
II Libro de los Siglos CARLOS MARAMBIO ALLIENDE EL LIBRO DE LOS SIGLOS CARLOS MARAMBIO ALLI ENDE SANTIAGO • CHILE 19 6 5 A MIS PADRES Es propiedad Inscripción N? 29783 CARLOS MARAMBIO A. 19 6 5 EL LIBRO DE LOS SIGLOS I.—COSMOS Y lucha formidable hubo entre el fuego y el agua. —NEBULOSA Y allá en el infinito que es sideral también Y allá en la materia que se revuelve y engendra también Y allá en el cosmos que se,aglomera y se expande que no ha tenido origen y es el que siempre es, barro carne, vida... fuego, pan y alma... presente, pasado y futuro un ropaje de nebulosa cruzaba los espacios y una humedad ardiente le daba su colorido. El verde no había nacido los párpados no se habían abierto sólo el silencio rotaba agotado por el miedo. Los clavos profundos del negro como cristales se clavaban y vigilaban atentos las fronteras de la luz. El amarillo y el rojo sangrientos se mezclaban entre sí y parecían poseerse en una masa de gris. Agujas de guitarra, inmenso ojo futuro jirón de vida y de muerte... eso eras tú. Mano empuñada y ardiente cadera de gas que te contorneabas con el sudario del horizonte que te envolvía por todas parte». Sudor caliente y amargo encerrado et\ una bola ignea que como serpiente salada te debatías con furor,.. eso eras tú... Sensualidad de luna más pálida y más estática siempre delimitada y con límites... eso eras tú Inmenso cristal «paco rodeado de un cuerpo negro que tachonaba su piel con lejanas estrellas blancas Y que cruzabas las regiones con tu ropaje nebuloso. n—s o l Y llegaste a regiones más frías Y te encogiste como un cántaro que llora su greda gris Y lloraste encogido como un niño indio de ojos fijos. Fuerzas ocultas te golpearon como combos de dura piedra y te quisieron quebrar el conocimiento de tí mismo. La coca entré en la faace y la carne la absorbió y formó con ella un mendrugo de pan Madre cósmica, empequeñecida y maternal que condensándote constituíste un núcleo central. Reloj de tiempo, ombligo grave y silencioso... sol. Bruma de yodo caliente, inmensa geometría redonda ... sof útero grávido amarillento, siringuero que te ahumas redondo con tu cráneo moreno y achatado •.. sof Sonido místico orante, piedra que mezclada con la paja, aulla en la humedad desangrada con la lengua enrollada y religiosa _ 4 — Mineral cobrizo e indígena que en la noche no duermes y miras, y que te encuclillas apagado, pero ardiente y sensual Flor granate que te abres, polen y maíz de hambre... Oh, sol III — Y con el aire entremezclado entre mis dedos, voy subiendo y subiendo Y un amor de aguardiente va punzando mis ojos y un bronce de pecho va forjando mi alma. Desnudo y vestido con las sílabas de piedra humillado y cansado con amargura de arena: Tal vez bastiones grisáceos me envuelven por todas, partes y crujidos de viñas se oyen a lo lejos Las arterias de la vida han dejado de funcionar y la ambición salada me ha transformado en su cristal. <iue yo lo quiero ver y en la soledad achatante ver como nació el barro de mi cuerpo Que yo lo quiero ver y en el alma de una rueda ver el infinito reflejado. Tierra, planeta, espuma colmillos de madrépora que me acuchillan. •Que yo lo quiero ver y revuelto en la furia el ritmo candente de la vida me estimula. ¡Ay que quiero darme entero y el pedernal de mi piel 110 me deja ¡Ay que quiero destrozarme y mis visceras repartir en la lejanía de lo Negro IV — Siento a lo lejos un tambor que se da y se apaga. Siento que me muevo, pero apático y entristecido y electrones de cactus no hacen mella en mi cansancio. Siento que yo quisiera en la psiquis destrozada clavar trozos de guitarra y roncas voces de araña. Siento que yo quisiera ganarle tiempo ai tiempo y en mi transformación constante beber la lima religiosa y amante Siento que mis manos no se curvan como yo quisiera y no brillan cambiantes en los esquemas horizontales iOh! ¡convención terrible! conservadora e intransigente que como tótem me miras y como lámpara me quiebras. Siento que soy distinto y el sarcasmo del mediocre no me lame aterrado. Siento que quiero ser tiempo y espacio abrazados que quiero verlo todo y beber y cantar, que quiero bruscamente en mis pupilas grabar todo el Ser que se debate trascendente y actual. Dame, dame la arcilla roja de la necesidad y con el olor de leña nueva elévame siempre que no solamente quiero apretar sino también mezclar este cuerpo que yo lo siento como mi estructura