieron las experiencias de expoliación, muerte y humillación, también fue un escenario donde la comunidad crea un discurso (no oculto)62 de dignidad, rechazo y justicia.

Así las cosas, la empatía por los problemas del otro y la solidaridad, generaron una comunión campesina garantizada por su organización sindical, práctica que se puede entender como otra de las tácticas de resistencia integrada a la política de “resistencia cívica” aplicada por

SINTRAPAZ, pues Juan de la Cruz entiende que la resistencia necesita de un campesinado

“aglutinado y leal al movimiento campesino”. Así las cosas, las siguientes intervenciones de Raúl

Herrera en dos asambleas diferentes, mostraron la importancia de la cohesión campesina en el sindicato para los ejercicios de resistencia:

62Para Scott (2018), las situaciones de más cruda represión, tienen generalmente el efecto de ocultamiento estratégico por parte de las víctimas, y de sus discursos de rechazo a las experiencias de maltrato, en contraste, SINTRAPAZ nunca ha ocultado su discurso de rechazo y justicia en situaciones de aguda represión. 108

Luego tomó la palabra el compañero Raúl Herrera donde dio un saludo a todos los

asistentes y manifiesta q´ el informe central q´ presenta la mesa directiva al sindicato

recoge todas las inquietudes y resalta la firmeza y unión de los campesinos ya q´ han

tenido las dificultades de la militarización en la región y venciendo estas dificultades la

dirección del sindicato ha estado atenta a librar todas las luchas q' se sigan presentando en

la región y que ojalá se siga el ejemplo de toda la juventud a través de las banderas q'

levantó este sindicato. (SINTRAPAZ. Acta # 001, 1992, p. 1)

Intervención Raúl Herrera.

Dio saludos dice que el informe que presenta el sindicato es acertado, porque

recoge todas las inquietudes, resalta la firmeza y la unión de los campesinos porque se han

sorteado muchas dificultades, pero que la dirección estuvo atenta a estos problemas y dice

que fue importante la firmeza que han tenido en la violencia, y que seguiremos librando

luchas y que siga ese ejemplo a través del sindicato (...) (SINTRAPAZ. Acta # 371, 1992,

p. 2)

De la misma manera, se rescató la solidaridad que los socios del sindicato tuvieron con sus compañeros hechos presos por el Estado, pues es una constante en los documentos de la organización, por ejemplo, en una de las actas se define lo siguiente: “7° Se sacó una comisión de dos compañeros respaldados por una solicitud por escrito para recoger solidaridad para la libertad de los presos políticos, Misael y Bladimiro” (SINTRAPAZ. Acta # 002, 1992, p. 2).

Igualmente, no solo se hicieron esfuerzos colectivos por la libertad de los presos, sino que, además, hicieron campañas de solidaridad para apoyar materialmente a sus compañeros presos, como se puede ver en un acuerdo de una asamblea en 1992: “3° Se acordó sacar una 109 comisión paran recolectar algunos aportes y llevárselas, para cualquier ayuda a los presos”

(SINTRAPAZ. Acta # 013, 1993, p. 1).

Además, se realizaron labores para visibilizar fuera del territorio la problemática que se vive de encarcelamientos a la comunidad campesina, así como de solidaridad con los compañeros que pudieron resolver su situación presidiaria. Al respecto, el siguiente fragmento expone las dos cosas:

5° en cuanto a los informes de los socios.

1° El C.63 Liberato dá un completo informe, sobre un foro que se realizó el 3 y 4

de oct en Bta64, a lo cual no asistió sino el (ilegible). Donde se hizo alguna ponencia sobre

los presos q´teníamos y q´ya fueron absueltos. (SINTRAPAZ. Acta # 010, 1992, p. 2)

El compañero Raúl Riveros al explicar sus acontecimientos suscitados por los

hechos de orden público y que fué hecho preso, se reintegra al sindicato y se exentó de

cotizaciones y multas como acto de solidaridad de la asamblea y siguió como continuo

militante. (SINTRAPAZ. Acta # 010, 1992, p. 3)

2.2.3. Preservar el lugar de SINTRAPAZ en la dinámica social del territorio

Ante todo, se hace necesario decir que un común denominador en las asambleas, fue la prontitud con la cual se toman las decisiones relacionadas con problemas que atañen a la comunidad o que fueron de fácil resolución mediante la orientación o gestión del sindicato. En

63Compañero.

