LVCEWTVM XVII-XVIII, 1998-1999

EL CULTO A EN Y LAS DIOSAS POLIFUNCIONALES INDOEUROPEAS

JUAN CARLOS OLIVARES PEDREÑO Universidad de Alicante

Las inscripciones relativas a Nabia en Hispania muestran algunas particularidades que la diferencian del resto de divinidades femeninas. Es la única diosa constatada en toda la amplia región situada al norte del río Duero y se alude a ella con epítetos que indican una tutela sobre núcleos poblados. Además, sus altares votivos han sido descubiertos en diversos contextos: elevaciones montañosas, fuentes o en el interior de castras. Finalmente, la diosa es citada dos veces, una de ellas sin epítetos y la otra con un apelativo, en una misma dedica­ ción. Todos estos datos apuntan que Nabia tenía un carácter polifuncional, como algunas de las principales diosas del ámbito indo-iranio, romano o céltico insular.

Inscriptions related to Nabia in Hispania show some peculiarlties which set her apart from other feminine deities. She is as the only recognised throughout the whole región up to the north of the Duero river, and is referred to by terms which indicate her protection on the populated áreas. Furthermore, her votive altars have been discovered in various contexts: montains, springs and inside forts. Finally, the ñame of the goddess is cited twice in the same dedication. All this data shows that Nabia had a multi-functional character, like some of the other main in the Indo-lranian, Román or Celtio insular world.

Muy pocas aportaciones teóricas se han plitud. El primer dato al que nos referimos tie­ hecho sobre la caracterización religiosa de la ne que ver con la distribución geográfica de diosa Nabia desde que Melena le dedicó un los testimonios de Nabia en relación con el del magnífico trabajo a raíz del hallazgo del ara resto de divinidades femeninas. de la Dehesa de "El Gaitán" (Cáceres), en el que el autor intentaba perfilar la naturaleza de la deidad teniendo en cuenta su etimología y EL TERRITORIO DE CULTO DE NABIA tres documentos principales: la existencia de una media luna esculpida en el ara de S. Melena dividía los testimonios situados Mamed de Lousada, la inscripción de Maréeos al norte del Duero en tres grupos: el lucense, y, finalmente, la inscripción y relieves de la el orensano y el bracaraugustano al que se aña­ "Fonte do ídolo" (). A partir de estas in­ día, al sur del citado río, el grupo cacereño. formaciones, Melena llegó a la conclusión de Según él, Nabia habría sido una diosa braca- que Nabia sería una diosa "de los valles raugustana cuyo culto se habría difundido si­ selvosos, de los bosques y de los montes, como guiendo las vías de comunicación hacia el nor­ la Diana latina, valles que en su hondón pudie­ te por Aquae Flauiae y Forum Limicorum hasta ron acoger la presencia de un río, que explica­ Lucus Augusti y hacia Asturica Augusta y, por ría el hidrónimo y la caracterización de la que otra parte, por el sur hacia Augusta Emérita Nabia habría sido objeto y, muy especialmen­ (MELENA, 1984, 245-248). La hipótesis que te, su vinculación con deidades acuáticas" (ME­ plantearemos más adelante sobre la significa­ LENA, 1984, 242-245). ción de Nabia tendrá como premisa que ésta La teoría de Melena mostraba una gran era la diosa lusitano-galaica a la que más am­ coherencia en función de la información de la pliamente se rendía culto al norte del Duero y que se sirvió y, por tanto, sus conclusiones son que, por tanto, su adoración en determinados plausibles. Sin embargo, creemos disponer de ámbitos de no era producto de una otros datos no tenidos en cuenta por este autor difusión desde el área de Bracara Augusta. Con que permitirían otorgar a esta divinidad lusita­ el fin de consolidar este primer argumento, no-galaica un papel más importante en el pan­ hemos de hacer un breve análisis a la tesis teón religioso y unas funciones de mayor am­ difusionista de Melena.

229 Los únicos argumentos de este investi­ (CIL II 2602; BLAZQUEZ, 1962, 180;TRANOY, gador para presumir una dispersión del culto 1981, 294) vincula a la diosa, por medio de otra se fundamentan, en primer lugar, en la posibi­ inscripción hallada en la misma localidad, con lidad de que Nabia fuera una diosa bra- un castellum Sesm[...f del que sería divinidad caraugustana en origen y, en segundo lugar, tutelar. Por consiguiente, no es muy probable en la relativa cercanía de los testimonios que una diosa procedente de otro lugar haya epigráficos de la divinidad a distintas vías de acabado convirtiéndose en la divinidad protec­ comunicación. Si el primer supuesto fuera co­ tora de un núcleo de población por encima de rrecto, es evidente que habría que aceptar una las autóctonas (GARCÍA FERNÁNDEZ-AL­ difusión del culto habida cuenta de la disper­ BALAT, 1988, 257). sión de los testimonios epigráficos, pero ni el Más aceptable parece la tesis de que los propio autor afirma con convicción el origen testimonios cacereños de Nabia sean producto territorial de la diosa: "si Nabia es una diosa de un desplazamiento del culto desde el área bracaraugustana, se ha difundido su culto si­ bracarense, ya que no existen testimonios en guiendo unas vías bien definidas" (MELENA, un área intermedia donde han aparecido nu­ 1984, 248). En cuanto al segundo argumento, merosos hallazgos epigráficos de divinidades tampoco implica una difusión ni ofrece pistas autóctonas, como es el distrito de Castelo sobre su posible origen por lo que, en definiti­ Branco y el sur de Guarda, en los que conoce­ va, no existe ningún apoyo sólido que permita mos muchos nombres de divinidades femeni­ considerar la tesis como probable (GARCÍA nas indígenas como Trebaruna, Arentia, Munis, FERNÁNDEZ-ALBALAT, 1988, 256-257). En Erbina y Oipaengia. En este sentido, parece cambio, creemos que existe suficiente base lógico pensar que si el culto a Nabia hubiera para afirmar que, al menos en los territorios al estado sólidamente implantado en todo este norte del Duero, el culto a esta diosa estaba ya ámbito, habría dejado algunos testimonios. Sin implantado mucho tiempo antes de que los al­ embargo, tampoco los argumentos que otorgan tares votivos que hoy conocemos fueran reali­ una procedencia norteña al culto cacereño de zados. Nabia son determinantes. En primer lugar, de las restantes di­ En resumen, la tesis de una difusión del vinidades masculinas o femeninas cuyos testi­ culto de Nabia en múltiples direcciones desde monios aparecen en el área de Bracara el foco bracarense adolece de falta de argu­ Augusta, no conocemos ninguna cuyo culto sea mentos demostrativos y, en realidad, aporta constatable en otras regiones donde sí apare­ algunos problemas insolubles. Los datos dis­ cen altares dedicados a Nabia. Por tanto, en el ponibles llevan, desde nuestro punto de vista, improbable supuesto de que los testimonios de más en la dirección de considerar que todo el esta diosa en las regiones lucense y orensana territorio donde se ubican los epígrafes de esta fueran producto de una difusión del culto a partir divinidad al norte del Duero sería un área ori­ de desplazamientos de población desde el área ginal de culto, en el caso de que sea lícito uti­ bracaraugustana, el de Nabia sería el único lizar este término. caso conocido según los datos de que dispo­ Hemos de tener en cuenta la evidencia nemos. De hecho, el culto a Cosus, que es el de que, en todo el ámbito lusitano-galaico al más representado en la zona de Braga entre norte del citado río, la diosa que tratamos es la las divinidades masculinas, ofrece una disper­ más representada por testimonios epigráficos sión geográfica contrapuesta a la de Nabia, por con mucha diferencia sobre las restantes, por toda la región costera desde el Cabo de lo que aún parece más improbable que Nabia, Finisterre hasta Viseu y, desapareciendo en si hubiera sido una divinidad procedente del toda la central y en los distritos de Vila- área bracarense, se hubiera impuesto sobre la Real y Braganca, se constata de nuevo en la totalidad de las deidades femeninas al norte comarca leonesa del Bierzo. Así pues, si hubo del Duero. Este último argumento nos devuel­ un movimiento de individuos que llevó consi­ ve a nuestro principal objetivo: observar la re­ go el culto a Nabia, es paradójico que estos lación de Nabia con el resto de divinidades in- grupos sólo difundieran la adoración a esa dio­ sa y no a las divinidades restantes de su pan­ teón hacia la Gallaecia central y el área extre­ meña. 1 C/Z.II 2601; MELENA, 1984, 237 n°7: Nauiae/Ancetolus En segundo lugar, el altar ofrecido a /Auri(ensis) exs c(astellum) /Sesm(acorum?) /uotum []/ Nabia Sesmaca en Puebla de Trives, Orense possit [] / q(oius) e(um) c(ompotem) f(ecit) [].

