10917693 03/17/2007 10:06 p.m. Page 5 5B |EL SIGLO DE DURANGO | DOMINGO 18 DE MARZO DE 2007 ¡PARTICIPA! Manda tus colaboraciones al correo electrónico: [email protected] Responsable: ANGÉLICA MARTÍNEZ MENA Diseño gráfico: ABIU SANTAELLA y JESÚS ESPINOZA [email protected] ANNA VICTORIA POR JESÚS MARÍN e dijeron que no existías. Que eras producto de románticos decantes. MDe soñadores nocturnos que gustan ir a los cementerios a la medianoche a leer largos y trágicos poemas donde la muerta siempre es la mujer amada. Me dijeron que el amor sólo existía en las novelas de Alejandro Dumas y que la única historia de amor válida es la de Ro- meo y Julieta. Me dijeron que dejara de buscarte. Que los ángeles no existen y las hadas son supers- ticiones celtas para hacer más dulce la tran- sición de la niñez. Me dijeron que caminar de madrugada y buscar tu rastro en la orilla del océano en me- dio de la tormenta no iba a hacer que surgie- ras del abismo donde te perdí desde el prin- cipio de los tiempos, donde fuimos separados por un Dios egoísta y ciego. Me dijeron que de nada servía dibujar la estrella de seis puntas con sal y regarla con mi sangre y pronunciar las palabras de los elegidos para que despiertes de donde yaces eternamente prisionera y vinieras con tu destrucción y vinieras con tu inocente per- versidad a liberarme. Al explicar la pintura “Starry-night” de Vincent van Gogh, Kathleen Powers Erickson en su obra “At eternity’s gate”, cuyo contenido es Creí que los poetas eran locos desdicha- una visión de la espiritualidad de Van Gogh, interpreta este cuadro como un éxtasis de la esencia del artista, que recupera al final de su dos cuya razón habían extraviado, por eso vida la misma fe profunda que había tenido en sus años de predicador. inventaban mundos de luces y rayos. Me di- jeron que los milagros ocurren muy rara vez y eso bajo la mirada severa de la iglesia. Y por años lo creí. Y por siglos viví ciego y sordo, dormido en la oscura prisión de mi GRACIAS ROGER incredulidad. Dejé entonces de buscarte. JOEL QUIROGA Dejé que la hiedra y la mandrágora crecieran a mis pies. Y me convertí en piedra. Hasta esa noche de octubre. Hasta esa noche bajo ra un hecho, Roger Wa- el cielo de Chihuahua. Hasta esa noche en ters confirmaba su regre- que mis ojos se confundieron con los tuyos y Eso a México después de supimos que éramos uno solo. Y supimos que aquel memorable 19 de marzo de la búsqueda había terminado. Por fin eras mi 2002, donde el verdadero cerebro hogar. Por fin la venda de los ojos había sido de Pink Floyd nos demostró que rota y la luz fue real. detrás de esas arrugas y cabelle- Llegaste, oh dulce ángel, con tu cuerpo ra gris existía un alma joven y frágil y tu boca triste, seca de mi boca. Y eres rockera deseosa de hacer vibrar real. Y existes. Y ahora sé, Anna Victoria a 50 mil floydianos que lo habían que los otros mentían. esperado por más de 30 años. Ahora sé que este sentimiento de desam- Desde la llegada a Monterrey, paro es por no tenerte. Y esta sensación de sede del primero de los tres no pertenecer a este mundo tenía su razón de shows que nos regalaría, ya se ser: Tú eres mi mundo. Tú eres mi mundo. sentía el ambiente tenso, gente Anna Victoria. Hoy que te he encontrado en la calle con el prisma en el pe- soy salvo. Soy de nuevo libre. Ahora sé que cho, periódicos dedicándole la el amor cantado por los poemas es por muje- portada a tal evento, espectacu- res como tú. Ahora sé que morir de amor lares con Roger y su bajo obser- puede ser la muerte más hermosa. Y ahora le vándonos desde la avenida Cons- encuentro sentido a las estrellas y ahora sé titución y un estadio Universita- que el mar son las lágrimas de todos los rio expectante, ansioso por re- amantes separados. Y ahora sé que el amor tumbar ante los sonidos de unos sí puede vencer a la muerte. Y que un hom- músicos llenos de virtuosismo bre es invencible mientras exista una mujer que acompañan a Roger en su gi- que crea en él, que muera con él. ra mundial, haciendo revivir Gilmour, continuando con el ho- le dijo: “Adiós, adiós”; de nuevo Ahora sé que mi mundo eres tú. Y ahora aquella magia de Floyd que se menaje a Syd Barrett “Shine on pensé, ¿cabía algo más en esa no- sé que luchar por ti es toda la batalla que ten- extinguió hace mucho tiempo y you crazy diamond”, la nostalgia che?, pues cabía nada menos que go. Es toda la ilusión que me sostiene, mi dul- qué mejor que con un sonido cua- de “Wish you were here” y la