2020, 1(1), 219-231, eISSN: 2707-3327 LA NOCIÓN DE LO SINIESTRO EN “GUÍA EN LA MUERTE” DE GUADALUPE DUEÑAS: UNA APROXIMACIÓN DESDE LO OMINOSO FREUDIANO RICARDO TRINIDAD VELÁZQUEZ UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO, MÉXICO Recibido: 01/12/2019 Aceptado: 26/12/2019 El tesón de la sangre anda de rojo; anda de añil el sueño; la dicha, de oro. José Gorostiza en Muerte sin fin RESUMEN Guadalupe Dueñas (1920–2002) fue una escritora mexicana que se consagró como figura literaria con la publicación de sólo 4 libros narrativos: Tiene la noche un árbol (1958), No moriré del todo (1976), Imaginaciones (1977) y Antes del silencio (1991). Sus textos tradicionalmente se han interpretado desde la visión de lo fantástico, puesto que usualmente combina visiones de realidades distintas en un mismo espacio narrativo. Algunos de sus trabajos tienden a ir más hacia el horror; sin embargo, conforme su obra se ha ido revisitando, se han aventurado nuevas posturas de lectura que dan cuenta de la variedad y riqueza de temas. En este trabajo en particular, aplicaremos la visión clásica de lo ominoso freudiano a uno de los cuentos de Dueñas que goza de mejor divulgación. PALABRAS CLAVE: literatura Mexicana, literatura de Horror, ominoso, siniestro, Sigmund Freud, Unheimliche, momias. 219 La noción de lo siniestro en ‘‘Guía en la muerte’’ de Guadalupe Dueñas ABSTRACT Guadalupe Dueñas (1920-2002) was a mexican writer who was established as a prominent literary figure with the publication of only 4 narrative books: Tiene la noche un árbol (1958), No moriré del todo (1976), Imaginaciones (1977) and Antes del silencio (1991). Her texts have been traditionally studied from the fantastic realm, since she usually combines perspectives from different realities in the same narrative space. Some of her stories move rather more to horror; however, just as much as her work has been revisited, new reading interpretations have been introduced, revealing the variety and richness of topics. In this particular paper, we intend to link the classic concept of the Freudian ominous to one of Dueñas’s tales that ensured good dissemination. KEYWORDS: mexican literature, horror literature, ominous, sinister, Sigmund Freud, Unheimliche, mummies. B Tiene la noche un árbol (1958) es el primer libro de cuentos de la escritora jalisciense, Guadalupe Dueñas. Aun cuando los temas son varios dentro de la colección de cuentos, el propósito de este artículo consiste en ensayar la lectura de los textos de la autora a partir de la perspectiva estética de lo siniestro de acuerdo con el trabajo de Sigmund Freud, Das Unheimliche (1919) (traducido al español como Lo ominoso o Lo siniestro), y, con ayuda de sus observaciones, señalar algunos rasgos prototípicos que nos ayudarán a desmadejar el aspecto ominoso en la obra de Guadalupe Dueñas. Freud (2006) comienza haciendo un análisis del término en cuestión, Unheimliche, a partir de su traducción y uso en otras lenguas varias; en español se conoce generalmente como lo ominoso. Después, por oposición, el autor trabaja con las definiciones de Heimliche y aquello que permiten atisbar sobre su uso en la lengua germana. Así pues, este vocablo alemán se refiere a lo familiar, lo íntimo, que no es ajeno y que nos resulta conocido, es un adjetivo que se aplica a lugares, a los animales (en el sentido de doméstico) y a las situaciones; está rodeado de las connotaciones de seguridad, confianza, 220 Ricardo Trinidad Velázquez protección y amabilidad; evoca también lo placentero, lo confiable, el bienestar y la satisfacción. En una segunda acepción, Heimliche se refiere a aquello que es íntimo y que por ello se mantiene en calidad de privado, oculto y secreto, no visible a cualquiera: las partes íntimas y el baño, por ejemplo. Por oposición, Freud (2006) rescata una cita de Schelling “que enuncia algo completamente nuevo e inesperado sobre el contenido del concepto unheimlich: Unheimlich sería todo lo que debía haber quedado oculto, secreto, pero que se ha manifestado” (p.225). De esta forma, para el psicoanalista, el efecto de lo ominoso se da cuando aquello que resultaba familiar deja de serlo, es decir, lo que era conocido, cómodo o común se transforma en algo ajeno, inesperado o extraño. Es necesario aclarar que Freud basa su ensayo en el antecedente de Ernst Jentsch: Zur Psychologie des Unheimlichen. De acuerdo con la referencia que se hace a dicho texto, para Jentsch es necesario que exista una “incertidumbre sobre si una figura determinada que tiene ante sí es una persona o un autómata, y de tal suerte, además, que esa incertidumbre no ocupe el centro de su atención, pues de lo contrario se vería llevado a indagar y aclarar al instante el problema” (Freud, 2006, p.227). Esto será lo que producirá el efecto ominoso. En este punto, Freud marcará distancia con Jentsch, pues el primero aclara que lo ominoso va más allá de mantener esta incógnita y procederá a realizar