230 dígenas femeninas con el fin de acercarnos a 219; ENCARNAQAO, 1975, 77-78) o D(eae) su caracterización religiosa. D(ominae) N(ostrae) (TRANOY, 1981, 268; GARCÍA, 1991, n° 1). Por otra parte, Encar- nagáo creía que la lectura correcta podía ser NABIA Y LAS DIVINIDADES FEMENINAS DE Abnaiy Abascal veía la posibilidad de que se GALLAECIA tratara de otra mención a Nabia3. El segundo posible teónimo es Frouida, Vaya por delante una primera y muy im­ leído Por Pereira-Caldas en una "columnilla portante evidencia que, paradójicamente, no ha moldurada" que se halló junto a la parroquia sido apuntada hasta el momento: en todo el de S. Joáo do Souto (Braga) y actualmente des­ territorio noroccidental de la Península Ibéri­ aparecida; dado que sólo él la leyó antes de su ca, Nabia es la única diosa indígena supra-lo- desaparición existen dudas sobre este testimo­ cal conocida2. El resto son de alcance local y nio (PEREIRA-CALDAS, 1885 = OLIVEIRA, cada una de ellas se ha constatado por un sólo 1985, 33-34) que, para Hübner, se podía tratar testimonio que, en varios casos, son de dudo­ de una dedicación a Fortuna, con el apelativo sa comprensión. [Pjrouida (HÜBNER, EE 8, 116). También se En la región de Braga conocemos tres plantean muchas reservas sobre la mención a 4 inscripciones seguras alusivas a Nabia. En la una diosa Lida en el altar de Maréeos . primera de ellas, descubierta en Maréeos Además de las dedicaciones a Nabia, es (Penafiel, Porto) la diosa aparece citada dos segura la mención a la divinidad femenina veces, como Nabia Corona y, posteriormente, Ocaera, que se halló en la iglesia de S. Joáo con la denominación Nabia sin apelativo (LE do Campo, en las Térras do Bouro, dominadas ROUX y TRANOY, 1974, 252-255). Otras dos por la Sierra de Gerés {CIL II 2458; CRUZ, dedicaciones a Nabia en esta región proceden 1972, 105-108). También es muy probable la de "Monte Baltar" (Vandoma, Paredes) entre denominación Calaicia, leída en una pieza de Porto y Penafiel (CIL II 2378; VASCONCELOS, Sobreira, Paredes, en el distrito de Porto 1905, 277) y de Braga (TEIXEIRA, 1938, 151- (TRANOY, 1977, 225 ss.). Por tanto, sólo tene­ 153; CORTEZ, 1952, 32-45). mos en el noroeste de dos menciones Además de estos testimonios cuya lec­ seguras a divinidades femeninas que, por otra tura del teónimo es correcta, tenemos otras dos parte, aparecen una sola vez y son uni- inscripciones sobre las que existen algunos pro­ membres, por lo que podrían ser apelativos ci­ blemas de lectura o interpretación. La primera tados con omisión del teónimo. En este senti­ de ellas, procedente de Orjais (Braga) se dedi­ do, nombres como Calaicia que aluden a de­ có, según algunos autores a Ameipicri sacrum marcaciones territoriales o étnicas suelen fun­ (VASCONCELOS, 1905, 333; BLÁZQUEZ, cionar más como epítetos que como teónimos 1962, 169; ENCARNAQAO, 1975, 87-88) y, en la epigrafía votiva de Europa occidental. según otros, a Ambieich sacrum (TRANOY, En la provincia de Orense la preeminen­ 1980, 75). Posteriormente, Melena interpretó cia del culto a Nabia es, si cabe, más patente. las primeras letras de ese supuesto teónimo Los testimonios de esta divinidad son cuatro, como A(ugustae) Nabie..., suponiendo un nexo procedentes de S. Juan de Camba (Castro na en lugar de m (MELENA, 1984, 256, n° 18). Caldelas) en el que se otorga a la divinidad el Respecto a la segunda inscripción, hallada en Braga, se planteó un problema parecido: el teónimo era leído como Ambiorebi (LE ROUX y TRANOY, 1973, 201-202, n° 12), pero Mele­ 2 Hasta hace unos años se pensaba que existía una segun­ na lo definió como A(ugustae) Nabi(e)... (ME­ da diosa adorada en varios lugares de Gallaecia: Couentina, LENA, 1984, 256 n° 7). No obstante, la inter­ con dos inscripciones conocidas. Sin embargo, recientemen­ te se ha impuesto la tesis de considerar estas dedicaciones pretación de los teónimos permanece dudosa, como pertenecientes al dios Cohue o Cuhue (PRÓSPER, puesto que no existen argumentos que impi­ 1997, 288 ss.). dan su consideración como apelativos. 3 ENCARNAQAO (1970, 209-211, n° 1). Según ABASCAL En este ámbito aparecen otros epígrafes (1995, 86), la lectura de los apelativos y el teónimo podía ser donde el teónimo se puede considerar como d(eae) d(ominae) N/abiae. dudoso: el primer caso es el de Abne, diosa a 4 Algunos autores que estudiaron la pieza leían ese teónimo la que pudo aludirse como D(eae) D(ominae) (LE ROUX y TRANOY, 1974, 252-255 y MELENA, 1984, 238) pero, posteriormente, se planteaban dudas a la primera A(ugustae) (VASCONCELOS, 1913, 214-215; parte del teónimo, que LE ROUX (1994, 560 ss.), interpre­ CARDOZO, 1935, 24, n° 19; BLÁZQUEZ, 1962, tando el teónimo como [l]dae, relacionaba con Cibeles.

