SPRING 1987 29 Felipe Angeles de Elena Garro: Sacrificio heroico Delia V. Galván El drama Felipe Angeles de la mexicana Elena Garro fue publicado primero por la Revista Coatí de Guadalajara y después en 1979 por la Universidad Nacional Autónoma de México. Se estrenó en México el 13 de octubre de 1978 en el teatro de la Ciudad Universitaria bajo la dirección de Hugo Galarza. Al año siguiente el grupo que la representó llevó la obra a Barcelona para inaugurar el Festival de Sitges. Elena Garro rescató de un relativo olvido a Felipe Angeles, personaje histórico de la Revolución mexicana, después de hacer una investigación del tema en que consultó los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional. La preparación y la inteligencia de Angeles fueron reconocidos por el Presidente Madero, quien lo nombró director del Colegio Militar. Durante la lucha armada peleó del lado de Carranza por considerar importante la unión de las fuerzas revolucionarias; en 1914 fue miembro de la Convención; participó en la preparación de la nueva Constitución de 1917 y después decidió hacerse miembro de la División del Norte de Francisco Villa. Cuando Villa se retiró a Chihuahua y los Estados Unidos reconocieron el gobierno de Venustiano Carranza, Angeles se exilió en este país. Al regresar a México fue hecho prisionero y fusilado por tropas de Carranza. (Urrutia 4; Rabell 9-10) Como lo presenta Elena Garro se podría objetar la caracterización de Carranza como villano y la de Angeles como héroe redentor porque histórica­ mente puede no ser muy justa, pero sí muy dramática: acusado por el Primer Jefe, Angeles se convierte en chivo expiatorio para absorber las iniquidades cometidas en la Revolución durante un juicio sumario por rebelión. Siguiendo su propia conciencia, Angeles desobedeció a Carranza y tomó Zacatecas, en la batalla que sería decisiva para la Revolución y cuyo triunfo hizo que Angeles salvara muchas vidas. La obra, dividida en tres actos y desarrollada en 24 horas, interpreta el hecho histórico con un Felipe Angeles que se opone al poder del caudillo y a todo tipo de poder diciendo: "Un revolucionario que llega al poder es una contradicción ... y asesinar a los revolucionarios en nombre de la Revolu­ ción es consecuencia de esa misma contradicción" (25). 30 LATIN AMERICAN THEATRE REVIEW El primer acto tiene lugar temprano en una mañana de noviembre de 1919 a la entrada del Teatro de los Héroes de Chihuahua, mientras se espera la llegada del héroe hecho prisionero a quien se va a procesar en el escenario mismo del teatro. En este acto se plantea la injusticia del juicio sumario, se discuten problemas de la Revolución, las condiciones en que Angeles fue aprehendido, la tración de que fue objeto y se observa un perspectivismo inteligente en los diálogos entre los grupos de personajes formados por los militares por un lado y Angeles, tres mujeres que se esfuerzan por conseguir la defensa y los abogados defensores por el otro. En el segundo acto, se efectúa el juicio que dura varias horas. La escena en el proscenio del Teatro de los Héroes se refiere a la última parte del juicio y después cambia al vestíbulo donde se comenta el juicio y se especula sobre el veredicto final y las posibilidades de salvación. Los comentarios de los militares revelan el estado de confusión ya que no están de acuerdo ni entre ellos mismos ni con el resultado del juicio que ya conocen de antemano. Hay momentos de tensión y suspenso por las ideas que surgen en el esfuerzo por la defensa. Se ventilan cuestiones éticas, políticas y humanas. En este acto que dramatiza el juicio, Angeles se defiende a sí mismo aunque no para salvar la vida, dando así oportunidad para exteriorizar la riqueza de ideas de la obra. Su defensa es enérgica y viril pero revela al mismo tiempo una personalidad un tanto andrógina, sensata, razonable y mansa, que no ofrece resistencia cuando lo aprehenden, que solloza al pensar que la posteridad lo juzgará como tonto. La autora lo contrasta con el machismo de Obregón, "El, que los fusila a todos" (47). El tercer acto revela un plan del coronel Bautista para que Angeles escape, pero no le interesa por ya haber aceptado su papel de redentor. A pesar de que se sabe que el héroe va a morir, la construcción del drama crea interés y suspenso. El espectador entra en el juego teatral y experimenta expectativas que se van revelando a medida que se plantean problemas filosóficos. La posibilidad de indulto o de una orden que suspenda el juicio o la sentencia siempre está latente. Irónicamente el amparo llega minutos después de la ejecución. El interés se mantiene con el desarrollo de cada idea y con el perspectivismo de la opinión de los personajes. Felipe Angeles cabe bien en el molde del arquetipo del héroe que estudia