64Bogotá. 110 ese orden de ideas, es preciso resaltar que entre las medias tomadas por la organización campesina está la comisión, la sanción y la reflexión65.

Dichas medidas, reflejaron la legitimidad con la cual se ha construido SINTRAPAZ, evidenciando de esta manera que sus facultades se han cimentado en la representación que tiene la comunidad con el proceso organizativo.

Así las cosas, producto de la comprensión de los documentos encontrados y con el objetivo de identificar el papel del sindicato en las relaciones sociales entre 1990-1993, se presenta la siguiente clasificación de los documentos encontrados, que muestra el rol social de la organización:

2.2.3.1. Resolución de conflictos vecinales

En las actas de asamblea del sindicato registradas en este periodo, se determinó que la organización hizo las veces de receptor de los problemas que se presentaron en cuanto a la convivencia, encontrándose una intermediación en lo que concierne al cobro de deudas, contradicciones por el tratamiento de aguas residuales, acusaciones de hurto, delimitación de linderos producto de la compra de predios, prohibición del porte de armas, restricción en la venta de licores, etc.

A modo de ilustración, se puede observar el siguiente documento oficial de SINTRAPAZ, en el cual se dispuso por parte de una familia afectada, que la organización hiciera la respectiva sucesión de la finca. En consecuencia, producto de la intermediación generada por la

65La comisión se entiende como un grupo de personas que son definidas en un espacio asambleario para que intervengan en un conflicto o interlocución que se deba hacer a nombre del sindicato. Por sanción se logra identificar como medidas correctivas (como trabajo comunitario o autocríticas públicas) para habitantes del territorio que tengan comportamientos en contravía de los lineamientos éticos, políticos y culturales de la región. Por último, se encuentran las reflexiones que se hacen desde el sindicato relacionadas con las situaciones generalizadas en la comunidad que pueden afectar la convivencia de la misma. 111 organización al delegar una comisión que interviniera, se logró un acuerdo entre las partes frente a la respectiva delimitación de los predios.

Figura 19: Acta de distribución de tierras entre herederos en septiembre de 1992

encontrada en el archivo del Sindicato. Año 2019.

Igualmente, es preciso recalcar en este apartado la confianza de la comunidad en el sindicato, al punto de que un procedimiento que en definitiva debería tramitarse en un proceso judicial, fue tramitado colectivamente entre la comisión delegada de la organización y los directamente afectados. 112

Al respecto, Cárdenas (2008) encontró que producto de la construcción histórica del territorio, el sindicato ha cumplido un papel trascendental en las medidas de control social y conducción de la comunidad campesina, lo que se ha evidenciado en términos del cumplimiento de varias funciones que deberían ser competencia exclusiva del Estado y que en gran parte han sido suplidas por el sindicato.

2.2.3.2. Atención de necesidades mediante interlocución con instituciones

Por su parte, las actas de asamblea son evidencia clara del papel que ha cumplido el sindicato con relación a la garantía de derechos para la comunidad, trabajando en dos perspectivas, por un lado, en la gestión con las instituciones gubernamentales responsables de suplir determinadas necesidades que para el momento eran: Secretaría de Salud, Empresa de

Energía de Bogotá, Acueducto y Alcantarillado, Registraduría, etc. Además, en la interlocución con estas instituciones se daba trámite a las necesidades más urgentes de la población, que en algunos casos se hacía de manera formal mediante oficio y en otros de manera informal con las comisiones que se enviaban desde la organización campesina.

Por otro lado, se viabilizaron escenarios de gestión autónoma de SINTRAPAZ para suplir necesidades que son competencia del Estado, pero que en definitiva no se podrían solventar efectivamente, entre las cuales se reconocen: determinar el funcionamiento del centro de salud de

San Juan, construcción de la sede de la corregiduría, interlocución con empresa de transporte, suministros para la botica, etc.

Consecuentemente, en el Acta 09 de 1992, en su punto dos del orden del día, se presentó un informe en donde se exponen los intercambios informales que había tenido uno de los 113 comisionados por parte del sindicato para gestionar la implementación de proyectos en el territorio:

2° El compañero Beto Poveda nos informa lo siguiente:

-Una visita de comisión de topógrafos para trazar el alcantarillado de La Unión.

-Visita de la comisión de la registraduría para el 4 de octubre.

-El alcalde se compromete al arreglo de la escuela de Santo Domingo.