un análisis de situaciones que destacan justamente por ser ominosas. Coincidiendo con su predecesor, Freud toma los cuentos de E.T.A Hoffmann como ejemplos claros de lo Unheimliche; ambos se referirán a “El hombre de arena” y a la cuestión de los autómatas que aparecen en el cuento como ejemplo de lo siniestro. Después de evaluar “El hombre de arena” de Hoffmann, Freud llega a la conclusión de que la causa del carácter ominoso del texto, más allá de la confusión con los autómatas, radica en el complejo infantil de la castración, matizado a través del temor a la mutilación y refiriéndose al hecho de que el arenero arranca los ojos a sus víctimas. Sin embargo, esto le servirá para ahondar en otros fenómenos siniestros cuyas bases se encuentran en la edad infantil. Por ejemplo, aquello que Jentsch ve como abominable en el autómata Olimpia y, en general, en las muñecas; Freud lo reduce a la simple observación de que, en cierta etapa de la infancia, no somos capaces de distinguir entre lo animado y lo inanimado. De acuerdo con el psicoanalista, la sensación de lo ominoso surge cuando esas angustias y temores infantiles olvidados o reprimidos tiempo atrás, se evidencian de nueva cuenta. Una de 221 La noción de lo siniestro en ‘‘Guía en la muerte’’ de Guadalupe Dueñas esas angustias se manifiesta como un complejo de alteraciones del sentido del Yo: “[…] se trata de un retroceso a fases singulares de la historia de desarrollo del sentimiento yoico, de una regresión a épocas en que el yo no se había deslindado aún, netamente, del mundo exterior, ni del Otro” (Freud, 2006, p.236). Estas alteraciones del Yo, hacen que no se reconozca algún rasgo como propio, por lo que fenómenos como la presencia de dobles, telepatía (salto de procesos anímicos de una persona a otra), la duplicación, la división, la permutación y el permanente retorno a lo igual están incluidos en dicha categoría. Además de estos factores, Freud identifica algunos otros que permiten a lo angustiante volverse ominoso: el animismo (entendido como la relación entre fuerzas desconocidas y objetos), la magia y el ensalmo (vinculada estrechamente al animismo), la omnipotencia del pensamiento (los pensamientos que se anticipan a los hechos), el nexo con la muerte, la repetición no deliberada (las coincidencias vistas como presagios) y el complejo de castración (relacionado también con la mutilación). Para cada uno de los elementos anteriores sigue siendo válida la noción de lo familiar que se transforma en siniestro, es algún componente no sólo de nuestra infancia personal, sino también de la historia humana, entendiendo lo primitivo como la etapa pueril del género: “[..] a menudo y con facilidad se tiene un efecto ominoso cuando se borran los límites entre fantasía y realidad, cuando aparece frente a nosotros como real algo que teníamos por fantástico, cuando un símbolo asume la plena operación y el significado de lo simbolizado” (Freud, 2006, p.244). Para concluir con Das Unheimliche, su autor aclara la diferencia existente entre lo ominoso en la vida y lo ominoso en la ficción literaria especificando que esta última intervención debe ser revisada más a fondo. Freud remarca la importancia de la intencionalidad del autor dentro de la obra, pues será él quien decida cuáles rasgos de la realidad permearán en el texto como una premisa fundamental de dicha realidad poética. Siendo así, situaciones que en la vida podrían considerarse ominosas no lo son dentro de un texto determinado, por ejemplo, en el cuento tradicional, resulta natural encontrar objetos animados, animales humanizados, fantasmas y apariciones, dobles y hasta cadáveres vivientes; por otro lado: 222 Ricardo Trinidad Velázquez La situación es diversa cuando el autor se sitúa en apariencia en el terreno de la realidad cotidiana. Entonces acepta todas las condiciones para la génesis del sentimiento ominoso válidas en el vivenciar, y todo cuanto en la vida provoca ese efecto lo produce asimismo en la creación literaria (Freud, 2006, p.249). Justamente es en el texto literario donde se da una mayor libertad para la experimentación sobre lo ominoso, el mismo Freud nos advierte sobre el provecho que el autor puede tomar para acrecentar y multiplicar lo siniestro, creando situaciones difíciles de experimentar en la realidad efectiva. En algunas situaciones, el autor nos mentirá, haciéndonos creer que el relato se ubica al nivel de nuestra realidad para después sorprendernos con la intromisión de algo que no pertenece a ello, esto puede causar un efecto ominoso. Otro mecanismo para crear esta sorpresa consiste en ocultar las verdaderas premisas que rigen el mundo de la obra literaria para revelarlas ingeniosamente hasta el final. Respecto al efecto que producen esos trucos, Freud (2006) nos dice: “Permanece en nosotros un sentimiento de insatisfacción, una suerte de inquina por el espejismo intentado”.
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