X Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2013. La balcanización de nuestra Patria Grande: El aislacionismo paraguayo, la vocación de unidad oriental y la política excluyente de Buenos Aires. Mariana Altieri. Cita: Mariana Altieri (2013). La balcanización de nuestra Patria Grande: El aislacionismo paraguayo, la vocación de unidad oriental y la política excluyente de Buenos Aires. X Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Dirección estable: http://www.aacademica.org/000-038/27 Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso abierto. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su producción académica. Para crear un perfil gratuitamente o acceder a otros trabajos visite: http://www.aacademica.org. X Jornadas de sociología de la UBA. 20 años de pensar y repensar la sociología. Nuevos desafíos académicos, científicos y políticos para el siglo XXI 1 a 6 de Julio de 2013 Mesa 2, Sociologías Latinoamericanas La Balcanización de Nuestra Patria Grande: El aislacionismo paraguayo, la vocación de unidad oriental y la política excluyente de Buenos Aires. Lic. Mariana A. Altieri, Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, UBA Introducción: La idea de esta breve presentación es que podamos pensar la emancipación como la emancipación de la patria grande, de America en los términos de ese momento histórico, y por qué esa gran gesta latinoamericana se convirtió en las ―las independencias‖ de muchos pequeños países. En estas páginas abordaremos solo las características de este proceso en la zona del litoral porque consideramos que es las más invisibilizada en nuestra historia. Nos proponemos abordar los sucesos históricos acaecidos durante el proceso emancipatorio en el litoral del virreinato del río de la plata, lo que hoy conocemos como la Mesopotamia Argentina, el Paraguay y el Uruguay en articulación con lo que era en ese entonces la Colonia Portuguesa y luego el imperio del Brasil. Buscamos leerlos en clave de Nuestra América y poder dilucidar cuales fueron los actores y que intereses impidieron la configuración de una unidad como nación y desembocaron en la balcanización de nuestro territorio americano. En este sentido y antes de emprender el análisis particular de cada situación queremos dejar establecidas algunas líneas de continuidad: En primer lugar que debemos hacer una lectura que trascienda las fronteras geográficas de los países actuales ya que los intereses que se van a enfrentar van a estar unidos a lo largo y ancho del río de la plata, el Paraná y el Paraguay. Así como había comunicación y articulación entre las elites europeístas que terminaron siempre respondiendo a los intereses de gran bretaña, tanto el puerto de bs as como en Asunción, Montevideo y en la Corte luso-Brasileña, también había una comunión entre nuestros patriota americanos, que llevaban adelante el proyecto de la emancipación y la unidad latinoamericana. En segundo lugar, la oposición al centralismo porteño jugó un rol fundamental en las independencias del Uruguay y del Paraguay, y en esto queremos dejar en claro que los objetivos de los caudillos federales desde Artigas a esta parte nunca fueron separatistas, sino por el contrario siempre estuvieron ligados a una concepción de patria grande, a una confederación incluso más amplia que lo que se convirtió en Argentina, pero si era fuertemente contraria al domino de Buenos Aires sobre el resto de las provincias. Este hecho juega un rol fundamental en el Paraguay donde efectivamente se lleva a cabo una política aislacionista. Además es claro que el interés de la elite porteña de buenos aires no era otro que la política británica en el río de la plata. La Banda Oriental, el Paraguay y el Litoral Argentino (incluyendo a las provincias de las misiones -hoy repartida entre Paraguay, Argentina y Brasil-) estaban en el centro de la disputa, desde la época de Artigas y Francia hasta la última defensa de Francisco Solano López, por ser tierras ricas y fértiles disputadas por Bs. As. y por la amenaza permanente de Portugal y luego del imperio del Brasil que traspasaba constantemente las fronteras con los bandeirantes y con incursiones militares. La cuestión de los límites fue un tema peliagudo por muchos años, especialmente debido a que el pueblo oriental y el pueblo paraguayo tenían plena conciencia de sus intereses y defendían sus derechos. La independencia del Paraguay El caso Paraguayo es muy particular y por ello mismo sumamente interesante y además es un actor clave tradicionalmente invisibilizado por la historiografía liberal. En mayo de 1810 se genera la llamada Revolución de Mayo en el Río de la Plata. Con la junta patria en Bs As Montevideo se convierte en la nueva capital Virreinal. En este marco Bs As envía un emisario a Asunción: Espíndola, para sumar el apoyo del Paraguay y para reclamar al cabildo de Asunción que se pusiera bajo las ordenes de la nueva junta de Bs As reconociéndola