GUÍA DIDÁCTICA DEL PROGRAMA DE TEATRO MEXICANO S. XX-I COLEGIO DE LITERATURA DRAMÁTICA Y TEATRO FFyL / UNAM Profesor: Armando Partida Taizan Una vista panorámica del teatro mexicano del siglo XX, a través de lo sucedido en cada una de las cinco primeras décadas de éste, puede mostrarnos su devenir, su desarrollo, cambios y transformaciones fundamentales, a través de las cuales podemos identificar lo particular a éste a lo largo de las décadas mencionadas, por estar estrechamente unido a los cambios y sucesos históricos nacionales que acontecieran en nuestro país, frente al teatro de otras latitudes. Por ello podemos considerar que la dramaturgia mexicana de las primeras cinco décadas del siglo XX, fue la manifestación más fiel del proceso de transformación vivido, en cada una de las diversas etapas de su desarrollo histórico social. Expresión literaria que, por otra parte, no sólo constató las transformaciones estilísticas y formales surgidas mundialmente, sino que dio fe de éstas en su práctica dramatúrgico- escénica; al mismo tiempo que puso de manifiesto los acontecimientos y 1 cambios políticos, sociales, económicos e ideológicos, que experimentara la nación mexicana pre y posrevolucionaria. En esta guía se presentan las obras de los modelos dramáticos más representativos; aunque el estudio de éstas no es homogéneo, por estar estrechamente relacionado a las particularidades de su propia concepción dramática; tomando como referente la presencia o ausencia de los componentes aristotélicos. 1. TEATRO PRERREVOLUCIONARIO (1900-1909) En esta primera década nos encontramos con varias tendencias estilísticas: del posromanticismo y del simbolismo al costumbrismo, además del naturalismo, las cuales podemos reconocerlas a través del discurso dramático y la búsqueda de la identidad nacional. Intención implícita en la poesía y la prosa modernistas1 –preocupadas por la constitución de un discurso literario propio, para independizarse del peninsular. En tanto, la dramaturgia de esta década se caracterizó por ser la manifestación de la esencia cultural, social y política del momento; ya fuera estilísticamente a través del naturalismo y el costumbrismo – 1 El modernismo hispanoamericano, como tendencia literaria, está signado entre 1880 y 1914. Estilísticamente surge en correspondencia con las expresiones poéticas francesas del momento, como el parnasianismo y el simbolismo; principalmente. La iniciativas renovadoras partieron de Latinoamérica, como ya lo señaláramos, ante el rechazo a un discurso literario peninsular, considerado como ya anquilosado, principalmente por los poetas: José Martí, Rubén Darío, José Asunción Silva, Leopoldo Lugones, Herrera y Reissig, Amado Nervo, Manuel Gutiérrez Nájera; este último fundador de la publicación literaria Revista Azul (1894), principal difusora de esta corriente. 2 pasando por el posromanticismo: Federico Gamboa, La venganza de la gleba (1903); el posromanticismo tardío: Manuel José Othón, El último capítulo (1906)–, autor de los dramas románticos del segundo período del romanticismo mexicano: Lo que hay después de la muerte (1883), Lo que hay después de la dicha (1886); el simbolismo2: Marcelino Dávalos, La Sirena Roja, Así pasan (1908), con sus referencias al devenir de la vida teatral mexicana. Junto a esta dramaturgia se hacen presentes dos expresiones escénicas dominantes: I. Por una parte, el predominio escénico de la comedia y drama de costumbres, herencia del teatro hispánico decimonono, al seguir casi la mayoría de los dramaturgos el camino fácil de repetir los modelos dominantes de la escuela hispánica de finales del siglo XIX, tanto dramática como escénicamente; sólo que referido a los problemas familiares de las clases sociales a las que pertenecieran los propios espectadores nacionales. II. En tanto por otra, el reciente teatro de revista musical nacional de procedencia hispánica: la zarzuela –por igual decimonónica; junto a la ópera bufa y la opereta francesa a través de Offenbach, el compositor alemán, nacionalizado francés. Además del Follies y el 2 Un caso insólito en esta corriente literaria, por ser su contenido –el juicio aristotélico– de carácter ideológico social. 