(SINTRAPAZ. Acta # 09, 1993, p. 1)

De modo que, encontrar una organización campesina que sostiene su funcionamiento interno e incluso cumple funciones similares a las de un gobierno, en medio de un ambiente de confrontación bélica, demuestra que SINTRAPAZ ha resistido en el tiempo, con construcción de una legitimidad producto de suplir las necesidades materiales de los habitantes, ya sea mediante la gestión con instituciones o de manera autónoma.

2.2.3.3. Solidaridad y lucha política.

En el periodo de tiempo trabajado, se constató que SINTRAPAZ encarna el papel de conducción política en el territorio, desde allí, se proyectaban escenarios de construcción de propuestas para la localidad, participación en escenarios electorales como el Concejo de Bogotá y la Junta Administradora Local, vigilancia de maquinaria por presuntos hurtos por parte del

Ejército, comisiones cívicas para hacer acompañamiento al trabajo en la JAL, etc.

De esta forma, el naciente proceso de descentralización administrativa creo la posibilidad de decidir sobre el rumbo de debía tomar la localidad en términos presupuestales, esto se dio mediante la creación de cargos de elección popular en el orden local para hacer parte de las 114

Juntas Administradoras Locales, siendo un espacio de participación política que despertó el interés de SINTRAPAZ, como se evidencia en el siguiente documento:

Luego tomó la palabra el compañero Jesus Anibal Suárez diputado a la asamblea

de Cundinamarca, donde se hace una amplia explicación del contenido de las juntas

administradoras locales, parece q´ estas juntas tendrán un presupuesto asignado por el

gobierno Nal para invertir en obras de progreso en sus respectivas zonas.

Para estas juntas administradoras locales fueron elegidos los siguientes

compañeros: El compañero Eliberto Poveda, el c. Pablo Romero, el c. Jose del Carmen

Muñoz y el c. Liberato Tautiva, el Sr Alberto Clavijo y el c. Fidel Pérez. Quienes serán los

ediles q´ nos representarán en la justa electoral del 8 de marzo. (SINTRAPAZ. Acta # 01,

1992, p. 2)

De igual forma, se consideró necesario analizar el papel que la solidaridad -como un principio ético- cumplió en el sostenimiento de la legitimidad del sindicato, a pesar de la represión por parte del Ejército Nacional en la zona. De esta manera, se encontraron los siguientes tipos de acciones realizadas por la organización campesina: rifa profinanzas del sindicato, colaboración para festivales, solidaridad con fallecidos, encuentros con organizaciones de la región promoviendo la paz, etc.

Lo anterior, sustentado en los informes presentados por los socios del sindicato, en donde se solicitó un apoyo, como se ve a continuación:

3° En los informes de los socios se tocó lo siguiente: 115

-La profesora del colegio solicitó colaboración de un trofeo para el festival del

colegio.

-Se informa de una corona q´ se mandó hacer por la muerte de Adriano Peñaloza...

(SINTRAPAZ. Acta # 09, 1993, p. 1)

En este sentido, se demuestra que, a pesar de la persecución judicial a los dirigentes agrarios, la organización campesina persistió en su principio de solidaridad como forma de resistir colectivamente los embates del conflicto armado. Además, tuvo la capacidad de solventar algunas necesidades cotidianas y acompañamiento en momentos difíciles para los campesinos sumapaceños.

En definitiva, el proceso de comprensión del archivo que se ha desarrollado en la presente investigación, refuerza la idea de que el sindicato ha constituido una contra praxis de la resistencia, evidenciada en el marco de la constitución de una organización capaz de cumplir funciones de un Estado, en el cual, se identifica que SINTRAPAZ ha sido un operador de justicia, un mecanismo de defensa de derechos ,y eje articulador de la disputa institucional por la obtención y legalización de tierras, como lo evidencia Cárdenas:

Es por ello que la organización sindical ha jugado un papel central en lo

relacionado con la resolución de los conflictos de sus habitantes, ya que a pesar de existir

una estructura estatal para tal fin no posee la legitimidad ni la fuerza simbólica que le

permita subsistir como instancia primordial de regulación y control social. Esta tarea la ha

asumido el Sindicato Agrícola, no porque haya pretendido usurpar las funciones y

responsabilidades que el Estado posee en este campo de administrar justicia, sino que la 116

necesidad social ha conducido a generar estos niveles de organización en la comunidad

campesina. (Cárdenas, 2008, p. 46-47)

En consecuencia, esto se presenta como una forma de resistencia que tuvo la organización campesina en medio de una operación militar en el territorio, ya que, en dichas condiciones de confrontación bélica, persiste con su funcionamiento y continúa siendo la guía para la consecución de derechos para el campesinado sumapaceño.

