i EL ADRIANO EN SIRIA, COMEDÍA . EN TRES A CTOS;
Por Don Gaspar Zanala, r Zamora.
ACTORES. ' Adrián» 9 solicito amante de 4« Aquí lio , Confidente .de Adriano , y Emirena , 'prisionera de Adriano , pro - . ^ amante oculto de . metida esposa de í Sabina, prometida esposa de Adriano. 'Fa maspe , Principe Partho., tributa- ¥ Mario , Capitán de la Guardia. rio de T Soldados, Matronas, y Ca bulleros Roma» Osroa , Padre de Emirena, y enemigo ^ nos. de Adriano.. Soldados Farthos.
La Escena en Antioquía.
ACTO PPvlMERO.
Plaza espaciosa de Antioquía , con varios trofeos militares, compuestos de Insig- Z7 ÍT/l ^ ds Barb“ros vencidos. El rio Orontes, con un suntuoso pu¬ ente , y escalera , que atraviesa la Ciudad. Trono Imperial á un lado.
ESCENA PRIMERA.
If-f”0 CnTdUCÍdí p9T m soidados sohre unas anda* y que forman de sus escudos: qui 10, Murió , Soldados y pueblo Romltno , de esta parte del rio i y de la otra, Osroa, y Soldados'Farthos.
Mr/xictf.CZ-Oronese Adriano Valientes compañeros, (tra sobre el undoso Orontes, deudos, y amigos , hoy de mano vues- y mas, que sus arenas, un Imperio recibo, conservado sean los ’años que su imperio goce. tanto por el valor de vuestras diestras, Acabada la música desciende Adriano como por el esfuerzo de la mia: de las andas. y á la verdad no alcanzo, porque deba Aquí Cesar invicto, el Príncipe Fa maspe, uño solo,coger el blando fruto, que al otro lado del Orontes queda, qué tanto, ánodos, de fatigas cuesta; en el plausible dia de tu triunfo, Pero yo haré de modo,, que mi gloria para besar tus pies, pide licencia. y mi felicidad de todos sea: Adri. Que llegue pues. vuestras serán del trono las delicias, Aquilio pasa el puente, y llega al otro lado y mios, los cuidados que le cercan. del rio-, y Adriano, ayudado de Mario, sube * No mis vasallos, sí, de vuestra fama di trono-, y puesto en pie } dive; seréis mientras yo reyne. El solo objeto quiso vender la libertad agena, de Adriano, será la conveniencia como practican barbaras naciones del bien comun y el lustre de la Patria, á precio vil: la sobran las riquezas, que es lo que mas á todos interesa. y quando nó, sin infamar su gloria, Procuraré, que mis acciones todas, el valor de sus hijos, se las diera. no infamen el lugar á que me eleva Farn. Damela pues heroycamente, á pte vuestra elección: haré que no decaiga la fama que adquirieron las excelsas de mi fiel gratitud. virtudes de los Cesares Romanos: Osroa. Pendiente queda v en fin, no Rey, un Padre, en mi os de su labio mi vida. Adr. estoy cónfuso. suspenst. espera. Siéntase al ver llegar con Aquilio á Far- Farn. Ivio me respondes? naspe, Osroa, y algunos soldados Parthos. Adr. Si: su padre venga, que á el entregarla solamente debo. Osroa. Puesto que á mi, no puede cono¬ Farn. Desde el pasado encuentro, no hay cerme, * Farn. mis consejos exactamente observa. quien sepa / de Osroa, Señor, el paradero triste. 4 Farn. Invencible Adriano, honor de Roma Adr. Pues mientras se descubre, la Prin¬ y del Asia terror, á tus pies llega el Principe Farnaspe; ayer contrario cesa bajo de mi cuidado, y en palacio, de tus armas, blasones, y grandeza, como absoluta del imperio queda. y hoy quien tus triunfos canta. Mas qué mucho, si lo es de mi ap> Adr. Alza del suelo. Osroa. Mira, que.es ya tanta humildad su alvedrio? . (Peña Farn. Ya generoso Adriano, que se efl1' per ñu a. (des tu noble compasión tanto en honrarla, Adr. Madre comun es Roma; sus bonda- deja que á unirse con su esposo vuelva. acogen siempre, á el que á invocarla 4 Adr. Oh Dioses! Como:::- sorprend. llega: Aquil. Mucho se declara. ap. su modestia perdona á los vencidos; Adr.Acaso tiene esposo ya Emirena? honra á los vencedores su nobleza; Farn. Solo falta que el rito lo confirme. ensalza su virtud á los humildes: Adr. Oh injustos Cielos, qué funesta y su valor abate la sobervia, de quien sus leyes ultrajar pretende. nueva! . af‘ dime, y quién es? con impaciencia. Osr. Qué orgullo tan odioso! • Farn. El Principe Farnaspe. Farn. Una fineza Adr. Tú su esposo! (qué rabia!) Y te ama propia de esa virtud , vengo á pedirte; La sin igual belleza de Emirena ella? (mo?> Farn. No bien, Señor, la luz primera vi- Princesa de los Parthos, hoy se halla quando.á amar empezamos, y esta ho— ' por vuestras armas hecha prisionera. Adr.Y bien, qué quieres? güera , con el trato y la edad erecto de modo, , Farn. Que piadoso alivies que una es el alma, que á los dos go- , el pes© de su misera cadena. bierna, Adr. Qué escucho! ó dos almas animan solo un cuerpo. Farn. Enjuga el llanto de su patria, Yo mis glorias hallaba en Emirena, buelvela á mi poder y en recompensa, y ella en mi, sus delicias , quando (ay pide quanto quisieres. ansias!) Adr. Yo Farnaspe, las en Siria. 3 las vencedoras haces que gobierna Pero juro á los Dioses portales que sino me engañara mi sospecha, tu brazo incontrastable, la separan con este azero propio , con mi mano::- del amorde su padre, y mi terneza, Mas hija es de Osroa, no hará tal vile¬ .mas no de un corazón, en donde siem¬ za. pre Farn. No tal imaginéis: Cesar es justo, á pesar del destino se conserva. Conmpadécete pues, noble Adriano, y Emirena mi bien: nada me altera, del infiuxo tirano de mi estrella: á verla voy. duelete de mi amor, y haz venturosa Osroa. Ve , corre, mas no digas una pasión tan. firme y verdadera. que vine yo contigo. Pero qué de escuchármete extremeces? Farn. Ni á Emirena? te ofende por ventura mi flaqueza? Ojr.Tampoco : lo sabrá, quando logradas te avergüenzas de ver que amor me en un todo mis máquinas se vean. Saquemos del poder de ese Tirano, rinde? No lo hagas, pues; atento considera, esa querida , y desgraciada prenda, que si de Roma los excelsos hijos que mi furor contiene , y luego corra nacieron á ser heroes, y se afrentan sin freno mi venganza. Roma sepa, de que otro amor que el de su fama que Osroa , aun vencido, á castigar misma aspira en sus sobervios corazones quepa, de sus temidas armas la violencia. jo que he nacido en mas benigno clima, Ja iniquidad de sus severas leyes, no me afrento de amar, y aun en la y de sus fieros hijos la soberbia. guerra Farnaspe por la izquierda con el mayor sé¬ si doy todo mi horror á mi enemigo quito de Parthos , y Osroa por lá derecha doy toda mi ternura , á la belleza, (do c$n el resto. Adr. En mi me abraso, Dioses, y nopue- decir que son mis zelos la materia, ap. t ESCENA II. Mar. Mucho dice Adriano en su ap. Cámara destinada á Emirena en el Pala¬ semblante. cio. Aquilio y Mario. Adr. Alma suframos. Principe, Emírena, ü'fíjr.Aquilio, expláyate con un amigo Desciende del Trono. de cuya lealtad tienes mil pruebas. ¿rbitra de tu suerte (y de la mia) ap. Por qué dexas á Augusto,é impaciente pues tu lo pides, este instante sea. al mismo quarto vienes de Emirena? A verla ven conmigo, y si te sigue, Qué te aflige? $on ella parte. (Aunque Adriano mue¬ Aquil. Ay amigo , la esperanza ra.) de mi amor , acabó. Yá te dí cuenta Parte con Aquí lio , Mario , soldados , y de que Sabina, á quien tan ciego adoro pueblo Romano. es prometida Esposa de la excelsa - Farn. Las crueles prisiones que la quitas, Magestad de Adriano. Este , rendido se las pones de nuevo á mi nobleza, á la suma beldad de la Princesa con tan heroyca acción. que prisionera tiene, fue olvidando Osroa. No has conocido á persuasiones mias, las promesas, Farnaspe, de Adriano la cautela. que hizo á Sabina. Yo su nueva llama El adora á Emírena , está zeloso procuré fomentar , porque tuviera de tu amor , y si ha dicho que lo deja este alivio, la mia: pero ay Mario, ¿ su arbitrio, tendrá la confianza que hoy del bien que idolatra, se ena- , de que ella infiel, desayre tu fineza. gena A 2 su El Adriano su corazón heroico, y á Farnaspe:: No es digno de'él, quien, á su gloria Mar. Ya lo he escuchado, y con razón falta, esperas, é infamemente dominar se dexa que á amar vuelva á Sabina, de una pasión tan vil. Yo al Capitolio, Aquí. Esa es mi angustia, arrastrando la misera cadena mi pena y mi dolor. que me puso la suerte ! Me estremezco Mar. Y bien, qué intentas? tan solo de escucharlo. Yo pudiera Aquí. Persuadir con engaños á esa joben tolerar este ultraje? Ah! no lo espere: beldad, á que no admita la propuesta No es el Africa sola la que engendra que ha de hacerla Adriano. Éste es el heroicas almas, no: también en Asia solo (da. saben morir,por no sufrir su afrenta. arbitrio , amigo, que á mi amor le que Aqui.Conozco tu razón,y es ley iniqua, Mar. Ella viene. la que aun no exime á la persona regia Aquí. Retirate pues , Mario. {vas. ' de acompañar al triunfo tolerando Mar. Los Dioses tu designio favorezcan. de un pueblo libre la arbitraiia ofensa Emi. Y que unas leyes barbaras que impu¬ # ESCENA III. so el orgullo de Roma y su soberbia, Aquilio y Emirena. la hagan tan respetable? Yo confieso que veneré su imperio, y sin violencia Emi. Aquilio, dime, el Principe Farnaspe sus elogios oía : pero ahora habló ya á vuestro Cesar? que conozco sus máximas horrendas, Aquí. Mas valiera, el fiero despotismo de sus heroes, que ni á verle llegara. y la debilidad que en todos revna, Emir. Cómo, Aquilio, sobresaltada. me avergüenzo de ver que el orbe todo pues qué ha habido? declárate, no ten- leyes admita , y máximas aprenda mi corazón dudoso. Tú suspiras? (gas * de una nación que funda su justicia, oh justos dioses! en el poder inmenso de sus fuerzas. Aquí Diole Adriano audiencia: Pero ah ! que inútilmente me lamento! pidió tu libertad: le dixo, incauto, soi dé ese horrible monstruo prisionera^ . que eras suya, y que adora tu belleza. y ha de vengar sus celos. Dimé Aqui- • El Cesar arde en zelos, se enfurece, lio, (ta? quiere encubrirlo, pero nunca acierta, qué medio habrá para evitar mi afren- tiembla, amenaza, jura, que si ingrata Aqui. Uno solo: Farnaspe, con Augusto ni un solo indicio de ese amor conservas vendrá á verte muy presto: la propues¬ al mismo Capitolio ha de llevarte ta el dia de su triunfo, por que veas de partir con el Príncipe no admitas: que si amante, se rinde á tu