NUEVA SOCIEDAD NRO. 7 JULIO- AGOSTO 1973, PP. 48-60 El futuro del programa de Godesberg Von Oertzen, Peter Peter von Oertzen es profesor de ciencias políticas y ministro de educación y cul­ tura de Bajo Sajonia. Por el Congreso de Hannóver de 1973 del Partido Socialdemó­ crata Alemán fue elegido como presidente de la Comisión partidaria que tiene la tarea de elaborar las pautas para la política de los años 80. Desde su aprobación en 1959, el "Programa de Godesberg del SPD" ha permaneci­ do indiscutible, en principio, durante más de diez años, tan indiscutible como el ca­ rácter de la socialdemocracia en calidad de partido popular izquierdista moderado de reformas democráticas y sociales. Hoy día - en el año 1972 parece tambalearse la idea que, desde 1959, se habían formado el público alemán del SPD y el SPD de sí mismo 1. Desde 1969, la comunidad de trabajo de los jóvenes socialistas en el SPD, los "Ju­ sos", ha desarrollado una programática propia, una estrategia y una táctica políti­ cas propias que se diferencian clara y expresamente de la política oficial del parti­ do en conjunto. La tan citada frase del vicepresidente de los jóvenes socialistas, Thomas von der Vring, pronunciada en el Congreso Federal de Munich en 1969: "Somos el SPD de los años ochenta", reduce las pretensiones de los jóvenes socialis­ tas y su desafío al partido en conjunto a la formula más concisa e inculcable que pueda concebirse. Pero, desde hace ya tiempo, la labor de los jóvenes socialistas en el SPD no es lo único que determina la pregunta por el futuro del Programa de Godesberg. El im­ pulso que partió de los "Jusos", ha producido efectos más allá de su estrecho ámbi­ to. En el SPD parece que se está formando una "izquierda" amplia que, si se presta crédito a ciertos sectores de la opinión pública, se dispone a reconvertir el SPD en un "partido socialista de clases" y a tirar a la basura el Programa de Godesberg. Aún pasando por alto la propaganda tendenciosa de la prensa conservadora de de­ rechas, para la que no sólo Joshen Steffen y Peter von Oertzen, sino también Erhard 1El autor está ligado a su tema por un interés doble: por su condición de profesor de ciencias políti­ cas, el análisis histórico y sistemático de la política socialista figuró siempre entre las materias prin­ cipales de su trabajo; en su calidad de político socialdemócrata, ha participado personalmente en la discusión interna del SPD desde hace casi dos decenios. Por eso, este estudio tiene necesariamente el carácter tanto de una contribución a la discusión, hecha por una persona comprometida, como de un análisis objetivo. Por esta razón, se limitarán al mínimo indispensable las pruebas históricas y las indicaciones bibliográficas en forma de notas científicas. NUEVA SOCIEDAD NRO. 7 JULIO- AGOSTO 1973, PP. 48-60 Eppler y, últimamente, incluso Helmut Schmidt son "radicales de izquierdas", se tiene, inclusive entre los observadores serios de la evolución política, la impresión muy extendida de que el SPD se desarrolla hacia la "izquierda" y, por consiguiente, se aleja del Programa de Godesberg. Esta opinión ha sido motivada por los resulta­ dos, para muchos sorprendentes, de la Asamblea Extraordinaria del Partido cele­ brada en Bonn-Bad Godesberg en 1971, por la inquietud política en algunas organi­ zaciones del partido (la controversia entre Joshen Vogel y la mayoría de los miem­ bros del SPD en el subdistrito de Munich es sólo un ejemplo) y, finalmente, por su­ cesos espectaculares, como los acaecidos en torno de la persona de Karl Schiller, y otros incidentes. La resolución fundamental de Godesberg Hasta hoy día, la fundamental significación política del Programa de Godesberg se atribuye frecuentemente a que el "dogma marxista de la lucha de clases" haya sido arrojado por la borda lo que para unos es positivo , o a que haya sido traicionada la "tradición socialista del SPD" lo que para otros es negativo. En las "Tesis acerca de la estrategia de los Jóvenes socialistas en el SPD" redactadas por la organización de los "Jusos" del distrito de Hannóver, se encuentran estas frases: "Con el Progra­ ma de Godesberg termina, también oficialmente, la fase del partido obrero antica­ pitalista... Godesberg significa la confesión de la derrota del reformismo clásico... El partido obrero antaño socialista, el partido de los subprivilegiados se ha conver­ tido en un aparato, integrado en el sistema, de poder y de mediación de diversos intereses" 2. Esta constatación es, a lo sumo, una verdad a medias dicho en términos suaves. La socialdemocracia no "ha sido nunca un partido obrero socialista" en el sentido es­ tricto de las teorías de Marx. (Por cierto que esto ha sido también admitido abierta­ mente por los jóvenes socialistas en otra parte. 