EL CAPITAL SOCIAL MOVILIZADO CONTRA LA POBREZA Bernardo Kliksberg Marcia Rivera Bernardo Kliksberg El capital social movilizado contra la pobreza: la experiencia del Proyecto de Comunidades Especiales en Puerto Rico / Bernardo Kliksberg y Marcia Rivera - 1a ed. - Buenos Aires : Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO; San José: Oficina de Comunidades Especiales de Puerto Rico, UNESCO, 2007. 272 p. ; 23x16 cm. (Colección Secretaría Ejecutiva) ISBN 978-987-1183-80-7 1. Pobreza. 2. Desigualdad Social. I. Marcia Rivera II. Título CDD 362.5 Otros descriptores asignados por la Biblioteca Virtual de CLACSO: Pobreza / Desigualdad Social / Capital Social / Liderazgo / Politica Social / Desarrollo Económico y Social / Comunidades Especiales / América Latina / Caribe / Puerto Rico Colección Secretaría Ejecutiva EL CAPITAL SOCIAL MOVILIZADO CONTRA LA POBREZA LA EXPerIENCIA Del PrOYecTO DE COMUNIDADes ESPecIAles EN PUerTO RICO Bernardo Kliksberg Marcia Rivera Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Colección Secretaría Ejecutiva Director de la Colección Emir Sader - Secretario Ejecutivo de CLACSO Coordinador Académico Pablo Gentili - Secretario Ejecutivo Adjunto de CLACSO Área de Difusión y Producción Editorial de CLACSO Coordinador Jorge Fraga Edición Responsables: Ivana Brighenti - Mariana Enghel | Revisión de pruebas: Laura Kaganas Diseño editorial Responsable: Miguel A. Santángelo | Equipo: Marcelo Giardino - Mariano Valerio Divulgación editorial Responsable: Marcelo F. Rodriguez | Equipo: Sebastián Amenta - Daniel Aranda - Carlos Ludueña Arte de tapa Mariano Valerio Impresión Gráficas y Servicios SRL Primera edición El capital social movilizado contra la pobreza La experiencia del Proyecto de Comunidades Especiales en Puerto Rico (Buenos Aires: CLACSO, diciembre de 2007) ISBN 978-987-1183-80-7 © Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Queda hecho el depósito que establece la Ley 11723 CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - Conselho Latino-americano de Ciências Sociais Av. Callao 875 | piso 5º | C1023AAB Ciudad de Buenos Aires | Argentina Tel [54 11] 4811 6588 | Fax [54 11] 4812 8459 | <[email protected]> | <www.clacso.org> Patrocinado por: COMUNIDADES COMUNIDADES Banco de Desarrollo Económico ESPECIALES ESPECIALES para Puerto Rico PUERTO RICO PUERTO RICO Estado Libre Asociado de Puerto Rico No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo del editor. La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras colaboraciones incumbe exclusivamente a los autores firmantes, y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO. A los líderes comunitarios de Puerto Rico, quienes constituyen una reserva de esperanza, de valores éticos y de inagotable solidaridad ÍNDICE INTRODUCCIÓN | 11 Capítulo I POBREZA Y DESIGUALDAD. LÍMITES AL DESARROLLO DE PUERTO RICO | 21 Capítulo II DESARROLLO DEL CAPITAL SOCIAL EN LAS COMUNIDADES ESPECIALES | 55 Capítulo III ABRIENDO CAMINOS. LA INFRAESTRUCTURA Y EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO EN LAS COMUNIDADES ESPECIALES | 87 Capítulo IV LOS LÍDERES COMUNITARIOS HABLAN | 101 Capítulo V LAS DIFICULTADES QUE DEBIERON SUPERARSE | 117 Capítulo VI HACIA EL DISEÑO DE UN SISTEMA DE MONITOREO Y EVALUACIÓN DE PROGRAMAS | 129 Capítulo VII EL PROYECTO DE COMUNIDADES ESPECIALES Y LA NUEVA GENERACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES LATINOAMERICANAS. UNA PERSPECTIVA COMPARADA | 165 Capítulo VIII CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES | 213 Anexo 1 LEY PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE LAS COMUNIDADES ESPECIALES DE PUERTO RICO | 227 Anexo 2 METODOLOGÍA PARA LA EVALUACIÓN DEL IMPACTO DEL PROYECTO DE COMUNIDADES ESPECIALES | 237 Anexo 3 SOBRE LOS AUTORES E INVESTIGADORES | 249 Bibliografía | 255 INTRODUCCIÓN PUERTO RICO, la más pequeña de las Antillas Mayores del Caribe, ha demostrado históricamente una gran capacidad para encarar crea- tivamente la multiplicidad de contradicciones, problemas, paradojas, contrastes y desafíos que se le han presentado a lo largo de su histo- ria. El país ha sabido salir adelante frente a devastadores huracanes tropicales, ha superado los impactos de políticas económicas externas que sacudieron fuertemente su base de producción –como fue la do- larización de su economía a principios del siglo XX– y logró afirmar una identidad propia, manteniendo su idioma y su cultura pese a estar inmerso en la órbita política y económica de los Estados Unidos de Nor- teamérica desde 1898, cuando pasó a ser un territorio no incorporado de este país. Durante las primeras décadas del siglo XX, Puerto Rico atravesó un quiebre significativo de su estructura de