1.- LA ARTILLERIA EN ULTRAMAR DESDE EL DESCUBRIMIENTO HASTA EL SIGLO XVIII. Relataremos la cronología histórica por Departamentos de Ultramar DEPARTAMENTO DE CUBA. Cuando Cristóbal Colón realizó su primer viaje a América, contaba con artillería, como lo prueba que dejara a su regreso a España en el Fuerte de Navidad de la isla La Española, “quarenta hombres con artillería, é armas é vituallas”1. Con esta cita se pretende significar que siempre en nuestras expediciones ultramarinas estuvo presente la artillería, ya que, los conquistadores conocían sus efectos y deseaban contar con ella para el mejor éxito de sus empresas dada la ventaja que este tipo de armas les proporcionaba. 1.- MAPA DE LA ISLA DE CUBA Hasta 1.540, después del saqueo que sufrió por corsarios y piratas, poco menos que impunemente, no contó Cuba con un fuerte debidamente artillado. Al primer fuerte se le denominó “Fuerza Vieja” y se artilló con un cañón de 47 quintales, de los llamados “salvajes” que según las memorias de la época tenían poca eficacia en fuego. La continua presencia de filibusteros que codiciaban La Habana, obligó a los Gobernadores a dotar de materiales artilleros de mayor eficacia instalando piezas de numerosos calibres y formas.2 1 Historia de la Artillería Española. Jorge Vigón Tomo I. Pág. nº 445. 2 En 1.552 se contaba con: una culebrina de 70 quintales; siete medias culebrinas de 40 a 45 quintales; dos medios cañones de 30; una pieza de ocho quintales, cuatro o cinco falconetes (tres de ellos quebrados) y diez pecezuelas de hierro. Todas las piezas eran de dudosa eficacia. Para su servicio 1 En 1.556, se fortificó el puerto de La Habana con un fuerte de planta cuadrada con plataforma para dos piezas, pero las circunstancias hicieron que veinte años después la fortaleza aun estuviera inacabada3.Al finalizar el siglo XVI, el Gobernador de Cuba Gabriel de Luxán da cuenta de que La Habana solo cuenta con seis piezas de artillería, una de ellas inútil, seis lombarderos y un condestable. 2.- FALCONETE DEL S. XV Y DETALLES DEL TUBO Y EL “CIERRE” En 1.658, los filibusteros atacaron Puerto Príncipe y Santiago de Cuba llevándose los cañones de los fuertes y las campanas de las iglesias y volando después las fortificaciones. había 10 artilleros. Se mandaron para intentar paliar la situación en mayo de ese mismo año, dos medias culebrinas; dos sacres; dos cañones: cuatro falconetes tres pasamuros de hierro, veinticuatro lombardas de hierro y veinticinco versos. Obra citada pág. nº 452. 3 En 1.570 se encarecía la necesidad de terminar la fortaleza para lo que se proponía que se mandaran los trescientos esclavos negros desde La Florida añadiendo que una vez acabada “con que se vendan los esclavos se comprará la artillería necesaria para ella y sobrarán dineros”. Obra citada pág. nº 453. 2 A pesar de las dificultades de material y personal, los castillos de la Fuerza y el Morro fueron artillados con treinta piezas de diversos calibres. La dificultad de mandar personal dio lugar a que dispusiera el Rey Carlos II en 1.678 la creación de una escuela para artilleros en La Habana, encargando al Capitán General que eligiera al más inteligente de los destinados en la plaza para nombrarlo Artillero Mayor. ISLA DE PUERTO RICO 3.- MAPA DE LA ISLA DE PUERTO RICO. Cuando en la conquista de Puerto Rico, Ponce de León funda la ciudad de Caparra, solicita del Rey Fernando el Católico el envío de armas y pertrechos para la defensa de su casa-fortaleza. El Rey dirige a los oficiales reales de Sevilla una Real Célula en la que se dice “Para entretanto se hacen dos fortalezas en la ciudad de Puerto Rico y San Germán, donde estén seguros nuestros caudales, daréis a Ponce armas y 3 pertrechos para que teniéndolos en su casa (Caparra) de Puerto Rico, con un artillero, toda nuestra cuenta, sirva de fortaleza dicha casa”4 En 1.587 la isla llamó la atención en la metrópoli y de inmediato se enviaron tropas, armas, municiones y artillería y se artillaron las defensas de la ciudad y la bahía. Según la cuenta que hacia Diego Menéndez de Valdés al Rey, se habían emplazado en el puente, por el que los posibles enemigos podían entrar en la ciudad, dos falconetes y dos piezas de hierro colado, servidas por un caporal y doce soldados; en una plataforma situada en la Puerta del Boquerón, otras dos piezas de hierro colado de ocho y nueve quintales; en la caleta de los Frailes, tres piezas, una de bronce de de seis quintales y dos de hierro colado; en la plaza del Castillo del Morro, otras seis y en el cerro de los Ahorcados, otras cuatro. Un total de 19 piezas para salvaguardar la capital de la isla que estaba sometida continuos ataques. El 