2.2.4. La vigilancia organizada de masas como forma de resistencia

De otro lado, una de las prácticas de resistencia con más trascendencia histórica en la región de Sumapaz, ha sido la llamada “vigilancia revolucionaria”, la cual también hace parte de la política de “resistencia cívica” de Juan de la Cruz Varela, en donde se plantea una vigilancia comunitaria que impida el accionar de sicarios y provocadores que alteren la convivencia en la región.

Por ejemplo, en una asamblea de socios se acordó la vigilancia comunitaria de una maquinaria en riesgo de ser robada o dañada por agentes externos: “3° Sobre el problema de la vigilancia de la maquinaria del M. O. P se acordó, q´entre toda la comunidad se ayudará a vigilar” (SINTRAPAZ. Acta # 002, 1992, p. 1)

Por último, se debe anotar que esta respuesta de resistencia comunitaria, requirió de un alto nivel de organización, disciplina y cohesión social, pues fue una labor que debe ser discreta y comprometida por el peligro que representa, en este sentido, la labor de vigilancia comunitaria emprendida por el sindicato, se cimienta sobre la experiencia y cualidades organizativas que permiten este tipo de acciones. 117

2.2.5. Oponerse a la clandestinidad y desafiar la legitimidad de los violentos

A continuación, se presentará una de las formas de resistencia más interesantes y desafiantes que el sindicato implementó con motivo del copamiento militar y la persecución, en la cual, un poder legítimo y fáctico territorial, no solo se resiste a la clandestinidad que pretende la estigmatización y persecución, sino que desafía “en las fauces del poder” la legitimidad del actor militar. De esta manera, se presentará el fragmento de una de las actas que señala la acción y la intención de esa forma de resistencia:

El compañero Evelio Poveda, manifestó a todos los asistentes, que el 1° de

Febrero de 1992. Se realizaría en San Juan la gran Asamblea Sindical para cambio de

mesa Directiva del Sindicato, y elegir sus nuevos miembros, en los cuales estarán

asignados los destinos de nuestro Sindicato. Manifestó que ha sido un año muy difícil

para los habitantes de la región por el estado de violencia, en que hemos estado, por parte

del ejército, pero que sin embargo se hicieron algunas reuniones del sindicato en la misma

presencia de los militares, dándoles a entender que el sindicato tiene su personería

jurídica, y es una organización legalmente constituida. (SINTRAPAZ. Acta # 370, 1992,

p. 1)

Como se puede ver, en primer lugar, se mostró la responsabilidad que tiene la Junta

Directiva electa, la cual debe liderar la resistencia del sindicato en un contexto de agresiva violencia oficial. En segundo lugar, se señaló que de forma intencional se realizaron reuniones de asamblea de socios públicas y con presencia del ejército.

En tercer lugar, se plantea una intención en la acción que consiste en mostrarse como un actor legal, el cual tiene derecho a existir y a expresarse en el ámbito público. En consecuencia, 118 se comprende que hay una “lucha contra las sombras”, pues esta organización se niega a ser clandestinizada o a desaparecer, por efecto del discurso público militar con pretensión hegemónica, el cual niega la posibilidad de trabajo político y gremial de este sindicato en el territorio.

Paralelamente, estas acciones también implicaron un desafío a la legitimidad del ejército en el territorio, pues el ejército no solo se jugó una superioridad de fuerza en el territorio, sino también su brega por lograr una hegemonía ideológica66 que le permita ser un actor legítimo en la comunidad. En este sentido, Scott señala que “Cuando un acto práctico de desobediencia se junta con una negativa pública, constituye un reto, una declaración de guerra” (Scott, 2018, p. 282)

En síntesis, las reuniones públicas ponen de manifiesto un desafío a la legitimidad del poder militar, expresando en el plano público su resistencia a desaparecer como actor de poder fáctico, lo que posiciona la acción como una demostración de poder ante la comunidad y el actor armado, además, de hacer ver que incluso bajo la legalidad que el ejército representa, el sindicato es un actor valido que merece el respeto de los militares.

66El anticomunismo, así su consecuente estigmatización y persecución de organizaciones sociales disidentes, ha sido una política que se puede rastrear desde inicios del siglo XX con acontecimientos tan deplorables como la masacre de las bananeras. En este sentido, las fuerzas militares han representado y aplicado estos principios ideológicos. Al respecto, son varios los trabajos que tratan esta temática, algunos de estos expuestos en los antecedentes del presente texto. 119

Figura 20: Gráfica resultados. Elaboración propia.

