Castilla-León Segovia: Casa-Museo de Antonio Machado por Lourdes Morales Farfán* l recorrido por Segovia guía irremediablemente nuestros pasos hacia un rincón imprescindible; se trata, ni más ni menos, de la Casa-Museo de Antonio Machado, visita Eobligada para el paseante y, especialmente, para los amantes de la poesía. Aunque lo de Machado, si se nos permite decirlo, más que poesía, era… “otra cosa”. Iba más allá de los versos, haciendo de su obra un retrato a base de palabras con las que inmortalizar todo aquello que le rodeaba: familia, amor… Y Castilla… Castilla, siempre presente. Este año 2012 se cumple el centenario de la obra que dedicó a esta tierra, “Campos de Castilla” (mayo 1912). Así, y a modo de pequeño homenaje, los pasos de poeta nos traen hasta este rincón segoviano donde pasó 13 años de su vida, desde 1919 hasta 1932. A lo largo de esta página, nos trasladaremos por un momento a las habitaciones que acogieron al escritor y que fueron testigo de su vida cotidiana, a la par que trataremos de resumir esos años que Antonio Machado pasó en Segovia. El 26 de julio de 1876 nace en Sevilla, concretamente en el Palacio de las Dueñas, Antonio Machado Ruiz. Años más tarde, en 1883, se trasladará junto a su familia a Madrid, donde su abuelo había sido nombrado catedrático de la Universidad Central. Tanto Antonio como su hermano, el también escritor Manuel Machado, ingresarán en la Institución Libre de Enseñanza, donde continuarán estudiando. En 1893, comenzaría a escribir artículos humorísticos en el periódico “La Caricatura” bajo el pseudónimo de Cabellera. El poeta continuará colaborando en varias publicaciones e irá trabajando en diferentes lugares, a la par que conocerá a grandes escritores como Juan Ramón Jiménez, o Rubén Darío, entre otros. En 1903, se publica por primera vez la que sería una de sus más importantes obras: “Soledades”. A partir de entonces, Machado compaginará la publicación de poemas en diversas revistas de género literario con los estudios para obtener la cátedra1 de lengua francesa, algo que finalmente conseguirá en 1907, eligiendo una vacante en la ciudad de Soria, algo que cambiaría la vida del escritor para siempre. Hospedado a finales de año en una pensión propiedad de Doña Isabel Cuevas, allí conocerá a la hija de ésta, Leonor Izquierdo Cuevas, quien, nacida el 12 de junio de 1894, tenía por entonces tan sólo 13 años. Pero esta diferencia de edad no impidió que se convirtiera en el gran amor del poeta y el 30 de julio de 1909, ambos se casaron en la Iglesia de Nuestra Señora la Mayor, en Soria. Pero poco duraría la felicidad, pues el 1 de agosto de 1912 Leonor moriría enferma de tuberculosis, tras lo cual Antonio Machado partiría a Baeza (Jaén), donde daría clases de francés. A partir de entonces, continuaría escribiendo y estudiando, a la vez que realizaría varios viajes por España. Además, los conflictos producidos en Madrid durante el verano de 1917 le hicieron pronunciarse a favor de los convocantes de la huelga general. Y así llegó 1919, año en que por una Real Orden de 30 de octubre Antonio Machado es trasladado al Instituto General y Técnico de Segovia para impartir francés. Llegado a la ciudad el 25 de noviembre, primero se alojaría en un hotel de la Plaza Mayor, instalándose unos días más tarde en una pensión regentada por Doña Luisa Torrego. Hoy día, esa pensión se ha convertido en un homenaje al poeta y, sobre todo, al hombre, habiéndose acondicionado como Casa-Museo y pudiendo ser visitada por todos aquellos que deseen acercarse y conocer un poco sobre la vida de Antonio Machado en Segovia. Localización: Calle de los Desamparados, 5. Atravesamos la verja y estaremos en el jardín de la pensión. Al fondo, está la casa, pero antes de http://www.unaventanadesdemadrid.com/ http://www.unaventanadesdemadrid.com/otras-comunidades/casa-museo-antonio-machado.html página 1 de 8 entrar nos detendremos en el patio unos minutos. En él, podremos ver el busto de Antonio Machado que acompaña el inicio de este reportaje y que, si bien está firmado por el escultor Emiliano Barral, es una copia del que esculpió éste en 1920 hecha por su hermano Pedro Barral. Al otro lado, una placa de lozas nos recuerda los años que duró la estancia del poeta en Segovia. Al fondo, a la izquierda, hay una librería que hará las delicias de los amantes de la literatura, sobre todo de aquellos que aún disfrutan con ese olor que caracteriza a los libros que acumulan años en sus lomos, pudiendo además encontrar una sección dedicada a Segovia y siendo recibidos por la amabilidad de su librero. Entramos en la casa y lo primero que veremos será lo que podríamos tomar como un recibidor donde atender a los visitantes. En las paredes, cuelgan algunos poemas del escritor, así como una cronología de su vida y su obra y una breve reseña en la que se nos