hermosura, una cautela , venza otra cautela. celoso ya de tu beldad se venga. (no! Adriano pretende asi engañoso, Emir. Qué escucho penas! y este es Adria conocer tu pasión , para poderla este el heroe del tiber, de quien cuenta castigar con tu oprobio : tú advertida mil grandezas la fama ? el alma grande disimula tu amor: desdenes muestra que Roma eleva hasta su trono, es esta? á tu querido Príncipe : tus voces, Es esta la virtud , que hay en sus hijos? y tu semblante en todo desvanezcan, Y estas,en fin,sus decantadas prendas? las sospechas de Augusto. Mintió la fama, sí, mintió el elogio/ Emir.Y mi Farnaspe, que vuestro pueblo tributó á su Cesar. qué diría de mi? Tú no penetras sil en Siria. *u corazón : á un solo desden mío no ha de qiíerer forzar un alvedrio. le verías rñorír en mi presencia. (ca. Este es tu bien : si le amas á qué espe¬ Aquil. Pues quédate, y mejor arbitrio bus- ras? Emir.Aguarda Aquilio : y pues mi suerte parte con él: recibe de.Adriano adversa esposo , y libertad. lo quiere asi , vé , corre , y á Farnaspe Emir. Quién te creyera! &p% advierte::: Adr. Respóndeme. Aquil. Ya con Adriano llega. Emir. Ni libertad, ni esposo, Emir. Qué pena dioses! puedo admitir. Aquil. Pues tu riesgo sabes, Adr. Lo oíste ? á Farnaspe. burla con mafia su exécrable idea. vas. Farn. Amor pluguiera, que mi mismo tormento me acabára ESCENA 1Y. antes de oir tan claras mis ofensas, ap. Adriano , Farnaspe , y Emirena. Emirena , mi bien , gloria otro tiempo Adr. \ é allí, Farnaspe , el dulce bien, de mi fiel corazon::- que adoras. Emir. Oh qué de penas Animo corazón. Mira Emirena, me cuesta esta ficción! ap. con quien buelvo á tus ojos : no me Far. Quién ha cambiado digas tu fino amor , en ira y en tibieza? que todo quanto debe , no se esmera En qué pudo ofenderte , quien vivía, Adriano en tu obsequio. en fe de que te amaba? Emir. Es imposible, Emir. Cómo : sueñas? que yo encubrir mi regocijo pueda, ap. Adr. No dixiste , qué á ser tu esposa Quién es ese Estrangero? Farn. Qué oygo dioses! 17 Q 1 Ía l al 0Íd°' Lar. bolo dire , que se mudó Emirena. Adr.'No le conoces? Que en fin, muger ingrata, muger Emir. No es la vez primera falsa , que su gallardo personal he visto $ muger mudable , cautelosa y fiera, mas no sé acaso, donde , ni quien sea. muger toda traiciones, toda engaños, Farn. Estoy sofiando! ap. muger en fin, que en solo serlo, en¬ Adr. Como , nó conoces cierras al Príncipe Farnaspe? quanto de criminal y detestable Emir. Amor, paciencia. (tho puede hallarse en el alma mas per¬ Tú eres Farnaspe ? tú el valiente Par- versa, á quien debió mi Padre su defensa ¿Creíble es que olvidarás tan apriesa, en tantas lides ? Sí, ya p©r tu nombre el deber que te impuso la promesa, tus virtudes conozco , y tus proezas que á tu Principe hiciste ? Asi que¬ trage mas de una vez á mí memoria brantas Farn. Cielos es desvario ó evidencia? ap. Ja fé , que le. juraste? di, son estas Príncipe no dixiste, qué te al oido. as tiernas ansias con que le esperabas? amaba? Es esta , di, la dulce recompensa, Farn. Soio diré que se mudó Emirena. debida á su constancia? Te confundes? Adr. Si acaso los respetos que se deben Te cubres de rubor?callas y tiembla,s? á Emirena. Emir. Principe , calla y vete. á mi persona Augusta, te violentan Farn. Qué me vaya! á proceder tan tibia con Farnaspe, No estraño , que te sea mi presencia dimelo ya: mi Magestad suprema* tan insufrible ya: no hay delínqueme, que 6 El Adriano que la del Juez severo no aborrezca. eres arbitro tú : pues quandoel munofl Yo me iré , que también me es á mi por su señor te aclama , tu baxeza P; odiosa te hace esclavo de Roma, y no pernii' la vista de una infiel , que aun se que en el lugar supremo de íU* avergüenza Reynas, de decir, que amó un dia: pero teme, se siente una Latina. teme de las deidades sempiternas Adr. Te engañaste. el debido, castigo á tu perfidia, Emir. Berenicey Cleopatra, con afrenw á tu deslealtad y á tu fiereza, parte. de Roma desterradas, lo acreditau. j Emir. El parte , dioses. Adr. Es ya menos su orgullo y su & en acto de partir llores a. berbia, Adr. Emirena , adonde y mas acostumbrada al dulce yug°> tus pasos guias? obedece las leyes de su Cesar. Emir. A llorar mis penas, Emir,. Quando Roma lo sufra , debefl* pues todo lo perdí. Oh , una y mil Sabina consentirlo? veces, ap. Adr. No te niega, mal haya mi temor, y mi flaqueza! Adriano, que amó mas de dos lustro Adr. Nada perdiste : desu tierno llanto á esa Romana, y se lo dixo á elq no sé que discurrir. Yo sí, Emirena, Pero no habia visto de tus ojos que en tus ojos perdí, la paz que un el.poderoso encanto. Vióte apenas» tiempo y ya ni aun la memoria de Sabin* gozaba el corazón : verdad es esta, quedó en su corazón. que en mi triste semblante habrás Emir. De tal baxeza | leido, es capaz Adriano? El mundo todo , mas de una vez. Alivia, pues,tu pena, si llegara á saberlo, qué dixera? y puesto que depende de tí sola Adr. Dirá que si la amé como Adriano; mi dicha , ó mi désdicha:::- elevado una vez á mas suprema •' Emir. Cielo , aun resta dignidad, prescindir de un amor dfi qué sufrir esto mas? ap. que á mi gloria tal vez no convinieí*' Adr. Hoy vencedora, Y en fin, condenará,señora, el mund° sé de tu vencedor: la llama templa::- que por gozar de un sol , dexe ülJÍ Emir. Ya basta , yo creí que respetara estrella? mas mi virtud , y mi desgracia un ESCENA Y. , ■ Cesar. Aquilie presuroso , Emirena y Adri<¡r' Pero pues el abusa de la triste Aquil. Señor. situación, á que rígida mi estrella Adr. Qué ocurre ? di. me ha traído , no estrañe que le diga, Aquí. Que en este instante, que en vano al rendimiento , ni á la con numerosa comitiva llega, queja, (cía, á la Ciudad latina::- encarga el contrastar hoy mi constan- Adr. Quién? pues si el Trono perdí, no la firmeza, Aquil. Sabina. que esta es mía,si aquel de la fortuna. Adr. Dioses ! sorprendido. Adr. Qué hermosa ingrátitud! Pues di, Emir. Albricias, alma, regocijada. qué ofensa Adr. Aquilio , sueñas? j l recibe tu virtud , de quien un Trono, Sin orden mia?::-cómo::-qué preten^ y una mano te ofrece? Te habrás equivocado, Emir. De él, ni de ella* Aquil. No me creas , en Siria. á mi , señor, cree al confuso pueblo, de' los sustos , las ansias , los cui-¿ que aclamándola Augusta, aquí se dados, (tas. se acerca. y las lagrimas tiernas que me cues- mientras jo me recobro:ño quisiera::- Adr. Yo no sé que decirla. ap. Adr. Corre , pues y condúcela á otra Sab. Amor, qué indica estancia. la suspensión y frialdad del Cesar? que en este estado::- á que mal tiem¬ Emir. Qué mal pagado extremo! po vino! Adr. No esperaba, Vé. á la verdad,señora, que vinieras Aquil. No es po sible, porque ya aquí sin avisar al menos:: pero quede ilega. (do. ap. para después esta amorosa queja, Adr. Mi agitación disimular no pue, y deque descanséis, tratemos solo. ESCENA VI. Ola , Aquilio, á mas digna estancia Sabina con el posible séquito de Ma¬ - ^ lleva tronas y Caballeros Romanos, i Sabina al momento, y los honores Aquilio, Emirena y Adriano. que a mi,se la tributen. Su presencia Sab. Señor y esposo mió, ya mis me cansa ya , y no sé como encu¬ penas brirlo. ap\ tuvieron dulce fin , pues el instante Ay bellísima ingrata! Ay Emirena! que tanto suspiré, gozar me dexan. Ya vuelvo á ver el dueño de mi ***• Vüs me dexais, Señor? quand® vida , buscando, vengo en vos mi descanso::- después de tantas ansias y tan fieras Adr. A esa fineza como he sufrido , ausente de él * . ¡Ah quanto , responderé en llenando los deberes de angustias, tu valor, mi bien que aquí me iippone el título de Ce- sar. me cuesta! Con quanto sobresalto me ha tenido o; ^a^na) Emirena, séquito. •'i intrepidez señor, en las sangrientas e] est0> Aquilio? al eid0' Aquil. Fácil es, señora, lides, con toda el alma te seguía por medio de las huestes, que tu de adivinar. Augusto adora, y esa Señalando á Emirena a .. diestra (fios arrollaba tal vez: y aun entre sue- eslarival,que ¿vuestro amor previene® Emir. Señora*, asi los dioses favorezcan a tu lado asistía mi fineza. ¡Qué humildes votos no ofrecí á tu constancia , y extremo, compadece los dioses, y ampara á una infelice prisionera, que en un día ha perdido , padre , es¬ porque tu dulce vida defendieran poso . del impulso enemigo! Y quántas patria , rey no'y ventura. veces Sab. Si desea te presentaste á mi amorosa idea, eugañartne esta aleve , á sí se enga- ya cubierto de polvo y sangre el ña. ap. rostro, Emir. qual rayo despedido de la esfera dex^htretant° * tu ail£uSta jS truyendo , asolando belicoso * «iue bese mi humildad. las enemigas aces ! dexa , dexa pues , que mi amor te vea coronado c 7 a act0 de arrodillarse. Sab. Aun de Adriano ese sacro laurel, en recompensa deteniéndola con aspereza. no El, Adnano no soy esposa. Sin razón te quejas muera, de tu suerte pues nada te ha quitado, del mismo mal, con que mataros quiso: en tanto que te dexe nna belleza y pues os di de mi lealtad mil prue- | capaz de grangear mas que has per¬ bas::: dido. (sa. ap. resolveos:::- (dignación- I En zelos ardo ya , sin ver la ofen- Sab. A qué he de resolverme ? con in- Eniir. No así, bella Sabina , mi fortuna Aquil. A atraer á Adriano con finezas, . quieras hacer mas dura. Tu demencia con alhagos , en fin , con la constan' ¡ invoca mi dolor. cia, hasta que se avergüence de su fiera, Sab. Quizá este dia, tendrá que mendigarla mi grandeza, y horrorosa perfidia. Este e's el medio* j Vuélvome al puerto , pues el mar de tí misma- Emir. Si acaso te complaces altera. ap. . (pira* , en insultar mi mal::- Sab. Dices bien. Corazón , gime y* sus- Sab. Basta , Princesa. con enejo. pero al menos oculta tu flaqueza, 'Emir. Rival suya me cree! hay mas no tenga ese traidor, ya que nté pesares! ofende, la gloria de que siento yo su ofen¬ Sab, Dexanos solos. Emir. Voy : mas considera, sa. parte. que mas de tus iras y desprecios Patio del Palacio Imperial, con una par¬ soy digna de tu amor y tu clemen¬ te de él incendiada , y poco después ar¬ ruinada por los gastadores. Noche. cia. parte.