producción tradicional, basa- da en el café, el tabaco y la caña de azúcar, que se desenvolvía en un siste- ma de haciendas, medianeo (producción donde el propietario pone tierra y los trabajadores mano de obra y dividen la ganancia) y pequeños agri- cultores. En estos años, fuertes inversiones de capital norteamericano trastocaron esa estructura y construyeron un orden económico basado en grandes plantaciones ausentistas de producción azucarera, generando un proletariado rural y desplazando a la burguesía nacional y a buena 11 EL CAPITAL SOCIAL MOVILIZADO CONTRA LA POBREZA parte de la población que perdía acceso a la tierra. Ello indujo una gran emigración a la periferia de las ciudades y generó barrios marginales, donde miles de familias construyeron precarias viviendas para sobrevi- vir. Los niveles de pobreza se dispararon, así como también las luchas y antagonismos hacia el capital y la nación norteamericanas. Fueron años de mucha protesta social y de violencia, que desembocaron en la forma- ción de nuevos movimientos políticos de afirmación puertorriqueña, en reclamo de una redefinición de las relaciones con los Estados Unidos. Como consecuencia, en la década del cuarenta se inició una era en la historia de Puerto Rico con el advenimiento al poder del Partido Po- pular Democrático (PPD), nueva entidad coagulada al calor de las luchas independentistas y socialistas en favor “del pan, la tierra, y la libertad”. Si bien el PPD acordó con los Estados Unidos un nuevo convenio de asocia- ción en función de posiciones mucho más moderadas, de ese hervidero nació una Constitución que estipuló un cierto ámbito de autonomía y de derechos para los puertorriqueños, bajo el esquema político de Estado Libre Asociado. También surgió una camada de políticos comprometidos con sacar al país de los atroces niveles de pobreza y atraso que prevale- cían, a través de lo que llamaron la “Operación Manos a la Obra”. Con esa estrategia, lograron acuerdos y leyes favorables en Estados Unidos y Puerto Rico para estimular la inversión norteamericana en la manu- factura. Bajo ese paradojal esquema de relaciones, el PPD emprendió un gran esfuerzo de industrialización y urbanización de Puerto Rico que generó miles de puestos de trabajo, revitalizando rápidamente la decaída economía y asegurando el poder político por 27 años consecutivos. En poco tiempo el pequeño país caribeño comenzó a presentarse al mundo como ejemplo de una sociedad que pudo transitar con relativa comodidad y en democracia formal el difícil paso de una sociedad rural a una urbana, industrial, y con altos niveles de consumo. Se hablaba entonces del “modelo” puertorriqueño y muchas naciones lo estudiaron para copiar sus iniciativas. Apertura e integración al mercado norte- americano, paz laboral, acceso a créditos para adquirir viviendas y bie- nes de consumo fueron pilares del nuevo proyecto económico y social. En esos años, Puerto Rico se convirtió también en gran laboratorio para las ciencias sociales norteamericanas, que buscaban comprender la llamada ruta de la modernización. Sin embargo, el entusiasmo con el milagro puertorriqueño no duró demasiado porque hacia finales de los años sesenta el país comenzó a mos- trar la contracara del llamado progreso. Primeramente, debe señalarse que los beneficios del crecimiento económico no fueron equitativamente distri- buidos, instalándose una creciente polarización social, que ha llegado has- ta nuestros días. Los pequeños y medianos empresarios puertorriqueños sucumbieron mayoritariamente ante la avasalladora fuerza de las mega- 12 Bernardo Kliksberg y Marcia Rivera tiendas y las empresas norteamericanas de producción y de servicios. El libre comercio fue básicamente unilateral. Los altos niveles de consumo y de endeudamiento personal comenzaron a generar tensión en la población puertorriqueña y disloques en la estructura familiar y comunitaria. Por otro lado, subió notablemente el costo laboral, así como el costo de vida, lo que incidió en que se redujeran las altas tasas de crecimiento económico y comenzara a crecer la desocupación. A partir de los años setenta, en Puer- to Rico se acentuaron la incertidumbre sobre el futuro, la inestabilidad institucional, el quiebre de lazos comunitarios, la disfunción familiar y la inseguridad ciudadana. Tras haber hecho avances notables en reducción de la pobreza, ésta volvió a niveles éticamente inaceptables, que persisten hasta hoy. Aunque todavía prevalezcan niveles de ingreso per cápita más altos que los de otros países de América Latina y el Caribe, Puerto Rico tiene casi la mitad de su población bajo umbral de pobreza y un coeficiente
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