2.3. Archivo Histórico de SINTRAPAZ

Como se ha mencionado anteriormente, esta investigación contribuyó (con sus limitaciones intrínsecas) a la construcción del Archivo Histórico de SINTRAPAZ, pues gracias a la metodología elegida, fue posible apoyar el esfuerzo de archivo histórico. No obstante, el trabajo por constituir el archivo de la organización ha sido mucho más amplio, y es un esfuerzo que supera lo que al respecto se hizo en esta investigación. 120

Sin embargo, dado que los investigadores de este escrito también son los que trabajan en conjunto con el sindicato para la construcción del archivo, fue posible acompasar y alimentar mutuamente los dos esfuerzos. Así las cosas, la contribución en el esfuerzo de crear este archivo histórico, conllevó y conllevará una gran responsabilidad al tratarse del rescate, limpieza y organización de documentos que en muchos casos son antiguos, tienen una condición de daño o son frágiles, por lo que estas labores deben adelantarse con el máximo cuidado, contando, además, con que son documentos que dan cuenta de periodos históricos de gran trascendencia para el Sumapaz y para el país.

Por ejemplo, en el archivo es posible encontrar una abundante información referente al periodo del Frente Nacional, lo que sería muy provechoso para los investigadores interesados en indagar sobre la violencia en este periodo en el Sumapaz, pero también, para los que encuentren motivante la dinámica política en este territorio, contando con otros actores como la CSTC y otros sindicatos agrarios, igualmente, hay información para los que buscan las huellas de protagonistas como Pedro Pablo Bello o Juan de la Cruz Varela.

De igual manera, hay una amplia variedad de información referente al turbulento periodo de los dos mandatos de Uribe Vélez y su política de “Seguridad Democrática”, en donde es posible conseguir múltiples casos de violaciones a los Derechos Humanos, así como de las formas que empleó el sindicato para enfrentar la guerra, en contraste, también hay documentos antiguos y recientes que demuestran el compromiso de SINTRAPAZ con la paz y la justicia social.

Así mismo, es posible encontrar amplia documentación referente a la participación política de la comunidad en espacios como las JAC, las JAL y campañas electorales. No obstante, 121 se reconoce que estos son solo algunas de las temáticas que contiene el archivo, y que, al ser tan reciente, las posibilidades para usar este corpus documental son muchas.

De otra parte, esta experiencia de construcción del archivo histórico es una contribución al esclarecimiento del conflicto armado, pues el papel de este territorio en la dinámica de la guerra ha sido históricamente prominente, por lo que en concordancia a las intenciones de SINTRAPAZ, el archivo puede ser una herramienta valiosa en la creación informes y casos para la Comisión de la Verdad.

Por último, esta iniciativa puede ser una oportunidad para fortalecer el trabajo de memoria colectiva que tanto interesa al sindicato, pues el archivo en sí, puede ser un espacio de memoria en el que también se acopien entrevistas, fotografías y demás material de interés.

122

V. Conclusiones

Como primera conclusión, se puede evidenciar que tanto la praxis creativa, como la capacidad de oponer una resistencia organizada, son aptitudes que le han permitido a

SINTRAPAZ perdurar desde hace más de 60 años como un actor protagónico del territorio, así mismo, se ha configurado desde hace tiempo, en un baluarte de la lucha agraria a nivel nacional, tal como lo asegura un representante de FENSUAGRO en una reunión del sindicato:

Seguido tomó la palabra el compañero Luis Carlos Acero presidente de Fensuagro

y como presidente de su organización, presenta un saludo a todos los asistentes y les desea

un éxito por todas las luchas q´ han librado especial el sindicato en la región del Sumapaz

pues manifiesta q´ este sindicato ha sido el símbolo de las luchas agrarias desde hace 30

años. [sic] (SINTRAPAZ. Acta # 001, 1992, p. 2)

En segundo lugar, es destacable que la resistencia en San Juan se sustentó en la planeación, disciplina y cohesión social que posibilita el sindicato, y no como una respuesta espontánea que dependa únicamente de relaciones vecinales o familiares, tal como lo plantea

Scott y su axioma de que la resistencia de grupos sociales con desventaja en las relaciones de poder, se garantiza únicamente por la comunión informal e intrínseca, en este sentido, se podría hacer la pregunta: ¿por qué ahí y no en otras partes del Sumapaz bogotano, se desarrollan estos ejercicios de resistencia?. No obstante, se reconoce el aporte que brinda Scott a la hora de ampliar el espectro de las formas de resistencia, así como el carácter dinámico que tienen las relaciones de poder.