ESCENA VIII. ESCENA IX. Sabina , Aquilio y séquito Osroa que sale del Palacio con una ac A Aquil. Probar quiero mi suerte : amor, encendida en una mano , y el acero des. ¡ nudo en la otra , seguido de alguno* protege incendiarios Partbos, y después mi astucia, y lograránse mis ideas, ap. Farnaspe. Sab. Qué dices de esto, Aquilio? Osr. Esforzados, amigos, vengadores con languidez. del honor de la patria, cuya afre'1^ Aquil. Que me admira á no ser por el mió y vuestro alien»? la sin razón de Augusto. Es mucha eternizada en las edades fuera, ofensa, cia> ya veis quan propicios hoy los Cié o la que os hizo este dia su inconstan- son , á nuestra osadía. sin ver quanto os es fácil,si quisierais Vuelvan» vuelvan vengarla por vos misma. á mirar vuestros ojos , esas triste? Sab. Cómo ? dime. (§a pavorosas ruinas de la excelsa Aquil. Habrá alguno, señora, que no tsnr mansión de ese Tirano : deleytaos > por la mayor ventura, que esos ojos, este momento, en ver como se eletf? sin ceño á verle lleguen? Pues qué es¬ hasta ios astros, entre nubes de humW peran? la asoladora llama. Sea , sea Será honor vuestro mendigar caricias, ese triste espectáculo, un consuel de quien , Por otra , á abandonaros aunque neciueño á las desgracia llega? nuestras. Podréis sufrir tan injuriosos celos? Ojalá ese edificio suntuoso, Queréis ver ma.-. patente vuestra ofensa? trofeo ya del odio que en mi reyni,> No , Sabina , conozca hoy Adriano, dentro de sí encierra el Capitolio». lo que pierde en perderos. Muera, en Siría. 9 el iniquo Senado y Roma entera. sois del Príncipe , en tanto que pro¬ Farn. Os roa , Señor. acelerad#. picia, (versa. Osr. Detente. . le es la suerte, y huís quando es ad~ Farn. Acaso:::- alquil. Ya llega. Osr. Calma Sab. Ya respiro. Augusto. tu inquietud., que obra es mia, la que saliendo á encontrar á Adriano, observas? Adr. Dónde, Farn. Dioses ! Y tú hija? Emirena se halla? Osr. Ya con el tirano, á Sabina con impaciencia. entre esas ruinas sepultada , dexa Sab. Mi fineza, tal vez,su horrendo crimen satisfecho. llegó aquí en busca tuya, hace un ins¬ Farn. Que dices? Infeliz, en acto de irse. tante. Ors. Farnaspe, espera: Paciencia agravios! ap. á donde vas? Adr. Dónde -^stá Emirena? Farn. A conservar su vida, con mas impaciencia. q 6 ^orir en sus brazos. Aquil. Noparece , .señor, en parte alguna. sr‘ No te acuerdas, Adr. Qué es lo que dices ? Infeliz Prin¬ ^Ue quebrantó su fe, que dio al olvido cesa. queriendo partir, pSu atnor, sus juramentos y promesa* Sab. Tente, señor, y mira que el incendio ar*• Es perjura, lo sé; mas yo la adoro, es mayor cada vez, y que se arriesga Se Ve°.Su riesgo y debo socorrerla, vas. \tu persona. (frialdad. e $uita el manto y se oculta por medio Adr. Vé, Aquilio, y haz que todo ' con f« de las llamas. quanto la llama abrasa con presteza, Sr‘ Pues quiere aventurarse temerario, se arruine : cortemos de esta suerte bardémonos nosotros para empresas sus funestos progresos. gloriosas, amigos. Hija ingrata, Aquil. Mi obediencia *u proceder , mi crueldad fomenta: te responda, parte con algunos. perece en el peligro , pues quisiste Sab. Mas tú , dónde caminas, preferir un tirano á mi terneza. señor , aventurando sin prudencia arte con todos los suyos por la derecha. una vida , que es alma de la mía, y del Romano Imperio la defensa? escena X. Quien sabe si la audaz •, si la alevosa mano incendiaria, busca en las tinie¬ S,tiZ ÍOr m lal° ' A‘¡uU'a por oiré v poco d,rfuer Mríuno>Cad/moZ ’l blas quito distinto y lUCeSt el tumulto,á Adriano con intento *ab. Aquilio, dime, se salvó rmi espo- de terminar sus dias. agitada./ICritnrln Adr. Nadá ternas: paseando con agitación. Ignt'ró su destino. asegurado está el traidora Y q :é , le dexas Sab. Oh Dioses! en el mayor peligro? Le abandonas Adr. De entre la llama misma que el guando mas necesita tu asistencia? fomenta ' (dado ^Tu‘l■ Scñora:::- mi guardia le arrancó. Ya le he man- No lp estraño ; asi procede conducir á la cárcel mas estrechan qui -•> ama como tú , mas la diadema* de Antioquía. que al Monarca: Sí, Aquilio, tu cur¬ Sab. Y quién' es el aleve? saste Adr. Farnaspe, sí: su loco amor le ciega, úel torpe adulador la baza escuela. y le inspira una acción tan temeraria, B Pa- El Adriano Paseante ton mar inquietud. con lo que castigar al traidor piensan. Sab. Pero cómo::- Alma no las imites: solicita Adr. Hasta ver libre á Emirena, tu venganza por bien opuesta senda. perdóname , Sabina , nada escucho* Mas amor, mas ternura, mas constancia Parte con los que le acompañaron.. y mas fidelidad , el falso vea cada dia en Sabina. Sus agravios ESCENA XI» acrisolen de nuevo mi firmeza, Sabina , y después Emirena. hasta que el se confunda y avergüence, Sab. Sueño acaso ? deliro? es apariencia dexando á las edades venideras con que mis celos descubrir pretenden un testimonio mas, deque en nosotras la extensión de mi amor, y mi fineza? reside la constancia y la fineza. jDexarme así Ad riano, y aun decirme::-. Emir. Qué horror!.qué confusión! No quiero recordar tan clara ofensa, despavorida. ya que na he de vengarla, Pero es Sab. He allí la causa dable de mi dolor, viendo á Emirena* que en una alma tan grande, Dioses, Emir. Donde huiré , si apenas?::- quepa Qué es esto, gran señora ? tan baxo proceder? A mí, á mí misma, viendo á Sabina« me dice tan á cara descubierta, Sab. Ella pretende *u traición y perfidia? No esperaba, apurar de una vez mi resistencia, ap» de Adriano tan negra recompensa. A mí me lo preguntas ? Mas ya en¬ No di crédito á Aquilio , lo confieso: tiendo ; por impostor le tuve. Ah ! mi terneza Tu quieres que yo misma de Emirena me hizo no verla frialdad de Augusto, los altos triunfos, cante , porque acaso quando. llegó mi amor á su presencia* mas agradables á tu oido sean: La turbación, que le causó mi vista, yo lo haré y sin envidia. Amoí la inquietud que mostraba, la tibieza. pluguiese,, $on que me. habló , llegué, á tenerlo que su activa ponzoña no bebiera, ap. entonces. Esto es que no hay una alma , por debido respeto á la Suprema tus ojos. dignidad, que le adorna.. Pero ( ay no rindan y avasallen: que á la fuerza alma!), de su encanto obedecen los Imperios: ; este desaire, aunque dorarle quieras, los Monarcas suspiran: sus diademas no dirá claramente su inconstancia? son á tu pie despojos de tu hechizo. Ya nos lo ha dicho, sí, y harta me Y en fin (qué rabia! ) que la gloria j pesa* Griega Qué hemos de hacer, sabida ya el hoy resucita en tí, siendo esta noche, agravio ? su Elena tú, la triste Troya aquella. Alma, toma el partido, que tuquieras; Emir. Qué sentido , señora, que no al¬ pero acuérdate siempre que. eres mia, canzo, y no te vengues nunca con baxeza* tienen esas razones? Matarle :. con los celos que él te mata, Sab. Aquí llega, mirando á dentra Á mas de que yo sé que no pudieras,, Farnaspe, conducido por la guardia; «s un medio muy baxo y de que solo él te podrá explicar lo que no en¬ se valen almas débiles y ciegas, tiendas. vas, que no Yen que á si mismas se raaltra*- tan» ES- en Siria. st ESCENA XII. recibiste? Farnatpe conducido por la guardia, Emir. Burlar quise con ella Mario , y Emirena. los zelos de Adriano. Emir. Qué miro, Dioses? Farn. Pues él mismo Corriendo á encontrarle. no te ofreció mi mano? Príncipe:::- Romano, * Mario. Emi. Fué cautela por piedad que un instante te de¬ para ver si te amaba , g0£ ▼6a* tengas. garse Farn. La pérfida está libre , ya respiro. á su salvo después. Emir. Tú asi oprimido ? Farn. Qué dulce nueva! Farn. Viva tú Emirena? Luego yo soy::- Emir. Una infeliz no encuentra ni aun Emir. Mi amor y mi esperanza. la muerte. Farn. Luego eres tú ? Si ha de dar dulce término á sus Emir. Tu esposa: si, Emirena, penas. la fiel , la fina , la constante. Mas di me, por ventura aquese in¬ Farn. Oh grato ! oh dichoso momento ! cendio obra de tu mano? Emir. Si deseas sospechan por ventura::* Farn. No mas , regalo mío, r. a. tnénos. lo creo: ya detesto mi sospecha, j^-Por qué? y te pido perdón. Si es que hoy arn' Porque soy Partho, aspiras y ^2 hallaron acaso entre la espesa i coronar mi dicha , tu fineza nube de polvo y humo , despreciando *a Uama asoladora , que en pavesa me lo otorgue, Emir. Le otorgo , sí, le otorgo, £l(^Ucia el Palacio. pues qx„§ intento si lo dudas , yo haré qué asi lo creas. _ íe conduxo ? Le abraza. arn. El librar á mi Princesa, Farn. Astro inhumano , ya soy yo ó morir á su lado. dichoso, Emir. Calla , calla: á tu pesar : sí, busca , traza , in¬ malhaya amen tu amor y tu fineza. venta, Farn. Qué sientes ? penas con que afligirme, que ya to- peliSfo> que es el mío. das serán dulces , amándome Emirena. am' c° l.u r*S°r se burle de mi pena con fingida piedad. Emir. No te vayas aun. Emirn. Fingida ! Dioses. Farn. Un astro impío de tí separa el cuerpo con violencia, Farn. Puedo yo acaso por veraz tenerla, pero ay , hermosa luz de estos tus quando ha un instante que de tu mudanza ojos, contigo el alma á su pesar te queda. y tu rigor me diste tantas pruevas ? Emir. Obgeto encantador de mis sen- No me hablabas , traidora , en ese estilo. tidos, allá también la mía en cambio llevas. Emir. Te hablé en otro , mas yo Ia Farnaspe conducido por Mario , y'la misma era.