24 de septiembre de 1.625, los holandeses con una potente escuadra al mando del general Boudoyno Henrico, formada por 17 naves y 2.500 soldados, desembarcaron en la isla y ocuparon la capital. El gobernador español D. Juan de Haro se encerró en el Casillo del Morro con trescientos hombres y resistió heroicamente durante 39 días. La lucha continuó sin tregua con gran ferocidad hasta la derrota de los holandeses que se retiraron de la isla el 1º de noviembre con enormes pérdidas en hombres y bagajes. La victoria española es tanto más digna de ser considerada heroica, cuanto que la guarnición era muy escasa y la artillería disponible muy poco eficaz con varias piezas inútiles. El licenciado Diego Larrasa en su crónica relata estos hechos haciendo relación expresa de la artillería en los siguientes términos: “entró el enemigo tan a salvo como si fuese por uno de los puertos de Holanda o Zelanda, por ser los artilleros tan pocos y la artillería tal mal parada que muchas piezas al primer tiro se apeaban por estar cureñas y encabalgamientos viejos”5. Los bucaneros y filibusteros durante todo el siglo XVII mantuvieron en continua alarma a la isla cuya guarnición supo siempre defenderse y mantener la isla fuera del alcance de aquellos. Los ingleses en el año 1.678 intimaron, una vez más sin éxito, la rendición de la capital. 4 Un año después ante una nueva petición de Ponce, se ordenó que se le entregaran seis espingardas. Obra citada pág. nº 447. 5 Obra citada pág. nº 451. 4 ARCHIPIÉLAGO DE FILIPINAS Y DEPENDENCIAS. Para su viaje por la ruta de las especias, Fernando de Magallanes, partió de Sevilla el 10 de agosto de 1.519 con una flota de cinco naos y un contingente de 234 hombres abastecidos con víveres para dos años. La flota llevaba a bordo 14 piezas de artillería. Tras varios meses de navegación, llegó a la deshabitada isla de Homonhon, al sudeste de la de Samar el 16 de marzo de 1521. Fue el descubrimiento de las islas que posteriormente se denominaron Filipinas. En la dificultosa travesía de la escuadra, se perdieron 4 navíos y 216 hombres. El 26 de agosto en lucha con un reyezuelo de la isla de Mactán6, llamado Lapu Lapu, Magallanes murió de un flechazo. Fue Juan Sebastián Elcano el que tomó el mando de flota y regresó a Sanlúcar el 7 de noviembre de 1.522 después de dar la vuelta al mundo. La nao que se dirigió de Sanlúcar a Sevilla, arribó al puerto con una jubilosa descarga de su artillería. En un principio los españoles no contaron con artillería. En la ocupación del fuerte filipino de “May-nila”, nuestras tropas pudieron utilizar como artillería propia la obtenida del enemigo constituida por versos, falconetes y lantacas de diversa procedencia y de pequeño calibre. En 1.584 se edificó dentro de la ciudad de Manila a la parte de tierra, la fortaleza de Nuestra Señora de la Guía, para cuyo artillado se ordenó que se fundieran7 varias piezas. Se cree que se fabricaron en Filipinas 26 piezas gruesas y 20 menudas, que se consideraban insuficientes para la defensa de las islas, por lo que el Gobernador exponía al Virrey de Nueva España, de quien dependía el archipiélago, la necesidad de de recursos militares para la defensa de la isla de Luzón. Finaliza el siglo XVI con el Gobernador Antonio de Murga que informa en 1.588 al Rey en su Relación, de la necesidad “de que haya acopio de artillería, de que hay, al presente, poca y mala”; de reponer las armas, ya que de las que se dispone “son muy pocas y están podridas; de proveer “de artilleros, de los que hay pocos, y esos no entienden la Artilleria; de repasar las cureñas, de reconocer la munición y refinar la pólvora”. En 1.599 dicta una Ordenanza, en la que por vez primera figura que “el factor veedor de la Real Hacienda ha de tener a su cargo la artillería, las armas y las municiones”8 6 Esta isla está situada en la costa este de la isla de Cebú y frente a la ciudad del mismo nombre. 7 En 1.576, fueron enviados a Manila cinco artilleros y el fundidor Robles, con el encargo de instruir en las islas más personal artificiero y armero. Obra citada pág. nº 494. 8 Obra citada pág. nº 495 y 496. 5 4.- LAS ISLAS FILIPINAS EN UN MAPA DE 1.896 Durante el siglo XVII, fueron constantes las luchas contra los moros de Mindanao y Joló y con todo tipo y procedencia de piratas, empleándose profusamente la artillería. Los holandeses intentaron en cuatro ocasiones establecerse en las islas y siempre fueron rechazados. Las necesidades de defensa para hacer frente a los riesgos que continuamente acechaban al archipiélago, llevaron a los gobernadores a reforzar las guarniciones y la artillería.
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