231 apelativo Elaesurraeca (BLAZQUEZ, 1962, Por otra parte, conocemos ocho dedicaciones 179; RODRÍGUEZ COLMENERO, 1987, 151- más hechas a diosas de las que cuatro son de 151, n° 87), Nocelo cia Pena (FITA, 1911, 402- lectura o interpretación dudosas. Las de iectu- 404; LORENZO y BOUZA, 1965, 150-151, n° ra segura son Ocaera, Rea, Calaicia y Proinetia 80) y los dos, ya citados, de Puebla de Trives pero, sin embargo, son unimembres. Por ello, en uno de los cuales se alude a Nabia como es posible que algunas de estas menciones, Sesmaca. sobre todo las dos últimas, fueran epítetos. En Junto a estos altares orensanos dedica­ cualquier caso, aún considerando válidas to­ dos a Nabia, sólo podemos citar una inscrip­ das las denominaciones dudosas, persiste la ción se alude, probablemente, a otra divinidad evidencia de que sólo Nabia goza de una difu­ femenina: Prometía, en Folgoso, Xinzo de Limia sión supra-local. (RODRÍGUEZ COLMENERO, 1987, n° 92). No Ante estos datos, hemos de cues­ obstante, también es algo dudoso el carácter tionarnos si existe una sustancial falta de in­ teonímico de la mención, puesto que conoce­ formación epigráfica en este ámbito que pu­ mos un epígrafe votivo dedicado a un Lar cuyo diera justificar la constatación de una sola dio­ segundo apelativo guarda muchas semejanzas sa adorada en un amplio territorio. con la denominación citada, Circeiebaecus En un sondeo cuantitativo de las inscrip­ Proenetiaegus (RIVAS, 1973, 83-87; RO­ ciones aparecidas en la zona que probablemen­ DRÍGUEZ COLMENERO, 1987, 210-211 n° te mencionan a divinidades indígenas, obser­ 122). Es posible que Prometía fuera un apelati­ vamos que se acercan a las doscientas. De és­ vo utilizado para aludir a la divinidad que, por tas, se constatan cinco teónimos masculinos tanto, permanecería desconocida. supra-locales, algunos de ellos muy represen­ Finalmente, en la provincia de Lugo co­ tados: Cosus (ocho inscripciones), nocemos tres altares dedicados a Nabia que (ocho), Reue (diez), Lug (tres) y Aernus (tres); fueron descubiertos en S. Martín de Montemeda por otra parte, conocemos denominaciones lo­ (BOUZA Y D'ORS, 1959, 27, n° 7; ARIAS et cales que se pueden caracterizar como al., 1979, 90-92, n° 71), S. Mamed de Lousada teónimos con seguridad por aparecer en algu­ (BOUZA Y D'ORS, 1959, 26 n° 6; ARIAS etal., na ocasión acompañados de apelativos: Vestius 1979, 92-93, n° 72), ambos en el concejo de (dos inscripciones), Laríberus (doce), Verore Guntín y, finalmente, en S. Miguel de Orbazai (cuatro) y algunos más representados por una (ARIAS, 1984, 229-233). En esta provincia sólo inscripción. Considerando estos datos en con­ conocemos otro teónimo femenino seguro, Rea, junto observamos que, aunque son de menor conocido por un testimonio de la capital lucense cuantía que en otras zonas (OLIVARES, 1999a, (ARIAS etal., 1979, 34-35, n° 7). El otro posi­ 286 ss.), son bastante relevantes para consi­ ble teónimo aparecido en la capital lucense es derar que la presencia de Nabia como única Poemana (ARIAS et al., 1979, 33-34, n° 6), divinidad femenina supra-local representada al aunque lo podemos considerar extremadamen­ norte del Duero no viene dada, al menos ex­ te dudoso a causa del desgaste de la inscrip­ clusivamente, por una escasez de información. ción. Tampoco debemos pensar que en el te­ El último testimonio de Nabia al norte del rritorio que estudiamos otras diosas indígenas Duero (RODRÍGUEZ COLMENERO, 1987, 200, se ocultan bajo nombres de divinidades roma­ n° 114), apareció en el distrito portugués de nas puesto que, aunque se dan en esta región Vila-Real (Tres Minas, Vila Pouga de Aguiar), más casos de interpretatio epigráfica que en en cuyo territorio sólo consta otra posible dedi­ otros ámbitos de la Península Ibérica, sobre cación a una divinidad femenina, aunque las todo referidos a Lares y Genios con apelativos dificultades de lectura impiden asegurar si se indígenas (OLIVARES, en prensa), los referen­ trata de una diosa indígena (RODRÍGUEZ tes a deidades femeninas son muy escasos. De COLMENERO, 1987, 147-148, n° 85). El balance que surge de los datos epigráficos referentes a divinidades femeninas indígenas del área lusitano-galaica al norte del río Duero es muy sorprendente, por cuanto apa­ 5 Nos referimos a los ejemplos citados de Ambiorebi y rece una sola divinidad muy representada, Ambieicri que MELENA (1984, 256 n° 7 y 18) adjudicó a Nabia, de la que contabilizamos once inscrip­ Nabia y, por otra parte, a una Inscripción de S. Román de Cervantes (Lugo) de la que sólo se leen las dos últimas le­ ciones sin tener en cuenta otras dudosas que tras del teónimo. ARIAS etal. (1979, 14). lo restituyen así: 5 algunos autores han adjudicado a esta deidad . [Naui]ae /[sacru]m.

232 hecho, en la región donde se constata el culto NABIA COMO DIVINIDAD POLIFUNCIONAL a Nabia al norte del Duero sólo son conocidas cuatro inscripciones más que aluden a diosas Una de ios primeros aapecios de Nabia romanas individuales con epítetos indígenas: que hemos de resaltar es la diversidad de con­ Juno Veamuaearum, Juno Meirurnarum y dos textos geográficos y arqueológicos en que apa­ que se dedican a Tutela con epítetos alusivos recen los testimonios epigráficos. Algunos de a localidades. Ahora bien, sólo las dos dedica­ ellos se hallaron en parajes de monte, en oca­ ciones a Tutela son fiables (EE 8, 111 y ME­ siones en elevaciones montañosas separadas NOR, 1979, 305-306), ya que las menciones a de núcleos poblados. Juno {CIL II 2409a y CIL II 430) son de lectura dudosa y las piezas están hoy desaparecidas. Un ejemplo claro de este tipo de ofren­ Aunque siempre hemos de considerar po­ das es el procedente de Maréeos (Penafiel, sible una aparición de nuevos datos que pro­ Porto), en el que se citan sacrificios hechos a vocara un vuelco sustancial a nuestros enfo­ la diosa indígena Nabia, en una ocasión sin ques creemos probable, por el momento, que epíteto y en otra con el apelativo Corona y, por el panorama que nos ofrece la información dis­ otra parte, a Júpiter (LE ROUX y TRANOY, ponible muestra los perfiles de la estructura 1973, 252-255). Pinho describía el momento panteística indígena de la zona. Ahora bien, si del descubrimiento del ara de Maréeos del si­ aceptáramos este esquema nos surge de in­ guiente modo: "Ao passar um dia em Maréeos, mediato un problema de gran importancia, ya junto da capelinha da Senhora do Desterro, que en todo el territorio ocupado por los distri­ divisou no meio dum monte de pedras e entulho tos portugueses de Castelo Branco y Guarda um plinto de granito com una inscrigáo que nao así como en la región española de Extremadura al norte del Tajo existen varias divinidades fe­ póede leí" (PINHO, 1928, 96-97). Este autor meninas que compartían el culto mostrando una dejaba patente el lugar despoblado del hallaz­ estructura que contrasta de manera clara con go conjeturando, por tanto, que la capilla de la la existente al norte del río Duero. Virgen se habría construido sobre las ruinas de En ese ámbito, que guarda una sustan­ un santuario de Nabia. Es muy probable que cial coherencia interna desde el punto de vista bajo el teónimo Júpiter se haga referencia a un teonímico, se constatan varios teónimos feme­ dios indígena o, cuando menos, que Júpiter ninos seguros de carácter regional, ya que fre­ había asimilado o sustituido en ese lugar sa­ cuentemente van acompañados de apelativo grado a otra divinidad autóctona de caracterís­ y, además, aparecen en el mismo ámbito terri­ ticas similares, puesto que se asocia a la diosa torial: Arentia (cuatro inscripciones), Trebaruna lusitano-galaica. Por otra parte, la ofrenda se (nueve) y Muñís (tres). Además, aparecen dos lleva a cabo en un paraje montañoso alejado testimonios algo distanciados entre sí de otras de núcleos poblados. divinidades, Laneana y Erbina, además de al­ gunos teónimos locales. Por otra parte, en la La inscripción alusiva a Corono proce­ región extremeña al sur del Tajo aparece un dente de Cerzedelo (Guimaráes, Braga) ofre­ esquema similar, pero formado por distintos ce algunas informaciones de interés que nos teónimos, con treinta y seis dedicaciones a pueden ayudar a comprender mejor la dedica­ Ataecina, cuatro a Lacipaea y otras cuatro a ción de Maréeos y, por otra parte, a vislumbrar Nabia (OLIVARES, 1999c, 116-117). con más nitidez el significado religioso de Por tanto, si rechazamos la falta de da­ Nabia. La pieza fue hallada en el lugar de Cas­ tos para explicar la sola existencia de Nabia tro, en un campo de la propiedad llamada Vila como diosa supra-local al norte del Duero que­ Mea. Según Sarmentó, "o lugar ocupa a coma da una única alternativa: los grupos sociales do Monte de Pedrados, que pelo norte e que habitaban Gallaecia habrían adjudicado a sofrivelmente abrupto e pelo nascente liga com Nabia un carácter polifuncional otorgándole un o sistema orográfico, onde domina o alto cabego rol religioso de amplio espectro que, en otros ámbitos, ejercían varias divinidades con nom­ da Senhora do Monte" (SARMENTÓ, 1933, bres diferentes. Ahora bien, para comprobar 301-303). Por tanto, se trataría de una pieza esta hipótesis deberíamos confirmar que exis­ vinculada a una emblemática elevación mon­ ten en los testimonios referentes a Nabia en tañosa. Por otra parte, junto a la iglesia de Gallaecia aspectos característicos que se re­ Cerzedelo, muy cerca de Castro, se halló un fieran a diversos tipos funcionales. ara dedicada a Júpiter Óptimo Máximo que,