- <- guardia , por la izquierda , y Emi- Farn, Y aquella frialdad , con que á tu rena por la derecha. amante E 2 AC. ■»* El Adrián9 ACTO SEGUNDO. si observas estos simples documen¬ Galeria,que conduceá varios departamen¬ tos. • tos de la habitación de Adriano. Emir.. Y quando exiga mas patente» pruebas ESCENA I. de mi amor , no verá:::- Emirena , y Aquilio Aquil. Yetí su yerro, Alquil. Solo hasta aquí, Señora , llegar pero nunca podrá reconvenirte- puedes. de engañosa ó mudable , si en efecto El César tardará pocos momentos tú nunca le digiste , que le amabas.1 en salir, pues que ya le he dado aviso, Emir. Y bien , qué .logro al fin ? de que Emirena aguarda. Aquil. Que en aquel tiempo Emir. Yo te ruego, que el engañado, viva , no habrá que ampares á Farnaspe , procurando gracia aplacar á Adriano. que no te otorgue. Aquil. ¿Y.quién su ceño Emir. Por tan viles medios, podrá templar mejor que tú , Señora, ninguna solicito. que á tu arbitrio manejas como dueño, Aquil. Harto me pesa. ap± su corazón? Sigamos hoy la trama ap. Yo tu bien deseaba : pero creo comenzada. Ah Emirena ¡ qué di¬ que llega gente : a Dios , y piensa diverso el uso uso-, del que haces tú , haría otra, que debes hacer hoy de mí con¬ del amor de un Monarca ! sejo. Parte.. Emir. Yo no puedo, porque no puedo amarle. ESCENA II. Aquil ¿Y es preciso Sabina , y Emirena, que le ames , para que él llegue á Emir. Sabina es. creerlo ? Sab. Qué he hallar en todas partes Emir. Pues que ¿ le he de engañar ? la Ocasión enojosa de mis celos! apa Aquil. Tampoco : el arte Emir. Señora! está , en saber hacer , que él á. si Sab. A. la verdad , que no creía mesmo En tono satírico. se engañe. Esto es muy fácil, Emi¬ tan atenta á Emirena : aun el in¬ rena y cendio Una mirada tierna , un movimiento, no está extinguido , quando ya ett una palabra equívoca , un suspiro, la estancia que parezca salir del hondo ¡pecho, de Adriano solicita te encuentro? sin querer tú. que salga , una son¬ Emir. Vine solo::: risa,, Sab. Quién duda , que vendrías un rubor aparente , y un silencio- á ver , si libre estaba ya del riesgo? triste , y continuado (quién lo duda?) Emir. A implorar su clemencia. le harán creer al César , todo aquello Sab. De ese modo que desea , y no dices. No hay nos conduxo á las dos un mismo amante,, obgeto: que el sentido no dé mas lisongeroj pero sin competencia : no , no aspiro á todos'estos simples accidentes: á que el César atienda antes mi y Adriano, Señora (• estoy muy cierto) ruego, jurará, que de tí se halla querido. que el tuyo .-quedarémuy complacida, con en Sir con que le oiga después. perdona , desconfío:::: con rubor.. Emir. Mortal veneno, ap. Sab. Ya lo entiendo.. Vierten sus expresiones. Ay Sabina, Te será sospechosa mi promesa ? quán sin razón me injurias ! lío no Dándola la mano. tengo Emir. No Señora , no: basta : ya no la culpa , de que Augusto , infiel puedo contigo, dudar de mi ventura. Solo resta, lite haga tal vez el blanco de su afecto,, que el destino corone mis deseos, pero pago la pena. En fin , Señora, disponiendo, que unida hoyá Adriano el riesgo .de Farnaspe , ú nico obgeto, te vea, y que la suerte de mis Reynos de mi justo dolor , y mi fineza, dependa de esta mano,, que ahora la bra aquí me ha conducido. Yo no puedo la ventura de dos amantes tier¬ verle correr á su temprana muerte, nos. Parte. sin que arriesgue por él mi ultimo Sab. No es tanta mi virtud , que vues¬ aliento. tra dicha No debeis extrañarlo, le amo tierna: me inspire tan hidalgo sentimiento, Fice suya mi fe, ya hace harto tiempo, Quién sabe , si' alejando del Orente le di mi corazón::: tu hermosura , que es hoy el mayor Sab. Qué dulce nueva! riesgo Tú á Farnaspe ? Emirena, puedo de mi ventura, cobrará en.el César su antiguo amor aquel primer in¬ creerlo? ■Mira , que en la verdad tal vez es.- cendio? Si falta la materia combustible triba que antes le alimentaba, cede el fuego la dicha de los tres,. •^mir. Tened por cierto, mas voraz', y aun el rio caudaloso que á decir otra cosa os engañara. viene á secarse al fin en el momento Respira, corazón. Pero contemplo, que desvian sus aguas de la fuente que si tú' por Farnaspe te* interesas, á quien debió su origen: sí * el mas le expones mas , si el César arde, tierno en zelos. el mas constante amor , viene á en¬ £"2zV. Y qué otro medio queda ? tibiarse Sab. Yo , Emirena, en perdiendo de vista el dulce obgeto, te Fe daré; y esta esperanza á protegerme mueve Emir. Señora::- la causa de Emirena. Yo resuelvo Sab. Yo lo ofrezco*. ver í Mario:::- * Tu tierno amante á cargo está de escena m: Sabina , y Adriano. Mario: este debed mis padre sus aumentos: Adr. Mi bien , dulce Emirena:::- Qué veo ? Queriendo volverse. lo reconoce así, y ha de otorgarme «U libertad , si yo á pedirla llego. Sab. Quieres , alma , tu desprecio Con languidez. Emir. Oh! Pluguiera á los Dioses! mas claro ya? T-raydor amante,espera, $ab. No lo dudes: y ya que de mudable y de perverso e.n la fuente de-Venus un arómente hagas alarde y no grosero ultrajes aguarda prevenida , que yo á ella mi persona , faltando á los respetos conduciré á Farnaspe. de una muger (ah falso!) de mi sangre. ^Wr. Qué oigo , Cielos ap- Sabina, es tan escasa mi fortuna < jidr• No me atrevo á mirarla. Con rubor.. í4 £7 Adrano Sab. Oye un momento hiere, que á tus rigores me sujeto: tan solo , y luego parte , si quisieres, y si arrancar esta imperial diademi en busca de tu bien. de mi frente deseas , desde luego Adr. Pues crees:::- Cielos! la pondré yo á tus pies , y oxála el Ay Sabina 1 Con ternura. alma Sab. Suspiras ? Quién pensara, darte pudiera, quien te dá el Imperio. Númenes , que el honor de nuestro Sab. Esa solo deseo. Imperio, Adr. Ya fué tuya, el héroe aquel, cuya virtud excelsa y tan leal ( máteme amor si miento) ; canta con gloria el Tíber, el recreo, que no hubo una beldad que me y la dulce esperanza de su tierna debiese, y constante Sabina , en un momento ni una tibia mirada en mucho tiempo. de la fe que juró se olvidada ? Sab. Pero al fin:::::- estrechemos su Es posible? Di, quién mudó tu afecto baxeza. ap. por mi desgracia ? Acaso:::- Adr. Pero al fin:::- qué sé yo ; mas ¿dr. Dexa , dexa satisfecho reconvenciones ágrias , y que tengo de mi virtud , que lo que estar de-» por inútiles ya : no por desaire biera, recibas mi franqueza. Yo confieso, me burlé del peligro, arrostré el que me confunde tu presencia , tanto riesgo, como me fué agradable en otro y sorprendióme amor. Me hallaba tiempo. un dia Llámame infiel, perjuro , y quanto reposando en el dulce y grato seno quieras: de la victoria , aun llena el alma toda mírame con horror , yo lo merezco: del béíico furor de Marte fiero, insúltame ; de mi traición te ofenda: quando 4 los ojos mios descuidados pide venganza contra mí á los Cielos, mis vencedoras tropas conduxeron razón tienes, y yo te doy licencia. la belléza mayor que la Asia tuvo. Tu mérito , Sabina , nuestro tierno Víla arrastrar ios injuriosos hierros y venturoso amor , las mil promesas víla implorar humilde mi clemencia: que hice de serte fiel, los descon¬ víla á mis pies llorando ^ oh nunca. suelos, 4< Cielos, las ansias que me debes, los favores ella llorara , donde yo la viese) y lágrimas amantes que te debo, víla fixar en fin sus hechiceros tu singular constancia::- Todo , todo ojos en mí de un modo::- tan sen- en mi triste memoria existe impreso, sible::- pero ya no soy mió, lo conozco, ah, si la vieras tú en aquel momento, y lo confieso con rubor. Atento tú misma , sí , 'tú misma disculpara» á evitar de esta Escena repugnante la torpe ingratitud que estás sin¬ los forzosos y amargos sentimientos, tiendo. hice quanto podía hacer un hombre Sab. Basta , pérfido , basta , que es ya que te amaba: testigos son los Cielos. ultraje Pero todo fué inútil : otra fuerza de mi amor , tan indigno sufri¬ superior decretó con dulce imperio miento. que te olvidara, y resistí me en vano. Tú faltar á la fe que me juraste? Si aspiras á vengar mi desacierto, Tú olvidarme por otra ? Me estre¬ he aquí pecho y puñal, uo te detengas. mezco, en Siria. Tú decírmelo á mi, sin confundirte, firme,celosa,(ay alma!) y persuadiendo y aun querer (esto solo, ingrato, esto con lagrimas: no es dable que yo pueda mas que todo me indigna ) que yo serla mas tiempo ingrato. No, no debo misma posponer á un delirio , aquella llama disculpe tu delito ? Santo Cielo, que ardió en mi corazón con tanto es¬ de quién se oyó jamas tal tiranía? fuerzo .quién sufrió tal lináge de tormento ? antes de ver los ojos de Emirena. Bárbaro , infiel, perjuro:::- Triunfe Sabina del reciente imperio ‘Adr. Verdad santa, que estos se han adquirid© , aunque lo qué poder es el tuyo 1 Con qué im¬ llore perio el corazón . Mi gloria , mi concepto, penetras hasta el alma mas per- la razón , su virtud , y su fineza versa. < ap. lo decretan así. No mas,.obgeto "db, Pero qué digo ? ah $ solo, mis zelos Llegándose á Sabina. inspiraron , Señor , quejas tan digno de mi ternura 5. tú has vencido. , ágrias Ya es: Adriano tuyo: si , ya buelvo °e Vuestro proceder: de amor na¬ á rai centro primero. cieron, SabinJDia&e&l regoci. y Merecen disculpa : arrebatada, Aquil. Males Crel hablar á mi amante , no á m\ qué he oidó? . dueño, Sab. Ay Cesar.1 con desconfianza, 1111 Rey , y mi Señor , y hácia el Adr. Qué? lenguage Sab. Podré creerlo? aprendió , se fué el labio. Ya Adr. El alma lo asegura. depuesto Sab. Si a ver buelves engaño , depondré también mi á Emirena , tal vez:::— queja, Aquí. Pronto remedio y abrazaré sumisa el gusto, vuestro, necesita este mal. luirme inconstante , fiel ó desdeñoso Adr. Nada receles. *era sí®mPre Adriano el tierno obgeto Sabin. Es hermosa , y si llora;::- e Sabina : y quién sabe , si algún dia Adr. Lo he resuelto, 1S t!ernas ansias mudarán su pecho,. y- vencerme sabré. y volverá á mirarse eni unos ojos Aquil. Llegar desea salten. ellas ESCENA Y. huiré para siempre. part. Emirena , y poco después Sabina y F<*r- Air. Aguarda : : ; en celos naspe. arde Sabina, Aquilio , y yo quisiera: : Emir. Quanto tarda Farnaspe, y quantas que se yo : reconozco lo que debo ansias á su amor, y á mi gloria : reconozco me cuesta su tardanza! Aun no le veo. quanto seré infeliz , si á perder liego Sí querría.Sabina vengativa . los ojos de Emirena. Aun tiempo mis¬ adular, mis amargos sentimientos mo con tan dulce esperanza? No es posible ' gloria y amar me llaman, y no acierto en un animo real. Si Mario , el riesgo á qual seguir. habrá tal vez temido? No descanso. Aquil. Señor , nada interesa, Si les sorprenderían ya viniendo ácia en Siria. *7 acia este sitio ? Anadie se descubre. y la fortuna os guie. ¡Oh que tristes imágenes , de nuevo Emir. El Santo Cielo me ofrece mi agitada fantasía! vuestros amantes ansias favorezca, Me parece ;:no hay duda , ruido yen vinculo agradable,en lazo estrecho siento: con Adriano:::- Si será él? Sab. A Dios , que .siento ruido. parte * Sabin. Farnaspe , he allí tu Esposa. Farn. Dulce Emirena. trasport. de gozo ESCENA VI. Emir. Principe \ aun no creo Emirena, Farnaspe y poco después Osroa, mi ventura. de Romano. Farn. Ya