En tercer lugar, respondiendo a la pregunta y al objetivo general de esta investigación, las formas de resistencia que aplica el sindicato tienen un antecedente del que se nutren, y es la 123 política de “resistencia cívica” de Juan de la Cruz Varela, así las cosas, en el trabajo desarrollado con las actas del Sindicato se identificaron las siguientes modalidades de resistencia: primero, el sindicato como espacio de denuncia comunitaria, así como plataforma de denuncia ante las autoridades civiles y la opinión pública; segundo, la organización sindical como espacio de aglutinamiento, comunión campesina y resistencia organizada; tercero, la preservación de

SINTRAPAZ como actor de regulación social legítimo (en resultados se profundiza la implicación de un actor de regulación social legítimo); cuarto, la vigilancia comunitaria organizada (en resultados se profundiza sobre esta modalidad planificada de resistencia); y por

último, preservar el carácter no clandestino del sindicato, planteando desafíos de desobediencia y legitimidad ante el poder militar.

En esta línea, se presenta que el sindicato ha tomado algunos roles de Estado como la regulación social, no obstante, ha cooperado con las autoridades oficiales a la hora de temas concretos, como lo son los servicios públicos, así como el reconocimiento, implementación y participación en organismos como las JAC, los edilatos, y el apoyo proselitista en campañas electorales67.

Ahora bien, estos ejercicios de resistencia política expuestos, pueden verse también en conjunto histórico con las formas de praxis y contrapraxis social que le precedieron, en razón de esto, se rastrea que desde la segunda mitad del siglo XIX se forman ejercicios de resistencia campesina en el Sumapaz, correspondientes a las luchas que se libraron al interior de las haciendas en contra de sus arbitrarias normas y castigos.

Posteriormente, viene un periodo de auge del movimiento campesino que inicia en los

67 El archivo brinda una gran cantidad de información sobre la participación política en la región, y sería un insumo de importancia para futuras investigaciones que quieran ahondar sobre el tema. 124 años 20 (del siglo XX), con la lucha jurídica y, de hecho, en contra de la propiedad terrateniente de las haciendas; fruto de ello, es la creación de la Colonia Agrícola de Sumapaz, después, con la política agraria del presidente Alfonso López Pumarejo (1934-1938, 1942-1945), este proceso de auge se cristaliza, aún más, y logra la desarticulación de grandes haciendas (tema profundizado en antecedentes).

No obstante, el movimiento entra en una fase defensiva durante los gobiernos conservadores de Mariano Ospina Pérez (1946-1950), Laureano Gómez (1950-1951) y Roberto

Urdaneta (1950-1953), como también, durante la dictadura de Rojas Pinilla (1953-1957), periodo en el que los campesinos comunistas y liberales emprenden la creación de grupos de autodefensa campesina para defenderse del ejército y sus apéndices paramilitares.

Ya en el Frente Nacional, hay una ambivalencia reflejada en el afianzamiento de procesos sociales como SINTRAPAZ, pero también de resistencia en algunos municipios de la región de

Sumapaz donde el movimiento campesino debe afrontar el asesinato selectivo, y demás formas de represión y persecución, en consecuencia, Juan de la Cruz Varela diseña la política de

“resistencia cívica”, la cual es insumo fundamental de la oposición del sindicato a la Operación

Colombia y el copamiento militar68.

Con respecto a SINTRAPAZ, se presentó una caracterización general que lo ubica como un sindicato agrario de tipo gremial y de primer nivel, el cual se encuentra vinculado a plataformas sindicales más amplias como FENSUAGRO y la CUT, igualmente, se mostró la estructura orgánica de SINTRAPAZ y sus espacios más importantes.

68 No se desconoce que la lucha armada también fue una forma de resistencia campesina en el Sumapaz, pero al ser externa a la política de SINTRAPAZ, no fue desarrollada.

125

De igual manera, se expuso que el corpus documental de este trabajo lo componen las actas de asamblea y la correspondencia del sindicato, la cual se encuentra acopiada y organizada en el Archivo Histórico de SINTRAPAZ, al respecto, la metodología que permitió esta investigación se fundamenta en la heurística, la crítica y el análisis de los documentos de interés

(en Metodología se encuentra este punto profundizado, así mismo, en el apartado final de conclusiones -Archivo Histórico de SINTRAPAZ- se presenta cómo la investigación contribuyó en la construcción del archivo, del mismo modo, se exponen algunas potencialidades investigativas del archivo, y se muestra el papel que puede jugar el archivo en la construcción de paz y en la memoria de la comunidad campesina).