233 además, tenía la particularidad de un nexo 233). El epígrafe de Vandoma (Paredes, Por­ MA idéntico al del altar ofrecido a Corono to) fue encontrado en "Monte Baltar" (HÜBNER, (SARMENTÓ, 1933, 302). 1871, 78) y conocemos otro altar ofrecido a Si es lícito inferir, desde un punto de vis­ Nauia procedente del atrio de la iglesia de S. ta metodológico, que unas aras dedicadas a dio­ Pedro, en el Monte do Viso, Nocelo da Pena 7 ses romanos e indígenas halladas en un mis­ (LORENZO Y BOUZA, 1965, 150) , donde ha­ mo lugar nos indiquen una relación o identifi­ bía sido hallada junto a otra inscripción ilegi­ cación entre esas divinidades en el caso cita­ ble. Es posible que las tres aras halladas en la do se dan, además, algunas coincidencias que finca "La Cardosa del Mayoralgo", en la Sierra no parecen casuales: Corona aparece como de S. Pedro y muy cerca del Puerto de la Mez­ apelativo de una diosa que se vincula a Júpiter quita (Cáceres) también se hubieran dedicado en la inscripción de Maréeos, mientras que el a Nabia (MELENA, 1984, 258-259). testimonio de Corono aparece a 30 Km. de este Otros testimonios de la diosa se encon­ enclave en una montaña y muy cerca de un traron en un contexto muy diferente, en clara altar dedicado al dios supremo de los romanos relación con comunidades pobladas de distin­ con el que guarda similitudes formales. ta entidad. El altar de S. Martín de Montemeda Las mismas conclusiones parecen apun­ procedía del castro del Picato de donde había tarse en otra inscripción de Figueira de Castelo sido recogida "junto a otras piedras sueltas" Rodrigo (Guarda). Se trata de un altar dedica­ (BOUZA y D'ORS, 1959, 27). También el ara do a Coruae que, fuera esta denominación un de S. Mamed de Lousada se enmarcaba en las similar teónimo o un epíteto, debe guardar una cercanías de ese mismo castro. Por ello, Arias, cierta relación con los citados anteriormente, Le Roux y Tranoy afirmaban que el culto a ya que contienen el mismo radical (CURADO, Nabia Arconunieca estaría relacionado con un 1985, 650-651). Es digno de resaltar que la pie­ grupo concreto de población sobre el que ejer­ za procede de un contexto paisajístico compa­ cería de divinidad tutelar (ARIAS et al., 1979, rable al de los anteriores epígrafes, ya que se 92-93). Por otra parte, la inscripción de S. Mi­ halló en la cumbre de la Sierra de Marofa cuan­ guel de Orbazai se encontró en "un camino ó do se construyó en el lugar la capilla de Nues­ pé da muralla exterior do castro de Penarrubia" tra Señora de Fátima. Además, cabe resaltar (ARIAS, 1984, 229). En el mismo contexto se 8 que en el centro del coronamiento de este al­ sitúan las dedicaciones de Trujillo, Cáceres y tar ofrecido a Coruae se representó un creciente también el ara de Braga (TEIXEIRA, 1938, 151 lunar, al igual que en un ara lucense de Nabia ss.). Pero ésta última no se vinculaba so­ (TRANOY, 1981, 293). lamente a la ciudad, sino que se halló junto a Otros testimonios de la diosa Nabia apa­ la Fonte do ídolo relacionándose también con recieron en lugares de similares característi­ las aguas. cas. La dedicación efectuada por Cicerón, hijo En resumen, observamos como los tes­ de Manco, en Pedrogáo Pequeño (Serta, timonios referentes a Nabia se hallaron en con­ Castelo Branco) se halló en la cima de una textos de diferente carácter; en primer lugar, colina en la que existía una iglesia "feita com en probables santuarios ubicados en parajes pedras da torre que os Romanos tinhao tido despoblados donde ocupaban colinas o mon- nao longe da dita igreja". Según las Memorias Parroquiales de 1758, "toda a planicie do simo deste monte se acha cereada de hum muro de pedra todo ja arruinado e pela sua antiguidade 6 "Extractos archeologicos das memorias parochiales de mostra ser feito antes que os Mouros entrarem 1758", AP6, 1901, 103-112, p. 105 n° 366. ñas Hespanhas para propugnáculo ou detenga 7 Aunque algunos autores han afirmado que en este monte das gentes que ahy estaváo aquarteladas, pois se ubicaba la capital de la ciuitás Limicorum a partir de algu­ nas inscripciones halladas en la iglesia de este lugar, la te­ nao mostra que dentro delle houvessem cazas, sis no es probable, puesto que las piezas se hallaron porem aínda se conhece, onde estava a porta reutilizadas y, por otra parte, no existen otros hallazgos ar­ do dito muro"6. queológicos que indiquen la presencia de un núcleo urbano La inscripción hallada en la Dehesa de de cierta importancia (RIVAS, 1983, 85). El Gaitán (Cáceres) estaba en plena Sierra de 8 En la primera, se hace mención únicamente a la diosa (RA­ San Pedro y había aparecido entre los restos MÓN, 1955, 19-20 n° 14; MELENA, 1984, 239 n° 15), pero un autor citaba una segunda inscripción, actualmente des­ arruinados de "El Castillo", donde se habían aparecida, en que se hacía un voto a Nabia y a otra divini­ efectuado hallazgos superficiales de monedas dad, probablemente Sa/ama (RODRÍGUEZ, 1878,146-147 y fragmentos de cerámica (MELENA, 1984, = CIL II 5279).