amada gloria mia:::- Farn. Si nos ven, Emirena , en grave Sabi. Dexad esas ternezas para luego, riesgo y aprovechad este feliz instante queda mi vida. que la suerte o$ concede. Estrecha el Emir. A nadie se descubre tiempo en todo este recinto. Tu recelo y conviene salvaros. Esa calle calma , Principe mid*; que los dioses que forman tantos árbol espesos, son en nuestro favor. y ^nidos entre-sí, será el camino Far. Asi lo creo. Emir,Oh colmen mi ventura, en este día, ^as seguro : seguidle sin recelo, de mi Padre, el destino, descubriendo Pues por su lobreguez, nadie acos¬ á su tierna Emirena, tumbra Farn. Yo ese gusto á transitar Por él. De aqui no lejos te daré , amado bien. $e divide en dos sendas : la derecha Emir. Qué dices ? luego guia al Rio , y la izquierda sale al re¬ le sabes tú? gio ' Palacio de Adriano: huid pues de ésta Fam. Si esposa , pero ahora Con cuidado y amor, hoy á mis ruegos, conviene que de aqui nos alejemos: conduzca vuestros pasos. sigueme. Emir. Sacros Númenes , cambiasteis Erhir. Generosa en placer,nuestro amargo desconsuelo* y demente Romana: Caminan acia el bosque , y re suspen en. Farn. Digno exemplo de Virtud y herhismo:::- Fam. Espera: nó has oido?::- Sabi. No , no amigos Emir. Sí, y mas cerca cada vez , se oye el ruido. la ocasión venturosa malogremos: Partid ya: Fam. Mientras veo quien le causa, retírate á esa partev Farn. Mas decid, con qué podría Emir. Dioses , quién podrá ser. pagar esta fineza ? Fam. No lo penetro : Sabi. Con que ai menos mas dexa tu temor. alguna ^ez , os acordéis de una alma Emir. Cruel fortuna, sensible a vuestro amor: Con que un se propicia una vez á mis deseos momento Se oculta acia la izquierda del Jardín. compadezcáis el mió , y á los dioses Os.Parte á cantar los triunfos de tu Roma dirijáis algún dia vuestros tiernos á las tristes estancias del Crebo. Votos , en su favor. Solo esto , amigos ' Fam.Qué miro? dónde vais en ese trage, dexará compensado el dulce obsequio y de ese modo? que ofrezco á vuestras penas. Idos, Osr. Amigo , ya nos yernos idos, C li- El Adriano libres de ese tiranos Ya respiro Farn. Al punto vuelvo. sin el pasado susto. He aquí el acero-, tal vez el caso aún no será sabido. Mostrándole el Estoque ensangrentado y podremos huir, si: yo resuelvo, venturoso , aun. teñido con su sangre, verlo por mí. que de Adriano ha traspasado él. pecho. Farn.. Cómo :: :■: dioses! Sorp^ ESCENA VIL Osr. Solía el vil Romano Farnaspe en acto de partir por el los que, pasar por ese bosque con- secreto Adriano., Aquilio y guardias con espada al quarto de Emirena : Un confidente,, en mano que salen por él y Osroa y Emire¬ á quien , del oro el eloquente ruego, na, retirados, hizo de mi facción, medió el aviso:- Adr. Traidor espera. al paso le aguarde , y logre mi. intento Farn. Dioses., dando trágico término á sus dias. Adr. Tomad todos los pasos. Farn.Y cómo entre las sombras, conocerlo; A la guardia que se distribuye por el pudisteis? dar din. 0 f'. Como astuto*»!confidente, Farn. Soy de yelo. «fal llegar al parage en que mi fiero- Emir. Qué inesperado acaso!1 rencor le esperaba , fingió acaso Adr. Qué , te asombras, tropezar y cáer según de acuerdo de verme vivo», ingrato? Yo lo-creo,. habiamos quedado ,, y esta seña Mira como castigan hoy. los dioses; libró su vida : y me mostró el obgeto con un engaño , un criminal exceso. que mis iras buscaban. Tú , Traidor.,, quedarías persuadido Emir. Qué Romano (terio que de Adriano atravesaste el pecho será, el que hablando eltá, con tal mis— como lo declaraste al tiempo mismo con Farnaspe? En la mano (no me en¬ de descargar el golpe. No perverso, gaño) que el Cielo mismo defendió su vida, ensangrentado trahe (oh Dios) su acero, de tu alevoso brazo., Si desde aquí pudiera ver su rostro ■ Emir. Descubierto Fam. Señora y qué partido tomarémos, está el enigma : el reo es el. Romano pata huir el peligro que nos cerca? que allí se oculta., Si por. Ja misma senda resolvemos Adr, Tiemblas? salir acia el Orontes , es muy fácil Farn. Qué haré Cielos? que divulgado ya todo el suceso, Adr. Confúndete , bastante causa tienes, haya acudido gente: y si,seguimos ppes.no-se como del terrible peso la que al Palacio da-, los pasos v.eo de tu culpa , oprimida , no trastorna tomados por la guardia,. todos sus consistentes ligamentos Osr. Ese embarazo, la tierra, sepultándote piadosa le vencerá el valor. en sus ¡profundos cabérnosos senos. Fam, Tan gran despecho Farn: Qué le diré? quedará para el último recurso. Adr. Di pérfido rqué mano Perorantes veré yo, si á menos riesgo; tus prisiones limó ? qué aleve obgeto iros podemos salvar., te. trajo aquí suspiras ? enmudeces? Osr. No te aventures. No-te ha dexado la sorpresa aliento JFarn.No haré : Yos ocultaos en ló espeso aun para disculparte? de ese lado del bosque ,, y esperadme.- Fanir. Porque ,. dioses^ dír. Si tardas , parto soló¬ enmudece Farnaspe? le ecultaá la derecha Adr. Habla. en Siria. i 9 Far. No pueda. que te ha hablado por mí. Pero así Au* Air Ese mismo silencio te condena. gusto (to Par. No siempre , gran Señor , viene á haré que la verdad brille en mi aspec- ser reo. En acto de partir á donde está Osroa. el que no se disculpa. Earn. Tente bien mió. Emir. Yo no alcanzo Adr. En nuevas iras ardo. ap. este enigma. ^ Emir. Qué intentas? Adr. Mas llega á parecerloj Farn. Que conozcas ya lo adverso y bastan los indicios que te culpan del destino , y sus leyes reverencies. autorizados hoy por tu silencio, En diferir tal vez por un momento para que mi justicia te condene. mi castigo , qué logras, sino es dable *Wr.Aconsejadme, Dioses. ocultar mi delito por mas tiempo, Adr. Ola , ' luego y le haces tú mayor si me disculpas? Se conduzca ese Partho, á la mas triste dexa , Emirena , que aparezca reo ^^fsion de la Ciudad. si en mi gloria interesas. He#1' le ^Ulta esPada>y ?a guardia Adr. Alma indigna, á asegurarle á tiempo que sais Emi- de tu crimen alarde estás haciendo? ,g> . rena Farn. Tanto , que aunque pudiera sin¬ lr' Qué oigo? Teneos, (ente cerarme ¿ e si es propia mansión del delinqu- no Jo haría , Señor , yo lo confieso. v T“ arnaspe no lo es. Emir. Príncipe , esposo y dueño mio:-:- Adr r* ®sto mas zelos? Adr. Qué oigo ! “rn- Qué hacéis señora? Emir. Por qué contra una vida que y© ,r; Tú aquí con Farnaspe? 4 Emir. aprecio g en su defensa? mas que la mia á conspirarte atreves? %/r- Acuérdate un momento(seas, No eres traidor , y quieres patecerlo? JUe eres Cesar , y Juez , si obrar de- Farn. Déxame con mi crimen, que es glo- *ln ul»ajar tu gloria. Yo defiendo rioso. . , "\!lda inocente , y á eso solo Emir. Yo me confundo. Esof"'"e^s *"* meconduxeron. Adr. Pérfida::- Enrir. Yo tiemblo. ?perfidPo;t.-,árbü'“ °CUl““ Adr. Engañosa, di,es este aquel Farnaspe Fon. Callad que ayer desconocías? ya es tu dueño, ^ Callar „o debo. y tu esposo? Ah cruel! ah cautelosa! ^ Dioses .elia „osab ap. J9fni*-. Señor::- es su padre r 7?1ri‘ v F. re* (frumento Aqnil. Temo á Adriano. j ’ 0 ™1Sma vi en su mano, el ins- Adr. En ira y zelos AdrT* Cr.lmen teñido en fresca sangre. se abrasa -el corazón. Qué , solicitas • Aeagua demasiado, ingrata,el riesgo alucinarme aun? No falsa : he vuelto e ese traydor , para que yo te crea. ya -dei letargo en que tu-perniciosa Vuai teasusta el cuchillo, que su cuello beldad me sumergió. Vi manifiestos amenazando está ! sí : atribulada mi agravio y tu artificio-, y si ayer fuiste 111 aun hallas un engaño que á lo me¬ ele toda mi -ternura el dulce objeto, nos. objeto serás hoy de mis rigores, p *®nga apariencia de verdad. de mis venganzas y de mis desprecios. Ofendes Superior el encanto de tus ojos, Con esa duda, un corazón sincéro. superior á mí mismo, y al incendio El Adriano Baldona enhorabuena el torpe crimen dulcísimo que ayer me deboraba, que contra mí resulta : yo prometo me condené á no verte, y en los tiernos venerar las injurias que tu labio brazos de ese alevoso te dexaba, profiera , pues sin duda comparezco por no violentar tus sentimientos. .criminal á tus,-ojos. Soy ingrato Si fué costoso triunfo, que lo diga, á tus bondades , Cesar , lo confieso, el que amé como y llegase á hacerlo. sé,que es villana acción,con una ofensa Yá esta fineza, á esta Virtud tan nueva correspondéis , tú , bárbaro, queriendo. pagar un beneficio : bien lo veo, y me confundo : pero el Asia toda á Farnaspe. no ha de. ser responsable de mis hechos, á presurar mi muerte, y tú , alevosa, á Emir s na. ni debe denigrar su justa gloria,, de un hijo-suyo.el, mas villano exceso. burlando la fe mia? el santo cielo Fuera de que están noble y tan gloriosa consiente tai maldad? decid, son estas la causa, que hoy á tí me ofrece reo, las almas generosas que esos secos que quando las.edades la. supieren* y arenosos desiertos acostumbran bien léjos dé cubrir de oprobio eterno á producir? obran así*, perverso, el nombre dé.Farnaspe, dulces himnos, los héroes del Asia? por mi vida, entonarán perpetuando el hecho.. por li gloria de Roma y de su Imperio, Adr. Basta, arrogante. Partho, que es. queá saber que.eran todos tan ingratos, de tan viles , y bax.os pensamientos, culpado ya „ tanto como tu , mi sufrimiento.. no había de dexar en su espacioso terminó , ni el mas chico monumento Y pues, que te glorias del delito,, de su esplendor: el tosco arado haría sufrirás el castigo mas severo. que olíase su grandeza, y no contento, Fam. No tan débil, me creas, que me sembraría de sal la infame tierra asombre. de la pj.l da muerte el triste aspecto,- que alimentába tan bastardos pechos. que también en el Asia morir saben Emir. Qué esto sufra aun hallándose ino¬ con valor y constanciá . No un momento cente ! la execucion. suspendas , pues te Jur° Fam. No así, Cesar, ultrajes el supremo, por esos altos númenes supremos, carácter de nobleza , y heroísmo que. me.será mas dulce que la vida, que brilla en toda el Asia. Sus desiertos la infausta suerte que impt cíente espero. no crian almas débiles y baxas Adr. Y o, ingrato, cumpliré tus esperanzas* como has dichodas hay también en ellos grandes y generosas. Las virtudes Ola, no han fijado, Señor, su digno asiento Aquil. Señor, en el tiber : también en las riberas Adr. Llevadle, del Tigris , y el Eufrates residieron.. Emir. Deteneos.. (na* Las ardientes arenas de la Libia,, Frarn. Calla una vez, si me amas, Emire* de la feliz Arabia los desiertos. Emir. Cómo , si en que yo calle está til Las escarpadas rocas de la Scitia, riesgo? ' ,. Fam.. Mira bien que te pierdes , y vcfi y de la Tracia los incultos pueblos, produxeron mas héroes , que vasallos pierdes, puede contar vuestroRomano Imperio. Adr. Qué esperáis? Emirena llega á donde está Osrod > y ” Perdona que asi vuelva por. la gloria saca de la mano. de mi patria, que un.noble ser la debo, y cumpliera muy mal, sino arriesgara Emir. Este , Cesar , es el reo. J?