Publicaciones en línea de PARI Ian Graham y los mayas DAVID STUART University of Texas at Austin Figura 1. Ian Graham, ca. 1975 (foto: Hillel Burger). Ian Graham falleció a los 93 años de edad el 1º de agosto conservacionista y documentador de ruinas y arte de 2017, al final de una vida extraordinaria y muy mayas. No es una exageración decir que el legado de variada. Todas las historias que se escriban en el futuro Ian habrá de permanecer al menos al nivel del de Alfred sobre los estudios mesoamericanos habrán de desta- Maudslay (su compatriota, además de ser su héroe en lo car sus contribuciones sin paralelo como explorador, personal), el de Teobert Maler, el de Sylvanus Morley y el de otros famosos exploradores que trabajaron en los 2003 Traducción de “Ian Graham and the Maya,” en The PARI primeros años de los estudios mayas. Journal 8(1):1-8. Esta traducción: www.mesoweb.com/es/articulos/ Ian James Graham, de padres aristócratas, nació el Stuart/IanGraham.pdf. 12 de noviembre de 1923 en Chantry Farm, Campsey 1 Ian Graham y los mayas Ash, Suffolk. Su padre, Lord Alistair Mungo Graham, hasta México, en lo que constituyó ¡una pequeña desvi- era el hijo menor del Duque de Montrose y su madre, ación de su meta original de viajar a California! Mediante Lady Meriel Olivia Bathurst, era hija del séptimo Conde conocidos fortuitos en la Ciudad de México, escuchó Bathurst. La madre murió súbitamente a los 41 años de por primera vez sobre la existencia de los mayas y sobre edad, cuando Ian tenía apenas siete años y, en palabras las maravillosas ruinas de Yaxchilán, ubicadas en lo que del mismo Ian, había sido una mujer de “notable belleza, entonces eran las partes más recónditas de Chiapas. inteligencia y sensibilidad” y con un gran sentido del “¿Cómo era posible que no hubiera yo jamás oído humor (Graham, 2010: 4). Ian heredó mucho de ella. hablar de la civilización maya?” habría de preguntarse Sus primeros años los pasó en Chantry Farm, antes Ian en retrospectiva (Graham, 2010: 118). Ian pensó que de ser enviado a un internado a los ocho años de edad, los mayas serían un magnífico tema para un nuevo libro en donde encontró que “la mayoría de sus clases eran de fotografía y mientras investigaba sobre el tema, tanto muy poco estimulantes.” Durante toda su infancia ex- en México como ya de regreso en Londres, oyó hablar perimentó una persistente fascinación por los aparatos de Alfred Maudslay y de su gran obra de fotografía y mecánicos y eléctricos, interés que habría de durarle registro de ruinas mayas. Y quedó enganchado. Casi toda la vida y que habría de serle muy útil en incon- de inmediato, viajó de regreso a México, con la firme tables ocasiones en el curso de sus años trabajando en la intención de explorar ruinas mayas a lo largo y ancho de arqueología maya, por la constante necesidad de reparar México y Guatemala … y más allá. En San Cristóbal de equipo fotográfico o autos Land Rover en campo, o de las Casas, tuvo ocasión de conocer al conocido mayista hacer arreglos al Rolls Royce que durante años conservó Frans Blom, quien inspiró a Ian a continuar con sus aven- en una cochera en Inglaterra. turas. En el curso de los siguientes meses, atravesó toda Posteriormente, Ian asistió a Winchester College la región maya: Chiapas, Yucatán, Belice, Honduras, y recibió su educación superior en la Universidad de entrando luego al norte de Guatemala. Pronto, se halló Cambridge y en el Trinity College de Dublín, graduán- en un lugar llamado Aguateca, del que estaba seguro dose en Física. Los años de la Segunda Guerra Mundial (con razón) que ningún arqueólogo tenía conocimiento. interrumpieron sus estudios universitarios, pues entre Para Ian, que para entonces ya tenía 35 años de edad, 1942 y 1947 hizo su servicio en la Reserva de Voluntarios fue ese un parteaguas en el que el propósito de su vida de la Armada Real, ayudando a desarrollar y probar se le reveló súbitamente con gran claridad. nuevos tipos de equipo de radar. Ian estaba muy orgul- Los primeros esfuerzos que llevó a cabo Ian en la loso de su investigación y de los experimentos en los que documentación de ruinas fueron patrocinados en parte participó en este terreno y en sus años postreros habría por el Instituto de Investigaciones de América Media de describir con frecuencia y gran entusiasmo la manera de la Universidad de Tulane, la cual publicó en 1967 sus en que estos instrumentos funcionaban. En ningún mo- Archaeological Explorations in El Peten, Guatemala, publi- mento de su educación recibió Ian conocimientos for- cación que se convirtió inmediatamente en un clásico males de arqueología. Su breve idea de estudiar Historia y en la que se registraron una impresionante cantidad del Arte después de la guerra apunta, sin embargo, a de nuevos hallazgos en sitios