234 tañas boscosas; en segundo lugar, en castros que, aunque muy dudosa, relacionaría a Nabia o ciudades y, por último, junto a una fuente sa­ con Saiamati, dios asociado al monte Jálama grada. (1492 m.) y, además, citado con el apelativo Los datos ofrecidos por los textos Óptimo'0. epigráficos apuntan la misma tendencia que Estos datos, aunque sin confirmación ex­ muestran los lugares de hallazgo. El altar de­ presa, apuntan un aspecto de Nabia diferente dicado a Nabia Sesmaca evidenciaba el carác­ al que habíamos observado en las inscripcio­ ter de la diosa como tutelar del castellum nes lucenses donde salía a la luz su carácter Sesm(acorum?) y, posiblemente, Nabia Ar- tutelar y se vinculaba a poblaciones concretas conunieca sería la diosa protectora de la co­ por medio de apelativos o por el lugar de ha­ munidad residente en el Castro de "O Picato". llazgo de los testimonios. Su relación con Pero para valorar estas dedicaciones en su jus­ Júpiter en el ara de Maréeos y, en menor medi­ ta medida hemos de tener en cuenta algunos da, el hecho de que algunos de sus lugares de factores: la única divinidad femenina romana culto estuvieran en montañas o colinas aleja­ que aparece en toda la región occidental al das de núcleos poblados la vinculan, por otra norte del Duero con epítetos referentes a nú­ parte, con la soberanía. cleos de población indígenas es Tutela, con los La doble ofrenda a la diosa en el altar epítetos Tiriensis, Berisis que se refiere proba­ sacrificial de Maréeos adquiere una mayor sig­ blemente al castellum Beríso que se conoce por nificación si consideramos que Nabia, al norte la inscripción de S. Juan de Godán (Salas, del Duero, era considerada una divinidad Oviedo) y Bolgensis9. Además, cuando estos polifuncional. Otra posible explicación podría epítetos aluden a divinidades masculinas his­ considerar a las dos Nabiae como una misma panas, se refieren a los Genios tutelares y, en diosa adorada en dos enclaves distintos, pero las provincias galas, casi en todas las ocasio­ esta tesis tiene dos objeciones: la primera es nes aluden a Marte (OLIVARES, 1999b, 281 que una de las dos ofrendas se hace a Nabia ss.). Estos datos nos permiten inferir que uno sin apelativos, por lo que no se evidencia una de los aspectos de Nabia en Gallaecia era el advocación epicórica concreta y, en segundo de diosa tutelar de grupos de población y que, lugar, no aparecen dedicantes individuales o como ocurría con este tipo de divinidades, su comunitarios de diferentes ámbitos. protección tendría también una vinculación con Por tanto, la doble mención a Nabia en la guerra. la misma pieza votiva indica más bien que bajo Por otra parte, hemos de tomar en con­ ese nombre se adoraban dos entidades divi­ sideración que la diosa es citada en primer lu­ nas diferentes desde el punto de vista funcio­ gar y por dos veces junto a Júpiter en la ins­ nal: una Nabia soberana relacionada con Júpiter cripción de Maréeos. Este hecho implicaría que y otra versión de la divinidad más directamen­ Nabia tendría "un role cosmique qui englobe te vinculada a la tutela y defensa de una co­ non seulement les eaux mais encoré le ciel et munidad o a aspectos más privados como la la terre" (LE ROUX y TRANOY, 1974, 255). salud, la fertilidad o la riqueza. Según algunos autores, Nabia Corona podría Es probable que esta idea se plasmara indicar una paredría con Corono, dios conoci­ en las abreviaturas que dan comienzo a la ins­ do por otra inscripción. Sin embargo, no es cripción, que Le Roux y Tranoy interpretaban seguro que Corono sea un teónimo y es evi­ O(ptimae) V(irgini) Co(nseruatrici uel rniferae) dente que Corona es un epíteto. Por tanto, la et Nim(phae) Danigom. Estos autores hacían vinculación más directa posible se observa en al respecto en 1974 las siguientes considera- el propio altar sacrificial de Maréeos y se esta­ blece entre Nabia y Júpiter. Esta simple yuxta­ posición de sus dedicaciones permite inferir una 9 Sobre las dos primeras, aparecidas en Torre de Pinháo paredría, puesto que a la diosa se efectúan las (Sabrosa) y S. Vicente de Coucieiro (Paderne, Orense) uid. dos primeras ofrendas, a Júpiter la tercera y, si supra. El castellum Beríso se cita en CIL II 5739. En cuanto la lectura ...urgo que aparece después de a la última, fue hallada en Cacabelos del Bierzo, León Júpiter corresponde a la parte final de otro (BLÁZQUEZ, 1962, 63; GÓMEZ MORENO, 1979, 59; DIEGO SANTOS, 1986, n° 62). teónimo, este sería masculino. En definitiva, en el ara de Maréeos Nabia 10 MELENA, 1985, 475 ss.; en la pieza de Trujillo, habría ejercido el papel de diosa relacionada RODRÍGUEZ (1878, 146-147), que es el único autor que la vio, leía lo siguiente: Salam / ac / Nabi / llucius /usía; con el dios supremo Júpiter. En este punto se Melena la interpretó así: Salam(ati) /ac/Nabi(e)/llucius/u hace necesario citar la inscripción de Trujillo si a.

235 ciones: "Au debut, les abréviations sont nidad de los Danigi. En el resto de las comuni­ inhabitueiies mais devaient correspondre á un dades de Gallaecia podía reproducirse este formulaire connu qui seul peut expliquer le choix esquema, ello sin perjuicio de que cuando se d'abréger les mots. Le sens et la structure du quería evocar el carácter protector y tutelar de texte, la nécessité de rapporter l'expression Nim una diosa se hiciera en referencia a la comuni­ Danigom pour Danigo(ru)m a Nabia Corona dad local y cuando se hacía referencia a su impliquent que les termes O. V. CO soient des función soberana no fuera necesario efectuar qualificatifs de cette méme divinité" (LE ROUX tal reducción. y TRANOY, 1974, 253). En esencia, Nabia era una sola divinidad Desde este punto de vista, Tranoy pro­ y el hecho de que sea la única femenina que fundizaba en un estudio posterior en el sentido aparece en un amplio territorio al norte del río teológico de las abreviaturas: "La premiére fois, Duero vendría dada por su carácter po- Nabia est entourée d'un ensemble de qua­ lifuncional, que respondería al amplio abanico lificatifs qui en fait une déese assimilée aux de necesidades religiosas de la población Nymphes et protectrice d'une communauté, les galaica. Con todo, las características de Nabia, Danigi. Ce rapprochement entre Nabia et les tal como nos son vislumbradas por los datos, Nymphes exprime une des fonctíons essen- no se diferencian de las que se conocen de tielles de Nabia, deése de la nature, liée aux otras divinidades femeninas de origen indoeu­ eaux qui abondent dans cette región. Elle ropeo. apparaft alors comme une divinité chargée de veiller sur le peuple des Danigi et de lui assurer DIOSAS POLIFUNCIONALES a la fois de bonnes récoltes et de beaux EN LAS MITOLOGÍAS INDOEUROPEAS. troupeaux" (TRANOY, 1981, 281-282). Con una interpretación de la segunda dedicación a la Muchas celebraciones romanas que te­ diosa, Tranoy culminaba una hipótesis muy va­ nían por objeto la sexualidad y la fecundidad liosa sobre el carácter religioso de Nabia: "dans de las mujeres eran presididas por Juno, como ce cas, ce n'estplus la déesse considérée dans las Nonae Caprotinae que acontecían el 7 de son action purement lócale auprés des Danigi Julio en las que se aludía a la diosa con el ape­ que les fidéles veulent honorer, mais la grande lativo Caprotina o las Matronalia, que se cele­ divinité Nabia, au role cosmique débordant le braban en las Calendas de Marzo, en las que cadre regional et citée pour cette raison juste el elemento principal era la participación feme­ avant Júpiter (LE ROUX y TRANOY, 1974, 281 - nina. Todas las Calendas estaban consagradas 282). a Juno, que presidía el inicio de los meses con El investigador francés diferenciaba en­ el "renacimiento" de la luna. tre dos diosas Nabia desde el punto de vista No obstante, además de los ritos rela­ funcional pero, principalmente, desde el punto cionados con la fertilidad, a Juno se dedicaban de vista de la amplitud territorial de su culto: otras conmemoraciones en las que se resalta­ "L'autel de Maréeos se situé done sur deux ba su carácter político-religioso. La Juno Curitis plans: le premier est le reflet du maintien des de Tibur era una diosa que cumplía un papel traditions locales autour d'un groupe, les Danigi, protector y guerrero, con atributos como el es­ avec la notion de hiérarchie des divinités, cudo y el carro, al igual que la Juno de Lanuvio fondee sur le principe de díeux tutélaires locaux que iba provista de lanza y escudo. En pala­ etde dieuxá rayonnement plus vaste, ees deux bras de Dumézil, "Marchante, agressive, le élements pouvant se confondre pour une méme torse bombé, ou bien montee sur un char au divinité comme Nabia Corona et Nabia" (LE galop, la lance en avant, tendant du bras gauche ROUX y TRANOY, 1974, 281-282). un bouclier a double éghancrure analogue a Como muestran los textos mitológicos y celui des Salii, le type de déesse que montrent religiosos de otros pueblos indoeuropeos, el cri­ statues et monnaies est clairement et uni- terio fundamental que caracterizaba a una di­ quement guerrier" (DUMÉZIL, 1987, 304). vinidad y la insertaba en un esquema jerarqui­ El carácter trifuncional de Juno se hace zado era su función. La plasmación local o re­ patente en algunas inscripciones en las que se gional de su culto era tan sólo una consecuen­ hace un voto a lunoni Seispiti Matri Reginae. cia de la misma. De este modo, la Nabia aso­ Para Dumézil, el apelativo Regina mostraría el ciada a Júpiter sería una diosa soberana per­ papel político-religioso de la diosa; Mater esta­ teneciente, al igual que la Nabia tutelar de la ría relacionado con la función plasmada en las localidad, al esquema panteístico de la comu­ Matronalia, relacionada con la fecundidad fe-

