'ÁM M PÁM Contriijciones OMEN a LOS EECAÜMD9EES ÁN EN A

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ESTE NUMERO HA SIDO REVISADO POR LA C2.NSÜRA iledacción y Administración Año IX.—Núm. 2.291 Calle de Larra, 8. - 23 de febrero de 1928 Diario independiente de la noche Fundado por D. Nicolás M. Urgoiíi en 1920 Madrid Precio: 10 céntimos PERSPECTIVAS DE ARTE Una dama me escribe: bancarias, los tribunales, las clí­ LUGO 22 (11 n.).—Se conocen Progresos del español El Gobierno de Bélgica—supon­ contemporáneo mundial u n o ,5 "Voy a cumplir treinta años; pe­ nicas y los comercios. Son uste­ nuevos detalles del asesinato que go que es el Gobierno, pues en el cuantos nombres de artistas espa­ ro no los represento. Si tomase des funcionarías del Estado, abo­ ayer comuniqué. El español progresa, diffan h Comité de la Exposición figura un ñoles, y el arte español, por el co;V Por noticias parüculares se su­ que digan los sistemáticos detrac­ en consideración los piropos que gadas, médicas, contables, conce- comisario suyo—^ha tendido sobre trario, rarísima vez aparezca re­ po que en la parroquia de Santa tores de nuestras cosas. Cada dia presentado con pulsación robtisti escucho, si fueran una especie de jalas, y hasta chauffeusas o clió- María de Morey, del Ayuntamien­ se habla más español en el mundo. los muros presuntuosos del Círcu­ plebiscito sobre mi persona, re­ feras, como usted guste. Se han to da Corgo, fué encontrado en la Los países de lengua muy distinta lo de Bellas Artes un buen mues­ en la internacional artística ve­ sultaría que soy guapa y elegan­ cortado ustedes el pelo y adopta­ madrugada del día 21, asesánado a lo aprenden. Los de habla seme­ trario de la pintura contemporá­ neciana. ¡Oh amigos y colegas ita­ te: adorable. Usteti sabe cómo le do la faldita escocesa, más cómo­ la puerta de su domicilio, el opu­ jante' van, poco a poco, dejándose nea, con algún que otro toque de lianos, grandes secretos a voces!... dicen a una estas cosas los Te­ da que el pantalón. Los hombres lento labrador Francisco Sánchez. penetrar por los encantos de la escultura, de su país. Sea, pues, El arte belga—y la Exposición norios de acera, de vestíbulo da ya no ven en ustedes a la dulce DI cadáver tenía la cabeza casi se­ nuestra. Si nos hace falta un ejem. bien venido este conjunto abrevia­ del Círculo puede servir de i'U'- teatro y de plataforma de tran­ compañera, un poco — o un mu­ parada dej tronco. pío, aquí tediemos uno, que kalla- do, y si no completo, por lo tración a lo que voy a decir—, vía. Parecen, cuando mejor se cho—esclava, sino a la rival. Asis­ Un hijo político de la víctima mos en mi popular diario parisien­ menos interesante, de las inquie­ sean cuales fueren sus incursiorií'S timos, más que al ocaso de la ga­ comenzó a esa hora a dar gritos se; de ése que atiende por Comoí- tudes y realizaciones del arte bel­ y algaras por los vericuetos mis producen, discípulos del Arcipres­ en demanda de auxilio, y dijo a dia. No siempre aquellos periódi• te, el del Libro de Biten Amor. lantería, a una lucha de sexos que ga actual, cuando aun conserva­ extremos de las tandencias moder­ algunos vecinois que acudieron que cos se -muestran propicios a reco­ mos, a pesar de la vertiginosidad nas, parece como que nunca quie­ Dispongo, además, de dos espejos concluií-á en la nivelación jurídica corrieo-an detrás de un hombre que nocer tan graciosamente lo que roa para cerciorarme de mí elegancia y y social casi absoluta de los mis­ olvidadiza del tiempo, gratamente re pei-der el contacto con la tradi­ huía, que había asesinado a su toca. Par eso no cumplimos con el recuerdo de aquella otra Expo­ hermosura: uno, el de mi alcoba; mos. Este casi se refiere a la lí­ suegro. menos que con resumir, siquiera, ción artística nacional. Lo misni'!, sición de Arte Moderno Belga que otro, el de los'ojos de mi marido, nea específica que separará siem­ Según esojs noticias particula­ noticia de tanto interés. en realidad, le sucede al franeé:-. se celebró un otoño de los de la Los españoles, en cambio, sob-e que es pintor, y no de los malos pre a un sexo de otro (usted ha­ res, han sido detenidos la hija de Unas damas querían iitiligar Gran Guerra en el Palacio del Re­ todo los más pretendidamenla —oculto su nombr-e por modes­ brá leído los Tres ensayos famo­ la víctima y su marido, que vivían con el anciano. También hsy dete­ les servicios de un peluquero de tiro. apegados a las formas y modci tia—, y que me eligió para su es­ sos de! doctor Marañen). Y esta moda, y entraron en su ohradm: línea es... una línea curva. Me re­ nidos varios vecinos. pasados, parece que no tienen má-i posa por encontrarme digna de ¡Cuál no sería su sorpresa al oír, No sé qué impresión dejará en raíces artísticas nacionales qua fiero a la maternidad. Estoy se­ En un regÍ£t¡ro practicado en el figurar en el Triunfo de la Pri­ Icmicilio de la víctima se han en­ ellas, francesas, en su propia ciu- nuestros artistas y en el público las que, en lo lingüístico, el vola­ mavera, de Botticellíl De esto ha­ guro de que si usted monta al contrado una nayaja y una camisa d.ad, que todas leus clientes del pe­ esta Exposición. Nuestros artis­ luquero se liablaban, de un sillón puk o el esperanto. Por aquí so ce diez años, y todavía no me ha tranvía con esa linea bien osten­ ensangrentada, propiedad del yer­ tas, en general, tienen actitudes habla con más frecuencia de lo puesto en ninguna de sus com­ sible, y van ocupados todos los no de Fixvncisco. a otro, en la cadenciosa lengua de envidiablemente suficientes. Viven Espaiia! que parece algarabía. Ahora qua posiciones alegóricas a represen­ asientos, no faltará un caballero Parece que el móvil del asesina­ en el áureo mundillo del doctor se nos echa encima el centenario tar el otoño. Sigo absolutamente que le ceda el suyo. to ha sido una cuestión de intere­ En París se oye hablar mucho Pangloss: en lo suyo no hay na- de la muerte de Goya, y ya qna primaveral, como este tiempo de No me es posible sino aconse­ ses, porque el anciano había pre­ el castellano; pero hasta semejan­ la que pueda mejorarse, y, en con­ tendido anular una m.ejoi-a hecha tanto se está hablando del gran febrero, en que da gusto andar jarle que adquiera pronto un nue­ te punto no se podía concebir que secuencia, nada tienen que apren­ pintor de Carlos IV, bien que no a pie por Madrid. Precisamente, vo automóvil y busque un chófer a favor del yerno, a quien se se­ llegara. Sin embargo, com) todo der. Tuvieron la dicha de nacei ñala como preisunto asesino, y siempre con la debida discreción, hará cosa • de un mes que en un prudente. No le brindo los míos, tiene .s!t explicación, pronto las un buen día sobre el mismo terri­ transferida a favor de otra hija francesas se enteraron de que una convendría preguntar, y a ser po­ vuelco feliz perdimos el automó­ porque no los tengo. Y si los tu­ torio político que Veláaquez, Goya sible medir, en qué grado se cor- que debía contraer matrimonio al señora americana y sus hijas, en o Zurbarán, y estos hombres, con vil y, milagrosamente incólumes, viese, en la aventurada hipótesis día siguiente de ocurrir el suceso. número suficiente para dar ocupa­ serva su tradición en España. iJn mi esposo y yo determinamos no de que se los ofreciera, por parecer otros varios, hubieron de ungir­ análisis de este linaje daría, prc- ción simultánea a todos los oficia­ nos, de generación en generación, comprar otro. Nos dijimos: "El galante — ¡que anacronismo!—, les de la peluquería, habían i07n?.do babJemenfce, por resultado, el av.:- tranvía, el Metro y el coche de ¿no protestaría su esposo? En to­ y asi hasta, la consumación de los riguar que mientras Goya pe­ hora con anticipación para no abu. siglos, con la gracia creadora de San Fernando, que es el más se­ do caso, su idea de acabar de ves­ rrirse en la espera y charlaban longa la acción de su espíritu guro, lo substituirán." tirse de hombre no me parece mal. su genialidad. Somos en este pun opulento en temas y i-ealizaciones En el Ayuntamiento se ha ha­ mientras^ los émulos de Fígaro iban dejándoles a la moda las os­ to un poquillo como el hidalgo durante todo el siglo XIX y lle­ Nunca he sido partidario de los blado del abastecimiento de agua Y heme aquí, señor, converti­ curas cabelleras. Porque tenvjn, aquel, tan pobretón como quimé­ ga a nuestra hora inspirando ténninqs medios..." en Madrid, y se ha hablado en ' da en pasajera del Metro y del como es natural, el cabello obscu­ ricamente rem.ontado, a quien sir­ constantemente a los artistas Ja términos tendenciosos por parte | tranvía y en... peatona (¡qué pa- ALBERTO INSÜA ro, y eran, al decir del diario pa­ vió en Toledo Lazarillo de Tor- íluropa más señalados, desde De- de un señor concejal, o, al menos, labi-a más fea! ¿Por qué no decir risiense-, brasileñas. mes. En cuanto al público, sin du­ lacroix y Manet hasta los expM- en términos equívocos, y el alcal­ viandantes?). Yo esperaba que da la recibirá con curiosa simpa­ sionistas y algunos ,posí«cpresio- mi elegancia y belleza me servi­ de, en su intervención, dejó la du­ Que unas brasileñas hablen es­ tía.

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