el lado oscuro de la Luna, la obra ce Anna Victoria. drafónico capaz de filtrarse por prendida “Have a cigar”, sin du- completa, el disco más vendido Y bien vale un reino una mujer, y bien nuestra columna vertebral hasta da era un momento emotivo lle- del grupo, más de 34 millones de vale mil muertes por una mujer. He sido sal- hacernos temblar. no de lagrimas, de sentimientos copias en el mundo; bajé los bra- vo, he sido elegido, porque existes, y existo Al llegar al estadio nos encon- y de hierba. zos un instante para respirar y para tu corazón. Benditos seremos porque tramos con veinteañeros expec- Pero en estos tiempos de prepararme para lo que venía. la voz que clamaba en el desierto ha sido es- tantes, treintones emocionados, guerra y ambición Roger Waters Empezaron los latidos del co- cuchada y que el que tenía sed ha sido sacia- cuarentones más relajados y cin- no podía dejar pasar por alto es- razón, que parecían los nuestros, do. Y el ciego ha visto la luz. Bendita seas. cuentones alivianados compar- ta situación de tirantez de los go- las voces de “Speak to me”, un Ahora sé que la luz existe y está en ti, mi tiendo su cigarro verde con sus bernantes poderosos del mundo, grito despavorido de una mujer amada Anna Victoria. hijos; sin duda éramos todos unos y es así como arremetió contra como introducción de “Bréate”; lunáticos en el pasto con la misma ellos con “Southampton dock” y había iniciado la locura, la obse- consigna: Abrir nuestros senti- “The fletcher memorial home”, sión por el tiempo, las presiones dos y dejar entrar la magia, la ca- un manicomio con fotografías de cotidianas y las carreras infer- lidez, la psicodelia, la paraferna- Bush, Blair y compañía; era la lo- nales, todo esto resumido en lia y todo lo que conforma ese es- cura, “Perfect sense” y Leaving “On the run” y “Time”, con la tilo de vida que son Pink Floyd y Beirut cerraban esa dura protes- mejor introducción de percusión Roger Waters. ta con explosiones y proyeccio- que he escuchado a cargo de Con la música de Dylan de nes contundentes. Graham Broad, seguido por unida a la emblemática “Anot- fondo nos preparábamos para... Me parece escuchar una “The great gig in the sky” inter- her brick in the wall”. no sé qué, la verdad esperábamos oveja, me dije, estaba en lo co- pretada por Carol Kenyon, El estadio entero cantó el co- cualquier cosa, esperábamos to- rrecto, era “Sheep” del disco quien hizo que nos conmocioná- ro, la voz de Roger se opacó, de do y después de dos horas pre- “The animals”, una de las mejo- ramos al límite con su potente hecho dejó de cantar, nosotros vias comentando, fotografiando y res canciones de la historia del voz, luego la fresca “Money” nos encargamos de decir: “tea- tomando cerveza se apagó la luz, rock; poderosa, con una voz me- con Kilminster en la voz y la cher, leaves the kids alone...”; lue- eran las 9:00 en punto, la ceremo- jor que nunca, sintetizadores profunda “Us and them” con un go continuó con “Vera Lynn” y nia iba a comenzar. de Carin y Waters Jr. que me delicado saxofón de Ian Richtie, “Bring the boys back home”, “re- En medio de la oscuridad en- hacían voltear alrededor para esta rola cantada por Jon Carin gresen a los chicos a casa” gritó tran al escenario, cada uno toma poder digerir la cuadrofonía expresando la crueldad del ra- Waters, para cerrar con “Com- su lugar, la sombra de Waters se que me rodeaba, la guitarra de cismo y la discriminación, “Any fortably numb”, para muchos la acerca a nosotros y saluda con el Dave Kilminster inmejorable, color you like” nos conectó con mejor interpretación del álbum puño cerrado, se visualiza una nadie extrañó a Gilmour, lo “Brain damage” y “Eclipse”, la “The wall”, con Roger y Carin en sonrisa, unas ganas de rasgar su puedo asegurar, fuego detrás última canción: “Todo lo que hay las voces, y los requintos de Dave bajo y su garganta, de pronto ex- de ellos, luces parpadeantes; ahora, Todo lo que se ha ido, To- Kilminster y Snowy White; aho- plota “In the flesh” en medio de ¿podíamos esperar algo más? do lo que vendrá, Y todo cuanto ra sí, ya no cabía más, habíamos luces cegadoras, para luego dar No lo creía, hasta que sentí una hay bajo el Sol está en armonía, llegado al límite. paso a martillos marchando en- presencia extraña sobre mí, era pero el Sol queda eclipsado por La banda completa se agarró demoniadamente como si se fue- el cerdo rosa volando sobre la la Luna”.
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