236 menina; Seispes aludiría al carácter guerrero de védico y, cada uno de ellos, muestra el mismo la divinidad. En definitiva, Juno sería una divini­ carácter que su modeío en correspondencia ai dad capaz de asumir simultáneamente las tres lugar que ocupa en el esquema funcional de la funciones de la ideología religiosa indoeuropea: religión indo-irania. Por tanto, el hecho de que la realeza sagrada, la fuerza guerrera y la fecun­ Draupadi contraiga matrimonio con los cinco didad, sin perjuicio de que en sus diferentes Pandava sería una transposición a la epopeya advocaciones pudiera ser resaltado alguno de del modelo estructural del panteón, en el que estos aspectos sobre los demás (DUMÉZIL, "a la lista de los dioses funcionales masculi­ 1987,305). nos, en la que cada personaje o grupo de per­ En la religión indo-irania, la védica sonajes representa una función y sólo una, de Sarasvati es una diosa-río que presenta tam­ forma que su reunión jerarquizada presenta un bién varios aspectos. Asociándose a las análisis de la estructura de conjunto, las teo­ divinidades masculinas características del ter­ rías de varios pueblos indoeuropeos yuxtapo­ cer nivel funcional, los gemelos Asvin, en nu­ nen y asocian una diosa única pero trivalente merosos himnos o ritos es proveedora de toda que hace en cierta manera la síntesis de las clase de riquezas (RV 2, 41, 17 y 10, 131, 5; mismas funciones" (DUMÉZIL, 1977, 98). DUMÉZIL, 1977, 95; BHATTACHARYYA, 1983, En el Avesta aparece otra diosa del mis­ 21), de las aguas que fertilizan los campos cul­ mo carácter, Anahita, río mítico y deidad flu­ tivables, de la salud, la descendencia y la vita­ vial con un carácter trifuncional claro, pu­ lidad (RV^, 164, 49; DUMÉZIL,1987, 308; rificadora de la que dependía el éxito de los BHATTACHARYYA, 1983, 21 -22). En este sen­ guerreros, la sabiduría y la santidad de los sa­ tido, es calificada como la "primera de las ma­ cerdotes o el feliz alumbramiento de las muje­ dres, el mejor de los ríos y la más grande de res. Su denominación "la húmeda, la fuerte, la las diosas" (RV 2, 41, 16). Pero también es inmaculada" denotaría su triple naturaleza, en guerrera, destructora de enemigos, por lo que sintonía con la mención a Juno Seispes Mater se le atribuye un apelativo propio del dios gue­ Regina (DUMÉZIL, 1977, 96). rrero Indra: "destructora de resistencias, victo­ La consideración de la divinidad femeni­ riosa" (RV 6, 61, 7; DUMÉZIL, 1987, 308; na como una y, simultáneamente, triple es un BHATTACHARYYA, 1983, 23). Por otra parte, fenómeno recurrente y de una gran importan­ asume las características más típicamente cia en el ciclo mitológigo irlandés (MAC CANA, sacerdotales del primer nivel: es pura y 1983, 42-43). En estos textos se citan tres purificadora y "reina de todos los pensamien­ divinidades llamadas Macha que aparecen con tos piadosos" (fíl/1, 3, 10-11; DUMÉZIL, 1987, caracteres diferenciados: la primera es una vi­ 308). dente que predice el futuro; la segunda es una Progresivamente, Sarasvati se identificó diosa guerrera y la tercera está estrechamente 11 con Vac, la personificación de la sabiduría y la ligada a la fecundidad . De Vries opinaba, en elocuencia, que se asociaba a todos los dioses sintonía con las tesis de Dumézil, que estas del panteón védico: "yo estoy asociada con los tres diosas representaban las tres funciones Rudras, los Vasus, los Adityas y los Visvadevas. sociales de los celtas (DE VRIES, 1963, 137). Yo sostengo tanto el sol como el océano (Mitra También las diosas Morrigán y Badbh, que y Varuna), el'firmamento (Indra), el fuego (Agni) forman en ocasiones trío con Macha, son y a los dos Asvins... Yo soy la reina, la que percibidas como una sola deidad o como tres confiere los tesoros, la detentora del conoci­ (GREEN, 1992, 138 y 154-155). En el Táin Bó miento..." (RV, 10, 125, 1-8; BHATTACHARYYA, Cuailnge, el nombre de Badbh aparece sólo 1983, 25). Esta asociación a varios dioses, sus como una referencia específica a la metamor­ múltiples funciones así como el origen celes­ fosis de Morrigán en pájaro, pero esta distin­ tial de las dos diosas, relacionadas con el rayo ción no pudo mantenerse durante mucho tiem­ y el trueno, generaron su final identificación po y cuando los escribas de época medieval como una sola diosa, ya en la literatura védica tardía (BHATTACHARYYA, 1983, 27).

De modo similar explicaba Dumézil uno 11 Según GREEN (1995, 40-41 y 77), "///ce other sovereignty- de los principales acontecimientos narrados en figures, the Morrigán was a multi-functional and many layered el Mahabharata, el matrimonio poliándrico de character. War, death, prophecy, guardianship, sexuality fertijity and rulership were all inextricably intertwined in this Draupadi con los cinco hijos de Pandu. Estos complexdivinity, whose relationship to humans appears to son presentados como reflejos de los grandes have been capricious and changing, but who was strongly dioses masculinos funcionales del panteón committed to the fortunes of Ireland.