cuenta cómo en el año 1950, la Universidad Popular Segoviana arrendó la habitación en la que se alojó Machado; más tarde, en 1959, compraría por fin el edificio gracias a los profesores que avalaron el crédito. Dos años después, en 1961, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, antigua Universidad y actual propietaria del inmueble, adquirió los muebles que veremos en el comedor y en la habitación del poeta a la dueña de la pensión. Subiremos por las escaleras que hemos visto en la fotografía anterior y veremos dos puertas, entrando por la de la derecha, donde nos da la bienvenida una placa de yeso con la cara de Antonio Machado que nos anuncia que ésta es su Casa-Museo. Se trata de una obra del escultor Pedro Barral, ya mencionado anteriormente. Un largo pasillo nos conduce al comienzo del recorrido en sí de la casa. Nada más pasar la puerta, veremos un baúl y, sobre él, colgando de la pared, un cuadro con unas emotivas fotografías en las que aparece la que fuera dueña de la pensión durante los 13 años que Antonio Machado se hospedó en ella: Doña Luisa Torrego Illanas (Fuentepelayo, 1875 – Segovia, 1973). La primera puerta a la derecha nos da la entrada a la cocina, la cual mantiene el aspecto de aquellas casas que más de uno de nuestros lectores recordará al pensar en sus abuelos y bisabuelos. Suelos de loza, paredes encaladas, cocinas de carbón o leña, sillas de anea3… Todo ello lo podemos ver en esta estancia, además de diferentes utensilios colgando de las paredes, una antigua máquina de coser de la conocida casa Singer y, a la derecha, una pequeña habitación destinada a servir como despensa. Continuamos avanzando por el pasillo y, tras subir unos escalones, vemos colgados en las paredes más recuerdos del poeta. Uno de los más destacados es una litografía4 realizada por el escritor Rafael Alberti en 1975 con motivo del centenario del nacimiento de Antonio Machado, así como una fotografía de familia en la pared de enfrente. Entrando por la puerta de la izquierda estaremos en el comedor, en cuyo centro hay una mesa provista con seis sillas y en el que algunos cuadros con paisajes segovianos adornan sus paredes. En el resto de la sala, un aparador guarda una vajilla y todo lo necesario para servir la mesa, mientras que en otro mueble encontramos otros útiles para este uso, además de una bandeja con una botella de aguardiente y varias copas. Fijándonos en estos detalles, no nos es difícil imaginar a Machado en esta habitación junto a algunos de sus compañeros y amigos, manteniendo una tertulia de las que tanto disfrutaba el poeta. José Montero Padilla recoge muy bien en su libro Antonio Machado en su Casa-Museo de Segovia el inventario de los muebles que, como ya hemos mencionado, adquirió la Real Academia de http://www.unaventanadesdemadrid.com/ http://www.unaventanadesdemadrid.com/otras-comunidades/casa-museo-antonio-machado.html página 2 de 8 Historia y Arte de San Quirce en el año 1961; referente al comedor, el texto dice lo siguiente: “Mesa de comedor de madera patas torneadas. Hule cuadritos azules y blancos. Seis sillas de madera con asiento y respaldo de cartón prensado. Cuatro sillas de madera tipo Fernando VII. Un aparador de madera con dos cuerpos, el de arriba con puertas cristaleras. Un trinchero con estantería en la parte alta. Un cuadro con cromo de paisaje a la luz de la luna. Un reloj de pared de caja de madera. Una tulipa de luz de cristal de rosa. Una botella de cristal azul con su tapón”. Tal y como entramos en el comedor, veremos frente a nosotros dos puertas, de las cuales elegiremos primero la de la derecha. Entraremos de este modo en una habitación que bien podríamos bautizar como "Machado y la Universidad Popular Segoviana" por los objetos que hay dispuestos en ella. La Universidad Popular Segoviana surge a finales del año 1919, cuando un grupo de intelectuales, entre los que se encontraba Antonio Machado, deciden crear una institución con la que llevar la cultura al pueblo. Merece la pena mencionar aquí a sus impulsores y primeros profesores: Javier Cabello, arquitecto; Segundo Gila, médico; Antonio Machado, poeta y catedrático del Instituto; Mariano Quintanilla, abogado y licenciado en Filosofía y Letras; y José Rodao, escritor y profesor de la Escuela Normal. Además, contarían con la colaboración de otros intelectuales de la época que actuarían como conferenciantes; así, tuvieron el apoyo de Luis Carretero Nieva, Eugenio D’Ors, Manuel García Morente, Blas Zambrano y Daniel Zuloaga, entre otros. Durante los primeros años de existencia, no contaron con sede fija, pero en 1927 consiguen adquirir la Iglesia de San Quirce, por entonces sin culto y destinada a pajar y almacén, contribuyendo también de este modo a recuperar el templo de su estado casi ruinoso.
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