*** sostenerla, hasta el postrer aliento. Osr, Es verdad. Emir' en Si nía... 21 Emir. Qué he hecho , Dioses! padre. Adr, A lo ménos traspasada de dolor. cuidamos imitarlos. Adr. Cómo:::- sorprendido. Osr. Sí , embidiando Qsroa en.trage Romana! en este puesto! la dicha agena , y usurpando fieros Traidores, quánto sois contra mí vida? rey nos y haciendas ¡siendo esclavos Osr. Solo yo de tu sangre estoy sediento. tristes Erré el gol{5e , Adriano , mas te juro deíamor : opresores bien horrendos . qué yo lo enmendaré si vivo quedo. de la inocencia : infames-seductores Adr. Luego eres tú quien me aguardó* del candor y virtud ; y en fin::- inclemente Adr. Soberbio,- * en ese obscuro tránsito , dispuesto* loco , sella ya el labio, que es afrenta á asesinarme?. de mi persona: tanto sufrimiento. Osr. Sí. Ola; •Adr. Cómo, cobarde, Aquil. Señor. 110 aprovechaste aquel feliz momento^ Adr. Condúzcanse al instante á distintas prisiones esos reos.- en que yo tropezó y caí. Farn. Y á Emirena también? Sr' Rencores,. Adr Pues rto es culpada? ^e aquí el error; que malogró mi in¬ Farn. En qué, Señor? tento.. aP• Como tu confidente , debió solo Adr. Ella lo sabe.. Farn: Cielos! (¿os Caer , para mostrarme el triste objeto Adr. Pues todos rae" ofendisteis, sufrid ro¬ de mi furor;• mas como tú caíste, dé la justicia mia los efectos, parte. , creí matarte ¿tí,..y á él solo he muerto.- Ewir.Oh dulce padre! quánto meconfunde Adr. Furias exála el alma. Etnir.. Oh negro dia !. (mió vuestra- presencia hoy! Sí, me estre- Adr. Y era este, ingrato , el borroso pre¬ * mezco debido á.mi: piedad? Vencido , roto al acordar que aquesta misma manó¬ prófugo , sin vasallos y si n rey no, os conduce á la muerte. con la amistad de Roma te convido::- Farn. Infausto hierro.. (tanda.- Osr„'Parte , y no probar quieras mi cons- Osr. Amistad! santo.* nombre , nombre * tierno. Emir. Ah con quánta razón de mi severo os retiráis íy quápto mas amargo ■ con que la tiranía se disfraza,. queia muerte* és,- Señor, para mi tierno ' y "ca” el qual. labráis él duto* yerro ' -corazón. Mas si acaso-espiar; pueden que ha de oprimir después ¿ vuestro mis lágrimas el crimen,.yo os ofrezco::- amigo.. postrándose á sus pies. Sí, engañoso Romano: el escarmiento Osr. Alza yo te perdono , pero parte, me enseñó á detestar esa aparente no aflijas mas con ese llanto acerbo grandeza de almatsé; queesun pretexto* á tu mísero'padre.- En la constancia para imprimir en. nuestra altiva frente le. imita ,.yá Dios .ya- la ignominiosa S , el triste, sello Emir. Oh-, á Dios funestoí ’ de la vil servidumbre; y yo, mas antes Farn. Triste sepaMción* libre muerte,.que vida esclava, quiero. Emir. Oh , no mi’culpa Adr. Defendemos al justo. .recuerde yo si tu piedad recuerdo! Osr. Y quién os hizo Fam. Dulce Emirena. sus protectores? disfrutáis asiento* Emir. Príncipe. *en las supremas juntas de los dioses, Farn. Qué angustia! ó sois los dioses mismos? <22 El Adriano Aquil. Vamos, Señora* se atreve á desterrarme de su vista Fruir. Bárbaro momento, Con tanto oprovio mió? A tal extremo Farn. Así te vas? Hegja su ceguedad y su injusticia? Emif. Qué quieres? ■qué culpa se halla en mí? Farn. Que te acuerdes Aquil. La de haber dado alguna vez del triste desconsuelo, libertad á Farnaspe. con que dexas á una alma que te adora. S.ab. Hay quién tal diga! Emir. No olvides tú mi bien , el que yo Aquil. Aseguran que os vieron conducirle ilevo, hasta el mismo Jardín. Farn. A Dios(oh quién el alma despidiera Sab. Qué oigo desdichas! ¡primero que este á Dios! Aquil. Y aunque Mario y su guardia de¬ Emir. Del hondo pecho pusieron, salirse, el alma entre mi llanto quiere. que nadie en la prisión entró este día, A Dios una y mil veces. solo pot el indicio que resulta Farn. Justos cielos, •contra vos, como cómplice se os mira. si habíais de romperle tristemente, Y Adriano ha hecho ver palpablemente por qué formasteis lazo tan estrecho ? que disteis un exemplo de perfidia Aquilio , y una parte de la guardia con é inobediencia á todos, quebrantando Emirena por la derecha , y otra con Far- sus decretos. En fin , bella Sabina, naspe por la izquierda. exagera de modo vuestro crimen, Orr. Desgraciados amantes, infelices que todos han creído que os castiga víctimas del encono que profeso con sobrada piedad. á la orgullosa Roma , vuestra suerte Sab. No hay acción mala mas que la mia; estos instantes siento, si el objeto no Jo es. Yo pretendía IPero no má pesar al rostro salga, ganar su corazón, solicitando tenga ese vil tirano el dolor fiero su gloria, y protegiendo á mí enemiga de verme superior á mi desgracia, de su dolor y llanto lastimada. y aun á su misma ira. Sí, imitemos Aquil. La conozco, y tal vez, como vos al rabioso león , que herido acaso misma, de aguda flecha ó penetrante acero, lo ha conocido el Cesar: mas le importa al paso que la vida le abandona, cohonestar de algún modo su perfidia. saca del alma el ya postrer aliento, Sab. Véame, pues, y se confunda ai verme. y haciendo resonar el bosque todo AquiL Perdonad , me mandó que no o$ á espantosos rugidos , logra al menos permita, ■que aun viéndole espirar, tema sus iras verle mas. la misma aleve mano que le ha muerto. Sab. Cómo:;- Aquilio , estás soñando? parte conducido por la guardia. Aquil. No Señora. Sab. Y mi honor consentiría ACTO TERCERO. ultraje tal? Se engaña el fementido Gabinete de Adriano con sillas. si tanto abatimiento en mí imagina. Yo le he de ver, y él sufrirá la pena ESCENA f. de oir mi queja, sL Aquilio y Sabina. Aquil. Qué mai , Sabina, Aquil. Ayúdame fortuna esta vez sola, conocéis á Ad iano! astucias, todo ap% pues pende en ello la ventura mia. ap. se pierde sino logro disuadirla. Este es el órden. » Sabina. Es sobrado violento , y no consiente Sab. Temerario el Cesar, reconvenciones agrias. Lograríais . ime~ en Siria. wevos desaires .nuevos desengaños de „uev0 amoi, 23 solamente. Seguid en este día Adr. Qué dices! y cabria::- mi consejo : las naves están prontas, vamos á verla. partid , y triunfareis de su injusticia, Aqtál. Cómo::- (soy perdido) con solo obedecer. A cargo mió tál resuelves? queda el hacerle ver::- Adr. Sí, Aquilio , esa mentida Sab. Pues mi enemiga moderación me hace temer::- suerte lo quiere asi,. ya cedo Aquilio: Aquil. Adriano partiré ; pero dile::- (de tí fía puede temer de una muger la ira 2- mi dolor este alivio) diie::-(Ah, y corno Adr. No. si yo llegara á verle lo diría!) Aquil. Vas á unirte á ella? que es un traidor,, un pérfido, un aleve, Adr. Unirme? unirme? Pn mudable::- mas no, no tal le digas: Aquil. Pues por qué detenerla solicitas? dile solo , que ya su cruel orden Adr. Ni yo lo sé : Emirena::- ya tú viste Obedece su tierna y fiel Sabina,. su traición : ella adora fementida J^ue Parte á morir. Repara, Aquilio, á ese Príncipe Partho. al úA & a^un suspiro esa alma iniqua Aquil. Nada Importa. jB0r ir 0 > y dispon que yo. lo sepa, ella teme el enojo de* Sabina, esteÍUe en tan tr^sl:e y míS€ra Paitida y por eso , tal vez no corresponde.: Bii j0rto consuelo lleve al menos- á tus amantes ansias. Si este dia desairado amor y mis desdᬠla ve alejar- de tí , no tan ingrata, is* ¿arte. será para tu amor. A ESCENA II. Adr. Tal imaginas? regocijado. ’ y Poco después Adriano:• Aquil. Si Señor; ademas de que una leve . e^a parte, mi pena y mis deseos insinuación del padre,.hará que la hija 1311 e^dulce términoá que aspiran, corresponda á Adriano; y Osroa. es borazon de tu dolor te quejes fuerza íalc°ntemplarla ausente, pues estriva, que dé ái precio dé un trono,. y, de , Su en e,so Süío>ía sosiego, una vida Adr. y caJma > y la ventura «mía». la mano que deseas. Adr. Ya he mandado, V^de su enterezas^l^ v í lograste? Aquilio, que le traigan á mi* vista, , un recelo** y (n° SC Sl te diSa), con esa idea. Dé qué? Aquil. Pues por qué tan presto suspira Adriano.. te veo arrepentir? de qué suspiras? Sabina, Adr. Tú ignoras el contraste de pasiones para estorba ZOnes Poderosas que al corazón en este instante agitan. en vano SUQH!.archa intempestiva, Roma, el Senado.,. mi pasión., mi gla- * dispuesta á ’ • °r 5 está resuelta. „ . ria> Por n C . partlr en este dia Emirena , su amor, mi fe , Sabina, Ptetexto- con^ maS C°n Su Presencia; todos me llaman, quiero oir á todos* * Var * C quequiere su malicia cómo es dable ? resuelvo, y bien aprisa Actr n esta mudanza. me vuelvo á arrepentir , de modo pues á mi me concede tanto el Ciei Aquil. Pues no á tí mismo y la fortuna tanto á ti te quita, \e atormentes asi. Pone tu dicha, que ya , ni que vencer á mi me dexa, la hermosura que adoras en tus ni que perder á tí. brazos, v temes estrecharla , qual codicias, Osr. Mal .lo' imaginas, . (“°" que á mi me dexa el odio que te guaí- ll} tu amoVoso seno?...No, yo parto Aquil. Qué fiera obstinación! 4 conducir al padre. vas. Adr. 'Tu te glorias Adr. Aquilio , mira:::- _ de un bien que poseido/despedaza Pero al fin , qué podrá decir el mun¬ al poseedor. En fin /recapacita do? que eres tan dueño tú,de mi descanso, Tsío tengo en su hermosura peregrina como yo de tu dicha ó tu desdi- harta disculpa? Acaso, es concedido cha, á algún anorta! el verla y no ren- porque sabio el destino, de manera idirla dispone los sucesos de la vida, (“° el corazón ? Es por ventura, Adriano, que el que mayor poder goza en el mun* insensible? La fuerza conocida - del mas humilde y pobre necesita. de unos ojos, que al mismo amor rin¬ .Con que lo mande yo , libre , y Rey dieran, eres; no ha de triunfar de mí ? La gloria ton que tu quieras , Emirena es mía; unía Enmendar tu fortuna está en mi mano -cifraré en .poseer ese milagro yestáenla tuya asegurar mi dicha, de perfecciones. Todos solicitan usemos pues los dos, en este instante, impunemente á su dolor alivio del poder que en nosotroscdepositart y en mi ha de ser delito , ó ígno- los acasos: recibe de mi un 'trono, nvnia? . y dame tú la mano de tu hija. No mas : busqué :mi alivio en Emi- Aquil. De suilabio depende mi for¬ rena, tuna. aP- pues solo en ella mi dolor le cifra. .Adr. Osroa, qué te suspende? qué te admira? . 