237 plasmaron las referencias en los textos, Badbh et agriculture) ontdü s'unirá la Mere Mande sous y Morrigán habían sido ya convertidos en dos trois formes leur correspondant respectivement, nombres intercambiables sobre los que, ade­ a fin que chacun püt vivre sur cette fie selon sa más, los prejuicios de los sacerdotes cristia­ nature propre, de fagon profitable" (DE VRIES, nos que compilaron los textos en el siglo XI 1963,165). En un último análisis, el carácter de habían resaltado sus aspectos más sombríos y esta divinidad mostraba su papel protector con­ demoníacos (HERBERT, 1996, 145-148). tra todas las formas del mal que pudieran afec­ La naturaleza de Morrigán se muestra en tar a la tierra patria y a sus pobladores: contra la Batalla de Mag Tuired, que narra la confron­ la enfermedad, la invasión o el hambre (GREEN, tación entre dos grupos de divinidades por el 1995, 70 ss.). control de la tierra irlandesa, donde se cita un A la misma categoría de estas diosas y, encuentro sexual de Morrigán ("Gran Reina") probablemente equivalente a ellas, pertenecía con el dios máximo de ese pueblo, el Dagda. otra deidad Británica: Brigif3. Era una divini­ Este texto presenta a la diosa ante la aparición dad y, a la vez triple, ya que existían tres her­ del dios con las piernas abiertas situadas a manas con el mismo nombre de las que, cada ambos lados de un río, una de ellas al sur del una de ellas, mostraría uno de los aspectos de mismo y la otra al norte, indicando simbólica­ la actividad o función total (VENDRYES, 1949, mente su dominio sobre la totalidad de la tierra 277). Brigitse muestra como una diosa de los (HERBERT, 1996, 142-143). Después de su poetas, de los comerciantes y de la prosperi­ cópula, Morrigán ofrece al Dagda su ayuda en dad, con un fuerte perfil estacional y purifica- la batalla. dor. En este sentido, se le dedicaba el día 1 de Por tanto, dejando a un lado matices si­ Febrero la celebración de Imbolc, muy relacio­ niestros reflejados por los copistas medieva­ nada con la fertilidad. les, se pueden observar diversos perfiles de la Esta diosa aparece testimoniada en sie­ divinidad: su carácter soberano derivado de su te inscripciones de época romana como nombre y de su vinculación al rey de los dio­ (GREEN, 1992, 50; ROSS, 1986, ses (GREEN, 1995, 76 ss.); en segundo lugar 125). En una inscripción aparecida en Cas- su función tutelar y guerrera y, finalmente, su tleford (CIL Vil 200; RIB 607) y en otra hallada directa relación con la tierra de Irlanda y la fe­ en Greetland (RIB 628), ambas de Yorkshire, cundidad, representada por su poliandria y pro­ la diosa es aludida como Victoria Brigantia; en miscuidad sexual (ROSS, 1986, 128; GREEN otra hallada en Castlesteads (Cumbria) se le 1995, 43-45)12. En definitiva, se trataría de una cita como Dea Nympha Brig(antia) en un voto deidad de múltiples aspectos y funciones. pro salute et incolumitate del emperador efec­ Otra deidad semejante, si no equivalen­ tuado por un procurator Augusti (CIL Vil 875; te, era Eriu, epónima de la tierra irlandesa e fí/6 2066; BIRLEY, 1986, 66); en otro epígrafe hija de Dealbaeth, quien en otro lugar aparece de Corbridge (Northumberland) la ofrenda es como el padre de Dana, reforzando el paralelo dedicada a Júpiter Aeternus Dolichenus et entre las dos diosas (DE VRIES, 1963, 136). Caelestis Brigantia (RIB 1131). Estas inscrip­ Los textos no citan tres diosas de nombre Eriu, ciones muestran, por tanto, tres aspectos cla­ sino que aluden a ella junto a otras dos diosas: ramente diferenciados de la diosa: una función Banba y Fotla; estas tres divinidades tenían por relacionada con la guerra que se plasma me­ esposos a Mac Gréine, Mac Cuill y Mac Cecht diante la yuxtaposición de su nombre al de Vic- estructurando un modelo comparable al del ejemplo ya citado de las tres Macha. En cual­ quier caso, estaríamos ante otra diosa unitaria 12 Para HERBERT (1996, 145), el carácter guerrero, tradi- y, a su vez, triple que resumía toda la variedad cionalmente adjudicado a estadiosa, no sería un aspecto de aspectos que los pueblos celtas encomen­ primario; más relevantes serían su función soberana y su daban a sus divinidades femeninas. relación con la fertilidad de la tierra y el ganado. En este sentido, el número tres no era 13 Anu, Danu y Brigitse confundirían entre sí y serían tres sólo la expresión de la plenitud del poder, sino nombres de una misma concepción divina (SJOESTEDT, 1949, 45; VENDRYES, 1949, 277). Para LE ROUX Y que reflejaba una repartición de la esencia to­ GUYONVARC'H (1993,117), también serían la misma dio­ tal de la divinidad entre sus fundamentos prin­ sa, como encarnaciones de la tierra madre aunque con de­ cipales. Estos mitos, paralelos al que mostra­ nominaciones diferentes Boand, epónima del río Boyne o río sagrado de la Irlanda celta, Etain, Eithne y Tailtiu. Para ba el citado matrimonio poliándrico de Draupadi GRENIER (1923, 109), todas las diosas galas serían resume, en palabras de De Vries, "l'idée que hipostasias diversas de la gran diosa madre primitiva, la Tie­ les dieux des diverses fonctions (royauté, armée rra. En el mismo sentido, ROSS (1986, 125).

238 toria; otra que tiene que ver con la salud y, en Por tanto, además de Brigantia, la única diosa tercer lugar, un carácter astral vinculado a indígena de la provincia que consta en los tes- Júpiter Dolicheno que la relaciona con Cae- lestis, diosa estelar de origen semítico (HENIG, 1984,236-239).

