HISTORIA MEDIEVAL ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005, Facinas medieval. El fantasma idrisí y otros relatos (y n) r Juan José Alvarez Quintana n la primera parte de este trabajo situábamos topónimo Facinas hasta nuestros días consideran­ los dos primeros topónimos mencionados do que las formas medievales corresponden efecti­ E por al-ldrisi entre Algeciras y Medina Sidonia (a/- vamente a este lugar? En nuestra opinión es más Rataba y alquería de al-Aba), en las inmediacio­ que posible, si bien es cierto que no estamos capa­ nes del Cerro de Torrejosa y el Cortijo de las Habas citados para analizar las transformaciones sufridas respectivamente. Sobre la alquería Faysana, reali­ por el mismo. En cualquier caso, nos parece de gran zamos una revisión crítica de las hipótesis existen­ ayuda tener en cuenta el propio étimo de Facinas, tes al respecto. que ciframos en el antropónimo Faucius (Faucius + Continuar analizando el "fantasma" idrisí, pasa ana = Fauciana) (2). pues por presentar, sin obviar el debate existente, los argumentos que inducen a relacionar la alquería Otras alteraciones Fisana o Faysana con Facinas. En relación a las obras del ceutí, la errónea ubicación de Facinas tras el río Barbate no sería en FAYS ANA-FACI ÑAS Y EL TRAYECTO RÍO ningún caso el único error existente. A juicio de BARBATE-MEDINA SIDONIA Alemany Bolufer, la obra es más elogiable por la Similitud de las grafías grandeza de la empresa propuesta, la cantidad de A estas alturas no es necesario insistir en la topónimos, distancias y descripciones que contie­ similitud existente entre el actual nombre de la po­ ne, que por la veracidad de los datos (3). blación y la lectura que realizan del topónimo idrisí No es raro encontrar en los textos de al-ldrisi la mayoría de los investigadores. Siguiendo a Gaspar trasposiciones de topónimos o incluso de trayectos Cuesta, no aceptar tal relación es considerar una completos y ello por varias razones. En primer lugar enorme casualidad que casi dos siglos después, en y si pensásemos que redacta el pasaje aquí anali­ 1344, se mencione un topónimo muy similar en la zado a partir de las notas que recoge personalmen­ zona: "Fegina" (1). Los topónimos que recoge el Li­ te, está atestiguado que su paso por la Península bro de la Monteríaen los pasajes próximos {"...Arroyo Ibérica tiene lugar mucho antes de 1154, año en el de Desuella Cabras, Qelada Viciosa; El Helechoso,..., que concluye el encargo del rey Roger de Sicilia. A lomo de la Canaleia,..., Arroyo de Don Sancho'), nos la veracidad de estas notas hay que unir el hacer de hablan de una travesía que discurre por la vertiente los supuestos observadores una vez se encuentra suroeste de las sierras de Saladaviciosa y Fates, ante el reto de crear un discurso coherente. No obs­ bordea luego el conjunto montañoso por sus tante, para confeccionar sus obras utiliza básicamen­ estribaciones septentrionales y continúa por la ver­ te las noticias y textos de otros autores, vertiente tiente oriental en dirección sur. Es decir, se realiza ésta muy bien estudiada por Dúblery Abid Mizal, en un recorrido desde Saladaviciosa hacia Puertollano la que no nos detendremos. pasando por Facinas y ello no deja duda alguna Finalmente, hay que tener en cuenta la mano acerca de la ubicación de la Fegina del onceno. Se de los copistas. No sólo pudieron enfrentarse a tex­ observa a su vez, que el nombre de la población no tos deteriorados sino que al igual que vemos en el es ni mucho menos el único topónimo de la zona caso de los investigadores actuales, pueden trans­ que documentado en 1344, ha permanecido hasta cribir directamente los topónimos acomodándolos a nuestros días. la realidad que ellos conocen. Contamos con tres topónimos similares que pueden asociarse a una misma localización: el idrisí, El propio carácter del poblamiento el alfonsí y el actual. ¿Es viable la evolución del Vimos que algunos investigadores pudieron 4 ALJARANDA, 58, SEPTIEMBRE 2005. HISTORIA MEDIEVAL basar en parte sus hipótesis sobre la loca­ lización de la alquería, en la breve descrip­ ción que ofrece alguna copia de la Nuzhat. Pero si los elementos "zoco y población considerable" pueden utilizarse como ar­ gumentos para asociar el topónimo con un núcleo urbano, la referencia a la existencia de una posada en el lugar, indica que no se treta de una ciudad. No obstante, algu­ nos autores ajenos al debate de la locali­ zación de los hitos idrisíes, se refieren a Fisana en términos de ciudad. Pedro Chalmeta y Christine Mazzoll se ocupan puntualmente de este aspecto al analizar el carácter del zoco de Faysana. Dichos Vista parcial del Valle del Arroyo de Saladavleja, vía natural de acceso al autores aplican a ese zoco que según al- hinterland de Tarifa desde la Depresión de la Janda. Idrisi existe