3 1761 07131166 6 Digitized by the Internet Archive in 2010 with funding from University of Toronto http://www.archive.org/details/palmasyombespo02maga PALMAS Y OMBÜES BIBLIOTECA DE AUTORES URUGUAYOS * » PALMAS Y OMBÜES POESÍAS DE A l e j a n d r o M a g a r i ñ o s C e r v a n t e s (Miembro correspondiente de la R. Academia Española) » SEGUNDA SERIE ( EDICION REVISADA , CORREGIDA Y ANOTADA POR EL AUTOR ) MONTEVIDEO IMPRENTA ELZEVIRIANA, DE C. BECCHI 97 — Cerro — 97 l888 El autor se reserva sus derechos de propiedad , y está dispuesto á ejercitarlos contra el que reim­ prima cualquiera de las obras que le pertenecen, sin su permiso. 0CT21 1968 AL QUE LEA. En cumplimiento déla palabra empeñada, siguiendo el orden y el mismo plan adoptado en la primera série de P almas y O m bú es, enviamos hoy á la imprenta los originales que hemos podido proporcionarnos, pertenecientes á la segunda série de la colec­ ción, que tuvimos que dividir en dos tomos por las razones con­ signadas en las páginas 229 -530 del anterior volumen. Pedimos disculpa por la tardanza á los suscritores, y damos las más espresivas gracias á los que en la prensa y fuera de ella, de éste y del otro lado del Atlántico, nos han dispensado el honor de ocuparse de nuestro último libro con benevolencia al autor é Ínteres por las letras uruguayas, que mucho les agrade­ cemos. Sin insistir sobre lo que ya hemos dicho á propósito de comen­ tarios y glosas en el tomo primero (pág. 298), sin perjuicio de intercalar oportunamente en el cuerpo del volumen algunos pá­ rrafos de otros poetas y escritores de nota, entresacamos de los diversos artículos que se han publicado, y damos cabida, por ser escritores extranjeros, al frente de esta segunda ser ie , á los que pertenecen á don Francisco Gomes de Amorin, ilustre poe­ ta y literato lusitano; al distinguido escritor ibero, doctor don Daniel Granada, versado como pocos en las letras españolas y americanas, ex-catedrático de literatura en el Ateneo del Uru­ guay, y al reputado publicista don José A. Rocha Gallo, ex-re­ dactor en jefe de A P a t r ia , órgano de la numerosa población 6 AL QUE LEA brasilera en esta República; espíritu elevado y generoso como el doctor Granada, alma y corazon de fuego como Gomes de Amorin. Prescindiendo de lo que nos es personal, en esos artículos en­ contrará el lector algunas observaciones y noticias interesantes para la historia literaria, la marcha y el progreso de las ideas en esta región de América. Sianos permitido, pues, recordar por conclusión un incidente entre periodistas uruguayos y peninsulares, ocurrido en Monte­ video á fines de 1SS5. Interpelado por don Jacinto Albístur, el veterano redactor de E l S iglo , que en la defensa de las instituciones ha conquis­ tado títulos al aprecio de los hijos de esta tierra, con motivo de una polémica en que se negaba á los extranjeros el derecho de escribir sobre política en la prensa militante, si querían conservar sus inmunidades, le envié como la mejor respuesta tres cartas que acababa de recibir de España. Entre otros periódicos, las reprodujo una importante Revista platina, precedidas de algunas consideraciones que tienen estre­ cha atingencia con el tópico que dejamos indicado. «Aunque publicadas ya por algunas hojas diarias, paréceme bien reproducir en estas páginas de los Anales del Ateneo del Uruguay, las tres honoríficas cartas que siguen, dirigidas por tres eminencias de la literatura española contemporánea, al decano afamado de las letras uruguayas. Perdidas en el fá­ rrago inmenso de cosas malas y buenas, sérias y fútiles, ne­ cias y sensatas, que tienen cabida en la confección de un periódico cotidiano, pronto serían olvidadas y perdidas qui­ zás para la gloria del Parnaso nacional. Porque refluye verda­ deramente en honra y prez de la literatura oriental, el que un bardo uruguayo reciba de jueces tan competentes tan lisonje­ ros como merecidos elogios. Y será también una satisfacción para nuestro ilustrado colaborador el Dr. D. Luis Melian La- finur, que tan discretamente opinó en estos A n ales acerca del libro P almas y O.m búes, el ver, por así decir, ratificados sus elogios por escritores de universal renombre cuales son los señores Antonio Cánovas del Castillo, Gaspar Nuñez de Arce y Emilio Castelar. AL QUE LEA 7 Y bueno es, además, que el futuro historiador de este pe­ ríodo de la literatura uruguaya, halle á la mano, en un pe­ riódico de la naturaleza del presente, aquellos documentos que puedan servirle de luz para el esclarecimiento de su te­ ma. Ni á nadie, que no sea profano en las letras puede ocul­ társele la importancia que en dicha historia tiene el cantor de las B risas del P l a t a , que recorrió tanto y tan dilatado trecho del campo de las Musas, y en la poesía lírica como en la dramática, en la oratoria parlamentaria como en la fo­ rense, en la novela como en la crítica histórica, dejó huellas indelebles de su paso. Admirado ó discutido, con arreglo á los cánones del buen gusto generalmente, y otras veces al través de los lentes empañados de las pasiones políticas, su talento es, sin embargo, reconocido de todos; y no es indi­ ferente para nadie el que á ese talento se rinda un testimonio tan elocuente como autorizado, cual lo es, sin duda alguna, el de las tres cartas cuya reproducción creemos está suficiente­ mente justificada. — Luis D. Desteffanis ?