Por otra parte, siguiendo a Marc Bloch, esta investigación asumió la idea de que “hay que ir y venir del pasado al presente”, ya que es inevitable establecer conexiones entre lo que los documentos nos contaron y lo que nuestra vivencia en el territorio nos reveló, por esta razón, asistir a los eventos de cambio de Junta Directiva, algunas asambleas de socios, la escuela de cuadros juveniles, así como a los regocijos, y a la victoria de los campesinos contra el incendio que amenazó con consumir el páramo en febrero de 2020, nos mostró que las cualidades organizativas del sindicato, así como la cohesión comunitaria, siguen siendo virtudes que han perdurado en el tiempo; además, la forma como izan las banderas del sindicato y el PCC en la puerta de sus casas, la realización de grandes murales que expresan sus ideales de paz con justicia social, y los homenajes a la lucha agraria, expresan el orgullo que tiene la comunidad de su pasado y presente.

Por último, con esta investigación, queda en evidencia que, lejos de mostrar la agonía en un escenario de violencia, se presentan ejercicios tenaces de resistencia organizada en una colectividad campesina que no “bajó los brazos” ante la represión y la persecución política. 126

Figura 21: Gráfica conclusiones. Elaboración propia.

127

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133

Anexos

Anexo 1: Entrevista de inmersión inicial de campo

Camilo Suárez

Nombre Contenido Lugar Fecha

Filiberto Baquero, Consecuencias de la Bogotá, Localidad 09 de Julio de 2015 presidente de la presencia militar de Sumapaz,

Junta Directiva de para el trabajo de la corregimiento San

SINTRAPAZ organización. Juan, centro

Existencia de poblado de San Juan

insurgencia

¿La presencia militar que existe en la zona, tiene una incidencia en el trabajo que

desarrollan?

Claro, claro, desde luego, bastante fuerte. El hecho de que desde 1990 hay una presencia casi

permanente y en los últimos años permanente y muy fuerte, en los últimos no sé 15, 18 años.

Siendo catalogado este uno de los territorios, pues tienen esas estadísticas, uno de los territorios

más militarizados del mundo, eso trae sus consecuencias: 1 por el temor que eso implica, el

copamiento riguroso del territorio, la presión, la represión, en algunos momentos casi que

sitiados, no se podía salir después de las 6 de la tarde, no se podía salir antes de las 6 de la

mañana, requisas permanentes, allanamientos en las casas, seguimientos, amenazas. 134

Nos ha servido que la denuncia, eso le ha bajado un poco la presión, el acompañamiento de misiones internacionales que con alguna frecuencia han venido. Hay que decirlo, la alcaldía mayor de Bogotá en tema de derechos humanos ha estado muy pendiente y ha habido un acompañamiento permanente, las ONG’s de derechos humanos, el comité permanente, el Alvear

Restrepo, Reiniciar, la oficina de derechos humanos de FENSUAGRO. Eso nos ha servido mucho, pero aun así la militarización nos causa muchas dificultades. Lo otro, ellos también cambian sus tácticas y en algún momento eran bien represivos, en otro momento han cambiado la táctica y tratan como de mostrar la otra cara, tratar es más bien de ganarse la gente, acercándose a los jóvenes, a las muchachas, ofreciendo cosas, prebendas a los niños, a los jóvenes.

No han podido avanzar mucho sobre eso, porque la orientación y la gente pues tiene una concepción más o menos clara, pero sin embargo poco a poco, pueden ir estar ganando algún espacio. De aquí, por ejemplo, han convocado lo que llaman las brigadas cívico-militares, ofreciendo desde peluquería, desde juguetes, juegos, atención médica, odontológica, toda esa cosa y en una por ejemplo no llegaron sino dos personas, incluso un discapacitado que no sabía ni que era lo que estaba haciendo y otra señora.

O sea, eso para ellos ha sido un descalabro, en otra pues ya llegaron con cosas atractivas fue para los niños, entonces con regalos, con juegos, payasos, cosas de esas, pues los niños inocentemente algunos llegaron, otros por la orientación de los papás “por allá no arrimen”, sin embargo, no fue tan masiva, pero si llegaron una buena cantidad de jóvenes, además porque fue un día de un evento grande que hubo aquí en el pueblo.