en la alquería, la categoría de "zoco rural extramuros" y "zoco urbano ubicado ex­ Sin embargo, es poco probable que a través de ellos tramuros" respectivamente. pudiésemos saber si la descripción que ofrecen los Chalmeta lee Fasara o Faysara, relacionan­ textos idrisíes se ajusta a la supuesta Faysana- do el lugar con una ciudad a tenor de la definición Facinas o incluso, por qué no, a la Calatrava-Balsana de este tipo de mercado, "el resultante de la llegada de los Badalejos (8). En cualquier caso creemos de tenderos del ámbito rural, que acercan los pro­ conveniente abordar por separado el análisis de ductos a la urbe" (4). Pero también dice de la su­ los textos y las fuentes arqueológicas, evitando puesta ciudad de Faysara, que poseía mercado ru­ establecer relaciones fundamentadas en la exis­ ral con un zoco floreciente (suq amira), lo cual nos tencia de tales restos arqueológicos y perdiendo por impide extraer una conclusión clara sobre el carác­ tanto la posibilidad de contrastar las hipótesis gene­ ter del lugar, dadas estas contradicciones. radas a través del estudio de ambas fuertes por Mazzoli precisa que el topónimo aparece en separado. En el caso concreto que estamos anali­ singular en el Opus Geographicum, cuando las ciu­ zando, esto significa mantener la cautela ante la dades que aparecen en plural suelen ser las que descoordinación de los textos, porque de lo que se tenían una actividad económica importante (5). La trata a fin de cuentas, es evitar dotarlos de la cohe­ cuestión es que igualmente contradice el testimonio rencia que no tienen. del ceutí al hablar de una ciudad, cuando al-ldrisi especifica que es una alquería. Ni Mazzoli ni ; Sólo desfases en las distancias? El recorrido del Chalmeta proponen una localización (6). camino entre el río Barbate v Medina Sidonia ¿Es posible perfilar el carácter de ese lugar Las distancias mencionadas entre los prime­ dadas las perspectivas? De entrada, en nuestra ros hitos de! trayecto (Algeciras, al-Rataba, Al-Aba opinión, no hay contradicciones en concebir una al­ y río Barbate), indican que el ceutí posee un buen quería con mercado, es decir, un núcleo rural que conocimiento de la ruta entre Algeciras y el río. A su precisamente por estar alejado de los centros urba­ vez, si se dice que Al-Aba se encuentra a 6 millas nos, actúa como nexo entre estos y los enclaves del río y ai margen del pequeño descuadre resul­ dispersos. léniendo en cuenta incluso las palabras tante, ello significa que, como han indicado otros de Dúbler, quien habla de parada o alquería con investigadores, e! camino bordeaba la Janda por el posada, puede pensarse no sólo en la existencia de este. una estación, sino que a partir de su ubicación ca­ ¿Qué ocurre a partir de aquí?¿Por qué entre bría plantear incluso la correspondencia con ese tipo el río y Medina Sidonia existen varias contradiccio­ de zoco rural semanal de dimensiones considera­ nes cuando parece conocer a !a perfección los hitos bles y situado en un cruce de caminos, que mencio­ del entorno? Quizás la incongruencia que más re­ na Chalmeta Gendrión (7). salta en el Uns a primera vista, es la distancia que Es cierto que sería de gran ayuda realizar tra­ separaría estos dos puntos, porque en realidad bajos arqueológicos en Facinas a partir de los cua­ Medina se encuentra a unas 10 o 12 millas del río les abordar la problemática desde un nuevo frente. Barbate, entre 18.500 y 24.000 m. Aún teniendo en 5 HISTORIA MEDIEVAL ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005. cuenta que parece un margen demasiado amplio que al-ldrisi eleve de 10 a 17 millas la distancia real (5,5 km), dado que no es un terreno montañoso y que existe entre el río y Medina Sidonia? Si se quie­ que el camino debía ser más o menos lineal (clara re resolver la cuestión es preciso reconstruir la ca­ orientación sureste-nornoroeste deducida del paso dena de errores comenzando por el final, es decir, por las Habas), es muy exagerado elevar la distan­ desde su plasmación en papel hasta el origen. Es cia a 17 millas como propone el Uns ("río Barbate... aquí cuando comienza a cobrar sentido la identifi­ a la alquería de Fisana hay diez millas, a Medina cación de Faysana con Facinas. Además de poseer Sidonia hay siete millas'). La única forma posible de una grafía muy similar, son enclaves que tienen en aceptar que 17 millas es la distancia correcta, pasa común su ubicación a una distancia de 10 millas del por leer entre líneas que el ceutí está pensando en río (Facinas se encuentra a unos 18.575 m. del mis­ la distancia existente entre la misma desemboca­ mo). Considerar que son una misma cosa, supone dura del río y Medina Sidonia.
Details
-
File Typepdf
-
Upload Time-
-
Content LanguagesEnglish
-
Upload UserAnonymous/Not logged-in
-
File Pages5 Page
-
File Size-