>. Los que opinen de otro modo, pueden correr algunas ho­ jas y pasar por alto los artículos y las notas. Si por circunstancias independientes de nuestra voluntad se dilatára demasiado la impresión del tomo completo, lo dividire­ mos en dos entregas encuadernadas, sin aumento de precio para los Sres. suscritores, en el importe del tomo, sea cual fuere el número de páginas de cada una. Y como en el pecado, aunque cometido por fuerza mayor, lle­ varemos la penitencia, según la intencionada frase de un inge­ nioso colega, séanos permitido por conclusion reproducir al­ gunas líneas consagradas á los reincidentes en esta clase de de­ litos literarios por uno de los primeros Diarios de Buenos Aires. Si son exactas nuestras noticias, el autor de ellas cojea del mismo pié, y es evidente que no debe ser mal sastre el que tan bien conoce el paño. s AL QUE LEA «En estos tiempos de positivismo mercantil, es obra digna de admiración y aplauso la obra de nuestros poetas, pues ellos, sin aliciente de ningún género, por impulso propio, conservan el fuego sacro en el templo de Apolo; ó por mejor decir, cui­ dan de que 110 se marchite el frondoso laurel del Parnaso uru­ guayo. ¡Noble tarea, y cuán pocos perseveran en ella! Algo superior á todo cálculo arrastra al poeta inspirado y le obliga á entonar las estrofas que bullen en su mente. Algo supe­ rior á todo cálculo, porque entre nosotros la poesía no da para vivir, y apenas sí con ella se consigue un aplauso que en breve apagan otras preocupaciones más prosaicas. R cin cin d ir, pues, en la publicación de libros poéticos, acu­ sa en quien lo hace, no sólo fuerza de voluntad, sino vocacion incontrastable. Es la llamarada que arde en un cerebro inspirado y cuyos resplandores no pueden ocultarse».—La Prensa . Montevideo, i.° de Enero de 1888. A . M . C. PALMAS Y OMBÚES (I) POESIAS De Alejando Magariños Cervantes I Emquanto os povos europeus de todas as ra^as lucían, quasi sem esperanza, entre dois oppostos mares, ambos turvos e re- voltos, — um que os leva para as praias inhóspitas e descon­ soladoras da duvida, outra para as do fanatismo feroz e in­ transigente— urna das mais jovens nafoes da America, em todo o esplendor da mocidade da alma e do corpo, canta, coroa- da de palmas, os triumphos dos seus martyres, os feitos dos seus heroes, as glorias dos seus filhos dilectos. Vencedora ñas guerras da independencia, inspirando-se no amor santo da liberdade e do direito, ella caminha para o futuro, cheia de fé en Deus, e nos altos destinos que lhe promettem as suas crenfas. Que valemos nós, com as nossas philosophias positivistas, os nossos naturalismos e realismos, as nossas escolas de vas palavras, sem nexo nem sentido, diante de urna poesia que se inspira quasi exclusivamente no amor da patria, e cele­ bra só o que é bello é grande no céu é na térra? Pobres pigmeus, gafos pelas paixóesinhas, que nos atrophiam o peito ! E nao nos faltam virtudes, todavia. Percorrendo a historia, achar-nos-hemos em grande maioria, nós, os da ra^a latina, em todas as emprezas que honraram a humanidade. Mas caí­ mos desde muito, por indolencia e inercia, no culto das coisas pequeñas. Deixamo-nos influenciar por urna das duas (i) Un tomo de 333 págs. en 4.0 mayor.—Establecimiento tipográfico de la Librería Nacional de A. Barreiro y Ramos. — Montevideo, 1884. 10 JUICIO DE se i tas philosophicns que entre si disputam a posse do velho mundo; e nao fazemos quasi nunca o que queremos, embora tambem nem sempre fagamos o que de nos pretenden!. Dei- xamos cair no chao os fructos da experiencia; por pregui9a de os apanharmos maduros, na arvore, comemol-os podres, derrubados pelo vento da indifferen^a! Adiamos tildo para o dia seguinte, porque o nosso ideal único, é nao fazer nada. Ciumesinhos, invejinhas, odiosinllos, tudo na Europa é pe­ queño, mesquinho: só a maledicencia excede a craveira commum ! Temos aínda talentos extraordinarios; mas deixamol-os mo- rrer esquecidos e ignorados, em lucta com as difficultades da vida: se algum rompe o involucro, e se mostra en toda a luz, deprimimol-o ou o difamamos.
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