Pero diríamos que la presencia militar ha incidido bastante, sobre todo por el temor que ello implica, porque han habido cerca de 10 campesinos asesinados, porque los presos han sido por lo 135 menos más de 100, otros torturados, mujeres abusadas sexualmente, amenazas, hurtos, lo que denunciaban ayer los compañeros: aquí antes el ganado nunca se perdía, no había ladrones, no había nada, ahora el ganado en el páramo prácticamente muchos campesinos tuvieron que retirarlo de allá porque el ganado se lo comían, se lo comía el ejército y decían no, cuando les

íbamos a reclamar, generalmente decían “no, eso fue la guerrilla”, pero encontraban en los campamentos donde ellos dormían, enterraban los cueros, la cabeza, las patas y pues los campesinos conocemos el ganado, porque generalmente está marcado en la oreja, tiene alguna señal, alguna cosa, por el color pues se identifica y en otras ocasiones pagaban, pero por ejemplo decían “vayan a Tolemaida y allá se les paga”, entonces hacían perder a los campesinos dos o tres viajes, finalmente les pagaban, pero gastaban más en los viajes que en lo que les pagaban por el ganado. O sea, una situación bien complicada, hurto en las escuelas, las casas, o sea la presencia militar ha sido muy muy lesiva para los campesinos.

El Ejército dijo que era la guerrilla los que ocasionaban daños ¿todavía hay insurgencia en esta zona del país?

Entiendo que sí, entiendo que sí, digamos hace, igual que hace algunos años donde se los encontraba uno en grupos de 5, 10, 20 o 50 armados y uniformados, pues ya no, porque entiendo que ya la táctica también de la insurgencia es otra. Pero por aquí no hace mucho, volaron unos camiones y con alguna frecuencia hay hostigamientos, hay intercambio, o sea confrontación, eso implica que la presencia está, de pronto ya no tan rigurosa ni tan fuerte como en otra época, pero sigue habiendo.

136

Anexo 2: Colección de algunas fotografías capturadas durante la investigación

Foto 1: casa campesina en el corregimiento de San Juan. Año 2019

Foto 2: mural en el centro poblado de San Juan. Año 2018 137

Foto 3: galería expuesta en el centro poblado de San Juan. Año 2018

Foto 4: mural en el colegio Juan de la Cruz Varela. Año 2017 138

Foto 5: centro poblado de San Juan. Año 2018

Foto 7: evento en el salón comunal de San Juan. Año 2019 139

Foto 6: cuadros expuestos en el salón comunal de San Juan. Año 2019

Foto 8: mural en el centro poblado de San Juan. Año 2018 140

Foto 9: cartel comunitario en ocasión de un incendio. Año 2020

Foto 10: los investigadores en el corregimiento de San Juan. Año 2020

141

Anexo 3: Algunos documentos digitalizados del Archivo Histórico de SINTRAPAZ

Carta resolución de conflictos. Junio 27 de 1990 142

Carta resolución de conflictos. Agosto 1 de 1990.

143

Acta # 369, p.1. Diciembre 7 de 1991.

144

Acta # 369, p.2. Diciembre 7 de 1991.

145

Acta # 370, p. 1. Enero 4 de 1992.

146

Acta # 370, p. 2. Enero 4 de 1992.

147

Acta # 371, p. 1. Febrero 1 de 1992. 148

Acta # 371, p. 2. Febrero 1 de 1992.

149

Acta #001, p. 1. Febrero 1 de 1992. 150

Acta #001, p. 2. Febrero 1 de 1992. 151

Acta #002, p. 1. Marzo 7 de 1992.

152

Acta #002, p. 2. Marzo 7 de 1992.

153

Acta #003, p. 1. Abril 5 de 1992.

154

Acta # 009, p. 1. 1992. 155

Acta # 010, p. 1. Noviembre 7 de 1992. 156

Acta # 010, p. 2. Noviembre 7 de 1992. 157

Acta # 010, p. 3. Noviembre 7 de 1992. 158

Acta # 013, p. 1. Marzo 6 de 1993.

159

Acta # 02, p. 1. Septiembre 7 de 1993.

160

Acta # 02, p. 2. Septiembre 7 de 1993.

161

Acta # 02, p. 3. Septiembre 7 de 1993. 162

Acta # 02, p. 4. Septiembre 7 de 1993.