fundamental. V— Y aquí en el vestigio del agua, en el callejón de mi alma duermo como niño tendido en mi poncho de roja lana. Una ruca de piedra me pinta morena mi piel y cíclico yo evoluciono hacia mi niñez Circunvoluciones de mi cerebro gris, abismo de hondanadas donde se debaten y debaten los antepasados de mi raza Yo os quiero hacer presentes a pesar que ya lo sois Yo quiero hacer conscientes esos momentos que ya fueron. Yo quiero compararlos con el vino de mi sangre que siempre está pasando y siempre es y es. Yo quiero amasar en mi dentro la euforia que me estremece, y romper con mis uñas el estatismo que nunca es. ¡Llevarme a la lejanía del pasado desconocido y tal vez me darás en tu extraña capilla la hostia libidinosa de la extraña sabiduría! VI—ANILLOS Y ahora más lejos me trasladas entre naranjos lloridos que huelen a cardenal y a nardo y a lujuria contenida. Y los ríos me chupan con intensa energía y tal vez me están llevando donde nace la Cosmología i Oh llanto de gotas! ¡Oh nebulosa condensada que has dado nacimiento a un Cristo de bronce y cobre! como mueve el mar eterno las espinas de lo Arcano. ¡Oh redondez de sol que por efecto de tu rotatorio movimiento vas desarrollando lentamente las centrífugas fuerzas! ¡Oh sol redondeado que te vas desprendiendo de tu masa y que vas pariendo como el olivo está pariendo lentamente entre vagidos y lamentos y entre sudor y silencio. Y los anillos amarillos te están girando bruscamente mientras todavía gotea tu matriz adolorida y el frío miedo de aceite te está besando enteramente Granito desprendido estupor destrozado Semen que se encuentra, óvulo aplastado Pluma de viento negro, pétreo mirar achatado. Y en los bastiones de escalera yo he subido a olerte y un suave perfume de pinos me ha acariciado la mente Que hoy es hora nona y los relojes se han parado Que hoy es hora nona y mis hijos se han alejado... VII— Y como todas las cosas de esta vida la inocencia me ha estrechado y creo tal vez lo que estoy diciendo en un solo papel. Los edificios del alma hacen sombra por todas partes y una música lejana huele a flores y a campo. También siento a mi lado un sabor de voces leves que como flauta de madera la melancolía me han dado. Las hierbas del horizonte me están callando con el viento. y una geometría de tranquilidad me está clavando por todas partes Y no quiero hablar muy fuerte sino callado Y no quiero decir lo que no quiero con un ronquido de fuerza Y no quiero plantar en la tierra seca las lilas de mi angustia. Yo sólo quiero mover mis pupilas Yo sólo quiero estar en mi pausa... Yo solo quiero y quiero. A través de los papeles de mi cuarto yo he movido mis largas manos. como mueve el mar eterno las espumas de lo Arcano. VIII.—PLANETAS ¿Y el planeta donde estuvo? en las fronteras del vapor o en la nada del finito en la cerámica arcaica o en la construcción de las piedras en la enredadera del páramo o en el bramido solitario en el equinoccio enfurecido o en el rasguido de la creta en el caballo de la muerte o en la macidez ovalada en el pucará de frío o en el volcán descabezado en el jirón de la vulva o en el madera que se encabrita en el buey ya cansado o en el yugo enmohecido en los aniUos de gas o en los movimientos giratorios en la teoría desigual o en el incomprensible misterio en la bota ya marcial o en el cuero del americano indio en la pirámide azteca o en el puente peruano en la puna de atacama o en la arena ya salada en la dimensión del techo o en la cocina del carnicero en la cama de acero o en el labio del imperio en el sagrario de Dios o en la punta de un cenicero en el ventanal vacío o en la dirección del tiempo en la hipotenusa del triángulo o en la duda del tiempo en el falo encarnecido o en el cambio del tiempo. en el gozo del teórico o en la realidad irónica en la religión de la supertición o en la supertición del misterio en la causa única o en la violencia de la no existencia? IX — Y los planetas vinieron... De la quebrazón de esas ruedas que como coral se desprenden. De la sedimentación de ese mar que como sal dá amargura. Del olor de esa axila que como pelo se está cayendo Del dolor de ese umbilical cordón que enrollando se está rompiendo De la anarquía de ese mundo que bruscamente se apuñala Y de las lágrimas de ese ojo que con barro se ha tapado- X.—CORTEZA Y ellos significaron..
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