cuya existencia conocían una temprana y siempre presente fascinación tanto con muy pocos arqueólogos del área maya. Entre esos sitios las imágenes como con las cosas antiguas, intereses se contaban Aguateca, Dos Pilas (Figura 2), Machaquilá, que más adelante habrían de llevarlo al mundo de los Kinal, Nakbé y El Mirador (Graham, 1967). Este último antiguos mayas. sitio es en la actualidad uno de los más importantes de A principios de la década de 1950, una beca otorgada la antigua Mesoamérica: se trata de una gran ciudad por la National Gallery llevó a Ian a Londres, en donde del período Preclásico que aún guarda muchos secretos trabajó como técnico en un laboratorio de conservación sobre los orígenes de la civilización maya en las Tierras de arte. Muy pronto comenzó a ser objeto de diversos Bajas. A principios de 1962, Ian fue el primero arqueólogo encargos fotográficos, dada su gran habilidad en este (aún cuando fuera aficionado) en explorar El Mirador campo, especialmente trabajos de arquitectura, área en y en descubrir su enorme extensión. Sin contar con un la que contribuyó a realizar varios libros en color sobre entrenamiento formal, logró mapear y documentar con el tema a mediados de la década de los 60s, incluyendo exactitud las inmensas ruinas en el curso de diez días Splendors of the East: Temples, Tombs, Palaces and Fortresses de estadía; ese mismo año publicó en un periódico of Asia, de Sir Mortimer Wheeler (1965). Tras viajar a una breve reseña sobre los hallazgos que había hecho Nueva York en 1957, Ian trabajó brevemente como asis- (Graham, 1962). tente del fotógrafo Irving Penn; también fue asistente El volumen publicado por la Universidad de Tulane de Robert Freson, otro conocido fotoperiodista del siglo alcanzó un gran éxito (se llegó a planear un segundo veinte. volumen sobre Dos Pilas y otros sitios, pero esto nunca Su primer encuentro con el mundo de los antiguos llegó a concretarse) y para mediados de la década de mayas se dio en 1958, a resultas de haber conducido su 1960, Ian sostenía correspondencia con regularidad Rolls Royce Torpedo, modelo 1927, desde Nueva York con varios personajes importantes en el mundo de la 2 Ian Graham y los mayas Figura 2. Ian limpiando una estela recién levantada en Dos Pilas, Guatemala, 1976 (foto: Otis Imboden). investigación maya, incluyendo a J. Eric S. Thompson La visión del proyecto del Corpus había surgido ya y Tatiana Proskouriakoff. Mientras se hallaba en campo desde 1966, en el curso de pláticas entre William Coe, en la región del Petexbatún, tuvo ocasión de establecer del proyecto Tikal de la Universidad de Pennsylvania, un contacto estrecho con quienes trabajaban en un Robert Wauchope, de la Universidad de Tulane, y Willey. proyecto arqueológico de la Universidad de Harvard en Juntos exploraron la manera de financiar un proyecto los cercanos vestigios de Ceibal (Seibal), incluyendo a común que sirviera para reunir el inventario de todos Gordon Willey y a A. Ledyard Smith. Su gran energía y los sitios arqueológicos del Petén, utilizando para ello capacidad para el mapeo llamaron la atención de estos los registros preparados por arqueólogos anteriores, investigadores y le invitaron a participar en la excav- así como el trabajo de prospección de las compañías ación, dándole la tarea de hacer un reconocimiento de petroleras (en la década de 1960, Shell y otras compañías las extensas ruinas de Ceibal, muchas de las cuales aún estaban activamente explorando y llevando a cabo tra- se hallaban ocultas entre el denso follaje, en un terreno bajos de prospección a lo largo y ancho de todo el norte muy accidentado. Estos primeros contactos con Harvard, de Guatemala). Este plan específico no llegó a realizarse el Museo Peabody y con Willey abonaron el terreno para por falta de dinero, pero pronto se retomó y expandió, el posterior desarrollo del programa llamado Corpus de gracias al apoyo de la Fundación Charles Guttman. Inscripciones Jeroglíficas Mayas (CMHI, por sus siglas Para entonces, estaba claro para todos que era Ian la en inglés) y su ambicioso plan de recopilar y publicar persona que debía encabezar este ambicioso esfuerzo y todas las inscripciones mayas. en 1968 llegó a Harvard como Becario de Investigación 3 Ian Graham y los mayas y Campeche, en tanto que Ian se concentraba en el Petén y la región del Usumacinta. Ian optó por dar prioridad a sitios poco conocidos o a ruinas remotas que se hallaran amenazados por los saqueadores, que para entonces estaban haciendo estragos, especialmente en el norte de Guatemala. Sitios ya bien publicados, como Palenque, Copán y Tikal recibieron baja prioridad. Juntos, estos primeros esfuerzos del Corpus produjeron una gran riqueza de dibujos de campo y fotografías.
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