3. Desde el principio, el carácter de la socialdemocracia alemana quedó marcado por la ruptura entre la teoría revolu­ cionaria marxista en una versión tosca y una práctica política "reformista" total­ mente diferente en el partido y los sindicatos 4. Las fuerzas realmente revoluciona­ rias, que indudablemente existieron también en la antigua socialdemocracia, aban­ donaron el partido al ocurrir la escisión durante la primera guerra mundial y se in­ 2Véase: Jungsozialisten Bezirk Hannover , Schulungsmaterialien, Schulungspapier O, Pág, 7/8, Verlag Sozialistische Aktion, Wunstorf 1972 3Compárese: Schulungspapier 4, Grundkonzeptionen sozialdemokratischer Politik I, Ibíd. 4Para la socialdemocracia antes de 1914 y sus singulares relaciones con el marxismo, continua ri­ giendo la exposición clásica: Erich Matthias, Kautsy und der Kautskyanismus, Marxismusstudien, Band 2, Tübingen 1957, Pág. 151 NUEVA SOCIEDAD NRO. 7 JULIO- AGOSTO 1973, PP. 48-60 tegraron en el movimiento comunista. La disposición intelectual del SPD de la Re­ pública de Weimar, emergido de dicha escisión, la describió muy certeramente Heinrich Deist, el difunto político socialdemócrata especializado en economía, en las Asamblea del Partido celebrada en Stuttgart en 1958: "Cuando abarco ese perio­ do, ese... periodo entre 1918 y 1933, vuelvo a darme cuenta exacta de que... toda la terminología y toda la discusión estuvieron dominadas por determinados concep­ tos dogmáticos y de que, por contra, se practicó una política completamente opor­ tunista que ya no tenía que ver ni lo más mínimo con la doctrina defendida" 5. Y en la misma asamblea, Deist sacó también la consecuencia práctica de ese razona­ miento: "Entre nuestra doctrina política y la actuación concreta no debe haber nin­ gún comercio intermediario con antigüedades. Nuestro obrar práctico deberá ser tal que pueda derivarse, sin ruptura alguna, de nuestra concepción política funda­ mental" 6. Este "comercio intermediario con antigüedades" se acabó efectivamente en Godesberg. Los principios del partido fueron ajustados a una práctica ejercitada desde hace más de 40 años y quedaron archivados estos "determinados conceptos dogmáticos" tradicionales. Si las múltiples ramificaciones de la discusión sobre el Programa de Godesberg y el texto aprobado finalmente, los atribuimos a las resoluciones político-psicológicas fundamentales que contienen y ocultan, resultan entonces los siguientes puntos centrales de la reorientación: El SPD se despidió definitivamente de la ideología, del lenguaje y del proceder ex­ terno del radicalismo revolucionario de cuño marxista. Ya no era todo el "sistema", ya no era esa sociedad capitalista en conjunto lo que había que revolucionar, sino que la voluntad de reforma del partido quedó orientada hacia sectores parciales de un orden social y político aceptado en sus bases. La clara adhesión a la Ley Funda­ mental, como forma jurídica del Estado democrático aceptado, es el punto crucial de este cambio. La evolución del "partido de clases" al "partido popular" concordó con dicha adhe­ sión. Claro que esta transformación fue un cambio de estilo más que un cambio de la verdadera composición social y económica del partido. Ya antes de 1933 y, con mayor razón, después de 1945, aparte de por los obreros, el partido fue también apoyado por empleados, funcionarios, trabajadores por cuenta propia y por inte­ lectuales. Incluso después de 1959, los trabajadores representaron la gran mayoría de los afiliados y electores del partido. Pero la amplia renuncia a los conceptos, 5Asamblea del Partido, Stuttgart 1958, Protokoll, Pág. 250 6Ibíd., Pág. 188 NUEVA SOCIEDAD NRO. 7 JULIO- AGOSTO 1973, PP. 48-60 símbolos y modales del antiguo "movimiento socialista obrero" tuvo efectivamente una profunda significación para la autocomprensión del partido. (Así, pocos meses después de lo de Godesberg, la presidencia del partido hizo suprimir tácitamente la fórmula final "Con saludos socialistas" en su correspondencia oficial.) - Un cambio político-teórico del SPD, no tan fundamental, pero tanto más signifi­ cativo en cuanto a lo táctico-psicológico, fue la renuncia expresa al tradicional anti­ clericalismo librepensador. - Otro hecho de importancia fundamental y relacionado estrechamente con la re­ nuncia al radicalismo revolucionario, lo constituyeron el abandono del tradicional antimilitarismo motivado bien por la lucha de clases, bien por el pacifismo y la adhesión a la defensa nacional. - El núcleo de las resoluciones de Godesberg y objeto de la más vehemente discu­ sión incluso en la Asamblea misma fue, sin embargo, el desplazamiento de las prioridades en el programa de política económica. La adhesión expresa a la propie­ dad privada de medios de producción, "siempre que no obstaculice la creación de un orden social justo",
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