2 ESCENA III. Osr. Podré creer tan débil á Adrián Adriano , Aquilio y Osroa con prisiones, Adr. Si el que Adriano á una beldad custodiado por la guardia. I rinda, Osr. Qué quieres , Cesar? llamas debilidad’, débil es, Osroa, Adr. Siéntate y escucha, y tanto, que si unirse en e~te día y si la paz acaso desestimas, á Emirena , no logra en tierno la^ á lo ménos dá treguas á tu enojo. •ni quiere bien,ni quiere paz, ni au Se sienta. {dose vida. Osr. Sé breve , ó no te escucho, sentan- Osr. Manda llamarla pues. Aquil Qué osadía! ap. (to. Adr. La oferta admites? Adr. Osroa, todo en el mundo esta suge- Osr. Ya lo verás. á la mudanza : todo finaliza: Adr. Ay Osroa ! calmarlas y fuera bien estraño, que tan solo mi espíritu agitado. Parte Aquilífy fuese eterna en nosotros la ogeriza, venga Emirena. que reciprocamente nos guardamos. Aquil. Ya Sabina es mía. '_Parte‘^ La paz es al vencido, tan precisa, Adr. Hoy á vivir empiezo. Ola, e como útil al que vence ; y ya notiene yerros u materia que ia anime, nuestra ira. en Siria. 25 de sus manos quitad. por tí me ofrece libertad y trono, Uno de ia guadia vá á quitar á Osroct y en fin. lar cadenas >y el se excusa. Adr. Tú sola, puedes:::- Osroal Osroa lo estima, Emir. Bien temía! ap. pero no es tiempo aun. Osr. Aun no acabé , Adriano. Yo> qui¬ Adr. Asi lo quiero. siera Obedeced. (o^eme atentamente , amada hija, Osr. Partid. Reusándolo con fiereza, y graba en lo mas íntimo del alma, Adr.Vette querría i este postrer precepto , que te dicta, sin el peso injurioso que te oprime. tu triste padre.)'Yo quisiera (atiende) Osr. A mí me adula,.no me martiriza. dexar en4tí, muriendo, mi ogeriza, Adr. No viene aun. con impaciencia. mi mano vengadora : Sí, aborrece, Osr. Igual á tu' impaciencia y detesta, Emirena, mientras vivas, áser hoy viene la impaciencia mia. al tirano , con todo aquel exceso,• Adr. Voy en su busca, levantándose. que yo le aborrecí. Sea esta ira, Tente, que ya llega. este inmortal rencor , lo que tu he¬ redes, ESCENA IV. de mí al morir. 'Jsroa , Adriano , Emirena y Aquilio. Adr. Qué dices? tií deliras á Osr. ^dr. Bellísima Emirena.’ Osr. Ciega obedece , este precepto mió. saliendo á encontrarla. á Emirena. üxr- Convendría, jamas con él te enlacen , hija mia, que yo la hable primero el interes, ni miedo. Cifra siempre al oido á Adriano. tu gloria en verle que por ti suspira, J*r. Bien discurres. y tus desprecios Hora. ^ir. Qué influirá en los dos tal ar- Adr. Me ha burlado ap. monia ! ap. Aquil. Mi esperanza murió: perdí á Sa¬ Aun en el seno amargo de las mu¬ bina. ap. chas Osr. Ya he concluido , Cesar, habla desgracias que nos acercan hallo,hija, ahora. una grande ventura : lo creyeras? Adr. Furias tan solo el corazón respira tu hermosura nos vuelve , quanto Bárbaro loco , fatuo , temerario, , impía obstinado y feroz , dime , no miras, V • a^uerte nos quitó! que así enciendes la llama abrasa¬ Emrd Cdmo;:- dignaos, dora Adr^v’ 'eclarar aquese enigma. que te ha dé consumir? Adr. Yo Je declararé. Emir. Llegó su ruina. ap. fj' ^exa que acabe. Osr. Enójate , soberbio, que tu enojo Adr. Enhorabuena. es mi triunfe mayor. Qué será desdichas! ap> Aquil. Fiera ogeriza. sr. D;ió fqi poder el Cielo á tu her¬ Adr. Oh qué implacable encono! qué mosura, veneno. que nuestro vencedor por tí suspira, vierten sus ojos ! Ni las furias mismas P°r tí Jó hallana tqdo, por tí, amante ostentan mas feroz y horrible aspecto al desayre se ariesga : por ti humilla quando de Marte el corazón agitan, ia Romana altivez , hasta el extremo te engendranron del Caucase las de mendigar tu mano y tus cardas; rocas, D o 2 6 F/ A ár latió ó te dieron las fieras de la Libia Osr. Dando por primer alimento su ponzoña? á tu padre un puñal , 6 alguna ac¬ eres'sensible ? No • bien se examina. tiva Vergüenza tengo, por los altos dioses, ponzoña , con que él mismo heroica¬ de haber hoy descendido á la igno¬ mente minia triunfe á un tiempo de sí, y de sus de ofrecer mi amistad , y mi alianza desdichas. á tan odioso monstruo. Pero vista Emir. Qué decís? Mehororizoly esta tu loca obstinación , será el castigo prueba, tan grande, como fué la piedad mia. de mi amor exigís ! Mi mano misma Osr. Como yo te aborrezca hasta la terminar unos dias::-ni aun decirlo • muerte, me permite el horror., tan dulce me será como la vida. Osr. Mucho mas digna Adr. Llevadle , que me temo yo á mi te creí de tu origen. Solo el nombre mismo, de muerte te acobarda, y te intimida? si un punto mas le tengo ya á mi eh , parte y nunca digas , que te ha vista. vase. dado Emir. Ay padre mío! llorosa. Osroa, ese débil ser. Osr. No con ese llanto, Emir. Ah , señor! vergonzoso, á mi llegues,que las hijas, queriendo abrazar sus rodillas. de Osroa, saben morir, llorar no saben. Osr. Quita. Separándola con enojo. Emi. Tu triste fin , mis lagrimas excita. Vamos , Romanos.. Con mayor cons¬ Osr. O muéstrate insensible, ó parte. tancia Emir. Dioses. debió Diiíjr la muerte una hijamia. Osr. Di me , estás libre ó presa? Parte con Aquilio y la guardia. Emir. Conocida, mi inocencia , y también, la de Far- ESCENA V. naspe, Emirena y después Farnaspe. libre nos dexa el Cesar.. Emir. Infeliz Emirena,qué recurso Osr. Pues mi dicha te queda ya para salvar la vida está en tu mano. Si amas á tu padre, de tu misero padre ? Aunque quisiera en este triste estado lo acredita, forzar mi corazón por redimirla, librándome de la ira del tirano. cómo amaré á Adriano , sin que Emir. Cómo , señor ? Aquí teneis mi ofenda vida, el respeto de un padre , que me in¬ si basto á redimiros. tima Osr. El aspecto que le aborrezca siempre ? Pero aun de la muerte, me es gr ato , hija que¬ quando rida, na lo hubiera exigido su ogeriza, pero me asombra , yo te lo confieso, lo exigiera de mí la fe jurada la ignominia de un triunfo. Roma á mi tierno Farnaspe. No podría altiva dar tal premio á su amor. Ah , su vea á Osroa muerto, pero no ti¬ fineza rando de dolor á mis pies espiraría.*' del carro de su gloria. Tu podías, Pero podré yo ver con indolencia, librarme de esa afrenta. levantado ya el brazo de la ira Emir. Cómo? sobre el paterno cuello, sin que | corra Siria. 27 á detener el golpe ? dexaria que estás viendo, Emirena ! en la ho¬ Verter su dulce sangre, por guar¬ ra misma, darme que te aconsejo así, de pena , el alma fiel á mi amante? No: de ingrata quiere salir del pecho.que hoy habita. hija , Sé , que voy á perderán un instante, no dexaré yo al mundo un vil modelo, el salo bien , por quien amé la vida. sabré triunfar de mi pasión altiva, Sé que vov á quedar en un continuo y dar la mano al Cesar, si así salvo Lauro, y dolor, y sé que mientras viva del caro Padre , la preciosa vida. insufrible á mí mismo , la paz dulce, Farn. Corre Emirena. Acelerado. el descanso el amor , y la alegría, Emir. Adonde? miraré con horror ; pero , bien mió, Farn. Aver á Augusto. el Asia toda de ambos , qué diria, Emir. Con qué fin? si Osroa muriese al filo de un cuchillo, Farn. Infeliz ! el tiempo insta: ó ai Tirano dogal de una ignominia, haz que reboque el misero decreto pudiéndole salvar? de duro oprobio _qué dió contra tu Padre, su justicia. nuestro glorioso nombre cubriría, ■EW. Falló su muerte? con razón. No Emirena: tal infamia karn. Mas atroz castigo, en nosotros , los diose^ , no permitan. su vengativo espíritu le dicta. Sacrifiquemos á deber tan santo, Esclavo á Roma vá. nuestra paz, y ventura. Se, hija digna ir. Supremos dioses de Osroa , tú , como yo, leal vasallo. qué podré hacer? Vé , y esposa del Cesar este dia F»~n. Vee , corre , prenda mia, ocupa enhora buena el trono augusto baña sus pies con dolo ido llanto, de la enemiga Roma. Ciña, ciña, gime, solloza, humíllate ,suspira, su diadema, la. frente, en que las gra¬ y si todo no basta, tus promes is, cias tu esperanza , y tu fee , por él olvida. erigieron su Templo : en fin reciba Dále tu mano, aunque Farnaspe mue¬ la ley , el mundo , del hermoso labio, ra. que en dia mas feliz , dictó mi dicha. Piérdase todo , como tú consigas Emir. No. tan digno te muestres de mi salvar al Rey. afecto, mir' ^as cómo, si él me manda si .quieres que te pierda. que aborrezca á Adriano mientras vi¬ Farn. No , alma mia, va? temas perderme : no : mientras respire arn. Piecepto que ha dictado su despe¬ te amaré , seré tuyo : qué suspiras? . cho, te amaré , seré tuyo ; no lo dudes, y que vés que á la muerte le encamina, té amaré , seré tuyo mientras viva. debe menospreciarse. La obediencia,' Sí, yo lo juro por ios altos dioses, desde luego á ser crimen pasaría. por mi sagrada feé , por mis desdichas: Librémosle , Emirena , á qualqu*elí por esta dulce llama en que n eabraso, > precio. por esta mano que llamé yo mia, Emir. Al de entregarme yo , luces divi¬ y por ¿sos dos ástros , que yo adoro nas, mas que á la luz , del mas sereno dia. á unos brazos odiosos! Tan constante, Pero que me detengo, quándo estrecha me lo aconsejas? el tiempo tanto , y Osroa peligra? Fura.Ay! que no imaginas (z0> corre , buela , Emirena. quanto dolor me cuesta el duro esfuer- Emir. A Dios, pues. -E 2 Far. 28 El Adriano Farn. Oye. Ejnir. Qué quieres? ESCENA VIL Farn. \éte : espera : suerte iniqua. Emir. Farnaspe. Adriano que desciende por la Escalera son Farn. Qué? Mario y Guardias. Emir. Que te amo , y te abandono'! Adri. Sabina aguarda. infiere, qual será la penamia. Aquil.. A que mal tiempo dioses! ap. Farn. Pues no vivo sin tí, y de tí me , Sab. Señor: :: me aparto, Adr. Pues tan odioso en este dia infiere tú , qual puede ser mi vida. viene á serte Adriano , que sin verle, Emirena por la izquierda, y Farnaspe por y decirle un á Dios, partir querías? la derechas Sab.No me insultes así: tú me destierras, me alejas para siempre de tu vista:::— Vista de una parte del Palacio, con. escale¬ Adr. Yo? qué dices ? Aquilio. ra magnifica, que conduce hasta la orilla Aquil. Grave empeño. del Orontes: Algunas Naves en él, pron¬ Adr.Dime, por tí, no me pidió Sabina?:.