Además, en un testimonio procedente de 14 Birrens (Northumberland), en cuyo texto No obstante, algunos de estos atributos pueden acompa­ ñar a otras divinidades, como la égida, que se asocia tam­ Brigantia no se asocia explícitamente a bién a Apolo, Juno o Júpiter (DAREMBERG y SAGLIO, 1969, divinidades romanas, consta una representa­ 1-1,101); la corona turriforme también es atributo de Cibeles ción de la diosa con las trazas de Minerva, pero y otras divinidades tutelares ciudadanas (SZILAGYI, en alada con una cabeza de Gorgona sobre su VV.AA, 1966, 1038; GREEN, 1995, 196). 15 seno y un casco con plumas rodeado de una En cuanto a las diosas, podría haber sido traída por los soldados, puesto que sólo se testimonia en tres epí­ corona turriforme; en su mano derecha sostie­ grafes (BÉMONT, 1981, 73) de los más de sesenta conoci­ ne una lanza, en su izquierda una bola; en este dos; la diosa que se cita junto a Loucetius mismo lado se asienta su escudo (RIB 2091; en Bath (Avon) es original, sin duda, del territorio de los BIRLEY, 1986, 66). Esta escultura, como ya Tréviros (en torno a Trier, Alemania) donde son frecuentes habíamos observado a partir de las inscripcio­ estos dos dioses formando paredría; el altar dedicado a la dea Viradecthisíue realizado por unos habitantes del pagus nes, resume en sí misma la fusión de atributos Condrustis (Condroz, en Bélgica) que militaban en una de diferentes tipos de divinidad: la corona cohors Tungrorum{RIB2108; BÉMONT, 1981, 78); las ofren­ turriforme de Tyche, las alas de Victoria, el das a las Suleuiae tendrían su origen en las provincias de casco y la égida de Minerva y el betilo de Germania Superior e Inferior (BIRLEY, 1986, 53); las dedi­ 14 caciones a las Matres en las Islas nunca llevan un apelativo Caelestis (HENIG, 1984, 239) . que pueda indicar un origen britano, más bien al contrario, En definitiva, se confirma algo que apun­ suelen referirse a hechos religiosos externos a la isla o de­ tan los ciclos mitológicos y que sigue la ten­ notan una nacionalidad continental, como las Matres Germanae, Afrae, Italae, Gallae, Ollototae o Transmarinae dencia que habíamos propuesto para Habla: (BÉMONT, 1981,81 y 86-87) Brigantia es una diosa polifuncional, lo que 16 La ofrenda a las deae Alaisiagae la realizaron unos ciues explica que sea la divinidad femenina más am­ Tuihanti (Twente, Holanda), de una unidad de auxiliares pliamente testimoniada desde el punto de vis­ Frisones {RIB 1593 y 1594; BÉMONT, 1981, 84-85); las deae ta territorial. Pero la importancia del culto a Alateruiae fueron adoradas por una cohorte de Tungros {RIB Brigantia adquiere unas connotaciones, en lo 2135; BÉMONT, ¡bid., 85), al igual que la diosa Ricagambeda (A/B2107; BÉMONT, ibid., 85; BIRLEY, 1986, 75); a la dea que respecta a su relación con otras diosas Garmangabis rindieron culto una uexillatio de Suevos {RIB britanas, que lo asemejan en mayor medida al 1074; BÉMONT, ibid., 85); también Harimellaes de origen de Nabia. continental (BÉMONT, ibid., 85); la dedicación a Setlocenia pudo ser hecha por un individuo procedente de Germania, Hemos de tener en cuenta que gran nú­ aunque no es seguro (BIRLEY, 1986, 71). mero de las diosas que se testimonian en epí­ 17 La dea , como se puede Inferir a partir de los grafes hallados en Gran Bretaña son origina­ dedicantes de los dos altares conocidos, un liberto imperial les del continente, desde donde habrían llega­ en York y un prefecto de cohorte en el muro de Antonlno do a partir del principado de Claudio. En este (BIRLEY, 1986, 66-67), era la personificación de la provin­ cia y, por tanto, un producto de la propaganda oficial del sentido, Bémont efectuó un análisis de las Estado romano. En las monedas, se representaba por pri­ divinidades procedentes de uno y otro lado del mera vez en los años 119-122 d.C. sentada y apoyada en un Canal de la Mancha, estableciendo cerca de escudo, o bien como una amazona vestida con un traje au­ una treintena de teónimos masculinos o feme­ tóctono, con lanza y escudo (ROCHETTl, en VV.AA.,1959, 178; HENIG, 1986, 167-168). ninos atestiguados en ambas orillas del mismo que habrían sido llevados por los soldados a 18 Todas las dedicaciones a esta diosa proceden del balnea­ Gran Bretaña (BÉMONT, 1981, 69)15 y otras rio de Bath, Avon, de las que tres la relacionan con Minerva divinidades que sólo son constatables en la isla (BIRLEY, 1986, 54). pero que, con toda probabilidad, proceden del 19 Se conocen 14 dedicaciones a esta diosa, todas ellas en continente16. Finalmente, otras diosas fueron Carrawburgh (Northumberland). Dos de ellas la relacionan con las ninfas {RIB 1526 y 1527; BIRLEY, 1986, 46) lo que introducidas por iniciativa de la administración explica su relación con el establecimiento termal. imperial17. 20 Esta divinidad sería la misma que aparece en Brough-on- En resumen, se pueden considerar diosas Noú, Dérbyshire (CIL Vil 393; fí/6 841; BÉMONT, 1981,86 indígenas britanas Latís o Ratis; ™, n. 128) llamada Arnomecta. Couentina™, Arnemetia, divinidad epónima del 21 La dedicación se hizo por la curia Textouerdorum, quizá establecimiento termal ubicado en Aquae perteneciente a los Brigantes (BIRLEY, 1986, 71). 20 Arnemetiae (Buxton, Dérbyshire) ; Ancasta, 22 21 22 Posiblemente relacionada con el río local Wharfe (BIRLEY, Cuda (BIRLEY, 1986, 67), Saitada y Verbeia . 1986,73).

239 timonios epigráficos y excedía del ámbito local de Nabia (GARCÍA FERNANDEZ-ALBALAT, es Latís que, por otra parte, sólo se testimonia 1988, 259 ss.). en torno al muro de Hadriano23. Según nuestra teoría, en esos altares Estos datos nos ofrecen un esquema muy donde se relaciona a la diosa lusitano-galaica semejante al de Gallaecia, con una sola diosa con comunidades indígenas se habría resalta­ cuyo culto abarca un amplio espacio geográfi­ do su carácter tutelar y político, sin perjuicio co coexistiendo únicamente con diosas indíge­ de que en otras dedicaciones se destacaran los nas locales y que, por otra parte, los altares aspectos que pudieran relacionar a Nabia con dedicados a ella indican un carácter po- Diana. Por tanto, es muy posible que, en de­ lifuncional. En el caso de Brigantia estas con­ terminada ocasión, Nabia pudiera ser interpre­ clusiones son más sólidas si tenemos en cuen­ tada como Diana según la tesis de Melena, pero ta su representación iconográfica y los textos también como Juno, muy probable en el ara de de los ciclos mitológicos referidos a Brigit, pues­ Maréeos como ya había señalado Tranoy, Tu­ to que no disponemos de datos tan determi­ tela, Victoria u otra divinidad del panteón ro­ nantes sobre Nabia en Hispania. mano mientras que, en otros casos, no fuera Pero no son éstos los únicos elementos asociada a ninguna deidad en concreto, pues­ comunes entre ambas divinidades: Brigit ha­ to que la diosa lusitano-galaica habría asumi­ bría dado lugar a diversos hidrónimos como el do múltiples funciones que aglutinaban carac­ Braint, en Anglesey, o el Brent, en Middlessex terísticas de diversas divinidades romanas. (RIVET et al., 1979, 277; MAIER, 1998, 47), mientras que conocemos varios ríos en la Hispania occidental de nombre Navia. Por otra BIBLIOGRAFÍA parte, la asimilación de Brigantia a Caelestis establece otro importante paralelo con Nabia, ABASCAL, J.M. 1995: "Las inscripciones latinas de San­ a saber: Caelestis, a pesar de su asimilación ta Lucía del Trampal (Alcuéscar, Cáceres) y el culto de Ataecina en Hispania", AEA, 68, 31-105. con Juno, Venus, Cibeles e Isis, fue ante todo ALBERTOS, M.L. 1952: "Nuevas divinidades de la antigua 24 una deidad virgen . Este hecho la relacio­ Hispania", Zephyrus, 3, 49-63. na con la deidad hispana si el apelativo V(...) ARIAS, F. 1984: "Nova inscripción romana no museo de de la inscripción de Maréeos se interpreta como Lugo", Boletín del Museo Provincial de Lugo 2, 229- 232. lo hicieron Le Roux y Tranoy: V(irgini). 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La diosa aparece como Esta polifuncionalidad invalida parte de las Dea Virgo Caelestis (/Í.S4438), Dea Magna Virgo Caelestis objeciones de García Fernández-Albalat a la (CIL VIII 9796) y es llamada por San Agustín (C.De/4, 10) tesis de Melena sobre la vinculación de Nabia Dea Virgo y Virginale numen; Apuleyo (Met. 6, 4) la descri­ a Diana, centradas principalmente en el hecho be como Virgen sentada sobre un león; TertulNano (Apol. 23) la llama Virgo Caelestis. Aunque paradójico, es relativa­ de que la diosa romana no tenía el carácter mente frecuente en la mitología céltica la paredría y virgini­ político que se observa en algunos testimonios dad de una misma divinidad femenina (GREEN, 1995, 204).

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