para gobernar en nombre de Fernando VII. Sin embargo los porteños comienzan subestimando el clima que se vivía en Asunción, ciudad que había fundado por dos veces a Bs As para luego verse sometida a su gobernanza y sus restricciones comerciales. Adelantándose a los hechos el gobernador español Don Velasco llama al cabildo y crea una junta presidida por el, que declara que ellos también pueden autogobernarse en nombre de Fernando VII, en igualdad de condiciones ante la junta de Bs. As. Y de cualquier otra provincia hermana. Este es el quid de la cuestión que enfrentara a los paraguayos con Bs As llevando luego a la política de aislacionismo: Asunción no permitirá el domino del centralismo porteño, aunque para ello deba aislarse del resto de las Provincias Unidas. Sin embargo el enviado vuelve con una versión de los hechos bastante aggiornada a su favor y afirma que si bien Velasco se mantiene en el poder los ánimos de la población estaban a favor de unirse a Bs Ss. Siguiendo sus consejos, la junta porteña envía a nada menos que al Gral. Manuel Belgrano a invadir el Paraguay con el ejército patriota. Luego de dos enfrentamientos muy desventajosos para el ejército de Belgrano, él y el Gral. Al mando del ejército paraguayo, Fulgencio Yegros se sientan a parlamentar, convirtiendo la derrota militar en un triunfo diplomático. Ambos generales acuerdan, que se celebraría un pacto de asistencia y reconocimiento reciproco entre Bs As y Asunción, en el cual, si bien quedó asentado que la junta de Asunción no estaba sujeta a la junta de Buenos Aires se sientan las bases para la conformación de una confederación o entidad política superior a las dos provincias. Fulgencio Yegros militar criollo al mando de las milicias paraguayas mayormente constituidas por criollos concuerda con las ideas independentistas de Belgrano y acuerdan también deponer a ex gobernador español y actual presidente de la junta paraguaya don Velasco, a fin de que las juntas de Bs As y Asunción fueran aliadas en la emancipación del continente. Yegros lleva adelante la conspiración junto con los criollos militares que lo seguían y llaman al primer congreso el 24 de julio de 1810 creando el primer gobierno patrio paraguayo que queda conformado por el pte Fulgencio Yegros y los vocales Juan Pedro Caballero, Dr. Gaspar Rodríguez de Francia, Fernando de la Mora y el clérigo Francisco Xavier Bogarin. Sin embargo el Dr. Francia, que contaba con un fuerte apoyo popular rápidamente impuso su convicción de que no debían mantener con Bs As mas que relaciones diplomáticas cordiales limitando la posibilidad de un plan de acción común para la organización y liberación del continente. Artigas: Americanista y Federal Mientras todo aquello acaecía en referencia a la provincia paraguaya, en la Banda Oriental las cosas no salían mejor para nuestra patria grande. Jose Gervasio Artigas fue un líder popular, un caudillo que protegía los intereses de la provincia Oriental, pero que ante todo defendía a las Provincias Unidas como su patria. Su enfrentamiento con el gobierno de Bs As se debió a las reiteradas traiciones de los porteños, y su abandono frente a la invasión portuguesa, pero nunca quiso la independencia del Uruguay. Por ello es tan irónico que hasta nuestros días se lo reconozca como el padre de Uruguay, entronización realizada por la historia oficial liberal como una burla a sus más caros propósitos y sentires. Cuando la primera junta de Bs As se constituye como gobierno, nombra a Artigas que era oficial del cuerpo de blandengues de Montevideo al mando del ejército que va a liberar la Banda Oriental. Dicho ejército sitia Montevideo y estaba a punto de hacer caer la plaza fuerte, cuando la junta de Bs As, temerosa de su propia integridad si España y Portugal se aliaban en su contra, pacta con los realistas el reconocimiento de la autoridad del virrey de Lio en la Banda Oriental. Artigas, en desacuerdo pero aun obediente de los mandatos del gobierno que el reconocía como patrio, se retira de Montevideo hasta la actual provincia de Corrientes, dando lugar a uno de los grandes hechos de nuestra historia conocido como el Éxodo oriental o redota, ya que no solo el ejercito, sino todo el pueblo de la Banda Oriental se retira junto a él. Lo cual no solo demuestra que José Gervasio Artigas era ya un gran líder popular, sino también la necesidad de protección de los pobladores de la zona de Montevideo ante el abandono de la junta porteña. En medio de esta situación se da un hecho interesante, que es que Artigas envía cartas al Paraguay solicitando apoyo financiero y hombres para combatir. Esta correspondencia deja traslucir que había una connivencia de propósitos e ideales entre Fulgencio Yegros y otros patriotas paraguayos y Artigas, en el objetivo de enfrentarse a la amenaza del Brasil y al dominio excluyente de Bs As., pero también deja de manifiesto que el Dr.
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