3 Music Hall angloamericanos; en tanto la primera expresión de la zarzuela mexicana en el s. XIX, diera paso inmediato a la, así llamada Revista Musical Mexicana, con la apropiación de los componentes extranjeros antes mencionados. Revista, cuyo nombre surgió de su función inicial, por tomar sus asuntos de los periódicos y revistas cotidianos; además de los acontecimientos del día, por medio de breves dramatizaciones generalmente cómicas, según el gusto popular. Múltiples fueron los libretistas y compositores memorables --que llamaron de inmediato la atención de un público heterogéneo--, como José F. Elizondo: La gran avenida (1902), junto con Rafael Medina y Luis G. Jordá: Chin Chun Chan (1904); primera revista musical que celebrara las cien representaciones, y de la cual se cuentan más de diez mil en el primer cuarto del siglo XX. Además de toda una serie de subgéneros, como el de la Revista Costumbrista, la Revista Frívola y, en la siguiente década, el más popular de éstos: la Revista política; después del estallido del movimiento revolucionario (1910), que viniera a ocupar escénicamente el lugar principal, hasta su posterior declive; al dar paso a la Revista de evocación en los años treinta; con la cual el cine mexicano de esta década estableciera un paralelismo temático, prolongado en las dos posteriores. 4 De manera que en la primera década del siglo XX, nos encontramos con un teatro denominado, por algunos especialistas, como Teatro Mexicano Prerrevolucionario, considerado como expresión de la etapa preparatoria de la lucha armada en contra del régimen porfirista; tomando como sujeto de acción dramática el régimen servil, dominante en las relaciones de producción casi feudales en el campo: el sometimiento de los campesinos, trabajadores y obreros, ante el abuso de autoridad y la persecución del sindicalismo.3 Las relaciones inhumanas impuestas por los hacendados; propiciadoras del servilismo en el campo. Los sucesos como la Huelga minera de Cananea, Sonora (1906), la Huelga de Río Blanco, Veracruz (1907), constatan el régimen dictatorial del presidente Porfirio Díaz (1879-1880 / 1884-1911); favorable a los terratenientes y al capital extranjero, para propiciar la modernización del país: ferrocarriles, fábricas textiles, explotación de los recursos naturales –minas y extracción del petróleo, en particular–, atrayéndolos con la divisa de “Orden y Progreso”; mantenida a sangre y fuego. Además de imponer ideológicamente la corriente del positivismo, preconizada por sus ministros del partido “científico”. La dedicatoria de la obra La venganza de la gleba, de Federico Gamboa, puede servir de ejemplo: “Para los ricos de mi pueblo”. 3 Vid., Alejandro Ortiz Bullé Goyri, “El teatro de filiación anarquista en México e Hispanoamérica", Tema y variaciones de Literatura, Los veneros del petróleo, semestre 1, 2014, pp. 103-118. 5 Pieza premonitoria, en la que muestra los riesgos que podrían correr los terratenientes y hacendados, si no manifestaban un poco de humanitarismo hacia sus peones; ya que desde la perspectiva moral, conservadora de Gamboa, los amos tenían que mostrar su caridad cristiana. El no haber escuchado estas advertencias, trajo consigo los acontecimientos posteriores de todos conocidos. Mismos que dominaron los sucesos de la siguiente década. 1.1. La venganza de la gleba (1904),4 Federico Gamboa.5 “Drama en tres actos” ESTRUCTURA ARISTOTÉLICA Primer acto: EXPOSICIÓN SITUACIÓN INICIAL. Prehistoria: Damián, producto del derecho de pernada del “niño” Javier, y la campesina Loreto. Peripecia desatada por la inminente llegada de los dueños de la hacienda. Presentación: Marcos Funes –vaquero desposado con Loreto, “padre” de Damián --hijo natural de Javier de Predeguera--, Loreto –-madre de 4 La venganza de la gleba, en Teatro Mexicano del Siglo XX, t. 1.Selección, prólogo y notas de Francisco Monterde, México, FCE, primera reimpresión1980, pp. 93-181 (Letras mexicanas, 25). 5 Federico Gamboa 1864-1939. Diplomático desde 1888, llegó a ser embajador y después secretario de Relaciones Exteriores, durante el régimen de Porfirio Díaz. Paralelamente desarrolló sus actividades de escritor. A través del relato breve llegó a la novela: Santa (1903), primera obra nacional naturalista. Llegó al teatro traduciendo y adaptando vaudevilles. Su obra dramática original va del monólogo a la tragedia, la comedia y el drama: del realismo rural y urbano al naturalismo. La venganza de la gleba, escrita en Washington, se estrenó en el Teatro Renacimiento en la ciudad de Guatemala en 1905. 6 Damián. Exposición conflicto-pareja, por la inminente llegada de los hacendados. Relación hacendados / campesinos. PRESENTACIÓN PERSONAJES Francisco Rayo, administrador de la hacienda; Joaquín, dependiente del despacho de la hacienda, estudiante proveniente de la capital. Segundo acto: Llegada de los hacendados. Desarrollo situación: 1) Exposición conflicto moral Doña Guadalupe, esposa del hacendado Don Francisco Predeguerra: Criollismo;6 2) Exposición chantaje de clase: hacendado/campesinos –Joaquín, el estudiante arribista; 3) Atracción entre Blanca –nieta legítima– / Damián –nieto natural; 4) Preparación desenlace tercer acto: La venganza de la gleba. 6 Sigue el modelo dramático de José Echegaray (1832-1916), premio Nobel 1904, drama posromántico del teatro español decimonónico. Drama neorromántico, nuevo realismo, alta comedia (comedia
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