*! tas á partir¿ Aquil. Qué la diré? ap. Ads an. Para partir licencia? ESCENA VE Sab. Qué escucho dioses! Aquil. Cierta es mi desdicha.. ap* Sabina con- séquito de Matronas, y Caba¬ Sab. No me intimaste tú-, de orden del lleros Romanos, y Aquilio. Cesar, qué partiera sin verle? té horrorizas Sab. Basta ya : tú tan libre , y tan osado pérfido? té confundes? ya penetro hablarme á mí de amor ? Acaso, olvi¬ tu artificio'. Sabrás::: Adriano. das Aquil. Que amo á Sabina, quién eres , y quién soy? señor, y que temiendo que triunfasen Aquil. Amor igfftüa „sus constancia y virtud, quise este dia la distancia mayor. Si hasta este día alexarla de ti:: sellé mis labios; hoy queá Roma vuel¬ Adr. Basta perverso:! ves^ yar-vine á descubrir todo el enigma. quiero que: sepas ya las ansias mías. Este, traidor, es, el horrendo pago, Sab. Eh:::- Váraos. que> dar quisiste á las bondades mías? Core enojo , á su Séquito. esta es la fee que guardas á tu dueño? Aquil. Ya penetro , bella ingrata, > Este el respeto que le sacrificas? de ese desdén la causa. Si, aun do¬ ^'Ribal mió! Enemigo de mi gloria: mina ■01¿j a. Marios tu corazón , el falso , el inconstante, Aquil Yo propio me labré mi ruina. el infiel Adriano. Adri. Asegurad á Aquilo. •SWvQué osadía! ( Llega Mario, y le quita la espada. ¿Asi hablas de tu Rey?' Aquil. Tú me enseñaste. ¿ESCENA VIII. . Sab. Es que en tí es culpa , lo que nó 'en en Sabina. Emirena. Farnaspe , y los dichos. Aquil. Yo espero hallarte en Roma menos Emir. Piedad Cesaí, J arrojándose á sus fiera. Fatn. Señor piedad. ) pies. Sab.En todas partes me hallarás la misma. A Ir i. Pe quién? Sab. en Siria. 2^ Sab. Temo su vísta. Farn. Qué determinas? Emir. Del padre mío, Adr. Ay corazón , y qué contraste sien¬ Farn. De mi Rey. tes! ap. Adri. A Roma Sab' No mas desaires! Veñcete Sabina, ap y su senado, toca en este dia Señor,-óyeme,y cree que no acaso decidir de su suerte. Me ha ofendido un engañoso amor, u oculta ira, de modo, que no quiero, que mis1 iras va á hablar por mi; repara bien mis le juzguen, ni yo puedo perdonarle ojos, Emir Por que pues entretanto Je castigas? y en ellos hallaras quanto yo diga. Adr. Basta, que ni aun oir su nombre Adr. Habla qué quieres? quiero. Sab. Veo, y lo ven todos, Earn. Nada te mueve el llanto que des¬ quan sin provecho á dominarte aspi-- tilan. ras, los doloridos ojos de tu esposa? y quan en vano, hoy á vencer te esfu¬ ^ab. Su espora, Dioses! sobresaltada. erzas ^ r' la esposa mía? a Emir. esa pasión violenta. Las heridas arn-La vida de su padre , exige solo de los dos, á ser vienen incurables, ^.0r Una blanco mano , en que tu dicha y es necesatio, para que uno viva, que el otro muera: yo, si á tí te pierdo ^rfrabaS h°y* Cómo Emirena calla? tú, si á Emirena-pierdes.Pues no digan p ' Aun el traydor la adora. que por salvarse una muger inútil, pereció un Adriano. Viva, viva, ***■... un heroe tal, para su eterna gloria, Señor ya habló por mi Farnaspe. para.su patria, y para si. Sabina tú con qué violencia lo con firmas perdona los agravios que la hiciste: e Conozco Emirena: el odio eterno tu fee , tu amor, y tu promesa olvida, ^e tu padre me guarda : la ojeriza y porque tú la dulce paz recobres, !?Ue profesas á Roma , y la jurada ella á morir gustosa se encamina. ee á tu Farnaspe, notedexarian Adr.Qué dices? admirado. arnarme, aunque mi esposa á ser lie— Sab. Que tan solo ty permiso p .. ¿ases. para partir aguardo. Mis desdichas terminarán bien pronto con mi muerte, ^deber*"^0’ Cesar’ enSafia la malicia! y esta me alagará porque tú vivas. amor, que una alma dig- Adr. Basta ya, no mas , alma generosa, alma grande,.de mil imperios digna* sugeta; los mas fuertes sentimientos qué exceso de virtud tampoco visto, es él que en todos , Adriano , admi¬ o' a jU.^ su ^eber , y honor la inspiran 1 a nano; revoca una sentencia ra? V _ ue u traja tu piedad : depon la ira, tú me cedes la esposa heroy- á Farn. y perdona á mi padre, por el sacro ca mente. aurel, que adorna aquesa frente invic¬ por salvar de tu Rey la dulce vida ta; tú por librar al padre tu ven- á Emir P°r esta fuerte mano que ahora beso tura, con mis lagrimas:: arrodillada. tu gusto, y tu descanso sacrificas. !l; Respira , alzándola .con viveza. Tú gallarda Romana , en tierno obse¬ *evanta , dexa el llanto. Asi lloraba <*/• quio á Sab. ^Paudo de mi triunfó. de mi gusto, renuncias tu álegria, y El Adriano 3° y un trono , a que tenía tal derecho: Farn. Dulce momento! y yo he de ser el débil, este dia, Los 3. Inesperada dicha. solamente? El esclavo vergonzoso Aquil Muera mi amor, pues yo de una pasión injusta? Y osaría vivir consigo. presentarme á los ojos de los hombres, Farn. Permite que Osroa, hoy á tu* cubierto de este oprobio? Ascendería plantas riada::- al trono á dictar leyes? N > es posible, Air. No mis verle Farnaspe, no maí no, yo os excedere : si ya me inspiran verle. virtud, y gloria: ya inflamar me sien¬ Parta con ambos en la nave misma to, en que preso se halla,-y si desea por su divino fuego, y á su vista mi amistad por vosotros la reciba, . desaparece la obscura y fatal niebla desde este instante. Tú Emirena, man* que me ofuscaba ayer, ya , por mi di¬ da, cha dispon de quanto esté en la mano mia> soy todo mió , sí: perdona, oh dulce, pero dejame tú la paz del alma, generosa , constante, y fiel Sabina, alejándote luego de mi vista. mis desvíos, y ya queá todos debo Emir. Asi , Señor, lo haré, pues tú 1® el bolver del letargo en que yacia, quieres. debedme á mi, vuestra ventura, to¬ Air. Sí, Emirena, Adriano lo suplica, no ya de amante, sí, de escarmentado» dos; á Osrea debuelvo el trono con la vida Emir. Feliz instante. á Farnaspe su fiel, y tierna esposa, Farn. Venturoso dia. á Aquil'o absuelven las piedades mias, Sab. Pero antes que partáis, pues ha» de su crimen: y á tí, te doy mi mano. tenido. i. á Sabina. tan venturoso fin nuestras desdichas, y un corazón que renunciar querías. ayudadme á cantar el digno triunfo Sab. Oh jubilo indecible! que hoy de si alcanza::: 'Emir. Oh placer Santo! Ella y todos-. J£1 Adriano ei* Siria.
FIN.
EN MADRID: AÑO DE MDCCXCVIII.
EH LA IMPREMIA DE CRUZADO.
Se hallará esta con un surtido de Comedias antiguas y modernas,Trage¬ dias , Saynetes y Entremeses, en la Librería de Cuesta, calle de Correos, frente del Farte, y en su puesto, Gradas de San Felipe el Real. DONDE ESTA SE HALLARAN LAS PIEZAS siguientes*
Las Víctimas del Amor. De un acaso nacen muchos. Federico II. Tres partes. El Abuelo y la Nieta. Las tres partes de Carlos XII. El L ir ano de JLombardía. La J coba. Con o ha de ser la amistad. El i'i.eblo feliz. Munuza: Tragedia La hidalguía de una Irglesa. El Butn Hijo. LaCeciba,primera y segunda parte. Siempre triunfa la inocencia. El Triunfo de Tomitis. Alexandro en Scútaro. Gustabo Adollo, Fey de Suecia. Christobal Colon. La Industriosa Madrileña. La Judie Castellana. Ll Calderero de San Germán. La razón todo lo vence. Carlos V. sobre Dura, El Buen Labrador. dos enemigos hace el amor dos El E’enix de los criados. amigos, El Inocente usurpador. p! P^mio de la Humanidad, Doña María Pacheco : Tragedia. tj hombre convencido á la razón* Buen amante y buen amigo. j ernan Cortés en Tabasco. Acmet el Magnánimo. Ta foma d.e Milán. El Zeloso Den Lesmes. ‘a Justina. La Esclava del Negro Ponto. , ^o, astucia y valor* Olimpia y Nicandro. > rj}gon restaurado. El En bustero engañado. y a Camila. El Naufragio feliz. 3 vn tud premiada. La Buena Criada. í1 Nevero Dictador. Doña Berenguela. tillo1>ustolcita y Tirano del Cas* Para averiguar verdades, el tiempo el mejor testigo. Troya abrasada. Hiño y Temisto. Toledano Moisés. La Constancia Española. ty,El Amor.. perseguido. Teresa de Austria en Lan- p natural Vizcayno. daw. 3prichos d amor y zelos. Solimán Segundo. mas Heroico Español. La Escocesa en Lam'brun. Luis XIV, el Grande. Perico el de los Palotes. J®rusalen conquistada. Medea Cruel. > efensa de Barcelona. El Tirano de Ormuz. 11 desgraciada hermosura: Trage- El Casado avergonzado. Tener zelos de sí mismo. Alba y el Sol. Ei Bueno y el Mal Amigo. A A España dieran blasón las Asturias injustos zelos. y León,¿Triunfos deD. Pelayo. El Preso por Amor , ó el Real En¬ Dido Abandonada. cuentro. El Pigmaleon : Tragedia. El Dichoso arrepentimiento. La Moscovita sensible. El Hombre agradecido. La Isabela. ' El Sitio de Toro. Los Esclavos felices. Los Falsos Hombres de Bien, Los Hijos de Nadasti. A Padre malo , buen Hijo. La Nina: Opera joco-seria. Los dos Amigos. El Montañés sabe bien donde el El Sitio de Calés. zapato le aprieta. De Figurón, El Avaro: Drama jocoso. El Hombre Singular, ó Isabel pri¬ Los Amores del Conde de Comin' mera de Rusia. ges. La Faustina. El Perfecto Amigo. El Misántropo. El Amante generoso. La Fama , es la mejor Dama. El Amor dichoso. Pedro el Grande,Czar de Moscovia. La Holandesa. Entre el honor , y el amor el ho¬ Christina de Suecia. nor es lo primero. De Figurón, La fingida enferma por amor, ! El Matrimonio Secreto. Opera. j El Asturiano en Madrid , y Obser¬ Catalina Segunda Emperatriz de \ vador instruido. De Figurón. Rusia. La muger mas vengativa por unos Ino y Neifile.
Comedias en un acto á real.
El Feliz encuentro. El Triunfo del amor. La Buena Madrastra. La Toma de Breslau. El Atolondrado. Anfriso y Belarda , ó el Amor sen¬ El Joven Pedro de Guzman. cillo. Marco Antonio y Cleopatra. La Atenea. El Idomeneo. El Esplín. El Matrimonio por razón de estado. La Andrómaca : para 4 personas. Doña Ines de Castro : Diálogo. Bellorofonte en Licia. El Poeta escribiendo. Hercules y Deyanira. Ariadna abandonada. Semiramis. Siquis y Cupido. Eurídice y Qrfeo. El Ardid Militar. La noche de Troya. Los Amantes de Teruel: para tres Armida y Reynaldo, i. y 2.parte. personas. El Dia de Campo , en un Acto. La buena Esposa.