Joseph Campbell en The Hero with a Thousand Faces. La primera tarea del héroe es alejarse de la escena del mundo a aclarar dificultades y resolver dudas personales; de esta manera llega a una experiencia auténtica en la cual asimila lo que Jung llama "imágenes arquetípicas"1 (17). Angeles lo hace al separarse del resto de los jefes revolucionarios y con el exilio en los Estados Unidos. La segunda tarea del héroe es la de regresar transfigurado y enseñar la lección que ha aprendido de la vida renovada. Después de dos años de destierro Angeles regresa a México, pero al hacerlo, su destino cambia; es hecho prisionero y en su calidad de héroe trágico da una lección ética arrolladora porque regresa a hacer ver el camino de la iluminación a la gente que se ha envuelto en problemas económicos y de poder. Como héroe trágico Angeles se parece a Prometeo en el uso de la razón y no la fuerza, en la insatisfacción de ver que la razón le asiste pero es impotente para sostenerla y en su generosidad por el deseo de beneficiar a la humanidad. De manera similar a Prometeo, Angeles a su regreso se encuentra con la SPRING 1987 31 incomprensión, la indiferencia y la hostilidad de aquéllos a quienes ha venido a ayudar, especialmente los que están en el poder y ve que su propio esfuerzo y el poder se levantan contra él. El héroe trágico tiene que sacrificarse como mártir. Según Angeles, "Sólo la sangre de los mártires es fértil" (69). Campbell aborda el aspecto del regreso del héroe a un mundo que le será adverso: "¿Para qué regresar a un mundo banal, lleno de pasiones, odios y ansias de poder?" (218) Los sueños que trae el héroe son vistos como los de un iluso por los militares revolucionarios. El mismo Angeles dice que después de su muerte dirán: "Madero era un tonto, Angeles era un tonto" (68). Campbell también señala que las leyes del redentor describen un período de desolación causado por una falla moral de los hombres. (352) Garro presenta al Primer Jefe, Carranza, como el dios secundario que, habiendo sido uno de los creadores de un nuevo universo, se convierte en destructor y confirma que el héroe de ayer se hace tirano de mañana a menos que se sacrifique a sí mismo. El juicio de Angeles puede verse también como ritual, ya que los rituales desde las sociedades primitivas son una necesidad social de la humanidad. "Como en los ritos religiosos," dice Martin Esslin en Anatomy of Drama, el drama es experiencia colectiva con un público que reacciona y que actúa también como conciencia colectiva" (23). Esslin también dice que el drama es potente indicador político e instrumento de cambio. En el teatro como en el ritual, la comunidad experimenta su identidad y la reafirma, de ahí su aspecto político y su característica social. (29) Así como en los ritos, en el drama también se produce el efecto de catarsis. En Felipe Angeles se ha visto a un ser humano superior encarando adversidad e infortunios de manera noble, con valentía y dignidad. Su naturaleza grande y noble se reafirma en escena: "Si pudiera creer que eso es cierto (el juicio de la Revolución contra ella misma), y que por mí se castigan los pecados de nuestro movimiento, moriría tranquilo" (52). Para el público la experiencia de compartir el destino de un ser humano superior, la sensación de compasión, la de haber penetrado profundamente en la naturaleza humana y en la lucha del hombre produce, según Esslin: Una emoción similar a la del sentimiento religioso y este sentimiento de haber sido tocado por algo más allá y fuera de nuestra experiencia mundana diaria, de haber penetrado en el entretejimiento del destino, produce el efecto sublime catártico de la tragedia. (74) Con referencia a los temas del sacrificio y la tiranía, uno de los abogados de la defensa dice a Angeles: Para nosotros, salvar su vida es un deber. Sabemos que no hay delito que perseguir y que sólo se trata de una venganza personal. Carranza no le perdona su carrera, su limpieza y su prestigio. Usted representa un enemigo demasiado brillante y además un enemigo al que no le interesa el poder personal. El, en cambio, sólo persigue erigirse en tirano. (23) Ya en las sociedades primitivas se observa el rito de sacrificio de seres humanos y animales. Estos por lo general son individuos mansos, carentes de elementos violentos, como el protagonista. Rene Girard en Violence and the 32 LATIN AMERICAN THEATRE REVIEW Sacred dice que la sociedad quiere desviar hacia una víctima sacrificable la violencia que de otra manera caería sobre sus propios miembros (4). Felipe Angeles parece ser el modelo sacrificable escogido para el acto de sustitución colectiva y así absorber las tensiones internas y rivalidades de la nueva sociedad postrevolucionaria.
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